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Una historia de vida y una guía para vivir mejor

2015

E
n ¡Mierda! Tengo cáncer, ¿qué hago? Roberto Ibáñez Atkinson relata su travesía
por el cáncer, desde que le diagnosticaron un melanoma en 2011 a los 27 años hasta la

Roberto Ibáñez Atkinson


actualidad. Junto a él, más de 90 personas –doctores, pacientes y familiares de enfermos–
comparten sus tips para sobrellevar la enfermedad. “Escribí el libro que a mí me hubiera
gustado leer cuando supe que tenía cáncer. No sabía por dónde empezar y esta es una buena Roberto Ibáñez Atkinson

¡mierda!
manera de hacerlo”, dice el autor.
Pensado como una carta de navegación, Ibáñez Atkinson despliega el radical cambio de
alimentación que introdujo en su vida, desmenuza el melanoma, responde las 100 preguntas
más frecuentes sobre el cáncer con apoyo de especialistas chilenos y orienta a los pacientes

Tengo cáncer,
acerca de cómo pararse ante los doctores.
En este feroz viaje el autor descubrió tantas cosas de sí mismo y de los demás que hoy
agradece la experiencia de crecimiento que trajo el cáncer a su vida. Por eso, este no es un
libro solo para pacientes de cáncer. Es un relato para asumir un cambio de vida antes de R oberto Ibáñez Atkinson (32) es in-
geniero comercial de la Universidad
Adolfo Ibáñez. Es fanático del kite surf, la
que nos veamos obligados a hacerlo.
bicicleta, el surf y sus perros. A los 21 años,

¿qué hago?
“Este libro es el testimonial del cáncer en Chile. Es una guía de vida, no de muerte”.
junto a su socio José Masihy fundó Touch,

¡mierda! Tengo cáncer, ¿qué hago?


Amaro Gómez-Pablos, periodista
una empresa de marketing integrada hoy
“Lo importante es dejar de preguntarse '¿Por qué?' y comenzar a preguntarnos '¿Para qué?'. por un equipo de 50 personas y que emplea
De ese modo, es probable que encontremos una o más respuestas. Les aseguro que muchas de
a más de mil estudiantes universitarios los
ellas están en este libro”. Gonzalo Muñoz, empresario B​
fines de semana en todo Chile.
Participa en varios directorios, entre
ellos el de la Fundación Ibáñez Atkinson,
de su familia, y el de Celebraciones con
sentido, una organización sin fines de lucro
que invita a personas y a empresas a dar
un sentido social a sus celebraciones para
ayudar a financiar necesidades concretas
Lee otros tips, comparte de fundaciones y proyectos sociales.
los tuyos o compra este libro en Tras su diagnóstico de melanoma en
www.mierdatengocancer.cl 2011, Roberto empezó a escribir ¡Mierda!
Tengo cáncer, ¿qué hago? para compartir su
experiencia de sanación y para que otras
personas vinculadas al cáncer dieran su
Patrocinado por: testimonio y sus tips.
venir y
re
+
Lee otros tips, comparte
los tuyos o compra este libro en

C ó mo p

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550
www.mierdatengocancer.cl

nar
tips
&
Capítulo de
alimentación
saludable
Una historia de vida y una guía para vivir mejor

Roberto Ibáñez Atkinson

¡mierda!
tengo cáncer,
¿qué hago?

[2] [3]
Índice
Agradecimientos 6
Prólogo 8
Mi historia: 16

Quién soy 20
El bombazo 34

Sin corbata 56
Tour clínico por Estados Unidos 68
Concepto y dirección general Roberto Ibáñez | Carolina Díaz Voy a vivir en el 80% 86
Textos Roberto Ibáñez | Carolina Díaz | Hernán Díaz | Lyuba Yez Modo Cáncer en ON 116

Entrevistas Roberto Ibáñez | Carolina Díaz | Magdalena Donoso | Greta di Girolamo | Javiera Pérez |
La mancha en el pulmón 134
Macarena Rojas | Kristina Cordero | Sofía del Sante Modo Cáncer en OFF 144
Diseño Claudia Caviedes El concepto de la torre
(una nueva mirada a la vida) 150
Fotografía Jon Jacobsen | Rodrigo Basaure | Álbum Roberto Ibáñez Atkinson

