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INTRODUCCION:

El suicidio podría definirse como un proceso mental que se inicia con la ideación en sus diferentes
expresiones (planificación del acto suicida, deseo de muerte, etc.), esos deseos se transforman en
intento suicida y finaliza con el suicidio consumado. La OMS (2006) define el suicidio como un
problema de salud pública que afecta el entorno social, afectivo y/o económico de familiares y de
amigos.

El suicidio es uno de los fenómenos más complejos de entender y por lo tanto difícil de enfrentar,
pues los obstáculos son muchos y las estrategias son pocas. El Perú no es ajeno a esta realidad, las
cifras van en aumento y en muchos casos se tratan de niños y adolescentes.

El niño al dejar la niñez y entrar a la adolescencia, comienzan a experimentar los cambios físicos y
psicológicos que les produce ansiedad y depresión, la necesidad de sentirse aceptado e integrado a
su grupo de pares hace que se exponga a diversos factores de riesgo y sea vulnerable a ser afectado
en su autonomía y autoaceptación, es aquí donde el papel de la familia llega a ser primordial para
brindarle el soporte que necesita, sin embargo, si en la familia las relaciones entre sus miembros son
inadecuadas, el adolescente puede a llegar a perder el sentido de la vida y comenzar a desarrollar
ideas suicidas para suprimir el dolor emocional que atraviesa en ese momento.

El suicidio de los adolescentes es un tema que suele callarse y evadirse pues impacta y cuestiona el
sistema familiar y social en que vivimos; sin embargo, es importante conocer y reflexionar en las
causas que llevan a un joven a su autodestrucción, así como saber cuál es el significado de este acto
y cómo puede prevenirse.

La vida familiar es el ambiente más importante de la historia del desarrollo de todo ser humano, en
ella se nace, se crece y se desarrolló. Es ahí donde se adquiere los principales patrones de conducta,
se establece las primeras relaciones sociales y vínculos afectivos; por ello, las relaciones
interpersonales entre los miembros de la familia juegan un papel predominante, ya que ayuda a
determinar actitudes que quedaran relativamente estables durante la vida.

En la familia el sistema y la preocupación por la economía del hogar obligan a muchos padres a
sacrificar tiempo y espacio con sus hijos, para poder utilizarlo en sus múltiples actividades diarias,
esto propicia en muchos casos una abandono moral y sobre todo afectivo, además de la violencia
que día con día crece y se expresa de diversas formas, como se puede apreciar en la cantidad de
casos dramáticos de violencia familiar en contra de niños, adolescentes, mujeres y ancianos, que son
expuestos por los medios de comunicación y se evidencian en la cantidad de denuncias que se
realizan diariamente.

La adolescencia es la población más propensa a intentar suicidarse debido a características propias


de su desarrollo, es decir, son personas en busca de su identidad, de ser aceptados por su entorno,
que atraviesan conflictos en sus relaciones interpersonales y actúan en forma impulsiva cuando
enfrentan una situación estresante, así mismo las investigaciones dan cuenta que muchos de los
jóvenes potencialmente suicidas tienen una pobre o ninguna relación con sus padres, así como,
inadecuadas relaciones con los compañeros, ausencia total de relaciones sociales consistentes y
serias dificultades escolares. Es por eso que se ha considerado esta población para el presente
estudio ya que la adolescencia es esencial en el desarrollo humano y al mismo tiempo es la que
presenta mayor vulnerabilidad.

En América Latina los adolescentes y jóvenes representan el 30% de la población, siendo muy
importante su participación para el progreso social, económico y político de la región, por tal motivo
se debe de prestar atención a toda repercusión en su bienestar. Actualmente hay una tendencia
creciente en la mortalidad por causas externas en esta población lo cual ha comenzado a afectar
significativamente la tasa de mortalidad general en las Américas.

Se ha encontrado que los habitantes de las zonas urbanas y los jóvenes, de entre 15 y 24 años son
los grupos poblacionales de mayor riesgo suicida en el continente americano.

En lo que a ideación suicida se refiere, en múltiples estudios se ha destacado su asociación con la


conducta suicida. Tal es la magnitud de la prevalencia de ideación suicida en niños y adolescentes,
que en Estados Unidos ya empiezan a considerarla como algo normal. Según Diekstra en 1995, entre
el 15% y el 53% de sus adolescentes habrían deseado alguna vez morir.

La gravedad de la ideación suicida reside en su persistencia o estabilidad temporal. Algunos estudios


indican una cierta estabilidad en un considerable porcentaje de casos, concretamente el 50% después
de dos años de seguimiento. Asimismo, las personas involucradas en autoagresión son más probables
de considerar o intentar suicidio. Sin embargo, en la mayoría de casos la autoagresión es usada más
para el alivio temporal del distrés que para dar señales de intención de autoeliminación. Algunos
escolares ven esto como una alternativa funcional al suicidio.

