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Enfermedad de Wilson

2 Antonio Millán Jiménez1, Mercedes Ruiz Moreno2


Hospital Universitario de Valme, Sevilla. 2Fundación Jiménez Díaz-CAPIO, Universidad
1

Autónoma de Madrid.

INTRODUCCIÓN En el hígado, el mecanismo de transporte es más


En 1912 S.A. Kinnier Wilson (1877-1973) des- complejo. En condiciones normales el cobre introdu-
cribió un grupo de pacientes jóvenes que presentaban cido por CTR1 se une a ligandos de bajo peso mole-
cirrosis hepática asociada a alteraciones neurológicas cular, como glutatión, metalotioneínas y chaperone
secundarias a degeneración lenticular. HAH1 (también llamado Atox1). Este último sirve de
La enfermedad de Wilson (EW) se caracteriza almacenamiento transitorio hasta su cesión al trans-
por una alteración en el metabolismo del cobre que portador ATP7B, que lo vehiculiza desde el citoplas-
ocasiona su acumulo en diferentes tejidos, princi- ma al interior del aparato de Golgi donde cede a cada
palmente hígado, núcleos basales y córnea, lo que ori- molécula de apoceruloplasmina seis átomos de cobre
gina las múltiples manifestaciones clínicas de la enfer- y la transforma en holoceruloplasmina y, en esta for-
medad. ma, pasa al plasma. En cambio, cuando el cobre está
Se trasmite por herencia autosómica recesiva y en exceso en el interior del citoplasma, el transporta-
tiene una prevalencia de 10 a 30 por millón de habi- dor ATP7B modifica su situación y se coloca en una
tantes, con una tasa de portadores de 1/90. zona post-Golgi donde facilita la eliminación de vesí-
El diagnóstico y tratamiento precoz son funda- culas con alto contenido de cobre al canalículo biliar.
mentales ya que, al ser una enfermedad progresiva, El cobre trasportado en la bilis no se recupera por la
se evitarían las importantes secuelas que pueden lle- circulación enterohepática. Cuando la cantidad de
gar a ocasionar la muerte antes de los 50 años. cobre intracitoplasmática es normal, el ATP7B vuel-
ve a ocupar su situación previa, trans-Golgi. Así, el
FISIOPATOLOGÍA transportador ATP7B tiene una doble función, intro-
El cobre (Cu) es un oligoelemento esencial para ducir el cobre en el aparato de Golgi y fijarlo a la apo-
el ser humano. Actúa como cofactor necesario para ceruloplasmina y, por otra parte, facilitar su excreción
muchas enzimas y proteínas, interviene en la movili- biliar en situaciones de exceso.
zación del hierro, desintoxicación de radicales libres La ceruloplasmina es una α2 glicoproteína que
y en la creación de uniones celulares. Sin embargo, se sintetiza principalmente en hígado en forma de apo-
su exceso puede llegar a ser tóxico por la gran capa- proteína. El gen que la codifica se encuentra en el cro-
cidad oxidativa que tiene. De forma natural, se encuen- mosoma 3 y su formación es independiente de los
tra en algunos alimentos, como nueces, marisco, cho- niveles intracelulares de cobre. Sin embargo, si el Cu
colate, soja, champiñones, vísceras, etc. no fuera correctamente transferido, durante su sínte-
La ingesta total diaria habitual de cobre es de 1- sis daría lugar a una forma de apoproteína inestable.
3 mg y se absorbe solo del 10 al 50% de esta canti- Además del transporte del cobre, la ceruloplasmina
dad. En el intestino delgado pasa al interior del ente- también interviene en la movilización del hierro, tan-
rocito por el transportador CTR1 y, de allí, al torren- to después de su absorción intestinal como en su sali-
te sanguíneo con la proteína ATP7A para ligarse a da de los depósitos (ferritina), ya que actúa en el paso
albúmina y aminoácidos. La cantidad total de cobre de la forma ferrosa a férrica, que es como se puede
en el organismo es de 50 a 150 mg. unir a la transferrina para su transporte.
190 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP

