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= CONQUISTA DE AMERICA Pec Seba ea ah MN et We eto ey Weare aun Ua ate siden Cae AMERICANA, PERO LAS MUJERES ESPANOLAS FUERON INCORPORANDOSE DE MANERA PROGRESIVA AL Ae cue Mr LIke oe res meet Baru Tees TAU) Terentia nen eel ana ea eer Ls Dee eee eee aad eC re ee ease ed Cetera ae se URL tn eon MN RRL Leu Loam Prats eee eee Dae Ma eole DME Rela rae cea Done eatery OS HISTORIADORES DE tA CONQUISTA DE AMERICA PUSIE- RON EL ACENTO EN LAS VIDAS DE LOS HOMBRES QUE SE ENFRENTARON A UN MUNDO TOTALMEN- TE DESCONOCIDO. Pero desde el inicio de las andanzas de la historia del descubrimiento de América las mujeres, en mayor 0 menor grado, también estuvieron presentes. Espafio- las que acompafiaron a sus esposos, nobles, hidalgas o de condicién hu- mide que compartieron con ellos las penurias de un viaje através del 0 no plagado de peligros. También atra- vvesaron selvas y se toparon con pue- blos desconocidos, sufriendo hambre, sed y la amenaza de una naturaleza que a menudo results ser hosti Junto a crollas, mestizas, mulatas ¢ indigenas, construyeron las nuevas ciudades coloniales a las que incor poraron las tradiciones y creencias traidas de Espatia, Fundaron hospita- les, conventos, escuelas; fueron en- ccomenderas 0 ejercieron de viereinas Deon) fen ausencia de sus maridos; llegaron incluso a participar activamente en las luchas armadas. Las mujeres de la América novohispana, ya fuera las aque llegaron desde la Vieja Europa, ya fueran las pertenecientes alos grandes imperios © pequefias comunidades americanas, jugaron un papel indis- pensable en la forja de aquella nueva sociedad que bebié de fuentes cultu- rales, sociales, religiosas y politicas muy dispares Cuando Cristébal Colén consiguié convencer a Isabel de Castilla de la viabilidad de su ambicioso proyecto de viajar hacia el Oeste para alcanzar el continente asidtico, el navegante se puso manos a la obra para organizar el que se convertiria en un viaje hist6- rico, en el que se toparia con un con- tinente desconocido, Existen indicios {que apuntan a que ya en aquel primer viaje podrian haber viajado mujeres, pero no hay constancia documental de ello. En el segundo viaje colombi- no quedaron registrados los nombres de cuatro mujeres en una travesfa en la que se embarcaron mas de mil per- sonas, de las cuales no todas fueron identificadas en los registros. Es pro- able que més mujeres, esposas 0 hijas de los marineros se unieran a la expedicién, Ya en el tercer viaje colombino, fueron los mismos Reyes Catélicos quienes permitievon, e incluso acon- sejaron a Colén, que incluyera en su lista de pasajeros a una treintena de mujeres. De manera. progresiva, el niimero de mujeres en las expedicio- nes a Ultramar fue incrementindose. Si a principios det siglo XVI supontan alrededor del doce por ciento de los emigrantes, a finales del mismo siglo la cifra aument6 hasta casi el treinta por ciento, El incremento vino deter- minado por la estabilizacién de la si- tuacién en América, a medida que los ddescubridores iban dejando paso a los gobernadores de los primeros asenta- mientos hispanos que desembocarian en ciudades y virreinatos, las mujeres fueron incorpordndose en mayor gra- do.a la empresa colonial Las mujeres que se embarcaron en la aventura americana formaban par- »» CONQUISTA DE AMERICA # tede una sociedad patriarcal en la que se las consideraba menores de edad a nivel legal y con escasas posibilidades de acceder al mundo intelectual. Su papel se cefifa al de esposa y madre © al de religiosa en alguno de los mu- cchos conventos distribuidos por terri- torio espaol Cuando estas mujeres cruzaron el Allintico, Hlevaron consigo sus cos- tumbres y sus estructuras sociales que se sobrepondrian a un mundo que no estaba vacio, sino