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Servicio misional

En este capítulo, cada mención de misioneros y de misiones se refiere al servicio misional de tiempo
completo a menos que se indique lo contrario.

4.1 El llamado a servir


El servicio misional de tiempo completo es un privilegio de los miembros que son llamados mediante
inspiración por el Presidente de la Iglesia. El servicio misional es literalmente servicio al Señor y a Su
Iglesia. Su objetivo principal no es el desarrollo personal del misionero, aunque el servir con rectitud
invariablemente produzca ese resultado.

Los misioneros que representan al Señor y a Su Iglesia deben ser debidamente llamados y apartados
(véase D. y C. 42:11). Este llamamiento se extiende únicamente a quienes sean dignos y capaces de
cumplirlo. El servicio misional requiere fe, deseo y consagración. Los candidatos a misioneros deben tener
entusiasmo y un deseo de servir al Señor como Sus embajadores. Deben estar llenos de “fe, esperanza,
caridad y amor” y tener “la mira puesta únicamente en la gloria de Dios” (D. y C. 4:5).

4.2 Preparación de misioneros


El Señor espera que todo joven capaz se prepare espiritual, física, mental, emocional y económicamente
para el servicio misional. La preparación personal incluye estudiar el Evangelio y las Escrituras,
especialmente el Libro de Mormón, y edificar el testimonio.

El preparar misioneros debe ser de alta prioridad para padres, líderes y maestros. Los obispos y los
presidentes de estaca tienen una responsabilidad especialmente importante de identificar y preparar
miembros dignos que reúnan los requisitos para el servicio misional. Dan atención especial al preparar a
los hombres jóvenes, especialmente a los que no estén seguros en cuanto a prestar servicio.

Las siguientes sugerencias guiarán a los obispos y presidentes de estaca al preparar misioneros:

1. Trabajen con los hombres jóvenes desde una edad temprana, y con sus padres, para ayudar a los
jóvenes a cultivar el deseo y tener la dignidad de servir en una misión.

2. Enseñen a los miembros jóvenes lo que se esperará de ellos cuando sirvan en misiones. Hagan saber
a los padres lo que se esperará, a fin de que ayuden a sus hijos a prepararse para el servicio.

3. Llamen a líderes de los jóvenes que amen la obra misional y que los ayudarán a aprender el
Evangelio, a edificar la fe y a desear servir al Señor.

4. Inviten a ex misioneros ejemplares a hablar de la obra misional en reuniones sacramentales y en


otras ocasiones. Consideren llamar a ex misioneros para servir en la organización de los Hombres
Jóvenes.

5. Animen a los jóvenes a asistir a seminario para fortalecer la preparación misional.

6. Proporcionen a los futuros misioneros oportunidades de prestar servicio en la Iglesia, incluso como
maestros orientadores. Asegúrense de que los hombres jóvenes tengan oportunidades de enseñar el
Evangelio en las reuniones de quórum y en otros entornos.
7. Hagan los arreglos necesarios para que los futuros misioneros participen del curso Enseñanza del
Evangelio y de las clases de preparación de misioneros. Los recursos principales para las clases de
preparación de misioneros son las Escrituras, el Manual Misional, y Predicad Mi Evangelio.

8. Animen a los jóvenes a compartir el Evangelio con sus amigos y familiares.

Véase el Manual 2, 8.7 a fin de encontrar sugerencias adicionales.

En las reuniones de grupo de los sumos sacerdotes, del quórum de élderes y de la Sociedad de Socorro, los
líderes y maestros tratan con regularidad la forma en que los padres pueden ayudar a sus hijos a
prepararse para servir como misioneros.

El obispo repasa el Manual Misional con cada candidato a misionero y su familia. El obispo se asegura de
que el candidato entienda las pautas de ese manual y se comprometa a ceñirse a ellas. Dichas pautas
abarcan la conducta personal, el lenguaje, la vestimenta, el aseo personal, la música y otros medios de
comunicación, las computadoras, los aspectos económicos, el estar siempre juntos como compañeros, el
abstenerse de contacto indebido con menores de edad y con miembros del sexo opuesto, la obediencia a
las leyes y costumbres locales y la comunicación con los familiares.

4.3 Edad y duración del servicio para los misioneros


4.3.1 Varones
A los varones solteros y dignos, de 19 a 25 años de edad, que sean física, mental y
emocionalmente capaces se les debe alentar a servir en misiones. El servicio misional es una
responsabilidad del sacerdocio de esos hermanos. Se les debe animar a no postergar el servicio
misional para proseguir estudios u otros intereses.

Se llama a los hombres solteros de 19 a 25 años a prestar servicio durante 24 meses. No se


llama como misioneros a los varones solteros de 26 años en adelante.

4.3.2 Mujeres
Se puede recomendar a mujeres solteras y dignas de 21 de edad en adelante, que sean física,
mental y emocionalmente capaces, para servir en misiones.

A las mujeres solteras de 21 a 39 años de edad por lo general se les llama a prestar servicio
durante 18 meses. Estas hermanas pueden hacer un valioso aporte en el campo misional, y la
necesidad de que sirvan es continua. Los obispos pueden dar inicio a conversaciones con estas
hermanas sobre el servicio misional, pero no se las debe presionar para servir. Los obispos no
deben recomendar a una hermana para el servicio misional si ello interferirá con perspectivas
inminentes de matrimonio.

A las mujeres solteras de 40 años en adelante generalmente se les llama a prestar servicio
durante 12 o 18 meses. A las que se les asigne servir fuera de su país de residencia se les
extiende un llamamiento de 18 meses. Los obispos y los presidentes de estaca se aseguran de
que la salud de esas hermanas sea suficientemente buena para prestar un servicio eficaz como
misioneras. A estas hermanas se les llama únicamente a servir en asignaciones no proselitistas,
las cuales se señalan en 4.11.3.

4.3.3 Matrimonios
A los matrimonios por lo general se les llama a prestar servicio durante 12, 18 o 24 meses. Un
servicio de 6 meses se considera únicamente en casos especiales, como por ejemplo el de una
ocupación estacional. A los matrimonios que prestan servicio fuera de su país de residencia se
les llama a un período de por lo menos 18 meses. Los requisitos y las asignaciones para
matrimonios se describen en 4.11.1 y 4.11.3.

4.4 Miembros que no son elegibles para una misión


Los miembros no son elegibles para prestar servicio en una misión si:

1. No son dignos, según lo que se indica en 4.5.2.

2. Tendrían que dejar a sus hijos dependientes a cargo de otra persona.

3. Han sido miembros de la Iglesia menos de un año.

4. Tienen deudas y no han hecho arreglos definidos para cumplir sus obligaciones.

5. Están en condena condicional probatoria o en libertad condicional.

6. Son VIH positivo.

7. Han sido declarados culpables de abuso sexual.

Si los líderes del sacerdocio tuviesen dudas en cuanto a cualquiera de estas restricciones, como por
ejemplo en el caso de una persona que esté en libertad condicional debido a un delito de menor
importancia, pueden ponerse en contacto con el Departamento Misional.

No se debe extender un llamamiento a servir en una misión a los matrimonios que estén todavía en edad
de tener hijos o que tengan problemas matrimoniales sin resolver.

Además, los miembros que figuran a continuación no se recomiendan normalmente para servir en una
misión:

1. Los hermanos de 25 años o menos que se hayan divorciado y las hermanas de 39 años o menos que
se hayan divorciado.

2. Las hermanas que se hayan sometido a un aborto o los hermanos o las hermanas que hayan
practicado un aborto, hayan animado a alguien a hacerse un aborto, o hayan pagado o hecho arreglos
para que alguien se hiciera un aborto. Esta norma no se aplica a las personas que hayan tenido un
aborto o participado en él antes de bautizarse o por alguna de las razones que se explican en 17.3.1.

3. Los hermanos y las hermanas que, respectivamente, hayan engendrado o dado a luz un hijo fuera de
los vínculos del matrimonio, ya sea que en el presente tengan o no responsabilidad legal o económica
del hijo.

