Está en la página 1de 36

5.

MODELO DE CAPA LÍMITE

5.1 Introducción

Se ha pensado en la aplicación de un modelo de capa límite al problema que nos ocupa en


vista de la relativa simplicidad que se obtiene para expresar la velocidad promediada
verticalmente, pues como veremos, la manera de calcular la curva de calibración y previo a
ella el perfil transversal de velocidades no reviste mayor complicación; claro, siempre y
cuando se esté hablando de variantes simplificadas como son las que estamos a punto de
describir ya que estamos conscientes de que utilizar la teoría de la capa límite puede
revestir la complejidad que se quiera debido a los diversos enfoques y modelos que a ella se
le pueden asociar hoy en día y a los problemas específicos en los que se le utilice.

El objetivo principal al aplicar la teoría de la capa límite (cl) está orientado a la obtención
de la curva de calibración de caudales z Vs Q en canales compuestos por un canal principal
y una o dos llanuras de inundación más o menos bien establecidas e identificables.
Hipotéticamente, podría pensarse en su aplicación a secciones irregulares.

Es un hecho bien conocido que aplicar la teoría de la capa límite a canales en la escala
fluvial comprende una tarea, al menos hasta nuestros días, de poco significado práctico
debido a los procesos bastante complejos que se desarrollan al interior del flujo,
relacionados por ejemplo, con las características friccionales de las paredes y fondo del
canal o al hecho de que las pérdidas de energía del flujo no son solo producto de la
interacción entre el cuerpo del fluido y las paredes del canal sino de los fuertes gradientes
geométricos (con la presencia de paredes completamente verticales) presentes en canales
como los utilizados en nuestro trabajo experimental; y ni que decir cuando se ha de
98
considerar el transporte de sedimentos. La capacidad predictiva de la teoría en este campo
no es muy alta, aunque se trate de una modelación bidimensional. Sin embargo, es de
esperar que la teoría aplicada en la escala de modelos físicos de laboratorio, como los
usados para la toma de datos experimentales en este trabajo, aporte resultados más
consistentes con la realidad como se pretende mostrar aquí. Así pues, antes de mostrar los
resultados obtenidos al utilizar esta metodología en el capítulo 7, intuitivamente uno puede
esperar que los mejores se consiguen en el caso de pequeñas rugosidades de contorno y
vayan decayendo en la medida que los materiales de fondo y pared crezcan en tamaño y
complejidad de formas.

Anotamos que básicamente nos interesa explorar las capacidades predictivas de un


modelo de capa límite bidimensional simplificado, sabiendo que de todas maneras los
mejores resultados, con todo y lo que se anotó en el párrafo anterior, han de obtenerse a
aquellas profundidades al interior del canal principal y en cambio para flujos que cubran las
llanuras de inundación la capacidad de predicción decrecerá. Claro que no solo la teoría de
la capa límite tiene inconvenientes en este campo también lo tienen los modelos 1D más
sofisticados o aquellos cuasi 2D tales como el discutido en el capítulo anterior o el
propuesto por Lambert y Sellin, 1996 cuando, por ejemplo, las pendientes longitudinales y
transversales son de considerable magnitud, tal y como lo evidencian los resultados
mostrados más adelante en el capítulo 7.

Seguidamente se mostrarán algunos de los enunciados fundamentales relacionados con la


teoría de la capa límite como son las hipótesis básicas y la utilización de la ecuación de
conservación de momentum. En el anexo B se muestran algunos de los principales
resultados del problema de la teoría aplicada a las capas límite laminar y turbulenta en el
caso de la placa plana que constituye el caso más simple y difundido de la teoría y no por
ello menos importante, ya que precisamente tal problema es el que nos servirá de base para
el posterior desarrollo del modelo n-potencial de capa límite que nos proponemos aplicar.
5.2 Teoría básica de La Capa Límite
99
Análisis hechos sobre un flujo ideal al pasar por un obstáculo en una corriente producen
resultados que son contrarios a la observación. Primero, el arrastre (o dragado) sobre el
cuerpo es despreciable en flujo ideal, mientras que el arrastre observado no lo es. Segundo,
el fluido ideal se desliza suavemente sobre el cuerpo; pero el fluido real no lo hace. Para
fluidos con bajas viscosidades, tales como el agua y el aire, Prandlt (1904) sugirió el
concepto de la capa límite (cl) para explicar el fenómeno de resistencia en cuerpos
interpuestos en una corriente, placas planas paralelas al flujo, entre otros. El punto esencial
es que los aspectos friccionales del flujo se confinan a la capa límite y quizás una estela
detrás del cuerpo (donde el flujo es rotacional), pero fuera de la capa límite la viscosidad
del fluido es prácticamente inoperante, esto es, el flujo es efectivamente no friccional e
irrotacional. La idea de la capa límite ha encontrado una amplia aplicación en numerosos
problemas de dinámica de fluidos y ha constituido una poderosa herramienta para el
análisis de problemas de resistencia en flujos de fluidos y probablemente ha contribuido
más al progreso de la moderna mecánica de fluidos que ninguna otra idea singular.

Figura 5.1. Capa límite en la placa plana.

Dos números de Reynolds se usan ampliamente para definir el carácter de la capa límite;
ellos se definen en términos de la velocidad no perturbada al interior del cuerpo del fluido
Uo, el espesor de la capa límite δ, y la distancia x desde el inicio de la placa, tal como lo
muestra la figura 5.1:

100
Uox U oδ
Rex = y Reδ = (5.1)
ν ν

donde ν es la viscosidad cinemática del fluido, en este caso el agua, y se expresa como

ν = μ / ρ, donde μ es la viscosidad dinámica y ρ es la densidad del agua.

Experimentos en placas planas han mostrado que los valores típicos o nominales para estos
números de Reynolds son 500.000 y 3.900, respectivamente. Por debajo de estos valores, se
espera que se produzcan capas límite laminares, mientras que números de Reynolds
mayores a los ya señalados indican que el flujo está en transición hacia el campo de capa
límite turbulenta.

