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Los Cuadernos de Guitarra de Soberanes

Heriberto Soberanes Lugo

Escalas

Materia imprescindible de la composición musical, las escalas permiten formar la melodía,


germen ésta de la construcción de cantos (1), de bajos y otras voces que en su simultaneidad
forman acordes (2) y contrapuntos (3).

Este cuaderno

Los textos tradicionales de escalas suelen ser un compendio más o menos exhaustivo de
fórmulas que el alumno lee, memoriza y mecaniza hasta el límite. Este trabajo persigue algo

1
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diferente, pues pretende habilitar al estudioso para que tenga capacidad de crear sus propios
modelos a partir de la problemática que le plantean las obras.

Usualmente el mecanismo de escalas es considerado como propio de la mano izquierda,


dando a la derecha una acción supuesta o rutinaria (1)1; no siempre es así: La mano derecha,
con gran frecuencia, ocupa un buen nivel de complejidad, por ello, su diseño de actuación
será atendido con la profundidad debida. En el ejemplo de Tárrega se observa una detallada
mano izquierda contra una sencilla y rutinaria mano derecha (la cual no tiene que ser así de
sencilla).

Por razones de ordenamiento en el abordaje del estudio de las escalas iniciaremos el mismo
teorizando y entrenando, de forma sencilla, la mano derecha sola, para, a continuación, pasar
a la izquierda (que se practicará igualmente por separado) y, finalmente, juntar ambas
manos2.

Las fases del mecanismo en el dedo actuante de la mano derecha

Para conseguir un sonido deseable, un volumen aceptable y una ejecución fluida es


recomendable que, después de acomodarse en su asiento; de colocarse la guitarra como se
debe; de ubicar su antebrazo derecho sobre el aro superior de la guitarra; de mantener la
mano con la muñeca suavemente recurvada a la altura de las cuerdas a tocar; y de orientar el

1
Esta afirmación es extensible a todo el mecanismo de la guitarra en general; compárese la información
voluminosa (y a veces redundante) de mano izquierda, con la casi inexistente de derecha.
2
El ordenamiento consistente en trabajar primero las manos por separado –y primero la derecha- y luego juntas,
de lógica inatacable (ir de lo sencillo a lo complejo), es recomendación habitual de algunos de los grandes
maestros de la guitarra. En el artículo “El montaje de una obra para guitarra”, el autor detalla y justifica dicho
proceso.

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ataque en la inclinación debida para conseguir calidad de sonido 3, el estudioso conozca las
fases para poner a sonar una cuerda, mecanismo este llamado “pulsación”; estas son:

Contacto.- Que consiste en posicionar la punta del dedo elegido, exactamente junto a la
uña, en contacto con la cuerda a sonar. Se hará cuidando que la mano, que estará
totalmente relajada, lleve al dedo implicado hasta el lugar indicado.
Ataque.- Hecho el contacto se procede a atacar vigorosamente la cuerda. En este
movimiento se cuidará que los demás dedos de la mano no se contraigan4 por efecto del
impulso.
Relajamiento.- Después del ataque vigoroso y naturalmente contractivo, de inmediato se
procederá a relajar el dedo dotándolo de un sano descanso. Como resultado de esta
actitud el dedo regresa naturalmente a su posición de origen. El ciclo se repite.

La conducta referida es también “regla de oro” de todos los buenos ejecutantes de la


guitarra5. Obsérvela siempre.

La elección de los dedos de la mano derecha

Elegir qué dedo o dedos de la mano derecha se utilizarán para resolver escalas en un
determinado pasaje de música depende de múltiples factores, entre ellos:

Capacidad de respuesta: Por razones que no son del campo de este estudio 6, la
evolución determinó que en la mano humana hubiera un nivel decreciente de respuesta
del pulgar al meñique. Así, el pulgar es el dedo más apto; le sigue el índice; de ahí el
medio o mayor; luego está el anular; finalmente, con muy poca respuesta y por ello

3
Las indicaciones anteriores no son tratadas en detalle por no corresponder a la temática abordada en este
estudio.
4
En la mano derecha hay dos “termómetros” que nos indican si los demás dedos están en tensión: el pulgar
elevado o contraído y el meñique cerrado o estirado. Con el resto de los dedos relajados, ellos conservan su
natural curvatura.
5
La relajación constante es característica de todos los buenos instrumentistas y, en general, de todos los
ejecutantes de actividades de fuerte uso corporal tales como: bailarines, acróbatas, deportistas, etc.
6
El neuroanatomista canadiense Wilder Penfield (1891-1976) realizó un modelo gráfico de la corteza cerebral
donde aparecen, en tamaño proporcional a su nivel de respuesta, los miembros y órganos del cuerpo humano. La
extensión del llamado “Homúnculo de Penfield” a la mano –particularmente a los dedos- es del autor y está
basada en pruebas empíricas.

