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X.

Determinación
de la configuración

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154 DETERMINACIÓN DE LA CONFIGURACIÓN

Introducción ^e ^a Definido ya la configuración como el tamaño y la forma en conjunto de un


edificio, junto con el tamaño, naturaleza y disposición de aquellos elementos que
son significativos en su comportamiento sísmico. Esto comprende elementos como
muros, columnas, pisos, núcleos de servicio, escaleras y la cantidad y tipo de divisio-
nes interiores, así como la forma en que los muros exteriores se dejan sólidos o con
aberturas para iluminación natural y ventilación.
Del mismo modo que los principios del diseño sísmico se deben comprender a
fin de aclarar la relación entre la configuración y la resistencia sísmica, también es
necesario tener una idea de los límites y naturaleza de los parámetros que determi-
nan la configuración.
Ya se ha señalado que para el observador las configuraciones de los edificios son
tan variadas que su determinación podría parecer azarosa e incluso caprichosa.
Aquí se sugiere que esto no es así: existen determinantes identificables de la confi-
guración, incluso una indicación necesariamente breve de algunas de éstas ayudará
al conocimiento general de la configuración y la medida en que ésta se puede modi-
ficar para ajustarse a los requerimentos sísmicos.
Hay tres grandes influencias en la configuración de un edificio: los requisitos del
terreno, los requisitos del programa del edificio y los requisitos de imagen o aparien-
cia (figura 10.1). La primera impone restricciones por la geometría y localización
del terreno. La segunda representa los requisitos impuestos por la planeación interior
del edificio para satisfacer los requisitos de uso u ocupación. El tercer requisito re-
presenta el deseo del diseñador de obtener imágenes físicas que expresen las aspira-
ciones del propietario del edificio, de los usuarios y, por supuesto, del propio
diseñador. También se verán brevemente otras influencias, a fin de mostrar los lími-
tes y complejidad de los aspectos que debe afrontar el diseñador del edificio.
La elección de la configuración proviene de la función del edificio. Puesto que la
función del edificio es una expresión muy usada, pero raras veces comprendida, vale
la pena tratar de definir la función en términos que reflejen la multiplicidad de tipos
e intenciones de los edificios. Al hacerlo, se puede empezar a aclarar las implicacio-
nes del propósito del edificio.
Generalmente, la confusión sobre la función del edificio proviene de definiciones
que colocan la función del edificio en oposición con el arte de edificar. Esta oposi-
ción se expresa en forma de elecciones antitéticas: el diseño se puede enfocar hacia
el uso y eficiencia, o bien, hacia la expresión estética, pero no hacia ambos aspectos.
Una teoría alternativa expresa la coexistencia del arte y la utilización. Esta teoría
fue adoptada por los funcionalistas de la década de 1920, cuando propusieron que
el arte, o el goce estético de un edificio, radica en la expresión precisa del propósito
del edificio.
Le Corbusier, en sus libros de las décadas de 1920 y 1930, empleó ejemplos de la
coexistencia de la ingeniería (barcos, automóviles, aviones) para ¡lustrar este punto
de vista (figura 10.2). Una versión muy simplista de la ¡dea de la coexistencia de lo
estético y lo utilitario provino de la postura oficial de la profesión arquitectónica:
el diseño del arquitecto resolverá los problemas de utilización y creará una obra de
arte. Tal postura sigue siendo una evidencia abrumadora, y a menudo no es posible
para el profesional, ni deseada por el propietario.
INTRODUCCIÓN 153

Lugar

(a)

Program
Figura 10.1 Las tres influencias princi-
pales en la configuración del edificio:
terreno, programa y aspecto. (b)

Figura 10.2 Coexistencia del arte y la


utilidad: un ejemplo de Le Corbusier, el
avión de pasajeros SPAD 33 BLERIOT.
[Fotografl'a de Le Corbusier, Towards A
New Architecture, traducido de la déci-
mo tercera edición francesa por Frede-
rick Etchells (Londres: John Rodker,
1927).]
156 DETERMINACIÓN DE LA CONFIGURACIÓN

