El trío de personajes principales, Tito, Amanda y Lucho, bajo los cuales,
presumiblemente se titula la película, es uno de los elementos que, como la totalidad de la película está en constantemente movimiento, pero se diferencia del resto de los elementos en que está en constante desvío. El foco, y a la vez, no foco en estos personajes ya sea a través del juego de la cámara, del sonido o la luz hacen que estos tres personajes estén constantemente en un juego de vaivén, un movimiento entre rutas, opciones, toma de decisiones que resultan en las consecuencias que conllevan al clímax del filme. El desvío de estas rutas se expresa esencialmente en los constantes escapes que realiza Tito de su responsabilidad, tarea o compromiso con Rudy, el salto de local en local, bar en bar, situación en situación, que terminan en contratiempos, que para Tito en realidad son tiempos a favor que facilitan su constante esquiva. Estas esquivas pueden ser también llamadas las trampas que Tito se pone a sí mismo constantemente, trampas que le impiden el movimiento no espacial, un movimiento progresivo de su mentalidad hacia la tarea que tiene, estando estancado mentalmente, pero en constante movimiento físico y espacial. Este movimiento espacial, sin embargo, es constantemente confuso, desorientado, no tiene una dirección ni objetivo claro, no va a ningún lado en especifico ni tampoco cumple una función que no sea la de simplemente escapar; es gracias a esta no-definición lo que permite a este recurso que sea siempre flexible y que se tome libertades que no podría tener de otra manera. Estas libertades conllevan, sin embargo, otras dos consecuencias que influyen tanto en la película, en sus personajes y en el mismo espectador: la incertidumbre y la incomodidad. La incomodidad es mostrada desde un principio, o más bien, no-mostrada, pues los personajes no expresan directamente este problema, sino que se puede observar en su manera de interactuar, ya sea entre ellos o ya se con su entorno, jugando el silencio, la no-visión de quien habla y el no-tacto los papeles principales en mostrar esta incomodad, en la cual la pretensión de la comunicación es constante, pero su resultado siempre es mínimo o nulo. Esta incomodidad y comunicación fallida es la que conlleva directamente a la incertidumbre, en donde el movimiento espacial siempre lleva a un destino no conocido, donde se presentan amigos, socios y personas ajenos a los protagonistas, grupos de personas que son hostiles hacia los protagonistas, seres en este mismo estado de vagancia y salto entre locales, que están constantemente encerrados en la misma burbuja de escape, buscando siempre una superioridad falsa, superioridad en grupo. La incertidumbre rodea a todos los personajes de la película, tanto a Rudy y Lucho como a Tito y Amanda: nunca saben cuando o donde van a llegar, pero si por qué van a llegar: el escape, y esta misma búsqueda de constante incertidumbre.