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excepcionalmente usado, el meñique. Esta jerarquización determinara, en alguna medida,


la elección del dedo o los dedos que usaremos en la realización de nuestras escalas.
Ubicación.- El lugar “geográfico” que ocupan cada uno de los dedos de la mano lo hace
más o menos apto para utilizarse en un momento dado, por ejemplo: el dedo a, por su
ubicación extrema, es muy apropiado para abordar saltos ascendentes en melodía; el
pulgar, al contrario, es muy bueno para saltar en descenso.

En el ejemplo (Carcassi, estudio 1 del op 60) la combinación p-a permite el salto


ascendente (1), y la a-p, el descendente.

Disponibilidad.- La elección del dedo de mano derecha a utilizar en un momento dado,


depende que esté disponible, por ejemplo, en un pasaje de velocidad alta, es necesario
que no haya sido utilizado en la nota anterior7; si se está pulsando en modalidad
“apoyando”8, el pulgar suele ser incómodo de aplicar; etc.
Preferencia respecto al volumen sonoro.- La potencia a desarrollar es distinta en cada
dedo. La situación dinámica (el volumen a elegir) puede determinar que dedo se escoge
para resolver tal.
Preferencia sobre el timbre.- cada dedo, en virtud de sus características morfológicas y de
la forma de su uña tiene su propio “color”, timbre o calidad de sonido; el ejecutante tiene
en cuenta eso a la hora de elegirlo.

7
De ahí la regla típica de no repetir un dedo al ejecutar escalas: “siempre alterne los dedos…”
8
Las modalidades de pulsar una cuerda: “tirando” y “apoyando” se expondrán líneas más adelante.

4
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En el caso (Albéniz, Asturias, compás 92) la escala se diseña en entorchado (4ª cuerda)
para darle homogeneidad tímbrica; se ejecuta toda con el pulgar de derecha por la misma
razón, y porque la velocidad lo permite y aún porque la ubicación de este dedo es
apropiada para la 4ª cuerda.

Velocidad de ejecución.- Dependiendo de la rapidez con que se siguen las notas de una
escala el ejecutante optará por usar un solo dedo9 (para notas largas, ya que el dedo
tendrá tiempo de relajarse y reubicarse) para lograr así un timbre homogéneo; dos de
ellos (en muchas posibilidades combinatorias –como se verá después- y de fuerte
carácter binario –por el distinto timbre y volumen que naturalmente poseen los dedos-); y
tres o cuatro dedos combinados10 para resolver pasajes a muy alta velocidad.

En el Zapateado de Rodrigo (tercera de Tres piezas españolas), compás 150-152, se


trabaja un primer segmento (escrito con ligadura) con mano derecha a tres dedos para
solventar la velocidad requerida, y un segundo segmento a cuatro dedos para
acomodarse a la textura binaria del dibujo.
9
Esta recomendación no lo es tal según los métodos convencionales, que ordenan alternar dos dedos
independientemente de la duración de las notas.
10
Solo excepcionalmente se puede encontrar en la metodología convencional la instrucción de usar más de dos
dedos en la solución de escalas. Algunos autores (Yépes en su última época; Sila Godoy, Soberanes) han
desarrollado técnicas de escalas usando más de dos dedos en la mano derecha.

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Modalidades de pulsación

La pulsación guitarrística contempla fundamentalmente dos maneras de atacar una cuerda.


Se definen enseguida:

Pulsación “tirando”: que consiste en atacar una cuerda de forma que el dedo, después de
su impulso, no contacte con la cuerda inmediata inferior. Elevando algo la muñeca se
consigue este tipo de pulsación. Es, normalmente, de menor volumen que la otra
modalidad; pero tiene en su beneficio permitir que la voz que apareciera en la cuerda
anterior no será apagada; permite también, con mayor comodidad alternar o simultanear
el pulgar con el resto de los dedos, así como variar de mecanismo (de escala a arpegio;
de escala a acorde), como se nos muestra enseguida (Bach: Allemande de la suite I para
laúd).

Pulsación “apoyando”: que consiste en dirigir el dedo actuante de forma que,


inevitablemente, este contacte con la cuerda inmediatamente inferior (bajando algo la
muñeca la mano se presenta adecuadamente para abordar esta modalidad). Tal contacto
(en realidad un mullido choque) provee al sonido de una percusión que, sumada a la
vibración de la cuerda, aumenta y robustece el sonido original. Es, pues, naturalmente
vigorosa en su dinámica y tiene como ventaja, la de ser un excelente apagador del sonido
previo que produjo la cuerda que recibe al dedo.