^n er|foclue Para resolver este tipo de inconsistencia simplista es él adoptado por


dos investigadores ingleses 1) que han sugerido que todos los edificios intentan cum-
plir cuatro funciones que se manifiestan como modificadores. De este modo, el
edificio actúa como un modificador climatológico al proporcionar un microclima
para sus usuarios, y como un modificador económico mediante las maneras en que
por su presencia modifica la economfa. El edificio también actúa como un modifj-
cador del comportamiento por la forma en que influye en la vida, el trabajo y el
esparcimiento de la gente. Finalmente, el edificio es un modificador simbólico en
virtud de que su imagen influye en los propietarios, usuarios y observadores del
edificio. Este último concepto incluye el tradicional "arte" de la arquitectura.
Este modelo de cuatro funciones es útil porque considera tanto la coexistencia
de los valores de cualquier concepto de edificio, como la diferente combinación de
énfasis entre estos atributos en cualquier edificio. El Museo Nacional de Arte de
Washington no es un edificio menos "funcional" que un almacén suburbano, pero sí
es diferente el énfasis puesto en cada función.
El énfasis relativo de I as cuatro fuñe ion es del edificio establece un contexto dentro
del cual trabaja el diseñador. De los cuatro, usualmente el contexto del costo es el
modificador crítico, y las relaciones entre la configuración y el costo del edificio
tienen un paralelo con aque'llas entre la configuración y el diseño sísmico La forma
sencilla, regular y repetitiva tenderá a ser tanto la configuración más económica
como la menos problemática desde el punto de vista sísmico.
La consideración de un atributo funcional específico dentro del modelo general,
puede implicar la consideración de aspectos del desarrollo del proyecto que parecen
estar muy alejados de la configuración, aunque pueden tener un efecto significativo.
El tipo de propietario es un ejemplo de esta característica, dentro de la función eco-
nómica.
El edificio diseñado para ser rentado es claramente un tipo comercial significativo,
y se ha señalado muy poco el efecto que tiene este concepto de propiedad sobre el di-
seño. Se ha desarrollado toda una tecnología de los componentes internos del edifi-
cio, para satisfacer requisitos de fácil distribución de espacio y servicio (e. g., las di-
visiones desmontables y los plafones integrados). Pero las necesidades para esta clase
de espacio también tienen implicaciones directas en la configuración. Una de estas
implicaciones es proporcionar formas de plantas para el edificio (pisos) que se pue
dan subdividir geométricamente con facilidad y efectividad (figura 10.3).
Otra es establecer una preferencia por las estructuras de marcos que reducen al
mínimo la necesidad de grandes elementos fijos (como los muros de cortante o con-
travientos) en el interior del edificio, que pueden coartar la posibilidad de proporcio-
nar al futuro usuario el espacio que desee. Estas preferencias tienen un efecto obvio
en la naturaleza del sistema resistente a sismos.
A medida que se elevan los costos de los edificios, éstos tienden a ser más per-
manentes, ya que no es económico su reemplazo. AI mismo tiempo, el frecuente
cambio de ocupación requiere una redistribución más rápida del interior del edificio.
El efecto de las mejores normas de construcción en áreas sísmicas está dando como
resultado estructuras que tendrán una vida más larga (como sistemas soportantes)
que cualesquiera otras que se hayan conocido en los E. U. A. La estructura horizontal,
vertical y lateral del Hospital Loma Linda (descrita en el Apéndice 2) probablemente
tendrá una vida útil de cerca de 200 años (figura 10.4). Al mismo tiempo, es difícil
que la distribución general de las plantas sea válida por más de 40 a 50 años, ya que
los detalles de distribución de las plantas y sistemas de servicio que obedecen a la
tecnología médica serán obsoletos dentro de una década.
El desarrollo de los modernos sistemas de acondicionamiento de aire desde la
década de 1940 ha reducido el efecto del clima sobre la forma de los edificios. Sin
embargo, puede ser que dicha época esté terminando, y los aspectos térmicos y de
DETERMINANTES 157

