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Este artículo presenta una estimación de las externalidades producidas en el Área Metropolitana

de la Ciudad de México (MCMA) a través de los impactos en la salud causados por contaminantes
secundarios atribuidos a siete plantas de energía eléctrica ubicado fuera de esta área. Se
desarrolló un método original para hacer posible una aplicación simplificada del enfoque de la
vía de impacto para estimar los costos de daños en el área especificada. Nuestro cálculo muestra
que el los costos anuales atribuidos a los contaminantes secundarios suman 71 millones de USD
(min / max 20/258 millones USD). Finalmente, este documento discute ideas básicas sobre las
implicaciones para la política energética que surgen de este ejercicio de externalidad valuación.

Los vínculos entre la energía y el medio ambiente, así como su las implicaciones económicas han
adquirido una importancia creciente ya que el 1970 (EIA, 1995). En este marco, la valoración del
medio ambiente externalidades generadas por el sector de la energía eléctrica ha ganado
relevancia para la toma de decisiones en planificación ambiental y energética y regulación (EIA,
1995; EC, 1995a). En consecuencia, estimar el impacto en la salud y los daños causados por los
contaminantes producido por las plantas de energía eléctrica es el objetivo de una variedad de
ejercicios llevados a cabo en todo el mundo La generación de electricidad con combustibles
fósiles se identifica como una de las principales productores de material particulado fino
(partículas con un diámetro de menos de 2,5 μm), principalmente mediante la producción de
contaminantes (sulfatos y nitratos) resultantes de la reacción atmosférica a contaminantes
primarios: dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOX). Los efectos de los
contaminantes secundarios en la salud humana han sido conocido durante algún tiempo,
aunque no ha sido posible aislar el efecto individual de cada contaminante presente en la
atmósfera debido a factores tales como las correlaciones existentes entre varios aire
componentes y la falta de medición directa de la concentración de cada contaminante En el caso
de sulfatos y nitratos, aunque hay evidencia del impacto específico de la primera, lo mismo no
es cierto para este último, con el resultado de que se ha hecho un intento considerar todo tipo
de contaminante como igualmente tóxico. En el proyecto ExternE, el los sulfatos se consideran
dos veces más tóxicos que los nitratos (CE, 2005). Los primeros ejercicios en la valoración
económica de externalidades (Ottinger et al., 1990; EIA, 1995) consideraron los contaminantes
secundarios como parte del total de partículas, sin diferenciación entre el impacto local y
regional. Sin embargo, el medio ambiente El impacto de las plantas de energía eléctrica se
produce no solo a nivel local sino también regional implicaciones también, debido a que las
emisiones son precursores importantes de contaminantes secundarios que pueden viajar muy
bien distancias y, por lo tanto, afectan a las poblaciones a cientos de kilómetros de la fuente.
Este documento se centra en analizar y obtener costo económico del impacto en la salud de los
residentes de la Área Metropolitana de la Ciudad de México (MCMA) que puede estar vinculada
a siete centrales eléctricas a una distancia de 150 km y 600 km de la área objetivo. Además de
hacer que la información esté disponible, el análisis de esta área es relevante porque se
caracteriza por altos niveles de aire contaminación. Desde este punto de vista, el enfoque del
estudio es regional y los resultados se refieren a la MCMA.

La importancia actual de analizar los contaminantes secundarios y de evaluar su efecto sobre la


salud humana tiene su origen en una mejor conocimiento de los mecanismos que generan y
transportan estos sustancias en la atmósfera, así como el alcance regional de sus efectos, dado
el hecho de que su vida media es de una semana a 40 días y que pueden viajar miles de
kilómetros durante este período antes de ser depositado por lluvia o deposición seca (Ottinger
et al., 1990; Fierro, 2000). Esto explica por qué las plantas de energía eléctrica ubicado a cierta
distancia de un área específica puede tener un significado impacto en la salud de la población
debido a contaminantes secundarios en la atmósfera (Blanchard y Tannenbaum, 2004; Castaño,
1995; Fierro, 2000; Park et al., 2004). Otro aspecto es la creciente evidencia epidemiológica
sobre efectos de los contaminantes secundarios en la salud humana. Hace más de una década
Ostro (1994) encontró enlaces exposición-respuesta entre las partículas concentraciones de
materia y enfermedades relacionadas a corto y largo plazo mortalidad y morbosidad. La revisión
de literatura especializada por Thurston (2000) muestra daños a la salud de los niños asociados
con material particulado y sulfatos, y Pope's and Dockery's (2006) revisión concluye que, a pesar
de diversos factores de incertidumbre, el La investigación más reciente muestra que la
exposición a PM2.5 está bien definida efectos biológicos generados a través de fisiopatológicos
o mecánicos vías, y que es posible asociar esta exposición a casos de mortalidad y morbilidad
derivadas de causas cardiopulmonares. El análisis y la valoración de las externalidades de la
atmósfera los contaminantes en México fueron llevados a cabo por Cesar et al. (2002), Margulis
(1992), Margulis y Sheti (1992) y McKinley et al. (2005).

