CRISTO: TRANSICIÓN DE LA SOMBRA A LA LUZ

“Es más fácil hacer que una persona acepte a Cristo, que hacerla nacer de nuevo”.
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De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos;
y no recibís nuestro testimonio. Juan 3:11.

1. INTRODUCCIÓN:

¿Cómo es que la Biblia, un libro escrito miles de años atrás, tenga validez hoy día? Es porque
contiene principios universales que son aplicables a todo el mundo no obstante las circunstancias.
Dios capacitó a los escritores a dirigirse a todos los temas esenciales para nuestra vida sobre el
planeta.

De manera que, ¿cómo aplicamos a nuestras circunstancias actuales los principios que figuran en la
Biblia, expresados en primera instancia en una sociedad ajena a la nuestra? Afortunadamente, Dios
no nos ha dejado a la deriva. El Espíritu Santo nos ha acompañado a partir de la ascensión del Señor,
(Juan 14.16, Hechos 1.8), y nos proporciona por medio de la Palabra toda la orientación que
necesitamos, Juan 16.13. Como consecuencia, contamos con la sabiduría de Dios, “la mente de
Cristo,” revelada a nosotros por su Espíritu, 1 Corintios 2.6 al 16. Es tan así para las situaciones de
estos tiempos como lo era para los eventos que tuvieron lugar miles de años atrás.

Un incidente registrado en los Evangelios nos ayuda a demostrar la relación entre: Lo que creemos
(los principios bíblicos o doctrina), lo que hacemos (las prácticas o tradición) y las circunstancias
del momento. En Lucas 5.33 al 35 los líderes religiosos criticaron a Jesús porque sus discípulos no
ayunaban como hacían ellos. Jesús dio una razón de esto y la explicó con la parábola de los odres,
Lucas 5.36 al 38.

Él afirmó que “nadie echa vino nuevo en odres viejos.” Los odres guardaban el vino y lo protegían
del ambiente. Sin una vasija adecuada, el vino se derramaría y el odre sería inútil. La aplicación de
esta ilustración fue que “el vino” del evangelio de Jesucristo no podía ser guardado y expresado
por las prácticas (“los odres”) del judaísmo. Hacían falta prácticas nuevas para preservar la fe
cristiana: “... echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente,”
Mateo 9.17. Nuestras prácticas se ubican entre los principios que seguimos y las circunstancias que
encontramos. Las prácticas son una consecuencia de la aplicación de principios divinos a
circunstancias humanas.

En la parábola en referencia Jesús enseñó que al cambiarse los principios (el vino), las prácticas
(los odres) deberían cambiar. ¿Y si hay cambios en las circunstancias que nos rodean? Los
organismos biológicos responden a los cambios en su ambiente; al no hacerlo no hay evidencia
de vida. Nosotros también deberíamos considerar los cambios que se presentan en nuestro
ambiente (o circunstancias).

Es interesante que Cristo haya empleado los odres (cueros) y vestidos en esta historia. Se gastan y
con el tiempo tienen que ser reemplazados. Así también nuestras prácticas tendrán que ser
reemplazadas de vez en cuando por cuanto ninguna sociedad o cultura es estática. Por supuesto,
para nosotros es asunto de cambios en las circunstancias y no en los principios, o podría ser a causa
de una nueva comprensión o aplicación de los principios. Esto quiere decir que nuestras prácticas
deberían basarse en principios bíblicos y relacionarse con las circunstancias que nos rodean.

La conducta humana está influenciada por las experiencias del pasado y las circunstancias del
presente. Un ejemplo de una conducta impropia se encuentra en Marcos 7.1 al 9, donde Jesús tilda
de hipócritas a los líderes religiosos porque asignaban más importancia al lavamiento ceremonial
que a los mandamientos de Dios. Les acusa de invalidar el mandamiento de Dios para guardar su
propia tradición. Así que sus prácticas estaban dirigidas por tradiciones, las cuales eran contrarias
a principios bíblicos. De manera parecida, en Lucas 6.1 al 11, Cristo se opuso a sus reglas sobre lo
que era permisible en el día sábado. En ambas situaciones los líderes religiosos trataban una
tradición como si fuera una verdad de las Escrituras.

Aunque La ley fue justa y una buena, pero no fue un espacio de formación que dio vida. Porque
enseñaba solo a los hombres lo que era el pecado, a condenarlo y les enseñaba que el hombre
necesitaba un salvador. Pero la ley no podía perdonar pecados, dar vida eterna a los hombres, ni
tampoco hacerlos buenos. La ley fue dada con un propósito, llevarnos a Cristo (Romanos 10:4,
Gálatas 3:24). Recordemos que durante más de 400 años, la escritura guardo silencio, no hubo
profecía antes de la llegada del mesías. Fue cuando enemigo a provecho, y por medios de los
dirigentes judíos de la época, cambiaron los principios de Dios y crearon sus propios principios
conocido hoy en día como el Talmud o la tradición de los ancianos; dándole más importancia a la
tradición que los principios de Dios establecidos en la ley.

2. DESARROLLO DEL TEMA:

Durante 4000 años Dios tratando de revelarse a un pueblo que nunca entendió nada, porque su
espíritu estaba muerto. Adán lo había asesinado en el edén. Fueron 4.000 años donde Dios se revela
de diferentes formas y modos; por medio de milagros, sueños, profecías; pero era un pueblo duro
de cerviz, su espíritu no estaba vivo (Éxodo 32:9).