La EW se desarrolla cuando ocurren mutaciones 14.3). Se han descrito más de 200 mutaciones en este
en los dos alelos del gen que debe sintetizar correcta- gen con capacidad de ocasionar la aparición de la
mente el transportador ATP7B. En esta situación no se enfermedad. La mayoría de las mutaciones de los dos
fija el cobre a la apoceruloplasmina y tampoco se eli- alelos son diferentes entre sí, es decir, pueden dar lugar
mina su exceso a la bilis. Como consecuencia, la sínte- a heterocigotos compuestos. Además, existe un nume-
sis de ceruloplasmina es anormal y se degrada con mayor roso grupo de enfermos en los que no se identifican
rapidez con lo que su nivel desciende en plasma. El mutaciones en esta región por lo que se cree que debe-
exceso de cobre citoplasmático en los hepatocitos tie- rían existir más mutaciones implicadas, pero en otras
ne un efecto oxidativo sobre todas las estructuras inter- regiones reguladoras del gen. Por lo tanto el diagnós-
nas, sobre todo y de forma más precoz, en las mitocon- tico genético es muy complejo y, además, aún queda
drias. En esta situación el organismo intenta minimizar por determinar la relación entre las mutaciones cono-
los daños e inicia una fase de adaptación, reduciendo la cidas y el fenotipo de la enfermedad. Al parecer, no
absorción de cobre por el intestino y aumentando la existe correlación en cuanto al tipo de manifestacio-
capacidad de fijación por parte de las metalotioneínas nes clínicas, hepáticas, neurológicas, etc., pero sí
y así conseguir disminuir su potencial tóxico. podría existirla en caso de precocidad o gravedad de
Cuando estos mecanismos compensadores son la presentación.
desbordados, el cobre sale del hepatocito e incremen-
ta su fracción libre plasmática, lo cual no sucede con CLÍNICA
el cobre total ya que la fracción ligada a la ceruloplas- Las manifestaciones clínicas de la EW son muy
mina está muy descendida. El Cu libre puede elimi- diversas y están influidas por la evolución de los depó-
narse por orina pero también es capaz de incorporar- sitos de cobre. No obstante, los principales síntomas
se, con facilidad, a ciertos tejidos del organismo pro- suelen ser hepáticos en las primeras fases de la enfer-
vocando daño tisular. En el cerebro, las áreas más sen- medad y neurológicos o neuropsiquiátricos en esta-
sibles a la oxidación por cobre son los núcleos basa- dios más avanzados. Solo ocasionalmente puede ocu-
les, putamen y lenticular. En el ojo, su depósito en la rrir que el paciente consulte por síntomas exclusiva-
membrana de Descemet da lugar al anillo de Kayser- mente neurológicos, pero los estudios evolutivos evi-
Fleischer. Otros tejidos preferentemente afectados son dencian lesión hepática.
riñón, articulaciones y membrana de hematíes. Aproximadamente un tercio de los niños presen-
La precocidad y gravedad de las manifestaciones ta síntomas clínicos relacionados con la EW, prefe-
de la EW se ven influenciadas, además de por las rentemente hepáticos. Entre los más frecuentes se
mutaciones referidas, por muchos factores. Entre ellos encuentran ictericia, epistaxis, dolor abdominal, ede-
destaca la alteración de la interacción entre chapero- ma en miembros inferiores y ascitis. Otros síntomas
ne HAH1 y el transportador ATPB7, que es necesaria derivan del depósito en la membrana de hematíes y
para el correcto transporte del cobre. También influ- túbulo renal, como anemia hemolítica, con test de
ye la presencia del genotipo ε3/3 de la proteína ApoE Coombs negativo, y proteinuria, aminoaciduria y/o
que, por sus propiedades de ligar el cobre, de antio- fosfaturia.
xidar y de estabilizar membranas, hace que en estos La presentación en forma de fallo hepático ful-
pacientes la enfermedad se manifieste más tardíamen- minante ocurre hasta en el 3,5% de los pacientes. Su
te. Los niveles descendidos de ceruloplasmina no pare- base anatomopatológica es de necrosis lobulillar sobre
cen ser un factor causal de la enfermedad sino, más cirrosis. Al contrario de lo que ocurre cuando son otras
bien, un epifenómeno secundario a la disfunción del las causas de fallo hepático agudo, los niveles de fos-
transportador ATP7B. fatasa alcalina están significativamente descendidos
y los de bilirrubina más elevados. En estos casos de
GENÉTICA fallo agudo, el transplante hepático es la única opción
El gen de la EW, denominado ATP7B, está loca- terapéutica que puede evitar el fallecimiento de los
lizado en la región q 14.3 del cromosoma 13 (13q pacientes.
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TABLA I. Clasificación fenotípica de la enfermedad de Wilson.