Las dos modalidades expuestas tienen sus ventajas y desventajas; el ejecutante deberá
dominar ambas y aplicar la más apropiada –decisión personal o sugerencia del editor (que
muy ocasionalmente lo especifica)- al caso que se presentara.

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La práctica de las escalas

Aplique un generoso espacio de su tiempo de estudio 11 a los elementos mecánicos del


instrumento; dentro de ellos dedique a la práctica –y al diseño- de las escalas una buena
porción.

La selección y el diseño de las escalas.- Se trabajará sobre dos vertientes:

Modelos “clásicos” de escalas: Los modelos provendrán tanto del autor como de otros
tratadistas –a través de sus “métodos”-; y también se extraerán de las obras del
repertorio.
Modelos propios de escalas.- Se capacitará al estudioso en el diseño de sus propios
modelos, observando en su elaboración creatividad, lógica y coherencia con la realidad
instrumental.

Volviendo a los factores de capacidad de respuesta se trabajará, de inicio, con los dedos i y m
(el preferente, según esta clasificación, el p se abordará después, por otras razones). Se
utilizará, durante una primera temporada, únicamente el ataque "tirando", ya detallado líneas
atrás; asimilado este, se iniciará con la pulsación "apoyando", también ya comentado (los
casos de atacar las cuerdas con a y con p, se considerarán después).

Modelos con cuerdas al aire. Solo mano derecha.

Modelos unitarios

Se refieren a ejercicios realizados con un solo dedo y, en este caso, en una sola cuerda. Es
un mecanismo altamente recomendado para pasajes monódicos (a una sola voz ó parte)
hechos con notas no rápidas. Observe, rigurosamente, el procedimiento de pulsación
(contacto, ataque, y relajamiento con retroceso).

11
El tiempo que un estudioso de la guitarra puede dedicar al instrumento varía en función de diferentes
parámetros: compromiso, disponibilidad, edad, etc. Para un estudiante “en serio”, talento y disciplina aparte, se
recomienda dedicar, al menos, dos horas diarias al estudio y práctica del mecanismo.

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Modelos binarios

La ejecución binaria (de dos elementos) es recomendada para valores algo rápidos, ya que,
en este caso, un solo dedo no tendría tiempo de recuperarse para repetir su ataque. En estos
modelos, en los que se alternan dos dedos, acentúe ligeramente el primero de ellos para
llevar un control por diferencia. La desigualdad de tamaño de los dedos a usar -"m" es mas
largo que "i"- se compensará con una ligera inclinación de la mano derecha en la dirección del
dedo más corto. Cuide se cumplan las tres fases del mecanismo: contacto (de ambos dedos),
ataque y relajamiento.

Modelos binarios con cambio descendente de cuerda.- El paso de una cuerda a otra se hará
con un desplazamiento del brazo, no de la mano, lo cual evita posiciones forzadas en la
muñeca. Se recomienda, para hacer esta función con suavidad, el uso de manga larga en su
camisa12. Desplace el brazo derecho a medida que vaya recorriendo las cuerdas.

12
Para lugares de clima cálido, donde la camisa de manga corta es lo soportable, se puede confeccionar una
“manga” con un calcetín al que se le retire la zona que cubre el pié.

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Modelos binarios con cambio ascendente de cuerda.- Mismas recomendaciones que el


anterior.

Desarrollos transversales

Los desplazamientos de cuerda a cuerda serán llamados, de aquí en adelante “desarrollos


transversales” y los habrá de varios tipos. Ya se han presentado dos de ellos: el descendente
(como el 2.1.3) y el ascendente (2.1.4). De mezclar posibilidades (ascenso y descenso
ininterrumpido de seis cuerdas; tres en descenso y una en ascenso; etc.) nacen nuevos
desarrollos transversales. Explora, inventa y practica nuevas opciones.

Mano Izquierda

(Para la teoría sobre el comportamiento, y las instrucciones de trabajo sobre la mano


izquierda véase el Cuaderno Mano Izquierda)

La elección de los dedos de la mano izquierda

Elegir qué dedo o dedos de la mano izquierda se utilizarán para resolver escalas en un
determinado pasaje de música depende de múltiples factores, entre ellos:

Capacidad de respuesta: Por las razones que ya se mencionaron anteriormente la


evolución determinó que en la mano humana hubiera un nivel decreciente de respuesta
del pulgar al meñique. Así, el pulgar es el dedo más apto; le sigue el índice; de ahí el
medio o mayor; luego está el anular; y finalmente el meñique. Esta jerarquización es
determinante para elegir qué dedo o dedos de izquierda usaremos para nuestras escalas.

