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Los Mandalas y Jung

Luciana Romina Schill

Introducción:

En el siguiente trabajo desarrollaré el concepto de Mandala y alguna de sus particulares


características y posteriormente las relacionare con la psicología de Jung quien ha extraído las
enseñanzas de las tradiciones espirituales orientales para arrojar alguna luz sobre determinados
procesos y mecanismos de la psique humana. Jung descubre uno de los símbolos fundamentales
que identifican y reúnen a todas las tradiciones espirituales de oriente: los Mandalas.

Desarrollo:

Mandala es un término de origen sánscrito bajo el cual se designa al círculo.


Pero no se trata de una mera figura geométrica sino de una herramienta que se vale la meditación
para su práctica.

El mandala consiste en una serie de círculos concéntricos que se despliegan a partir de un núcleo
reproduciendo con ello el movimiento de la concentración y de la meditación, las sucesivas
proyecciones concéntricas que se desplazan a partir de aquel centro representan a la operación
específica.

Esta centralidad inherente se ha interpretado en términos budistas como un sendero que conduce
hacia la iluminación porque ofrece una estructura ordenada, sintética y armónica en el contexto
de un mundo caótico y veloz. Esta relación entre el centro y la región externa-es decir, el individuo
y el cosmos-propone un recorrido de lo más general a lo particular y viceversa.

Durante este proceso de redescubrimiento del núcleo y su relación con el entorno el Mandala se
convierte en foco de meditación y contemplación.

Esta experiencia mental estrecha los lazos con la realidad última porque el hacer referencia al
universo en su totalidad, la existencia humana queda implícitamente comprendida en su seno.
El budismo interpreta los Mandalas como representaciones del macrocosmo y microcosmo.
La particular característica de los diseños está basada en la inscripción de un círculo en el interior
de un cuadrado que lo contiene: el centro es el principio, el punto en el que coexisten fuerzas
opuestas que lo convierten en un espacio de concentración de energía y al que el ser humano
tiende incluso en forma inconsciente.
Por su parte el cuadrado es la combinación y ordenación regular de cuatro elementos, que
representa lo estático y carente de dinamismo pero provisto de perfección. Los elementos, las
estaciones, las etapas de la vida humana y los puntos cardinales-nociones que otorgan orden y
fijeza al mundo-se expresan mediante la cuaternidad.

Algunos ejemplos de Mandalas

Para los tántricos el Mandala mas importante es el llamado Shri Yantra.


En este Mandala están representados varios símbolos.
Dentro del cuadrado externo se dibujan 6 círculos concéntricos y dentro de ellos 9 triángulos
cruzados que simbolizan las energías divinas femeninas y masculinas.

También se suelen representar dos círculos concéntricos con 8 y 16 pétalos de loto y alrededor de
ellos un cuadrado protector conocido como la “casa del mundo”.
Esta estructura mandálica es utilizada por los budistas habitualmente.

.
Shri Yantra Mandala

Para los budistas tibetanos el Mandala mas sagrado es el Kalachacra

Este Mandala es el más complejo de la tradición tibetana se define con respecto a uno de los
textos sagrados tibetanos el “ Tantra Kalachacra” que trata sobre una cosmología y una teoría
apocalíptica de la historia.

La significación del círculo mandálico describe el principio supremo que rige la acción y el
movimiento del universo.
El movimiento circular desde el punto de vista de su significación simbólica es considerado el
movimiento perfecto, siendo la esfera su figura representativa.
El universo se mueve en círculos. El círculo mandálico expresa tal movimiento a partir de un
núcleo central en torno al cual giran todos los opuestos: vida y consciencia, el bien y el mal, lo
masculino y lo femenino el yin y el yang. El círculo mágico, el Mandala es el origen de todas las
cosas a partir de lo uno indiviso e indiferenciado, gracias al movimiento circular perpetuo, lo uno
comienza a escindirse en los sucesivos pares de opuestos que parten de ese núcleo central
originario, fuente de todo lo que existe. Este centro representa al agente creador por excelencia.

La meditación con Mandalas es una de las técnicas en la práctica del Yoga.


Yoga en sánscrito significa unión. Esa unión en el arte del yoga es integrar aquello que Dios nos ha
dado : cuerpo, mente y alma, es decir , reunir estos vehículos alterados del sí-mismo a fin de que
la humanidad pueda desarrollar la unidad entre ellos Asimismo , meditación es integración: hacer
que las partes desintegradas del hombre se vuelvan uno.