UN característica común de estos ejercicios es que todos se centran en la MCMA, dados los altos
niveles de contaminación atmosférica que lo identifican como una de las megaciudades más
contaminadas del mundo (Molina et al., 2002a). Como resultado, se ha convertido en el objeto
de numerosos análisis epidemiológicos sobre los efectos de la contaminación en la salud de los
habitantes, principalmente de ozono y material particulado (Munguía y Pérez, 2003; Riojas-
Rodríguez et al., 2006; Rosales-Castillo y otros, 2001); y también atmosférico (de Foy et al., 2006;
Forkel et al., 2003; Johnson et al., 2005; Molina et al., 2002b; Salcedo et al., 2006); sociológico
(Catalán et al., 2001; Catalán, 2006), y económico (AvilaBurgos et al., 1996) estudios.

Por lo tanto, el problema de la contaminación ambiental en el MCMA tiene

sido reconocido, analizado y atacado desde una variedad de perspectivas

y durante un período de varios años. Sin embargo, las concentraciones de

el ozono, los óxidos de nitrógeno y la materia en partículas no se han mostrado geniales

mejora desde la década de 1990 (Molina y Molina, 2002). El estudio

llevado a cabo por Salcedo et al. (2006) muestra que los compuestos cuya

se analizan los efectos (nitratos y sulfatos) son equivalentes a

aproximadamente el 20.3% de la composición de la masa PM2.5 presente

en la atmósfera de la MCMA.

Las concentraciones de PM2.5 en el MCMA han sido ampliamente

discutido con respecto a sus cantidades y origen (Forkel et al.,

2003; Johnson et al., 2005; Salcedo et al., 2006). Sin embargo lo és

importante tener en cuenta que las fuentes que generan PM2.5 en la MCMA son

diverso. Por lo tanto, de las 6622 toneladas presentes en el área en 2004, el 57% provino

de fuentes móviles; 30% de las fuentes de área (principalmente hogares),

mientras que las fuentes puntuales representaron el 10% de PM2.5 (GDF, 2006).
Sin embargo, PM2.5 participación por emisiones de energía eléctrica

las plantas que usan combustibles fósiles y están ubicadas fuera de la MCMA todavía están

desconocido y un problema importante que debe analizarse es la

impacto de estas emisiones en la salud de los residentes del área y su

valoración económica.

El estudio de las emisiones de la planta de energía eléctrica que opera en un fósil

base de combustible y la valoración de los efectos de estas emisiones en el

la salud de la población es reciente en México. El más detallado

análisis, en vista de las limitaciones meteorológicas y atmosféricas

información, se hizo para las plantas de vapor en las ciudades de Tuxpan

(INE, 2003; López et al., 2004; Zuk et al., 2006) y Manzanillo

(SEMARNAT, 2004), caracterizado en ambos casos por un alcance local. Vijay

et al. (2004a) dan una estimación de las emisiones en el capital de México plantas
termoeléctricas en términos de toneladas / año. En los últimos años, Islas y Grande (2007, 2008)
evaluó el costo de reducir algunos SO2 opciones de control de emisiones para diez plantas de
energía eléctrica seleccionadas y desarrollando un modelo de optimización de menor costo. Para
el caso específico de la efectos de los contaminantes secundarios generados por las emisiones
de sector de la energía eléctrica, solo SEMARNAT (Ministerio de Medio Ambiente y Recursos
Naturales - 2004) hizo una aproximación inicial para calcular las externalidades que vienen a
nivel regional de once carbón y combustible plantas de energía eléctrica a base de petróleo.

La importancia demográfica y económica de la MCMA, con una

área de 4925 kilómetros cuadrados, otorga importancia a una economía

ejercicio de valoración centrado en los efectos de los contaminantes secundarios en

la salud de los residentes de la zona Los estudios de externalidad llevados a cabo

para esta área metropolitana se han centrado en contaminantes primarios

(Cesar et al., 2002; McKinley et al., 2005) y no evalúan el rol

de contaminantes secundarios como sulfatos y nitratos, aunque el

la evidencia disponible enfatiza la importancia del efecto estos

contaminantes en la salud humana (Pope and Dockery, 2006). Por lo tanto, la

objetivo de este documento es presentar una estimación de la

externalidades generadas en la MCMA por contaminantes secundarios producido a partir de las


emisiones de siete plantas eléctricas mexicanas fuera del área. Dada la falta de información
detallada, p. tasas de descomposición, amoniaco emisiones de fuentes agrícolas y ganaderas,
mezclando la altura de la capa, etc., para cada una de las siete plantas consideradas, que podrían
apoyar el modelado exhaustivo de la generación secundaria de partículas, así como transporte
y patrones de dispersión regional, esta cuantificación se basa en un modelo simplificado
utilizando el enfoque de vía de impacto desarrollado por el proyecto ExternE (EC, 2005).
Además, la necesidad de externalidad valoración en un área tan específica como la MCMA
utilizando un modelo diseñado para estimar el impacto secundario de contaminantes a nivel
regional condujo a un adaptación del modelo original. Los resultados del análisis pueden ser
considerados un ejercicio robusto y confiable que respalda el proceso de una valoración
detallada de los costos de daños en el MCMA que surgen de las siete plantas considerado.
También se pueden aplicar como apoyo general para la decisión en la política de energía, medio
ambiente y salud pública y analizar el equilibrio entre las iniciativas locales y regionales.