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En estos canarios en Re mayor, de Gaspar Sanz se ha digitado la izquierda empleando


los dedos 1 y 2 (1), de mayor capacidad de respuesta, en lugar de 2 y 3 (3). La presencia
del dedo 3 en la fórmula preferente (2) es para evitar el salto directo del dedo 2 de primera
a segunda cuerdas.

Ubicación.- El lugar “geográfico” que ocupan cada uno de los dedos de la mano lo hace
más o menos apto para utilizarse en una situación dada, por ejemplo: en los canarios en
Re mayor, de Sanz, se reparten los cuatro dedos útiles de izquierda de manera que
cubran la geografía necesaria en el diapasón.

Disponibilidad.- La elección del dedo de mano derecha a utilizar en un momento dado,


depende que esté disponible, por ejemplo, habiendo ocupado el dedo 1 en una nota, uno
de los demás (2, 3 o 4) será el apropiado para la siguiente.
Articulación.- Para articular un par de notas de determinada forma, por ejemplo glissando,
será necesario usar un mismo dedo (pisando la primer nota y deslizándose a la siguiente)
para lograr el efecto.

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Ejercicios protoescalares (a dos manos):

Se definen como tal a las fórmulas preparatorias para escala, de clara inclinación hacia el
adiestramiento de los dedos, de filiación probabilística-combinatoria y que aún no presentan
características propias (como la interválica) de aquellas13.

Ejercicios protoescalares alternando cuerda digitada y cuerda al aire con cuatro notas
por cuerda.

Este primer ejercicio está desarrollado transversalmente en descenso; sin embargo, al igual
que los que le siguen, deberá desarrollarse en ascenso y de formas mixtas (ascensos y
descensos mezclados sobre diferente número de cuerdas).

…continúa hasta 6ª
cuerda, y, una a una, regresa a la 1ª.

Ejecute todo el ejercicio cuidando pisar en el lugar exacto, emplear solo la presión necesaria,
no contactar cuerdas vecinas, y que las notas pisadas suenen llenas, no retire el dedo que
pisa antes de tiempo; cuando lo retire cuide que se relaje. Use en mano derecha pulsación
con i-m; repítalo pulsando m-i. Toque lento, y poco a poco, sin perder el control, incremente
su velocidad, tocando dos, y hasta cuatro notas por tiempo 14.

Posición: Lámase así al lugar que ocupa –ó traste donde se ubica- el dedo 1 de la mano
izquierda. La mayor parte de los ejercicios protoescalares están escritos en primera posición,
porque simplifica su lectura; sin embargo, se sugiere que se inicien en una posición donde la
separación de trastes sea más cómoda para los dedos, tal como la séptima (en adelante las
posiciones se numerarán en romanos) y, gradualmente, se vayan incluyendo posiciones de

13
El siglo XX ha visto que este tipo de diseño escalar (a veces incluido dentro de las llamadas escalas
“sintéticas”) se ha incorporado activamente a la composición.
14
Es decir: convirtiéndolas en corcheas y doble-corcheas.

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trastes más grandes hasta llegar a la primera. Es obvio que las notas reales en posición
diferente a la primera no corresponderán con las escritas.

Asignando a cada dedo su traste correspondiente (esta correspondencia, consiste en


destinar un traste a cada dedo: si el dedo 1 está en V traste; al 2 le corresponderá el VI; al
dedo 3 el traste VII; etc.-), desarrolle nuevos ejercicios con las siguientes fórmulas:

2-0-2-0

3-0-3-0

4-0-4-0

0-1-0-1

0-2-0-2

0-3-0-3 y

0-4-0-4.

El álgebra y las combinaciones de dedos.- El discípulo observará que estos diseños obedecen
a posibilidades combinatorias que se dan dentro de determinadas condiciones, son por ello
susceptibles de formularse algebraicamente: En las fórmulas anteriores la cuerda al aire (0)
será la constante y los dedos 1, 2, 3 y 4, indistintamente, se considerarán variables, por lo que
pueden reducirse a las fórmulas algebraicas: 0-n-0-n y n-0-n-0.

Ejercicios protoescalares alternando cuerda digitada y cuerda al aire con dos notas por
cuerda.

Ejecutando solo dos notas por cuerda (con lo cual 1-0-1-0 se convierte en 1-0), realice los
mismos ordenamientos anteriores. La fórmula algebraica será 0-n. Para derecha las mismas
fórmulas binarias en uso, esto es: i-m y m-i.

Ejercicios protoescalares alternando cuerda digitada con distintos dedos y cuerda al aire.

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13

Desarrolle ascendiendo y descendiendo por las seis cuerdas. Corresponda dedos de


izquierda con trastes. La especificidad de algunas de las combinaciones siguientes impide la
notación algebraica.

