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Guía Clínica EPOC 2006

Guía Clínica
Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica De
Tratamiento Ambulatorio

2006
Guía Clínica EPOC 2006

Indice

Capítulos

1. Metodología
Dr Manuel Barros y Dr Edgardo Cruz
2. Antecedentes
Dr Gonzalo Valdivia, Dr Jaime Cereceda
3. Definición
Dr Edgardo Cruz
4. Sospecha y confirmación diagnóstica
Dr Rodrigo Gil, Dr Alvaro Undurraga y Dr Juan Carlos Rodríguez
5. Tratamiento Crónico
Dr Manuel Barros, Dra Mónica Gutiérrez y Dra Claudia Cartagena
6. Tratamiento de Exacerbaciones
Dr Patricio Jiménez, Dr Francisco Saldías
7. Prevención Secundaria
Dra Marisol Acuña, Dr Manuel Barros
8. Rehabilitación y seguimiento
Dra Carmen Lisboa, Dr Orlando Díaz, Dra Gisella Borzone
9. Anexos
1. Bibliografía
2. Gradación de Evidencia
Guía Clínica EPOC 2006

Capítulo 1.
Metodología

• Esta guía fue elaborada tomando como base las siguientes guías que son
reconocidas como de máxima calidad a nivel internacional.

• Global Strategy for Diagnosis, Management, and Prevention of COPD


(Update Sept 2005).
Es una guía generada internacionalmente que logró crear conciencia que la
EPOC es un problema de salud pública de nivel mundial. Presenta una
revisión exhaustiva de la literatura médica, y clasifica las recomendaciones
de acuerdo con el nivel de evidencia existente. Se usa como base de la
mayoría de de las guías posteriores.

• Standards for the diagnosis and treatment of patients with COPD (ATS-
ERS)( 2004)
Representa la posición de las dos principales sociedades científicas de la
especialidad en el mundo.

• Chronic Obstructive Pulmonary Disease: National clinical guideline on


management of chronic obstructive pulmonary disease in adults in
primary and secondary care (National Institute for Clinical Excellence/
British Guidelines), (2004)
Esta guía contiene información de interés para el manejo de los pacientes en
diferentes niveles de complejidad. Tiene énfasis en decisiones clínicas, ya
que además de la revisión de la literatura recoge la experiencia del Servicio
Nacional de Salud inglés.

• Canadian Respiratory Society recommendations for the management of


chronic obstructive pulmonary disease (Jul/Aug 2004).
Es la guía más apta para uso clínico ya que enfatiza las recomendaciones
de diagnóstico y tratamiento, en un medio de mayor similitud al nuestro.

• Dado que para la elaboración de estos documentos se hizo una revisión


exhaustiva de óptima calidad de la literatura hasta las fechas anotadas,
sólo se analizaron en detalle las revisiones sistemáticas y metanálisis
posteriores a su publicación y los estudios nacionales significativos que
agregan información no considerada en ellas.
• Se incluirá la información calificada referente a intervenciones preventivas,
diagnósticas, curativas y de rehabilitación en el abordaje de la Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica. Junto a las recomendaciones
seleccionadas se anotará su calificación de acuerdo a la escala utilizada
en la Guía del Reino Unido (BTS/SIGN) para el manejo del Asma
Bronquial, que se detallan en hoja anexa.
• Las recomendaciones que se incluyan en la guía clínica estarán orientadas
a la atención de aquellos pacientes que presentan Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica y deberán servir para definir las prestaciones
específicas que serán objeto de garantías explícitas, de acuerdo con los
lineamientos contenidos en la Ley 19.966, que establece el régimen
general de garantías en salud.
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Capítulo 2.
Antecedentes

• La EPOC es un problema de salud pública, debido a su alta prevalencia y


condición progresiva, con deterioro significativo de la calidad de vida y gran
impacto económico en las personas y sistemas de salud. Existe un incremento
mundial de pacientes con EPOC, incluso en países con reducción de la
prevalencia de tabaquismo, control de la calidad del aire y bajo riesgo ocupacional
(Evidencia A).

• La EPOC ha sido por muchos años una enfermedad cuya importancia como
problema de salud pública ha sido subvalorada por falta de conciencia de su
gravedad y magnitud, junto a un importante subdiagnóstico clínico que en Estados
Unidos se piensa que llega a un 50 % (Evidencia B).

• Actualmente constituye la cuarta causa de muerte en EE.UU después de las


enfermedades cardíacas, cáncer y accidentes vasculares encefálicos. Se ha
comprobado también que entre estas enfermedades crónicas principales es la
única que presenta un incremento de su prevalencia y mortalidad (Evidencia B)

• El principal factor de riesgo es el tabaquismo. Existe evidencia suficiente de la


relación causal, tanto para el fumador (Evidencia A). como para aquellos que
aspiran humo de tabaco ambiental (tabaquismo pasivo) en el desarrollo de
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Evidencia B).