Figura 10.3 Facilidad de subdivisión de


áreas en un edificio de oficinas.

iluminación natural del clima puedan tener de nuevo un efecto significativo tanto
en las consideraciones formales generales como específicas. Estos efectos no necesa-
riamente se deberán a las vastas redes de colectores de energía solar Los cambios
pueden ser más sutiles y relacionados con problemas de diseño tradicional, como la
orientación del edificio y la evaluación científica de las proporciones de muros ce-
rrados y de ventanas aisladas. Se puede esperar ver el regreso de las variaciones de
fachadas que presentan un patrón diferente de partes sólidas, huecas, salientes y
transiciones, de acuerdo con la orientación, en vez de las fachadas uniformes a las
que nos hemos acostumbrado.
Algunos de los requisitos de zonificación, que se verán más adelante, en relación
con el diseño de edificios de oficinas, tienen su origen en requisitos climatológicos,
de iluminación y ventilación. Se puede esperar un resurgimiento de estos factores
a medida que adquiera importancia la cuestión de los derechos solares, para los
sistemas tanto de energía solar como de iluminación natural (figura 10.5). Estos
factores pueden tener una gran importancia en los aspectos configurativos. Una ge-
neralización segura es la del efecto de todas las consideraciones climatológicas, y
que la configuración tenderá hacia la variedad e irregularidad en el tratamiento de
fachadas y hacia una re-evaluación de las formas de edificios actuales.

Figura 10.4 Estructura con una duración


posible de 200 años: Hospital de la Admi-
nistración de Veteranos de Loma Linda,
Loma Linda, California.
158 DETERMINACIÓN DE LA CONFIGURACIÓN

Figura 10.5 La forma del edificio está


determinada por el acceso de la luz solar
(Fotografía, con autorización, de Ralph
Knowles, Universidad del Sur de Califor-
nia. Paul Bodine, diseñador Fotografía
de Sarah Dennison).

Se reconoce que la geología del terreno es una determinante de la naturaleza de


movimiento del suelo. Sin embargo, hay aspectos del terreno que influyen en I
configuración en forma, que no sólo están relacionados con las consideraciones sis
micas, sino que incluso se pueden contraponer a estos factores. Estas son caracterí
ticas como la geometría y la localización del terreno en relación con consideraciones
de diseño urbano que se expresan específicamente en requisitos de zonificación
que imponen la construcción de edificios escalonados, límites de altura, relaciones
de área de piso y otros.
A medida que los terrenos son más pequeños, su geometría Sé torna más critic
como determinante de la forma del edificio. En el ambiente suburbano hay una ma
yor tendencia a que los edificios, incluso los grandes, sean estructuras libremente
desplantadas, con poca influencia de la geometría del terreno. Pero en el áreaurbana
sucede lo contrario: la forma del terreno, modificada por requisitos de escalona
miento llega a ser la forma de la planta del edificio (figura 10.6)
A medida que aumenta el costo del terreno, los lotes en la ciudad tienden a se
más pequeños, y la viabilidad financiera demanda el máximo uso de éstos, es decir
los pisos más grandes y el mayor número de ellos que se puedan obtener
Estas presiones han tenido como consecuencia requisitos de zonificación que, e
cierta medida, yan en contra de la economía de los bienes raíces, en otras palabras