2. Cuantificación de las externalidades generadas por

contaminantes secundarios La cuantificación de la externalidad llevada a cabo en este


documento comienza por reconociendo la gran complejidad implícita en la valoración de PM2.5
efectos en la salud humana, dadas las diversas fuentes de las cuales partículas surgen y también
la frecuencia con la que el impacto en la salud es causado por varios contaminantes. El método
discutido en esta sección demuestra estas limitaciones y las incertidumbres que surgen de ellos,
y se centra en la evaluación de ocho efectos en la salud de la AMMC habitantes causados por
los sulfatos y nitratos formados a partir de primaria emisiones de contaminantes de siete plantas
de energía eléctrica. La cuantificación de la externalidad en esta investigación se basa en la
enfoque de la vía de impacto (CE, 1995a, CE, 2005), que incluye la

siguientes fases:

I. Emisión. Identificación de tecnologías y contaminantes relevantes,

emitido por una planta de energía específica del sitio.

II. Dispersión. Cálculo del aumento en la concentración de

contaminantes en la región afectada, utilizando una atmósfera

modelo de dispersión.

III. Estimación de la exposición acumulada. Generado por el incremento concentración, seguido


del cálculo del resultado impacto en unidades físicas usando funciones de concentración-
respuesta (CRF)

IV. Valoración de impacto en términos monetarios.

El enfoque de la vía de impacto se desarrolló en ExternE proyecto a través del uso de modelos
atmosféricos altamente complejos que requiere información detallada. Para este análisis, la
falta de detalles la información atmosférica, especialmente a nivel regional, la hace necesario
para aplicar el modelo mundial uniforme, que se explica en Sección 2.1.

2.1. Modelo Mundial Uniforme (UWM)

El UWM como una alternativa de cuantificación de externalidad, utilizando el enfoque de la vía


de impacto, fue propuesto hace más de una década por la CE (1995b), y Curtiss y Rabl (1996a,
b), y fue desarrollado más tarde

años por Spadaro y Rabl (1999, 2008) y Rabl y Spadaro (2000).


El principio detrás de este modelo es que la simplificación es posible para

generando impacto y costos totales o marginales, ambos en unidades físicas

(número de casos) o en años de vida ajustados por discapacidad (AVISA), en años

de vida perdida (YOLL), o en costo de daño (monetizado, en $ / año o $ / kg

emitido). El UWM se plantea a partir de la formulación general de enfoque de vía de impacto


que establece que el impacto es una integral sobre el área de tierra como se muestra en Eq. (1)
(Curtiss y Rabl, 1996a)

La forma simplificada de aplicar el enfoque de ruta de impacto

hace posible obtener estimaciones razonablemente precisas del total

carga de impacto y costos del aire contaminado en un rango geográfico en

Casos en los que no hay información climática o atmosférica disponible

(Sánchez et al., 2005), ya que la influencia de la dispersión atmosférica es

considerado a través de la derivación de la velocidad de agotamiento del contaminante.

Las ventajas de usar UWM también se pueden observar cuando no hay

recursos informáticos para permitir un análisis más detallado de la

procesos atmosféricos y climáticos involucrados en la generación de contaminantes

y transporte En teoría, el rango geográfico se entiende como un área que cubre hasta 1000 km
con respecto a la fuente contaminante, y si rango geográfico de hasta 1500 km para los
contaminantes secundarios podría ser considerado, para valores superiores a 1000 km, las
desviaciones que el modelo puede generar para otras estimaciones más detalladas aumentar,
ya que el UWM calcula la exposición promedio al contaminante dentro del área geográfica total
rango y puede tender a sobreestimar los receptores ubicados lejos de la fuente emisora Por esta
razón, el cálculo discutido en este documento se enfoca conservadoramente solo en fuentes
dentro de los 150 y 600 km del área afectada.
3. El estudio de caso MCMA

La MCMA está ubicada en las coordenadas 19 ° 25 de latitud norte y 99 ° 10 longitud oeste, en


una meseta con una elevación de 2240 m arriba el nivel del mar. Su superficie es casi plana,
está rodeada por el este, sur y al oeste de las montañas y tiene un área abierta al norte y una
más estrecha en el lado sur-suroeste (Molina et al., 2002a).

El área abarca dos entidades políticas: el Distrito Federal, que es dividido en 16 delegaciones
políticas y parte del estado de México, que tenía 35 municipios suburbanos en 2005 (INEGI-
GDF, 2005). En ese mismo año, la población era de 18.5 millones (INEGI, 2005),

concentrado en un área de 4979 km2 (INEGI-GDF, 2005), creando un densidad de población de


3717 hab / km2.Las fases y la información requerida para cuantificar el las externalidades
generadas por los contaminantes secundarios en la AMMC ahora se describirá. Debe aclararse
que este cálculo fue llevado a cabo usando Simpacts, ya que este software calcula
simultáneamente los costos de daño de los contaminantes secundarios y los intervalos de
confianza necesario para el análisis de incertidumbre.