4. Los miembros que no sean capaces física, mental o emocionalmente de soportar los rigores del
servicio misional (véase 4.5.3).

Si el obispo y el presidente de estaca pueden recomendar contundentemente de que se justifica una


excepción debido a circunstancias inusuales, el presidente de estaca puede enviar una solicitud para que la
Primera Presidencia la considere. Envía la recomendación por conducto del Departamento Misional y en ella
incluye detalles específicos de la situación. Los obispos y los presidentes de estaca no deberán solicitar
que se hagan excepciones que no tengan justificación o con las que ellos mismos no estén totalmente de
acuerdo.

Cuando los miembros no reúnen las condiciones requeridas para el servicio misional, los líderes del
sacerdocio les dan llamamientos eclesiásticos en sus estacas o barrios a fin de ayudarles a progresar y a
sentir las bendiciones de servir. Estos líderes también pueden recomendar que dichos miembros sean
misioneros de servicio a la Iglesia (véase 4.12).

4.5 Verificación de la dignidad y de la capacidad para prestar


servicio
Los obispos y los presidentes de estaca tienen la seria responsabilidad de determinar quiénes son los
miembros dignos que reúnen los requisitos y que están preparados espiritual, física, mental y
emocionalmente para el servicio misional. El obispo y el presidente de estaca no deben enviar una
recomendación sino hasta sentirse plenamente satisfechos de que el candidato está preparado en cada uno
de esos aspectos. Deben recomendar a cada candidato sin reserva alguna.

Si bien es cierto que es importante asegurarse de que el candidato para ser misionero esté bien preparado,
los obispos y los presidentes de estaca no deben imponer requisitos de preparación ni de ninguna otra
índole que no aparezcan en este manual.

4.5.1 Entrevistas
El obispo y el presidente de estaca llevan a cabo entrevistas minuciosas e inquisitivas con todo
candidato a misionero. Si el obispo y el presidente de estaca tienen alguna inquietud en cuanto
a que la persona sea capaz o digna de servir en una misión, deliberan en consejo y analizan las
inquietudes con la persona y con sus padres. Eso contribuirá a evitar los sentimientos negativos
que pueden sobrevenir si una recomendación se devuelve o si se manda de regreso a un
misionero por no ser capaz de satisfacer esos requisitos.

Si el obispo y el presidente de estaca tienen dudas en cuanto a la dignidad o a la capacidad de la


persona para prestar servicio, el presidente de estaca puede consultar con el Departamento
Misional (al 1-801-240-2179 ó al 1-800-453-3860, extensión 2-2179) o con la Presidencia de
Área.

Sólo en los casos más urgentes en que el presidente de estaca o el obispo se encuentre ausente
puede cualquiera de ellos autorizar a uno de sus consejeros para realizar una entrevista de
recomendación de misionero.

4.5.2 Dignidad
La obra misional requiere manos limpias y un corazón puro. Los candidatos a misioneros deben
ser moralmente limpios en todo aspecto y de toda manera hallarse dignos de ser los
representantes del Señor (véase D. y C. 38:42). Deben estar viviendo vidas ejemplares. Si es
necesario que el futuro misionero(a) lleve a cabo una reforma en su vida, lo debe hacer mucho
antes de que se le recomiende para el servicio misional. Debido a que un arrepentimiento
genuino y total puede llevar algún tiempo, algunos jóvenes tal vez tengan que esperar hasta
tener más de 19 años de edad para servir en una misión.

Sólo se recomienda para servir como misioneros a quienes cumplen con los requisitos que se
presentan en la sección 4 de Doctrina y Convenios (véase también D. y C. 88:121–26).

Arrepentimiento de transgresiones graves


Una persona que haya cometido adulterio, fornicación, caricias impúdicas, actos homosexuales
u otras perversiones sexuales, violaciones serias de la ley civil o cualquier otra transgresión
grave debe arrepentirse antes de poder recibir una recomendación para el servicio misional. Un
futuro misionero de igual manera debe vencer cualquier adicción que le aqueje antes de que se
le considere para el servicio misional.

La mera confesión y el refrenarse de un pecado durante un período no constituyen el


arrepentimiento en sí. También tiene que haber evidencia de un corazón quebrantado y un
espíritu contrito, y de un cambio de conducta duradero (véase Mosíah 5:2). El obispo y el
presidente de estaca verifican que el miembro haya estado libre de transgresión el suficiente
tiempo para manifestar un arrepentimiento genuino y prepararse espiritualmente para el templo
y el sagrado llamamiento misional. Ese período puede tener una duración de tres años en el
caso de múltiples transgresiones graves y no debe ser menor a un año desde la transgresión
grave más reciente. Si hay preguntas sobre una persona específica, éstas se pueden hacer a una
Autoridad General del Departamento Misional, a la Presidencia de Área o a un miembro de la
Presidencia de los Setenta.

Patrón prolongado de transgresiones graves


Una persona que haya sido promiscua con varias parejas o con una sola pareja durante un
periodo considerable en una relación fuera de los vínculos del matrimonio no se considerará
para que preste servicio misional. Los presidentes de estaca y los obispos ayudan a esas
personas a arrepentirse y les proporcionan otras maneras significativas de servir al Señor.

Si los líderes del sacerdocio consideran que una circunstancia o situación inusual justifica una
excepción, el presidente de estaca puede enviar una solicitud para que la Primera Presidencia la
considere. Esa solicitud se debe enviar por conducto del Departamento Misional y debe incluir
detalles específicos de la situación y una carta del candidato en la que describa la naturaleza de
su arrepentimiento. Los obispos y los presidentes de estaca no deberán solicitar que se hagan
excepciones que no tengan justificación o con las que ellos mismos no estén totalmente de
acuerdo.

Actividad homosexual
A un candidato que haya participado en actividades homosexuales durante los últimos tres
años de la adolescencia (17 a los 19 años) o después de ellos, normalmente no se le considerará
para el servicio misional, especialmente si la persona ha participado de dichas actividades con
varias parejas o con una sola pareja durante un periodo considerable.

En casos poco comunes, el presidente de estaca puede enviar una recomendación para que la
Primera Presidencia considere una excepción si hay firme evidencia de que se haya efectuado un
arrepentimiento y una reforma genuinos, y si el candidato ha estado libre de transgresión por
un periodo de tiempo suficiente. Este periodo de arrepentimiento debe ser de por lo menos un
año y tal vez deba tener una duración de tres años, si los actos ocurrieron varias veces o
durante un tiempo prolongado, o si la persona fue la agresora. Dicha recomendación se envía
por conducto del Departamento Misional para la consideración de la Primera Presidencia.
Siempre que un candidato haya estado implicado en la actividad homosexual se necesitarán una
evaluación profesional (cuyos arreglos se hacen normalmente por conducto de los Servicios
para la familia SUD) y una prueba de VIH.

Si una persona fue víctima de abuso sexual o si a temprana edad participó en relaciones
sexuales con personas del mismo sexo y si en el momento no hay nada que indique que tiene
tendencias homosexuales, podrá ser considerada para prestar servicio misional. El envío de los
formularios de recomendación misional no requiere aprobación adicional aparte de la del
presidente de estaca.

Confesiones tardías
Los obispos y los presidentes de estaca enseñan a los futuros misioneros que, para ser
merecedores de la necesaria guía del Espíritu, deben resolver las transgresiones antes de entrar
en el campo misional. Estos líderes explican a los candidatos a misioneros que, a menos que
existan circunstancias inusuales, al descubrir que un misionero ha entrado en el campo
misional sin resolver las transgresiones graves con el obispo, se le relevará antes de tiempo y
se le enviará a casa.

