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ÍNDICE

1. Introducción ………………………………………………………. 1

2. El misterio de “El Planeta” ………………………………………. 3

3. Del futuro al pasado de Antonio Monge Rivero (1789-1856), … 4


conocido como “El Planeta”

4. Bibliografía ………………………………………………. 8
1. Introducción

La figura de “El Planeta” aparece por primera vez en el libro Escenas Andaluzas de
Estébanez Calderón. Este personaje supone la primera referencia vinculada al cante de la
que la flamencología ha tenido constancia. Sin embargo, los datos que se poseían en un
primer momento acerca de este místico cantaor no eran demasiado científicos y
provenían todos del relato de Calderón, ya mencionado en líneas anteriores.

Por el citado autor sabemos que “El Planeta” era un cantaor que se acompañaba él
mismo a la guitarra, instrumento que deja bien descrito cuando nos habla del personaje.
Su figura, con el instrumento en la mano, ha quedado perpetuada en la única imagen que
se posee de él y que se recoge en el grabado realizado por su contemporáneo Francisco
Lameyer.

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Estébanez Calderón definía su físico de la siguiente manera:

La cara no era nada desagradable: ovalada, con ojos negros, vivos e inteligentes,
con nariz regular, con boca ancha pero dejando ver regulares y blancos dientes,
con la frente levantada y bien calzada de pelo y con cierto gesto de autoridad
afectada pero por nadie contradicha, daban al todo de la persona las afueras y el
exterior de algún patriarca de aviesa y enrevesada laya.

Este escritor también reveló algunos datos en relación a la vestimenta del cantaor.
Por sus palabras se entiende que “El Planeta” poseía una gran voz y que era una figura
del cante respetada por sus compatriotas, pero Estébanez Calderón no proporcionó datos
acerca del nombre de este personaje ni de su lugar de nacimiento, y es por ello por lo que
la flamencología ha tenido que indagar en estas cuestiones a las que parece que
actualmente, y tras haber esquivado conclusiones que han demostrado ser erróneas, se
ha podido encontrar quién era este misterioso “patriarca” que según las descripciones del
autor, parecía tratarse de un ser casi divino.

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2. El misterio de “El Planeta”

Después del citado libro, el siguiente documento en el que se hace referencia a


este personaje es un artículo de La Iberia (de la capital de España) del 30 de mayo de
1856, sobre un libro del barbero sevillano Joselito Pantoja. En el citado artículo, se
aseguraba que “El Planeta” era malagueño y que le había compuesto a Pantoja una caña
y una soleá. En otro artículo, en esta ocasión del escritor y político malagueño José
Carlos de Luna, en ABC, del 27 de mayo de 1962, se hacia al “Planeta” también natural
de Málaga y se aseguraba que fue él quién pagó la llave de plata del cante concedida en
el Café Sin Techo de Málaga a Tomás El Nitri. Por último, Rafael Benítez Caballero, autor
de la obra El Barquero de Cantillana –editada en 1894-, se refería a él también como el
Tío Antonio El Planeta:

Pasé por una tienda de montañeses donde había juelga, y entre otras, se la oí
cantar al Tío Antonio El Planeta, que no cabía más de bien y de sentimiento.

Tras las citadas hipótesis que situaban el lugar de nacimiento de “El Planeta” en la
provincia malagueña, Ángel Álvarez Caballero se convierte en el primer investigador que
opinó que lo más probable es que El Planeta naciese en Cádiz, en el último tercio del
siglo XVIII y que este cantaor se trasladase a Triana, donde desarrollara la parte
culminante de su carrera. Este mismo autor se hace eco de la creencia de que “El
Planeta” fue herrero, en base a que éste era el oficio de muchos gitanos en los tiempos
primitivos del cante, pero se trata de una suposición como tantas otras de las que se han
hecho sobre la vida de este personaje.

Sin embargo, fue Manuel Bohórquez el primero en pensar que sin conocer los
apellidos del citado cantaor sería muy difícil determinar su historia, su lugar de nacimiento,
u otros datos biográficos que precisaban de mayor rigor científico.

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3. Del futuro al pasado de Antonio Monge Rivero (1789-1856), conocido como “El
Planeta”

El investigador Manuel Bohórquez, tras considerar que podría valerse del rumor de
que Manolo Caracol era tataranieto de “El Planeta” para investigar el pasado del primero y
hallar reminiscencias del mítico Planeta se dispuso a llevar a cabo esta ardua tarea.

Según palabras del propio Bohórquez:

La empresa no era fácil pero alguna vez había que emprender la apasionante y
gravosa aventura de localizar al primer cantaor influyente de la historia del cante
jondo, que esté documentado. Si buscaba al tatarabuelo materno de Caracol y
descubría que se llamaba Antonio y que era natural de Cádiz, estaba claro que se
llegaría a buen puerto, que es lo que ha ocurrido. En la partida de nacimiento de
Manuel Ortega Juárez, Caracol,  encontré los nombres de sus abuelos, como es
lógico, ambos naturales de Málaga: Gregorio Juárez Monge y Francisca Soto
Ramírez. Localizar a estas personas era complicado, pero tras una ardua tarea de
investigación en el Padrón de Málaga se obró el tan ansiado milagro y apareció un
supuesto nieto de El Planeta, el ya citado Gregorio Juárez Monge.

En la siguiente imagen se muestra la partida de nacimiento de Gregorio Juárez Monge, nieto del
Planeta y abuelo de Caracol, de 6 de octubre de 1854.