3.1. Identificación de fuentes de emisión

El cálculo incluyó siete plantas de energía eléctrica, todas las cuales

fueron operados por la empresa de servicios públicos, la Electricidad Federal

Comisión Federal de Electricidad (CFE). La selección Los criterios fueron los siguientes:
ubicación, basada en una distancia máxima de 600 km entre la MCMA y la fuente, y una
distancia mínima de 150 km; uso de carbón, fuel oil o gas natural; y capacidad de generación.
La Fig. 3 muestra la ubicación de las plantas de energía eléctrica seleccionadas en Méjico. Las
unidades generadoras Manzanillo I y II (ambas operando con tecnología de vapor) se
analizaron por separado

3.2. Dispersión de contaminantes

Las variables utilizadas en el UWM y en la adaptación llevada a cabo estimar que los impactos
en el MCMA se obtuvieron de diferentes fuentes. La Tabla 1 muestra las variables
correspondientes a cada eléctrico

planta de energía o unidad generadora. Las velocidades de agotamiento fueron

calculado por Sánchez et al. (2005) con un análisis de regresión del

incrementos observados en la concentración de contaminantes por la distancia de

la fuente, utilizando seis plantas de energía eléctrica ubicadas en México y Cuba.

Para el análisis en este documento, tres plantas eléctricas mexicanas fueron

incluido: Tuxpan, Manzanillo y Tula, mientras que para el resto de las plantas

analizó los valores de la planta más cercana que tenía que asignarse. Por lo tanto, la

los valores para Tula fueron asignados a Salamanca, Villa de Reyes y el Sauz; los de
Tuxpan fueron asignados a Altamira, y los de Manzanillo, a Petacalco. Del mismo modo, debe
tenerse en cuenta que la reacción tasas, parámetros atmosféricos y el proceso de deposición
considerado por Sánchez et al. (2005) fueron adaptadas de fuentes externas y los valores de
estas variables se tomaron como únicos en toda la dominio analizado, que cubría el Caribe,
México y partes de Centroamérica; por lo tanto, las velocidades de agotamiento utilizadas
deben ser considerado como una aproximación. A pesar de estas limitaciones, los valores de
las velocidades de agotamiento utilizado en esta investigación se cree que reflejan las
condiciones climáticas de las regiones de la central eléctrica en análisis más estrechamente
que aquellos
2

obtenido en estudios realizados para otras regiones geográficas; Sin embargo, en

casos en los que no hay datos locales disponibles, los resultados obtenidos para

otras regiones deben adaptarse, lo que se aplica no solo al agotamiento

velocidades, sino también a la pendiente CRF o los costos unitarios.

La columna (5) de la Tabla 1 muestra la gran incertidumbre en el agotamiento

velocidades calculadas por Sánchez et al. (2005), en datos sobre sulfatos en

Tuxpan, y en datos sobre nitratos en Tuxpan y en los asignados a El

Sauz, Salamanca y Villa de Reyes. Esto se debe principalmente al hecho de que

la concentración de contaminantes registrada más allá de la fuente se produce en una

sector angular estrecho, lo que resulta en un área alargada afectada por el

contaminante, y afecta la calidad de ajuste del modelo.


Las variables en las columnas (6), (7) y (8) en la Tabla 1 se usaron para

estimar los efectos de los sulfatos y nitratos en la ZMVM. La altura de

la capa de mezcla (columna 7) se define como el nivel en la atmósfera

más allá del cual se inhibe el intercambio de aire vertical. Una capa de mezcla baja

la altura implica que el aire es generalmente estacionario, con poca vertical

movimiento, y esto atrapa los contaminantes cerca de la superficie. A diferencia de,

grandes alturas de la capa de mezcla permiten la mezcla vertical en el atmosférico

capa, lo que hace posible una buena dispersión de contaminantes

(Ferguson, 1998). Los datos en esta columna muestran el promedio anual

altura de la capa de mezcla estimada para cada planta de energía o unidad


generadora.

Los cálculos de esta variable se hicieron usando un modelo simplificado

(CSIRO, 1999) con datos del Servicio Meteorológico Nacional

estaciones de monitoreo automático y con información del

Observatorio de Manzanillo (SMN, 2005). Con respecto a este último

fuente, es posible que diferentes criterios utilizados para registrar el promedio

velocidad del viento de las aplicadas en las estaciones automáticas de monitoreo

podría crear un mayor margen de error que en las otras plantas de energía

analizado. Otra fuente de incertidumbre es la falta de información en

el caso de Salamanca, que obligó a acudir al más cercano

estación de información.