Corrección Moisés Venegas Qué (cresta) es un melanoma 154


Impresión Quad Graphics Eres lo que comes 170
(¡no te pierdas este capítulo!)
foto contraportada María Paz Calvo

¡Mierda! Tengo cáncer, ¿qué hago? Pacientes al poder 192


© Roberto Ibáñez Atkinson 2015
Registro de propiedad intelectual Nº 100 preguntas frecuentes sobre el cáncer
ISBN: 978-956-362-148-8 (respondidas de la manera más simple posible,
a prueba de...) 206
Derechos reservados.
Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, almacenada o transmitida en cualquier forma o Testimonios de más de 90 personas
medio: electrónico, mecánico, óptico o químico, incluidas las fotocopias, sin previa autorización expresa y
y más de 550 tips + los tips del autor 228
escrita del autor.

Epílogo | Palabras finales 450

Revisa la plataforma mierdatengocancer.cl y compártela en tus redes sociales. Índice por palabras clave 446

[4] [5]
Agradecimientos A María Teresa Sanfuentes, mi sicóloga, por ayudarme a entender mi proceso y el
A mi mamá, quien siempre ha sido mi gran pilar emocional y lo fue muy especialmente crecimiento que implica una experiencia como esta.
en este proceso.
A cada uno de los entrevistados y sus familias. Sin ellos este libro no existiría.
A mi papá, quien entregó todo de sí, puso todo su cariño y su esfuerzo e hizo todo lo que
estaba a su alcance por ayudar a sanarme. A Stu Gibson (stugibson.net), por la foto de portada.

A mis hermanos Tomás, Sebastián y Antonia, por su comprensión, compañerismo, A los doctores Gustavo Vial, Luis Fernando Coz, José Miguel Campero y
entrega constante, generosidad y capacidad de entenderme en este proceso. Benjamín Paz, por estar siempre dispuestos y atentos desde mi diagnóstico hasta hoy.

A Pepe, mi socio, partner y amigo de la vida, simplemente por estar ahí SIEMPRE. Tremendo. A la doctora Mercedes López, por ayudarme a responder las preguntas técnicas
que más me costaron entender.
A toda la familia Ibáñez in extenso, por su apoyo y cariño incondicional en todo este
proceso. A Francis Palisson, mi amigo y también mi dermatólogo.

A María Paz Calvo –la Pazita–, por entenderme, por acompañarme y por estar conmigo A Iván Mimica, por ser un guía, un consejero y un buen amigo.
en esta nueva etapa.
A Mark Mincolla, porque me enseñó a comer de forma sana.
A Nena grande, Nena chica, Myriam y Kena, por aguantarme y cocinar durante tres
años la dieta especial requerida para mi sanación. Al kinesiólogo Pato Blashke y a la terapeuta Patricia Eing, dos muy buenos
amigos. Pato me ayudó a conseguir un buen tratamiento después de mi primera
A mis cuñadas y cuñado: Carolina Jara, Carolina Lavín y Carlos Capurro, por operación y Patricia me ayudó con una estrategia de sanación de mi cuerpo.
acompañar a mi familia y a mí en todo el proceso.
Al doctor Mario Sandoval y a todo el equipo de 110 Sport & Health Center, por
A Isabel Valdés, por estar siempre presente, por ayudarme en todo tipo de trámites y ayudarme en la recuperación integral de mi cuerpo en los últimos tres años.
¡por ser una gran oreja!
A Flavio Salazar y Diego Reyes, de canceronline.cl, por ayudarme en el capítulo de
A Máximo, por su humor constante y por manejar mi auto en esos momentos en que mi preguntas frecuentes sobre el cáncer.
cuerpo no se la podía.
A Andrea Chicurel, de Nutrición Inteligente, por su aporte en mi pauta de alimentación.
A Juan Carlos Guatonpali, jardinero y amigo de toda la vida, por recibirme siempre con
una gran sonrisa y un gran abrazo y por incentivarme a pelear como Martín. Al doctor Jacoub, iriólogo, quien me recibió en su consulta de Viña del Mar pese a no
tener mucho tiempo para atender pacientes nuevos.
A Andrés, Francisco, Fabián y Juan, por mucho más que simplemente cuidarnos
en las noches: por estar siempre interesados en lo que me sucede y por ser A todo el equipo de Touch, Taringa, Celebraciones con Sentido, Marsol y Stars,
muy buenos amigos. quienes, sin dudarlo, siempre me han entregado su completo apoyo.