Figura 10.6 La forma del terreno de-


termina la forma del edificio.
DETERMINANTES 159

tales requisitos tienden a limitar la cobertura del terreno, la altura del edificio, o
ambas cosas. En general, las normas se basan en razones estéticas, como la inconve-
niencia, desde un punto de vista de diseño urbano, de llenar los lotes con una má-
xima cobertura y una altura ilimitada (figura 10.7).
La geometría típica de una ciudad norteamericana se basa en un patrón reticular
que genera manzanas rectangulares y terrenos para edificación también rectangula-
res, ya sea que ocupen toda una manzana o parte de ella. Sin embargo, también es
característico de la planeación urbana que algunas calles importantes corten diagonal-
mente la retícula (como Broadway en la ciudad de Nueva York), o bien, diferentes
porciones de planta reticular se pueden unir entre sí conforme a una base no rectilí-
nea, creando una calle que cruza diagonalmente la parte en que se unen las dos por-
ciones (como Market Street en San Francisco). El resultado es una notable incidencia
de terrenos para edificación de forma triangular o trapezoidal, propiciando la cons-
trucción de edificios como el edificio "con forma de plancha" de la ciudad de Nueva
York que es un ejemplo muy conocido (figura 10.8).
Aunque la geometría del terreno y los requisitos de zonificación pueden influir
en diversas medidas sobre la forma de la envolvente de un edificio, el desarrollo de-
tallado de la forma está determinado por requisitos de planeación interior.
El problema de la planificación interior se puede expresar simplemente como el
de la distribución de espacios adecuados como son el tamaño, forma, equipo y cali-
dad, para las actividades que sustentan y que permiten que tanto la gente como los
materiales se desplacen de un espacio de actividad a otro.
Para toda la diversidad y complejidad de plantas de edificios, la solución del pro-
blema de planeación del movimiento horizontal parte de una elección entre dos
alternativas básicas o una combinación de éstas. Tales alternativas son desplazarse
directamente de un espacio de actividad a otro, o bien, desplazarse de un espacio de
actividad a un espacio de circulación (dedicado éste a la actividad de desplazamiento)
a otro espacio de actividad. Los detalles de la planeación son muy conocidos por los
diseñadores. En la planeación horizontal se usan distribuciones espacio-a-espacio,
corredores de una sola crujía y corredores de doble crujía. En la figura 10.9 aparece
un ejemplo de planeación que incorpora todos estos me'todos de distribución.
Algunas veces, con el afán de reducir la relación de espacio de circulación/
actividad, los edificios tienen combinaciones de espacio con corredores de doble
uso. Este tipo de distribución es característico particularmente en edificios escolares,
laboratorios y hospitales, donde la eficiencia y la economía de la construcción tienen
una importancia determinante. Se ha creado una forma particular de distribución de
este tipo para hospitales, que a veces se denomina planta de "pista de carreras".
También se usa esta planta en muchos edificios de oficinas que tienen un núcleo in-
terior para elevadores y otros elementos de servicio (figura 10.10).
El impacto de la estructura vertical en estos conceptos de distribución de la planta
puede tomar dos formas. La estructura puede definir el concepto de planeación,
como cuando se emplean muros de carga para definir una distribución celular re-
petitiva de cuartos para hotel o departamentos. O bien, la estructura puede ser

Figura 10.7 Con frecuencia, la zonifica-


ción produce otras configuraciones
características
160 DETERMINACIÓN DE LA CONFIGURACIÓN

Figura 10.8 El edificio en forma de


"plancha" en la ciudad de Nueva York.
Una forma producida por una distribu-
ción no ortogonal de las calles.

independiente de la división interior del espacio, como ocurre con el edificio de o


ciñas diseñado para alquiler (figura 10.11).
La necesidad de que la estructura obedezca a los requisitos de seguridad para vi
de circulación despejadas y directas tiene la mayor preponderancia, y las obs-
trucciones estructurales que bloquean las áreas vestibulares son sumamente incon-
venientes. Aunque la localización de muros divisorios se puede cambiar para h
modificación de su uso, las vi'as de circulación casi siempre permanecen iguales. Poi
esta razón, una estrategia segura es la definición de vi'as de circulación mediante
elementos estructurales, los que debido a su naturaleza permanecerán fijos durante
la vida del edificio.
La configuración del edificio es tridimensional: además de la distribución hori-
zontal del espacio, el diseñador debe tomar en cuenta la dimensión vertical y, en cual-
quier construcción de más de un piso de altura, el movimiento vertical. La altura del
edificio constituye un factor sísmico, y está determinado tanto por el número de
pisos como por la altura de piso a piso (o de piso a techo).
El número de pisos es el resultado de la integración de un numero de variables
como son el tamaño del terreno, el costo del edificio, los requisitos de área del edi-
ficio y las necesidades de área de piso. Las alturas de los plafones, o más exactament
las alturas de piso a piso (figura 10.12), están determinadas por los requisitos de
actividad y economía. El reglamento tiene una función muy importante respecto a
extremo inferior del espectro de los costos, al establecer mínimos para ciertas
actividades.
DETERMINANTES 161

