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Tema:

Valoración acido base

Materiales:

 Soporte universal
 Buretas
 Pinza doble
 Matraz Erlenmeyer
 Pipetas
 Fialas
 Embudo de vidrio

Reactivos:

 Hidróxido de sodio
 Ácido nítrico
 Indicador fenolftaleína

Objetivo general:

Determinar el principio de una valoración acido base.

Objetivos específicos:

 Estandarizar una solución preparada en el laboratorio.


 Identificar el modo de acción de un indicador orgánico.
 Determinar las clases de reacciones en una valoración acido base.

Marco teórico:

1.1¿Qué es volumetría?

Volumetría es el proceso que permite medir y determinar volúmenes. El volumen, por


su parte, es la magnitud que señala la extensión de algo en alto, ancho y largo, teniendo
que como unidad al metro cúbico.
La noción también se emplea para nombrar al conjunto de estas mediciones. En este
sentido, puede hablarse de la volumetría de un edificio cuando ya se ha medido el
volumen de su estructura.
En el terreno específico de la química, la volumetría es un proceso que se lleva a cabo
para realizar un análisis de tipo cuantitativo. En este caso, la volumetría consiste en
medir qué volumen de un reactivo se debe gastar hasta que se genere una cierta reacción
en la sustancia que está siendo analizada.
El desarrollo de la volumetría, en este caso, nos exige conocer ciertos conceptos. Hay
un reactivo que se denomina titulador o valorante, cuya concentración ya se conoce y se
emplea para que reaccione al estar en contacto con una solución del analito (la sustancia
que interesa analizar en la muestra), que tiene una concentración que no se conoce.
Los métodos analíticos que se usan para acometer la volumetría pueden ser de varios
tipos, aunque todos tienen la particularidad de que se basan en lo que es una reacción
química que responde al nombre de reacción de valoración.
No obstante, hay varios tipos de reacción de ese tipo, entre las que podemos subrayar
las siguientes:
-La de formación de complejos. Esta, como su propio nombre nos viene ya a indicar, es
la valoración que se acomete a partir de lo que es la reacción de formación de un
complejo entre la sustancia que se da en llamar valorante y el analito.
-La que responde al nombre de precipitación. Su nombre es el que nos determina que se
trata de una valoración basada en lo que se conoce como reacción de precipitación.
Aunque puede ser de diferentes tipos, podemos establecer que la que consigue ser más
reconocida es la argentometría, donde entran en juego tanto el tiocianato como los
halógenos pasando por el ion plata.
-La que se da en llamar ácido-base. Las volumetrías de este tipo son las que se sustentan
en lo que es la reacción de la neutralización entre lo que es una disolución de ácido o
base y el correspondiente analito.
-La que se conoce como redox. Esta cuarta valoración es la que se basa en una reacción
de oxidación-reducción. A la hora de poder desarrollarse de la manera más correcta
posible, entran en juego la disolución de oxidante así como el analito ya citado.

En un matraz de Erlenmeyer, debajo de una bureta con la solución estándar, se coloca el


volumen exacto del reactivo que se analizará y una cantidad reducida de indicador (la
sustancia que promoverá el cambio químico). A partir de un control preciso, se puede
advertir en qué punto el indicador modifica su color. Dicho punto es el punto de
neutralización de ambos reactivos. Al leer la escala que utiliza la bureta, se puede por lo
tanto determinar el volumen de la solución que se añadió.

1.2¿Qué es valoración acido base?

La valoración ácido-base es el proceso mediante el cual se determina la concentración


de ácido o de base que contiene una disolución determinada mediante su reacción con
una base o un ácido de concentración conocida.

La técnica que se utiliza para llebar a cabo este proceso se


denomina volumetría (medición del volumen) i su fundamento químico es la reacción
de neutralización. Para cuando se acaba esta reacción de neutralización se suele añadir
un indicador a la disolución.

Para valorar una disolución ácida, se utiliza una disolución básica de concentración
conocida, i al inrevés, si lo que hace falta valorar es una disolución básica, utilizamos
una disolución ácida de concentración conocida.

El procedimiento que se sigue para hacer la valoración es el mismo sea cual sea el
carácter de la sustáncia:

– Colocamos en un erlenmeyer un volumen conocido de la disolución (ácido o básica)


que se ha de valorar.

– Añadimos un par de gotas del indicador ádico-base correspondiente.

