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La fundación de una ¿Escuela de los Annales?

Introducción

La historiografía del siglo XX tendrá una de sus innovaciones más grandes en Francia, de la
mano de la “Escuela de los Annales”; llamada la Nueva Historia está vinculada a un grupo de
estudiosos directores de la revista Annales fundada en 1929.

Esta revista se fundó con el objetivo de promover un nuevo género de historia, y en ella se
puede encontrar una serie de innovaciones que se dieron en el campo de la historiografía
como la historia orientada por un problema y la historia realizada en una colaboración
interdisciplinar. Con la revista también se trataba de combatir con la visión tradicional de la
historia.

Antes de comenzar a desarrollar los inicios de los Annales, haremos un recorrido por la
historiografía tradicional predominante en Francia, como en Europa, tradición con la que se
enfrenta los Annales. La forma dominante para escribir la historia, fue durante mucho tiempo
la narración de sucesos políticos y militares, presentados como la historia de las grandes
acciones de grandes hombres. Hacia el siglo XVIII los estudiosos comenzaron a ocuparse de lo
que llamaban “la historia de la sociedad”, una historia que incluya la moral, las costumbres,
las leyes. Hacia el siglo XIX, esta historia social quedo desplazada nuevamente por la historia
política (relacionada con la historiografía propuesta por Von Ranke) y en un momento donde
los historiadores aspiraban a la profesionalización, la historia no política quedo excluida de la
nueva disciplina académica. Frente a esto, se levantaron voces en contra como Michellet en
Francia que escribía una “historia desde abajo”.

Hacia el siglo XX con los aportes de una nueva disciplina como la sociología se hicieron más
fuertes las voces que se levantaron en contra de la historia política. En Francia se escribían
grandes volúmenes de la historia de Francia desde una concepción muy amplia, desde la
política, la cultura, el arte. Por último cabe mencionar los aportes realizados por la revista La
Síntesis Histórica, que tenía como director a Henri Berr, quien alentaba a los historiadores a
colaborar con otras disciplinas. El ideal de Berr era una psicología histórica que se lograría con
la cooperación interdisciplinar, idea que atrajo a los fundadores de la Revista Annales.

En las siguientes páginas se realizará un breve recorrido histórico de los orígenes de la “Escuela
de los Annales”, quienes fueron sus fundadores y el contexto en que se realiza esta revolución
historiográfica. Teniendo en cuenta esto se tratara la cuestión siguiente ¿se puede hablar de
una “Escuela de los Annales”?
Los orígenes de la revista Annales

En sus orígenes la revista Annales tuvo dos fundadores a Lucien Febvre, especialista en el siglo
XVI y al medievalista Marc Bloch. ¿Quiénes eran estos personajes? Demos una rápida recorrida
a sus carreras como historiadores. Lucien Febvre estudio en la Ecole Normale Superieure en
1897, en donde recibió la influencia de varios especialistas en diversos temas, como Vidal de la
Blache un geógrafo, Emile Male, preocupado en la historia de las imágenes. También fue
admirador de Michellet y de Burckhardt, y del político Jean Jures. Todas estas influencias se
reflejan en sus escritos, en donde se muestra su capacidad de relacionar la historia con otras
disciplinas sociales. Estaba muy interesado por la geografía histórica.

Marc Bloch también asistió a la Ecole Normale, donde recibió gran influencia del sociólogo
Emile Durkheim. Sentía un especial interés por la política contemporáneo, pero se especializo
en la edad media. Bloch, al igual que Febvre concebían a la historia orientada por un problema.
Ambos pensaban la historia de manera interdisciplinaria.

Febvre y Bloch se conocieron en Estrasburgo en 1920, donde trabajaban en la nueva


universidad de dicho lugar. Allí sus colegas compartían los intereses de Febvre y Bloch. En 1924
Bloch publica su libro “Los reyes taumaturgos”, considerada una de las grandes obras del siglo
XX, en ella se refiere a la creencia que existió en Francia e Inglaterra, de que los reyes tenían la
capacidad de curar las escrófulas, a causa del poder del toque real. Este estudio basado en un
problema, el cual era como se veía el “milagro regio” como una expresión de una particular
concepción de poder político supremo. Para el autor era un verdadero aporte a la historia
política. En esta obra se destacan tres aspectos: la periodización elegida es para enfocar el
problema, lo que después Braudel llamaría la historia de larga duración. Era una contribución a
lo que Bloch llamaba la psicología religiosa, estudio a lo que hoy llamamos la historia de las
mentalidades. Por último, se destaca su interés por lo que él llamaba la “historia comparada”.
Emplea un método mejorado del método comparativo, en el cual distingue las similitudes y
diferencias de las sociedades comparadas.

