Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estado de la entrega
Estado de la entrega No se ha enviado nada en esta tarea
Ministerio de Educación.
Presidencia de la Nación
Sin embargo, aún no ha podido sortear uno de sus obstáculos principales que
se vincula con la visión de una formación justificada en una relación
superficial respecto del valor educativo de la enseñanza dirigida a “los más
pequeños”. A ello se le suman estereotipos que marcan el perfil de los
docentes del nivel inicial que han favorecido procesos de infantilización de los
futuros educadores cargando de rituales que han empobrecido sus prácticas
cotidianas.
Es por ello que la formación debe contemplar este punto de partida para
comprender la magnitud del cambio que es necesario realizar.
La nueva legislación ubica por primera vez al nivel inicial como unidad
pedagógica, al mismo tiempo que avanza, en la universalización de la sala de
cuatro años y la consideración de la atención desde los cuarenta y cinco días
hasta los cinco años cumplidos. En esta dirección, se plantea un escenario
futuro de crecimiento y ampliación de la cobertura del nivel inicial a lo largo
de todo el país y, probablemente de la creación de futuros programas de
atención educativa que contemplen singularidades geográficas y culturales,
aún no resueltas que requieren ser abordadas de manera novedosa. Es por ello
que lo que se plantee en términos de formación de los futuros docentes debe
ser diseñado a partir no sólo de la oferta actual del nivel inicial a escala
nacional y de cada jurisdicción sino sobre todo de su futura expansión e
integración de más cantidad de niños, instituciones, modalidades
institucionales y programas, como también de otras propuestas educativas.
Hacia los años 70’, se advierte la necesidad de contar con un currículo para
los jardines de infantes que encuadre y respalde las acciones pedagógicas que
se estaban llevando a cabo en varios puntos del país. En aquellas primeras
prescripciones no incluyen en el nivel a los niños de 45 días a 3 años. Muchos
de los documentos curriculares generados en ese período, adoptaron una
perspectiva eminentemente conductista y tecnicista. La expresión
“preescolar” de alguna manera configuró la interpretación de que los niños
debían prepararse para la lecto-escritura durante su concurrencia a las salas
de 5 años. Así el aprestamiento se constituyó en el principal objetivo de la
enseñanza en el nivel. Una interpretación sesgada de los aportes de la teoría
genética acompañó este proceso.
En la década del 80’, la inclusión de los aportes de Constance Kamii dio lugar
al abordaje de actividades de conocimiento fisco, social y lógico-matemático.