4.5.3 Desafíos físicos, mentales y emocionales


La obra misional es exigente. Los miembros que tengan desafíos físicos, mentales o
emocionales que puedan impedirles prestar un servicio eficaz no son llamados al servicio
misional. La experiencia indica que a aquellos que, por ejemplo, sufran grave inestabilidad
emocional, tengan serios problemas de la vista, tengan que usar una silla de ruedas o muletas,
o que tengan que depender de otras personas para hacer las tareas normales del diario vivir, no
se les debe recomendar para prestar servicio misional.

Los candidatos a misioneros que previamente hayan tenido graves problemas emocionales
deben haberse estabilizado y debe darse por confirmada su condición de recuperación total
antes de que se les recomiende. El candidato que se encuentre bajo medicación para conservar
su estabilidad emocional debe haber demostrado que con esa medicación puede desempeñar su
función bajo las exigencias del entorno misional antes de que sea recomendado. Además, el
candidato deberá prometer que seguirá tomando los medicamentos, a menos que el profesional
que proporciona la asistencia médica autorice lo contrario. En los formularios de
recomendación del misionero el obispo incluye una lista de los medicamentos que la persona
esté tomando.

Los jóvenes misioneros que tienen un considerable exceso de peso tienen dificultades para
hacer frente a las rigurosas exigencias físicas de una misión. Esas dificultades también afectan
a sus compañeros. Si el peso de esas personas tendrá un efecto negativo en el servicio que
presten, los obispos y los presidentes de estaca deberán ser sensibles y prudentes al considerar
si se les debe recomendar salir a la misión. Si los futuros misioneros tienen considerable
exceso de peso, los líderes locales deberán aconsejarles que bajen de peso antes de enviar los
formularios de recomendación misional. Para conseguir información en cuanto a las pautas
relacionadas con el peso, el obispo o el presidente de estaca se puede poner en contacto con el
Departamento Misional o con la oficina administrativa correspondiente.

Si el obispo y el presidente de estaca tienen dudas en cuanto a recomendar a un miembro que


padezca alguno de estos desafíos, pueden consultar con el Departamento Misional (al 1-801-
240-2179 ó al 1-800-453-3860, extensión 2-2179). No deberán solicitar que se hagan
excepciones que no tengan justificación o con las que ellos mismos no estén totalmente de
acuerdo.

Si un miembro que tenga serios impedimentos tiene fuertes deseos de servir en una misión pero
no reúne los requisitos, el obispo y el presidente de estaca le expresan amor y gratitud por sus
deseos de prestar servicio, y le explican que, debido a las circunstancias, queda
honorablemente exento del servicio misional por su propio beneficio y para evitar exigencias
innecesarias en los líderes y compañeros de misión.

A esos miembros se les debe alentar a proseguir en el logro de empeños tan importantes como
los estudios, el desarrollo laboral o profesional, la preparación para el templo y el matrimonio
en el templo. En cuanto a las personas que tengan un fuerte deseo de servir, el obispo podrá
deliberar en consejo con el presidente de estaca a fin de determinar cuáles son las
oportunidades locales para prestar servicio a la Iglesia y a la comunidad. Para obtener
información en cuanto a los misioneros de servicio a la Iglesia, véase 4.12.

4.5.4 Limitaciones de salud


A un futuro misionero que tenga serias limitaciones de salud, incluso las que se deban a una
lesión o a una enfermedad, se le puede considerar para el servicio misional solamente con la
recomendación de un médico competente. Antes de enviar los formularios de recomendación, el
presidente de estaca debe consultar con el Departamento Misional (al 1-801-240-2179 ó al 1-
800-453-3860, extensión 2-2179).

4.5.5 Revisión del asesor médico de área


Fuera de los Estados Unidos y del Canadá, los formularios de recomendación misional se envían
por medio de la Presidencia de Área. Bajo su dirección, el asesor médico de área repasa todos
los formularios de recomendación y hace notar cualquier condición médica y dental que no se
haya resuelto, o cualquier asunto de vacunación, que podrían influir en la capacidad del
candidato de servir, o en la naturaleza de la asignación.

Si el asesor médico de área considera que la persona necesita tratamiento antes de que pueda
prestar servicio, examina la situación con la Presidencia de Área; ésta podrá devolver los
formularios de recomendación misional al presidente de estaca, quien se asegurará de que se
hagan los arreglos para que la persona reciba el tratamiento necesario. Una vez que se resuelva
la condición médica, el presidente de estaca podrá volver a enviar los formularios.

4.6 Financiamiento del servicio misional


La responsabilidad primordial de proporcionar sostén económico para un misionero la tienen la persona y
sus familiares. Por regla general, el misionero no debe depender completamente de quienes no sean de su
familia para recibir sostén económico.

El misionero y su familia deben hacer los sacrificios adecuados para proporcionar el sostén económico
para la misión. Es mejor que una persona demore la misión por un tiempo y ahorre dinero para pagar sus
gastos, en vez de depender totalmente de otras personas. Sin embargo, a los candidatos a misioneros
dignos no se les debe privar de servir en una misión sólo por motivos económicos cuando ellos y sus
familias se han sacrificado de acuerdo con sus posibilidades.

4.6.1 El fondo misional de barrio


El fondo misional de barrio se usa exclusivamente para el sostén de los misioneros señalados
en 4.6.2. Los fondos misionales de barrio no deben enviarse directamente a los misioneros, ni
tampoco se deben utilizar para pagar ninguna actividad misional del barrio o de la estaca.

Los presidentes de estaca y los obispos informan a los misioneros y a otras personas que
aporten al fondo misional del barrio que esas contribuciones, incluso las que se paguen de
antemano, no son reembolsables (véase14.4.9).

Los líderes y los miembros de la Iglesia no deberán solicitar a las personas que residan fuera de
los límites de sus propias unidades de la Iglesia que contribuyan al sostenimiento financiero de
un misionero, excepto a quienes sean sus familiares.

4.6.2 Sostén económico de los misioneros proselitistas solteros


Contribución de igualación
La Iglesia ha igualado la contribución que se requiere para los gastos relacionados con el
servicio de misioneros cuyos barrios de residencia se encuentran en aquellos países designados
para participar en el programa de contribuciones de igualación, sin tener en cuenta el sitio
donde presten servicio esos misioneros. Estas contribuciones las pueden hacer los misioneros,
sus padres, otros familiares y los amigos. Si es necesario, el presidente de estaca o el obispo
pueden pedir a los miembros que vivan dentro de los límites de la estaca o del barrio que
contribuyan al fondo misional del barrio. Los fondos de presupuesto y de ofrendas de ayuno no
se deben emplear para hacer contribuciones de igualación.

La contribución de igualación se aplica únicamente a los siguientes misioneros proselitistas:

1. Varones solteros de 19 a 25 años de edad

2. Mujeres solteras de 21 a 39 años de edad

La contribución de igualación no se aplica a los matrimonios misioneros, ni a los misioneros


que no estén cumpliendo una misión proselitista, ni a las hermanas de 40 años en adelante ni a
los misioneros de servicio a la Iglesia.

La cantidad de la contribución de igualación se determina según las instrucciones de las


Oficinas Generales de la Iglesia. El obispo se asegura de que la contribución mensual para cada
misionero de su barrio esté disponible en el fondo misional del barrio. Todos los meses, las
Oficinas Generales de la Iglesia o la oficina administrativa correspondiente retiran del fondo
misional del barrio la contribución de igualación.

Fondos personales
Las contribuciones de igualación cubren los gastos relacionados con el servicio de los
misioneros que figuran bajo el encabezamiento anterior, pero los gastos adicionales se cubren
con fondos personales. Entre esos gastos se incluye la compra y reparación de ropa y bicicletas,
los gastos médicos que la misión no pague y las llamadas telefónicas aprobadas a casa. Entre
otros gastos personales, que se deberán mantener a un mínimo, podría incluirse el revelado de
rollos de película, los objetos de recuerdo, regalos, multas y daños a apartamentos o a
vehículos que hayan resultado de la mala conducta o de la negligencia del misionero.

