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1. Introducción
Este ensayo busca identificar y analizar las principales características del comercio mundial
en el contexto global y competitivo. A inicios del tercer milenio la economía mundial
muestra cambios espectaculares y el comercio no es ajeno a ellos. ¿Cuáles son los desafíos
que plantean éstos cambios para las políticas nacionales y para las estrategias
empresariales?; ¿Qué impacto tienen en las economías andinas y en el avance del proce so
de integración subregional? Estas son algunas de las interrogantes que pretendemos
responder.
2. El contexto global
No es este el primer proceso de globalización que se produce en el mundo pero, sin duda,
éste tiene carac terísticas muy especiales que deben tenerse en cuenta. En primer lugar, no
sólo se trata de una globalización en lo económico; incluye también los aspectos políticos,
estratégicos, sociales y culturales. Hablamos por ejemplo de un consumo global pero
también hablamos de una ética global.
El proceso es complejo y, en pocas palabras, significa que lo que ocurre en una parte del
mundo afecta de alguna manera –directa o indirecta- al resto. No importa qué tan pequeño
o grande sea el efecto, el mundo está muy interrelacionado entre sí. La extrema pobreza en
el continente africano es un tema que pone en tela de juicio la calidad del desarrollo
mundial; una tala indiscriminada de los bosques afecta el clima en todo el mundo; la crisis
de las economías asiáticas o el atentado terrorista a las torres gemelas del World Trade
Center afecta de manera sustantiva a la economía mundial. Esquimales, paquistaníes,
australianos japoneses y peruanos no se conocen, se levantan a diferentes horas, hablan
idiomas distintos y profesan diferentes religiones, pero viven en la misma aldea global.
Por supuesto que el factor desencadenante de éste proceso es la innovación tecnológica.
Los economistas parecen estar de acuerdo en que el elemento clave para participar
exitosamente o no en el contexto global es el acceso a la tecnología y la capacidad para
procesar la información y convertirla en conocimiento útil. Miles de usuarios ingresan
diariamente a través del Internet a la Página Web de la Biblioteca del Congreso de los
EE.UU. (que es la biblioteca más importante del mundo), pero –no obstante que todos
tienen acceso en el mismo momento a la fuente de información- no todos pueden
aprovecharla de la misma manera. Diversos factores entrarán en juego: estar claros sobre
qué es lo que se quiere buscar, manejar el idioma inglés apropiadamente, conocer las rutas
y principales archivos y directorios para disminuir el tiempo de búsqueda y, lo más
importante, obtener la información pertinente en el momento adecuado para convertir
dicha información en nuevo conocimiento.
3. La Nueva Economía
Cambia la economía mundial pero también cambian las economías nacionales. Se habla
entonces de una "nueva economía". Pero la percepción de lo que significa la "nueva
economía no es igual en países industrializados y en países pobres. En los EE.UU., por
ejemplo, la nueva economía se asocia al desarrollo de las tecnologías de punta y los valores
de las empresas que trabajan en éstos rubros se registran en un índice especial
denominado NASDAQ; en Europa la "nueva ec onomía" parece relacionarse también al
desarrollo de nuevas tecnologías pero se incluyen asimismo debates sobre cómo mantener
el estado de bienestar generado (sobre la base de planteamientos como los incluidos en "La
Tercera Vía" de Tony Blair, el "Nuevo Centro" de Gerard Schroeder, o "La Utopía Concreta"
de Lionel Jospin). Así las cosas, la "nueva economía" en Europa parece caminar sobre
este nuevo "centro" en lo que respecta a las ideas políticas.
Economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) como De Masi, Estevao y Kodres
definen la nueva economía como "...una economía caracterizada por una mayor tasa de
crecimiento a largo plazo determinada por una tasa de crecimiento de la productividad
persistentemente más alta, derivada, a su vez, principalmente de la producción, adopción y
continua difusión de tecnologías de la información y las comunicaciones"1 . Para ellos la
"nueva economía" se relaciona al fenómeno ocurrido en la segunda mitad de la década del
noventa, cuando la economía norteamericana experimentó un proceso sostenido de
crecimiento económico, acompañado de bajas tasas de inflación y elevados niveles de
productividad de la mano de obra.
Considerando los tres períodos históricos denominados "olas" que plantea Alvin Toffler2 , en
los países en desarrollo se encuentran a la vez sociedades de primera, segunda y tercera
ola, lo que tiene implicancias importantes en el contexto de cambio y en la formación de la
nueva economía.
Diez son los principales cambios que se han venido experimentando en el comercio mundial
en las últimas décadas. Estos cambios se sistematizan en el Cuadro No.1.