Para el análisis del flujo se procede como sigue: fuera de la capa límite el movimiento del
fluido se describe con precisión con la teoría del flujo ideal. Este flujo ideal principal actúa
como flujo exterior y establece la velocidad en el borde del flujo interno o capa límite y la
distribución de presiones a lo largo del cuerpo. Una aproximación ingenieril para la
solución de tal problema de flujo es resolver primero el problema “externo” de fluido ideal
moviéndose alrededor del cuerpo, ignorando enteramente los efectos viscosos. Luego,
usando los valores de velocidad de la solución “externa” a la capa límite, el problema del
flujo viscoso “interno” se solucionará. Numerosos experimentos demuestran que esto
constituye a menudo un proceso efectivo y preciso. Para formas interpuestas en la corriente,
este procedimiento proporciona, a partir de la solución “exterior”, la distribución de
presiones (incluyendo un estimado preciso de la fuerza de sustentación, si fuera necesario)
y, a partir de la solución “interna”, un estimativo de la fuerza de fricción o arrastre sobre la
forma o cuerpo en consideración; este modo de solución es precisamente lo que nos
interesaría como una de las vías para dar solución a nuestro problema de encontrar la
distribución de velocidades promediadas verticalmente a lo ancho de la sección transversal
de los tipos de canales que tratamos en el presente estudio. Más adelante haremos alusión a
101
la aplicación del concepto de la capa límite para el cálculo de la fricción de paredes y fondo
en un canal; por el momento haremos énfasis en los conceptos teóricos asociados con la
capa límite. Aunque bien se sabe que hay numerosos textos (ver, p.e., Li-Lam, 1964) que
tratan cuidadosamente este tópico, aquí se desarrollarán los aspectos más importantes
aplicables al problema que nos interesa.

No existe una teoría simple para tratar flujos con números de Reynolds en la zona de
transición. Estos flujos con capas viscosas gruesas se estudian, por lo general,
experimentalmente o con modelos numéricos del campo fluido en un computador. Los
flujos a altos números de Reynolds son mucho más fáciles de tratar mediante el
acoplamiento de la solución correspondiente a la capa límite no viscosa. Las capas
viscosas, tanto laminares como turbulentas, son muy delgadas. Definiremos el espesor δ de
la capa límite como el lugar geométrico de los puntos donde la velocidad u paralela a la
placa alcanza el 99 % del valor de la velocidad exterior Uo. Como se verá más adelante, las
fórmulas aceptadas para el espesor de la capa límite de una placa plana son

δ 5.0
≈ laminar (5.2a)
x Re 1x/ 2
δ .
016
≈ turbulento (5.2b)
x Re 1/x 7

La fórmula para el flujo turbulento es aplicable para Rex mayores que 106,
aproximadamente.

Algunos valores de δ obtenidos de la ecuación (5.2) son


Rex 104 105 106 107 108

(δ/x) laminar 0.050 0.016 - - -

(δ/x) turbulento - - 0.022 0.016 0.011

102
Los cuadros en blanco indican que la fórmula no es aplicable. Para cuerpos esbeltos, tales
como placas y perfiles paralelos a la corriente incidente, la suposición de que la interacción
entre la capa límite y la distribución de presiones de la corriente exterior es despreciable,
constituye una excelente aproximación.

Para cuerpos romos, sin embargo, incluso a números de Reynolds muy altos, hay una
discrepancia en este concepto de empalme entre la zona viscosa y la no viscosa.

Espesor de desplazamiento

Un efecto interesante de la capa límite es el desplazamiento pequeño, pero finito, que


origina en las líneas de corriente exteriores. Como se muestra en la figura 5.2, las líneas de
corriente exteriores deben deflectarse hacia arriba una distancia δ*(x) (o δ1(x) como más
tarde lo denominaremos) para que satisfaga la conservación de la masa entre la entrada y la
salida

Figura 5.2. Efecto de desplazamiento de la capa límite. Aquí

h δ

∫ ρU 0bdz = ∫ ρubdz , δ = h + δ1
0 0
(5.3)

103
La cantidad δ1 se denomina espesor de desplazamiento de la capa límite. Se ha podido
determinar que el espesor de desplazamiento δ1 varía generalmente desde un octavo a un
décimo del espesor de la capa límite δ, dependiendo de la magnitud del número de
Reynolds. Para relacionarlo con u(z), dividamos por b los dos miembros de (5.3),
evaluemos la integral del primer miembro, y sumando y restando adecuadamente Uo
(equivalente a U, en adelante) al integrando del segundo miembro, obtenemos

δ δ
Uh = ∫ (U + u − U )dz = U (h + δ 1 ) + ∫ (u − U )dz
0 0

de lo cual

δ
⎛ u⎞
δ 1 = ∫ ⎜1 − ⎟ dz (5.4)
0
⎝ U⎠

5.2.1 Ecuaciones de la Capa Límite

Actualmente se utilizan tres técnicas para tratar flujos externos: 1. Soluciones numéricas en
computador; 2. Experimentación y 3. Teoría de la capa límite.

Los métodos numéricos en mecánica de fluidos son una herramienta nueva y poderosa.
Casi todas las soluciones son laminares, pero hay algunos avances interesantes en el
análisis de flujos turbulentos con computadora y precisamente uno de los temas frontera se
refiere a la modelación numérica precisa de flujos turbulentos, que es lo que se trata de
hacer en este trabajo, tratándose pues de la consideración de un flujo uniforme sea que se
tengan en cuenta flujos secundarios o no entre el canal principal y las llanuras de
inundación.

104
5.2.2. Ecuaciones de la capa límite bidimensional

Considérese un flujo bidimensional estacionario y viscoso de un fluido incompresible, con


el eje x en la dirección y a lo largo de la pared y el eje z perpendicular a la pared como en la
figura 5.2. Nótese que en una pared curvada, x puede representar la longitud a lo largo de la
pared y z es perpendicular a x en cada punto de la pared, siendo despreciables los términos
de las ecuaciones de la capa límite que tienen en cuenta la curvatura siempre y cuando el
radio de curvatura de la pared sea grande comparado con el espesor de la capa límite, la
figura 5.3 nos muestra mejor la situación,

Figura 5.3. Coordenadas de la capa límite.

El supuesto básico de que el espesor de la capa límite sea pequeño implica que el sistema
coordenado (x,z) esté confinado a

x z
= O(1) y << 1 (5.5)
L L

5.2.3. Aproximaciones de la capa límite.

105
A partir del supuesto básico de que a altos números de Reynolds, las capas límites son
delgadas comparadas con la dimensión característica del problema pueden hacerse un
número de aproximaciones simplificadoras utilizables, y que colectivamente son llamadas
las aproximaciones de la capa límite.

1. La presión al interior de la capa límite es aproximadamente constante en la dirección


normal a la superficie. De esta manera el valor de la presión al interior de la capa límite
puede aproximarse a la presión que prevalece en el borde exterior de la capa límite
donde la teoría del flujo no friccional es válida.
2. El flujo al interior de la delgada capa límite es esencialmente paralelo, así que los
esfuerzos cortantes actuando sobre un elemento de fluido pueden aproximarse por
μ ∂u ∂z solamente.
3. El espesor de la capa es pequeño, no solamente comparado con la longitud
característica del cuerpo, sino también con respecto al radio local de curvatura de la
superficie del cuerpo.

