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Educando para Un Nuevo Mundo PDF
Educando para Un Nuevo Mundo PDF
Septiembre, 1998
Vol. VII, No. 4
De tales sutilezas están los ejercicios de gracia y cortesía compuestas. Esto arroja
una responsabilidad en los entrenadores de maestras Montessori de primaria, y en las
maestras Montessori de primaria, para estar seguros de que estamos alertas y
enfatizamos los puntos finos y exactos de gracia y cortesía.
Antes dije que creía que frecuentemente los ejercicios de gracia y cortesía eran las
“relaciones pobres” entre las otras presentaciones en Casa de los Niños.
“Dale el mundo al niño pequeño,” la Dra. Montessori nos dijo. Reconoció que el mundo
era cualidades- de color, forma, dimensión, olor, sabor, textura y sonido. Ella “encarnó”
esas cualidades en el material sensorial de la Casa dei Bambini e invitó al niño a
explorarlos con su mente absorbente, sus sentidos y sus movimientos. Luego, a través de
una serie de ejercicios y juegos, y con lenguaje, ella guió la mente del niño hacia la idea
de la calidad, de tal forma que el niño la pudiera reconocer sin la ayuda del material.
Pero el mundo no es solo material sensorial y sus cualidades. Es la gente y sus
vidas. Es la sociedad, es la civilización la que ha sido construida a través de las
generaciones, civilización que empezó cuando grupos de seres humanos individuales se
dieron cuenta de que la vida podía ser vivida más fácilmente a través de la cooperación.
Cooperación guió hacia el bien de la sociedad, por consideración de los otros dentro del
grupo. Al paso del tiempo, una forma fue inventada respecto a la forma de convivir
mutuamente- esta forma en Casa de los Niños es presentada como gracia y cortesía- es la
base de la caballerosidad.
Los ejercicios de gracia y cortesía en la Casa dei Bambini cubren todos los
elementos de las necesidades del niño para saber de tal forma que se sienta a gusto y
seguro al tratar con otros. Una vez más, al igual que con todos los materiales y las
actividades Montessorianas, el conocimiento es dado al niño y luego se le permite escoger
y practicar ese conocimiento. La Dra. Montessori nos pidió que presentáramos la acción y
destruir la posibilidad de imitación. Una vez más, un ejemplo de la sutileza de las
enseñanzas de la Dra. Montessori.
En la Casa de los Niños, el objetivo es que el niño sepa como actuar en situaciones
sociales pero no hacer su acto una copia al carbón de la que se le presentó. El
conocimiento del niño tiene que ser transmitido a la situación como su conocimiento. Solo
entonces puede convertirse en un acto de gracia y cortesía, llevada acabo para ordenar, la
orden que estaba implícita en la presentación del acto.
Enseñé en una escuela de un convento en Londres antes de venir a los Estados
Unidos. Era una escuela Montessori y un día un Cardenal de la Iglesia Católica pidió
visitarla. Los niños estaban preparados para la visita se les dijo como dirigirse a él si los
niños querían hablar con él o enseñarles su trabajo, o si no continuar con su trabajo. El
Cardenal arribó; la mayoría de los niños se movieron para darle la bienvenida, interesados
y ansiosos por enseñar sus conocimientos de un nuevo procedimiento. Una niña se quedó
en su mesa, trabajando, sin dar importancia a lo que estaba pasando. Más tarde, el
Cardenal habló con la maestra de la clase. “¿Y esa niña que se quedó trabajando en su
mesa?” preguntó el Cardenal. La maestra explicó que a ella se le había dado la misma
presentación que al resto de los niños respecto a como darle la bienvenida y saludarlo.
“No sé por qué no se dirigió a usted,” dijo ella. “¿Y por qué tendría que hacerlo?,”preguntó
él.
Es a esto a lo que se refiere la Dra. Montessori cuando dijo que destruyamos la
posibilidad de imitación- a la niña se le había dado el requisito de saludar al Cardenal, mas
no como una obligación- y él entendió.