Carl Gustav Jung (1875-1961) postuló que los Mandalas eran representaciones de la mente,
puesto que se trataban de arquetipos en los que confluían los aspectos conscientes e
inconscientes de los seres humanos. Por lo tanto empleo la pintura de Mandalas como recurso
terapéutico para identificar desórdenes emocionales en sus pacientes y trabajar en procura de la
integridad de la psiquis humana. Jung consideraba que el comportamiento del individuo se
formaba a partir de dos estructuras básicas de consciencia: la individual y la colectiva. La primera
era el resultado de la experiencia vital de la persona en tanto que la segunda se heredaba del
medio circundante próximo. Desde esta perspectiva el centro del Mandala se asociaba con la
manifestación de la individualidad-concebido como objetivo destinado a perfeccionar- y los
contornos representaban el marco social en el que ese rasgo único se desarrollaba.

El Mandala como símbolo

El símbolo es una unidad sintética de significado entre dos polos opuestos: lo manifiesto y lo
oculto. Tras su sentido objetivo y visible se oculta otro sentido invisible y más profundo. Unen a
través de sus imágenes la vida consciente e inconsciente del individuo, a modo de integración.
Lo simbólico se puede expresar tanto en el arte gráfico como en las formas dinámicas de las
fantasías, las visiones y los sueños.

Los estudios de Jung sobre el simbolismo del Mandala lo condujeron a definirlo como “la
expresión psicológica de la totalidad del ser”.
Según Jung en el interior de la psiquis del individuo existía un núcleo relativamente protegido de la
influencia de los miedos las obsesiones u otros elementos que generaban caos y malestar. De
acuerdo con esta teoría el Mandala constituía una imagen circular que detentaba un centro
difusor de orden que compensaba la confusión presente en el estado psíquico. A través de ese
núcleo se establecía la construcción de un punto central con el que todo lo demás se relacionaba.
Para Jung la producción de símbolos mandálicos era un medio eficaz para alcanzar la unidad
simbólica y le permitía al sujeto llevar a cabo la conciliación entre la esfera consciente y el domino
inconsciente, teniendo en cuenta que la simbolización es el mecanismo fundamental por el cual se
manifiesta el inconsciente , la producción de dibujos mandálicos era más eficaz que el proceso
mismo del análisis.

El inconsciente colectivo

El concepto de inconsciente colectivo fue postulado por Jung para explicar la existencia de un
lenguaje compartido por los seres humanos de todo tiempo y lugar. Esta herencia de la
humanidad , según su teoría, estaba formada por símbolos primitivos ( imágenes primordiales)
que permitían la expresión del contenido de la psiquis que trascendía el marco de la razón, por lo
tanto la humanidad poseía un sustrato común de contenido inconsciente.
Las imágenes primordiales son los arquetipos. Jung definió a los arquetipos como formas o
imágenes de naturaleza colectiva, que dan casi universalmente como constituyentes de los mitos
y, al mismo tiempo, como productos individuales autóctonos de origen inconsciente.
Los arquetipos son los patrones fundamentales de la formación de símbolos que se repiten en los
contenidos de las mitologías de todos los pueblos de la historia de la humanidad.
De los arquetipos dependen las últimas y más profundas motivaciones de la mente y la conducta
humana individual y colectiva.
Las pautas culturales en última instancia dependen de los arquetipos.

Jung creía ver en el círculo del Mandala a la expresión de los antagonismos y polaridades
psíquicas, siendo el inconsciente el centro rector que gobierna a los opuestos. El nombre
psicológico de esta dialéctica es llamada “ ambivalencia”.
La presencia de lo masculino y de lo femenino,
El yin y el yang, lo consciente y lo inconsciente son a la vez recíprocos y excluyentes, se hacen uno
y luego vuelven a separarse. La represión de este núcleo hace que su fuerza resulte más
persistente e ingobernable.

Los fenómenos de escisión y división recogidos por la psiquiatría occidental bajo la forma de
esquizofrenia o psicosis, remiten al proceso de disgregación de la unidad originaria como
resultado, dice Jung, de la colisión entre lo consciente y lo inconsciente. En las tradiciones
espirituales orientales la escisión no posee un valor psicológico sino que es la expresión de un nivel
de consciencia inferior.
Jung consideraba la escisión como una tendencia inherente a la psique humana, sea esta oriental u
occidental.