Cuadro No. 1
Las Nuevas Tendencias del Comercio Mundial
En las últimas décadas, la tasa de crecimiento del comercio mundial (co nsiderando la
sumatoria de los valores de exportación e importación) ha evolucionado a un ritmo más
rápido que el del producto bruto interno mundial (PBI).
Entre los años 1965 y 1980 la tasa de crecimiento promedio del PBI mundial fue de 4.1 por
ciento; en ese mismo período las correspondientes tasas de las exportaciones e
importaciones mundiales crecieron en 6.7 por ciento y 4.7 por ciento respectivamente.
Entre 1980 y 1991, el PBI mundial creció a una tasa promedio del 3.0 por ciento, mientras
que las exportaciones e importaciones crecieron a tasas superiores al 4 por ciento 4 . Esta
tendencia se ha mantenido en los primeros años del nuevo siglo.
Sólo considerando las exportaciones mundiales de mercancías éstas crecieron mucho más
rápido que el producto bruto mundial (PBI) en el período 1950-1999, como se observa en
el Cuadro No. 2.
Cuadro No. 2
Exportaciones Mundiales y PBI mundial: 1950-1999
(Indices, 1990=100)
Del cuadro se desprende que, en cinco décadas, el producto bruto mundial creció más de
seis veces, pero las exportaciones crecieron ochenta veces. La constatación de éstas cifras
nos lleva a plantear algunas reflexiones. En primer lugar, queda claro que el comercio
mundial es cada vez más importante en las estrategias de desarrollo de los países y el
fenómeno ocurre tanto en los países industrializados como en algunos paíse s de desarrollo
intermedio (en América Latina éstos países son México, Brasil, Argentina y, Chile). Por otro
lado, en algunos países en desarrollo como el Perú, las importaciones experimentaron un
ritmo de crecimiento muy importante pero, no ocurrió lo mismo con las exportaciones.
El crecimiento espectacular del comercio mundial supone, asimismo, un importante
crecimiento en los sectores productivos y significativas mejoras tecnológicas. Este
fenómeno del desarrollo del comercio internacional frente a las limitaciones del tamaño del
mercado doméstico fue planteado hace más de 200 años por el célebre filósofo y
economista escocés Adam Smith.
El padre de la economía política decía: "...de igual manera que la capacidad de cambio da
lugar a la división del trabajo, ésta división tiene que encontrarse siempre limitada en su
desarrollo...por las dimensiones del mercado. Si el mercado es muy reducido, nadie puede
sentir estímulo para dedicarse por completo a una sola actividad porque falta capacidad
para permutar todo el sobrante de la producción del propio trabajo, es decir, lo que
sobrepasa al propio consumo por aquéllas partes de la producción del trabajo de los demás
que necesita"5 . Como el tamaño del mercado doméstico limita el aprovechamiento de la
especializac ión o división del trabajo, dar el salto al comercio internacional es un paso
natural y necesario para el crecimiento económico.
Sin embargo, debe señalarse que en el crecimiento del comercio mundial no ha beneficiado
de manera equitativa a todos los países. En términos relativos, los países menos
desarrollados han perdido participación en el comercio mundial en beneficio de los países
industrializados. En muchos países, las políticas de apertura que se adoptaron,
influenciadas por los economistas de orient ación neo-liberal, tuvieron una respuesta
positiva en las importaciones, pero no ocurrió lo mismo con las exportaciones.
No sólo han evolucionado favorablemente los valores y volúmenes del comercio mundial;
también se han producido cambios sustanciales en su estructura. Actualmente, son cada
vez menos importantes –siempre en términos relativos- las exportaciones de materias
primas o productos básicos y, a la vez, son cada vez más importantes las exportacion es de
manufacturas y de servicios.
Cuadro No. 3
Exportaciones mundiales por tipo de mercancías : 1950-1999
(Índices de valor, 1990=100)
Productos
Productos
Años industrias Manufacturas
Agropecuarios
extractivas
1950 7 2 1
1960 10 4 3
1970 15 10 8
1980 71 115 45
1990 100 100 100
1999 131 115 175
Cuadro No. 4
Perú: Términos de Intercambio de Comercio Exterior: 1994-2000
(Índices con base 1994=100)
Términos de
Años Exportaciones Importaciones
Intercambio
1994 100,0 100,0 100,0
1995 114,3 110,0 103,9
1996 114,1 114,6 99,5
1997 116,4 111,1 104,8
1998 95,4 105,5 90,5
1999 90,1 105,4 85,5
2000 94,5 111,1 85,1
Obsérvese cómo los precios de las exportaciones se deterioran rápidamente después del
año 1997, período en el que precisamente se inició la denominada "crisis asiática". Para
varios de los países latinoamericanos, y para los andinos en particular, ésta caída de
precios fue mucho más significativa que el monto de inversiones realizado en los sectores
primario-exportadores en el marco de los procesos de privatización.
