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ASIGNATURA:
DERECHO PENITENCIARIO
TEMA:
MEDIDAS DE SEGURIDAD
DOCENTE:
JHONATAN FERNANDEZ RUJEL
INTRODUCCIÓN
Orígenes
Las medidas de seguridad se originan a mediados del siglo XIX promovidas por
la escuela positivista como alternativa de la pena. Para la cual el castigo ya no
radicaría en la culpabilidad, sino que también radicaría en la peligrosidad social
de ciertos sujetos determinados a la realización de conductas desviadas. A estos
nuevos castigos se les denominarían medidas de seguridad que se aplicarían
bien sea para recuperar al desviado en caso de que fuera recuperable, o bien
sea para neutralizarlos definitivamente si no lo fuera.
A este respecto Hurtado Pozo precisa que las medidas de seguridad fueron
reguladas de manera sistemática por primera vez por Carl Stoos en un Proyecto
legislativo. Inspirándose parcialmente en las ideas positivas, previó en su
proyecto de Código Penal Suizo de 1893, a lado de las penas, las medidas de
seguridad con finalidad sólo preventivas para luchar contra la criminalidad,
neutralizando o eliminando el carácter peligroso del autor. Esta iniciativa de
Stoos no constituya del todo una primicia en la medida que existía algunos
antecedentes en la ley Belga de 1891 sobre los vagabundo peligrosos, en el
Código Penal Italiano de 1889 (Código Zanardelli) o en la ley francesa de 1885
instaurando la relegación de los multireincidentes.
Sobre este proceso Hurtado Pozo ha sostenido también que “La corriente del
positivismo criminológico italiano propuso el abandono del criterio de la
culpabilidad y su sustitución por la de carácter peligroso del delincuente. Su
fundamento fue la concepción determinista del mundo. Por tanto, percibe el
comportamiento humano como el resultado de un proceso condicionado por la
personalidad de este y las circunstancias exteriores y no como una manifestación
del libre arbitrio del autor.
Considera que la pena es, por tanto, inútil y propugna que sea reemplazada por
las mediad de seguridad. Con esta, se debe neutralizar al delincuente, tratarle
mediante la educación y la medicina o colocarle bajo tutela o asistencia. La
aplicación de estas medidas depende, en consecuencia, del estado personal del
delincuente. Su objetivo es combatir su peligrosidad De esta manera se refuerza
la idea de prevención general”.
En el texto definitivo del Código Penal de 1991 vigente, dictado mediante decreto
legislativo por el poder ejecutivo, no sólo conserva la existencia de las medidas
de seguridad, sino que tal como lo señala su exposición de motivos referente a
este tópico que el Código Penal de 1924 incluyo un amplio catálogo de medidas
de seguridad no obstante esta previsión, las limitaciones económicas del estado
frenaron toda posibilidad de que fueran realmente aplicadas. La comisión
revisora, consciente de esta negativa experiencia, ha buscado conciliar la
aplicación de estas medidas con las inmediatas posibilidades materiales del
estado. En este sentido, solo se prevén dos clases de medidas de seguridad: la
internación y el tratamiento ambulatorio (artículo 71°). Además se introduce un
nuevo artículo 77°, en el que se prevee una medida de internación para
imputables relativos o imputables toxicómanos o alcohólicos, que se aplicará
antes de la pena.
Naturaleza Jurídica
En este orden de ideas analizaremos cuales son los argumentos de una y otra
tesis, estudiados por la doctrina penal, tanto nacional como extranjera y
finalmente, dejaremos sentada nuestra posición respecto al presente tema.
El esfuerzo interpretativo.
La realidad normativa.