Por ello Jung prescribió desligar la conciencia de todo aquello que la someta a la dualidad
aparente, a fin de que la misma pueda percibir lo esencial.
La conciencia debe desligarse de toda voluntad de dominio y de cualquier intromisión del ego, de
esta manera la conciencia ya no le impone su ley a la vida sino que se suma a ella se uno con la
totalidad. Una y otra son contiguas, y por lo tanto sincrónicas. No hay anhelos, deseos o
propósitos con arreglo a los cuales el curso de la existencia es obligado a desviarse o ramificarse.
El hombre regresa, así, a la fuente de la cual proviene.

La armonía de la parte inconsciente con la consciente del sujeto se encuentra en el sí-mismo o


self. Según Jung “el self es el orden dentro de la psique”. Este concepto es lo opuesto al yo. El self
es un arquetipo equilibrador de las partes concientes e inconscientes del sujeto. Así, la salud del
sujeto equivale al proceso adecuado del self, que atiende a los elementos de la consciencia y a
integrar los aspectos inconscientes. Entendido de esta manera un malestar emocional es
provocado si las expresiones del inconsciente no son adecuadamente atendidas y simbolizadas

.
La unificación de las esferas conscientes e inconscientes garantiza el desarrollo del proceso de
individuación, este último concepto implica el equilibrio y armonización de la psique, la búsqueda
de la realización del propio ser.
La posibilidad de integrar la totalidad de lo profundo del inconsciente colectivo hacia la opción de
creatividad y el desarrollo personal alcanzando así la autorrealización.

Para los junguianos, la única posibilidad que tiene el hombre de salir de la angustia y vacío del
mundo moderno, es abrirse a los mensajes de crecimiento personal que proporciona el
inconsciente universal y objetivo, a los mensajes del inconsciente colectivo.

Jung postulaba que el único camino era apartarse de la ilusión (Maya) del mundo moderno
experimentar las fuerzas “numinosas” (espirituales) las verdades universales y eternas que residen
en su inconsciente colectivo.

Jung equiparó el Mandala con el ojo humano en términos morfológicos y en sentido espiritual.

Consideró que se trataba de un prototipo de Mandala porque este órgano humano representaba
la vista y la luz, así como la consciencia.
Se trataba según su postura, de una parte del ser humano que contemplaba al universo y
determinaba la posición del observador en éste; absorvía energía cósmica y la exhibía ante el
espíritu interior. Representaba la Unión entre el individuo y el cosmos.

Por otra parte observó que la disposición concéntrica de los elementos del Mandala y en simetría
radial constituían las propiedades inherentes del iris ocular.
Para Jung, la presencia simultánea de varios diseños oculares, denotaba la interpretación del
inconsciente como una consciencia múltiple.

Conclusión:

El Mandala constituye un nexo entre la consciencia actual y los orígenes remotos de la humanidad.
Su núcleo establece relaciones con todo lo circundante, determina un centro de ordenación de los
elementos mas allá de su función ritual el Mandala resulta curativo con respecto a ciertos
procesos de escisión y división de la persona, pues le permite establecer las mediaciones
simbólicas necesarias para alcanzar el estado de “centración del si- mismo” por ende la
autorrealización y el crecimiento personal.

Así la producción y creación de Mandalas conecta nuestra consciencia con la riqueza de nuestro
mundo interior creativo, sus propias capacidades y el potencial de nuestro inconsciente

Bibliografia

C.G,Jung; Whilem,R.” el secreto de la flor de oro”. Ed Paidos, Buenos Aires, 1977.

Ana Maria Pinedo. “ Meditar con Mandalas”. Editorial del Club, Buenos Aires 2007.

Guido Tovanni. “ Jung y Osho en torno a la existencia” Editorial Quadrata, Buenos Aires 2007.

Hall, C.S “ Fundamentos de la psicología de Jung” Editorial Psique ,Buenos Aires 1978.

MANDALAS
Cómo puedes interpretar un mandala
Aquí encontrarás una explicación de la
simbología de los elementos que
componen un mandala. Es una
interpretación del mandala que has
escogido y los colores que has utilizado.

