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N 41

Noviembre / 2015

ISSN 2073-0810

EDUCACIÓN POPULAR,
CIENCIAS SOCIALES Y UNIVERSIDAD
Comité Editorial:
Oscar Jara Holliday. Presidente, CEAAL.
Nélida Céspedes Rossel. Secretaría General, CEAAL.
Lola Cendales González. Dimensión Educativa, Bogotá, Colombia.
Alfonso Torres Carrillo. Universidad Pedagógica Nacional, Colombia.
Jorge Osorio Vargas. Facultad de Educación. Universidad de Playa Ancha,
Valparaíso, Chile.

Coordinación de este número


Edgardo Alvarez Puga.
Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación, Chile.

CONSEJO DE EDUCACIÓN POPULAR DE Corrección de estilo


AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Sonia Henríquez Gil

Diagramación e impresión
Comité Ejecutivo y Directivo Tarea Asociación Gráfica
Presidente: Oscar Jara Pasaje María Auxiliadora 156–164, Breña. Lima 5, Perú
Secretaría General: Nélida Céspedes
Tesorero: Edgardo Álvarez Hecho el Depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2012-00817
Fiscal: Yadira Rocha
Co Fiscal: Thais Bernardes Fotos de la portada e interiores:
Archivos del CEAAL y autores de los artículos
Región Andina: Iliana Malito Toda colaboración o correspondencia debe dirigirse a La Piragua:
Región Brasil: Joao Werlang Parque Osores 161, Pueblo Libre. Lima 21, Perú
Región Caribe: Nicomedes Castro Telefax: (51–1) 3327404
Región Centroamérica: Silvio Gutiérrez Teléfono (51–1) 4240997
Región Cono Sur: Cira Novara info@ceaal.org/www.ceaal.org
Región México: Rosa Elva Zúñiga
Auspiciado por
Programa Latinoamericano de apoyo a la DVV International
sistematización del CEAAL: Oscar Jara, BMZ Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo
CEAAL Consejo de educación popular de américa latina y el caribe
Rosa Elva Zúñiga
Grupo de trabajo de Incidencia en Política
Educativa: Francisco Cabrera
Grupo de trabajo de Movimientos Sociales:
Ana Bickel, María Rosa Goldar
Grupo de trabajo de Economía Solidaria:
Celina Valadez
Grupo de juventudes: Nicolás Vargas,
Julio López
Grupo de trabajo de Educación y Paz:
Edgardo Alvarez, Iliana Malito

Presidentes Honorarios
Paulo Freire +
Carlos Núñez+
Orlando Fals Borda +
Raúl Leis +
Fernando Cardenal (Nicaragua)
Pedro Pontual (Brasil)
Nydia Gonzales (Cuba)
ÍNDICE

EDITORIAL

Edgardo Alvarez Puga. Chile 5

DEBATES DE FONDO

La Investigación Acción Participativa: Entre las ciencias sociales y 11


la educación popular
Alfonso Torres Carrillo. Colombia

Formar sujetos pertinentes de acción y de estudio. La educación popular 21


en la formación de los profesionales
Alfredo Manuel Ghiso Cotos. Colombia

De la Investigación participativa fundacional a la Investigación–Acción 29


Participativa Pro–común. Ensayo memorial desde la historia de la
educación popular latinoamericana y las redes del CEAAL
Jorge Osorio Vargas. Chile

Conexiones necesarias: la educación popular en la universidad 35


Danilo R. Streck, Carolina Schenatto da Rosa. Brasil

El ingreso de la educación popular a la universidad 44


Miryam Zúñiga Escobar. Colombia

PRODUCIR CONOCIMIENTO TRANSFORMADOR

Producir conocimientos desde las prácticas de acción social 55


de las universidades. Sistematización de experiencias de Extensión
universitaria en Costa Rica 2013–2014
Oscar Jara Holliday. Costa Rica

Investigación, docencia y militancia en educación popular. Aportes 70


a partir del recorrido del GEMSEP en Argentina
Paola Rubinsztain, Shirly Said y Fernando Atratta. Argentina

APUESTAS FORMATIVAS

La multiversidad franciscana de América Latina. Maestría 79
de Educación popular (1991–2015)
Pilar Ubilla y Blanca Acosta. Uruguay
Romper, romper, romper: subvertir el orden de lo educativo. La experiencia 84
de los posgrados de la Universidad Campesina Indígena en red
Benjamín Berlanga Gallardo. México

Apostando por la formación de educadores populares. La experiencia 93


del Diplomado de educación popular. CEAAL y Universidad Antonio Ruiz
de Montoya
Nélida Céspedes Rossel. Perú

Maestría en educación con énfasis en educación popular y desarrollo 104


comunitario
Jorge Rojas Valencia. Colombia

La importancia de pensar la recreación desde la educación popular 116


Guillermina Mesa Cobo. Colombia

Una especialización para romper imaginarios. Educación popular 125


en una institución docente formal
Equipo de Especialización del Sagrado Corazón. Argentina
Editorial

El reto de la acción política en la América Latina del Siglo XXI 3


4 La Piragua N° 41
¿ESTAREMOS ACERTANDO?

Edgardo Álvarez Puga


Programa Interdisciplinario de Investigaciones
en Educación (PIIE)


...Lanzar una nueva publicación, como diálogo con los desafíos del contexto que es
todo nacimiento, mezcla algo de alegría confrontado por las Ciencias Sociales latinoa-
con un poco de inseguridad. Se combina mericanas, en cuanto a su condición pedagó-
el entusiasmo por un anhelo que se conforma gica, epistemológica, ética y política. Ha sido
con esa preocupación ante el encuentro, no ocupación de un sinnúmero de educadores y
controlado, entre esa nueva criatura y las per- educadoras populares abordar la producción
sonas hacia las cuales se intenta llegar…”. y gestión del conocimiento como ejercicio de
¿Estaremos acertando?1 comprensión y transformación de los contex-
tos en los cuales nos situamos y desde ahí
Este párrafo, escrito hace 26 años, abría la explorar nuevas coordenadas y categorías de
editorial Nº 1 de La Piragua del segundo se- la educación popular para dar respuesta a las
mestre del año 1998, dedicada al tema “De- tensiones, conflictos y opresiones que viven
mocracia y Educación Popular”, da cuenta las sociedades latinoamericanas actualmen-
que el tiempo ha transcurrido con rapidez y te. Es pensar y recrear una educación popu-
el espíritu de aquellas palabras mantienen lar para el siglo XXI, una educación popular
la vitalidad que dan los tiempos agitados e en movimiento, con movimientos sociales,
intensos de América Latina y El Caribe, que y el CEAAL asimismo, concibiéndose como
nos invitan a una permanente acción reflexi- movimiento, en diálogo con otros saberes y
va que describe los sentidos que han sosteni- disciplinas.
do la reflexión y el conocimiento estos años.
La Piragua Nº 41 dedicada a “Educación Po-
Las reflexiones, análisis, prácticas, experien- pular, Ciencias Sociales y Universidad”, bus-
cias, que desarrollan los procesos de educa- ca adentrarse en un espacio que durante años
ción popular en América Latina y El Caribe, ha sido punto de debates, de lo que significa
mas allá de la singularidad desde la cual se la educación popular como pedagogía crítica
despliegan (educación de jóvenes y adultos, latinoamericana y su diálogo con las cien-
alfabetización, gestión territorial, etcétera), cias sociales y la academia. Con el choque
comparten una matriz político educativa la- de paradigmas al interior de las Universida-
tinoamericana, que la sitúa directamente en des, la estandarización de los aprendizajes,

1 La Piragua Nº 1. “Democracia y Educación Popular”. 2º Semestre 1998. Santiago de Chile.

Presentación 5
denominado “Debates a Fondo” y que aborda
la reflexión de Alfonso Torres (educador co-
lombiano) sobre la investigación acción par-
ticipativa y su articulación en el campo de
las ciencias sociales y la educación popular.
Luego, Alfredo Ghiso (educador colombia-
no) invita a dialogar en torno a la educación
popular en la formación de profesionales,
como sujetos pertinentes de estudio y acción
transformadora. El tercer artículo de este pri-
mer capítulo, es un aporte de Jorge Osorio
(educador chileno), quien desde un ensayo,
recupera la historia de la educación popu-
lar latinoamericana y configura el tránsito de
una investigación participativa fundacional
a la investigación acción participativa como
“ciencia pro–común”, para pensar, inves-
tigar y “educar para transformar”. Poste-
riormente, se presentan dos artículos acerca
de lo que significa el desarrollo de la educa-
ción popular en Universidades, a través de
la certificación de saberes, como ejemplos de Danilo Streck y Carolina Schenatto da Rosa
las tensiones que emanan de dicho enfrenta- (educadores/as brasileños) que establecen
miento, este número de la revista del CEAAL las conexiones necesarias de la educación
abre las conversaciones necesarias para com- popular en la Universidad plantea que, en
partir respuestas y aproximaciones desde la cuanto espacio académico, la universidad
diversidad de experiencias existentes. tiene el compromiso ético–político de gene-
rar conocimientos e instituir prácticas que se
Resulta interesante que los artículos presen- inserten en los movimientos de la sociedad
tados (más allá de la especificidad desde por justicia y vida digna y finalmente, Miryam
la cual hablan), recogen la tensión entre la Zúñiga (educadora colombiana) que presenta
epistemología de la educación popular con y describe lo que ha significado el ingreso
la epistemología universitaria, así como los de la educación popular a una Universidad
dilemas contemporáneos que nos plantea la pública de Colombia.
producción y gestión del conocimiento (co-
nocimiento como regulación o conocimiento Un segundo bloque de artículos, se concen-
como liberación), lo que permite ubicarlos tra en dos experiencias que se ubican en la
como aportes e incentivos para enriquecer producción de un conocimiento transforma-
los actuales debates que tienen las ciencias dor al interior de las Universidades. La pri-
sociales en la región. mera se denomina “Producir conocimiento
transformador desde las prácticas de acción
En este número de la Piragua, los contenidos social de las universidades” de Oscar Jara
se han organizado en trece artículos conside- (educador peruano y costarricense), quien
rando la diversidad de ámbitos y las temáti- presenta los alcances de un proceso de sis-
cas que abordan cada uno de ellos. En pri- tematización de experiencias de extensión
mer lugar, se presentan cinco artículos que universitaria en Costa Rica y los aprendizajes
permiten recuperar los debates y situarse para la producción de conocimientos desde
en el contexto y diálogo que ha sostenido la estos espacios. Complementa este bloque, el
Educación Popular en las Ciencias Sociales, artículo de Paola Rubinsztain, Shirly Said y

6 La Piragua N° 41
Fernando Atratta (educadores/as argentinos/ La organización de estos artículos es solo
as), quienes desde la investigación, la do- de referencia, cada uno de ellos dialoga e
cencia y la militancia en educación popular, interpela al otro, demandan una lectura en
presentan los acumulados y aprendizajes del movimiento y configuran una aproximación a
Grupo de trabajo GEMSEP en Argentina. la riqueza de los debates, reflexiones y prác-
ticas que transitan en la educación popular
Finalmente, la Revista cierra con un tercer al interior de las Universidades. Abordan las
bloque de artículos que han sido organizados reflexiones desde ocho países, quedando al
en torno a “Apuestas Formativas” que se de- margen un sinnúmero de otras que por efec-
sarrollan en algunas Universidades Latinoa- tos de edición, no están contempladas en
mericanas. Pilar Ubilla y Blanca Acosta (edu- este número. Conscientes de la existencia de
cadoras uruguayas), comparten el acumulado un sinfín de experiencias que existen en la
de la maestría de educación popular de la Región, este esfuerzo es el lanzamiento ini-
multiversidad franciscana de América Latina. cial para abrir un proceso de visibilización y
Posteriormente, Benjamín Berlanga (educa- revitalización de las relaciones entre la pe-
dor mexicano), presenta la experiencia de los dagogía latinoamericana en particular y las
postgrados de la Universidad Campesina Indí- ciencias sociales en general.
gena en red, Nélida Céspedes (educadora pe-
ruana) aborda la formación de educadores/as La Piragua Nº 41 es una ventana y aproxi-
populares/as a través del Diplomado de Edu- mación provocadora a seguir profundizando y
cación Popular. Los artículos siguientes dan enriqueciendo los diálogos al interior del mo-
cuenta de dos experiencias en una Universi- vimiento de la educación popular en América
dad colombiana, Jorge Rojas (educador co- latina y El Caribe y en convergencia con otras
lombiano) comparte la maestría en educación disciplinas y contextos. Por esta razón, no es
con énfasis en educación popular y desarrollo casualidad que este número de La Piragua sea
comunitario, y Guillermina Mesa (educadora presentado en el Congreso del Consejo Lati-
colombiana), sobre la necesidad de pensar la noamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)
recreación desde la educación popular. Al fi- a realizarse en Noviembre 2015 en la ciudad
nalizar, educadoras de Argentina, comparten de Medellín, Colombia y en el Congreso de
una experiencia de Educación Popular desti- la Asociación Latinoamericana de Sociología
nada a docentes de todos los niveles del sis- (ALAS) a realizarse en San José, Costa Rica,
tema educativo formal: abierta a educadores y en diciembre 2015. Escenarios adecuados
educadoras de sectores populares. Es una ca- para retomar la pregunta esbozada hace 26
rrera de Post–título con reconocimiento oficial años… ¿estaremos acertando?
y puntaje para la actividad docente.