que tenia, a su vez, sus propias estructuras y que en algu- nas ocasiones entrarfan en conflict. En un primer momento, la intencién de aquellos que se embarcaron rumbo a (Oriente navegando por la Mar Océana, lo hicieron con la intencién de regresar a la Peninsula. Quiza por esta raz6n no se considers la necesidad de incorporar de manera masiva a mujeres en los primeros viajes. Pero a medida que la tierra ame- Ficana fue apareciendo con toda su am- plitud ante los ojos de los descubridores, ‘que vieron en ella grandes posibilidades de explotacién, se empez6 a plantear la posibilidad de trasladar la sociedad espa- ‘ola a aquellos nuevos y extensos teri rios. La promesa de una nueva vide, de poder ascender socialmenie, de enrique- ‘cerse como no se habia podido en la Pe- ninsula,llevé a muchos hombres a enro- larse en la aventura americana. De todos ells, algunos lo hicieron de la mano de sus mujeres y acompafiados de jévenes solteras en busca de posibles maridos al ‘iro lado del océano; otros dejaron a sus cesposas en Europa, situacidn que, con el paso del tempo prowood anomalas en as estructuras sociales basadas en la fami nuclear, Mientras que los hombres casa- dos encontraban una nueva compafera fen Hispanoamérica, su esposa legal 2 ojos de la jusicia y de la Iglesia, perma- necia a la espera, reclamaba a las autori- dlacles ef regreso de su marido ‘osadas, se dsponian a ir en su busca, Era la misma corona espatiola la que no esta ba dispuesta a que sus hombres cayeran en el libertinaje y la promiscuidad en un lugar tan alejado de su control y desu yeran la familia, considerada el principal MENCIA CALDERON EN TIEMPOS DEL sufriia graves perjuicios EMPERADOR CARLOS ——_econémicos juiciales. V, CUANDO ELNUEVO ‘Mientras Diego buscaba MUNDO LLEVABA financiacién para conctuir DECADAS SIENDO Jaempresa de su dfunto DESCUBIERTO,lasleyes padre, su macrastra, Mencia intentaban controlaralos __Calderén (eral segunda descubridores ycolonosde _esposade Juan, cuyohijo lasnuevasttieras. Muchos Diego era fruto de su primer deellosestabancasados matrimonio), se puso al ‘onespafolasquehabian mando de la oganizacién dejado.enel Peninsula dela expedicion que debi Ibércay vivian amancebados llevar jévenes casaderas conindigenas.acorona_ al Nuevo Mundo para pretendiadibujarel mismo evita quelosespafioles patrén de sociedad patrarcal _alifinstalados se meaclaran en América y paraelo conlas mujeresindigenas. necesitaba reagrupar alas También debia convencer familasy enviarajévenes a familias enteras que se solteras para que formaran _embarcaran en aquella ‘nuevas unidadesfamilares _peligrosa.pero prometedora, alotrolado del Atntico _—_aventura de encontrar siguiendo las normas ‘nuevas oportunidades. establecidas. En 1550 partian de n1547, Juan Sanabria _Sevila tres naves en las. habia firmado una {ue viajaban doscientos ‘apitulacién que le asignaba _cuarenta y siete hombres eltitulode adelantadoy —_ycincuenta y tres mujeres. gobernador deunafutura Diego quedaria en ciudad en elRiodela Plata tierra firme terminando yb recibido el encargo detrasladara lasnuevas tierras americanasaun grupo de mujeres casaderas y familias enteras. Pero nao después falleciay {dejaba a su hij, Diego de Sanabria, en oblgacién de conduirla empresa de su padre. Otra afi pasaria hhasta que Diego firmé una capitulacién en la que recibia los titulosy derechos de Juan Sanabria, pero también sus ‘obligaciones. Sino concluia la-empresaa la que se habia comprometido su padre, de completar la dificil ‘empresa. Mencia Calderén tenia entonces treinta y seis afios y se embareé en un periploen el que el ataque de piratas,tormentas Implacablesy escasez de ‘agua y alimentos amenazd con enterrar a todos los ‘miembros de a tripulacién bajo las aguas del océano. ‘Cuando pisaron tierra