Figura 10.9 Propuesta de diseño de un


carro de ferrocarril que presenta una am-
plia variedad de métodos de distribución
de la planta. [Redibujado, con autoriza-
ción, de James F. O'Gorman, H. H.
'
Rlchardson and His Office - Selected
Drawings (Boston: David R. Godine,
1974).] ^— Plafón
Altura de piso a piso
Figura 10.10 Planta en forma de "pista
de carreras".

Figura 10.11 Enfoques alternativos pa- \l/ "©


ra tratar la relación entre la distribución
de la planta y la estructura.

Figura 10.12 Altura de piso a piso.

Una vez planteada ¡a solución de un diseño de mucho^ piso?, Sos occisiones de


diseño se tornan fundamentales: la manera en que los pisos se superponen y la ma-
nera en que se distribuye el movimiento vertical entre los pisos.
El diseño de mezzanines, galerías y otros tipos similares de espacios, tienden a
requerir plafones altos, claros anchos, voladizos, puentes y otros elementos que a
menudo constituyen causas de discontinuidad y desequilibrio estructurales.
La importancia sísmica de las escaleras radica en el hecho de que constituyen
elementos fijos en la estructura del edificio, y pueden representar un punto de rigi-
dez localizada, en cuyo caso recibirán una cantidad desproporcionada de fuerzas
sísmicas. Esto es una desventaja, ya que también es un elemento esencial en la pla-
neación de la seguridad del edificio, y es particularmente necesario que permanezcan
intactas en caso de incendio o terremoto. Una escalera también puede crear una in-
162 DETERMINACIÓN DE LA CONFIGURACIÓN

terrupción, o "agujero" en el diafragma de piso, a menos que se diseñe como Ur


apéndice del piso por afuera del diafragma principal.
Aunque se suele pensar en los elevadores como núcleos confinados por muros, d
hecho el requisito de diseño para ellos es ehde una abertura en el piso, y una consc
cuente interrupción del diafragma. Los muros que cierran el núcleo pueden forma
parte de la estructura vertical o lateral del edificio, pero no es necesario que asísee
ya que el carro del elevador está sujeto a la parte superior y sólo requiere rieles late
rales para guiarlo.
Dentro de la gama de determinantes racionales, queda un amplio margen par
una gran variedad de soluciones de la forma del conjunto. Aún así, en cualquier cas>
existe una fuerte tendencia a elegir algunas soluciones de forma en vez de otraí
Estos impulsos, que son aspectos estilísticos y estéticos, son muy poderosos. Sirve
como fuerzas motrices y con ellos se resuelve rápidamente cierto número de varic
bles que, a falta de un tema dominante, tomaría mucho más tiempo o incluso serí
imposible resolver
Un ejemplo de este tipo de impulso fue la tendencia mundial hacia la forma rec
tilínea sencilla del edificio alto de oficinas entre los años de 1950 a 1965. Los orí
genes de esta tendencia se pueden rastrear hasta en la influencia de ciertas figura
clave en la historia de la arquitectura moderna. La tendencia es indiscutible y siir
bólica, más que económica, climatológica o de comportamiento. De hecho, va ei
contra de la efectividad climatológica, la cual requiere que las fachadas varíen par
corresponder al movimiento del sol.

Figura 10.13 Imagen sin compromisos.


[Fotografías de Vincent Scully, Jr., Mo-
dern Architecture: The Architecture of
Democracy (parte de la serie "The Great
Ages of World Architecture") (Nueva
York: George Braziller, Inc., 1967). Fo-
tografías por George Steuer y George
Cserna. Y de Arthur Drexler, Transfor-
mations In Modern Architecture (Nueva
York: Museo de Arte Moderno, 1979).
Fotografía por John Ebstel.]

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