La ideación suicida se ha asociado con la depresión, los pensamientos disfuncionales y los eventos de
vida negativos entre 1997 y 1998 sugirieron que las enfermedades físicas estuvieron involucradas
con depresión e ideación suicida, observando que la raza blanca y la depresión mayor fueron las
causas que más se asociaron con ideación suicida.

En el Perú las estimaciones epidemiológicas de ideación y conducta suicida se fundamentan en los


registros oficiales, sin embargo es conocida la dificultad que existe para establecer y mantener los
mecanismos y clasificaciones confiables que den cuenta de los suicidios consumados y de los intentos
en la población.

En el año 1999 realizaron un estudio en el Hospital Victor Larco Herrera, señalando una alta
frecuencia de intento de suicidio en emergencia para las mujeres 62% y de todos los casos sólo un
34% había recibido tratamiento psiquiátrico anterior. Se estimó que los motivos desencadenantes
más frecuentes fueron los conflictos de pareja 29.8% y conflictos familiares 36.1%. Vasquez F., en el
año 1998 realizó un estudio en el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo
Noguchi donde señaló a los conflictos conyugales (29.6%), conflictos familiares (27,6%), conflictos
sentimentales (22,1%), el abuso de alcohol y otras sustancias como los motivos asociados al suicidio,
siendo el trastorno depresivo mayor (39.4%) y el trastorno reactivo con síntomas depresivos (35.5%)
los diagnósticos clínicos más frecuentes asociados al suicidio.

Mósquera A. , en el año 2000 realizó un estudio en el Hospital Emilio Valdizán donde el 16.1% de los
adolescentes presentaron ideación suicida, el 3% intento de suicidio, el 1.5% ideación homicida, así
mismo los intentos de suicidio en mujeres fue 63% y 37% en varones. Se ha observado que la ideación
suicida, el intento de suicidio y el deseo de matar, están asociadas a conductas violentas de auto y
heteroagresividad siendo más frecuentes en mujeres.

En el año 2003, el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo Noguchi realizó un
estudio en adolescentes de Lima y la Sierra, encontrando un pensamiento de ideación suicida e
intento suicida de 16% y 12.3 % en lima metropolitana y de 16% y 6.8% en la sierra. Los principales
motivos por los cuales los adolescentes de Lima Metropolitana presentaron ideación suicida o intento
de suicidio fueron los problemas con los padres 55.9% y con los demás parientes 59.1%; mientras
que en la sierra fue de 48.8 % y 70.5% respectivamente, además los motivos por problemas
económicos representaron 11.3% en Lima Metropolitana y 9.1% en la Sierra. El grupo etáreo de
mayor frecuencia fue en adolescentes entre 15 y 17 años.

En el año 2005, Jerson Muñoz M. , et al realizaron un estudio en estudiantes pre universitarios donde
la prevalencia de vida de ideación suicida fue 30 % y la prevalencia de ideación suicida el 15%,
también se identificó el nivel bajo de cohesión familiar como riesgo de ideación suicida.

El Perú en el año 2006 se registró 367 suicidios. A inicios del 2007 el MINSA reportó que enero fue el
mes de mayor cantidad registro de suicidio en los últimos cinco años, siendo el 80% registradas en
Lima y el porcentaje restante en las diferentes regiones del país; es preocupante que los suicidios
correspondientes a niños y adolescentes representaron un 15 %.

Se hace entonces evidente la necesidad de orientar una mayor atención a la ideación suicida, pues,
se ha observado reiteradamente que la persona con tales pensamientos tiene una mayor tendencia
a efectuarlo, y que quien lo intenta una vez, es muy probable que lo intente de nueva cuenta en
menos de un año, con consecuencias fatales. Por esa razón, los estudios epidemiológicos sobre la
presencia de indicadores de riesgo suicida en adolescentes son muy importantes, y resulta
apremiante y oportuno los esfuerzos profilácticos y preventivos respecto a esta condición que se va
configurando ya como un problema de salud pública.

Metodo y materiales:
Se realizó un estudio de tipo observacional, analítico y de corte transversal. La población de estudio
estuvo conformada por todos los adolescentes escolares de Lima Metropolitana. Se tomó como
criterios de inclusión a aquellos adolescentes escolares que cursaban el 3er ,4to y 5to año de
secundaria pertenecientes a una institución educativa de varones, mujeres o mixto con secundaria
completa; instituciones educativas que contaran con más de 100 alumnos y con turnos mañana, tarde
o ambos; instituciones educativas de áreas urbanas, urbano-marginales, urbano-residenciales o
asentamiento humano, así como instituciones educativas cuya gestión y dependencia fue pública-
Ministerio de educación, públicas-nacional en convenio, privado-particular, privado-parroquial o
pública-FFAA.

