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Algunos hitos en la historia reciente del hombre que han marcado la necesidad de
realizar estudios geológicos detallados fueron la rotura de grandes presas.
Las rocas, al igual que cualquier otro material, se deforman ante la acción de
esfuerzos externos. Nosotros no captamos esa deformación, pero sí podemos saber
cuándo una roca está deformada. Estudiando la deformación podemos saber cómo
han sido los esfuerzos que la produjeron y, por tanto, reconstruir la actividad
tectónica pasada en una región. El estudio de las deformaciones de las rocas esta
en las clases que esta tiene, como la de los pliegues, las clases de pliegues que
existen, a su vez está también la fallas, las clases de fallas y las diaclasas,
estudiando esto más a fondo, sabremos al ver una roca la deformación que esta
presenta a simple vista.
DEFORMACIONES Y ESFUERZOS EN ROCAS
1.1. Esfuerzo
Esfuerzo = F/A
Unidades de medida del esfuerzo son [Pa] Pascal; Bar; entre otras. El esfuerzo se
divide a su vez en: esfuerzo normal y esfuerzo tangencial (o de cizalla). En casos
más complicados de carga, debe considerarse también el esfuerzo de tensión, en
vez de la compresión.
Las condiciones y ambientes de deformación de las rocas son muy variados, ya que
pueden encontrarse desde niveles muy superficiales hasta los 40 kilómetros de
profundidad. Generalmente, las condiciones de presión y de temperatura bajo las
que se desarrollan son de hasta más de 10 kilobares y más de 1.000 ºC. Para poder
interpretar las condiciones de formación de cada estructura, es imprescindible
asociarla a un nivel estructural.
2. Diferencias entre esfuerzos y deformaciones
Compresión.
Esfuerzo al que son sometidas las rocas cuando se comprimen por fuerzas dirigidas
unas contra otras a lo largo de una misma línea. Cuando los materiales se someten
a este tipo de esfuerzos, tienden a acortarse en la dirección del esfuerzo mediante
la formación de pliegues o fallas según que su comportamiento sea dúctil o frágil.
Tensión.
Resultado de las fuerzas que actúan a lo largo de la misma línea pero en dirección
opuesta. Este tipo de esfuerzo actúa alargando o separando las rocas.
Cizalla.
Esfuerzo en el cual las fuerzas actúan en paralelo pero en direcciones opuestas, lo
que da como resultado una deformación por desplazamiento a lo largo de planos
poco espaciados.
3.2. Tipos de deformación
Las rocas, al igual que cualquier otro material, se deforman ante la acción de
esfuerzos externos. Nosotros no captamos esa deformación, pero sí podemos saber
cuándo una roca está deformada. Estudiando la deformación podemos saber cómo
han sido los esfuerzos que la produjeron y, por tanto, reconstruir la actividad
tectónica pasada en una región.
Deformación elástica: el material se deforma, pero cuando cesa el esfuerzo, la
deformación desaparece (por ejemplo una goma elástica). Es, por tanto, una
deformación reversible.
Deformación plástica: la deformación se mantiene aunque el esfuerzo
desaparezca (como ocurre con la plastilina). La deformación es irreversible.
Deformación frágil: el material se fractura como respuesta al esfuerzo (sería el
caso de un vidrio roto). Al igual que la anterior, también es irreversible.
Pliegues, cuando la deformación sufrida por las rocas es de tipo plástica. Los
materiales se doblan dándonos idea de qué fuerzas los plegaron.
4. Tipos de fallas
Falla normal o directa: el labio hundido se apoya sobre el plano de falla. Su origen
es por fuerzas distensivas, dado que hay un aumento de superficie.
Falla inversa: el labio levantado se apoya sobre el plano de falla. Se originan por
fuerzas compresivas. Hay disminución de superficie.
Falla vertical: sin salto horizontal. En realidad son muy raras.
Falla en cizalla o en dirección: no tiene salto vertical.
Falla rotacional o en tijera: el movimiento se produce por una rotación alrededor
de un eje. El salto varía en magnitud a lo largo del plano de falla.
Bloques o labios: cada una de las partes divididas y separadas por la falla.
Labio hundido: el que queda en posición inferior con respecto al otro.
Labio levantado: se mantiene elevado con respecto al hundido.
Muchas veces no se puede saber si se ha hundido uno o se ha levantado el
otro. Sólo podemos observar el movimiento relativo de uno con respecto al
otro.
5. Tipos de pliegues
• Podemos concluir mediante el trabajo presentado que las rocas como cualquier
material puede sufrir cualquier tipo de deformación, sólo dependerá de los esfuerzos
aplicados.