Presentación hepática
La definición de presentación hepática requiere la exclusión de síntomas neurológicos mediante un examen
clínico detallado en el momento del diagnóstico
– H1: enfermedad de Wilson hepática aguda
Ictericia que incide de forma aguda en un sujeto aparentemente sano, en un contexto de enfermedad
semejante a hepatitis o anemia hemolítica Coombs negativa, o una combinación de ambas. Puede progresar
a fallo hepático, que precisa trasplante hepático urgente
– H2: enfermedad de Wilson hepática crónica
Cualquier tipo de hepatopatía crónica, con o sin síntomas. Puede presentarse, o conducir, a cirrosis
descompensada

Presentación neurológica
Pacientes en los que hay síntomas neurológicos y/o psiquiátricos al diagnóstico
– N1: asociada con hepatopatía sintomática
Habitualmente los pacientes tienen cirrosis en el momento del diagnóstico de enfermedad de Wilson
neurológica. La hepatopatía puede anteceder muchos años a los síntomas neurológicos o ser detectada en el
proceso de estudio del paciente con síntomas neurológicos
– N2: no asociada a hepatopatía sintomática
Para documentar la ausencia de una enfermedad hepática avanzada (fibrosis o esteatosis pueden estar
presentes) es necesaria la biopsia hepática
– NX: no se ha investigado la presencia o ausencia de enfermedad hepática

El 50% de adolescentes con enfermedad de Wil- El anillo de Kaiser-Fleischer, un hallazgo típico


