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Actividades Formativas de La Naturaleza de La Asignatura
Actividades Formativas de La Naturaleza de La Asignatura
Tenemos que dar nuestra libre entrega y amor a Dios, dándole la sumisión plena de
su intelecto y de su voluntad y dando consentimiento voluntario a la revelación hecha
por nuestro padre. Donde esa revelación nos transmite la Iglesia sobre la forma de
Tradición. La fe en Dios nos da claridad, tenemos que participar en los sacramentos
que nuestro padre nos dejó y la iglesia nos enseñó, tenemos que obedecer la voluntad
divina, practicar la práctica de las enseñanzas reveladas, que se está en los
mandamientos de amor enseñados por Jesús, nuestro padre amado, de las buenas
obras. Esa entrega a Dios nos da la finalidad y esperanza de salvarnos y llegar a él. En
ese reino eterno, el mal será inexistente y todos los hombres salvos y justos irán allá,
después de la resurrección de los muertos y el fin del mundo, pasaremos a una vida
eternamente con Dios y junto a Dios..
Señor, ayúdanos a poder realizar con amor los 10 mandamientos, ¡lo necesitamos
para estas a su lado!
Usted nos da mucho amor, ayudamos también a devolverle es amor, porque usted es
nuestro padre, nuestro creados".
"Enséñanos, buen Señor, a servirte como mereces: a dar sin contar el costo, a luchar
sin contar las heridas, a trabajar y a no buscar descanso, a laborar sin pedir
recompensa excepto saber qué hacemos tu voluntad…
Dios siempre sale al encuentro del ser humano, de la oveja perdida, del hijo que se
marchó de casa.
Dios, además, por amor, se ha revelado al hombre, saliendo a su encuentro; de esta
forma, le ofrece una respuesta definitiva a las preguntas que se hace sobre el sentido y
el fin de la vida humana. Se dio a conocer, en primer lugar, a los primeros padres,
Adán y Eva; después de la caída por el pecado original, no los abandonó sino que les
prometió la salvación y ofreció su alianza. Luego, con Abrahán, eligió al pueblo de
Israel. Por fin, Dios se reveló plenamente enviando a su propio Hijo, Jesucristo
La fe cristiana desde sus inicios se ha expresado en las profesiones de fe, que han
asumido lenguajes y matices diversos en dependencia de las variadas situaciones
ambientales y de las necesidades pastorales. La confesión pública de Jesucristo es la
determinación decisiva, que lleva posteriormente a formular síntesis autorizadas de
los contenidos de la propuesta cristiana de salvación. A lo largo de la historia, la
iglesia ha proclamado siempre, si bien con modalidades literarias, expresiones
cultuales y acentuaciones existenciales diferentes, su total adhesión al misterio de la
condescendencia del amor del Padre en Cristo Jesús. En nuestro mundo
contemporáneo, en el intento de reformular el lenguaje del credo para hacerlo más
comprensible en su anuncio y en su celebración, ha vuelto a aflorar la urgencia de
captar el alma más verdadera de la proclamación comunitaria de la fe. Frente a esta
exigencia, en la comunidad eclesial emergen al mismo tiempo la necesidad de vivir en
profunda unión con toda la tradición de la iglesia y de dar un rostro nuevo al
contenido doctrinal. En torno al misterio de Cristo, cada vez más luminoso y
estimulante, se revitaliza de modo continuo la existencia de los fieles concretos y de
sus comunidades, que celebran en el culto y confiesan en la historia.
Establece la relación de los conceptos: Creo en Dios, Creo en
Jesucristo, Hijo Único de Dios y Creo en el Espíritu Santo; en un
mapa conceptual. Teniendo como fundamento el Catecismo de la
Iglesia Católica.
• Creo en Dios,
por que es muy necesario, el nos am, somos sus hijosmuy apreciados por el, somos pecadores, pero el
nos ayudara a que cambienmos y lleguemos a la vida enterna...
• Creo en Jesucristo.
Ser el Hijo Único de Dios es lo central en la persona de Jesús. La filiación divina es su identidad
personal. Por eso, antes de aparecer en su realidad débil, pobre y mortal de hombre, ya estaba
Jesús precisamente como el Hijo único de Dios, desde la eternidad en el seno del Padre