Ir al Indice Presentación 7
Debates de fondo

El reto de la acción política en la América Latina del Siglo XXI 9


10 La Piragua N° 41
LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA:
ENTRE LAS CIENCIAS SOCIALES
Y LA EDUCACIÓN POPULAR

Alfonso Torres Carrillo

C
on motivo de la reciente realización del que buscaba caracterizar y comprender en
III Encuentro Internacional de Investiga- clave cultural las problemáticas más significa-
ción Acción Participativa en homenaje al tivas de una población, para a partir de ella,
investigador y educador popular Orlando Fals construir propuestas educativas pertinentes.
Borda, he decidido participar en este número La segunda, promovida por equipos de pro-
de la Revista La Piragua –de la cual fue uno de fesionales de las ciencias sociales compro-
sus gestores– con una reflexión sobre las con- metidos con las luchas sociales, planteaba la
vergencias y tensiones entre las ciencias socia- investigación concertada y colegiada con sus
les y la educación popular, en la producción de bases, de problemáticas pertinentes, cuyos
conocimiento articulada a prácticas de trans- resultados revertían en el fortalecimiento de
formación social, en particular la IAP (Investi- las organizaciones y sus acciones colectivas
gación Acción Participativa). Para ello, recurriré (Torres, 1996).
al proceso de emergencia y consolidación de
dicha modalidad investigativa, para luego hacer Sin demeritar el liderazgo de estos, vale la
un balance de los desafíos que plantea, tanto pena destacar, que ambas propuestas, surgen
para los estudios sociales como para la educa- en el contexto de trabajos colectivos El Mo-
ción popular. vimiento de Cultura de base y la Fundación
La Rosca, respectivamente, y en articulación
Confluencias y tensiones en sus orígenes a movimientos sociales y culturales en con-
textos concretos: el nordeste brasilero de los
Es ya un hecho reconocido que la investiga- años sesenta y el departamento de Córdoba en
ción participativa en América Latina surge Colombia a comienzos de la década siguiente;
desde dos vertientes, inicialmente separadas, en ambos casos, regiones rurales en conflicto
que luego confluyen: una pedagógica, asocia- con marcado protagonismo campesino. Estos
da al trabajo de Paulo Freire y otra sociológi- datos no son anecdóticos. Nos permiten con-
ca, vinculada a Orlando Fals Borda (Gajardo, firmar la historicidad, contextualismo y com-
1985). La primera, de la mano de la educa- promiso de estos enfoques críticos de inves-
ción popular, se autodenominó “investigación tigación y educación. No se puede pensar ni
temática” consistía en una indagación inter- hacer investigación participativa sin reconocer
disciplinaria, multi–profesional y comunitaria, la coyuntura, el contexto territorial, los actores

Alfonso Torres Carrillo. Educador popular e investigador social colombiano. Doctor en Estudios Latinoamericanos de la UNAM de Mé-
xico y magister en historia de la Universidad Nacional de Colombia. Sus campos de interés y producción intelectual son la educación
popular, los movimientos sociales y la investigación participativa, sobre los cuales ha publicado algunos libros y numerosos artículos
en revistas latinoamericanas.

Debates de fondo 11
sociales en movimiento y las opciones de fu- yas ideas darían origen a la corriente de edu-
turo en juego. cación popular.

Por otra parte, las dos propuestas surgieron En el caso de las “ciencias sociales para el
en oposición crítica al canon predominante desarrollo”, los Estados Unidos apoyaron di-
de educación e investigación social. Freire va rectamente o a través de Fundaciones priva-
a justificar su proyecto de educación libera- das, la creación de programas, departamentos
dora a partir del cuestionamiento a la edu- y facultades de Sociología. Fals Borda, que
cación institucional, la cual calificaba como había hecho sus estudios de maestría y doc-
“bancaria” por reproducir el orden opresivo torado en aquel país y en dicha disciplina, en
que prevalece en la sociedad. Fals Borda, por un primer momento confió en sus potenciales
su parte, en confluencia con otros científicos beneficios para modernizar el campo y las ciu-
sociales de la Región, criticaba el carácter dades y para promover el nivel de vida de los
colonialista de las ciencias sociales que se campesinos y pobres urbanos. Por ello, junto
había impuesto el proyecto desarrollista y bo- al joven sacerdote y sociólogo Camilo Torres
gaba por una sociología de la liberación (Fals Restrepo, participaron activamente en los pro-
Borda, 1970). gramas de reforma agraria, acción comunal, la
educación campesina y la alfabetización.
En efecto, desde la postguerra, los gobier-
nos de la mayoría de países latinoamericanos Pero muy pronto, los marcos teóricos fun-
habían acogido el programa desarrollista im- cionalistas y metodologías positivistas de su
puesto por los Estados Unidos, como vía úni- disciplina se quedaron cortos ante el horror
ca hacia el progreso. Por ello, implantaron una de la violencia, la creciente conflictividad
serie de reformas institucionales encaminadas social, la represión y el ascenso de ideas y
a implantar el capitalismo. Tal reformismo de- prácticas subversoras del orden social. Tal
sarrollista requería que todas las estructuras y como lo hacían otros investigadores sociales
organizaciones sociales se pusieran a su ser- del continente, reconocieron el carácter co-
vicio. Por ello, empezó a impulsarse una edu- lonial, funcional e ideológico de estas cien-
cación “para el desarrollo”, una comunicación cias sociales que se presentaban a sí mismas
“para el desarrollo” y unas ciencias sociales como universales, neutrales y objetivas; en la
“para el desarrollo”. Además, en el contexto medida en que se acercaron y comprometie-
de la guerra fría, estas iniciativas desarrollis- ron con las luchas sociales de la coyuntura,
tas asumieron un tinte abiertamente antico- fueron asumiendo posiciones más críticas y
munista, para contrarrestar la influencia de la consecuentes.
revolución cubana.
Esta radicalización también se dio en otras
Para el caso brasileño, la eficacia pedagógi- prácticas sociales y culturales, dando origen
ca del “método Paulo Freire” en el contexto a proyectos inéditos como la iglesia popu-
del gobierno progresista de Joao Goulart, ha- lar, la comunicación alternativa, el teatro del
bía llevado a que este invitara a Paulo Freire oprimido, la filosofía y la ética de la libera-
a dirigir una campaña masiva de alfabetiza- ción. Dichas prácticas, compartían su crítica
ción que permitiría que cientos de miles de al capitalismo y la convicción de que el pue-
brasileños aprendieran a leer su realidad para blo podía emanciparse a través de sus pro-
escribir su propia historia. Dicho proyecto pias organizaciones y luchas; este optimismo
quedó frustrado con el golpe militar de 1964 histórico era comprensible en el contexto de
que llevó a Freire al exilio a Chile, donde pudo ascenso de ideas y procesos revolucionarios a
sistematizar su experiencia educativa en los nivel mundial y continental de la década del
libros Educación como práctica de la libertad sesenta. No es casual que en 1970 se pu-
(1967) y Pedagogía del oprimido (1970), cu- blicaron simultáneamente los libros “Teología

12 La Piragua N° 41
de la liberación” de Gustavo Gutiérrez, “Pe- también emergente educación popular. Así,
dagogía de la liberación” de Paulo Freire y las preocupaciones se enfocaron en torno a
“Ciencia propia y colonialismo intelectual” de algunas cuestiones como las articulaciones
Orlando Fals Borda, lecturas imprescindibles entre acción y conocimiento y entre sujeto y
para comprender dicha coyuntura histórica e objeto de conocimiento, la relación entre in-
intelectual. vestigadores y sujetos populares y la confluen-
cia de saberes académicos y populares, sobre
La IAP como enfoque crítico de producción el uso y creación de conceptos, sobre el papel
de conocimiento de la ciencia (Fals Borda, 1984).

Al definirse como una práctica investigativa Para responder a estas preocupaciones epis-
“al margen” de la institucionalidad académi- temológicas, acudieron principalmente a la
ca, la emergente Investigación Participativa tradición crítica representada en el marxis-
tuvo que ir construyendo sus bases episte- mo no ortodoxo (Luckas, Gramsci, Heller) y
mológicas y metodológicas, que afirmaran su a otros aportes epistemológicos (Feyeraben,
identidad como enfoque crítico. El punto de Kuhn). En consecuencia, las tensiones entre
partida para pensar estas cuestiones fueron teoría y práctica y entre sujeto y objeto de co-
las propias prácticas de transformación social nocimiento, fueron resueltas en clave “dialéc-
de las que formaban parte los investigadores: tica”, al reconocer en estas dimensiones su
“cómo combinar lo vivencial con lo racional en unidad contradictoria y por tanto, su imposible
estos procesos de cambio radical constituye la separación: el conocimiento social proviene de
esencia del problema que tenemos entre ma- la práctica y vuelve a ella para transformarla
nos”, se preguntaba Fals en 1977. (praxis), en la investigación social es insoste-
nible la premisa de exterioridad entre sujeto
Son estos desafíos intelectuales que les plan- y objeto, dado que este último es la sociedad
teaban su práctica colectiva y su experiencia que de antemano incluye a los investigadores;
de compromiso, los que llevan a Fals y a su estos, antes de abordar sus problemas de co-
equipo a elaborar sus propias reflexiones, po- nocimiento ya poseen ideas previas sobre los
nerse en diálogo con el marxismo y con la mismos. Así, frente a la “objetividad” de las

Debates de fondo 13
ciencias clásicas, se plantea el principio de la Finalmente, en esta construcción inicial de las
reflexividad crítica, siempre intersubjetiva. bases epistemológicas de la IAP, coincidió la
recreación que Fals Borda y Freire hicieron de
Si estas premisas son válidas para todo tipo la “filosofía de la praxis” esbozada por Anto-
de investigación social, la cuestión se com- nio Gramsci. Mientras el primero planteó la
plejiza cuando se trata de investigaciones necesidad de una “sociología de la praxis”, el
participativas, dado que se involucran como segundo nombró su propuesta educativa como
investigadores, quienes habitualmente son “pedagogía de la praxis”. En ambos casos, la
considerados “objetos de conocimiento”, y idea fuerza era que las actividades investigati-
por tanto, los investigadores también son va y educativa adquirían sentido en el contexto
“objeto de conocimiento” por parte de la de las prácticas de transformación social desde
gente; ambos actores investigativos, están opciones éticas y políticas emancipadoras.
previamente ubicados en la estructuras de
poder y asumen opciones políticas desde las Pese a la radicalidad de su compromiso libe-
cuales se colocan frente al ejercicio investi- rador, la IAP, se asumió desde un comienzo
gativo. Esta “novedad” trae consigo nuevas como no ortodoxa y opuesta a todo dogmatis-
preguntas acerca de la relación entre actores mo. Ello le posibilitó que, desde la década de
dentro de las prácticas investigativas y el lu- l970 hasta la actualidad, haya crecido en el
gar de sus respectivos saberes en la produc- diálogo con otras perspectivas críticas como
ción de nuevos conocimientos. el feminismo, el ambientalismo, las teorías
decoloniales, los estudios culturales y sub-
La respuesta a estas preguntas va a provenir alternos, y las cartografías de la subjetividad
de los planteamientos de Paulo Freire acer- (Guattari y Shoely Rolink). Esta pluralización
ca del diálogo, como interacción humana que de los modos de entender y hacer investi-
permite que quienes participen en él sean gación participativa, manteniendo su núcleo
más sujetos, como experiencia vital liberadora crítico y liberador, se ha expresado en los
y democrática, que contrarresta toda instru- múltiples encuentros, congresos y simposios
mentalización y reproducción de relaciones internacionales, siendo los más emblemáti-
opresivas. Fals en diversas ocasiones recono- cos los realizados en Cartagena en 1977 y
ció dicha influencia (1984, 2005), a la vez 1997.
que reclamó como propia la propuesta meto-
dológica del “diálogo de saberes”, según el En el nivel metodológico, la IAP también se
cual dentro de una investigación participativa, ha caracterizado por su afán de “aterrizar”
debía garantizarse la convergencia entre los sus principios epistemológicos en criterios,
saberes populares y los académicos, sin su- estrategias y técnicas para posibilitar la cons-
bordinarse uno al otro. trucción colegiada, dialógica y creativa de
conocimientos pertinentes. A partir de la re-
Este diálogo entre saberes, siempre insertos flexión y conceptualización permanente sobre
en matrices culturales más amplias, también su práctica investigativa, Fals Borda (1979 y
proporciona la clave frente a la cuestión del 1998) resumió los rasgos de la IAP a través
uso de conceptos en la investigación partici- de los siguientes principios y criterios meto-
pativa. No se trata de “aplicar” teorías sur- dológicos:
gidas para dar respuesta a otras realidades,
sino de generar categorías apropiadas a la 1. Autenticidad y compromiso, del investiga-
comprensión de las realidades de estudio, dor social con respecto al mundo popular.
basadas tanto en el aporte del conocimien- 2. Anti–dogmatismo, frente a toda rigidez en
to especializado como en el de la sabiduría su puesta en práctica.
popular y la imaginación creadora de los in- 3. Restitución o devolución sistemática, para
vestigadores. que partiendo de los niveles de conciencia