A Rosa Madera, quien desde la amistad y en representación de la Fundación Ibáñez A todos mis amigos y amigas, quienes han seguido mi recuperación paso a paso,
Atkinson me entregó todo su apoyo. ponen me gusta en mis buenas noticias y siempre tienen gestos cariñosos conmigo.

A Mario Valdivia, amigo y buen partner en toda la primera etapa de mi enfermedad. A Loreto Fuentes y Gonzalo Tagle, por su disposición, energía y generosidad al
compartir conmigo sus recuerdos de Loreto Agurto, la Lolo.
A Carolina Díaz y al equipo de Memoria Creativa, por ayudarme a escribir este libro.
A todos quienes se dieron el trabajo de pensar en los mejores tips para compartir con
A Marta Castillo y la agencia Simplicity, por la ayuda para la campaña otras personas, quienes sin conocerme confiaron en este proyecto a ojos cerrados.
comunicacional pre y post lanzamiento del libro.
A todas las personas que aportaron para este libro, de una u otra forma. De todas
estoy sinceramente agradecido y reconozco que sin ellas nada hubiera sido posible.

[6] [7]
prólogo

Prólogo

M
Me hubiese encantado publicar este libro inmediatamente des-
pués de enfermarme. Hace un poco más de tres años fui diagnos-
ticado con un cáncer mortal, un melanoma maligno. Muy pronto
recibí un montón de ayuda que, estoy seguro, muchos no reciben, y
Pero el tiempo es sabio y a medida que vas entendiendo qué te da rabia, entiendes
quise entonces compartirla. Un libro parecía ser la mejor idea. Me también sus efectos positivos y negativos. Y cuando te das cuenta de que hay ciertas co-
considero un emprendedor por naturaleza y, como en ese momento sas en la vida cuyo desenlace no está al alcance de tus manos, vuelves a avanzar, pero esta
vez más rápido. Con menos preocupaciones. Entonces viene el entendimiento. Te cae la
el sentido de inmediatez preponderaba en mi vida, no estaba dis- teja. Eso significa que la rabia ha evolucionado y se ha convertido en una fuerza positiva.
puesto a esperar demasiado para verlo publicado.
Hace aproximadamente dos años leí hacia atrás todo lo que había escrito y supe que
Afortunadamente, escribir un libro toma tiempo, porque la primera versión es- no quería dejar un legado cargado de aquellos sentimientos. Mi andar había cambiado
taba cargada de rabia hacia a mi persona y gente cercana. Hoy, sin embargo, lo en- y simplemente ya no me identificaba con aquello que hacía tan poco tiempo parecía ser
tiendo: ¿cómo no iba a sentir rabia si tenía 27 años y de un día para otro me diagnos- tan real. Me di cuenta de que quería escribir un libro auspicioso, esperanzador y cola-
ticaron esta enfermedad? borativo. Entonces reescribí mi historia desde mi nuevo punto de vista, guiado por la
experiencia y el aprendizaje que la enfermedad me había traído, y con la tranquilidad
Junto con la rabia, que es necesaria, natural y te ayuda a sobrevivir, sentí mucha in- de que las cosas habían vuelto a su curso. Además, los exámenes médicos indicaban que
certidumbre. Algunas veces, el solo hecho de no saber qué va a pasar ni cómo se van a so- los cambios que había hecho en mi vida estaban repercutiendo positivamente en mi sa-
lucionar las cosas, te inmoviliza y simplemente no puedes avanzar. Es parte del proceso. lud. Ahora estoy sano (aunque con esta enfermedad nunca lo tienes realmente claro).

