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“Se puede entender a la cultura como el todo complejo que incluye conocimientos y saberes,
técnicas y artes, valores y moralidad, lenguas y expresiones, significados y creencias, costumbre y
pautas de sociabilidad generados, compartidos y acumulados por los miembros de un grupo social
transmitidos de generación en generación para satisfacer las necesidades que tienen y resolver las
dificultades que enfrentan y así trascender en el tiempo.
Todavía más, hacia el interior las culturas no son homogéneas e igualitarias. La apariencia de
homogeneidad la pueden dar sus materializaciones. Pero existen relaciones jerárquicas de poder
hacia el interior de un grupo, que establecen quienes dominan y quienes son dominados, entre
aquellos quienes tienen los medios y los instrumentos para mantenerse en el poder a lo largo del
tiempo y aquellos que no. Al haber una correlación entre el poder material y el poder cultural, se
puede hablar entonces de la existencia de una alta cultura o cultura oficial promovida por la elite, y
una baja cultura o cultura popular o de masas mantenida por la población. Una y otra cultura no se
mantiene estable sino que pueden modificarse dentro del mismo grupo. También puede ser que
haya subculturas que coexistan en una cultura más grande. Es decir las culturas son complejas.
La complejidad multicultural de las grandes urbes, como Buenos Aires o como el distrito federal
de México es, en gran medida, el resultado de las migraciones. En el caso de Buenos Aires, el
proceso comenzó a mediados del siglo XIX, cuando llegaron los primeros inmigrantes europeos
(entre ellos, españoles, italianos, franceses, polacos e ingleses). Esto convirtió el lugar en una de las
primeras ciudades multiculturales del Nuevo Mundo.
En este momento, la idiosincrasia local tendía a construir una identidad nacional con la
aglutinación de los extranjeros. Sin embargo, la heterogeneidad cultural se convirtió en un rasgo
característico de América Latina, rasgo que ha permitido que cada comunidad mantuviera su cultura
de origen en coexistencia con las demás.
El modelo de las culturas latinoamericanas le debe mucho a Europa, aunque, durante el siglo XX,
las influencias europeas comienzan a combinarse con las diversas tradiciones nacionales. Por otra
parte, desde mediados del siglo XX, se intensifican los intercambios culturales entre América latina
y los Estados Unidos, intercambios que dejaron su huella en las artes visuales, la informática, la
industria editorial y en la televisión.
Perspectiva Psicológica
Al tratar el fenómeno multicultural la Psicología se ha interesado, sobre todo, por el estudio, del
desarrollo cognitivo de las personas de distintas culturas. Numerosas investigaciones han puesto de
relieve las diferentes formas de percepción de la realidad que tiene cada cultura. Los trabajos
etnográficos han llevado a los antropólogos y psicólogos a extraer diferencias en los procesos
cognitivos y de aprendizaje que desarrollan los individuos en su aculturación. Por ejemplo, las
etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Piaget, parecen adecuarse al desarrollo de los niños
en sociedades de cultura occidental, pero como Bruner y otros autores comprobaron, no se
corresponden con el desarrollo producido en niños de otras culturas, y en todo caso, aun
admitiendo que estos estadios fueran universales su duración sería diferente en los distintos grupos
y sujetos, puesto que depende tanto de su maduración como de las interacciones sociales y las
experiencias físicas a través de las que se van acomodando y asimilando los nuevos aprendizajes.
Los estudios psicológicos no sólo han comparado los procesos cognitivos de las distintas culturas
en su respectivo medio ambiente, sino que también han estudiado el impacto que produce el
encuentro intercultural en sociedades multiculturales.
Numerosos estudios han tratado de medir el ajuste emocional de los niños inmigrantes a la cultura
de recepción y se han comprobado síntomas de ansiedad y depresión, desordenes conductuales,
bajo autoconcepto, (que es la consciencia que cada uno tiene de sí mismo, es decir la
autoconsciencia), problemas de identidad y conflictos intergeneracionales; motivados por la
situación de estrés que supone el abandono de los valores culturales propios y a menudo el rechazo
que sienten como miembros de la nueva cultura.
La identificación es un proceso socio-psicológico dinámico de interiorización de los valores, roles y
expectativas del grupo cultural en la propia conducta y autoconcepto. Esta identificación se elabora
de manera muy compleja, puesto que una misma persona pertenece e interactúa con distintos
grupos culturales y construye su identidad enfatizando unas dimensiones u otras o combinándolas
todas a la vez: nacionalidad, género, raza, etnia, religión, clase social, edad, etc.
El desarrollo de la identidad cultural implica al autoconcepto o autoimagen, como una estructura
central del desarrollo humano que se va formando a través de la interacción del sujeto con su
entorno, definiendo la manera en que se ve a sí mismo y le perciben los demás.
Película:
Docu-ficción
Imaginen un instituto en un barrio de las afueras de París. Tienen que enseñar lengua a chicos de
14 años. La mayoría son hijos de inmigrantes y son de todos los orígenes, los hay magrebíes,
subsaharianos, antillanos, asiáticos… Algunos no conocen bien el idioma. Pocos se sienten
identificados y menos aún integrados en la cultura de adopción.
“este microcosmos que sucede en el colegio pero que también nos describe a nosotros como
sociedad.
Se ve un poco el origen de los problemas de nuestra sociedad: cómo se van gestando estos
problemas desde la temprana vida de estos chicos y cómo se van regulando y manejando esos
problemas”.
Cuestionario
1- Analizar los modelos de familia que se presentan, la forma en que se ejercen los roles, etc.
Fundamentar.
La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las culturas que coexisten en el mundo
y que, por ende, forman parte del patrimonio común de la humanidad.
La diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las creencias religiosas, de las
prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la música, en la estructura social, en la selección de
los cultivos, en la dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.
Se entiende por identidad a todos aquellos elementos que permiten identificarnos, caracterizamos,
mostrar que tenemos en común y que nos diferencia de otros pueblos, mientras que al hablar de
cultura, nos estamos refiriendo a elementos materiales y espirituales, que han sido organizados con
lógica y coherencia, donde participan los conocimientos, creencias, arte, moral, derecho,
costumbres, etc. que fueron adquiridos por un grupo humano organizado socialmente, oficialmente
reconocida o marginal, la entendamos o no, es cultura.