Fórmulas:

1-0-2-0

1-0-3-0

1-0-4-0

1-0-2-0-3-0-4-0

4-0-3-0-2-0-1-0, y

0-1-0-2

0-1-0-3

0-1-0-4

0-1-0-2-0-3-0-4

0-4-0-3-0-2-0-1.

La alternancia entre notas digitadas, el pivoteo

Mecanismo de muy alta estimación es el que se logra al conectar de manera “legato” (ligado,
unido) el discurso musical. Cuando se siguen una nota digitada de otra en la misma condición,
se atiende la siguiente instrucción: el dedo correspondiente a la primera nota se sostendrá
(con la presión ya descrita) hasta que (no antes ni después) la presión del nuevo dedo le
permita retirarse15 con un movimiento relajado (tal conducta es llamada “pivoteo”); si el primer
dedo sale antes de tiempo, el valor de nota solicitado no se cumple, el sonido se “corta”

15
En ocasiones no es necesario que el dedo saliente se retire; bastará con que se relaje.

13
14

escuchándose un efecto de “hipo guitarrístico”. Si el primer dedo sale después de tiempo ó se


queda en su lugar presionando, estaremos desperdiciando la energía empleada en sostener
su presión. Esta conducta, de invaluable utilidad, presenta una gran similitud con la actitud de
los pies en la acción de caminar (nunca están los dos en el aire). Esta “regla de oro” se puede
enunciar así: “A la presión del nuevo dedo se retirará el anterior”.

Ejercicios protoescalares exclusivamente sobre cuerda digitada.

Fórmulas (cada fórmula, desde las de dos notas, se desarrollará a lo largo de las seis
cuerdas):

Fórmula algebraica (en adelante en cuadro):

1-n

1-2

1-3

1-4

n-1

2-1

3-1

4-1

Es de especial cuidado asegurarse que el pivoteo se presente siempre, especialmente en el


momento de cambiar de cuerda.

En las fórmulas de tres dedos por cuerda, el ordenamiento de derecha permanecerá


inalterable, dando como resultado que el cambio de cuerda siempre ocurra con dedo
diferente. Practique, antes de juntarlas, la mano derecha sola.

14
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1-2-4

1-3-4

4-2-1

4-3-1

Poco usual y muy efectiva para desarrollar la velocidad es el uso de tres dedos en la mano
derecha. Se ilustra una fórmula:

En las fórmulas ascendentes de cuatro dedos por cuerda sea enfático en retirar (o relajar) los
dedos que se vayan desocupando.

1-2-3-4

1-3-2-4

4-3-2-1 y

4-2-3-1.

Ejercicios protoescalares de cuerda digitada y con función de dedo fijo

La recurrencia de una nota pisada con un dedo inferior (1 es inferior a 2; 1, y 2 son inferiores a
3, etc.) origina la conveniencia de fijarlo (con presión) en su posición en bien de la economía

15
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de movimientos. En el ejemplo, el dedo 1 (nota “fa”) permanece fijo para ahorrar movimientos.
(En un mecanismo “normal” habría que levantarlo al pisar con el dedo 4 y, después de tocar
esta nota -“sol”-, volverlo a colocar de nuevo).

Fórmulas:

Dedo fijo 1: Si en la fórmula algebraica se escribe un número diferente de 0, éste se


considerará una constante más. 1-n-1-0

1-2-1-0

1-3-1-0

1-4-1-0

Dedo fijo 2: En esta fórmula n es mayor que 2: 2-n-2-0

2-3-2-0

2-4-2-0

Dedos fijos 1 y 2: Repítalos abundantemente en una sola cuerda. Ahora n es mayor que 2 y
menor que 4 (esta condición se escribe 2>n>4): 1-n-4-n

1-2-4-2

1-3-4-3

Combinación usando el dedo 1 como fijo temporal.

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17

1-2-1-0-1-3-1-0-1-4-1-0

Combinación usando alternativamente los dedos 3, 2 y 1 como fijos temporales.

3-4-3-0-2-4-2-0-1-4-1-0.

Combinaciones a cuatro dedos distintos. Las cuatro variables serán escritas con las cuatro
primeras letras del abecedario:

a-b-c-d (24 combinaciones)

Iniciando con dedo 1: 1-2-3-4, 1-2-4-3, 1-3-2-4, 1-3-4-2, 1-4-2-3, 1-4-3-2;

Iniciando con dedo 2: 2-1-3-4, 2-1-4-3, 2-3-1-4, 2-3-4-1, 2-4-1-3, 2-4-3-1;

Iniciando con dedo 3: 3-1-2-4, 3-1-4-2, 3-2-1-4, 3-2-4-1, 3-4-1-2, 3-4-2-1;

Iniciando con dedo 4: 4-1-2-3, 4-1-3-2, 4-2-1-3, 4-2-3-1, 4-3-1-2, 4-3-2-1.