ELEMENTOS QUE FORMAN LA


ESTRUCTURA DE UN MANDALA
Y SU SIGNIFICADO

- El círculo hace referencia a las cosas


que no tienen nombre y que no se
pueden unificar, mientras que el punto central representa el núcleo divino o el yo.
- La línea horizontal separa la parte superior del mundo de la inferior. Es símbolo de la
energía de origen materno.
- La línea vertical conecta el mundo terrenal con el sagrado y simboliza la energía.
- La cruz del mundo conecta la sustancia de origen materno con la energía, formando un
punto central.
- La espiral significa desarrollo y dinámica del proceso interior.
SÍMBOLOS DE LAS FORMAS EN EL MANDALA Y SU SIGNIFICADO

Ojo: clarividencia, ojo de Dios y el Yo.


Árbol: vida que se renueva por sí misma, conexión con el subconsciente, conciencia,
crecimiento, sentimientos maternales, arraigo pero también estancamiento, personalidad.
Rayo: iluminación, sabiduría, energías espirituales, curación.
Flor: belleza, fugacidad, alma, matriz.
Tirangulo (vértice hacia arriba): fuerza de vida, cambios, masculinidad, creatividad.
Tirangulo (vértice hacia abajo): agresiones contra uno mismo.
Corazón: amor y felicidad, sol, valor, sentimientos, reconocimiento y voluntad.
Hexágono: unión, finalización de trabajos, armonía y satisfacción.
Círculo: movimiento, lo absoluto, Dios, el Yo.
Cruz: unión cielo y tierra, subconsciente y consciencia, vida y muerte, dificultades,
reconocimiento aspectos oscuros, superación de la propia estructura instintiva.
Laberinto: búsqueda del propio centro.
Cuadrado: equilibrio, razonamiento, perfección, transformación del espíritu en materia.
Cuadratura del círculo: unión cielo y tierra, opuestos equilibrados, energía del yo,
purificación.
Rueda: empuje y dinámica.
Arco iris: unión Dios-Hombre, principio masculino y femenino, fertilidad, renacimiento.
Mariposa: auto-renovación del alma, cambios, muerte y renacimiento.
Telaraña: feminidad, estado fetal, niñez, nuevo comienzo.
Espiral: fuerza de vida, energías curativas, afán de unidad.
Estrella: persona realista, sentido identidad, autoconciencia, superación, individualidad.
Animal: aspectos instintivos, símbolo para estados del subconsciente.
Gotas: masculinidad, fertilidad, purificación interior.
Pájaro: alma humana, símbolo del espíritu, fantasía.

LOS NÚMEROS EN EL MANDALA Y SU SIGNIFICADO

Las formas no son otra cosa que números cambiados por imágenes y siempre son factores
que ordenan el cosmos. No solo determinan la esencia de todas las cosas existentes en la
naturaleza, sino que también las dominan, ya que son las causas de su orden.
Uno: Postura erguida del ser humano, símbolo del origen, unidad y totalidad, Dios e
individualidad, centro como unión de fuerzas, integridad, vivencias infantiles.
Dos: gemelos, el oponente, su pareja, creación y procreación pero también separación,
contradicciones y diferencias, dudas y conflictos, materia, Yin.
Tres: movimiento, vitalidad, estímulo, proceso, símbolo para el hombre, la mujer y el niño,
lo nuevo y las realizaciones, independencia, lo divino, auto-reconocimiento, Yan.
Cuatro: totalidad, alejamiento y tranquilidad, unifica opuestos, racionalidad, desarrollo de
la conciencia, búsqueda del propio lugar en la vida y del auto-reconocimiento.
Cinco: unidad, símbolo del centro y del amor, conexión armónica del Yin y Yan, rechazo
del mal, salud, sexualidad, sensualidad, conexión con la realidad, sueños.
Seis: femenino y masculino, unidad y penetración, unión de contradicciones, creatividad,
perfección, final de un proceso creativo, satisfacción y realización.
Siete: cielo y tierra, vía hacia desarrollo personal, final de una etapa en la vida, trabajo
interior.
Ocho: orden y equilibrio cósmico, felicidad, armonía, simetría, infinito, constante cambio y
renacimiento, totalidad, el propio Yo.
Nueve: mente creativa, símbolo del cielo, enigma existencia humana, energías espirituales
positivas.
Diez: círculo cerrado, unidad y totalidad, perfección y principio de Dios, virtud y moral,
matrimonio, visión real de la vida.
Once: conflictos indisolubles, pecados, caos, transición.
Doce: unidad y totalidad, felicidad, cumplimiento en el tiempo y espacio, perfección,
redención, ciclo vital de la naturaleza, acabado, eterna espiral del desarrollo.
Trece: engaño e infidelidad, final infeliz, culminación del proceso interior.