• Estudios nacionales recientes muestran que la prevalencia de tabaquismo en la


población mayor de 15 años es de un 40% ((Encuesta de Calidad de Vida
(MINSAL 1998), Primera Encuesta nacional de Salud (2002-2003)). Esta última
reveló que las enfermedades respiratorias crónicas afectan a un 20% de la
población, y el Proyecto Platino (2004)) confirmó la importancia de la EPOC en
nuestro medio, ya que afecta a un 15% de la población metropolitana y es mas
frecuente en sujetos de menor escolaridad (Evidencia B).

• La exacerbación de los pacientes con EPOC constituye una causa importante de


egresos hospitalarios, y es responsable de gran parte del gasto sanitario asociado
a la enfermedad (Evidencia A).
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Capítulo 3.
Definición.

Es una enfermedad prevenible y tratable caracterizada por el desarrollo progresivo de


limitación del flujo aéreo que no es completamente reversible. Esta es usualmente
progresiva y está asociada a una respuesta inflamatoria anormal de los pulmones a
partículas o gases nocivos, principalmente causados por el consumo de cigarrillos. Aunque
localizada en los pulmones también produce consecuencias sistémicas significativas.

• La obstrucción del flujo aéreo se diagnostica mediante la espirometría, en que se


observa una disminución de la relación VEF 1/CVF (Volumen espiratorio forzado en
el primer segundo/Capacidad Vital Forzada), a menos de 0,70 y una disminución
del VEF 1 a menos del 80% del valor teórico.

• La obstrucción se debe a una combinación de lesiones obstructivas en la vía


aérea pequeña (bronquiolitis obstructiva crónica) y destrucción de las paredes
alveolares (enfisema). El daño se debe a una respuesta inflamatoria crónica
anormal, habitualmente consecuencia de la inhalación de humo de tabaco.

• Es frecuente que cuando el individuo presenta síntomas, el daño se encuentra en


etapa avanzada.

• El síntoma específico es la disnea generalmente acompañada de tos productiva


por bronquitis crónica concomitante. Es progresiva, provoca invalidez y un serio
menoscabo en la calidad de vida. Estos síntomas pueden ser tratados eficazmente
con fármacos aunque estos que tienen poco impacto en la obstrucción bronquial.
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Capítulo 4.
Sospecha y confirmación diagnóstica

• El diagnóstico de EPOC depende de la sospecha clínica frente a un paciente que


presenta tos o disnea, y se confirma mediante espirometría. Esta puede
determinar la severidad de la obstrucción del flujo aéreo y en conjunto con otros
exámenes ayudar a establecer el pronóstico. La EPOC es una enfermedad
heterogénea, por lo que no existe un examen individual que permita clasificar
adecuadamente su gravedad.

• EL médico general tiene un rol importante en pesquisar esta enfermedad. Es


importante sospecharla en sujetos fumadores asintomáticos, ya que la disnea
suele ser evidente cuando la enfermedad se encuentra avanzada, con VEF1
habitualmente inferior a 50% del valor teórico (Evidencia D).

• La espirometría es fundamental para diagnosticar la presencia de obstrucción del


flujo aéreo. Puede ser realizada por cualquier profesional que trabaje en salud,
siempre que haya tenido un entrenamiento apropiado, y mantenga las habilidades
adquiridas (Evidencia D). La espirometría debe ser realizada dentro de un
proceso que asegure la calidad de su ejecución (Evidencia D).

• Al momento del diagnóstico, todos los pacientes deben tener además de la


espirometría, una radiografía de tórax para excluir otras enfermedades,
hemograma completo para identificar anemia o eritrocitosis y un cálculo de su
Indice de Masa Corporal (Evidencia D).

• Realizar una prueba de broncodilatación con fármacos permitiría ayudar en el


diagnóstico diferencial con Asma. Sin embargo, la reversibilidad medida en
distintas ocasiones puede ser inconsistente y no reproducible (Evidencia B).
Además, la respuesta a la terapia broncodilatadora no puede ser predicha a partir
del resultado de la reversibilidad espirométrica (Evidencia A).

• Algunos pacientes tienen una disociación entre su evaluación espirométrica y la


incapacidad respiratoria, incluyendo la frecuencia de exacerbaciones. Ellos deben
ser referidos al especialista para ser estudiados de manera completa (Evidencia
D).

• Debe considerarse la medición de gases arteriales en todos los pacientes con


VEF 1 menor a 40% (Evidencia D).