La columna (8) indica la proporción de concentración de contaminantes en el

anillo concéntrico en relación con la concentración en la totalidad

rango geográfico. De acuerdo con nuestros criterios, esta proporción fue

estimando estableciendo el ancho del anillo a 200 km para todas las

plantas analizadas Cabe señalar que estos cálculos no

considerar las diferencias en la topología de MCMA, y como resultado, es

importante para refinar las estimaciones de impacto hechas para estas plantas en

estudios posteriores. Además, los resultados de modelado expresan solo el

efectos en la ZMV de contaminantes secundarios producidos por


1601/5000

plantas de energía eléctrica analizadas, y, por lo tanto, concentraciones de


fondo
de estos contaminantes en la ZMVM no fueron considerados, ni fueron
relacionado con el amoníaco emitido por la actividad agrícola y ganadera en
regiones contiguas al área bajo estudio. En este último caso, con el
excepción de los análisis llevados a cabo en el MCMA, no hay estudios de
concentración de amoníaco en el México rural que podría indicar la
influencia que este compuesto tiene en la formación de contaminantes
secundarios
a nivel regional.
3.3. Cuantificación de impacto
La cuantificación del impacto se llevó a cabo utilizando los valores de sCR
se muestra en la Tabla 2. Estas pendientes se estimaron usando la información
de un metanálisis realizado para establecer el aumento relativo del riesgo (RRI)
de PM10 en la MCMA (Tabla 2, columna 1); el RRI se entiende como
el cambio porcentual observado para cada 10 μg / m3 de contaminante diario
concentración (Cesar et al., 2002). Este metanálisis consideró 126
revistas nacionales e internacionales revisadas por colegas y buscaban
establecer la asociación entre la exposición al ozono y PM10 y
efectos clínicos reconocibles en la salud humana. Uso de estos resultados
del metanálisis son confiables ya que la investigación no se consideró
que no incluía estadísticas relevantes (varianza, error estándar o
intervalos de confianza); informa sobre poblaciones pequeñas o con excesivo
grandes intervalos de confianza y errores estándar; tampoco
incluidos proyectos de investigación que no tuvieron en cuenta
temperatura o variaciones estacionales durante todo el período
estudiar; ni estudios que no analizaron los efectos del ozono o PM10. A
agrupe los estudios que se usaron, se aplicó un modelo de efectos aleatorios,
compartiendo los dos artículos basados en la población de la Ciudad de México
con
respecto a los hechos en otros países. Incluso con estas consideraciones,
una fuente importante de incertidumbre es el hecho de que el
los estudios epidemiológicos incluyen los efectos de partículas que no solo
surgen
de la generación de electricidad (SEMARNAT, 2004).
Para determinar los valores de sCR,
, los criterios para la última actualización de
se siguió la metodología ExternE realizada en 2005 (EC, 2005). Esta
documento, de acuerdo con los criterios derivados de la revisión de los
literatura epidemiológica, propone la toxicidad de sulfatos como equivalente a
la de PM10, mientras que para los nitratos el nivel de toxicidad se establece en
0.5 PM10. Es importante destacar que a pesar de las revisiones
realizado por autores como Pope y Dockery (2006), la evidencia científica
sobre los efectos negativos de los contaminantes secundarios en la salud
humana confronta un nivel significativo de incertidumbre, especialmente en el
caso de nitratos, aunque hay algunos estudios sobre sulfatos que muestran
relación entre estos contaminantes y ciertos efectos sobre la salud.
Sin embargo, la información epidemiológica presentada en este documento
es la mejor referencia a mano sobre el tema, teniendo en cuenta la limitada
disponibilidad de datos.
Los criterios para determinar sCR en esta investigación buscaban mantener
el principio de gradualidad para impactos a corto plazo. Este principio
establece que cuanto mayor es la gravedad del impacto en la salud
producido en el lapso de una semana, menor es la población en riesgo.
Bajo este criterio, el punto de partida para identificar impactos en
salud son los cambios fisiopatológicos en la población en riesgo,
llevando a episodios de morbilidad o mortalidad (Ballester et al., 1999).
La tasa de incidencia basal (Tabla 2, columna 2) también se obtuvo
de (Cesar et al., 2002), mientras que las cifras para la población en riesgo
tomado de INEGI (2005). Determinación de la población en riesgo de
la mortalidad crónica se considera el rango de edad establecido por Leksell y
Rabl (2001), con los estudios más importantes informados en el
literatura especializada tomada como base. Para el caso de otros tipos de
impacto, se siguieron los criterios de Ostro (1996); estos se basan en
análisis de publicaciones periódicas revisadas por pares, con la excepción de
bronquitis, en la población en riesgo mayor de 18 años, y como puntiagudo
por Zemp et al. (1999) y el rango quedó abierto, según lo establecido por
Ostro (1996). Además, el grupo de edad para admisiones hospitalarias para
Causas cardio-cerebrovasculares se estableció para las personas de 65 años de
edad
y más, ya que este grupo de edad se estudia con mayor frecuencia en el
literatura epidemiológica de este impacto, como se puede observar en
revisión de Morris (2001). La definición de estos rangos de edad hizo que
posible calcular el porcentaje de la población en riesgo en el
MCMA (Tabla 2, columna 3). Para la mortalidad crónica, el ExternE (EC,
2005) se siguieron las directrices, aplicando el enfoque YOLL, en
que una muerte crónica es equivalente a diez años de vida perdida.
Con esta información como punto de partida, los valores de sCR fueron
determinado para cada impacto multiplicando las columnas (1) a (3) de
Tabla 2. Las figuras resultantes (columna 4) se muestran en casos / (persona-
año-μg
PM / m3
)

