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TEMA 2 – ORIGEN DE LA FLORA MEDITERRÁNEA

¿Por qué la flora mediterránea es tan rica? ¿Representa un centro de diversidad genética
o es un territorio de conservación? Andalucía Oriental representa el 7.3% de la
superficie de la Península Ibérica, de la cual le corresponde el 44% de la flora presente
en toda la Península Ibérica (<3.746 taxones); de los cuales 347 son endemismos (Sierra
Nevada presenta 72 taxones exclusivos de los 108 que hay en total). Además, en las
zonas de cumbre (crioromediterráneo) hay un 30-40% de endemismos. Estos significan
un centro de diversidad genética o un efecto negativo en la aceleración de la evolución.

·Mioceno medio: hace unos 15 millones de años. Laurisilva y Esclerófilas marginadas


en sitios más secos.
·Plioceno: hace unos 4 millones de año. Se abre el estrecho y se restringe el intercambio
de flora, con lo que aumentan las posibilidades de los diseminados para el intercambio
de flora (frutos pequeños con viento como agente polinizador), la efectividad de
sistemas de diseminación (si hay corrientes o no, si son constantes o no), y disminuye la
anchura del estrecho (por ejemplo glaciación). Además, se produce el límite de las
adaptaciones xeromorfas (adaptaciones al periodo seco) características del
mediterráneo; y el límite al origen pterófitos (especies de ciclo corto). Todas estas
adaptaciones tuvieron que formarse, como tarde, en el Plioceno ya que en el Pleistoceno
llegaron los periodos glaciares e interglaciares, en los que los interglaciares no fueron
suficientemente duraderos como para que se formasen dichas adaptaciones. También se
produjo la evolución de las mismas especies de forma independiente por aislamiento
geográfico (Estrecho), por ejemplo Eroduim boissieri vs. Erodium asplerioides,
Gentiana sierrae vs. Gentiana peneletii, Abies pinsapo vs. Abies maroccana.
·Pleistoceno: hace aproximadamente 1.7 millones de años. Se produce alternancia entre
periodos fríos (glaciares) y cálidos relativamente cortos (interglaciares). Se considera
que hubo 4 glaciaciones de relevante importancia (con 20 pequeñas glaciaciones
intercaladas). La última glaciación destacable, Würm, fue hace unos 15.000 años. El
nivel del agua del océano descendió hasta unos 200 metros. En las regiones de altura en
la Europa Meridional habría glaciares aislados. Esto tuvo un efecto migratorio en las
plantas que, por un lado migraron altitudinalmente (especies alpinas: Aconitum burnatti,
Gentiana alpina, Saxifraga stellaris), y por otro lado migraron latitudinalmente
(descenso latitudinal en presencia de glaciaciones). Si las glaciaciones hubiesen
avanzado más hacia abajo las especies esclerófitas actuales no se encontrarían
distribuidas por España, sino aún más al sur. Las glaciaciones moderaron la fauna
limitando el desarrollo de algunas especies, barriendo otras especies y favoreciendo
ciertas adaptaciones y migraciones (tanto altitudinales como latitudinales). No obstante,
muchas especies se conservaron (especies relícticas) que se han salvado de la extinción.
El término “relíctica” hace referencia a que una especie no presenta grupos
emparentados, no porque no existieran sino porque se asume que es el único
representante que ha sobrevivido dentro del grupo (Lavatera oblongifolia). Se produjo
también una distribución selectiva de los niveles de ploidia, debido al hecho de que
muchas plantas desplazadas eran diploides de modo que, para recuperar el espacio
perdido, tuvo éxito la estrategia de la poliploidía lo que implica una mayor presencia de
genes. Aparecieron también nuevas especies por aislamiento, durante y después de las
glaciaciones (Sempervivum minutum, Geranium cazorlense).

Diversidad orográfica: permite la permanencia de la flora que ha migrado entre otras


latitudes (SierraNevada  Mulhacen; Almería  Cabo de Gata). Además se presenta
una gran diversidad climática. Todo esto constituye la formación de los distintos pisos
bioclimáticos, que confieren a la flora que ha migrado, posibilidades de encontrar
refugio. En regiones de cascajares y de grandes tajos, las plantas que han migrado
conviven con otras plantas con las que no entran en competencia debido a la baja
capacidad de competir, buscan refugios en estos ambientes tan inhóspitos). Los distintos
tipos de sustrato (diversidad geológica) presentes en España son otro factor que
favorece la permanencia de
las especies migratorias.

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