• Otros exámenes que ayudan en el diagnóstico diferencial y el manejo de los


pacientes en situaciones especiales, son la medición de T LCO, volúmenes
pulmonares, alfa-1 antitripsina, TAC de Tórax, Electrocardiograma,
Ecocardiograma, y la oximetría de pulso (Evidencia D).
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Razones para derivar un paciente al especialista (Evidencia D)


Razón Propósito
Incertidumbre diagnóstica Confirmar diagnóstico y optimizar
tratamiento
Sospecha de EPOC severo Confirmar diagnóstico y optimizar
tratamiento
Aparición de cor pulmonale Confirmar diagnóstico y optimizar
tratamiento
Evaluación para oxigenoterapia Optimizar tratamiento y medir
domiciliaria gases arteriales
Evaluación para uso de nebulizador Optimizar tratamiento y evitar
prescripción inapropiada
Evaluación para uso de corticoides Definir indicación y tiempo de uso
orales
Enfermedad bulosa Identificar candidatos para cirugía
Disminución rápida de VEF1 Intervenir con mayor énfasis
Evaluación para cirugía de Identificar candidatos para cirugía
reducción de volumen o trasplante
Evaluación para rehabilitación Identificar candidatos para rehabilitación
pulmonar
Síntomas desproporcionados con Búsqueda de otros diagnósticos
función pulmonar
Edad menor a 40 años, o historia Identificar déficit alfa 1 antitripsina
familiar de déficit alfa 1 antitripsina
Infecciones recurrentes Descartar bronquiectasias o
inmunodeficiencia
Exacerbaciones frecuentes Optimizar tratamiento, y prevenir
exacerbaciones
Comorbilidad compleja Optimizar tratamiento especialmente
interacción farmacológica
Hemoptisis Descartar neoplasia
Tabaquismo persistente Tratamiento Cesación de Tabaco
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Capítulo 5.
Tratamiento Crónico

• La terapia del paciente con EPOC estable debe incrementarse de acuerdo a la


gravedad de la enfermedad. En todas las etapas debe enfatizarse la suspensión
del hábito tabáquico (ver Capítulo 6, Prevención Secundaria). Esta es la medida
de mayor eficacia y la única que ha demostrado cambiar la historia natural de la
enfermedad (Evidencia A).

• En pacientes con EPOC, la educación sanitaria puede desempeñar un rol


importante en desarrollar habilidades y destrezas como la capacidad para
enfrentar la enfermedad. La educación y la motivación son importantes para lograr
ciertas metas, incluyendo dejar de fumar. (Evidencia A).

• La vacunación antiinfluenza se recomienda en mayores de 65 años por el riesgo


aumentado de hospitalización y complicaciones debido a esta enfermedad
(Evidencia A). El beneficio de la vacunación antineumocóccica está menos
establecido, y se recomienda su administración al menos una vez, y quizás
repetirla cada 5 o 10 años.

• Ninguno de los medicamentos existentes han demostrado capacidad de modificar


la disminución de la función pulmonar, característica de la enfermedad (Evidencia
A .) Por lo tanto, los fármacos se utilizan para disminuir los síntomas y/o las
complicaciones.

• Los fármacos broncodilatadores son la base del tratamiento sintomático de la


enfermedad (Evidencia A). Mejoran la disnea en reposo y durante el ejercicio,
disminuyen la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones y mejoran la calidad
de vida.

• Los tratamientos broncodilatadores principales son los agonistas beta2


adrenérgicos, los anticolinérgicos y la teofilina. La combinación de uno o más de
estos fármacos aumenta la eficacia. (Evidencia A).

• Se recomienda el uso según necesidad de broncodilatadores de acción corta


(salbutamol, ipratropio) para el alivio de la disnea (Evidencia B). En pacientes con
síntomas persistentes, debe usarse una combinación de fármacos inhalados de
acción corta (Evidencia A). Si a pesar de ello no se obtiene control de síntomas,
está indicado el tratamiento regular con broncodilatadores de acción prolongada,
que es más eficaz (Evidencia A). Este tipo de fármacos debe usarse también en
pacientes que presentan dos o más exacerbaciones en un año (Evidencia D).

• La teofilina está indicada en pacientes que persisten con síntomas a pesar del uso
de broncodilatadores inhalados de acción prolongada, o en aquellos que no son
capaces de usar terapia inhalatoria (Evidencia D). Su uso debe estar asociado a
la medición de niveles plasmáticos, especialmente en el anciano, cuando existe
comorbilidad o uso de otros fármacos que puedan interactuar (Evidencia D).
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• La eficacia de la terapia broncodilatadora no debe ser evaluada exclusivamente


por cambios en la función pulmonar, sino que deben incluirse mediciones de
mejoría en la disnea, en actividades de la vida diaria y capacidad de ejercicio
(Evidencia D).

• Agregar tratamiento regular con un corticoide inhalado a la terapia


broncodilatadora es apropiado solamente para aquellos pacientes con EPOC que
presentan un VEF 1 bajo 50% del valor teórico, y tienen exacerbaciones frecuentes.
(Evidencia B).

• El uso de pruebas de reversibilidad espirométrica con corticoides orales no permite


predecir los pacientes con EPOC que se verán beneficiados por el uso de
corticoides inhalados (Evidencia A).

• Debe evitarse el tratamiento crónico con corticoesteroides sistémicos, ya que su


relación riesgo/beneficio es desfavorable. (Evidencia A).

• Todos los pacientes con EPOC se benefician de programas de rehabilitación


respiratoria, mejorando la tolerancia al ejercicio, síntomas de disnea y fatiga y la
utilización de recursos de salud (Evidencia A). Estos programas son
multidisciplinarios, e incluyen entrenamiento físico, educación sobre la enfermedad
e intervenciones psicosociales y nutricionales. Los pacientes deben ser
estimulados a mantenerse actividos.