El diseño de Dios es un espíritu despierto con un alma y cuerpo (2 Tesalonicenses 5:23). El alma fue
dada para conectarse con el mundo sensorial o material a través de los sentidos. Pero no sirve
para nada más. Nos sirve para expresar el amor de Dios por medio de los sentidos. Todo lo que
sea sensorial el alma lo disfruta, a través de ella se enamora, con el alma se sufre. Pero usted no
puede conectarse con Dios a través del alma. Porque el evangelio no fue diseñado para su alma.
Muchas iglesias se alimentan con cosas que pertenecen al alma, tocar, danzar, testimonios (que
sirven para los recién convertidos pero no para el crecimiento de la iglesia). Porque la iglesia
necesita ser estimulada, pero no quiere decir, que sea impregnada de Cristo. Porque los milagros
no cambian a la gente, no podemos alimentar el espíritu con danzas, con caídas, con el servicio.
Porque lo único que alimenta el espíritu del hombre es Cristo. Podemos estimular mucho nuestras
emociones de una iglesia y terminar en un éxtasis emocional colectivo (Gálatas 4:19). Que el apóstol
Pablo quizo decir fue: Yo no quiero emocionarlos, quiero meterles es esperma de Cristo, para que
esta señora llamada iglesia de un fruto.

Por eso, necesitamos nacer de nuevo, porque nacer de nuevo no significa ser evangelizado. Significa
nacer a la dimensión del reino. Si usted no nace al nivel del reino, no importan cuantos años lleve
en una congregación, usted no tiene heredad en el reino, sino ha vivido durante años en un contexto
religioso. Durante décadas el pueblo de Israel respondía solo a lo que veía, al mundo sensorial a
través de sus emociones. Pero lo importante de esto de que manera nos afecta a nosotros? Nos
afecta muchísimo, porque pensamos que el diseño para la iglesia es Israel. Dios bendiga a Israel.
Pero la iglesia e Israel son dos cosas distintas. Israel tiene un orden y la iglesia otro.

El problema fue que la iglesia aprendió culto a través de Israel. Por eso nosotros tenemos que ver
cosas y hacer cosas. Queremos hacer actos religiosos que pertenecen a otra cultura, queremos
hacer ritos religiosos que forma parte de la cultura de Israel. Por eso, la tendencia a obtener cosas
de la cultura judía; como ungüentos, elementos religiosos, el aceite de la unción etc. Porque ese es
el contexto donde todos aprendimos. La sombra que Dios trato de revelar a una nación cuyo espíritu
estaba muerto. Toda la relación del antiguo pacto es sombra. Y siempre el hombre buscando
conectar con Dios de afuera hacia dentro. Dios durante 4 mil años tratando de alcanzar a un pueblo
a través del mundo sensorial. Porque el espíritu estaba muerto por Adán. Ejemplo de ello: El lugar
de adoración: El atrio, el lugar santo y el lugar santísimo. Y les dice Dios, si ustedes quieren llegar a
mi deben hacer cierto ritual; y tendrán que verme a mí desde afuera hacia dentro. Porque ustedes
necesitan ver o sentir algo. Por eso, escuchamos personas diciendo: Hoy no sentí nada, la
predicación estuvo medio floja etc. Porque todo lo que tiene que ver con sus emociones necesita
ser estimulado. A continuación veremos algunos hombres que esperaban experimentar una
relación con el Señor a través de mundo de los sentidos. Juan 3:11 (El mundo sensorial).

2.1. Tomas: Que te he dicho, caminaste conmigo tres años y toda vía no crees. Juan 20:24-29.

2.2. Martha: Cuando el ver y el tocar ya no es suficiente. Juan 11:38-40.

3. CONCLUSION:

Todo lo que hemos hablado de los 4 mil años de revelación han sido de sombra, y juega un papel
importante en mis inicios del cristianismo. El problema de la sombra (mundo sensorial), es que si
usted se acostumbra a ella, nunca crecerá espiritualmente. Por eso el Señor dijo: 17 »No piensen que
he venido a anular la ley o los profetas (La sombra); no he venido a anularlos sino a darles
cumplimiento. Mateo 5:17.

Esto lo dice el mismo Jesús, el autor del evangelio de la gracia. (El señor toma la ley devolviéndole
el componte espiritual que había perdido durante cientos de años, por el pecado del hombre,
llevando nuevamente al estándar establecido inicialmente por el (Mateo 5:21-48)). La ley es
buena (1 Timoteo 1:8), es santa (Romanos 7:12) pero no salva, no perdona pecados, ni tampoco
da vida eterna. Porque se le quito la vida, el espíritu de la misma; ese componente espiritual. La
palabra no solo es conocimiento: es poder, es espíritu, y ese poder y espíritu fue el que le quitaron
por su dureza de corazón y religiosidad, porque así oraban los fariseos de la época (Lucas 18:9-
14). Este poder esta hebreos 4:12 y Oseas 4:6, o sino miremos lo que le sucedió a los hijos de un
tal Esceva judío jefe de los sacerdote (Hechos 19:13-16). Y eso vino el Señor a devolverle ese
poder, ese espíritu, que el hombre por su pecado (ambición, egoísmo) le había quitado. Porque el
pecado no permitió que fuera renovado su entendimiento (Romanos 12:2), sino que endureció su
corazón, por eso el Señor nos termina diciendo en Hebreos 10:22.

El evangelio de la gracia no anula la ley (la tora), sino la eleva a un nivel mayor. Mateo 5:17-18.
Mateo 23:23, Isaías 42:21, Lucas 19:1-10. Zaqueo decide obedecer la ley practicando la justicia al
devolver hasta cuatro veces lo que había quitado. Amar la misericordia cuando decide repartir la
mita de sus bienes. Y someterse al señorío de cristo cuando decide seguirle en obediencia. Zaqueo
era hombre que practicaba la ley, pero había codicia en su corazón, y cuando decide arrepentirse
de ello; lo que no hizo el joven rico Lucas 18:18-30.