Las estadísticas son contundentes. El precio del café se cayó, entre los años 1997 y 2000,
de US$ 4,167/TM a US$ 1920/TM; el precio del trigo dosminuyó de US$ 159,67/TM a US$
114,0/TM; el precio del maíz cayó de US$103,78/TM a US$ 72,0/TM; el precio del azúcar
disminuyó de US$265,81/TM a US$ 187,69; el precio del oro cayó de US$331,56/onza troy
a US$279,37/onza troy; la cotización del cobre cayó de cUS$ 103,28/libra a
cUS$82,24/libra; el precio del zinc disminuyó de cUS$59,75/libra a cUS$51,16/libra; el
precio del estaño disminuyó de cUS$ 256,09/libra a cUS$ 246,57/libra; y, el precio del
plomo cayó de cUS$ 28,32/libra a cUS$20,59/libra. El único producto cuya co tización se
mantuvo estable en estos años fue la plata. Así las cosas, se da la paradoja que en
nuestros países se exporta más volumen (producto de las inversiones realizadas) pero se
reciben menores ingresos en divisas por la caída de los precios internacionales.
Pero los cambios en la estructura del comercio mundial no sólo significan una mayor
importancia relativa de las manufacturas; el crecimiento de los servicios es francamente
espectacular. Su peso en el comercio mundial se estima en al menos 20 por ciento del
total, pero si se considera que en el valor de muchas manufacturas la parte más importante
se relaciona a los servicios entones ese peso relativo puede aumentar al 40 por ciento. Por
ejemplo, en un CD musical, en un DVD o en un CD-Rom, con seguridad más del 95 por
ciento del valor de venta al público corresponde a servicios; sin embargo en las estadísticas
figura como mercadería.
Cuadro No. 5
Exportaciones mundiales de servicios comerciales por regiones: 1999
(en US$ miles de millones y estructura porcentual)
1990 1999
Todo el
1350 100.0 100.0
mundo
América del
288 19.2 21.3
Norte
Estados
253 16.9 18.8
Unidos
América
53 3.8 4.8
Latina
Europa
640 53.2 47.4
Occidental
Unión
574 47.3 42.6
Europea
Hong Kong,
35 2.3 2.6
China
Corea, Rep.
25 1.2 1.8
De
La creciente importancia de los servicios nos debe llevar a replantear las estrategias
comerciales que tradicionalmente sólo han estado basadas en mercaderías. Esto empieza
por las propias definiciones que utilizamos. Políticos y académicos continúan refiriéndose al
comercio internacional de sus países en función a la balanza comercial. Pero, como
sabemos, el saldo de la balanza comercial sólo incluye exportaciones e importaciones de
bienes. En realidad, debemos referirnos –a tono con los nuevos tiempos- al total de
exportaciones e importaciones de bienes y servicios que se refleja en el saldo en cuenta
corriente de la balanza de pagos.
También es necesario afinar las estadísticas sobre comercio de servicios pues, como se
trata de intangibles, es difícil medir adecuadamente su evolución. En el campo del turismo,
por ejemplo, se han diseñado cuentas satélites de turismo para establecer cuál es la real
participación de los servicios turísticos en las cuentas nacionales de un país. Otro aspecto
fundamental se relaciona a la protección de los derechos de propiedad intelectual que
resulta crucial para el comercio internacional de servicios; se trata de contrarrestar la
piratería y la copia que origina miles de US$ millones en pérdidas para los países
exportadores.
Queda claro entonces que los sectores dinámicos del comercio mundial en el contexto
global son las manufacturas y los servicios y esto debe llevar a los países pobres a
replantear sus estrategias de desarrollo. Estos países, a inicios del te rcer milenio, continúan
siendo esencialmente exportadores de materias primas. Durante los años noventa, en
muchos de nuestros países, se aplicaron políticas económicas de influencia neoliberal que
acentuaron ésta situación de dependencia y propiciaron la "reprimarización" de las
economías., es decir, exactamente, lo contrario de lo que hay que hacer.