• Los pacientes que presentan pérdida de peso y masa muscular tienen un riesgo
aumentado de morbilidad, incapacidad y muerte. (Evidencia A). En etapas
avanzadas existe un gran desbalance nutricional, por lo que la recuperación del
peso solamente se obtiene combinando aportes en la dieta con anabólicos y un
programa de ejercicio regular.

• La administración de oxígeno en forma prolongada (>15 horas diarias) está


indicada en pacientes con insuficiencia respiratoria crónica, ya que se ha
demostrado que aumenta la sobrevida (Evidencia A). El diagnóstico de hipoxemia
debe establecerse con medición de gases en sangre arterial, en reposo y en
condiciones estables. El oxígeno debe indicarse con una PaO 2 de 55 mmHg o
menos, o entre 55 y 60 mmHg en presencia de cor pulmonale, o eritrocitosis La
oximetría de pulso puede usarse para observar tendencias, pero no en el
diagnóstico.

• Si el oxígeno se prescribe durante una exacerbación, su indicación debe ser


reevaluada luego de 30 a 90 días.

• Los pacientes con EPOC tienen 3 a 5 veces más posibilidades de sufrir


complicaciones durante una cirugía. La evaluación funcional preoperatoria tiene un
rol establecido en la planificación de la cirugía (Evidencia A). La EPOC no
representa una contraindicación quirúrgica, pero mientras más cerca del diafragma
sea la intervención, mayores las posibilidades de complicaciones perioperatorias.

• La cirugía tiene un rol preciso en los pacientes con EPOC. La bulectomía y la


cirugía de reducción de volumen pueden permitir un aumento de la capacidad
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funcional, la calidad de vida relacionada a salud y posiblemente sobrevida en


pacientes muy bien seleccionados (Evidencia A). El trasplante pulmonar permite
una mejoría de la función pulmonar, la capacidad de ejercicio, la calidad de vida y
probablemente la sobrevida en pacientes muy bien seleccionados (Evidencia A).

• La calidad del sueño se encuentra muy alterada en pacientes con EPOC y durante
el sueño puede producirse desaturación, casi siempre relacionada con la
saturación diurna de hemoglobina, y ocasionalmente por episodios de apnea
durante el sueño. El manejo de los problemas durante el sueño requieren
optimizar la terapia de la tos y la disnea, y sólo ocasionalmente puede existir la
necesidad de oxigenoterapia por desaturación aislada nocturna. Si es posible,
debe evitarse el uso de hipnóticos.

• Los pacientes con EPOC avanzada deben tomar precauciones para viajar por vía
aérea o ascender a lugares de extrema altitud (Evidencia A). La mayoría de los
vuelos comerciales presurizan la cabina, a presiones variables entre 1800 y 2400
metros. Debido a la menor presión atmosférica, esto es similar a una fracción
inspirada de Oxígeno de 15%, e implica en promedio disminuciones de PaO 2 de
hasta 25 mmHg, lo que puede poner en riesgo al enfermo. Para estimar la
necesidad eventual de oxígeno existen fórmulas matemáticas.
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Capítulo 6.
Exacerbación de EPOC: definición, evaluación y tratamiento.

• Las exacerbaciones constituyen la causa más frecuente de visitas médicas,


hospitalización y muerte en los pacientes con EPOC.

• Se definen como un evento dentro de la evolución natural de la EPOC


caracterizado por aumento de la disnea, tos y/o expectoración, mayor que su
variabilidad habitual y que son de intensidad tal que motivan cambios en el
tratamiento.

• No existe un consenso respecto a clasificación. La clasificación operacional que se


describe a continuación es útil para ordenar la relevancia clínica del episodio y su
desenlace.
o Nivel I: tratamiento en domicilio.
o Nivel II: requiere hospitalización.
o Nivel III: conduce a insuficiencia respiratoria.

• Entre los factores de riesgo están las infecciones (virales y bacterianas), las
condiciones ambientales (Exposición a aire contaminado), la falta de cumplimiento
de oxigenoterapia de larga duración y la falta de participación en programas de
rehabilitación.
• A pesar de recibir tratamiento médico, un tercio de los pacientes que consultan en
unidades de emergencia por exacerbación tienen síntomas recurrentes dentro de
las dos semanas siguientes y cerca de un 20% requieren ser hospitalizados. La
identificación de los pacientes en riesgo de recaer mejora las decisiones sobre
ingreso hospitalario y seguimiento.

• Las recaídas ocurren en 21 a 40 % de los pacientes, y los factores de riesgo son


nivel reducido de VEF 1, necesidad de incrementar broncodilatadores o corticoides,
exacerbaciones previas (más de tres en los últimos dos años), uso previo de
antibióticos (especialmente Ampicilina), existencia de comorbilidad (insuficiencia
cardíaca, enfermedad coronaria, insuficiencia renal, insuficiencia hepática).