Fondo Misional General


Se puede solicitar apoyo económico suplementario del Fondo Misional General para aquellos
misioneros a quienes no les sea posible proporcionar la cantidad total para pagarse la misión.
Para recibir esa clase de ayuda, el misionero debe cumplir con todos los siguientes requisitos:

1. El barrio de residencia del misionero se encuentra en uno de los países que la Iglesia haya
designado para participar en el programa de contribuciones de igualación.

2. El misionero es un élder soltero de 19 a 25 años o una hermana soltera de 21 a 39 años.


Esta ayuda no está disponible para los matrimonios misioneros ni para las hermanas de 40
años en adelante.

3. El misionero, los padres, otros familiares y los miembros del barrio y de la estaca están
contribuyendo de acuerdo con las pautas que haya establecido la Presidencia de Área.
(Basándose en esas pautas, los presidentes de estaca y los obispos conversan con los
candidatos a misionero y sus familias a fin de establecer una obligación específica de apoyo
económico, basada en el sacrificio adecuado por parte del misionero y de la familia.)

4. El misionero cuenta con sus propias Escrituras y su ropa para la misión, incluso los
gárments del templo, y ha resuelto cualquier necesidad dental o de salud.

A fin de solicitar ayuda para un misionero que reúna todos esos requisitos, el obispo llena la
solicitud para Asistencia financiera complementaria para misioneros de tiempo completo, y la
envía junto con los formularios de recomendación del misionero.

4.6.3 Ayuda económica para matrimonios, misioneros no proselitistas, y


misioneros de servicio a la Iglesia
Los gastos de los siguientes misioneros no se pagan con las contribuciones de igualación.
Estos misioneros son responsables de pagar sus propios gastos directamente de sus propios
recursos:

1. Matrimonios misioneros

2. Hermanas de 40 años en adelante

3. Misioneros de servicio a la Iglesia

Estos misioneros no pueden contribuir al fondo misional del barrio para su propio uso. Sin
embargo, los matrimonios misioneros y las hermanas de 40 años en adelante pueden recibir
ayuda económica del fondo una vez que se cumplan todos los siguientes requisitos:

1. El barrio de residencia del misionero se encuentra en un país que la Iglesia haya


designado para participar en el programa de contribuciones de igualación.

2. El misionero no cuenta con los medios necesarios para brindar sostén.

3. En el fondo misional del barrio hay fondos disponibles.

4.6.4 Seguro médico


Se insta firmemente a todos los misioneros a conservar durante la misión cualquier seguro
médico al que estén afiliados; conservarlo preserva los fondos de la Iglesia y evita a los
misioneros problemas de cobertura de seguros después de la misión.

4.7 Envío de los formularios de recomendación para los


misioneros
El obispo y el presidente de estaca se aseguran de que todos los formularios de recomendación del
misionero se preparen de manera completa y con exactitud. El obispo o el presidente de estaca puede
enviarlos al Departamento Misional comenzando 120 días antes del cumpleaños o de la fecha de
disponibilidad del candidato para empezar la misión (lo que sea más tarde). Los formularios de
recomendación para los matrimonios se pueden enviar hasta seis meses antes de que estén disponibles
para empezar la misión. En los formularios de recomendación se proporcionan las instrucciones.

Cuando se recomienda a matrimonios para una misión, los líderes pueden recomendar de manera
confidencial algunas clases específicas de asignaciones; sin embargo, dichos líderes no deben prometer
nada con respecto a la asignación que los miembros puedan recibir. Los candidatos a misioneros deben
estar dispuestos a aceptar cualquier asignación.

Los misioneros son llamados desde su barrio de origen. Sin embargo, el obispo de otro barrio, como un
barrio de jóvenes adultos solteros, puede hacer el trámite de una recomendación para misionero por el
barrio de origen. Para eso, debe hacer lo siguiente:

1. Obtener permiso del obispo del barrio de origen.

2. Averiguar con él sobre la dignidad del candidato cuando se prepare para hacerle la entrevista para
determinar la dignidad.

3. Pedirle que envíe una carta respaldando la recomendación.

El nombre del barrio y de la estaca originales, el nombre del obispo y del presidente de estaca de esas
unidades y el número de unidad del barrio de origen deben incluirse en el formulario de recomendación.

Al seguir este procedimiento, el obispo del barrio que no es el barrio de origen puede asegurarse de que se
hayan resuelto todos los asuntos pertinentes a la dignidad, a la salud física, mental y emocional, al apoyo
económico y al punto de partida del misionero antes de enviar la recomendación misional. El presidente de
la estaca actual se asegura de que se haya seguido este procedimiento y que, junto con la recomendación,
se envíe la carta del obispo del barrio de origen.

Si un obispo tramita la recomendación de un candidato a misionero que no haya vivido en el barrio


continuamente al menos por un año, consulta con el obispo del barrio anterior antes de proceder.

Ni el presidente de estaca ni el obispo ni el candidato a misionero ni la familia deben hacer ningún anuncio
acerca del llamamiento a la misión antes de que éste se reciba.

4.8 Después de que se llama a los misioneros


Después de que se recibe el llamamiento misional, el obispo continúa evaluando el progreso del misionero
a fin de ayudar a que éste continúe siendo digno del sagrado llamamiento y siga adelante con su
preparación. Los obispos y los presidentes de estaca instruyen claramente a los misioneros que acaban de
recibir su llamamiento en cuanto a la gravedad y las consecuencias de transgredir después de recibir el
llamamiento.

El obispo asimismo se asegura de que los misioneros recién llamados cumplan de inmediato con todas las
instrucciones que reciban de las Oficinas Generales de la Iglesia, como conseguir el pasaporte, tramitar el
visado y adquirir la ropa apropiada.

Los misioneros recién llamados deben, además, leer o volver a leer el Libro de Mormón antes de comenzar
la misión.

4.8.1 Reuniones sacramentales, programas de recepción al público y publicidad


El obispado por lo general invita a los misioneros recién llamados a hablar en la reunión
sacramental poco antes de partir para la misión. El obispado debe hacer la aclaración de que la
reunión es una reunión sacramental regular y no una despedida misional. El obispado hace los
planes para estas reuniones y las dirige. En ella no se debe invitar a hablar a familiares ni a
amigos del misionero. Sin embargo, se puede invitar a hablar a otros misioneros que vayan a
salir a la misión o que hayan llegado recién de la misión, así como a otros miembros. Como en
todas las demás reuniones sacramentales, los discursos y la música de éstas deben tener un
carácter de adoración, fomentar la fe y centrarse en el Evangelio. El obispado se asegura de que
cada misionero tenga suficiente tiempo para presentar un mensaje espiritual. No se debe
extender el tiempo normal de la reunión sacramental.

Aunque es importante que los misioneros que acaban de recibir su llamamiento hablen en la
reunión sacramental, estos discursos no deben dominar el programa de la reunión hasta el
punto de excluir otros valiosos temas y discursantes.

Los miembros deben evitar costumbres que puedan menoscabar la naturaleza sagrada de un
llamamiento misional u ocasionar un gasto innecesario. Tales prácticas incluyen programas de
recepciones al público para el misionero (con excepción de las reuniones familiares), el envío de
anuncios o invitaciones impresos, la impresión de programas especiales para la reunión
sacramental y la formación de una línea de recepción en el centro de reuniones al finalizar la
reunión sacramental.

Mucho antes de la fecha de partida, el obispo examina estas pautas con el misionero recién
llamado y con su familia.

4.8.2 Propia investidura del templo


De ser posible, los misioneros que no hayan sido investidos deberán recibir su propia
investidura del templo después de que reciban su llamamiento misional.

4.8.3 Apartamiento de misioneros


El presidente de estaca aparta a todo misionero antes de la partida de éste para el centro de
capacitación misional (CCM) o para el campo directamente. Sólo en los casos más urgentes en
que el presidente de estaca se encuentre ausente puede asignar a uno de sus consejeros para
apartar a un misionero.
El presidente de misión aparta a los misioneros que sean llamados de distritos de la misión. No
obstante, si no le es posible hacerlo, puede asignar a uno de sus consejeros para apartar al
misionero. El presidente de distrito no aparta misioneros.

