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FLUJO VISCOSO

Los fluidos reales siempre experimentan al moverse ciertos efectos debidos a


fuerzas de rozamiento o fuerzas viscosas. Así, la viscosidad es responsable de las
fuerzas de fricción que actúan entre las capas del fluido. En los líquidos, esta surge
de las fuerzas de cohesión entre las moléculas de la sustancia. La viscosidad en los
líquidos disminuye con la temperatura, mientras que lo contrario sucede con los
gases. Si un fluido no tiene viscosidad fluiría por un tubo horizontal sin necesidad de
aplicar ninguna fuerza, su cantidad de movimiento sería constante. En un fluido real,
sin embargo, para mantener un caudal de fluido estable debe mantenerse una
diferencia de presiones entre los extremos de la tubería.

De esta manera, cuando el trabajo realizado contra estas fuerzas disipativas es


comparable al trabajo total realizado sobre el fluido o al cambio de su energía
mecánica, la ecuación de Bernoulli no puede utilizarse. La ecuación de Bernoulli es
siempre válida para fluidos en reposo, ya que en este caso las fuerzas viscosas no
tienen ningún efecto, pero para los fluidos en movimiento se ha de evaluar los
efectos de dichas fuerzas. Por ejemplo, la ecuación de Bernoulli puede dar una
descripción adecuada del flujo de la sangre en las arterias mayores de los
mamíferos, pero no en los conductos sanguíneos más estrechos.

De acuerdo con la ecuación de Bernoulli, si un fluido “fluye” estacionariamente por


una tubería horizontal estrecha y de sección transversal constante, la presión no
cambia a lo largo de la tubería. En la práctica, como señalamos, se observa una
caída de presión según nos desplazamos en la dirección del flujo: se requiere una
diferencia de presión para conseguir la circulación de un fluido a través de un tubo
horizontal.

Es necesaria esta diferencia de presión debido a la fuerza de arrastre o de frenado


que ejerce el tubo sobre la capa de fluido en contacto con él y a la que ejerce cada
capa de fluido sobre la adyacente que se está moviendo con distinta velocidad.
Estas fuerzas de arrastre o de frenado se denominan fuerzas viscosas. Como
resultado de su presencia, la velocidad del fluido tampoco es constante a lo largo del
diámetro de la tubería siendo mayor cerca de su centro y menor cerca de sus
bordes, en donde el fluido entra en contacto con las paredes de la misma

vmax

Esta estructura de capas o flujo laminar se presenta en los fluidos viscosos a baja
velocidad, en este caso puede considerase la velocidad media como la mitad de la
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velocidad máxima v  v max . Cuando la velocidad del fluido aumenta
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suficientemente, el flujo cambia de carácter y se vuelve turbulento, apareciendo
torbellinos o remolinos irregulares denominados en inglés eddys.

En general, el flujo turbulento es indeseable ya que disipa más energía mecánica


que el flujo laminar. Los aviones y los coches se diseñan de forma que el flujo de
aire en sus proximidades sea lo más laminar posible. Asimismo, en la naturaleza el
flujo sanguíneo en el sistema circulatorio es normalmente laminar en vez de
turbulento

1 2
L
Radio r

P1 P2

Sea Pl la presión en el punto 1 y P2 la presión en el punto 2 a distancia L


(siguiendo la dirección de la corriente) del anterior. La caída de presión DP=Pl-
P2 es proporcional al flujo de volumen: DP = Pl-P2 = R.Q, en donde Q es el flujo
de volumen, gasto o caudal, y la constante de proporcionalidad R es la
resistencia al flujo, que depende de la longitud L del tubo, de su radio r y de la
viscosidad del flujo. La resistencia al flujo se puede definir también como el
cociente entre la caída de presión y el caudal (en unidades Pa.s/m3 o torr.s/cm3)

NUMERO DE REYNOLDS

Reynolds (1874) estudió las características de flujo de los fluidos inyectando un


trazador dentro de un líquido que fluía por una tubería. A velocidades bajas del
líquido, el trazador se mueve linealmente en la dirección axial. Sin embargo, a
mayores velocidades, las líneas del flujo del fluido se desorganizan y el
trazador se dispersa rápidamente después de su inyección en el líquido. El flujo
lineal se denomina Laminar y el flujo errático obtenido a mayores velocidades
del líquido se denomina Turbulento

Las características que condicionan el flujo laminar dependen de las


propiedades del líquido y de las dimensiones del flujo. Conforme aumenta el
flujo másico aumenta las fuerzas del momento o inercia, las cuales son
contrarrestadas por la por la fricción o fuerzas viscosas dentro del líquido que
fluye. Cuando estas fuerzas opuestas alcanzan un cierto equilibrio se producen
cambios en las características del flujo. En base a los experimentos realizados
por Reynolds en 1874 se concluyó que las fuerzas del momento son función de
la densidad, del diámetro de la tubería y de la velocidad media. Además, la
fricción o fuerza viscosa depende de la viscosidad del líquido. Según dicho
análisis, el Número de Reynolds se definió como la relación existente entre las
fuerzas inerciales y las fuerzas viscosas (o de rozamiento).