Lo anterior significa que debemos dejar de exportar productos o servicios ba ratos (con poco
valor agregado) y cambiar de estrategia, lo que implica, en primer lugar, identificar qué es
lo que necesitan los mercados. Se trata de pasar de productos baratos hacia productos
diferenciados en base a diversos factores como son tecnología , marca, moda, cobertura
geográfica, servicio, oportunidad de entrega (contra-estación), entre otros. Una vez que se
conoce lo que el mercado particular desea debemos orientar nuestro esfuerzo productivo a
la satisfacción de esa necesidad insatisfecha.
En un libro publicado en 1999 proponemos una estrategia integral para exportar en ocho
etapas: a) investigación de los mercados internacionales; b) concepción del proyecto; c)
organización de la empresa; d) diseño del producto o servicio "a medida"; e) acciones de
promoción; f) estrategias de negociación; g) aspectos operativos; y, h) seguimiento de
post-venta6 .
Esto implica no sólo cambiar de estrategias a nivel de empresa sino también modificar las
políticas de promoción de exportaciones que realizan los gobiernos, cambiando -en ambos
casos- el énfasis de los productos a los mercados. En el caso chileno, por ejemplo,
PROCHILE, la Dirección de Promoción de Exportaciones del Ministerio de Relaciones
Exteriores de ese país, ha establecido precisamente una nueva estrategia de promoción de
exportaciones en el contexto de globalización. El objetivo es "pasar de una estra tegia
basada en el producto a una estrategia basada en el mercado" para apoyar el proceso de
internacionalización de la economía y las empresas chilenas. Para ello se han establecido
tres líneas estratégicas: a) ampliación de la base exportadora; b) consolidación de la base
exportadora; y, c) desarrollo de nuevos negocios 7 . Así como ocurre en Chile en otros países
también se están cambiando las estrategias comerciales.
Las primeras computadoras que surgieron en los años cincuenta eran grandes, lentas y
costosas; con el surgir de las computadoras personales y de los se rvicios en red, esos
primeros ordenadores hoy son piezas de museo.
Actualmente los mercados mundiales están relativamente mucho más abiertos que hace
cincuenta años. Las tasas arancelarias promedio han disminuido sustantivamente.
Desde el fin de las negociaciones de la Ronda Uruguay y suscrito el Acuerdo GATT´94, los
países se han comprometido a disminuir o eliminar las barreras "para-arancelarias" (cuotas,
permisos de importación, restricciones "voluntarias" de exportación, uso indebido de
restricciones sanitarias, licitaciones "atadas", entre otras).
Esto es un paso positivo pero, no nos engañemos, el comercio internacional actual dista
mucho todavía del mercado libre que se plantea en los textos; y, las barreras al libre
comercio las encontramos no sólo en los países pobres sino también en los propios países
industrializados. Ante ésta constatación de la realidad del comercio internacional,
proponemos que nuestros países adopten una apertura gradual pero negociada frente a la
opción violenta y unilateral que muchos países adoptaron en los años noventa bajo la
influencia de las políticas neoliberales.
Una segunda observación en este punto es que no debemos abandonar el uso del arancel
como instrumento de política comercial y de política económica. Es cierto que los niveles
arancelarios han disminuido significativamente y seguirán disminuyendo, pero el hecho que
los niveles arancelarios sean menores no significa que desaparecerán. Los gobiernos
siempre se reservarán un mínimo margen de maniobra a través de las políticas arancelarias
para regular sus flujos comerciales, obtener ingresos para el Fisco y aún para proteger
temporalmente a la producción nacional. No significa que volveremos al proteccionismo
generalizado de décadas anteriores pero tampoco significa la desprotección total como ha
estado ocurriendo.
Los economistas neoliberales plantean que se debe adoptar un arancel único o flat pero,
¿en qué país o países del mundo se aplica hoy un arancel flat?. La respuesta parece ser que
en ninguno. Aún en aquellos pocos países en los que hay una tasa arancelaria nominal,
existen también sobretasas arancelarias que, en la práctica, se convierten en otros niveles
arancelarios.
En este punto resulta fundamental cumplir con los compromisos multilaterales que apuntan
a la progresiva liberalización de los mercados pero también contrarrestar el uso de políticas
desleales de comercio por parte de otros países como es el caso del dumping, el
contrabando, los subsidios y las sobre y subvaluaciones de precios.
Entonces, efectivamente hoy en día los mercados están relativamente más abiertos que
antes, pero ello no debe llevarnos a abandonar el uso de eficaces políticas comerciales.
Por otro lado, como decíamos anteriormente, el diseño de estrategias competitivas con
base en la diferenciación obliga a las empresas a desarrollar políticas más personalizadas,
orientadas a satisfacer al cliente en los más mínimos detalles que son precisamente los que
hacen la diferencia con relación a la competencia.