Las ecuaciones de continuidad y cantidad de movimiento bidimensionales pueden


escribirse como

∂u ∂v
+ =0 (5.6a)
∂x ∂z
⎛ ∂u ∂u ⎞ ∂p ⎛ ∂ 2 u ∂ 2 u⎞
ρ⎜ u + v ⎟ = − + μ⎜ 2 + 2 ⎟ (5.6b)
⎝ ∂x dz ⎠ ∂x ⎝ ∂x ∂z ⎠

⎛ ∂v ∂v ⎞ ∂p ⎛ ∂ 2v ∂ 2v⎞
ρ⎜ u +v ⎟ =− + μ⎜ 2 + 2 ⎟ (5.6c)
⎝ ∂x dz ⎠ ∂z ⎝ ∂x ∂z ⎠

Estas ecuaciones deben resolverse para obtener u, v y p con las condiciones de contorno
que se describen a continuación:

106
1. Sobre la superficie del cuerpo, z = 0, requerimos que u = v = 0 o condición de no
deslizamiento.

2. En el borde exterior de la capa límite, requerimos que la componente de la velocidad


tangencial u sea igual a U(x), la velocidad del cuerpo del fluido calculado a partir de la
teoría de flujo no friccional. Los valores de p(x) y U(x) están relacionados por la
1
ecuación de Bernoulli p + ρU 2 = constante.
2

3. En alguna estación aguas arriba en la capa límite, el perfil de velocidades debe coincidir
con alguna condición establecida por el problema físico. En algunos problemas, esta
condición es alcanzada automáticamente. Por ejemplo, para el cuerpo mostrado en la
figura 5.3, el perfil de velocidades en el punto de estancamiento (x = 0) del cuerpo se
cumple que u = U = 0.

A partir de las aproximaciones antes descritas se cumplen las siguientes relaciones :

Velocidades: v << u (5.7a)

∂ ∂
Derivadas: << (5.7b)
∂x ∂z

Usando estas relaciones se obtiene una gran simplificación de la ecuación (5.6c)

∂p
≈ 0 o p ≈ p(x) solo (5.8)
∂z
De otro lado el gradiente de presiones en la ecuación (5.6b) se considera conocido de
antemano por medio de la ecuación de Bernoulli aplicada a la corriente exterior no viscosa,
tal como aparece en la segunda condición de contorno,

107
∂p dp dU
= = − ρU (5.9)
∂x dx dx

También se puede despreciar un término de la ecuación (5.6b) debido a las ecuaciones


(5.7),

∂ 2u ∂ 2u
<< (5.10)
∂x 2 ∂z 2

El resultado que finalmente se obtiene es que las ecuaciones (5.6) se reducen a las dos
ecuaciones de Prandlt:

∂u ∂v
Continuidad: + =0 (5.11a)
∂x ∂z

Cantidad de movimiento a lo largo de la pared :

∂u ∂u dU 1 ∂τ
u + v ≈U + (5.11b)
∂x ∂z dx ρ ∂z

donde
⎧ ∂u
⎪⎪μ ∂z
τ =⎨ para flujo laminar y turbulento, respectivamente.
⎪μ ∂u − ρ u ′v ′
⎪⎩ ∂z

Estas ecuaciones han de resolverse para determinar u(x,z) y v(x,z), con U (x) conocida del
análisis del flujo exterior no viscoso.

108
A diferencia de las ecuaciones (5.6) de Navier - Stokes, que son elípticas y deben
resolverse simultáneamente en todo el campo fluido, las ecuaciones (5.11) de la capa límite
son parabólicas y se resuelven comenzando en el borde de estancamiento o de ataque
avanzando aguas abajo hasta donde se desee, deteniéndose en el punto de separación o
antes, si se prefiere.

5.4. Algunos conceptos relacionados con la capa límite y los canales abiertos

Cuando el agua entra a un canal, la distribución de velocidades a través de la sección del


canal, debido a la presencia de la rugosidad límite, variará con la distancia sobre la cual el
agua viaja en el canal. Si el flujo es estable y si el canal es prismático y de rugosidad
constante, la distribución de velocidad eventualmente alcanza una forma definida y la
distancia desde la entrada al canal a la cual se produce tal situación es lo que se conoce
como longitud de desarrollo. Algunas consideraciones simplificadoras a tener en cuenta en
el momento de las mediciones experimentales llevadas a cabo en el laboratorio, son las
siguientes : (1) el flujo que entra al canal es laminar y de distribución uniforme de
velocidades; (2) ninguna restricción existe a la entrada que pudiera causar disturbio abrupto
de la superficie del agua y de la distribución de velocidad; (3) la profundidad del flujo es
grande, así que la profundidad del flujo se puede considerar constante cuando el flujo entra
al canal.

109
Figura 5.4. Desarrollo de la capa límite en un canal abierto con una condición ideal de
entrada.

Concentrémonos ahora en la figura 5.4, fuera de la superficie ABC la distribución de la


velocidad es prácticamente uniforme. Si la superficie del canal es relativamente lisa, la
velocidad cerca de la superficie del agua es baja, entonces, una capa estable y muy delgada
de flujo conocido como la subcapa laminar será desarrollada sobre la superficie. Dentro de
la subcapa laminar el flujo es laminar. La superficie superior de la subcapa laminar
corresponde a la zona transicional de laminar a turbulento y por tanto no puede definirse
precisamente.

Si las condiciones para flujo uniforme existen a través del canal, la capa límite turbulenta se
desarrollará totalmente en la sección CD; de ahí en adelante la distribución de velocidades
tendrá un comportamiento definido. En un canal de laboratorio, la capa límite laminar AB
puede eliminarse fácilmente colocando un elemento rugoso a la entrada. Así, la capa límite
turbulenta se desarrollará en el inicio del canal, y la longitud total de la zona para el
desarrollo completo de la capa límite puede reducirse. El flujo en canales ordinarios es
usualmente turbulento.

Cuando el perfil de la superficie de un canal se ha agrandado se puede notar que tal


superficie esta compuesta de picos y valles irregulares. La altura efectiva de las

110
irregularidades que forman los elementos de rugosidad se conoce como altura de rugosidad
ks. La rugosidad relativa para un canal es la cantidad ks / R, con R, como antes, el radio
hidráulico.

Si la altura de rugosidad es menor que una cierta fracción del espesor de la subcapa
laminar, las irregularidades de la superficie serán tan pequeñas que todos los elementos de
rugosidad estarán enteramente sumergidos dentro de la subcapa laminar y la superficie se
dice que es hidráulicamente lisa. Schlichting da la condición siguiente para que una
superficie sea considerada hidráulicamente lisa:

U *k s 5ν
<5 o ks < (5.12)
ν U*

y si los elementos de rugosidad son mayores tendrán la magnitud suficiente y angulosidad


para extender sus efectos más allá de la subcapa laminar y así distorsionar el flujo en el
canal. Se dice entonces que la superficie es rugosa, y en tal caso una subcapa laminar no
será estable lo que lleva a que ésta no se pueda formar más.