son tiene síntomas neurológicos. Su causa es la afec- en la enfermedad, es raro encontrarlo en niños meno-
tación extrapiramidal o cerebelosa y, clínicamente, se res de 7 años de edad. Está presente en más del 90%
manifiesta con temblor en reposo e intencional, rigi- de los pacientes que tienen manifestaciones neuroló-
dez, exceso de salivación, discinesia, disartria, disfa- gicas y su diagnóstico exige la utilización de lámpa-
gia, ataxia y movimientos coreiformes. Sin embargo, ra de hendidura.
el ideal para obtener la mejor respuesta al tratamien-
to es captar lo más precozmente posible los signos DIAGNÓSTICO
que permitan sospechar la enfermedad en la fase ini- Se establece por la combinación de manifestacio-
cial, como son bajo rendimiento escolar, alteraciones nes clínicas, pruebas de laboratorio y estudio gené-
sutiles en la movilidad fina, alteraciones en fonética tico. Cuando un paciente reúne todas las característi-
y en escritura y/o trastornos del comportamiento. No cas de la enfermedad el diagnóstico es fácil pero en
se ha observado deterioro intelectual ni anomalías sen- la mayoría de los casos esto no es así.
sitivas. Entre el 10 y el 20% de los casos, generalmen- Las manifestaciones clínicas han sido agrupadas en
te pacientes jóvenes y adultos, pueden cursar con una clasificación fenotípica de la enfermedad que esta-
manifestaciones psiquiátricas, afectivas, conductua- blece la forma de presentación en función de los sínto-
les, neuróticas o incluso psicóticas. La resonancia mas predominantes, hepáticos o neurológicos (Tabla I).
magnética cerebral muestra en estos pacientes cam- Las pruebas de laboratorio utilizadas en el diag-
bios característicos en los ganglios basales, tálamo nóstico de enfermedad de Wilson son:
y núcleo dentado, junto con atrofia cortical genera- – Incremento de transaminasas, con índice de Ritis
lizada y aumento del tamaño de los ventrículos. (ASAT/ALAT) usualmente inferior a la unidad.
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– Nivel plasmático de ceruloplasmina, medida por sia incluya nódulos de regeneración en los que el
nefelometría, inferior a 20 mg/dl. Al ser también contenido de cobre sea prácticamente nulo. Por
un reactante de fase aguda, su presencia en plas- otra parte, los heterocigotos pueden presentar
ma puede estar elevada si coinciden procesos cifras entre 50 y 250 µg por gramo de tejido.
inflamatorios o infecciosos. También si se ingie- El análisis de mutaciones predominantes en una
ren anovulatorios o existe colestasis, y ello pue- determinada región geográfica tiene especial interés
de dar lugar a falsas interpretaciones. Los hete- como prueba confirmatoria. Así ocurre en Centro-
rocigotos para la enfermedad de Wilson no pre- europa y Europa del Este, donde entre el 50-80% de
sentan síntomas, aunque hasta el 10% de ellos los pacientes tiene la mutación H1069Q o en Espa-
muestra cifras descendidas de ceruloplasmina. ña donde la mutación Met645Arg es detectada en el
En los niños asintomáticos, con riesgo familiar 55% de los pacientes. Sin embargo, es bien sabido
de padecer la enfermedad, las cifras de cerulo- que un estudio negativo no descarta totalmente la
plasmina pueden evolucionar a lo largo de los enfermedad, al existir probablemente mutaciones
años, descendiendo progresivamente hasta alcan- implicadas y no identificadas. La otra gran utilidad
zar niveles correspondientes al diagnóstico, moti- que tiene el estudio mutacional es el consejo genéti-
vo por el que su investigación periódica es reco- co familiar. Mediante el análisis de haplotipo se pue-
mendable. de establecer si los familiares estudiados comparten
– Nivel plasmático de cobre total, inferior a 60 µg/dl las regiones mutantes identificadas en el enfermo. De
ya que, al tener poca ceruloplasmina disponi- esta forma, pacientes asintomáticos podrían ser diag-
ble, no se puede transportar con ella y el Cu solo nosticados precozmente.
está en plasma como fracción libre, la cual sí está En Pediatría, hasta el 80% de los pacientes pue-
elevada, en nivel superior a 25 µg/dl. Esta deter- den diagnosticarse en fases presintomáticas de la enfer-
minación sólo se puede realizar por estimación medad, al estudiarlos cuando presentan elevación
indirecta. no explicada de transaminasas hepáticas o, también,
– Cobre en orina de 24 horas, que es superior a 100 al hacerlo en los familiares de un caso índice.
µg, en correspondencia con el aumento de la frac- En los que no presentan síntomas ni elevación
ción libre del Cu en plasma. En fases presinto- de transaminasas hepáticas el diagnóstico no es fácil
máticas de la enfermedad, la liberación de cobre ya que, aunque se sospechara, más del 50% tiene nor-
desde los hepatocitos no es muy elevada y ello males las pruebas diagnósticas habituales, sobre todo
puede ocasionar falsos negativos. Por este moti- la cupruria de 24 horas. En este grupo de pacientes
vo se aconseja determinarlo tras la administra- siempre hay que determinar el cobre en tejido hepá-
ción de dos dosis de 500 mg de D-penicilami- tico y, si fuera posible, identificar la mutación res-
da, ingerida con un intervalo de 12 horas, prue- ponsable. Por otro lado, el estudio patológico de la
ba que solo es positiva si el Cu urinario posterior biopsia hepática evidencia el daño tisular: esteatosis
es, al menos, cinco veces superior al excretado en el 87% de los casos, hepatitis crónica activa en el
en condiciones basales. 13% y cirrosis en el 6%, dependiendo de la edad del
– Cobre hepático, en cantidad superior a 250 µg paciente.
por gramo de tejido. Esta determinación es, para En cambio, cuando al iniciar el estudio existe ele-
muchos autores, la mejor prueba inequívoca para vación de transaminasas, tanto el nivel de ceruloplas-
el diagnóstico, sobre todo en los casos dudosos. mina como los del cobre en sangre y orina suelen ser
Sin embargo, esta cifra sólo la alcanza el 83% de patológicos. Además, en este grupo de pacientes la
los enfermos y puede coincidir, hasta en 1,4% de biopsia hepática muestra hepatitis crónica activa en
pacientes, con otro tipo de hepatopatía. Es posi- el 50% de los casos y cirrosis con esteatosis en el 36%.
ble encontrar enfermos, con enfermedad de Wil- La edad media de complicación con cirrosis es de 9,9
son y cirrosis evolucionada, en los que la cifra de ± 1,9 años, aunque podría presentarse desde los 5 años
Cu tisular sea inferior a la anterior, porque la biop- de edad.
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TABLA II. Diagnóstico de la enfermedad de Wilson. Sistema de puntuación.

