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Irene López Mena | Fernando Flórez Baquedano

Gabriel García-Prieto Arrabal | Carlos Balanza Nájera | Laura Olea García

Otras actuaciones en materia de prevención

Tomo IV
 
Otras actuaciones en
materia de prevención
Tomo IV
Irene López Mena
Carlos Balanza Nájera
Gabriel García-Prieto Arrabal
Fernando Flórez Baquedano
Laura Olea García

Otras actuaciones en materia


de prevención
Tomo IV
Reservados todos los derechos. Está prohibido, bajo las sanciones
penales y el resarcimiento civil previstos en las leyes, reproducir,
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cualquier sistema de recuperación y por cualquier medio, sea
mecánico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o por
cualquier otro, sin la autorización previa por escrito de UNIR.

© Irene López Mena


Carlos Balanza Nájera
Gabriel García-Prieto Arrabal
Fernando Flórez Baquedano
Laura Olea García

© Universidad Internacional de La Rioja


Gran Vía Rey Juan Carlos I, 41
26002 Logroño – La Rioja

© Edición y composición: UNIR

ISBN: 978-84-15626-09-1 (obra completa)


978-84-15626-13-8 (Tomo IV)

Actualizado: abril 2014

Impreso en España – Printed in Spain


ÍNDICE

Capítulo 1. Formación ……………………...……………………………………………………………………………………..………..…………… 1

Capítulo 2. Técnicas de comunicación, información y negociación ……………………..…………………… 29

Capítulo 3. Seguimiento y control de la ejecución del proyecto …………………….……….………….……….. 59

Capítulo 4. Planificación y organización de la prevención …………………….…………………………………... 85

Capítulo 5. Economía de la prevención …………………………………………………………………………………..………... 109

Capítulo 6. Aplicación a sectores especiales ………………………………………………………...….……………..……….. 123

Capítulo 7. Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad …………………..…………….. 147

Capítulo 8. Gestión medioambiental ………………………………………………………………………………………………….. 209

Capítulo 9. Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales …………………..………..……….. 233

Capítulo 10. Seguridad vial ……………...……………………………………………………………….…………..……………………….. 275


Capítulo 1
Formación

Autora: Irene López Mena


Capítulo 1: Formación

1.1. La formación en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales

El capítulo III de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, Derechos y Obligaciones,


referencia de forma expresa en su artículo 19 las exigencias referentes a la formación
preventiva de los trabajadores. La mayor parte de la normativa de desarrollo de la
LPRL también menciona el deber del empresario de formar a sus trabajadores en los
riesgos a los que se va a ver expuesto y en las medidas preventivas que debe adoptar.
Resulta interesante empezar por analizar el art. 19 de la LPRL, ya que en él
encontraremos la respuesta a dos cuestiones principales: cuándo y cómo.

1. En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar que cada


trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia
preventiva, tanto en el momento de su contratación, cualquiera que sea la modalidad o
duración de ésta, como cuando se produzcan cambios en las funciones que desempeñe o
se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo.

La formación deberá estar centrada específicamente en el puesto de trabajo o función de


cada trabajador, adaptarse a la evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos
y repetirse periódicamente, si fuera necesario.

2. La formación a que se refiere el apartado anterior deberá impartirse, siempre que sea
posible, dentro de la jornada de trabajo o, en su defecto, en otras horas pero con el
descuento en aquélla del tiempo invertido en la misma.

La formación se podrá impartir por la empresa mediante medios propios o


concertándola con servicios ajenos, y su coste no recaerá en ningún caso sobre los
trabajadores.

Cuándo recibirán formación en PRL los trabajadores:

En el momento de la contratación.
El trabajador que inicie su actividad en la empresa, debería ser formado antes de
empezar, ya que de esta forma, será conocedor de qué va a encontrar en el puesto de
trabajo y de las medidas preventivas que debe observar.

Cuando se cambien las funciones.


A nuevas funciones, nuevos riesgos y nuevas medidas preventivas. En aquellas
empresas en las que es habitual la polivalencia es conveniente que los trabajadores

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Capítulo 1: Formación

reciban la formación del puesto que ocupan y de los que podrían ocupar, ya que, en
la práctica, las necesidades productivas nos pueden llevar a que un trabajador ocupe
un puesto de trabajo del que no ha recibido la correspondiente formación.

Ante la introducción de nuevas tecnologías o por cambios en los equipos


de trabajo.
La introducción de nuevas tecnologías o de un nuevo equipo de trabajo requerirá la
correspondiente evaluación de los riesgos, de la que derivará la formación que deba
recibir el trabajador que se vaya a ver afectado.

La formación se repetirá periódicamente, si fuera necesario.


Es conveniente que cada cierto tiempo los trabajadores refuercen los mensajes que
contienen las acciones formativas en prevención, dada la importancia que estos
tienen sobre su seguridad y su salud. Además hay que tener en cuenta que la
evaluación de riesgos es un documento vivo y cambiante, por lo que los trabajadores
deben reforzar conocimientos y actualizarlos.

Las horas de formación se computarán como horas de trabajo.


El hecho de que la LPRL reconozca la formación como un deber empresarial
fundamenta que sus costes sean imputables al empresario. Las acciones formativas
deben realizarse en horario laboral, y si esto no fuera posible, el tiempo dedicado
deberá ser debidamente compensado como tiempo de trabajo efectivo.

Cómo debe ser la formación en PRL:

Teórica y práctica.
El diseño de la formación dependerá de los contenidos que queramos trasladar y de
los objetivos a alcanzar.

Centrada en el puesto de trabajo o en las funciones a desempeñar.


El trabajador debe ser convenientemente instruido sobre los riesgos a los que se va a
ver expuesto en función de las tareas que realice y sobre las medidas preventivas que
tiene que aplicar para evitarlos, reducirlos o controlarlos.

Adaptada a la evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos.


Hay que ser conscientes de que los riesgos a los que están expuestos los trabajadores
no son estáticos; la situación es cambiante y la obligación del empresario es

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Capítulo 1: Formación

prepararlos para que, ante cualquier situación, puedan protegerse adoptando la


medida preventiva adecuada.

Suficiente y adecuada.
La normativa de prevención de riesgos laborales cuenta con varias subjetividades
como esta: determinar qué es una formación suficiente y adecuada.

Desarrollada con medios propios o ajenos.


Dependiendo de la materia sobre la que vaya a versar la formación deberemos
diseñar la acción formativa y el personal adecuado para impartirla. Es interesante
tener en cuenta que determinadas acciones formativas pueden realizarse con medios
propios y resultar pueden ser más efectivas que las que realicemos con personal
externo. El hecho de que los trabajadores veteranos, sensibilizados con los riesgos,
formen al personal nuevo o a sus propios compañeros, puede ser una práctica de lo
más exitosa. Por el contrario, en ciertas ocasiones es más fácil que se atienda a lo que
dice alguien “de fuera” que lo que dice el personal interno.

1.2. La formación como medida preventiva

El art. 3 del R.D. 39/1997 de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención (RSP), da una definición de la evaluación de riesgos, y en ella
hace mención directa a la formación diciendo:

“Cuando de la evaluación realizada resulte necesaria la adopción de medidas


preventivas, deberán ponerse claramente de manifiesto las situaciones en que sea
necesario eliminar o reducir el riesgo, mediante medidas de prevención en el origen,
organizativas, de protección colectiva, de protección individual, o de formación e
información a los trabajadores”.

Por tanto, al evaluar un puesto de trabajo dispondremos de una relación de medidas


preventivas a adoptar, entre las que se encontrará la formación, y que de acuerdo a lo
establecido en el art. 9 del RSP deberán ser objeto de planificación:

“Habrán de ser objeto de integración en la planificación de la actividad preventiva las


medidas de emergencia y la vigilancia de la salud, así como la información y la
formación de los trabajadores en materia preventiva y la coordinación de todos estos
aspectos”.

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Capítulo 1: Formación

En la evaluación y en la planificación de la acción preventiva tenemos el punto de


partida en la elaboración de un buen plan de formación en prevención de riesgos
laborales, de manera que identifiquemos la necesidad de formación, los puestos que
requieren una determinada formación y las personas que los ocupan

1.3. La formación y el desempeño de funciones preventivas

El Reglamento de los Servicios de Prevención delimita las funciones a desarrollar en


PRL y las condiciona a la formación recibida, las funciones de nivel básico, intermedio
y superior dispondrán de su propio plan de contenidos formativos. Al mismo tiempo,
podemos encontrar otras figuras con funciones preventivas que deban tener una
formación específica en Prevención de Riesgos Laborales.

A. Funciones de nivel básico

El art. 35 del Reglamento de los Servicios de Prevención establece que las funciones
propias del nivel básico son las siguientes:

Promover los comportamientos seguros y la correcta utilización de los equipos de


trabajo y protección, y fomentar el interés y cooperación de los trabajadores en una
acción preventiva integrada
Promover, en particular, las actuaciones preventivas básicas, tales como el orden, la
limpieza, la señalización y el mantenimiento general, y efectuar su seguimiento y
control.
Realizar evaluaciones elementales de riesgos y, en su caso, establecer medidas
preventivas del mismo carácter compatibles con su grado de formación.
Colaborar en la evaluación y el control de los riesgos generales y específicos de la
empresa, efectuando visitas al efecto, atención a quejas y sugerencias, registro de
datos, y cuantas funciones análogas sean necesarias.
Actuar en caso de emergencia y primeros auxilios gestionando las primeras
intervenciones al efecto.
Cooperar con los servicios de prevención, en su caso.

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Capítulo 1: Formación

El propio R.D. establece en su anexo IV el contenido que ha de tener la formación de


capacitación:

I. Conceptos básicos sobre seguridad y salud en el trabajo.


o El trabajo y la salud: los riesgos profesionales. Factores de riesgo.
o Daños derivados del trabajo. Los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales. Otras patologías derivadas del trabajo.
o Marco normativo básico en materia de prevención de riesgos laborales.
o Derechos y deberes básicos en esta materia.

II. Riesgos generales y su prevención.


o Riesgos ligados a las condiciones de seguridad.
o Riesgos ligados al medio-ambiente de trabajo.
o La carga de trabajo, la fatiga y la insatisfacción laboral.
o Sistemas elementales de control de riesgos. Protección colectiva e individual.
o Planes de emergencia y evacuación.
o El control de la salud de los trabajadores.

III. Riesgos específicos y su prevención en el sector correspondiente a la actividad de la


empresa.

IV. Elementos básicos de gestión de la prevención de riesgos.


o Organismos públicos relacionados con la seguridad y salud en el trabajo.
o Organización del trabajo preventivo: rutinas básicas.
o Documentación: recogida, elaboración y archivo.

V. Primeros auxilios.

En el caso de las empresas de especial peligrosidad cuyas actividades están recogidas en


el Anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención, el contenido formativo se
desarrollará en un crédito horario de 50 horas mientras que para el resto de empresas
la dedicación se reduce a 30 horas. En el caso de la construcción, como veremos más
adelante, se ha regulado por convenio colectivo una acción formativa de nivel básico en
el sector de la construcción que, contando con un desarrollo modular análogo al
establecido en el reglamento de los servicios de prevención, ha de tener una duración
de 60 horas.

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Capítulo 1: Formación

B. Funciones de nivel intermedio

Las funciones de nivel intermedio vienen definidas en el art. 36 del RSP y son las
siguientes:

Promover, con carácter general, la prevención en la empresa y su integración en la


misma.
Realizar evaluaciones de riesgos, salvo las específicamente reservadas al nivel
superior.
Proponer medidas para el control y reducción de los riesgos o plantear la necesidad
de recurrir al nivel superior, a la vista de los resultados de la evaluación.
Realizar actividades de información y formación básica de trabajadores.
Vigilar el cumplimiento del programa de control y reducción de riesgos y efectuar
personalmente las actividades de control de las condiciones de trabajo que tenga
asignadas.
Participar en la planificación de la actividad preventiva y dirigir las actuaciones a
desarrollar en casos de emergencia y primeros auxilios.
Colaborar con los servicios de prevención, en su caso.
Cualquier otra función asignada como auxiliar, complementaria o de colaboración
del nivel superior.

Para el desempeño de estas funciones se requerían inicialmente 300 horas de


formación de acuerdo a los contenidos establecidos en el Anexo V del Real Decreto
39/1997. No obstante, esta formación dejó de autorizarse a partir de la aprobación por
las autoridades educativas del Ciclo de Grado Superior de Técnico Superior en Riesgos
Profesionales, ciclo que, desde su instauración, es necesario que se curse para poder
desempeñar estas funciones.

C. Funciones de Nivel Superior

El art. 37 del RD 39/1997 define cuáles son las funciones de nivel superior:

Las funciones propias del nivel intermedio.


La realización de aquellas evaluaciones de riesgos cuyo desarrollo exija:
o El establecimiento de una estrategia de medición para asegurar que los resultados
obtenidos caracterizan efectivamente la situación que se valora, o
o Una interpretación o aplicación no mecánica de los criterios de evaluación.

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Capítulo 1: Formación

La formación e información de carácter general, a todos los niveles, y en las materias


propias de su área de especialización.
La planificación de la acción preventiva a desarrollar en las situaciones en las que el
control o reducción de los riesgos supone la realización de actividades diferentes,
que implican la intervención de distintos especialistas.
La vigilancia y control de la salud de los trabajadores.

Como se señala en el art. 18 del R.D. 337/2010 (que modifica el apartado 2 del art. 37
del R.D. 39/1997), para el desempeño de las funciones de este nivel será preciso contar
con una titulación universitaria oficial y poseer una formación mínima acreditada por
una universidad con el contenido especificado en el programa formativo definido en el
anexo VI del Reglamento de los Servicios de Prevención, cuyo desarrollo tendrá una
duración no inferior a 600 horas y una distribución horaria a cada proyecto formativo,
respetando la establecida en el anexo citado.

Dicho programa se divide en tres apartados: parte obligatoria y común (con un mínimo
de 350 horas lectivas), especialización a elegir (cada una de ellas tendrá una duración
mínima de 100 horas) y trabajo final o realización de prácticas acordes a la
especialización por la que se haya optado, con una duración mínima equivalente a 150
horas.

Parte común:

1. Fundamentos de las técnicas de mejora de las condiciones de trabajo.


o Condiciones de trabajo y salud.
o Riesgos.
o Daños derivados del trabajo.
o Prevención y protección.
o Bases estadísticas aplicadas a la prevención.

2. Técnicas de prevención de riesgos laborales.

2.1. Seguridad en el trabajo:


o Concepto y definición de seguridad: técnicas de seguridad.
o Accidentes de trabajo.
o Investigación de accidentes como técnica preventiva.
o Análisis y evaluación general del riesgo de accidente.

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Capítulo 1: Formación

o Norma y señalización en seguridad.


o Protección colectiva e individual.
o Análisis estadístico de accidentes.
o Planes de emergencia y autoprotección.
o Análisis, evaluación y control de riesgos específicos: máquinas; equipos,
instalaciones y herramientas; lugares y espacios de trabajo; manipulación,
almacenamiento y transporte; electricidad; incendios; productos químicos.
o Residuos tóxicos y peligrosos.
o Inspecciones de seguridad e investigación de accidentes.
o Medidas preventivas de eliminación y reducción de riesgos.

2.2. Higiene industrial:


o Higiene industrial. Conceptos y objetivos.
o Agentes químicos. Toxicología laboral.
o Agentes químicos. Evaluación de la exposición.
o Agentes químicos. Control de la exposición: principios generales; acciones
sobre el foco contaminante; acciones sobre el medio de propagación.
Ventilación; acciones sobre el individuo: equipos de protección individual:
clasificación.
o Normativa legal específica.
o Agentes físicos: características, efectos, evaluación y control: ruido,
vibraciones, ambiente térmico, radiaciones no ionizantes, radiaciones
ionizantes.
o Agentes biológicos. Efectos, evaluación y control.

2.3. Medicina del trabajo:


o Conceptos básicos, objetivos y funciones.
o Patologías de origen laboral.
o Vigilancia de la salud.
o Promoción de la salud en la empresa.
o Epidemiología laboral e investigación epidemiológica.
o Planificación e información sanitaria.
o Socorrismo y primeros auxilios.

2.4. Ergonomía y psicosociología aplicada:


o Ergonomía: conceptos y objetivos.
o Condiciones ambientales en ergonomía.

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Capítulo 1: Formación

o Concepción y diseño del puesto de trabajo.


o Carga física de trabajo.
o Carga mental de trabajo.
o Factores de naturaleza psicosocial.
o Estructura de la organización.
o Características de la empresa, del puesto e individuales.
o Estrés y otros problemas psicosociales.
o Consecuencias de los factores psicosociales nocivos y su evaluación.
o Intervención psicosocial.

3. Otras actuaciones en materia de prevención de riesgos laborales.

3.1. Formación:
o Análisis de necesidades formativas.
o Planes y programas.
o Técnicas educativas.
o Seguimiento y evaluación.

3.2. Técnicas de comunicación, información y negociación:


o La comunicación en prevención, canales y tipos.
o Información. Condiciones de eficacia.
o Técnicas de negociación.

4. Gestión de la prevención de riesgos laborales.


o Aspectos generales sobre administración y gestión empresarial.
o Planificación de la prevención.
o Organización de la prevención.
o Economía de la prevención.
o Aplicación a sectores especiales: construcción, industrias extractivas, transporte,
pesca y agricultura.

5. Técnicas afines.
o Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad.
o Gestión medioambiental.
o Seguridad industrial y prevención de riesgos patrimoniales.
o Seguridad vial.

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Capítulo 1: Formación

6. Ámbito jurídico de la prevención.


o Nociones de derecho del trabajo.
o Sistema español de la seguridad social.
o Legislación básica de relaciones laborales.
o Normativa sobre prevención de riesgos laborales.
o Responsabilidades en materia preventiva.
o Organización de la prevención en España.

Especialización optativa:

a) Seguridad en el Trabajo
b) Higiene Industrial
c) Ergonomía y Psicosociología aplicada

Las funciones de vigilancia y control de la salud de los trabajadores serán


desempeñadas por personal sanitario con competencia técnica, formación y capacidad
acreditada.

D. Recurso preventivo

La función principal del recurso preventivo es la de garantizar que una actividad


peligrosa se desarrolla en adecuadas condiciones de seguridad. Para ello, el artículo 32
bis de la LPRL (añadido por la Ley 54/2003, de Reforma del marco normativo de
prevención de riesgos laborales) establece que deberá contar con los conocimientos, la
cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos que deba
controlar, y contar, además con la capacitación correspondiente a las funciones de nivel
básico. Dado que la actividad a controlar se supone de especial peligrosidad, deberán
realizarse las 50 horas de formación que requiere la capacitación de nivel básico para
actividades incluidas en el anexo I del Real Decreto 39/1997.

En este caso resulta importante hacer hincapié en la necesidad de que el recurso


preventivo cuente con sólidos conocimientos de la tarea que va a controlar, ya que ante
posibles imprevistos, debe estar capacitado para tomar decisiones sobre la forma más
segura de proceder. Resulta para ello muy conveniente contar con un análisis
exhaustivo de la tarea y una instrucción de trabajo de la misma que sean la base de la
formación que reciba el trabajador.

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Capítulo 1: Formación

Puede consultarse más información acerca de esta figura preventiva en la NTP 994
publicada en el año 2013.

E. Persona encargada de la coordinación de actividades preventivas

El Real Decreto 171/2004, se 30 de enero, por el que se que desarrolla el artículo 24 de


la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, en materia de
coordinación de actividades empresariales, recoge en su artículo 14 las funciones de la
persona encargada de la coordinación de las actividades preventivas. Y estas son las
siguientes:

Favorecer el cumplimiento de los objetivos de la coordinación.


Servir de cauce para el intercambio de las informaciones entre las empresas
concurrentes en el centro de trabajo.
Cualesquiera otras encomendadas por el empresario titular del centro de trabajo.

Es en ese mismo artículo, pero en su apartado 4, donde se establece que la formación


mínima que tendrá esta figura será la correspondiente a la exigida para las funciones de
nivel intermedio.

F. Coordinador de Seguridad y Salud

El Real Decreto 1627/97, de 24 de Octubre, por el que se establecen las disposiciones


mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción, exige en su artículo 3 la
designación del Coordinador de Seguridad y Salud durante la elaboración del proyecto
de obra cuando intervengan varios proyectistas y del Coordinador de Seguridad y Salud
durante la ejecución de la obra cuando en el desarrollo de la misma vayan a concurrir
trabajadores de varias empresas. Estas dos figuras podrían recaer sobre una misma
persona.

La función del Coordinador de Seguridad y Salud durante la elaboración


del proyecto de obra es, como su propio nombre indica, coordinar que:

El proyectista atienda a los principios de la acción preventiva recogidos en al art. 15


de la LPRL en las fases de concepción, estudio y elaboración del proyecto de obra y
en particular:

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Capítulo 1: Formación

o Al tomar las decisiones constructivas, técnicas y de organización con el fin de


planificar los distintos trabajos o fases de trabajo que se desarrollarán simultánea
o sucesivamente.
o Al estimar la duración requerida para la ejecución de estos distintos trabajos o
fases del trabajo.

Que durante las fases de concepción, estudio y elaboración del proyecto de obra se
tiene en cuenta cualquier estudio de seguridad y salud o estudio básico que afecte,
así como las previsiones e informaciones útiles para la realización de trabajos
posteriores en condiciones de seguridad y salud.

Las funciones del Coordinador de Seguridad y Salud durante la ejecución


de la obra vienen establecidas en el artículo 9 del RD 1627/97:

Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención y de seguridad al tomar


las decisiones técnicas y de organización con el fin de planificar los distintos trabajos o
fases de trabajo que vayan a desarrollarse simultánea o sucesivamente y al estimar la
duración requerida para la ejecución de estos distintos trabajos o fases de trabajo.
Coordinar las actividades de la obra para garantizar que los contratistas y, en su caso, los
subcontratistas y los trabajadores autónomos apliquen de manera coherente y
responsable los principios de la acción preventiva durante la ejecución de la obra.
Aprobar el plan de seguridad y salud elaborado por el contratista y, en su caso, las
modificaciones introducidas en el mismo.
Organizar la coordinación de actividades empresariales.
Coordinar las acciones y funciones de control de la aplicación correcta de los
métodos de trabajo.
Adoptar las medidas necesarias para que sólo las personas autorizadas puedan
acceder a la obra.

El artículo 2 del RD 1627/97 define las figuras del Coordinador de Seguridad y Salud
como técnicos competentes, lo que queda matizado en la guía técnica de desarrollo del
presente real decreto y condiciona la formación exigible. Según la guía, se considera
técnico competente a “aquella persona que posee titulaciones académicas y
profesionales habilitantes así como conocimientos en actividades de construcción y de
prevención de riesgos laborales acordes con las funciones a desempeñar”. Dichas
titulaciones serán: arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico, de
acuerdo con las competencias y especialidades. A estas habrá que sumarles las 200

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Capítulo 1: Formación

horas de formación específica en materia de PRL, cuyos contenidos vienen definidos en


el Apéndice 2 de la guía de desarrollo del RD 1627/97:

1. Conceptos básicos sobre seguridad y salud en el trabajo.


o El trabajo y la salud: los riesgos profesionales. Daños derivados del trabajo.
o Condiciones de trabajo, factores de riesgo y técnicas preventivas.
o Estadísticas de siniestralidad laboral.

2. El coordinador en materia de seguridad y salud.


o Perfil profesional.
o Objetivos de su acción. Funciones y tareas.
o Agentes participantes en el proceso constructivo.
o Requisitos administrativos asociados a su actividad.

3. Ámbito jurídico de la prevención de riesgos laborales. Marco normativo.


o Conceptos jurídicos básicos. Responsabilidades.
o Normativa general de prevención de riesgos laborales.
o Normativa específica de prevención de riesgos laborales.
o Normativa específica de seguridad y salud del sector de la construcción.
o La prevención de riesgos laborales en España. Organismos y entidades.

4. Gestión de la prevención de riesgos laborales.


o Sistema de prevención de riesgos laborales de la empresa.
o Planificación de la prevención de riesgos laborales en las obras de construcción:
- Estudio y estudio básico de seguridad y salud.
- Plan de seguridad y salud en el trabajo.

5. Técnicas de comunicación, motivación y negociación.


o Organización y dirección de reuniones.
o Técnicas de comunicación (verbal y escrita).
o Técnicas de negociación y resolución de conflictos.
o Aplicación práctica.

6. Análisis de las condiciones de implantación en las obras de construcción.


o Implantación general de la obra.
o Instalaciones para el personal.
o Instalaciones provisionales de obra.
o Acopios, almacenamiento y talleres. Gestión de residuos.
o Medidas de emergencia.
o Señalización.

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Capítulo 1: Formación

7. Equipos de trabajo. Protecciones colectivas. Equipos de protección individual.


o Equipos de trabajo: máquinas, herramientas y medios auxiliares.
o Protecciones colectivas.
o Equipos de protección individual.

8. Condiciones de seguridad en las obras de edificación.


o Riesgos y medidas preventivas y de protección por fases de obra.
o Medidas preventivas y de protección de especial relevancia.

9. Condiciones de seguridad en las obras civiles.


o Riesgos y medidas preventivas y de protección por tipología de obra.
o Medidas preventivas y de protección de especial relevancia.

10. Otras especialidades preventivas.


o Riesgos y medidas preventivas relacionadas con el medio ambiente de trabajo en
las obras de construcción (higiene industrial).
o Ergonomía y psicosociología aplicada.
o Criterios para la vigilancia de la salud.

11. Parte práctica.


o Dinámicas de trabajo en grupo simulando situaciones reales de obra.

El hecho de contar con un programa específico para la capacitación de los


coordinadores de seguridad viene motivado por las particularidades y dificultades que
se presentan en el sector de la construcción a la hora de garantizar la seguridad y salud
de sus trabajadores. Es por esto, que la formación de nivel básico, intermedio y
superior propuesta por el Reglamento de los Servicios de Prevención, por ser más
generalista, será complementaria y nunca sustitutiva de la definida por el RD 1627/97,
aunque podrían llegar a convalidarse aquellas materias que se acrediten como comunes
a ambos programas.

G. Trabajador designado

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales indica que la empresa podrá llevar
la prevención con medios propios, aspecto que fue desarrollado por el RD 39/1997 del
reglamento de los Servicios de Prevención. Así en empresas donde el propio empresario
no pueda (o si puede no lo desea) llevar la gestión de la prevención puede nombrar a un
trabajador para que cumpla dichas funciones. Este trabajador legalmente se denomina

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Capítulo 1: Formación

“trabajador designado”. Este trabajador tendrá entre sus funciones, que no son
exclusivas, el llevar la prevención y podrá actuar en función de su formación y
capacidad. Pueden nombrarse tantos trabajadores designados como la empresa
necesite para atender sus funciones preventivas.

En muchas ocasiones este trabajador designado no podrá atender a todos los aspectos
preventivos y por eso la empresa podrá concertar con un Servicio de Prevención
Ajeno (SPA). Pese a que la actividad más técnica (evaluaciones de riesgos, mediciones,
etc.) quede externalizada, la implantación de medidas preventivas y la gestión de la
prevención de riesgos laborales recaen siempre sobre la empresa. El hecho de contratar
un SPA no exime a la empresa ni de responsabilidades ni de desarrollar internamente
diversas tareas.

Aunque no quede recogido reglamentariamente, es lógico que el trabajador designado


cuente con una formación mínima en PRL que podría corresponderse con la
capacitación para el desempeño de funciones de nivel básico.

1.4. Formación preventiva en el sector de la construcción

Las particularidades del sector de la construcción en cuanto al riesgo propio de


la actividad y a la habitual concurrencia de trabajadores de diferentes empresas, ha
hecho necesario el desarrollo de normativa adicional. En este sentido, además del R.D.
1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de
seguridad y de salud en las obras de construcción, cabe reseñar la Ley 32/2006, de 18
de octubre, reguladora de la subcontratación en el sector de la construcción (Ley
desarrollada por el R.D. 1109/2007).

En ella se establecen ciertos requisitos de PRL a cumplir por aquellas empresas y


trabajadores autónomos que vayan a trabajar en obras de construcción en las que
coincidan en el tiempo y el espacio trabajadores de dos o más empresas. Entre otros
muchos aspectos, esta Ley establece, en su artículo 10, cómo ha de acreditarse la
formación de los trabajadores y cómo ha de desarrollarse su contenido a través de los
convenios colectivos.

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16
Capítulo 1: Formación

Artículo 10. Acreditación de la formación preventiva de los trabajadores.


1. Las empresas velarán por que todos los trabajadores que presten servicios en las
obras tengan la formación necesaria y adecuada a su puesto de trabajo o función en
materia de prevención de riesgos laborales, de forma que conozcan los riesgos y las
medidas para prevenirlos.
2. Sin perjuicio de la obligación legal del empresario de garantizar la formación a que se
refiere el apartado anterior, en la negociación colectiva estatal del sector se podrán
establecer programas formativos y contenidos específicos de carácter sectorial y para
los trabajos de cada especialidad.
3. Dadas las características que concurren en el sector de la construcción,
reglamentariamente o a través de la negociación colectiva sectorial de ámbito estatal, se
regulará la forma de acreditar la formación específica recibida por el trabajador
referida a la prevención de riesgos laborales en el sector de la construcción.
El sistema de acreditación que se establezca, que podrá consistir en la expedición de una
cartilla o carné profesional para cada trabajador, será único y tendrá validez en el
conjunto del sector, pudiendo atribuirse su diseño, ejecución y expedición a organismos
paritarios creados en el ámbito de la negociación colectiva sectorial de ámbito estatal,
en coordinación con la Fundación adscrita a la Comisión Nacional de Seguridad y Salud
en el Trabajo.

Este artículo, ha dado lugar a que el IV Convenio General del Sector de la Construcción
fuera el primero en definir el contenido de la formación y la forma de acreditarla. A esta
iniciativa se le han ido uniendo otros convenios y acuerdos para dar cobertura a
aquellos trabajadores que, no estando incluidos en el ámbito de aplicación del convenio
de la construcción, realizan trabajos en obra. Es el caso de:

I Convenio Colectivo Estatal del Sector del Metal (Resolución de 7 de junio de 2017).
V Convenio Colectivo General de Ferralla (Resolución de 14 de noviembre de 2016).
Acuerdo Estatal sobre el Reglamento de la tarjeta profesional para el trabajo en
obras y construcción (vidrio y rotulación) de los trabajadores afectados por el
Convenio Colectivo para las industrias extractivas, industrias del vidrio, industrias
cerámicas y para el comercio exclusivista de los mismos (Resolución de 17 de marzo
de 2011).
IV Convenio Colectivo del Sector de la Madera (Resolución de 2 de noviembre de
2012).

Todos estos convenios y acuerdos siguen un mismo planteamiento


respecto al tipo de formación que han de poseer los trabajadores incluidos en sus
correspondientes ámbitos de aplicación, y que consiste de manera general en:

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Capítulo 1: Formación

a) Una formación de nivel inicial (primer ciclo) de 8 horas lectivas, cuyo objetivo es
capacitar a los trabajadores sobre los riesgos básicos y conceptos generales del sector
de la construcción, así como las medidas preventivas a implantar a fin de eliminar o
minimizar los riesgos, destinada exclusivamente a los trabajadores que presten sus
servicios en las obras. Esta formación inicial impartida en el primer ciclo no exime al
empresario de su obligación de informar a los trabajadores de los riesgos específicos
del centro y del puesto de trabajo.
b) Una formación específica por puesto de trabajo u oficio denominada segundo ciclo.
Cada convenio o acuerdo ha definido los oficios y el contenido específico para cada
uno de ellos. El objetivo perseguido es que los trabajadores, a lo largo de las 20
horas lectivas de forma genérica para cada curso, profundice en los riesgos y en las
medidas preventivas propias de la actividad que realiza. El VI Convenio general del
sector de la construcción recoge explícitamente que la formación de segundo ciclo
por puesto de trabajo u oficio comprende la inherente formación inicial del primer
ciclo. Los trabajadores con actividades multifunción o polivalentes realizaran la
formación de una parte común y la específica propia de sus actividades.
c) Una formación de nivel básico de prevención en la construcción, con un desarrollo
de contenidos análogo al curso de capacitación de nivel básico propuesto por el
reglamento de los servicios de prevención, cuyo módulo tiene una duración mínima
de 60 horas lectivas.
d) Toda esta formación deberá complementarse con la formación relativa al uso de
equipos de trabajo, circunstancias especiales propias de cada obra, plan de
seguridad y salud, riesgos y medidas preventivas inherentes al puesto de trabajo,
etc., siempre que estos contenidos no se hayan visto en la formación detallada en los
puntos anteriores. De esta forma, se entendería cumplida la obligación de formación
del artículo 19 de la LPRL.

El cumplimiento de todas estas exigencias formativas es totalmente necesario para que


puedan inscribirse en el “registro de empresas acreditadas” establecido por la Ley
32/2006 de la subcontratación, las empresas que actúan en las obras como contratistas
o subcontratistas. De esta forma, podría darse el caso de que una empresa que no haya
facilitado esta formación a sus trabajadores no pueda acceder a trabajar a una obra.

El Convenio General del Sector de la Construcción regula forma en la que deberá


acreditarse la formación; fórmula a la que se han acogido el resto de acuerdos y
convenios. Establece como uno de los posibles sistemas de acreditación, por lo que
puede no ser el único, la Tarjeta Profesional de la Construcción (TPC), cuya

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18
Capítulo 1: Formación

expedición queda encomendada a la Fundación Laboral de la Construcción, entidad


encargada asimismo de homologar y vigilar a las entidades formadoras. La formación
mínima con la que puede obtenerse la tarjeta es la de 8 horas de nivel inicial. La TPC
tiene una validez de 5 años.

1.5. La formación y las obligaciones preventivas de los


trabajadores

El artículo 29 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece cuáles


son las obligaciones preventivas de los trabajadores condicionándolas a la formación
que estos hayan recibido.

Corresponde a cada trabajador velar, según sus posibilidades y mediante el


cumplimiento de las medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas, por su
propia seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras personas a las que
pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones en el trabajo,
de conformidad con su formación y las instrucciones del empresario.
Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del
empresario, deberán en particular:

1. Usar adecuadamente, de acuerdo con su naturaleza y los riesgos previsibles, las


máquinas, aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte y,
en general, cualesquiera otros medios con los que desarrollen su actividad.
2. Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el
empresario, de acuerdo con las instrucciones recibidas de éste.
3. No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de
seguridad existentes o que se instalen en los medios relacionados con su actividad o
en los lugares de trabajo en los que ésta tenga lugar.
4. Informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores
designados para realizar actividades de protección y de prevención o, en su caso, al
servicio de prevención, acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe, por
motivos razonables, un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores.
5. Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente
con el fin de proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo.
6. Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de
trabajo que sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y la salud de los
trabajadores.

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Capítulo 1: Formación

Es importante tener en cuenta este artículo por dos motivos:

el primero de ellos porque condiciona el contenido de la formación que todo


trabajador debe recibir,
y el segundo porque tendrá una importante repercusión en la posible derivación de
responsabilidades en caso de accidente de trabajo.

Según lo que se refleja en este precepto normativo, el trabajador sólo puede


responsabilizarse de la correcta ejecución de sus deberes si ha recibido una formación
adecuada al respecto.

Lo más habitual es que un accidente de trabajo se genere por la concurrencia de varias


causas, pero uno de los aspectos que siempre se tendrán en cuenta es si el trabajador
contaba con la formación suficiente y adecuada sobre los riesgos a los que estaba
expuesto como para saber actuar correctamente. Por más obvio que pueda resultar el
uso de una protección, si no existe formación en su uso y se genera un accidente, la
empresa será la responsable, entre otros, de no haber facilitado la formación suficiente
y adecuada al accidentado. Este es uno de los motivos por los cuales resulta de gran
importancia el contar con registros que nos permitan justificar que un trabajador ha
participado en una acción formativa.

1.6. Cómo elaborar un plan de formación de PRL

Hay dos aspectos clave a tener en cuenta a la hora de establecer un plan de formación
en Prevención de Riesgos Laborales. El primero, la evaluación de riesgos, ya que los
trabajadores deberán contar con formación a cerca de los riesgos que les afectan y de
las medidas que tienen que implantar en función de las tareas que desarrollen. El
segundo, las distribución de funciones, ya que, en función de lo que hemos visto en
el apartado anterior, pueden existir exigencias legales que requieran una formación
específica en base a las funciones preventivas que una persona tenga asignadas.

Diseñar un plan de formación en prevención de riesgos laborales nos permitirá cumplir


con varios objetivos:

Conocer qué formación tiene que tener la persona que ocupa un puesto de trabajo.

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Capítulo 1: Formación

Priorizar las acciones formativas en base, por ejemplo, a la gravedad o probabilidad


del riesgo.
Planificar la formación para poder optimizar los recursos: aprovechar paradas
técnicas, agrupar a personas de diferentes secciones o puestos de trabajo, etc.
Establecer periodicidades en función de los temas y contenidos.

Si la empresa ya cuenta con plan de formación global, diseñado por ejemplo desde
RRHH, lo más apropiado es integrar dentro del mismo las necesidades formativas en
prevención. Si por el contrario tenemos que empezar desde cero, podemos identificar
una serie de fases a la hora de diseñar e implantar un plan de formación en PRL:

1. Diseño

a) Detección de necesidades y establecimiento de objetivos.

Las necesidades formativas en PRL vendrán determinadas por la formación


identificada como necesaria en la evaluación de riesgos para cada puesto de trabajo;
por las personas que ocupen o puedan ocupar el puesto de trabajo y por las funciones
preventivas que tenga asignada cada persona. La empresa podrá además complementar
el plan, incluyendo cualquier otro tipo de formación adicional que considere oportuna.

Es recomendable que nos establezcamos unos objetivos a cumplir con la implantación


del plan de formación, como por ejemplo, % de personas formadas en un determinado
curso; % de acciones formativas planificadas y ejecutadas, etc. Estos objetivos nos
permitirán, entre otros, llevar un seguimiento de cómo lo estamos haciendo y qué
mejoras debemos incluir en el diseño del próximo plan.

b) Estructuración de necesidades.

Podemos estructurar la formación de diferentes maneras: departamentos, puestos de


trabajo, áreas, etc. No obstante, es importante que el plan nos permita conocer qué
formación tiene que tener necesariamente un trabajador o cuáles son los conocimientos
requeridos para un puesto de trabajo.

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Capítulo 1: Formación

c) Definición de recursos.

Debemos determinar los recursos humanos y materiales que vamos a necesitar para
llevar a cabo la formación, ya que esto nos puede condicionar la ejecución posterior. El
objetivo de esta fase es saber cuánto nos cuesta cada acción formativa o quién la va a
impartir, si la vamos a hacer con medios internos o la vamos a externalizar.

d) Priorización de las acciones formativas.

La formación que haya sido identificada en la evaluación de riesgos ya nos viene con
una priorización en función de la valoración que se ha hecho del riesgo. Pero es
conveniente establecer prioridades a todas las acciones formativas, teniendo en cuenta
aspectos tales como: la gravedad o probabilidad del riesgo sobre el que versa la
formación; el número de personas que se ven afectadas; el grado de necesidad que
pueden tener los trabajadores de recibir esta formación en cuanto al desempeño seguro
de sus tareas o en cuanto a la asunción adecuada de sus funciones preventivas; etc.

e) Planificación

Se establecerán fechas para la ejecución de aquellas actividades formativas que


vayamos a realizar cada año, ya que esto permitirá a las diferentes áreas organizarse
para que el hecho de que los trabajadores tengan que asistir a la formación implique
trastoque lo menos posible la producción.

f) Consulta a los trabajadores

El artículo 33 de la LPRL establece la obligación de consultar a los trabajadores “la


adopción de decisiones relativas a: el proyecto y la organización de la formación en
materia preventiva”. Esta consulta deberá realizarse de forma previa a la aprobación
del plan y se realizará con los delegados de prevención o en el comité de seguridad y
salud, en caso de que los hubiera.

El hecho de conseguir que el plan de formación sea aprobado por los delegados de
prevención ayudará en gran medida a la implantación posterior.

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Capítulo 1: Formación

g) Aprobación

Es importante que en todas las fases de diseño del plan contemos con los responsables
de cada área o departamento afectado, puesto que la ejecución final del plan dependerá
en gran medida de ellos. Por ejemplo, el técnico de prevención puede planificar una
formación en un mes determinado y el jefe de producción detectar que ese mes es el
más problemático en cuanto a picos productivos. Si hay una buena coordinación entre
ambos, esa formación se replanificará a otras fechas más adecuadas, si no se han
coordinado, casi con toda seguridad la formación no se llegará a realizar.

En cualquier caso, el plan de formación debe ser conocido y aprobado por los
responsables de los diferentes departamentos afectados.

h) Definición de contenidos

Una vez aprobado el plan y en función de quién hayamos determinado que llevará a
cabo la formación, se deben definir los contenidos a trabajar para garantizar que la
formación que se va a implantar cubre realmente las necesidades que tenemos
detectadas.

2. Implantación

a) Comunicación del plan

En esta fase daremos a conocer a todos los afectados el plan que se ha diseñado. Para
favorecer la integración de la actividad preventiva y para dotar de importancia a la
formación preventiva es interesante que cada responsable hable con las personas que
tiene a su cargo y le informe de la formación que va a recibir y que le anime a participar
de forma constructiva y participativa en la misma.

b) Ejecución

Desarrollo de la formación en base a lo planificado. Hay que tener en cuenta que la


realidad de la empresa nos llevará a incumplir la planificación inicial. Es importante
que recojamos todos los datos de las situaciones que no nos han permitido cumplir con
la planificación, porque posteriormente podremos aprender de ellas. Puede darse el
caso, por ejemplo, de que un curso planificado en el mes de abril para 15 personas se

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Capítulo 1: Formación

celebrase únicamente con 5, porque no nos habíamos dado cuenta de que la semana en
la que hicimos la planificación era la posterior a Semana Santa y gran parte de los
trabajadores que tenían que asistir estaban de vacaciones. Si tenemos en cuenta este
dato, podremos tenerlo en cuenta en la próxima planificación y evitaremos así caer en
el mismo error.

c) Evaluación de la acción formativa.

Es interesante valorar la calidad de cada acción formativa: la organización, el temario,


el ponente, la claridad en la transmisión de contenidos, etc.

La valoración de los asistentes nos facilita una valiosa información para establecer
áreas de mejora, para identificar los mejores ponentes, para corregir determinados
temarios, etc.

d) Transferencia del conocimiento al puesto.

En prevención de riesgos laborales uno de los objetivos principales de la formación es


que el conocimiento sea transferido al puesto de trabajo. Si hemos formado a un
trabajador para que manipule cargas de forma segura, el éxito de la actividad formativa
está en que ese trabajador implante lo aprendido en el puesto de trabajo. Por ello
resulta muy recomendable (aunque no es una práctica habitual) realizar un
seguimiento de la efectividad de la formación en el propio puesto de trabajo. De aquí
podemos obtener mucha información, por ejemplo sobre la calidad de la formación
impartida o sobre la necesidad de establecer periodicidades o de dar una formación de
reciclaje.

3. Evaluación

a) Evaluación de la efectividad de la formación.

La transferencia de conocimiento al puesto de trabajo debería realizarse de forma


periódica, de manera que seamos capaces de detectar la necesidad de repetir la
formación y de saber qué personas debemos incluir porque no están aplicando lo
aprendido.

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Capítulo 1: Formación

b) Evaluación del plan de formación.

El plan de formación en su conjunto debe ser sometido a una evaluación para poder
identificar áreas de mejora.

Inicialmente nos habíamos propuesto unos objetivos para el plan, es el momento de


preguntarnos: ¿se han cumplido? ¿Por qué no se han cumplido? Es momento de
recopilar datos y valorarlos de forma conjunta para poder aprender de nuestros errores
a la hora de diseñar un nuevo plan o de corregir lo que otras personas implicadas
puedan estar haciendo mal.

Estos son algunos ejemplos de aspectos a valorar en la evaluación del plan de


formación:

% de personas que no han asistido a la formación porque se les incluyó en un grupo


con horarios fuera del tiempo de trabajo > Esta sería una mejora a tener en cuenta
en el diseño del próximo plan.
Responsables que no han comunicado debidamente el plan de formación > Habrá
que hablar con los responsables correspondientes para corregir el error y ver si
necesitan apoyo por parte del técnico de prevención.
Falta de dinero para realizar la formación planificada con recursos externos >
Analizar si hemos planificado más de lo que nuestros presupuestos nos permitían.
Ver si hay más acciones formativas que puedan realizarse con recursos internos.
Valoraciones negativas reiteradas respecto a las condiciones de la sala donde se
imparte la formación > establecer mejoras.

1.7. ¿Quién participa en la gestión del plan de formación?

Resulta erróneo pensar que la gestión del plan de formación corresponde en su


totalidad al técnico o responsable de prevención de riesgos de la empresa. Es cierto que
será una persona clave en el diseño y la gestión, pero su función principal tiene que
estar basada en asesorar y coordinar y no tanto en ejecutar; aunque todo dependerá del
tamaño y los recursos con los que cuente la empresa.

Vamos a ver qué figuras intervienen en la gestión de cada una de las fases del plan de
formación.

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25
Capítulo 1: Formación

Fase de diseño

La función asesora del técnico o responsable de prevención resulta en este


momento primordial, puesto que es la persona que mejor conocerá las necesidades
formativas derivadas de la evaluación de riesgos y de las exigencias legales. Asimismo,
deberá determinar los registros que son necesarios para justificar el cumplimiento del
plan de formación de acuerdo a lo exigido por el sistema de gestión de PRL.

En el caso de que exista, la intervención del departamento o de la persona


responsable de RRHH también será de gran importancia. Si la empresa ya cuenta
con un plan formativo RRHH deberá integrar la formación preventiva dentro del
mismo. Podrá así valorar de forma global la posibilidad de subvencionar determinadas
acciones formativas y normalmente se encargará de la solicitud y gestión de las
mismas. Desde RRHH es habitual que se lleve un control de la formación y
capacitación de cada persona, por lo que, antes de poner en marcha el plan deberá
comprobar por ejemplo, si hay trabajadores que ya cuentan con esa capacitación. Si la
empresa es pequeña y no cuenta con un área de RRHH específica, estas necesidades se
simplificarán y serán asumidas bien por el técnico de prevención, bien por otras figuras
responsables de la administración de la empresa.

Los responsables de área y/o los mandos-encargados también tienen mucho


peso en el diseño del plan. Ellos son quienes conocen por ejemplo las fechas más
adecuadas para impartir la formación o cómo se pueden organizarse mejor los grupos.
Resulta muy adecuado involucrarles pudiendo ser ellos mismos quienes creen los
equipos, informen a los trabajadores de los cursos que tienen que hacer, o aporten
ideas sobre contenidos formativos que necesariamente deben poseer los trabajadores
de su área.

El formador deberá diseñar el contenido específico que vaya a impartir para poder
conseguir los objetivos marcados y buscar las técnicas formativas más adecuadas en
función de la materia y del tipo de asistentes. Al finalizar el curso y con objeto de
detectar puntos de mejora, se puede hacer una doble valoración. De un lado, los
alumnos valoran al profesor y el desarrollo del curso, mientras que por otro, el
formador valora a los propios trabajadores, en cuanto a que puede llegar a detectar
necesidades formativas adicionales para el grupo en general, o en particular para
determinadas personas.

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Capítulo 1: Formación

Fase de implantación

Una vez definido el plan de formación este deberá ser desplegado, normalmente desde
las áreas de prevención o RRHH, hacia los responsables de área quienes deberán
concretar la información hasta llegar a cada trabajador involucrado. De esta forma
conseguiremos darle a la formación preventiva la misma importancia que puede tener
una formación del área productiva.

El propio mando-encargado puede ser el formador idóneo en función del tipo de


contenidos a trabajar. Si el encargado de una línea de producción enseña al trabajador
de nueva incorporación el funcionamiento de una máquina y cómo debe realizar el
trabajo, puede ser también la persona idónea para que explique las medidas de
protección a aplicar.

La implantación del plan de formación generará una documentación que es muy


importante que sea convenientemente archivada en el Plan de Prevención de la
empresa. Normalmente la coordinación de esta documentación (explicación de lo que
hay que cumplimentar, recepción de documento y archivo) recaerá sobre el técnico o
responsable de prevención, pero es conveniente distribuir la responsabilidad de
que la documentación esté correctamente cumplimentada y gestionada. A modo de
ejemplo, si el personal del almacén ha hecho un curso de manipulación manual de
cargas, el encargado del turno podría ser el responsable de verificar los asistentes,
comprobar que todos han firmado y entregar el registro al trabajador designado para
que lo incluya en el Plan de Prevención. Es habitual también que los departamentos de
RRHH guarden los justificantes de la formación impartida, para controlar el
cumplimiento del plan y/o para incluirlo en el expediente de cada trabajador y saber así
en cualquier momento su nivel de formación y capacitación. Tal y como se ha
comentado antes, ante un accidente de trabajo investigado por la Autoridad Laboral la
empresa deberá justificar la formación de la persona accidentada, por lo que, con
independencia de quién o cómo se archive, no tiene que ser un inconveniente poder
disponer de dicho registro.

Fase de evaluación

Parece que lo más lógico es que la evaluación de la transferencia de conocimientos al


puesto de trabajo corresponda al propio mando-encargado que es quien puede
controlar de primera mano cómo se está realizando el trabajo. Para el correcto

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27
Capítulo 1: Formación

desarrollo de esta valoración sería conveniente contar con una lista de chequeo de
aspectos a valorar, cuya cumplimentación nos podría servir además para una posterior
toma de decisiones (si hay que repetir la formación, si hay un trabajador que debe
volver a formarse, etc.). La valoración de la transferencia de conocimientos también
podría encargarse a otras personas, como por ejemplo a los propios trabajadores (que
podrían valorarse unos a otros para aprender conjuntamente de los errores) o a los
delegados de prevención.

Respecto a la evaluación del plan de formación en su conjunto se requerirá la


intervención de todas las personas que hayan participado en el mismo, especialmente
en su fase de diseño. El objetivo: descubrir áreas de mejora que nos permitan
perfeccionar y optimizar la gestión de la formación preventiva en la empresa. A este
respecto, es importante que una persona coordine toda la información y
documentación generada, lo que normalmente recaerá sobre el área de prevención
o de RRHH, analice todos los datos y solicite información adicional a los diferentes
participantes. Con todo ello, podrán identificarse puntos de mejora que sean incluidos
en el diseño del nuevo plan.

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Capítulo 2
Técnicas de comunicación,
información y negociación

Autor: Carlos Balanza Nájera


Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

2.1. La comunicación en prevención: canales y tipos

La comunicación es el proceso mediante el que una entidad, denominada emisor,


transmite información a otra (receptor). Dicho proceso es, no obstante, mucho más
complejo que la mera emisión de mensajes, ya que puede estar sujeto a interferencias
que perturben el contenido. Así, desde un punto de vista técnico la comunicación se
dota de determinadas herramientas para garantizar que el mensaje llegue al
destinatario. Estas herramientas son lo que conocemos como técnicas de
comunicación.

Dicho esto, cabe apuntar:

Comunicación. En el ámbito de la empresa entendemos por comunicación la


información proporcionada por la organización y de interés para la misma, a todos los
que se relacionan con ella. Las acciones de comunicación deben realizarse con criterios
profesionales. Sería erróneo circunscribir la comunicación a los ámbitos de promoción
y ventas y relaciones públicas, ya que también abarca las acciones de información a la
plantilla, accionariado, empresas relacionadas, entes públicos etc.

Por tanto, el acto de comunicar consiste en transmitir una información, petición,


pensamiento o sentimiento a otra persona. En la comunicación personal hay que ser
consciente, no solo de lo que se pronuncia, sino también de lo que se transmite a través
del lenguaje corporal. Así, la comunicación requiere de la interacción entre al menos
dos personas; un emisor y uno o varios receptores que, respectivamente, emiten y
captan el mensaje. En palabras de Antonio Pasquali, comunicación es: “la relación
comunitaria que consiste en la emisión/recepción de mensajes entre interlocutores en
estado de total reciprocidad”1.

Comunicación en prevención y comunicación preventiva son dos conceptos a menudo


utilizados de forma errónea como sinónimos, cuando se refieren a dos realidades bien
distintas:

Comunicación en prevención. Proceso mediante el que la organización difunde


las políticas de seguridad de la empresa. Por tanto, la comunicación en prevención
favorece las condiciones de salud laboral en tanto en cuanto un ambiente laboral

1 Pasquali. A. (1979) Comprender la comunicación. Caracas. Ed. Monte Ávila.

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30
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

grato depende en buena parte de que exista una buena comunicación entre los
sujetos que forman la organización.

Comunicación preventiva. Sistema de comunicaciones externas para prevenir y


paliar los efectos de una crisis de relaciones públicas en una empresa. Incluye el
análisis de los puntos débiles de la empresa y la preparación de un plan de crisis.

Aunque ambos procesos integran los elementos básicos que intervienen en toda
comunicación (emisor, código, mensaje, receptor y contexto), centraremos el objeto de
nuestro estudio en la comunicación en prevención, si bien parece oportuno aportar
algunas nociones básicas sobre comunicación preventiva.

Como hemos indicado, aunque no son expresiones homógrafas en sentido estricto, la


similitud entre comunicación en prevención y comunicación preventiva suele conllevar
que a menudo se confundan como sinónimas desde un plano semántico.

Información en prevención alude, como hemos visto, al deber de la organización de


transmitir a los trabajadores información (pero también formación) en el ámbito de la
prevención.

Breve referencia a la comunicación preventiva

Por su parte, información preventiva hace referencia a los mecanismos y estrategias de


comunicación que la organización ha implementado para responder ante una situación
de crisis.

Una situación de crisis se produce ante un hecho, por regla general inesperado, que
pueda menoscabar la imagen de la entidad. Para poderle hacer frente es necesario
haber diseñado con carácter previo una estrategia para enfrentarse a estas situaciones.
El responsable de su diseño y ejecución siempre debe ser el Departamento de
Comunicación,2 bien interno o externo. En la actualidad cada vez está cobrando mayor
importancia en este ámbito la figura del community manager (también denominado
social media manager). Este profesional es el responsable del diseño (planifica) y
gestión (modera) de comunidades relacionadas con una marca en Internet, con especial

2“Uno de los axiomas de mayor éxito entre los profesionales de la comunicación es aquel que afirma que, en la empresa,
cualquier directivo sabe de lo suyo (finanzas, logística, ventas, administración…) y además de comunicación. Una queja
amarga y razonable que irá abandonándose a medida que la empresa reconozca la efectividad de la comunicación como
herramienta de gestión y confíe su dirección a profesionales verdaderamente cualificados. En estos últimos años en
España se han dado grandes pasos en esta dirección…”. DEL PULGAR RODRÍGUEZ, Luis (1999). Comunicación de
empresas en entornos turbulentos, prólogo de Arturo Pinedo de Miguel. Madrid: Edit ESIC.

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31
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

hincapié en las redes sociales (Twitter, Facebook, LinkedIn, así como redes
especializadas que guarden relación con el objeto social de la empresa).

No es objetivo detallar aquí el protocolo de actuación ante situaciones de crisis, si bien


cabe apuntar algunas pinceladas. Según concreta Miguel Ángel Vázquez3, dicho
protocolo responderá a cuestiones como:

Determinar cómo luchamos ante una situación de crisis (medios materiales y


humanos).
Evaluar contra qué o quiénes luchamos (definir las posibles consecuencias derivadas
de las situación de crisis).
Concretar qué grado de control tenemos de la situación (la respuesta no será igual en
función de que el hecho causal permanezca en el ámbito interno de la asociación o
haya trascendido ya a la opinión pública).
Definir cuáles son nuestros puntos débiles y fuertes antes de pronunciarnos sobre el
hecho causal.

Elementos de la Comunicación

Los dos elementos clave en el esquema tradicional de la comunicación son el emisor y


el receptor:

Emisor: fuente desde la que parte el mensaje; toma la iniciativa del acto de la
comunicación.
Receptor: quien recibe el mensaje; persona o entidad a quien va dirigido el
mensaje.

“El receptor simboliza el objeto de la comunicación; este sería nulo sin el receptor, el
cual es tan importante como la fuente”.4

Código, canal, mensaje, contexto, ruido y filtros completan el esquema:

Código: entendemos por código, un sistema de signos conocido por el emisor y por
el receptor, que puede ser combinado por medio de una serie de reglas para articular
y descifrar el mensaje. Sus dos características principales son la arbitrariedad y estar

3 Vázquez Burgos. M.A. (2004). El profesional de las relaciones externas. Barcelona: Ed. Bosch.
4 Edward J. Robinson. (1971). Comunicación y relaciones públicas. México: Ed. CECSA.

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32
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

organizado con carácter previo. Por tanto, emisor y receptor deben utilizar un
código común (un idioma, un argot, un conjunto de términos técnicos…)5
Canal: medio que utiliza el emisor para transmitir el mensaje al receptor.
Mensaje: información que el emisor transmite al receptor. No se circunscribe a su
contenido explícito, ya que abarca todas las señales colaterales (gestos,
connotaciones verbales…) bien sean conscientes o inconscientes que conforman el
acto de la comunicación.
Contexto: ámbito o espacio en el que tiene lugar el proceso de la comunicación.
Tiene capacidad para condicionar desde algunos significados específicos hasta el
acto global de la comunicación.
Ruido: toda perturbación no deseada que altera la señal y que puede generar una
situación confusa en la comunicación.
Filtros: son las barreras mentales, tanto del emisor como del receptor, que tienen
su origen en sus creencias, los valores, prejuicios, experiencias, conocimientos,
expectativas, prejuicios, etc.
Soporte: es el elemento material que contiene o por el que circula el mensaje.

La mayor o menor eficacia del proceso de comunicación depende de varios factores,


entre los que destaca el mayor el dominio que el emisor y el receptor tengan de los
códigos (codificación y descodificación, respectivamente).

Tal y como advierte la Nota Técnica de Prevención (NTP) 685, referida a La


Comunicación en las Organizaciones: “hoy está teóricamente asumido que la
comunicación es una actividad consustancial a la vida de la organización”. Según
refiere, “es la red que se teje entre los elementos de una organización y que brinda su
característica esencial: la de ser un sistema” (Katz y Khan,1986), “el cemento que

5 “Cuando reflexionamos informalmente sobre cómo nos comunicamos, solemos hacerlo razonando en los siguientes

términos: los humanos nos comunicamos por medio del lenguaje; las lenguas son códigos; por lo tanto, los seres
humanos nos comunicamos codificando y descodificando mensajes. Un ‘código’ es un sistema convencional que
establece emparejamientos constantes entre señales y mensajes: en principio, a cada señal le corresponde un mensaje, y
a cada mensaje le corresponde una señal”. Escandell Vidal; Mª Victoria (2005). La comunicación. Madrid: Ed. Gredos.

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33
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

mantiene unidas las unidades de la organización” (Lucas Marín, 1997). Añade no


obstante que la comunicación “no hay que entenderla únicamente como el soporte que
sustenta las distintas actividades de la organización sino que es un recurso, un activo
que hay que gestionar”.

Ya hemos visto los elementos que conforman la comunicación y su esquema básico.


Cabe ahora hacer hincapié en la forma en que se comportan dichos elementos dentro
del proceso. Lo podemos exponer de forma gráfica en la siguiente figura:

Quién Dice qué En qué forma Quién


Emisor Código Canal Receptor

Con qué efecto


Información de retorno o retroinformación

El Proceso de Comunicación

Ante todo, debemos concebir la comunicación como un proceso dinámico, gracias al


cual el mensaje puede circular desde el origen (emisor) hasta su destino (receptor).
Dicho proceso influye en las dimensiones social e individual del sujeto, en la medida
que la comunicación es un factor determinante tanto para la socialización como para el
desarrollo del individuo.

“El diálogo es una relación horizontal de A con B. Nace de una matriz crítica y genera
criticidad. Cuando los dos polos del diálogo se ligan así, con amor, con esperanza,
con fe el uno en el otro, se hacen críticos en la búsqueda común de algo. Solo ahí hay
comunicación. Solo el diálogo comunica”.
Paolo Freire

De hecho, la doctrina es unánime a la hora de concebir la comunicación como un


proceso que ejerce una gran influencia en el ser humano tanto en su dimensión
individual como social, que posibilita por tanto la relación entre las personas y de estas
con las organizaciones sociales. Esto es debido a que la comunicación es lo que hace
posible que las personas se relacionen entre sí y con las organizaciones sociales. En este
proceso desempeña un papel primordial la persuasión, en tanto en cuanto todo acto de
comunicación nace con una intencionalidad determinada. A pesar de que no se

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34
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

contempla como una de sus fases, la persuasión, entendida como tal la


intencionalidad, es intrínseca a todo acto de comunicación.