Los ejercicios de gracia y cortesía en la Casa de los Niños tienen que ver con
movimientos. Ellos le enseñan al niño como moverse por el ambiente, como mover
muebles y material Montessori, como hacerlo, controlando el movimiento. De tal forma
que el niño gradualmente se puede mover sin hacer ruido, sin lastimar el material, sin
molestar a nadie en el ambiente.
El objetivo de estos ejercicios de movimiento es controlar el movimiento, pero no
ejercicio controlado por autoridad, ejercicio controlado por el niño sobre sí mismo,
verdadero control, ya que es auto-control y por ello un acto de la voluntad. La
responsabilidad humana vincula un acto de voluntad humana, no ordenada por alguien
más, sino ejercitada por el ser humano individual.
El ejercicio de gracia y cortesía en la Casa de los Niños y la preparación para ellos
por parte de los padres antes de que vayan a la escuela, guían al niño a que tenga
respeto por su ambiente y por todo lo que hay dentro, y a través del respeto el niño
reconoce que puede servir al ambiente y servir al ser humano quienes lo comparten con
él.
En los ejercicios de vida práctica, los cuales son presentados al niño para que
pueda cuidar el ambiente, hay dos etapas en la actividad del niño. La primera etapa es
cuando el niño repite el procedimiento que se le ha enseñando, lavando una mesa,
trapeando, sacudiendo el material, arreglando flores y así sucesivamente, y hace la acción
por su propia necesidad de estar activo. La segunda etapa salta de una necesidad más
alta que el niño por sí mismo- esta vez, hacer la acción porque ya sea porque el ambiente
o un compañero tienen una necesidad de que se realice la acción- una mesa esta sucia, el
material tiene polvo, alguien trajo flores y el florero necesita ser lavado. Esta segunda
etapa es la etapa del servicio. Y en el análisis final, los ejercicios de gracia y cortesía no
son la conformación de un patrón, una forma, que se ha desarrollado dentro de la cultura,
dentro de la nación, a través de las generaciones, sino un desarrollo de la idea de la
necesidad de servir a otros quienes carecen algo que ellos pueden proveer.
Es en la Casa dei Bambini, durante el segundo sub plano del primer Plano de
Desarrollo, cuando el niño empieza a vislumbrar su responsabilidad humana hacia con
otros. Dentro del ambiente cerrado, seguro, limitado de Casa de los Niños, a su intelecto
le es dado el conocimiento de esas acciones, las cuales serán de beneficio para otros. Se
le indica como llevarlas a cabo, se le promueve para que las realice cada vez mejor,
teniendo la libertad de realizarlas cuantas veces quiera, se vuelven parte del intelecto
como idea de una conducta correcta. De esta manera la idea de conducta correcta, en
todo momento y en toda situación, el reconocimiento de servicio a otros con necesidad, la
“fina flor de caridad,” el deseo del bien para otros, forma dentro del niño durante este
tiempo de la mente absorbente, y se convierte en la base sobre la cual se construirán los
siguientes Planos de Desarrollo.
En el primer Plano de Desarrollo, la responsabilidad humana recae sobre el adulto,
mas específicamente, los padres. Ellos educan y muestran las formas del comportamiento
humano, los límites, los códigos culturales. Ellos hacen el medio que el niño absorbe en el
primer plano. Si esta responsabilidad humana no es reconocida ni entendida como vital y
significativa para el desarrollo del niño respecto a su conocimiento y responsabilidad, su
servicio a otros, su crecimiento en amor por ellos, entonces seguirá el clima de
irresponsabilidad, y peor, de violencia, el cual todos tenemos a nuestro alrededor.
Pero ese no reconocimiento de otros no es inevitable. Cuidar y amar a otros
empieza a desarrollarse durante el primer Plano de Desarrollo, si los adultos alrededor del
niño entienden y ejercitan su responsabilidad humana por sus hijos. Y también reconozcan
y recuerden que la mente absorbente es solo característica del primer plano.
