Objetivo: Considerar las repercusiones que pueda tener el adulto mayor post operatoria

de implante coclear.

Considerando las repercusiones en el adulto mayor generalmente son positivas. Al

padecer la hipoacusia a mayor edad, el beneficio alcanzado es mayor y al recibir el IC a
menor edad los avances son mayores.

Según un estudio de la revista Faso, publicada en el 2017, se realizó un estudio donde

fueron incluidos 20 pacientes adultos mayores (mayores a 60) con una edad promedio de
71,1 años, a los cuales se les realizó la colocación del implante coclear y quienes habían
tenido como mínimo 12 meses de seguimiento. Los pacientes fueron tratados en el
Hospital Dr. César Milstein y en el Centro de Investigaciones Oto Audiológicas (CIOA)
entre enero de 2004 y agosto de 2014. El análisis realizado es retrospectivo-descriptivo
de casos.

Todos los pacientes fueron de 60 años o mayores al momento de ser operados, luego de
extensas evaluaciones médicas para determinar la correcta indicación y tolerancia de la
cirugía de implante coclear.

La recopilación de datos fue llevada a cabo mediante la revisión de historias clínicas y de

los protocolos quirúrgicos. La evaluación pre-operatoria consistió en la realización de
audiometría tonal, logoaudiometría, impedanciometría, reflejos estapediales, evaluación
con y sin otoamplífono propio y selección de audífonos Power o Super Power según el
caso de alta gamma o gamma media, estudio de imágenes (RNM, TC), evaluación clínica
(cardiológica, neurológica y cognitiva) y evaluación psicológica.

En forma post-operatoria se evaluaron a todos los pacientes en cabina sonoamortiguada

a campo libre por medio de audiometría tonal y de logoaudiometría, tomando los
promedios de tonos puros de las frecuencias 500, 1.000, 2.000 y 4.000 Hz. En
logoaudiometría a campo libre se utiliza el porcentaje de discriminación a 60 decibeles,
por ser la intensidad conversacional, evaluando con palabras fonéticamente balanceadas
bisilábicas del Dr. Tato y Col. La evaluación post-operatoria subjetiva de los pacientes se
realizó con el Glasgow Benefit Inventory (GBI), cuestionario retrospectivo para distintas
intervenciones otorrinolaringológicas, autoadministrado, que mide el beneficio que obtiene
un paciente en relación a su calidad de vida tras dicha intervención.

Como resultado se determinó que el porcentaje promedio de discriminación de palabras

es de 75,2% a 60 dB post implante

El implante coclear ofrece una mejoría en la salud y en la calidad de vida de los adultos
mayores, por lo que la edad no debe ser un factor determinante en la decisión de quién
debe implantarse y quién no. El uso del implante coclear ha brindado mejor desempeño
auditivo, y una mejor calidad de vida en todos los pacientes evaluados. Estos utilizan el
implante coclear a diario y refieren depender de él para desarrollar sus actividades
cotidianas. Se advierte que los pacientes refieren mayor seguridad en sí mismos luego de
poseer el implante, logrando realizar actividades que previamente al implante ya no
realizaban. La mayoría recomendaría el implante coclear y se sienten satisfechos de
tenerlo.

Conocer el impacto social y familiar de las personas con implante coclear.

El impacto de la hipoacusia puede ser significativo, con eventuales consecuencias

para el bienestar social, funcional y psicológico de la persona afectada. Esto está dado
debido a que no se comprende bien el proceso de la enfermedad, ni se tienen
herramientas para detener su progresión. En este sentido, se deberían considerar las
consecuencias de la hipoacusia en la calidad de vida de los afectados, así como evaluar
su estado y evolución. Esto se suma a la mayor presencia de ciertas condiciones en
personas con hipoacusia que por sí mismas afectan su calidad de vida, como depresión,
trastornos ansiosos y aislamiento social.

Esto se sustenta en que las dificultades en la comunicación afectan la interacción

con otras personas y este fundamental aspecto de las actividades de la vida diaria puede
generar un impacto negativo en la calidad de vida. Sólo un 39% de las personas que
padecen hipoacusia refieren tener una excelente calidad de vida global, comparado con el
68% de la población sin hipoacusia. Además, las personas con hipoacusia están menos
satisfechas con su vida como “un todo” que las personas sin hipoacusia.

Respecto a la calidad de vida después de la “implementación con audífonos o implante

coclear”, se ha determinado que los nuevos usuarios experimentan menos ansiedad y
depresión luego del uso de estos. También se ha demostrado menor nivel de depresión
en usuarios de audífonos al compararlos con la población geriátrica general.

Por otro lado, se ha mostrado mejoría en ciertos dominios de la calidad de vida en

usuarios de audífonos. Mc Ardle demostró que la implementación con audífonos mejoraba
los niveles globales y más aún niveles específicos audiológicos de calidad de vida en
personas con hipoacusia. También, se ha reportado disminución en las consecuencias
psicológicas, sociales y emocionales de la hipoacusia luego de la implementación con
audífonos.