3.4. Valoración monetaria


Algunos de los costos unitarios utilizados en esta estimación son los mismos que los
utilizado por McKinley et al. (2005) en un estudio de los beneficios de la reducción
emisiones contaminantes en la ZMVM (Tabla 3). Estos valores son parte de
los resultados de un análisis más amplio realizado por INSP-INE (2003) para el
Medio Ambiente Integrado de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.
Programa Estrategias (IES), que incluye estimación de costos directos, productividad
pérdidas y disposición a pagar (WTP). Los valores utilizados para el
Los cálculos realizados en este documento se basan, por un lado, en
costos directos calculados con información de la red social mexicana
Instituto de Seguridad (Instituto Mexicano del Seguro Social - IMSS),
(perteneciente al sistema de seguridad social mexicano) para tres niveles de
servicio (visitas de emergencia, terapia intensiva (UCI) y admisiones),
y los costos para cada dolencia fueron estimados. Por otro lado, el
los costos de la pérdida de productividad se tomaron como el tiempo perdido por un individuo
durante su hospitalización o en cama (evaluación de tiempo libre)
no esta incluido). Por lo tanto, el costo del tratamiento médico se calculó por
multiplicando días perdidos / caso por salario diario promedio. Para este cálculo,
el número promedio de días de hospitalización se obtuvo de la
IMSS; esto puede producir una subestimación de los costos, ya que los individuos pueden

1481/5000

Perder días adicionales de trabajo después de salir del hospital. En el caso de


tos crónica, dada la falta de información directa, una estimación bruta de
Se usaron pérdidas de productividad relacionadas con la
neumonía. Adicionalmente,
los días de actividad restringida se consideraron pérdidas de productividad.
Cabe señalar que, además de la subestimación atribuida a
la omisión de algunos costos, utilizando solo información del IMSS puede
introducir desviaciones a las estimaciones, ya que hay evidencia de un alto
porcentaje del gasto privado en salud en la ZMVM, no cubierto
por el sistema de seguridad social. En 2002, el 57% del total gastado en salud
cuidado en la Ciudad de México y 65.2% en el estado de México era privado,
de acuerdo con Sesma-Vázquez et al. (2005). Sin embargo, no hay
estimaciones de costos que incluyen otras instituciones de salud pública o
instituciones privadas.
Para la mortalidad crónica, el valor asignado corresponde a la media
valor del año de vida (VOLY) en México, calculado a partir del valor más bajo
(18,296 USD 2000), resultando en el VOLY en Europa (CE, 2005)
ajustado por el cociente PNB de México y Europa (Banco Mundial, 2010), y un
alto valor (25,300 USD 2000), calculado como el cociente entre el
valor estimado de una vida estadística (VSL) de Europa (CE, 2005) y
México (Ibarrarán et al., 2002 - citado por INE-INSP, 2003), multiplicado
por el VOLY de Europa (CE, 2005). En ambos casos, una elasticidad ingreso
de 1 es
ficticio. Este procedimiento está justificado en los casos donde los datos locales
son no disponible (EC, 2005).

4. Resultados y discusión
Esta sección presenta los resultados de la estimación realizada en términos de
impactos en la salud y los costos de daños. Incluye una incertidumbre
análisis y un panorama general de las implicaciones de estos
cálculos para la política energética.
4.1. Impactos en la salud en la ZMVM
Los resultados en términos de los impactos de los contaminantes secundarios
proveniente de las emisiones de las siete plantas de energía eléctrica
analizados en la salud de los residentes de MCMA, se muestran en la Tabla 4.
días de actividad restringida (RAD) son los más importantes a corto plazo
impacto en casos por año, con una cifra de alrededor de 1 millón de casos. Debajo
el principio de gradualidad, visitas a la sala de emergencia (ERV) fueron los
segundo impacto más importante a corto plazo, con casi 3 mil
casos, mientras que los ataques de asma (AA) registraron 2,3 mil casos.
Ingresos hospitalarios-respiratorios (HA-R) y cardio-cerebro-vasculares
admisiones (HA-CCV) numeraron 0.2 y 0.07 mil casos,
respectivamente.
Impactos a largo plazo atribuidos a los contaminantes secundarios examinados
en este estudio son los siguientes: bronquitis crónica (CB) con 0.5
mil casos y tos crónica (CC) con 0.1 mil casos. los
el impacto de la mortalidad crónica (CM) se cuantificó en términos de 2.1
mil YOLL