Especialmente en las cuerdas graves de la guitarra puede resultar útil emplear una fórmula de
mano derecha que era muy común en los tañedores de vihuela y laúd de la Europa de los
siglos XVI al XVIII, la figueta. Este recurso consiste en alternar los dedos p e i dedicando el
primero a los tiempos o fracciones de tiempo fuerte. Ambos dedos forman una cruz estando el
pulgar sobre el índice. Se cuidará que el pulgar actúe separado del índice para que no se
entorpezcan mutuamente. Una práctica preliminar aparece enseguida:

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18

La alta velocidad puede favorecerse adiestrando a la mano derecha en el uso de más de un


par de dedos. Por ejemplo, para ejecutar series de cuatro notas por cuerda es muy útil incluir
el dedo pulgar, tal como se digita un trémolo. Se ilustra una práctica en cuerdas al aire:

Digitar con este tipo de fórmula, cuando se juntan ambas manos, puede resultar al principio
complejo; una manera gradual de asimilarlo consiste en activar gradualmente la izquierda. Se
presenta:

Escala diatónica en primera posición

Esta escala es necesarísima para abordar las primeras piezas del repertorio. Engloba todas
las notas naturales de la guitarra comprendidas en los primeros tres trastes.

La modalidad que se escribirá siempre en este cuaderno será ascenso-descenso y en valores


de negra. En la práctica se recomienda mecanizar primero el ascenso (1); luego el descenso
(2); enseguida unir ambos (3); y finalmente enrolarse en un continuo ir y venir sin pausas (4).
A medida que se domine se le imprimirá mayor velocidad. Los valores primero de negras, irán
haciéndose cada vez más breves (hasta, digamos doble-corcheas). Se ejemplificará con el

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que podría ser el modelo más sencillo de escala: el diatónico natural en primera posición, y a
una voz.

La digitación de mano izquierda se ha diseñado repartiendo cada dedo directamente a su


traste (1=1, 2=2, etc.) excepto en el caso del III traste en la 2ª y 1ª cuerdas donde se destina
el dedo 4 para mayor comodidad. A esta circunstancia de cubrir un espacio de trastes usando
un dedo mayor que el asignado geométricamente (cubrir un tono no con 1-3 sino con 1-4, por
ejemplo) se le llama reducción. Ayude a los dedos a llegar a su destino acercándolos con la
mano (el pulgar se colocará de manera que permita esto); Pise cada cuerda con la punta del
dedo (la parte de la yema junto a la uña; en 1 y 4 su cara externa).

Convendrá digitar la mano derecha primeramente con un solo dedo (cualquiera); luego,
familiarizado con la izquierda, pasar a digitar con dos dedos alternados (i-m).

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Escala de Do mayor de una octava en primera posición

Asimilada la escala diatónica mayor es fácil entender y tocar la de Do mayor, pues es un


segmento de aquella.

Con el objetivo de cuadrarla a compás, y para fines prácticos, se ha agregado una pequeña
ampliación (el re de la segunda cuerda). Mecanice la fórmula con y sin la dicha ampliación.

Escala de Fa mayor de dos octavas

Podemos derivarla de la escala diatónica presentada antes, con la adaptación de bemolizar


los si implicados en ella, tal como lo pide la armadura de clave (así, todos los si serán
bemoles). El mismo caso de la escala anterior respecto a las notas agregadas en los
extremos (sol en primera cuerda; mi en sexta). Uso del dedo 4 (reducción 1-4) en cuerdas
superiores.

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Escala de Sol mayor de dos octavas en primera y segunda posiciones

Tomando un largo segmento de la escala diatónica natural se extrae la de sol mayor.


Únicamente modifíquense los fa, que serán sostenidos. Se ha extendido el alcance de dos
octavas (la, de primera cuerda y fa sostenido, de segunda) para ajustar a medida el modelo.
Se ha digitado la mano izquierda atendiendo comodidad en el pisado (la diferencia en el
tamaño de los dedos), por ello se ven reducciones.

Escala cromática en primera posición

De uso común en la música, sobre todo a partir del Clasicismo. Contiene todas las notas
naturales y alteradas comprendidas en el primer cuádruplo (el universo de posibilidades en las
seis cuerdas que tienen los primeros cuatro trastes).

La escritura se ha hecho en ascenso. En la práctica su ejecución se realizará siguiendo el


método recomendado antes (solo ascenso, solo descenso, ascenso-descenso y continuo
sinfín).