• Al evaluar pacientes con exacerbación de EPOC se debe tomar en cuenta


diversos elementos clínicos (Evidencia D).
o Gravedad de la EPOC
o Presencia de comorbilidad
o Historia de exacerbación previa

• El examen físico debe evaluar el impacto de la exacerbación sobre la situación


hemodinámica y sobre el sistema respiratorio.
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Los procedimientos diagnósticos a realizar dependerán de donde se evalúa el paciente.

Tabla 1. Historia clínica, examen físico y procedimientos diagnósticos.

Nivel I Nivel II Nivel III

Historia clínica
+ +++ +++
Comorbilidades # + +++ +++
Exacerbaciones frecuentes Leve/moderada Moderada/severa Severa
Gravedad de EPOC

Examen físico
Situación hemodinámica Estable Estable Estable/inestable
Uso de musculatura accesoria, Ausente ++ +++
taquipnea No ++ +++
Síntomas persistentes luego del
trat. inicial

Procedimientos diagnósticos
Saturación de oxígeno Si Si Si
Gases arteriales No Si Si
Radiografía de tórax No Si Si
Exámenes de sangre ¶ No Si Si
Gram y cultivo expectoración § No Si Si
Electrocardiograma No Si Si

Control por especialista No Si Si

+: posiblemente ausente; ++: posiblemente presente; +++: muy posiblemente presente


#: las comorbilidades comúnmente asociadas a mal pronóstico en exacerbaciones son:
insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad coronaria, diabetes mellitus, insuf renal e
insuf hepática.
¶: hemograma, electrolitos, perfil bioquímico
§: considerar si el paciente ha recibido antibióticos recientemente.
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• En pacientes ambulatorios el tratamiento de las exacerbaciones tiene por objetivos


la disminución de síntomas y la resolución bacteriológica a las 2-4 semanas. Otros
objetivos, tales como el período de tiempo libre de exacerbaciones, la utilización
de recursos (hospitalizaciones, visitas médicas, uso de medicamentos, días
laborales perdidos) y la mejoría de la calidad de vida pueden ser considerados en
esta población.

• El tratamiento de la exacerbación se fundamenta en la presentación clínica del


paciente (Tabla 2).

Tabla 2. Nivel I: tratamiento de pacientes ambulatorios.

Educación del paciente


• Revisar la técnica de inhalación
• Considerar uso de espaciadores
Broncodilatadores
• Beta -2 agonistas de acción corta y/o ipratropio presurizados con espaciador
según necesidad
• Considerar agregar broncodilatador de acción prolongada si el paciente no
está usando corticoides
• Prednisona 30-40 mg oral al día por 10 días
• Considerar uso de corticoides inhalatorios
Antibióticos
• Se pueden usar cuando hay alteraciones de la expectoración
(purulencia o volumen)
• La selección se debe basar en los patrones locales de resistencia,
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pudiendo utilizarse Amoxicilina/ampicilina , cefalosporinas , Doxicic lina
3
o Macrólidos .
• Si el paciente fracasó a antibióticos previamente, considerar
4
Amoxicilina/clavulanato o fluoroquinolonas respiratorias .

1. Depende de la prevalencia local de β-lactamasas;


2. Cefpodoximo, cefprozil, cefuroximo.
3. Azitromicina, claritromicina, roxitromicina.
4. levofloxacino y moxifloxacino

• La decisión de hospitalizar depende de la interpretación subjetiva de criterios


clínicos tales como la gravedad de la disnea, la presencia de insuficiencia
respiratoria, la respuesta a la terapia en la unidad de emergencia, presencia de
corazón pulmonar o complicaciones como neumonía u otra comorbilidad.

• Existe consenso en la necesidad de hospitalizar pacientes con hipoxemia severa o


hipercapnia aguda. Otros factores de riesgo son la consulta de urgencia en la
semana previa, uso excesivo de broncodilatadores, uso de oxígeno en domicilio, la
frecuencia de recaídas previas, el uso de corticoides y antibióticos en la consulta
de emergencia anterior.

• Sobre la base de opinión de expertos (Evidencia D), en la Tabla 3 se describe


criterios de hospitalización, que consideran la disfunción respiratoria subyacente,
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progresión de los síntomas, respuesta a la terapia ambulatoria, existencia de


comorbilidad, eventual necesidad de cirugía y disponibilidad de cuidados
adecuados en el hogar.

Tabla 3. - Indicaciones de hospitalización en pacientes con exacerbación de EPOC.


• Presencia de comorbilidad de alto riesgo, como neumonía, arritmias, insuficiencia
cardiaca congestiva, diabetes mellitus, insuficiencia renal e insuficiencia hepática
• Respuesta inadecuada a los síntomas tras manejo ambulatorio
• Incremento marcado de la disnea
• Imposibilidad de comer o dormir debido a los síntomas
• Hipoxemia progresiva
• Hipercapnia progresiva
• Cambios en estado mental
• Incapacidad del paciente para cuidar de si mismo (apoyo social pobre)
• Duda diagnóstica

• El tratamiento de la exacerbación se debe basar en la presentación clínica


del paciente, como se describe en la Tabla 4.