Síntomas Puntuación
Anillo de Kayser (lámpara de hendidura)
Presente ............................................................................................................................................... 2
Ausente ............................................................................................................................................... 0
Síntomas neuropsiquiátricos sugerentes (o una resonancia magnética típica)
Presentes ............................................................................................................................................. 2
Ausentes .............................................................................................................................................. 0
Anemia hemolítica Coombs negativa (+ cobre sérico elevado)
Presente ............................................................................................................................................... 1
Ausente ............................................................................................................................................... 0

Pruebas de laboratorio
Cobre en orina de 24 h (sin síntomas de hepatitis aguda)
Normal ................................................................................................................................................ 0
1-2 VN ................................................................................................................................................ 1
> 2 VN ................................................................................................................................................ 2
Normal, pero más de 5 VN con 2 dosis de 0,5 g penicilamina ........................................................... 2
Ceruloplasmina sérica (nefelometría VN > 20 mg/dl)
Normal ................................................................................................................................................ 0
10-20 .................................................................................................................................................... 1
< 10 ..................................................................................................................................................... 2
Cuantificación de cobre en el hígado
Normal .............................................................................................................................................. –10
Hasta 5 VN .......................................................................................................................................... 1
> 5 VN ................................................................................................................................................ 2
Tinción de rodanina+ en hepatocitos (sólo cuenta si no hay determinación de cobre en el hígado)
Ausente ............................................................................................................................................... 0
Presente ............................................................................................................................................... 1
Análisis mutacional ATP7B
Mutación en los 2 cromosomas .......................................................................................................... 4
Mutación en 1 cromosoma .................................................................................................................. 1
No detectada mutación ........................................................................................................................ 0

Total ........................................................................................................................................................