Así lo refiere con acierto Kathleen K. Reardon: “En virtud de frecuentes asociaciones
con móviles ulteriores de la conducta humana, muchos consideran que la persuasión es
una actividad reservada a quienes carecen de ética. Por el contrario, la persuasión es
una forma de comunicación en la que debe participar toda persona que se arriesga a
entrar en relación con los demás”6.

A modo de síntesis podemos afirmar que la comunicación es en esencia un proceso


dinámico y complejo, tanto en su vertiente interpersonal como social, que permite al
ser humano pasar de su existencia individual a la social, ya que conlleva un intercambio
de información (verbal y no verbal), en la que ambas entidades ejercen una influencia
recíproca.

Desde un planteamiento empresarial, “el fundamento de la comunicación está en


aumentar el conocimiento de algo o alguien para conseguir su notoriedad, o fama. Lo
que se persigue normalmente es que esa fama sea positiva, o de buena calidad y que se
aproxime a la posición ideal. Aquí es donde entra en juego el factor de la realidad, que
es lo que el público percibe de verdadero en cualquier proposición de comunicación. La
combinación de notoriedad y realidad es lo que determina la posición real”.

Andreu Barrabino (2007). La planificación estratégica en marketing

Con independencia de que sea oral, escrito, simbólico o por medio de cualquier otro
tipo de comunicación, el proceso para que esta cumpla su cometido requiere de al
menos ocho fases o etapas:

6 Kathleen K. Reardon. (1981). La persuasión en la comunicación. Teoría y contexto. Pág. 25. Barcelona: Ed. Paidós.

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35
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

1. Desarrollo
de una ide a

8. Re tro-
alime ntación 2. Codificación

Las ocho fases del


7. Uso proceso de 3. Transmisión
comunicación

6. Aceptación 4. Re ce pción

5. De scifrado o
de codificación

Como podemos deducir, la comunicación es un proceso complejo de información tanto


verbal como no verbal, en el que emisor y receptor establecen una relación racional,
pero también emocional. En dicha relación se produce un intercambio que culmina con
la retroalimentación o feedback, que permite intercambiar no solo conocimientos, sino
también sentimientos, experiencias…todo lo cual libera al sujeto de su faceta
individual, para relacionarse con los otros en un plano de existencia social y
comunitaria.

La retroalimentación (feedback) es la respuesta del receptor al mensaje que emite la


fuente (emisor); esta puede tomarla en cuenta y modificar mensajes posteriores. El
feedback puede ser positivo (informa a la fuente el efecto logrado) o negativa (le
informa de lo contrario). La retroalimentación negativa tiene más importancia que la
positiva en una comunicación efectiva. Como señalan Katz y Kahn7, esta permite a la
fuente –en mayor medida– corregir desviaciones y situarse en el curso de acción
adecuado.

7 Katz. D y Kahn. R. (1977). Psicología social de las organizaciones. México: Ed. Trillas.

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36
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

En la siguiente tabla desarrollamos con mayor detalle cada una de las fases del proceso
de comunicación:

Las ocho fases del proceso de comunicación

1. Desarrollo de una Como paso previo a cualquier acto de comunicación, se requiere una
idea reflexión acerca de la idea que se desea transmitir.

En segundo lugar, el emisor debe adaptar el mensaje a un código que


sea conocido a su vez por el receptor (idioma común, conjunto de
2. Codificación
signos o de gestos…) En esta fase se elige el formato o tipo de lenguaje
que se utilizará (oral, escrito, mímico…)

Cuando el mensaje ha sido elaborado, se transmite por medio del


3. Transmisión código y formato elegidos. En este mismo acto se selecciona el canal
más adecuado para su transmisión.

El mensaje llega al receptor a través del canal. Si existen barreras en el


4. Recepción canal, el mensaje podría alterarse e incluso perderse. Ejemplo; un
problema auditivo del receptor.

Una vez lo ha recibido, el receptor descifra el mensaje por medio del


5. Descifrado o
código común. El mayor o menor grado de comprensión dependerá de
decodificación
la similitud entre la idea transmitida y la recibida.

Una vez descifrado, el receptor puede optar entre aceptar o rechazar el


6. Aceptación mensaje, si bien, al igual que ocurre con la decodificación, esta fase
puede admitir grados.

El proceso de comunicación conlleva una intencionalidad, que


alcanzará su objetivo en la medida en que el receptor reaccione al
7. Uso
mensaje.

La retroalimentación o feedback, es la fase final, caracterizada por la


respuesta del receptor. Así, este se convierte en emisor quien, por
medio de su reacción al mensaje, codifica y envía uno nuevo al primer
8. Retroalimentación emisor. Una correcta retroalimentación produce como efecto la
satisfacción en ambas entidades, lo que redunda en una mejora de las
relaciones tanto individuales como laborales.

Objetivos del Proceso de Comunicación

El acto de comunicar se configura como un proceso en esencia complejo en el que dos o


más personas se relacionan. Como afirma el comunicólogo Joan Costa, no se puede
comunicar una idea, a menos que se tenga. Una idea es siempre una unidad de algo que
aparece como múltiple. La gestión creativa de la comunicación persuasiva –tanto si es

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37
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

en un entorno real como virtual– consiste en buscar una idea estratégica y tomar la
decisión de aplicarla.

Como hemos explicado, dicha relación se materializa en el intercambio de mensajes


cuyos códigos son conocidos por el emisor y el receptor, para lo cual utilizan un canal
que actúa a modo de soporte para la transmisión el mensaje. Ambas entidades
intervienen para que sus mensajes sean comprendidos e influirse de forma recíproca.
Entramos por tanto en el ámbito de la gestión creativa de la comunicación persuasiva,
que se apoya en la búsqueda de la idea; el desarrollo y la planificación de la estrategia, y
la toma de decisión.

Para que dicho proceso culmine con éxito es preceptivo que se cumplan los objetivos
principales de la comunicación:

Que el receptor reciba el mensaje. Para que se materialice este objetivo se


requiere que el receptor acepte que el emisor establezca una relación con él.
Que el receptor interprete el mensaje de forma correcta. Se requiere por
tanto que el emisor se haga comprender por medio de hechos y sentimientos.
Que el mensaje incite al receptor a la acción. Por tanto tiene por finalidad
provocar una reacción en la otra entidad.

Por tanto, tan importante es el mensaje como el conocimiento que el emisor tenga del
receptor. Tal y como reza el adagio de un viejo educador inglés: “Si quieres enseñar
latín a Pedro, ante todo tienes que conocer a Pedro. Y, en segundo lugar, saber latín”.

En el ámbito de la empresa, la comunicación es la voz y portavoz cualificador y


amplificador de la cultura corporativa expresada en hechos. Y no habrá Identidad ni
Cultura, ni estrategia ni acción positivas, si no son eficazmente comunicadas8.

La comunicación corporativa contempla tres dimensiones distintas. Si bien cada uno de


los elementos de la tríada presenta rasgos propios, todos ellos conforman el modelo
operativo de comunicación:

8La cultura corporativa supone “la asunción dinámica de la identidad de la empresa. Asunción en forma de actos,
manifestaciones, valores compartidos y creencias acerca de la empresa, de su historia y de sus proyectos de futuro. Es el
comportamiento corporativo no pautado (ya que el comportamiento pautado sería su comunicación).” Villafañe. J.
(1992). Importancia de los programas de identidad visual en la gestión estratégica de la imagen corporativa.

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Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Institucional

Organizacional Mercadológica

Modelo operativo de comunicación


Relaciones corporativas
Comunicación institucional Reputación corporativa
Desarrollo corporativo
Cultura corporativa
Comunicación organizacional
Comunicación interna
Publicidad
Comunicación mercadológica
Promoción comercial

Barreras de la Comunicación

La NTP 685 describe las barreras o impedimentos de la comunicación. Según advierte:


“en ocasiones resulta algo dificultoso que la comunicación se lleve a cabo, debido a que
existen inconvenientes que hacen que esta no llegue a ser totalmente eficaz”. Las
principales barreras de la comunicación son las siguientes:

Impedimentos de la comunicación
Emociones
Valores
Psicológicas
Hábitos de conducta
Percepciones
Ruido
Físicas
Distancia
Símbolos con distintos significados: palabras,
Semánticas
imágenes o acciones.

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39
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Interrumpir
Cambiar de tema
No escuchar
Otros
Interpretaciones
Responder a una pregunta con otra pregunta
Rotulaciones

Otra clasificación de las barreras de la comunicación diferencia entre impedimentos o


barreras ambientales, interpersonales y verbales:

Barreras ambientales. Equiparables a las físicas en la anterior clasificación. Se


caracterizan por ser impersonales. Así, además del ruido y la distancia, cabe citar las
distracciones visuales o todo tipo de interrupción ajena a las entidades que
intervienen en el proceso de comunicación.

Barreras interpersonales. En gran medida están relacionadas con las citadas


barreras psicológicas. Así por ejemplo, cuando emisor y receptor tienen
percepciones distintas sobre una realidad, se levanta una barrera entre ellos. Algo
similar ocurre con las suposiciones, que por lo general conllevan un prejuicio
(entendido como juicio previo) que llevan al sujeto a dar algo por hecho.

Barreras verbales. La barrera verbal más evidente es la relativa al código (cuando


emisor y receptor no comparten un mismo idioma). Hecha esta excepción, existen
interferencias cuando se utilizan jergas distintas, tecnicismos desconocidos para el
otro interlocutor, hablar demasiado deprisa o muy bajo etc.

En referencia a esta tercera barrera, el emisor suele incurrir en la errónea creencia


de que un lenguaje técnico y en ocasiones barroco da entidad al mensaje:

- Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: “Los eventos consuetudinarios


que acontecen en la rúa”.
El alumno escribe lo que se le dicta.
- Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.
El alumno, después de meditar, escribe: “Lo que pasa en la calle”.
- No está mal9.

9 Machado. A. Juan de Mairena. Madrid: Ed. Cátedra.

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40
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Diferencias entre Comunicación e Información

A pesar de que a menudo se utilizan como conceptos sinónimos, comunicación e


información presentan rasgos diferenciadores que es necesario tener en cuenta. Con
carácter general, podemos afirmar que en toda comunicación hay información,
mientras que una información por sí misma no es comunicación10. Como hemos visto,
la comunicación es un proceso que requiere de la interacción de dos entidades (emisor
y receptor) y que produce un feedback entre ambos. Por su parte, la información no
incluida en un proceso de comunicación es una mera transmisión unilateral de una
idea, conocimiento o saber. De forma gráfica podemos afirmar que información es
hacer saber y comunicación hacer-me-saber. Joan Costa lo explica con el siguiente
ejemplo:

Información: el pregonero, cuando informa, “hace saber…”


Comunicación: pretendes que yo sepa algo que tú sabes.

Joan Costa añade que, “la comunicación es más fuerte que la acción. La comunicación
de la empresa es una fuerza esencialmente estratégica. Sin embargo, muchas
organizaciones todavía siguen confundiendo la comunicación con los instrumentos, los
mensajes, las acciones puntuales y los medios”11.

Con arreglo a lo expuesto, podemos concluir que la información no es comunicación


pero la complementa, ya que lo que se comunica en los mensajes es información. En el
ámbito de la empresa la comunicación se encuentra en un nivel más elevado que la
información, ya que no solo aporta contenidos, sino que permite la relación tanto con
los miembros de la organización como con el exterior. Entre otras capacidades, tiene la
de provocar comportamientos mediante la creación de expectativas.

“La comunicación consiste en participar una idea o entendimiento común a otras


personas. Abarca todo tipo de comportamiento que implique un intercambio. El proceso
de comunicación es el que propicia las relaciones entre los integrantes de la
organización, a través del mismo se emite y recibe información, modelos de conducta,
formas de pensar y necesidades de los integrantes. La primera idea que se tiene de la
comunicación es la verbal, pero esta es más amplia: los gestos, las conductas, el tono de

10 “Como señalan Farace, Monge y Rusell, y Myers toda comunicación contiene información, pero no toda información
posee valor comunicativo. La comunicación se refiere a un tipo específico de patrones informativos: los que se expresan
de forma simbólica. Por tanto, la información que no puede traducirse de esta manera no tiene valor comunicativo”.
Collado Fernández, Carlos (1991). La comunicación en las organizaciones, pág. 18. Editorial Trillas.
11 Costa. J. (2001). La Comunicación en acción. Informe sobre la nueva cultura de la gestión. Ed. Paidos Ibérica.

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41
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

voz, las miradas, etc. incluso el silencio. La comunicación es percepción, crea


expectativas y plantea exigencias. Mientras que la información es la adquisición de
conocimientos que permiten ampliar o precisar lo que se poseen en una materia
determinada. La información aumenta el conocimiento, comunica novedades, etc.”

NTP 685. La comunicación en las organizaciones

2.2. Información. Condiciones de eficacia

La manera en que la empresa se comunica con sus trabajadores puede adoptar diversos
formatos, todos ellos englobados por lo general en los métodos de comunicación
interna. Si bien su objetivo prioritario es fomentar la cohesión de la organización con
sus trabajadores, a fin de lograr un mayor grado de compromiso y de sentimiento de
pertenencia, la comunicación interna también recurre a procedimientos y metodologías
para cumplir con su obligación de formar e informar a la plantilla en el ámbito de la
prevención de riesgos laborales.

Siguiendo a Carlos Collado: “la comunicación interna es el conjunto de actividades


efectuadas por cualquier organización para la creación y mantenimiento de buenas
relaciones con y entre sus miembros, a través del uso de diferentes medios de
comunicación que los mantengan informados, integrados y motivados para contribuir
con su trabajo al logro de los objetivos organizacionales”12.

La comunicación interna se configura como un factor estratégico clave para lograr


cuatro objetivos nucleares, todos ellos relacionados a su vez con la prevención en
riesgos laborales:

a) Implicación de la plantilla.
b) Que las acciones de la entidad se configuren como un todo unitario.
c) Modificar actitudes.
d) Incrementar la productividad.

12 Collado Fernández, C. (1991). La comunicación en las organizaciones. Ed. Trillas, pág.32.

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42
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Se debe evitar:

Que la comunicación descendente se circunscriba a lanzar mensajes con un


contenido demasiado específico para comunicar órdenes, objetivos a alcanzar,
niveles de cumplimiento de las tareas etc.
Ocultar datos de carácter institucional susceptibles de ser comunicados (objetivos de
la organización, resultados alcanzados o hechos relevantes como inversiones y
cambios en la organización).

Las herramientas de comunicación interna (intranet, cartas, boletines…) deben ser


utilizadas para hacer llegar a todos los miembros de la organización la postura
acordada por la dirección sobre todos los asuntos referentes a su política institucional
con un doble objetivo:

Dar conocer nuestro posicionamiento para que las comunicaciones de los miembros
de la organización con el exterior tengan uniformidad.
Lograr una mayor vinculación de los trabajadores con la organización al hacerles
partícipes de la política institucional.

La comunicación interna tiene direccionalidad, en tanto en cuanto siempre conlleva


intencionalidad. Se clasifica en comunicación descendente (de la gerencia hacia los
trabajadores), comunicación ascendente (de los trabajadores hacia la gerencia de la
organización), comunicación horizontal (entre los trabajadores de un mismo nivel
jerárquico) y la comunicación diagonal (entre miembros de diferentes
departamentos).13

Una de las herramientas más utilizadas para la comunicación en prevención son las
presentaciones. Esto se debe a su claridad a la hora de exponer los conceptos clave
relativos a la prevención de riesgos laborales. Permite mostrar los conceptos clave, la
normativa aplicable en materia de prevención, las consecuencias y causas de los
accidentes laborales, etc.

Hasta hace pocos años se utilizaba con carácter prioritario las transparencias o
diapositivas, que han cedido el paso a los programas informáticos, entre los que destaca
el uso del Power Point.

13González, I. Comunicación Interpersonal y Comunicación Organizacional: la comunicación, las relaciones humanas


y el tiempo organizacional. Programa Coninpyme, Centro de Información.

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43
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Características de las presentaciones y técnicas para su mejora

Una buena presentación debe regirse por una serie de principios. Entre otros cabe citar:

1. Realizar la presentación en el tiempo asignado. A poder ser, que no sobrepase los 30


minutos de exposición.
2. Organizar los conceptos con anterioridad. No significa aprenderse la exposición de
memoria, sino hacer ensayos previos con arreglo a un guion.
3. Evitar el uso de excesivos tecnicismos.
4. En línea con lo anterior, cada flash de imagen debe contener poca información. En
caso contrario, los asistentes estarán más ocupados en leer y apuntar el contenido
que en prestar atención.
5. Cuidar la presentación de la presentación. Se debe cuidar el diseño y la corrección
gramatical y ortográfica.
6. Utilizar mapas mentales. Un mapa mental es un método para estimular la
creatividad y fijar la memoria14. Cabe recordar que la mente funciona de forma
circular, no lineal. Por tanto en el centro del mapa colocaremos la idea clave, que
conectaremos con el resto de ideas.
7. Ejercer de moderador ante el auditorio. Conlleva requerir atención y evitar los tan
molestos corros de conversación. Para evitarlo es oportuno anunciar que se abrirá
un turno de preguntas.
8. Plantear pocos conceptos, pero importantes, antes que un exceso de información.
Este principio es sin duda el más importante ya que el éxito de la presentación
depende de su capacidad para que el auditorio asimile los puntos clave. Por tanto,
antes de elaborar la presentación debemos responder a dos preguntas: qué aspectos
tienen mayor capacidad de lograr el objetivo y qué puntos interesa que sean
recordados.
9. Unido a lo anterior y en cuanto a la secuencia, la presentación debe obedecer a un
orden lógico para evitar que la información se descontextualice. A tal fin podemos
utilizar un orden temático (de lo menos a lo más importante para que se recuerde
mejor); cronológico (presente, pasado, futuro); espacial (presentar la información
dividida por ejemplo por departamentos o secciones de la empresa) etc.

14 Buzan. T. Cómo usar su mente con máximo rendimiento. Bilbao: Ed. Deusto.

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44
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

2.3. Técnicas de negociación

El concepto de compañía, entendida como organización empresarial, procede


etimológicamente de cum y panis (con pan o compartir el pan). Subyace por tanto su
carácter prístino de ámbito en el que dos o más personas persiguen un objetivo común.
En este sentido, se impone la necesidad de que sus miembros lleguen a acuerdos, para
lo cual es preciso un proceso previo de negociación. La esencia de la negociación radica
en que las partes intervinientes obtengan una ganancia, bien sea de índole económico o
de condiciones de trabajo.

Para que una negociación pueda considerarse como tal, es perceptivo que exista un
determinado equilibrio. En caso contrario estaremos ante un proceso de imposición,
pero nunca de negociación. Salvado el primer obstáculo, el buen término de la
negociación dependerá de la capacidad de las partes para salvar los conflictos. En tanto
en cuanto no sea resuelto el conflicto, no podrá proseguir el proceso de negociación.

Con carácter general, el conflicto hace acto de presencia cuando se da al menos uno de
los siguientes supuestos:

Existe oposición entre ambas partes.


Cada una de las partes cree conocer la postura de la otra.
Cada una de las partes prejuzga que la contraria no hará concesiones.
Una o ambas partes no contemplan otra meta que la victoria.
Una o ambas partes llegan a la negociación con desajustes emocionales.

Definición de negociación

Por su claridad y sencillez conceptual, nos parece acertado definir la negociación como
“todo proceso que se desarrolla entre dos o más partes, cuya finalidad es alcanzar un
acuerdo sobre una cuestión determinada”.

El Diccionario de la Lengua Española se limita a definir negociación como “acción y


efecto de negociar”, si bien en su tercera entrada define la negociación colectiva como
“negociación que llevan a cabo los sindicatos de trabajadores y los empresarios para la
determinación de las condiciones de trabajo y que, normalmente, desemboca en un
convenio colectivo”.

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45
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

En línea con lo anterior, la “NTP 453. La negociación en la prevención de riesgos


laborales (I): concepto y esquema básico”, apunta con acierto:

“En el campo de la prevención, la necesidad de establecer negociaciones es evidente,


más hoy cuando, a partir de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales, la posibilidad/necesidad de pactar se ha multiplicado (pactar horas de
formación, determinadas acciones preventivas, prendas de protección individual o
colectivas, interpretaciones de la evaluación de riesgos, etc.). El empresario, los
representantes de los trabajadores, los propios trabajadores directamente, las figuras
legales representativas creadas por la ley, etc. están obligadas a hablar, a comunicarse,
a exponerse mutuamente sus necesidades y sus problemas intentando, y obteniendo,
un resultado concreto”.

Etapas de un Proceso de Negociación

Como hemos visto, en toda negociación intervienen al menos dos partes. Es por tanto
un proceso de comunicación en el que las entidades intercambian sus papeles de
emisor y receptor con gran dinamismo, hasta el punto de alcanzar los más altos niveles
de feedback.

Dicho proceso está dividido en seis etapas de carácter secuencial y entre las que no
existe una jerarquía o prelación ya que todas revisten gran importancia para alcanzar
con éxito la última fase; el acuerdo.

Por tanto, el objetivo de toda negociación es lograr acuerdos inteligentes: “cualquier


método de negociación se debe juzgar a la luz de tres criterios: Debe producir un
acuerdo sensato, si tal acuerdo es posible. Debe ser eficiente, y debe mejorar, o al
menos no perjudicar las relaciones entre las partes. (Un acuerdo sensato puede
definirse como aquel que satisface los legítimos intereses de cada parte al mayor nivel
posible, resuelve con limpieza los intereses en conflicto, es duradero y tiene en cuenta
los intereses de la comunidad)”.15

Las fases del proceso de negociación son:

Preparación
Inicio de la negociación

15 Fisher. R. y Ury. W.(1996). Getting to yes. Arrow Business Books. Pág. 4.

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Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Análisis de la contraparte
Propuestas
Intercambios
Acuerdo

Veámoslas ahora con mayor detalle:

Preparación. Nada más gráfico que un dato: se calcula que el éxito de una
negociación depende en un 80% de su preparación. Dicho de otro modo, ocho de
cada diez negociaciones se ganan antes de sentarse a la mesa. En la preparación las
partes perfilan su estrategia16 (qué se quiere lograr) y las tácticas de negociación
(cómo lo vamos a lograr). Conviene realizar simulaciones a los efectos de contemplar
los posibles escenarios que puedan surgir en el proceso. Es importante además
estudiar en detalle a la parte contraria y preparar propuestas iniciales y alternativas
(en previsión de que las primeras sean rechazadas)17.

Inicio de la negociación. Ambas partes se encuentran ya reunidas. En esta fase es


tan importante el fondo como la forma (mostrar respeto hacia la otra parte y
voluntad de llegar a un acuerdo satisfactorio). Es el momento de fijar el código:
utilizaremos un lenguaje distendido pero correcto, si bien lo adaptaremos en el
supuesto de que la otra parte se muestra en exceso formal.

Análisis de la contraparte. En esta fase juega un papel primordial nuestra


capacidad para deducir las intenciones y prioridades de la otra parte, así como sus
fortalezas y debilidades. A tal fin debemos saber interpretar el lenguaje no verbal y el
verdadero trasfondo del verbal y, en la medida de lo posible, conocer su BATNA18.

Propuestas. Es momento de exponer nuestros planteamientos. Por regla general,


cada parte establece un compromiso inferior al que estaría dispuesto a aceptar, a fin
de contar con margen en la negociación. No obstante, conviene que no sea en exceso
desproporcionada ya que en este supuesto podríamos denotar falta de seriedad.

16 El diccionario de Random House define estrategia como “un plan, método o serie de maniobras para obtener una meta
o resultado específicos”.
17 Henry Kissinger relata en sus memorias que un periodista le preguntó si sabía que iban a pedir los rusos en una

cumbre diplomática. Kissinger respondió: “Por supuesto sabemos que pedirán, sería un desastre si no lo supiéramos con
anticipación: Mis memorias , de Henry Kissinger
18 BATNA significa “mejor alternativa para negociar un acuerdo”; Best Alternative to a Negotiated Agreement, por sus

siglas en inglés. El término fue acuñado por Roger Fisher y William Uri en su bestseller Llegar al sí: Negociar sin darse
por vencido (Getting to Yes: Negotiating Without Giving In, 1981).

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47
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Intercambios. Las fases anteriores han tenido por objeto sentar los pilares del
punto álgido de la negociación; el intercambio de propuestas y concesiones. Es aquí
donde entran en juego nuestro potencial negociador. Una táctica muy utilizada
consiste en ceder en cuestiones secundarias, haciendo creer que son prioritarias. Se
debe tener también capacidad para hacer concesiones no previstas.

Acuerdo. Una vez consideremos haber alcanzado un intercambio favorable a


nuestros intereses, es momento de hacer ver a la otra parte que la negociación está
llegando a su fin. El objetivo no es otro que exteriorizar que no estamos dispuestos a
realizar muchas más concesiones. Conviene dejar siempre por escrito los acuerdos
alcanzados para evitar posibles problemas futuros.

Importancia de negociar; para qué negociar

¿Para qué o por qué debemos negociar? En primer lugar porque es un rasgo de
civilización, a pesar de que la historia del ser humano está plagada de negativas a
entablar negociaciones. La negociación es, sin ningún género de dudas, la mejor forma
de alcanzar un objetivo, de evitar los atajos de la violencia, entendida esta como todo
comportamiento que conlleva un daño o una amenaza de daño físico o psicológico hacia
el prójimo.

El que fuera secretario de Estado de EEUU durante los mandatos presidenciales de


Nixon y Ford, y negociador Henry Kissinger definió la negociación como “el proceso de
combinar posiciones conflictivas en una posición común, bajo una decisión de
unanimidad”19 (Kissinger, 1969).

La NTP 453. La negociación en la prevención de riesgos laborales (I): concepto y


esquema básico, resume con acierto las principales ventajas de la negociación.
Son las siguientes:

La participación en la obtención de los resultados, potencia al participante a


defenderlos.
Esa participación integra a las partes en un proceso del que se busca su calidad
(hacerlo bien puesto que, en parte, es mío).
Los participantes se sienten valorados, aceptados en sus posibilidades personales.

19
Kissinger. H. (1969) American Foreign Policy.

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48
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

De un proceso de negociación surgen las responsabilidades compartidas (aunque no


lo sean legalmente).
De un proceso de negociación, la parte más débil suele salir ganando compensaciones
concretas, y la parte más fuerte suele consolidar posiciones y prever la solución de
nuevos conflictos.
La imagen de la persona o grupo negociador aumenta en credibilidad; negociar, en
el sentido estricto de la palabra, significa tolerancia y respeto.
Desaparece la tensión de conflicto (esto es trascendental para la mejora de
las condiciones de trabajo y para la productividad, del tipo que sea, en general).
Negociar es poner en marcha la creatividad individual o de grupo (permitir y
valorar las opiniones de los demás, aceptando soluciones que inicialmente no se
habían contemplado).

Tipos básicos de negociación

Los expertos en la materia coinciden a la hora de distinguir tres tipos básicos de


negociación. A saber:

Competitiva. Es la forma de negociación más agresiva. Quien la practica deja a un


lado la empatía y se centra en lograr sus objetivos sin tener en consideración los
intereses de la otra parte. Es característica de los tratos distributivos y por tanto no
es una negociación en sentido estricto, ya que se sirve de métodos espurios como el
engaño o la amenaza20.

De colaboración. Es la negociación en su más pura esencia, ya que su piedra


basilar es el deseo de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Por lo
general es la utilizada en los tratos integradores. La colaboración es más sencilla
cuando se persiguen objetivos comunes y cuando cada una de las partes expone a la
otra sus necesidades con precisión.

De subordinación. Se configura como un rasgo de debilidad por una de las dos


partes, que antepone el deseo de evitar un conflicto a sus propios objetivos.

20El experto y profesor de negociación de la Universidad de Harvard Carlos Murro advierte: “en esta cultura, la clase de
negociación más frecuente es la competitiva, en la que se prioriza, por encima de todo, los intereses propios sin importar
demasiado cómo quedará la relación con el otro”.

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Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Negociadores y Estilos de Negociar

Se suele decir con acierto que existen tantos tipos de negociadores como negociadores,
ya que cada individuo tiene una marca personal en su forma de afrontar el proceso. A
pesar de la dificultad de clasificar los tipos de negociadores, con carácter general se
suelen dividir en dos estilos extremos: negociadores enfocados a los resultados y
negociadores enfocados a las personas.

Tipos básicos de negociadores

Enfocados a los resultados Enfocados a las personas

Se caracteriza por su escasa o nula empatía ya A diferencia del anterior perfil, este tipo de
que no siente interés alguno por las necesidades negociador otorga gran importancia a las
de la otra parte. relaciones personales.

Su único objetivo es lograr el resultado, para Es empático y por lo tanto tiene


lo que no duda en utilizar todo tipo de capacidad para ponerse en la situación
medidas de presión. del otro.
Lejos de sentirse incómodo en un ambiente Está dispuesto a ceder en sus
tenso, lo provoca, y considera que se planteamientos y objetivos para evitar
encuentra en un plano más elevado que su molestar a la otra parte.
contrincante. Sus técnicas de negociación están
Si negocia desde una posición de poder no basadas en la transparencia y no en la
duda en imponer su criterio a toda costa. presión.
Uno de los rasgos que le definen es la Tiende a dar credibilidad a la palabra del
autoconfianza. otro.

El buen negociador es un mix de los dos modelos.

Como en los demás aspectos de la vida, en la negociación no existen modelos puros. Por
tanto, todo negociador atesora, en mayor o menor medida, rasgos de los dos tipos
descritos. Como hemos indicado al principio, ambos modelos son extremos, lo que
conlleva que ninguno de ellos sea adecuado. Con arreglo al principio aristotélico de que
la virtud consiste en saber dar con el término medio entre dos extremos, el buen
negociador será aquel que atesore lo mejor de cada uno de ambos modelos.

Así, un exceso de enfoque a los resultados puede generar un ambiente tenso que se
vuelva en nuestra contra, mientras que los rasgos de debilidad pueden ser

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50
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

aprovechados por la otra parte en perjuicio de nuestros intereses. Un buen negociador


debe ser exquisito en sus modales, mostrar respeto hacia la otra parte y, al mismo
tiempo, mostrar firmeza sin llegar a mostrarse inflexible.

2.4. Política de comunicación

Toda organización, con independencia de su tamaño y ámbito de actuación, necesita


comunicar. Y lo necesita hasta el punto de que es de todo modo inconcebible planificar
cualquier actividad empresarial sin comunicación. La comunicación no debe
entenderse como una mera implementación de acciones descontextualizadas, dejadas
al albur del mayor o menor éxito de procesos intuitivos. Bien al contrario, debe ser
fruto de una pormenorizada planificación, de lo que con acierto se ha venido en llamar
política de comunicación.

“Hoy, más que nunca, las empresas operan en un ruedo a la vista del público. Su éxito
viene determinado no solo por su actuación en el mercado, sino también por lo que este
mercado –el público, en otras palabras- piensa acerca de ellas”
Herb Scmertz

La política de comunicación será la encargada de marcar los objetivos comunicativos


fijados por el plan estratégico para una organización o para un producto. Según Potter
(1999), el plan estratégico, denominado también plan de comunicación, tiene por
finalidad dotar a la entidad de un documento escrito en el que se expliquen las acciones
de comunicación (tanto internas como externas), con el fin último de alcanzar las metas
de la organización, el marco de tiempo en que se llevarán a cabo y el presupuesto
necesario para ello. Es una combinación de objetivos de comunicación, misión y
estrategias de la organización.

“La comunicación es el sistema nervioso de una organización, sin comunicación no es


posible su funcionamiento. La comunicación hace posible que la gente se organice,
defina sus objetivos, ejecute sus tareas, comparta sus ideas, tome decisiones, resuelva
problemas, y genere cambios. Al mismo tiempo la comunicación hace posible que se
cree un ambiente donde los individuos se sienten valorados como personas. Pero los
sistemas y prácticas de comunicación de una organización, como pasa con todas las
actividades humanas, son susceptibles de deterioramiento cuando no se tiene
establecido un sistema permanente de evaluación y mejoramiento”.

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51
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

("Las auditorías de la Comunicación Organizacional desde una perspectiva académica


estadounidense", F. Varona. Department of Communication Studies. San José State University.)

El Plan de Comunicación

El Plan de Comunicación es la herramienta idónea que debe explicar a partir de la


identificación de unas necesidades, qué hay que hacer para lograr los objetivos
previstos. Así, deben establecerse unos objetivos específicos (no en actuaciones
generales y vagas), priorizando cada uno de ellos. Los objetivos deberán ser en lo
posible:

Cuantificables (si un objetivo no es cuantificable no se puede gestionar


eficazmente).
Pactados (que todos los implicados en su consecución estén de acuerdo).
Realistas (que se puedan asumir).

Por lo tanto y como herramienta estratégica, con el plan de comunicación se pretende la


consecución de una imagen positiva de la entidad, tanto hacia dentro como hacia
afuera, acorde con su filosofía y objetivos, así como con los servicios que ofrece.

A lo largo del informe se desarrollarán diversos medios y alternativas en materia de


comunicación que no necesariamente deberán coincidir temporalmente en su
ejecución. De esta forma, su implementación dependerá tanto de la estrategia
propuesta, como del presupuesto del que se disponga en cada momento. En resumen,
el plan de comunicación se configura como una propuesta de acciones de
comunicación, que será de aplicación con arreglo a unos objetivos concretos
establecidos en cada momento.

La comunicación como acción estratégica

Una vez pongamos en marcha las directrices del documento, estas irán encaminadas a
mejorar el conocimiento que los receptores (externos e internos) tienen de la
organización mediante la gestión de una comunicación, tanto externa como interna, lo
más eficaz y completa posible.

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52
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Para ello, las acciones de comunicación deberán tener un carácter sostenido y continuo
tanto en el tiempo como en los soportes, para hacer partícipes a los trabajadores, así
como a los agentes sociales y económicos y en general a los ciudadanía de las decisiones
tomadas.

El gran error: desconocer las limitaciones de la comunicación.

A pesar del valor estratégico que para la organización tiene la política de comunicación,
uno de los mayores errores es confiarle la resolución de problemas que no son de su
competencia:

Un plan de comunicación trata de resolver problemas de comunicación.


Un plan de comunicación trata de anticiparse a los problemas.
Un plan de comunicación trata de desarrollar nuevas estrategias comunicativas.

Pero la comunicación no resuelve los problemas que no pertenecen a la comunicación21.

Un alcalde sin proyecto político y social no gana adhesión con el plan de


comunicación.
Una empresa sin producto no vende con el plan de comunicación.
Un rector de una universidad sin calidad en la docencia y sin reconocimiento
científico e investigador no mejorará su prestigio con un plan de comunicación.

Información en prevención

Con arreglo al artículo 23 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos


Laborales y el Reglamento de los Servicios de Prevención, las empresas están
obligadas a implementar diversas acciones preventivas. Dichos procedimientos deben
formularse por escrito para facilitar su implantación.

La citada norma concreta, en su artículo 18.1, el deber que tiene el empresario de


adoptar las medidas adecuadas para que los trabajadores reciban todas las
informaciones necesarias en relación con:

21 Varona. F. Las auditorías de la Comunicación Organizacional desde una perspectiva académica estadounidense.

Department of Communication Studies. San José State University.

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53
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

a) Los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo, tanto


aquellos que afecten a la empresa en su conjunto como a cada tipo de puesto de
trabajo o función.
b) Las medidas y actividades de protección y prevención aplicables a los riesgos
señalados en el apartado anterior.
c) Las medidas adoptadas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 20 de la
presente Ley. En las empresas que cuenten con representantes de los trabajadores,
la información a que se refiere el presente apartado se facilitará por el empresario a
los trabajadores a través de dichos representantes; no obstante, deberá informarse
directamente a cada trabajador de los riesgos específicos que afecten a su puesto de
trabajo o función y de las medidas de protección y prevención aplicables a dichos
riesgos.

El objetivo de la información es poner en conocimiento de la plantilla los posibles


riesgos inherentes a su puesto de trabajo, así como su gravedad y las medidas de
protección y prevención que se han adoptado.

Dicha información debe tornarse en comunicación ya que es de vital importancia que


exista un feedback. Así, los empleados también tienen la obligación de informar de
cualquier situación peligrosa para la salud de los trabajadores.

Por su parte, el artículo 19 de la citada ley establece la obligación del empresario de


formar a los trabajadores en materia de riesgos laborales:

1. En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar que cada


trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia
preventiva, tanto en el momento de su contratación, cualquiera que sea la
modalidad o duración de esta, como cuando se produzcan cambios en las funciones
que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de
trabajo. La formación deberá estar centrada específicamente en el puesto de trabajo
o función de cada trabajador, adaptarse a la evolución de los riesgos y a la aparición
de otros nuevos y repetirse periódicamente, si fuera necesario.
2. La formación a que se refiere el apartado anterior deberá impartirse, siempre que
sea posible, dentro de la jornada de trabajo o, en su defecto, en otras horas pero con
el descuento en aquélla del tiempo invertido en la misma. La formación se podrá
impartir por la empresa mediante medios propios o concertándola con servicios
ajenos, y su coste no recaerá en ningún caso sobre los trabajadores.

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54
Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

Por tanto, observamos que en esta materia las dos claves son la información-
comunicación y la formación, como garantía de que el trabajador sea consciente
de los potenciales riesgos del puesto y conozca las medidas preventivas que se
han implementado. Aunque dichos aspectos deben ser recogidos por escrito,
cabe apuntar la eficacia de su comunicación por medios verbales por su carácter
personal y clarificador.

Con carácter orientativo, exponemos en la tabla siguiente el modelo guía propuesto por
la “NTP 559. Sistema de gestión preventiva: procedimiento de control de la
información y formación preventiva”, para facilitar a la dirección de una organización,
“especialmente si es una pequeña o mediana empresa, la elaboración de un
procedimiento que conjugue tanto la información como la formación preventiva en un
único registro documental para su debido control”:

Modelo guía de información y formación

Se informará de los riesgos generales que afectan a toda la empresa y de las


medidas de emergencia (primeros auxilios, lucha contra incendios y
evacuación).

Se informará también sobre los riesgos específicos de cada puesto de trabajo


referentes a:
La utilización de máquinas y equipos de trabajo.
La exposición a agentes químicos, físicos y biológicos.
Las normas y medidas de prevención y protección aplicadas en cada caso.

Alcance del También deben ser informados de cualquier cambio o modificación que
deber de se produzca en su puesto de trabajo. En cuanto a la formación, todo el personal
información y de la empresa: directivos, técnicos, mandos intermedios y empleados en
formación general, deberá recibir formación en materia preventiva en función de su
actividad laboral, independientemente de la modalidad o duración del contrato.

Existirá una formación preventiva básica de carácter general para todos


los empleados de la empresa, y además habrá también una formación
específica para cada puesto de trabajo o tareas de cada trabajador.

En el caso de los trabajadores designados para la realización de actividades


preventivas el contenido de la formación deberá establecerse en función de las
responsabilidades que se les asignen (nivel básico, intermedio y superior) tal y
como recoge el Reglamento de los Servicios de Prevención.

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Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

La Dirección. Debe asegurar que toda la plantilla posee información y


formación adecuadas a sus funciones. A tal fin, se establecerá un método
informativo y formativo de prevención de riesgos laborales.

El Trabajador designado. Indica a los mandos intermedios sobre los


aspectos de seguridad y salud que se han de transmitir a los trabajadores.
Diseña, coordina e implanta el programa de formación preventiva.

El Delegado de Prevención. Como representante de los trabajadores, se


asegura de que todos estén informados en materia de prevención. Fiscaliza que
la empresa cumple el programa de formación preventiva.

Responsables Los Mandos directos. Informan a los trabajadores a su cargo sobre los
y personal riesgos para la seguridad. Imparten formación específica, en especial en
involucrado materias críticas. Cumplimenta y firma el Anexo 1: Certificación de la
información y formación en PRL.

El Monitor de formación. Es un operario muy cualificado que participa en


la formación de los nuevos trabajadores.

Los Trabajadores. Tienen derecho a ser informados y formados sobre los


riesgos laborales y derecho y obligación de informar sobre cualquier situación
potencialmente peligrosa que detecten.

El Responsable de las evaluaciones. Debe informar a la organización de


los riesgos identificados en cada puesto de trabajo y de las medidas necesarias
para su prevención y corrección.

Metodología

1. Incorporación

Al incorporarse al puesto, todo trabajador debe recibir un ejemplar del Manual de


Prevención de Riesgos Laborales, que debe contener la gestión de la organización en
esta materia. También recibirá un resumen del Plan de emergencia y normas
generales de la empresa. Además, debe ser informado tanto de los riesgos generales
que existen, como de las medidas preventivas implementadas para evitar dichos
riesgos. En un plazo no superior a 15 días desde su incorporación debe recibir
formación en materia preventiva que contemplará:

o El Manual General de Prevención, así como los procedimientos de actuación en


los que el trabajador esté implicado.
o Las normas generales de prevención en la empresa.

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Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

o El Plan de emergencia.

Por último, cumplimentará la ficha del Anexo 1, que tiene por objeto dejar
constancia de que ha recibido esta información.

2. Información y formación preventiva específica

La información en PRL no se circunscribe a la inicial recibida. Bien al contrario, el


mando directo del trabajador debe informar al trabajador de los riesgos concretos
del puesto. El trabajador designado es el responsable de los contenidos de dicha
información, que deberá elaborar con arreglo a la legislación y especificaciones
técnicas de los productos y maquinaria. Además, se elaborará una ficha hoja
informativa para cada puesto de trabajo, en la que se detallarán tanto los riegos del
puesto como las medidas preventivas establecidas al efecto. Los trabajadores
recibirán este documento de su mando directo. Cada trabajador tendrá asignado un
monitor de formación a los efectos de garantizar el desarrollo de las actividades
formativas.

3. Información y formación preventiva continua

Las acciones de formación e información deben tener continuidad a lo largo del


tiempo. A tal efecto:

o Los directivos y técnicos acudirán a sesiones de información y formación en


gestión preventiva.
o Los mandos intermedios deberán incorporar temas relativos a la prevención en
las reuniones de trabajo, e interesarse sobre potenciales riesgos que hayan podido
ser detectados por los trabajadores.
o Los trabajadores serán formados e informados en materia de prevención, en los
supuestos de modificación de las condiciones de seguridad en el puesto por la
incorporación de nuevas tecnologías y sustancias.

4. Programa de formación anual

Cada año, los responsables de la empresa diseñarán un programa de formación en


prevención de riesgos laborales, que se incorporará al programa formativo general
de la organización. En dicho programa se contemplarán:

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Capítulo 2: Técnicas de comunicación, información y negociación

o Objetivos generales y específicos.


o Responsables de la impartición de la formación.
o Destinatarios.
o Contenidos.
o Cronograma.
o Articulación de la materia.
o La metodología concreta.
o Las modalidades de evaluación en cada caso.

5. Registro y archivo

Cada acción formativa llevará aparejada una evaluación. Dicho informe será
elaborado por el responsable de la acción con los datos siguientes:

o Periodo.
o Nombre, cargo y demás datos personales y profesionales de los destinatarios.
o Contenido.
o Resultados de la evaluación.

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Capítulo 3
Seguimiento y control de
la ejecución del proyecto
aplicado a la prevención
Autor: Gabriel García-Prieto Arrabal
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

La ejecución de un proyecto lo podemos definir como la puesta en marcha de todo lo


establecido en la fase de planificación.

Las principales Áreas de Conocimiento o Gestión que se utilizan en la Dirección de


Proyectos son:

1. El alcance.
2. El tiempo y el cronograma.
3. Los costes.
4. La producción.
5. La Calidad.
6. El personal.
7. Las comunicaciones.
8. Los riesgos.
9. Las compras o adquisiciones.
10. El cierre del proyecto.

3.1. El alcance

Incluye los procesos necesarios para definir el trabajo que debe realizarse con el fin de
alcanzar los objetivos del proyecto, y cumplir con los requisitos de los interesados. Es
fundamental definir un Plan para la Gestión del Alcance: el alcance va a ser planeado,
ejecutado y controlado.

Área de Seguimiento y
Inicio Planificación Ejecución Cierre
conocimiento control
Recopilar requisitos Verificar el alcance
Alcance
Definir alcance Controlar el alcance

Recopilar requisitos

Requisitos: son las necesidades, deseos y expectativas que debe cumplir el proyecto
para satisfacer a los interesados. Recopilar requisitos significa definir y gestionar las
expectativas de los interesados. Este proceso se preocupa por reunir los requisitos del
proyecto, registrarlos y analizarlos.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Definir el alcance

Es la descripción detallada del alcance del producto y del proyecto. Para ello se utiliza la
documentación creada en la recolección de requisitos, el acta de constitución,
información de restricciones, hipótesis, riesgos y contratos, y activos de los procesos de
la organización y se genera un documento que describe detalladamente los entregables
del proyecto y el trabajo necesario para generarlos. Esto incluye:

Características y criterios de aceptación del producto.


Otros entregables del proyecto.
Exclusiones del proyecto.
Restricciones que limitan las opciones del equipo.
Supuestos del proyecto con su impacto potencial.
Riesgos adicionales.

Verificar el alcance

Conseguir la aceptación de los entregables durante el grupo de procesos de seguimiento


y control. Esta aceptación se obtiene después de inspeccionar los entregables donde se
verifica que cumplen con los requisitos y criterios de aceptación.

Verificar el alcance Control del alcance


Aceptación de los entregables por
parte del cliente
≠ Comprobar la exactitud de los entregables, si
se alcanzan los niveles de calidad acordados

Controlar el alcance

Mide el estado actual del alcance del proyecto y del producto contra la línea base del
alcance (lo planificado) y confirma si existen variaciones (análisis de variación), el
impacto de estas variaciones, y decide si deben realizarse cambios.

Se asegura de que todos los cambios que alteren la línea base se ejecuten por medio del
Control Integrado de Cambios, gestiona estos cambios. Esto se detalla posteriormente
en las órdenes de cambios.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

3.2. El tiempo y el cronograma

El seguimiento y control del cronograma del proyecto establecido en la fase de


Programación, es de gran importancia para el éxito del Proyecto. Al ser un parámetro
de gran importancia, el análisis y el control del cronograma ya establecido, debe
hacerse a nivel de actividad y con una frecuencia máxima trimestral. En función de
ámbito o sector los controles a veces han de ser hasta diarios. Y en función de la
tipología del proyecto también, por ejemplo las consultorías pueden modificar su
alcance y objetivos con gran facilidad en función del cliente, etc. Por lo que es muy
recomendable llevar ese control.

En el seguimiento y control del cronograma son de vital importancia las fechas


establecidas para la entrega de los productos y especialmente las que corresponden a
los Hitos parciales del proyecto.

La cantidad de recursos asignados a cada actividad, fase o hito, son esenciales para el
cumplimiento del cronograma (plazos y fechas).

Para gestionar correctamente el tiempo es necesario:

Definir las actividades (hacer una figura).


Secuenciar las actividades.
Estimar los recursos de las actividades.
Estimar la duración de las actividades.
Desarrollar el cronograma.
Controlar el cronograma.

Área de
Inicio Planificación Ejecución Seguimiento y control Cierre
conocimiento
Definir las actividades
Secuenciar las actividades
Estimar los recursos de
Tiempo las actividades Controlar el cronograma
Estimar la duración de las
actividades
Desarrollar el cronograma

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Definir las actividades

Es el proceso que descompone los paquetes de trabajo en actividades y/o acciones


específicas que deben ser realizadas para elaborar los entregables.

Secuenciar las actividades

Identifica y documenta las relaciones lógicas existentes entre las actividades, y muestra
la secuencia de acuerdo a cómo el trabajo debe ser completado. El resultado es un
diagrama de red: muestra las dependencias entre las actividades y si además incluimos
la duración estimada de las actividades, el diagrama puede mostrar la ruta crítica.

Diagrama de red

Método de Diagramación por Precedencia (PDM) - Actividad en el Nodo (AON):

Utiliza las flechas o nodos para representar actividades y flechas para mostrar las
relaciones lógicas:

La actividad antecesora debe terminar para


Final a inicio
que inicie la sucesora.

La actividad sucesora puede finalizar si ha


Final a final
finalizado la antecesora.

La actividad antecesora debe haber iniciado


Inicio a inicio
para que la sucesora pueda iniciar.

Para que pueda finalizar la actividad sucesora


Inicio a final
debe haber iniciado la antecesora.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Ejemplo de un diagrama de red y cálculo de la ruta crítica:

Actividad Predecesora Duración semanas


A Inicio 3
B A 5
C A 11
D B 9
E ByC 1
Fin DyE -

Rutas:
A + B + D = 17
A + C + E = 15
A+B+E=9

Ruta crítica: A + B + D = 17

Estimar los recursos de las actividades

Estimar el tipo y cantidad de recursos necesarios para ejecutar cada actividad.


Materiales, personas, equipos o suministros.

Los recursos deben ser planificados y coordinados para que estén disponibles cuando
se necesitan, además la estimación de recursos debe de coordinarse con la Estimación
de Costes.

Establecer la cantidad de tiempo que cada actividad demorará en realizarse con los
recursos estimados.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Estimar la duración de las actividades

Para realizar esta estimación se utiliza la información del alcance del trabajo y de la
estimación y calendario de los recursos. No se permite incluir colchones (padding) en
la estimación. Para realizar dicha estimación se pueden emplear distintas técnicas:
Juicio de Expertos, Estimación de un Punto, Estimación Analógica, Estimación
Paramétrica, Análisis de Regresión o Diagrama de Dispersión, Curva de Aprendizaje, o
Estimación de Tres Valores (PERT)...

Desarrollar el cronograma

Determina las fechas de inicio y finalización planificadas de cada una de las actividades
e hitos que se desarrollan a lo largo del proyecto. No olvidar al crear el cronograma que
hay que analizar:

El orden de las actividades.


Su duración.
Los requisitos de los recursos.
Calendario de los recursos.
Las restricciones.

Controlar el cronograma

Medir el avance real vs. el planeado para gestionar la línea base del cronograma:

Estado actual del cronograma del proyecto.


Influir en los factores que generan cambios.
Determinar si el cronograma ha cambiado.
Gestionar los cambios.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Diagrama de barras

Diagrama de red del cronograma del proyecto

3.3. Los costes

Durante la fase de ejecución del proyecto es necesario hacer un adecuado seguimiento y


control, de todos los parámetros económicos del mismo. Dicho seguimiento y control
debe hacerse periódicamente y a nivel de actividades, fases e hitos. Los principales
datos económicos a determinar y controlar son los costes, la producción y los plazos.
Vamos a centrarnos en este apartado en los costes en el ámbito de la prevención.

El seguimiento y control a nivel de actividades, fases e hitos, permite comparar datos


iguales con los datos establecidos en la programación y en el caso de existir
discrepancias importantes, tomar las medidas correctoras necesarias.

En este apartado lo más práctico es centrarse en conocer el coste, en términos de analítica


económica de los accidentes de trabajo, cuya evaluación no suponga un ejercicio contable,

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

sino la obtención de una cifra estimativa. Una vez alcanzado este objetivo, conociendo el
coste de las medidas preventivas, se estará en condiciones de efectuar un análisis coste-
beneficio que permita calcular la rentabilidad económica de dichas medidas preventivas.

Alcance:

Se deberían registrar y evaluar los siguientes tipos de sucesos:

Todos los accidentes con lesiones, con o sin baja.


Todos los accidentes que produzcan pequeñas lesiones (pequeños cortes,
contusiones rasguños, etc.), que se solucionen con una cura de botiquín.
Todos los accidentes que, sin haber causado lesiones de ningún tipo, sean
potenciales de causarlas, si se vuelve a repetir el suceso que los ha provocado:
o Accidentes con daños materiales.
o Accidentes que impliquen un paro significativo en el proceso productivo.
o Incidentes que supongan un tiempo perdido significativo.

Debe haber una concordancia registral entre los siguientes documentos:


Procedimiento de evaluación del coste de accidentes de trabajo. Anexo 1.
Informes de Investigación de Incidente/Accidente.

Desarrollo del procedimiento:

La valoración de la totalidad de los costes, tanto de los accidentes como los incidentes
laborales, ocurridos en la empresa, se realiza mediante un Proceso de Evaluación
(anexo I).

Este proceso se realiza mediante un cuestionario, en el que se indican los costes


comunes, ocurridos en los accidentes laborales, de esta forma se puede valorar el coste
que supone a la empresa.

El cuestionario se completa de la forma descrita a continuación en los siguientes


subapartados.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Datos del accidentado, lugar y fecha

Días de baja: se introduce en el cuestionario, el total de los días después del accidente
que ocasionen incapacidad laboral del trabajador.

Este dato se incorporará una vez finalizado periodo de baja del trabajador, y
comenzara a contar el día después de ocurrido el accidente, hasta la fecha de alta del
mismo.

Posteriormente hay que detallar si se ha producido algún tipo de incapacidad y el grado


de la misma, si es así indicaremos SI (junto con el grado y forma de incapacidad), y si
no lo ha habido indicaremos NO.

Coste del personal

1. Horas no trabajadas por el accidentado (el día del accidente):


Las horas no trabajadas por el accidentado el día en que ocurrió el accidente, para
hallar el coste de estas horas tendremos en cuenta:
o El número de horas perdidas (no trabajadas).
o El coste de cada una de las horas no trabajadas.

Si desconocemos este dato tomaremos dos horas de referencia si no causa baja


laboral y 4 horas en caso contrario.

2. Las horas no trabajadas por otros compañeros, el mismo día del accidente:
o Por cada trabajador implicado tanto de forma indirecta como por cercanía o por
cualquier otra razón.
o Si no sabemos las horas de los implicados, se indicará 1 hora por cada uno, que se
calculará conforme a su categoría y será diferente para los de distintos grados o
especialidades.
o El cuestionario incluye hasta cinco puestos, pero se pueden aumentar hasta el
número total de ellos.

3. Horas dedicadas por los mandos y técnicos el día del accidente:


o Será como el de los puntos anteriores, solo en caso de desconocer las horas reales,
indicaremos una hora por mando o técnico.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

o Podemos añadir a esto la dedicación realizada a la investigación inmediata, de lo


ocurrido, la ayuda prestada al damnificado, y cualquier otro tiempo que
consideremos oportuno sucedido como consecuencia del accidente.

4. Horas dedicadas por los mandos técnicos y delegados de prevención en los días
consecutivos al accidente sin incluir el mismo día del suceso. Esto comprende:
o La investigación del accidente.
o El traslado a los juzgados y tribunales competentes.
o La reorganización y puesta en marcha del trabajo.
o Las inspecciones necesarias que se deban realizar por los órganos competentes.

5. Existen tipos de mejoras voluntarias de la prestación por incapacidad temporal:


o Normalmente la prestación económica en caso de accidente laboral que satisfacen
las entidades gestoras que colaboran con la seguridad social es del 75% sobre la
base reguladora.
o Algunos Convenios Colectivos exigen que la empresa satisfaga una parte o hasta
la integridad del salario del trabajador accidentado, lo que supone un incremento
en el coste, a la empresa.

Debemos tener en cuenta que siempre corre a cuenta de la empresa el día en el que
se produce el accidente.

6. Cotizaciones por parte de la Empresa a la Seguridad Social relativas al trabajador, y


que no se interrumpen, aunque tenga incapacidad temporal. Todo ello sin contar el
día en que se produjo el accidente.

Nº de días de I.T. x Importe diario de cotización a la S.S.

Coste de daños materiales

7. Locales, instalaciones y edificios:


o Si la reparación la realiza la propia empresa a través del servicio interno,
valoraremos las horas empleadas (del mismo modo que en el apartado 1).
o Los materiales que se hayan empleado para las reparaciones e incluiremos todas
aquellas facturas que hemos pagado para restaurar los daños materiales.
o Si la reparación es realizada por servicios ajenos a la empresa (externos): En este
caso solo se tendrá en cuenta, las facturas recibidas de los servicios externos sin

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

incluir todos aquellos daños que quedan cubierto por los seguros que posea la
Empresa.

8. Maquinaria, Herramientas y equipos de trabajo:


Se hará de la misma firma indicada en el apartado anterior, es decir, valorando el
número de horas empleadas por el coste de cada una (todo ello conforme a la
fórmula del anterior apartado):
o Respecto a los materiales necesarios para realizar las reparaciones, haremos
como el apartado anterior, incluiremos las facturas que hemos satisfecho para
restaurar los daños materiales.
o Maquinaria de trabajo: se incluirán las facturas del alquiler o compra de todos los
equipos de trabajo (maquinas, utensilios) que se hayan requerido o necesitado.
o Reparaciones realizadas por algún servicio externo: también se incluirán las
facturas, de todos aquellos arreglos o reparaciones que hayan realizado empresas
ajenas a la empresa.

En ningún caso se tendrán en cuenta los perjuicios o averías cubiertas por seguros.

9. Productos acabados, semirreformados o materias primas:


Debido al accidente ciertas materias primas o productos, se pueden ver dañados.
Debemos incluir este coste, calculándolo mediante esta fórmula:

Coste unitario x Nº de unidades dañadas

La medida de las unidades siempre será en toneladas.

10. Pérdidas de producción:


En este caso se ha perdido la producción esperada en ese margen de tiempo, por lo
que hay una reducción de los beneficios. La fórmula a aplicar en este apartado sería
la siguiente:

Producción prevista – Producción real

11. Incremento de costes para mantener la producción:


Para conservar la producción en la misma cota, tenemos que calcular el aumento del
coste económico añadido:

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70
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

o Horas Extras: se realiza de la misma forma que en el apartado 1, multiplicando


las horas por el coste de cada una de ellas.
o Gastos de Selección, Contratación y Formación del sustituto: el Reemplazo del
accidentado por otro trabajador, supone un incremento en el coste adicional.
Hay que calcular el coste horario por las horas trabajadas, de la selección, la
contratación y la formación de trabajador que sustituirá al accidentado.
o Contratación y Subcontratación de obras y servicios: debemos incluir el importe
de las facturas del coste en caso de ser necesarios la realización de un servicio/s u
obra/s determinados.
o Otros costes: todos aquellos gastos adicionales que no se han tenido en cuenta en
los aparatados anteriores y suponen un incremento del coste en la empresa.

Otros costes

12. Responsabilidad Administrativa: importe de las sanciones:


Si la empresa es responsable en alguna medida del accidente y dependiendo de la
gravedad del mismo, puede conllevar sanciones administrativas. Para ello se suele
realizar una investigación, las consecuencias de la misma, pueden ser las siguientes:
o Sanciones administrativas.
o Paralización del trabajo.
o Suspensión o cierre del Centro de Trabajo.
o Limitaciones a la facultad de contratar con la Administración.

13. Responsabilidad en materia de Seguridad Social: recargos de prestaciones:


Si la seguridad social entiende que la responsabilidad del accidente o enfermedad
del trabajador ha sido consecuencia de falta de medidas de Seguridad por parte de la
empresa, puede realizar un incremento (multa/recargo) en las prestaciones
económicas, a la empresa, así como aumentar las primas de cotización por
enfermedades o accidentes laborales.

14. Responsabilidad civil: Indemnizaciones abonadas directamente por la empresa:


Si existe responsabilidad civil por parte de la empresa, deberá pagar una
indemnización económica como consecuencia del incumplimiento de cualquier
obligación.

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71
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

15. Coste de Defensa Jurídica (abogados, peritos, etc.). Costes legales y periciales:
Los honorarios de estos profesionales, se deberán incluir en los costes; facturas de;
peritos, abogados, procuradores, costas judiciales, etc.

16.Otros Costes
o Gastos de medios de transporte utilizados para los traslados del accidentado,
taxis, ambulancias, bomberos, etc.
o Los gastos del material, utensilios sanitarios utilizados por el Servicio Médico.
o Costes de los servicios adicionales necesarios para limpieza.
o Pérdida de prestigio e imagen de comercio y mercado.
o Tiempo empleado por quien realiza los primeros auxilios (si no estuviese cubierto
por el seguro).
o Cualquier otro gasto en el que se incurra, significativos para la empresa.

Costes de prevención

17. Coste de las medidas adoptadas para evitar la repetición del accidente:
Contendrá el coste de de todas las medidas que hay que tomar por la empresa para
que no vuelva a ocurrir otro accidente de las mismas características. Alarmas,
dispositivos, formación, prevención, y cualquier otra que fuese necesaria, conforme
a las características del accidente.

Si el coste es por cualquier mecanismo, dispositivo, alarma, debemos incluir las


facturas con o sin mano de obra, precisas para su implantación.
En caso de cursos o formación, debemos incluir el coste del formador y el tiempo
dedicado por los trabajadores a esta instrucción de prevención.

Análisis coste-beneficio

Valorado el coste económico de los accidentes de trabajo, y sabido el coste de las


Medidas Preventivas en el apartado de costes de prevención. Podremos calcular la
rentabilidad (coste- beneficio) de estas medidas, tendremos en cuenta:

Las carencias de las medidas de prevención de riesgos que deberíamos haber tenido
y que han ocasionado el accidente, debemos contabilizarlo como ingresos.