Lo anterior exige que las empresas exportadoras modifiquen sus políticas de distribución.
Por ejemplo, si exportamos con nuestra propia marca o lo que nos identifica es el servicio
al cliente, o vendemos "a la medida" a través de catálogos, entonces tendremos que
establecer –por nuestra propia cuenta o con la ayuda de un socio local- puntos de venta en
el mismo mercado de destino. Ello encarece los costos pero permite estar lo
suficientemente cerca del cliente como para realizar el seguimiento del mismo y tomar las
decisiones adecuadas en el momento oportuno.
De otro lado, surgen nuevos mercados, segmentos o partículas de mercado que plantean
nuevas exigencias que es necesario atender. Las economías en los países de Europa del
Este transitan de fracasados sistemas centralmente planificados hacia sistemas de mercado
para la asignación de los recursos. Una de las características de este proceso es el
surgimiento de nuevos consumidores de productos y servicios ofertados por el mundo
(occidente) que antes veían limitada la atención de sus demandas a lo que señalaba el
plan.
Sin duda, la evolución de la economía china es uno de los fenómenos más interesantes en
éstas últimas décadas. China se ha convertido en un gran exportador, pero también en un
muy importante importador en el que hay –nada menos- que un mercado de 1,200
millones de chinos. El reciente ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio
(con sus deberes y derechos ejercidos a plenitud) le dará un mayor dinamismo al comercio
mundial.
Otro aspecto a tener en cuenta son los cambios en los gustos y preferencias de los
consumidores que se van observando en diferentes países. Uno de esos importantes
cambios se relaciona a la preferencia por lo natural en todo aquello que se consume. La
"cultura light" ha modificado de manera importante la demanda de alimentos así como los
requerimientos de envases, embalajes, transporte y conservación. Cada vez es mayor el
número de consumidores que demandan medicinas naturales, colorantes naturales,
algodón ecológico o que prefieren destinos turísticos de naturaleza, aventura o el
denominado turismo participativo.
Todo lo anterior nos lleva a prestar mucha mayor atención a la dinámica que vienen
evidenciando los mercados en todo el mundo. En este aspecto, el del entendimiento de los
mercados y el énfasis en el cliente final, debemos reconocer que en las últimas décadas se
avanzó mucho más desde las perspectiva de la administración de negocios que desde la
óptica de la economía, especialmente en temas como el marketing, las políticas de calidad,
la organización por procesos, etc.
También es importante señalar que, en el contexto global, los mercados son más amplios e
interactivos. La magia del internet nos ha puesto en el campo de los mercados virtuales en
los que se pueden desarrollar transacciones en tiempo real desde nuestra propia casa u
oficina. Sin duda, el comercio electrónico será la modalidad de comercio internacional más
importante del nuevo siglo y ello tiene diversas implicancias en la marcha de la economía
mundial. Cada vez son mayores los usos de éstas nuevas tecnologías de la información y
las comunicaciones en el proceso de la toma de decisiones, como por ejemplo en las
compras de la empresa (logística por vía electrónica), en las finanzas públicas (e -
govermment), y, en los negocios en general.
Cuando en marzo de 1994 se suscribió el nuevo Acuerdo GATT (en español, Acuerdo
General de Tarifas y Comercio) en Marruecos, el mundo dio un paso importante hacia el
fortalecimiento del comercio mundial. Culminaban así ocho años de complejas
negociaciones en el marco de lo que se denominó la "Ronda Uruguay".
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se dedica a preservar la estabilidad
monetaria y financiera a nivel mundial, propiciando políticas de ajuste y estabilización; el
Banco Mundial (BM) trabaja en el financiamiento de las denominadas reformas
estructurales y el apoyo a los procesos de transición económica; la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) establece las normas mundiales en materia laboral . La
OMC, por su parte, se constituye en un foro de negociación mundial en materia de
comercio, propicia el fortalecimiento de las políticas comerciales para afianzar un proceso
sostenido de crecimiento económico; y, actúa como eventual arbitro para dirimir en los
casos en los que haya controversias entre los países. Muc has de éstas instituciones
multilaterales requieren reacomodar sus estatutos y funciones a las exigencias de los
tiempos actuales pero la OMC ha nacido como una organización sólida y moderna.
La OMC es una institución que cuenta con un alto nivel de credibilidad y ésa es una ventaja
que es necesario aprovechar. Temas tan delicados como las relaciones comerciales entre
los EE.UU. y China; el problema de la disputa entre Marruecos y España por el tema
pesquero; la posible aplicación de sanciones comerciales de los EE.UU. a Cuba, son
tratados en el marco de la Organización Mundial de Comercio y así muchos otros.