14 La Piragua N° 41
y el lenguaje de la gente, avanzar en la tanto formales (cursos, talleres) como in-
apropiación de conocimiento crítico. formales (conversación cotidiana, consejo
4. Sencillez y diferencial de comunicación, práctico).
respetando el nivel político y educativo de 8. Postula la conjugación de teoría y práctica,
la gente. es decir, una praxis social donde los apor-
5. Auto investigación y control colectivo del tes teóricos se vuelquen hacia la práctica
proceso. de cambio individual y social.
6. Técnicas sencillas de recolección y análisis 9. Promueve el diálogo entre los participan-
de información. tes de la investigación, sea como dinámica
7. Diálogo y comunicación simétrica. interpersonal, como interacción de sabe-
8. Recuperación histórica, asumida como res o como diálogo intercultural.
técnica para reconocer y visibilizar la vi- 10. Fomenta la creación y fortalecimiento de
sión el pasado por parte de los sectores grupos y organizaciones críticas y autóno-
populares. mas, con capacidad de acción.
9. Sabiduría y buen juicio a lo largo de la ex- 11. Asume de modo abierto y flexible, los
periencia. diseños de investigación; así mismo em-
plea creativamente diversas estrategias,
En la misma dirección, otros momentos, he- técnicas e instrumentos.
mos tratado de identificar algunos rasgos ca- 12. Busca democratizar la producción, circu-
racterísticos de la investigación participativa lación y apropiación de los conocimientos,
(Torres, 1995; 2014): para beneficiar de manera directa e inme-
diata a las comunidades involucradas.
1. Cuestiona la concepción positivista de in- 13. Se lleva a cabo desde una lógica desde
vestigación, en particular a sus nociones adentro y desde abajo, mediante la par-
de verdad, objetividad, neutralidad, verifi- ticipación decisoria de quienes sufren los
cabilidad y predictibilidad. problemas de estudio.
2. Critica la supuesta neutralidad política de 14. Se asume como una práctica reflexiva,
la investigación social institucionalizada, que convierte en objeto de vigilancia críti-
pues reproduce las relaciones de domina- ca cada una de las decisiones y operacio-
ción establecidas. nes investigativas.
3. Centra su objeto de conocimiento y
finalidad en la práctica; parten de ella y Actualidad de la investigación participativa
vuelven a ella para cambiarla. Su fin no es
verificar hipótesis sino dinamizar procesos. Podría pensarse que con los cambios intelectua-
4. Procura ubicar el análisis de los problemas les y sociopolíticos que han acontecido en las
en el contexto histórico y social en el que dos últimas décadas, dicho enfoque investiga-
se ubican. tivo ha perdido vigencia. Nada más alejado de
5. Se propone una transformación de las la verdad: en la siguiente presentación quiero
condiciones y circunstancias que impiden demostrar como buena parte de las discusiones
la realización plena y autónoma de los su- más contemporáneas en el campo de la epis-
jetos sociales. temología, el pensamiento crítico, las ciencias
6. Promueve la participación activa y deciso- sociales y la investigación encuentran grandes
ria de los sujetos involucrados. confluencias con la Investigación Participativa1.
7. Se asume como un proceso de aprendizaje
continuo, dado que la investigación misma En primer lugar, existe consenso acerca de los
exige y proporciona espacios educativos, límites del paradigma occidental de la cien-

1 Me apoyo en apartes del artículo próximo a publicarse en la Revista Encuentro de saberes Nº 3, Buenos Aires.

Debates de fondo 15
cia clásica, dado que impiden comprender la cular sino en torno a la solución de problemas
realidad en su complejidad y construir o re- concretos; no se trata de conocimiento bási-
conocer otros mundos posibles (Wallerstein, co aplicado sino de conocimiento demandado
1996). Morin denomina dicha ciencia con- busca ser útil para alguien, sea la industria,
vencional como “paradigma de simplicidad”, el gobierno o grupos sociales específicos: ello
pues supone el orden en el universo (cosmos) implica una negociación continua con otros
y excluye el desorden; reduce el orden a una actores “no académicos”.
ley, a un principio y evita la contradicción, el
azar; expulsa la subjetividad del conocimiento, Esta conexión entre conocimiento y acción es
y desprecia otros saberes sociales, al privile- una de las características de la Investigación
giar la racionalidad analítica instrumental. Participativa, en la medida en que reconoce
el interés práctico de todo conocimiento y la
Frente a esta “ciencia indolente”, Santos plantea necesaria proyección social del conocimiento
que es necesario reinventar las ciencias porque en función de las demandas y problemas de
hoy son parte del problema, pero pueden ser los amplios sectores sociales marginados del
parte de la solución. “Es decir, no es un pro- poder (Fals Borda, 1984).
blema de las ciencias sociales, sino de la racio-
nalidad que subyace en ellas.” (Santos, 2003: Transdisciplinariedad
20). Frente a esa racionalidad la denomina “in-
solente”, dado que reduce el campo de realidad El modo 2 es algo más que el trabajo colabo-
a lo dado, a lo existente, Santos propone una rativo de especialistas en torno a la solución
epistemología de las emergencias que visibilice de problemas específicos; la investigación
lo silenciado por la ciencia hegemónica. en contexto requiera construir consensos es-
pecíficos en torno a sus presupuestos con-
Por otra parte, el libro “La nueva producción ceptuales, sus prácticas metodológicas y sus
de conocimiento”, resultado de un trabajo implicaciones extra–cognitivas. La transdis-
conjunto de seis científicos destacados pro- ciplinariedad, implica una verdadera creati-
venientes de varios países, da cuenta de la vidad, pues articula teorías, métodos y pro-
política del conocimiento científico en su más cedimientos provenientes de las disciplinas
amplio contexto dentro de las sociedades con- pero en función de la especificidad de los
temporáneas. Constata que estamos asistien- problemas a resolver. Ello implica trabajo en
do a cambios fundamentales en la producción equipo, permanente diálogo y sensibilidad al
del conocimiento científico, social y cultural. contexto; la comunicación de sus resultados
El nuevo modo de producción de conocimien- no está dirigida tanto a las comunidades dis-
to (llamado por ellos Modo 2) está sustituyen- ciplinares sino hacia las poblaciones que se
do o reformando las instituciones, disciplinas, beneficiarán con ellos.
prácticas y políticas académicas establecidas
del llamado Modo 1. La Investigación Participativa desde sus
inicios proclamó la necesaria complemen-
A continuación, sintetizo los rasgos del emer- tariedad entre el conocimiento de expertos,
gente Modo 2 de conocimiento, presentando generalmente provenientes de las ciencias y
como la tradición investigativa crítica ya lo ha- profesiones, y el saber popular; pero tam-
bía venido incorporando: bién entre el pensamiento y el sentimiento,
entre la lógica analítica y la lógica emocio-
El conocimiento es producido en contextos nal, entre pensamiento analítico y pensa-
dinámicos de aplicación miento narrativo. La propuesta del diálogo
de saberes, más que complementariedad
No se trata tanto de la definición de problemas entre disciplinas, implica una confluencia
dentro de la lógica de las disciplinas en parti- de lógicas, concepciones, estrategias y pro-

16 La Piragua N° 41
cedimientos para comprender y superar pro- barrio, la vereda, la fábrica y las organizacio-
blemas concretos. nes sociales.

Heterogeneidad y diversidad organizativa Responsabilidad y reflexividad social

Los retos del conocimiento 2 no provienen tan- La creciente sensibilización de la opinión pú-
to del balance crítico del saber acumulado por blica y la demanda en torno a temas relaciona-
una disciplina sino de problemas desafiantes, dos con el medio ambiente, la pauperización,
muchas veces azarosos. En consecuencia, se las discriminaciones raciales y sexuales, etcé-
caracteriza por la pluralidad de lugares en los tera, ha estimulado el crecimiento de la pro-
que se puede generar conocimiento más allá ducción de conocimiento en el modo 2. Los
de las Universidades, tales como centros de científicos sociales trabajan junto a los cien-
consultoría, laboratorios empresariales, insti- tíficos naturales, los ingenieros y abogados
tuciones de gobierno, organizaciones sociales. porque así lo exige la naturaleza de los nuevos
Ello exige una flexibilidad en los modos de or- problemas. Ello aumenta la sensibilidad de to-
ganización y en sus formas de trabajo: grupos dos los participantes y los hace más reflexivos
menos institucionalizados, equipos y redes y comprometidos con las implicaciones éticas
temporales, roles y distribución de responsa- y políticas de su trabajo.
bilidades menos rígidas.
Esta relación entre conocimiento y compromi-
La IAP se presentó a sí misma como una cien- so ha sido un rasgo central de los enfoques
cia modesta, hecha por intelectuales y gente participativos. La pretendida neutralidad de la
del común no dentro ni para las universidades ciencia proclamada por el positivismo ha sido
y academias sino en función del empodera- cuestionada desde las ciencias crítico socia-
miento y emancipación de los sectores sub- les. Los investigadores participativos han in-
alternos; por ello, se propuso la utilización de sistido en la necesidad de asumir posiciones
estrategias y técnicas flexibles y sencillas, así críticas con estos usos opresivos del conoci-
como de la valoración de los diversos lugares miento y de reorientarlo hacia fines más al-
sociales en la producción de conocimiento: el truistas y emancipadores.

Debates de fondo 17
Pese a la resistencia que generó en el mundo de borde (Torres, 2008) para caracterizar a la
académico institucionalizado, la investigación labor de investigadores participativos. Investi-
participativa ha conquistado territorios en algu- gar desde el margen, lo hemos entendido como
nas universidades, en particular en programas un posicionamiento y una práctica de produc-
profesionales “plebeyos” como trabajo social, ción de conocimiento social, llevada a cabo por
sicología social, pedagogía social y educación sujetos (individuales, colectivos) que provinien-
comunitaria (Torres, 2006) y en las áreas de do o no de las ciencias sociales, las transgre-
extensión y en las prácticas de proyección so- den. En este sentido, lo marginal no es estar
cial. Por otro lado, ha continuado siendo un por fuera, sino en el umbral, en las fronteras:
referente paradigmático en otras prácticas de entre el adentro y el afuera, entre lo instituido
acción e investigación social, tales como la y lo instituyente, entre lo conocido y lo inédito,
educación popular, la formación de dirigentes entre lo determinado y lo indeterminado.
sociales, la animación sociocultural, la siste-
matización de experiencias y la reconstrucción Lo marginal abre nuevas posibilidades para
colectiva de la memoria. pensar, para imaginar, para construir nuevas
realidades. Por otro lado, lo marginal, lo li-
Destacamos un movimiento interesante en minal, asumido no tanto como postura epis-
cuanto a los actores de la IAP; de la centra- témica sino como posicionamiento ético y
lidad de los investigadores “comprometidos” político, permite ver, decir y hacer lo que no
en sus iniciativas y orientaciones estratégicas, es visible o factible desde el centro de las
se ha venido pasando a un protagonismo de instituciones de conocimiento y poder. Así
las organizaciones y movimientos sociales que como los “marginales”, ponen en evidencia
se convierten en intencionales espacios de los límites y las arbitrariedades del orden so-
producción de conocimiento, en los cuales los cial, la investigación liminal hace visible el
investigadores especializados pasan a ocupar agotamiento de las disciplinas sociales y de
un lugar como acompañantes. los epistemes institucionales para abordar y
encauzar ciertas realidades constituyentes
En el III Simposio Internacional de Investiga- (Torres, 2004: 66).
ción Acción Participativa, realizado en Bogotá
en el pasado mes de junio de 2015, se con- Podemos afirmar que la IAP corresponde a lo
firmaron varios de los rasgos constitutivos de que algunos autores han llamado “perspecti-
este enfoque investigativo expuestos previa- vas de borde” y otros “razonamientos de um-
mente, tales como su distancia crítica frente bral” para referirse a formas de conocimiento
a la academia más tradicional e institucionali- social que resultan de búsquedas en espa-
zada; la IAP como perspectiva y apuesta vital, cios diferentes y con modalidades distintas.
más que como herramienta metodológica; su Para Emma León (1995: 56) estas formas
estrecha relación con los movimientos socia- de razonamiento conducen a dos aspectos
les (el campesino en Colombia de los 70, el considerados cruciales: “Por un lado, encon-
popular y juvenil en la Argentina actual); su trar nuevas facetas a los contenidos produ-
carácter político no partidista, como construc- cidos y acumulados en esferas particulares
ción de poder popular desde abajo y desde el del conocimiento, lo que implica ubicar tales
Sur, como estrategia de visibilización de los contenidos más allá de los márgenes decan-
invisibles, para que digan su palabra, escriban tados por las teorías establecidas; por otro
su historia, como utopía realista; como diálo- lado, y en relación estrecha con lo anterior, el
go entre diferentes, por tanto, impredecible y operar fuera de estos márgenes les permite
abierto, reflexivo y amoroso. enfrentarse con la necesidad de abordar nue-
vas realidades, y construir conocimientos que
Para terminar, quiero retomar algunas ideas respondan a ámbitos de sentido diferentes a
acerca de la que he denominado investigación los ya definidos”.

18 La Piragua N° 41
Por último, la emergencia de estas De manera que la empresa que se ini-
modalidades investigativas también tiene que cia es libertaria. Hacer escuela es fácil
ver con la existencia de sujetos individuales y aburrido; es mucho más fecundo es-
y colectivos que las agencien ¿Quiénes son? forzarse por echar una mirada libre, a la
Por un lado, intelectuales provenientes de vez insolente, ingenua, incluso trivial, en
la institucionalidad de las ciencias sociales, todo caso desagradable, pero que abre
quienes por sus opciones políticas o temáticas brechas y permite fuertes intercambios
mantienen vínculos orgánicos con realidades que los mercaderes y burócratas ni si-
extraacadémicas. Asumir opciones políticas, quiera imaginan. Así pues, insolencia
éticas y epistémicos disidentes, alternativas de pensamiento… Al trastornar el orden
o de transformación social, plantea al trabajo establecido de las cosas y las personas,
intelectual la necesidad no solo de enfrentarse el nomadismo se vuelve expresión de
a exterioridades prácticas más allá de la un sueño inmemorial que el embruteci-
academia, sino a cuestionar las propias reglas miento de lo instituido, el cinismo eco-
de juego de la institucionalidad científica. Es nómico, la reificación social o el con-
lo que plantea Michel Maffesoli (1993: 29) formismo intelectual no llegan jamás a
con su metáfora de nomadismo intelectual y ocultar totalmente.
desde el cual podemos definir a investigadores
como Fals Borda:

Debates de fondo 19
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20 La Piragua N° 41 Ir al Indice
FORMAR SUJETOS PERTINENTES
DE ACCIÓN Y DE ESTUDIO
La educación popular en la formación de profesionales

Alfredo Manuel Ghiso Cotos

Resumen y acción, capaces de fundamentar y crear un


paradigma alterno que lograse detener los ritos
El texto da cuenta de la práctica educativa po- y prácticas autodestructivas de los sistemas ex-
pular en la universidad; se muestra como esta plotadores dominantes.
se levanta frente a un sistema de formación
universitaria tecnocrática, signada por para- Hoy, los profesionales, técnicos o expertos,
metrizaciones y estándares homogeneizantes. para distinguirlos de la gente del común, de
Parámetros que llevan a inhabilitar a los pro- los artesanos y de los políticos, son los que
fesionales en formación, como sujetos perti- producen explicaciones, prospecciones so-
nentes de estudio y acción transformadora. El cioeconómicas y, además, fundamentan las
texto invita a nuevas prácticas y experiencias decisiones técnico–oficiales con respecto a las
emancipadoras que permitan vivenciar ética,
afectiva y culturalmente un quehacer y pensar
profesional que facilite reconocer y entender
qué otro modo de vivir humana y dignamente
es posible.

