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La educación, como proceso social que responde a las características y exigencias del medio

social y con capacidad para influir sobre la dinámica del cambio social, es considerada como
una palanca fundamental para lograr el desarrollo deseado. Debe conferir a la sociedad la
flexibilidad, la movilidad y los medios para producir y acumular conocimientos y para crear y
asimilar nuevas tecnologías; debe preparar a las personas para adaptarse a la velocidad de los
cambios.

La escuela no debe educar en término de una simple acumulación de conocimientos y de una


capacitación técnica rígida de rápida obsolescencia. Ella ha de estimular la disposición natural
de sus alumnos al aprendizaje, debe centrase en el aprender a aprender, es decir, debe
proveer los medios para continuar aprendiendo a lo largo de la vida. La educación debe
orientarse hacia el aprendizaje total, en el que las habilidades y los conocimientos se integran
con las actitudes y valores necesarios para impulsar el pleno desarrollo del educando. Al
concebirse la educación como un proceso donde el alumno interviene activamente en su
aprendizaje y por el cual se persigue su desarrollo integral, el docente ya no puede ser un
simple transmisor de conocimiento, sino que debe desempeñarse eficazmente para diseñar y
desarrollar nuevas situaciones de aprendizajes y estrategias metodológicas adaptadas a las
características de los alumnos.

El docente debe facilitar el aprendizaje, en un ejercicio de poder interpersonal en el aula y de


liderazgo transformador, capaz de fomentar la creatividad del alumno. Adquiriendo las
estrategias y habilidades de pensamiento que permiten relacionar los conocimientos nuevos
con los previos de manera que pueda construir un nuevo conocimiento aplicable en diferentes
contextos. Su fin es lograr que las estrategias que se aprendan y las habilidades que se
adquieran sirvan para que el estudiante se convierta en una persona autónoma, capaz de
organizarse, de tomar decisiones, de preguntarse por el porqué de las cosas, capaz de buscar
la información allá donde se encuentra, convertir al alumno en una persona crítica, autónoma
e independiente.

Desde que paradigma debemos educar hoy? Para ello se hace necesario definir que es un
paradigma, esta palabra deriva de “paradeigma” que se utiliza en la vida cotidiana como
sinónimo de “ejemplo” o para hacer referencia a algo a ser tomado como “modelo digno a
seguir”.

Según Popekwitz paradigma en un" conjunto de supuestos con los cuales se aborda la realidad
social, un esquema de pensamiento y de acción desde una ubicación para explicar, por qué se
actúa de una forma determinada y en una época determinada”.

Según las Ciencias de la Educación es posible hablar actualmente de tres paradigmas que
definen y estructuran la teoría, la práctica y la investigación educativa ellos son: el Positivista,
el Interpretativo y el Socio-Critico.

El paradigma positivista es el más antiguo y surgió en el siglo XVIIII con Augusto Comte, su
origen está relacionado al surgimiento de la educación de masas, también denominado,
cuantitativo, racionalista, es el paradigma que domina las comunidades científicas. El
concepto de positivismo por lo general admite un estilo de pensamiento que se apoya en el
postulado de que “el conocimiento valido solo puede establecerse por referencia a lo q se ha
manifestado a través de la experiencia”. Este paradigma está representado por leyes que
permiten explicar, predecir y controlar los fenómenos del mundo natural. Se basa en la
experiencia y es válido para todos los tiempos y lugares, con independencia de quien lo
descubre. Utilizando el camino hipotético- deductivo como metodología para todas las
ciencias. Su aspiración básica es descubrir las leyes por las cuales se establecen los fenómenos
educativos y elaboran teorías científicas que guían la acción educativa. La educación es
entendida como proceso de socialización, el sujeto tiene acceso a la realidad mediante los
sentidos, la razón y los instrumentos que utiliza. El conocimiento valido es el científico, ya que
la verdad es una correspondencia entre lo que el ser humano conoce y lo que en la realidad
descubre.