Demostraremos en la siguientes líneas, realizando una interpretación
sistemática y teleológica, de los artículos dedicados por nuestro ordenamiento
penal al tratamiento de las medidas de seguridad, concordándolos con los
artículos pertinentes del Código Penal y pudiendo concluir que nuestro
ordenamiento jurídico – penal acoge la tesis de la naturaleza jurídica penal de
las medidas de seguridad.
a) Según el fundamento
Con base en este punto de partida, pueden ser agrupadas de dos
maneras: las pos delictivas, esto es, las impuestas al sujeto que ha
realizado una conducta punible, y las pre delictivas, es decir, las
asignadas a la persona antes de que cometa trasgresión alguna de la ley
penal; el basamento asignado a ambas es la in demostrada "peligrosidad
del agente" antes o después de haber cometido el delito. Esta división,
cuya acogida en el derecho comparado es indiscutible, tuvo su mayor
esplendor durante el imperio del derecho penal defensista, propio de la
concepción liberal intervencionista de comienzos del SIGLO XX; no
obstante, es rechazada por la doctrina contemporánea.
c) Según el destinatario
Se escinden en personales, cuando son impuestas a personas naturales,
tal como sucede en los ejemplos hasta ahora mencionados yreales, si
recaen sobre personas jurídicas, como, por ejemplo, el cierre de un
establecimiento o la disolución de una sociedad.
d) Según el tiempo
Pueden ser duraderas, cuando tienen una permanencia más o menos
determinada y se aplican según las circunstancias concretas y pueden
conducir a la indeterminación con la consiguiente trasgresión del principio
de legalidad; y no duraderas o aisladas, si no dependen deltiempo, como
sucedería con la amonestación.
g) Según su importancia
Desde este punto de vista, pueden ser principales si se aplican por sí
mismas sin sujeción a ninguna otra, como sucede con la internación en
clínica psiquiátrica; y accesorias, cuando penden de otra u otras para su
subsistencia, como acontece con la libertad vigilada.
b) Sustitutivas de la pena
Es decir aquellas que se imponen por el comportamiento inculpable del
autor.
Con todo esto se pretende añadir a los fines retributivos y de prevención general,
propios de la pena en el Perú, uno de orden preventivo especial y de carácter
resocializador (en una lógica de apuesta por las teorías "plurifuncionales",
"eclécticas'" o de "la unión" de la pena), conforme a las exigencias
constitucionales y de garantía penal del art. 139.22 Const. Per. y art. lX del
Tít.Prelm. del CP.
Sin embargo el problema no está tanto por el lado de la voluntad del
legislador peruano sino por cómo funciona el sistema penal y penitenciario y si
satisface por lo menos un mínimo de exigencia legal fijado, en orden a lo que se
quiere conseguir.
Primero, por lo hipócrita que resulta el sistema penal en orden a los fines
prácticos que quiere conseguir con la aplicación de las penas privativas de
libertad. Ya hemos visto que la pena, en el sistema penal peruano – privativas
de libertad -, en cuanto a sus fines (a pesar de lo que constitucionalmente ypor
mandato del mencionado artículo del Título preliminar del código penal se orienta
en razón de una finalidad plurifuncional de la pena –descartandouna base
retribucionista exclusiva -), mantiene una perspectiva utilitaria,asignándole
funciones exclusivamente retribucionistas claramente inconstitucionales y
contrarias al Estado de derecho y los postulados democráticosque inspiran la
Constitución, en cuanto a la forma de Estado (art. 43 Const. per.), así como de
la persona - fin supremo de la sociedad y del Estado - (art. 1 Const. per). Esto
se demuestra - y lo que es peor se consciente – con la existencia de Leyes
penales claramente contrarias al Estado democrático de derecho (art. 43 Const.
per.). En este sentido la Ley que modifica el art 29 del CP de 1991 en cuanto se
establece que la pena - privativa de libertad - tiene como duración máxima la
vida del condenado; esto es, que no tiene duración - prisión perpetua - (Ley
26369 del 29 de septiembre de 1994).
2 La Fuente Legal.
Ninguno de los Códigos Procesales Penales del Perú, anteriores al de 2004, ha
regulado un procedimiento especial similar al de seguridad. Por consiguiente,
carecemos de antecedentes normativos nacionales en este dominio. Sin
embargo, la presencia del proceso de seguridad en el nuevo Código procesal
Penal tampoco es un aporte que haya surgido del ingenio creador de nuestros
legisladores. Se trata, como suele ocurrir en nuestra legislación punitiva, de una
nueva manifestación de la recepción nacional del Derecho extranjero. En efecto,
todas las normas sobre el proceso de seguridad y sobre la internación preventiva
han sido tomadas por el legislador peruano del código procesal penal chileno,
promulgado por la Ley 19.696 del 12 de octubre de 2000.