Este número es adimensional y puede utilizarse para definir las características


del flujo dentro de una tubería.

El número de Reynolds proporciona una indicación de la pérdida de energía


causada por efectos viscosos. Observando la ecuación anterior, cuando las
fuerzas viscosas tienen un efecto dominante en la pérdida de energía, el
número de Reynolds es pequeño y el flujo se encuentra en el régimen laminar.

Si el Número de Reynolds es 2100 o menor el flujo será laminar. Un número de


Reynolds mayor de 10 000 indican que las fuerzas viscosas influyen poco en la
pérdida de energía y el flujo es turbulento.

FLUJO LAMINAR

A valores bajos de flujo másico, cuando el flujo del líquido dentro de la tubería
es laminar, se utiliza la ecuación demostrada en clase para calcular el perfil de
velocidad (Ecuación de velocidad en función del radio). Estos cálculos revelan
que el perfil de velocidad es parabólico y que la velocidad media del fluido es
aproximadamente 0,5 veces la velocidad máxima existente en el centro de la
conducción

FUJO TURBULENTO

Cuando el flujo másico en una tubería aumenta hasta valores del número de
Reynolds superiores a 2100 el flujo dentro de la tubería se vuelve errático y se
produce la mezcla transversal del líquido. La intensidad de dicha mezcla
aumenta conforme aumenta el número de Reynolds desde 4000 hasta 10 000.
A valores superiores del Número de Reynolds la turbulencia está totalmente
desarrollada, de tal manera que el perfil de velocidad es prácticamente plano,
siendo la velocidad media del flujo aproximadamente o,8 veces la velocidad
máxima.

LEY DE STOKES

La Ley de Stokes se refiere a la fuerza de fricción experimentada por objetos


esféricos moviéndose en el seno de un fluido viscoso en un régimen laminar de
bajos números de Reynolds. Fue derivada en 1851 por George Gabriel
Stokes tras resolver un caso particular de las ecuaciones de Navier-Stokes. En
general la ley de Stokes es válida en el movimiento de partículas esféricas
pequeñas moviéndose a velocidades bajas.
La ley de Stokes puede escribirse como:

donde R es el radio de la esfera, v su velocidad y η la viscosidad del fluido.


La condición de bajos números de Reynolds implica un flujo laminar lo cual
puede traducirse por una velocidad relativa entre la esfera y el medio
inferior a un cierto valor crítico. En estas condiciones la resistencia que
ofrece el medio es debida casi exclusivamente a las fuerzas de rozamiento
que se oponen al deslizamiento de unas capas de fluido sobre otras a partir
de la capa límite adherida al cuerpo. La ley de Stokes se ha comprobado
experimentalmente en multitud de fluidos y condiciones.
Si las partículas están cayendo verticalmente en un fluido viscoso debido a
su propio peso puede calcularse su velocidad de caída o sedimentación
igualando la fuerza de fricción con el peso aparente de la partícula en el
fluido.

donde:
Vs es la velocidad de caída de las partículas (velocidad límite)
g es la aceleración de la gravedad,
ρp es la densidad de las partículas y
ρf es la densidad del fluido.
η es la viscosidad del fluido.
r es el radio equivalente de la partícula.
La ley de Stokes es el principio usado en los viscosímetros de bola en
caída libre, en los cuales el fluido está estacionario en un tubo vertical de
vidrio y una esfera, de tamaño y densidad conocidas, desciende a través
del liquido. Si la bola ha sido seleccionada correctamente alcanzará la
velocidad terminal, la cual puede ser medida por el tiempo que pasa
entre dos marcas de un tubo. A veces se usan sensores electrónicos
para fluidos opacos. Conociendo las densidades de la esfera, el líquido y
la velocidad de caída se puede calcular la viscosidad a partir de la
fórmula de la ley de Stokes. Para mejorar la precisión del experimento
se utilizan varias bolas. La técnica es usada en la industria para verificar
la viscosidad de los productos, en caso como la glicerina o el sirope.
La importancia de la ley de Stokes está ilustrada en el hecho de que ha
jugado un papel crítico en la investigación de al menos 3 Premios Nobel.
La ley de Stokes también es importante para la compresión del
movimiento de microorganismos en un fluido, así como los procesos de
sedimentación debido a la gravedad de pequeñas partículas y
organismos en medios acuáticos.También es usado para determinar el
porcentaje de granulometría muy fina de un suelo mediante el ensayo de
sedimentación.
En la atmósfera, la misma teoría puede ser usada para explicar porque
las gotas de agua (o los cristales de hielo) pueden permanecer
suspendidos en el aire (como nubes) hasta que consiguen un tamaño
crítico para empezar a caer como lluvia (o granizo o nieve). Usos
similares de la ecuación pueden ser usados para estudiar el principio de
asentamiento de partículas finas en agua u otros fluidos.

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