A un joven se le debe conferir el Sacerdocio de Melquisedec y ordenar élder antes de apartarlo


como misionero. Si es necesario apartarlo antes de que se sostenga su ordenación en una
conferencia de estaca o en una reunión general del sacerdocio de estaca, se le presenta para el
voto de sostenimiento en la reunión sacramental de su barrio. Después, su nombre se presenta
en la próxima reunión general de estaca para ratificar la ordenación.

Se aparta al misionero en una fecha lo más cercana posible al día de su partida. Aun cuando el
misionero vaya a viajar cierto tiempo entre el momento de partir de su hogar y la llegada a un
CCM o al campo misional, no se debe esperar que lo aparten los líderes del CCM ni otros líderes
del sacerdocio.

Un día o dos antes de apartar al misionero, el presidente de estaca le hace una entrevista para
confirmar la dignidad del misionero. Esa entrevista es también una buena oportunidad de hablar
de la salud actual de éste. Si no es digno o si existen problemas de salud graves que no se
hayan resuelto, no se le aparta. El presidente de estaca notifica al Departamento Misional (al 1-
801-240-2179 ó al 1-800-453-3860, extensión 2-2179).

El momento de apartar al misionero debe ser una ocasión especial y pueden estar presentes la
familia y los amigos íntimos. El presidente de estaca habla brevemente para hacerles sentir lo
sagrado e importante que es el llamamiento.

El presidente de estaca sigue el procedimiento habitual para apartar a una persona (véase el
Manual 2, 19.4.) Primero, lo aparta como misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días asignado para trabajar en la misión a la cual se le haya llamado. Luego, agrega
una bendición del sacerdocio de acuerdo con lo que el Espíritu le indique. El presidente puede
invitar a los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec que sean dignos, como el padre del
misionero, a formar parte del círculo.

Cuando se aparta al misionero, no se debe registrar el apartamiento; sin embargo, se anima al


misionero a anotar en su diario la fecha en que fue apartado, el nombre del presidente de estaca
que ofició y partes de la bendición que hayan sido especialmente significativas.

El presidente de estaca le advierte que, después de haber sido apartado, es ya un misionero y


debe vivir según las normas misionales.

4.8.4 Transporte
La Iglesia paga los gastos de viaje de ida y vuelta a la misión de los misioneros. A los que vayan
a un CCM, la Iglesia les paga el viaje al CCM y de allí a la misión. Muy pronto después de enviar
el llamamiento misional se envía la información sobre los arreglos del viaje.

Cuando presten servicio en su país de residencia, los matrimonios y las mujeres solteras de 40
años en adelante pueden llevar consigo su propio vehículo, pero tienen la responsabilidad de
pagar los gastos de funcionamiento y mantenimiento, como lo son el seguro, las reparaciones y
el combustible. A esos misioneros se les dará un reembolso para cubrir los gastos por viajar de
ida y vuelta a la misión en su propio vehículo. Se puede obtener información sobre este
reembolso de la Oficina de Viajes de la Iglesia. En caso de cualquier pregunta, llámese al 1-
800-537-3537 ó al 1-801-240-5149).

4.8.5 Partida del misionero


Los padres y otros familiares cercanos pueden llevar al misionero al CCM, pero no es un
requisito que lo hagan. Se aconseja que las familias que tengan que viajar grandes distancias no
vayan al CCM. Los familiares se despedirán del misionero mientras se le descarga el equipaje
del vehículo. El CCM no hace orientaciones ni otras reuniones para las familias.

Se aconseja que cuando los misioneros salgan del CCM, las familias no vayan al aeropuerto para
verlos.

4.8.6 Transporte de artículos a la misión


Los misioneros no deben transportar al campo misional artículos personales ajenos. A veces,
los miembros piden a los misioneros que les lleven artículos como medicamentos o anteojos
especiales que no estén disponibles en la misión. Si el misionero recibe tal solicitud, el obispo
o el presidente de estaca los remite al Departamento Misional.

4.9 Misioneros en el campo misional


4.9.1 Lugar de asignación de los misioneros
El presidente de misión determina el lugar de asignación de los misioneros dentro de la misión.
Sin embargo, los presidentes de estaca consultan con los obispos y recomiendan el número de
misioneros que deba tener la estaca y al lugar donde se les asigne. Después, el presidente de
misión asigna a los misioneros de acuerdo con los recursos disponibles.

4.9.2 Alojamiento y comidas


El presidente de estaca y el presidente de misión determinan si los miembros de la Iglesia deben
suministrar alojamiento y comidas a los misioneros y hasta qué punto pueden hacerlo.

4.9.3 Misioneros que trabajan con los miembros menos activos


Véase el Manual 2, 5.3.4.

4.9.4 Misioneros en puestos de liderazgo de rama


Con la aprobación del presidente de misión, los matrimonios misioneros pueden servir, de vez
en cuando, en puestos de liderazgo de rama. Sin embargo, por lo general se prefiere que presten
servicio en un aspecto de capacitación, a fin de ayudar a los miembros locales a llevar a cabo
esas responsabilidades.

En casos poco comunes, los misioneros más jóvenes pueden recibir la asignación de prestar
servicio en puestos de liderazgo de rama; sin embargo, tales asignaciones requieren la
aprobación del presidente de misión y se hacen únicamente después que se hayan considerado
con reflexión y oración todas las demás opciones. Si al matrimonio o al misionero joven se les
dan tales asignaciones, prestan servicio sólo hasta que se llame a un miembro local que reúna
los requisitos necesarios.

Si a los misioneros se les asigna a puestos de liderazgo en ramas que pertenecen a una misión,
incluso como presidentes de rama, no se les aparta. La autoridad para actuar en cualquier
puesto de la misión es inherente a su apartamiento como misionero. Si llevan a cabo una
función que requiera llaves del sacerdocio, como efectuar una entrevista de bautismo o presidir
una rama, lo hacen por asignación y la delegación de autoridad.

Si a los misioneros se les asigna a puestos de liderazgo en ramas que pertenecen a una estaca,
se les aparta bajo la dirección de la presidencia de estaca.

4.9.5 Solicitudes de ayuda económica para los miembros


No se debe pedir a los misioneros ni a su familia que provean de ayuda económica a los
miembros del lugar donde presten servicio los misioneros.

4.9.6 Ayuno
Los misioneros no deben pedir a sus amigos, familiares ni a los miembros de su barrio de
origen que hagan ayunos especiales con ellos.

4.9.7 Comunicación del misionero con su familia


Llamadas telefónicas
Bajo la dirección del presidente de misión, los misioneros tienen permiso de llamar por teléfono
a sus padres el día de la Navidad y en otra ocasión durante el año, por lo general el Día de las
Madres, u otro día festivo importante. Los presidentes de misión, de estaca y los obispos
alientan a los misioneros y a los padres a hacer llamadas relativamente breves, de preferencia
que no sean de más de 30 ó 40 minutos.

Correo electrónico
Como una alternativa al correo regular, los misioneros pueden valerse del correo electrónico
para comunicarse con su familia en el día de preparación, según las pautas que se hayan
aprobado en la misión.

4.9.8 Discapacidad médica


Si un misionero que esté en la misión (incluso en un CCM) sufre una discapacidad física o
emocional que le impida prestar un servicio misional eficaz, se le manda a su casa para que
reciba tratamiento. Un representante del Departamento Misional le explicará al presidente de
estaca si el misionero ha sido relevado o se le ha dado licencia médica, y qué pasos se deberán
tomar.