3.4. El artículo 294 regula la medida del internamiento previo como una
necesidad operativa complementaria de la realización de exámenes periciales.
a) La evaluación de la inimputabilidad.
a) La evaluación de la inimputabilidad
Esta situación procesal esta conexa con lo estipulado en el artículo 75. En esta
última norma se precisa la facultad que tiene el juez de la investigación
preparatoria o el juez penal para poder disponer el examen pericial de un
procesado cuando existen dudas sobre su
estado de inimputabilidad al momento de comisión del delito imputado.
Por último, las reglas especiales del artículo 457 se ocupan también del
contenido y forma de las sentencias que deben pronunciarse en los juicios
sujetos al proceso de seguridad. El texto legal es bastante escueto y soloalude
al fallo absolutorio o al de aplicación de la medida deseguridad de internación.
Dada su novedad en nuestro medio, dicha disposición debió de desarrollar
pautas más detalladas en torno, por ejemplo, al contenido y fundamentación del
fallo de aplicación de la medida de seguridad de internación. Con relación a esta
omisión, nosotros estimamos que en la sentencia de aplicación, el juez penal
deberá desarrollar fundamentos específicos en torno a lo siguiente:
El cuarto tópico que traba la ley se refiere al fiscal y a que sea este quien advierta
la necesidad de transformar el procedimiento. Efectivamente, la disposición
normativa señala que frente a esa situación se deberá proceder de manera
similar al supuesto procesal de la acusación ampliatoria o complementaria. Por
consiguiente, el fiscal en estos casos deberá observar las reglas específicas que
definen los incisos 2 y 3 del artículo 374. en especial, en lo que corresponde a la
adecuación de circunstancias y penas, así como en lo atinente a la suspensión
del juicio para que los otros sujetos procesales puedan adaptarse al nuevo
requerimiento fiscal y al nuevo esquema del debate.
La Intervención preventiva
Como ya lo hemos mencionado, el Código Procesal del 2004, a diferencia de sus
predecesores de 1940 y de 1991, autoriza el uso de la medida de internación
como medio de coerción procesal. Se trata, pues, de la medida de
internaciónpreventiva.
Ahora bien, los requisitos legales que deben observarse para la aplicación de la
internación preventiva son similares a los requeridos para la medida coercitiva
personal de prisión preventiva (cfr. Artículo 268). Tales requisitos son los que se
detallan a continuación:
El párrafo in fine del artículo 293 señala que la internación preventiva puede
prolongarse por encima de los plazos ordinarios de duración. Para que
elloproceda se requiere solicitud expresa del Ministerio Público. No está
autorizada laprolongación de oficio. En todo caso, el régimen procesal de la
prolongación seregirá por lo establecido en los incisos 2 y 3 del artículo 274, que
regula laprolongación de la medida de prisión preventiva.
Tampoco las normas sobre internación preventiva han fijado criterios para la
cesación de esta medida coercitiva. En tal sentido, y por lo antes mencionado,
también aquí supletoriamente deberían utilizarse las normas del Capítulo VI del
Título III de la Sección Tercera del Libro Segundo del Código de 2004, dedicado
a la cesación de la prisión preventiva (cfr. Artículos 283 a 285). Por consiguiente,
cualquier solicitud de cesación de la internación preventiva deberá de evaluarse
sobre la base de las reglas de variabilidad y proporcionalidad, que son las que
rigen a toda medida coercitiva.
El Internamiento Previo
Es una medida especial que carece de antecedentes en el Derecho Procesal
Penal Nacional. Su naturaleza queda definida por su objetivo que es profundizar
la investigación pericial del estado de imputabilidad de un procesado. El
internamiento previo está regulado en el artículo 294. Pese a su novedad los
autores nacionales no se han ocupado de ella.
CONCLUSIONES
por el Estado, razón más que suficiente para tratarlas como a las penas,
explicada por las siguientes tesis: de la naturaleza penal, extra penal o mixta.
medidas de seguridad, es la que afirma que ésta tiene una naturaleza penal
o punitiva.
4. La aplicación de las medidas de seguridad debe verse rodeada de las mismas
garantías que rigen para las penas, pues en definitiva, se trata también de
legalidad.
inimputables.
RECOMENDACIONES