Palabras Claves

Desubjetivación, dispositivos pedagógicos, do-


cencia universitaria, educador popular.

El contexto de la experiencia

O
rlando Fals Borda, sociólogo creador de
la Investigación Acción Participativa y
educador popular colombiano y fundador
del CEAAL, en 1997, alertaba sobre la necesi-
dad de formar sujetos pertinentes de estudio

Alfredo Manuel Ghiso Cotos. Educador popular argentino, residente en Colombia, Docente, investigador Universitario emérito, Miembro
del Laboratorio Universitario de Estudios Sociales. Docente de los seminarios de Pedagogía Social Contemporánea y Perspectiva pe-
dagógica de lo psicosocial, Investigación social cualitativa (Escuela de Postgrados de la Fundación Universitaria Luís Amigó). Docente
a cargo del seminario de Autor e IAP, en varios postgrados. Docente emérito en los cursos de Investigación social y Pedagogía social,
Universidad de Antioquia, Medellín. Fue coordinador latinoamericano de la red de alfabetización del CEAAL. Colaborador emérito del
Programa de Sistematización CEAAL y autor de artículos, capítulos y compilador de libros. Correo electrónico: amghiso@gmail.com

Debates de fondo 21
necesidades humanas. Son ellos los que, des- dos, se suman a los poderes establecidos.
de su rol, que no es neutral –aunque por for- Ellos son seleccionados como expertos, “tec-
mación se consideren neutrales– prescriben las nócratas neutrales y objetivos”, porque no son
recetas oficiales, amparados en la legislación sujetos con opciones políticas alternas.
vigente. Es por medio del decidir informado del
profesional que se aplican la ciencia y la técni- Los profesionales, por medio de los múltiples
ca reguladora en la vida cotidiana; transfirien- dispositivos de formación, son despojados del
do explicaciones, valoraciones y formas de res- pensamiento epistémico, de iniciativas políti-
ponder hegemónicas a las demandas y asuntos cas “otras” y de criticidad; siendo sistemáti-
de la gente del pueblo; incidiendo, desde los camente enajenados de sus opciones éticas
medios de comunicación y las políticas públi- y de sus posturas políticas transformadoras.
cas en los modos de actuar y de entender las Así se convierten en instrumentos de control
realidades sociales. Los profesionales y técni- que los poderes usan para la tarea de restrin-
cos son los que instalan, acuerdan y establecen gir, debilitar e inhabilitar a otros, en especial
los modos y métodos –no neutrales– de hacer, al pueblo, para comprender la realidad social,
leer, nombrar, medir, controlar e informar sobre política, económica, cultural, ambiental, en la
la realidad intervenida. que están involucrados y decidir sobre ella.

Hoy, los y las profesionales en formación se Este es el problema que, educadores y edu-
vinculan a universidades, cada día más afines cadoras populares, enfrentamos cuando nos
a los intereses de la empresa privada, a las involucramos en procesos de formación uni-
transnacionales financieras y al estado neolibe- versitaria de profesionales. Otro desafío con
ral, por eso son instruidos en el pensamiento el que nos confrontamos todos los días es el
único, técnico, instrumental y de control, por de desencadenar, posibilitar, ambientar proce-
medio de dispositivos de formación que des- sos formativos capaces de liberar lo que ha
ubjetivan, porque enajenan y alienan el pen- sido capturado –enajenado, alienado–, nega-
sar, expresar, sentir y hacer de las personas. do, silenciado, sometido. También, tenemos el
Esta despersonalización o “desubjetivación” reto de imaginar, crear e implementar proce-
está ligada a una red de elementos como: las sos educativos capaces de ir quebrando los
opciones ético/políticas, discursos, institucio- discursos y prácticas que se transmiten en la
nes, estructuras administrativas y académicas, universidad y que buscan inhabilitar las poten-
enunciados científicos colonialistas, proposicio- cias críticas y de acción transformadora de los
nes filosóficas y pedagógicas tecnocráticas y sujetos –a esto llamamos desubjetivación–.
eficientistas que configuran los múltiples dis-
positivos formativos inscritos en el juego del Fue por ello que, desde hace 30 años opta-
poder hegemónico, juego ligado siempre a los mos por construir dispositivos educativos uni-
límites y propiedades que se le atribuyen al sa- versitarios configurados desde la opción de la
ber, al conocimiento y a la tecnología. educación popular, que tuvieran la capacidad
y la potencia de liberar, orientar, quebrar de-
En las propuestas de formación de profesiona- terminismos y de oponerse a fatalismos, para
les –entendidas como dispositivos pedagógi- conquistar o reconquistar las capacidades de
cos–, la transferencia de información y tecno- expresión, de convivencia, de goce a pesar de
logías se han convertido progresivamente en las incertidumbres y de resignificación y apro-
el medio principal para moldear profesionales piación de la cultura y la historia. Considera-
expertos, ideológicamente afines al sistema mos que todo ello aseguraba cambios y re-
imperante, capaces de dejar de lado la ética beldías emocionales y vigorizaba resistencias
humanista y planetaria; además de inhabilitar- activas y conversacionales, capaces de propi-
los para plantearse objetivos cívico/solidarios; ciar comportamientos solidarios –emancipa-
la mayoría de estos profesionales así forma- dores– recreados en discursos y prácticas.

22 La Piragua N° 41
La Educación popular resignifica los unos estilos de investigación y unos dispositi-
“dispositivos” formativos/investigativos vos formativos orientados a generar procesos
de subjetivación en los que se aprende a ser
Cuando abordamos desde la opción de la edu- dóciles, sometidos, acríticos, simplificadores,
cación popular la formación de profesionales, escindidos, disciplinados, entre muchas otras
tenemos que reconocer de una manera crítica cosas1.
lo que está a la base de las propuestas que
circulan y llegan a establecerse en las “ins- El primer tipo lo denominamos conocimiento
tituciones de educación superior”. Se hace como regulación, que ve la ignorancia como
necesario identificar en los dispositivos forma- caos, incertidumbre, desorden, fluctuación.
tivos las epistemes que los fundan, cómo es La tarea investigativa se orienta a producir un
que conciben la ignorancia, de qué manera conocimiento que permita establecer leyes,
entienden el conocimiento y su papel, cuál es que reconozca y fundamente el orden, la re-
el tipo de investigación que lo genera y qué gulación, la mecánica. Es un modo de mirar
modelo formativo recoge determinados dispo- y entender la vida y la realidad mecánicamen-
sitivos educativos, que se expresan en un con- te, como si las personas, sus construcciones
junto de prácticas, regulaciones, mecanismos, y tensiones fuesen objetos. “Donde todos los
discursos, instituciones, medidas administra- procesos, sentimientos y pensamientos de
tivas, decisiones y leyes, entre otros. vida se transforman en cosas” (Freire, 1979:
81) reguladas y regulables. Sin duda, el estilo
Recreando los pasos de Boaventura de Sousa de investigación es el colonialista, positivista
Santos (2006) distinguimos, en este ejercicio y los dispositivos educativos creados para for-
reflexivo, tres tipos de epistemes que, partien- mar en esta modalidad investigativa, se ca-
do de una concepción de la ignorancia a supe- racterizan por alienar la ignorancia, la duda,
rar y del conocimiento a generar, establecen la pregunta y lo que se transmite es el orden

1 Invito a ver la película: La educación prohibida en: https://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc

Debates de fondo 23
construido por hombres selectos, dueños de Por último, distinguimos un tercer tipo, que
la verdad y del saber; portadores de la única denominamos “conocimiento como emanci-
verdad científica y de la seguridad y el control pación” donde el punto de partida del cono-
que desde ella se establece. cer es la realidad social, económica, cultural,
política, ambiental, caracterizada por el so-
Un segundo tipo de conocer lo denominamos metimiento, la exclusión, el silenciamiento,
conocimiento fenomenológico. En esta tradi- la invisibilización, la negación, la opresión, la
ción se ve al otro ya como persona en contexto, naturalización de la violencia, de la injusticia,
como individuo en relación, como portador de entre otras cosas. Es por ello, que el conoci-
significados, como habitante de un mundo que miento es crítico y no se encierra en modelos
narra develando los sinsentidos de la vida. El estrechos o simplificadores de la realidad. Con
conocimiento generado tiene que aportar sen- él se busca desbordar creativamente las regu-
tidos, interpretaciones, resignificaciones. Esto laciones presentes en las descripciones, expli-
estaría bien si al otro no solo se lo viese como caciones e interpretaciones de los problemas.
sujeto de narración, sino también como suje- Es un conocimiento que amplía la capacidad,
to de interpretación, de deconstrucción de sus la potencia de los sujetos que proyectan y lle-
percepciones, a partir de procesos de reflexivi- van a cabo acciones de cambio. Los estilos
dad dialógica. Lamentablemente, no es así; la de investigación que están asociados son la
interpretación, valoración y análisis queda en IAP, la sistematización de prácticas y expe-
manos del intelectual, él es quien tiene el po- riencias, la investigación dialógico/reflexiva. El
der del conocimiento, de las teorías seguras, dispositivo formativo busca potenciar, quebrar
desde donde se valora e interpreta. Los demás determinismos, oponerse a la naturalización
tienen la ilusión de otorgar sentido, resignifi- del sistema depredador imperante rechazan-
car o descubrir nuevos sentidos o sinsentidos, do las lógicas instrumentales y tecnocráticas,
en la interpretación que aún queda reservada propiciando ambientes, relaciones y compor-
al investigador. El dispositivo formativo sigue tamientos solidarios –emancipadores– re-
siendo bancario, en la medida en que forma en creados desde una opción ético/política dig-
modos regulados, parametrizados de narración nificadora y humanizante, que se expresa en
–expresión– y de interpretación. discursos y prácticas.

Tabla 1. Epistemes, dispositivos educativos y estilos de investigación

Dispositivo Estilo de
Episteme Ignorancia Conocimiento
educativo investigación
Conocimiento Caos Orden, regulación, Educación Autoritaria Investigación
regulador control, prescripción Bancaria colonialista positivista

Conocimiento Sin sentido De sentidos Educación Interactiva Investigación


fenomenológico compartidos a Bancaria colonialista
sentidos otorgados hermenéutica
Conocimiento Opresión, silencio, Desborde creativo, Educación popular, Investigación
emancipador ingenuidad, alternativa, Dialógica, sociocrítica Decolonial
naturalización capacidad, potencia, Investigación
acción de cambio, acción participativa,
solidaridad solidaria,
Sistematización.
Ghiso, A. 2015, recrea planteamientos de Santos B. (2006).

24 La Piragua N° 41
El asumir el tercer tipo de conocer y aplicarlo en
la práctica formativa universitaria y en los pro-
cesos investigativos ha implicado rupturas con:

• La inercia mental configurada en torno a la


existencia de una única episteme – pensa-
miento único– y a un solo modo instrumen-
tal, hegemónico de hacer ciencia.
• El paradigma normal de objetividad y
neutralidad; imposibles al asumir una
opción crítica que procura una inserción
experiencial, sentipensante y solidaria
–emancipadora–.
• La idea de la insignificancia del mundo de
la vida, del contexto, de los entornos y de
las prácticas sociales que en él se desarro-
llan. Esta ruptura permite el redescubrir la
pertinencia de los temas y de los sujetos de
estudio y acción, además de la legitimidad
social, de las prácticas investigativas y pro-
fesionales.
• Las lógicas explicativas mecanicistas, sim-
plificadoras, descontextualizadas y disyun-
tivas. Esta ruptura permite el tránsito a
comprensiones contextuadas, holísticas,
complejas y multicausales.
• Los determinismos y fatalismos, rebelándo-
se y resistiéndose a la naturalización de un
sistema violento, depredador, que atenta
contra la vida humana y del planeta.
• El objeto de estudio como algo dado, que política y pedagógica de la educación popular.
se presenta por fuera del actuar de los hu- La voz de los y las estudiantes, participantes en
manos y que aparece como parte de una la experiencia formativa, permitirá describirla y
máquina de predestinación. Esta ruptura descubrir los componentes fundantes.
permite proponer como alternativa episté-
mica, la construcción histórica, contextua- Una charla en Facebook, mayo del 2015:
da y no neutral del asunto a estudiar.
• Los “dispositivos” investigativos/formativos 22 de mayo a las 20:38· –Sí niña, sí...
que “desubjetivizan” buscando desarrollar la palabra no se regala... la palabra se
otros que faciliten y enriquezcan la reflexi- conquista... Investigación social I... ¿te
vidad y la configuración de sentidos autó- acordás?
nomos, pertinentes y solidarios.
22 de mayo a las 20:42· –Me acuerdo
Una experiencia de Educación Popular en la perfectamente... Fue mi propia conquista…
universidad Y gracias a esos encuentros hoy puedo
expresarme y saber que mi palabra tiene
Desde hace tres décadas he venido planteando un gran valor… Igual que la de cada
la formación en investigación social de estudian- persona a mi alrededor… Ahí el valor de la
tes de pre y postgrado desde la opción ética, escucha...

