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La sharía, también conocida como saría, charía o ley islámica (en árabe: شريعة
إسالمية, šarīʕah al-Islāmīya, ‘vía o senda del Islam’), es el cuerpo de Derecho islámico.
Constituye un código detallado de conducta, en el que se incluyen también
las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las
cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal. Sin
embargo, su identificación con la religión es matizable: aunque está en el Islam, no es
un dogma ni algo indiscutible (como pudiera serlo el texto del Corán), sino objeto de
interpretación.
Denota un modo de vida islámico que es más que un sistema de justicia civil o criminal.
Como una cuestión de conciencia personal y guía moral de conducta, la sharia es
adoptada por la mayoría de los creyentes y practicantes musulmanes, en distintos
grados; pero, a diferencia de las orientaciones morales de la Biblia para los cristianos,
no sólo constituye un código religioso de orientación vital, sino que codifica
específicamente la conducta y rige todos los aspectos de la vida.
Ha sido formalmente instituida como ley por ciertos Estados, que se definen
como Estado islámico. En esos casos, los tribunales de justicia se instituyen
como tribunal islámico y velan por su cumplimiento. Muchos países del mundo islámico,
aunque no se hayan definido de forma completa como Estado islámico, han adoptado
parcialmente en su legislación elementos de la sharia (en áreas como las herencias y
los testamentos, la regulación de las actividades bancarias y de los contratos, etc.).
Religión y Derecho
Definiciones y Características
En primer lugar, originalidad en relación con los demás sistemas jurídicos, en general.
Sistema fundado en el Corán, que es un libro revelado, el Derecho Musulmán, debe
considerarse totalmente independiente de los demás sistemas jurídicos, que no tienen la
misma fuente.
Las semejanzas que pueda presentar en algún aspecto con otros sistemas jurídicos por
lo que respecta a las soluciones ofrecidas sólo pueden ser atribuidas, según la ortodoxia
musulmana, a simples coincidencias; no se trata, en ningún caso de legados recibidos
por el Derecho Musulmán del pensamiento extranjero.
Adaptación Del Derecho Musulmán al Mundo Moderno
El Derecho Musulmán es inmutable y debe insistir en este aspecto del mismo. Pero
ciertamente es, que al propio tiempo, le sobran recursos para hacer frente a las nuevas
necesidades. Junto a su inmutabilidad, debe hacerse resaltar su flexibilidad.
Esto quiere decir que aunque es inmutable, permite el juego de la costumbre, del acuerdo
de los particulares, de la reglamentación administrativa, con lo cual es posible llegar a
soluciones que dan satisfacción a las necesidades de cualquier sociedad y permiten, en
particular, la edificación de una sociedad moderna. Solo en modo excepcional, supuesta
una organización adecuada, el carácter arcaico de ciertas instituciones o normas del
Derecho musulmán supondrá un obstáculo para dicha solución.
La Costumbre
La expansión del Islam en el mundo ha sido posible gracias a esta actitud liberal y al
hecho de no exigir el sacrificio de los modos de vida consagrados por la costumbre.
La Convención
En oposición a los musulmanes de rito xiïta, los sunitas no han admitido, por ejemplo, la
posibilidad de estipular ciertas condiciones, tales como el carácter temporal del
matrimonio o el establecimiento de un régimen de comunidad de bienes entre los
esposos. Las posibilidades evolutivas del Derecho musulmán como resultado de las
convenciones privadas son, pese a todo, considerable. Nada más fácil y usual que
suponer a los individuos una intención contractual, incluso aunque se trate de una pura
ficción.
La Char'ia exige el respeto a la letra de la ley, antes que a su espíritu; el Cadí sólo
considera el aspecto externo y no debe preocuparse de la conciencia ni de las
intenciones escondidas tras los actos que se le someten. Puede privarse muchas normas
del Derecho Musulmán, sin que sea susceptible la violación de las mismas. Así el
Derecho Musulmán, prohíbe el préstamo con interés; pero podrá escaparse de esta
prohibición recurriendo a una doble venta, o dando al acreedor, como garantía, el goce
de un bien que produzca frutos. Será posible, por otro lado, considerar que la prohibición
del préstamo con interés sólo concierne a personas físicas: Los bancos, cajas de ahorros
y sociedades se verán así liberados de esta norma.
Organización Judicial
El Corán
Por otro lado, el juez musulmán no está obligado a interpretar el Corán; los doctores han
llevado a cabo una interpretación auténtica del mismo, y el juez debe referirse a las obras
de estos doctores.
La Sunna
Esta representa el modo de ser y de conducirse del Profeta, cuyo recuerdo debe servir
de guía a los creyentes. Está constituida por el conjunto de los h'adith, es decir, las
tradiciones relativas a los actos y palabras de Mahoma, según han sido transmitidos por
una cadena ininterrumpida de intermediarios.
El Idjma
Es la tercera fuente del Derecho Musulmán y está constituido por el acuerdo unánime de
los doctores. Ni el Corán ni la Sunna, pese a la extensión adquirida por esta podían
ofrecer respuesta a todos los problemas. Para poner remedio a su insuficiencia en el
caso en que no se encontrase resuelta una cuestión, y para explicar ciertas aparentes
derogaciones a la doctrina, se ha desarrollado el dogma de la infactibilidad de la
comunidad musulmana cuando la opinión de esta es unánime.