– Llenamos la ”bureta” con la disolución (básica o ácida) de concentración conocida


necesária para que se neutralize la que hay en el erlenmeyer.

– Abrimos la llave de la ”bureta” para que la disolución caiga gota a gota i vamos
moviendo suavemente la disolución del erlenmeyer para favorecer la reacción de
neutralización.
– El viraje ( el cambio de color del indicador), nos permite determinar el movimiento en
el cual se consigue el punto de equivaléncia, es decir, el momento en que se ha
completado la neutralización.

1.3¿Qué es un indicador orgánico?

Desde un punto de vista químico, un indicador es un ácido o base débil. Si un indicador


se añade a una muestra, generalmente una disolución, sobre la que se desea realizar el
análisis, se produce un cambio químico en el que es apreciable, generalmente, un
cambio de color en el indicador. Este cambio ocurre porque estas sustancias
sin ionizar tienen un color distinto al que tienen cuando están ionizadas.

Desde un punto de vista molecular los Indicadores son colorantes con una estructura
relativamente compleja cuyo color cambia según estén en presencia de un medio ácido
o un medio básico. La variación de color se denomina viraje. El indicador puede alterar
su estructura debido a cambios en el pH. Por ejemplo, si el medio es lo suficientemente
básico podría perder un protón y por tanto al modificarse su estructura química
cambiaría su color.

Los indicadores se suelen usar en química analítica para llevar a cabo valoraciones
ácido-base. Este cambio en el indicador se produce debido a que durante el análisis se
lleva a cabo un cambio en las condiciones de la muestra e indica el punto final de la
valoración. El funcionamiento y la razón de este cambio varían mucho según el tipo de
valoración y el indicador. El indicador más usado es el Indicador de pH que detecta el
cambio del pH. Por ejemplo, la fenolftaleína y el azul de metileno.

1.4 Los indicadores más usados son:

 Indicador de pH, detecta el cambio del pH.


 Indicador redox, un indicador químico de titulación redox.
 Indicador complejométrico, un indicador químico para iones metálicos en
complejometría.
 Indicador de precipitación, utilizado para valoraciones de precipitación
o solubilidad, generalmente gravimetrias
Procedimiento:

Procedemos a llenar la bureta con hidróxido de sodio al uno molar, procurando que se
encuentre libre de aire y cerrada, después se procede a verter 5ml de ácido nítrico en el
matraz junto con cinco gotas de fenolftaleína, después valorar hasta que se produzca el
viraje (cambio de color del indicador), y por último se procede a medir el consumo de
ácido nítrico y la concentración de hidróxido de sodio.

C1*V1=C2*V2

1M*5,2ml=C2*5ml

C2=5,2ML*1M/5ML

C2=1,04M

Conclusión:

Gracias a la titulación, encontramos las concentraciones desconocidas. Para hacer esto,


debemos esperar a que ocurra un cambio en color de la sustancia, lo cual significa que
hubo un cambio importante que neutralizó la sustancia y se manifiesta de esa manera: el
punto de equilibrio provoca un cambio de coloración en el marcador.

La base, en este caso NaOH, es la sustancia que se usó todo el tiempo para titular.
Adicionalmente al ácido y a la base, requerimos una tercera sustancia que sirviera como
indicador, es decir, que permitiera la coloración de la sustancia al haber el cambio
esperado.

Pudimos observar como a partir del momento en el cual se da el cambio de color


permanente de la muestra, sin importar cuanto más volumen de la base se añada, no
cambia más: por lo tanto, cuando el cambio sede, demos cerrar la válvula de la bureta
inmediatamente, y de esta manera, obtenemos datos reales que nos permiten sacar una
correcta concentración del reactivo con concentración desconocida.

RECOMENDACIONES:
 Tener mucho cuidado en poner la cantidad correcta de agua en el matraz
volumétrico, es decir no pasarse del aforo ni poner una cantidad menor a los 100
mL.
 No perder ni un solo miligramo de la muestra de ácido, ya que de esto depende
que obtengamos un buen resultado en la práctica.
 Colocar la cantidad indicada de fenolftaleína en la solución del ácido.
 Tener la precaución de anotar el volumen inicial de hidróxido de sodio que hay
en la bureta.
 Tener cuidado cuando se abra la llave de la bureta para que el hidróxido de sodio
caiga en la solución ácida, tener en cuenta que el hidróxido de sodio debe caer
gota a gota en la solución ácida para poder emplear el método de valoración
volumétrica.

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