4.9.9 Muerte de un familiar


Si muere un familiar cercano del misionero, la Iglesia lo alienta a permanecer en el campo
misional; sin embargo, si el misionero o su familia optan por que dicho misionero regrese a
casa, se le puede permitir regresar, con los gastos por cuenta de la familia. El presidente de
estaca podrá solicitar tal excepción a través del Departamento Misional.
4.9.10 Cédulas de miembro, jurisdicción eclesiástica y contribuciones
Misioneros que prestan servicio bajo la dirección de un presidente de misión
El barrio de origen se queda con la cédula de miembro, acepta cualquier contribución de
diezmos y registra la condición del pago de diezmos de los misioneros que presten servicio
bajo la dirección de un presidente de misión. Los misioneros pagan ofrendas de ayuno a través
del barrio en el cual prestan servicio.

Misioneros que prestan servicio bajo la dirección de un presidente de templo


o presidente de área
El barrio de origen se queda con la cédula de miembro, acepta cualquier contribución de
diezmos y registra la condición del pago de diezmos de los misioneros que presten servicio
bajo la dirección de un presidente de templo o de área. Estos misioneros reciben cualquier
apoyo eclesiástico, incluso recomendaciones para el templo y asesoramiento, del presidente de
templo o del presidente de área.

Misioneros en las Oficinas Generales de la Iglesia que no prestan servicio


bajo la dirección de un presidente de misión
Las cédulas de miembro de los misioneros de tiempo completo en las Oficinas Generales de la
Iglesia que no prestan servicio bajo la dirección de un presidente de misión deberán estar en el
barrio donde residan durante su servicio. Por lo general, pagan el diezmo y las ofrendas en ese
mismo barrio, pero, si se mudan de su barrio de origen para prestar servicio en las Oficinas
Generales de la Iglesia, pueden pagar el diezmo a través de su barrio de origen, si así lo desean.
El obispo del barrio donde residan durante el tiempo que presten servicio los entrevista para
renovarles la recomendación para el templo y les proporciona cualquier otro apoyo eclesiástico
que necesiten.

Presidentes de misión
Véase 13.6.5.

4.10 Relevo de misioneros


Los misioneros deben completar todo el período de servicio para el cual fueron llamados En circunstancias
normales, ni ellos ni sus padres deben solicitar relevos tempranos ni extensiones del servicio.

Los misioneros deben viajar directamente a su casa desde la misión. Se permite cualquier otro viaje sólo
cuando el misionero vaya acompañado de, por lo menos, uno de sus padres o tutores.

La Iglesia aconseja que los padres no vayan a buscar a sus misioneros; sin embargo, si los padres solicitan
ese privilegio, deberán entender que:

1. Sus planes deben basarse en la fecha de relevo establecida por el presidente de misión.

2. No deben solicitar un cambio de la fecha del relevo por la conveniencia de otros planes de viajes o
compromisos.

3. Deberán informar al presidente de misión o a la Oficina de Viajes de la Iglesia, por lo menos con tres
meses de anticipación, si tienen planes de viajar con su misionero.

4. Se espera que hagan sus propios arreglos de viaje, incluso el alojamiento y las comidas.

Los misioneros deben vestirse y comportarse de acuerdo con las normas misionales durante el viaje de
regreso a su hogar, porque no serán relevados sino hasta después de haber dado su informe al presidente
de estaca. En su viaje de regreso no deben causar inconveniencias a los miembros, a los presidentes de
misión, a otros misioneros o a otras misiones.

4.10.1 Recomendaciones para el templo


Todos los misioneros que hayan recibido la investidura y que reúnan los requisitos deberán
tener una recomendación para el templo válida cuando llegue el momento de relevarlos. El
procedimiento para extender una recomendación para el templo a un misionero que vuelve a
casa depende de la edad del misionero.

Misioneros jóvenes
Cuando se releva a un misionero joven, éste se beneficia de tener entrevistas frecuentes con los
líderes del sacerdocio durante el periodo en que hacen la transición de la intensa concentración
espiritual del servicio misional a los distintos emprendimientos de la vida cotidiana.

A fin de facilitar esto, el presidente de misión lleva a cabo una entrevista para determinar la
dignidad de cada misionero que está por regresar a casa y le extiende una recomendación que
tendrá apenas 90 días de vigencia. Por tanto, el presidente de misión pone una fecha de emisión
en la recomendación para el templo que resulte en que dicha recomendación se venza en 90
días. Esta recomendación requiere sólo la entrevista del presidente de misión y las firmas de él
y del misionero. Si el misionero tiene una recomendación para el templo válida cuando el
presidente de misión lo entrevista, el presidente de misión se la pide y la destruye al extenderle
la recomendación de 90 días.

Los líderes locales del sacerdocio entrevistan al ex misionero cuando queda poco para el
vencimiento de la recomendación para el templo de 90 días. Si el ex misionero es digno, se le
extiende una recomendación para el templo cuyo plazo de vencimiento sea el normal de dos
años.

Misioneros mayores
Si la recomendación de un misionero mayor que vaya a regresar está a punto de vencer, el
presidente de misión lleva a cabo la entrevista de recomendación para el templo como parte de
la entrevista final y le extiende una recomendación nueva. Esta recomendación requiere sólo la
entrevista del presidente de misión y las firmas de él y del misionero.

Misioneros que no sean dignos de recibir una recomendación


Si un misionero relevado antes de tiempo por una confesión tardía o una acción disciplinaria
tiene recomendación para el templo, el presidente de misión le exige que le entregue la
recomendación. Cuando la persona sea digna, el obispo y el presidente de estaca pueden
extenderle una nueva recomendación para el templo.

4.10.2 Llegada a los aeropuertos


Se recomienda que únicamente los familiares más cercanos vayan al aeropuerto a recibir a los
misioneros que hayan terminado su misión.

4.10.3 Entrevistas, informes, reuniones sacramentales y llamamientos


Entrevistas
El presidente de estaca releva del servicio misional a los misioneros que hayan regresado y les
entrega el certificado de relevo que ha recibido del presidente de misión. Los felicita por su
servicio y los invita a dar un informe de la misión. Además, averigua en cuanto a su
comportamiento durante el viaje de regreso.

Al relevar a los misioneros, el presidente de estaca también los entrevista. Esa entrevista es una
importante oportunidad para que los misioneros sigan edificando sobre los cimientos de las
experiencias de la misión y se comprometan a seguir adelante por toda la vida en un sendero de
progreso espiritual y de servicio. El presidente de estaca debe dedicar el tiempo suficiente a
esas entrevistas para:

1. Discernir los puntos fuertes y las necesidades de los misioneros, y luego ayudarlos a fijar
metas y a hacer planes que enriquecerán los buenos hábitos que hayan adquirido y que
tendrán poder en su vida cotidiana.

2. Examinar la importancia de hacer lo que sea necesario para seguir sintiendo el Espíritu
diariamente.

3. Alentar a los misioneros a elegir el trabajo que harán en la vida y prepararse para él.

4. Pedir a los misioneros que se comprometan a pagar un diezmo íntegro, a ser activos en la
Iglesia y a prestar servicio fiel en los llamamientos y asignaciones de la Iglesia durante toda
su vida.

5. Alentarlos a mantener elevadas normas de conducta, tanto en el vestir como en el aseo


personal.

El presidente de estaca también alienta a los jóvenes misioneros que regresan a mantenerse
dignos y a prepararse para casarse en el templo; sin embargo, no debe sugerirles ni insinuarles
que se casen dentro de un tiempo determinado.

Informes y reuniones sacramentales


Además de entrevistarse con el presidente de estaca, los misioneros presentan un informe al
comité ejecutivo del sacerdocio de estaca (la presidencia de estaca y el sumo consejo).

Tan pronto como resulte práctico, el obispado del barrio de origen del misionero hace arreglos
para que éste hable en una reunión sacramental. Se le debe conceder suficiente tiempo para
compartir experiencias espirituales y dar testimonio. Su discurso deberá edificar la fe y animar a
los jóvenes a servir en una misión. La presidencia de estaca puede asignarle también discursos
en otras reuniones sacramentales como compañeros de miembros del sumo consejo.