Como hemos dicho, han surgido nuevos temas prioritarios en la agenda del comercio
mundial. Entre ellos podemos mencionar el tratamiento de los servicios (que, por primera
vez, son considerados explícitamente como parte del comercio mundial). También se
incluyen temas relativos al respeto de los derechos de propiedad intelectual (condición
fundamental para lograr un mayor flujo de inversiones); esto incluye legislación adecuada,
registro y protección de marcas, patentes, derechos de autor, franquicias y denominaciones
de origen.
Asimismo, en la agenda de negociación comercial se incluye en éstos tiempos el
tratamiento que se hace a las inversiones, siendo el postulado principal que no deben
hacerse diferencias entre inversionistas nacionales y extranjeros; ambos deben tener
iguales derechos y obligaciones en todos los países. También es conveniente buscar un
"balance neto de divisas" en los proyectos de inversión que se apoyen.
Otro tema relativamente nuevo de agenda comercial es el del comercio ambiental, que
incluye el diseño de estrategias de desarrollo sostenible, evaluación del impacto ambiental
de los proyectos, el cuidado de la diversidad, el uso de tecnologías "verdes" (industria del
reciclaje, la producción de envases, filtros de chimenea o tubos de escape,etc.).
Como ya hemos referido en este ensayo, en el nuevo contexto mundial el antiguo debate
entre multilateralismo (defensa del libre comercio) y regionalismo (que apoya la integración
de grupos de países) ha dejado de tener sentido. Las diferentes experiencias de integración
en todo el mundo son una constatación que la integración sí es un camino viable para
avanzar hacia el desarrollo. Ahí están los casos de la Unión Europea; el Consejo Económico
Asia- Pacífico (APEC); el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), la
Comunidad Andina (CAN), el MERCOSUR, el Mercado Común Centroamericano (MCCA), la
Comunidad de Países del Caribe (CARICOM) y el propio Acuerdo de Libre Comercio de las
Américas (ALCA); todos ellos en diferente grado de avance.
En el cuadro también se observa que, si el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA)
ya estuviera funcionando, es decir, considerando las exportaciones des de Argentina hasta
Canadá, el monto exportado sería de US$ 1,420.2 millones, esto es, el 22.3 por ciento del
total mundial. Esto explica claramente su importancia estratégica.
Cuadro No. 6
Exportaciones Mundiales de Mercancías por Bloques Regionales: 2000
(en miles de millones de US dólares y estructura porcentual)
En este nuevo escenario de experiencias de integración, los países que deciden participar
en los Bloques Regionales no retroceden en los niveles de apertura comercial ya
conseguidos en el marco de sus políticas nacionales. Esto significa concretamente lo
siguiente: si un país, antes de participar en un acuerdo de integración, tenía un arancel
promedio del 15 por ciento, al ingresar al bloque puede tener un arancel externo común de
5%, 10% y 15%; en este caso, está participando de un arancel escalonado adoptado por el
Bloque pero su promedio arancelario ha disminuido al 10 por ciento.
Esto es lo que ha llevado a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) a plantear
su tesis del "Regionalismo Abierto" , en la que se considera que se pueden aprovechar las
ventajas tanto de los enfoques multilaterales como de los regionales pues, finalmente,
ambos convergen en el mismo objetivo: elevar el nivel de vida de la población, camino al
desarrollo.
Como mejor demostración que los tiempos han cambiado está la posición del gobierno de
los EE.UU. con respecto al tema de la integración. Hace veinte años atrás, en todos los
discursos oficiales del gobierno norteamericano se defendía el libre comercio y se criticaba
los procesos de integración por considerar que éstos sólo eran procedimientos disfrazados
de proteccionismo. Ahora, la posición norteamericana no sólo se ha suavizado en la crítica,
sino que el propio EE.UU. participa en su propio esfuerzo de integración junt o con Canadá y
México; y, es el más entusiasta propulsor de un ambicioso proyecto de integración
hemisférica (ALCA).
