Claudia Sepúlveda Azas, equipo directivo, profesores,
asistentes de la educación, padres y apoderados, queridos compañeros tengan todos ustedes muy buenos días. El día ha llegado en que el destino nos separa para enfrentarnos a la enseñanza media. Son tantas las emociones que sentimos en estos momentos: tristeza por la separación, incertidumbre del mañana, pero también alegría por haber cumplido con una etapa importante de nuestras vidas. No importa el camino que cada uno decida tomar de aquí en adelante, pues estamos seguros que cada momento vivido será recordado como intacto en nuestras memorias y en nuestros corazones. Todos estos años cada uno de nosotros escribió su propia historia, mirada desde su propio punto de vista. Todas estas historias estuvieron llenas de risas, tristezas y momentos inolvidables que hoy nos hacen ser lo que somos. Logramos querernos, entendernos y hasta soportarnos, pero siempre buscando el bien común. Queremos agradecer a toda la comunidad educativa, especialmente a nuestros queridos profesores que muchas veces olvidaron su rol de maestros y supieron ser amigos. Sabemos que en ocasiones nuestras respuestas no fueron las mejores, pero solo porque no entendíamos que sus intenciones eran que nos superáramos cada vez más con la finalidad de convertirnos en hombres y mujeres de bien. Queridos Profesores a cada uno de ustedes les agradecemos por su entrega profesional y por brindarnos tanto cariño. Queridas familias madres, padres, abuelitos sin ustedes nada de esto sería posible, gracias por estar con nosotros apoyándonos y conteniéndonos siempre. Infinitas gracias por contribuir a nuestros sueños y darnos el apoyo que quizás ustedes no tuvieron. 1 Queridos compañeros, nunca dejen de soñar y luchar por alcanzar sus anheladas metas. Todos los momentos vividos quedarán grabados por siempre en nuestros corazones. Gracias a todos a los silenciosos, a los divertidos, a los desordenados (casi todos) a los responsables, a los enojones, a los apretados y a quienes siempre estuvieron dispuestos a escuchar y contener ¿Cómo olvidar esas primeras amistades, esos primeros amores, las primeras fiestas, las embarradas que nos mandamos, en fin, tantos momentos imborrables.
Queridos compañeros, volemos alto, Esforcémonos y seamos
valientes. Cumplamos nuestros sueños sin egoísmo. No olvidemos ser felices. La felicidad no depende de tener grandes riquezas, sino de saber apreciar lo que nos rodea y aprovechar cada oportunidad para servir y amar a los nuestros y al prójimo.
Es por esto que no diré adiós. Un “hasta luego” suena mejor….
¿Por qué hasta luego? Porque espero verles luchando y sirviendo por alcanzar sus metas y sueños. Espero verles alcanzando aquello que se han propuesto. Espero verles convertidos en todo lo que anhelaron ser. Hasta luego compañeros y profesores. Los mejores deseos de prosperidad y éxito para el futuro.