El presidente de estaca aconseja a los ex misioneros que enseñen el Evangelio en los discursos
que den. Al hablar en reuniones sacramentales, los misioneros deben compartir experiencias
que fortalezcan la fe en Jesucristo, edifiquen el testimonio, animen a los miembros a vivir y a
compartir el Evangelio, e ilustren los principios del Evangelio. Deben evitar las descripciones de
viajes, los relatos impropios sobre sus compañeros u otras personas, comentarios despectivos
sobre los lugares donde trabajaron y cualquier otro tema que pueda ser inapropiado que un
siervo del Señor trate en el marco sagrado de una reunión sacramental.

Llamamientos
Los líderes del sacerdocio deben extender un llamamiento lo más pronto posible a los
misioneros que recientemente hayan regresado para ocupar cargos de la Iglesia. Los líderes del
quórum de élderes y de la Sociedad de Socorro también asignan a todo(a) ex misionero(a) como
maestro orientador o maestra visitante.

4.11 Asignaciones misionales para matrimonios y algunas


hermanas mayores
4.11.1 Determinar cuáles son los matrimonios que pueden salir a la misión
Los obispos y los presidentes de estaca consideran con oración cuáles son los matrimonios de
su unidad a los que se podría llamar para prestar servicio como misioneros. El obispo puede
entrevistar a la pareja para determinar si ellos están disponibles, pedirles que se preparen para
un llamamiento de misión y ayudarles a llenar y a enviar los formularios de recomendación que
se señalan en 4.7.

Las parejas a las que se recomienda para el servicio misional ya no deben ocupar empleos de
jornada completa. Si el matrimonio tiene que alejarse del hogar para prestar servicio, ya no
deben tener hijos dependientes que vivan en casa. Los obispos y los presidentes de estaca
prestan especial atención a fin de asegurarse de que la pareja goce de buena salud para prestar
un servicio eficaz como misioneros.

La información sobre las oportunidades misionales para los misioneros mayores se encuentra
en internet, en LDS.org. Los presidentes de estaca y los obispos pueden utilizar esa información
con el fin de localizar las oportunidades para los miembros a quienes estén alentando para
prestar servicio. De manera confidencial, el obispo puede recomendar asignaciones específicas
para esos miembros, aunque no debe hacer promesas en cuanto a las asignaciones que un
miembro recibirá. Los candidatos a misioneros deben estar dispuestos a aceptar cualquier
asignación.

Las Autoridades Generales, los presidentes de misión, los presidentes de templo y los
directores de los departamentos de la Iglesia también pueden buscar matrimonios a quienes se
podría recomendar para prestar servicio misional. Los nombres de esos miembros se deben
enviar al Departamento Misional, cuyos representantes se pondrán después en contacto con el
presidente de estaca. Éste trata el asunto con el obispo a fin de considerar la salud, la capacidad
y la disponibilidad para prestar servicio y otras circunstancias de cada uno de los futuros
misioneros. Luego, el obispo se reúne con los miembros y los anima a llenar los formularios de
recomendación misional. Si se aprueba la recomendación, el Presidente de la Iglesia extiende
una carta de llamamiento.

En los lugares donde haya una gran concentración de miembros, un miembro de la Presidencia
de los Setenta o de la Presidencia de Área, en coordinación con los presidentes de estaca, busca
matrimonios que podrían llenar las vacantes de misioneros en oficinas de misión, centros de
visitantes, centros de empleo, centros de historia familiar, templos y oficinas del Sistema
Educativo de la Iglesia. En el desempeño de esas asignaciones se podrían incluir a los
matrimonios a quienes no les es posible dejar sus hogares, pero que desean prestar servicio por
lo menos 32 horas por semana. Esos misioneros podrían recibir del Presidente de la Iglesia
llamamientos para servir en una misión, sin tener que dejar sus hogares. Las recomendaciones
para esa clase de misioneros se envían de la manera acostumbrada.

Aquellos que puedan prestar servicio menos de 32 horas por semana todavía pueden recibir
asignaciones locales, tal como se especifica en 4.12.

Los obispos, los presidentes de estaca y otras personas que estén alentando a los matrimonios
a servir en una misión deben comprender que es posible que esos miembros tengan cierta
preocupación debido a erróneas ideas preconcebidas en cuanto a lo que se esperará de ellos.
Los líderes pueden asegurar a los futuros matrimonios misioneros que no se esperará que ellos
reúnan las mismas normas en lo que respecta a horas de trabajo u otras actividades que lo que
se espera de los misioneros más jóvenes. A los matrimonios se les concederá cierta flexibilidad
para fijar sus propias metas y horarios de acuerdo con sus necesidades personales, los
requisitos de sus asignaciones y la guía de la persona que los presida.

4.11.2 Seguro médico para los misioneros mayores


Los matrimonios y las hermanas solteras de 40 años o más, que son misioneros, son
responsables de sus propios gastos de atención médica y deben tener seguro médico adecuado
para la asignación de su misión. Si la cobertura del seguro de los que vivan lejos de su casa no
es adecuada para la asignación que hayan recibido, “Deseret Mutual Benefits Administrators”
(DMBA) les enviará información sobre el seguro adicional que pueden comprar. Los misioneros
que necesiten cobertura adicional pero que no se inscriban en el plan de DMBA deben
proporcionar una prueba de que cuentan con un seguro adecuado antes de comenzar su
servicio.

4.11.3 Asignaciones para misioneros mayores y algunas hermanas


Dentro de lo posible, todos los misioneros deben participar compartiendo el Evangelio. A los
misioneros mayores también se les puede pedir que ayuden a capacitar a los líderes, hermanar a
los miembros nuevos y trabajar con los miembros menos activos. Además de esas asignaciones
básicas, los misioneros mayores, las hermanas de 40 años en adelante y algunas hermanas
menores de 40 años pueden recibir como parte de su llamamiento misional una o más de las
siguientes asignaciones:

1. Liderazgo

2. Sistema Educativo de la Iglesia

3. Historia Familiar

4. Servicios humanitarios

5. Oficinas de misión

6. Oficinas de Área

7. Administración de propiedades

8. Administración de granjas
9. Asuntos públicos

10. Templos

11. Centros de visitantes y lugares históricos

12. Servicios de Bienestar

13. Fondo Perpetuo para la Educación

Para responder a las necesidades locales, el presidente de misión puede cambiar esas
asignaciones, después de consultarlo con los departamentos de las Oficinas Generales de la
Iglesia que supervisan la asignación original.

Para informarse sobre los misioneros mayores que sirven como oficiales en las unidades
locales, véase 4.9.4.

4.11.4 Relevo de misioneros mayores


Las cartas y los certificados de relevo para los misioneros mayores se preparan bajo la dirección
de la persona que supervisa su asignación. El presidente de estaca es quien releva a estos
misioneros, como a todos los demás misioneros.

4.12 Misioneros de servicio a la Iglesia


El programa de misioneros de servicio a la Iglesia proporciona oportunidades de servicio para miembros
dignos por todo el mundo. Los misioneros de servicio a la Iglesia trabajan típicamente para los
departamentos de la Iglesia. Excepto por aquellos que estén prestando servicio en las oficinas de misión,
en general, los misioneros de servicio a la Iglesia no sirven bajo la dirección de un presidente de misión de
tiempo completo. El valerse de misioneros de servicio a la Iglesia no tiene como objetivo disminuir el
énfasis en el servicio misional de tiempo completo.

Por lo normal, se llama a los misioneros de servicio a la Iglesia de 6 a 24 meses; por lo menos sirven 8
horas semanales y típicamente menos de 32 horas. Al servir, a menudo viven en casa. Los hombres deben
tener, por lo menos, 19 años y las mujeres deben tener, por lo menos, 21. No hay una edad máxima.

Las misiones de servicio a la Iglesia a menudo son una buena alternativa si a los miembros dignos no les
es posible servir en misiones de tiempo completo por desafíos de salud, económicos, familiares o de otro
tipo (véase 4.5.3).