Morris, 1955, supuso que la pérdida de energía en flujo turbulento sobre una superficie
rugosa se debe principalmente a la formación de ondas detrás de cada elemento rugoso. La
densidad de tales fuentes de vorticidad en la dirección del flujo determinará, en una gran
extensión, el carácter de la turbulencia y los fenómenos de disipación de la energía en el
flujo. De este modo, el espacio longitudinal λe de los elementos rugosos es la dimensión
asociada a la rugosidad de mayor importancia en flujos de conductos rugosos. Bajo este
concepto, el flujo sobre superficies rugosas se puede clasificar dentro de tres tipos básicos:
flujo de rugosidades aisladas que prevalece cuando los elementos de rugosidad están tan
alejados que la onda y el vórtice generados por cada elemento se han desarrollado y
disipado completamente antes de que se alcance el próximo elemento; flujo de
interferencias de ondas que resulta cuando los elementos de rugosidad están colocados tan
111
cerca que la onda y el vórtice en cada elemento interferirá con aquellos desarrollados en el
elemento siguiente, resultando en una vorticidad intensa y compleja y una turbulencia
mezclada, esto es precisamente el fenómeno observado en el laboratorio cuando se
utilizaron clavos o cilindros de madera verticales en las dos llanuras de inundación del
canal. En tal flujo, la altura del elemento es poco significativa, pero el espaciado y la
profundidad de flujo son de mayor importancia, así que la relación ( z / λe) será
predominante, ver Chow, 1982; y flujo casi liso que ocurre cuando los elementos de
rugosidad están tan juntos que el flujo esencialmente se desliza sobre las crestas de los
elementos.

5.5. Modelo de capa límite n-turbulenta1

Dentro de la gama de modelos de capa límite, tales como: Turbulencia de estela u ola; Capa
límite n-potencial de un solo parámetro y Rao, entre otros, hemos decidido aplicar el
segundo para el cálculo de la curva de calibración de caudales. Seguidamente se mostrará la
deducción de la expresión para el cálculo de la velocidad U en la dirección x y a lo ancho
de la sección transversal. Como veremos la velocidad dependerá esencialmente de la
profundidad de flujo z para cada uno de los nodos en los que se divide el dominio en
dirección y, así se obtendrá un valor Ui para cada yi, de acuerdo con la parte superior de la
figura 2.3.

J. Nikuradse en 1932, tras realizar cuidadosos experimentos sobre los perfiles de velocidad
para números de Reynolds (Re) variables en flujos a través de tuberías lisas de sección
circular, pudo determinar que el exponente 1/7 de la ley de velocidades propuesto por
Prandlt en 1921 era en realidad variable, y que el exponente varía a 1/6 para Re = 4.000, a
1/6.6 para Re = 23.000, a 1/7 para Re = 110.000, a 1/ 8.8 para Re = 1.100.000, a 1/10 para
Re entre 2.000.000 y 3.200.000. Esto, como veremos, nos ha dado pistas para la elección

112
del exponente a utilizar en el modelo ya que para las condiciones experimentales con que
hemos contado se han obtenido valores de Re que están entre 40.000 y 800.000 para las
condiciones de canal liso (canal en la Universidad Nacional).

En 1946 K. Weighardt propuso una expresión para describir el perfil de velocidades al


interior de la capa límite:

1/ n
u ⎛ zU ⎞
= C ( n )⎜ * ⎟ (5.13)
U* ⎝ ν ⎠

donde u es la velocidad al interior de la capa límite, C(n) es un coeficiente que depende del
inverso de la potencia del perfil asumido, z es la profundidad del flujo, U* es la velocidad
de cizalladura y ν es la viscosidad cinemática.

En el borde exterior de la capa límite se cumple que u = U y z = δ de tal manera que

⎛ δ ( x)U * ⎞
1/ n
U
= C ( n)⎜ ⎟ (5.14)
U* ⎝ ν ⎠

Si dividimos la ecuación 5.13 por la ecuación 5.14 se obtiene

1/ n
u ⎛ z ⎞
=⎜ ⎟ (5.15)
U ⎝ δ ( x) ⎠

Se pueden obtener fácilmente las siguientes expresiones para los espesores de la capas
límites n – turbulentas:

1
También llamado modelo de capa límite n-potencial -Aquí de un solo parámetro (n) -.
113
δ
⎛ u⎞ δ
δ 1 = ∫ ⎜1 − ⎟ dz = (5.16)
0
⎝ U⎠ n +1

δ
u ⎛ u⎞ n n
δ2 = ∫ ⎜ 1 − ⎟ dz = δ1 = δ (5.17)
0
U ⎝ U⎠ n+2 (n + 1)(n + 2)

δ
u⎛ u2 ⎞ 2n + 4 n (2n + 4 )
δ3 = ∫0 U ⎝ U 2 ⎟⎠ dz = n + 3 δ 2 = (n + 1)(n + 2)(n + 3) δ
⎜ 1 − (5.18)

donde δ1, δ2 y δ3 son los espesores de desplazamiento, de momentum y de energía,


respectivamente.

De igual manera se definen los factores de forma

H12 = δ 1 δ 2 = ( n + 2 ) n (5.19a)

H23 = δ 2 δ 3 = (n + 3) (2n + 4) (5.19b)

Eliminando n de las ecuaciones

1 H32
H12 = = (5.20)
3 − 4 H23 3H32 − 4

El “factor de forma modificado” de Truckenbrodt, definido por

⎡ H32 dH32 ⎤ ⎡ H 23 dH23 ⎤


Hm = exp ⎢ ∫ ⎥ = exp ⎢− ∫ ⎥ (5.21)
⎢⎣ H32∞ ( H12 − 1) H32 ⎥⎦ ⎢⎣ H23 ∞ ( H12 − 1) H23 ⎥⎦

114
y al combinar las ecuaciones 5.19 y 5.20 resulta2

( 2 H32 ∞ − 1) ( H23 )
1/ 2
H ⎡ 2 − H32 ∞ ⎤
1/ 2 3/ 2

Hm = 32 ∞ ⎢ ⎥ = (5.22)
H32 ⎣ 2 − H32 ⎦ ( H23∞ ) 3/ 2 ( 2H23 − 1)1/ 2

El valor de referencia H23∞ = ( H23∞ )


−1
escogido para el límite inferior de la integración,

corresponde a un valor medio de n para flujos sin gradientes de presión. Todo indica que
este valor es 7.0 o muy cercano de esto. Con las ecuaciones 5.19 y 5.22 resulta para Hm,