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72
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Las medidas preventivas que debemos implantar para rectificar las deficiencias que
han ocasionado el accidente, lo contabilizaremos como gastos.

Generalmente el coste económico del accidente laboral es mucho más elevado que el
que hubiese tenido el de las medidas preventivas avocadas a evitarlo.

El resultado (Coste-Beneficio) da generalmente un resultado positivo de lo que se


hubiese ahorrado si se hubiese efectuado la implantación de las medidas preventivas.

Conclusión

Con los datos anteriores, sabremos el importe del ahorro que hubiese supuesto para la
empresa a lo largo del año si se hubiesen implantado las medidas de prevención que
podrían haber impedido el accidente.

Para conocer el coste de los accidentes de trabajo, podremos exportar los datos de los
que dispongamos para conocer el coste ponderado de los accidentes laborales,
podremos tomar como referencia o medida, cualquiera de los conceptos que están
incluidos en el cuestionario.

Este apartado de costes se ha confeccionado con la ayuda de las siguientes referencias:

Costes de los accidentes de trabajo: procedimiento de evaluación. Antonio Gil Fisa.


INSHT, 1999.
Análisis de costes de accidentes de trabajo. Instituto Navarro de Salud Laboral.
Procedimiento de evaluación del coste de accidentes de trabajo. OSALAN Instituto
Vasco de Seguridad y Salud Laborales.

Por otro lado, el INSHT ha publicado durante 2013 tres NTP muy interesantes sobre
este asunto, en el que se plantean una serie de reflexiones y criterios de actuación a fin
de acometer la integración del análisis coste-beneficio en la gestión de la acción
preventiva y poder estimar así su rentabilidad económica y social (ver NTP 982, 983 y
984).

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73
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Anexo 1
CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN DE COSTE DE ACCIDENTES/INCIDENTES DE
TRABAJO
DATOS DEL ACCIDENTADO-LUGAR Y FECHA REGISTRO:
Nombre del trabajador: Días de baja:
Centro de trabajo Fecha del accidente:
Incapacidad: SI NO
Grado:

COSTE DEL PERSONAL


Horas Coste horario Total
1. Horas no trabajdas por el accidentado (el día del accidente) 0,00
2. Horas no trabajadas por otros compañeros (el día del accidente) Horas Coste horario Total
0,00
3. Horas dedicadas por los mandos y técnicos (el día del accidente) Horas Coste horario Total
0,00
4. Horas dedicadas por los mandos, técnicos, delegados de
prevención, etc. (Días posteriores al accidente) Horas Coste horario Total
0,00
5. Mejoras voluntarias a la prestación por Incapacidad Temporal Días Importe diario Total
0,00
6. Cotizaciones a la Seguridad Social (por parte de la empresa) Días Importe diario Total
0,00

COSTE DE DAÑOS MATERIALES


7. -Edificios e instalaciones Horas Coste horario Total
Reparación por el Servicio Interno 0,00
Materiales 0,00
Reparación por el Servicio Externo 0,00
8. Maquinaria, Herramientas y equipos de trabajo Horas Coste horario Total
Reparación por el Servicio Interno 0,00
Materiales 0,00
Alquiler o compra de equipos 0,00
Reparación por el Servicio Externo 0,00
9. Productos acabados, semireformados o materias primas Total
Coste x Nº unidades dañadas 0,00
10. Pérdidas de producción Total
Producción prevista-Producción real 0,00
11. Incremento de costes para mantener la producción Total
Horas extras 0,00
Contratación y formación del reemplazante 0,00
Contratación y subcontratación de obras y servicios 0,00
Otros costes 0,00
OTROS COSTES
12. Responsabilidad Administrativa: importe de las sanciones 0,00
13. Responsabilidad en materia de Seguridad Social: recargos de prestaciones 0,00
14. Responsabilidad civil: Indemnizaciones (abonadas directamente por la empresa) 0,00
15. Coste de Defensa Jurídica (abogados, peritos, etc..) 0,00
16. Otros costes 0,00
OBSERVACIONES (*)

(*) Actuaciones pendientes de resolución final que pueden dar lugar a costes añadidos (sentencias, juicios, etc)
COSTES DE PREVENCIÓN
17. Coste de las medidas adoptadas para evitar la repetición del accidente 0,00
COSTES TOTALES 0,00
ANALISIS COSTE-BENEFICIO
INGRESOS COSTES TOTALES - COSTES DE PREVENCION 0,00
GASTOS COSTES DE PREVENCIÓN 0,00
COSTES-BENEFICIOS TOTAL 0,00
Fuente: Procedimientos de Prevención de la sociedad Cementos Portland

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

3.4. La producción

El seguimiento y control de la ejecución del proyecto

El seguimiento y control de un proyecto es básicamente la verificación que durante la


ejecución se está cumpliendo o mejorando la planificación previamente establecida. En
el caso que existan desviaciones, respecto a lo planificado, será necesario analizar las
causas de tales desviaciones y establecer las Acciones necesarias para alcanzar los
objetivos inicialmente previstos.

Las “acciones necesarias” deben trasladarse a la planificación-programación inicial del


proyecto y en consecuencia dispondremos de una nueva “replanificación”. La
actualización y revisión de la Planificación de un proyecto “replanificacion”, en
ocasiones, puede afectar al alcance, objetivos, costes y presupuesto del proyecto. En
este caso será necesario reestructurar la programación inicial y negociar con el Cliente
los cambios a implantar.

En general cualquier “replanificación” debe tener el Visto Bueno del Cliente y su


gestión es responsabilidad directa del Director del Proyecto.

Parámetros que miden el éxito de un proyecto

Los parámetros que miden el éxito de un proyecto son esencialmente los siguientes:

El cumplimiento de los plazos establecidos en el Cronograma de la Planificación.


El cumplimiento de los principales datos económicos establecidos en la
planificación: costes, facturación, cobros, pagos, beneficio y otros.
El cumplimiento con la calidad requerida.
El alcanzar la plena o suficiente satisfacción del cliente, al finalizar el proyecto.

Para alcanzar el cumplimiento de los parámetros anteriormente mencionados es


necesario realizar adecuadamente los procesos de seguimiento y control.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Factores claves a monitorizar y controlar

Durante la fase de seguimiento y control, los factores más importantes a monitorizar y


controlar periódicamente, al nivel de actividades, son los siguientes:

Los rendimientos.
Los plazos de entrega.
Los recursos asignados (personas, medios, etc.).
Los datos económicos.
La calidad de los productos y su aceptación por el Cliente.
Los riesgos.

Además de los anteriores también son importantes los siguientes:

Las buenas relaciones con el Cliente.


Los informes, sobre incidencias importantes, que se generen durante la ejecución
del proyecto.

El análisis de las solicitudes u órdenes de cambios

En la práctica totalidad de los proyectos es normal que se produzcan modificaciones en


los alcances, necesidades, objetivos y criterios que generan órdenes de cambio. Dichas
solicitudes u órdenes de cambio pueden proceder tanto del Cliente como de la Empresa
y pueden tener carácter obligatorio u opcional. Su seguimiento y control es de gran
importancia ya que suelen aparecer durante la fase de ejecución y pueden alterar de
manera sustancial las áreas de gestión del proyecto, pueden afectar al alcance,
presupuesto, a los costes, al Cronograma, a las personas, a los productos entregables y a
los riesgos.

Las solicitudes u órdenes de cambio deben ser analizadas, valoradas e informadas,


según su naturaleza y alcance, por el Director del Proyecto y su equipo. En el caso de un
Consorcio/UTE, el Director del Proyecto debe conseguir la aprobación de cada una de
las empresas que lo componen.

La aprobación final de una solicitud de cambio debe quedar plasmada en un


documento aceptado y firmado por todas las partes interesadas (cliente, proveedor,
otros) y conlleva su implementación, así como su posterior seguimiento y control.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

El análisis y control de los rendimientos

Durante la fase de ejecución de los proyectos es preciso verificar que se están


cumpliendo con los Rendimientos que se establecieron en la fase de planificación.

El seguimiento y control de los rendimientos que se obtienen, en cada una de las


actividades, es esencial y especialmente en el caso que se identifique que estos son
inferiores a los establecidos en la programación. En este caso las principales
consecuencias que conlleva son:

Retraso en las fechas de entrega de los productos.


Necesidad de aumentar el número de personas y recursos.
Incremento de los costes.
Efecto negativo en los beneficios económicos del proyecto.
Para conseguir que la rentabilidad económica del proyecto sea igual o similar a lo
inicialmente planificado, será necesario tomar las acciones que correspondan
(aumentar los rendimientos, cambiar el procedimiento que corresponda, cambios de
personal, etc.).

En el caso de detectarse disminuciones importantes de los rendimientos, en una o


varias actividades, es necesario hacer un análisis profundo de las causas, hacer
proyecciones y tomar las medidas correctoras que procedan de forma que los plazos de
entrega y los resultados económicos sean iguales o similares a los establecidos en la
programación del proyecto.

En el caso que la disminución de los rendimientos obedezca a cuestiones de fuerza


mayor o imprevistos no considerados en el contrato, será necesario comunicarlo
documentalmente al cliente junto con la solución alternativa que se propone.

La disminución de los rendimientos tiene menor importancia, para la empresa, en el


caso de proyectos de asistencia técnica por cesión de personal.

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77
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

3.5. La Calidad

El plan de calidad del proyecto y su control

Normalmente los Pliegos de Condiciones y los contratos establecen la calidad requerida


para que el producto (bienes o servicios) sea aceptado por el Cliente. Igualmente se
establecen las penalizaciones que el Cliente aplicará, a la empresa, en el caso que el
producto no cumpla con los estándares de Calidad establecidos.

Cuando hablamos de Calidad hablamos de términos como: La satisfacción del cliente,


Prevención antes que inspección, mejora continua – kaizen, justo a tiempo, gestión de
la calidad total – TQM, la responsabilidad de la dirección, análisis marginal, etc.

Para que los productos tengan la calidad requerida es necesario que en la fase de
planificación se establezca un Plan de Aseguramiento de Calidad, que debe implantarse
durante la fase de ejecución, y verificarse durante la fase de Seguimiento y Control.

El Plan de Aseguramiento de la Calidad debe afectar a todas las actividades que


conforman la obtención del producto a entregar al Cliente.

El proceso de seguimiento y control de la Calidad debe analizar el cumplimiento de los


estándares de calidad establecidos en cada una de las actividades y, en su caso,
identificar las deficiencias o errores que puedan existir.

3.6. El personal

El director del proyecto en la ejecución del proyecto. Funciones y


responsabilidades

El Director del proyecto puede definirse como “la persona que tiene la responsabilidad
de integrar los esfuerzos internos y externos a la organización para dirigirlos hacia la
ejecución, con éxito, del Proyecto”.

Las principales funciones que tiene el director del proyecto, durante la ejecución del
proyecto son las de: representación, organización, coordinación, seguimiento y control,

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78
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

replanificación y motivación. Como resumen se puede decir que la principal


responsabilidad del director de un proyecto es finalizar este con éxito y en consecuencia
alcanzar los objetivos establecidos y principalmente los de: coste, recurso, plazo y
calidad.

Para que el director de un proyecto realice, con éxito, sus funciones y responsabilidad
es necesario que la organización le faculte de la suficiente autoridad.

En el caso de proyectos y/o empresas menores podemos hablar de las figuras de:
Coordinador o Jefe del proyecto.

El análisis de las capacidades y situación del personal del proyecto

Durante la ejecución de los proyectos es esencial verificar que las personas asignadas a
una determinada función y/o responsabilidad son las adecuadas. Por tal motivo el
Seguimiento y Control de tales capacidades y su situación en el proyecto, es esencial
para el éxito del proyecto.

El seguimiento y control tanto de las capacidades como de la situación del personal, en


el proyecto, es responsabilidad de su jefe y también del Director del Proyecto.

En el caso de detectar alguna inadecuación importante debe actuarse modificando la


situación de dichas personas.

En el caso de proyectos internacionales de contratar personal local para trabajar en el


país donde se realiza el proyecto, es necesario controlar que se está aplicando la
legislación laboral de dicho país.

3.7. Las comunicaciones

La información clave a obtener. Su análisis y su distribución

La información a obtener, durante la fase de Ejecución, es la necesaria para monitorizar


y controlar, a nivel de actividades, los factores mencionados en la anterior diapositiva.
Dicha información obtenida debe analizarse de forma que permita recalcular y

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

replanificar periódicamente los factores y parámetros más importantes para el


cumplimiento de los objetivos del proyecto.

La información relevante y su análisis debe ser conocida por el equipo del proyecto. El
Director del proyecto es el responsable principal de: obtener, analizar y distribuir la
información clave y si es necesario transmitirá al Cliente la información que sea
necesaria, en el caso de tener que realizar una determinada reprogramación.

El análisis de la información y las comunicaciones en el equipo del


proyecto

Durante la fase de ejecución, es muy importante que todo el equipo del proyecto esté
suficientemente informado de la marcha del proyecto. Es de vital importancia hacer un
seguimiento y control del plan de Gestión de las comunicaciones (tipo de información,
forma de distribución, interesados, responsable de facilitar la información, frecuencia,
etc.).

El Director del Proyecto es, generalmente, el responsable de gestionar todo lo relativo a


la información y la comunicación con el equipo del proyecto.

La adecuada comunicación de información sobre el proyecto, al equipo del proyecto,


facilitará el éxito del proyecto y evitará polémicas entre el personal. Para lograr este
cometido son fundamentales las reuniones presenciales y videoconferencia como
método de comunicación y especialmente lo son para cerrar y solucionar conflictos
profesionales entre personas del equipo.

Informes de progreso del proyecto

Para hacer un buen seguimiento y control del proyecto es imprescindible disponer


periódicamente de la información real, a nivel de actividad o grupo de actividades,
sobre la ejecución del proyecto, a fin de compararlo con la planificación y analizar la
situación real del proyecto.

En el caso de Consorcios y/o UTE, el Director del Proyecto debe establecer criterios
claros para obtener la información real, con el objeto de eliminar con criterios
particulares que pueda tener cada una de las empresas del Consorcio. Los informes que
contiene la información indicada en el apartado anterior se agrupa en lo que se

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80
Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

denominan “Informes de progreso” del proyecto. Estos contienen, en general, informes


numéricos (datos y fechas) y gráficos.

Para cada una de las actividades, los informes de progreso deben contener, al menos, la
siguiente información:

Fechas reales de comienzo y finalización.


Porcentaje ya realizado.
Tiempo y coste que se estima necesario para su finalización.

En el caso de existir deficiencias, deben implementarse las acciones correctoras


necesarias para corregir las causas que han originado las deficiencias.

3.8. Los riesgos

El análisis y control de los riesgos

El riesgo es todo hecho o circunstancia, con posibilidad de producirse y que si así es,
tendrá influencia en la ejecución y en los resultados económicos del proyecto.

La tipología de riesgos, por grupos, es la siguiente:

Riesgos relativos a los contratos, con el Cliente y con los subcontratistas.


Riesgos comerciales y de los cobros.
Riesgos relativos al valor o cambio de la moneda.
Riesgos técnicos.
Riesgos personales.
Riesgos procedentes del entorno del proyecto.

El seguimiento y control del Plan de gestión de los riesgos del proyecto, establecido
durante la fase de Planificación, así como la identificación y análisis de nuevos riesgos,
durante la fase de ejecución, es de gran importancia para el éxito del proyecto.

La aprobación e implementación de las “órdenes de cambio” pueden originar nuevos


riesgos o pueden modificar los ya analizados.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

3.9. Las compras o adquisiciones (subcontratación)

La gestión de adquisiciones en un proyecto supone desarrollar y administrar los


contratos u órdenes de compra emitidas por los miembros autorizados del equipo del
proyecto.

Toda adquisición debe ir soportada por un acuerdo formal entre dos partes, comprador
y vendedor. En dicho contrato deben constar en el contrato del producto o servicio que
se desea adquirir.

Solo lo que consta en el contrato es lo que debe hacerse. Los cambios al contrato se
solicitan, y deben ser aprobados por escrito. Esto ayuda a disminuir el riesgo del
proyecto.

Es misión del director del proyecto:

Conocer lo que está pasando.


Entender los términos y condiciones del contrato.
Asegurarse que el contrato contiene todo el alcance del trabajo que se necesita.
Identificar riesgos.
Cerciorarse de que el cronograma del contrato se alinea con el proyecto.
Mantener una buena relación con el vendedor.
Garantizar que todo el trabajo especificado en el contrato se cumple.
Gestionar los cambios al contrato.
No solicitar nada que no esté en el contrato.

El análisis y control de los subcontratos

El objetivo de estos subcontratos suele ser el suministro de un determinado bien o


servicio y se contrata a una empresa especializada para que lo provea, ya que nuestra
empresa, titular del contrato, no lo realiza o no puede realizarlo, en ese momento.

El seguimiento y control de la gestión de los subcontratos del proyecto, es de gran


importancia para el éxito del proyecto y debe realizarse periódicamente. En algunos
casos será necesario reunirse en la sede de la empresa subcontratista para verificar la
situación real de la realización del producto subcontratado.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

Los factores principales a monitorizar y controlar, en relación a los subcontratos son la


Calidad de los productos y los plazos de entrega.

Los subcontratos, son los contratos que se establecen entre la empresa o consorcio
adjudicataria/o del proyecto internacional y una empresa o profesional libre autónomo.

En el subcontrato debe establecerse quién es el Director del proyecto o interlocutor por


parte del subcontratista.

El responsable único ante el Cliente continúa siendo nuestra empresa y en


consecuencia el Director del Proyecto será su representante.

Al subcontrato deben trasladarse las obligaciones y riesgos (plazos, cobros, calidad,


garantías, penalizaciones, etc.) que nuestra empresa tiene con el Cliente. También
deben estipularse los procesos necesarios para realizar un buen seguimiento y control
de la ejecución del bien o servicio a proveer.

3.10. El cierre del proyecto

De manera resumida los principales puntos a gestionar en el cierre de un proyecto:

a. Analizar las cláusulas del contrato referidas a su cierre “plan de cierre del proyecto”.

b. Gestionar las actividades del cierre del proyecto que son:


o La entrega de los productos, servicios e informes finales, así como los
procedimientos para su elaboración.
o Realizar las recepciones provisionales y definitivas del proyecto así como las
Actas correspondientes.
o Transferencia de activos.
o Realizar el archivo documental e informático, de toda la información generada.
o Obtener la carta o certificado de finalización y buena ejecución del proyecto.
o Elaboración de la referencia técnica del proyecto.
o El cierre y liquidación de todos los conceptos económicos del proyecto:
1. La presentación, al Cliente, de las últimas facturas y su cobro.
2. La recuperación de los Avales y garantías financieras.

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Capítulo 3: Seguimiento y control de la ejecución del proyecto

3. Pago finales a consultores y subcontratistas.


4. Liquidación de los aspectos fiscales en el país.
5. Liquidación del consorcio y reparto de beneficios.
6. Liquidación de la empresa local, en su caso.
7. Repatriación de resultados.

c. La entrega de los productos, servicios e informes finales.

d. La entrega de la documentación que recoge de los procedimientos utilizados, para la


elaboración de los productos o servicios.

e. Los periodos de garantía referidos a posibles defectos.

f. Las recepciones provisionales y definitivas del proyecto. Actas.

g. Las facturas de liquidación del proyecto. Presentación y cobro.

h. Recuperación de los avales y garantías financieras.

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Capítulo 4
Planificación y organización
de la prevención

Autora: Irene López Mena


Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

4.1. Modalidades organizativas

Una de las primeras decisiones que la empresa tiene que adoptar es la elección de la
modalidad organizativa. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Reglamento de
los Servicios de Prevención nos dan una serie de pautas a tener en cuenta a la hora de
elegir cómo nos vamos a organizar, estableciendo los requisitos a cumplir para poder
optar por una u otra modalidad. Dentro de las diferentes posibilidades que nos da el
art. 10 del Reglamento de los Servicios de Prevención, podemos hacer una agrupación
entre modalidades internas (las asumidas con recursos propios) y las externas
(recursos ajenos):

Modalidades internas o propias

El empresario asume la modalidad organizativa

Trabajador designado

Servicio de prevención propio (SPP)

Servicio de prevención mancomunado (SPM)

Esta e s una modalidad un tanto e spe cial, como vere mos


más adelante, en cuanto a que puede considerarse una
mezcla e ntre modalidad externa e interna.

Modalidades externas o ajenas

Servicio de Prevención Ajeno (SPA)

Esta clasificación tiene una gran importancia, puesto que las modalidades internas
requerirán la realización de una auditoría legal, mientras que la opción del Servicio de
Prevención Ajeno permitirá evitar a la empresa dicha auditoría, puesto que es el SPA el
que es controlado por las administraciones en la aprobación, control y mantenimiento
de la acreditación necesaria para su funcionamiento.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

El empresario asume la modalidad organizativa

Esta modalidad está pensada para las pequeñas empresas que tienen una estructura
organizativa muy ajustada y en la que cada trabajador asume diferentes funciones.
Viene definida en el artículo 11 del Reglamento de los Servicios de Prevención.
Sólo se podrá optar por ella cuando se cumplan los siguientes requisitos:

1. Se trate de una empresa de hasta 10 trabajadores.


2. Que las actividades desarrolladas en la empresa no sean consideradas de especial
peligrosidad (según lo establecido en el Anexo I del RD 39/1997).
3. Que el empresario desarrolle de forma habitual su actividad profesional en el centro
de trabajo.
4. Que tenga la capacidad correspondiente a las funciones preventivas que va a
desarrollar.

Según la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su


internalización, esta misma posibilidad se reconoce al empresario que, cumpliendo
tales requisitos, ocupe hasta 25 trabajadores, siempre y cuando la empresa disponga de
un único centro de trabajo.

Con el fin de ayudar a la micropyme y facilitar la elección de esta modalidad, el


INSHT ha puesto en marcha PREVENCION10, un portal online de asesoramiento en
PRL público y gratuito para las empresas de menos de 10 trabajadores.
https://www.prevencion10.es

Trabajador designado

El artículo 12 del RSP regula la esta modalidad organizativa en la que el empresario


puede designar a uno o varios trabajadores para ocuparse de la actividad preventiva en
la empresa, cubriendo aquellas actividades que no puedan ser cubiertas con ellos, con
uno o más servicios de prevención propios o ajenos (siendo la última opción la más
habitual y lógica).

La capacitación de los trabajadores designados será acorde al tipo de funciones a


realizar, de acuerdo a lo establecido en el Capítulo VI del Reglamento de los Servicios
de Prevención y tal y como se ha desarrollado en el tema titulado “Formación” de esta
misma asignatura.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

El número de trabajadores designados, así como los medios que el empresario ponga a
su disposición y el tiempo de que dispongan para el desempeño de su actividad,
deberán ser los necesarios para desarrollar adecuadamente sus funciones, por lo que
volvemos a utilizar el “suficiente y adecuado” tan habitual en la normativa preventiva.

Servicio de Prevención Propio

El Servicio de Prevención Propio está pensado para las grandes empresas, de hecho, el
art. 14 del RSP establece su constitución como obligatoria en los siguientes
supuestos:

1. Que se trate de empresas que cuenten con más de 500 trabajadores.


2. Que, tratándose de empresas de entre 250 y 500 trabajadores, desarrollen alguna de
las actividades consideradas como peligrosas incluidas en el anexo I del RSP.
3. Cuando así lo decida la autoridad laboral, previo informe de la Inspección de
Trabajo y Seguridad Social y, en su caso, de los órganos técnicos en materia
preventiva de las Comunidades Autónomas, en función de la peligrosidad de la
actividad desarrollada o de la frecuencia o gravedad de la siniestralidad en la
empresa, salvo que se opte por el concierto con una entidad especializada ajena.

El servicio de prevención propio constituirá una unidad organizativa específica y sus


integrantes dedicarán de forma exclusiva su actividad en la empresa a la finalidad del
mismo, deberá dar cobertura como mínimo a dos de las especialidades o
disciplinas preventivas (seguridad, higiene, ergonomía y psicosociología aplicada y
vigilancia de la salud). Esto requiere contar con expertos con la capacitación requerida
en función de la especialidad a cubrir y las funciones a desempeñar, que deberán
trabajar de forma coordinada.

El Servicio de Prevención Propio contará con las instalaciones y los medios humanos y
materiales necesarios para la realización de las actividades preventivas que vayan a
desarrollar en la empresa; complementándose con uno o más servicios de prevención
ajenos en la realización de aquellas actividades preventivas que no sean o no puedan
ser asumidas a través del servicio de prevención propio.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Servicio de Prevención Mancomunado

Podrán constituirse servicios de prevención mancomunados entre empresas que:

1. Desarrollen simultáneamente actividades en un mismo centro de trabajo, edificio o


centro comercial, siempre que quede garantizada la operatividad y eficacia del
servicio en los términos previstos en el apartado 3 del artículo 15 del Real Decreto
337/2010.
2. Entre aquellas empresas pertenecientes a un mismo sector productivo o grupo
empresarial o que desarrollen sus actividades en un polígono industrial o área
geográfica limitada. Las empresas que tengan obligación legal de disponer de un
servicio de prevención propio no podrán formar parte de servicios de prevención
mancomunados constituidos para las empresas de un determinado sector, aunque sí
de los constituidos para empresas del mismo grupo.

Tal y como hemos mencionado antes, el Servicio de Prevención Mancomunado es una


modalidad un tanto especial, porque puede suponer una combinación entre un
servicio de prevención propio y uno ajeno, aunque a efectos legales, es
considerada como una modalidad propia, tal y como queda establecido en el apartado 3
del artículo 21 del RSP (y en el Real Decreto 337/2010): “dichos servicios,
tengan o no personalidad jurídica diferenciada, tendrán la consideración de servicios
propios de las empresas que los constituyan”.

Al igual que se exige al Servicio de Prevención Propio, el mancomunado deberá


contar con al menos tres especialidades o disciplinas preventivas. En cuanto a
los recursos humanos mínimos para poder constituirse, deberán disponer de los
equivalentes a los exigidos para los servicios de prevención ajenos y en cuanto a los
recursos materiales, se tomará como referencia los que se establecen para los servicios
de prevención ajenos, con adecuación a la actividad que estos desarrollen en las
empresas.

La actividad preventiva de los servicios mancomunados se limitará a las empresas


participantes. Las condiciones de la prestación de servicios en que deberán debatirse, y
en su caso ser acordadas, en el seno de cada uno de los comités de seguridad y salud de
las empresas afectadas.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

El servicio mancomunado deberá contar con un acuerdo de constitución, que se


deberá adoptar previa consulta a los representantes legales de los trabajadores de cada
una de las empresas afectadas. En él deberán constar expresamente las condiciones
mínimas en que tal servicio de prevención debe desarrollarse. Este acuerdo deberá
comunicarse con carácter previo a la autoridad laboral del territorio donde radiquen
sus instalaciones principales en el supuesto de que dicha constitución no haya sido
decidida en el marco de la negociación colectiva.

El servicio de prevención mancomunado deberá tener a disposición de la autoridad


laboral y de la autoridad sanitaria la información relativa a las empresas que lo
constituyen y al grado y forma de participación de las mismas.

Servicio de Prevención Ajeno

Según el artículo 16 del Reglamento de los Servicios de Prevención el


empresario deberá recurrir a uno o varios SPA, que colaborarán entre sí cuando sea
necesario, siempre que concurra alguna de las siguientes circunstancias:

1. Que la designación de uno o varios trabajadores sea insuficiente para la realización


de la actividad de prevención y no concurran las circunstancias que determinan la
obligación de constituir un servicio de prevención propio.
2. Que en el supuesto de que la Autoridad Laboral haya instado a la empresa a
constituirse como SPP, la empresa haya decidido optar por la contratación de un
SPA (ver el art. 14.c RSP).
3. Que se haya producido una asunción parcial de la actividad preventiva en los
términos previstos para la asunción de la actividad preventiva por el empresario o
por el servicio de prevención propio.

El deber de consulta establecido en el art. 33 de la LPRL requiere que los


representantes de los trabajadores sean consultados por el empresario con carácter
previo a la adopción de la decisión de concertar la actividad preventiva con uno o varios
servicios de prevención ajenos. Así mismo, los criterios a tener en cuenta para la
selección de la entidad con la que se vaya a concertar dicho servicio, así como las
características técnicas del concierto, se debatirán, y en su caso se acordarán, en el seno
del Comité de Seguridad y Salud de la empresa (art. 39 LPRL).

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

La empresa y Servicio de Prevención Ajeno por el que haya optado como modalidad
organizativa deberán concertar por escrito la prestación del servicio, de acuerdo a los
términos establecidos en el artículo 20 del RD 39/1997.

Requisitos para la constitución como SPA

Para poder actuar como Servicios de Prevención Ajenos el RSP (art. 17 y siguientes)
exige a las entidades especializadas que reúnan los siguientes requisitos:

a. Disponer de la organización, las instalaciones, el personal y los equipos necesarios


para el desempeño de su actividad. Esto supone:

o Disponer como mínimo de un técnico que cuente con la cualificación necesaria


para el desempeño de las funciones de nivel superior por cada una de las
especialidades o disciplinas preventivas técnicas.
o Contar al menos, con un médico especialista en medicina del trabajo o diplomado
en Medicina de Empresa y un ATS/DUE de empresa para la cobertura de la
especialidad de vigilancia de la salud (cfr. Real Decreto 843/2011).
o Disponer del personal necesario que tenga la capacitación requerida para
desarrollar las funciones de los niveles básico e intermedio, en función de las
características de las empresas cubiertas por el servicio.
o Disponer en los ámbitos territoriales y de actividad profesional en los que
desarrollen su actividad, como mínimo, de las instalaciones e instrumentación
necesarias para realizar las pruebas, reconocimientos, mediciones, análisis y
evaluaciones habituales en la práctica de las especialidades preventivas, así como
para el desarrollo de las actividades formativas y divulgativas básicas.

b. Constituir una garantía que cubra su eventual responsabilidad.

c. No mantener con las empresas concertadas vinculaciones comerciales, financieras o


de cualquier otro tipo, distintas a las propias de su actuación como servicio de
prevención, que puedan afectar a su independencia e influir en el resultado de sus
actividades.

d. Asumir directamente el desarrollo de las funciones señaladas en el art. 31.3 de la Ley


31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, que hubieran
concertado.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Añadido por R.D. 843/2011

Desde el 5 de julio de 2013, los Servicios de Prevención Ajenos (SPA) que no estén
acreditados en las 4 especialidades o disciplinas preventivas, esto es, Seguridad en el
Trabajo, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología Aplicada, y Medicina del
Trabajo, no podrán seguir prestando sus actividades como tales, ya que finaliza el
periodo transitorio concedido por la norma que permite actuar hasta tal fecha a las
entidades que no cuenten con expertos en Medicina del Trabajo (medida que se
concretó a través del Real Decreto 337/2010, que entre otros, modificó el artículo 18 del
Reglamento de los Servicios de Prevención).

Este mismo Real Decreto, puso las bases de un período transitorio durante el cual los
SPA que no contasen con la especialidad de Medicina del Trabajo podrían seguir
actuando como tales durante un plazo que finalmente, y tras la publicación del Real
Decreto 843/2011, que regula la actividad sanitaria de estas entidades especializadas,
se fijó en el 5 de julio de 2013.

Todos estos requisitos serán exigidos por la Autoridad Laboral y la Autoridad Sanitaria
a la hora de conceder y mantener la acreditación necesaria para su constitución como
Servicio de Prevención Ajeno.

Añadido por Real Decreto 899/2015, de 9 de octubre

Desde el 11 de octubre de 2015 se establece que la acreditación para actuar como SPA se
otorga una sola vez y todos los servicios de prevención ajenos deben contar con las
cuatro especialidades, sin que pueda otorgarse una acreditación parcial o por
especialidades. De esta forma, cuando un servicio de prevención ajeno sea acreditado
por parte de cualquier autoridad laboral de las comunidades autónomas, teniendo en
cuenta que actualmente debe obtener de manera simultánea las cuatro especialidades,
no tendrá que volver a pasar un proceso de acreditación en ningún otro lugar del
territorio nacional, sin perjuicio de obtener las autorizaciones sanitarias pertinentes
cuando se trate de la apertura de centros sanitarios.

Asimismo, se agiliza el proceso de intercambio de datos entre administraciones


públicas a través de la aplicación informática SERPA, y desaparece la revocación
parcial, en base al principio de unidad de mercado que determina que la cuantificación

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92
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

de los trabajadores y recursos debe contemplarse de forma global, sin que el ámbito
territorial pueda ser el criterio decisivo en la materia, de manera que la revocación de la
acreditación deberá producirse siempre que, efectivamente, la insuficiencia de recursos
se determine de manera global tomando España como unidad de cómputo, sin
consideración de comunidades autónomas o provincias.

Las Mutuas y sus sociedades de prevención

Con el nacimiento en noviembre de 1995 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales


y con el Reglamento de los Servicios de Prevención en 1997, las Mutuas de Accidentes
de Trabajo y Enfermedades Profesionales veían una importante posibilidad de reducir
la siniestralidad laboral, lo que beneficiaría e incidiría de forma muy considerable en su
gestión. La LPRL autorizó a las Mutuas a desarrollar las funciones del
Servicio de Prevención Ajeno con respecto a sus empresas asociadas, lo que
permitió que los primeros Servicios de Prevención Ajenos nacieran como
departamentos específicos dentro de las propias Mutuas.

En paralelo, se fueron creando los Servicios de Prevención Ajenos Privados,


constituidos con capital privado y sin conexión alguna con las Mutuas.

La convivencia de las dos modalidades sigue vigente actualmente, pero con grandes
diferencias respecto a sus inicios, especialmente en lo referido a los Servicios de
Prevención de las Mutuas que, a través del RD 688/2005 de 10 de junio, por el que se
regula el régimen de funcionamiento de las mutuas de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales de la Seguridad Social como servicio de prevención ajeno,
tuvieron que crear sociedades mercantiles totalmente diferenciadas de la actividad
empresarial de la Mutua, pudiendo la Mutua participar con cargo a su patrimonio
histórico, en dichas sociedades mercantiles de prevención. Actualmente las Mutuas
cuentan con sus Sociedades de Prevención, de las que, siendo o participando en su
propiedad, mantienen la actividad y su gestión totalmente diferenciada.

Auditorias

Aquellas empresas que hayan optado por una modalidad organizativa interna o propia
tendrán que someter su sistema de prevención a un control externo realizado por una
auditora acreditada.

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93
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Podrán quedar exentas de auditoría las empresas que cumplan los siguientes
requisitos:

a. Tener una plantilla igual o menor a 50 trabajadores.


b. Realizar actividades no incluidas en el anexo I del Reglamento de los Servicios de
Prevención.
c. Contar con un sistema preventivo cuya eficacia resulte evidente.
d. Cumplimentar y remitir a la autoridad laboral una notificación sobre la concurrencia
de las condiciones que no hacen necesario recurrir a la auditoria. El Reglamento de
los Servicios de Prevención propone el modelo a utilizar en su anexo II, aunque
pueden existir matices según la CCAA en la que se quiera realizar el trámite.

Si los datos de accidentalidad o cualquier otro pusiera de manifiesto que la empresa


exenta de auditoría cuenta con un sistema de prevención inadecuado, la autoridad
laboral, previo informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y, en su caso, de
los órganos técnicos en materia preventiva de las Comunidades Autónomas, podrá
requerirles la realización de una auditoría.

La auditoría deberá ser realizada por personas físicas o jurídicas autorizadas por
la autoridad laboral competente del lugar donde radiquen sus instalaciones principales.
Entre las auditoras y la empresa auditada no podrán existir vínculos comerciales,
financieros o de cualquier otro tipo, distintos a los propios de su actuación como
auditoras, que puedan afectar a su independencia o influir en el resultado de sus
actividades. Del mismo modo, no podrán realizar para la misma o distinta empresa
actividades de coordinación de actividades preventivas, ni actividades en calidad de
entidad especializada para actuar como servicio de prevención, ni mantener con estas
últimas vinculaciones comerciales, financieras o de cualquier otro tipo, con excepción
de las siguientes:

a. El concierto de la persona o entidad auditora con uno o más servicios de prevención


ajenos para la realización de actividades preventivas en su propia empresa.
b. El contrato para realizar la auditoría del sistema de prevención de un empresario
dedicado a la actividad de servicio de prevención ajeno.

Cuando la complejidad de las verificaciones a realizar lo haga necesario la auditora


podrá recurrir a otros profesionales que cuenten con los conocimientos, medios e
instalaciones necesarios para su realización.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

El RD 39/1997 establece en sus artículos 30 y 31 la metodología y el contenido mínimo


de las este tipo de auditorías, conocidas como auditorías legales, y de los informes
que han de emitir.

Existe también la auditoría voluntaria a la que se someten las empresas que sin
obligación legal quieren realizar un control de su sistema de prevención. Es habitual
que muchas empresas se auditen según los criterios de la especificación OHSAS 18001,
cuya certificación supone un distintivo para las empresas que la obtienen. Podría darse
el caso de que una empresa con un servicio de prevención propio (a modo de ejemplo)
hiciera la auditoría legal y una auditoría voluntaria, ya que la voluntaria no le eximiría
de realizar la legal, puesto que los criterios y las exigencias de ambos controles son
diferentes.

4.2. El Plan de Prevención como herramienta para la


organización de la PRL

¿Qué es el Plan de Prevención?

El art. 16 de la LPRL establece:

“La prevención de riesgos laborales deberá integrarse en el sistema general de gestión


de la empresa, tanto en el conjunto de sus actividades como en todos los niveles
jerárquicos de esta, a través de la implantación y aplicación de un plan de prevención de
riesgos laborales”. El artículo 2.1 del RSP menciona al Plan de Prevención para indicar
que es “la herramienta mediante la que se integra la prevención en el sistema general de
gestión de la empresa y se establece la política de prevención de riesgos laborales”. La
guía técnica para la integración de la prevención de riesgos laborales en el sistema general
de gestión de la empresa, indica que el Plan de Prevención es “el conjunto ordenado de
las actividades necesarias para implantar un Sistema de prevención”; entendiendo por
Sistema de Prevención “el sistema de gestión de la prevención que resulta de la
integración de esta en el sistema general de gestión de la empresa”.

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95
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Todas las empresas están obligadas a contar con este plan de prevención que, como
mínimo deberá incluir, porque así los establecen la LPRL y el RSP:

La identificación de la empresa, de su actividad productiva, el número y


características de los centros de trabajo y el número de trabajadores y sus
características con relevancia en la prevención de riesgos laborales.
La estructura organizativa de la empresa, identificando las funciones y
responsabilidades que asume cada uno de sus niveles jerárquicos y los respectivos
cauces de comunicación entre ellos, en relación con la prevención de riesgos laborales.
La organización de la producción en cuanto a la identificación de los distintos
procesos técnicos y las prácticas y los procedimientos organizativos existentes en la
empresa, en relación con la prevención de riesgos laborales.
La organización de la prevención en la empresa, indicando la modalidad preventiva
elegida y los órganos de representación existentes.
La política, los objetivos y metas que en materia preventiva pretende alcanzar la
empresa, así como los recursos humanos, técnicos, materiales y económicos de los
que va a disponer al efecto.

Añadido por Ley 25/2009

Las empresas, en atención al número de trabajadores y a la naturaleza y peligrosidad de las


actividades realizadas, podrán realizar el plan de prevención de riesgos laborales, la
evaluación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva de forma simplificada,
siempre que ello no suponga una reducción del nivel de protección de la seguridad y salud
de los trabajadores y en los términos que reglamentariamente se determine.

Política, objetivos y planificación de la actividad preventiva

La política, los objetivos y la planificación de la acción preventiva son elementos que


obligatoriamente deben estar contemplados en el Plan de Prevención, y que tienen una
gran importancia en la planificación y organización de la prevención de riesgos
laborales de la empresa.

La política de PRL contiene las directrices establecidas por la dirección para orientar
la actuación de la empresa en materia preventiva, marca los objetivos generales y el
compromiso de la organización con la seguridad y salud en el trabajo. Supone un punto
de arranque desde el que posteriormente ir concretando la actividad preventiva.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Los objetivos deben ser una consecuencia de la política. Pero deben ser concretos,
realistas y medibles, ya que nos marcarán el camino a seguir. El hecho de proponer
unos objetivos anuales nos ayudará a priorizar las medidas y actuaciones preventivas y
orientarlas hacia aquellos aspectos en los que más tengamos que mejorar o que mayor
riesgo impliquen para nuestros trabajadores. Si no se establecen objetivos, lo más
habitual es que se trabaje la prevención de una forma desordenada e incoherente con
las necesidades de la empresa.

En base a los objetivos propuestos, se definirán las actuaciones de la planificación de la


actividad preventiva que tengan que ponerse en marcha durante ese año para conseguir las
metas fijadas, dando lugar al programa de actividades preventivas. Si nos hemos puesto
como objetivo formar al 100% de los recursos preventivos que necesitamos en la empresa,
necesariamente deberemos incluir dicha formación en el programa; si nos hemos marcado
como objetivo una reducción del índice de incidencia, deberemos analizar qué está
originando los accidentes para programar las medidas preventivas más dirigidas a
prevenirlos; y si por ejemplo, nos ponemos como objetivo conseguir la certificación OSHAS
18000, deberemos incluir en el programa todas las acciones que nos lleven a disponer de
un sistema de gestión adecuado como para ser auditado.

El hecho de contar con una política, unos objetivos y una planificación, nos permitirá
planificar las actividades preventivas de una forma coherente, siendo este el primer
paso necesario para poner en marcha una sistemática de gestión basada en la mejora
continua, en la que, de acuerdo al círculo de Deming, o círculo PDCA: planificamos
(Plan), ejecutamos (Do), controlamos (Check), y ajustamos (Act).

Ajustar Planificar
(Act) (Plan)

Controlar Ejecutar
(Check) (Do)

Circulo Deming, PDCA o círculo de la mejora continua

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Seguir una gestión basada en el PDCA implica:

Planificar: identificando los aspectos que queremos mejorar o los riesgos más
importantes que queremos eliminar, reducir o controlar. Establecemos qué vamos a
hacer y hacemos una previsión de los medios que vamos a necesitar, siendo
coherentes a la hora de fijarnos objetivos con nuestras posibilidades organizativas,
presupuestarias, etc.

Ejecutar: la ejecución de las medidas y actividades preventivas deberán implicar a


toda la estructura jerárquica. En esta fase cada responsable ejecutará aquello que le
haya sido asignado en la fase de planificación.

Controlar: se trata de identificar el desfase entre lo planificado y lo ejecutado y


analizar cómo se han hecho las cosas, de manera que podamos sacar acciones de
mejora. Si por ejemplo no hemos conseguido cumplir nuestro objetivo de formar a
todos los recursos preventivos, tenemos que saber por qué y analizar qué ha
ocurrido. Puede ocurrir que se haya planificado la formación en unas malas fechas,
que los trabajadores no estén implicados, que no hayamos tenido presupuesto para
toda la formación, etc. En función de cuál haya sido el motivo, tendremos que sacar
una acción de mejora que se refleje en la fase siguiente de ajuste y que se tenga en
cuenta cuando el ciclo vaya a volver a ponerse en marcha con una nueva
planificación. También es conveniente analizar los factores que nos llevan a un
cumplimiento exitoso de lo planificado, para tenerlos también en cuenta en la
próxima planificación.

Ajustar: en esta fase se detallarán todas las medidas de mejora previstas para
corregir los desfases identificados en la etapa de control. De esta manera, se tendrán
en cuenta al volver a iniciar el ciclo, con la nueva planificación.

Integración de la actividad preventiva. Definición de funciones

El plan de prevención debe identificar las funciones preventivas asumidas por cada uno
de los niveles jerárquicos o unidades funcionales de la estructura organizativa de la
empresa, con el fin de que los objetivos y los principios de la actividad preventiva se
tengan en cuenta de forma natural al desempeñar sus funciones productivas; que la
prevención forme parte de la tarea a realizar por cada trabajador y que se asuma de una
forma natural y no forzada.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

La implantación de la prevención de riesgos laborales no puede ser responsabilidad


únicamente del técnico, del coordinador o de los servicios de prevención de la empresa.
Necesaria y obligatoriamente, porque además así lo exige la LPRL, la prevención de
riesgos debe estar integrada en cada una de las actividades y en todos los niveles
jerárquicos de la empresa. El personal técnico debe tener un papel principal a la hora
de asesorar y prestar apoyo a toda la estructura organizativa para que las personas que
la integran puedan llevar a cabo correctamente sus funciones preventivas pero tiene
que tener un papel secundario a la hora de ejecutarlas.

Existen dos vías habituales por las que definir las funciones preventivas. La primera de
ellas es la de disponer de una relación de tareas preventivas según las diferentes unidades
funcionales recogidas en el organigrama de la empresa. No debe elaborarse ningún
organigrama paralelo para poder incluir las funciones preventivas, estas deben estar
integradas en la estructura que tiene la empresa. De otro lado, la definición de funciones en
cada uno de los procedimientos que integran el plan de prevención y/o integrando las
funciones preventivas en los procedimientos de trabajo que tenga la empresa.

Algunas de las funciones que han de definirse se incluyen en esta relación, no


exhaustiva, en función del área funcional ocupada.

DIRECCIÓN

1. Elaboración de una política de seguridad y salud adecuada a la empresa.

2. Establecer y documentar los principios y objetivos de la prevención de riesgos laborales


en coherencia con la política preventiva existente.
Determinar anualmente los objetivos a conseguir por la empresa en Prevención de
Riesgos.

3. Escoger la modalidad organizativa de la empresa en función de lo establecido en el


Reglamento de los Servicios de Prevención.

4. Establecer la estructura organizativa necesaria para la realización de las actividades


preventivas.

5. Establecer las competencias y las interrelaciones de cada departamento en materia de


prevención de riesgos laborales. Definir los sistemas de comunicación en Prevención de
Riesgos Laborales.

6. Revisar y firmar los conciertos con el servicio de prevención.

7. Asignar los recursos necesarios, tanto humanos como materiales, para conseguir los
objetivos establecidos.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Establecer las pautas y tomar las decisiones necesarias para la cumplimentación y


ejecución de la planificación de la actividad preventiva. Aprobar el programa anual de
actividades preventivas.

8. Autorizar la realización de trabajos específicos a personal cualificado.

9. Aprobar y conocer los procedimientos relativos a prevención en la empresa.

10. Otras.

RESPONSABLES DE UNIDADES FUNCIONALES

1. Proporcionar los medios necesarios a los mandos directos de su unidad funcional a fin
de que estos puedan desempeñar correctamente sus cometidos. A tal fin deberán
asegurar se de que tales mandos directos estén debidamente formados.

2. Cumplir y hacer cumplir los objetivos preventivos, estableciendo aquellos específicos


para su unidad, basándose en las directrices recibidas.

3. Cooperar con los distintos departamentos de la empresa a fin de evitar duplicidad o


contrariedad de actuaciones.

4. Integrar los aspectos de seguridad, calidad y medio ambiente en las reuniones de trabajo
con sus colaboradores y en los procedimientos de actuación de la unidad.

5. Revisar periódicamente las condiciones de trabajo en su ámbito de actuación, de


acuerdo con el procedimiento establecido.

6. Participar en la investigación de todos los accidentes con lesión acaecidos en su unidad


funcional y garantizar que se adoptan las soluciones necesarias para evitar su repetición.

7. Promover y participar en la elaboración de procedimientos de trabajo en aquellas tareas


críticas que se realicen normal u ocasionalmente en su unidad funcional.

8. Efectuar un seguimiento y control de las acciones de mejora a realizar en su ámbito de


actuación, surgidas de las diferentes actuaciones preventivas.

9. Conocer la evolución de la prevención en la empresa a través de la revisión de


indicadores de los objetivos, información de accidentes y enfermedades acaecidas (días
de baja, costes, etc...), conclusiones de los reconocimientos médicos, etc...

10. Revisar periódicamente la eficacia y adecuación del Plan de Prevención de la empresa y


promover las actuaciones necesarias para corregir las actuaciones.

11. Consultar a los trabajadores en la adopción de decisiones que puedan afectar a la


seguridad, salud y condiciones de trabajo.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

MANDOS / ENCARGADOS

1. Elaborar y transmitir los procedimientos e instrucciones referentes a los trabajos que se


realicen en su área de competencia.

2. Velar por el cumplimiento de dichos procedimientos e instrucciones de los trabajadores


a su cargo, asegurándose de que se llevan a cabo en las debidas condiciones de
seguridad.

3. Informar a los trabajadores afectados de los riesgos existentes en los lugares de trabajo y
de las medidas preventivas y de protección a adoptar.

4. Analizar los trabajos que se llevan a cabo en su área detectando posibles riesgos o
deficiencias para su eliminación o minimización.

5. Vigilar con especial atención aquellas situaciones críticas que puedan surgir, bien sea en
la realización de nuevas tareas bien en las ya existentes, para adoptar medidas
correctoras inmediatas.

6. Colaborar en la investigación todos los accidentes e incidentes ocurridos en su área de


trabajo, de acuerdo con el procedimiento establecido.

7. Formar a los trabajadores para la correcta realización de las tareas que tengan asignadas
y detectar las carencias al respecto.

8. Colaborar en la aplicación de las medidas preventivas y sugerencias de mejora que


propongan sus trabajadores.

TRABAJADOR DESIGNADO

1. Asesorar y apoyar las diferentes actividades preventivas establecidas.

2. Asistir y participar en las reuniones del Comité de Seguridad y Salud, si existe, en


calidad de asesor.

3. Canalizar la información de interés en materia preventiva hacia la estructura de la


organización, así como los resultados del desarrollo de la acción preventiva.

4. Facilitar la coordinación de las relaciones interdepartamentales a fin de facilitar la


cooperación necesaria y evitar defectos y efectos adversos para la salud, la propiedad o
el medio ambiente.

5. Revisar y controlar la documentación referente a la prevención de riesgos laborales


asegurando su utilización y su disponibilidad.

6. Actuar de nexo de unión con colaboradores externos en materia preventiva.

7. Realizar aquellas actividades preventivas específicamente encomendadas.

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Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

El INSHT ha editado una guía técnica para la “integración de la prevención de riesgos


laborales en el sistema de gestión de la empresa”, en la que encontrar varias
recomendaciones para mejorar el grado de integración de la prevención. En dicha guía
se indica que:

“Se considerará que la prevención se ha integrado en la gestión y realización de una


actividad si su procedimiento de ejecución se ha fijado y se aplica respetando los
“requisitos preventivos” exigibles (y no solo los productivos) y si las personas que
intervienen en su gestión y ejecución disponen de la formación e información necesaria
para el desempeño de sus funciones”.

Esta idea es la que tiene que primar a la hora de definir las funciones que recaen sobre cada
unidad funcional o sobre cada persona, de manera que aquellas obligaciones preventivas
inherentes a la actividad productiva se asuman con naturalidad. En este caso del
coordinador o el técnico de prevención funciona como mero asesor, prestando el apoyo
técnico necesario en función del grado de autonomía que tenga cada persona o unidad
funcional. A mayor autonomía, menor necesidad del técnico y mayor grado de integración.

4.3. Órganos de representación especializada

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales reconoce el derecho de participación y consulta


de los trabajadores respecto a las cuestiones preventivas que afecten a la empresa. Para
ejercer este derecho, la ley ha creado la figura del Delegado de Prevención,
representante de los trabajadores en materia de PRL, y del Comité de Seguridad y
Salud, órgano paritario compuesto por representes de la empresa y los trabajadores.

Delegados de Prevención

Tal y como define el artículo 35 de la LPRL:

“Los delegados de prevención son los representantes de los trabajadores con funciones
específicas en materia de prevención de riesgos en el trabajo”.

Serán elegidos por y entre los representantes de los trabajadores o delegados de


personal (reconocidos por el artículo 62 del Estatuto de los Trabajadores), de acuerdo a
la siguiente escala:

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102
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

DELEGADOS DE
TRABAJADORES
PREVENCIÓN

Hasta 49 1

De 50 a 100 2

De 101 a 500 3

De 501 a 1.000 4

De 1.001 a 2.000 5

De 2.001 a 3.000 6

De 3.001 a 4.000 7

Más de 4.001 8

A efectos de aplicar la escala y determinar el número de Delegados de Prevención se


tendrán en cuenta los siguientes criterios, a menos que por convenio colectivo se
establezca otro sistema:

a. Los trabajadores vinculados por contratos de duración determinada superior a un


año se computarán como trabajadores fijos de plantilla.
b. Los contratados por término de hasta un año se computarán según el número de
días trabajados en el período de un año anterior a la designación. Cada doscientos
días trabajados o fracción se computarán como un trabajador más.

Competencias y facultades

Las competencias de los Delegados de Prevención quedan definidas en el artículo 36 de


la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Estas pueden ampliarse si así se acuerda en
convenio colectivo:

a. Colaborar con la dirección de la empresa en la mejora de la acción preventiva.


b. Promover y fomentar la cooperación de los trabajadores en la ejecución de la
normativa sobre prevención de riesgos laborales.
c. Ser consultados por el empresario.
d. Ejercer una labor de vigilancia y control sobre el cumplimiento de la normativa de
prevención de riesgos laborales.

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103
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

En las empresas que no cuenten con Comité de Seguridad y Salud por no alcanzar el
número mínimo de trabajadores establecido al efecto, los delegados de prevención
asumirán también las competencias atribuidas a este.

Con el objetivo de garantizar el correcto cumplimiento de las competencias asignadas a


los delegados de prevención, estos cuentan con las siguientes facultades:

a. Acompañar a los técnicos en las evaluaciones de carácter preventivo del medio


ambiente de trabajo, a los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social en las visitas y
verificaciones que realicen en los centros de trabajo para comprobar el
cumplimiento de la normativa sobre prevención de riesgos laborales, pudiendo
formular ante ellos las observaciones que estimen oportunas.
b. Tener acceso, con las limitaciones establecidas en la normativa, a la información y
documentación relativa a las condiciones de trabajo que sean necesarias para el
ejercicio de sus funciones. Cuando la información esté sujeta a las limitaciones
reseñadas, sólo podrá ser suministrada de manera que se garantice el respeto de la
confidencialidad.
c. Ser informados por el empresario sobre los daños producidos en la salud de los
trabajadores una vez que aquél hubiese tenido conocimiento de ellos, pudiendo
presentarse, aún fuera de su jornada laboral, en el lugar de los hechos para conocer
las circunstancias de los mismos.
d. Recibir del empresario las informaciones obtenidas por este procedentes de las
personas u órganos encargados de las actividades de protección y prevención en la
empresa, así como de los organismos competentes para la seguridad y la salud de los
trabajadores.
e. Realizar visitas a los lugares de trabajo para ejercer una labor de vigilancia y control
del estado de las condiciones de trabajo, pudiendo, a tal fin, acceder a cualquier zona
de los mismos y comunicarse durante la jornada con los trabajadores, de manera
que no se altere el normal desarrollo del proceso productivo.
f. Recabar del empresario la adopción de medidas de carácter preventivo y para la
mejora de los niveles de protección de la seguridad y la salud de los trabajadores,
pudiendo a tal fin efectuar propuestas al empresario, así como al Comité de
Seguridad y Salud para su discusión en el mismo.
g. Proponer al órgano de representación de los trabajadores la adopción del acuerdo de
paralización de actividades por riesgo grave e inminente.

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104
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Los Delegados de Prevención podrán emitir sus informes en respuesta a las consultas
realizadas por el empresario en cumplimiento del art. 33 de la LPRL para lo que
contarán con un plazo de quince días o del tiempo imprescindible cuando se trate de
adoptar medidas dirigidas a prevenir riesgos inminentes. Transcurrido el tiempo sin
emitirse informe, el empresario podrá poner en práctica su decisión. Si el informe es
contrario a la decisión del empresario, este podrá llevarla a cabo pero deberá justificar
o motivar la negativa a la propuesta de los representantes de los trabajadores.

Garantías

Puesto que los Delegados de Prevención se eligen por y entre los delegados de personal,
estos tienen reconocidas las mismas garantías, las recogidas en el art. 68 del
Estatuto de los trabajadores:

a. Apertura de expediente contradictorio en el supuesto de sanciones por faltas graves


o muy graves, en el que serán oídos, aparte del interesado, el comité de empresa o
restantes delegados de personal.
b. Prioridad de permanencia en la empresa o centro de trabajo respecto de los demás
trabajadores, en los supuestos de suspensión o extinción por causas tecnológicas o
económicas.
c. No ser despedido ni sancionado durante el ejercicio de sus funciones ni dentro del
año siguiente a la expiración de su mandato, salvo en caso de que esta se produzca
por revocación o dimisión, siempre que el despido o sanción se base en la acción del
trabajador en el ejercicio de su representación, sin perjuicio, por tanto, de lo
establecido en el artículo 54 del propio Estatuto de los Trabajadores en cuanto al
despido disciplinario.
d. Asimismo no podrá ser discriminado en su promoción económica o profesional en
razón, precisamente, del desempeño de su representación.
e. Expresar, colegiadamente si se trata del comité, con libertad sus opiniones en las
materias concernientes a la esfera de su representación, pudiendo publicar y
distribuir, sin perturbar el normal desenvolvimiento del trabajo, las publicaciones de
interés laboral o social, comunicándolo a la empresa.
f. Disponer de un crédito de horas mensuales retribuidas, para el ejercicio de sus
funciones de representación, de acuerdo con la siguiente escala:
1. Hasta 100 trabajadores: 15 horas.
2. De 101 a 250: 20 horas.
3. De 251 a 500 trabajadores: 30 horas.

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105
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

4. De 501 a 750 trabajadores: 35 horas.


5. De 751 o más: 40 horas.

Podrá pactarse en convenio colectivo la acumulación de horas de los distintos


miembros del comité de empresa y, en su caso, de los delegados de personal, en uno o
varios de sus componentes, sin rebasar el máximo total, pudiendo quedar relevado o
relevados del trabajo, sin perjuicio de su remuneración.

El tiempo utilizado por los Delegados de Prevención para el desempeño de las


funciones previstas en esta Ley será considerado como de ejercicio de funciones de
representación a efectos de la utilización del mencionado crédito horario. Será
considerado como tiempo de trabajo efectivo, sin imputación al citado crédito horario
las siguientes reuniones:

Las de Comité de Seguridad y Salud.


Las convocadas por el empresario en materia de prevención de riesgos.
Las necesarias para acompañar a los técnicos en las evaluaciones de riesgos.
Las necesarias para acompañar a los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social en
las visitas y verificaciones que realicen en el centro de trabajo.
Las realizadas para ser informados por el empresario sobre los daños producidos en
la salud de los trabajadores.

Formación y funciones

El empresario deberá proporcionar a los Delegados de Prevención los medios y la


formación en materia preventiva que resulten necesarios para el ejercicio de sus
funciones.

La formación se deberá facilitar por el empresario por sus propios medios o mediante
concierto con organismos o entidades especializadas en la materia y deberá adaptarse a
la evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos, repitiéndose
periódicamente si fuera necesario.

El tiempo dedicado a la formación será considerado como tiempo de trabajo a todos los
efectos y su coste no podrá recaer en ningún caso sobre los Delegados de Prevención.

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106
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

Deber de sigilo profesional

Los Delegados de Prevención, al igual que los Delegados de Personal tienen el deber de
sigilo profesional respecto de las informaciones a que tuviesen acceso como
consecuencia de su actuación en la empresa. A este respecto, ningún tipo de documento
entregado por la empresa a los Delegados de Prevención y/o al Comité de Seguridad y
Salud podrá ser utilizado fuera del estricto ámbito de aquella ni para fines distintos de
los que motivaron su entrega. El deber de sigilo subsistirá incluso tras la expiración de
su mandato e independientemente del lugar en que se encuentren.

Comité de Seguridad y Salud

El art. 38 de la LPRL define el Comité de Seguridad y Salud como:

“El órgano paritario y colegiado de participación destinado a la consulta regular y


periódica de las actuaciones de la empresa en materia de prevención de riesgos”.

Se constituirá en las empresas de 50 trabajadores o más con los Delegados de


Prevención, de una parte y por igual número de representantes de la empresa, de la otra.

Las empresas que cuenten con varios centros de trabajo dotados de Comité de
Seguridad y Salud podrán acordar con sus trabajadores la creación de un Comité
Intercentros, con las funciones que el acuerdo le atribuya.

El Comité de Seguridad y Salud se reunirá trimestralmente de forma ordinaria y


extraordinariamente siempre que lo solicite alguna de las representaciones en el mismo.