1810/5000
Las cifras obtenidas para cada planta de energía dependen de la
cantidad de emisiones para cada contaminante primario (SO2 y NOX), y
fueron determinados por el combustible y la tecnología utilizada. Otro
importante
factor fue la distancia de la fuente de emisión desde la MCMA, ya que este
determinó el porcentaje de la concentración total del contaminante en
el anillo concéntrico, que se muestra en la Tabla 1. De acuerdo con los
resultados en
La Tabla 4, la unidad de vapor en Tuxpan es la mayor fuente de impactos en
salud debido a los sulfatos, que contribuyeron con el 34.7% de cada impacto
estimar. La doble planta de Petacalco sigue, con un 22.1%, esa planta
alterna el uso de carbón y fuel oil cada año, y en 2005 usó carbón
como el combustible principal, lo que resulta en una composición de emisión
diferente que
año desde la composición producida con fuel oil. El Manzanillo I
la planta es la tercera, con una participación del 11.6% en los impactos
derivados
de sulfatos en la MCMA; Altamira aportó el 11.4% a cada uno de los
impactos de sulfatos. Las cuatro centrales eléctricas mencionadas
anteriormente tomadas
en conjunto contribuyeron el 79.8% de los impactos totales calculados para los
sulfatos,
y el 20.2% restante se atribuyó a Manzanillo II, Villa de
Reyes, Salamanca y El Sauz. En 2005 Salamanca operó a menor
niveles de años anteriores como una medida para mitigar los niveles graves
de la contaminación registrada en el área urbana en la que se encuentra. los
contribución a los impactos atribuibles a los sulfatos del ciclo combinado
planta en El Sauz era mucho más baja.
En cuanto a los nitratos, los resultados muestran que Tuxpan contribuyó con un
32%,
Manzanillo I, 15.1% y El Sauz 14.9%, Altamira 11% y Manzanillo II
10.8%. En conjunto, estas plantas fueron responsables del 83.8% de las
impactos de los nitratos, mientras que el 16,2% restante se atribuyó a
otras plantas que usan combustóleo (Altamira y Manzanillo II) y el doble
Planta de Petacalco.

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4.2. Costos de daños en el MCMA


De acuerdo con las estimaciones, en el MCMA los costos totales de daños
esperadas de sulfatos y nitratos procedentes de las emisiones de
las siete plantas de energía seleccionadas totalizaron 71 millones USD1 (mín. /
máx.
20/258 millones de USD) (Tabla 5). De estos costos, el 98% corresponde a
sulfatos y el 2% restante, a nitratos. La contribución de cada planta a
estos costos dependen de la cantidad y el tipo de contaminante primario
emitido; la distancia de la planta a la ZMVM y la meteorología
variables.
Por planta, el costo de daño más grande proviene de la planta de vapor
en Tuxpan, con un total de 24 millones de USD, seguido del doble
Planta de Petacalco, con 15 millones de dólares. Por el contrario, los costos
atribuidos
a las otras plantas que usan principalmente fuel oil, incluso cuando están altas,
figura en el
Rango de 8 y 3 millones de dólares, muy por debajo de Tuxpan y Petacalco
(Tabla 5). La planta de ciclo combinado El Sauz compone el 0,3% de
el costo total del daño, con un costo de daño de 0.2 millones de dólares.
La estructura de costos de daños a la salud se caracteriza, en el
caso de ambos contaminantes, por el predominio de la mortalidad crónica
(66% del costo total de daño), como se muestra en la Fig. 4.
Por el contrario, incluso cuando el costo unitario para días de actividad
restringida es
el más bajo de todos los considerados, la gran cantidad de casos por año
coloca su participación en el 17% de los costos totales de daños esperados
causado por las plantas analizadas en el MCMA. Bronquitis crónica
representa el 13% de la estimación de los costos totales previstos.
Los impactos restantes en la salud son responsables del 4% del total.
Sin embargo, a pesar de este bajo porcentaje en relación a los costos
atribuido a la mortalidad crónica, bronquitis crónica y restringido
días de actividad, los otros impactos no deberían minimizarse, dado su
relevancia a nivel privado y social cuando los ingresos desiguales
distribución en el MCMA se toma en cuenta; esto coloca a muchos
sectores sociales en posiciones vulnerables. Del mismo modo, será necesario
incluir tanto otros costos económicos como costos sociales adicionales en el
futuro
análisis.
El análisis de los resultados normalizados por unidad de emisión de
contaminante, muestra que los costos más altos son para El Sauz y Petacalco,
ambos alcanzan un nivel de aproximadamente 18 cts / kg de SO2 por los
costos de daño en
MCMA asociada con los sulfatos, y 4 y 8 cts / kg respectivamente en
el caso de los nitratos. Los costos más bajos por unidad de emisión de SO2
son para
Manzanillo I y II, con valores respectivos de 6 y 8 cts / kg, y el
las plantas restantes muestran un costo unitario de alrededor de 11 cts /
kg. Con respecto a
nitratos, todas las plantas de vapor analizadas mostraron un costo dentro de un
rango de 2- 3 cts / kg (Fig. 5a). Por el contrario, los resultados en términos de
costos por unidad de electricidad son significativamente más bajo para El Sauz
(0.006 cts / kWh) en comparación con el otras plantas, cuyos costos por kWh
están en el rango entre 0.1 y 0.2 cts (Fig. 6). Las razones de este
comportamiento se pueden explicar teniendo en cuenta que El Sauz es una
planta de ciclo combinado que usa gas natural. Con la excepción de Manzanillo
II, el mayor costo de generación por kWh es para el vapor plantas incluidas en
este estudio.