Por otro lado, Febvre desplazo su interés hacia el estudio de actitudes colectiva o la “psicología
histórica”. Todas sus contribuciones se orientaban a la historia social y la psicología colectiva.
Sus investigaciones se concentraron en el Renacimiento y la Reforma en Francia. Sobre el
Renacimiento Febvre daba una explicación social a esta “revolución” y ponía el acento en la
“demanda de nuevas ideas” y sobre todo al surgimiento de la burguesía. La causa de esta

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revolución seria el surgimiento de la burguesía que necesitaba una religión clara, razonable y
mansamente fraternal. Este estudio está inspirado en el intento de eslabonar la historia
religiosa y la historia social.

Las vidas de Bloch y Febvre estarán marcadas por el estallido de la primera guerra mundial,
donde ambos se enlistarán en la guerra y dejarán por un tiempo sus estudios. Al terminar la
guerra retomaran sus actividades académicas. Febvre quería fundar una revista internacional,
pero tuvo dificultades. En 1928 Bloch retomo esta idea, pero esta vez una revista francesa
donde ambos fueron los directores. Llamada Annales d´historie econommique et sociale,
aspiraba a ser una guía intelectual en los campos de la historia económica y de la historia
social. La revista fue un verdadero vocero de las aspiraciones de los editores que abogaban por
un nuevo enfoque interdisciplinario de la historia. Su primer número apareció en 1929, en
donde se hacía notar la necesidad del intercambio intelectual, el comité estaba compuesto por
varios historiadores, geógrafo, sociólogos, economistas y un especialista en ciencias políticas.
En los primeros años predominaban los historiadores económicos. En 1930 se anunciaba la
intención de la revista de establecerse en el “terreno de la historia social”

En 1930 se dispersó el grupo de Estrasburgo, Febvre 1933 se va de la ciudad para hacerse


cargo de una catedra en el prestigioso College de France, mientras que Bloch abandona la
ciudad en 1936 para suceder a Hauser en la catedra de historia económica de la Sorbona, estos
desplazamientos son signos del éxito del momento de Annales. Febvre en 1935 es nombrado
presidente de la Enciclopedie Française una ambiciosa empresa interdisciplinaria. Para esta
época Annales llego a ser centro de una escuela historiografía y en las décadas de 1930- 1940
propicia un programa para este “nuevo tipo de historia” relacionado con Annales, en donde
pedía la colaboración en la investigación y propiciaba una historia orientada según los
problemas.

Estos procesos quedaron detenidos durante un tiempo a causa de la segunda guerra mundial.
Bloch decidió enlistarse en el ejército, después de la derrota de Francia regreso a la vida
académica, pero se unió a un movimiento de resistencia, hasta que fue apresado por los
alemanes y fusilado en 1944. Bloch en sus últimos escritos sostenía que todo fenómeno
histórico debe ser explicado atendiendo a su propio tiempo y no a una época anterior, esto
sería unos de los fines de la historia. En cambio, Febvre se dedicó a escribir libros y artículos en
una casa de campo a alejado de la guerra, en donde sus trabajos inspiraron a la historia de las
mentalidades a la que se entregaron los historiadores en la década del 60.

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Luego de la guerra, Febvre fue llamado a ayudar a reorganizar una de las principales
instituciones del sistema francés de educación superior, la Ecole Practique des Hautes Etudes y
se lo eligió miembro del instituto, también ego a ser delegado francés de la UNESCCO y
encargado de la organización de un multivolumen “Historia Científica y Cultural de la
Humanidad”. Su máxima realización fue establecer la organización dentro de la cual podía
desarrollarse “su” clase de historia en los centros de investigaciones históricas. Annales había
comenzado siendo una publicación de una secta herética, para convertirse en la posición
historiográfica oficial en Francia, siendo el heredero de este poder Fernand Braudel, discípulo
de Febvre.

Conclusión

En este recorrido por los orígenes de la revista Annales se puede dar cuenta que la intensión
de sus fundadores no fue crear una escuela, sino más bien un espacio en donde poder publicar
sus estudios, siguiendo un método a partir del planteo de un problema, además de lograr la
relación inter disciplinaria entre la historia y demás ciencias humanas. Entonces ¿se puede
hablar de una escuela de los Annales? Está claro que, es sus orígenes no se planteaba crear un
nuevo paradigma historiográfico, una escuela con un método especifico, ya que, al
problematizar sus estudios, cada historiador a bordo su estudio de una manera distinta y
desde distintos puntos de análisis (ya sea historia económica, social, cultural). Se comete el
error de pensar que en sus orígenes Annales era una “escuela” homogénea, pero esto no es
así. La revista Annales era muy heterogénea en cuanto a su contenido y a sus métodos de
análisis, lo demuestran claramente sus directores especializados en distintos campos de
estudios. Se puede considerar la expansión de las ideas que hubo de la revista Annales como
un movimiento en vez de una escuela, dada la heterogeneidad de sus prácticas y sus métodos.

Esta idea de una “Escuela de los Annales” puede considerarse como tal luego de la década de
1940, cuando la llamada segunda Generación de Annales esté a cargo de la revista y de la
mano de Braudel se pueda hablar de un método de los Annales.

Bibliografía

Burke, Peter (1993); La revolución historiográfica francesa. Cap. 1 y 2. Editorial Gidesa, España.

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