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Según lo planteado por Adúriz Bravo e Izquierdo Aymerich (2002), antes de la década
del 50 del siglo pasado si bien ya existían algunos trabajos de investigación vinculados
a lo que hoy llamaríamos Didáctica de las Ciencias, no podemos hablar en ese momento
de una disciplina consolidada como la entendemos hoy, ya que no había una percepción
de “problema” en la enseñanza de las ciencias (Etapa adisciplinar).
Durante las décadas del 50 y 60, en los Estados Unidos se identifica un «retraso»
científico respecto de la Unión Soviética, el cual fue atribuido a la baja calidad de la
preparación científica de la población general, dando lugar a la Etapa tecnológica de la
Didáctica de las ciencias, que se inicia con la voluntad de cambio de los planes de
alfabetización científica. A partir de esto se ponen en marcha una serie de programas
cuyas orientaciones teóricas provenían de la psicología del aprendizaje, su teoría rectora
era el conductismo y eran inespecíficas de los contenidos de ciencias. Esta pretensión
de la didáctica de las ciencias de apoyarse en el conocimiento científico generado en las
áreas disciplinares periféricas, y de generar una base de prescripciones, recursos y
técnicas de corte claramente metodológico es lo que determina en esta etapa su carácter
tecnológico. Se concentra en la necesidad de intervenir en el aula, más que de ocuparse
del desarrollo del conocimiento básico.
Desde los años 80 en adelante la didáctica de las ciencias se ha alejado cada vez más
de la tradicional didáctica metodológica presente en la formación del profesorado de
ciencias, estrechamente vinculada a la pedagogía.
La actual Didáctica de las Ciencias puede considerarse una disciplina consolidada, que
se ha constituido a partir de las Ciencias Naturales, enriqueciéndose con aportes de la
epistemología, la historia de la ciencia y la psicología del aprendizaje. Asumir esta
postura no significa considerar que la didáctica de la Ciencias Naturales derive de manera
directa de esos campos de conocimiento. También es importante resaltar, que no
podemos derivar del conocimiento didáctico general el conocimiento didáctico de las
ciencias sin ningún tipo de mediación.
Por todo lo expuesto los autores concluyen que “la Didáctica de las Ciencias es una
disciplina con carácter propio, dotada de una perspectiva teórica autónoma" (Izquierdo,
1990), que está conectada con otras, pero que no se limita a constituir un conglomerado
de saberes ni una aplicación de modelos teóricos externos a situaciones de aula
particulares.
Es importante aclarar que esta es una de las miradas sobre la didáctica de las ciencias.
No desconocemos otros desarrollos históricos ni los debates que en la actualidad existen
sobre la didáctica como disciplina general de la que surgen las didácticas específicas.
Bibliografía