Los misioneros de servicio a la Iglesia son llamados por su presidente de estaca y son apartados por su
obispo, tal como se señala en 4.12.3.

4.12.1 Buscar oportunidades para los misioneros de servicio a la Iglesia


El obispo delibera con el presidente de estaca y ve qué oportunidades locales hay para los
miembros que deseen servir como misioneros de servicio a la Iglesia. Ejemplos de posibles
asignaciones:

1. Bienestar: almacenes de obispos, enlatadoras, Industrias Deseret y centros de recursos de


empleo. En la zona de Salt Lake City: Deseret Manufacturing, Centro Humanitario y Manzana
de Bienestar.

2. Sistema Educativo de la Iglesia: recepcionista, trabajo de oficina y soporte de


computadora, reclutamiento y registración de alumnos; anfitrión de instituto; capacitación,
enseñanza de algunas clases en seminarios e institutos.

3. Granjas, fincas y propiedades de recreación de la Iglesia.

4. Propiedades: inspecciones y mantenimiento de edificios.

5. Proyectos locales especiales.

6. Historia de la Iglesia: Museo de Historia de la Iglesia y Biblioteca de Historia en Salt Lake


City, Servicios de Biblioteca, Creación de colecciones, Preservación, Documentos José Smith.

7. Historia Familiar: Biblioteca de Historia Familiar en Salt Lake City, bibliotecas regionales
de HF y soporte mundial de FamilySearch.

8. Administración de Materiales: Centro de distribución, servicios de alimentos y de flota de


vehículos (en Salt Lake City).

9. Otros departamentos y operaciones exclusivos de las Oficinas Generales de la Iglesia:


localización de miembros, anfitrión de edificios, eventos en el Centro de Conferencias,
oficinas administrativas.

Se anima a presidentes de estaca, obispos y miembros a usar los siguientes para identificar y
obtener datos para oportunidades de este tipo:

En Estados Unidos y Canadá: Internet: lds.org/csm Teléfono: 1-801-240-4914Correo-e: csm-


support@ldschurch.org

Fuera de Estados Unidos y Canadá: Internet: lds.org/csm Llamar por teléfono o escribir a la
oficina administrativa asignadaCorreo-e: csm-support@ldschurch.org

Como con los misioneros de tiempo completo, el obispo y el presidente de estaca se aseguran
de que todos los futuros misioneros de servicio a la Iglesia sean dignos de poseer la
recomendación para el templo. Se aseguran de que, tanto física como mental y emocionalmente,
puedan atender los deberes de su llamamiento. Los futuros misioneros tienen que poder
sostenerse económicamente y pagar todos sus gastos personales, su seguro, y gastos médicos
y dentales. No se debe llamar a una misión de servicio a la Iglesia si las responsabilidades de la
misión impedirían cumplir con el deber de cuidar a hijos dependientes que viven en el hogar.

4.12.2 Recomendación de misioneros de servicio a la Iglesia


El miembro, obispo o presidente de estaca pueden iniciar una consulta sobre una oportunidad
adecuada. Después que se haya determinado esa oportunidad, el obispo o el miembro se pone
en contacto con el representante del departamento o de la entidad que haya anunciado el
puesto para ver si aún está esa posibilidad y si el miembro podría reunir los requisitos. Los
datos de contacto de dicho representante están en el sitio web con la posición.

Si la oportunidad de servicio a la Iglesia aún está disponible y si el miembro reúne los


requisitos, el obispo hace una entrevista de dignidad. El obispo y el miembro llenan el
formulario Recomendación para misioneros de servicio a la Iglesia. El obispo anota en el
formulario el servicio que se recomienda, lo firma y lo envía al presidente de estaca; éste
entrevista al miembro para asegurarse de su dignidad y, si está de acuerdo, firma el formulario y
lo envía al director de misioneros de servicio a la Iglesia de las Oficinas Generales de la Iglesia,
o al coordinador de los misioneros de servicio a la Iglesia de esa área.

4.12.3 Llamamiento de misioneros de servicio a la Iglesia


El presidente de estaca llama a los misioneros de servicio a la Iglesia, y el obispo los aparta.
Una vez que se haya tramitado el formulario de recomendación en las Oficinas Generales de la
Iglesia o con el coordinador local, se avisa al presidente de estaca a fin de que extienda el
llamamiento. En ese momento, el presidente de estaca también le da al misionero una carta del
llamamiento que proporciona el coordinador de misioneros de servicio a la Iglesia de esa área.
El presidente de estaca notifica al obispo de llamamiento y le pide que aparte al misionero.

Después de que se extiende el llamamiento, el misionero se pone en contacto con el


representante del departamento de la Iglesia para arreglar los detalles pertinentes.

Los obispos y los presidentes de estaca dan el debido reconocimiento a los miembros llamados
como misioneros de servicio a la Iglesia, reconocimiento que incluye anunciar el llamamiento a
los miembros del barrio o de la estaca. También podría incluir el invitar a los misioneros a dar
un informe sobre el servicio que prestan en reuniones apropiadas.

4.12.4 Transporte
Los misioneros de servicio a la Iglesia se encargan de conseguir su propio medio de transporte
a su sitio principal de trabajo. Si la asignación de la misión requiere viajes adicionales, esos
gastos pueden ser reembolsables.

4.12.5 Capacitación y supervisión


La supervisión y capacitación de los misioneros de servicio a la Iglesia se efectúa bajo la
dirección del departamento en el que sirvan. Por lo general, no se les capacita en un centro de
capacitación misional.

4.12.6 Gastos médicos


Todos los misioneros de servicio a la Iglesia son completamente responsables de sus propias
necesidades médicas, incluso los gastos dentales, de la vista y los medicamentos recetados.

4.12.7 Extensiones
Al acercarse al fin del período de la asignación, el tiempo de servicio se puede extender si así lo
desea el misionero y si sus servicios todavía son necesarios. La extensión puede hacerse en
diversos incrementos, pero el total del período de servicio no debe exceder los treinta meses. El
coordinador del departamento examina la solicitud de extensión con el presidente de estaca, y
si el presidente de estaca la aprueba, se lo comunica al misionero y se lo notifica al obispo del
misionero.

4.12.8 Relevo de misioneros de servicio a la Iglesia


Cuando esté cerca la fecha de finalizar la misión de servicio a la Iglesia, el coordinador del
departamento informa al presidente de estaca cuándo terminará la misión. Al llegar la misión a
su fin, el presidente de estaca releva al misionero y se lo notifica al obispo. Además, el
presidente de estaca le da al miembro un certificado de relevo que proporciona el coordinador
de misioneros de servicio a la Iglesia de esa área.

Deben pasar por lo menos seis meses del relevo antes de que se reciba otro llamamiento de
misión de servicio a la Iglesia. Cualquier excepción debe ser aprobada por el presidente de
estaca.

4.12.9 Misioneros de servicio a la Iglesia en llamamientos de estaca y de barrio


Se anima a los misioneros de servicio a la Iglesia que sirvan en llamamientos de estaca o de
barrio, bajo la discreción de los líderes locales, en tanto que esos llamamientos no interfieran
en su asignación de misionero de servicio a la Iglesia.

4.12.10 Llamamientos que no se tramitan como misiones de servicio a la Iglesia


Los líderes locales extienden los llamamientos para ayudar con los esfuerzos de activación o
para fortalecer a los miembros de los barrios. Esos llamamientos no se tramitan como
llamamientos de misión de servicio a la Iglesia, y esta pauta se sigue incluso si los miembros
van a servir fuera de sus barrios de origen.

4.13 Servicio voluntario


En la Iglesia hay muchas oportunidades de servicio para los miembros, aun para los que no tengan una
recomendación vigente para el templo, y para los que no son miembros. Éstos no son misioneros sino
voluntarios, y pueden prestar servicio en programas como los centros de historia familiar, el FamilySearch
Indexing, los proyectos de bienestar para producción o envasado y el escultismo, si la persona reúne las
condiciones para inscribirse en el programa Scout.

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