¿Qué puede explicar semejante viraje en la posición con respecto a la integración?. Desde
nuestro punto de vista la respuesta es muy sencilla y tiene que ver con una observación
atenta de lo que está pasando en el mundo y, principalmente, del peso que viene
adquiriendo la Unión Europea como bloque regional. En efecto, si consideramos
individualmente a los EE.UU. su peso relativo en el comercio mundial de mercancías es de
alrededor del 12 por ciento: pero, los 15 países que integran la Unión Europea explican más
de un tercio de ese comercio y los países asiáticos explican cerca de otro tercio de las
exportaciones mundiales; es decir, como bloque tienen un peso relativo mayor que la
economía norteamericana. Eso explica porqué el interés especial de los EE.UU. por
fortalecer el NAFTA y propiciar el ALCA (que –como hemos visto- significa, en conjunto,
más de la quinta parte del comercio mundial).
Recordando las cinco etapas de la integración que planteó Bela Balassa 8 en los años
cincuenta: Zona de Libre Comercio, Unión Aduanera, Mercado Común, Integración
Económica e Integración Total, la experiencia europea –que es la más avanzada- ya se
encuentra en plena cuarta etapa, mientras que la mayoría de los bloques regionales se
encuentra entre la primera y la tercera etapas.
Es importante destacar que las dos primeras etapas de la integración tienen un énfasis en
la integración comercial y, particularment e, en las políticas arancelarias. La experiencia
indica que la integración avanza más rápidamente si el comercio intra -bloque es fuerte. En
el caso de la Unión Europea, de cada US$100 que estos países comercian con el mundo
US$ 62 son comercializados entre europeos. Mientras tanto, en América Latina el comercio
intra-regional no supera el 20 por ciento del total; y, en el caso de la Comunidad Andina, el
comercio intra-bloque no supera el 15 por ciento del total. Por lo tanto, un importante
desafío para nuestros países es el de promover una mayor integración comercial entre los
diferentes agentes económicos.
En la Comunidad Andina en particular, nos encontramos con una Zona de Libre Comercio
ya perfeccionada, avanzamos lentamente y con dificultades hacia la Unión Aduanera (con el
establecimiento de un Arancel Externo Común) y debemos esforzarnos por consolidar el
Mercado Común Andino en los próximos años. La Secretaría General de la Comunidad
Andina ha sugerido dos escenarios escalonados de Arancel Externo Común: 5%,10% y
15%; y, de otro lado, 4%,10% y 17%. Este es un tema que está en pleno proceso de
estudio y discusión.
Las investigaciones de varios autores (entre los que se pueden mencionar a M. Porter; P.
Krugman; y, P. Drucker) coinciden en que los países y las empresas que han logrado
resultados exitosos duraderos en el comercio mundial son los que han diseñado y puesto en
ejecución estrategias competitivas. Coinciden también en que el término competitividad
supone un escenario internacional de referencia.
Cuadro No. 7
Factores que contribuyen a lograr la Competitividad
Elaboración: el autor
5. A manera de conclusión
La experiencia internacional nos muestra que las políticas comerciales deben enfocarse en
el nuevo contexto. Desde nuestro punto de vista, seis son las principales características que
deben tener las políticas comerciales de los países andinos (Véase: Cuadro No. 8). En
primer lugar, está claro que a nivel de país y de empresa deben diseñarse y ponerse en
ejecución estrategias competitivas por productos, servicios e incluso por regiones. Estas
estrategias deben estar orientadas hacia los clientes finales; ésta será la clave para tener
éxito: debemos producir exactamente lo que necesita el mercado y debemos estar atentos
a los cambios que se van operando en esos mercados.
El énfasis en el valor agregado es otra lección clara de estos tiempos. Triunfan los que dan
el salto cualitativo desde la producción de materias primas hacia la producción de bienes
manufacturados y de servicios. Otra constatación importante es que lo más adecuado a
nuestra realidad y, principalmente al tamaño de nuestras economías, se relaciona a la
producción de bienes y servicios diferenciados y orientados hacia mercados particulares,
que pagan más por tener acceso a la diferencia y lograr así la ventaja competitiva. Se
requieren también políticas educativas orientadas al trabajo y la competitividad.
Finalmente, se necesita un esfuerzo conjunto con los otros países socios de la integración.
La Comunidad Andina, desde 1969, ya ha acumulado suficiente experiencia y datos como
para darnos cuenta de lo importante del esfuerzo común.
Cuadro No. 8
Características básicas que deben tener las políticas comerciales de los países
andinos en el Siglo XXI
Elaboración: el autor
Sin embargo, hay que anotar que la búsqueda de la competitividad no es lo único que
deben buscar nuestros países. Dados los niveles de pobreza y la desigualdad de la que
partimos, al paradigma competitivo hay que añadirle un paradigma igualmente importante
de solidaridad y comunalidad. No es suficiente contar en nuestras economías con sectores
modernos que logren su inserción competitiva en el comercio mundial; necesitamos
estrategias integrales de desarrollo que combinen los objetivos de crecimiento económico
con los de la justicia social. La integración, en el marco del Nuevo Regionalismo, es
precisamente eso: competitividad y solidaridad, progreso económico pero con disminución
de las brechas entre pobres y ricos.