Hm =
( H23∞ − 0.5)
1/ 2
( H23 )
3/ 2

=
0.5( H23∞ − 0.5)
1/ 2

=
(n + 3 )
3/ 2

(5.23)
( H23∞ ) 3/ 2 ( H23 − 0.5)1/ 2 ( H23∞ ) 3/ 2 ( n + 2)

en lugar de esta expresión, Jiménez y Vásquez, 1989, recomiendan usar

( H23 ) 3/ 2
Hm = 0.5692 (5.24)
( H23 − 0.5)1/ 2

A partir de la ecuación 5.14 se puede obtener τo, al despejar U*, veamos,

2
τo 1 ⎡ ν ⎤ n +1
= 2n ⎢ ⎥ (5.25)
ρU
[ C(n)] n +1 ⎣Uδ ⎦
2

y en términos del espesor de momentum δ2 se tiene,

2
Para más detalles sobre la deducción de ésta y las anteriores ecuaciones ver Jiménez y Vásquez, 1989.
115
2
⎡ n ⎤ n +1

τo ⎢ n⎥
(n + 1)(n + 2)[ C(n)] ⎦
= ⎣ (5.26)
ρU 2 2
⎡Uδ 2 ⎤ n +1
⎢⎣ ν ⎥⎦

Ahora, si definimos el número de Reynolds en términos del espesor de desplazamiento


como
2
⎡ ⎤ n +1
Uδ 2 ⎢ n ⎥
Re2 = y α (n) = , entonces la ecuación 5.26 puede
ν ⎢ 2

⎢⎣ ( n + 1)( n + 2 )[ C ( n )] n +1 ⎥⎦
escribirse como

τo α (n)
= (5.27)
ρU 2
Re22 / ( n +1)

Esta es la fórmula de importancia en los cálculos de interés en ingeniería y en


hidrodinámica.

Para el cálculo de α(n), Jiménez y Vásquez, 1989, recomiendan usar la ecuación


alternativa

α ( n ) = 0.0245(1 − 2.007 Log10 ( n + 2 n ))1.705 (5.28)

y si se desea se puede entonces despejar el valor de C(n) a partir de la expresión para α(n).

En la ecuación 5.27 debemos pues determinar Re2; para ello recurrimos a la ecuación
integral de momentum de Von Kármán. Se trata de buscar la solución de la ecuación
diferencial

116
dδ 2 δ dU ( x ) τ α (n) α (n)
+ ( 2 + H12 ) 2 = o2 = = (5.29)
dx U ( x ) dx ρU 2 / ( n + 1)
Re2 Re2a
con a = 2/ (n+1).

Mediante algunas transformaciones se convierte la ecuación anterior en

d Rea2 +1 1 dU ( x ) a +1 (1 + a )α (n)
+ (1 + a )(1 + H12 ) Re2 = U ( x) (5.30)
dx U ( x ) dx ν

Esta ecuación admite un factor integrante con,

1 dU ( x )
f i ( x ) = (1 + a )(1 + H12 ) de tal manera que
U ( x ) dx

∫ f ( x)dx = Ln(U ( x)
(1+ a )(1+ H12 )
i )

de donde exp[ ∫ f i ( x )dx ] = U (1+ a )(1+ H12 ) y gi ( x ) = (1 + a )α ( n )U ( x ) / ν (5.31)

y así resulta la solución general para Re2,

(1 + a )α (n)
Re(21+ a ) U ( x ) (1+ a )(1+ H12 ) = ∫ ν
U ( x )[1+ (1+ a )(1+ H12 )] dx + cte (5.32)

donde la constante depende de las condiciones iniciales de la capa límite y la velocidad


U(x).

117
En el caso de U(x) = U = constante, que es el caso que nos interesa al ser U la velocidad
media al interior del cuerpo o coro del fluido para una yi dada en la sección transversal, se
produce al usar dU / dx = 0,

α ( n)Ux
Re(21+ a ) = (1 + a ) + cte , o mejor,
ν

Re2 = [1 + aα ( n )Ux / ν + Re2 ( 0)]1/ (1+ a ) (5.33)

y la fuerza de dragado total como

x x
ρU 2α (n)
∫ bτ o dx = ∫ b a
dx y con δ 2 ( x ) = ν Re2 / U ( x ) ,
0 0
[(1 + a )α (n)Ux / ν + Re2 (0)]1+ a

D( x ) = b ∫ τ o dx = bρU 2 [δ 2 ( x ) − δ 2 ( 0)] (5.34)


0

donde b es el ancho de la placa (o superficie total de contacto de fondo y paredes).

“Este resultado es completamente general”, Jiménez y Vásquez, 1989, y “reproduce los


resultados de Blasius para n = 7 al utilizar los valores α(7) = 0.0126 y C(7) = 8.74 así como
la expresión B.17 para el coeficiente de fricción superficial cf”. Debe notarse que los
valores reales de α(7) y C(n) son 7.594 y 0.0161 según las ecuaciones 5.26 y 5.28. El
modelo es útil para canales abiertos donde es común la ausencia de gradientes de presiones
significativos.

Ahora, de acuerdo con la ecuación 5.17 y con δ2 (0) = 0, (5.34) se convierte en

118
D( x ) = bρU 2δ 2 ( x ) (5.35)

A partir de la ecuación 5.34 podemos obtener una expresión para τo:

n dδ
τ o ( x ) = ρU 2 (5.36)
(n + 1)(n + 2) dx

De otro lado, de la ecuación 5.27 se tiene que

α ( n) α ( n) α ( n)
τ o ( x ) = ρU 2 2 / ( n + 1)
= ρU 2 2
= ρU 2 2
Re 2
⎛ Uδ 2 ⎞ n +1 ⎡U n ⎤ n +1

⎝ ν ⎠
⎟ ⎢ ν (n + 1)(n + 2) δ ⎥
⎣ ⎦

y combinando esta expresión con la ecuación 5.36 se llega a


=
α (n) 1 ( n + 1)( n + 2)
2 2
dx n
⎛ Uδ ⎞ n + 1 ⎡ n ⎤ n +1
⎜ ⎟ ⎢ ( n + 1)( n + 2 ) ⎥
⎝ ν ⎠ ⎣ ⎦

y separando variables e integrando se obtiene

n +1
δ ( x) ⎡ (n + 2)(n + 3) ⎤ n + 3 1
=⎢ ⎥⎦ (5.37)

2n 2
x n n+3 n+3
[C (n)] Re x

que es el espesor de capa límite como función de x, cuyo carácter es general.

De otro lado tenemos que

119
2τ o
cf = (5.38)
ρU 2

y de la ecuación 5.27 resulta

2 2
⎡ ( n + 1)( n + 2 ) ⎤ n + 1 ⎛ ν ⎞ n + 1
c f = 2α ( n ) ⎢ ⎥⎦ ⎜⎝ Uδ ⎟⎠ (5.39)
⎣ n

Si intentamos reproducir la ecuación B.17 propuesta por Prandlt con n = 7 y α(7) = 0.0126,
nos encontramos con que la expresión que resulta no es igual a la esperada, esta es,

0.0451
cf = (5.40)
⎛ Uδ ⎞
1/ 4

⎜ ⎟
⎝ ν ⎠

Por qué sucedió esto? La respuesta es que la ecuación B.17 es una ley potencial 1/6
propuesta por el mismo Prandlt para ajustar la ley logarítmica de velocidades tal como
aparece en la ecuación B.16, mientras que (5.40) proviene directamente del desarrollo de la
teoría empleada hasta este momento.