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4.3. Implicaciones políticas


El crecimiento de mega ciudades en los últimos 30 años es un importante
tendencia en todo el mundo. En 2007 estas ciudades representaron el 4% del
mundo
población y el 9% de todos los residentes urbanos (UNFPA, 2007). En el caso
de
México, 44 de 57 áreas metropolitanas en el país (SEDESOL-
SEGOBCONAPO-INEGI,
2005) se encuentran en el rango geográfico de la
siete plantas de energía eléctrica consideradas en esta estimación. Por otra
parte, el
cinco áreas metropolitanas más grandes, incluida la ZMVM, que en su conjunto
representaron el 29% de la población del país en 2005 (INEGI, 2005),
probablemente se vean afectados por una o más de las plantas de energía
analizadas.
La rápida expansión de las áreas metropolitanas, resultante de la
proceso de urbanización en México, es un fenómeno que continuará
durante las próximas décadas. Esta tendencia se traduce en mayor
requisitos para la planificación territorial para una mejor gestión del público
utilidades y mejora en la calidad de vida (SEDESOL-SEGOBCONAPO-INEGI,
2005).
Las estimaciones del costo de daños en esta investigación son importantes
indicadores de las externalidades de sulfatos y nitratos producidos por
contaminantes secundarios en la ZMVM a partir de las emisiones de los siete
plantas de energía analizadas. Los resultados son indicadores adecuados para
toma de decisiones y puede complementar estudios más detallados, en
Además de dar una perspectiva general sobre el problema de externalidad.
Esto ofrece la posibilidad de una mejor comprensión del problema
y permite una toma de decisiones más informada sobre aspectos de
políticas ambientales, energéticas y de salud pública, con consideración
dados a los criterios de igualdad social.
Integrando los resultados del análisis de externalidades en la política
energética
debe llevarse a cabo a nivel nacional con un método efectivo
eso incorpora costos sociales mínimos. Internalización de la externalidad
debe ser parte de un proceso que no se centre únicamente en
aspectos pero también se desarrolla en uno que es más complejo, en el cual
medida efectiva a corto plazo es un cambio en las reglas de despacho dentro
del
sector eléctrico, que debería fortalecerse, y a nivel local,
regulación reforzada de las centrales eléctricas junto con un sistema más
estricto
regulaciones para emisiones de SO2 y NOX.

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5. Conclusiones
Las estimaciones hechas en este estudio son una importante analítica
ejercer en la importancia de los impactos en la salud en la ZMVM,
Fig. 5. Costo de daños en MCMA por unidad de contaminante.
Fig. 6. Costo de daño en MCMA por unidad generada.
P. Macías, J. Islas / Science of the Total Environment 408 (2010) 4511-4523
4521
atribuido a siete plantas de energía eléctrica a través de contaminantes
secundarios
producido a partir de las emisiones de NOx y SO2. Los sulfatos contribuyen
98%
de los costos totales previstos ocasionados por los contaminantes secundarios
formados
por las emisiones de las centrales eléctricas analizadas: esta situación no
no afecta la importancia de los costos causados por los nitratos, que también
alcanzar niveles monetarios relevantes.
La valoración económica se centró en tres impactos a largo plazo:
mortalidad crónica, bronquitis crónica y tos crónica y en cinco
impactos a corto plazo: días de actividad restringida, visitas a la sala de
emergencias,
ataques de asma y admisiones hospitalarias, que incluyen tanto
y casos respiratorios. Con respecto a la morbilidad, los principales impactos en
los términos de casos por año son días de actividad restringida, mientras que
otros más
los impactos serios a corto plazo totalizan un número significativamente menor
de casos,
bajo el principio de gradualidad
En términos de costos de daños, la estimación hecha para la MCMA es una
costo anual de 71 millones de USD (min / max 20/259 millones USD). En esto
estimar, el costo más importante es para la mortalidad crónica, el 66% de
total, seguido de días de actividad restringida al 17% y crónico
bronquitis en 13%, una cifra importante debido a la carga social que
sugiere. Los impactos restantes en la salud no son tan importantes en
términos económicos como los antes mencionados, pero deben abordarse
desde
una perspectiva social, considerando aspectos como la concentración del
ingreso;
el acceso de la población a los servicios de salud; y en general,
la calidad de vida de la población de MCMA, así como el diseño de
políticas energéticas adecuadas y efectivas. El análisis de los resultados
normalizado por unidad de emisión de contaminante, muestra que el más alto
los costos son para la planta de ciclo combinado El Sauz y la planta dual de
Petacalco. Los resultados en términos de costos por unidad de electricidad son
significativamente más bajo para El Sauz y con la excepción de Manzanillo II,
el mayor costo de generación por kWh es para las plantas de vapor incluidas
en
este estudio.
El enfoque desarrollado en este análisis de investigación de externalidades
producido por plantas de energía eléctrica ubicadas fuera de la MCMA ofrece
una
vista de la situación en esta zona en términos de impactos en la salud y
costos económicos, y puede constituir un apoyo importante para
diseño de políticas relacionadas con la salud pública, la energía y otras
temas. Es importante realizar más estudios para ayudar a reducir la
incertidumbre asociada a la disponibilidad de información sobre
variables atmosféricas (tales como las relacionadas con las tasas de
decaimiento, agotamiento
velocidades, emisiones de amoníaco y altura de la capa de mezcla, entre
otros). Otra área que debe abordarse en detalle tiene que ver
con las estimaciones de los costos de cada impacto en la salud, con el
objetivo de reducir las incertidumbres o subestimaciones derivadas de
los datos disponibles a través de un análisis más extenso en el MCMA.

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