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DESARROLLO TEMPRANO DEL NIÑO Salud P
DESARROLLO TEMPRANO DEL NIÑO Salud P
El Desarrollo Infantil Temprano es un proceso que abarca desde la etapa de gestación hasta los 5 años de
vida de la niña o del niño. Es un proceso progresivo, multidimensional, integral y oportuno, que se traduce en
la construcción de capacidades cada vez más complejas, que permite a la niña y el niño ser competentes a
partir de sus potencialidades para lograr una mayor autonomía en interrelación con su entorno en pleno
ejercicio de sus derechos. (MEDIS)
es el periodo del ciclo vital con mayor repercusión en el desarrollo del ser humano en general, y por ende del
desarrollo de una sociedad, ya que en esta etapa se construyen los cimientos para aprendizajes y
adaptaciones posteriores en la vida. Este periodo etario se caracteriza por presentar la mayor plasticidad
cerebral en todo el ciclo de vida, lo que significa que cuando nacemos poseemos un enorme potencial para
desarrollar de manera exitosa y oportuna aptitudes cognitivas, físicas, sociales y afectivas, necesarias para
desenvolverse cada vez mejor. Primero, en la vida cotidiana y familiar y, posteriormente, en la vida social,
estudiantil y laboral.
Si se toma como referencia el desarrollo cerebral, encontramos que los primeros cuatro años de vida son un
periodo crítico y de mayor oportunidad para el despliegue óptimo de destrezas vitales. De ahí la importancia
de brindar la estimulación y cuidados a esta población, especialmente a aquella en condición de
vulnerabilidad.
En este sentido, el desarrollo infantil temprano (en adelante, DIT) hace referencia al proceso de adquisición
continua de una variedad de habilidades interdependientes agrupadas en las dimensiones que se señalan a
continuación:
1. Cognitiva
2. Física
3. Social
4. Emocional
5. Lenguaje
Expertos en el tema, afirman que determinados déficits o carencias en el desarrollo infantil temprano (en
adelante, DIT) pueden generar consecuencias si no irreversibles, muy difíciles de remediar en etapas
posteriores de la vida, como es el caso de las deficiencias de micronutrientes, las cuales están asociadas
tanto a alteraciones cognitivas y motrices que afectan el rendimiento académico en la infancia y adolescencia,
como a enfermedades cardiovasculares manifestadas en la adultez, por citar un ejemplo. En esta línea, los
programas de desarrollo infantil temprano tienen como finalidad asegurar que los niños y las niñas en sus
primeros años de vida reciban el cuidado, la nutrición, la estimulación y la educación necesarios para mejorar
sus probabilidades de supervivencia, crecimiento y bienestar (EARTH INSTITUTE - ALAS, 2009)
Los siguientes beneficios han sido relacionados con las intervenciones integradas en el desarrollo temprano
del niño:
Desde la Fundación ALAS abogamos por una atención integral de alta calidad que abarque de manera
coordinada cuatro de los pilares básicos para potenciar el desarrollo infantil:
1. Educación inicial
2. Nutrición
3. Salud
4. Acompañamiento a las familias
Nutrición
La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo.
Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es
un elemento fundamental de la buena salud.
La alimentación del lactante y del niño pequeño es fundamental para mejorar la supervivencia
infantil y fomentar un crecimiento y desarrollo saludables. Los primeros 2 años de la vida del niño
son especialmente importantes, puesto que la nutrición óptima durante este periodo reduce la
morbilidad y la mortalidad, así como el riesgo de enfermedades crónicas, y mejora el desarrollo
general.
La lactancia exclusivamente materna durante los primeros 6 meses de vida aporta muchos
beneficios tanto al niño como a la madre. Alrededor de los 6 meses, las necesidades de energía y
nutrientes del lactante empiezan a ser superiores a lo que puede aportar la leche materna, por lo
que se hace necesaria la introducción de una alimentación complementaria.
El bebé de tres meses tiene a menudo abiertas las manos, de las coge y las mira.
Se despierta con ruidos cercanos (antes de esta edad, suele dormir aunque haya
ruidos a su alrededor). El bebé de 3 meses empieza a balbucear y es capaz de
estar tranquilo solo.