Nos aventuraremos a utilizar la ecuación 5.39 y si vamos a hablar del perfil 1/7, por
ejemplo, entonces utilizaremos el valor α(7) = 0.0161 según la ecuación 5.28. De esta
manera la ecuación 5.40 queda modificada como

0.058
cf = (5.41)
⎛ Uδ ⎞
1/ 4

⎜ ⎟
⎝ ν ⎠

120
Una situación similar a la descrita ocurre al querer reproducir la expresión de Blasius para
el espesor de la capa límite de tal manera que la ecuación B.21 solo se obtiene en el caso de
utilizar (B.17) en el camino de su deducción y no directamente al usar n = 7 en la ecuación
5.37 como se podría esperar.

Al reemplazar el valor de δ en la ecuación 5.41 obtenemos la expresión que relaciona a cf


con x directamente o en su defecto con Rex, esto es,

0.070
cf = (5.42)
Re1x/ 5

Al comparar las ecuaciones 5.42 y B.22 puede obtenerse que la primera arroja valores
mayores que la segunda en cuantías hasta del orden de un 25 %, como puede mostrarse.
Este porcentaje decae en la medida en que la velocidad U aumenta; así se puede registrar,
por ejemplo, una diferencia de un 5.9 % para U = 200.0 cm/s y de un 19.0 % para U = 15.0
cm/s.

En la ecuación 5.42, como se ve, aún no está presente el efecto de la altura de rugosidad ks,
efecto que sin duda deberá hacer parte de expresiones de este tipo si queremos representar
adecuadamente en nuestro modelo las características de rugosidad de las paredes y fondo
del canal. Podemos pensar en aplicar la ecuación 5.42 para tratar condiciones de flujos
hidráulicamente lisos; mientras que para los casos de flujo hidráulicamente rugoso ha de
variarse tal expresión, como lo veremos más adelante.

Nos interesa hallar el valor de U como función de y para luego calcular la curva de
calibración de caudales z vs Q. Para esto recurrimos a la ecuación de movimiento del flujo
que representa el equilibrio entre las fuerzas de gravedad y de resistencia de pared, que a su
vez está relacionada directamente con la fricción de pared o de fondo D(x) (o

121
equivalentemente con τo(x) que se le atribuye al efecto de la capa límite). La ecuación de
interés es pues,
B*τ o
gzSo − =0 (5.43)
ρ

El siguiente paso comprende la deducción de una expresión para calcular la velocidad U(y)
al interior del coro a partir de las ecuaciones 5.37, 5.39 y 5.43.

De (5.38) y (5.43) se tiene que

B*c f U 2
gzSo − =0 (5.44)
2

Ahora, de (5.37) y (5.39) combinadas resulta

2 4n 2
⎡ ( n + 1)( n + 2 ) ⎤ n +1 C(n) ( n + 1)( n + 3)
⎡ n ⎤ n+ 3
c f = 2α ( n ) ⎢ ⎥⎦ ⎢ ( n + 2 )( n + 3) ⎥ (5.45)

2
n
⎛ Ux ⎞ n + 3 ⎣ ⎦
⎜ ⎟
⎝ ν ⎠

y reemplazando (5.45) en (5.44) y luego despejando U tenemos

n+3 n+3 1 1
⎡ gSoz ⎤ 2 ( n + 2 ) ⎡ n ⎤ ( n +1)( n + 2 ) ⎡ x ⎤ n + 2 ⎡ (n + 2)(n + 3) ⎤ n + 2 2n
U =⎢ ⎥ ⎢ (n + 1)(n + 2) ⎥ ⎢⎣ ν ⎥⎦ ⎢⎣ ⎥⎦ [ C ( n ) ] ( n + 1)( n + 2 ) (5.46)
⎣ B*α (n) ⎦ ⎣ ⎦ n

Y esta es fórmula que utilizaremos en el código de computador para el cálculo de la


velocidad en dirección x sobre cada uno de los nodos (N) en que se divide el ancho de la
sección transversal. Como se deduce a partir de 5.46 puede entonces calcularse un conjunto
de valores de Ui para cada yi con dependencia de las cantidades zi, So, n, x, syi.
122
En el caso de flujo dominado por la rugosidad debemos modificar el valor de cf según
(5.45) por una expresión que tenga en cuenta los efectos inducidos por los elementos de
rugosidad; en tal caso habrá que determinar el tipo de material de fondo, trátese de arenas
o gravas, además del tipo de vegetación. En el caso de material de fondo y paredes fijas
como es el caso del papel de lija utilizado en uno de los canales empleados en el presente
estudio, el parámetro apropiado para la rugosidad es la relación entre la distancia x desde el
frente de ataque y la altura de rugosidad, x / ks, por analogía con el parámento ks / dt para
tuberías (con dt el diámetro de la tubería). En régimen turbulento de rugosidad dominante,
CD es independiente del número de Reynolds, de modo que la resistencia varía como U2 y
es independiente de ν.

Falta ahora centrarnos en decidir cuándo el flujo es dominado o no por la rugosidad, lo que
es equivalente a decir si el canal es hidráulicamente liso o hidráulicamente rugoso. Si la
altura de rugosidad es menos que una cierta fracción del espesor de la subcapa laminar, las
irregularidades de la superficie serán tan pequeñas que todos los elementos de rugosidad
estarán sumergidas dentro de la subcapa laminar. Bajo esta condición la rugosidad no tiene
efecto sobre el flujo fuera de la subcapa laminar y se dice que la superficie es
hidráulicamente lisa.

• Flujo dominado por la rugosidad

Schlichting presenta un criterio, que es ahora ampliamente usado, para la determinación de


tal condición, ver Chow 1982. Según Schlichting en flujo dominado por la rugosidad se
cumple que


ks > (5.47)
U*

123
donde U * = gRSo que es la velocidad de cizalladura.

Si la altura de rugosidad es tal que se cumple la inecuación 5.47, los elementos de


rugosidad tendrán suficiente magnitud y angulosidad para extender sus efectos más allá de
la subcapa laminar y así distorsionar el flujo en el canal. La superficie se dice entonces que
es rugosa.

Usemos ahora (5.47) para determinar con cierto grado de aproximación el valor de ks
mínimo para las condiciones experimentales particulares utilizadas en este trabajo.

Concentrémonos en la condición “más desfavorable” 3 al hacer referencia a la primera serie


de datos experimentales tomados en el laboratorio de hidráulica de la Facultad de Minas
(ver la fotografía 3.3 para más detalles). Así pues, ks será mayor en tanto el radio
hidráulico R y la pendiente So decrezcan y de acuerdo con los experimentos podemos
tomar los siguientes valores:

So = 0.0011
H = 5.0 cm (al interior del canal principal), con lo cual se obtiene de la R = 0.033 m.