Debates de fondo 25
22 de mayo a las 20:46· Me alegra y nera que todos nos miremos y nos reconoz-
emociona saber eso... camos. Me gusta porque rompe el esquema
de sentarse, mirar y escuchar al profesor
22 de mayo a las 20:48· Gracias profe... A dando una cátedra que pocas veces te da
veces necesitamos quien nos recuerde que la oportunidad de cuestionar. Aquí tenemos
más allá de ser y estar para el mundo y un la oportunidad de conocernos a nosotros
sistema de producción… Hay un encuentro mismos y a los demás, de reflexionarnos y
con el otro que nos “hace” y nos construye enfrentarnos a una realidad.
como sujetos políticos y sociales… Un Me parece curioso que en la mayoría de

encuentro de diálogo, de reconocernos cursos “comparto” con compañeros, a los
y reconocer al otro... Y a partir de allí cuales ni siquiera me les sé el nombre y, en
posibilitar nuevos conocimientos y cursos como estos, es que nos preguntamos
experiencias en torno a la realidad que por el otro y construimos en conjunto…”.
vivimos... Gracias por posibilitarlo... Y “Más que un curso, es un espacio de

seguiré compartiendo con otros esa misma aprendizajes, que permite el intercambio
experiencia. y la retroalimentación de saberes, a partir
del encuentro con las y los otros. Ningún
La educación popular como opción pedagógi- conocimiento es verdad absoluta, simple-
ca se podría caracterizar desde la voz de las y mente se pone en discusión lo que cada
los estudiantes universitarios: uno y cada una ha aprendido a lo largo de
su formación, aportando al grupo diferen-
“Una experiencia, donde se le dio el sentido
 tes percepciones sobre la realidad social.
real a todo y donde partimos de mirarnos a Valoro mucho el hecho de que personas
nosotros mismos, para luego mirarnos con pertenecientes a diferentes programas de
los demás y en relación a la diversidad que la facultad puedan reunirse en un mismo
nos caracteriza…”. espacio, ojalá pudiera extenderse a toda la
“Una forma de aprendizaje con el Profe,
 universidad porque es necesario rescatar el
con los compañeros de curso”. sentido de lo humano en la formación pro-
“Es el momento mismo de encontrarse con
 fesional”.
las diferentes miradas de quienes nos ro- “Un espacio en el que uno se cuestiona su

dean, de los sentires, de las experiencias, proceso de formación, su manera de rela-
de los relatos”. cionarse con los otros, de construir conoci-
“Donde la palabra y el valor de la mis-
 miento frente a la realidad que vivimos y los
ma permitía un tejido de cada uno y cada problemas sociales que nos aquejan…”.
una....” “Este curso, ha sido de vital impor- “La verdad, es que tenía muchas expecta-

tancia para mi vida profesional y personal, tivas del curso, que me hacían sentir ate-
más porque he comprendido la importancia morizada, sin embargo se han ido dando
que tiene cada momento de la vida, en in- las cosas y creo que contigo no es tan te-
teracción con el otro…”. rrible como decían. He aprendido mucho
“En cada encuentro construía peldaños
 y los temas que trabajamos en clase han
académicos y de vínculos, donde nunca se sintonizado con mi experiencia de vida,
sintió competencia, al contrario eran esce- en el ejercicio de algunas actividades que
narios de construcción con el otro, de apo- realizo en el orden de lo social. Siento que
yo mutuo, de escucha…”. realmente he aprendido mucho y que he
“Lo que más me ha gustado ha sido que la
 podido entablar relaciones con lo que vivo
clase se tome en forma de círculo, de ma- cotidianamente”2.

2 Algunos testimonios fueron presentados en el artículo “La fugaz verdad de la experiencia” en: Polis, Revista de la Universidad Bo-
livariana, Volumen 9, Nº 25, 2010, pp. 137–163.

26 La Piragua N° 41
El dispositivo pedagógico creado desde la op- espacialidad–, que rompe con la unidireccio-
ción de la educación popular, para la forma- nalidad propia del autoritarismo. El encuentro
ción de estudiantes universitarios en el área es, también “conversación” –dar vueltas en
de la investigación y de la pedagogía social se torno a un tema con otros–.
caracterizó por constituirse como un aconte-
cimiento humano que los participantes deno- Es en el encuentro donde circula la palabra,
minaron “encuentro” y el encontrarse fue una donde surge la cotidianidad, el contexto, la
experiencia de la que pueden dar cuenta, por- realidad en la que vivimos que pone en duda
que no solo se encuentran con otros diversos, las verdades absolutas, que problematiza y
diferentes, sino que también lo hacen con el cuestiona los argumentos reguladores del
conocimiento y consigo mismos. pensamiento, los dogmatismos naturalizados
por los medios de comunicación. El encuen-
El encuentro es la mediación pedagógica, allí tro, la palabra recuperada permite nombrar e
se reconquista, recupera o se conquista la pa- interrogar las prácticas y discursos, con los
labra: palabra/pensamiento, palabra/partici- que operamos y comprendemos la realidad.
pación/democracia, palabra/confianza/solida- La pregunta mueve al diálogo que recupera,
ridad, palabra/libertad/autonomía/apropiación. deconstruye, contrasta, acuerda aquello que
El encuentro es condición de circularidad del operará como planteamiento, argumento o hi-
poder, el saber, la palabra –círculo como otra pótesis de investigación.

Debates de fondo 27
El diálogo visto desde el autoritarismo como y el buen vivir de las personas. La docencia
pérdida de tiempo, como proceso educativo universitaria, desde la educación popular, es
poco eficiente, es la clave de la apropiación docencia para la vida digna por ello se propo-
del conocimiento solidario–emancipador. En ne dinamizar múltiples y diversas conversacio-
el diálogo se afinan comprensiones, se preci- nes, además de abrirse a diferentes espacios
san términos, se cuestionan seguridades, se y momentos que faciliten el superar aquellos
ajustan planteamientos. En el diálogo se con- obstáculos, frustraciones y tristezas que nos
figura la experiencia de la construcción colec- afectan a todos. En estos espacios y momen-
tiva del conocimiento. tos la palabra que teje el encuentro entre per-
Los contenidos en un curso universitario son sonas aporta a la sanación y liberación, de
pasajeros, transitorios, reciclables, lo que dis- opresiones y las desesperanzas con las que el
tingue una práctica de educación popular en sistema sociopolítico y económico hegemóni-
la universidad de otra que no lo es: se visuali- co, hoy pretende someternos.
za y reconoce en el dispositivo pedagógico que
busca emancipar al sujeto en el encuentro con Necesitamos coraje e imaginación para con-
los otros, con la realidad, con el conocimiento vertirnos en seres humanos, profesionales
y consigo mismo. En el dispositivo formativo pertinentes de estudio y acción, constructores
construido desde la opción de la educación y defensores de un modelo de sociedad justa
popular operan mediaciones que se entrela- que nos dignifique. Constructores y defenso-
zan: la palabra, el diálogo, la circularidad, la res de una propuesta económico/político/am-
pregunta que problematiza y la construcción biental que nos reconcilie con el territorio, con
colectiva de descripciones, explicaciones, las víctimas de la guerra, con los excluidos en
comprensiones y de estrategias de acción. la historia y con la naturaleza. La educación
popular en la universidad ha venido respon-
Un educador popular en la universidad diendo, en este caso, a la formación de in-
vestigadores e investigadoras sociales críticas
Desde la experiencia reflexionada como docen- que con otros, esperamos, sean capaces de
te en educación superior, en las áreas de la abrir espacios para intervenir solidariamente,
pedagogía y la investigación social, pensamos en la definición del futuro.
que un educador popular en la universidad la-
tinoamericana hoy requiere tener opciones éti-
co/políticas, compromiso, rigor metodológico,
amorosidad, creatividad y la convicción de que Bibliografía
el cambio es posible para formar profesionales
de las ciencias sociales y humanas, como su- Freire, P. (1979): Pedagogía del oprimido. México:
jetos pertinentes de estudio, discurso y acción. Siglo XXI.

También hace falta conocer y tener un vínculo Ghiso, A. (2010): “La fugaz verdad de la experien-
crítico y desnaturalizador con la vida cotidiana cia” en: Polis, Revista de la Universidad Boliva-
que permita además de describir y explicar, riana, Volumen 9, Nº 25, 2010, pp. 137–163.
desarrollar acciones transformadoras, sopor-
tadas en capacidades de compromiso, imagi- Gutiérrez, F. & Prieto, D. (1999): La mediación pe-
nación y coraje, que unidos a la construcción dagógica. Buenos Aires: La crujía.
de un conocimiento y de una ciencia solidaria,
socialmente legítima, holística y crítica, sea Santos B. de Sousa (2006): Conocer desde el sur.
capaz de sortear las amenazas contra la vida Lima: UNMSM.

28 La Piragua N° 41 Ir al Indice
DE LA INVESTIGACIÓN PARTICIPATIVA
FUNDACIONAL A LA INVESTIGACIÓN–ACCIÓN
PARTICIPATIVA PRO–COMÚN
Ensayo memorial desde la historia de la educación popular
latinoamericana y las redes del CEAAL

Jorge Osorio Vargas

E
n 1980 en Ayacucho (Perú) y en 1982 de una profunda conexión que la IAP tuvo con
en Pátzcuaro (México), se celebraron los la educación popular. Paulo Freire había desde
I y II Seminarios Latinoamericanos de In- los años 70 en Brasil y Chile inaugurado un
vestigación Participativa (IAP) con la presencia ciclo de investigación socio–educativa asociada
de educadores e investigadores de nuestra re- a los proyectos de educación de los sectores
gión y de Europa, África y Asia. Contamos con populares a través de la “investigación temá-
las publicaciones que dan cuenta de las po- tica” y la indagación de los saberes culturales
nencias y experiencias que se presentaron en de las organizaciones de base con las cuales
tales ocasiones. Por la difusión continental de se implementaban los círculos culturales. En
las mismas podemos señalar que ambos even- Chile, la investigación “militante” de raíz frei-
tos constituyen hitos emblemáticos de la IAP reana había generado un movimiento de pro-
latinoamericana (<biblio>). Sin embargo, antes fesionales de la educación y del desarrollo so-
de tales eventos, la red de IAP del Consejo In- cial que contribuyó de manera significativa al
ternacional de Educación de Adultos (ICAE), conocimiento de los procesos políticos que se
reunida en la Conferencia Internacional de IAP generaron con las reformas agrarias y los pro-
realizada en Cartagena de Indias, en abril de gramas de promoción popular (Freire, 1998).
1977, había diseñado e imaginado un plan para En Colombia, contemporáneamente, Orlando
la creación del Consejo de Educación de Adul- Fals Borda consolidaba una escuela sociológi-
tos de América Latina y el Caribe (CEAAL), que ca donde la investigación participativa era un
tendría su primera sede en Santiago de Chi- componente principal de las luchas populares
le, como un proyecto de fortalecimiento de la y de la creación de movimientos de recupera-
producción de conocimientos asociados a las ción de la memoria y de los saberes cultura-
prácticas de educación popular1. Es notable les. En México y Centroamérica los proyectos
que la idea originaria que condujo la vida de educativos populares incluían a investigadores
los primeros años del CEAAL tuviera el sello y educadores en cuanto actores protagónicos

Jorge Osorio Vargas. Educador chileno. Licenciado en Historia. Estudios de post grado en Desarrollo y Derechos Humanos en el Institute
of Social Studies de La Haya. Docente en asignaturas de Políticas Educativas, Ciudadanía y Interculturalidad en la Escuela de Psicolo-
gía de la Universidad de Valparaíso, Chile. Ex Secretario General y Presidente del Consejo de Educación de Adultos de América Latina
(CEAAL). Actualmente miembro del Comité Directivo de la Revista La Piragua (CEAAL).

1 Participaban en la red de IAP del ICAE investigadores–educadores populares como Bud Hall (Canadá ), Rajesh Tandon (India),
Orlando Fals Borda (Colombia), Francisco Vio Grossi (Chile), Oscar Jara (Costa Rica), César Picón (Perú), Luis Rigall (Argentina),
Alfredo Prado ( Perú), Moema Viezzer (Brasil), entre otros–as (Hall, 2005).

Debates de fondo 29
en la creación de “saberes para la acción”, a en la práctica actual de la investigación aso-
través de lo que se llamó la “sistematización ciada a la educación popular y los movimien-
de experiencias educativas” (Jara, 2012). Un tos sociales:
referente fue Anton de Shutter desde el CRE-
FAL (de Shutter, 1983) y posteriormente todo 1. La configuración del campo de la IAP en
el equipo de la red de ALFORJA, en particular la educación popular y en los movimien-
Oscar Jara (Costa Rica), Carlos Núñez (México) tos sociales se fue cristalizando desde una
y Raúl Leis (Panamá). En Chile, el movimiento perspectiva de trabajo solidario global, con
de la educación popular concebía su trabajo de intercambio intelectual y de recursos cul-
base como una acción dialéctica orientada a la turales entre organizaciones de todos los
creación de una sociedad democrática desde continentes, con la pretensión de fortalecer
las prácticas de las organizaciones populares una manera “comprometida”, “política”,
y para ello se consideraba clave analizar colec- “sistemática” de concebir la investigación
tivamente los procesos de constitución de los social y educativa en cuanto movimiento
sujetos de la transformación y de sus proyectos cultural. Si bien muchos de sus protagonis-
locales, comunitarios, de derechos humanos. tas trabajaban en el mundo académico uni-
Instituciones como ECO; el CIDE, el PIIE y El versitario las luchas populares del entonces
Canelo de Nos tenían en sus líneas de trabajo “Tercer Mundo” dieron lugar a una apertu-
la formación en IAP y en “sistematización”. Re- ra a una investigación desarrollada desde y
ferentes de la IAP en Chile fueron Sergio Mar- con las organizaciones que construían pro-
tinic, Mario Garcés y Francisco Vio Grossi; en yectos liberacionistas. La “consistencia” de
Brasil Carlos Rodríguez Brandao y en Argentina la IAP estaba dada por su capacidad de
Luis Rigall2. elaborar nuevos marcos conceptuales para
De este ciclo fundacional de la IAP latinoame- comprender y animar la democratización
ricana deseo destacar los siguientes aspectos del conocimiento y la distribución social
y ofrecer referencias que nos permitan recu- del poder. Sería el maestro Orlando Fals
perar su memoria epistemológica y política y Borda quien mejor expresara esta necesi-
dialogar acerca del significado de sus aportes dad de asociar la actividad intelectual de
los investigadores sociales que trabajan en
los movimientos populares con un progra-
ma de transformación de su identidad, de
sus roles y de sus metodologías de investi-
gación. Lo “popular” significaba un campo
de generación de alternativas y de nuevos
modos de conocer la realidad compleja de
la sociedad “subalterna” y de sus potencia-
lidades en cuanto fuente de movimientos
políticamente transformadores. Fals habló
de una “ciencia popular” en cuanto un
nuevo paradigma no positivista, interpreta-
tivo, abierto a la sabiduría de los sectores
populares urbanos, campesinos, indígenas
y capaz de imaginar desde los colectivos
un “saber de participación” (Fals, 1970).
Es decir un “saber” que surgiera de la ac-

2 Una visión documentada del desarrollo histórico y conceptual de la IAP en América Latina en el contexto de las ciencias sociales
se encontrará en Torres (2009).