El Comité adoptará sus propias normas de funcionamiento. En sus reuniones podrán


participar, con voz pero sin voto, los Delegados Sindicales y los responsables técnicos
de la prevención en la empresa que no estén incluidos en la composición del propio
Comité. En las mismas condiciones podrán participar trabajadores de la empresa que
cuenten con una especial cualificación o información respecto de cuestiones concretas
que se debatan en este órgano y técnicos en prevención ajenos a la empresa, siempre
que así lo solicite alguna de las partes. Es recomendable que el técnico, el trabajador
designado, o los miembros del Servicio de Prevención de la empresa no sean miembros
del Comité, sino que participen con voz pero sin voto para que el desempeño de sus

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107
Capítulo 4: Planificación y organización de la prevención

funciones sea lo más imparcial posible y no existan interferencias en la toma de


decisiones necesarias a la hora de eliminar, reducir o controlar los riesgos.

Competencias y facultades

El Comité de Seguridad y Salud tendrá, tal y como le atribuye el artículo 38 de la LPRL


las siguientes competencias:

a. Participar en la elaboración, puesta en práctica y evaluación de los planes y


programas de prevención de riesgos de la empresa. A tal efecto, en su seno se
debatirán, antes de su puesta en práctica y en lo referente a su incidencia en la
prevención de riesgos:

o la elección de la modalidad organizativa de la empresa.


o en su caso, la gestión realizada por las entidades especializadas con las que la
empresa hubiera concertado la realización de actividades preventivas.
o los proyectos en materia de planificación, organización del trabajo e introducción
de nuevas tecnologías.
o organización y desarrollo del plan de prevención, de la evaluación de riesgos y de
la planificación de la actividad preventiva.
o proyecto y organización de la formación en materia preventiva.

b. Promover iniciativas sobre métodos y procedimientos para la efectiva prevención de


los riesgos, proponiendo a la empresa la mejora de las condiciones o la corrección de
las deficiencias existentes.

La LPRL faculta al Comité de Seguridad y Salud para:

a. Conocer directamente la situación relativa a la prevención de riesgos en el


centro de trabajo, realizando a tal efecto las visitas que estime oportunas.
b. Conocer cuantos documentos e informes relativos a las condiciones de
trabajo sean necesarios para el cumplimiento de sus funciones, así como los
procedentes de la actividad del servicio de prevención, en su caso.
c. Conocer y analizar los daños producidos en la salud o en la integridad física
de los trabajadores, al objeto de valorar sus causas y proponer las medidas
preventivas oportunas.
d. Conocer e informar la memoria y programación anual de servicios de prevención.

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108
Capítulo 5
Economía de la prevención

Autor: Gabriel García-Prieto Arrabal


Capítulo 5: Economía de la prevención

5.1. Introducción a la economía de la prevención

Los costes económicos de los accidentes en las empresas son producto


principalmente de una ineficiente cultura preventiva, que supone una serie de
desajustes que afectan a la cuenta de resultados, los procesos productivos y al propio
personal. Dependiendo de los sectores a los que afecte estos costes pueden ser
fundamentales en la cuenta de resultados.

La documentación registrada del proceso de los accidentes de trabajo facilita el estudio


y análisis de los costes que generan tanto directos como indirectos. La
procedimentación es importante para facilitar su cálculo. La presentación de datos en
este sentido es fundamental para la justificación de las actividades de prevención ante
los órganos directivos. La prevención además de ser un requerimiento legal es una
actividad que mejora la rentabilidad.

Es evidente, después de los múltiples estudios realizados sobre el coste económico que
suponen los accidentes laborales, que la programación de las distintas acciones
preventivas consignadas a la reducción de los riesgos laborales y administradas y
aplicadas en tiempo y forma van a genera un inversión muy rentable humana y
económicamente. Estudios de autores como Heinrich, Grimaldi, Simonds, etc. así lo
confirman.

Es necesario que las empresas tengan una valoración de lo que les suponen los costes
directos e indirectos que producen los accidentes y dispongan de un sistema de cálculo
de dichos costes. Este permitirá medir la eficacia de las actuaciones de prevención, los
ahorros y en última instancia a los responsables de cada departamento de la compañía.
En definitiva poder conocer la eficacia de sus acciones en el ámbito de la prevención.

En conclusión, se pone de manifiesto la necesidad de añadir en el sistema de evaluación


de la compañía todos los accidentes de trabajo, tanto los que producen lesiones como
los que no.

Esta necesidad se ve acrecentada al observar que los accidentes sin lesión son muchos
más elevados y con la circunstancia añadida que su coste medio es superior al de los
accidentes con lesión (en Inglaterra en un estudio realizado en el 2010 era de 20 a 1).
Obviar del sistema de evaluación los accidentes sin lesión generará tener un

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110
Capítulo 5: Economía de la prevención

conocimiento de los factores de riesgo preponderantes y de los costes ocultos (coste


oculto es aquel coste no asegurado), lo que redundará en una pérdida de
competitividad de la compañía.

El establecimiento del procedimiento de información que permita transmitir el coste


oculto (no asegurado) tiene una doble vertiente:

1. Conocer el valor del coste: es importante tener en cuenta que los costes ocultos no
tangibles: son aquellos generados, por ejemplo por una mala imagen generada, o a
una pérdida de mercado como consecuencia de accidentes de trabajo generados por
una mala gestión.

Véase el caso reciente, aunque no sea una catástrofe específica de accidentes


laborales, pero si un caso con un efecto mediático negativo a raíz de una mala
previsión de riesgos:

En una ciudad de España se celebra un macroevento musical en un local con un


aforo de más de 8.000 personas, se produce una avalancha en una de las zonas del
recinto con consecuencias mortales de varios jóvenes. En el análisis del suceso todas
las instituciones declinan responsabilidad alguna y presentan datos que justifican la
bondad de su labor y el cumplimiento estricto de la legalidad contractual
establecida. Independientemente de dónde resida la culpabilidad y en quién
recaigan las responsabilidades legales (e incluso penales) futuras y, suponiendo que
todos los implicados en la organización del evento actuaron correctamente, el efecto
que producirá esta tragedia tendrá consecuencias demoledoras en las instituciones
afectadas. El daño en la imagen producido a la compañía organizadora y al dueño
del local es irreparable. Probablemente para la compañía organizadora supondrá
una penalización a su actividad económica muy importante, si no el fin de esta línea
de negocio. Por otro lado, el suceso supondrá un punto y aparte en las medidas de
seguridad y prevención de riesgos y se tomarán medidas de prevención que bien
podrían haberse tomado previamente con un coste mucho menor, de vidas humanas
principalmente y de rentabilidad económica de manera muy secundaria.

Además de estos costes, es importante tener en cuenta la posible falta de motivación


del personal de plantilla al observar la posible falta de atención a la prevención de
riesgos por parte de la dirección; unas condiciones de trabajo deficientes, etc. Los

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111
Capítulo 5: Economía de la prevención

costes por desmotivación el personal (absentismo, etc.) han de ser también


considerados.

2. Descubrir una situación que de seguir siendo desconocida impediría su inspección y


corrección.

5.2. Mantener un buen clima laboral es rentable

La rentabilidad que genera la optimización de las condiciones de trabajo no es tarea


fácil a la hora de persuadir a la dirección de la compañía. Aunque en teoría el cálculo de
las estimaciones económicas de los ahorros futuros son relativamente sencillos, a veces
para los especialistas de la salud y seguridad en el trabajo es difícil medir (conceptos
como la vida humana, la salud, etc. Son un intangible de valor incalculable). De todas
formas las bases y los criterios de cálculo pueden realizarse sin especiales
complicaciones por los profesionales respectivos.

Inversiones,
actuaciones de mejora
de gestión, formación

Mayor ajuste a los Medidas de


procesos de trabajo. seguridad y
Más personas salud Reducción
motivadas. Mejora riesgos de salud y
de las habilidades seguridad,
mejores
oportunidades de
rehabilitación
Actuación
Seguridad y
Mayor de la
Salud
productividad, Compañía
eficiencia,
calidad, imagen Mayor eficiencia,
de la empresa, la calidad, mejora
capacidad de Menos marketing de la
innovación interrupciones compañía, la
en los procesos y capacidad de mejora
procedimientos I+d+i

Es conveniente analizar los efectos monetarios de la de las políticas de SST para:

Aunar las necesidades que se puedan producir en el ámbito de la salud y seguridad


y las del equipo directivo.

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112
Capítulo 5: Economía de la prevención

Aceptar en la toma de decisiones en la de recursos económicos y humanos a asignar.


Atender los requerimientos legales

La salud y la seguridad tienen un componente ético empresarial y sus políticas


no han de seguir criterios únicamente monetarios (empresariales). Es preciso no
olvidar que la vertiente social y humana es prioritaria ante los criterios económicos. Es
harto complicado medir, ponderar los costes como la pérdida de calidad de vida, la
enfermedad, el sufrimiento, la depresión, en términos económicos.

5.3. Evaluación de costes de la prevención de accidentes de


trabajo

Introducción

El cuidado de la seguridad y la salud tiene un efecto directo en el incremento en las


ganancias empresariales. Los accidentes de trabajo, como en el ejemplo anteriormente
expuesto en la introducción, pueden generar costes muy altos, hasta la potencial
quiebra de la empresa, especialmente si se producen en sociedades sin volumen de
negocio suficiente. Y estos razonamientos son causa más que suficiente para que la
dirección empresarial invierta en este ámbito de la seguridad y salud en el trabajo. Es
este el valor que aportan los análisis económicos al ser una variable importante en la
toma de decisiones de la dirección. Para que estas evaluaciones sean sólidas es
fundamental que participen el mayor número de áreas/departamentos de la compañía
que se vean afectados.

La prevención de accidentes genera ganancias más allá de un mero


descenso de daños

Como ya se ha manifestado previamente, la inversión de seguridad y salud en el trabajo


mejora los beneficios empresariales, no sólo previene y reduce costes, algunos ejemplos
al respecto:

Los empleados en plenitud física y mental son mucho más productivos.


Las bajas laborales son directamente proporcionales al número de accidentes y a las
responsabilidades que implican éstos.

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113
Capítulo 5: Economía de la prevención

Un entorno laboral agradable, cuidado con una cobertura de riesgos óptima es más
productivo en cantidad y calidad.

Un enfoque de cinco fases

La estimación de los costes que generan los accidentes en una compañía no debe ser
especialmente difícil. En primer lugar es necesario enfocar el análisis económico
adecuadamente a su objetivo.

Hay que tener en cuenta que los supuestos iniciales, la línea de base que se establezca y
el objetivo que se pretende alcanzar tendrán en efecto fundamental sobre los resultados
obtenidos.

Preparación

Interpretación de Selección de
resultados y variables e
perfeccionamiento indicadores

Valoración y Búsqueda de
cálculos datos

Aquí proponemos realizar dicho análisis en 5 etapas:

Etapa 1ª: La premisa o preparación

Establecer:
o El objeto del análisis económico.
o El objetivo del proyecto.
o El grupo de control potencialmente afectado, cuáles son sus necesidades e
intereses.
o Tipología de resultados que se solicitan.
o Tiempo necesario para la realización de la evaluación económica.
Seleccionar la metodología o técnica más adecuada.

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114
Capítulo 5: Economía de la prevención

Implicar a los grupos relevantes.

Etapa 2ª: La selección de indicadores

Elegir los indicadores que:


o Definan el objetivo del análisis.
o Puedan ser obtenidos a partir de unos datos reales y de fácil obtención.
o aceptados por los afectados.

Etapa 3ª: Búsqueda de datos para alimentar los indicadores

Indagación:
o De datos accesibles en los departamentos de administración.
o Sobre estimaciones obtenidas de datos externos, extrapolables a los de la
compañía.
Definir que porción de los datos están relacionados con los accidentes (bajas
laborales).
Ponderar las consecuencias a través de técnicas de medición como:
o Obtención de datos sobre casos análogos extrapolables.
o Supuestos de cálculo.
o Investigación de las consecuencias de la intervención.

Etapa 4ª: La obtención de las mediciones

Valorizar económicamente los indicadores identificados


Mostrar los resultados de manera sencilla y fácilmente interpretable a través de
elementos gráficos, tablas comparativas, sencillez de presentaciones, etc.

Etapa 5ª: Análisis, lectura y seguimiento de indicadores

Presentar:
o Los supuestos previos establecidos, los objetivos a corto, medio y largo plazo, los
limitantes de las estimaciones, la bondad y precisión de los datos, etc.;
o Un estudio de sensibilidad de los efectos de los supuestos previos sobre los
resultados de los obtenidos.
Y lo más importante, decidir sobre los datos obtenidos sobre políticas de RRHH, de
producción, de inversiones en prevención de riesgos, desarrollo de procedimientos,

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115
Capítulo 5: Economía de la prevención

reorganización de funciones y departamentos, etc.

Dos tipologías de evaluación

Realmente suelen llevarse a cabo dos metodologías de evaluación:

1. Evaluar a posteriori los costes producidos por uno o varios accidentes en un plazo
estimado
2. Evaluación que generalmente se realiza con carácter previo y que analiza los efectos
económicos de la prevención y sirve para medir la viabilidad, bondad y eficiencia de
una inversión.

Análisis de los costes y los beneficios

La herramienta para realizar el análisis de coste-beneficio se puede dividir en tres


estadios:

Estadio 1: visión genérica de los costes directamente vinculados con la inversión de


la intervención. Para cada concepto de coste puede comprobarse su sensibilidad
frente a cada escenario. En el supuesto de que el efecto sea representativo se hará
una valoración de dichos costes.
Estadio 2: visión genérica de los ahorros y beneficios supuestos (anuales). En este
estadio se establecen los beneficios obtenidos por la inversión realizada.
Estadio 3: visión genérica de los flujos de caja, que se obtiene de los ingresos y
gastos por año.

Las hojas de cálculo presentan grandes opciones para el cálculo de cualquier tipo de
indicadores a través de fórmulas, vínculos, etc.

5.4. Influencia de la seguridad laboral y la salud en la economía


de una nación

Para mejorar el rendimiento laboral y la productividad de un país es necesario, entre


otras cosas, incrementar la seguridad y la salud en el trabajo SST, de esta forma,
reduciremos el gasto que supone para cada estado, las enfermedades profesionales y los

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116
Capítulo 5: Economía de la prevención

accidentes de trabajo. Los gobiernos ponen especial empeño en regular estas


cuestiones, los órganos competentes a instancia del propio gobierno regulan estas
cuestiones. Pero para que esto suponga un incremento de la productividad, algunas
medidas son imprescindibles, como:

1. Intentar reducir las situaciones de incapacidad de los trabajadores por accidentes o


enfermedades laborales. Así como evitar las jubilaciones o prejubilaciones sucedidas
antes de cumplir la edad estipulada en cada gobierno para ello.
2. Cuando se produzca inevitablemente una enfermedad o accidente laboral, plantear
una reducción de los costes tanto en asistencia medico-sanitaria, como un gasto
social.
3. Mejorar la salud de la sociedad en general, con el objetivo de conseguir una mayor
eficacia y capacidad para desarrollar su trabajo.
4. La aplicación de las Nuevas Tecnologías y de los nuevos métodos desarrollados en el
mercado como consecuencia de las investigaciones ye llevan a cabo la empresas
dedicadas a ello.

Los estudios realizados demuestran que la productividad social incrementa


directamente en los lugares donde las personas, y el conjunto general de ellas, tienen
menos enfermedades y en conjunto el estilo de vida es más saludable.

Estudios realizados sobre el comercio en Suiza, demuestran que cualquier enfermedad


de un trabajador reduce las expectativas sobre el mismo de mantenerse a pleno
rendimiento y empleo en un 7% y multiplica las probabilidades de dejar por completo el
mercado laboral.

Un estudio realizado en España conjuntamente por la OCU y el Ministerio de Sanidad,


demuestra que: "ante las mismas circunstancias, la esperanza de vida de una sociedad,
se incrementa en 5 años y es directamente proporcional en un 0,3 a 0,6% al
crecimiento anual del PIB (Producto interior Bruto).

Otro estudio realizado sobre los mercados Europeos, demuestra que los casos de
incapacidad y de salud de duración superior a 6 meses, tienen un origen laboral en más
de un 18% de los casos.

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117
Capítulo 5: Economía de la prevención

Como podemos observar hay numerosos estudios, como los que acabamos de citar,
entre otros que demuestran que la salud y seguridad en el trabajo, aumenta y mejora el
rendimiento y la productividad, de muchas formas:

1. Reduciendo los tiempos perdidos o muertos, disminuyendo todo tipo de residuos,


procedimientos más rentables.
2. Fabricando e incrementando calidad en la producción, incentivando a las empresas
a mejorar la productividad en el trabajo aplicando nuevos sistemas y abandonando
antiguos métodos.
3. Innovando e incrementando la inversión en nuevas tecnologías, cambiándolas por
métodos y aparatos obsoletos.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha elaborado un gráfico de


clasificación de competitividades (basado en el elaborado por el International Institute
for Management Development, de Lausana) con ratios de SST (véase el gráfico
siguiente).

En este gráfico realizado por la OIT organización internacional del trabajo, se observa
una clasificación de las competitividades con los promedios de SST Salud y Seguridad
en el Trabajo.

Las mejoras en SST incrementan la competitividad, los países con mayor producción
tienen una Seguridad y Salud en el Trabajo superior con diferencia a los que no son tan
competitivos que invierten y desarrollan menos en SST.

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Capítulo 5: Economía de la prevención

Estudio del ratio coste-beneficio a nivel nacional

Para obtener un aumento del ratio coste beneficio debe haber una equidad entre el
coste de la implantación y el beneficio obtenido con ello, para asegurar ese incremento.
Este análisis consiste en: una técnica de valoración de los costes y beneficios íntegros
en una sociedad o proyecto determinado, medido en unidades monetarias, para
calcular las consecuencias económicas que serán objeto y darán luz a un debate político
sobre sus mejoras.

Sus ventajas son las siguientes:

1. Se valoran y tienen en cuenta varias alternativas para averiguar y valorar, cual de


todas obtiene un mayor beneficio con un coste más bajo.
2. Detecta los costes más altos para disminuirlos sin alterar ni reducir la SST.
3. Aporta los beneficios de las regulaciones legales y legislaciones de cada país.
4. Ayuda a los estados miembros a decidir sobre la relevancia de las intervenciones.
5. Asegura un debate limpio, abierto y cristalino sobre la toma de decisiones.

De este modo y cumpliendo con estos requisitos, los estados podrán regular y aplicar
normativas con una mayor calidad y rigurosidad a la hora de tomar medidas
legislativas.

Los valores monetarios son la unidad de medida, esto facilita enormemente a que la
aplicación de medidas y creación de normas y leyes, sean más consecuentes con la
realidad y más transparentes.

Debemos apuntar que este análisis tiene sus lagunas y limitaciones:

Está absolutamente delimitado y limitado por la información que se posea en cada


momento, de tal forma que la eficacia será proporcional, así como la precisión de la
información disponible en cada caso.
Estos datos y cálculos realizados sobre el Coste- beneficio a veces no son fehacientes
y solo podrían, en este caso, formar parte o interesar en la toma de decisiones.

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119
Capítulo 5: Economía de la prevención

Incentivar la institución

Se debe incentivar (premiar) a las empresas, con mecanismos para la Mejora de la SST.
Estudios hechos sobre esto, indican que se debe realizar con estos mecanismos:

1. La promoción de la empresa como entidad responsable y correctamente organizada


en la mejora de su SST.
2. Que esto suponga una mejora en la confianza de los clientes sobre la seguridad y
salud en el trabajo de esa determinada empresa.
3. Disminución del coste de los Seguros, como consecuencia del aumento de la SST.
4. El aumento de la estima de los trabajadores, de la capacidad de la empresa para
contratar y conservar a todos aquellos trabajadores cualificados. Así como el
incremento de la productividad.
5. La disminución progresiva de las bajas laborales por enfermedad.

Concienciación sobre las bondades de la SST

Informar y sensibilizar sobre los beneficios de las Seguridad y Salud en el trabajo. Crear
una tendencia en las empresas anula mejora de esto, para incorporar el buen
funcionamiento de una política correcta de SST y considerarlo como un punto
indispensable para el buen funcionamiento de un negocio.

Normalmente no se incorpora una buena mecánica de salud y seguridad en el trabajo


por el análisis coste-beneficio, por lo que hay que incentivar la puesta en marcha de la
SST de otros modos, que aportan un concepto cualitativo mucho más valorado por la
pequeña y mediana empresa que un valor cuantitativo, es decir el análisis final del
coste-beneficio, más propio de las grandes empresas, ya ubicadas en el mercado. Estos
valores cualitativos pueden ser:

La imagen de mercado.
La motivación e incentivación de los trabajadores.
La demanda de productos de suministro.
El control financiero u de costes, como el tener seguros de riesgo.
En definitiva apostar por la reputación y la prevención de forma cualitativa.

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120
Capítulo 5: Economía de la prevención

Identificación de los factores


que impulsan la actividad de
las empresas

Asociación de tales
factores a
determinados
incentivos

Difusión de esos Ampliación de esos


factores factores

El invertir en seguridad y salud laboral aporta beneficios y ventajas que hay que
destacar. Para calificar estos incentivos hay que tener varios factores en cuenta:

a) Los factores de éxito deben relacionarse proporcionalmente con la motivación e


incentivación, para las entidades, teniendo en cuenta los valores cualitativos que
hemos expuesto en el punto anterior.
b) Relacionar y potenciar la idea de que los incentivos aumentaran si la entidad está
invirtiendo en seguridad y salud en el trabajo. Es decir, la empresa debe tener claro
que sus valores cualitativos aumentarán y serán resultado de una buena dedicación e
inversión en SST.
c) El gobierno debe aumentar los incentivos a las empresas que se esfuercen e inviertan
en SST. Se podría obligar a los contratistas a cumplir con normas de SST para
obtener incentivos.

El sector de la actividad (construcción, comercio, etc.) a la que se dedique la entidad,


así como el tamaño de la misma (pyme o gran empresa) y las exigencias de los clientes
influirán sobre los incentivos en mayor o menor medida. No es lo mismo una empresa
con más riesgos o probabilidad de tenerlos por la actividad que desarrolla que otra que
no tenga casi riesgos o las consecuencias de los mismos sean menores. Por lo que a
mayor riesgo, mayor incentivación para la empresa.

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121
Capítulo 5: Economía de la prevención

Estos incentivos pueden ser los siguientes (son los que se realizan de una forma
mayoritaria en las empresas):

1. Promover y promocionar en los medios de comunicación, publicitarios, etc. la


adquisición de premios de prestigio a todas aquellas empresas que tengan una buena
y adecuada política de SST.
2. Aumento de la información en los medios para un mayor conocimiento por la
sociedad y por las empresas de las actuaciones que se han llevado y han de llevarse
en inversión en salud y seguridad en el trabajo SST.
3. La relación que existe entre la reducción o incremento de los seguros, según la
política que se lleve en esta materia de SST.
4. Los criterios que deben seguirse para la contratación y subcontratación de empresas
que cumplan con los requisitos de SST.
5. Crear mediante los métodos cualitativos un interés real por los inversores, por la
adecuada gestión de la empresa en SST.

Financiación y ayudas para implantar en las empresas la SST

Como consecuencia del elevado coste y el desconocimiento de la materia que tienen las
empresas para implantar los medios necesarios para aumentar y fortalecer la SST,
puede que se retrase o no llegue a llevarse a cabo esta implantación.

Algunos gobiernos han llegado a la conclusión que es mejor asesorar de forma


financiada o sin coste alguno a las empresas, así como incentivarlas reduciendo o
financiando el coste de la implantación en la empresa de estas medidas.

Algunas medidas que ya están puestas en marcha son las subvenciones, los bajos
créditos, reducciones y deducciones fiscales, y ayudas.

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Capítulo 6
Aplicación a sectores
especiales

Autora: Irene López Mena


Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

6.1. Construcción

Los índices de siniestralidad son los indicadores más claros a la hora de demostrar
que la construcción es una actividad con unas características especiales en cuanto al
riesgo se refiere. Simplemente las particularidades de la organización del trabajo ya
hacen que resulte necesario un desarrollo normativo específico en el que se determine
el grado de participación y responsabilidad de todas las figuras intervinientes en una
obra. De otro lado, el dinamismo de la propia actividad hace que las condiciones al
inicio de la jornada no sean válidas a última hora del día, por lo que la evaluación de
riesgos requiere ser complementada con el estudio y el plan de seguridad y salud.
Motivos como estos son los que hicieron necesario en 1997 que se desarrollase el Real
Decreto 1627/1997, de de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones
mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción.

Este Real Decreto, que cuenta con una guía técnica de desarrollo, especifica los
derechos y obligaciones que competen a los protagonistas de una obra de construcción,
y desarrolla una serie de medidas para ser implantadas en las propias obras. Vamos a
ver los detalles más diferenciadores y significativos.

Obligaciones y funciones

Uno de los elementos diferenciadores de las obras de construcción respecto de


cualquier otra empresa es la existencia de diferentes figuras que intervienen en las
distintas fases y a las que el RD 1627/97 les otorga ciertas responsabilidades. Vamos a
ver quién es quién y cuáles son sus obligaciones y/o funciones.

PROMOTOR
Cualquier persona física o jurídica por cuenta de la cual se realice la obra.

Obligaciones:
a) El promotor es el responsable de la elaboración del estudio o estudio básico de
seguridad y salud en la fase de proyecto de obra.
b) Designar los coordinadores de seguridad y salud en fase de proyecto o en ejecución
de obra, según corresponda.

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124
Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

PROYECTISTA
Autor o autores, por encargo del promotor, de la totalidad o parte del proyecto de obra.

Funciones:
a) Si el proyecto es realizado en su totalidad por un único proyectista, este será el
responsable de que se cumplan las exigencias preventivas

COORDINADOR DE SEGURIDAD Y SALUD DURANTE LA ELABORACIÓN DEL


PROYECTO DE OBRA
Técnico competente designado por el promotor para coordinar los aspectos preventivos
de la fase del proyecto de obra cuando intervienen varios proyectistas.

Funciones:
a) Coordinar el la aplicación de los principios generales de prevención en el proyecto,
estudio o estudio básico y en las previsiones e informaciones útiles para la
realización de los trabajos posteriores.
b) Elaborar o hacer que se elabore bajo su responsabilidad el estudio o estudio básico.

COORDINADOR DE SEGURIDAD Y SALUD DURANTE LA EJECUCIÓN DE LA


OBRA
Técnico competente integrado en la dirección facultativa, designado por el promotor
cuando en la obra intervenga más de una empresa y/o trabajadores autónomos.

Funciones:
a) Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención y de seguridad:
1. Al tomar las decisiones técnicas y de organización con el fin de planificar los
distintos trabajos o fases de trabajo que vayan a desarrollarse simultánea o
sucesivamente.
2. Al estimar la duración requerida para la ejecución de estos distintos trabajos o fases
de trabajo.
b) Coordinar las actividades de la obra para garantizar el cumplimiento de los
principios de la acción preventiva.
c) Aprobar el plan de seguridad y salud elaborado por el contratista y, en su caso, las
modificaciones introducidas en el mismo.
d) Organizar la coordinación de actividades empresariales.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

e) Coordinar las acciones y funciones de control de la aplicación correcta de los


métodos de trabajo.
f) Adoptar las medidas necesarias para que sólo las personas autorizadas puedan
acceder a la obra.

DIRECCIÓN FACULTATIVA
Técnico o técnicos competentes designados por el promotor, encargados de la dirección
y del control de la ejecución de la obra.

Funciones:
a) Aprobar el plan de seguridad y salud cuando no fuera necesaria la designación de
coordinador de seguridad y salud.
b) Adoptar las medidas necesarias para que sólo las personas autorizadas puedan
acceder a la obra, cuando no fuera necesaria la designación de coordinador.

CONTRATISTA
Persona física o jurídica que asume contractualmente ante el promotor, con medios
humanos y materiales, propios o ajenos, el compromiso de ejecutar la totalidad o parte
de las obras con sujeción al proyecto y al contrato.

SUBCONTRATISTA
Persona física o jurídica que asume contractualmente ante el contratista, empresario
principal, el compromiso de realizar determinadas partes o instalaciones de la obra,
con sujeción al proyecto por el que se rige su ejecución.

Funciones:
a) Aplicar los principios de la acción preventiva.
b) Cumplir y hacer cumplir a su personal lo establecido en el plan de seguridad y salud.
c) Cumplir la normativa en materia de prevención de riesgos laborales, teniendo en
cuenta, en su caso, las obligaciones sobre coordinación de actividades empresariales
d) Cumplir las disposiciones mínimas de seguridad y salud que establece el anexo IV
del RD 1627/97.
e) Informar y proporcionar las instrucciones adecuadas a los trabajadores autónomos
sobre todas las medidas que hayan de adoptarse en lo que se refiere a su seguridad y
salud en la obra.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

f) Atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador en materia de


seguridad y de salud durante la ejecución de la obra o, en su caso, de la dirección
facultativa.
g) Serán responsables de la ejecución correcta de las medidas preventivas fijadas en el
plan de seguridad y salud en lo relativo a las obligaciones que les correspondan a
ellos directamente o, en su caso, a los trabajadores autónomos por ellos contratados.

TRABAJADOR AUTÓNOMO
Persona física distinta del contratista y del subcontratista, que realiza de forma
personal y directa una actividad profesional, sin sujeción a un contrato de trabajo, y
que asume contractualmente ante el promotor, el contratista o el subcontratista el
compromiso de realizar determinadas partes o instalaciones de la obra.

Funciones:
a) Aplicar los principios de la acción preventiva.
b) Cumplir las disposiciones mínimas de seguridad y salud que establece el anexo IV
del RD 1627/97.
c) Cumplir las obligaciones en materia de prevención de riesgos que se establecen para
los trabajadores el art. 29 de la LPRL.
d) Ajustar su actuación en la obra conforme a los deberes de coordinación de
actividades empresariales.
e) Utilizar equipos de trabajo que se ajusten a lo dispuesto en el Real Decreto
1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de
seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.
f) Elegir y utilizar equipos de protección individual en los términos previstos en el Real
Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
g) Atender las indicaciones y cumplir las instrucciones del coordinador en materia de
seguridad y de salud durante la ejecución de la obra o, en su caso, de la dirección
facultativa.
h) Cumplir lo establecido en el plan de seguridad y salud.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Estudio, plan y evaluación de riesgos

La variabilidad de las condiciones de trabajo en las obras de construcción obliga a que


la evaluación de riesgos conviva con el estudio o estudio básico y con el plan de
seguridad y salud.

Toda empresa de construcción tiene la obligación específica recogida en el artículo 16


de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de realizar la evaluación de riesgos
teniendo en cuenta sus puestos de trabajo, las personas que los ocupan, los equipos,
productos y herramientas que utilizan, etc. Adicionalmente, tendrán que identificar los
riesgos y las medidas inherentes a cada fase y para cada obra de construcción. Estos
riesgos y las medidas preventivas a aplicar para prevenirlos, que quedarán identificadas
en el estudio o estudio básico, de forma más genérica y en el plan de seguridad y salud,
de manera más concreta.

En función de la obra y de su proyecto, corresponderá la realización de un Estudio de


Seguridad o de un Estudio Básico de Seguridad. Deberá realizarse el Estudio de
Seguridad y Salud cuando se de alguno de los siguientes supuestos:

a) Que el presupuesto de ejecución por contrata incluido en el proyecto sea igual o


superior a 450.759,08 €.
b) Que la duración estimada sea superior a 30 días laborables, empleándose en algún
momento a más de 20 trabajadores simultáneamente.
c) Que el volumen de mano de obra estimada, entendiendo por tal la suma de los días
de trabajo del total de los trabajadores en la obra, sea superior a 500.
d) Que se vayan a construir túneles, galerías, conducciones subterráneas o presas.

Cuando no se dé ninguno de estos requisitos, corresponderá elaborar un Estudio


Básico de Seguridad y Salud.

Tanto el Estudio como el Estudio Básico de Seguridad y Salud es un documento que


forma parte del proyecto de la obra, y por tanto debe ser coherente con el mismo. La
obligación de su elaboración recae sobre el Promotor, aunque deberá ser realizado por
un técnico competente, por lo que el Promotor podría delegar su elaboración.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

ESTUDIO DE SEGURIDAD Y SALUD

Partiendo de los elementos proyectados para la obra y de su hipótesis de ejecución, el


estudio refleja las medidas de prevención y protección necesarias para la realización de
la obra en condiciones de seguridad y salud.

El estudio contendrá como mínimo, tal y como indica el art. 5 del RD 1627/97 los
siguientes documentos:

a) Memoria descriptiva de los procedimientos, equipos técnicos y medios auxiliares


que hayan de utilizarse o cuya utilización pueda preverse.

Identificación de los riesgos laborales que puedan ser evitados, indicando a tal efecto
las medidas técnicas necesarias para ello; relación de los riesgos laborales que no
puedan eliminarse, especificando las medidas preventivas y protecciones técnicas
tendentes a controlar y reducir dichos riesgos y valorando su eficacia, en especial
cuando se propongan medidas alternativas.

Descripción de los servicios sanitarios y comunes de que deberá estar dotado el


centro de trabajo de la obra, en función del número de trabajadores que vayan a
utilizarlos.

En la elaboración de la memoria habrán de tenerse en cuenta las condiciones del


entorno en que se realice la obra, así como la tipología y características de los
materiales y elementos que hayan de utilizarse, determinación del proceso
constructivo y orden de ejecución de los trabajos.

b) Pliego de condiciones particulares.


En él se tendrán en cuenta las normas legales y reglamentarias aplicables a las
especificaciones técnicas propias de la obra de que se trate, así como las
prescripciones que se habrán de cumplir en relación con las características, la
utilización y la conservación de las máquinas, útiles, herramientas, sistemas y
equipos preventivos.

c) Planos en los que se desarrollarán los gráficos y esquemas necesarios para la mejor
definición y comprensión de las medidas preventivas definidas en la memoria, con
expresión de las especificaciones técnicas necesarias.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

d) Mediciones de todas aquellas unidades o elementos de seguridad y salud en el


trabajo que hayan sido definidos o proyectados.

e) Presupuesto que cuantifique el conjunto de gastos previstos para la aplicación y


ejecución del estudio de seguridad y salud.

El Estudio de Seguridad y Salud deberá tener en cuenta, en su caso, cualquier tipo de


actividad que se lleve a cabo en la obra, debiendo estar localizadas e identificadas
las zonas en las que se presten trabajos de especial peligrosidad (recogidos
en el anexo II del RD 1627/97), así como sus correspondientes medidas específicas. Se
contemplarán también las previsiones y las informaciones útiles para efectuar en su
día, en las debidas condiciones de seguridad y salud, los previsibles trabajos
posteriores.

ESTUDIO BÁSICO DE SEGURIDAD Y SALUD

El estudio básico deberá precisar las normas de seguridad y salud aplicables a la obra,
deberá contemplar:

La identificación de los riesgos que puedan ser evitados, indicando las medidas
técnicas necesarias para ello.
Relación de los riesgos laborales que no puedan eliminarse, especificando las
medidas preventivas y protecciones técnicas tendentes a controlar y reducir dichos
riesgos y valorando su eficacia, en especial cuando se propongan medidas
alternativas.
Medidas específicas relativas a los trabajos de especial peligrosidad incluidos en el
anexo II del RD 1627/97.
Previsiones para efectuar en su día, en las debidas condiciones de seguridad y salud,
los previsibles trabajos posteriores.

PLAN DE SEGURIDAD Y SALUD

Los contratistas que vayan a participar en la obra, reciben por parte del Promotor el
Estudio o el Estudio Básico de Seguridad y Salud, según corresponda, y en base a este
elaboran su Plan de Seguridad y Salud. En el Plan se analizan y complementan
las previsiones contenidas en el Estudio en función de la forma en la que el

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

propio contratista vaya a realizar la parte de la obra que le corresponda. Incluirá, en su


caso, las propuestas de medidas alternativas de prevención que el contratista proponga
con la correspondiente justificación técnica (que no podrá implicar disminución de los
niveles de protección previstos en el Estudio o Estudio Básico) y la valoración
económica, que no podrá suponer una reducción del importe total del presupuesto del
Estudio.

El Plan de Seguridad y Salud deberá ser aprobado, antes del inicio de la obra, por el
coordinador de seguridad y de salud durante la ejecución de la obra, quien deberá
aprobar también cualquier modificación que se realice sobre el mismo, de forma previa
a su implantación. En las obras en las que no corresponda nombrar un coordinador, la
aprobación del plan y sus cambios se realizará por la dirección facultativa.

Quienes intervengan en la ejecución de la obra, así como las personas u órganos con
responsabilidades en materia de prevención en las empresas intervinientes en la misma
y los representantes de los trabajadores, podrán presentar, por escrito y de forma
razonada, las sugerencias y alternativas que estimen oportunas. A tal efecto, el plan
de seguridad y salud estará en la obra a su permanente disposición y a disposición de la
dirección facultativa.

El Plan de Seguridad y Salud será entregado por los contratistas a aquellas empresas o
trabajadores autónomos que contraten. Estos podrán o bien completarlo, si consideran
que hay alguna parte que debe modificarse por la forma en la que ellos realizarán el
trabajo, o adherirse al mismo, lo que demuestra su conformidad con los riesgos
identificados y con las medidas preventivas o de protección que han de aplicarse para
prevenirlos. En cualquier caso el plan de seguridad y salud es de obligado
cumplimiento para todo ellos.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Subcontratista
CONTRATISTA 1
Plan de Se guridad y Subcontratista Autónomo
Salud
Autónomo

CONTRATISTA 2 Subcontratista Subcontratista Autónomo


Plan de Se guridad y
Salud Subcontratista
PROMOTOR
Estudio Se guridad
o Estudio Básico
Subcontratista
de Se guridad
CONTRATISTA 3
Plan de Se guridad y Subcontratista Subcontratista Subcontratista
Salud
Autónomo

CONTRATISTA 4
Plan de Se guridad y Autónomo
Salud

El libro de incidencias

En cada centro de trabajo existirá con fines de control y seguimiento del Plan de
Seguridad y Salud un libro de incidencias que constará de hojas por duplicado. Deberá
mantenerse siempre en la obra, y estará en poder del coordinador en materia de
seguridad y salud o de la dirección facultativa, cuando no sea necesaria la figura del
coordinador.

El libro de incidencias lo facilita:

El Colegio profesional al que pertenezca el técnico que haya aprobado el plan de


seguridad y salud.
La Oficina de Supervisión de Proyectos u órgano equivalente cuando se trate de
obras de las Administraciones Públicas.

A dicho libro tendrán acceso la dirección facultativa de la obra, los contratistas y


subcontratistas y los trabajadores autónomos, así como las personas u órganos con
responsabilidades en materia de prevención en las empresas intervinientes en la obra,
los representantes de los trabajadores y los técnicos de los órganos especializados en
materia de seguridad y salud en el trabajo de las Administraciones Públicas

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

competentes, quienes podrán hacer anotaciones con las incidencias que consideren
oportunas respecto al seguimiento y control del plan de seguridad.

Cada vez que se efectúe una anotación en el libro de incidencias, el coordinador


de seguridad y salud o la dirección facultativa, deberán notificarla al contratista
afectado y a los representantes de los trabajadores de este. En el caso de que la
anotación se refiera a cualquier incumplimiento de las advertencias u observaciones
previamente anotadas en dicho libro por las personas facultadas para ello, o por la
paralización de los trabajos por observarse un incumplimiento de medidas de
seguridad, deberá remitirse una copia a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en
el plazo de veinticuatro horas.

Límites a la subcontratación

Una característica habitual de las propias de las obras de construcción son las largas
cadenas de subcontratación con las que se desarrollan los trabajos proyectados.
Esta peculiaridad dificulta en gran medida la aplicación de las obligaciones preventivas
incidiendo negativamente sobre la seguridad y salud de los trabajadores. Este es uno de
los motivos que dan lugar a la Ley 32/ 2006, de de 18 de octubre, reguladora de la
subcontratación en el sector de la construcción. Esta Ley limita a tres niveles las
posibilidades de subcontratación (ver el esquema) y establece algunas obligaciones
específicas para poder contratar y ser contratado en las obras de construcción:

a) Solvencia y calidad empresarial


o Disponer de infraestructura y medios adecuados para llevar a cabo la actividad y
ejercer directamente la dirección de los trabajos.
o Acreditar que su personal dispone de la formación necesaria en materia de
prevención de riesgos laborales.
o Acreditar que cuenta con una organización preventiva adecuada.
b) Estabilidad en el empleo.
Disponer de un porcentaje mínimo de trabajadores indefinidos.
c) Inscribirse en el Registro de Empresas Acreditadas.
d) Disponer cada empresa contratista del Libro de Subcontratación.
Cada empresa contratista debe dar acceso al Libro de Subcontratación a todos los
agentes que intervienen en la obra y representantes de los trabajadores en la obra
e) Respetar los límites de la subcontratación (según el esquema).

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

f) Informar a los representantes de los trabajadores de todas las empresas de


la obra sobre todas la contrataciones o subcontrataciones de la misma.

Promotor

Contratista A Contratista B Contratista C

PRIMER NIVEL

Subcontratista 1 Subcontratista intensivo Autónomo

SEGUNDO NIVEL

Subcontratista Subcontratista No se pue de subcontratar.


Autónomo Excepción: ampliación e xce pcional
2 intensivo
e n un nive l de contratación por causa
de fue rza mayor sie mpre que se haga
TERCER NIVEL
constar por la dire cción facultativa su
aprobación pre via y la causa e n e l
Subcontratista Subcontratista Libro de Subcontratación. En e ste
Autónomo
3 intensivo caso podrán subcontratar los trabajos
con un autónomo o una e mpre sa.

No se pue de subcontratar.
Excepción: ampliación e xce pcional e n un nive l de
contratación e n casos fortuitos (e spe cialización de l
trabajo, complicación de la producción, fue rza
mayor), sie mpre que se haga constar por la
dirección facultativa su aprobación previa y la
causa e n e l Libro de Subcontratación.

La formación en el sector de la construcción

Una de las particularidades del sector de la construcción es la necesidad de contar con


una formación específica de acuerdo a lo establecido en el VI Convenio General
del Sector de la Construcción. En este se establecen tanto los contenidos
formativos que cada trabajador debe recibir en función del oficio que ocupe, como la
forma de acreditar la formación recibida. Al convenio de la construcción se le han ido
uniendo otros convenios o acuerdos de aquellos colectivos que no están incluidos en el
ámbito de aplicación del convenio de la construcción, pero que intervienen en las obras
y, por tanto, se ven expuestos a los mismos riesgos y cuentan con la misma
problemática.

El cumplimiento de todas las exigencias formativas señaladas en los correspondientes


convenios y/o acuerdos es totalmente necesario para las empresas que actúan en las
obras como contratistas o subcontratistas que puedan inscribirse en el “registro de

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

empresas acreditadas” establecido por la Ley 32/2006 de la subcontratación. De


acuerdo a esto podría darse el caso de que una empresa que no haya facilitado esta
formación a sus trabajadores no pueda acceder a trabajar a una obra, lo que dota a esta
formación de una especial importancia para las empresas y trabajadores del sector.

6.2. Actividades mineras

El Real Decreto 1389/1997, de 5 de septiembre, por el que se aprueban las


disposiciones mínimas destinadas a proteger la seguridad y la salud de los
trabajadores en las actividades mineras incluye dentro de su ámbito de aplicación a
las industrias extractivas a cielo abierto o subterráneas que realicen alguna de las
siguientes actividades:

De extracción propiamente dicha de sustancias minerales al aire libre o bajo tierra,


incluso por dragado.
De prospección con vistas a dicha extracción.
De preparación para la venta de las materias extraídas, excluidas las actividades de
transformación de dichas sustancias.
De perforación o excavación de túneles o galerías, cualquiera que sea su finalidad.

En dicho Real Decreto se recogen diversas obligaciones en materia de seguridad y salud


que deben complementarse con las establecidas en la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales y otras normas de desarrollo, y en el Real Decreto 863/1985, de 2 de
abril, por el que se aprueba el reglamento general de normas básicas de seguridad
minera.

El RD 863/1985 establece como su ámbito de aplicación: las explotaciones de minas,


canteras salinas marítimas, aguas subterráneas, recursos geotérmicos, depósitos
subterráneos naturales o artificiales, sondeos excavaciones a cielo abierto o
subterráneas, siempre que en cualquiera de los trabajos citados se requiera la
aplicación de técnica minera o el uso de explosivos, y los establecimientos de beneficios
de recursos geológicos en general, en los que se apliquen técnicas mineras.

La especial peligrosidad del sector minero hace necesario este desarrollo


normativo adicional, así como la aplicación de un riguroso control por parte de las
Autoridades Mineras.

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135
Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Esta normativa específica, además de detallar medidas preventivas para los riesgos del
sector, pone en escena nuevas figuras con responsabilidades en materia de prevención
y documentos específicos que deben ser desarrollados por las empresas del sector
complementando a los derivados de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y del
Reglamento de los Servicios de Prevención, y que vamos a comentar en los siguientes
apartados.

A las medidas preventivas recogidas en los mencionados Reales Decretos se añaden


otras más específicas desarrolladas por la Comisión de Seguridad Minera a través
de Especificaciones técnicas e Instrucciones Técnicas Complementarias, que en
cualquier caso deben ser tenidas en cuenta por el técnico de prevención.

Figuras con responsabilidades preventivas específicas del sector de la


minería

Director facultativo (RD 863/1985)


Máxima autoridad en la seguridad de la mina, ya que según indica el Reglamento de
normas básicas de seguridad minera, “todas las actividades incluidas en este
reglamento estarán bajo la autoridad de un director facultativo responsable”.

Persona responsable (Anexo Parte A.2 del RD 1389/1997)


Todos los lugares de trabajo ocupados por trabajadores deberán en todo momento
estar bajo el control de una persona responsable que cuente con las aptitudes y
competencias necesarias para esta función con arreglo a la legislación vigente y que
haya sido designada por el empresario.

Personas encargadas de la vigilancia (Anexo Parte A.3 del RD 1389/1997)


Deberá disponerse de una vigilancia con el fin de asegurar la protección de la
seguridad y de la salud de los trabajadores durante todas las operaciones que se
realicen; dicha vigilancia deberá ser ejercida por personas con las aptitudes y
competencias necesarias para esta función, que hayan sido designadas por el
empresario y actúen en su nombre.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Jefe de la estación de salvamento (Arts. 18 y 19 del RD 863/1985)


Toda actividad subterránea con peligro de incendios, desprendimientos de gases o
polvos explosivos, contará con una estación de salvamento provista del material
preciso para hacer frente a las situaciones de emergencia.

El jefe de la estación de salvamento será un técnico titulado de minas con acreditada


experiencia minera.

Documentos y obligaciones específicas del sector minero

Datos de las labores (Art. 6 del RD 863/1985)


Los explotadores de minas, bajo la responsabilidad de su director facultativo, están
obligados a recoger todos los datos y planos relativos a la situación, extensión y
profundidad de las labores, tanto antiguas como actuales, con especial referencia a
los posibles depósitos de gases, aguas colgadas o cursos subterráneos de agua
existentes en sus concesiones.

Estos datos se enviarán a la autoridad competente en materias mineras.

Documento de seguridad y salud (Art. 3 del RD 1389/1997)


El empresario se asegurará de que se elabore y mantenga al día el documento sobre
seguridad y salud, que recoja los requisitos pertinentes contemplados en los
capítulos III y V de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos
Laborales y que demuestre, en particular:

a. Que los riesgos a que se exponen los trabajadores en el lugar de trabajo han sido
identificados y evaluados.
b. Que se van a tomar las medidas adecuadas para alcanzar los objetivos fijados en
la presente disposición.
c. Que la concepción, la utilización y el mantenimiento del lugar de trabajo y de los
equipos son seguros.

Dicho documento deberá estar preparado antes del comienzo del trabajo y deberá
ser revisado en caso de que se realicen modificaciones, ampliaciones o
transformaciones importantes en los lugares de trabajo. Estará a disposición de las
autoridades laboral y sanitaria así como de los delegados de prevención.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Instrucciones por escrito (Anexo Parte A.1.6 del RD 1389/1997)


Deberán elaborarse, para cada lugar de trabajo, instrucciones por escrito en las que
se definan las normas que se deberán observar para garantizar la seguridad y la
salud de los trabajadores y la utilización segura de los equipos e instalaciones.
Dichas instrucciones deberán incluir asimismo consignas relativas al uso de los
equipos de socorro y a las medidas que se deberán tomar en caso de emergencia en
el lugar de trabajo o en las cercanías del mismo.

Autorización para la realización de trabajos peligrosos (Anexo Parte A.1.8


del RD 1389/1997)
Deberá establecerse un sistema de autorización de trabajo para la ejecución de
trabajos peligrosos y para la ejecución de trabajos normalmente sin peligro pero que
puedan ocasionar graves riesgos al interferir con otras operaciones.

La autorización de trabajo deberá expedirla una persona responsable, antes del


comienzo de los trabajos, y deberá especificar las condiciones que se deberán
cumplir y las precauciones que se deberán tomar, antes, durante y después de los
trabajos.

Controles periódicos (Anexo Parte A.1.9 del RD 1389/1997)


El empresario deberá organizar controles periódicos de las medidas adoptadas en
materia de seguridad y salud de los trabajadores, incluidos el sistema de gestión de
la seguridad y la salud. Los controles periódicos de las medidas en materia de
seguridad y salud estarán a disposición de las autoridades competentes así como de
los representantes de los trabajadores.

Plan de prevención contra explosiones (Anexo Parte A.4.2.c del RD


1389/1997)
Deberá establecerse un plan de prevención contra explosiones en el que se indiquen
los equipos a emplear y las medidas necesarias a adoptar.

Plan de protección contra atmósferas nocivas (Anexo Parte A.4.3.c del RD


1389/1997)
Cuando existan o puedan existir gases tóxicos en la atmósfera se deberá disponer de
un plan de protección en el que se indiquen el equipo disponible y las medidas de
prevención a adoptar.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Plan de seguridad contra incendios (Anexo Parte A.4.3.d del RD 1389/1997)


En los propios lugares de trabajo deberá conservarse un plan de seguridad contra
incendios en el que se indiquen las medidas que deberán tomarse para prevenir,
detectar y combatir el inicio y la propagación de incendios.

Proyecto para las nuevas instalaciones mineras o sus modificaciones


sustanciales (Arts. 7 a 9 del RD 863/1985).
Todas las instalaciones mineras nuevas o sus modificaciones sustanciales
necesitarán la aprobación de los proyectos correspondientes y la autorización de la
puesta en servicio, para lo cual es preceptivo la homologación o certificación de
determinados materiales y equipos.

Todo proyecto será dirigido y firmado por un técnico titulado competente y será
presentado en la autoridad competente para su aprobación previo estudio. Para este
estudio la autoridad competente podrá recabar de la Dirección General de Minas,
cuando se estime procedente, el asesoramiento oportuno.

Todo proyecto constará de:

o Memoria descriptiva, planos y cálculos justificativos acerca de la eficacia de las


medidas encaminadas a garantizar la máxima seguridad del personal, así como
toda incidencia perjudicial sobre otras instalaciones, según lo establecido en este
reglamento y sus instrucciones técnicas complementarias y demás normas
aplicables.
o Condiciones y lugares de utilización, así como las reglas de explotación y
mantenimiento.

Memoria “polvos nocivos” (Art. 75 del RD 863/1985).


Todas las empresas dedicadas a actividades en las que pueda originarse polvos
nocivos, elaborarán anualmente una memoria en la que indicarán las medidas de
tipo técnico que piensen adoptar para suprimir, diluir, asentar y evacuar los polvos
que puedan producirse en la realización de los trabajos. Así mismo incluirá los
resultados obtenidos el año anterior y los nuevos casos de neumoconiosis
diagnosticados

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

6.3. Transporte de mercancías peligrosas

Por nuestras carreteras circulan cada día gran número de vehículos que transportan
mercancías peligrosas, lo que supone un riesgo para los trabajadores que intervienen en
la manipulación y el transporte y para el resto de personas que involuntariamente se
cruzan en su camino. El interés de proteger a la población frente a estos riesgos se
plasma en el Acuerdo Europeo sobre Transporte de Mercancías Peligrosas
por Carretera (ADR), celebrado en Ginebra el 30 de septiembre de 1957 y que supone
un punto de partida para la legislación que actualmente tenemos los países europeos en
esta materia.

El ADR es un acuerdo europeo firmado por varios países en Ginebra el 30 de


septiembre de 1957 para regular el transporte de mercancías peligrosas por carretera.
Sus siglas provienen del nombre inglés “European Agreement concerning the
International Carriage of Dangerous Goods by Road”. Es la norma de referencia para
la regulación del transporte de mercancías peligrosas. Es una norma muy amplia y que
puede resultar de compleja interpretación. Se actualiza cada dos años,
publicándose los años impares.

El ADR establece las obligaciones que han deben observar las empresas intervinientes
en el transporte, dependiendo del tipo de mercancía que se transporte. Una de las
obligaciones que establece es la de contar con un Consejero de Seguridad, figura
que queda regulada de forma más específica a través del Real Decreto 1566/1999,
de 8 de octubre, sobre los consejeros de seguridad para el transporte de mercancías
peligrosas por carretera, por ferrocarril o por vía navegable (modificado
parcialmente por el Real Decreto 97/2014, de 14 de febrero, por el que se regulan las
operaciones de transporte de mercancías peligrosas por carretera en territorio español).

En dicho Real Decreto se establece que para poder ejercer como Consejero se
deberá superar un examen cuyo contenido es determinado por Orden del Ministro
de Fomento. Tal y como hemos indicado, la complejidad de la materia y de la norma,
requiere de una formación específica.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Las funciones del Consejero de Seguridad quedan definidas en los artículos 6, 7 y 8


del RD 1566/99, y son las siguientes:

1. Examinar el cumplimiento por la empresa de las reglas aplicables al transporte de


mercancías peligrosas.
2. Asesorar a la empresa en las operaciones relativas al transporte de mercancías
peligrosas.
3. Redactar un informe anual destinado a la dirección de la empresa, sobre las
actividades de la misma relativas al transporte de mercancías peligrosas.
4. Comprobación siguientes los procedimientos y prácticas:
o Los procedimientos encaminados a la observancia de las reglas sobre
identificación de las mercancías peligrosas transportadas.
o La valoración de las necesidades específicas relativas a las mercancías peligrosas,
en la adquisición de medios de transporte.
o Los procedimientos que permitan comprobar el material utilizado para el
transporte de mercancías peligrosas o para las operaciones de carga o descarga.
o Que el personal implicado de la empresa haya recibido una formación adecuada y
que dicha formación figura en su expediente.
o La aplicación de procedimientos de urgencia adecuados en caso de accidentes o
incidentes que pueden afectar a la seguridad durante el transporte de mercancías
peligrosas o durante las operaciones de carga o descarga.
o La realización de análisis y, en caso necesario, la elaboración de partes sobre los
accidentes, incidentes o infracciones graves que se hubiesen comprobado en el
curso del transporte de mercancías peligrosas, o durante las operaciones de carga
o descarga.
o La aplicación de medios adecuados para evitar la repetición de accidentes,
incidentes o infracciones graves.
o La observancia de las disposiciones legales y la consideración de las necesidades
específicas relativas al transporte de mercancías peligrosas en lo referente a la
elección y utilización de subcontratistas o terceros intervinientes.
o La comprobación de que el personal encargado del transporte de mercancías
peligrosas o de la carga y descarga de dichas mercancías dispone de
procedimientos de ejecución y de consignas detalladas.
o La realización de acciones de sensibilización acerca de los riesgos ligados al
transporte de mercancías peligrosas o a las operaciones de carga o descarga de
dichas mercancías.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

o La aplicación de procedimientos de comprobación con objeto de garantizar la


presencia, a bordo de los medios de transporte, de los documentos y de los
equipos de seguridad que deban acompañar a los transportes, y la conformidad
de dichos documentos y equipos con la normativa.
o La aplicación de procedimientos de comprobación con objeto de garantizar la
observancia de las reglas relativas a las operaciones de carga y descarga.
5. Colaborar, cuando sea requerido, con las autoridades de las Administraciones
públicas competentes en aquellas materias objeto de su función.
6. Redactar un parte de accidente, destinado a la dirección de la empresa, cuando se
haya producido un accidente en el curso de una operación de transporte o de carga o
descarga de mercancías peligrosas y del mismo se deriven perjuicios a las personas,
a los bienes o al medio ambiente.

La empresa está obligada a:

1. Comunicar a la Dirección General de Ferrocarriles y Transportes por Carretera y al


órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que radique su actividad
principal el número e identidad de sus consejeros y las áreas de gestión que, en su
caso, tuvieran encomendadas.
2. Verificar que las personas designadas como consejeros reúnan los requisitos
exigidos en el RD 1566/99 y sus normas de desarrollo.
3. Facilitar los medios precisos para que el consejero pueda desarrollar sus actividades.
4. Remitir los informes anuales correspondientes al transporte por carretera durante el
primer trimestre del año siguiente, a la Dirección General de Ferrocarriles del
Ministerio de Fomento y a los órganos competentes de las comunidades autónomas.
5. Conservar los informes anuales correspondientes al transporte por carretera durante
5 años.
6. Remitir los informes elaborados por los Consejeros de Seguridad en caso de
accidente o incidente en las maniobras de transporte, carga o descarga, en un plazo
no superior a treinta días naturales, a la Dirección General de Transportes por
Carretera o a la Dirección General de Ferrocarriles en su caso, al Ayuntamiento del
término municipal donde se hubiera producido el suceso y al órgano competente de
la comunidad autónoma en cuyo territorio hubiera tenido lugar el accidente.

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Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

6.4. Pesca

En un sector de la pesca las tareas y el lugar de trabajo tienen unas características tan
diferenciadoras que hace necesario desarrollar una normativa específica para proteger
a los trabajadores. El RD 1216/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las
disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo a bordo de los buques de
pesca y su guía técnica de desarrollo nacen con este objetivo.

El Real Decreto y la guía se aplicarán a los buques de pesca nuevos o existentes,


entendiéndose por buque, buque nuevo y buque existente, lo establecido en el art. 2:

Buque de Pesca:
Todo buque abanderado en España o registrado bajo la plena jurisdicción española,
utilizado a efectos comerciales para la captura o para la captura y el
acondicionamiento del pescado u otros recursos vivos del mar.

Buque de pesca nuevo:


Todo buque de pesca, cuya eslora entre perpendiculares sea igual o superior a 15
metros, que a partir del 23 de noviembre de 1995, o con posterioridad, cumpla
alguna de las condiciones siguientes:
o Que se haya celebrado un contrato de construcción o de transformación
importante.
o Que, de haberse celebrado un contrato de construcción o de transformación
importante antes del 23 de noviembre de 1995, la entrega del buque se produzca
transcurridos al menos tres años a partir de dicha fecha.
o Que, en ausencia de un contrato de construcción:
- Se haya instalado la quilla del buque.
- O se haya iniciado una construcción por la que se reconozca un buque
concreto.
- O se haya empezado una operación de montaje que suponga la utilización de,
al menos, 50 toneladas del total estimado de los materiales de estructura o un
1 % de dicho total si este segundo valor es inferior al primero.

Buque de pesca existente:


Todo buque de pesca, cuya eslora entre perpendiculares sea igual o superior a 18
metros, que no sea un buque de pesca nuevo.

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143
Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

Dependiendo de si el buque es nuevo o existente, el RD 1216/1997 propone la


aplicación de una serie de medidas mínimas, ya que no se puede exigir lo mismo a
un buque en sus fases de diseño y fabricación, que a un buque ya fabricado sobre el que
se solo se pueden realizar reparaciones o ciertas modificaciones. El Anexo I desarrolla
las disposiciones mínimas para los buques nuevos y el Anexo II para los existentes.

En relación a la determinación de obligaciones preventivas y ámbito de aplicación


del RD y de la guía también hay ciertas particularidades en el sector de la pesca que
vienen dadas por la existencia de las siguientes figuras:

Armador: la persona física o jurídica que, utilizando buques propios o ajenos, se


dedique a la explotación de los mismos, aún cuando ello no constituya su actividad
principal, bajo cualquier modalidad admitida por los usos internacionales, incluida
la cesión de uso de los buques. En este caso se considerará que el armador es la
persona física o jurídica a quien se ha cedido o que efectúa el uso del buque.
Capitán: todo trabajador debidamente habilitado para ello, que manda el buque o
es responsable del funcionamiento operativo-marítimo del mismo.
Trabajador: toda persona que ejerza una actividad profesional a bordo de un
buque, incluidas las personas en período de formación y los aprendices, con
exclusión del personal de tierra que realice trabajos a bordo de un buque atracado en
el muelle y de los prácticos de puerto.

Fundamentalmente le corresponde al armador dotar al buque de las medidas


necesarias para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores a bordo. Al capitán
le corresponderá la toma de decisiones. Si hacemos un símil con una empresa por
ejemplo, del sector industrial, el armador sería el empresario y el capitán el director de
producción.