Debe notarse que no tendría caso hablar de un radio hidráulico igual a cero, y por ello
hemos tomado un valor correspondiente a una profundidad de flujo pequeña. De esta
manera se obtiene que (5.47) queda como

5.02 x10−6 m2 / s
Ks > , o lo que es lo mismo,
9.78m / s2 x 0.0011x 0.033m

3
Es natural pensar que esta condición se presenta cuando las paredes y fondo del canal están “desnudas” ,
esto es, que son solo compuestas del material de construcción del mismo. No tiene mucho sentido
preocuparse de este tipo de determinaciones en los casos en los cuales existe una rugosidad agregada a las
llanuras de inundación y mucho menos al pensar en cauces naturales.
124
Ks > 0.000268m o Ks > 0.0268cm (5.48)

Este resultado lo aplicamos como representativo para los dos canales empleados en este
estudio sin temor a cometer mayor equivocación.

Recordemos que las alturas de rugosidad para ambos canales son:

ks = 0.0226 mm, (Medellín) y


ks = 0.0166 mm, (Milán).

Y como se observa, ambos valores son menores que 0.2680 mm según la expresión 5.48, y
se concluye que para las condiciones de experimentación con fondo y paredes “lisas”, sea
en las llanuras de inundación o en el propio canal principal (para toda la gama de
experimentos), se podrá considerar el canal como hidráulicamente liso. Es indudable que
cuando las llanuras de inundación estén cubiertas por el papel de lija o los palillos (o
clavos) de madera entonces tal sección se considerará hidráulicamente rugosa y por tanto
no será usada la ecuación 5.46 para el cálculo de la velocidad. Esta situación es tenida en
cuenta por el código de cálculo desarrollado por el autor; así por ejemplo, para cualquier
caso de simulación se comparan las alturas de rugosidad media en el canal principal o las
llanuras de inundación con (5.48) y de esta manera se emplean las expresión
correspondiente para cf. Como ejemplo se describen a continuación las condiciones de
simulaciones experimentales para el canal hecho en Medellín,

En cana principal: Fondo y paredes “lisas” en todos los casos.


En llanuras de inundación: a) “liso”; b) Papel de lija y c) “lija” en fondo y paredes,
palillos de madera.

125
White, 1985, presenta una expresión para el coeficiente cf en régimen turbulento de
rugosidad dominante, esta es,

−2 .5
⎛ x⎞
C f ≈ ⎜ 2.87 + 158
. log ⎟ (5.49)
⎝ ks ⎠

donde x es la distancia desde el frente de ataque (entrada del canal) a la sección de interés,
que en nuestro caso corresponde a la abscisa de toma de mediciones.

Nótese que esta expresión es aplicable en régimen turbulento, régimen que es casi inherente
a la generalidad de los flujos en canales compuestos de laboratorio, artificiales o naturales.
Para canales compuestos como los estudiados aquí el flujo es turbulento debido como
mínimo a la presencia de las llanuras de inundación y a las subsecuentes interacciones que
se generan entre éstas y el canal principal; interacción que se hace más fuerte en la medida
que So aumente.

De hecho, experimentalmente se ha podido establecer que los números de Reynolds


asociados a nuestros experimentos, sean medios calculados para toda la sección o bien
locales para las llanuras de inundación o canal principal, siempre resultan ser mayores a
4.000.

Presentamos en la figura 5.5 algunas de las curvas de profundidad contra número de


Reynolds medios en la sección transversal para las primeras series de datos experimentales
(SERIES A1,A2 y A3, ver capítulo 3) con el objeto de que el lector obtenga una mayor
comprensión en términos gráficos sobre lo estipulado en el párrafo anterior.

Volvemos ahora al cálculo de la velocidad en cada nodo i de discretización del dominio en


el caso dominado por la rugosidad.

126
20

15 SERIE A1
SERIE A2
z (cm)

SERIE A3
10
SERIE B1
SERIE B2
5 SERIE C1
SERIE C2
0
0 100000 200000 300000
Re

Figura 5.5. Números de Reynolds medios experimentales. Canal del laboratorio de


Hidráulica de la Universidad Nacional, Medellín.

Para el caso del papel de lija solo en las llanuras de inundación, reemplazando la ecuación
5.49 en la ecuación 5.44 y despejando luego U se llega a

2 gzi So
Ui = (2.87 + 158
. Log10 ( x / k si )) 2.5 (5.50)
B*i

Esta expresión es aplicable, como ya se ha señalado previamente, en aquellas regiones del


canal en donde estén presente elementos de rugosidad (granos) con alturas de rugosidad
superior a 0.2680 mm y adheridos al fondo, esto es, bajo condición de fondo fijo.

Llegamos al punto en el que nos interesa determinar el valor de Ui para el caso en el que
están presentes en la llanura de inundación el papel de lija y los palillos de madera al
mismo tiempo. Supondremos en este caso, que el valor total de cf se obtiene como la
superposición de los efectos, por separado, de los granos (del papel de lija) de fondo y
paredes y de los cilindros de madera,
127
c flc = c fl + ψc fc (5.51)

en donde los subíndices lc, l, c representan los efectos de la lija y los cilindros de madera
conjuntamente, de la lija y de los cilindros (o clavos en los experimentos de Milán),
respectivamente; ψ es un factor de ponderación según áreas, geometrías (que también
depende de la distribución espacial de los cilindros sobre la(s) llanura(s) de inundación) y
de las rugosidades. El primer término de (5.51) está dado por la ecuación 5.49.

Conviene ahora hacer uso de la teoría de la capa límite aplicada al caso de flujo alrededor
de un cilindro circular recto liso o rugoso, en virtud de que contamos con ellos para la
disposición actual de los elementos de rugosidad en la(s) llanura(s) de inundación.

Para la descripción del flujo pasando por el arreglo de cilindros de madera se hace
importante el número de Reynolds definido como

Ud
Red = (5.52)
ν

donde d es el diámetro del cilindro.

Este número es un parámetro de amplio uso en la determinación del coeficiente de dragado


CD para el flujo que pasa alrededor de un cilindro. Es de anotar en este punto que todos los
experimentos que se llevaron a cabo con la configuración discutida con los cilindros
parcialmente bañados.

A partir de experimentos llevados a cabo por diversos autores se han podido establecer
varias fórmulas empíricas que relacionan Red y CD, al igual que CD y las características
geométricas de los cilindros como son su altura bañada y su diámetro (ver White, 1991).
128
En el caso de flujo pasando alrededor de cilindros puede hablarse de que la capa límite es
laminar para 0 < Red < 250.000 y de capa límite turbulenta para Red > 250.000
aproximadamente. Si se observa la figura 5-3 de White, 1985, se ve que se presenta un
descenso casi súbito en el valor de CD debido al rompimiento de la capa límite laminar
convirtiéndose en una capa límite turbulenta; el corrimiento a izquierda o derecha de tal
región de cambio abrupto en el comportamiento de CD depende de las características de
rugosidad de la pared del cilindro. Es así que para un valor de ks / d ≈ 0.02 la región de
rompimiento se ha corrido hacia la izquierda hasta un valor de Red ≈ 40.000.