“Mi comunidad nunca será unánime en el error”; “Aquel que sigue un camino distinto al
de los creyentes está condenado al infierno”. El Idjma fundado en estas dos máximas,
ha permitido conferir autoridad a soluciones que no podían derivarse directamente del
Corán ni de la Sunna.
Para que el Idjma admita una norma jurídica, no es necesario que la multitud de
creyentes le preste su adhesión o que responda al sentimiento unánime de todos
los miembros de la comunidad.
El Taqlid
El Fiqh
En los Estados Musulmanes, los gobernantes no gozan de poder para crear el Derecho
y legislar; solo pueden elaborar reglamentos administrativos, dentro de los límites
consentidos por el Derecho Musulmán y en las esferas que ese le permita, sin entrare
en conflicto con él.
Instituciones
Todo creyente posee derechos y obligaciones en el marco del Islam, sea musulmán o
no. Esta capacidad está dada sólo por el hecho de pertenecer a la comunidad, con las
excepciones debidas en cuanto a determinadas aplicaciones de normas en cuanto a
edad, casos de demencia, incapacidad, etc. Para los practicantes de otras religiones en
un estado islámico, se encuentra legislación desde los albores mismos del Islam. El
primero de estos documentos fue la Constitución de Medina (624). Posteriormente en el
desarrollo de algunas sociedades islámicas se desarrolló un derecho especial al
respecto: quienes no eran musulmanes no eran juzgados de acuerdo a las leyes del
Islam, y se les permitía poseer sus propios tribunales a cambio del pago de una
capitación. También existía legislación establecida cuando los sujetos de derecho
pertenecían a una u otra comunidad.
Préstamos de dinero
Herencia y Testamento
Las leyes sobre herencia otorgan al individuo el derecho de disponer de sus bienes. En
el marco del Islam existen disposiciones específicas a tal fin. El beneficio de los bienes
de un difunto se otorga a sus familiares directos y si bien existe el derecho a generar un
testamento, el mismo guarda restricciones. Existe igualdad entre parientes del mismo
grado, que son acreedores de la herencia luego que se descuenta de la misma los gastos
inmediatos al fallecimiento así como también sus deudas. En tercer término se ejecuta
el testamento que no puede exceder un tercio del total de los bienes a favor de otros,
particulares o entidades, que no sean parientes. Son herederos de primera clase, aunque
con distintas proporciones, la esposa o esposo, padre, madre, hijos o hijas. Luego,
hermanos o hermanas del difunto u otros parientes alejados, tíos, tías, sobrinos entre
otros de acuerdo a las particularidades del caso.
Los bienes de la sociedad
El seguro
Desde los albores del gobierno islámico posteriores a la muerte del Profeta (PyB),
constituido en primera instancia por el califato, los seguros se organizaron con
características que hoy denominaríamos mutuales. En primera instancia eran unidades
divididas por oficio, administraciones, regiones, etc. Si se requería, el gobierno central
participaba con ayuda directa a estas organizaciones. El seguro es definible como un
reparto de carga individual entre más miembros a fin de aligerar la misma. A diferencia
de las organizaciones de origen capitalista, el sistema islámico es de carácter mutualista.
Las unidades de seguro pueden generar comercio con los fondos disponibles, después
de cumplimentar con las obligaciones si las hubiese.
El divorcio es una norma que aparece establecida desde los comienzos de la legislación
islámica. Aunque la disolución de una pareja es posible, se recomienda agotar las
instancias a fin de no llegar a la instancia de ruptura. A tal fin, entre otras alternativas, se
pueden designar mediadores de ambas familias a fin de salvaguardar la pareja. De
producirse el divorcio, existe normativa que restringe los tiempos para otorgar la
posibilidad de contraer matrimonio nuevamente, como en el caso de la mujer, esperar un
período determinado a fin de saber si está embarazada.
Nunca se podría comparar la influencia del derecho árabe musulmán como lo hizo el
derecho romano ni siquiera el germánico, los árabes ocuparon a España por siete siglos
y dieron su aporte importante al derecho español e hispanoamericano. La institución del
Alcalde, es herencia arábiga, en igual forma se cree que ocurrió con la sociedad en
comandita y con el albacea, cuyo nombre, por lo menos es típicamente árabe.
Finalmente una serie de vocablos castellanos tiene su origen arábigo entre ellos muchos
de uso en el Derecho. Entre otros: asesino (proviene de Haschish, nombre de una planta
venenosa oriental), almoneda (subasta o remate), alojar (el “esquilmo” cuando se trata
de viviendas), albala (documento público), alcabala (antiguo impuesto sobre el consumo
y traspaso de bienes: hoy sustituido entre nosotros por los timbres y papel sellado),
alcalde (jefe de cárcel o inspector de aduana), alférez, aguacil, almotacén (inspector de
pesas y medidas), horro (liberto), etc.