Obligaciones del armador

El articulado del Real Decreto 1216/1997, establecen las siguientes obligaciones para el
armador:

1. Adoptar las medidas necesarias para que los buques sean utilizados sin poner en
peligro la seguridad y salud de los trabajadores.
2. Elaborar un informe detallado de los sucesos que ocurran en el mar y que tengan o
pudieran tener algún efecto en la salud de los trabajadores a bordo. Dicho informe

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144
Capítulo 6: Aplicación a sectores especiales

deberá transmitirse a la autoridad laboral. Asimismo, tales sucesos se consignarán


de forma detallada en el cuaderno de bitácora o, en su defecto, en un documento
específico para ello.
3. Velar por el mantenimiento técnico de los buques, de las instalaciones y de los
dispositivos, y por que los defectos observados que puedan afectar a la seguridad y a
la salud de los trabajadores se eliminen lo antes posible.
4. Tomar medidas para garantizar la limpieza periódica de los buques y del conjunto de
las instalaciones y dispositivos, de forma que se mantengan en condiciones
adecuadas de higiene y seguridad.
5. Mantener a bordo del buque los medios de salvamento y supervivencia apropiados,
en buen estado de funcionamiento y en cantidad suficiente.
6. Tomar en consideración las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas
a los medios de salvamento y supervivencia (Anexo III del RD 1216/1997).
7. Tomar en consideración las especificaciones en materia de equipos de protección
individual (Anexo IV RD 1216/1997).
8. Garantizar que los trabajadores y los representantes de los trabajadores reciban una
formación e información adecuadas sobre la salud y la seguridad a bordo de los
buques, así como sobre las medidas de prevención y protección que se adopten.
9. Garantizar que toda persona que pueda mandar un buque reciba una formación
especializada sobre las siguientes materias:
o Prevención de enfermedades profesionales y accidentes de trabajo a bordo y
medidas que deban adoptarse en caso de accidente.
o Lucha contra incendios y utilización de medios de salvamento y supervivencia.
o Estabilidad del buque y mantenimiento de dicha estabilidad en cualesquiera
condiciones previsibles de carga y durante las operaciones de pesca.
o Procedimientos de navegación y comunicación por radio.

Los Institutos gallego, asturiano, cántabro y vasco de seguridad y salud laboral, han
elaborado una guía, denominada “Guía de Vigilancia de la Salud en el Sector
Pesquero”, en la que en consonancia con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales,
se describen las condiciones de trabajo existentes en este sector así como los
principales riesgos existentes, constituyéndose como una herramienta útil dentro del
campo de la prevención de riesgos laborales.

Dicha guía puede consultarse en el siguiente enlace:


http://www.osalan.euskadi.net/contenidos/libro/medicina_201305/es_201110/adjunt
os/guia_pesca_2parte.pdf

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146
Capítulo 7
Seguridad del producto y
sistemas de gestión de la
calidad
Autor: Fernando Flórez Baquedano
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

7.1. Definiciones

Producto seguro

Es producto todo bien mueble conforme a lo previsto en el artículo 335 del Código Civil,
aun cuando esté unido o incorporado a otro bien mueble o inmueble, así como el gas y
la electricidad. El mencionado artículo 355 indica que:

“Son frutos naturales las producciones espontáneas de la tierra, y las crías y


demás productos de los animales. Son frutos industriales los que producen los
predios de cualquier especie a beneficio del cultivo o del trabajo. Son frutos
civiles el alquiler de los edificios, el precio del arrendamiento de tierras y el
importe de las rentas perpetuas, vitalicias u otras análogas.”

En concreto, la Ley (artículo 2 del Real Decreto 1801/2003, de 26 de diciembre, sobre


seguridad general de los productos) dice que un producto seguro es:

"Cualquier producto que, en condiciones de utilización normales o razonablemente


previsibles, incluidas las condiciones de duración y, si procede, de puesta en
servicio, instalación y de mantenimiento, no presente riesgo alguno o únicamente
riesgos mínimos compatibles con el uso del producto y considerados admisibles
dentro del respeto de un nivel elevado de protección de la salud y de la seguridad de
las personas, habida cuenta, en particular, de los siguientes elementos:

Las características del producto, entre ellas su composición y envase.


El efecto sobre otros productos, cuando razonablemente se pueda prever la
utilización del primero junto con los segundos.
La información que acompaña al producto. En particular, el etiquetado; los
posibles avisos e instrucciones de uso y eliminación; las instrucciones de
montaje y, si procede, instalación y mantenimiento, así como cualquier otra
indicación o información relativa al producto.
La presentación y publicidad del producto.
Las categorías de consumidores que estén en condiciones de riesgo en la
utilización del producto, en particular, los niños y las personas mayores.”

También la Ley (artículo 12 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre,


por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias) obliga a los empresarios a


informar de los riesgos para la seguridad de los productos y servicios:

"Los empresarios pondrán en conocimiento previo del consumidor y usuario,


por medios apropiados, los riesgos susceptibles de prevenir de una utilización
previsible de los bienes y servicios, habida cuenta de su naturaleza,
características, duración y de las personas a las que van destinados, conforme a
lo previsto en el artículo 18 y normas reglamentarias que resulten de aplicación.

Los productos químicos y todos los artículos que en su composición lleven


sustancias clasificadas como peligrosas deberán ir envasados con las debidas
garantías de seguridad y llevar de forma visible las oportunas indicaciones que
adviertan el riesgo de su manipulación".

¿De qué empresario se habla en este texto? Como indicábamos en la introducción, nos
encontramos con las obligaciones del empresario en general, sin especificar si entre sus
características se encuentran las del empleador, por lo que no debemos entender que se
refiera específicamente al empresario indicado en la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales, sino a todo tipo de empresario que pone a disposición del público en general
un producto, actuando “en el marco de su actividad empresarial o profesional, ya sea
pública o privada”. Veremos que el empresario empleador tendrá sus responsabilidades
muy influidas por las de otros empresarios a quienes adquiera sus productos, en tanto
en cuanto estos tengan relación con sus trabajadores en el centro de trabajo.

Además, el empresario empleador está obligado no solo a dar esa información, sino en
términos que sean entendibles por todos sus trabajadores, lo cual es mucho más impositivo
que el mero hecho de dar información, dado que la necesidad de inteligibilidad de la
información conlleva que el empresario lo compruebe para cada trabajador (adaptándose a
su idioma vehicular, su nivel de formación, sus capacidades y aptitudes, así como al nivel
de riesgo de los trabajos, según se indique en la evaluación de riesgos).

Fabricante o productor

Se considera productor (artículo 5 del RDL 1/2007):

“Al fabricante del bien o al prestador del servicio o su intermediario, o al


importador del bien o servicio en el territorio de la Unión Europea, así como a

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

cualquier persona que se presente como tal al indicar en el bien, ya sea en el


envase, el envoltorio o cualquier otro elemento de protección o presentación, o
servicio su nombre, marca u otro signo distintivo”.

Es productor, además, según el artículo 138 del citado RDL 1/2007:

“El fabricante o importador en la Unión Europea de:


a. Un producto terminado.
b. Cualquier elemento integrado en un producto terminado.
c. Una materia prima.
2. Si el productor no puede ser identificado, será considerado como tal el
proveedor del producto, a menos que, dentro del plazo de tres meses, indique al
dañado o perjudicado la identidad del productor o de quien le hubiera
suministrado o facilitado a él dicho producto. La misma regla será de aplicación
en el caso de un producto importado, si el producto no indica el nombre del
importador, aun cuando se indique el nombre del fabricante.”

Los artículos 5 y 135 del RDL 1/2007 engloban dentro del concepto de productor todos
los sujetos responsables que intervienen en el proceso de producción y
comercialización del producto.

Importador

Se entiende por importador quien, en el ejercicio de 
su actividad empresarial,


introduce un producto en la Unión Europea para su 
venta, arrendamiento,
arrendamiento financiero o cualquier otra forma de 
distribución (Ley 22/1994, de 6
de julio, de responsabilidad civil por los daños causados por productos defectuosos).

Es importante significar que importador es, por tanto, el importador comunitario,


no el nacional. Veremos que es este importador, en el caso de que el fabricante no esté
establecido en la Unión Europea o no tenga un representante autorizado en la Unión,
quien debe facilitar una copia de la declaración de conformidad CE y poner a
disposición la documentación técnica.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Distribuidor

Genéricamente, el distribuidor de un bien es aquel empresario que pone a disposición


de los consumidores finales para su consumo directamente a través de una red de
tiendas de su enseña o a distancia (Internet, pedido telefónico, venta catálogo) los
bienes del fabricante.

A veces el distribuidor pone a disposición bajo su propia enseña artículos fabricados


por un tercero denominados marcas blancas o de distribuidor.

Más concretamente, en materia de consumo y seguridad de los productos, la Ley define


al distribuidor como: "cualquier profesional de la cadena de comercialización cuya
actividad no afecte a las características de seguridad de los productos".

Su única obligación es adoptar las medidas necesarias para asegurarse de que se está
distribuyendo productos con el marcado CE y estar en condiciones de identificar quién
le facilitó el producto.

7.2. Marco legal de la Unión Europea y del Espacio Económico


Europeo (EEE)

Para poder comercializar productos en el Espacio Económico Europeo (que engloba a


toda la Unión Europea y a los países de la Asociación Europea de Libre Comercio:
Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, este último mediante acuerdos aparte), estos
productos deben cumplir:

a) Que se fabriquen cumpliendo los requisitos básicos de seguridad previstos en


las Directivas del Mercado Único aplicables a cada tipo de producto.
b) Que se sometan a un procedimiento para evaluar la conformidad a los
referidos requisitos esenciales de seguridad.
c) Que se certifique la conformidad a dichos requisitos mediante la certificación
CE y del marcado.

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151
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Cuando no exista Directiva específica para un determinado producto, se aplica


subsidiariamente lo dispuesto en la Directiva de Seguridad General de los Productos a
efectos de considerar el producto seguro.

Directivas del Mercado Único

Las Directivas del Mercado Único tienen como objetivo fundamental la aproximación
de legislaciones de los Estados Miembros sobre los productos que pueden poner en
circulación en este mercado.

Estas Directivas responden al establecimiento de una nueva técnica y estrategia de


reglamentación relativas a un «nuevo enfoque» en armonización técnica de
normalización sobre la base de los siguientes principios básicos:

La armonización se limita a los requisitos esenciales (seguridad, salud y otros de


interés colectivo).
Únicamente los productos que cumplen los requisitos básicos esenciales pueden
comercializarse y entrar en servicio.
Se presume que las normas armonizadas cuyos números de referencia se hayan
publicado en el Diario Oficial y que se hayan traspuesto a normas nacionales son
conformes con los requisitos esenciales correspondientes.
La aplicación de las normas armonizadas u otras especificaciones técnicas seguirá
siendo voluntaria y los fabricantes son libres de elegir cualquier solución técnica que
cumpla los requisitos esenciales.
Los fabricantes pueden elegir entre los diversos procedimientos de evaluación de la
conformidad contemplados en la directiva aplicable.

Una norma armonizada, de acuerdo con la resolución de nuevo enfoque, es una


especificación técnica aprobada por un organismo europeo de normalización. Las
normas nacionales que son trasposición de normas armonizadas sirven para establecer
la presunción de conformidad con los requisitos esenciales de la correspondiente
Directiva de nuevo enfoque.

Estas normas armonizadas se adoptan por AENOR en España con la codificación UNE
(por ejemplo UNE-EN ISO 9.001).

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152
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Este nuevo enfoque se completa con un conjunto de instrumentos que desarrollaron una
política europea de evaluación de la conformidad, según la Comunicación al Consejo
titulada “Planteamiento global en materia de certificación y pruebas”, comúnmente
conocida como «nuevo enfoque». Los criterios de enfoque global son los siguientes:

La adopción de los módulos correspondientes de evaluación de la conformidad.


La designación y autorización de los organismos que deben intervenir en dichos
procedimientos.
La utilización de marcado CE.
La utilización generalizada de las normas europeas relativas al aseguramiento de la
calidad EN-ISO 9000.
El cumplimiento por parte de los organismos de certificación, laboratorios de ensayo
y entidades de inspección de las normas de aplicación: UNE-EN ISO/IEC 17021 para
los organismos de certificación, UNE-EN ISO/IEC 17025 para los laboratorios de
ensayo y UNE-EN ISO/IEC 17020 para las entidades de inspección.
La utilización de técnicas de intercomparación.

Las principales Directivas del Mercado Único se refieren a las siguientes categorías de
productos o características:

Sustancias y preparados peligrosos (clasificación, etiquetado y envasado).


Vehículos a motor (turismos, motocicletas, tractores, dispositivos de los vehículos,
contaminación por gases y por ruido).
Material eléctrico.
Detergentes.
Abonos. Productos fitosanitarios y biocidas.
Aparatos y material a utilizar en atmósferas explosivas.
Recipientes y equipos a presión.
Ascensores.
Emisión sonora de máquinas de uso al aire libre.
Aparatos de electromedicina (vigente a efectos de los productos sanitarios para
medicina veterinaria, excluyéndose el ámbito humano).
Responsabilidad civil por daños causados por productos defectuosos.
Productos de la construcción (todo tipo de material o elemento a incorporar
permanentemente en una obra de construcción, ya sea edificación, obra civil u otra).
Compatibilidad electromagnética.
Equipos de protección individual.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Productos sanitarios (incluidos los implantables activos) y para diagnósticos in vitro.


Aparatos a gas.
Máquinas (fijas, móviles y de elevación de cargas).
Calderas de agua caliente.
Explosivos de uso civil.
Equipos marinos.
Emisión de gases de máquinas móviles no de carretera.
Equipos radioeléctricos y terminales de telecomunicación.

En la siguiente página de la Unión Europea se pueden descargar tanto las Directivas,


como los Reglamentos que regulan estas materias: http://www.eur-lex.europa.eu

Normas técnicas armonizadas

Las normas técnicas se elaboran fundamentalmente por organismos de normalización


privados y que se apoyan y sustentan en empresas y asociaciones empresariales de los
distintos sectores, así como de las organizaciones de consumidores y usuarios, además
de la propia participación de la Administración, los organismos de investigación y las
organizaciones sindicales.

En España existe un único organismo encargado de la normalización: la Asociación


Española de Normalización y Certificación (AENOR).

Las normas que desarrollan las especificaciones básicas de las Directivas de Mercado
Interior se aprueban con la participación de todos los organismos de normalización de
los Estados del Espacio Económico Europeo (EEE), representados además en los tres
organismos europeos de normalización: CEN (Comité Europeo de Normalización),
CENELEC (para normas en el campo de la electrotecnia y electrónica) y ETSI (campo
de las comunicaciones). También participan los organismos internacionales ISO
(Organización Internacional de Normalización) e IEC (Comisión Electrotécnica
Internacional).

Estas normas se denominan armonizadas y su principal característica es que, a pesar de


no ser obligatorias, su cumplimiento presume la conformidad de los productos
fabricados con los requisitos esenciales de seguridad previstos en las Directivas.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Evaluación de la conformidad

Ya hemos comentado que el nuevo enfoque comunitario o “enfoque global” incorporó la


adopción de una serie de módulos correspondientes a los procedimientos de la evaluación
de la conformidad. Este enfoque modular subdivide la evaluación de la conformidad en
varias operaciones o módulos, de acuerdo con la fase de desarrollo del producto: diseño,
prototipo, plena producción; de acuerdo con el tipo de evaluación que intervenga:
comprobaciones documentales, homologación de tipo, aseguramiento de la calidad; y de
acuerdo con la persona que realiza la evaluación: el fabricante o un tercero.

La evaluación de la conformidad se basa en:

El diseño y las actividades internas de control de la producción del fabricante.


El examen de tipo realizado por un tercero, combinado con las actividades internas
de control de la producción del fabricante.
El examen de tipo o de diseño por un tercero, combinado con la homologación por
un tercero del producto o de los sistemas de aseguramiento de la calidad de la
producción o de la verificación del producto por un tercero.
La verificación unitaria por un tercero del diseño o la producción.
La homologación por un tercero de sistemas integrales de aseguramiento de la calidad.

Módulos de evaluación de la conformidad de los productos

Para acreditar que el producto se ha fabricado de acuerdo con la normativa aplicable, el


fabricante debe:

1. Someter su producto al procedimiento de evaluación que establezca la Directiva aplicable.


2. Elaborar un expediente técnico que incluya toda la información útil y relevante
relacionada con la demostración fehaciente de la conformidad del producto con los
requisitos esenciales de las Directivas que le son de aplicación. Este expediente ha de
incluir la declaración «CE» de conformidad correspondiente.
3. Elaborar una declaración de conformidad «CE» que contenga toda la información
relevante para identificar las Directivas con arreglo a las cuales se emite, así como el
fabricante, representante autorizado y, en su caso, el organismo notificado que ha
evaluado el producto y la referencia de las normas armonizadas u otros documentos
normativos que se han seguido en la elaboración del producto.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

4. Colocar el marcado «CE» que acredita que el producto se ajusta a todas las
disposiciones comunitarias sobre seguridad de los productos y que el mismo se ha
sometido al proceso pertinente de evaluación de la conformidad. Este marcado se
debe efectuar sobre el producto, sobre una placa descriptiva, sobre el recipiente o
envase y en la documentación que lo acompaña y ha de ser indeleble, legible y
perfectamente visible, debiendo ir delante del número de identificación del
organismo notificado cuando este intervenga en la fase de control de la fabricación.
Con ello el fabricante, distribuidor o importador se hace responsable del producto
que comercializa.

La necesidad de que intervenga o no una tercera parte en la evaluación de la


conformidad y el momento (fase de diseño o de producción o ambas) en que interviene
esa tercera parte son los dos principales elementos diferenciadores entre los distintos
módulos de evaluación de la conformidad.

La Decisión 93/465/CEE incluye los módulos de evaluación de la conformidad:

Control interno de la fabricación.


Examen «CE» de tipo.
Conformidad con el tipo.
Aseguramiento de calidad de la producción.
Aseguramiento de calidad del producto.
Verificación de los productos.
Verificación por unidad.
Aseguramiento de calidad total.

Los ocho módulos pueden combinarse a su vez entre sí. Cada Directiva del nuevo
enfoque especifica el procedimiento de evaluación de la conformidad a que se deben
someter los productos incluidos en su ámbito de aplicación.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Fabricante

Fase de dise ño
Módulo
B

Módulo Módulo Módulo


A G H
Módulo Módulo Módulo Módulo

Fase de producción
C D E F

CE

Se autorizará el empleo de módulos adicionales o variaciones en la utilización de los 8


módulos en caso de que las circunstancias específicas de un sector concreto o una
Directiva lo justifiquen.

A continuación describimos los módulos mencionados:

Módulo A. Control interno de la fabricación.

Este módulo se refiere a las dos fases, diseño y producción. No requiere intervención
del organismo notificado. Sus características son las siguientes:

o Elaboración de un expediente técnico que debe estar a disposición, al menos, 10


años a partir de la fecha en que se fabricó la última unidad del producto.
o Marcado «CE» en cada producto.
o Declaración escrita de conformidad.

Este módulo admite dos variantes: pueden realizarse ensayos sobre algunos aspectos
del producto y controles aleatorios de productos terminados in situ.

Módulo B. Examen «CE» de tipo (por Organismo Notificado)

Este módulo abarca solo la fase de diseño y, por tanto, se debe completar con otro
módulo que contemple la fase de producción. Sus características son las siguientes:

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

o Examen de la documentación técnica.


o Comprobación de la adecuación del tipo (ejemplar o prototipo del producto) a
esta documentación.
o Comprobación de la aplicación correcta de las normas en el diseño.
o Realización de controles y ensayos.
o Expedición del certificado de examen «CE» de tipo.

Módulo C. Conformidad con el tipo.

Este módulo contempla solo la fase de producción y debe seguir al módulo B. Sus
características son las siguientes:

o Declaración escrita de conformidad de los productos al tipo y que cumplen los


requisitos esenciales por parte del fabricante.
o Marcado «CE» por el fabricante de cada producto.

Este módulo tiene también dos variantes: control interno de la producción y una o
varias pruebas sobre uno o varios aspectos del producto acabado; o control interno
de la producción y comprobación de los productos en intervalos aleatorios.

Módulo D. Aseguramiento de la calidad de la producción.

Este módulo contempla solo la fase de producción y debe seguir al módulo B. Sus
características son las siguientes:

o Aplicación por el fabricante de un sistema de calidad de la producción, aprobado


y vigilado por un organismo notificado.
o Declaración de que los productos son conformes con el tipo descrito en el examen
«CE» de tipo.
o Marcado «CE» en cada producto, acompañado de la identificación del organismo
notificado.
o Auditoría periódica del sistema de calidad por el organismo notificado.

Este módulo contempla la variante D bis de aseguramiento de la calidad de


producción sin utilizar el módulo B. En este caso se requiere que el fabricante
elabore una documentación técnica y la conserve a disposición de las autoridades

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

nacionales para fines de inspección, tal como se especifica en el módulo A. El


fabricante presentará, así mismo, para los productos de que se trate, una solicitud de
evaluación de su sistema de calidad ante un organismo acreditado.

Módulo E. Aseguramiento de la calidad del producto.

Este módulo contempla solo la fase de producción y debe seguir al módulo B. Sus
características son las siguientes:

o Aplicación por el fabricante de un sistema de calidad para la inspección del


producto final y de los ensayos pertinentes aprobado por un organismo
notificado, que lo ha de someter a una adecuada vigilancia.
o Declaración de que los productos son conformes con el tipo del correspondiente
examen «CE» de tipo y cumplen con los requisitos esenciales que le son de
aplicación.
o Marcado «CE» en cada producto con la identificación del organismo notificado.
o Auditoría periódica del sistema de calidad por el organismo notificado.

Este módulo contempla la variante E bis de aseguramiento de la calidad de


producción sin utilizar el módulo B. En este caso se requiere la elaboración de una
documentación técnica en los términos previstos en el módulo A.

Módulo F. Verificación de los productos.

Este módulo contempla solo la fase de producción y debe seguir al módulo B. Sus
características son las siguientes:

o Evaluación de los productos por un organismo notificado, bien mediante control


y ensayo de cada unidad, bien por control y ensayo de una muestra aleatoria de
los productos terminados, verificando el cumplimiento con los requisitos
esenciales y la conformidad con el tipo del certificado de examen «CE» de tipo.
o El fabricante realiza el marcado «CE» en cada producto y elabora una declaración
escrita de conformidad que debe conservar, al menos, 10 años después de la
fabricación de la última unidad.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Este módulo contempla la variante F bis de aseguramiento de la calidad de


producción sin utilizar el módulo B. En este caso se requiere la elaboración de una
documentación técnica en los términos previstos en el módulo A.

Módulo G. Verificación por unidad.

o El organismo notificado realiza los ensayos y comprobaciones pertinentes en


relación con los requisitos que son de aplicación, expidiendo un certificado de
conformidad.
o El fabricante realiza el marcado «CE» en cada producto y elabora una declaración
escrita de conformidad.

Módulo H. Aseguramiento total de la calidad.

o El fabricante establece un sistema de calidad para el diseño, fabricación,


inspección del producto final y ensayos correspondientes, aprobado por un
organismo notificado que, además, lo ha de someter a una auditoría periódica.
o Declaración de la conformidad de los productos con el tipo del examen CE de tipo
y cumplimiento con los requisitos esenciales exigibles.
o El fabricante realiza el marcado «CE» en cada producto junto con la
identificación de organismo identificado.

El Marcado «CE»

El principal objetivo es establecer procedimientos armonizados de evaluación de la


conformidad de los productos industriales con todos los requisitos comunitarios
impuestos al fabricante por las Directivas Europeas de armonización técnica y que se
acreditan con el marcado «CE».

El marcado «CE» de conformidad tiene las siguientes características:

Tiene un único grafismo que está formado por la sigla «CE» y el número de
identificación del organismo notificado que interviene en la fase de control de la
producción, en su caso.

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160
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Deben conservarse las proporciones, siendo la dimensión vertical mínima de 5 mm.


Debe colocarse sobre el producto o su placa descriptiva. Cuando no sea posible,
deberá fijarse al embalaje si lo hubiera y en los documentos que lo acompañan, si la
Directiva lo exige.
Se colocará de forma visible, legible e indeleble.
Es el único marcado que indica que el producto cumple las Directivas de aplicación.
Debe colocarse al final de la fase de control de producción.
Lo fijará el fabricante o su representante autorizado dentro de la Unión Europea.
Excepcionalmente, cuando la Directiva lo permita, podrá fijarlo la persona
responsable de la puesta en el mercado del producto en la Unión Europea.
Está prohibido colocar signos que puedan confundirse con el marcado «CE», tanto
en significado como en la forma. Un producto podrá llevar otras marcas o sellos,
siempre que no se confundan con el marcado «CE» y que no reduzcan la legibilidad
y visibilidad de este. Los fabricantes que tengan marcas susceptibles de confundirse
con el marcado «CE» están autorizados a poseer su marca durante 10 años después
de la adopción del reglamento si estas marcas han sido registradas antes del
30/06/89 y están actualmente en servicio.

El marcado CE garantiza la libre circulación de todos los productos de construcción en


la Unión Europea, mediante la armonización de las legislaciones nacionales relativas a
los requisitos esenciales de los productos en materia de salud, seguridad y bienestar.

Aplicada en productos, constituye una declaración por parte de la persona física y


jurídica que la ha colocado o que es responsable de su colocación de que el producto se
ajusta a todas las disposiciones aplicables y que ha sido objeto de los procedimientos
pertinentes de evaluación de la conformidad.

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161
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Fuente: IDEPA

Los Estados Miembro no están autorizados a limitar la comercialización y puesta en


servicio de productos con el marcado «CE», a menos que exista una motivación
mediante pruebas acreditativas de la no conformidad del producto.

Por otro lado, dado que todos los productos amparados por directivas de nuevo
enfoque llevan el marcado «CE», este no pretende servir para fines comerciales ni es un
distintivo de origen, ya que no indica que el producto haya sido fabricado en la
Comunidad. No obstante, este marcado es obligatorio y debe colocarse antes de que un
producto sujeto al mismo sea comercializado o puesto en servicio. Como excepción, los
equipos marinos, sujetos a Directiva de plena armonización, llevan una marca distinta
al marcado «CE» (en concreto un timón):

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Si los productos están sujetos a varias directivas, el marcado indica que los productos
son conformes con las disposiciones de todas ellas. Y, por el contrario, si un producto
no está amparado por una directiva que disponga la colocación del marcado «CE»,
entonces ese producto no puede llevar el marcado «CE».

Por último, no hay que confundir el cumplimiento de requerimientos y obligaciones


específicas de una Directiva de nuevo enfoque, que devengue el marcado «CE» para un
producto, con el hecho de que se garantice que el fabricante ha cumplido la obligación
genérica de seguridad. Puede ocurrir que el producto incorpore el marcado «CE», pero
que a pesar de todo constituya una fuente de peligro para los trabajadores. Por ello el
empresario no queda en ningún caso exonerado de sus responsabilidades aunque el
producto cumpla los requisitos básicos de seguridad recogidos en las Directivas
específicas y luzca el marcado «CE».

Certificación de la conformidad

La evaluación de la conformidad se lleva a cabo a través de los organismos de


certificación que hayan acreditado su competencia ante el Ente Nacional de
Acreditación (ENAC). Tanto AENOR como ENAC constituyen la infraestructura básica
de la calidad española.

Cuando los organismos de certificación actúan según las Directivas Comunitarias, se les
conoce con el nombre de Organismos Notificados: en este caso es obligatorio que
tengan acreditada su competencia en ENAC. En el ámbito de la seguridad de equipos de
trabajo y de equipos de protección individual (EPI), trabajan como organismos
notificados diversas entidades españolas, como es el caso de AENOR y el INSHT a
través de sus centros de Sevilla (Centro Nacional de Medios de Protección, para EPI) y
Barakaldo (Centro Nacional de Verificación de Maquinaria, para máquinas).

Puesta en circulación

El producto ha de cumplir los requisitos esenciales de seguridad en el momento de la


comercialización, aunque excepcionalmente algunas Directivas específicas exigen que el
producto sea conforme con los requisitos esenciales en el momento de la puesta en servicio,
es decir, cuando se utiliza por primera vez y no en el momento de su comercialización. Esto
se da cuando los productos solo pueden utilizarse una vez que se ha realizado un
ensamblaje o una instalación, en el caso de que durante la fase de distribución el producto

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

pueda experimentar alteraciones que impidan el cumplimiento de la directiva de


seguridad, o en el caso en el que los productos no hayan sido comercializados antes de
entrar en servicio, como ocurre con los productos para uso propio.

Se entiende que el producto se pone en el mercado comunitario cuando se ofrece por


primera vez. No solo los productos nuevos deben cumplir los requisitos esenciales de
seguridad derivados del nuevo enfoque, sino todos los productos que se comercialicen
por primera vez en el mercado único, lo cual incluye también a los productos viejos o
usados que se introduzcan por primera vez en la Unión.

Inseguridad del producto

Las autoridades pueden descubrir que un producto no es conforme a las exigencias


derivadas de la normativa de seguridad, en cuyo caso las medidas que emprenden
dependerán de:

1. Si se trata de un incumplimiento insustancial, en cuyo caso solo se requiere al


fabricante para que corrija las deficiencias del producto.
2. Si, por otro lado, el incumplimiento es sustancial, en cuyo caso se puede proceder a
retirar el producto del mercado, limitando o incluso prohibiendo su comercialización.

En general este tipo de medidas exigen la adopción de la cláusula de salvaguarda,


que se limita a los productos que deban llevar el marcado CE, y que exige la
intervención de la Comisión para que verifique si está justificada la retirada del
producto. De esta manera se pretende conseguir un equilibro entre la libre circulación
de mercancías y la protección de la seguridad, asegurando por otro lado la efectividad
real del marcado CE. Hecha la comunicación a la Comisión por parte de un Estado
Miembro, si se ratifica la restricción a la libre circulación de ese producto, se encarga la
propia Comisión de comunicarlo al resto de Estados Miembro para que procedan a la
retirada del producto.

Aplicación subsidiaria de la Directiva de seguridad general de los


productos

La Directiva 2001/95/CE cubre aquellos productos, o algunas partes o complementos


de algunos de ellos, que no están implicados en todo o en algún aspecto en el campo de
aplicación de ninguna Directiva específica del mercado interior. Esta Directiva solo

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

incluye los productos destinados al consumidor, quedando excluidos los de uso


profesional, lo cual se ha respetado en la trasposición española según R.D. 1801/2003.

Su aplicación es subsidiaria respecto de las Directivas de nuevo enfoque, dado que


cuando exista Directiva específica que recoja los requisitos de seguridad de una
categoría de productos, el fabricante ha de respetar lo previsto en la Directiva
específica.

Esta Directiva está transpuesta al ordenamiento jurídico español mediante el Real


Decreto 1801/2003, sobre seguridad general de los productos.

7.3. Marco legal español

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales

La Constitución española de 1978 señala la obligatoriedad de garantizar la seguridad de


los consumidores por parte de los Poderes Públicos en su artículo 51.1.

Pero es a través de la Ley 31/1995 de PRL y de los reglamentos que la desarrollan como
se ha establecido el marco legal que vela por la seguridad de los productos que han de
usar los trabajadores. No nos podemos olvidar de que la normativa que impone
responsabilidades a los fabricantes de productos de trabajo no es la Ley de PRL, la cual
no contempla al fabricante como sujeto responsable, sino la Ley de Industria 21/1992 y
sus reglamentos, como por ejemplo el Real Decreto 2200/1995, de 28 de diciembre, por
el que se aprueba el Reglamento de la Infraestructura para la Calidad y la Seguridad
Industrial, así como las modificaciones que a lo largo de los años se han ido publicando
para ambos textos.

Por orden de articulado de la Ley de PRL, destacaremos los siguientes:

El artículo 14 establece el derecho de los trabajadores (por ende, la obligación del


empresario) de tener una protección eficaz en materia de seguridad y salud.
En el artículo 15, de principios de la acción preventiva, se plantea en su punto 1 letra
d, la aplicación por parte del empresario de las medidas de adaptación del trabajo a
la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo,
así como a la elección de los equipos.

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165
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

El artículo 17 establece que el empresario adoptará las medidas necesarias con el fin
de que los equipos de trabajo sean adecuados para el trabajo que deba
realizarse y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma que garanticen
la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizarlos.
Por su relevancia con el tema que tratamos, reproducimos literalmente el artículo
41. Obligaciones de los fabricantes, importadores y suministradores:

“1. Los fabricantes, importadores y suministradores de maquinaria, equipos,


productos y útiles de trabajo están obligados a asegurar que éstos no constituyan
una fuente de peligro para el trabajador, siempre que sean instalados y utilizados
en las condiciones, forma y para los fines recomendados por ellos.
Los fabricantes, importadores y suministradores de productos y sustancias
químicas de utilización en el trabajo están obligados a envasar y etiquetar los
mismos de forma que se permita su conservación y manipulación en condiciones de
seguridad y se identifique claramente su contenido y los riesgos para la seguridad o
la salud de los trabajadores que su almacenamiento o utilización comporten.
Los sujetos mencionados en los dos párrafos anteriores deberán suministrar la
información que indique la forma correcta de utilización por los trabajadores,
las medidas preventivas adicionales que deban tomarse y los riesgos laborales
que conlleven tanto su uso normal, como su manipulación o empleo inadecuado.
Los fabricantes, importadores y suministradores de elementos para la
protección de los trabajadores están obligados a asegurar la efectividad de los
mismos, siempre que sean instalados y usados en las condiciones y de la forma
recomendada por ellos. A tal efecto, deberán suministrar la información que
indique el tipo de riesgo al que van dirigidos, el nivel de protección frente al
mismo y la forma correcta de su uso y mantenimiento.
Los fabricantes, importadores y suministradores deberán proporcionar a los
empresarios, y éstos recabar de aquéllos, la información necesaria para que la
utilización y manipulación de la maquinaria, equipos, productos, materias
primas y útiles de trabajo se produzca sin riesgos para la seguridad y la salud
de los trabajadores, así como para que los empresarios puedan cumplir con sus
obligaciones de información respecto de los trabajadores.

2. El empresario deberá garantizar que las informaciones a que se refiere el


apartado anterior sean facilitadas a los trabajadores en términos que resulten
comprensibles para los mismos.”

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

El nº 4 del artículo 24 de la Ley contempla otro deber de coordinación preventiva en


sentido vertical, al señalar que las obligaciones consignadas en el último párrafo del
apartado 1 del artículo 41 de esta Ley serán también de aplicación, respecto de las
operaciones contratadas, en los supuestos en que los trabajadores de la empresa
contratista o subcontratista no presten servicios en los centros de trabajo de la empresa
principal, siempre que tales trabajadores deban operar con maquinaria, equipos,
productos, materias primas o útiles proporcionados por la empresa principal.

No se exige la referencia del centro de trabajo (lugar de trabajo), ni la de la propia


actividad y sí la de que se trate de elementos de trabajo suministrado por la empresa
principal.

Se trata de obligaciones informativas del empresario principal con respecto a la


utilización y manipulación de la maquinaria, equipos, productos, materias primas y
útiles de trabajo proporcionados por la misma en operaciones contratadas, dirigidas
a los empresarios contratados y subcontratados para que estos a su vez trasladen a
sus respectivos empleados.

Así pues, son sujetos obligados, tanto el principal como la contrata y subcontratas, aquel
con respecto a las otras empresas y estas con respecto a sus respectivos empleados.

Los incumplimientos del precepto han de reconducirse a través de los tipos 12 nº 13


y 14 y 13 nº 7 y 8 del TRLISOS en el caso de la empresa principal, y a través de los
tipos 12 nº 8 y 13 nº 7 en el de la contratista/subcontratista.

Son obligaciones individuales y, como tales, sus incumplimientos dan lugar a


responsabilidad directa de cada sujeto infractor tanto a efectos de responsabilidad
administrativa como a efectos de recargo de prestaciones económicas derivadas.

Infraestructura para la calidad y la seguridad industrial

Mediante el R.D. 2200/1995 y sus modificaciones se trata de adaptar, como se recoge en


su exposición de motivos, la regulación de la actividad industrial en España a la derivada de
nuestra pertenencia a la Unión Europea y a la constitución del Mercado Interior, lo que
implica, entre otras cosas, la necesidad de compatibilizar los instrumentos de la política
industrial con los de la libre competencia y libre circulación de mercancías y productos,
particularmente a través de la normalización, la armonización de las reglamentaciones e

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

instrumentos de control, así como el nuevo enfoque comunitario basado en la progresiva


sustitución de la tradicional homologación administrativa de productos por la certificación
que realizan empresas y otras entidades con la correspondiente supervisión de sus
actuaciones por los poderes públicos.

Conclusión: las figuras de homologación de producto, homologación de tipo y registro


de tipo se sustituyen por certificaciones de conformidad, bien de ámbito voluntario u
obligatorio.

La infraestructura para la calidad y la seguridad industrial establecida en el


mencionado R.D. 2200/1995 es la siguiente:

A. Infraestructura común para la calidad y la seguridad industrial:


o Organismos de normalización, con el cometido de desarrollar las actividades
relacionadas con la elaboración de las normas.
o Entidades de acreditación, con los cometidos de realizar el reconocimiento formal de
la competencia técnica de una entidad para certificar, inspeccionar o auditar la
calidad, o un laboratorio de ensayo o de calibración, y de verificar en el ámbito estatal
el cumplimiento de las condiciones y requisitos técnicos exigidos para el
funcionamiento de los organismos de control y de verificadores medioambientales.

B. Infraestructura acreditable para la calidad: (ámbito voluntario en el que si se desea


integrarse en la infraestructura para la calidad, se requiere acreditación de una
entidad reconocida):
o Entidades de certificación, con el cometido de establecer la conformidad de una
determinada empresa, producto, proceso, servicio o persona a los requisitos
definidos en normas o especificaciones técnicas.
o Laboratorios de ensayo, con el cometido de llevar a cabo la comprobación de que
los productos industriales cumplen las normas o especificaciones técnicas que
sean de su competencia.
o Entidades auditoras y de inspección.
o Laboratorios de calibración industrial, con el cometido de facilitar la trazabilidad
y uniformidad de los resultados de medida.

C. Infraestructura acreditable para la seguridad industrial (que constituye el ámbito


obligatorio y, por tanto, su acreditación por entidad reconocida también es obligatoria)

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

o Organismos de control, con el cometido de realizar en el ámbito reglamentario,


actividades de certificación, ensayo, inspección o auditoría en materia de
seguridad industrial.
o Verificadores medioambientales, con el cometido de examinar las políticas,
programas, sistemas de gestión, procedimientos de evaluación y auditoría,
declaraciones en materia de medio ambiente industrial y realización de las
validaciones de estas declaraciones.

ENAC

Infrae structura acreditable para la se guridad


medioambientales
Verificadores

industrial (ámbito obligatorio)


Organismos de
acreditación
Infraestructura común para la calidad y la seguridad industrial

Organismos
de control
de calibración
Laboratorios

industrial

Infraestructura acreditable para la calidad


auditoras y de
inspección
Entidades

(ámbito voluntario)
Organismos de
normalización

Laboratorios
de ensayo
Entidades de
certificación
AENOR

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169
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

En los siguientes apartados destacaremos varias normas, con sus Directivas de


referencia, por constituir el corpus legal más importante, sin pretender la
exhaustividad sino destacar ciertos productos que como técnicos de prevención
formarán parte de nuestro trabajo cotidiano.

Seguridad de las máquinas

Mediante el R.D. 1644/2008 (Dir 2006/42/CE) se recogen los requisitos esenciales


de seguridad que deben reunir las máquinas para ser comercializadas y los
procedimientos que certifican el cumplimiento de dichos requisitos.

Los requisitos para la comercialización de las máquinas, con las exclusiones indicadas
en su artículo 1.3, son los siguientes:

1. Cumplir los requisitos esenciales de seguridad especificados en el Anexo I. Se


presumirán conformes con estos requisitos las máquinas que se hayan fabricado de
acuerdo con las normas armonizadas elaboradas por los organismos de
normalización y cuya referencia haya sido publicada en el DOUE (Diario Oficial de la
Unión Europea).
2. Constituir el expediente técnico que figura en el Anexo VII. Mediante este
expediente el fabricante realiza una descripción general de la máquina, de los
requisitos esenciales de seguridad que aplican a la máquina y de las medidas
preventivas adoptadas para eliminar los peligros detectados.
3. Facilitar la información necesaria sobre su uso.
4. Evaluar la conformidad de la máquina según el procedimiento que corresponda.
Cada tipo de máquina ha de someterse a uno de los tres procedimientos que se
prevén, en función de su peligrosidad y de si ha sido fabricada siguiendo las normas
armonizadas. Los tres procedimientos previstos son los siguientes:
o Evaluación de la conformidad mediante control interno de la fabricación de la
máquina: se exige al fabricante que cada tipo de la serie se adapte al expediente
técnico que demuestra la conformidad de la máquina con los requisitos esenciales
de seguridad y le exige acreditar las medidas adoptadas para garantizar esa
conformidad.
o Mediante el examen CE de tipo: un tercero, el organismo notificado, comprueba
que un modelo de la máquina cumple los requisitos esenciales de seguridad.
o Aseguramiento de la calidad total: el fabricante ha de aplicar un sistema de la
calidad que garantice la conformidad de la máquina con los requisitos esenciales

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

de seguridad en el diseño fabricación, inspección y ensayos de la conformidad de


la máquina. Este sistema será evaluado por un tercero, el organismo notificado,
para comprobar que se garantiza el cumplimiento de los requisitos esenciales de
seguridad.

Examen CE de tipo más procedimiento de


Máquinas incluidas en el Anexo IV y que no control interno de la fabricación (Anexo VIII)
hayan sido fabricadas según normas
armonizadas. Procedimiento de aseguramiento de calidad
(Anexo X)
Evaluación de la conformidad con control
interno de fabricación.
Máquinas incluidas en el Anexo IV y que sí o
hayan sido fabricadas según normas Examen CE de tipo más el control interno de
armonizadas. la fabricación.
o
Aseguramiento de la calidad total.
Evaluación de la conformidad con control
Máquinas no incluidas en el Anexo IV.
interno de fabricación.
Procedimientos de certificación en función del tipo de máquinas

Aclaración: se desprende de esta tabla que las máquinas del Anexo IV son las de
mayor peligrosidad intrínseca. Se recomienda leer el Anexo I con los Principios
Generales de los Requisitos Esenciales de seguridad y salud relativos al diseño y la
fabricación de las máquinas.

5. Redactar la declaración CE de conformidad.


6. Colocar el marcado CE.

Equipos de trabajo

Se entiende por equipo de trabajo cualquier máquina, aparato, instrumento o


instalación utilizado en el trabajo. Estos equipos están regulados por el R.D.
1215/1997 de condiciones mínimas de seguridad para la utilización por los
trabajadores de los equipos de trabajo.

Por utilización se entiende cualquier actividad referida a un equipo de trabajo, tal como
la puesta en marcha o la detención, el empleo, el transporte, la reparación, la
transformación, el mantenimiento la conservación, incluida la limpieza.

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171
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo se establecen varias
obligaciones:

1. Por un lado las obligaciones generales del empresario, relativas a que únicamente se
utilicen equipos que satisfagan determinadas condiciones de seguridad (ver su
Anexo I), lo cual se refiere a la obligación de elección del empresario, y que la
utilización de los equipos cumpla las condiciones generales de utilización (ver su
Anexo II).
2. Por otro lado, existen las obligaciones específicas de que la comprobación de los
equipos solamente la haga el personal competente y que se forme e informe a los
trabajadores sobre la utilización de los equipos, por escrito cuando su complejidad lo
requiera.

En relación con la obligación de elección, hay que remarcar que para ello el empresario
debe contemplar los principios ergonómicos, en cuanto al diseño del puesto de trabajo
y la posición de los trabajadores durante la utilización del equipo y que siempre se
tendrán en cuenta:

Las condiciones y características del trabajo.


Los riesgos existentes para la seguridad y salud de los trabajadores en el lugar de
trabajo y, en concreto, en el puesto de trabajo.
Los riesgos que puedan derivarse de la presencia o utilización de dichos equipos o
agravarse por ellos.
Las adaptaciones necesarias para su utilización por trabajadores con discapacidad.
Para aquellos equipos sujetos al marcado CE, se comprobará en el libro de
instrucciones del fabricante que el equipo es capaz de realizar el trabajo previsto.

Hoy en día es cierto que la mayoría de los equipos de trabajo que se comercializan en la
Unión llevan su marcado CE, pero para algunos casos en los que se utilice un equipo
de trabajo que carezca de declaración CE, por ser su fecha de comercialización anterior
a la exigencia de tal declaración con carácter obligatorio, se requiere la presencia en el
centro de trabajo de los recursos preventivos cuando se utilicen esas máquinas sin
marcado CE.

Es más, se incluye la obligación de prever distracciones e imprudencias (no temerarias)


por parte de los trabajadores en la utilización de esos equipos de trabajo.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Garantía de efectividad de los EPI

El fabricante, teniendo en cuenta las obligaciones específicas establecidas en el R.D.


773/1997, ha de garantizar que los equipos son adecuados para proteger al trabajador
frente a los riesgos especificados. Para ello la información que el fabricante suministre
ha de ser clara en relación con los riesgos que son protegidos por el equipo y hasta qué
limite puede proteger.

El R.D. 773/1997 establece los requisitos esenciales de seguridad que han de reunir los
equipos en función del riesgo frente al que pretenden proteger, lo cual conlleva la
obligación por parte del fabricante de cumplir con esas especificaciones. La conformidad
con dichos requisitos esenciales de seguridad y su acreditación mediante el marcado CE es
necesaria para garantizar la libre circulación de los equipos en el mercado comunitario
pero en ningún caso exonera al fabricante de posibles responsabilidades en el caso de que
se produzca un accidente porque el equipo no sea efectivo.

Esto se ha de combinar con la responsabilidad del empresario de proporcionar a sus


trabajadores EPI adecuados para el desempeño de sus funciones, así como velar por su
uso efectivo.

En la elección de los EPI por parte del empresario, se parte del análisis y evaluación de
los riesgos existentes que no pueden evitarse o limitarse suficientemente por otros
medios que se consideran prioritarios, como por ejemplo los medios de protección
colectiva, y se tendrán en cuenta las siguientes condiciones, para que los EPI
proporcionen una protección eficaz y sin suponer por sí mismos riesgos adicionales ni
molestias innecesarias:

El tiempo de exposición al riesgo.


La gravedad y forma de presentarse el riesgo frente al cual se pretende proteger.
Las características del lugar de trabajo.
Las condiciones anatómicas y fisiológicas del trabajador.
El estado de salud del trabajador.
La protección frente a riesgos múltiples, ya que cuando se precisa la utilización
simultánea de varios EPI, deben ser compatibles entre sí y mantener su eficacia
respecto al correspondiente riesgo.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Comercialización de productos químicos: reglamento REACH

El Reglamento CE/1907/2006 regula las obligaciones que han de observarse para la


comercialización de sustancias y preparados químicos en el mercado comunitario. Al
ser un Reglamento no es necesaria su trasposición en cada Estado Miembro, dado que
es de aplicación directa.

Todos los fabricantes que desean comercializar una sustancia en cantidades superiores
a una tonelada deben proceder al registro de la información relativa a la misma. En
función de esta información pueden ocurrir dos cosas: la primera, que se deba someter
la sustancia a una evaluación y que sea necesaria la autorización para su
comercialización; la segunda, que se establezcan restricciones a su comercialización.

Algunas sustancias han quedado totalmente excluidas de REACH y, por lo tanto, del
registro: sustancias radiactivas, sustancias sometidas a supervisión aduanera,
sustancias intermedias no aisladas y sustancias utilizadas en defensa y cubiertas por
exenciones nacionales. Además, los residuos también quedan excluidos, por no
constituir una sustancia, preparado o artículo según lo establecido en REACH.

Ciertos usos también se encuentran exentos de parte de las obligaciones establecidas


por el REACH:

Las sustancias utilizadas en medicamentos, así como en alimentos o piensos y que


tengan legislación sectorial, quedan exentas de las obligaciones establecidas en los
Títulos II, V, VI y VII del Reglamento.
Los cosméticos y productos sanitarios de aplicación directa en el cuerpo humano, así
como los medicamentos y alimentos o piensos, cuando se trate del producto
terminado destinado al usuario final, están exentos de las obligaciones establecidas
en el Título IV del Reglamento.
Los productos biocidas y fitosanitarios que posean una regulación específica.
Las sustancias incluidas en los Anexos IV y V, están exentas de las disposiciones
establecidas en los Títulos II, V y VI del Reglamento.
Las sustancias intermedias aisladas. En este caso las obligaciones de registro son
menos estrictas.
Los polímeros, pero no sus monómeros constituyentes.
Las sustancias utilizadas para fines de investigación y desarrollo.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Para el registro de una sustancia, el fabricante debe presentar un expediente técnico en


el que se recojan datos sobre las propiedades fisicoquímicas de la sustancia, así como la
información toxicológica y ecotoxicológica. Estos datos varían en función del tonelaje
en que se comercializa la sustancia, de tal forma que cuanto mayor sea el tonelaje,
mayores serán las exigencias de información sobre las características de la sustancia.

Las empresas que registren las mismas sustancias deben compartir la información a
través de los Foros de Intercambio de Información sobre las Sustancias (SIEF).

En caso de que el Estado Miembro sospeche la potencialidad peligrosa de una


determinada sustancia, al registro le puede seguir la evaluación del expediente, la cual
puede concluir que el registro es correcto, puede solicitarse información suplementaria
o puede iniciar el procedimiento de evaluación de la sustancia. Esta evaluación, a su
vez, puede llevar a que se considere que la sustancia, debido a su peligrosidad, debe ser
incluida entre las que precisan autorización de la Agencia Europea de Sustancias
Químicas (ECHA), o a que se recomiende la restricción de alguno de los usos de la
sustancia.

Autorización: el procedimiento de autorización se reserva para aquellas sustancias


extremadamente peligrosas y es competencia de la Comisión, que será la que decida si
el riesgo que entraña la sustancia está suficientemente controlado, basándose en la
información remitida por el fabricante y de los análisis realizados, y procede conceder
la autorización.

La herramienta fundamental de transmisión de la información es la Ficha de Datos


de Seguridad (FDS) que contiene más información sobre el producto químico, sus
usos, el riesgo asociado y las medidas de control del mismo. Entre otros extremos, en
esta ficha se debe incluir información sobre primeros auxilios, medidas de protección
en caso de liberación accidental, recomendaciones para la manipulación y
almacenamiento, medidas de protección individual, etcétera.

Para las sustancias para las que no se exija la elaboración de la ficha de datos de
seguridad, el fabricante debe informar si la sustancia está supeditada a la autorización,
los datos de toda restricción impuesta y la información necesaria para poder aplicar las
medidas oportunas de gestión del riesgo.

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175
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

El empresario debe transmitir toda la información suministrada por el fabricante tanto


a sus trabajadores como a los representantes de los trabajadores.

Es interesante consignar que los usuarios intermedios, entre los que se encuentran los
empresarios que venimos mencionando, pueden colaborar con sus proveedores en la
preparación del registro y pueden solicitarles que en la elaboración de la Ficha de Datos
de Seguridad o del Informe de Valoración se tengan en cuenta ciertos usos específicos a
los que se destina la sustancia concreta en su empresa.

Para todas las sustancias fabricadas o importadas en volúmenes superiores o iguales a


10 toneladas anuales, se realizará una Valoración de la seguridad química (CSA), la cual
se documentará en un Informe sobre la seguridad química (CSR). La Valoración de la
seguridad química deberá abordar la fabricación de una sustancia y todos los usos
identificados para la misma. El CSR contiene un resumen detallado de información
sobre los peligros que la sustancia presenta para la salud humana y el medio ambiente,
junto con una evaluación de la exposición y el riesgo, en los casos en los que se requiera
dicha evaluación.

Clasificación, Etiquetado y Envasado: reglamento CLP y Real Decreto


1802/2008

El Reglamento CE/1272/2008 CLP (Clasificación, Etiquetado y Envasado), que


modifica al Reglamento CE/1907/2006 REACH (en su artículo 37, apartado 5, y su
artículo 53), representa la adaptación en la UE del SGA, (Sistema Globalmente
Armonizado, GHS en inglés) que es una regulación aprobada a nivel mundial que va
siendo sometida a distintas actualizaciones. Las disposiciones del Reglamento CLP
sustituirán de modo gradual lo que establece la Directiva 67/548/CEE sobre sustancias
peligrosas y la Directiva 1999/45/CE sobre preparados peligrosos.

El Sistema Mundialmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos


Químicos (cuyas siglas en inglés se corresponden con GHS) es una norma técnica no
vinculante con alcance internacional, resultado del trabajo mediante consenso y
cooperación voluntaria realizado entre instituciones nacionales y diversas
organizaciones intergubernamentales, regionales y no gubernamentales, bajo la
coordinación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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176
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

El documento del GHS contiene criterios de clasificación armonizados, clases y


categorías de peligro, y elementos de comunicación de peligros de los productos
químicos peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. Este documento abarca
todo producto químico (sustancias y preparados) peligroso. Cubre la exposición en los
procesos de producción, almacenamiento y transporte, es decir, cualquier utilización en
el lugar de trabajo o consumo que afecte a la salud y al medio ambiente, a excepción de
los productos farmacéuticos, aditivos alimentarios, cosméticos y residuos de pesticidas
en alimentos, a los que solo se aplicará en alguna etapa de su ciclo de vida, como son la
exposición en el lugar de trabajo y el transporte.

El Reglamento CLP establece un nuevo sistema de identificación del riesgo químico,


unificándolo a nivel mundial y aproximándolo en algunos aspectos al que se viene
usando a nivel internacional en el transporte de mercancías peligrosas. Ello implica,
básicamente, lo siguiente:

Un nuevo sistema de clasificación de la peligrosidad de las sustancias y sus mezclas.


El establecimiento de nuevas clases y categorías de peligro.
Impone a fabricantes e importadores de sustancias la obligación de notificar a la
Agencia las clasificaciones de estas así como los elementos de la etiqueta si no se han
presentado como parte de un registro conforme al Reglamento REACH.
Elabora una lista comunitaria de sustancias, con clasificación y elementos de
etiquetado armonizados.
Crea el Catálogo de clasificación y etiquetado de sustancias, formado por
notificaciones, propuestas presentadas y clasificaciones y elementos de etiquetado
armonizados.
El uso de unas palabras de advertencia que prefijan el nivel de peligrosidad de la
sustancia o mezcla.
La introducción de nuevos pictogramas y una modificación exclusivamente formal
de los existentes.
Sustituye las frases de riesgo, las frases de prudencia y los símbolos por las
indicaciones de peligro, los consejos de prudencia y pictogramas de peligro.

El Reglamento CLP impone las siguientes obligaciones:

A fabricantes, importadores y usuarios intermedios, la obligación de clasificar las


sustancias y mezclas peligrosas que comercializan.

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177
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

A proveedores, la obligación de envasar y etiquetar sustancias y mezclas peligrosas


que comercializan.
A fabricantes, productores e importadores de artículos, la obligación de clasificar
sustancias no comercializadas sujetas a registro o notificación conforme al
Reglamento CE 1907/2006.

El Reglamento CLP establece determinados plazos para que la industria clasifique y


etiquete las sustancias y mezclas. También deberá notificar las sustancias y mezclas
peligrosas en un catálogo central. Las cuatro fechas clave para la aplicación del
Reglamento CLP son las siguientes:

20 de enero de 2009: entrada en vigor del Reglamento.


1 de diciembre de 2010: obligación de aplicar el Reglamento a las sustancias.
3 de enero de 2010: finaliza el plazo de notificación de les sustancias que ya estén en
el mercado el 1 de diciembre de 2010.
1 de junio de 2015: obligación de aplicar el Reglamento a las mezclas.

NOTIFICACIÓN

Los fabricantes o importadores que comercialicen sustancias, como tales o en forma de


mezclas (si superan una determinada concentración), que cumplan los criterios para
ser clasificadas como peligrosas, o que se deban registrar según el Reglamento REACH,
deben notificar a la Agencia la siguiente información:

La identidad de los notificantes responsables de la comercialización de la sustancia.


La identidad de las sustancias.
Los datos y los elementos de la clasificación y etiquetado.

Esta información no se debe notificar si ya ha sido presentada a la Agencia como parte


de un registro según el Reglamento REACH o bien si ya ha sido notificada por el propio
notificante.

Los notificantes deben actualizar y notificar a la Agencia cualquier cambio que se


produzca en la clasificación y el etiquetado

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178
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

CLASES Y CATEGORÍAS DE PELIGRO

Las clases de peligro definen la naturaleza del peligro físico, para la salud humana o
para el medio ambiente que representan las sustancias o sus mezclas. Se dividen en
categorías (categorías de peligro) que especifican la gravedad de los peligros dentro de
cada clase.

PALABRAS DE ADVERTENCIA

Las palabras de advertencia indican el nivel relativo de gravedad de los peligros para
alertar al lector de la existencia de un peligro potencial. Deben figurar en la etiqueta y
son:

Peligro (Dgr; danger): asociada a las categorías más graves.


Atención (Wng; warning): asociada a las categorías menos graves.

INDICACIONES DE PELIGRO

Las indicaciones de peligro son frases que, asignadas a una clase o categoría de peligro,
describen la naturaleza de los peligros de una sustancia o mezcla peligrosa, incluyendo,
cuando proceda, el grado de peligro. Las indicaciones de peligro (equivalentes a las
anteriores frases R), llamadas H (de Hazard, peligro), se agrupan según peligros
físicos, peligros para la salud humana y peligros para el medio ambiente.

En el Reglamento CLP se han incluido, además, unas indicaciones de peligro


“suplementarias” para cubrir ciertos tipos de peligros no contemplados en las
indicaciones provenientes del SGA. Delante de la H correspondiente, llevan las siglas
EU. También incluye unos elementos suplementarios o de información que deben
figurar en las etiquetas de determinadas mezclas as. Como una regla particular para el
etiquetado de productos fitosanitarios.

NORMATIVA ESPAÑOLA: R.D. 1802/2008

La clasificación, envasado y etiquetado de las sustancias y preparados se encuentra


regulada por los reales decretos que transponen las directivas europeas, siendo en este
caso de aplicación el Real Decreto 1802/2008, de 3 de noviembre, por el que se
modifica el Reglamento sobre notificación de sustancias nuevas y clasificación,

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179
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

envasado y etiquetado de sustancias peligrosas, aprobado por Real Decreto 363/1995,


de 10 de marzo, con la finalidad de adaptar sus disposiciones al Reglamento (CE) n.º
1907/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo (Reglamento REACH), y el Real
Decreto 255/2003, de 28 de Febrero de 2003, por el que se aprueba el Reglamento
sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos (y sus
correspondientes modificaciones y actualizaciones).

Obligaciones del empresario

Sin perjuicio de las obligaciones de los fabricantes, importadores y suministradores, el


empresario está obligado a garantizar la seguridad y salud de los trabajadores a su
servicio (artículo 14 de la Ley 31/1995), lo cual le impone:

Elegir los equipos, productos y sustancias que cumplan los requisitos de seguridad.
Evaluar los riesgos que entrañe la utilización del equipo, producto y sustancia en el
medio de trabajo.
Informar y formar a los trabajadores sobre los posibles riesgos y el modo adecuado
de empleo de esos productos, equipos y sustancias.
Instalar y mantener adecuadamente los equipos y productos.

Estas obligaciones genéricas se concretan en su normativa específica y es obligación del


empresario adquirir productos que satisfagan todas las disposiciones reglamentarias
que les sean de aplicación, lo cual remite a la normativa del mercado interior.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Además, debemos precisar hasta dónde debe llegar el empresario en su obligación de


selección y compra de equipos, productos y sustancias, a tenor de la jurisprudencia
existente:

1. El empresario no se libera de su responsabilidad descargando en las empresas


fabricantes, importadoras o suministradoras el cumplimiento de los reglamentos
técnicos de seguridad industrial, sino que además debe verificar si esas empresas
cumplen sus obligaciones.
2. El empresario tiene la obligación de realizar todas las actuaciones necesarias
conducentes al conocimiento del producto empleado, pues debe informar
debidamente a sus trabajadores.
3. Aun cuando los equipos de trabajo estén debidamente homologados, no siempre se
puede exonerar el empresario argumentando que, en los casos en los que la
legislación laboral exija la adopción de medidas de protección, no procede adoptar
otras medidas que las que traen los equipos incorporadas o que no es posible colocar
otro dispositivo de protección, aunque el equipo esté homologado y se esté
utilizando en las mismas condiciones en que salió de fábrica.
4. En general la marca CE no es suficiente para exonerar al empresario de sus
obligaciones de comprobar que los equipos de trabajo son seguros y de formar
suficientemente a los trabajadores y de mantener los equipos en las condiciones
aconsejadas por el fabricante, solo en el caso de que el empresario hubiese cumplido
dichas obligaciones y el defecto no fuese detectable, se podrá exonerar el empresario
de responsabilidad.
5. El empresario responde cuando no facilite las medidas de seguridad recomendadas
por el fabricante, así como cuando no lleve a cabo el montaje adecuado de la
máquina o no la instale correctamente.