Así, la coexistencia de todas las pruebas enume- TRATAMIENTO


radas es determinante para el diagnóstico y necesaria Hasta que no se disponga de la tecnología gené-
en los casos dudosos. En este sentido, se ha estableci- tica para el tratamiento de las enfermedades metabó-
do un sistema de puntuación que permite valorar de licas seguirán en marcha los métodos tradicionales.
forma cuantitativa aspectos clínicos, analíticos y la pre- En el caso de la EW, la terapia es bastante eficaz, pero
sencia o no de mutaciones (Tabla II). Cuando la suma aún no controla, en una minoría, ciertas complicacio-
resultante es superior a cuatro, permite establecerse con nes importantes, como las neurológicas o neuropsi-
seguridad el diagnóstico de dicha enfermedad. quiátricas.
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El tratamiento actual se basa en tres aspectos fun- 2-4 dosis. Ha demostrado gran eficacia, que pue-
damentales: 1) Disminuir el depósito de cobre tisular de constatarse al comprobar incremento de cupru-
existente al realizar el diagnóstico y comenzar el tra- ria en cifras superiores a 2 mg/día. Las mejorías
tamiento; 2) Prevenir la acumulación continuada del clínica y analítica, como normalización de trans-
cobre, tanto en tejido como en sangre; y 3) Conseguir aminasas, se observan progresivamente entre uno
reducir o tratar eficazmente las complicaciones deri- y seis meses, hasta incluso revertir el proceso de
vadas de las dos situaciones anteriores. La terapia es fibrosis o cirrosis. Sin embargo, aunque la mejo-
únicamente para homocigotos, tengan o no síntomas ría hepática es notoria, puede no suceder así con
o signos de EW, no para heterocigotos por no pade- la neurológica, sobre todo cuando el paciente tenía
cer la enfermedad. El tratamiento debe mantenerse ya síntomas de daño del sistema nervioso central.
durante toda la vida, ya que no se puede reponer la Este empeoramiento, que suele ser transitorio,
ceruloplasmina, que sería la terapia adecuada para que puede deberse al incremento del depósito neuro-
no aparecieran las complicaciones vinculadas al meta- lógico del Cu movilizado del hígado. La D-peni-
bolismo del Cu. cilamina tiene riesgo de acontecimientos adver-
El éxito del tratamiento depende del momento sos que pueden contraindicar se utilización. Tie-
del diagnóstico y de la evolución que haya alcanzado ne efecto antipiridoxina al provocar deficiencia
la enfermedad. Por esto es importante dar valor a los de piridoxal fosfato, motivo por el que se debe
síntomas inespecíficos iniciales y a la búsqueda de asociar constantemente con 25 mg/día de vitami-
marcadores en los familiares asintomáticos de los na B6 oral. El 10% de los pacientes muestra hiper-
pacientes diagnosticados. Aún hay incógnitas respec- sensibiliadad o sensibilidad cruzada a la penici-
to de esta enfermedad y, por ello, en España se está lina y en ellos es aconsejable reducir la dosis,
llevando a cabo un amplio estudio y registro cono- comprobando igual eficacia o pasar a otro trata-
cido como “Proyecto Eurowilson”, coordinado por miento lo cual sucede en el 5% de los casos, sobre
los doctores Bruguera y Jara. todo si el paciente asociaba patología renal, trom-
1. Para reducir el depósito excesivo tisular del cobre bocitopenia o alteración inmunitaria. Otros efec-
hay diversos procedimientos; para los casos más tos secundarios inmediatos son fiebre, erupción
graves o de descompensación funcional hepáti- cutánea, prurito, linfadenopatías, neutropenia y
ca se ha utilizado diálisis, hemofiltración, exan- trombopenia, lo que hace imprescindible un con-
guino-transfusión y transplante, siendo este últi- trol clínico riguroso. Los efectos adversos tardí-
mo el indicado en casos de cirrosis o fallo hepá- os son variados y aconsejan cambiar de tratamien-
tico agudo. Sin embargo, no suele resolver el daño to: proteinuria, con aspecto de síndrome nefróti-
neurológico, aunque puede mejorarlo. Para los co, que revierte en 1-2 años al retirar la terapia,
demás casos el tratamiento inicial son los quelan- síndrome de Goodpasture, síntomas lupoides,
tes y, entre ellos, los más utilizados son la D-peni- toxicidad en médula ósea (desde trombocitope-
cilamina y la trientina. nia severa a aplasia), miastenia gravis, polimio-
La D-penicilamina reduce la afinidad de las pro- sitis, hepatotoxicidad, pérdida del gusto, estoma-
teínas intracelulares por el Cu e incrementa la sín- titis aftosa, alteraciones de la piel (pénfigo, liquen
tesis de la enzima metalotioneína, que lo fija de plano, elastosis perforante serpiginosa y efecto
forma no tóxica, lo quela, y aumenta la cupruria. anticicatrizante), incremento del tamaño de las
Su absorción es buena si se toma sin alimentos mamas y molestias gastrointestinales. Finalmen-
que la puedan interferir. Tiene una vida media de te, si la medicación se interrumpiera bruscamen-