Tabla 4. Nivel II: tratamiento de pacientes hospitalizados.

Broncodilatadores
• Beta -2 agonistas de acción corta y/o ipratropio, presurizados con espaciador, o con
nebulizador y aire comprimido según necesidad
• Considerar agregar broncodilatador de acción prolongada si el paciente no está
usando corticoides
• Considerar Aminofilina i.v. si fuera necesario

Oxígeno suplementario (si la saturación es <90 %)

Corticoides
• Prednisona 30-40 mg oral /día por 10 días, si el paciente tolera vía oral
• Si no tolera vía oral, usar dosis i.v. equivalente hasta por 14 días
• Considerar corticosteroides inhalados, presurizados

Antibióticos
• Usar antibióticos cuando hay cambios en las características de la expectoración
(purulencia o volumen)
• Usar antibióticos según los patrones locales de resistencia: Amoxicilina/Clavulanato o
Fluoroquinolonas respiratorias (levofloxacino, moxifloxacino)
• Considerar terapia combinada si se sospecha infección por Pseudomonas spp. y/o por
otras Enterobactereaceas spp.
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• La gravedad de la insuficiencia respiratoria determinará la necesidad de


ingreso a una UCI. Dependiendo de los recursos disponibles en cada
institución, el ingreso de pacientes con EPOC y exacerbación grave a
unidades de cuidados intermedios o intensivos puede ser necesario, si
existe el personal, el adiestramiento y el equipamiento adecuados para
manejar la falla respiratoria aguda exitosamente.

Tabla 5. Indicaciones para ingreso a cuidados intensivos o intermedios.

• Falla respiratoria actual o inminente


• Presencia de otra disfunción orgánica severa, por ej. shock, insuficiencia renal,
insuficiencia hepática o alteración neurológica grave
• Inestabilidad hemodinámica

• El tratamiento de la exacerbación se deberá fundamentar en la


presentación clínica del paciente, como se describe en la Tabla 6.

Tabla 6. Nivel III: tratamiento en pacientes que requieren ingreso en unidad de


cuidados intermedio o intensivo
Oxigenoterapia suplementaria

Soporte ventilatorio

Broncodilatadores
• Beta-2 agonistas de acción corta más ipratropio presurizados con espaciador, dos
puffs cada 2-4 horas.
• Si el paciente está en ventilación mecánica, considerar administración de
presurizados.
• Considerar beta -2 agonistas de acción prolongada.
• Considerar Aminofilina i.v. si fuera necesario

Corticosteroides
• Prednisona 30-40 mg oral /día por 10 días, si el paciente tolera vía oral
• Si no tolera vía oral, usar dosis i.v. equivalente hasta por 14 días
• Considerar corticosteroides inhalados, presurizados
Antibióticos (usados según patrones locales de resistencia)
• Amoxicilina/clavulanato
• Fluoroquinolonas respiratorias (gatifloxacina, levofloxacino, moxifloxacino)
• Considerar terapia combinada si se sospecha infección por Pseudomonas spp.
y/o por otras Enterobactereaceas spp.

• El efecto de la ventilación no invasiva ha sido evaluado en función de


distintos desenlaces, como frecuencia de intubación, duración de la
estancia en UCI, disnea y mortalidad. Existe consenso de que la ventilación
a presión positiva no invasiva es capaz de revertir la falla respiratoria. Los
pacientes que más se benefician con esta modalidad de terapia son

Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias


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aquellos con retención de CO 2, que son capaces de colaborar con los


cuidadores y que no tienen otros problemas concomitantes de importancia
(sepsis, neumonía grave, colapso cardiovascular, arritmias).

• Los pacientes hospitalizados por una exacerbación aguda pueden ser


dados de alta una vez controlada o revertida la situación que motivó el
ingreso. En la Tabla 7 se describen las guías útiles en la práctica clínica
(Evidencia D).

Tabla 7. Condiciones necesarias para considerar el alta del paciente.


• Los síntomas han regresado al estado basal, incluyendo la capacidad de dormir y
de alimentación.
• Existe estabilidad hemodinámica
• La oxigenación ha alcanzado la condición basal previa
• El requerimiento de β2-agonistas es poco frecuente
• El paciente es capaz de deambular nuevamente
• El paciente es capaz de comer y de dormir sin despertar por disnea
• No requiere terapia parenteral por 12-24 h
• El paciente (o su cuidador en el hogar) entiende el uso correcto de las
medicaciones
• Se han completado los planes de seguimiento en el hogar (visita de enfermería,
provisión de oxígeno, alimentos, etc.)

• El paciente debe ser seguido después del alta, ya que existe riesgo de recaídas.
Los pacientes que han presentado falla respiratoria que requirió ingreso a UCI
tienen un alto riesgo de morir. Las guías descritas en la Tabla 8 se fundamentan
en estos principios.