[8] [9]
prólogo prólogo

Obviamente, el cáncer está relacionado con la muerte, pero cuando logras ver más En junio de 2011, un mes después de que me extirparan el melanoma mediante
allá de eso y te centras en los cambios positivos que trae a tu vida, terminas valoran- cirugía, hubo también una chispa que encendió en mí esta necesidad de traspasar co-
do esta nueva etapa: yo cambié mi mirada sobre la gente a mi alrededor, mi forma de nocimiento y ayudar a otros. Mi mamá quería que conociera a una mujer que tres años
actuar, mi percepción del mundo. Antepuse a todo un prisma positivo. Un cambio así, antes había tenido un melanoma con metástasis, parecido al mío, y ya se encontraba
aunque haya venido del cáncer, me hace sentir muy agradecido. El libro muestra mi en perfectas condiciones de salud. En ese momento yo no quería saber nada de otros
vida tal cual es. No quise esconder nada. Por eso menciono los viajes a Estados Unidos pacientes, ni menos de sus vivencias o enseñanzas. Mi mamá ya me había llevado a ver
que hice en busca de nuevas opciones médicas y de los tratamientos que seguí. Sé que a varios curanderos o chamanes, incluso a una mujer que vivía con 20 gatos dentro de
soy muy afortunado y por eso comparto en mi relato todo lo que escuché y aprendí, con su casa. Quién iba a saber en ese momento que yo terminaría justamente escribiendo
la esperanza de que quizás oriente a quienes no tienen estas posibilidades. un libro lleno de vivencias, testimonios y enseñanzas de otros...

Me he demorado cuatro años en sacar adelante este enorme proyecto y estoy feliz A mediados de julio de 2011, noté que una glándula de mi pecho derecho ha-
de que haya sido así. Por fin el libro está disponible, después de haber anunciado mu- bía crecido anormalmente. ¡Me estaba saliendo una pechuga! Fui a ver a mi on-
chas veces en vano su publicación. Agradezco la paciencia de quienes me escucharon cólogo y me explicó que había un 99% de probabilidades de que ese crecimiento
hablar incesantemente de él y me apoyaron con entusiasmo. anormal de la mama se debiera a que el líquido linfático producido por mi brazo
después de la extracción de los ganglios estaba buscando nuevas vías de drenaje.
Quiero agradecer también aquí a toda la gente que participó, dio entrevistas, Aun así, para aclarar ese 1%, me mandó a hacerme una mamografía. ¡Una mamo-
aportó sus recuerdos, sus perspectivas, sus experiencias y sus valiosos tips. Estoy grafía! Jajaja... Yo no podía creerlo. ¿Hasta dónde llegaría esto del cáncer? Ahora
seguro de que saben que este libro llena un vacío y que hubiesen querido contar tenía que ir a poner mi pecho en una máquina que aplasta las pechugas para ver
con un documento así cuando recién comenzaron a vivir su proceso. Por eso lo si tenía un tumor metastásico en aquella zona.
armé como una especie de guía de viaje: para que quien lo necesite encuentre en
estas páginas sugerencias que le hagan sentido, lo ayuden a responder una duda o No fui inmediatamente. Me daba lata y las palabras del doctor me habían dejado
a tomar una decisión y lo empoderen frente a una enfermedad cuya sola mención tranquilo. Me haría la mamografía, pero cuando tuviese el tiempo y las ganas. La ver-
provoca miedo e incertidumbre. Espero haberlo logrado. dad es que después de tantos procedimientos, operaciones y estadías en la clínica no
estaba para hacerme ni un examen más. Igual dejé la orden médica a la vista en el po-
Sé que normalmente los cambios se producen ante situaciones críticas, y quizás es savasos del auto, como un implacable recordatorio. Dos semanas más tarde mi “pechu-
mucho pedir, pero mi segunda gran aspiración es que lectores que no tengan ninguna ga” seguía del mismo porte. Como la clínica quedaba a medio camino entre mi casa y
relación con el cáncer quieran vivir el mismo proceso de entendimiento que yo hice, la oficina, un día decidí entrar y pedir una hora. Para mi sorpresa, alguien había recién
sin necesidad de ser diagnosticados. También espero haberlo logrado. cancelado una cita y me agendaron para 20 minutos después. Sentí cierta vergüenza
–era el único hombre sentado en aquella sala de espera–, pero se me pasó rápidamente.
No soy escritor, no soy periodista y hacer este libro ha sido una locura. He tenido Me fijé en las caras de cada una de las mujeres que estaba esperando para hacerse una
ayuda, claro, desde que me dio cáncer estoy totalmente abierto a recibir ayuda de todas mamografía, concentradas en las noticias que podrían recibir. No creo que ninguna
partes, y he contado con la incansable participación de mi familia. El tiempo me ha notara mi presencia. Para matar el tiempo, aproveché de leer algunos folletos sobre el
permitido decantar mis sentimientos y aterrizar mejor mis opiniones, pero en más de cáncer de mama y su temprana detección.
alguna ocasión encontrarán vehemencia y rebeldía. Son parte de mí. Procuré no herir
a nadie, pues nadie se lo merece, pero sí doy mi opinión respecto a varios de los siste-
mas, fases y modus operandi que me tocó vivir.