30 La Piragua N° 41
ción de los sujetos populares en cuanto mujeres, campesinos e indígenas, lo que
sujetos que hablan de “sí mismos”, desde tuvo en el mismo Fals su máxima expresión
su propio mundo y desde su propia “len- en La Historia Doble de la Costa (Fals,
gua”, desde donde “dialogan” “participan” 1981) y en los trabajos de Moema Viezzer
y “comparten” sus “saberes de vida” con (Viezzer, 2004).
los diseños y estrategias de cambio. Esta
dialéctica constituía el núcleo de la IAP y 2. La IAP fundacional asumió plenamente su
de sus metodologías dialógicas y participa- dimensión política. En un texto de 1980
tivas: se valoraba el mundo de la vida (de la (ponencia presentada en el Congreso de
vida cotidiana) en cuanto espacio pedagó- Ayacucho), Francisco Vio Grossi define el
gico crítico dado que en él se reproducían “ser dialéctico” de la IAP en cuatro pa-
violencias capilares (como las de género). sos: a) se investiga en razón de un obje-
En este sentido, la IAP se enriquece con tivo estratégico que ha emergido de las
las lecturas del marxismo cultural de Gram- comunidades; b) se estudian y analizan
sci y de la micro–política de Foucault (in- los obstáculos locales (estructuras pro-
troducido en la redes de educación popular ductivas, actores políticos, procesos cultu-
feminista). Para avanzar en esta perspecti- rales) para crear desde esas comunidades
va se abrió el campo de la IAP hacia la re- un diagnóstico de las “fuerzas propias” en
cuperación de las trayectorias culturales de lo micro y en lo macro; c) se elabora una
las organizaciones y movimientos populares estructura causal de los conflictos sociales
y también de las trayectorias biográficas, y culturales; d) se fortalecen los actores
dando lugar a procesos de investigación y de base para implementar proyectos loca-
recuperación de las memorias históricas y les. En este continuum, el papel del in-
de construcción de “historias de vida” de vestigador se manifiesta en las siguientes

Debates de fondo 31
32 La Piragua N° 41
tareas: a) generar un marco de análisis los movimientos sociales pero negándole
sujeto a transformaciones “dialécticas”; plena carta de pertenencia en la academia
b) crear condiciones de trabajo (meto- argumentando su “extrema politicidad”.
dológicas) donde el–la–investigador(a) y Fals Borda fue un protagonista principal
toda la comunidad investiga; c) sistema- de estas polémicas universitarias acerca
tizar las líneas de acción; d) generar con de la relación de la “investigación social
la comunidad actividades de socializa- institucionalizada” con la realidad de los
ción de las investigaciones; e) “testear” movimientos sociales (Fals, 1988). En el
la consistencia de la investigación con el Encuentro Mundial de la IAP; realizado
proyecto estratégico–político a través de en Cartagena de Indias en 1997, Fals lo-
procesos de sistematización y evaluación gró convocar a todas las redes globales
participativa; f) ampliar la influencia de la de la IAP inaugurándose un nuevo ciclo
IAP local hacia el contexto del movimien- paradigmático en la relación de esta con
to político nacional (Vio Grossi, 1988). los nuevos movimientos sociales y la ne-
En este proceso los criterios de “calidad” cesidad de asumir la crisis de la episte-
de la IAP eran: la participación activa de mología cartesiana–newtoniana, que aún
la comunidad, la creación de ambientes se despliega, y que este número de La
y metodologías que permitan que la co- Piragua pretende retratar en su actuali-
munidad se interrogue sobre sus proble- dad (Fals, 2008).
mas y plantee alternativas de cambio, la
sistematización y la evaluación del proce- Para finalizar, digamos que reconoce-
so de investigación, la socialización, en mos en este ciclo original de la IAP, en
el contexto del movimiento político am- el contexto de la educación popular y de
plio, de los resultados de la investigación. las primeras redes del CEAAL, desde la
Condición de realización de este proceso perspectiva que nos dan cuatro décadas
o tarea principal del investigador(a) o del de trabajo educativo y político, el princi-
educador(a) popular era, entonces, crear pio que la fundó, esto es: hacer “ciencia
las capacidades para que las comunida- social” desde los movimientos populares,
des se expresen, analicen su realidad, dotando a la IAP de un instrumental me-
produzcan sus argumentos, se asocien todológico sistemático para acrecentar las
a movimientos sociales y políticos más capacidades de los sujetos para asumir
amplios. Para ello, la IAP y la educación sus proyectos de vida, su protagonismo
popular produjo un set de metodologías político, sus procesos de liberación, la so-
que fueron siendo validadas en función lución de sus problemas sociales locales,
de “dar la palabra al pueblo”. Algunos, para construir organizaciones de resisten-
más recientemente, subrayarán este ca- cia y defensa de los derechos humanos y
rácter narrativo de la IAP y el “poder” de generar formas de gestión de bienes co-
la palabra o de la “palabra–saber”. El va- munes (no dejemos de recordar el uso de
ciamiento metodológico y deliberativo de la “IAP” para la creación de “capitales
los sistemas democráticos en la actuali- comunitarios” desde organismos multila-
dad hacen reconocer en el ciclo originario terales que asumieron lo “metodológico”
de la IAP su dimensión política en cuanto de la IAP y redujeron su “política” a las
una acción metódica de participación, de “comunidades de emprendimiento” y de
generación de “sentidos comunes”, de “autoayuda” para enfrentar los “ajustes
expresión de las culturas y sus lenguas. estructurales” neoliberales). Pero no solo
Prontamente, en los años 80 pasados, la hacemos este reconocimiento a la mane-
academia “progresista” tendió a recono- ra de ilustrar un hito fundacional de la
cer el “poder” de la IAP en cuanto moda- educación popular latinoamericana sino
lidad de trabajo político participativo en también queremos hacer perdurar este

Debates de fondo 33
núcleo epistémico–político releyéndo- Fals Borda, Orlando (1981 y ss.): La Historia Doble
lo en clave actual, para re–significar la de la Costa (4 volúmenes), Carlos Valencia Edito-
IAP y la educación popular en la segun- res, Bogotá, Colombia.
da década del siglo XXI: el/la educador/a
popular tiene en la IAP un marco y un Fals Borda (1988): El Nuevo Despertar de los Mo-
desafío epistemológico medular: llegar a vimientos Sociales, en Osorio, Jorge y Weinstein,
ser un sujeto crítico–reflexivo, “herme- Luis; La Fuerza del Arco Iris. Movimientos So-
neuta” de la acción educativa, cultural, ciales, Derechos Humanos y Nuevos Paradigmas
social a partir de una práctica continua Culturales, ISS, CEAAL, Santiago de Chile.
de elaboración de marcos de análisis,
de generación, distribución y diálogo de Fals Borda (2008): Orígenes universales y retos ac-
saberes, elaborando “lenguajes de trans- tuales de la IAP, Peripecias 110: http://www.pe-
formación” desde el mundo de la vida y ripecias.com/mundo/598FalsBordaOrigenesReto
desde la política, aprendiendo e investi- sIAP.html
gando con las comunidades, recuperan-
do viejos y nuevos saberes, produciendo Fals Borda, Orlando; Vio Grossi, Francisco; Gianot-
con esta mismas comunidades relatos y ten, Vera; Wit, Tom (1980): Investigación Parti-
narrativas que apunten a “lo común”, a cipativa y Praxis Rural, Mosca Azul, Lima–Perú.
lo solidario, a modos alternativos de pro-
ducir, de organizarse, de participar políti- Freire, Paulo Freire (1998): ¿Extensión o Comunica-
camente, de autogobernarse, de ejercer ción? La Concientización en el Medio Rural, Siglo
los poderes ciudadanos, a crear redes y XXI, México.
movimientos sociales que desde lo local
no tengan miedo a pensar “el mundo en- Hall, Budd (2005): In From the Cold? Reflections on
tero”. Esta es la “ciencia para la trans- Participatory Research 1970–205, Convergence
formación” que propuso el maestro Fals, 38 (1), pp. 5–24.
hoy diríamos la “ciencia pro–común”, que
en el contexto multimedial y “expandido” Jara, Oscar (2012): La Sistematización de Experien-
que vivimos no tiene escenarios únicos cias. Práctica y Teoría para Otros Mundos Posi-
y “reservados” para pensar, investigar y bles, CEP, San José de Costa Rica.
“educar para transformar”. Budd Hall le
ha llamado recientemente la “IAP ciuda- Torres, Alfonso (2009): Vigencia y Perspectivas de la
dana” y se está produciendo hoy mismo Investigación Participativa: ibliotecavirtual.clac-
en algunas universidades, en las comu- so.org.ar/ar/libros/colombia/dcsupn/practica.pdf
nidades, en los movimientos sociales, en
las redes, en las escuelas. Vejarano, Gilberto (1983): La Investigación Parti-
cipativa en América Latina. Antología, CREFAL,
Pátzcuaro, Michoacán, México.

Bibliografía Viezzer, Moema (2004): Si me permiten hablar. Tes-


timonio de Domitila una mujer de las minas de
De Shutter, Anton (1983): Investigación Participati- Bolivia, Siglo XXI, México.
va. Una Opción Metodológica para la Educación
de Adultos, CREFAL, Pátzcuaro, México. Vio Grossi, Francisco (1988): La Investigación Par-
ticipativa: Contexto Político y Organización Popu-
Fals Borda, Orlando (1970): Ciencia Popular, Causa lar, en: Osorio, Jorge y Weinstein, Luis; La Fuerza
Popular. Una Metodología del Conocimiento Cien- del Arco Iris. Movimientos Sociales, Derechos
tífico a través de la Acción, Ed. Nuestro Tiempo, Humanos y Nuevos Paradigmas Culturales, ISS,
México. CEAAL, Santiago de Chile.

34 La Piragua N° 41 Ir al Indice
CONEXIONES NECESARIAS:
LA EDUCACIÓN POPULAR
EN LA UNIVERSIDAD

Danilo R. Streck Carolina Schenatto


da Rosa

Resumen Introducción

H
El artículo aborda la práctica de la educación ace casi dos siglos, Simón Rodríguez,
popular en una Universidad jesuita en el sur conocido como el maestro de Simón
de Brasil. Se parte de la premisa que la rela- Bolívar, escribió: “Grandes proyectos
ción entre la Universidad y la educación po- de ¡Ilustración! al lado de una absoluta igno-
pular necesita ser reconstruida para que se rancia, contratarán siempre y nunca se aso-
superen las brechas sociales que caracterizan ciarán – juntos, hacen un monstruo social”
a la sociedad latinoamericana. Eso es parti- (2006:192). Si miramos el panorama actual
cularmente difícil cuando las universidades de la universidad en su relación con el pueblo,
se ven envueltas en una fuerte competición la frase de Rodríguez corresponde en buena
por reconocimiento nacional e internacional, medida a lo que hoy vivimos. Por lo menos en
siendo los criterios de evaluación originados algunos lugares y en algunas áreas de conoci-
por las demandas del mercado de trabajo y de miento, coexisten monstruosamente investiga-
consumo que incluye selectivamente. La pro- ciones de punta y prácticas sofisticadas con
puesta jesuita de acción social se da dentro trágicas realidades de un pueblo condenado a
de este contexto de tensiones. Como posibi- la ignorancia. No se trata de la ignorancia de
lidad de prácticas de educación popular, son quien no sabe, sino más bien de quien no es
destacadas particularmente dos experiencias, reconocido como sujeto que sabe, de quien
una de la década de 1980, un curso de es- fue mantenido en la punta de abajo en la es-
pecialización en Educación/Pastoral Popular y cala de la economía de la distribución de los
otra actual, la práctica de un grupo de inves- conocimientos.
tigación en la pos–graduación en educación.

Danilo R. Streck es profesor del Programa de Pos–Graduación en Educación de UNISINOS (Universidade do Vale do Rio dos Sinos–RS,
Brasil). Autor, entre otros, de Educação para um novo contrato social, Rousseau & Educação (Autêntica) José Martí & Educação
(Autêntica), es co–organizador del Dicionário Paulo Freire (Autêntica), organizador de Fontes da Pedagogia Latino–americana: Uma
Antologia (Autêntica); co–organizador de Educação Popular: Lugar de construção coletiva (Vozes) y editor del International Journal
of Action Research.

Carolina Schenatto da Rosa es graduada en Ciencias Sociales, integrante del grupo de investigación Mediações Pedagógicas e Ci-
dadania (Mediaciones Pedagógicas y Ciudadanía) y fue, entre los años de 2013–2015, becaria de iniciación científica del Prof.
Danilo R. Streck, vinculada al proyeto Participação Popular e Desenvolvimento: um estudo a partir dos processos político–pedagó-
gicos no orçamento participativo no Rio Grande do Sul (2011–2014) y al sub–proyecto Fontes do Pensamento Latino–Americano:
uma antologia.