Bebés de 4 meses
El desarrollo psicomotor de los bebés de 5 meses se caracteriza por los inicios del
desplazamiento reptando y porque los movimientos son cada vez más
coordinados.
Bebés de 6 meses
Los bebés de 7 meses pueden mantenerse sentados sin apoyo y, desde esta
postura, coger y soltar objetos voluntariamente.
Bebés de 8 meses
Estos cambios permitirán que el niño sea cada vez más autónomo y que sea capaz de
socializarse.
A esta edad suelen iniciar la escolarización (guardería o colegio) y el juego simbólico y social (con
otros niños).
Y también es la etapa en la que aparecen las rabietas, las respuestas insolentes o los
sentimientos de gratitud.
El niño, a partir de los dos años va mejorando habilidades como correr, saltar, trepar, bailar... A los
3 años, ya tiene adquiridas muchas de las capacidades motoras de un adulto. A partir de entonces
seguirá perfeccionándolas de forma progresiva.
Todos estos avances permiten desarrollar lo que se llama “esquema corporal” es decir, cómo ve el
niño su propio cuerpo y sus distintas partes.
El niño entre los 2 y los 3 años adquiere nuevas habilidades para utilizar sus manos.
Las muñecas, los dedos y las palmas de las manos pueden realizar funciones concretas como
comer y beber solos.
Entre los 3 a 5 años perfecciona todo lo anterior. Empieza a garabatear. Hace trazos verticales,
horizontales o circulares cada vez más pequeños y precisos. Esto marca el inicio del aprendizaje
de la escritura.
Desarrollo visual
La agudeza visual del niño sigue aumentando durante la etapa preescolar. Se estima que a los 2
años es la mitad y a los 5 años dos tercios de lo normal. No tendrá la agudeza del adulto hasta la
época escolar.
A esta edad es normal que el niño tenga hipermetropía. No es necesario tratarla salvo que
provoque estrabismo.
Los ojos están preparados para realizar movimientos tan precisos como la lectura.
La visión en tres dimensiones (visión binocular) está bien desarrollada. Gracias a esto puede
calcular distancias y situarse en el espacio que le rodea.
Valorar a esta edad este tipo de visión puede prevenir la aparición de un ojo vago. A esta edad es
fácil de tratar y corregir.
Durante los años preescolares tiene lugar una “explosión” del lenguaje. El vocabulario, la
gramática y el uso de la lengua muestran una marcada y rápida mejoría.
Un niño de 2 años dice frases de dos palabras (sujeto y verbo). Y usa o entiende entre 20 y 200
palabras.
Después de los 2 años la adquisición de palabras va a un ritmo vertiginoso. A los 3 años puede
llegar a utilizar 1000. Poco a poco el niño irá utilizando conceptos cada vez más complejos.
Conjugando los verbos de forma apropiada. Introduciendo adjetivos, primero de uso general
(grande-pequeño) para después especializarlos (pesado-ligero). Introduciendo preposiciones, etc.
Desarrollo cognitivo
El niño preescolar pregunta mucho. Se interesa por todo lo que hay a su alrededor. Los porqués
iniciales son seguidos por preguntas mucho más elaboradas. Intenta comprender el mundo que le
rodea.
Comienza a distinguir algunas propiedades de los objetos (colores, tamaños, formas geométricas).
A comprender conceptos abstractos (frío, hambre, calor). A contar y a entender el concepto de
cantidad (hasta tres a los 3 años, cuatro a los 4 años y 10 ó más a los 5).
Aumenta su memoria. Aprende modos de memorizar, como repetir o narrar lo que ha de recordar.
La memoria autobiográfica (recuerdos de la propia existencia) es la que se desarrolla en primer
lugar.
La mejora de sus habilidades favorece el gusto por el uso del lápiz. Hace círculos, después cruces
y finalmente líneas oblicuas. Colorea. Intenta copiar dibujos.
A los 5 años los dibujos son muy elaborados. En la figura humana diferenciará varias partes
(cabeza, tronco y extremidades).
Al final de esta etapa, muchos niños, aprenden ya a copiar letras y a memorizar su forma. Es el
inicio de la escritura y la lectura.