Margaret E. Stephenson estudio con la Dra. María Montessori por muchos años y en
1960, fue comisionada por la familia Montessori a viajar a Los Estados Unidos como
maestra entrenadora para la Escuela Whitby en Connecticut. En 1962 un centro de
entrenamiento AMI fue abierto en Washington DC con Margaret Stephenson, como
directora de entrenamiento. Fue la Directora de Entrenamiento en el Instituto Montessori
de Milwaukee, Inc. De 1989 a 1995 y continua enseñando en este centro. Actualmente
sigue involucrada con Montessori como conferencista AMI, maestra entrenadora,
examinadora y también es miembro del Comité Patrocinador.
AMI/USA EDUCANDO PARA UN NUEVO MUNDO
Enero, 1999
Vol. VII, No. 1
Alrededor de los seis años, un cambio psicológico se lleva a cabo en el ser humano.
El niño empieza a entrar al segundo plano de desarrollo. La mente absorbente se vuelve la
mente razonadora y trabaja de manera diferente para reunir y formar conocimiento. Las
tendencias humanas todavía son operativas, al igual que a lo largo de toda su vida, pero
en el segundo plano de desarrollo, toman una dirección diferente a la del primer plano. En
el primer plano, las tareas del niño eran para que se formara un individuo y todas sus
facultades estaban comprometidas con esa tarea. Tuvo que convertirse en un individuo
antes de que pudiera darse cuenta de su lugar dentro de una comunidad. Los ejercicios de
gracia y cortesía eran entonces dirigidos hacia las habilidades del individuo para explorar,
de manera sensorial los hechos de la conducta humana. Es el individuo a quien se le
muestra como actuar con gracia y cortesía y amor. Si el pasaje de un desarrollo humano
normal ha podido ser seguido, el individuo debería poder iniciar a desarrollarse como un
individuo dentro de una sociedad de seres humanos y reconocer que eso es lo que él es.
El haber podido usar su poder de la mente absorbente, y las ventajas de un ambiente
preparado en el cual gracia y cortesía, consideración y servicio a otros, lo han llevado a
amar a otros, el niño entra al segundo plano de desarrollo, listo para prolongar ese amor y
servicio.
Los ejercicios de gracia y cortesía no solo corresponden a las actividades de Casa
de Los Niños. Tienen un lugar especial ahí, y establecen un patrón, permitiendo al niño
adaptarse a su medio ambiente y por ello sentirse seguro dentro de él, porque ha
aprendido las actividades de la sociedad en la que él vive y trabaja. La responsabilidad de
la maestra es muy grande, por ello, porque ella tiene que asegurarse de que el niño
aprenda del comportamiento de esta sociedad.
Ahora, al entrar al segundo plano de desarrollo, no solo son sus características
psicológicas diferentes a las del primer plano, las tendencias humanas operan en
direcciones diferente, el medio en el cual él trabaja y estudia es diferente y el papel del
adulto es diferente.
“Dale el mundo al niño,” nos dijo la Dra. Montessori y hemos considerado algunas
de las maneras en que hizo esto. Y luego preguntó “¿Qué le falta al niño mas grande por
explorar?” Y le dio a este niño mayor el universo, el cual dijo, “es una respuesta a todas
las preguntas.” Ella quería que al niño en el segundo plano de desarrollo se le diera una
visión cósmica. Ella creía que esta visión le permitiría llegar a las últimas preguntas para sí
mismo en esta etapa: “Quien soy?, ¿Tengo un papel importante en este grandioso
universo?”
Ejercicios de gracia y cortesía forman parte del trabajo en la escuela de los niños en
el segundo plano de desarrollo. Pero son construidos de manera diferente a esos que se
dan al niño en La Casa de Los Niños. Al niño ya no se le dan los ejercicios que lo
construirán como un individuo capaz de operar con conocimiento, en un medio pequeño,
seguro de familia y un número pequeño de amigos. En este segundo plano, él es el inicio
para el movimiento hacia un mundo más grande, un medio social fuera de la clase. El ya
no construye su ser individual, pudiendo evaluarse a sí mismo como un individuo. Ahora
comienza la construcción de un individuo miembro de una sociedad.
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Ejercicios de gracia y cortesía…son intrínsecos a la totalidad de la educación
Montessori y absolutamente esenciales si la sociedad humana esta para recuperar las
conductas civilizadas, con el código de caballerosidad como su norma.
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