La digitación de izquierda se diseñará repartiendo los cuatro dedos en correspondencia con


los cuatro trastes implicados (dedo 1=traste 1, etc.), esto es, sin reducciones. Tenga presente
ir relajando cada dedo sustituido por otro. Mantenga siempre los dedos cerca de su lugar de
función.

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Escalas menores melódicas

De las tres modalidades de escalas menores: natural, armónica y melódica, es esta última la
que suele considerase dentro de las prácticas escalares y con razón, es la más abundante en
la literatura. Un diseño y práctica en primera posición puede ser la primera manera de verla.
Intente el estudioso digitar su ascenso. Pregúntese por qué conviene usar el dedo 1 en los
casos (1) y (2).

Escriba, digite, y revise con su profesor, la escala de mi menor melódica.

Los deslizamientos de un dedo sobre una cuerda

Correr un dedo sobre una cuerda permite a la mano aumentar su campo de trabajo. La escala
menor melódica descendente de la se puede digitar usando este recurso en la primera
cuerda. Se señalan dos opciones, corriendo el dedo 1 (1) y haciéndolo con el 4 (2). Practique
ambas. Mecanizándolas ejercite la escala completa ascendiendo y descendiendo.

Los cambios de posición sobre una cuerda

Trasladar la mano a una nueva posición, llegando con dedo diferente al último usado, permite
cubrir mayor espacio en el diapasón. Andrés Segovia propone en sus “Escalas diatónicas”
esta solución de mano izquierda. El cambio referido se da sobre la tercera cuerda. Practique

22
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este trama (ascendente); hágalo con el descendente (misma fórmula pero invertida); y por
último únalos.

Escalas trasladables

Evitar usar cuerdas al aire, como se ve en el caso anterior, permite trasladar la fórmula a otras
tonalidades. Este caso sirve para Re mayor. Encuentre otras tonalidades a las que les sirva
esta fórmula.

Diseñe otras fórmulas de escalas trasladables (sin cambio de posición ni deslizamientos).


Arrancar con el dedo 2 en la sexta cuerda abre posibilidades.

Diseñe y ejercite nuevas escalas diatónicas mayores y menores melódicas empleando lo


aprendido.

Desmangue

Aprovechar una cuerda al aire para llevar la mano a una posición lejana es un recurso muy
usual en la guitarra. En este mi mayor, cuyo primer tramo (mi 4 a mi 6) se puede digitar con
los recursos aprendidos (1), se ha aprovechado la primera cuerda al aire para continuar la
escala por la tercera cuerda hasta su término agudo, en la IX posición (2).

23
24

Asimílela y practíquela del modo convenido.

Extensiones

Al contrario que las reducciones, las extensiones consisten en cubrir con los dedos más
espacio que el reglamentario. Como es natural son muy útiles en las posiciones altas, donde
los trastes son pequeños.

En el ejemplo (Ponce: Giga de la suite en La menor) al recurso ya conocido del desmangue


(1), se suma el uso de la extensión (2). Después de arribar a la XIV posición (3) se emplea de
nuevo una extensión 1-2 (4), ahora justificada por razón de comodidad (los trastes son muy
pequeños y usar 1-3-4 en esa zona hubiera sido muy forzado para el corto dedo 4.

La unidad tímbrica

Nada suena tan homogéneo como una misma cuerda. Cuando estemos en un pasaje
escalístico a una voz, y el tempo lo permita (no sea rápido), conviene digitar sobre una misma
cuerda; se conserva su color, tiene unidad tímbrica. El siguiente puede ser un buen ejercicio.

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Se trata de una escala de Do mayor sobre la segunda cuerda y agrupando sus componentes
de dos en dos. Se siguen algunas instrucciones de cómo hacerlo, con efectividad y un mínimo
de esfuerzo:

En la parte ascendente, al cambiar de posición, corra el dedo 1 con un movimiento de


muñeca. Al mismo tiempo que se pone el dedo de la segunda corchea el brazo se ubica
en la nueva posición. El ciclo se sigue.
en la descendente al mismo tiempo que retira el dedo 2 (o 3 según el caso) lleve el brazo
a la nueva posición; los dedos serán llevados enseguida, con un movimiento rápido de
muñeca (escuela de violín).

Estudie por separado cada sección, de manera lenta y siguiendo las instrucciones; cuando las
toque juntas tómese una pausa entre ellas (3). Elabore otras fórmulas de su creación.

Con ceja y media ceja

La media ceja en ejecución escalar permite al dedo 1 una colocación más natural:

La ceja completa puede sostenerse, para no perder estabilidad, al pasar del arpegio a la
escala en este pasaje del tercer movimiento del Concierto de Aranjuez, de Rodrigo.

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La fraseología

En muchas ocasiones la fraseología que se haya hecho a determinado pasaje determinará la


fórmula a emplear.