Entre los 2 y 3 años de edad el mundo del niño se abre enormemente. La figura materna empieza
a no ser tan importante.
El niño se considera autosuficiente. Desea hacer todo por sí mismo. Aprenderá a comer solo, a
desnudarse, a vestirse…
Los conflictos debidos a este deseo de autonomía son la causa de los berrinches y pataletas
propios de esta edad.
También es la etapa en la que se inicia el control de esfínteres. En primer lugar, el diurno (entre los
2- 3 años). En muchos niños también el nocturno. A partir de los 4 años ya desean ir ellos solos al
baño aunque a veces pidan ayuda para limpiarse.
En esta época muchos niños acuden por primera vez a la guardería o a la escuela. Empiezan a
relacionarse con otros niños.
El juego empieza a ser simbólico o de imitación. Da vida a los objetos y juguetes. A través de
ellos, imita el mundo de los mayores.
El juego solitario del niño de 2 años va convirtiéndose en juego con sus iguales. Primero en
paralelo y más adelante en grupo. Pueden aceptar normas y reglas.
A partir del 4º año de vida el niño está cada vez más involucrado en actividades y papeles
figurativos. En su imaginación ocurren situaciones que él piensa que son reales. Es la época en la
que aparecen los amigos imaginarios.
Aparecen las primeras manifestaciones de moralidad. De lo que está bien (lo que agrada a sus
padres) y lo que está mal.
fig.1
El periodo de desarrollo va de los seis a los doce años, tiene como experiencia central el ingreso
al colegio. A esta edad el niño debe salir de su casa y entrar en un mundo desconocido, donde
aquellas personas que forman su familia y su mundo hasta ese momento, quedan fuera. Su éxito o
fracaso en este período va a depender en parte de las habilidades que haya desarrollado en sus
seis años de vida anteriores. Este hecho marca el inicio del contacto del niño con la sociedad a la
que pertenece, la cual a exigencias que requieren de nuevas habilidades y destrezas para su
superación exitosa, y es, através del colegio, que se le van a entregar las herramientas necesarias
para desenvolverse en el mundo adulto. El colegio puede ser una prueba severa de si án logrado o
no las tareas del desarrollo de las etapas anteriores, ya que el período escolar trae a la superficie
problemas que son el resultado de dificulta des previas no resueltas.
Área motora.
La relación al crecimiento físico, entre los 6 y 12 años, comienza a disminuir su rapidez. En
términos generales, la altura del niño en este periodo aumentara en 5% o 6% por año, y el peso se
incrementara aproximada mente en un 10% por año. Los niños pierden sus dientes de leche
(Fig.2) y comienzan aparecer los dientes definitivos. Muchas niñas comienzan a desarrollar entre
los 9 y 10 años las características sexuales secundarias aun cuando no están en la adolescencia.
Por otro lado los niños de esta edad, se vuelven más fuertes, más rápidos, hay un continuo
perfeccionamiento de su coordinación, muestran placer en ejercitar su cuerpo, en probar y
aprender nuevas destrezas, su matricidad, fina y gruesa, en esta edad muestra todas sus
habilidades posibles, aun cuando algunas de ellas sean ejecutadas con torpeza.
Área cognitiva.
Granos, cereales y legumbres: Tortillas de maíz, arroz blanco o integral, papas, yuca, camote, boniato,
malanga, panes, cereales, pasta, fideos, lentejas, frijoles, quinoa.
Vegetales: zanahorias, calabacitas, brócoli, espinaca, lechuga "romana", vegetales verdes, amarillos, rojos.
Cualquier vegetal tolerado cocinado o crudo y en pedazos pequeños.
Frutas: manzana, pera, melón, sandía, naranja, kiwi, mango, papaya, carambola. Cualquier fruta tolerada
fresca o cocida y en pedazos pequeños.
Lácteos: leche de 2 por ciento, 1 por ciento o descremada, yogur, queso natural, queso, helado de leche,
pudín.
Carnes magras, pescados y huevos: carnes magras de res, cerdo, pollo, pescado (no mariscos), huevos.
Grasas: Si las necesitas para cocinar y preferiblemente grasas saludables como aceites vegetales de oliva o
semillas.