Tabla 8. - Guías para la evaluación ambulatoria de los pacientes


previamente ingresados por exacerbación de EPOC
• Los pacientes necesitan ser reevaluados dentro de 4 semanas.
• Evaluar la mejoría de síntomas y del examen físico
• Evaluar la necesidad de oxígeno suplementario.
• Repetir exámenes de laboratorio si había alteraciones previas
• Evaluar la capacidad del enfermo de adecuarse a su entorno
• Comprender y readecuar el régimen de tratamiento
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Capítulo 7.
Prevención Secundaria

• La EPOC es una enfermedad progresiva, y la única medida que ha demostrado


cambiar la historia natural de la enfermedad es la suspensión del uso de tabaco
(Evidencia A). Por ello, deben hacerse todos los esfuerzos posibles que permitan
lograr este objetivo en aquellos pacientes que no han sido capaces de lograrlo.

• El tabaquismo es una adicción y debe considerarse como una enfermedad crónica


recurrente. Ha sido establecido por la OMS como un trastorno primario, que
requiere de un tratamiento específico (Evidencia A). El hábito tabáquico debe ser
evaluado de manera rutinaria en todos los pacientes que vienen a consultar a un
establecimiento de salud. •

• Debe ofrecerse a todos los pacientes con EPOC fumadores ayuda para tratar esta
adicción, en cada visita (Evidencia A). La consejería breve es un elemento
estratégico probadamente eficaz (Evidencia A). Por ello, todos los fumadores
deben recibir al menos esta intervención en cada visita a un centro de salud. La
remisión permanente puede lograrse en un porcentaje importante de fumadores,
utilizando las herramientas terapéuticas disponibles actualmente.

• Las terapias de cesación de tabaquismo incluyen manejo conductual y


tratamientos farmacológicos (Evidencia A). Los tipos de intervención conductual se
dividen en consejería práctica, apoyo grupal durante el tratamiento y apoyo grupal
después del tratamiento. La terapia farmacológica útil incluye bupropión, sustitutos
de nicotina y nortriptilina, por lo que si no existe contraindicación debe ofrecerse
en combinación con el manejo conductual (Evidencia B).

• Es conveniente que las terapias de cesación sean realizadas por un equipo


multidisciplinario, y deben estar integradas en el sistema de salud.

• El tratamiento exitoso de este trastorno llevará a múltiples beneficios, uno de ellos


el impacto favorable en la evolución natural de la EPOC. Además, debido a que el
consumo de cigarrillos constituye un factor de riesgo de numerosas enfermedades
(ateromatosis, cáncer de diferentes localizaciones, ulcera péptica, osteoporosis) se
observará efectos positivos en ellas también (Evidencia A).

• Si un paciente fracasó en su tratamiento, no debería intentarse nuevamente antes


de 6 meses, a menos que algún factor externo haya influído en el fracaso inicial
(Evidencia D).

• La progresión de muchos trastornos respiratorios inducidos en el lugar de trabajo


puede evitarse mediante estrategias orientadas a disminuir la carga de partículas y
gases inhalados (Evidencia B)
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Capítulo 8.
Rehabilitación pulmonar y seguimiento.

• La rehabilitación pulmonar (RP) es un programa multidisciplinario de diseño


personalizado, aplicado a pacientes respiratorios crónicos. Tiene como objetivo
optimizar su desempeño físico y social, así como también su autonomía.

• La RP permite disminuir los síntomas, especialmente la disnea, aumentar la


tolerancia al ejercicio, mejorar la calidad de vida, disminuir las exacerbaciones, y
reducir el impacto psicológico de la limitación física y de la invalidez (Evidencia
A).

• Un programa de RP requiere de múltiples intervenciones farmacológicas y no


farmacológicas que incluyen 1) educación, 2) ejercicio físico, 3) apoyo psicosocial,
4) intervención conductual y 5) apoyo nutricional. Para ello se requiere la
participación de un equipo múltiple de salud (médico, enfermera, kinesiólogo,
psicólogo, nutricionista, terapista ocupacional y asistente social) (Evidencia A).

• El componente fundamental de los programas de RP y la clave de su éxito es el


entrenamiento físico. La educación respecto a las características y evolución de su
enfermedad, uso correcto del tratamiento farmacológico, especialmente los
administrados por vía inhalatoria, y la consulta oportuna durante las
exacerbaciones constituyen un componente importante.

• El apoyo psicosocial debe incluirse debido a la prevalencia de depresión y


aislamiento social que presentan estos pacientes. El apoyo nutricional permite la
recuperación de masa muscular, lo que tiene un impacto en el pronóstico de la
enfermedad. La duración mínima de los programas es de 8 semanas, y a mayor
longitud mayor probabilidad de éxito (Evidencia B).

• La RP se recomienda a aquellos pacientes sintomáticos y con limitación en


actividades de la vida diaria (discapacitados), independientemente del compromiso
funcional (Evidencia A).