EL SIMBOLISMO DE LOS COLORES

AMARILLO
Por excelencia es el color del sol, de la intuición y de la iluminación. Atributo del Dios
Apolo, de la generosidad y del intelecto. Tradicionalmente, corresponde al elemento aire.
Positivo: alegría, confianza, intuición, constancia, crecimiento, sabiduría, liberación,
espíritu emprendedor y fantasía.
Negativo: superficialidad, envidia, presunción y miedo a las dificultades económicas.

AZUL
Tradicionalmente, es el color del cielo, del espacio y del mar, profundidad y pensamiento.
Relacionado con el elemento aire y con los signos de piscis y sagitario.
Positivo: paz, tranquilidad, relajación, serenidad, seguridad, bondad y lealtad.
Negativo: aburrimiento, paralización, vacío e ingenuidad.

BLANCO
Surgido de la combinación o visión simultánea de todos los colores. Es el símbolo por
excelencia de la pureza y la alegría. En la cosmología hindú representa el ascenso hacia la
luz originaria.

MARRÓN
Elemento de la tierra, de la arcilla pero también de las hojas muertas, del otoño y de la
tristeza. Para los romanos y cristianos es símbolo de humildad y pobreza.
Positivo: calidez, tranquilidad, proximidad a los hechos sencillos, humildad, materno.
Negativo: tristeza, pobreza, materialidad, dureza y frialdad.

NARANJA
Color de las llamas y del fuego. Simboliza el orgullo y la ambición.
Positivo: optimismo, juventud, salud, alegría, sociabilidad, ambición, ternura, cordialidad,
valor, vigor, franqueza y confianza en uno mismo.
Negativo: Afán de prestigio y frivolidad.

NEGRO Y GRIS
El negro, es en realidad, la carencia de color, el caos primigenio. Representa la tierra, el
luto o la tristeza. Se relaciona con los signos de Acuario y Capricornio, con los planetas
Saturno y Plutón y con el hierro.
Positivo: renovación, invencibilidad y dignidad.
Negativo: obligación, desesperación, desamparo, muerte, destrucción, paralización, tristeza,
pérdida, miedo, amenaza y oscuridad.

ROJO
Color por excelencia del amor y la pasión, de la sangre, el fuego y los sentidos, que
corresponde a las cualidades de la valentía y osadía. Atributo del Dios Marte, de la Diosa
madre de la India, del planeta Júpiter (rojo oscuro) o del planeta Marte (rojo claro), y en
general, del principio vivificador.
Positivo: amor, sensualidad, pasión, confianza en sí mismo, fuerza, resistencia, conquista,
independencia y alegría de vivir.

ROSA
Color de la carne y de la sensualidad, asociado con el romanticismo y el amor.
Positivo: romanticismo, elegancia, cariño, dominio de la agresividad, abnegación,
altruismo, suavidad, discreción y feminidad.
Negativo: necesidad de protección, inhibición y sentimentalismo.

VERDE
Situado entre el negro y el rojo, entre la vida y la muerte. Para los egipcios era el atributo
de Osiris (Dios de la vida y de los muertos).Tradicionalmente, representa al agua. Según la
interpretación cromática, este color se atribuye a la naturaleza y a la fertilidad.
Positivo: esperanza, naturaleza, equilibrio, crecimiento, juventud, constancia, vida,
voluntad, curación, belleza, simpatía, integridad, bienestar, prestigio, purificación y
regeneración.
Negativo: falta de sinceridad, ambición y poder.

VIOLETA
Suma del azul (devoción) con el rojo (pasión).Simboliza nostalgia y recuerdo y posee las
cualidades de prudencia, modestia, amor a la verdad y arrepentimiento.
Positivo: magia, espiritualidad, inspiración, sentimentalismo, individualismo y superación
de las contradicciones.
Negativo: melancolía, pena, abandono y renuncia.

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