1,7-7 horas y se excreta fundamentalmente (80%) te podría desencadenarse un empeoramiento clí-
por orina. Se recomienda iniciar el tratamiento nico inmediato, con fallo hepático agudo y ries-
con dosis bajas e ir aumentándolo progresivamen- go de hemólisis, por lo que se aconseja una dis-
te hasta llegar en adultos a 250 mg/día y en niños minución paulatina de la dosis en caso necesario.
a 20 mg/k/día, sin pasar de 1 gramo diario y en El control clínico debe realizarse cada semana los
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dos primeros meses, después cada mes, durante aguas minerales que lo posean. Esta dieta debe
6-9 y, al comprobar tolerancia, dos veces al año. seguirse durante toda la vida.
En caso de cirugía se aconseja disminuir la dosis, Para impedir su absorción están las sales de zinc
lentamente y hasta el 50%, por el efecto antici- (gluconato, sulfato y acetato). La más eficaz y
catrizante. mejor tolerada es el acetato. El zinc induce la
La trientina, dihidroclorato de trientilene tetra- síntesis de metalotioleína en los enterocitos que,
mina, es otro quelante del Cu, con igual efica- aunque es un quelante endógeno de metales, tie-
cia que la D-penicilamina, pero sin efectos secun- ne mayor afinidad por el Cu, evita su absorción
darios importantes. No tiene grupos sulfidrilos y y facilita su excreción en las heces. El zinc tam-
quela el Cu al formar complejos estables. Es tam- bién puede inducir la formación de metalotiole-
bién cuprúrico. Su absorción es pobre, el 1% de ína hepática por lo que, además, podría consi-
la ingesta, y se excreta por orina. Su dosis en adul- derarse como medicamento quelante. La dosis
tos es de 750-1500 mg/día y, en niños de 20 se expresa en zinc elemental. En adultos y ado-
mg/kg/día en 2-3 dosis, hasta un máximo de 1,5 lescentes es de 150 mg/día, en niños de 75
gr/día y sin otros alimentos. Al ser también un mg/día, en 2-3 tomas y siempre fuera de las
quelante del hierro es fundamental que no lo tome comidas. Aunque se ha utilizado eficazmente
con el tratamiento de trientina, si acaso tuviera como tratamiento primario en pacientes con sín-
anemia, porque podría ser tóxico. Sus efectos tomas neurológicos, cuando los otros tratamien-
adversos son raros, quizá alguna molestia gas- tos estaban contraindicados o si eran ineficaces,
trointestinal, anemia o dolor muscular. El empe- la recomendación es utilizarlo en la fase de man-
oramiento neurológico es poco frecuente, por lo tenimiento, combinado con otro quelante. Tam-
que podría indicarse como primera droga en caso bién se ha utilizado en pacientes asintomáticos.
de presentar daño del sistema nervioso central. Las sales de zinc pueden tener efectos secunda-
Al contrario que la D-penicilamina, que no es rios no deseables, como alteraciones inespecí-
teratogénica, la trientina puede provocar altera- ficas gastrointestinales, deterioro hepático e
ciones cromosómicas en el feto, quizá por toxi- incremento de amilasa y lipasa, sin otro daño
cidad del zinc o inducir deficiencia de Cu. Los pancreático.
controles de eficacia son los mismos y se debe Otro producto, menos estudiado y aún no comer-
vigilar el metabolismo del Fe. Hasta ahora se con- cializado, que interfiere la absorción intestinal
sideraba la D-penicilamina como primera droga, del Cu y es cuprúrico, es el tetratiomolibdato.
pero la falta de efectos adversos hace de la trien- Aunque son precisos más estudios para asegurar
tina una medicación con la que puede iniciarse el su eficacia, se ha utilizado, con buen resultado,
tratamiento. Si todo va bien, con estos quelan- en pacientes con iniciales síntomas neurológicos.
tes se logra estabilidad entre 1 y 5 años y, a par- Su uso es exclusivamente experimental.
tir de entonces, se pasa a la terapia de manteni- En resumen, ante enfermos asintomáticos se pre-
miento, con la dosis eficaz referida anteriormen- fieren las sales de zinc. Para los que cursan con
te o en combinación con sales de zinc. síntomas hepáticos o con escasa afectación neu-
2. Para prevenir la nueva acumulación del Cu hay rológica, la D-penicilamina con vitamina B6. En
dos tratamientos fundamentales: no ingerirlo en el caso de intolerancia a la misma y si el pacien-
exceso y controlar su absorción intestinal. Los te tuviera daño neurológico destacado, se comien-
alimentos que deben evitarse son los ricos en Cu, za con trientina. Estos quelantes se pueden uti-
fundamentalmente setas, cacao, frutos secos, vís- lizar solos o con zinc, para incrementar su efica-
ceras, moluscos, mariscos y brócoli. Es de parti- cia. La medicación siempre debe comenzar con
cular importancia conocer el contenido de Cu del dosis bajas e ir aumentándola poco a poco hasta
agua local y evitar su recogida de tuberías fabri- alcanzar la dosis recomendada. En pacientes esta-
cadas con este elemento, así como no consumir bles se comienza con la fase de mantenimiento,
196 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP

dando quelantes a dosis decrecientes o únicamen- gía y nutrición pediátrica, 2ª edición. Madrid: Ergon;
te sales de zinc y, siempre, la dieta pobre en cobre. 2008. p. 391-400.
3. El mejor tratamiento de las complicaciones es el 3. Dhawan A, Taylor RM, Cheeseman P, De Silva P, Kat-
trasplante hepático y se aconseja cuando la afec- siyiannakis L, Mieli-Vergani G. Wilson’s disease in chil-
tación hepática es severa o fulminante, tal como dren: 37-year experience and revised King’s Score for
liver transplantation. Liver Transpl 2005; 11: 441-8.
se ha comentado anteriormente. En 2005, los
hepatólogos del King’s College Hospital publi- 4. Ferenci P, Caca K, Loudianos G, Mieli-Vergani G, Tan-
ner S, Sternlieb I, et al. Diagnosis and phenotypic clas-
caron que la alteración patológica conjunta de 5 sification of Wilson disease. Liver Int 2003; 23: 139-42.
factores (AST, bilirrubina, INR, albúmina y núme-
5. Gromadzka, G. Schmidt HH-J, Genschel J, Bochow B,
ro de leucocitos) indicaba la recomendación de Rodo M, Tarnacka B, Litwin T, Chabik G, Czlonkows-
introducir al paciente en la lista de trasplante, ya ka A. Frameshift and nonsense mutations in the gene for
que lo iba a necesitar. Sin embargo, esta medida ATPase7B are associated with severe impairment of cop-
es ineficaz contra el daño neurológico. per metabolism and with an early clinical manifestation
Otros tratamientos que alguno de los pacientes of Wilson’s disease. Clin Genet 2005; 68: 524-532.
con afectación psicológica o neurológica pueden 6. Jara Vega P, Hierro Llanillo L. La enfermedad de Wil-
necesitar son rehabilitación muscular, terapia psi- son: formas de presentación en la infancia. Gastroen-
cológica al paciente y a su familia, ayuda econó- terol Hepatol 2006; 29: 560-567.
mica y asistencia social y oftalmológica. Por todo 7. Kaplan MM, Runyon BA, Bonis PA. Wilson’s disea-
se. http://www.uptodateonline.com Topic last update:
esto, la enfermedad de Wilson debe ser atendida,
30092008.
además de por un hepatólogo, por un grupo mul-
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