• Comparada con el tratamiento habitual de la EPOC, la RP que incluye el


entrenamiento físico ha demostrado beneficios en múltiples áreas incluyendo
mejoría de la disnea, tolerancia al ejercicio, calidad de vida relacionada con la
salud, la capacidad funcional (distancia recorrida en 6 minutos) y la capacidad
máxima de ejercicio (Evidencia A). Además, produce una reducción de la
utilización de recursos en salud, al disminuir el número y duración de las
hospitalizaciones (Evidencia B).

• No existen hasta la fecha suficientes trabajos que demuestren que la RP


disminuya la mortalidad. El análisis de los trabajos disponibles no tiene el poder
estadístico suficiente debido al escaso número de pacientes.

• Los estudios sobre el efecto a largo plazo del entrenamiento físico demuestran
que persiste una mejoría parcial de la capacidad de ejercicio, de los síntomas
(disnea y fatigabilidad) y de la calidad de vida. Sin embargo transcurrido un año
Guía Clínica EPOC 2006

de finalizada la RP, la mejoría en la calidad de vida y la capacidad para caminar


vuelven a los valores basales.

• Para mantener los beneficios se ha propuesto realizar controles mensuales con


refuerzo de ejercicios, la estimulación para realizar actividades diarias así como
ejercicios supervisados en el domicilio. Estas estrategias han demostrado ser
útiles con este propósito.
Guía Clínica EPOC 2006

Anexo 1.
Bibliografía

• NICE. Chronic Obstructive Pulmonary Disease. National guideline on


management of chronic obstructive pulmonary disease in adults in primary and
secondary care.
Thorax 2004; 59 (suppl I): 1-232

• National Institutes of Health, National Heart, Lung and Blood Institute. Global
strategy for the diagnosis, management, and prevention of chronic obstructive
pulmonary disease. NHLBI/WHO Workshop Report. Update 2005.
www.goldcopd.com.

• Celli BR, Mac Nee W and committee members. Standards for the diagnosis
and treatment of patients with COPD: a summary of the ATS/ERS position
paper.
Eur Respir J 2004; 23: 932-46.

• BTS/SIGN. British guideline on the management of asthma.


Thorax 2003;58 (Suppl I):i1-94.

• O'Donnell DE, Aaron S, Bourbeau J et al. Canadian Consensus Guidelines For


The Management Of Chronic Obstructive Pulmonary Disease. Canadian
Thoracic Society (Ad Hoc Committee on Chronic Obstructive Pulmonary
Disease/Rehabilitation).
Can Respir J Vol 11 Suppl B July/August 2004

• Menezes AMB, Perez-Padilla R, Jardim JRB eta al. Chronic obstructive


pulmonary disease in five Latin American cities (the PLATINO study: a
prevalence study. Lancet 2005; 366: 1875-81.
Guía Clínica EPOC 2006

Anexo 2
Tabla de gradación de la evidencia [SIGN 2003]

Grados de recomendación
Al menos un meta-análisis, revisión sistemática de ensayos clínicos randomizados,
A o ensayos clínicos randomizados clasificados en categoría 1++ y que sean
directamente aplicables a la población objetivo; o bien evidencia consistente,
fundamentalmente, en estudios clasificados en categoría 1+, directamente
aplicables a la población objetivo y que muestren congruencia en sus resultados.

Evidencia que incluye estudios clasificados en categoría 2++, directamente


B aplicables a la población objetivo y que demuestren congruencia en los resultados;
o bien evidencia extrapolada a partir de estudios clasificados en categoría 1++ o 1+

Evidencia que incluye estudios clasificados en categoría 2+, directamente


C aplicables a la población objetivo y que demuestren congruencia en los resultados;
o bien evidencia extrapolada a partir clasificados en categoría 2++

Evidencia clasificada en categoría 3 o 4; o bien evidencia extrapolada a partir de


D estudios clasificados en categoría 2+
Buena práctica, basada en la experiencia clínica y que cuenta con generalizado
BP respaldo del cuerpo de especialistas que tratan este problema de salud, y en
particular de quienes desarrollaron la guía clínica.

7
Niveles de evidencia
1++ MA de alta calidad, RS de ECRs, o ECRs con muy bajo riesgo de sesgo.
1+ MA bien hechos, RS o ECRs con bajo riesgo de sesgo.
1- MA, RS de ECRs o ECRs con alto riesgo de sesgo.
2++ RS de alta calidad de CC o EC. CC o EC de alta calidad, con muy bajo riesgo de
sesgo o contundentes y alta posibilidad de causalidad.
2+ CC o EC bien conducidos, con bajo riesgo de sesgo o confundentes y una moderada
posibilidad de que la relación sea causal.
2- CC o EC con alto riesgo de sesgo o confundentes y un riesgo significativo que la
relación no sea causal.
3 Estudios no-analíticos, por ejemplo casos clínicos o series de casos.
4 Opinión de expertos.

7
Abreviaturas: MA: meta-análisis; RS: revisión sistemática; ECRs: ensayos clínicos randomizados; CC:
estudios de caso-control; EC: estudios de cohorte.

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