En tanto, el paradigma interpretativo surge en el campo de las ciencias sociales en la década


de los 60, en el aparece una nueva mirada de análisis sobre la teoría y la práctica educativa. El
mismo es iniciado con Joseph Schwap en 1967 también conocido como cualitativo,
fenomenológico, naturalista y humanista. Se centra en el estudio de las acciones humanas y de
la vida social. Se lo define como cualitativo porque no solo trata de cuestiones y técnicas sino
de concepción de conocimiento y realidad. El mismo pretende sustituir las nociones científicas
de explicación, predicción y control del paradigma positivista por las nociones de comprensión
significado y acción. Su objetivo principal es de profundizar el conocimiento y comprensión del
porqué de una realidad. La búsqueda del conocimiento está sustentada en un interés practico
el mundo de la práctica es el resultado de acciones e interacciones, por lo tanto no sigue
reglas. Dicho paradigma se centra dentro de la realidad educativa, en comprenderla desde los
significados de las personas implicadas, estudia sus creencias, intenciones y motivaciones
además de otras características del proceso educativo que no son observables ni susceptibles
de experimentación. La educación se concibe como un hecho social establecido por el juicio
practico diferente a los fenómenos naturales. El hecho educativo es visualizado desde la
práctica ubicando a este paradigma como transición hacia formas criticas de elaborar la teoría
educativa.

El paradigma socio- critico surge en los años 70, planteado por Habermas. Admite una
posibilidad de una ciencia social que no sea ni puramente empírica ni solo interpretativa. El
interés cognoscitivo va más allá de la denominación de la naturaleza, el mundo social es un
mundo de significados y sentidos, las ciencias social positivista se anual a sí misma al momento
de excluirlos de su análisis. Este rechazo al positivismo hace que nazca el interese `por
desarrollar su propia teoría del conocimiento la cual será una teoría de la sociedad. Los
científicos sociales del paradigma critico consideran que son dos razones que han provocado
este proceso, por un lado, la rápida tecnologización (revolución industrial) y otro la
importancia cada vez mayor de los medios de comunicación. Este paradigma busca
transformar la sociedad. La búsqueda del conocimiento esta sostenida por un interés
emancipatorio apoyado en el razonamiento dialectico, ya que entiende que la teoría y la
práctica son socialmente construida e históricamente enmarcadas, porque se construye
mutuamente y no son determinante una de la otra. El método (modelo) de conocimiento es la
observación participante, implica que los sujetos de investigación así como el investigador
están en constante autorreflexión para la solución de sus problemas.
A través de la breve descripción de que hicimos acerca de los tres paradigmas, nos
corresponde ahora tomar una postura frente a la interrogante.

Nosotras seleccionamos el paradigma socio-critico después de haber analizado los paradigmas


anteriores (Positivista e Interpretativo), por tal motivo argumentamos el no del paradigma
Positivista pues en la actualidad no se ve la existencia de un docente que se presente como un
mero”depositor” de conocimientos, como es el ejemplo del docente que llega a su clase y solo
dicta, su clase permanece estática sin tener participación. Por lo tanto nadie utiliza un modelo
academista cumpliendo rigurosamente todos los elementos del curriculum, pero si cada
persona tiene más de un modelo que otros.

No consideramos el paradigma imperativo como paradigma en el cual deberíamos educar hoy,


pues cursando la práctica logramos darnos cuenta que si bien es importante el espacio dado al
estudiante para reflexionar, por esa razón debe existir una mediación entre la teoría y la
práctica.

Por tal motivo seleccionamos el paradigma socio-critico, pues en este el aprendizaje se logra
entre la teoría y la práctica. Esta perspectiva surge como respuesta a las tradiciones positivistas
e interpretativas y pretenden superar el reduccionismo de la primera y el conservadurismo de
la segunda, admitiendo la posibilidad de una ciencia social que no sea ni puramente empírica
ni solo interpretativa.

El paradigma crítico introduce la ideología de forma explícita y la autorreflexión critica en los


procesos del conocimiento. Tiene como finalidad la transformación de la estructura de las
relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas generados por éstas. Sus
principios son: Conocer y comprender la realidad como praxis tratando de unir teoría y
práctica (conocimiento, acción y valores), orientar el conocimiento a emancipar y liberar al
hombre implicar al docente a partir de la autorreflexión.

Conclusión
La investigación es el instrumento por el cual la ciencia logra llegar al conocimiento científico,
el propósito final de la investigación no es otro que el descubrir principios que generen
procedimientos, presenten resultados, para luego ser aplicados diversos campos y en este
caso específico en el campo educativo.

En este sentido se hace necesario la pertinencia social de los trabajos de investigación es decir
que estos estudios deben dirigirse a buscar alternativas que den una solución real a los
problemática detectadas en dichas investigaciones.

Con el objetivo de obtener una visión integrar de la realidad social y facilitar respuestas a los
problemas que aquejan nuestra sociedad, se propone la integración de los paradigmas
cuantitativos y cualitativos, es decir trabajar la investigación desde ambos ópticas.

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