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Al localizar esta partida de nacimiento en Málaga, el investigador pudo comprobar
que el tatarabuelo por parte de madre de Manolo Caracol se llamaba Antonio y que era
natural de Cádiz. Tras localizar a la madre de Gregorio Juárez, que resultó llamarse
Dolores Monge Bara, Manuel Bohórquez pudo determinar que ésta era una hija de “El
Planeta”. De la boda de Dolores, encontró documentos que probaban que ésta se había
oficiado en la Parroquia de San Juan de Málaga con el malagueño José Juárez García,
con 32 años de edad. Como vivían en la calle San Juan, nº 1, de Málaga, el Padrón de
1852 aportó el segundo apellido de El Planeta, Rivero, y el nombre y los dos apellidos de
su esposa, María Bara Gallardo, que también era natural de Cádiz.

El artista calé debió de afincarse en Málaga a mediados de los años 30 del siglo
XIX, después de nacer su último hijo, Tomás, en Cádiz, el 8 de septiembre de 1834. Lo
haría aprovechando que por aquellos años esta ciudad se convirtió en una de las mayores
exportadoras de hierro, ya que el cantaor fue herrero, al parecer, además de carnicero, y
que el comercio textil de los Larios y de la carne daban mucho trabajo en Málaga. En
1856 se creó el Banco de Málaga, lo que demuestra que se movía el dinero en la ciudad y
la provincia, algo que sería fundamental para que el cantaor gaditano alcanzara un nivel
económico aceptable y decidiera no regresar nunca a Cádiz y tampoco emigrar a otras
ciudades andaluzas. Es significativo el dato de que viviera tantos años en un mismo
domicilio, cuando lo normal en aquella época era que las familias cambiaran mucho de
casa para recuperar el dinero que se solía dar como fianza para alquilar una vivienda.

Según el Padrón de Málaga, Antonio “El Planeta” vivió veinte años en la tierra de
La Trini. Era de profesión cortador, o sea, carnicero o tablajero, como dicen en Cádiz,
seguramente con carnicería propia en la que tenía empleados a dos de sus hijos,
Francisco y Tomás. El artista tuvo que ser de un nivel económico aceptable porque
durante algunos años tuvo criadas, algo casi imposible en aquellos tiempos -mediados del
siglo XIX- en una familia gitana. Una de sus criadas fue la malagueña Catalina Liñán.

En la siguiente imagen se muestra el Padrón de Málaga (1852) en el que aparece el primero “El
Planeta” seguido de dos de sus hijos y con tratamiento de Don.

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Por toda la documentación aportada hasta el momento se podría decir que es muy
probable que este cantaor no residiera nunca en Triana, al menos de manera fija,
desplazándose desde Cádiz o Málaga cada vez que alguien reclamara sus servicios como
cantaor, como en el caso de la famosa fiesta que relató Estébanez Calderón.

Antonio Monge, murió en su domicilio malagueño de siempre, el de la calle San


Juan, el día 30 de septiembre de 1856 como consecuencia de congestión cerebral. Según
el certificado de su muerte, el cantaor tenía 65 años de edad y era de ocupación
“merchante”, es decir, vendedor ambulante. Tras un responso en la Parroquia de San
Juan, que estaba justamente al lado de su casa, a escasos metros, su cadáver fue
enterrado ese mismo día, al parecer, en el Cementerio de San Miguel, donde recibiría
cristiana sepultura, porque el certificado del enterramiento de su cuerpo encontrado en el
Archivo Municipal de Málaga carece de ese dato. Como era todo un personaje en Málaga,
su entierro tuvo que ser repicado pero la prensa local de la época no se hizo eco de la
noticia. Supongo que “El Planeta”, con cerca de 70 años, era ya un cantaor olvidado,
dedicado a sus negocios y a disfrutar de sus nietos, de los hijos de Francisco, Dolores y
María Magdalena, porque Tomás estaba aún soltero en 1863.

En la siguiente imagen se muestra su certificado de defunción.

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Su hija Dolores tuvo una hija, Antonia Juárez Monge, el día 6 de agosto de 1853,
en la calle Santos de Málaga, nº 19, que se bautizó en la Parroquia de San Juan el día 12
de agosto de este mismo año. En 1854 tuvo a Gregorio, en la calle Santos también, quien
se casó en Málaga con la malagueña Francisca Soto Ramírez, nacida en esta misma
ciudad en 1855. Una hija de éstos, la también malagueña Dolores Juárez Soto, se casó
primero con un malagueño que resultó muerto por herida de arma blanca en la ciudad de
Málaga, al mediar en una reyerta. La joven viuda puso un negocio de lavandería y
planchado de ropa y en él conocería a Manuel Ortega Fernández, Caracol viejo, con el
que en julio de 1909 tuvo a Manolo Caracol en la calle Lumbreras de Sevilla, en la
Alameda. Por tanto, Antonio Monge El Planeta era tatarabuelo materno del cantaor
sevillano, como siempre aseguró el artista y cantaba a los cuatro vientos el poema del
poeta arcense Antonio Murciano.

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4. Bibliografía

Cruces, C. : El flamenco y la música andalusí. Argumentos para un encuentro.


Ediciones Carena.

Cantú, A. Y Álvarez, A. (1981): Historia del Cante Flamenco.Alianza Editorial, págs.


37 y ss.

Ríos, M. (2002): El gran libro del flamenco: Intérpretes. Calambur.

Vergillos, J. : Conocer el flamenco. Sus estilos, su historia. Signatura ediciones.

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