En conclusión, el empresario es responsable de los daños que sufran sus trabajadores


cuando incumpla sus obligaciones de selección, instalación, mantenimiento e
información, tanto por la vía civil como el recargo de prestaciones por incumplimiento
de las normas de seguridad y salud. Todo ello sin perjuicio de las acciones de repetición
que pueda ejercer el empresario frente al fabricante cuando este haya incumplido
también sus obligaciones.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Obligaciones de los fabricantes (o su representante), importadores y


suministradores/distribuidores

Se imponen una serie de obligaciones para productores/fabricantes (0 su representante) y


para los distribuidores, todas ellas bajo la imposición de vigilar la seguridad de los
productos comercializados (artículos 5 y 6 del R.D. 1801/2003 de Seguridad general de los
productos) Esta vigilancia se debe llevar a cabo mediante la información a las autoridades
de control de los riesgos de los productos y tienen, al mismo tiempo, la obligación de
colaborar en las actuaciones efectuadas para evitar esos riesgos.

Los productores o fabricantes están obligados a lo siguiente:

1. Informar a los consumidores o usuarios de los riesgos que no sean inmediatamente


perceptibles sin avisos adecuados y que sean susceptibles de provenir de una
utilización normal o previsible de los productos, por su naturaleza, condiciones de
duración y las personas a que van destinados.
2. Mantenerse informados de los riesgos que dichos productos puedan suponer e
informar convenientemente a los distribuidores.
3. Cuando existan indicios suficientes de que el producto puesto en el mercado
presenta para el consumidor riesgos incompatibles con el deber general de
seguridad, deben inmediatamente tomar las medidas adecuadas para evitar esos
riesgos, informando a los consumidores, retirando los productos del mercado o
recuperándolos de los consumidores.
4. Deben indicar en el producto o en su envase los datos de identificación de su
empresa y la referencia del producto o lote de fabricación si procede.
5. Todo fabricante de productos o equipos ha de cumplir los requisitos técnicos de
seguridad exigidos por la Directiva aplicable a cada tipo de producto, observando los
requerimientos administrativos para garantizar la conformidad del producto a los
requisitos de seguridad:
o Declaración de conformidad.
o Marcado CE.
o Certificación.
o Evaluación de la conformidad.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Los productores o fabricantes de productos de trabajo, junto con los importadores y


distribuidores, están obligados a:

1. Garantizar la seguridad (artículo 41 de la Ley 31/1995).


2. Obligación de envasado y etiquetado de productos y sustancias químicas.
3. Obligación de información para la maquinaria, equipos, productos, útiles de trabajo
y productos y sustancias químicas:
o De la forma correcta de utilización por los trabajadores, de las medidas
preventivas adicionales que deban tomarse y de los riesgos laborales que
comporta tanto su uso normal, como su manipulación o empleo inadecuado.
o A los empresarios, y estos deben recabar esta información de aquéllos, sobre la
manipulación y utilización de estos productos, máquinas, materias primas, útiles
de trabajo, equipos de forma segura, así como para que los empresarios puedan
cumplir con su obligación de informar a sus trabajadores en términos que les
resulten comprensibles.
4. Obligación de mantenimiento: en el caso de elementos para la protección de los
trabajadores, están obligados a asegurar la efectividad de esos elementos, siempre que
sean instalados y usados en las condiciones y de la forma recomendada por ellos. Para
ello deben suministrar la información que indique el tipo de riesgo al que van dirigidos,
el nivel de protección frente al mismo y la forma correcta de uso y mantenimiento.

Los distribuidores están obligados a:

Distribuir productos seguros, por lo que deben abstenerse de hacerlo cuando no


cumplan este requisito.
Su deber alcanza también a las tareas de almacenamiento, transporte y exposición
de los productos.
Han de informar a los órganos administrativos competentes y a los productores
sobre los riesgos de los que tengan conocimiento.
Han de mantener durante un plazo de tres años después de haber agotado las
existencias de los productos, la documentación relativa al origen y destino de los
productos.
Cuando el productor o el distribuidor constaten que un producto que ya han puesto a
disposición o suministrado a los consumidores presenta riesgos incompatibles con el
deber general de seguridad, han de comunicar inmediatamente estos hechos a los
órganos administrativos competentes de la Comunidad Autónoma afectada o al
Instituto Nacional del Consumo cuando se afecte a más de una Comunidad Autónoma.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Responsabilidades de los fabricantes de productos de trabajo

El fabricante que incumpla sus obligaciones puede incurrir en responsabilidades


administrativas, penales y civiles frente al empresario y también frente al trabajador.

Las responsabilidades administrativas se derivan a través de la Ley de Industria


21/1992 según infracciones muy graves, graves o leves. Es interesante remarcar el
hecho de que las competencias para vigilar el cumplimiento de los requisitos de
seguridad no exigen la organización de una estructura inspectora de industria como la
que existe en materia de trabajo, sino que generalmente esta fiscalización se lleva a
cabo a través de organismos de control. Sin embargo, aunque la Inspección de Trabajo
no tiene competencias para imponer sanciones al fabricante de productos de trabajo, si
detecta en su actuación inspectora que un producto no es seguro, tiene que informar de
ello a la Autoridad competente en materia de industria. La posible sanción la impondría
la Administración competente del domicilio del fabricante, no la del lugar donde se
produjo el accidente.

La responsabilidad penal (artículo 316 CP) está en debate, porque no hay


unanimidad sobre si el fabricante puede ser sujeto activo de este tipo de delito, pero es
a través del artículo 41 de la Ley de PRL como se está interpretando que el fabricante
está legalmente obligado a facilitar medios de seguridad necesarios y se reservan
actuaciones por esta vía para aquellos casos en los que no faciliten los medios
necesarios para que los trabajadores desempeñe su actividad con las medidas de
seguridad e higiene adecuadas.

Por último, las responsabilidades civiles, bien extracontractuales, bien por daños
causados por productos defectuosos, o bien contractuales. Para que el fabricante sea
responsable en virtud de responsabilidad civil extracontractual se requiere la existencia
de un daño que haya sido causado por su actuación negligente, al no observar con la
debida diligencia la fabricación de productos que sean seguros según la normativa de
prevención y de ello se haya derivado un daño. Para que exista responsabilidad civil por
daños causados por productos defectuosos, según RDL 1/2007, basta la prueba del
defecto del producto para considerar responsable al fabricante, y se incluyen los daños
tanto personales como los materiales causados en cosa distinta del propio producto
defectuoso, siempre que la cosa dañada no esté destinada al consumo. El fabricante se
puede exonerar de responsabilidad en ciertos supuestos, de los cuales el más relevante
es la actuación de un tercero (como es el caso de un instalador, por ejemplo).

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

La responsabilidad civil contractual, cuando entre el empresario y el fabricante haya


mediado un contrato de compraventa o arrendamiento, es reclamable por el empresario al
fabricante, en virtud de las reglas generales de responsabilidad contractual en el Código
Civil, por daños sufridos como consecuencia de defectos de seguridad del producto.

7.4. Sistemas de calidad

El concepto de calidad. Principios y fundamentos de gestión de la calidad

La Norma ISO 9001:2015 se define la calidad de una manera genérica: “grado en el que
un conjunto de características inherentes a un objeto cumple con los requisitos”
(AENOR, p. 25).

Para comprender el concepto de calidad, se debe entender qué es una característica. En la


Norma ISO 9000 encontramos la definición. Las “características” son los rasgos
diferenciadores de un producto o servicio. Pueden ser de distintos tipos, físicas, sensoriales,
funcionales, etc. Estas características estarán definidas en los requisitos establecidos por las
partes interesadas a través de sus necesidades o expectativas.

Otros conceptos que es interesante conocer son los recogidos en el siguiente cuadro:

Política de calidad: intenciones globales y orientación de una Organización, relativas


a la calidad y definidas por la alta dirección.

Sistema de gestión de calidad: parte de un sistema de gestión relacionada con la


calidad.

Aseguramiento de la calidad: conjunto de actividades orientadas a proporcionar


confianza sobre que una Organización cumplirá los requisitos de calidad establecidos.

Control de la calidad: conjunto de actividades orientadas al cumplimiento de los


requisitos de calidad establecidos.

Proceso: conjunto de actividades relacionadas entre sí que transforman elementos


entrantes en elementos salientes.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Producto: resultado de un proceso.

Procedimientos: manera especificada de realizar una actividad o un proceso.

La gestión de la calidad se puede entender como el conjunto de actividades y medios


necesarios para definir e implantar un sistema de calidad, por una parte, y responsabilizarse
de su control, aseguramiento y mejora continua, por otra. En este sentido, la gestión de la
calidad en cualquier organización cuenta con dos niveles de trabajo:

El nivel de entidad u organización, donde se trata de crear y gestionar una


infraestructura que fomente la calidad de los productos mediante la adecuación y
mejora de las actividades y procesos involucrados en su producción e, incluso, en su
comercialización y en la interacción con los clientes.

El nivel de proyecto, donde las guías que la infraestructura organizativa prevé para las
distintas actividades de desarrollo y mantenimiento deben estar adaptadas a las
características concretas del proyecto y de su entorno para ser aplicadas en la práctica.

El concepto de calidad ha experimentado varias transformaciones a lo largo del tiempo,


hablándose del control de la calidad, basado en técnicas de inspección aplicadas a la
producción; el aseguramiento de la calidad, fase que persigue garantizar un nivel
continuo de la calidad del producto o servicio proporcionado; finalmente, calidad total,
que es un sistema de gestión empresarial íntimamente relacionado con el concepto de
mejora continua y que incluye las dos fases anteriores.

En la siguiente tabla se presenta la evolución temporal del concepto de calidad:

ETAPA CONCEPTO FINALIDAD


Satisfacer al cliente.
Hacer las cosas bien
Satisfacer al artesano, por el
Artesanal independientemente del coste o
trabajo bien hecho.
esfuerzo necesario para ello.
Crear un producto único.
Hacer muchas cosas, sin importar de Satisfacer una gran demanda de
Revolución bienes.
qué calidad (se identifica producción
Industrial
con calidad) Obtener beneficios.
Asegurar la eficacia del armamento
Garantizar la disponibilidad de
Segunda Guerra sin importar el coste, con la mayor y
un armamento eficaz en la
Mundial más rápida producción (eficacia +
cantidad y el momento preciso.
plazo = calidad)
Postguerra (Japón) Hacer las cosas bien a la primera. Minimizar costes mediante la

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

ETAPA CONCEPTO FINALIDAD


calidad.
Satisfacer al cliente.
Ser competitivo.
Postguerra (resto Satisfacer la gran demanda de
Producir, cuanto más, mejor.
del Mundo) bienes causada por la Guerra.
Técnicas de inspección en producción
Control de la Satisfacer las necesidades
para evitar que se produzcan bienes
calidad técnicas del producto.
defectuosos.
Satisfacer al cliente.
Sistemas y procedimientos de la Prevenir errores.
Aseguramiento de
organización para evitar que se
la calidad Reducir costes.
produzcan bienes defectuosos.
Ser competitivo.

Teoría de la administración Satisfacer tanto al cliente


empresarial centrada en la externo como al interno.
Calidad Total
permanente satisfacción de las Ser altamente competitivo.
expectativas del cliente. Mejora Continua.
Teoría de la administración Satisfacer al cliente interno y
empresarial centrada en la externo.
Excelencia permanente satisfacción de las
Mejora continua.
expectativas del cliente y en crear
valor para todos los «stakeholders». «Benchmarking».

Ventajas y desventajas de la calidad

La gestión de la calidad reportará más ventajas que desventajas, pero es importante ser
consciente de todos los detalles, a la hora de hacer frente a la toma de decisión de poner
en marcha un sistema para gestionar la calidad.

La repercusión que la calidad tiene en la empresa se puede concretar en los siguientes


puntos:

Se concentra el esfuerzo en ámbitos organizativos y en procedimientos competitivos.


Consiguen mejoras en un corto plazo y resultados visibles.
Si existe reducción de productos defectuosos, trae como consecuencia una reducción
en los costos, como resultado de un consumo menor de materias primas.
Incrementa la productividad y dirige a la organización hacia la competitividad, lo
cual es de vital importancia para las actuales organizaciones.
Contribuye a la adaptación de los procesos a los avances tecnológicos.
Permite eliminar procesos repetitivos de poco rendimiento evitando así gastos
innecesarios.
Clasifica a las empresas como de clase mundial.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Certifica la competitividad internacional requerida para concurrir a todos los mercados.


Cambia la actitud del personal de la empresa.
Desarrolla y mejora el nivel y calidad de vida del personal.
Genera una cultura organizacional enfocada a cumplir con los requisitos de los clientes.
Asegura la satisfacción de los clientes internos y externos.
Permite alcanzar la aceptación total de los clientes.
Permite desarrollar productos y servicios con valor agregado.
Permite disponer de criterios de medición e indicadores congruentes con los que se
utilizan en el giro en el que se desenvuelve la empresa, y poderlos comparar con las
mejores prácticas para conocer fortalezas y debilidades de la empresa y establecer
las estrategias necesarias para mejorar.

Las posibles desventajas son las siguientes:

Cuando el mejoramiento se concentra en un área específica de la organización, se pierde


la perspectiva de la interdependencia que existe entre todos los miembros de la empresa.
Requiere de un cambio en toda la organización, ya que para obtener el éxito es
necesaria la participación de todos los integrantes de la organización y a todo nivel.
En vista de que los gerentes en la pequeña y mediana empresa son muy conservadores,
el mejoramiento continuo se hace un proceso muy largo.
Hay que hacer inversiones importantes.
Mayor esfuerzo en materia de formación, de organización y de cambio de la cultura
empresarial.

Evolución del concepto de calidad

Para conocer los orígenes de la normas de calidad hay que remontarse a las normas
miliares sobre calidad americanas, las publicaciones OTAN o las británicas, que
introdujeron aspectos relacionados con la gestión en las organizaciones, todas ellas
publicadas a principios de la década de los setenta.

El «British Standard Institution» (BSI) lideró la constitución del Comité sobre el


aseguramiento, técnicas y prácticas de calidad en el seno de la «International
Standarization Organization» (ISO) y que desarrolló la serie de normas ISO 9000,
editadas en 1987 por primera vez y publicadas posteriormente por el Comité Europeo de
Normalización como normas EN-9000. Dichas normas han sido modificadas en cuatro
ocasiones, en 1994, en 2000, en 2008 y en 2015. La modificación más sustancial fue la de

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

2000 y sigue siendo la revisión más comentada en la bibliografía y en otras fuentes de


Internet. La revisión 2008 introdujo aclaraciones relacionadas con la interpretación, así
como con la compatibilidad con otras normas y clarificación de los requisitos, es decir, los
cambios se realizaron en la formulación de las palabras de la norma, no en los requisitos de
la norma. La revisión 2015 (que es por tanto la quinta y última versión) responderá a la
nueva estructura de alto nivel establecida por ISO en el Anexo SL y entre otros cambios,
cabe destacar la incorporación de la gestión del riesgo o el enfoque basado en riesgos en los
Sistemas de Gestión de la Calidad.

La ISO 9000 se basa en el concepto de gestión de calidad certificable, que es uno


de los estadios más evolucionados dentro de las sucesivas transformaciones que ha
sufrido el término calidad a lo largo del tiempo. Los principios fundamentales de
este sistema de gestión son los siguientes:

Consecución de la plena satisfacción de las necesidades y expectativas del cliente


interno y externo.
Desarrollo de un proceso de mejora continua en todas las actividades y procesos
llevados a cabo en la empresa, que tiene comienzo pero no tiene fin.
Total compromiso de la Dirección y un liderazgo activo de todo el equipo directivo.
Participación de todos los miembros de la organización y fomento del trabajo en
equipo hacia una gestión de la calidad total.
Implicación de los proveedores en el sistema de gestión de la calidad total de la
empresa, por su importante participación en la consecución de la calidad de su
empresa cliente.
Identificación y gestión de los procesos clave de la organización, superando las
barreras departamentales y estructurales que esconden dichos procesos.
Toma de decisiones de la gestión basada en datos y hechos objetivos en vez de en
una gestión basada en intuiciones.
Dominio del manejo de la información.

Los principales cambios de la revisión de 2015 de la ISO 9001 son los siguientes:

Se refuerza una idea subyacente en la edición anterior de la Norma, como es el


pensamiento del riesgo aplicado al enfoque basado en procesos.
Se reduce, pero también se identifica de una manera más clara, la información
documentada mínima que debe mantenerse (documentos) y/o conservarse (registros).

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Se explica de una manera más detallada el concepto de oportunidad como un efecto


positivo de la incertidumbre en el Sistema de Gestión de la Calidad.
Se ha simplificado la información contenida en la Norma al refundir parte del
contenido de introducción y el de los anexos informativos.

En la Norma ISO 9001:2015 se han eliminado por completo los términos y definiciones del
capítulo 3 de la misma, en dicho apartado se hace referencia a la Norma ISO 9000:2015.

Una última versión del concepto de calidad total es el modelo europeo de


excelencia, basado en la Gestión de la Calidad Total y recomendado por la Fundación
Europea para la Gestión de la Calidad EFQM («European Foundation Quality
Management») a través de su Premio Europeo de Calidad, que supone un proceso
según el cual una empresa se compara con los criterios de este modelo para establecer
su situación actual y plantear sus objetivos de mejora.

Los conceptos fundamentales de la excelencia son:

Orientación hacia los resultados.


Orientación al cliente.
Liderazgo y coherencia en los objetivos.
Gestión por procesos y hechos.
Desarrollo e implicación de las personas.
Aprendizaje, Innovación y Mejora Continuos.
Desarrollo de Alianzas.
Responsabilidad Social.

La diferencia de enfoque entre los sistemas de gestión de la calidad de la familia ISO 9000
y los modelos de excelencia radica en su campo de aplicación. En opinión de AENOR, la
familia de normas ISO 9000 proporciona requisitos para los sistemas de gestión de la
calidad y orientación para la mejora del desempeño; la evaluación de los sistemas de la
calidad determina el cumplimiento de dichos requisitos. Los modelos de excelencia
contienen criterios que permiten la evaluación comparativa del desempeño de la
organización y que son aplicables a todas las actividades y partes interesadas de la misma.
Los criterios de evaluación de los modelos de excelencia proporcionan la base para que una
organización pueda comparar su desempeño con el de otras organizaciones.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

El Sistema de Gestión de Calidad (SGC)

Un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) es una forma de trabajar, mediante la


cual una organización asegura la satisfacción de las necesidades de sus clientes. Para lo
cual planifica, mantiene y mejora continuamente el desempeño de sus procesos, bajo
un esquema de eficiencia y eficacia que le permite lograr ventajas competitivas.

Todo sistema de gestión de la calidad debe basarse en los siguientes principios:

Planificar la calidad: es la parte de la gestión de la calidad enfocada al establecimiento


de los objetivos de calidad y a la especificación de los procesos operativos necesarios y de
los recursos relacionados para cumplir los objetivos de calidad.
Controlar la calidad: es la parte de la gestión de la calidad orientada al
cumplimiento de los requisitos de calidad.
Asegurar la calidad: es la parte de la gestión de la calidad orientada a
proporcionar confianza en que se cumplan los requisitos de calidad.
Mejorar la calidad: es la parte de la gestión de la calidad orientada a aumentar la
capacidad de cumplir con los requisitos de calidad.

En los siguientes apartados vamos a analizar dos de los sistemas de gestión de la


calidad más extendidos: el de la familia ISO 9000 y el de calidad total.

7.5. Sistema de Gestión de la Calidad basado en la Serie de


Normas UNE-EN ISO 9000

La importancia de la aplicación de la norma de la Serie ISO 9000 para el desarrollo e


implementación de sistemas de aseguramiento de la calidad radica en el hecho de que
son normas prácticas, no académicas, que por su sencillez ha permitido su aplicación
generalizada, sobre todo en Pymes. Al no ser un texto de ley que imponga los medios
aplicables para el cumplimiento de los requisitos, dado que los requisitos son flexibles e
incluso algunos omitibles, capacita a una organización para establecer y evaluar la
efectividad de los procedimientos, para implantar una política y unos objetivos de
calidad, conseguir la conformidad con ellos y demostrar tal conformidad ante terceros.
El éxito del sistema depende del compromiso de todos los niveles y funciones,
especialmente de la alta dirección.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

La serie de normas ISO destinadas al aseguramiento de la calidad está formada por


varias normas armonizadas entre sí, que se han completado con las directrices para
realizar auditorías del SGC:

ISO 9000: cumple el papel de eje vertebrador y distribuidor del sistema. Expone el
alcance real de la serie. Define la filosofía general de las normas, los distintos tipos,
niveles y pautas para la aplicación de las distintas normas, así como la terminología
aplicable a los Sistemas de Gestión de Calidad.
ISO 9001: especifica los requisitos para la certificación, registro y evaluación del
SGC de una organización.
ISO 9004: es una guía donde se establecen condiciones y pautas para orientar a las
empresas en la implementación de su propio sistema de aseguramiento de la
calidad. Se define a sí misma como una norma internacional constituida por
orientaciones y recomendaciones y que no ha sido concebida para su uso
contractual, reglamentario o en certificación ni tampoco como una guía para la
implementación de la Norma ISO 9001, recomendándose como una guía para
aquellas organizaciones cuya alta dirección desee ir más allá de los requisitos de la
Norma ISO 9001, persiguiendo la mejora continua del desempeño.
ISO 19011: directrices para la auditoría de los Sistemas de Gestión.

Se han identificado siete principios de gestión de la calidad que pueden ser utilizados
por la alta dirección con el fin de conducir a la organización hacia una mejora en el
desempeño según la Norma ISO 9001:2015:

1. Enfoque al cliente. El enfoque principal de la gestión de la calidad es cumplir los


requisitos del cliente y tratar de exceder las expectativas del cliente.
2. Liderazgo. Los líderes en todos los niveles establecen la unidad de propósito y la
dirección, y crean condiciones en las que las personas se implican en el logro de los
objetivos de la calidad de la organización.
3. Compromiso de las personas. Las personas competentes, empoderadas y
comprometidas en toda la organización son esenciales para aumentar la capacidad
de la organización para generar y proporcionar valor.
4. Enfoque a procesos. Se alcanzan resultados coherentes y previsibles de manera
más eficaz y eficiente cuando las actividades se entienden y gestionan como procesos
interrelacionados que funcionan como un sistema coherente.
5. Mejora. Las organizaciones con éxito tienen un enfoque continuo hacia la mejora.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

6. Toma de decisiones basada en la evidencia. Las decisiones basadas en el análisis


y la evaluación de datos e información tienen mayor probabilidad de producir los
resultados deseados.
7. Gestión de las relaciones. Para el éxito sostenido, las organizaciones gestionan
sus relaciones con las partes interesadas pertinentes, tales como los proveedores.

Estructura organizativa de la Norma UNE-EN ISO 9001

La norma ISO 9001 se organiza en 10 secciones. Las secciones del 4 al 10 contienen los
requisitos para su sistema de gestión de calidad (SGC). Las primeras tres secciones de
la norma (1 al 3) son puntos introductorios que no contienen requisitos:

Alcance.
Referencias Normativas.
Términos y definiciones.
Contexto de la organización.
Liderazgo.
Planificación.
Apoyo.
Operación
Evaluación del desempeño.
Mejora.

El modelo de SGC basado en procesos se puede visualizar gráficamente como sigue:

Mejora continua del Sistema de Gestión de la Calidad

Clientes Clientes
(ISO 9001) (ISO 9001)
y otras partes Responsabilidad y otras partes
interesadas de la Dirección interesadas
(ISO 9004) (ISO 9004)

Gestión de los Medición, análisis


recursos y mejora Satisfacción

Realización del
Requisitos producto
Entradas Salidas

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Implantación del SGC basado en la Norma UNE-EN-ISO 9001

Básicamente se deben seguir en 6 pasos:

1. Información: es necesario tener conocimiento de la norma ISO 9000 e ISO 9001


para implementarla en la empresa.
2. Planificación: cada proyecto comienza con un buen plan. Para ello se debe
comparar el SGC actual con los requerimientos de la norma 9001, hacer un perfil del
plan y preparar un programa de implementación.
3. Desarrollo: La norma 9001 requiere que se documente el SGC. Es necesario
desarrollar y conservar toda la información documentada requerida por la Norma a
lo largo de sus requisitos.
4. Capacitación: todos los empleados deberán estar capacitados para trabajar y
cumplir con la norma ISO 9001 y según los requerimientos del sistema implantado.
5. Auditorías internas: es necesario demostrar que el sistema es eficaz. Se deberá
comparar el SGC con los requerimientos de la norma ISO 9001 mediante auditorías
internas. Se debe formar y capacitar a un equipo auditor para esta etapa.
6. Auditoría de certificación: se deberá contratar a un auditor de certificación que
lleve a cabo una auditoría externa. Se puede solicitar la certificación del SGC a una
empresa certificadora acreditada.

Algunos datos de interés

El 85% de las firmas que cuentan con un SGC certificado han reportado beneficios
externos como:

Mayor percepción de la calidad.


Incremento de la demanda.

El 95% de las firmas que cuentan con un SGC certificado reporta beneficios internos
como:

Mayor toma de conciencia de los trabajadores.


Aumento de la eficiencia operativa.
Reducción de costos en desperdicio.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Los resultados de un sondeo de la Irwin Professional Publishing (USA) demuestran que:

El 30% de las compañías certificadas ha registrado un aumento de la demanda.


Para el 50% de las compañías certificadas la satisfacción del cliente aumentó más del
80%.
El 69% de las compañías certificadas tiene una ventaja competitiva en su mercado.
Los productos del 83% de las compañías certificadas tienen una percepción de
calidad más alta en el mercado.

Los beneficios se manifiestan desde la implementación del proyecto, no necesita


esperar a la certificación para ver progresos.

7.6 La gestión de la calidad total y el modelo EFQM de excelencia

La calidad ha evolucionado desde el control final del proceso mediante la separación


del producto aceptable del que no lo es, pasando por el autocontrol durante el proceso
por parte del operario, que es quien tendría la responsabilidad de evaluar la
conformidad del producto, avanzando hacia el aseguramiento de la calidad basado en el
seguimiento de procesos operativos convenientemente contrastados y normalizados,
para llegar finalmente a la gestión de la Calidad Total, donde el producto se considera el
trabajo de cualquier persona y el cliente es el destinatario de ese trabajo.

La gestión de la Calidad Total conlleva la prevención sistemática de cualquier tipo de error,


lo cual implica un profundo cambio de filosofía que plantea la calidad no como algo que se
produce, sino que se gestiona, para generar ventajas competitivas duraderas.

La calidad en este supuesto abarca todas las posibles formas en que las organizaciones
satisfacen las necesidades (que son objetivas) y las expectativas (que son subjetivas) tanto
de sus clientes, como de sus trabajadores y colaboradores, así como de la propia sociedad.

Como ya hemos comentado en este mismo capítulo, no existen normas o especificaciones


técnicas para hacer gestión de la Calidad Total y, por tanto, la Gestión de la Calidad no es
certificable. Es cierto que por su hermandad conceptual y procedimental con el Project
Management, es posible armar una estructura de gestión donde el personal responsable sí
esté certificado en Gestión de Proyectos, a través de cualquiera de los Organismos

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Internacionales que certifican personas (por ejemplo el «Project Management Institute»),


pero el propio SGC no sería certificable externamente.

No obstante, existen modelos de evaluación desarrollados a partir de una serie de


criterios sobre la excelencia empresarial, como el Modelo EFQM ya comentado, y otros
como el Premio Malcolm Baldrige de los USA, el Premio Nacional a la Calidad de Japón
(Premio Deming), o aquí en España el Premio Príncipe Felipe a la Excelencia
Empresarial, el Premio a la Qualitat Industrial de la Generalitat de Catalunya, el
Premio Andrés Senlle a la calidad en Baleares o el Premio a la Calidad-Turismo.

La norma ISO 9004 no certificable se considera un modelo de gestión de la Calidad Total,


con la posibilidad de autoevaluación, aunque con menor cobertura que el Modelo EFQM.

El Modelo EFQM se basa en la premisa de que los procesos y las personas son los
medios o agentes facilitadores que permiten obtener los resultados. De esta manera, los
agentes (o cómo se están obteniendo los resultados) van a tener un peso o relevancia
igual al que le otorguen los criterios que hacen referencia a los resultados (es decir,
qué se está consiguiendo), lo que indica que según el modelo son tan importantes los
resultados como los medios.

Conceptos fundamentales

Orientación hacia los resultados:


La excelencia depende del equilibrio y la satisfacción de las necesidades de todos los
grupos de interés relevantes para la organización (las personas que trabajan en ella,
los clientes, proveedores y la sociedad en general, así como todos los que tienen
intereses económicos en la organización).

Orientación al cliente:
El cliente es el árbitro final de la calidad del producto y del servicio, así como de la
fidelidad. El mejor modo de optimizar la fidelidad y retención del cliente y el
incremento de la cuota de mercado es mediante una orientación clara hacia las
necesidades de los clientes actuales y potenciales.

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196
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Liderazgo y coherencia en los objetivos:


El comportamiento de los líderes de una organización suscita en ella claridad y
unidad en los objetivos, así como un entorno que permite a la organización y las
personas que la integran alcanzar la excelencia.

Gestión por procesos y hechos:


Las organización actúan de manera más efectiva cuando todas sus actividades
interrelacionadas se comprenden y gestionan de manera sistemática, y las decisiones
relativas a las operaciones en vigor y las mejoras planificadas se adoptan a partir de
información fiable que incluye las percepciones de todos sus grupos de interés.

Desarrollo e implicación de las personas:


El potencial de cada una de las personas de la organización aflora mejor porque
existen valores compartidos y una cultura de confianza y asunción de
responsabilidades que fomentan la implicación de todos.

Aprendizaje, innovación y mejora continuos:


Las organizaciones alcanzan su máximo rendimiento cuando gestionan y comparten
su conocimiento dentro de una cultura general de aprendizaje, innovación y mejora
continuos.

Desarrollo de alianzas:
La organización trabaja de un modo más efectivo cuando establece con sus
«Partners» unas relaciones mutuamente beneficiosas basadas en la confianza, en
compartir el conocimiento y en la integración.

Responsabilidad social:
El mejor modo de servir a los intereses a largo plazo de la organización y las
personas que la integran es adoptar un enfoque ético, superando las expectativas y la
normativa de la comunidad en su conjunto.

Criterios del Modelo EFQM

El modelo, que reconoce que la Excelencia en todo lo referente a resultados y


rendimiento de una organización se puede lograr de manera sostenida mediante
distintos enfoques, se fundamenta en que los resultados excelentes con respecto al
Rendimiento de la Organización, a los Clientes, las Personas y la Sociedad se logran

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

mediante un Liderazgo que dirija e impulse la Política y Estrategia, las Personas de la


organización, las Alianzas y Recursos y, por último, los Procesos.

Los criterios se agrupan, por tanto, en dos categorías: Agentes Facilitadores y


Resultados. Los criterios del grupo de Agentes Facilitadores analizan cómo realiza la
organización las actividades clave; los criterios del grupo de Resultados se ocupan de
los resultados que se están alcanzando.

Los medios o agentes facilitadores se clasifican en los siguientes grupos (cinco):


liderazgo; políticas y estrategias; personas; alianzas y recursos; procesos.

Los agentes resultados se clasifican en los siguientes grupos (cuatro): resultados en los
clientes; resultados en las personas; resultados en la sociedad; resultados clave.

Modelo EFQM de Excelencia

Agentes facilitadores Resultados

Personas Resultados en las personas


9% - 90 puntos 9% - 90 puntos

Resultados
Liderazgo Procesos
Política y Estrategia Resultados en los clientes clave
10% 14%
8% - 80 puntos 20% - 200 puntos 15%
100 puntos 140 puntos
150 puntos

Alianzas y recursos Resultados en la sociedad


9% - 90 puntos 6% - 60 puntos

Innovación y aprendizaje

50% - 500 puntos 50% - 500 puntos

1. LIDERAZGO
Cómo los líderes desarrollan y facilitan la consecución de la misión y la visión,
desarrollan los valores necesarios para alcanzar el éxito a largo plazo e implantan todo
ello en la organización mediante las acciones y los comportamientos adecuados,
estando implicados personalmente en asegurar que el sistema de gestión de la
organización se desarrolla e implanta.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

1A. Desarrollo de la misión, visión y valores por parte de los líderes, que actúan
como modelo de referencia dentro de una cultura de Excelencia.
1B. Implicación personal de los líderes para garantizar el desarrollo, implantación y
mejora continua del sistema de gestión de la organización.
1C. Implicación de los líderes con clientes, «Partners» y representantes de la sociedad.
1D. Motivación, apoyo y reconocimiento de las personas de la organización por parte
de los líderes.

2. POLÍTICA Y ESTRATEGIA
Cómo implanta la organización su misión y visión mediante una estrategia claramente
centrada en todos los grupos de interés y apoyada por políticas, planes, objetivos, metas
y procesos relevantes.

2A. Las necesidades y expectativas actuales y futuras de los grupos de interés son el
fundamento de la política y estrategia.
2B. La información procedente de las actividades relacionadas con la medición del
rendimiento, investigación, aprendizaje y creatividad son el fundamento de la
política y estrategia.
2C. Desarrollo, revisión y actualización de la política y estrategia.
2D. Despliegue de la política y estrategia mediante un esquema de procesos clave.
2E. Comunicación e implantación de la política y estrategia.

3. PERSONAS
Cómo gestiona, desarrolla y aprovecha la organización el conocimiento y todo el
potencial de las personas que la componen, tanto a nivel individual, como de equipos o
de la organización en su conjunto; y cómo planifica estas actividades en apoyo de su
política y estrategia y del eficaz funcionamiento de sus procesos.

3A. Planificación, gestión y mejora de los recursos humanos.


3B. Identificación, desarrollo y mantenimiento del conocimiento y la capacidad de
las personas de la organización.
3C. Implicación y asunción de responsabilidades por parte de las personas de la
organización.
3D. Existencia de un diálogo entre las personas y la organización.
3E. Recompensa, reconocimiento y atención a las personas de la organización.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

4. ALIANZAS Y RECURSOS
Cómo planifica y gestiona la organización sus alianzas externas y sus recursos internos
en apoyo de su política y estrategia y del eficaz funcionamiento de sus procesos.

4A. Gestión de las alianzas externas.


4B. Gestión de los recursos económicos y financieros.
4C. Gestión de los edificios, equipos y materiales.
4D. Gestión de la tecnología.
4E. Gestión de la información y del conocimiento.

5. PROCESOS
Cómo diseña, gestiona y mejora la organización sus procesos para apoyar su política y
estrategia y para satisfacer plenamente, generando cada vez mayor valor, a sus clientes
y otros grupos de interés.

5A. Diseño y gestión sistemática de los procesos.


5B. Introducción de las mejoras necesarias en los procesos mediante la innovación, a
fin de satisfacer plenamente a clientes y otros grupos de interés, generando cada vez
mayor valor.
5C. Diseño y desarrollo de los productos y servicios basándose en las necesidades y
expectativas de los clientes.
5D. Producción, distribución y servicio de atención, de los productos y servicios.
5E. Gestión y mejora de las relaciones con los clientes.

6. RESULTADOS EN LOS CLIENTES


Qué logros está alcanzando la organización en relación con sus clientes externos.

6A. Medidas de percepción.


6B. Indicadores de rendimiento.

7. RESULTADOS EN LAS PERSONAS


Qué logros está alcanzando la organización en relación con las personas que la
integran.

7A. Medidas de percepción.


7B. Indicadores de rendimiento.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

8. RESULTADOS EN LA SOCIEDAD
Qué logros está alcanzando la organización en la sociedad, a nivel local, nacional e
internacional (según resulte pertinente).

8A. Medidas de percepción.


8B. Indicadores de rendimiento.

9. RESULTADOS CLAVE
Qué logros está alcanzando la organización con relación al rendimiento planificado.

9A. Resultados Clave del Rendimiento de la Organización.


9B. Indicadores Clave del Rendimiento de la Organización.

Como modelo que es y no como una especificación técnica, el modelo EFQM no aclara
cómo se alcanzan los objetivos en cada uno de los nueve criterios, solo qué debe
demostrarse o alcanzarse para cada uno de los criterios y subcriterios. Lo normal será
basarse en una serie de indicadores lo más objetivos posibles.

El modelo, a la hora de realizar la evaluación, propone dos instrumentos:

a) La Tarjeta Explorador de Oportunidades («Path Finder Card»), que sirve para


detectar oportunidades de mejora, pero que no sirve para puntuar, aunque sí de
apoyo a la elaboración de planes.
b) La Matriz de Puntuación REDER (en inglés RADAR), y que está integrado por
cuatro elementos: Resultados, Enfoque, Despliegue, Evaluación y Revisión. Los
elementos Enfoque, Despliegue, Evaluación y Revisión se utilizan al evaluar los
criterios del grupo de Agentes Facilitadores, mientras que el elemento Resultados se
emplea para evaluar los criterios del grupo de Resultados.

Técnicas de Gestión de la Calidad Total

La calidad total proporciona una concepción global que impulsa la mejora continua en
la organización y la implicación de todos sus miembros. Entre las técnicas de gestión
vamos a resaltar dos:

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

1. El benchmarking: es un proceso mediante el cual se identifican las mejores


prácticas en un determinado proceso o actividad, se analizan y se incorporan a las
operaciones internas de la empresa. Los elementos clave son:

o Competencia: incluye un competidor interno, una organización admirada dentro


del mismo sector o de cualquier otro sector.
o Medición del funcionamiento de las propias operaciones y de la empresa
Benchmark o punto de referencia.
o Análisis de la competencia, examinándose lo que producen y cómo lo producen.
o Satisfacción de los clientes.
o Apertura de nuevas ideas: adoptando una perspectiva más amplia.
o Mejora continua: de gestión y de automejora.

Los tipos de benchmarking son:

o Interno: cuando nos utilizamos a nosotros mismos como base de partida para
compararnos con otros.
o Competitivo: estudiando lo que hace la competencia y cómo lo hace.
o Fuera del sector: descubriendo formas más creativas de hacer las cosas.
o Funcional: comparando una función determinada entre dos o más empresas.
o De procesos de negocio: centrándose en la mejora de los procesos críticos de negocio.

Las etapas de benchmarking son las siguientes:

o Preparación: identificación del objetivo de estudio y medición propia.


o Descubrimiento de hechos: investigación sobre las mejores prácticas.
o Desarrollo de acciones: incorporación de las mejores prácticas a las operaciones
propias.
o Monitorización.
o Recalibración.

2. La reingeniería de procesos: es una técnica mediante la cual se analiza en


profundidad el funcionamiento de uno o varios procesos dentro de una empresa con
el fin de rediseñarlos por completo y mejorar radicalmente. Surge como respuesta a
las ineficiencias propias de la organización funcional de las empresas y sigue un
método estructura que consiste en:

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

o Identificar los procesos clave de la empresa.


o Asignar responsabilidades sobre dichos procesos a un propietario.
o Definir los límites del proceso.
o Medir el funcionamiento del proceso.
o Rediseñar el proceso para mejorar su funcionamiento.

Existen varias herramientas gráficas (técnicas cuantitativas) para comprender mejor


los procesos de trabajo y promover su mejora continua y la solución de problemas,
como son:

o Hojas de control (recogida de datos).


o Histograma.
o Diagrama de Pareto.
o Diagrama de causa-efecto.
o Estratificación.
o Diagrama de Scadter o de dispersión.
o Gráfica de control.

Existen otras muchas técnicas no cuantitativas sino cualitativas dirigidas a la


comprensión de problemas complejos, la identificación de oportunidades de mejora
y el desarrollo de planes de implantación, muy empleadas en la fase de planificación,
como son:

o La lluvia de ideas o «brainstorming».


o La encuesta.
o La entrevista.
o Diagrama de flujo.
o Matriz de selección de problemas.

Beneficios del Modelo EFQM

1. Orientación hacia los resultados:


o Añadir valor a todos los grupos de interés.
o Éxito sostenido a largo plazo.
o Relaciones mutuamente beneficiosas.
o Medidas relevantes. indicadores.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

2. Orientación hacia los clientes:


o Incremento de la cuota de mercado.
o Mejor comprensión de lo que aporta valor al cliente.
o Reducción de los costes de transacción.
o Éxito a largo plazo.

3. Liderazgo y coherencia en los objetivos:


o Máximo nivel de compromiso y efectividad de las personas.
o Clara sensación de liderazgo.
o Alineación y despliegue de todas las actividades de modo estructurado y sistemático.

4. Gestión por procesos y hechos:


o Orientación hacia los resultados deseados.
o Optimización de las personas y recursos.
o Coherencia en los resultados y control de la variabilidad.
o Gestión basada en datos para ser más realistas.

5. Desarrollo e implicación de las personas:


o Máxima participación, actitud positiva y motivación.
o Buena contratación y retención de las personas.
o Conocimiento compartido de forma eficaz.
o Oportunidad para aprender y desarrollar nuevas capacidades.

6. Aprendizaje, innovación y mejora continuos:


o Agilidad de la organización.
o Reducción de costes.
o Identificación de oportunidades.
o Optimización del rendimiento.
o Actividades de mejora para prevenir y favorecer el día a día.

7. Desarrollo de alianzas:
o Capacidad para crear valor para ambas partes.
o Logro de una ventaja competitiva gracias a relaciones duraderas.
o Conexión recursos – costes.

8. Responsabilidad social:
o Aumento de la credibilidad, rendimiento y valor a la organización.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

o Concienciación social, seguridad y confianza.

Etapas del Modelo EFQM

1. Orientación hacia los resultados:


o Inicio: identificación de todos los grupos de interés.
o Proceso: evaluación de las necesidades de los grupos de interés de modo
organizado.
o Madurez: transparencia para equilibrar expectativas de las partes interesadas.

2. Orientación al cliente:
o Inicio: evaluación de la satisfacción del cliente.
o Proceso: relación de objetivos con necesidades y expectativas del cliente,
investigación de mercado y fidelización.
o Madurez: se comprenden, miden y se actúa sobre las necesidades de clientes, su
satisfacción y su fidelización.

3. Liderazgo y coherencia en los objetivos:


o Inicio: definición de misión y visión.
o Proceso: concordancia entre política, personas y procesos. “modelo de liderazgo”.
o Madurez: valores compartidos y modelos éticos a todos los niveles.

4. Gestión por procesos y hechos:


o Inicio: definición de procesos para alcanzar los resultados deseados.
o Proceso: empleo de datos e información comparativos para establecer objetivos
eficaces.
o Madurez: entendimiento y uso total de la capacidad de los procesos para lograr
mejoras en el rendimiento.

5. Desarrollo e implicación de las personas:


o Inicio: aceptación de la propiedad y responsabilidad para resolver problemas.
o Proceso: personas innovadoras, creativas para impulsar los objetivos de la
organización.
o Madurez: facultad de las personas para actuar y compartir abiertamente
conocimientos y experiencias.

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Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

6. Aprendizaje, innovación y mejora continuos:


o Inicio: identificación y actuación sobre oportunidades de mejora.
o Proceso: mejora continua como objetivo aceptado en todos los niveles.
o Madurez: extensión e integración de las innovaciones y mejoras.

7. Desarrollo de alianzas:
o Inicio: proceso de selección y gestión de proveedores.
o Proceso: reconocimiento de las mejoras y logros de proveedores y otros
«Partners» claves.
o Madurez: relaciones interdependientes. planes y conocimientos compartidos.

8. Responsabilidad social:
o Inicio: comprensión y cumplimiento de requisitos legales y otros requisitos.
o Proceso: implicación activa con la sociedad.
o Madurez: medida y seguimiento de las expectativas sociales y nuevos proyectos
de compromiso.

Errores típicos en la aplicación del Modelo EFQM

El modelo EFQM es robusto y muy válido para identificar áreas de mejora y cambiar la
cultura empresarial, sin embargo existen varios errores típicos y frecuentes en su
aplicación:

Navegar sin rumbo fijo: hay que marcar una dirección de actuación clara y ser
consciente tanto de qué se busca como de hacia dónde se quieren dirigir los
esfuerzos, además de comprender el concepto e excelencia, o será muy complicado
evaluar los objetivos empresariales.

No utilizar un enfoque sistémico: deben utilizarse procesos planificados y


programados, junto con herramientas comunes de diagnóstico, para lo cual la
formación previa es fundamental para la homogeneización operativa.

Aplicar la autoevaluación al margen de la gestión: la autoevaluación no es


una actividad a la que el «staff» le deba dedicar cierto tiempo, sino que debe
integrarse en el núcleo del proceso de gestión.

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206
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

Tratar los criterios de forma independiente: todos los criterios están


interrelacionados, por lo que no se deben repartir por áreas o personas a la hora de
autoevaluar, es necesario que las personas estén adecuadamente formadas para
entender la globalidad del modelo.

No involucrar al personal suficientemente: deben actuar las personas que


están inmersas en las operaciones y que son los que tienen el verdadero potencial de
aportar ideas, no los especialistas, que únicamente deben actuar como impulsores o
catalizadores.

Procesos clave mal identificados.

Estudiar únicamente las desviaciones cuantitativas sobre objetivos: hay


muchas herramientas fáciles de aplicar que pueden aportar datos concluyentes sobre
las causas de las desviaciones.

Confundir mejora continua con el «breakthrough»: se debe analizar cuándo


la mejora continua no es suficiente y deviene necesario aplicar reingeniería, tras un
análisis profundo de la gestión, «benchmarking», etc.

Priorizar intuitivamente: debe priorizarse según resultados de la


autoevaluación, que debe entenderse como una herramienta fiable de gestión.

La alta dirección actúa únicamente como supervisora: el proceso de


autoevaluación debe aplicársele también a la alta dirección, sometiendo sus
resultados a un proceso de validación.

Aplicar el modelo cuando la empresa atraviesa momentos de crisis: en


esta situación se suele buscar una solución desesperadamente, lo cual conduce al
fracaso. Hay que aplicar estas técnicas en momentos de desahogo.

7.7. Otros estándares de calidad

Existen estándares de gestión de la calidad específicos para determinados sectores,


además de normas o modelos de gestión de la calidad enfocados a aspectos
particulares.

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207
Capítulo 7: Seguridad del producto y sistemas de gestión de la calidad

La norma EN-ISO/IEC 17025 se utiliza en la Unión Europea por los organismos de


acreditación, certificación y laboratorios de calibración y ensayo.

En el sector del automóvil, están las normas VDA 6 desarrollada y liderada por
fabricantes alemanes, franceses e italianos; la norma QS 9000 desarrollada por el
sector automovilístico norteamericano; la norma ISO/TS 16949 que crea un
esquema combinada entre las dos normas anteriores, para evitar certificaciones por
ambas normas.

En el sector de las telecomunicaciones, el estándar de referencia es el TL 9000,


controlado por el «Quality Excellence for Suppliers of Telecommunications Forum»
(QuEST).

En el sector aeroespacial es la serie AS 9000 Aerospace Basic Quality System, de


Boeing, GE, Aircraft Engines, Rolls Royce, McDonnell Douglas, etc.

La norma UNE-EN 13816 sobre calidad en los servicios de transporte de


aerolíneas, ferrocarriles, transportes públicos, autobuses, taxis y transportes en vías
marítimas y fluviales.

El HACCP, IFS, BRC, EurepGap, ISO 22000, sobre el análisis de peligros y


puntos de control críticos para la industria alimentaria.

Por último, en España tenemos modelos basados en normas como las ICHE, para la
calidad en hoteles, desarrolladas por la Secretaría de Estado y de Comercio, y el
ICTE (Instituto para la Calidad Turística Española).

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208
Capítulo 8
Gestión medioambiental

Autora: Laura Olea García


Capítulo 8: Gestión medioambiental

8.1. Empresa y medio ambiente

“Para que la humanidad sobreviva, se requiere un nuevo modo de pensar”.


Albert Einstein (1879-1955).

En los últimos años hemos tomado conciencia de un hecho que hasta ahora había sido
obviado, los recursos de la Tierra son limitados. Es durante el siglo XX, y como
consecuencia del desarrollo industrial, del gran avance tecnológico, del espectacular
crecimiento de la población, cuando hemos descubierto los límites de la Tierra.

Esta sobreexplotación de los recursos naturales y el creciente aumento de los niveles


de contaminación del aire, de las aguas, del suelo y de la generación de residuos han
provocado graves alteraciones que se manifiestan en la desaparición de especies
animales y vegetales, la pérdida de las reservas de agua existentes, entre otros muchos
ejemplos.

Es decir, el paso a un modelo de sociedad industrial ha supuesto alcanzar unos altos


niveles de calidad de vida pero, al mismo tiempo, ha generado un aumento de la
contaminación ambiental. Todo esto indica que algo estamos haciendo mal.

A esto hay que añadir otra importante cuestión que ya se reflejaba en el Informe
Brundtland de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente del año 1987, y es que
la población de los países desarrollados que constituyen el 26% del total, consumen el
80% de la energía y de las materias primas. Estas cifras ponen en evidencia la
existencia de un porcentaje muy importante de consumidores potenciales con el único
objeto de alcanzar los niveles de bienestar de los países desarrollados, lo cual se
traducirá en un aumento del consumo de los recursos naturales y un consecuente
aumento de la contaminación.

Todo esto nos lleva a la necesidad de plantearnos un nuevo enfoque tendente a un


consumo más racional y a la búsqueda de tecnologías más limpias y, por tanto, menos
contaminantes.

El año 1992 aparece el V Programa Comunitario de Política y Actuación en


Materia de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, en el que se propone un
cambio en las estrategias. Ya no es posible abordar cada cuestión ambiental de forma

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210
Capítulo 8: Gestión medioambiental

individualizada, sino que es necesario analizarlos en su conjunto implicando a toda la


sociedad.

Es en este momento cuando se comienza a hablar de las cuestiones medioambientales


desde un punto de vista multidisciplinar y multisectorial.

Las seis cuestiones a tener en cuenta para el desarrollo sostenible de la Unión Europea
son:

Integración de las cuestiones medioambientales en todos los ámbitos de la actividad.


Cooperación entre los estados miembros de la UE, el mundo empresarial y los
consumidores.
Aumento de los instrumentos que fomenten las políticas medioambientales, bien sea
mediante impuestos y subsidios, acuerdos voluntarios, etc.
Cambio en los modelos de consumo y producción.
Cumplimiento de la legislación.
Cooperación a nivel internacional en el marco del medio ambiente.

Llegados a este punto es preciso tomar conciencia que es el sector empresarial uno de
los que afecta en mayor medida a nuestro entorno.

Cualquier empresa, sea del sector que sea, utiliza en sus procesos recursos naturales
(materias primas y energía) y provoca contaminación bien por generación de residuos,
por emisiones atmosféricas, por vertidos o por contaminación de suelos. Es decir, altera
seriamente el entorno. Pero, el desarrollo de cualquier país depende, en gran medida,
de lo generado por el sector empresarial.

En estos últimos años el empresario ha ido entendiendo el nuevo planteamiento y,


además de cumplir con la legislación, invierte en poner al día sus empresas con objeto
de reducir los consumos y la contaminación.

Tres son los pilares fundamentales en los que debe basarse el binomio Empresa-
Medio Ambiente:

Eficiencia en el uso de los recursos y disminución de la contaminación.


Educación del consumidor en relación a la demanda.
Desarrollo de Normas Comunitarias relativas a procesos y productos.

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211
Capítulo 8: Gestión medioambiental

La implantación de sistemas de gestión ambiental puede ayudar a las empresas a la


consecución de estos objetivos.

Estos sistemas de gestión conjuntamente con la aplicación de otras filosofías tales como
las tendentes a la reducción de la contaminación, la incorporación de tecnologías
limpias y la aplicación de buenas prácticas ambientales, entre otras, permitirán a las
empresas avanzar hacia el desarrollo sostenible.

8.2. Conceptos básicos de medio ambiente

En este apartado se incluyen conceptos básicos en materia de medio ambiente.

Las definiciones que detallamos a continuación, aparecen literalmente recogidas en el


dossier del Fondo Social Europeo y Medio Ambiente y del Proyecto de Ley de
Prevención y Control Integrados de la Contaminación del Ministerio de Medio
Ambiente, siendo, por tanto, aceptadas en el marco legal europeo y nacional.

Medio Ambiente
Es el marco animado o no, en el que se desarrolla la vida de los seres vivos, abarcando
desde los seres humanos, los animales hasta las plantas el agua el suelo y el aire, así
como la relación entre todos sus elementos. Los valores de estética, histórico culturales
y de ciencias naturales.

Ecosistema
Unidad distinguible en la biosfera, por ejemplo, un bosque, estanque o río con sus
especies vegetales (flora) y animales (fauna) que forman la comunidad biótica. Sistema
autorregulador que se mantiene por las interrelaciones entre los factores abióticos (sin
vida) y los bióticos (vivos).

Ecología
Ciencia que estudia las relaciones entre los seres vivos y su entorno abiótico.

Hábitat
Territorio en el que vive una especie vegetal o animal.

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212
Capítulo 8: Gestión medioambiental

Biodiversidad
Término que designa la variedad de la vida en la tierra. Abarca desde el punto de vista
de los genes, las especies y los ecosistemas.

Contaminación
Cualquier tipo de impurezas, materia o influencias físicas (ruido, radiación de cualquier
tipo) en un determinado medio y en niveles más altos de lo normal que puede ocasionar
daño en el ecosistema biológico.

Contaminante
Cualquier sustancia no deseada presente en cualquier medio impidiendo o perturbando
la vida de los organismos y produciendo efectos nocivos al ambiente.

Vertido
Corriente de desperdicios líquidos, sólidos o gaseosos que se introducen en el medio
ambiente.

Residuo
Sustancia u objeto del que se desprenda su poseedor o del que tenga la intención de
desprenderse.

Reciclaje
Reintroducción de productos o elementos de desecho en la actividad industrial. Método
utilizado para economizar materias primas y/o energía.

Energía Renovable
Energía que se obtiene de fuentes inagotables o renovables como la fuerza del viento, la
energía del sol o la biomasa, entre otras.

Instalación
Cualquier unidad técnica fija en donde se desarrolle una o más de las actividades
industriales, así como cualesquiera otras actividades directamente relacionadas con
aquéllas que guarden relación de índole técnica con las actividades llevadas a cabo en
dicho lugar y puedan tener repercusiones sobre las emisiones y la contaminación.

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213
Capítulo 8: Gestión medioambiental

Normas de calidad medioambiental


El conjunto de requisitos establecidos por la normativa aplicable que deben cumplirse
en un momento dado en un entorno determinado o en una parte determinada de este.

ISO 14.000
Norma internacional de carácter voluntario, que regula las características de la gestión
ambiental de la empresa (el sector productivo primario queda excluido de su alcance,
por el momento). ISO: del inglés, Organización Internacional de Estándares.

Autorización ambiental integrada


Es la resolución del órgano competente de la Comunidad Autónoma en la que se ubique
la instalación, por la que se permite, a los efectos de la protección del medio ambiente y
de la salud de las personas, explotar la totalidad o parte de una instalación, bajo
determinadas condiciones destinadas a garantizar que la misma cumple el objeto y las
disposiciones de esta Ley. Tal autorización podrá ser válida para una o más
instalaciones o partes de instalaciones que tengan la misma ubicación y sean
explotadas por el mismo titular.

8.3. Introducción a los sistemas de gestión ambiental

A la vista de todo lo establecido en el primer apartado es necesario compatibilizar


la actividad empresarial con el desarrollo sostenible.

Alcanzar este objetivo no es fácil dado que supone establecer por parte de la empresa
una estrategia dirigida a reducir al máximo el impacto de su actividad sobre el medio
ambiente, sin renunciar al beneficio que el desarrollo de dicha actividad le reporta.

Los sistemas de gestión ambiental (SGA) son una herramienta que facilita a las
empresas su progreso hacia el desarrollo sostenible. Estos sistemas de gestión
permiten, partiendo del compromiso del empresario hacia el medio ambiente a través
de la política medioambiental y estableciendo unos objetivos y metas a corto, medio y
largo plazo, alcanzar, mediante la implementación de un programa sistemático de
actuaciones, a reducir el impacto que la actividad empresarial ejerce sobre nuestro
entorno.

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214
Capítulo 8: Gestión medioambiental

La Unión Europea en el Reglamento EMAS define un sistema de gestión ambiental


como “aquella parte del sistema general de gestión que comprende la estructura
organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y
los recursos para determinar y llevar a cabo la política medioambiental”.

Es decir, el empresario, a través de la política medioambiental, debe establecer los


objetivos generales y los principios de acción con respecto al medio ambiente, debiendo
además fijar la estructura organizativa de la empresa que está implicada, así como los
medios necesarios para la consecución de los mismos.

Para llevar a cabo esto, previamente deberá realizarse un diagnóstico o revisión


medioambiental inicial, en la cual se incluya también un análisis del contexto de la
organización e identificación de las partes interesadas pertinentes. Así se podrá
determinar cuáles son los impactos que sobre el medio ambiente ocasionan las
diferentes prácticas y procesos que se llevan a cabo en la empresa. Se determinarán los
consumos de agua, energía y materias primas, las emisiones a la atmósfera, los
vertidos, la generación de residuos, la contaminación del suelo, etc. Se identificarán los
riesgos y oportunidades a las que está sometida la organización y, por tanto, el propio
Sistema de Gestión Ambiental. El análisis de todo esto permitirá establecer nuestras
prioridades y al mismo tiempo, definir los objetivos medioambientales a alcanzar,
estableciéndose un programa medioambiental para su consecución. Es importante fijar
los recursos humanos, técnicos y económicos necesarios para llevarlos a cabo.

Por lo tanto, una vez realizado el análisis ambiental inicial, en el cual se incluirá un
análisis del contexto de la organización, donde se identificarán los riesgos y
oportunidades para la misma, y una vez establecida la política ambiental, se inicia la
fase de planificación. En esta fase de planificación, la organización deberá
establecer los objetivos ambientales y su planificación, deberá identificar (si no lo ha
hecho en la fase previa) y evaluar sus aspectos ambientales, identificar los requisitos
legales y otros requisitos que le sean de aplicación, identificar y evaluar los riesgos y
oportunidades a los que está sometida y establecer las responsabilidades del sistema.

Una vez hecha la planificación del SGA, procede empezar con su implantación. Se
establecerán los planes de formación y capacitación necesarios para que todos los
trabajadores conozcan el impacto de sus actividades sobre el medio ambiente,
procediéndose además a la elaboración de toda la información documentada del

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215
Capítulo 8: Gestión medioambiental

SGA. Deberán establecerse los canales de comunicación interna y externa y se deberá


abordar todo el control operacional y el control ante emergencias.

Una vez que el SGA está funcionando, es necesario revisar y comprobar su buen
funcionamiento. Es necesario verificar que los procesos se realizan según se ha descrito
en los procedimientos, que los aspectos ambientales están controlados, que se cumplen los
requisitos legales y otros requisitos, es necesario determinar el grado de cumplimiento de
los objetivos establecidos, etc. Cuando se detecte una no conformidad, se deberá
implantar la acción correctiva necesaria para eliminar la causa de esa no
conformidad, llevando de esta manera al sistema a la mejora continua.

Es decir, en esta fase se realiza la evaluación del desempeño ambiental mediante su


seguimiento y medición, la detección de no conformidades y acciones correctivas, la
realización de auditorías internas y la revisión por la dirección. En esta versión de la Norma
ISO 14001:2015, la revisión por la dirección entra dentro de la verificación del SGA.

Alcanzados los objetivos, y una vez realizada la revisión por parte de la dirección, el
SGA entra en un proceso cíclico donde se establecen nuevos objetivos que deberán
tender hacia la mejora continua contemplando también, la posible incorporación de
nuevas tecnologías, productos, procesos, etc. Es decir, se entra en una dinámica de
mejora continua, ya que una vez que el SGA ha sido implantado y se encuentra en
funcionamiento la organización debe determinar las oportunidades de mejora e
implementar las acciones necesarias para lograr los resultados previstos en su sistema
de gestión ambiental.

La implantación de un SGA, realizada según las etapas descritas, posibilita el avance


hacia una actividad empresarial más sostenible y facilita el conocimiento del
comportamiento ambiental de la empresa.

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216
Capítulo 8: Gestión medioambiental

Se incluye a continuación un esquema de las etapas descritas:

3. Implantación

2. Planificación 4. Verificación

MEJORA
CONTINUA

1. Política
medioambiental 5. Mejora

Actualmente, si una empresa u organización española quiere certificar su SGA puede


hacerlo en base al Reglamento EMAS 1221/2009 (EMAS III), a través de la norma
UNE-EN-ISO 14001:2015, o por ambas normativas.