firme, el viaje hasta ‘Asuncién tampoco fue Lun camino de rosas. Pero ‘Mencia alcanzé su objetivo, ‘Ars dej6 a muchas de los ‘miembros de la tripulacién {ue perecieron por el camino © quedaron en, ‘otros puntos de a geografia. ‘americana. Tampoco consigui6 culminar su viaje Diego de Sanabria, que se habia lanzado al mar dos meses después que su madrasta ‘Mencia Calderén, ala ue se le otorgé el titulo hhonorifico de “Adelantada", falleceria en 1570 habiendo ‘cumplide con la promesa de enviar alas nuevas, tierra hispanoamericanas ‘un ndmero importante de pobladoras.. rncleo de la sociedad, y por eso se encar- 136 de velar por la reunficacién familiar. Las autoridades decretaron que solamen- te los hombres casados tenian derecho para a accede a tieras y a mano de obra ‘que explotara primero las encomiiendas y, posteriormente, los repartimientos. Pero antes de que a stuacién en Hispa- noamérica se estabilizara, las peligrosas cexpediciones de los primeros aftos y los choques violentos con las sociedades in- dligenas, tuvieron a un pufiado de mujeres ‘como protagonist junto a sus compafie- ros. Nombres como el de Maria de Estra- dda, que luché en la trdgica Noche triste, Isabel Rodriguez, considerada la primera espafola en pisertieras peruanas 0 Inés de Sudrez, protagonista de la conquista de Chile, demuestran que ya en un pri- mer momento, hubo mujeres que abe ron el camino a muchas otras que, desde la Peninsula, empezaron a plantearse se- riamente la posiilidad de comenzar una nueva vida al otro lado del Alléntico, En los virreinatos novohispanos, las mujeres tuvieron distintos papeles de- pendiendo de sus origenes sociales. Las esposas de gobernadores y virre- yes, aunque la sociedad no preveia su papel activo en la politica, ejercieron en su ausencia 0 muerte, la gober- nacién del territorio. Doha Maria de Toledo, esposa de Diego Coldn, virrey de La Fspafiola, 0 Ana Borja, esposa del conde de Lemos y gobernador del Pers, ejercieron de virreinas duran- te las largas ausencias de sus mari- dos, mientras que Dofa Beatriz de la Cueva fue nombrada gobernadora de Guatemala a la muerte de su marido Pedro de Alvarado. Las mujeres que habian accedido a tuna buena educacién, se convirtieron fen maestras laicas que, junto a las re- ligiosas de los muchos conventos que empezaron a fundarse, ejercieron un papel determinante en la educacién de las nuevas generaciones de espa- oles, criollos y mestizos. En la América espafiola encontra- mos también casos de mujeres que ejercieron actividades econémicas de manera independiente como comer- ciantes, comadronas, mineras, arte- sanas, tejedoras 0 encomenderas. Las mujeres que pudieron acceder a una encomienda lo hacian normalmente por herencia, de la misma manera que accedieron a los repartimentos que sustituirian a las encomiendas de ma- nera progresiva a partir de las Leyes Nuevas de 1542, Junto a las mujeres libres, viajarfan a ‘América esclavas negras que también se incorporarian al engranaje productivo y social de Hispanoamética. Ademas de las venidas de la Peninsula térica, los cargamentos de esclavos_provenientes de Airica incluyeron también a mujeres que se convertiran en mano de obra es- clava en plantaciones, obrajes de patios y servicio doméstico. Mujeres que su- frian, ademas de la falta de libertad, el drama de legar a su progenie la condi- i6n de esclavitud por lo que muchas de aquellas esclavas escondieron sus emba- +az0s,fruto muchas veces de la violencia sexual ejercida sobre ellas, para dar en adopcién a familias libres a unos hijos que muy probablemente no volverian a ver nunca mas. Las esclavas eran, en la sociedad novohispana, consideradas seres sin derechos sobre los que sus due- fos tenian facultad para hacer lo que

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