Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Motivo de diversión: A los niños le entra la risa tonta de solo pensar en subirse
y volcar su peso en un objeto que creen tan frágil. Prueba.
Qué enseña: Una cuestión de estructura. No importa lo frágil que pueda llegar
a parecer una cáscara de huevo, su forma ovoide guarda un 'superpoder'
que la hace tremendamente fuerte. Si se distribuye el peso de forma adecuada
sobre ellos, la 'frágil' estructura puede aguantar nuestro peso.
Qué necesitas:
6 docenas de huevos en envase de cartón
Bolsas grandes de basura
Un cubo con agua y jabón (por si las moscas)
Supervisión adulta
Pasos a seguir:
2. Extiende las bolsas de basura en el suelo de la cocina. Una vez hayas protegido
la zona (no siempre sale bien a la primera) coloca los cartones de huevos
distribuidos en dos filas (una para cada pie).
5. Ofrécete como conejillo de indias para caminar primero y pide a alguien que te
ayude. Recuerda a tus hijos eso de "cuando seas padre, romperás huevos".
6. Con ayuda, coloca el pie en la posición más plana posible encima del primer
cartón. El fin es que el peso se distribuya de forma uniforme sobre los huevos.
7. Es el momento de lanzar el otro pie a la aventura. Cambia el peso sobre la
pierna y pon el pie en la caja de huevos que has preparado justo al lado. No te
pongas nervioso si oyes un crujido, posiblemente sea la caja de cartón.
9. Si notas que un pie ha aplastado todos los huevos de una caja, intenta
mantener el equilibrio con el otro pie aunque... posiblemente sea tarde.
Acabarás con los pies pringados de huevo.
10. Repetir hasta que salga. Puedes ver un vídeo para inspirarte