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217
Capítulo 8: Gestión medioambiental

Entre las semejanzas existentes entre la ISO 14001 y el EMAS destacamos:

Son normas de carácter voluntario.


En el EMAS se verifica a organizaciones de todos los sectores. En la ISO 14001 se
certifica a organizaciones de todos los sectores.
Es obligatorio el cumplimiento de la legislación.
Las auditorías de verificación se realizan en un plazo máximo de 3 años en el caso
del EMAS, realizándose las auditorías de certificación a intervalos planificados (ISO
14001 no fija periodicidad).

En la siguiente tabla se incluyen las principales diferencias existentes entre ISO


14001 y el EMAS:

EMAS ISO 14001

Exige un análisis ambiental inicial. Recomienda un análisis ambiental inicial.

Su correcta implantación es verificada. Su correcta implantación es certificada.

Tiene como objetivo la mejora continua del Tiene como objetivo la mejora continua del
comportamiento medioambiental. SGA.

Establece la necesidad de realizar una


Solo es pública la Política Medioambiental y
Declaración Medioambiental pública de los
la información sobre el desempeño ambiental
compromisos de la empresa y de los objetivos
que la organización quiera mostrar.
y metas cumplidos.

Es obligatorio analizar las actividades pasadas Es recomendable analizar las actividades


y futuras. pasadas y futuras.

No hace referencia a la necesidad de


Es necesaria la implicación de todo el personal
implicación de todo el personal de la
de la organización en la gestión del SGA.
organización en la gestión del SGA.

Exige cumplimiento de los requisitos legales Exige compromiso de cumplimiento de los


de aplicación. requisitos legales de aplicación.

Fija la periodicidad máxima de las auditorías No establece la periodicidad de las


en 3 años. auditorías.

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218
Capítulo 8: Gestión medioambiental

8.4. Etapas en la implantación de un SGA

Se describen a continuación las etapas a seguir para la implantación de un SGA. Estas


son:

3. Implantación

Formación

Comunicación
Riesgos y oportunidades
Información documentada
2. Planificación

Aspectos ambientales
Control operacional
Requisitos legales
y otros requisitos Emergencias

Objetivos y planificación

Responsabilidades
Seguimiento

No conformidad y

4. Verificación
acción correctora

Política ambiental Auditoría interna

Revisión por la Dirección


1. Política ambiental

5. Mejora

0. Requisitos generales

La empresa deberá establecer y mantener al día un SGA como un proceso


perfectamente estructurado que tiene como fin la mejora continua. La empresa revisará
y evaluará periódicamente su SGA con el fin de identificar y poner en práctica las
opciones de mejora.

Antes de implantar un SGA y de definir la política medioambiental de la empresa, es


necesario llevar a cabo una revisión medioambiental inicial para conocer el
comportamiento medioambiental de la empresa y el impacto de todos sus productos,

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219
Capítulo 8: Gestión medioambiental

procesos, prácticas y procedimientos sobre el medio ambiente, así como sus riesgos y
oportunidades.

La revisión medioambiental inicial permite obtener una “fotografía” de la situación


ambiental actual de la empresa, lo cual nos facilitará incidir de una manera planificada
en la gestión y en la organización, y nos permitirá establecer un SGA acorde a las
necesidades.

1. Política medioambiental

3. Implantación

Formación

Comunicación
Riesgos y oportunidades
Información documentada
2. Planificación

Aspectos ambientales
Control operacional
Requisitos legales
y otros requisitos Emergencias

Objetivos y planificación

Responsabilidades
Seguimiento

No conformidad y
acción correctora 4. Verificación

Política ambiental Auditoría interna

Revisión por la Dirección


1. Política ambiental

5. Mejora

El punto de partida de todo SGA es la definición de la política


medioambiental. La política medioambiental deberá ser establecida y aprobada por
la alta dirección.

La alta dirección deberá asegurar que la política:

Se adecua a las necesidades de la empresa, a sus actividades, productos y servicios,


así como a su impacto sobre el medio ambiente.
Incluye el compromiso de mejora continua y de prevención y/o minimización de la
contaminación.

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220
Capítulo 8: Gestión medioambiental

Cumple con los requisitos legales y otros requisitos que le son de aplicación.
Favorece el establecimiento de los objetivos y las metas medioambientales.
Está documentada, mantenida al día y es conocida por todos los trabajadores.
Está a la disposición del público en general.

2. Planificación

3. Implantación

Formación

Comunicación
Riesgos y oportunidades
Información documentada
2. Planificación

Aspectos ambientales
Control operacional
Requisitos legales
y otros requisitos Emergencias

Objetivos y planificación

Responsabilidades
Seguimiento

No conformidad y

4. Verificación
acción correctora

Política ambiental Auditoría interna

Revisión por la Dirección


1. Política ambiental

5. Mejora

a) Acciones para abordar riesgos y oportunidades. La intención general de los


procesos establecidos en el apartado 6.1.1 es asegurar que la organización es capaz de
lograr los resultados previstos de su sistema de gestión ambiental, prevenir o reducir
los efectos indeseados y lograr la mejora continua. La organización puede asegurar
esto determinando los riesgos y oportunidades que necesita abordar y planificando las
acciones para abordarlos. Estos riesgos y oportunidades pueden estar relacionados
con los aspectos ambientales, los requisitos legales y otros requisitos, otras cuestiones
y otras necesidades y expectativas de las partes interesadas.

b) La identificación y evaluación de los aspectos ambientales asociados a


sus actividades. La organización debe identificar los aspectos ambientales dentro
del alcance del sistema de gestión, relacionados con sus actividades, productos y
servicios, tanto directos como indirectos, y en las condiciones normales, anormales y

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221
Capítulo 8: Gestión medioambiental

de emergencia de la organización. Este punto puede estar ya resuelto si la


organización realizó la evaluación ambiental inicial. Debe controlar aquellos
aspectos que tengan un impacto significativo en el medio ambiente.

c) La identificación de los requisitos legales y otros requisitos que la


organización suscriba. La organización debe asegurarse de que cumple con todos
los requisitos legales que le son de aplicación y, para ello, el primer paso es conocer
dichos requerimientos. La organización debe tener en cuenta que la legislación que se le
puede aplicar puede ser de carácter local, autonómico, nacional e internacional. Además
estos requisitos deben ser revisados con una periodicidad a determinar por la
organización, que le permita asegurarse que está cumpliendo y aplicando la legislación
en vigor. Además la organización puede suscribir otros compromisos de carácter
medioambiental distintos de los legales y reglamentarios, como pueden ser acuerdos
con clientes, con autoridades, etc. Estos requisitos también tienen que ser tenidos en
cuenta, estar actualizados y hacer un seguimiento de los mismos.

d) El establecimiento de objetivos y su planificación para lograrlos. La


organización debe establecer objetivos documentados para poder así cumplir con los
compromisos establecidos en la política medioambiental. A la hora de establecer los
objetivos, se deben tener en cuenta los aspectos ambientales significativos que se
quieren controlar. La organización debe establecer unos indicadores mediante los
cuales pueda cuantificar los objetivos y hacer así un seguimiento de los mismos.
Todo ello se puede articular en un programa ambiental documentado, donde se da
además una descripción de las responsabilidades, medios y plazos para la
consecución de dichos objetivos.

e) Responsabilidades del sistema. Definir claramente la estructura organizativa del


sistema, las funciones, responsabilidades y autoridad, es fundamental para conseguir
una implantación eficaz del sistema y para su posterior desarrollo y mantenimiento.
Deben estar perfectamente identificadas las responsabilidades en cada área o
departamento de la empresa y debe existir una perfecta coordinación entre las
mismas. La dirección deberá nombrar un representante en materia de medio
ambiente con autoridad y responsabilidad suficientes para asegurar el buen
funcionamiento del sistema y deberá informar a la Alta Dirección sobre su
funcionamiento y acciones de mejora. En esta fase se debe establecer un organigrama
donde quede patente las relaciones de todo el personal cuyo desempeño pueda
presentar una incidencia al medio ambiente.

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222
Capítulo 8: Gestión medioambiental

3. Implantación

Esta fase supone la puesta en marcha del sistema, ya que se ejecutarán las acciones
definidas en la fase de planificación.

3. Implantación

Formación

Comunicación
Riesgos y oportunidades
Información documentada
2. Planificación

Aspectos ambientales
Control operacional
Requisitos legales
y otros requisitos Emergencias

Objetivos y planificación

Responsabilidades
Seguimiento

No conformidad y

4. Verificación
acción correctora

Política ambiental Auditoría interna

Revisión por la Dirección


1. Política ambiental

5. Mejora

a) Formación. Es importante que todos los trabajadores de la empresa o los que


trabajen en su nombre, estén sensibilizados con la implantación del sistema. La
organización por tanto, debe asegurarse de que reciban la formación necesaria en
temas medioambientales, en especial aquellas personas, cuyo desempeño diario
pueda ocasionar impactos en el medio ambiente. Además todo el personal deberá
ser competente para desempeñar su labor.

b) Comunicación. Es importante que existan buenos canales de comunicación tanto


interna como externa. La comunicación interna se refiere a que haya buena
comunicación entre la empresa y sus trabajadores, debe existir buena comunicación
tanto vertical como horizontal dentro del organigrama de la empresa. La
comunicación externa se refiere a la que mantiene la empresa con las partes
interesadas como vecinos, proveedores, autoridades, público en general, etc.

c) Información documentada. La Norma ISO 14001 no establece explícitamente la


estructura documental que debe tener el SGA. Sin embargo, en la práctica la

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223
Capítulo 8: Gestión medioambiental

organización debe establecer y mantener actualizada información documentada, bien en


papel o bien en soporte informático, que describa el SGA y sirva para asegurarse de que
el sistema es entendido y opera adecuadamente. Así mismo esta documentación estará
disponible para los trabajadores y otras personas que necesiten de su consulta. La
documentación y su extensión van a depender de cada organización del tipo y tamaño
de la misma, pero en general la información documentada que todo sistema de gestión
debe tener es:

Manual

Procedimientos

Instrucciones de trabajo

Registros

o Manual del Sistema de Gestión Ambiental (no es exigido por la Norma ISO 14001).
El manual del sistema de gestión ambiental es el soporte documental donde se incluye:
- La política medioambiental.
- El organigrama de la empresa.
- Los procesos y productos relativos al medio ambiente.
- Los procedimientos generales de gestión ambiental.
o Procedimientos
Los procedimientos de trabajo son el soporte documental donde se incluye
toda la información relativa a cómo, con qué, cuando, quien, etc., deben
realizarse aquellas tareas o actividades que así lo requieran. A la hora de redactar
los procedimientos es importante analizar las prácticas existentes, las opiniones
de los trabajadores y responsables y los requerimientos medioambientales.
o Instrucciones de trabajo
En ocasiones es preciso documentar de forma más detallada y concisa
determinadas operaciones o tareas. Es en este caso cuando se desarrollan
las instrucciones de trabajo.
o Registros
Los registros son los documentos para evidencian una actividad realizada o los
resultados logrados.

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224
Capítulo 8: Gestión medioambiental

Toda la documentación generada por el sistema de gestión ambiental deberá ser


perfectamente controlada por parte de la empresa, para cual deberá establecer los
mecanismos adecuados.

d) Control Operacional. La empresa deberá conocer aquellos procesos y


productos que provoquen un impacto significativo sobre el medio ambiente,
desarrollando procedimientos e instrucciones de trabajo, para garantizar que se
realicen de una forma determinada.

El objetivo que se pretende es que todas las actividades o tareas que puedan
provocar una incidencia medioambiental se ejecuten de una manera controlada.

El número de procedimientos e instrucciones de control operacional es dependiente


totalmente de las características de gestión y competencias de la empresa.

e) Planes de Emergencia y Capacidad de Respuesta. Se deberán desarrollar


procedimientos que permitan conocer los posibles accidentes y
situaciones de emergencia que pudieran darse, saber cómo actuar en dichas
circunstancias y adoptar las medidas necesarias para prevenir o reducir las
consecuencias medioambientales que pudieran derivarse de los mismos.

4. Verificación

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225
Capítulo 8: Gestión medioambiental

3. Implantación

Formación

Comunicación
Riesgos y oportunidades
2. Planificación Información documentada
Aspectos ambientales
Control operacional
Requisitos legales
y otros requisitos Emergencias

Objetivos y planificación

Responsabilidades
Seguimiento

No conformidad y

4. Verificación
acción correctora

Política ambiental Auditoría interna

Revisión por la Dirección


1. Política ambiental

5. Mejora

Se definirán los instrumentos destinados a garantizar la consecución de los objetivos.


a) Seguimiento, medición, análisis y evaluación. La organización debe tener
desarrollado una metodología para el seguimiento y medición de su desempeño
ambiental. Las actividades de seguimiento y medición se pueden concretar en:
o Control y medición de los procesos clave y de las actividades que tienen asociadas
impactos ambientales significativos.
o Calibración y mantenimiento de los equipos de inspección.
o Evaluación del cumplimiento legal.
o Establecimiento y actualización de los procedimientos y registros en vigor.

b) No conformidad y acción correctiva. Cuando existe una desviación en el SGA,


esta debe ser detectada y documentada para poder ser corregida. La detección de
disconformidades es fundamental para que un SGA sea eficaz de manera continua.
Una no conformidad es el incumplimiento de un requisito. Puede haber
incumplimientos del desempeño del sistema, como puede ser un incumplimiento del
establecimiento de objetivos y metas ambientales, y puede haber incumplimientos
en el desempeño ambiental, como puede ser el incumplimiento de una meta
concreta. En cualquier caso, la organización debe tener una metodología para poder
detectar las no conformidades del sistema y también para poder implantar las
acciones correctivas que eliminarán las causas de esas no conformidades.

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226
Capítulo 8: Gestión medioambiental

c) Auditoría interna. Una vez implantado y funcionando el SGA, durante un tiempo es


necesario realizar la primera auditoría interna. Cuándo se tiene que realizar esa primera
auditoría interna va a depender de la organización y del sistema. En ocasiones a los tres
meses de la implantación ya es necesario realizar la auditoría, en otras ocasiones a los
seis meses y por regla general se realiza cuando el SGA lleva un año funcionando. El
objetivo de la auditoría es comprobar el buen funcionamiento del sistema de gestión, si
este se ajusta a los requisitos de la norma y a otros establecidos por la organización en
materia de medio ambiente. Es decir, una auditoría interna es un proceso de
autoevaluación del SGA de la organización. Mediante la auditoría, un auditor de la
organización, o un auditor externo, en su nombre, evaluará el sistema de gestión,
detectará las posibles no conformidades y acciones de mejora.

d) Revisión por la Dirección. Una vez que el SGA ha sido implantado y se ha


auditado, la Alta Dirección de la organización debe hacer una revisión global del
sistema con el objetivo de verificar que sigue siendo apropiado, eficaz y que sigue el
proceso de mejora continua. De esta manera queda de manifiesto la eficacia del
sistema para la prevención de la contaminación y protección del medio ambiente.
La alta dirección deberá revisar el SGA con vistas a garantizar su adecuado
funcionamiento y su progreso hacia la mejora continua. Estas revisiones deberán estar
planificadas en el tiempo con la periodicidad adecuada. La Norma no establece dicha
periodicidad, aunque por lo general se realizan al menos una vez al año.

Se deberán analizar:
Los informes de auditorías.
El grado de consecución de los objetivos.
La adecuación del sistema a eventuales modificaciones en el proceso, producto,
materias primas, etc.
Las comunicaciones con terceros.

Deberá elaborarse un informe de cada revisión.

Esta revisión es la base para establecimiento de los Objetivos Medioambientales y del


Programa de Gestión Medioambiental del año siguiente.

5. Mejora

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227
Capítulo 8: Gestión medioambiental

3. Implantación

Formación

Comunicación
Riesgos y oportunidades
2. Planificación Información documentada
Aspectos ambientales
Control operacional
Requisitos legales
y otros requisitos Emergencias

Objetivos y planificación

Responsabilidades
Seguimiento

No conformidad y

4. Verificación
acción correctora

Política ambiental Auditoría interna

Revisión por la Dirección


1. Política ambiental

5. Mejora

Una vez que el SGA ha sido implantado y se encuentra en funcionamiento la


organización debe determinar las oportunidades de mejora e implementar las acciones
necesarias para lograr los resultados previstos en su sistema de gestión ambiental.

La implantación de todo sistema de gestión termina con una certificación de dicho


sistema, que es de carácter voluntario y que no es necesaria para el funcionamiento
del SGA.

Debe llevarla a cabo un organismo de certificación acreditado para tal fin, externo e
independiente a la organización.

La obtención del certificado es un reconocimiento hacia terceras partes de que el SGA


implantado cumple con todos los requisitos de la Norma ISO 14001. A nivel interno
sirve para asegurar que el nivel de gestión ambiental que se está llevando está en
consonancia con la política ambiental.

8.5. Ventajas de la implantación de un SGA

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228
Capítulo 8: Gestión medioambiental

La implantación de un SGA permite a las organizaciones conseguir una serie de


ventajas que podemos agruparlas como sigue:

Legales y reglamentarias:
o Facilita la identificación y recopilación de la legislación de aplicación y otros
requisitos y por tanto, el cumplimiento de los mismos.
o Evita los posibles daños que un incumplimiento de la legislación pueda conllevar.
o Evita las multas, sanciones, demandas judiciales, etc.
o Evita las demandas de responsabilidades civiles y penales.

Inversiones o costes medioambientales:


o Permite conocer los costes ambientales.
o Posibilita el acceso a subvenciones y ayudas económicas en materia ambiental.
o Reduce los costes derivados de la no gestión.

Producción:
o Favorece la optimización de los procesos productivos por:
- Disminución en el consumo de materias primas y energía.
- Disminución en el consumo de agua.
- Disminución de los vertidos y de las emisiones a la atmósfera.
- Minimización, reutilización, reciclado y revalorización de los residuos.
- Aumento del control de los procesos.

Gestión:
o Introduce la gestión ambiental dentro de la gestión global de la compañía.
o Fomenta la participación de todo personal, lo que mejora la implicación y
sensibilización en cuestiones medioambientales.

Marketing y ventas:
o Favorece la diferenciación con competidores.
o Permite adaptarse a las exigencias del mercado.
o Permite nuevas oportunidades de negocio.

Imagen:
o Proporciona una mejor imagen tanto hacia los trabajadores como hacia las otras
partes interesadas, consumidores, administraciones públicas, etc.

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229
Capítulo 8: Gestión medioambiental

8.6. Legislación medioambiental

Contaminación atmosférica

Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y prevención de la


contaminación (BOE 275, de 16 de noviembre de 2007)
Real Decreto 102/2011, relativo a la mejora de la calidad del aire (BOE 25, de 29 de
enero de 2011).
Real Decreto 100/2011, por el que se actualiza el catálogo de actividades
potencialmente contaminadoras de la atmósfera y se establecen las disposiciones
básicas para su aplicación (BOE 25, de 29 de enero de 2011).
Reglamento (CE) Nº 2037/2000 del Parlamento Europeo y del Consejo de 29 de
junio de 2000 sobre las sustancias que agotan la capa de ozono y sus modificaciones.
Real Decreto 117/2003, de 31 de enero, sobre limitación de emisiones de compuestos
orgánicos volátiles debidas al uso de disolventes en determinadas actividades (BOE
33, de 7 de febrero de 2003).
Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y control integrados de la contaminación
(BOE 157, de 2 de julio de 2002), parcialmente modificada por la Ley 5/2013 de 11
de junio, por la que se modifican la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y
control integrados de la contaminación y la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos
y suelos contaminados.

Contaminación de aguas

Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Texto


Refundido de la Ley de Aguas. *Quedan derogadas las autorizaciones de vertidos a
las aguas continentales de cuencas intracomunitarias reguladas en esta ley por la
disposición derogatoria única de la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y
control integrados de la contaminación (BOE 176, de 24 de julio de 2001).
Solicitud de autorización o de revisión de autorización de vertido (artículo 246.1,
RDPH), según la redacción del Real Decreto 606/2003, de 23 de mayo.

Residuos

Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados (BOE 181, de 29 de julio de 2011),


parcialmente modificada por la Ley 5/2013 de de 11 de junio, por la que se

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230
Capítulo 8: Gestión medioambiental

modifican la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y control integrados de la


contaminación y la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
Orden MAM/304/2002, de 8 de febrero, por la que se publican las operaciones de
valorización y eliminación de residuos y la lista europea de residuos.
Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento para la
ejecución de la Ley 20/1986 (derogada), de 14 de mayo, Básica de Residuos Tóxicos
y Peligrosos (BOE 182, de 30 de julio de 1988).
Real Decreto 952/1997, de 20 de junio, por el que se modifica el Reglamento para la
ejecución de la Ley 20/1986, de 14 de mayo, Básica de Residuos Tóxicos y
Peligrosos, aprobado mediante Real Decreto 833/1988, de 20 de julio (BOE 160, de
5 de julio de 1997).

Contaminación de suelos

Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados (BOE 181, 29 de julio de 2011),


parcialmente modificada por la Ley 5/2013 de de 11 de junio, por la que se
modifican la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y control integrados de la
contaminación y la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
Real Decreto 9/2005, de 14 de enero, por el que se establece la relación de
actividades potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para
la declaración de suelos contaminados (BOE 15, de 18 de enero de 2005).

Contaminación Acústica. Ruido y vibraciones

Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido (BOE 276, de 18 de noviembre de


2003).
Real Decreto 1513/2005, de 16 de diciembre, por el que se desarrolla la Ley
37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, en lo referente a la evaluación y gestión del
ruido ambiental (BOE 301, de 17 de diciembre de 2005).
Real Decreto 1367/2007, por el que se desarrolla la Ley 37/2003, de 17 de
noviembre, del Ruido, en lo referente a zonificación acústica, objetivos de calidad y
emisiones acústicas (BOE 254, de 23 de octubre de 2007).

8.7. Bibliografía

© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


231
Capítulo 8: Gestión medioambiental

Pousa Lucio, Xoan Manuel (2006). ISO 14001: un Sistema de gestión Medioambiental.
Vigo: Ideaspropias Editorial.

Clements, R. B. (1997). Guía Completa de las Normas ISO 14000. Barcelona: Gestión
2000.

Zaro Jiménez, Laura (2002). Guía para la Aplicación de la Norma UNE-EN ISO 14001
en la PYME. AENOR.

Little, Arthur D. (1991). Guía para un proceso de auditoría medioambiental eficaz.


París: Cámara de Comercio Internacional.

Confederación de Empresarios de Aragón. Guía de Sistema de Gestión Medio


Ambiental. CEMCA.

Sadgrove, Kit (1995). La Ecología Aplicada a la Empresa. Bilbao: Deusto Ediciones.

Rubio Calduch, Victoria (1999). La Gestión ambiental en la pequeña y mediana


empresa. Segundas Conferencias Sobre El Medio Ambiente: Turismo Y Medio
Ambiente, Valencia, Comité Económico y Social de la comunidad Valenciana.
Recuperado de http://ww.ces.gva.es/pdf/conferencias/02/3.pdf

Consejo de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de la Comunidad Valenciana.


Manual de Minimización de Residuos y Emisiones Industriales.

AENOR. Novedades de la Norma ISO 14001:2004.

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232
Capítulo 9
Seguridad industrial y
gestión de riesgos
patrimoniales
Autor: Fernando Flórez Baquedano
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

9.1. La estructura de la seguridad industrial

Vamos presentar la seguridad industrial como una estructura matricial que nos
permitirá relacionar orígenes del riesgo y grupos sobre los que actúan los riesgos
industriales.

En el eje horizontal encontramos los orígenes del riesgo, sin ánimo de presentar
una clasificación exhaustiva de materias, aunque sí se señalan las más significativas:

Térmico.
De presión.
De energía cinética.
De energía potencial.
De explosión.
Incendio (combustión).
Reactividad química (causticidad).
Toxicidad química.
Eléctrico.
Radiológico.
Óptico.
Acústico.

A menudo las causas están ligadas entre sí, como ocurre por ejemplo en los incendios
iniciados por soldaduras de soplete: en este caso, un punto térmico de alta intensidad
generado a partir del soplete en una zona inadecuada provoca la ignición de un
material combustible no debidamente protegido de la acción del soplete.

En el eje vertical izquierdo se disponen tres niveles diferentes que señalan


distintos grupos humanos sobre los que actúan los efectos de la inseguridad. En el
nivel inferior, más próximo al origen del riesgo, encontramos a los profesionales del
ramo. Sobre estos, encontramos usuarios no profesionales, entendiendo por estos
personas que han adquirido productos o son usuarios de servicios industriales a cuyos
riesgos están expuestos.

Por último podemos contabilizar el público en general, que puede sufrir los efectos de
la inseguridad como consecuencia de emanaciones de sustancias tóxicas o de energía
fuera de los ámbitos donde nominalmente han de estar confinados.

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234
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Adicionalmente hay que considerar los efectos socio-económicos de la inseguridad


industrial, reflejados en el eje derecho de la matriz. Los efectos económicos no
siempre guardan relación con los daños biológicos causados, pues pueden quedar
limitados a la propia instalación, que sufra un gran deterioro o quede indisponible.
Como ejemplo está el accidente en 1979 de la central nuclear de Harrisburg, que no
produjo víctimas pero que dejó las instalaciones muy dañadas, con pérdidas cercanas a
los 2.000 M USD del año 79, y que hizo imposible recuperar la inversión dado que las
instalaciones llevaban un año en funcionamiento.

Como consecuencia fundamentalmente de los efectos de la inseguridad sobre la


población, es habitual distinguir estos tres tipos de Seguridad Industrial, que no
obstante están conectados entre sí y tienen una raíz común, si bien muchas veces se
consideran independientes, erróneamente.

Accidentes Efectos de la
mayores inseguridad sobre
Planificación de bienes e instalaciones.
emergencia y posible Destrucción o
Público en evacuación. indisponibilidad
general Daños ambientales de la instalación
(efectos industrial.
transfronterizos)
Directivas SEVESO I Seguridad

Propagación de accidentes.
y II Nuclear

Efectos de la Seguridad de productos e instalaciones


inseguridad Directivas Europeas de Nuevo Enfoque. Repercusiones
sobre: Usuarios no mercantiles.
profesionales Reglamentos españoles e internacionales.
Diseño y prestaciones de los productos con Alarma social.
seguridad incorporada.
Seguridad laboral Eventos
Leyes Generales de Protección: limitación de iniciadores.
efectos.
Profesionales Desarrollo reglamentario: normativa obligatoria. Costes de
Normas voluntarias y códigos de buenas siniestralidad
prácticas de carácter sectorial. Accidentes menores
Organismos Inspectores.
Mecánico (energía
cinética y presión)

Químico Tóxico

Radiaciones
Explosiones
Incendios

Ionizantes
Eléctrico

Térmico

Orígenes del riesgo (clasificación no exhaustiva)

Fuente: Miner.

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235
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Los sectores de actividad industrial son los siguientes, según la clasificación por códigos
nacionales de actividades económicas de 2009, CNAE:

001 CNAE 05. Extracción de carbón (antracita, hulla y lignito)


002 CNAE 06, 09, 19. Industrias del petróleo y gas natural
003 CNAE 07, 08. Extracción de rocas y minerales metálicos
004 CNAE 10.1. Industria cárnica
005 CNAE 10.2. Industria del pescado
006 CNAE 10.3. Preparación y conservación de frutas y hortalizas
007 CNAE 10.4. Aceites y grasas
008 CNAE 10.5. Productos lácteos
009 CNAE 10.6. Molinerías, almidones y productos amiláceos
010 CNAE 10.7. Panadería y pastas alimenticias
011 CNAE 10.81,10.82,10.83. Azúcar, café, te e infusiones y productos de confitería
012 CNAE 10.84,10.85,10.86,10.89. Otros productos alimenticios
013 CNAE 10.9. Comida para animales
014 CNAE 11.01,11.02,11.03,11.04,11.05,11.06. Fabricación de bebidas
015 CNAE 11.07. Producción de aguas embotelladas y bebidas aromatizadas ó azucaradas
016 CNAE 12. Industria del tabaco
017 CNAE 13.1. Preparación e hilado de fibras textiles
018 CNAE 13.2. Fabricación de tejidos textiles
019 CNAE 13.3. Acabado de textiles
020 CNAE 13.91,13.92. Fabricación de tejidos de punto y productos a partir de textiles, excepto
prendas de vestir
021 CNAE 13.93,13.94,13.95,13.96,13.99. Otras industrias textiles
022 CNAE 14.1. Confección de prendas de vestir
023 CNAE 14.2. Fabricación de artículos de peletería
024 CNAE 14.3. Confección de prendas de vestir de punto
025 CNAE 15.1. Fabricación de cuero, pieles y productos elaborados con éstos
026 CNAE 15.2. Fabricación de calzado
027 CNAE 16.10. Aserrado y cepillado de la madera
028 CNAE 16.21. Fabricación de chapas, tableros y paneles de madera
029 CNAE 16.22,16.23. Estructuras de madera y piezas de carpintería y ebanistería para la
construcción
030 CNAE 16.24. Fabricación de envases y embalajes de madera
031 CNAE 16.29. Fabricación de artículos de corcho, cestería y espartería y otros productos de
madera
032 CNAE 17.1. Fabricación de pasta papelera, papel y cartón
033 CNAE 17.2. Fabricación de artículos de papel y cartón
034 CNAE 18. Artes gráficas y reproducción de soportes grabados

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236
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

035 CNAE 20.1. Fabricación de productos químicos básicos


036 CNAE 20.2. Fabricación de pesticidas y otros productos agroquímicos
037 CNAE 20.3. Pinturas, barnices, tintas de imprenta y masillas
038 CNAE 20.4. Artículos de limpieza y abrillantamiento, perfumes y cosméticos
039 CNAE 20.5. Fabricación de otros productos químicos
040 CNAE 20.6. Fabricación de fibras artificiales y sintéticas
041 CNAE 21.1. Fabricación de productos farmacéuticos de base
042 CNAE 21.2. Fabricación de especialidades farmacéuticas
043 CNAE 22.1. Fabricación de productos de caucho
044 CNAE 22.2. Fabricación de productos de plástico
045 CNAE 23.1. Fabricación de vidrio y productos de vidrio
046 CNAE 23.2, 23.4. Fabricación de productos cerámicos excepto los destinados a la
construcción
047 CNAE 23.3. Fabricación de productos cerámicos para la construcción
048 CNAE 23.5. Fabricación de cemento, cal y yeso
049 CNAE 23.6. Fabricación de elementos de hormigón, cemento y yeso
050 CNAE 23.7. Corte, tallado y acabado de la piedra
051 CNAE 23.9. Fabricación de productos abrasivos y productos minerales no metálicos n.c.o.p.
052 CNAE 24.1. Fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones
053 CNAE 24.2. Fabricación de tubos, tuberías, perfiles huecos y sus accesorios, de acero
054 CNAE 24.3. Fabricación de otros productos de primera transformación del acero
055 CNAE 24.4. Producción de metales preciosos y de otros metales no férreos
056 CNAE 24.5. Fundición de metales
057 CNAE 25.11. Fabricación de estructuras metálicas y sus componentes
058 CNAE 25.12. Fabricación de carpintería metálica
059 CNAE 25.2. Fabricación de cisternas, grandes depósitos y contenedores de metal
060 CNAE 25.3. Fabricación de generadores de vapor, excepto calderas de calefacción central
061 CNAE 25.4. Fabricación de armas y municiones
062 CNAE 25.5. Forja, estampación y embutición de metales metalurgia de polvos
063 CNAE 25.61. Tratamiento y revestimiento de metales
064 CNAE 25.62. Ingeniería mecánica por cuenta de terceros
065 CNAE 25.7. Fabricación de artículos de cuchillería y cubertería, herramientas y ferretería
066 CNAE 25.9. Fabricación de otros productos metálicos
067 CNAE 26.1. Fabricación de componentes electrónicos y circuitos impresos ensamblados
068 CNAE 26.2. Fabricación de ordenadores y equipos periféricos
069 CNAE 26.3. Fabricación de equipos de telecomunicaciones
070 CNAE 26.4. Fabricación de productos electrónicos de consumo
071 CNAE 26.5. Fabricación de instrumentos y aparatos de medida, verificación y navegación
fabricación de relojes
072 CNAE 26.6,26.7,26.8. Equipos de radiación y electromédicos, instrumentos de óptica y

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237
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

fotográficos, soportes magnéticos y ópticos


073 CNAE 27.1. Fabricación de motores, generadores y transformadores eléctricos, y de
aparatos de distribución y control eléctrico
074 CNAE 27.3. Fabricación de cables y dispositivos de cableado
075 CNAE 27.4. Fabricación de lámparas y aparatos eléctricos de iluminación
076 CNAE 27.5. Fabricación de aparatos domésticos
077 CNAE 27.2,27.9. Fabricación de pilas y acumuladores y otro material y equipo eléctrico
078 CNAE 28.1. Fabricación de maquinaria de uso general
079 CNAE 28.2. Fabricación de otra maquinaria de uso general
080 CNAE 28.3. Fabricación de maquinaria agraria y forestal
081 CNAE 28.4. Fabricación de máquinas-herramienta
082 CNAE 28.9. Fabricación de otra maquinaria para usos específicos
083 CNAE 29.1. Fabricación de vehículos de motor
084 CNAE 29.2. Fabricación de carrocerías para vehículos de motor y de remolques y
semirremolques
085 CNAE 29.3. Fabricación de componentes, piezas y accesorios para vehículos de motor
086 CNAE 30.1. Construcción naval
087 CNAE 30.2. Fabricación de locomotoras y material ferroviario
088 CNAE 30.3,30.4. Construcción aeronaútica y espacial y de vehículos militares de combate
089 CNAE 30.9. Fabricación de otro material de transporte n.c.o.p.
090 CNAE 31. Fabricación de muebles
091 CNAE 32.1. Fabricación de artículos de joyería, bisutería y similares
092 CNAE 32.3,32.4. Fabricación de artículos de deporte, juegos y juguetes
093 CNAE 32.5. Fabricación de instrumentos y suministros médicos y odontológicos
094 CNAE 32.2, 32.9. Fabricación de instrumentos musicales Otras industrias manufactureras
diversas
095 CNAE 33.1. Reparación de productos metálicos, maquinaria y equipo
096 CNAE 33.2. Instalación de máquinas y equipos industriales

9.2. Legislación más relevante a nivel europeo

A nivel europeo cabe destacar distintas Directivas de aplicación a ámbitos tan variados
como las embarcaciones de recreo, los equipos a presión, equipos de protección
individual, ascensores, productos de construcción, envases y residuos de envases, etc.

Se puede diferenciar entre las directivas de nuevo enfoque que se caracterizan por su
limitación a la obligación de adoptar requerimientos esenciales, la definición de
procedimientos apropiados de asegurar la conformidad y la introducción del marcado

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238
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

CE y las directivas de antiguo enfoque que incluyen habitualmente las especificaciones


técnicas a cumplir por los productos objeto de las mismas.

En el siguiente enlace de la página Web del Ministerio de Industria, Energía y Turismo


se puede encontrar un listado de las directivas europeas relativas a productos
industriales, agrupadas en las que son de nuevo enfoque y las que no lo son:
http://www.f2i2.net/legislacionseguridadindustrial/SeguridadIndustrial.aspx

9.3. Legislación más relevante: Legislación española

El texto legal de referencia en España cuando se habla de la calidad y la seguridad


industrial es la Ley 21/1992, de Industria, que nace con el fin de unificar, normalizar y
acreditar los criterios sobre los organismos y entidades que operan en el ámbito de la
seguridad industrial.

Otros textos legales que se han publicado a raíz de la Ley y que es importante
considerar cuando hablamos de calidad y seguridad industrial son los siguientes:

Real Decreto 2200/1995, de 28 de diciembre, que aprueba el Reglamento de la


Infraestructura para la Calidad y la Seguridad Industrial.
Real Decreto 338/2010, de 19 de marzo, por el que se modifica el Reglamento de la
Infraestructura para la calidad y seguridad industrial, aprobado por el Real Decreto
2200/1995, de 28 de diciembre.
Real Decreto 559/2010, de 7 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento del
Registro Integrado Industrial.
Real Decreto 251/1997, de 21 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento del
Consejo de Coordinación de la Seguridad Industrial.

En el siguiente enlace de la página Web del Ministerio de Industria, Energía y Turismo


se puede encontrar un listado de los principales textos legales de aplicación en el
ámbito de la calidad y seguridad industrial:
http://www.f2i2.net/legislacionseguridadindustrial/SI_ambitoLista.aspx?TipoAmbito
=Legislaci%C3%B3n+General

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239
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

9.4. Riesgos relacionados con la seguridad industrial: riesgos


patrimoniales, tecnológicos, naturales, etcétera

La Ley de Industria establece que tendrán la consideración de riesgos relacionados con


la seguridad industrial los que puedan producir lesiones o daños a personas, flora,
fauna, bienes o al medio ambiente, y en particular los incendios, explosiones y otros
hechos susceptibles de producir quemaduras, intoxicaciones, envenenamiento o asfixia,
electrocución, riesgos de contaminación producida por instalaciones industriales,
perturbaciones electromagnéticas o acústica y radiación, así como cualquier otro que
pudiera preverse en la normativa internacional sobre seguridad.

Los riesgos pueden clasificarse de varias formas, como vamos a ver en los siguientes
subapartados (A y B).

A. Desde el punto de vista del gestor del riesgo

1. Riesgos puros: son los que únicamente producen pérdidas si tienen lugar (por
ejemplo incendios, inundaciones, explosiones, etcétera).

2. Riesgos especulativos o de negocio: cuando existe incertidumbre acerca del


factor de ocurrencia del peligro o del suceso que podría desembocar en el riesgo. En
esta categoría se engloban tanto las pérdidas como las oportunidades o beneficios.

Es interesante parar un momento a analizar esta clasificación, definiendo previamente


unos conceptos habituales en la gestión del riesgo desde la óptica del Project
Management.

¿Qué se entiende por riesgo? Pues todo evento o condición incierta que, si sucede,
tiene un efecto en por lo menos uno de los objetivos que nos hayamos marcado (en este
caso, en al menos uno de los objetivos del proyecto de seguridad y salud que estemos
gestionando) Los objetivos pueden incluir el alcance, el cronograma, el costo (lo que se
conoce como la triple restricción) y la calidad. Si el riesgo sucede, por tanto, puede
tener uno o más impactos. Por tanto, el concepto genérico de riesgo engloba tanto el
concepto común de amenaza (o efectos negativos) como de oportunidad (o efectos
positivos).

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240
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

¿Qué entenderemos por incertidumbre? Sencillamente la ausencia de


información en relación con un resultado esperado o esperable. Es lo desconocido. Así
pues, el riesgo implica conocer las probabilidades de que algo suceda, mientras que la
incertidumbre asume un desconocimiento total de dichas probabilidades.

Merece la pena destacar otro concepto que encontraremos muy a menudo en los
análisis de accidentes y en las metodologías de gestión del riesgo: los hechos. Un
hecho es algo que tiene un 100% de probabilidades de que ocurra. Hay quienes van más
allá, dentro de un marco conservador de la gestión del riesgo, y consideran que si se
tiene la probabilidad de un 80% o más de que algo ocurra, debería ser tratado como
hecho y no como riesgo.

Hemos hablado de riesgos positivos como oportunidades, y se entiende que algo que
puede pasar positivamente para el proyecto o nuestra gestión, es una oportunidad
(hemos dicho también riesgo especulativo o de negocio)

Por último, al hablar del gestor del riesgo es conveniente que demos una definición de
qué se entiende por gestión del riesgo: es la aproximación sistemática y proactiva para
tomar el control de los proyectos y disminuir su incertidumbre. Así pues, está muy
relacionada con planificar la gestión de riesgos, identificarlos, analizarlos, evaluarlos,
generar una respuesta a esos riesgos y llevar su seguimiento y control.

Los dos grandes objetivos de la gestión de riesgos son:

Aumentar las probabilidades y el impacto de los eventos positivos.


Disminuir la probabilidad y el impacto de los eventos negativos.

Por tanto, la gestión de riesgos es una tarea sobre todo muy preventiva, pues se quiere
detectar y atajar las amenazas lo antes posible y aprovechar las oportunidades
(proactividad) y, por otro lado, es también reactiva, en cuanto que actúa sobre riesgos
que se llegan a materializar.

La gestión de los riesgos implica determinar los siguientes factores para cada riesgo:

o Probabilidad: posibilidad de que ocurra un riesgo (una amenaza o una


oportunidad).

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241
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

o Impacto (consecuencia): efecto que tendrá sobre el proyecto si el riesgo


(amenaza u oportunidad) tiene lugar.
o Tiempo de ocurrencia: cuándo puede ocurrir el riesgo (amenaza u
oportunidad), durante el ciclo de vida del proyecto.
o Frecuencia: cuántas veces puede ocurrir el riesgo (amenaza u oportunidad).

Los pasos esenciales para gestionar los riesgos son los siguientes:

0. Planificar la gestión de los riesgos. Es determinar cómo la gestión de los


riesgos será llevada a cabo en el proyecto, quién estará involucrado y los
procedimientos a ser empleados.
1. Identificar los riesgos del proyecto. Es el paso más importante. Se emplean
los perfiles de riesgo o listas de control de riesgos o formulario de evaluación de
riesgos. Estas listas han surgido de las lecciones aprendidas de anteriores
proyectos y contienen las fuentes comunes de riesgo a considerar. Los mejores
perfiles de riesgo son aquellos que son específicos del sector industrial,
organización y tipo de proyecto.
2. Determinar la probabilidad de ocurrencia para cada riesgo
identificado. El objetivo es cuantificar la incertidumbre lo máximo posible.
3. Evaluar el impacto potencial, para cada riesgo identificado, sobre los factores
de éxito del proyecto. El objetivo es cuantificar el impacto potencial lo más
posible. El impacto puede ser sobre los costes y/o sobre los tiempos del proyecto.
4. Priorizar los riesgos. Sabiendo la probabilidad y el impacto, podemos hacer
una tabla con una clasificación para cada riesgo combinando ambos valores.
Impacto x Probabilidad.
5. Desarrollar un plan de respuesta para cada riesgo.
6. Lograr la aceptación de las estrategias de las respuestas a los riesgos
por parte de los stakeholders. Involucrarlos.
7. Seguir un control. Nada esta inmóvil. Y menos los riesgos. Hay que tener en
cuenta que pueden aparecer nuevos riesgos. Ni podemos olvidarnos de los de
menor prioridad pues nos pueden dar sorpresas.

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242
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Los anteriores pasos los vamos a agrupar en las siguientes etapas:

a) Planificación de la gestión de riesgos (pasos 0 y 6).


Se decide cómo enfocar, planificar y ejecutar las actividades de gestión de riesgos.
b) Identificación de Riesgos (paso 1).
Se determina qué riesgos pueden afectar al proyecto y se documentan sus
características.
c) Análisis Cualitativo de Riesgos.
Se priorizan los riesgos para otros análisis o acciones posteriores, evaluando y
combinando su probabilidad de su ocurrencia y su impacto.
d) Análisis Cuantitativo de Riesgos (paso 2, 3 y 4).
Se analiza numéricamente el efecto de los riesgos identificados en los objetivos
generales.
e) Planificación de la Respuesta a los Riesgos (paso 5).
Desarrollar las opciones y acciones para mejorar las oportunidades y reducir las
amenazas a los objetivos.
f) Seguimiento y Control de Riesgos (paso 7).
Realizar el seguimiento de los riesgos identificados, supervisar los riesgos residuales,
identificar nuevos riesgos, ejecutar planes de respuesta a los riesgos y evaluar su
efectividad durante todo el ciclo de vida del proyecto de seguridad y salud.

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243
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

¿Qué debe constituir un plan de gestión de riesgos?


El plan de gestión del riesgo debe dar respuesta a las siguientes cuestiones:

¿Qué metodología usaremos?


¿Cuáles serán los distintos roles relacionadas con la gestión del riesgo, sus
responsabilidades y su autoridad?
¿Qué presupuesto será preciso para sustentar las actividades de la gestión del
riesgo?
¿Cuántas personas y recursos serán precisos, en qué medida y en qué momentos?
¿Cuáles son los umbrales de riesgo que la organización y los stakeholders están
dispuestos a aceptar?

Para ello contendrá:

Metodología que se va a emplear (métodos, herramientas y fuentes de información).


Roles y responsabilidades.
Preparación del presupuesto.
Periodicidad de ejecución de la gestión de riesgos.
Categorías de riesgo.
Tablas de probabilidad e impacto de los riesgos.
Tabla de medidas del impacto en el plan, producto y presupuesto adaptadas a
nuestro proyecto.

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244
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Matriz de probabilidad / impacto o tabla del índice de criticidad del riesgo.


Tolerancia al riesgo y umbrales.
Formatos de informe.
Cómo se hará el seguimiento

En todo proyecto o gestión que llevemos a cabo, el riesgo no es siempre el mismo desde
que se comienza el trabajo hasta que se puede decir que se ha culminado, siendo mucho
mayores las incertidumbres (por tanto los riesgos) al principio que al final, cuando
hemos ido desarrollando todos nuestros objetivos y, por tanto, aprendiendo. La
repercusión en costes de los riesgos, sin embargo aumenta según se avanza, en el
sentido de que riesgos no identificados al principio nos costará mucho más esfuerzo y
dinero remediarlos (esto es, el coste del cambio de rumbo), y sus consecuencias pueden
ser mucho más catastróficas. Por el contrario, es al principio, cuando se hace una buena
evaluación de los riesgos, cuando podemos aportar más valor añadido, siendo menor
esta capacidad según se va avanzando.

Veámoslo en un gráfico, en donde interpretaremos el ciclo de vida del proyecto como el


ciclo de vida de nuestro proyecto de gestión de prevención de riesgos.

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245
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

El análisis de la tolerancia al riesgo de los distintos stakeholders (es decir, todas las
personas y organizaciones que se ven afectados de alguna forma por el proyecto,
gestión o actividad; por ejemplo, los trabajadores, los usuarios finales, el empresario, el
promotor, la Inspección de Trabajo, etcétera) es otro de los elementos a tener en cuenta
cuando planificamos la gestión de riesgos:

La tolerancia al riesgo de las distintas organizaciones e individuos, pueden variar en


gran medida entre sí.
También puede variar dentro de una misma organización dependiendo de su
entorno, de su situación financiera, de su situación en el mercado, de su situación
laboral, etc.

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246
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Podemos identificar la tolerancia al riesgo de los stakeholders, según su actitud ante el


riesgo. Hay tres comportamientos:

Solo toma los riesgos favorables y no los negativos. Ejemplo: la


Aversión al riesgo:
Inspección de Trabajo, los agentes sociales.
Solo está influenciado por el impacto esperado. Por ejemplo, los
Indiferente al riesgo:
gerentes de PyMES.
Asume el pago de un extra para participar en situaciones de riesgo
Propenso al riesgo:
(amenazas y/u oportunidades) Por ejemplo, las grandes empresas.

En prevención de riesgos laborales quizá no sea políticamente correcto plantear un


cuadro como el precedente, pero no hay que olvidar que el técnico de prevención de
riesgos laborales deberá lidiar como cualquier otro integrante de la empresa con la
escasez de recursos, la estrategia empresarial dominante (que no la marcará el propio
técnico) y la percepción o cultura preventiva de la organización, donde la identificación
de la prevención de riesgos como inversión y no como sobrecoste debería suponer uno
de los mayores esfuerzos constantes del personal técnico de prevención de riesgos
laborales, haciendo para convencer y no convenciendo para hacer, porque al final todo
es dinero.

B. Los riesgos también pueden clasificarse en función de su causa,


actividad, daños, etcétera

En función de su causa (o sujeto activo): riesgos de la naturaleza, biológicos,


tecnológicos, derivados de actividades sociales o antisociales, etc.
En función de la actividad industrial: petroquímica, farmacéutica, química
transformadora, siderúrgica, etc.
En función del área productiva: materias primas, producción, producto
terminado, etc.
En función de los daños que provocan: materiales, consecuenciales, personales,
responsabilidad, etc. Ésta es la clasificación que se utiliza en el ámbito asegurador.

CEPREVEN ha llevado a cabo un listado de riesgos en función de los daños provocados,


que es el siguiente:

Daños materiales:

o Calcinación, incineración, quemaduras.

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247
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

o Daños por humo.


o Daños por agua.
o Corrosión, oxidación, incrustaciones.
o Hundimiento de edificaciones, asentamientos, derrumbamientos.
o Daños eléctricos.
o Fundición.
o Explosión, implosión.
o Contaminación química y radiactiva.
o Avería de maquinaria.
o Derrame, escape.
o Rotura, fractura, agrietamiento.
o Congelación y descongelación.
o Fermentación.
o Desaparición: hurto, robo, extravío, etc.
o Daños magnéticos.
o Solidificación.
o Erosión.
o Merma.
o Riesgos catastróficos.
o Suciedad.
o Desgaste.
o Descomposición.
o Pudrimiento, desecación, moho.
o Evaporación.
o Contracción.
o Coloración, decoloración.
o Pérdida de sabor, aroma.

Daños corporales, riesgos personales:

o Muerte.
o Invalidez.
o Incapacidad.
o Enfermedad común, vírica, profesional.
o Intoxicación, envenenamiento.
o Fractura.
o Amputación, extirpación.

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248
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

o Quemaduras.
o Pérdida de uso de miembros, vista, oído, habla.
o Heridas.
o Ahogo, asfixia.

Daños consecuenciales:

o Paralización, retrasos.
o Pérdida de beneficios.
o Extracostes.
o Obsolescencia.
o Pérdida de información.
o Divulgación de secretos y de know-how.
o Contaminación, polución.
o Carencia de suministros.
o Confiscación, embargo.
o Incumplimiento de contratos, penalizaciones.
o Pérdida de alquileres, inhabitabilidad.
o Gastos de remoción de escombros, desembarre.
o Multas, fianzas.
o Pérdida de uso.

Responsabilidad:

o Explotación: directa, subsidiaria, solidaria.


o Productos.
o Profesional.
o Patronal.
o Contractual, extracontractual.
o Medioambiental.
o Por daños: corporales, materiales, patrimoniales.
o Civil, administrativa, penal, laboral.

Obviamente no todos estos riesgos son puros y no será posible transferirlos vía seguro.
De hecho, hay que recordar que las responsabilidades en materia de prevención de
riesgos laborales del empresario no son asegurables ni pactables con terceros, por lo

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249
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

que más allá de sus responsabilidades civiles, no podrá asegurar ni su responsabilidad


administrativa, ni por supuesto la penal.

9.5. Evaluación de los riesgos

El análisis de los riesgos consta de varias fases claramente diferenciadas. Las dos más
típicas son:

Identificación de los riesgos potenciales.


Su evaluación.

Pero, además, hemos visto que no debemos pararnos aquí, sino ir también a su
priorización, a la definición de planes de respuesta, a conseguir la aceptación de todos
los stakeholders de nuestro plan de respuesta (para que no se quede todo en papel
mojado) y su seguimiento y control, con los informes que se consideren necesarios.

Vamos a centrarnos en la identificación y evaluación (eso sí, sin olvidar el resto en


nuestra mente), comentando los procedimientos o metodologías que se pueden aplicar
para llevar a cabo estos pasos.

En términos generales se puede hablar de dos tipos de acercamiento al análisis de


riesgos (recordemos, de riesgos industriales). De una parte el subjetivo o cabalístico,
basado en el análisis cualitativo de los riesgos, con el objetivo de conseguir una primera
priorización. Por otro lado, tenemos los métodos cuantitativos, basados en la aplicación
de una sistemática de análisis estructurado y utilizando criterios y factores de
ponderación cuya finalidad es evaluar objetivamente los riesgos.

Métodos cualitativos o subjetivos

Basados en el juicio experto de un analista de gran experiencia o de un equipo de


personas expertas. Estas valoraciones pueden cambiar mucho de un equipo
analista a otro y, si bien suelen ser métodos rápidos y rentables de priorizar los
riesgos, contemplan otras posibilidades de ofrecer estimaciones cuantificadas (por
ejemplo de pérdidas probables, pérdidas máximas o PML, etc.) que no dejan de estar
sujetas a la subjetividad del analista.

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250
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Métodos cuantitativos

Estos métodos se han desarrollado para restar subjetividad a las evaluación de los
riesgos a los que están sujetas distintas actividades, de tal forma que cualquier técnico
especialista pueda interpretarlas, lo que ha llevado a su aceptación universal.

Hay que considerar, no obstante, que aplicadas profusamente y hasta sus últimos pasos
(cuantificación de la probabilidad y consecuencia de siniestros) resultan relativamente
costosos y los resultados poseen un amplio margen de incertidumbre.

Estas metodologías permiten de manera sistemática además de identificar los riesgos,


evaluar las consecuencias derivadas y hacer una aproximación a la probabilidad de que
ocurran los sucesos capaces de desencadenar una accidente y la posibilidad de que los
sistemas de seguridad, sistemas de mitigación, alarmas de emergencia, planes de
evacuación, etcétera funcionen correctamente para eliminar o reducir las
consecuencias.

Algunos de estos procedimientos se pueden utilizar durante varias fases de la


sistemática del análisis de riesgos, mientras que otros se utilizan solamente durante
una fase en particular. Cada profesional elegirá para su empresa, en función de sus
particularidades de dedicación, tamaño, experiencia, etcétera unos procedimientos
determinados, así como en función de la instalación o actividad a analizar. Por último,
la sistemática será distinta en función de que el análisis esté orientado hacia la gestión
de riesgos en general o únicamente a la cobertura de los riesgos por compañías de
seguros.

Entre los métodos más utilizados destacan los siguientes:

Información estadística:

Se basa en la utilización del máximo conocimiento e información fiable


sobre los accidentes ocurridos, concretando las sustancias involucradas y sus
cantidades, circunstancias iniciadoras, condiciones meteorológicas concomitantes,
identificación de las consecuencias, evaluación de las intervenciones de emergencia,
daños, etcétera.

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251
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Esta información se considera fundamental para un planteamiento objetivo del


análisis de una actividad industrial. Con este fin, la información se presenta o bien
registrada en los libros de incidencias propios de la organización, o bien almacenada
en las diferentes bases de datos de que disponen las propias compañías industriales
y los centros e instituciones que se dedican a este análisis, incluyendo las compañías
y brokers de seguros.

La información estadística sería aplicable a ciertos escenarios accidentales en los que


sean extrapolables las circunstancias específicas del escenario a analizar con los
escenarios estadísticos. Así se trabaja por ejemplo en el caso de incendios de
edificios y secciones productivas, sistemas de protección instalados, etcétera.
Gracias a esta información es posible determinar la duración del incendio, su
extensión y las pérdidas que provocará.

Un tratamiento algo más sofisticado de estos datos estadísticos ha dado lugar a una
serie de modelos matemáticos que, procesando datos estadísticos de situaciones
concretas, llegan a conclusiones que podrían deducirse de interpretación directa de
los datos de siniestros con escenarios semejantes.

El análisis histórico es también una buena herramienta para validar los modelos
de simulación de evaluación de consecuencias, concentraciones de gases,
irradiaciones, sobrepresiones y vulnerabilidad de personas y estructuras.

Entre las bases de datos más importantes figuran las siguientes:

o WOAD (Worlwide Offshore Accident Data Bank) de Noruega.


o SONATA (Summary of Notable Accidents in Technical Activities), del Grupo
ENI.
o BDF TOTAL, de Francia. Banco de datos sobre fiabilidad, incluyendo datos sobre
accidentes.
o HARIS (Hazards and Reliability Information System) de Gran Bretaña.
o FACTS (Failure and Accidents Technical Information System) de Holanda.
o CHAFINCH Databank (The Chemical Accidents, Failure Incidents and Chemical
Hazards Databank), de Gran Bretaña.
o Fertilizer Institute: banco de datos sobre accidentes relacionados con amoníaco,
de los USA.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

o Platform Databank: accidentes ocurridos off-shore, del Institute Francais du


Petrole.

Listas de chequeo (checklist):

Se utilizan para comprobar si existe acuerdo con los procedimientos estandarizados,


identificando riesgos comunes.

Consiste en responder a una serie de preguntas sobre la actividad y sus


instalaciones asociadas (productos químicos, equipos e instalaciones, manuales de
operación, otros) preparadas previamente y de acuerdo con la experiencia
acumulada de los distintos analistas.

Es la evaluación mínima aconsejable, utilizable en todas las etapas de la vida de


la industria: diseño, construcción, puesta en marcha, etcétera.

Informe de inspección:

Se fundamenta en la inspección, de acuerdo con un procedimiento y formato


estandarizado, de una instalación con entrevistas a personal de distinto nivel y
cometido, para identificar las condiciones de operación que pudieran provocar una
accidente con pérdidas importantes de vidas o materiales, en función de las
instalaciones y de sus medidas de seguridad.

En el informe se refleja la descripción detallada de todo el proceso, los principales


riesgos detectados y las medidas de seguridad existentes, así como una estimación
de los principales riesgos detectados.

Este método es el más utilizado por el mundo del seguro, mediante el cual las
compañías de seguros y reaseguro estiman su capacidad de aceptación y el coste que
supondría el seguro, según las inspecciones y el informe emitido por los técnicos
especialistas de prevención.

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253
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Método HAZOP

Se trata de un método deductivo para identificar los riesgos potenciales de una


operación industrial mediante una serie de «palabras guía», seguido de la
distorsión del funcionamiento normal del sistema, analizándose las consecuencias,
causas, acciones, respuestas de la instrumentación, etcétera.

Las palabras guía se basan en el álgebra booleana y son del tipo: no menos, más,
parte de, en vez de, así como, inverso, demasiado, etcétera.

Exige un equipo de especialistas en distintas materias, dirigidas por un especialista


en análisis de riesgos.

Análisis modal de fallos y de efectos (AMFE)

También se conoce en inglés como Análisis causa/efecto sobre equipos FMEA


(Failure Mode and Effect Analysis).

Este método estudia sistemáticamente los posibles fallos de un componente, equipo


o sistema así como las causas que pueden originarlos y los efectos asociados al fallo.
Al asignar valores de probabilidad o frecuencia al fallo, el análisis es cuantitativo.

Análisis «What If…»

Consiste en un análisis sistemático de un proceso u operación, mediante


respuestas a preguntas que comienzan todas por: ¿qué sucedería si…?

Árbol de fallos («fault tree» o FTA)

Es un análisis inductivo, apoyándose en un método gráfico, que partiendo del suceso


culminante o «top event» deduce los sucesos primarios básicos o iniciadores.

Es por tanto un análisis tanto cualitativo como cuantitativo, ya que una vez
determinada la secuencia accidental, pueden ser asignados valores de frecuencia.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Este método busca la resolución de las secuencias críticas, es decir, aquéllas en las
que si uno de los sucesos básicos desaparece, no se llega al «top event»,
asignándoles además valores de frecuencia de fallo a los distintos sucesos.

Para cuantificar la probabilidad del «top event» se necesita aplicar el análisis de


fiabilidad de componentes y de comportamiento de materiales. Por lo general, las
tasas de fallos de los elementos componentes y subsistemas obedecen a una
distribución estadística tipo poisson, mientras que la probabilidad de éxito o su
complementario de fallo de un sistema de seguridad para atajar el efecto negativo
provocado, es de naturaleza binomial, esto es, éxito/fallo.

Obviamente, no es fácil determinar las características o estadísticas de estas


distribuciones, tanto poissonianas como binomiales. En algunos casos no existe
suficiente acumulación de historia para determinar la auténtica tasa de fallos, que
además típicamente arroja tres etapas diversas en la vida de un componente, que
suelen apreciarse de curva de bañera, y se ven en la siguiente figura.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Una gráfica típica de un árbol de fallos sería el siguiente:

Donde desde el fallo total o suceso S1 «top event», se va dando marcha atrás
(proceso inductivo) y se van estableciendo las causas antecedentes hasta llegar a la
primera de ellas o fallo inicial F.

LOS FTA Y LA COMBINACIÓN CON OTRAS TÉCNICAS

Los árboles comúnmente se combinan con otras técnicas de análisis para


complementar su aplicación. Algunos ejemplos son:

o Análisis de Árboles de Fallo y Análisis de modos de fallo y efectos FMEA.

Estos dos análisis frecuentemente se combinan para aplicaciones de seguridad y


transporte, pues los benef cios de combinarlos son:

- Los FTA analizan cómo se llegó al evento máximo y los FMEA analizan al
evento desde sus eventos básicos, la combinación de técnicas deductivas e
inductivas facilitan el entendimiento y mejora de los sistemas.
- Los estándares de seguridad requieren la determinación de la fallo del evento
inicial (FMEA) y la determinación de la secuencia de eventos que nos lleva al
evento f nal (FTA).
- Los FTA ofrecen un enfoque general del problema y sus secuencias de fallo y
los FMEA un enfoque particular del fallo de los componentes.