Para el caso de los cilindros de madera (y metálicos, Pol. de Milano) con que hemos
contado en nuestros experimentos podemos considerar que sus superficies son
prácticamente lisas y por tanto la región de transición esperada ocurrirá a partir de Red ≈
250.000.

En un análisis riguroso para la determinación de CD podrían incluirse la altura de rugosidad


del contorno del cilindro ó rugosidad del cilindro ks, el diámetro d y el número de Reynolds
Red y obtener una función complicada del tipo,

⎛ k Lcs ⎞
CD = f ⎜ Re d , s , ⎟ (5.53)
⎝ d d ⎠

donde Lcs es la altura sumergida del cilindro.

Existen en la literatura algunas fórmulas para calcular CD que lo relacionan con al menos
uno de los términos del lado derecho en (5.53). Se presentan a continuación algunas de las
citadas relaciones.

White, 1991, presenta la siguiente expresión,


129
10.0
CD ≈ 10
. + (5.54)
Red2 / 3

obtenida por medio de un ajuste a una serie de datos experimentales obtenidos por Tritton
en 1959 y Wieselberger en 1921. Esta fórmula está en muy buen acuerdo con los datos
experimentales par Red < 200.000, aproximadamente.

Más recientemente, Sucker y Brauer en 1975, presentaron una fórmula obtenida mediante
ajuste para el mismo conjunto de datos citados en el párrafo anterior que es bastante
aproximada para 10-4 < Red < 2 x 105. Esta es,

6.80 1.96 0.0004 Red


CD ≈ 118
. + + 1/ 2 − (5.55)
0.89
Red Red 1 + 3.64 E − 7 Red2

donde E es la energía interna del flujo.

Por razones de simplicidad, es preferible usar la fórmula 5.54; en todo caso es la que
usaremos en este trabajo.

De otro lado, White, 1985, presenta en la figura 5.3 una tabla anexa que relaciona el efecto
de la altura sumergida del cilindro, dada por Lcs / d para 104 < Red < 105, con CD. El
conjunto de parejas (Lcs / d) lo hemos ajustado mediante la ecuación siguiente:
CD = 0.0944 Ln(Lcs/d) + 0.6172, con R2 = 0.9796. (5.56)

Para decidir cuál de las fórmulas es aplicable según nuestras condiciones de


experimentación es necesario entonces hacer un estimativo de los números de Reynolds
límites en la(s) llanura(s) de inundación; estos valores límite, esto es, un Red máximo y un
Red mínimo, han de obtenerse cuando las velocidades sean máxima y mínima en una
130
sección de medición particular correspondiente a la máxima y mínima pendientes,
respectivamente. Así pues se logró determinar que Red varía desde un valor mínimo de
1.630 hasta un máximo de 3.645, como se puede fácilmente comprobar a partir de los datos
experimentales mostrados en el capítulo 3 de este trabajo.

Según lo anterior se ha decidido trabajar con la fórmula 5.54 y hemos descartado la fórmula
5.56 ya que el rango en el cual es válida está muy por encima del valor Redmax = 3.645,
mientras que (5.54) es válida incluso en el rango especificado, 1.630 a 3.645, lo que a su
vez, nos indica la presencia, por mucho, de flujo laminar en torno de los cilindros para
todos los experimentos; en la fotografía 5.1 se puede apreciar con cierto detalle el
comportamiento del flujo para la pendiente mayor usada con los cilindros de madera.

Nos interesa más que el valor de CD el valor de cf, de tal manera que lo que sigue es
determinar tal valor. Como una primera aproximación, y ante la dificultad de obtener
analíticamente el valor de cf a partir de CD para el caso de flujo alrededor de cilindros,
vamos a suponer que ambos coeficientes (como resultan ser en el caso de la placa plana)
son directamente proporcionales, de la forma

CD = φc fc (5.57)

donde hemos usando cfc en lugar de cf para ser consecuentes con la ecuación 5.51. En la
placa plana el valor de φ varía desde 2 para flujo laminar hasta 7/6 para flujo turbulento, ver
las ecuaciones B.9 y B.24, respectivamente.

131
Fotografía 5.1. Vista detallada de las distorsiones del flujo causadas por la presencia de
cilindros de madera, canal con dos llanuras de inundación.

En vista de lo anterior, se ha elegido trabajar con un valor medio de 1.6. Obviamente esta
“fuerte” suposición constituye una falta de elegancia y rigurosidad en lo que se refiere al
modelo que aquí estamos planteando. Sin embargo, es necesario hacerla ante la falta de
conocimiento del perfil de velocidades al interior de la capa laminar alrededor del cilindro.

La ecuación 5.57 es para un solo cilindro, y nosotros contamos en nuestros experimentos,


con un conjunto de cilindros con una cierta distribución espacial. Así es que para dar cuenta
del efecto mismo de distribución y/o separación de los cilindros se ha propuesto usar como
factor de ponderación ψ en la ecuación 5.51 la densidad de área DA, de tal manera que

ψ = DA (5.58)

132
Por supuesto que reconocemos que esta definición es de carácter parcial y que es
imperativo llevar a cabo un refinamiento en este sentido, lo que a su vez requiere de un
estudio analítico y experimental detallados o combinación de ambos lo que está claramente
fuera del alcance del presente estudio. El autor considera que sería de gran relevancia
adelantar en la Facultad trabajos de tesis con el objeto de explorar el modelo de capa límite
aquí propuesto y por supuesto intentar mejorar su capacidad de predicción desde los
campos experimental y analítico.

Al combinar las ecuaciones 5.57 y 5.58 se obtiene,

DA ⎛ ⎛ ν ⎞ ⎞
2/3

c flc = ⎜⎜ 10
. + 10⎜ ⎟ ⎟⎟ (5.59)
. ⎝
16 ⎝ Ud ⎠ ⎠

y al combinar (5.59) con la ecuación 5.51 resulta que la ecuación a resolver para Ui es,

2 gSozi
Ui − =0
2
(5.60)
⎡ DA ⎛⎜ ⎛ ν ⎞ ⎞⎤
2/3

B*i ⎢(2.87 + 158 ⎟ ⎟⎥


−2 .5
. Log10 ( x / k si )) + . + 10⎜
10
⎢ . ⎜⎝
16 ⎝ U i d ⎠ ⎟⎠ ⎥
⎣ ⎦

Para resolver (5.60) se emplea el método iterativo de Newton – Raphson.

133

También podría gustarte