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La naturaleza como base económica

Economía y Teorías de Desarrollo I

2014

Introducción

En este ensayo pretendemos mostrar como la naturaleza es a la vez fuente de


recursos y sumidero de los residuos generados por el sistema económico. Otros
beneficios se obtienen directamente de los ecosistemas sin pasar por procesos de
transformación ni por los mercados, como en el caso del aire, pero este no se
valora como riqueza en sí. Así, la buena salud de la economía y el bienestar
humano están en el largo plazo supeditados al mantenimiento de la integridad y la
resiliencia de los ecosistemas que la engloban.

El que la teoría económica estándar haya ignorado este hecho, ha sido


identificado como una causa fundamental de la actual crisis ecológica. Aunque
actualmente se trate de buscar alternativas que la solucionen, la mayoría de estas
se quedan en propuestas que no llegan a desarrollarse. Ofrecemos una breve
revisión de dichos conceptos y una discusión sobre posibles aproximaciones para
medir su importancia (valor).

Partimos de la tesis en que la naturaleza es la fuente principal de la economía.


De esta se desprenden todas las fuentes de alimentos y materias primas, es decir,
la naturaleza constituye la principal infraestructura de la economía.

Además, permite que se generen unas condiciones ambientales entre personas;


unas condiciones de trabajo, en adquisición de conocimiento, las cuales dan paso
a conformar poblaciones con diferencias culturales. A partir de aquí Se crea la
necesidad de transformar las material naturales para su debido consumo y de
esta manera se empiezan a generar condiciones de acumulación de objetos
“necesarios” para asegurar la supervivencia de dichas comunidades, entonces se
dan intereses comunes con los cuales se empiezan a implementar técnicas de
competencia entre ellas mismas; es cuando las economías que existentes en el
sistema capitalista, plantean una lucha por salir adelante con los ideales
económicos, entre los que principalmente se encuentra la acumulación de riqueza;
dando lugar a una constante discrepancia entre los integrantes de la sociedad ya
que cada uno tiene intereses individuales.

El crecimiento económico que se da actualmente posee diversas formas para


mantenerse estable e incluso aumentar cada día más, pero a su vez, en este hay
una serie de contradicciones debido a la generación de avance en unos sectores,
es decir, de los medios de producción, mientras que en otros se ve un déficit de
condiciones físicas, vitales para poder propiciar un alza en todo su proceso e
igualarse conjuntamente con las grande economías, como las vistas en los países
desarrollados.

Aunque en realidad, mejorar la calidad de los medios de producción no sería


suficiente, la intencionalidad debe albergar también diferentes conocimientos que
puedan aportar de maneras diversas al desarrollo económico, político y social, lo
que hace de un país, un país desarrollado.

Pero por mas desarrollo económico que haya en los países ricos, estos no captan
la magnitud de las consecuencias que han generado en la naturaleza; - su fuente
de riqueza- un desgaste ecológico alto, debido a la explotación en exceso de la
tierra y la liberación de sustancias contaminantes producto del procesamiento de
las materias que de esta mismo se extraen.

Pero la idea no es dejar o reducir el crecimiento económico, sino reducir el


consumo energético y material que se emplea, para contribuir equitativamente con
lo que se le quita y se le da al medio, de esta manera si se fomenta un consumo
más igualitario, permitiendo el crecimiento de unos servicios públicos y
disminuyendo la fuerza de privatización, todas las relaciones se transformarán en
cuanto a la calidad de vida y principalmente en la contribución con el medio
ambiente, debido a economías sostenibles.

Si bien el crecimiento económico a través de la historia se ha procurado de


muchas formas, -aunque ninguna de ellas con una distribución equitativa- la que
se implementa actualmente que es a través del sistema capitalista, arrebata
posibilidades y oportunidades tanto a comunidades poblacionales como a la
naturaleza, de desarrollarse normalmente o en el caso de la naturaleza de ser
bien utilizada.

Tomando en cuenta que si los frutos del acelerado crecimiento económico que se
ve actualmente, se repartieran de manera igualitaria en la sociedad se lograra el
bienestar y la satisfacción de las necesidades humanas en términos materiales
para todas las personas; quedaran más que claros los intereses individuales de
pequeños grupos para con las grandes acumulaciones de las riquezas. Y aquí es
donde se pone en duda la distribución de bienes, servicios y la supuesta calidad
de vida por la que luchan los gobiernos; que tristemente se expone tanto de
manera teórica, pero que no halla compatibilidad en la práctica.

Vemos como la lucha por agilizar los procesos para acumular más y más capital
se ha dado de manera errónea, un claro ejemplo de esto es el hecho de que
anteriormente la energía solar, que era la que abastecía a la población, se
reemplazó mayormente por energía extraída de combustibles fósiles, lo cual
significo devastaciones grandísimas en la naturaleza y facilito el surgimiento de
discrepancias en la sociedad por el poder de uso sobre esta. Es aquí donde se
observa que el problema ecológico no es local si no global.

Pero el mundo como cualquier cosa llena de vida, también tiene una fecha de
caducidad, y los únicos que parecen tenerlo claro son los grupos étnicos –los
pocos que queda-, ya que al verse afectada la naturaleza, también se está
causando un gran daño cultural y emocional a todas esas pequeñas comunidades
adoradoras de la madre tierra, esos pueblos indígenas que realmente valoran algo
tan esencial como el medio que hay a su alrededor, lo que les dio la vida.

El daño sube desproporcionadamente una vez que se ve uno de los


acontecimientos más tristes a nuestro parecer; cuando se da la venta de los
propios territorios a países extranjeros y desarrollados, mostrando el desinterés y
el desarraigo cultural y tradicional hacia lo propio, una muestra de apatía hacia su
propio origen, un problema de identidad territorial, que además se lleva por
delante el derecho a una vivienda para las personas que habitaron primero el
terreno, aumentado su vulnerabilidad.

Si seguimos por el mismo camino de centrarnos solo en los intereses


económicos, la situación solo podrá empeorar más y más, de modo que así
debemos hacernos una idea de cómo estaremos en un futuro, si es que llegamos
a este a raíz de la inconciencia y mal uso para con la naturaleza. El verdadero
cambio está en nosotros mismos, las personas del común, ya que si hay gente
pequeña haciendo cosas pequeñas en muchas partes, se logrará una gran obra.

La mejor conclusión que podemos dar y que queremos expresar, se encuentra


resumida en esta frase, pensada por Manuel Monereo en 2011: “No hay
soluciones fáciles y cualquiera de ellas va a exigir compromiso, organización y
movilización social. La condición fundamental para que las y los de abajo influyan
y tengan voz es crear un auténtico poder ciudadano. Hay que indignarse,
rebelarse y, sobre todo, luchar.”

Bibliografía

- Roca Jusmet, J. El debate sobre el crecimiento económico desde la


perspectiva de la sostenibilidad y la equidad. (2000) Internet-Google
Chrome (PDF) http://pendientedemigracion.ucm.es/info/ec/jec7/pdf/plen1-
c.pdf

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