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¿Para qué sirve un periódico?

La respuesta parece obvia: para estar informados, saber qué pasa en el mundo, enterarnos de lo que
piensan personalidades connotadas al respecto…
En situaciones de la logística doméstica y familiar, el uso de los periódicos es más prosaico y, al mismo
tiempo, muchísimo más práctico: para absorber un líquido que ha caído al piso, para ayudar a madurar los
aguacates, para sacar brillo y dar transparencia a unos vidrios recién lavados, para elaborar una rudimentaria
venda de calor en una extremidad adolorida, para abrigar la cama de una mascota…

Durante mucho tiempo, las personas pensaron que las noticias que traía un periódico eran todo lo que había
sucedido en un día o semana y que todas eran absolutamente verídicas, aparte de estar excelentemente
redactadas y tratadas. También se pensaba que leer un periódico era señal de cultura e ilustración. Había
una frase despectiva que decía: “No lee ni siquiera el periódico”. Y una frase que pretendía demostrar
absoluta confiabilidad: “Salió en el periódico”.

Un periódico, dependiendo de cómo se lo lleve y de la fe que la gente le tenga, puede ser un instrumento
para informar o un instrumento para
desinformar.Sin embargo, a medida que maduramos y observamos la realidad, nos damos cuenta de que los
periódicos, para empezar, no cuentan todas las noticias. Hay noticias realmente importantes que no
aparecen en ningún periódico. O en muy pocos. Por otro lado, si observamos lo que está escrito, veremos
que tampoco se cuentan las noticias tal y como sucedieron. La redacción se sesga desde los titulares. Se
ocultan ‘por error’ detalles importantes. Se cargan las tintas en aquellos otros detalles (a veces irrelevantes)
que pueden ayudar al desprestigio o la glorificación, según sea el caso.

Se ha dicho también que la página editorial de un periódico sirve para ‘crear opinión’. La pregunta es: ¿crear
qué? Una opinión nace en el interior de las personas como una reacción a algo que ha sucedido, pero si la
información está ya sesgada desde el principio, la opinión que se va a crear será también inexacta y sesgada.

Entonces, un periódico, dependiendo de cómo se lo lleve y de la fe que la gente le tenga, puede ser un
instrumento para informar o un instrumento para desinformar. Un medio para ‘crear opinión’ a partir de
mentiras o un instrumento para ayudar a que las personas que lo leen formen su propia opinión… Un puntal
de un sistema caduco o un motivador de cambios y soluciones. Un medio para leer, aprender, ampliar la
mente y disfrutar… o, si la gente se da cuenta de la manipulación y el engaño, un excelente instrumento
para las más humildes tareas de la vida doméstica y familiar.

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