[ 10 ] [ 11 ]
prólogo prólogo

Cuando pasé a la sala de exámenes, una enfermera me solicitó que me quitara la ropa de la cintura Me contó rápidamente su experiencia y me dijo que estaba al tanto de mi caso. Mientras me ha-
para arriba y me pusiera una de esas batas que apenas te tapan. Entonces vi la máquina que detecta blaba me miraba con una sonrisa que transmitía puro cariño y amor.
los tumores en las mamas, que más bien parecía una sanguchera gigante. Me practicaron el procedi-
miento con un par de complicaciones. No es fácil ubicar la pechuga de un hombre en estas máquinas, Por primera vez sonreí y me dije: “Aquí hay alguien que ha pasado por lo mismo que yo y se ve feliz”.
porque no hay gran masa que colocar. Cuando le pregunté a la enfermera si veía algo raro, me miró con Acordamos juntarnos esa misma semana a almorzar y unos días después, el 5 de agosto, nos vimos en un
una sonrisa y me dijo que no, pero que debía esperar el análisis del radiólogo. restorán peruano que estaba cerca de mi oficina.

En fin, volví a la sala de espera y cuando me dirigía hacia la salida una mujer de unos treinta Entre el cebiche y el pisco sour, le pedí que me dijera, desde su punto vista, cuál era la mayor en-
y tantos años, morena, guapa y alegre me detuvo y me dijo: “Oye, tú eres Roberto Ibáñez, ¿no?”. señanza que le había dejado el cáncer, cuál había sido el cambio más radical que había tenido. Sin
“Sí, soy yo”, le respondí, todavía incrédulo de que alguien me hubiera reconocido a la salida de mi pensarlo dos veces, como si me lo expresara con el corazón y no con su voz, me dijo: “Roberto, gracias
mamografía. Ella siguió hablando: “Soy la Loreto Agurto, la amiga de tu mamá a la que no querías al cáncer mi marido y yo entendimos lo esencial que es vivir el día a día y ser feliz junto a quien te
conocer. Sorry que te pare así, pero te vi en la foto de una revista la semana pasada y te reconocí. acompaña. Me di cuenta de que la vida es un regalo y hay que tomarla así. Por eso me despierto cada
No pude dejar de saludarte”. Yo la miré y pensé en las mínimas probabilidades que existían de mañana y trato de hacer lo que quiero, no lo que debo. Y, sobre todo, aprendí a dejar los egos y mentiras
llegar a conocer a una persona en esas condiciones y en ese lugar. No me quedó más remedio que de lado. El ego mata las relaciones, muy especialmente las de pareja. No voy a ceder hasta que él ceda;
aceptar que algo mágico estaba pasando y me di el espacio para conversar con ella. él tuvo la culpa, me voy a hacer la enojada; no voy a decirle lo que siento... Todas las peleas por tonteras
parten del ego y las mentiras. Cuando lo dejas de lado, las peleas desaparecen y solo te preocupas de
las cosas que en verdad importan, y esas se hablan y se analizan en conjunto. El resto del tiempo te
dedicas a disfrutar”.
Loreto Agurto, la
mujer que inspiró La escuchaba con atención, seducido por el magnetismo de sus palabras. No podía creer que
este libro tras un fuese tan simple. Pero, al mismo tiempo, yo sabía por experiencia propia que era algo dificilísi-
encuentro fortuito.
mo de practicar. Cuántas veces había actuado desde el ego en mis relaciones, y no solo con mis
pololas. Con mis hermanos, mis papás, mis amigos, mis compañeros de trabajo... Lo había hecho
miles de veces y lo seguía haciendo. El ego y las mentiras son una gran herramienta para prote-
gerse, para armar un escudo, para no exponerse y, por ende, no salir herido. Mostrarse de manera
honesta tal como uno es, expresando los sentimientos y las emociones, te puede jugar una mala
Álbum familiar Gonzalo Tagle

pasada y hasta herir si la persona frente a ti no piensa de la misma manera.

