Está en la página 1de 3

Como combatir la procrastinación

Es necesario un cambio de enfoque en tus pensamientos:

1) Reemplaza los “Tengo que…” por “Quiero”, “Voy a…” o “Es


conveniente para mí que…”

En primer lugar, pensar que “debes” hacer algo es una razón importante para
procrastinar. Al decirte a ti mismo que debes hacer algo, implica que estas forzado a
hacerlo, y por tanto sentirás automáticamente resentimiento y rebelión. Procrastinar es
tu mecanismo de defensa para evitar este dolor. Si la tarea postergada tiene una fecha
final, el sentido de dolor asociado a la tarea, será al final eliminado por el sentido de aun
más dolor si no empiezas inmediatamente para finalizar en tiempo.

La solución para resolver este bloqueo es pensar que no hay que hacer nada si no lo
quieres hacer. Aún cuando haya consecuencias graves, siempre tienes la libertad de
elegir. Nadie te obliga trabajar de la manera actual. Todas las decisiones tomadas
durante tu vida te han llevado a esta situación. Si no te gusta la situación actual, tienes la
libertad de tomar decisiones diferentes que la hagan cambiar.

2) Reemplazar “Finalizar” con “Empezar”

En segundo lugar, si piensas en algo pendiente como una gran tarea a finalizar, nunca
vas a finalizarla. Si te enfocas en una tarea sin poder visualizar todos los pasos
necesarios para llegar al final, te sentirás abrumado. El resultado es un sentido de dolor
asociado a esta tarea y la ejecución de esta tarea quedará retrasada. Si te obligas a
“Hacer la declaración de IRPF” o “Completar un análisis del mercado”, es probable que
te sientas abrumado y retrases la tarea.

La solución es empezar con una pequeña parte de la tarea en lugar de pensar en finalizar
el total. Reemplaza, “¿Cómo puedo finalizar esto?” con “¿Que paso pequeño puedo
empezar ahora mismo?” Si simplemente empiezas a trabajar en una tarea varias veces,
al final acabarás toda la tarea. Imagínate que uno de los proyectos para completar es
limpiar el garaje, y que no lo haces por que sientes que es mucho trabajo limpiar todo de
una vez. Piensa en cómo puedes empezar con una pequeña parte del proyecto. Por
ejemplo, entra en el garaje con un bloc de notas y apunta algunas ideas para tareas de 10
minutos que te ayuden a limpiar el garaje. Quizás también puedes tirar uno o dos
artículos a la basura si estas allí. No te preocupes en finalizar cualquier cosa
significante; solo enfócate en lo que puedes hacer ahora mismo. Si repites esto varias
veces, al final empezarás con la ultima parte de la tarea y estará listo.
3) Reemplazar “Perfeccionismo” con “Permiso para ser humano”

El tercer tipo de pensamiento responsable por la procrastinación es el perfeccionismo.


Si crees que debes hacer el trabajo perfecto al primer intento probablemente postergues
el empezar. Creer que debes hacerlo perfectamente es la manera perfecta de estresarte, y
naturalmente vinculas este estrés con la tarea y por tanto empiezas a evitar hacerlo. La
solución normal es esperar hasta el último momento, cuando puedes decirte a ti mismo
que ya no hay suficiente tiempo para hacerlo perfecto. Claramente esto solo funciona
con tareas con una fecha final definida; tareas sin fecha de vencimiento quedan
retrasadas indefinidamente. Si nunca has empezado este proyecto que siempre has
querido hacer tan perfecto, ¿es posible que este perfeccionismo te evite empezar?

La solución para combatir el perfeccionismo es darte permiso de ser humano. ¿Alguna


vez has utilizado un software que era perfecto en cada aspecto? Lo dudo mucho.
Realizar un trabajo completo imperfecto siempre es mejor que el trabajo perfecto
retrasado indefinidamente. El perfeccionismo también está relacionado a ver la tarea
entera. Reemplaza esa única tarea perfecta por un pequeño primer paso imperfecto. Un
primero borrador puede ser bastante ‘crudo’, pero siempre puedes revisarlo. Por
ejemplo, si quieres escribir un artículo de 5000 palabras, empieza con un borrador de
solo 100 palabras -menos que el tamaño de esto párrafo.

4) Reemplazar “Privación” con “Diversión Garantizada”

Un cuarto factor que produce bloqueo es asociar la privación a una tarea. Eso significa
que crees que hacer un proyecto disminuye la diversión en tu vida. ¿Debes parar el resto
de tu vida para completar el proyecto? ¿Te dices a ti mismo que debes entrar en
reclusión, trabajar muchas horas al día, sin ver a tu familia y sin tener tiempo para la
diversión? Eso probablemente no te motive mucho, pero es lo que hace mucha gente
para entrar en acción. Imaginar un periodo largo de trabajar mucho sin tiempo para
divertirte es una garantía para procrastinar.

La solución es hacer exactamente lo contrario. Primero garantiza las partes divertidas de


tu vida y planifica después el trabajo. Decide y planifica primero cuando es hora para
estar con la familia, mirar la tele, ir al gimnasio y otras actividades sociales. Establece
horas que dedicarás a todas estas actividades. Entonces luego, planifica las horas para
trabajar o estudiar al resto de la semana. Si tratas al tiempo para trabajar o estudiar
como un recurso escaso en lugar de un monstruo incontrolable comiendo cada hora
libre, te sentirás mas equilibrado y trabajas más enfocado y eficaz.

5) Usa “Timeboxing”

Para tareas que hace tiempo estas postergando, recomiendo el método de timeboxing
para empezar hacerlas. Así es como funciona: primero, selecciona una pequeña parte de
la tarea que puedes finalizar en 30 minutos. Después elige una recompensa para el
momento que finalizas este tiempo. No es necesario finalizar el trabajo, solo debes
trabajar durante 30 minutos para merecer la recompensa. Ejemplos incluyen mirar tu
serie favorito en la tele, comer algo, salir con amigos, darse un paseo, o cualquiera otra
cosa agradable. Debido a que el tiempo que trabajaras en esta tarea es tan corto, el foco
cambiara inmediatamente a la recompensa en vez de la dificultad de la tarea. No
importa si la tarea es muy desagradable, no existe virtualmente nada que no se puede
aguantar por apenas 30 minutos si tienes una recompensa suficientemente grande
esperándote.

Si usas el método de timeboxing en tus tareas, puedes descubrir que sucede algo muy
interesante. Encontraras probablemente que continúas trabajar más que solo 30 minutos.
A menudo te implicas tanto en la tarea, incluso las tareas difíciles, que actualmente
quieres continuar trabajando en ella. La recompensa todavía esta allí, y sabes que
puedes parar cualquier momento para disfrutarla. Pero una vez empezado el trabajo, tu
foco cambia de la dificultad de la tarea hacia acabar la parte de la tarea que ahora tiene
todo tu atención.

Si paras de trabajar, demanda la recompensa y disfruta. Luego planifica otro periodo de


30 minutos para trabajar en esta tarea con otra recompensa. Eso te ayuda al asociar más
diversión a la tarea, sabiendo que siempre hay una recompensa para tu trabajo. Trabajar
hacia recompensas a largo plazo no motiva tanto como recompensas inmediatas en corto
plazo

También podría gustarte