El método de muestreo fue probabilístico, tipo aleatorio de conglomerados bi-etápico. Considerando


las características generales de la población se tuvo 1520 instituciones educativas en Lima
Metropolitana, cada institución educativa fue considerada como un conglomerado, de los cuales en
una primera etapa se procedió a elegir aleatoriamente un 20%, quedando 304 instituciones
educativas y luego en una segunda etapa se eligió aleatoriamente el 10%, resultando finalmente 30
instituciones educativas para el estudio. Para estimar el tamaño de la muestra se consideró una
población de estudio de 400 000 adolescentes escolares, una prevalencia de ideación suicida de
32.7%, una precisión de 0.03 y un coeficiente de confiabilidad de 1.96, resultando una muestra final
de 894 adolescentes escolares.

A través de una solicitud se gestionó los permisos para la aplicación de la encuesta en las instituciones
educativas seleccionadas aleatoriamente. Las instituciones educativas que no permitieron el estudio
fueron remplazadas por otras del mismo distrito con características similares. Se contó con 14
estudiantes de medicina humana debidamente capacitados para la aplicación de la encuesta, los
cuales se distribuyeron en 4 grupos: dos grupos de cuatro alumnos encargados cada uno de
encuestar 8 instituciones educativas y dos grupos de tres alumnos encargados cada uno de encuestar
7 instituciones educativas. En cada grupo se designó un supervisor para asegurar el cumplimiento de
la aplicación de la encuesta así como la realización de las coordinaciones con el director de la
institución educativa y el profesor de sección. Se seleccionó aleatoriamente solo una sección por año.

Para la recolección de datos se elaboró un instrumento tipo cuestionario para ser autoadministrado,
constituido por 78 preguntas: 3 preguntas abiertas (edad, sexo, sección) y 75 preguntas cerradas
separadas en cinco secciones, funcionamiento familiar (Test de percepción de funcionamiento
familiar, FF-SIL, 14 preguntas), depresión (Escala de Birleson modificada para Perú, 21 preguntas),
ideación suicida (Escala de Ideación Suicida de Beck modificada, 18 preguntas), rasgos disociales (12
preguntas), riesgo alto de alcoholismo (cuestionario de síntomas SQR-18, sección correspondiente
con el consumo de alcohol, 5 preguntas) y conflicto de pareja (la presencia de cualquier
comportamiento dentro de una relación íntima que cause daño ya sea en el ámbito físico, psíquico o
sexual a los miembros de la relación43 la consideramos como conflicto de pareja, 5 preguntas). La
aplicación del instrumento duró aproximadamente 30 minutos.

En las técnicas de procesamiento y análisis de datos, se utilizó análisis de estadística descriptiva


(frecuencia, proporciones), análisis bivariado (X2 cuadrado o prueba exacta de Fisher según el caso y
razón de productos cruzados) a través del programa estadístico SPSS versión 12,0 de Microsoft.

Prevalencia y factores asociados con la conducta suicida en


adolescentes de Lima rural y Arequipa:
La conducta suicida podría considerarse una continuidad que va desde aspectos cognitivos como la
ideación suicida, hasta los conductuales, como el intento suicida o el suicidio. La literatura sobre el
suicidio en adultos es abundante así como los datos descriptivos y epidemiológicos al respecto. Sin
embargo, no sucede lo mismo con la literatura sobre el suicidio en niños y adolescentes; a pesar de
que en este último grupo poblacional se han hecho algunos esfuerzos por comprender el fenómeno,
existe una limitada producción de información sistemática basada en la evidencia sobre el
tratamiento óptimo del adolescente suicida. Según estimaciones realizadas por la Organización
Mundial de la Salud (OMS), se calcula que para el 2020 las víctimas podrían ascender a 1,53 millones
y de 10 a 20 veces más personas realizarán intentos de suicidios, es decir aproximadamente una
muerte cada 20 segundos y un intento cada 1-2 segundos. Una revisión sistemática de la literatura
internacional, encontró que el promedio de prevalencia de vida de intentos suicidas en adolescentes
fue 9,7% (95% IC: 8,5-10,9) y el promedio de prevalencia de vida de pensamientos suicidas fue 29,9%
(95% IC: 26,1-33,8). Los resultados de esta revisión sistemática confirman que los pensamientos e
intentos suicidas son relativamente comunes en los adolescentes. En el Perú se han realizado algunos
estudios dentro de instituciones de salud y otros de tipo epidemiológico, incluido algunos distritos de
Lima y Lima Metropolitana y Callao. En estos estudios se encontraron prevalencias importantes de
conductas suicidas, estando presente el deseo de morir alguna vez en la vida entre el 16 y 24,4% de
adolescentes y el intento suicida alguna vez en la vida en un 3%.