Le dije exactamente eso a la Loreto: “Oye, pero así es muy fácil salir herido”. Ella me respondió con
su simplicidad luminosa: “Es verdad, pero te vas a dar cuenta de quién está a tu lado y si vale la pena o
no. Así vas a encontrar a tus verdaderos amigos, a tu verdadera partner, y tus relaciones de familia se
van a simplificar. Lo vas a pasar mal un rato, pero en el largo plazo –acuérdate de mí– te vas a sentir
una mejor persona y vas a ser mucho más feliz”.

El almuerzo siguió, conversamos de otras cosas, nos reímos, me transmitió buenas vibras y nos
despedimos. Me quedé pensando en sus palabras y en la forma en que yo había enfrentado la mayoría

[ 12 ] [ 13 ]
prólogo prólogo

A
de las relaciones en mi vida. Pensé mucho. Entendí que yo también debía realizar un ntes de terminar esta presentación, quiero pedirles humildemente a los
cambio radical. Si enfrentaba las cosas de la manera en que la Loreto me estaba mos- lectores que, por favor, lean completa la sección Mi historia y todos sus ca-
trando, estaría, por primera vez en mi vida, siendo YO de verdad y no la persona que pítulos antes de formarse una opinión respecto de algo o de alguien. Esto
uno muchas veces finge o quiere ser, para protegerse. ha sido todo un proceso tanto para mí como para todos los que me rodean.
En el libro no solo se explican mis cambios personales de los últimos cuatro años, sino
Un par de días después escribí un texto a propósito de todo esto y tuve ganas de también de quienes son cercanos a mí. Todos hemos cambiado –yo el primero– y este li-
compartirlo. Lo mandé a un par de diarios y revistas para que lo publicaran, pero les bro se trata también de hacer cambios en nuestra vida para prevenir. Esa es la principal
pareció muy sentimental. Básicamente, no me pescaron. Ahí mi espíritu emprendedor arma de defensa contra el cáncer. Por eso escribí un capítulo completo dedicado a la ali-
tomó las riendas y dije: “Si no me pescan, lo voy a hacer por mis propios medios”. Y así mentación y a su impacto directo en la salud y el bienestar del cuerpo. Y por eso también
nació este proyecto, con el primer gran tip que me dio la Loreto. una de mis metas es crear conciencia en todos nosotros de la importancia de la protec-
ción solar con barreras físicas reales. Existen medidas muy simples, pero de amplio al-
Hoy sé que este libro es un legado que comenzó como un encuentro mágico en el cance, como enseñar a los niños desde el jardín infantil a usar gorros en los recreos para
centro radiológico de una clínica. Es la evidencia pura de la existencia del amor y de protegerse del sol en las horas de mayor radiación, o tener un gran dispensador de blo-
la entrega que un sobreviviente comparte con otro que aún está en la necesidad. La queador solar al alcance de los escolares en las horas de Educación Física. Recuerdo que
Loreto ya no está aquí, pero su espíritu nos acompaña. Le agradezco enormemente cuando empecé a escribir este libro me imaginé que deberían existir gigantografías en las
haberme mostrado la simpleza de la vida. Espero vivir ese legado al pie de la letra. calles de Santiago y de regiones con retratos de deportistas destacados diciendo “Yo me
protejo del sol”. Son cosas que llamaron mi atención en un viaje a Australia y me imagino
que muchas de ellas se pueden replicar en Chile con el fin de tener una población segura
y protegida. Me imagino que cosas así se pueden normar. Mi propuesta es que podamos
entre todos hacer esto realidad.

Otro de los propósitos de este libro es colaborar. Por eso mismo hay más de 90 personas
que comparten su historia y sus tips en este libro. A quienes les hubiese encantado estar
Loreto, este libro se ha escrito en tu memoria. Te prometo que pero no pudieron, los invito a compartir su historia en mierdatengocancer.cl

voy a hacer lo posible por vivir de la forma que tú me enseñaste


y que me la voy a jugar por transmitir tu mensaje de cambio.
¡Bienvenidos a esta historia!
Roberto.
Santiago, noviembre de 2015.

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