Debates de fondo 35
Al mismo tiempo, en América Latina tenemos pueblo que no solo es excluido de la univer-
una tradición de lucha por la conquista de la sidad, sino también no es beneficiado con los
universidad popular, en la cual emergen los conocimientos allí reproducidos y producidos.
nombres de José Carlos Mariátegui y de José En este artículo buscamos comprender dónde
Martí. Para el primero, se trataba de un es- y cómo se dan algunas conexiones, considera-
pacio para elaborar y consolidar una cultura das no solo posibles sino también necesarias,
operaria, muy diferente de cualquier semejan- tomando como referencia la Universidad Vale
za con la actual extensión universitaria (Peri- do Rio dos Sinos (Unisinos), con sede en São
cás 2010:250). Ya Martí (2007), tenía como Leopoldo–RS, Brasil.
ideal la creación de una universidad para
nuestra América donde serían valorizados y Unisinos es una universidad mantenida por
producidos conocimientos que promoviesen la Compañía de Jesús, una Orden Religiosa
las culturas de los pueblos de esta parte de católica conocida por su presencia universal
América, una universidad que enseñase nues- en el campo de la educación: universidades,
tra historia (“de los incas para acá”) y formase colegios y, en algunos contextos, también
gobernantes capaces de dirigir los pueblos sin en la educación popular. Integra la Ausjal
una mentalidad europea. Para Martí, diferente (Asociación de Universidades Confiadas a la
de Sarmiento, no se trataba del choque en- Compañía de Jesús en América Latina) una
tre civilización y barbarie, sino más bien de la red interuniversitaria que articula 31 univer-
distancia entre una falsa erudición y la cultura sidades e instituciones de enseñanza superior
del pueblo. confiadas a la Compañía de Jesús en 14 paí-
ses de América Latina.
Por más distintas que sean las comprensiones
de universidad y de popular en Mariátegui y En términos de educación popular (EP), los
Martí, ambos expresan la intención de reco- jesuitas están presentes por su actuación en
nectar la universidad con las necesidades del el campo social, siendo hoy la Compañía res-

Universidade do Vale do Rio dos Sinos - UNISINOS/ Brasil

36 La Piragua N° 41
ponsable en América Latina y el Caribe de Esa tensión vivida en la universidad indica
44 Centros Sociales, en los cuales trabajan que no se puede asumir que la educación po-
1.933 personas, siendo 463 voluntarios y 81 pular1 se tornó una práctica hegemónica en
jesuitas (Unisinos 2012). Los conocidos CIAS la universidad. Ella existe como concepción
(Centros de Investigación y Acción Social) tie- orientadora en espacios de enseñanza, de
nen su actuación pautada por principios que investigación y de extensión. Seguidamente,
no solo coinciden con la educación popular, destacamos algunos momentos y espacios de
sino también fueron protagonistas en la con- su presencia en la universidad: a) en el curso
cepción de lo que en la segunda mitad del de especialización desarrollado en la década
siglo pasado llegó a ser conocido como educa- de 1980; b) de cómo la relacionamos en las
ción popular. actividades del Grupo de investigación Media-
ciones Pedagógicas y Ciudadanía2.
Cabe mencionar el principio enunciado en
1966 por el Padre Arrupe, una figura que se Educación Popular: enseñanza, investigación
tornó emblemática en la lucha por la demo- y extensión. Realimentando saberes
cracia en América Latina, y que hasta hoy
orienta la acción social de la Compañía: “A A menudo considerado como marginal y no
transformação da mentalidade e das estrutu- científico, los conocimientos y las culturas
ras sociais no sentido da justiça social, pre- populares por un largo tiempo fueron vistos
ferentemente no setor da promoção popular, por la academia como algo exótico, un objeto
com a finalidade de possibilitar uma maior distante a ser estudiado por y para la ciencia.
dedicação, participação e responsabilidade, En este sentido, Brandão (2002), al abordar
em todos os níveis da vida humana” (SJ– el no reconocimiento de la educación popular
CIAS 2010:23). en cuanto práctica pedagógica legítima, evi-
dencia el hecho de la misma al ser entendida
En la esfera de las instituciones de enseñan- como primitiva y ya superada por el modelo
za superior, sin embargo, los parámetros de científico vigente. No obstante, en la segunda
actuación y de evaluación son regidos por re- mitad del siglo pasado, entre las décadas del
glas que básicamente pautan la producción 50 y 60, en medio de la intensa discusión
académica. En un documento reciente, junto político–cultural que el país vivía y los cons-
con la citación de Ignacio Ellacuria de que “a tantes debates por una reformulación de la
universidade deve encarnar–se entre os po- educación, las distancias entre lo popular y lo
bres para ser ciência daqueles que não têm institucional comenzaron a disminuir.
ciência (...) daqueles que não contam com as
razões acadêmicas que legitimem a sua ver- En este periodo fueron creados el Movimiento
dade e sua razão” (Follmann 2015:67), está Popular de Cultura (MCP), el Movimiento de
la constatación del alto nivel de competición Educación de Base (MEB), el Centro Popular
en el mundo académico, siendo los rankings de Cultura (CPC) y diversos espacios, muchos
determinantes para obtener financiamien- de los cuales estaban ligados a la Iglesia Ca-
tos y reconocimiento del mundo académico. tólica, como la Juventud Universitaria Católica
De ahí la necesidad de hacerse la pregunta (JUC), destinados a discutir la politización y
“para qué” y “para quién” se investiga. (re)construcción de políticas educacionales y

1 Adoptamos la definición de Educación Popular (EP) formulada por Alfonso Torres Carrillo: “Por EP entendemos un conjunto de
prácticas sociales y elaboraciones discursivas en el ámbito de la educación cuya intencionalidad es contribuir a que los diversos
segmentos de las clases populares se constituyan en sujetos protagonistas de una transformación de la sociedad en función de sus
intereses.” (2007: 22).
2 Grupo de investigación creado en el año 2000 y coordinado por el Prof. Danilo Romeu Streck. Integra investigadores de distintas
universidades, involucrados con las temáticas de la participación y la educación popular.

Debates de fondo 37
de universidades que atendiesen las deman- la Universidade do Vale do Rio dos Sinos
das de las clases populares. El debate críti- – Unisinos – periodo 84–88, tanto en los
co entre intelectuales orgánicos y populares, ejes de enseñanza, como en los de exten-
generó resultados y la EP se tornó política sión y en la investigación, como la primera
pública a través del programa Nacional de Al- área de incentivo al desarrollo e integración
fabetización (PNA), de Paulo Freire, y de la local/regional. En la extensión, dimensión
Comisión de Cultura Popular, instaurada por el donde es promovida una mayor integración
Decreto Ministerial Nº 195, de Junio de 1963. entre comunidad y universidad y donde se
Sin embargo, ambas propuestas duraron poco encuentran los CIAS, las políticas de ac-
tiempo. El PNA es creado en Enero de 1964 ción del Programa de Institucionalización de
y extinguido en Abril del mismo año, junta- la Extensión Universitaria buscaban, entre
mente con la Comisión de Cultura Popular. otros objetivos, “[...] servir às propostas de
Apenas nació, la política de educación popular desenvolvimento e de solução de problemas
llegó a su fin debido al Golpe Militar, que tuvo formulados pela própria comunidade [e] re-
educadores populares y agentes de la cultura alimentar o ensino e a pesquisa, através da
como uno de los primeros blancos. Aunque su interação com a realidade da comunidade”.
“vida institucional” fue corta, en este periodo (Unisinos 1984:60).
“a Educação Popular se estrutura como uma
sistematização teórica do saber”. (Vasconce- Como una de las acciones efectivas para la in-
los 2011:16). tegración entre la enseñanza, la investigación
y la comunidad, que a través de la participa-
Veinte años más tarde, la Educación Popular ción en la formulación de diagnósticos y solu-
y su validación teórico–científica aparecen ción de problemas pasó a ser parte del univer-
en el Plano Prospectivo y de Desarrollo de so académico, se creó, en 1985, el curso de

Movimiento de la Cultura Popular (MCP), 1962. Recife/Brasil

38 La Piragua N° 41
Propuesta de Especialización en Educación Popular presentada a la Junta de Educación e Investigación de la Unisinos, 1985.

Pos–Graduación en Educación Popular. Ya en en Brasil y la educación popular; análisis de


la carta de presentación de la propuesta del las teorías sobre la ideología y sus impactos
curso, las relaciones entre las iglesias cristia- en la formación del pensamiento latinoame-
nas, los principios y objetivos de la universi- ricano y brasilero; procesos de formación de
dad y el interés académico por metodologías la cultura popular y cultura burguesa; meto-
de participación popular son explicitados; y dologías participativas para la enseñanza y
a partir de estas, es trazada una propuesta la investigación, entre otros. Esos estudios,
de enseñanza que adapta la realidad local y más allá de colaborar para el sustento teóri-
regional a la metodología de educación y de co de los alumnos y alumnas matriculados,
enseñanza popular. contribuyeron de forma práctica para la tras-
formación de las realidades en las cuales se
A partir de la programación curricular del encontraban insertos. Ese movimiento puede
curso, presente en la parte posterior de su ser percibido en las monografías presentadas
certificado, es posible percibir como, en el al final del curso.
curso de las disciplinas, las dimensiones de
lo teórico y de lo empírico se relacionan para La pluralidad de temáticas abordadas, que
el estudio de la realidad brasilera y latinoa- va desde el éxodo y permanencia rural, hasta
mericana, con base en temas como: expe- las contribuciones del folclore para la educa-
riencias de liberación de los pueblos latinoa- ción popular, convergen en dos aspectos: la
mericanos; relación entre los movimientos relación de militancia y compromiso de los in-
populares presentes en Río Grande del Sur y vestigadores con/como sujetos en los contex-

Debates de fondo 39
tos investigados y la metodología de trabajo El camino que se hace caminando: la
derivada de esa relación, que se basaba en educación popular en Unisinos hoy
la participación y valorización de los saberes
producidos y percibidos durante la elabora- Elegimos como subtítulo la obra homónima de
ción del trabajo. La relevancia de las inves- Paulo Freire y Myles Horton (2003), porque
tigaciones desarrolladas por la primera clase creemos que el camino ideológico y el com-
del curso de especialización en Educación promiso de la universidad con la comunidad,
Popular, además de los contextos estudia- iniciado con el Curso de Especialización en
dos, está en consonancia con las discusiones Educación Popular y con las producciones que
académicas que ocurrían en el periodo den- de él resultaron, continúa en construcción y
tro de los campos de la sociología, la ciencia promoviendo nuevos intercambios entre cono-
política, la salud, la teología y la educación. cimientos populares y académicos. Las pre-
Esa transdisciplinariedad presentada en las guntas “para qué”, “para quién” y “con qué”
discusiones de las monografías a partir de se hace investigación y/o se produce conoci-
temas generadores como feminismo, econo- miento, fueron ayer debatidas por la especiali-
mía solidaria, democratización de la escuela, zación y todavía lo son hoy por la investigación
entre tantos otros, se mantiene en la actua- y por la extensión.
lidad y continúa guiando muchas de las dis-
cusiones e investigaciones realizadas por la Caminando en el campo de la investiga-
Unisinos. ción, la línea Educación, Desarrollo y Tec-
nología del Programa de Pos–graduación en
Educación de Unisinos, junto al grupo de
“Em 1985 e 86 tive a oportunidade de investigaciones Mediaciones Pedagógicas
ser discente do Curso de Educação / y Ciudadanía, se han dedicado a seguir los
Pastoral Popular com 360 horas/aula. pasos epistemológicos y metodológicos que
Considero que foi uma formação oportuna el curso de especialización comenzó a trazar
para um aprofundamento teórico tendo hace tres décadas. Actualmente, muchas de
presente a experiência de trabalho las temáticas abordadas por las monografías
de educação popular que vínhamos producidas por la primera clase de especia-
realizando desde 1978 em São Leopoldo listas en educación popular están presentes
e Região. A grade curricular do curso en los proyectos de investigación de los pro-
contemplava temas com professores fesores–investigadores. Las cuestiones de
renomados, como: Movimentos populares género, emancipación y autonomía femenina,
(Luiz Eduardo Wanderley), Sociologia das a partir de producciones artesanales y de los
Religiões (Pedro Oliveira), Metodologia procesos educativos intrínsecos a ellas, son
Dialética (Arturo Paoli), Questões de algunas de las temáticas investigadas por la
Ideologia (José Ivo Follmann), Realidade profesora Edla Eggert. Economía solidaria,
Latino Americana (Raul Pont); entre desarrollo sustentable y la (des)coloniali-
outras que enfocaram aspectos desde a dad de los saberes y de la vida en sociedad,
perspectiva pastoral fundamentada na aparecen como palabras clave de las inves-
Teologia da Libertação, destacando–se tigaciones realizadas por el ex–alumno de
a leitura popular e ecumênica da Bíblia, los cursos de especialización en Educación
movimento este coordenado pelo Centro Popular y Pastoral Popular, profesor Telmo
de Estudos Bíblicos (CEBI)”. Adams. Se suman a estos trabajos, las inves-
tigaciones sobre fuentes de la pedagogía la-
Telmo Adams – Professor do PPGEdu tinoamericana, procesos pedagógicos y par-
Unisinos e ex–aluno do curso de Educação/ ticipación popular, orientadas por el profesor
Pastoral Popular Danilo Romeu Streck.