Además, debe señalarse con igual énfasis que globalización y competitividad no significan
ausencia de políticas nacionales. El participar activamente en el contexto global no implica
renunciar a nuestra identidad nacional, a los valores que tenemos en los pueblos andinos, a
nuestra historia milenaria, a nuestra gente mestiza. Obviamente, no estamos planteando
volver a antiguas y ya superadas concepciones nacionalistas o chauvinistas; lo que
planteamos es que debemos recuperar la autoestima, aceptar nuestros valores y nuestras
diferencias y, mirar así al mundo, seguros que serán los aspectos diferentes que aportemos
lo que nos dará entrada en este juego competitivo.
Por otro lado, observamos que los sectores más dinámicos del comercio internacional son
las manufacturas y los servicios. Necesitamos entonces políticas nacionales que promuevan
industrias eficientes y una agricultura que nos brinde seguridad alimentaria. Para ello, no
basta con aplicar políticas monetarias y fiscales adecuadas; necesitamos también políticas
sectoriales eficientes que incluyan, entre otros aspectos, arance les escalonados (desde la
óptica de la apertura gradual y negociada); apoyo financiero (particularmente el que se
refiere a las microfinanzas); asistencia técnica; adecuado entendimiento de los mercados e
incluso eventuales subsidios focalizados y temporales. Necesitamos promover la utilización
de mecanismos que ya han demostrado su utilidad en diversos países del mundo: la
subcontratación; las agrupaciones de productores o los consorcios de exportación; las
asociaciones tipo joint-venture; las ferias internacionales especializadas; las ruedas de
negocios, etc.
6. Bibliografía y Fuentes
BALASSA, Bela...; "Teoría de la Integración Económica"; Unión Tipográfica Editorial
Hispano-Americana (UTEHA); México D.F. 1964; primera edición en español;
Capítulo 1; página 02.
BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERÚ...; "Memoria 2000"; Lima, 2001; 261
páginas.
TOFFLER, Alvin...; "La Tercera Ola"; Plaza Janés Editores, S.A.; Barcelona, España,
diciembre de 1986; 494 páginas.
1
DE MASI, ESTEVAO , KODRES...; "¿Una Nue va economía?"; artículo publicado e n la R evista "Finanzas y De sarrollo";
re vista del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial; W ashington D.C.; junio de 2001; página 38.
2 TOFFLER, Alvin...; "La Tercera Ola"; Plaza Janés Editores, S.A.; Barcelona, España, diciembre de 1986; 494 páginas.
3 BIONDI, Juan.../ BIONDI, Luis.../CORNEJO RAMÍREZ, Enrique.../ ZAPATA, Eduardo.../ "Liderazgo y Disempleo en Sociedades en Tránsito" (Algunas consideraciones sobre liderazgo y
universidad); Editorial Universidad de Lima, Facultad de Ciencias Humanas y Facultad de Economía; Lima, junio de 1993; primer a edición; páginas 35-36.
4 CORNEJO RAMÍREZ, Enrique...; "Comercio Internacional: Hacia una Gestión Competitiva"; Editorial San Marcos; Lima, 1996; primera edición; Cuadro No. 2, página 77
5 SMITH, Adam...; "Indagaciones acerca de la naturaleza y causas de la Riqueza de las Naciones"; Editorial Aguilar; Madrid, 1961; segunda edición en español; Capítulo III; página 21.
6 CORNEJO RAMÍREZ, Enrique...; "Introducción a los Negocios de Exportación: criterios para la toma de decisiones"; Editorial "S an Marcos"; Lima, 1999; primera edición; página 188.
7 VARAS BUSTAMANTE; Diego...; "La Promoción de Exportaciones Chilenas en un mundo global";exposición del Agregado Comercial de la Embajada de Chile en el Pe rú; Lima,
setiembre de 1997.
8 BALASSA, Bela...; "Teoría de la Integración Económica"; Unión Tipográfica Editorial Hispano-Americana (UTEHA); México D.F. 1964; primera edición en español; Capítulo 1; página
02.
9 CORNEJO RAMÍREZ, Enrique...; "La integración latinoamericana como respuesta a la crisis internacional";editado por la Univers idad de Lima; Facultad de Economía/ CIESUL; Serie
Documentos No.1; Lima, junio de 1985; 43 páginas.