Adicionalmente existe una consistencia entre las dos técnicas:

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256
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

- Cualquier identif cación de un fallo en FMEA tiene que ver con el evento
máximo en un FTA, y esta identif cación es tomada como un punto singular de
fallo.
- Cualquier punto singular de fallo deberá ser identif cado en el análisis de
FMEA.

o Análisis de Árboles de Fallo y Análisis de Árboles de Eventos ETA.

Cualquier evento puede ser analizado utilizando FTA, sin embargo en algunos
casos no resulta lo más apropiado por varias razones:

- En algunos casos es más fácil desarrollar secuencias de eventos que encontrar


relaciones causales.
- El desarrollo del árbol de fallos puede ser muy grande.
- Puede ser que diferentes equipos técnicos estén trabajando con diferentes
partes del análisis.

Más adelante veremos el modelo de árbol de eventos.

o Análisis de Árboles de Fallo-FTA.

Es recomendable buscar soluciones prácticas y en muchos casos no es necesario


la investigación y conocimiento del evento máximo: esto puede deberse a que la
identif cación de eventos críticos puede estar asociado a situaciones evidentes o
más fáciles de reconocer, por ejemplo en la investigación de una explosión, donde
plantearnos el objetivo de identificar los factores que llevaron al incidente final,
en determinar la posibilidad de la ocurrencia de una fuga o la posibilidad de
ignición nos pueden proporcionar información más útil que únicamente
determinar al evento final. Los árboles de eventos proporcionan una herramienta
analítica inductiva más sencilla para estos casos. La combinación de FTA y ETA
generalmente es llamado análisis de causa-consecuencia (CCA).

o Análisis de Árboles de Fallo y Modelos de Markov.

Los FTA son una combinación de eventos estáticos (no se consideran en esta
modelación secuencias en el tiempo en la combinación de eventos ya que

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257
Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

utilizamos compuertas estáticas). Sin embargo es posible extender la técnica de


FTA incorporando compuertas que representen modelos de Markov. Estas
compuertas reciben el nombre de “Compuertas Dinámicas” algunas de éstas son;
Compuertas de Prioridad “Y”, Compuertas “Secuenciales”, Compuertas de
“Reserva”. Para estas compuertas es necesario evaluar la probabilidad de falla en
un tiempo dado, para esto utilizamos los modelos ó simulaciones de Markov.

o Análisis de Árboles de Fallo y Diagramas de Decisión Binaria (BDD).

El cálculo de la probabilidad de ocurrencia del evento máximo utilizando FTA


requiere del cálculo de la probabilidad de varios valores de juegos de corte («Cut
Set») y de sus combinaciones. Dado que esto es complejo, en muchas ocasiones
este cálculo se detiene o se requiere de herramientas (software) para su
evaluación. Se puede construir un diagrama de decisiones binarias como recurso
de análisis de los FTA y así mejorar la eficiencia en la construcción de éstos. Los
BDD son herramientas lógicas que nos ayudan a desarrollar caminos «más
lógicos» o sencillos en la construcción de FTA.

o Análisis de Árboles de Fallo y Diagramas de Bloques de Conf abilidad (RBD).

Los diagramas de bloques de conf abilidad utilizan bloques o módulos para


representar a un grupo de componentes o modelos de fallo. Estos grupos
normalmente están formados en secuencias similares a la forma que el producto,
proceso o sistema está formado. Estos bloques se construyen para determinar la
relación de fallas, la conf abilidad o la probabilidad de falla para un modelo en
especial. Los RBD son herramientas inductivas de análisis que pueden utilizar
cálculos de conf abilidad desarrollados en FTA para bloques en particular.

Árbol de sucesos («event tree»)

El «árbol causal» es una técnica deductiva que permite, a partir de un accidente real
ya sucedido, investigar sobre las circunstancias desencadenantes que han
confluido en el mismo a fin de determinar sus causas primarias.

Como cada accidente es único, el árbol causal también reproducirá con fidelidad tan
solo lo que sucedió y no lo que pudiera haber acontecido adicionalmente.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Muy diferente sucede con la técnica denominada «árbol de fallos y errores», que
tiene como objetivo reproducir todas las vías posibles que puedan conducir a un
acontecimiento final antes de que éste suceda.

Esta técnica del árbol de sucesos, desarrolla un diagrama gráfico secuencial a partir
de sucesos «iniciadores» o desencadenantes de incidencia significativa y, por
supuesto indeseados, para averiguar todo lo que puede acontecer y, en especial,
comprobar si las medidas preventivas existentes o previstas son suficientes para
limitar o minimizar los efectos negativos. Evidentemente tal suficiencia vendrá
determinada por el correspondiente análisis probabilístico que esta técnica también
acomete.

El «árbol de sucesos» ha tenido su origen y más amplia aplicación en las industrias


nuclear, aeronáutica y química, con especial énfasis para describir la evolución de
fugas de productos según sus características y el entorno en el cual tienen lugar.

Etapas en el desarrollo del «árbol de sucesos:

1. Etapa previa, familiarización con la planta.


2. Identificación de sucesos iniciales de interés.
3. Definición de circunstancias adversas y funciones de seguridad previstas para el
control de sucesos.
4. Construcción de los árboles de sucesos con inclusión de todas las posibles
respuestas del sistema.
5. Clasificación de las respuestas indeseadas en categorías de similares
consecuencias.
6. Estimación de la probabilidad de cada secuencia del árbol de sucesos.
7. Cuantificación de las respuestas indeseadas.
8. Verificación de todas las respuestas del sistema.

Partiendo del suceso iniciador y considerando los factores condicionantes


involucrados, el árbol describe las secuencias accidentales que conducen a distintos
eventos.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

A) Construcción del Árbol.

La construcción del árbol comienza por la identificación de los N factores


condicionantes de la evolución del suceso iniciador. A continuación se colocan
estos como cabezales de la estructura gráfica. Partiendo del iniciador se plantea
sistemáticamente dos bifurcaciones: en la parte superior se refleja el éxito o la
ocurrencia del suceso condicionante y en la parte inferior se representa el fallo o
no ocurrencia del mismo.

Se obtienen así 2N combinaciones o secuencias teóricas. Sin embargo, las


dependencias entre los sucesos hacen que la ocurrencia o éxito de uno de ellos
pueda eliminar la posibilidad de otros, reduciéndose así el número total de
secuencias.

La disposición horizontal de los cabezales se suele hacer por orden cronológico de


evolución del accidente si bien este criterio es difícil de aplicar en algunos casos.

B) Evaluación del Árbol.

El árbol de sucesos así definido tiene las siguientes características:

- El suceso iniciador viene determinado por una frecuencia (f), expresada


normalmente en ocasiones por año.
- Los N factores condicionantes son sucesos definidos por su probabilidad de
ocurrencia: pi, i=1,N.
- Los sucesos complementarios de estos tienen asociados, según apartado 2.2.1,
una probabilidad de 1-pi, i=1,N.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Como se considera que los factores condicionantes son sucesos independientes,


cada una de las secuencias, s, tiene asociada una frecuencia, f, que sería el
resultado de ir multiplicando las probabilidades de los sucesos condicionantes
por las probabilidades de los sucesos complementarios, teniendo en
consideración que en cada secuencia s participarán varios sucesos condicionantes
y varios complementarios, cuyo número no coincide en general.

La obtención de los valores p se basa generalmente en datos bibliográficos,


estimaciones de expertos o en la aplicación de la técnica del árbol de fallos
descrita en el apartado anterior.

Nota: Una combinación de métodos muy habitual es HAZOP, con árbol de sucesos y
árbol de fallos.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Métodos de esquema de puntos

Los métodos de esquemas de puntos tienen su utilización restringida para ciertos


tipos de actividades e instalaciones y están basados en el siguiente esquema:

X: es la estimación numérica del riesgo.


Y: expresión numérica de la influencia de los factores que causan o agravan el
riesgo (tipo de proceso, fuentes potenciales de ignición, cantidad de materias
peligrosas, etcétera).
Z: expresión numérica de la influencia de los factores que crean seguridad o
mitigan el riesgo (medidas de seguridad, proximidad a los servicios públicos de
intervención, etcétera).

De donde: X = Y – Z ó X = Y/Z

Los factores Y y Z se componen de varios factores a los que se les asignan valores
numéricos que reflejan su contribución relativa total.

El resultado es un número que expresa, en términos relativos, la mayor o menor


peligrosidad del proceso o instalación analizados en relación con otros procesos o
instalaciones.

Sin embargo, algunos de estos métodos pueden evaluar consecuencias de escenarios


accidentales en función de la estimación numérica del riesgo.

Estos métodos son específicos para ciertos tipos de instalaciones y actividades para
análisis del riesgo de incendio y explosión. Algunos de ellos se utilizan, en ocasiones,
en el mundo del seguro. Entre ellos caben destacar:

o Instalaciones en general:

- M. Gretener, «Determination des mesures de protection découlant de


l’evaluation du danger potencial d’incendie». SPI Suiza.
- G. Purt, «The evaluation of FIRE risk as for the planning of automatical FIRE
protection». Euralarm.
- Eric, «Evaluation du risqué d’incendie par le calcule». Cluzel & Sarrat.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

o Hospitales:

- Nelson & Shive, «A system for FIRE safety evaluation of Elath care facilities».
NBS EEUU.

o Plantas químicas:

- Método DOW «Dow Chemical Hazzard Clasification and Protection Guide».


- Método IFAL «Instantaneous Fractional Annual Loss». Insurance Technical
Bureau. Gran Bretaña.

Modelos de simulación

Hay siniestros en los que será muy difícil o prácticamente imposible disponer de
información estadística representativa que refleje circunstancias que se puedan dar
en un escenario en particular.

Por ello se han desarrollado modelos matemáticos deterministas que se basan en


la relación de influencia que tienen las teorías termodinámicas y físico-químicas
simulando el desarrollo de siniestros, por ejemplo para fugas de fluidos.

Estos modelos, teniendo en cuenta los escenarios accidentales identificados, evalúan


las consecuencias aplicando técnicas de modelización para todo tipo de sustancias
inflamables, explosivas, tóxicas, etcétera.

En este sentido, muchas empresas e instituciones están desarrollando modelos de


simulación para adecuar sus resultados a los datos experimentales y de esta manea
facilitar la evaluación de consecuencias de los accidentes.

9.6. Ejemplos de accidentes industriales más relevantes

Harrisburg o Three Mile Island

El accidente de Three Mile Island fue un accidente nuclear que sufrió la central nuclear
del mismo nombre el 28 de marzo de 1979. Ese día el reactor TMI-2 sufrió una fusión
parcial del núcleo del reactor.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

El accidente comenzó cerca de las 4:00 de la mañana del 28 de marzo de 1979, cuando
se produjo un fallo en el circuito secundario de la planta. Las bombas primarias de
alimentación del circuito secundario dejaron de funcionar a causa de una avería
mecánica o eléctrica. Esto impidió la retirada de calor del sistema primario en los
generadores de vapor. Se apagaron automáticamente, primero la turbina y después el
reactor.

La presión y la temperatura en el circuito primario (la sección nuclear de la planta)


empezó a aumentar inmediatamente, debido a que el circuito secundario no pudo sacar
el calor residual del circuito primario. Para evitar que esa presión llegase a ser excesiva,
la válvula de descarga de presión (situada en la tapa del presurizador) se abrió. La
válvula debía cerrarse al disminuir la presión, aunque por un fallo no lo hizo. Las
señales que llegaban al operador no indicaron que la válvula seguía abierta, aunque
debía haberlo mostrado.

En consecuencia, la válvula con el fallo causó que la presión continuara disminuyendo


en el sistema. Mientras tanto, otro problema apareció en otra parte en la planta: el
sistema del agua de emergencia (reserva del sistema secundario) había sido probado 42
horas antes del accidente. Como parte de la prueba, las válvulas se cierran y abren de
nuevo al final de la misma. Pero esta vez, por un error administrativo o humano, la
válvula no se dejó abierta, lo que evitó que el sistema de emergencia funcionara. Ocho
minutos después del comienzo del accidente se descubre que la válvula estaba cerrada.

Una vez que se abrió, el sistema de agua de emergencia comenzó a trabajar


correctamente, permitiendo que el agua fría fluyera por los generadores del vapor. A
medida que la presión en el sistema primario continúa disminuyendo, comenzaron a
formarse huecos (zonas donde el agua hierve, formándose burbujas de vapor) en varios
lugares del sistema con excepción del presurizador. Debido a estos huecos, el agua del
sistema fue redistribuida y el presurizador se llenó por completo de agua.

El instrumento que indica al operador la cantidad de líquido refrigerante capaz de


eliminar el calor indicó incorrectamente que el sistema estaba lleno de agua. Así, el
operador dejó de introducir agua, sin saber que, debido a la válvula obturada el
indicador puede, y en este caso lo hizo, proporcionar una información falsa.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Después de casi ochenta minutos desde el momento de la subida lenta de temperatura,


las bombas del lazo primario comenzaron a vibrar por cavitación, debido a que, en
lugar de agua, lo que pasaba por ellas era vapor. Las bombas se cerraron, y se creyó que
la convección natural continuaría el movimiento del agua. El vapor en el sistema
bloqueó la circulación en el lazo primario y, como el agua dejó de circular, se convirtió
en grandes cantidades de vapor.

Después de unos 130 minutos desde el primer fallo, la parte superior del reactor quedó
al descubierto, y debido a la elevada temperatura, el vapor reaccionó con el
revestimiento de zirconio de las barras de combustible, produciendo dióxido de
zirconio e hidrógeno. El daño en el revestimiento produjo la liberación de las pastillas
de combustible en el líquido refrigerante y la formación de más hidrógeno, que provocó
una pequeña explosión en el edificio de contención al ser liberado.

A las 6 de la mañana se produjo el cambio de turno en el personal de la sala de control.


Al detectar el nuevo equipo las altas temperaturas que se estaban midiendo en la
tubería y depósitos posteriores a la válvula de alivio, se procedió a cerrar una válvula
auxiliar, cuando ya se habían perdido por esa vía 120.000 litros de refrigerante del
circuito primario.

Casi tres horas después del comienzo del problema se activaron las alarmas por
radiación, cuando el agua contaminada alcanzó los detectores. En ese momento los
niveles de radiación en el líquido refrigerante (agua) del primario era unas 300 veces
mayor que los niveles esperados, y la central había sufrido ya una fuerte
contaminación.

En la sala de control no se sabía aún que el nivel en el circuito primario era bajo y que
aproximadamente la mitad del núcleo estaba sin refrigeración. Un grupo de
trabajadores tomó lecturas manuales de los termopares y obtuvo una muestra del agua
del circuito primario.

A las siete horas comenzó a inyectarse agua nueva al circuito primario y se abrió la
válvula de reserva para reducir la presión. Tras nueve horas estalló el hidrógeno del
interior del reactor, pero la explosión pasó inadvertida.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

A las dieciséis horas las bombas del circuito primario se pusieron en marcha y la
temperatura del núcleo comenzó a bajar. Una gran parte del núcleo ya se había
derretido o vaporizado, y el sistema seguía siendo peligrosamente radiactivo.

Durante la siguiente semana el vapor y el hidrógeno fueron evacuados del reactor


pasando por el recombinador, resultando aún más polémico al verterlos directamente a
la atmósfera. Se estima que unos 2,5 millones de curios de gas radiactivo fueron
emitidos debido al accidente.

Three Mile Island ha sido objeto de interés para los estudiosos del factor humano como
ejemplo de cómo grupos de gente reaccionan y toman decisiones bajo tensión. Existe
un consenso general en que el accidente fue agravado por las decisiones incorrectas
tomadas por los operadores abrumados con la información, mucha de ella inaplicable e
inútil. Como resultado del TMI, se cambió el entrenamiento de operadores de reactores
nucleares. Antes, el entrenamiento se centraba en diagnosticar el problema subyacente.
Después, el entrenamiento se ha venido centrando en reaccionar a la emergencia
pasando a través de una lista de comprobación estandarizada para asegurarse de que la
base está recibiendo bastante líquido refrigerador.

Limpiar el reactor después del accidente necesitó de un proyecto difícil que duró más
de 10 años. Comenzó en agosto de 1979 y no terminó oficialmente hasta diciembre de
1993, con un coste total de cerca de 975 millones de dólares. Entre 1985 y 1990 se
eliminaron del sitio casi 100 toneladas de combustible radiactivo. Se reinició TMI-1 en
1985.

Se ha comprobado que las personas que vivían cerca del reactor nuclear de Three Mile
Island exhibieron altos niveles de estrés después del accidente nuclear que ocurrió allí.
También mostraron evidencia de una elevación en los niveles de presión sanguínea, un
mayor número de infecciones de las vías respiratorias. Además, los sistemas
inmunológicos de estas personas no funcionaban tan bien como deberían.

Hasta el accidente de Chernobyl, ocurrido siete años después, Three Mile Island fue
considerado el más grave de los accidentes nucleares civiles (de categoría 5 en la Escala
Internacional de Accidentes Nucleares INES). El accidente nuclear de la Central de
Fukushima I en 2011 también alcanzó la categoría 5, pero el 12 de Abril de 2011 el
desastre de Fukushima ya obtuvo la categoría 7, igualando así al desastre de Chernobyl.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Seveso

El desastre de Seveso fue un accidente industrial que ocurrió alrededor de las 12:37, el 9
de julio de 1976, en una pequeña planta química en el municipio de Seveso, 25 km al
norte de Milán, en la región de Lombardía, en Italia. El accidente produjo la liberación
de cantidades de la dioxina TCDD (uno de los componentes de gas naranja) y que esta
llegara a zonas de población, causando diversos efectos. El TCDD pertenece a una
amplia familia de compuestos conocidos como dioxinas, todos ellos de elevada
toxicidad y probados efectos cancerígenos. De todos los compuestos de la familia de las
dioxinas, el TCDD es el más tóxico. Según los que minimizan el accidente el efecto
causado fue principalmente pánico. Se le conoce en Italia como "el Hiroshima de
Italia". Seveso es el mejor ejemplo de que el pánico puede causar mucho más daño que
el evento que genera ese temor descontrolado.

La tarde anterior al accidente, el reactor se cargó con 2.000 kg de triclorobenceno


(TCB), 1.050 kg de hidróxido de sodio, 3.300 kg de etilenglicol y 600 kg de xileno. La
reacción no terminó esa tarde, dejando el final para la mañana siguiente, cerrando el
vapor y parando la agitación en el reactor. A la mañana siguiente, se produjo una
reacción exotérmica incontrolada del tipo runaway, lo que generó un aumento de
presión en el reactor y la apertura del disco de ruptura. El resultado fue la emisión de
una nube tóxica que contenía TCDD en una concentración aproximada de 3.500 ppm y
con aproximadamente entre 0,45 y 3 kg de TCDD. El área cubierta por la nube fue de
aproximadamente 1.800 hectáreas y produjo numerosos daños a las personas (730 en
el área).

Las lesiones fueron principalmente dérmicas, así como daños al medio ambiente (flora
y fauna). Se produjeron daños también en la agricultura, ganadería, suelos
contaminados, construcción, comercios, etc. En total, más de 300 millones de francos
suizos ha tenido que abonar Roche en concepto de compensaciones al estado italiano
por el accidente.

En la actualidad, todavía se están pagando indemnizaciones y las consecuencias no han


desaparecido del todo.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Análisis de las causas del accidente

La causa primera del accidente fue una reacción incontrolada exotérmica en el reactor,
probablemente debido a haberlo dejado desde la tarde anterior sin refrigeración y sin
agitación. También pudo influir el hecho de que, probablemente, la reacción no se
hubiera terminado del todo cuando se cerró la refrigeración y se paró el agitador, por lo
que pudo continuar durante toda la noche.

El informe oficial aduce cuatro causas principales:

1. Interrupción del ciclo de producción. El hecho de dejar una mezcla sin terminar una
reacción durante todo un fin de semana sin ningún tipo de medida de seguridad, es
un hecho que aumenta el riesgo innecesariamente.
2. Método de destilación. En el método utilizado por la patente original de Guivaudan,
la carga era acidificada antes de la destilación. En el proceso de Icmesa, el orden de
estas dos etapas fue invertido. Esto permitía un contacto más largo e intenso entre el
etilenglicol y el hidróxido de sodio.
3. El sistema de alivio de presión que conduce directamente a la atmósfera. El único
sistema de control de presión era mediante un disco de ruptura que conducía
directamente a la atmósfera. La presión del disco de ruptura era demasiado elevada
para un proceso a presión atmosférica, lo que favoreció la emisión de grandes
cantidades de dioxinas.
4. Fallos en los sistemas de recogida/destrucción de las sustancias venteadas. Tampoco
existía un sistema para neutralizar o destruir las sustancias tóxicas venteadas. El
sistema de venteo con disco de ruptura, según los fabricantes debería haber estado
conectado a un sistema de neutralización, torre de lavado, depósito pulmón o
cualquier otro que impidiera la emisión directa a la atmósfera de sustancias
altamente tóxicas.

Lecciones aprendidas

Controles públicos de las instalaciones que presenten riesgos de accidentes graves.


Una de las principales consecuencias del accidente de Seveso fue la toma de
conciencia por parte de las autoridades italianas y europeas para intentar controlar
los riesgos de este tipo de instalaciones. Como consecuencia de ello, se promulgó la
primera Directiva Europea relativa al control de los riesgos de accidentes graves en
determinadas actividades industriales, la Directiva 82/501/CEE.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Localización de los establecimientos que presenten riesgos de accidentes graves.


La elección correcta de los emplazamientos y, en concreto, la planificación territorial
para evitar mayores riesgos en el entorno inmediato de este tipo de
establecimientos, es otra de las conclusiones importantes. Este aspecto de la
planificación territorial, se ha tenido muy en cuenta en la nueva legislación sobre
accidentes graves, el Real Decreto 1254/99.
Adquisición de compañías que operan con procesos peligrosos.
Fue un problema que requirió poca atención, aunque la cadena de responsabilidades
se transmitió hasta el último propietario, Hoffmann La Roche que ha sido el
responsable final.
Utilización de sustancias extremadamente tóxicas.
El hecho de que se utilicen sustancias extremadamente tóxicas como la TCDD,
implica que los análisis de seguridad deben ser realizados y actualizados
constantemente. En la nueva reglamentación se pone especial énfasis en las
sustancias tóxicas y muy tóxicas.
Riesgos debidos a reacciones incontroladas.
La compañía creía que tenía perfectamente identificadas todas las reacciones que se
podrían producir en el proceso de producción. Sin embargo, los riesgos de
reacciones exotérmicas deben ser analizados muy concienzudamente. En particular,
es muy importante identificar completamente todas las características de una
reacción exotérmica en las condiciones de operación y las sustancias intermedias o
indeseadas que se pueden generar.
Diseños seguros en plantas químicas de proceso.
El diseño del disco de ruptura para ese tipo de reactor y esa reacción concreta, era
claramente inseguro.
Planificación de las emergencias.
En el informe del accidente se menciona como una causa que agravó las
consecuencias el hecho de que no hubiera una comunicación directa a las
autoridades para que organizaran un sistema de emergencias. Las primeras medidas
para protección a la población se tomaron a los 4 días.

Directiva de Seveso

Los entonces trece países miembros de la Comunidad Europea acordaron nuevas reglas
de seguridad para las plantas industriales que utilizaran elementos peligrosos en 1982,
mediante la llamada Directiva 82/501/EEC o "Directiva Seveso"2 que imponía duras
regulaciones industriales. En 1996, esta norma se actualizó dando lugar a la Directiva

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

96/82/CE relativa al control de riesgos inherentes a los accidentes graves en los que
intervengan sustancias peligrosas. La directiva fue actualizada en 1999 y revisada en
2001. Posteriormente en 2003: directiva 2003/105/CE del 31 de diciembre y por
último en el año 2005 se propugnó el RD 119/2005 de 4 de febrero, conocido como
SEVESO III.

Chernobyl

La Central Nuclear de Chernobyl era administrada, en 1986, por el gobierno de la


Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). En medio de una prueba en la
cual se simulaba un corte eléctrico, El 26 de abril de 1986 el reactor 4 de la Central
aumentó de forma imprevista su potencia, lo que produjo un sobrecalentamiento de su
núcleo que hizo explotar el hidrógeno acumulado en su interior. ¿Por qué este
accidente nuclear quedó en la historia? Sin dudas, por su inmensa magnitud. El
material radiactivo liberado fue unas 500 veces superior al que liberó la bomba atómica
que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945. Otra muestra de la relevancia de
la tragedia de Chernobyl es que se trata del único accidente que alcanzó la categoría
más alta (nivel 7) en la escala INES. La explosión causó la muerte directa de 31
personas y obligó a que el gobierno de la U.R.S.S. ordenara la evacuación de 135.000
personas. La radiactividad emanada por el accidente llegó a diversos países europeos.
Pese a la catástrofe, el cierre definitivo de la Central se produjo en diciembre de 2000.
Hoy, Chernobyl es una ciudad casi abandonada. La contaminación del accidente de
1986 se extendió por todas las regiones cercanas a la planta nuclear, siendo Bielorrusia
la nación más afectada. Todavía hoy la contaminación de Chernobyl se encuentra en el
suelo, con estroncio-90 y cesio-137 que son absorbidos por las plantas y los hongos,
ingresando, de esta forma, en la cadena alimenticia.

Descripción del accidente

Una vez obtenido el permiso para iniciar la bajada de potencia hasta el nivel de la
prueba, esta cayó hasta, aproximadamente, 30 MW térmicos. No está claro si a causa
de un fallo en el control automático de la potencia o del transitorio del Xenón. Después
de unas dos horas se consiguió estabilizar el reactor a una potencia de 200 MW
térmicos.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

Esta bajada de potencia hizo que subiera aún más la concentración de Xenón y, para
evitar que el reactor se apagara se extrajeron barras de control más allá de lo permitido,
dejando introducidas solo 8 de las 30 que se necesitaban.

La disposición de equipos para la prueba obligaba a bloquear el disparo del reactor. Así
mismo, para observar la capacidad de refrigeración, que era el motivo de la prueba, se
bloquearon los equipos de refrigeración de emergencia.

El estado termohidráulico de la planta antes del experimento era muy diferente del
nominal. El flujo de recirculación del refrigerante era muy alto y la producción de vapor
proporcionalmente muy pequeña. La presión del primario era también inferior a la
nominal. La temperatura del refrigerante a la entrada del reactor era muy próxima a la
de ebullición. En la salida, la calidad del vapor era muy pobre, por el alto caudal de
recirculación. En ese momento el reactor se encontraba en una situación
intrínsecamente inestable.

Siempre se debe de operar una central nuclear manteniendo los siguientes Objetivos de
Protección:

Asegurar la subcriticidad: es decir, asegurar la parada del reactor. Este objetivo no se


cumplía en ese momento, al tener bloqueados los disparos automáticos, al grado de
inestabilidad existente y a la lentitud de entrada de las barras de control.
Asegurar la refrigeración del núcleo. Este objetivo no se cumplía durante la prueba,
al tener desconectados los sistemas de refrigeración.
Asegurar el confinamiento de la radiactividad. Este objetivo no se cumplía pues no
existía edificio de contención.

Es decir, en el momento de la prueba no se cumplía ninguno de los Objetivos de


Protección.

Para realizar la prueba programada, con cuatro de las ocho bombas de recirculación del
refrigerante paradas, se procede al cierre de las válvulas de vapor de la admisión del
único turboalternador que estaba funcionando (estas maniobras hubieran disparado el
reactor si la protección automática no hubiera estado bloqueada).

Las cuatro bombas restantes, alimentadas solo con la electricidad producida durante la
parada del alternador, no son capaces de refrigerar al núcleo del reactor y, como

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

estaban bloqueados, no entran en funcionamiento los equipos de refrigeración de


emergencia.

La temperatura del refrigerante subió y empezó a hervir. A causa del coeficiente


positivo de huecos, se introdujo una reactividad positiva elevada que hizo a la potencia
multiplicarse por cien en sólo unos segundos.

Desafortunadamente, la elevada temperatura que ya tenía el combustible hizo


vaporizarse al refrigerante, produciéndose lo que se llama, o llamó: explosión de vapor.
Esto hizo que la envolvente del reactor quedara muy dañada y el núcleo seco.

Los operadores procedieron a la parada manual del reactor, pero las barras de control
no entraron. Quizás esto fue debido a que ya existía cierta deformación en el núcleo,
imposibilitando mecánicamente el deslizamiento de las barras entre la estructura. En
cualquier caso, aunque hubieran entrado, hubiera servido de poco debido a su lentitud
en insertarse en el núcleo.

La potencia del reactor aumentó de manera descomunal en un tiempo muy breve. Se


estima que la potencia pudo ser varios miles de veces mayor que la inicial, en sólo unos
minutos.

Como la temperatura era tan grande, el núcleo comenzó a fundirse. Uno de los efectos
que tiene este fenómeno es la producción de grandes cantidades de hidrógeno.

Llegado un momento, este hidrógeno llegó a alcanzar la concentración suficiente como


para provocar una devastadora explosión que destruyó el edificio del reactor, sobre
todo, la cubierta que, literalmente, desapareció, e incendió el grafito del núcleo.

Solo desde el momento en que comenzó la fusión del núcleo, empezó a pararse el
reactor, al perder este su geometría, pero la producción de calor aún prosiguió.

Las vainas que encierran las pastillas de combustible se destruyeron, por lo que los
productos de fisión escaparon libremente a la atmósfera, creándose una gigantesca
nube de humo y productos de fisión altamente radiactivos.

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Capítulo 9: Seguridad industrial y gestión de riesgos patrimoniales

El primer acercamiento en helicóptero evidenció la magnitud de lo ocurrido. El núcleo,


expuesto a la atmósfera, continuaba ardiendo. La temperatura alcanzó los 2.500 ºC y,
en un efecto chimenea, impulsaba el humo radiactivo a una altura considerable.

Se considera que el accidente en Chernobyl fue causado porque este tipo de reactor,
donde la reacción nuclear es moderada por grafito, tenía dos defectos de diseño:
cuando operaba a ciertos niveles de potencia y había una pérdida de enfriamiento, la
reactividad de la planta se incrementaba abrupta y rápidamente y, adicionalmente, la
estructura del contenedor interno, en lugar de ser un recipiente de acero presurizado
como en la mayoría de los reactores, era una caja con una tapa débilmente unida en la
que estaban insertadas todas las varillas de combustible y de control para que, si había
un incremento repentino de presión, esta se levantara y rompiera todas las varillas.

Es imposible de imaginar por qué los ingenieros soviéticos no se dieron cuenta de que
diseñaron un reactor con esos defectos y, todavía más, imaginar por qué los operarios
pusieron y mantuvieron al reactor en las condiciones más probables para que hubiera
una explosión.

Las conclusiones más importantes son que los accidentes severos en reactores
nucleares han ocurrido con mucha mayor frecuencia que los modelos de análisis de
riesgo predecían, y que el método probabilístico de análisis de riesgos parece no
funcionar bien en casos donde un solo evento causa fallos en múltiples sistemas de
seguridad (el caso más reciente ha sido el de Fukushima, donde un solo evento, el
tsunami, causó la pérdida de electricidad en el complejo de los reactores, la pérdida del
combustible para los generadores diesel auxiliares, la inundación de los interruptores
eléctricos y, probablemente, el daño de las tomas de agua de mar para enfriamiento).

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274
Capítulo 10
Seguridad vial

Autora: Irene López Mena


Capítulo 10: Seguridad vial

10.1. Definiciones

Accidente de trabajo

El artículo 156 del Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se
aprueba el Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social establece que el
accidente de trabajo es “toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por
consecuencia del trabajo que efectúe por cuenta ajena”.

Según esta definición para que un accidente tenga la consideración de accidente de


trabajo, es necesario que se den las siguientes condiciones:

Que el trabajador sufra una lesión corporal, entendiendo por lesión todo daño o
detrimento corporal causado por una herida, golpe o enfermedad.
Que ejecute una labor por cuenta ajena.
Que el accidente sea con ocasión o por consecuencia del trabajo; es decir, que
exista una relación de causalidad directa con el trabajo.

Accidente in itinere

Aquel que sufre el trabajador al ir al trabajo o al volver de este.

Para que un accidente tenga la consideración de in itinere, es necesario que se dé en las


siguientes condiciones:

Que ocurra en el camino de ida o de vuelta.


Que no se produzcan interrupciones entre el trabajo y el accidente.
Que se emplee el itinerario habitual: no necesariamente el más corto.
El medio de transporte también ha de ser el habitual.

Accidente in mision

Aquel que sufre el trabajador en el trayecto que tenga que realizar para el cumplimiento
de la misión, así como el acaecido en el desempeño de la misma dentro de su jornada
laboral.

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Capítulo 10: Seguridad vial

Para que un accidente tenga la consideración de in mision, deben reunirse unos


determinados requisitos:

Que el accidente transcurra fuera del centro de trabajo.


Que el desplazamiento deba ser motivado por razón del cumplimiento de la actividad
laboral, de las órdenes o instrucciones de la empresa para realizar su trabajo.
Que el accidente sobrevenga en tiempo de trabajo, en cumplimiento de las órdenes
del empresario, no en los momentos de ocio y esparcimiento del trabajador.

10.2. Los accidentes in itinere o in mision son accidentes de


trabajo

La Ley General de Seguridad Social establece en su art. 156 la definición de accidente


de trabajo, incluyendo expresamente que se considerará como tal “aquel accidente que
sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo” (accidente in itinere) e
incluyendo de manera implícita al accidente in mision, cuando se dice “se presumirá,
salvo prueba en contrario, que son constitutivas de accidente de trabajo las lesiones
que sufra el trabajador durante el tiempo y en el lugar de trabajo”.

La LPRL, en su art. 14 establece el derecho de los trabajadores a una protección eficaz


en materia de seguridad y salud en el trabajo. Suponiendo este derecho, la existencia de
un correlativo deber del empresario de proteger a los trabajadores frente a los riesgos
laborales.

Si finalmente buscamos las definición que la LPRL nos da de riesgo laboral “posibilidad
de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo (enfermedades,
patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo)” podemos llegar a
concluir que los accidentes in itinere o in mision son accidentes de trabajo.

El deber general del empresario de garantizar la seguridad y salud de sus trabajadores


se desglosa en una serie de obligaciones, entre las que podemos destacar: la realización
de la evaluación de riesgos y su correspondiente planificación y la necesidad de formar
e informar a sus trabajadores sobre los riesgos que les afectan y sus correspondientes
medidas de seguridad.

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Capítulo 10: Seguridad vial

Si enlazamos estas ideas con las definiciones anteriormente comentadas, podemos ver
que el empresario está legalmente obligado a:

a) Incluir los riesgos in itinere e in mision en su evaluación.


b) Proponer y planificar la ejecución de medidas preventivas para evitar o reducir estos
riesgos.
c) Facilitar la información y formación de los trabajadores en seguridad.
d) Investigar los accidentes in itinere o in mision.

La jurisprudencia en la determinación del accidente como laboral

La amplitud de la definición hecha por el art. 156 de la Ley General de Seguridad Social
da lugar a multitud de interpretaciones en la determinación de la contingencia de
determinados accidentes que ocurren al ir y volver del trabajo. Esto ha hecho necesaria
la intervención de los tribunales que, a través de las sentencias que van dictando han
creado la jurisprudencia que va delimitando el concepto de accidente in itinere, con
puntualizaciones como las siguientes:

El domicilio será el “real y habitualmente utilizado y no solo el legal”1.


Si la persona accidentada ha hecho una visita a un familiar (pareja, suegros, etc.) y
sale desde allí a su lugar de trabajo, el accidente que se genere en ese trayecto no
será considerado como laboral.
El momento en el que se inicia el camino se entiende que es cuando el trabajador
sale a la vía pública, por lo que, si nos caemos en casa cuando procedíamos a salir
hacia el trabajo, el accidente no estaría considerado como laboral.
El medio de transporte utilizado tiene que ser el utilizado habitualmente para los
desplazamientos, pudiendo ser público o privado, quedando incluida la posibilidad
de ir a pie.
El trayecto recorrido debe ser el usual o normal para ir a trabajar.
No se puede romper el nexo causal. Es decir, no puede haber interrupciones o
desviaciones en la ruta, como por ejemplo, parar a hacer la compra antes de llegar a casa.

Respecto a los accidentes in mision no existe la misma problemática, puesto que su


definición encaja fácilmente en el concepto de accidente de trabajo del art. 115 de Ley
General de Seguridad Social, puesto que la presunción de laboralidad se extiende a todo

1Se amplía el concepto de accidente in itinere para aquellos supuestos en los que el trabajador tiene que desplazarse una
gran distancia desde su domicilio familiar hasta su lugar de residencia por razones laborales (Sentencia del Tribunal
Supremo, de 26 de diciembre de 2013).

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Capítulo 10: Seguridad vial

el tiempo y lugar en el que el trabajador cumple órdenes de la empresa. No obstante,


hay determinados conceptos que también son matizables para este tipo de accidentes:

se considera “centro de trabajo” aquel en el que el trabajador se halla para dar


cumplimiento a las tareas encomendadas por el empresario, incluyendo
alojamientos, medios de transporte, etc.
Se considera “desplazamiento” aquel que se realiza con motivo de prestar la
misión encomendada y que no es el camino de ida y vuelta al trabajo habitual. Se
incluyen los accidentes en viajes de servicio, y en desplazamientos y rutas seguidas
para poder efectuar, por ejemplo, reparaciones de averías.
Se considera “tiempo de trabajo” aquel en el que el trabajador está sometido a las
decisiones de la empresa, incluso fuera de la jornada habitual, permaneciendo bajo
dependencia de la misma, no pudiendo reintegrarse a su vida, domicilio. Se incluye
el dedicado a los desplazamientos para cumplir la tarea encomendada.

10.3. Cómo elaborar un plan de seguridad vial en el ámbito


laboral

Dependiendo de las características de los traslados que se hagan en la empresa, esta


puede optar por identificar el riesgo de accidente in itinere o in mision en la evaluación
de riesgos o por desarrollar un plan de movilidad vial específico. En cualquier caso, los
pasos a seguir serán los siguientes:

Identificar Propone r Planificar la eje cución Eje cutar


Valorar el
los factore s me didas de las me didas las
rie sgo
de rie sgo preve ntivas preve ntivas medidas

A. Identificar los factores de riesgo

Existen principalmente tres factores de riesgo que tenemos que identificar y valorar
para evitar los accidentes viales: factor humano, factor vía entorno y factor
vehículo.

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Capítulo 10: Seguridad vial

Factor humano:

Las probabilidades de que se genere un accidente de tráfico están muy relacionadas con
el factor humano, que puede condicionar cada desplazamiento en función del estado
físico de la persona. La empresa no puede obviar estos aspectos, y tendrá que trabajar
con ahínco sobre la sensibilización de su personal, facilitando al mismo tiempo,
medidas adicionales que prevengan la aparición de situaciones de riesgo derivadas del
factor humano.

Estos son algunos factores de riesgo que están condicionados por las personas y sobre
los que la empresa debe trabajar:

Fatiga: es una pérdida progresiva de la capacidad de respuesta, debido a la ejecución


prolongada de una tarea. Requiere un esfuerzo mental y físico, por lo que en periodos
prolongados puede llevar al cansancio. Conlleva consecuencias tales como la dificultad
para concentrarse, el aumento del tiempo de reacción o la somnolencia.
Sueño: anula totalmente las capacidades de conducción, siendo uno de los factores
más peligrosos, dado que puede ocasionar una pérdida total del control del vehículo.
Disminuye la capacidad de reacción, aumenta las distracciones, altera el sentido de
la vista y la percepción de la distancia de otros vehículos y provoca por ejemplo
nerviosismo y agresividad.
Distracciones: proceso por el que algún objetivo, evento o persona dentro o fuera
del vehículo consigue desviar la atención de la tarea de conducir. Es un factor muy
preocupante y que en los últimos años va aumentando su incidencia en los
accidentes de tráfico con víctimas graves o mortales.
Alcohol: es una droga psicodepresora de carácter sedante–hipnótico. Incluso en
pequeñas dosis tiene una influencia muy negativa en la conducción, ya que perturba
todas las aptitudes del conductor.
Drogas: pese a que dependiendo del tipo de drogas encontraremos unos efectos u
otros, en líneas generales se puede decir que dificultan o impiden la conducción, a
través de sensaciones relajantes, estimulantes o alucinógenas.
Aspectos psicosociales del trabajador: el estado de salud psicológico de la
persona influirá en gran medida en la aptitud de sus capacidades para la
conducción, pudiendo alterar la percepción o agravar la tensión, entre otros.
Conocimientos, destrezas y capacidades de conducción: el hecho de estar
capacitado para conducir (por contar con el correspondiente permiso) no es lo
mismo que tener destreza en la conducción.

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Capítulo 10: Seguridad vial

Enfermedades y patologías físicas y medicamentos: conducir un vehículo es


una tarea compleja que requiere un adecuado nivel perceptivo, de atención,
cognitivo, motor y capacidad de integración, por ello, una determinada patología
puede tener una incidencia directa en la conducción. Asimismo, puede requerir el
consumo de determinados fármacos que también pueden alterar las condiciones y
aptitudes del conductor.

Fármacos más habituales y alteraciones que pueden influir sobre la conducción

Fármacos Alteraciones
Falta de concentración
ANALGÉSICOS Mareos Visión Borrosa
Relajación
BARBITÚRICOS Sueño Afección al sistema respiratorio
Dificultan la visión Cansancio
CARDIOTÓNICOS Alteran la percepción de los colores Desasosiego
Falta de concentración Inquietud
ANTIHITAMÍNICOS Disminuyen los reflejos Somnolencia
Lipotimia Fatiga
HIPOGLOCÉMICOS Mareos Debilidad
Visión borrosa Falta de fuerza
ANTIDEPRESIVOS Alteración del equilibrio Somnolencia
RELAJANTES Fatiga Somnolencia
MUSCULARES Mareos Disminución del tono muscular
PSICOFÁRMACIOS Síndrome de abstinencia
Lentitud de respuesta
TRANQUILIZANTES Sedación
Falta de coordinación
SEDANTES Reducción de la alerta / atención
Dificultad para la concentración Temblores
ESTIMULANTES Insomnio Euforia y agresividad

Factores de riesgo: la vía y el entorno:

Es complicado influir sobre la vía y el entorno, pero no por ello es un factor de riesgo
que debe dejar de valorarse. El tipo de vía, las condiciones climatológicas que
habitualmente se encuentran en los trayectos realizados o la conducción nocturna son
algunos de los aspectos que caben ser valorados en este apartado, para posteriormente
formular medidas preventivas acordes a los mismos.

Por otro lado, debemos pensar que un plan de movilidad vial no sólo va dirigido a los
desplazamientos realizados en coche, por lo que si en nuestra empresa tenemos
personas que, por ejemplo, vienen a trabajar andando o en bicicleta, también deberá
valorarse el riesgo de sufrir un accidente y por tanto, deberán proponerse las
correspondientes medidas preventivas. A este respecto, estas son algunas situaciones
que, a modo de ejemplo, podrían tenerse en cuenta:

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Capítulo 10: Seguridad vial

Si contamos con una parada de autobús cerca de la empresa, pero el cruce para
llegar a la misma es muy peligroso.
Si los accesos a la empresa no están bien iluminados o su calzada está muy deteriorada.
Si faltan pasos de peatones en el polígono en el que está situada la empresa.

En estos casos aunque no podemos intervenir de forma directa, podemos promover


acciones para que el Ayuntamiento correspondiente se implique en la mejora de las vías
y del entorno.

El vehículo:

La capacidad de influir sobre este factor de riesgos estará muy condicionada por si la
empresa cuenta con una flota de vehículos o no. Si la empresa compra y mantiene los
vehículos que utilizan sus trabajadores, podrá elegir los más seguros y acordes al tipo
de desplazamientos y de uso que se les vaya a dar, y podrá garantizar la realización de
un adecuado mantenimiento preventivo. Si por el contrario, los propios trabajadores
son quienes usan sus vehículos, la empresa sólo podrá asesorar y recomendar.

La organización de los desplazamientos:

La forma en la que son organizados los desplazamientos en la empresa también va a


tener una importante incidencia a la hora de incrementar el riesgo de accidente, por lo
que debemos tener en cuenta cómo se hace y si se pueden evitar factores de riesgo tales
como: las horas punta, las premuras de tiempo, los viajes sin descanso, los viajes que se
pueden evitar, el tipo de transporte elegido, etc.

B. Valoración del riesgo

Tendremos que analizar las características de los desplazamientos que se realizan en la


empresa para poder valorar el riesgo atendiendo a aspecto tales como la frecuencia, la
gravedad o la exposición.

Aspectos a tener en cuenta para valorar el riesgo:

Grupo poblacional que puede verse afectado ante un posible accidente.

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Capítulo 10: Seguridad vial

En función del tipo de empresa habrá más o menos personas expuestas al riesgo, no
será lo mismo el número de desplazamientos que tenga que hacer el personal de una
oficina situada en el centro de una ciudad que una empresa de transporte y mensajería.
Características de los desplazamientos.
Se han de analizar todas las actividades que sean susceptibles de generar
desplazamientos dentro de la empresa, teniendo aspectos tales como el tipo de
desplazamientos se hacen: locales, comarcales, nacionales, internacionales; la
frecuencia con la que se realizan o el medio de transporte que se utiliza.

Condiciones reales de conducción.


Es necesario que la empresa tenga conocimiento de las condiciones reales del
trayecto, las presiones de tiempo, las particularidades geográficas y climáticas que se
pueden dar en cada recorrido, el tipo de vía utilizado, etc.

La gestión que se realiza de los desplazamientos.


Este aspecto requerirá el conocimiento de la sistemática que sigue empresa a la hora
de diseñar y organizar los desplazamientos de sus trabajadores, teniendo en cuenta
además la propia gestión que se realiza del parque de vehículos (desde cómo se
decide la compra de un vehículo, cómo se mantiene, las revisiones que se realizan e
incluso cómo se asigna a cada trabajador).

El análisis de todos estos datos nos pueden servir para aplicar la misma metodología de
valoración del riesgo que estemos utilizando en la evaluación del riesgo (como el W.
Fine o el método binario). Tanto si hemos optado por incluir la seguridad vial en la
propia evaluación como si hemos optado por elaborar un plan de movilidad vial
específico, lo más práctico será utilizar el mismo método de valoración de manera que
las medidas preventivas, vengan de donde vengan, sigan los mismos criterios y sean
comparables a la hora de su priorización.

C. Proponer medidas preventivas

La elección de medidas preventivas será acorde principalmente al riesgo y su valoración;


pero también tendremos que ser realistas y tener en cuenta las posibilidades de la empresa.

Vamos a ver algunos ejemplos de posibles medidas preventivas a adoptar según los
factores de riesgo que hemos enumerado anteriormente.

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Capítulo 10: Seguridad vial

Medidas preventivas para el factor humano:

Colaborar en la planificación las rutas y horarios de los empleados, teniendo en


cuenta las pausas así como el esfuerzo (físico y/o mental) requerido por la tarea.
Aconsejar, que para viajes largos, se opte por un método alternativo de transporte,
como puede ser el avión o el tren.
Realizar campañas de información y sensibilización sobre las causas y formas de
evitar la fatiga al conducir: qué síntomas se tienen y qué estrategias adoptar para
mantener el nivel de atención.
Colaborar en la planificación de los turnos y las jornadas laborales, intentado
respetar los horarios destinados a dormir y al descanso.
Establecer unas pautas de actuación ante las comunicaciones: Prohibir el uso de
teléfonos móviles, GPS, agendas electrónicas, mientras se conduce. Si son necesarios
dotar de las tecnologías homologadas.
Aportar a los trabajadores toda la información disponible y necesaria para que puedan
planificar su trayecto o desplazamiento evitando así distracciones al conducir.
Contar con vehículos de empresa que dispongan de dispositivos de alarma acústicos,
o bien dar ayudas económicas a trabajador para ello. Ej.: avisador de desvío de la
trayectoria, salida del carril, etc.
Prohibir de forma expresa el consumo de alcohol / drogas en el centro de trabajo y
durante la jornada laboral.
Tratar de reducir las horas al volante, y evitar si es posible el uso del coche en su
actividad laboral. Para ello, la planificación de los viajes, debe establecerse
manteniendo los horarios habituales de descanso, comidas y tomas de medicación, y
evitando la conducción nocturna.
Mantener un seguimiento periódico de las condiciones laborales del trabajador con
algún tipo de enfermedad o alteración física, para que sean siempre las más
adecuadas y mejor adaptadas a los requisitos específicos que cada tipo de
enfermedad impone, por sus peculiaridades, en la vida profesional del trabajador.
Proporcionar una vigilancia de la salud adecuada a los riesgos de los trabajadores.
Realizar la evaluación y adoptar las medidas preventivas adecuadas para favorecer la
salud mental de los trabajadores.
Sensibilizar a los trabajadores sobre la incidencia que ciertos fármacos pueden tener
en la conducción para que puedan actuar consecuentemente.
Formación teórica y práctica sobre conducción aplicada a las características de los
desplazamientos realizados.

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Capítulo 10: Seguridad vial

Medidas preventivas para la vía y el entorno:

Planificar el viaje. Consultar el estado de las carreteras y las condiciones climatológicas.


Priorizar el uso de autopistas frente a carreteras de doble dirección.
Mejorar la infraestructura vial de los alrededores de la empresa.
Facilitar los accesos a la empresa.
Gestión adecuada de las plazas de aparcamiento en las instalaciones de la empresa.
Mejorar la iluminación artificial.
Mejorar la organización de la circulación interna en las instalaciones de la empresa.
Analizar las infraestructuras del polígono y trabajar en su mejora con las entidades
públicas que corresponda.

Medidas preventivas para el vehículo:

Elaborar instrucciones de uso de los vehículos de empresa para que los trabajadores
sean capaces de utilizar correctamente todos los dispositivos de seguridad y se
puedan evitar distracciones al intentar identificar el funcionamiento de alguna de las
funcionalidades del vehículo.
Adquirir vehículos acordes al tipo de desplazamientos que se realicen, de manera
que cuenten dispositivos de seguridad adecuados.
Disponer de cabinas con amplias superficies vidriadas, potentes limpiaparabrisas y
amplios retrovisores.
Tener en cuenta criterios de seguridad ergonómica a la hora de adquirir los vehículos.
El mantenimiento de los vehículos de la empresa debe ser correcto y planificado. Es
conveniente que implique a todo el personal.
Nombrar un responsable del control y seguimiento del plan de mantenimiento de
los vehículos utilizados, comunicándole al mismo cualquier incidencia o anomalía
detectada en los vehículos por los usuarios, para su corrección o reparación.
Fomentar entre los trabajadores la vigilancia y el mantenimiento de sus
vehículos personales en buen estado. Esto se puede obtener mediante medidas
eficaces de sensibilización y concienciación de los trabajadores respecto al
mantenimiento del vehículo:
o La verificación del estado del vehículo favorecida por la empresa, flexibilizando
los horarios para que puedan acudir a hacer la ITV o las revisiones al taller.
o Establecer en la empresa campañas de control de iluminación, neumáticos, frenos y
otros componentes esenciales en el buen funcionamiento del vehículo,
programándolas en momentos precisos del año, por ejemplo el inicio del invierno.

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Capítulo 10: Seguridad vial

Gestión del parque móvil de la empresa:


o A la hora de adquirir un vehículo, hay que tener en cuenta criterios de seguridad: se
priorizarán aquellos que tengan elementos de seguridad activa, sobre los pasivos.
o Dotar a los vehículos de dispositivos de seguridad (triángulos, cadenas, chaleco
reflectante).
o Establecer procedimientos de elección y asignación de vehículos: se trata de elegir
el vehículo más adecuado según el uso que se le vaya a dar.
o Establecer un programa de mantenimiento de la flota de vehículos de la empresa.
Establecer responsables.
o No sobrepasar la capacidad nominal de la carga indicada para cada vehículo.
Diferenciar las zonas de pasajeros y carga.
o Especificar al conductor cuáles son las características técnicas del vehículo.
o Definir instrucciones para la comunicación en los desplazamientos.
o Fomentar entre los trabajadores el mantenimiento del orden y la limpieza en los
vehículos: disponer cada cosa en su sitio impedirá distracciones e imprevistos al
conductor cuando viaje.

Medidas preventivas para la organización de los desplazamientos:

Gestión de la Seguridad Vial en los Trayectos Domicilio – Trabajo


o Sustituir el transporte individual por el público o colectivo:
 Incentivos con el pago o con descuentos para utilizar transporte público.
 Búsqueda de acuerdos con las autoridades para la mejora de las infraestructuras.
 Campañas de información sobre rutas, horarios, etc.
 Conjugar los horarios de entrada y salida con los del transporte público.
o Disponer de autocares de empresa.
o Fomentar métodos alternativos de transporte: caminar, bicicleta.
o Escalonar las entradas y salidas para evitar horas punta.
o Flexibilizar los horarios de entrada y salida para evitar premuras de tiempo.
o Dotar de comedor de empresa para reducir el nº de desplazamientos.
o Fomentar el sistema de vehículos compartidos:
 Ofrecer información para conseguir compañeros de viaje.
 Reservar plazas de aparcamiento para quienes opten por esta modalidad.
 Adaptar los turnos de trabajo y horarios a quienes pueden ir juntos.
Gestión de la Seguridad Vial dentro de la jornada laboral
o Promover la eliminación de los viajes que no sean imprescindibles.
o Organización y planificación de rutas y horarios de forma participativa.

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Capítulo 10: Seguridad vial

o Conceder tiempo suficiente para finalizar los viajes de forma segura.


o Elaborar mapas de puntos conflictivos.
o Recopilar y mantener al día la normativa de circulación.
o Facilitar viajes por las carreteras más seguras.
o Sensibilizar, formar e informar a los trabajadores.

Otras medidas preventivas:

Incluir la Seguridad vial en el Plan de Acogida y Adiestramiento.


Diseñar un procedimiento de actuación ante accidentes viales laborales.
Investigación los accidentes in itinere e in mision.

D. Planificar la ejecución de medidas preventivas

Las medidas preventivas que se deriven del plan de seguridad vial tendrán que ser
planificadas de acuerdo a la valoración del riesgo y a las posibilidades de la empresa.

Es recomendable establecer plazos concretos y responsables con nombre y apellidos, de


manera que las personas encargadas de cada medida preventiva se involucren en su
ejecución. De esta forma, en caso de que alguna medida no se haya llevado a cabo, la
persona responsable deberá dar la correspondiente justificación. Resulta interesante
que las personas responsables de ejecutar las medidas preventivas sean aquellas que se
vean afectadas por el riesgo, ya que el hecho de tener que participar en la corrección del
riesgo supondrá en sí misma una medida preventiva de sensibilización.

El plan de medidas preventivas del plan de seguridad vial puede enlazarse con la
obtención de la Carta Europea de la Seguridad Vial de la que hablaremos más adelante.

10.4. La investigación de accidentes in itinere e in mision

El artículo 16.2 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales indica que “cuando se haya
producido un daño para la salud de los trabajadores el empresario deberá llevar a cabo
una investigación al respecto, a fin de detectar las causas de estos hechos”.

Este precepto da forma al deber de realizar la investigación de los accidentes laborales


con el objetivo de conocer qué ha fallado y qué medidas preventivas son las que se

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Capítulo 10: Seguridad vial

tienen que implantar para evitarlo. Es recomendable ampliar esta investigación a los
incidentes o a los llamados accidentes blancos, en los que no existe daño sobre la salud
del trabajador. Lo que hoy ha sido un incidente puede ser mañana un accidente con
lesiones, lo que podría impedirse si se investigan las causas y se aplican las
correspondientes medidas correctoras.

El hecho de que la investigación de las causas que generan este tipo de accidentes nos
lleve a detectar factores de riesgo sobre los que no podemos incidir (la forma de circular
del resto de vehículos, la vía, las condiciones climatológicas, etc.) no puede ser una
excusa para evitar la investigación el accidente:

En primer lugar porque lo más habitual en estos casos es que concurran varios
motivos, por lo que es importante analizarlos todos para trabajar sobre aquellos que
se pueden mejorar. A modo de ejemplo, ante un accidente de coche por pérdida de
control del vehículo podemos encontrar varias causas: lluvia o hielo, estado de las
ruedas, exceso de velocidad, etc. No podremos influir sobre la lluvia, pero sí llevar
un buen mantenimiento del vehículo que garantice un buen estado de las ruedas.
En segundo lugar, porque pueden aplicarse medidas para intentar neutralizar
determinados factores que consideramos externos, siguiendo el ejemplo, podríamos
adiestrar a los trabajadores para adaptar su conducción a situaciones climatológicas
extremas.

Para la investigación de los accidentes e incidentes in itinere e in mision será de vital


importancia la colaboración de los trabajadores. Lo normal es que estos
acontezcan fuera del lugar de trabajo, por lo que, a menos que haya baja laboral, podría
no ser notificado y por tanto no investigado. Es por ello, que debemos implicar a los
trabajadores en la propia investigación, o establecer un canal de comunicación que
facilite la notificación de estas situaciones para que sean investigadas.

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Capítulo 10: Seguridad vial

10.5. La Carta Europea de la seguridad vial

Tal y como se indica en su página Web: “la Carta Europea de la seguridad vial es una
plataforma participativa europea integrada por empresas, asociaciones, centros de
investigación y autoridades públicas que se han comprometido a llevar a cabo acciones
concretas y a compartir sus buenas prácticas para resolver los problemas de seguridad
vial de sus entornos cotidianos. El objetivo de esta Carta es ayudar a reducir el número de
víctimas mortales. La Carta ya cuenta con más de 2.000 signatarios”.

Aunque el punto de partida de esta iniciativa no es el ámbito laboral resulta totalmente


aplicable al entorno del trabajo. Su firma permite a la empresa adquirir un compromiso
con la seguridad vial y con el desarrollo y la implantación de medidas preventivas para
evitar los accidentes de tráfico que tendrán repercusiones directas sobre sus
trabajadores y sobre la población europea de forma más global.

La empresa que se adscribe a la Carta Europea firma voluntariamente al compromiso


de ejecutar al menos uno de los principios siguientes:

1. Adoptar las medidas que entren dentro de sus competencias para contribuir al logro
del citado objetivo de reducción de la mortalidad en carretera.

2. Incluir las medidas de seguridad vial y la evaluación de los resultados en este ámbito
entre sus objetivos prioritarios y sus propios criterios decisorios principales en el
marco de sus actividades de investigación, de su organización y de sus inversiones,
así como en el marco más general de la organización de sus actividades profesionales
para así elaborar un auténtico plan de seguridad vial.

3. Compartir con los organismos competentes en materia de seguridad vial


información de carácter técnico y estadístico que facilite una mayor comprensión de
las causas de los accidentes, de las lesiones por ellos ocasionadas y de la eficacia de
las medidas preventivas y paliativas.

4. Contribuir a la prevención de accidentes de circulación mediante medidas de calidad


elevada en uno o varios de los siguientes ámbitos:
o Formación e información iniciales y continuas de los conductores.
o Equipamiento y ergonomía de los vehículos automóviles.

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Capítulo 10: Seguridad vial

o Remodelación de las infraestructuras a fin de reducir al mínimo los riesgos de


accidente su gravedad y fomentar una conducción.

5. Perfeccionar y aplicar tecnologías que contribuyan a reducir las consecuencias de los


accidentes de tráfico.

6. Contribuir a desarrollar medios que hagan posible un control uniforme, continuo y


adecuado de la observancia de las normas de circulación por las personas que actúen
en su nombre o bajo su administración y sancionar de forma uniforme, rápida y
proporcionada a los posibles infractores.

7. Crear un marco que favorezca la introducción de actividades educativas


permanentes y la rehabilitación de los conductores de riesgo.

8. Procurar contribuir en la medida de lo posible a un mayor conocimiento de las


causas, circunstancias y consecuencias de los accidentes a fin de extraer las
enseñanzas pertinentes y evitar de este modo su repetición.

9. Velar por que se preste asistencia médica, psicológica y jurídica eficaz y de calidad a
las posibles víctimas de accidentes de tráfico.

10. Aceptar una revisión interpares posterior, de acuerdo con las normas de
confidencialidad adecuadas, de las medidas que se hayan adoptado para
incrementar la seguridad vial y, en caso necesario, extraer las enseñanzas que se
impongan para revisar las medidas.

La empresa concretará el tipo de actuaciones que va a llevar a cabo estableciendo un


plan de acción a tres años acorde a sus características y posibilidades. Este plan deberá
de ser concreto, ir dirigido a la reducción de los accidente viales e ir más allá de lo
establecido legalmente.

La empresa participante recibe un sello distintivo que puede colocar en todos sus
materiales gráficos o digitales y que le diferencia como entidad comprometida.

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