Resultados generales:
La muestra recogida en el EEMSM 2007 estuvo constituida por 658 adolescentes de los cuales 338
fueron de sexo masculino (48,4%) y 320 de sexo femenino (51,6%), 372 (53,7%) pertenecían al grupo
etario de 12 a 14 años mientras que 286 (46,3%) al grupo de 15 a 17 años. Además, 209 (28,7%)
adolescentes contaban con nivel educativo primaria y 448 (71,3%) con nivel educativo secundaria
incluyendo bachillerato. Del total de adolescentes encuestados, 105 (15,9%) contaban con trabajo
remunerado durante la semana previa a la encuesta. Por otro lado, 608 adolescentes (89,6% del total)
tenían un ingreso mensual menor a 100,99 soles y 459 (75,2%) consideraban que tener una religión
ayuda a solucionar los problemas de la vida. Respecto al consumo de sustancias, se encontró una
prevalencia de vida de 54,9% (IC: 48,1 - 61,5) seguida de consumo de tabaco con un prevalencia de
vida de 16,9% (IC: 12,5 - 22,6), mientras que la prevalencia de vida del consumo de otras sustancias
(tranquilizantes, pastillas para dormir, pastillas para el dolor de cabeza, jarabes, estimulantes,
marihuana, cocaína) fue prácticamente nulo (0,0% - 0,4%). Resultados específicos del estudio sobre
conductas suicidas en adolescentes Respecto a intento suicida, se encontró una prevalencia de vida
de 1,2% (IC: 0,5 - 3,3) lo que representa 10 casos, y en lo que se refiere a planeamiento suicida, se
encontró una prevalencia de vida de 2,3% (IC: 1,3 - 4,0), lo que representa 20 casos, los cuales
constituyen una cantidad escasa de casos por lo que no se realizó el análisis de dichas variables.
Deseos de morir La prevalencia de vida del deseo de morir fue de 21,4% (IC: 16,6 - 27,1). El estado
anímico prevalente relacionado con el deseo de morir fue molesto con 76,4% (IC: 35,3 – 95-1) y
desesperado con 47,6% (IC: 11,5 - 86,4). El motivo más frecuente del deseo de morir de los
adolescentes, fueron los problemas con los padres con 62,3% (IC: 48,5 - 74,3), seguido por problemas
con sus estudios con 11,7% (IC: 5,1 - 24,7), problemas o conflictos con su pareja con 7,0% (IC: 2,9 -
16,0) y problemas o conflictos con otros parientes con 6,2% (IC: 3,1 - 12,0). Las variables significativas
al realizar el análisis bivariado fueron: falta de ventilación, presencia de basura, contar con cancha de
vóley, sentirse orgulloso de la familia, compartir valores y principios parecidos a la familia y manifestar
castigos injustos en el hogar. Al ajustar modelos de regresión logística la única variable.
Estadísticas de Los intentos de suicidios en Arequipa:
En el año 2010 en la región Arequipa se reportaron 257 casos de intentos de suicidios y en el presente
año ya van 119 personas que atentaron contra su vida y fueron salvados por la oportuna intervención
de los familiares que los trasladaron hasta un establecimiento de salud.

De las estadísticas del sector salud, se desprende que los jóvenes entre 18 a 24 años son los que más
intentan suicidarse, reportando 84 casos, de los cuales 63 fueron mujeres y 21 hombres.

Siguen los adolescentes entre 15 a 17 años con 56 casos de ellos 39 mujeres y 17 hombres, pero
también los adultos entre 40 a 59 años piensan en quitarse la vida, al registrarse 33 pacientes 17
mujeres y 16 varones.

“En el ámbito nacional por cada 20 personas que intentan suicidarse, una lo logra” afirmó Elmer
Jiménez coordinador de la Estrategia de Salud Mental de la Gerencia Regional de Salud de Arequipa.

Causas
De todos los casos atendidos hasta el momento, la primera causa es el conflicto familiar, seguido de
problemas sentimentales, problemas mentales, labores, económicos y finalmente por enfermedades
terminales como el cáncer.

Análisis
Para el psiquiatra Manuel Zeballos Rodríguez, en los intentos de suicidios se presentan dos casos: el
primero es que las personas están pasando por un cuadro depresivo producto de un conflicto
familiar o social no resuelto que se agrava con el tiempo y planean como quitarse la vida por meses
o semanas. En este caso el desenlace es fatal.

Un segundo caso es la inseguridad de las personas, que cuando se presenta un problema sienten que
no pueden resolverlo y toman la decisión al momento.

“Es común escuchar entre los que intentan suicidarse frases como nadie me quiere o no sirvo para
nada, por eso se debe dar seguridad a los hijos y no lastimar su autoestima”, afirmó el psiquiatra
Zeballos Rodríguez.
Bibliografía:
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