En este caso (Asturias, de Albéniz) el intérprete ha encontrado que a un primer dibujo


ornamentado (1), le siguen en secuencia, pequeñas figuras de tres notas en ascenso-
descenso más pequeño (o de dos notas; la segunda con apoyatura) (2), para concluir con un
par de notas sin apoyatura. Este análisis melódico da pié a digitar como se indica: cada nuevo
grupo tiene una nueva posición.

Escalas con notas repetidas

Es modalidad de la guitarra repetir las notas de una escala. El ejemplo se extrae de la Sonata
Giocosa, de Joaquín Rodrigo:

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Sin mayor detalle la digitación de la mano izquierda; la derecha se puede trabajar en distintas
modalidades: i-m o m-i, siguiendo la tradición; i-a, con buenos resultados en algunos
intérpretes; y p-i, la antigua figueta (en uso desde el S XVI). Tocar tres veces cada nota se
puede solucionar con a-m-i. Enriquezca sus prácticas guitarrísticas con estas variantes.

Variabilidad rítmica

No siempre las notas de una escala son de valores iguales; las variantes rítmicas son
numerosas. En este ejemplo (Giuliani: Rossiniana no. 1) la escala de Re mayor lo evidencia:

Se desprende esto una recomendación: aplique variantes rítmicas a sus fórmulas escalares.
Algunas ideas:

En la primera fórmula, el paso re-mi (corto-largo) se ejecuta con mayor facilidad, en algunas
manos, con i-m.

A dos partes

En la guitarra encontramos pasajes donde dos líneas corren paralelas. Las hay en terceras,
sextas, octavas, décimas. En el ejemplo de Giuliani (Rossiniana no. 1) se nos muestran una
escala de octavas, y otra de décimas. Es de observarse que las dos voces implicadas no
tienen que sonar simultáneamente; alternar la componente grave con la aguda (en ese orden)
es habitual.

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Conviene que el estudioso diseñe y practique escalas a dos partes en diferentes intervalos.
Algunas ideas para el mecanismo enseguida.

La mano derecha puede ejecutar cuando se trate de cuerdas conjuntas (terceras


paralelas), con m/i, y para disjuntas, según el caso: a/i (para sextas); y pulgar en el bajo
simultáneo a otros dedos en los agudos (octavas en adelante).
La mano izquierda empleará dedos guías con abundancia.

Con ligados

Es común emplear el ligado como recurso cuando de tocar escalas se trate. Un ejemplo
(Carcassi, estudio 9) ligando de dos en dos notas:

Otro, muy usual, donde se liga en bordaduras (Roland Dyens: Tango en Sky):

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Menos común, este que nos muestra Barrios (La Catedral, allegro), donde liga todas las notas
presentes en cada cuerda grave.

Diseñe y practique modelos de escalas con ligados, dejando que el repertorio le sugiera
caminos.

Digitaciones de excepción

Hará bien el estudiante en explorar caminos que hayan logrado buenos resultados en el
pasado o funcionen en la ejecución de géneros populares. Se exponen algunos:

Dedillo.- consiste en pulsar con el dedo índice (algunos con medio) con un movimiento
pendular. Es de mucha utilidad para ornamentos de alta velocidad en una sola cuerda.

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Alzapúa.- El género flamenco lo utiliza con abundancia. Se trata de pendular con el pulgar
(mover solo el dedo, o, rigidizándolo, moverlo con la muñeca). Hay variantes apoyando,
tirando e incluso apoyando en la cuerda inferior. Es muy útil para figuras ocasionales
rápidas en la región grave (Sor, estudio X, de la edición Segovia).

Deslizamiento de dedos de derecha.- Deslizar los dedos resuelve de manera económica


(más no sencilla, al inicio) algunos pasajes escalares:

Cuando un dedo se presente para deslizamiento se cuidará que en ambas cuerdas haga
la fase de contacto en el lugar ideal (junto a la uña).

Cromatismos ascendentes con un dedo de izquierda.- El dedo 2 es particularmente útil


para este recurso de excepción que el maestro Narciso Yepes aplica con genialidad en el
Passapied de Bacarisse. Se ejemplifica con una escala cromática en Mi en primera
cuerda. La gran dificultad de este recurso es coordinar el dedo de izquierda que se desliza
con la digitación de la derecha.

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En la región sobreaguda, donde no haya trastes, se pueden trabajar modelos cromáticos


contactando la cuerda, con poca presión, con el dedo 2. Se cuidará que la cuerda siga el
canal de la yema del dedo y que se apoye en el borde de la uña. Esto último le quitará
opacidad. Se ejemplifica con La Espiral Eterna, de Léo Brouwer.

Fin del cuaderno Escalas

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