40 La Piragua N° 41
A estos caminos de investigación en/con y también los intereses de los investigado-
educación popular, se suman alumnos de res; poniendo en práctica los debates sobre
graduación y pos–graduación, que se vincu- las intencionalidades de las investigaciones
lan a la temática a partir de diversas áreas académicas, mencionados anteriormente en
del conocimiento y trayectorias de vida. La este artículo.
pluralidad y transdisciplinariedad de inves-
tigaciones desarrolladas, la rigurosidad me- Los resultados prácticos de los trabajos reali-
tódica y el grado de involucramiento de los zados en el grupo de investigación Mediacio-
sujetos que componen las investigaciones nes Pedagógicas y Ciudadanía son compar-
en el proceso de construcción y de proble- tidos con la comunidad que participa en la
matización de saberes, proporcionan a ese producción de los conocimientos, y también
espacio legítimamente académico, múlti- se insertan en el mundo académico a través
ples identidades, permitiendo así que los de producciones científicas que tienen por ob-
trayectos de investigación construidos con jetivo contribuir con la formación de alumnos
los sujetos tengan en cuenta sus intereses y docentes, a través de las perspectivas de la

Algunas producciones del grupo de investigación en los últimos 5 años.

Debates de fondo 41
Actividad promovida en Neabi

(des)colonialidad y de la educación popular. cipativas, tiene por objetivo (re)construir y


En los últimos años destacamos la organiza- fortalecer los procesos de identidades afro–
ción del Diccionario de Paulo Freire y de los descendientes. Así como las demás accio-
libros Fontes do Pensamento Pedagógico Lati- nes desarrolladas por los CIAS, que bus-
no–Americano: uma antologia e Educação Po- can contribuir para “a formação de sujeitos
pular: lugar de construção social e coletiva; y comprometidos, coerentes, éticos e ativos
la producción del libro Pesquisa Participativa, no processo de transformação da realidade”
emancipação e (des)colonialidade. (Unisinos 2012:74), el NEABI tiene como
uno de sus fundamentos base, el trabajo
Además de una preocupación restricta a la político–pedagógico en red a partir de la
dimensión de la investigación, esta intencio- producción colectiva de saberes. En estos
nalidad de los conocimientos producidos por espacios de interacción directa entre lo po-
la academia también es problematizada en pular y la academia, la producción intelec-
proyectos de extensión universitaria de Unisi- tual, una vez más, gana sentido práctico; las
nos, considerados como tentativas de hacer teorías y metodologías discutidas en el aula
frente a “falseamentos e silêncios inibidores son revalidadas por los sujetos participantes
no cotidiano universitário” (Pinheiro & Foll- y el proceso educativo se constituye, en una
mann 2012:5). Un buen ejemplo de esta expresión freiriana, en la praxis producida
preocupación con “para qué” y “para quién” entre las dimensiones de la enseñanza, la
está en los trabajos desarrollados por los ex– investigación y extensión.
profesores del Curso de Especialización en
Educación Popular, José Ivo Follmann junto Conclusiones
al Núcleo de Estudios Afro–brasileros e Indí-
genas–Neabi. La educación popular, como la concebimos
hoy, se originó en los márgenes de la sociedad
El Núcleo une diversos proyectos de exten- y de las instituciones hegemónicas, muchas
sión que, a través de metodologías parti- veces contra ellas. En este sentido, desem-

42 La Piragua N° 41
peñó un papel importante en la ampliación Pericás, LB (2010): José Carlos Mariátegui: edu-
de los espacios de ciudadanía, así como en cação e cultura na construção do socialismo. En
la conquista de derechos específicos y en la Streck, DR (orgs): Fontes da Pedagogia Latino–
construcción de políticas públicas menos ex- Americana: Uma antologia. Belo Horizonte: Au-
cluyentes. La universidad es una de las insti- têntica Editora.
tuciones que “fue abierta” para segmentos de
la población que antes no tenían acceso a ella Pinheiro, AA & Follmann JI. (2012): Trabalho de Ex-
y que hoy tienen el desafío de lidiar con estos tensão Universitária com Afrodescendentes: Refa-
saberes y otras lógicas que la invaden. Al mis- zendo Laços e Desatando Nós. En: VL Benvenitti
mo tiempo, en cuanto espacio académico, la & DC Carvalho (orgs.): Cadernos de Extensão VII.
universidad tiene el compromiso ético–político 105–112. São Leopoldo, Editora Unisinos.
de generar conocimientos e instituir prácticas
que se inserten en los movimientos de la so- Rodríguez, S (2006): La defensa de Bolívar. Cara-
ciedad por justicia y vida digna. Son conexio- cas: Ediciones Rectorado.
nes, como buscamos mostrar en este breve
texto, necesarias… y posibles. Streck, DR (orgs) (2010): Fontes da Pedagogia La-
tino–Americana: Uma antologia. Belo Horizonte:
Autêntica Editora.

Bibliografía Unisinos (2012): Missão e perspectivas, 2012–


2013: plano de desenvolvimento institucional:
Brandão, CR (2002): A educação popular na escola projeto pedagógico institucional. São Leopoldo:
cidadã. São Paulo: Editora Vozes. Editora Unisinos.

Carrillo, AT (2007): La Educación Popular: Trayecto- Rede Jesuíta de Cidadania e Ação Social [SJ–CIAS]
ria y actualidad. Bogotá: Editorial El Búho. (2010): Plano Político Institucional (PPI). São
Leopoldo: HSS Informática.
Follmann, JI (co–org.) (2015): A promoção da jus-
tiça socioambiental na educação superior jesuíta. Vasconcelos, EM (2011). Educação Popular na Uni-
São Leopoldo: Editora Unisinos. versidade (Apresentação). En Vasconcelos, EM
& Cruz, PJSC (orgs): Educação Popular na for-
Horton, M & Freire, P. (2003): O caminho se faz ca- mação universitária: reflexões com base em uma
minhando: conversas sobre educação e mudança experiência. São Paulo: Hucitec; João Pessoa:
social. Petrópolis, RJ: Vozes. Editora Universitária da UFPB.

Martí, J (2007): Educação em nossa América. Ijuí:


Editora UNIJUI.

Ir al Indice Debates de fondo 43


EL INGRESO DE LA EDUCACIÓN POPULAR
A LA UNIVERSIDAD
“Buscándole la Comba al Palo”

Miryam Zúñiga Escobar

Resumen caracterizado por priorizar la formación de pro-


fesionales y la investigación disciplinaria, sobre
Este artículo relata el proceso de constitución, el trabajo comunitario; es decir, cómo el grupo
en la Universidad del Valle Cali–Colombia, del le encontró la comba al palo!
Grupo de Investigación en Educación Popular
que en sus 36 años de existencia ha creado “Nadie Sabe lo que Busca Hasta Cuando lo
un Programa de Capacitación de Educadores Encuentra” (William Ospina). Y así fue. Cuan-
Populares, Licenciatura, Maestría y Doctorado do en 1979 un grupo de profesores de la Uni-
en Educación Popular y una carrera profesio- versidad del Valle (UV) adscritos a diferentes
nal en Recreación. Se señalan los retos, logros Facultades (Arquitectura, Educación, Humani-
y dificultades para constituir el campo de in- dades, Ingeniería, y Salud) nos reunimos por
vestigación y acción sobre Educación Popular primera vez para compartir nuestras experien-
en una universidad estructurada por discipli- cias de trabajo comunitario, no teníamos en
nas académicas. mente abrir en la Universidad un espacio para
la Educación Popular; queríamos apoyarnos
Introducción mutuamente en las formas de trabajo con los
sectores populares y reflexionar sobre el hori-

L
os sectores populares en Colombia tien- zonte social y político de nuestros proyectos
den a aprender desde su niñez que para comunitarios.
afrontar dificultades hay que buscarle la
comba al palo: utilizar la creatividad, el in- Teníamos presente que la universidad se ocu-
genio, la sutileza y la persistencia para lograr paba prioritariamente de la formación de profe-
un propósito. En este texto trataré de relatar, sionales y de avanzar el conocimiento a través
a manera de testimonio, lo que ha significado de procesos de investigación científica. La re-
la presencia de la Educación Popular (EP) en lación de la universidad con las comunidades
la Universidad y cómo hizo el hoy denominado rurales, barriales y marginalizadas pertenecía
Grupo de Investigación en Educación Popular a la actividad secundaria de la extensión uni-
de la Universidad del Valle, para introducir ese versitaria, la cual tradicionalmente se ocupaba
campo académico a un contexto universitario de llevarle conocimientos prácticos a los sec-

Miryam Zúñiga Escobar. Maestra colombiana, Normalista, Licenciada en Educación con Master y Ph.D en Sociología de la Educación y
miembro fundador del Grupo de Educación Popular de la Universidad del Valle de Colombia. Ha realizado investigaciones y publicacio-
nes en los campos de Educación de Adultos, Educación Popular y Género; ha ejercido la docencia en todos los niveles de la educación
formal de Colombia y fue miembro del jurado de los Premios Unesco en Educación de Adultos.

44 La Piragua N° 41
tores populares; en ese contexto, algunos sec- con un definitivo horizonte político, que retaba
tores de la Universidad pensaban su relación a los docentes a trabajar en y con las culturas
con las empresas productivas de la región y de sus alumnos, en un proceso no de “entre-
proponían formar los profesionales necesarios ga” de conocimientos, sino de diálogo de sa-
para impulsar un modelo de desarrollo social beres y de participación consciente y colectiva
capitalista. Por nuestro lado, comenzamos a en su propia formación y en la transformación
pensar en utopías: vincular la Universidad al de su entorno social.
trabajo comunitario de transformación social.
Pues le encontramos la comba al palo! Con-
La Universidad estaba estructurada en Facul- formamos en la Facultad de Educación, una
tades, encargadas de la investigación científi- Unidad de Educación Popular (la UEP, que no
ca y de la formación de profesionales. Y a su tenía la categoría de Departamento Académi-
interior, los programas de formación estaban co) con el apoyo decidido del Decano, Gusta-
organizados en Planes de Estudio. Los pro- vo De Roux –quien también fue miembro fun-
fesores integraban Departamentos Académi- dador del grupo– y a la sombra tanto de las
cos de carácter unidisciplinario, encargados políticas estatales de desarrollo rural como
de ofrecer docencia a los planes de estudio y del discurso universitario de “dar respuesta
hacer investigación; su “carga académica” se a las demandas sociales”. Esta Unidad tenía
contabilizaba por horas de docencia o investi- como función, asesorar pedagógicamente a
gación pertinentes al objeto disciplinario de su grupos de trabajo comunitarios. Se ofrecie-
Departamento. ron talleres y seminarios (como “extensión
universitaria”) tanto a grupos comunitarios
Ante esta situación ¿cómo seguir conversando como a organizaciones gubernamentales y no
y estudiando en esa Universidad tradicional, gubernamentales.
sobre lo que cada vez precisábamos mejor era
la Educación Popular? Una educación que no Con esas experiencias, aunque actuábamos
se circunscribía a formar maestros de escuela, como profesores, aprendíamos sobre las espe-

Debates de fondo 45
cificidades de cada experiencia, profundizan- vo); sobre las nuevas concepciones acerca del
do así nuestro saber sobre Educación Popular. conocimiento (de aquel centrado en las disci-
Y de las relaciones resultantes de la UEP con plinas, a aquel interdisciplinario, multidiscipli-
las organizaciones mencionadas, resultó el nario y transdisciplinario); sobre un nuevo tipo
Primer Encuentro Regional de Educación Po- de estructura curricular (por temas/problemas
pular en 1981 que le propuso a la Universidad y no por disciplinas); sobre una nueva concep-
la realización de un programa de formación de ción de Educación a Distancia (que acercara
Educadores Populares. Esto era una utopía; no los alumnos a sus comunidades y recabara
era posible, por dos razones: primero, porque sobre sus propios saberes culturales) y sobre
muchos de los posibles estudiantes, anima- la Educación Popular. Pero afortunadamente
dores de procesos comunitarios, no tenían el desde el Ministerio de Educación, Luis Oscar
título de bachilleres, ni acreditaban el examen Londoño –educador popular de trayectoria y
estatal requerido para el ingreso a la Universi- que recientemente había sido nombrado ase-
dad; y segundo, porque en el imaginario de los sor del Ministro –le dio todo su respaldo al
docentes y académicos de las universidades y programa; y desde la Universidad, coincidió
del Ministerio de Educación, no había espacio que la Decana de la Facultad de Educación
para pensar en una Licenciatura diferente a del momento y miembro de los Consejos Aca-
las tradicionales, que formaban docentes en démico y Superior, era una de las fundadoras
disciplinas específicas. del Grupo; con esos apoyos, la Universidad
aprobó el PCEP.
Entonces le apareció otra comba al palo!,
cuando el gobierno del presidente Belisario Para poner el PCEP en operación, el grupo
Betancourt impulsaba al tiempo la Educación tuvo que continuar su proceso colectivo de
a Distancia para ampliar la cobertura de la autoformación, compartiendo distintos sabe-
Educación Superior y una Campaña de Alfa- res, conocimientos y experiencias en la pro-
betización Participativa, denominada “Cami- ducción de Unidades de Formación Participa-
na” que buscaba erradicar el analfabetismo tiva (UFP) como alternativa a los tradicionales
en Colombia. Consideramos esto como una
oportunidad y le propusimos a la Universidad
realizar un Programa (no un Plan de Estu-
dios… encontrando otra comba del palo!) de
Capacitación (no de formación… evadiendo
otra comba) de Educadores Populares (PCEP)
a Distancia, cuyos egresados podrían, entre
otras funciones, orientar programas de Alfa-
betización y Educación de Adultos; así, este
programa no solo accedía a recursos financie-
ros de la nación, sino que respondía a una
demanda social. Es claro que aunque el PCEP
se diseñó a través de un proceso participati-
vo al cual se vincularon activistas y organiza-
ciones comunitarias, fue un Plan de Estudios
de Formación que pasó por todos los comi-
tés de la Facultad y de la Universidad antes
de ser aprobado por el Consejo Académico y
el Consejo Superior. La sustentación de este
programa ante esas instancias universitarias
fue difícil: había que dar el debate sobre un
nuevo modelo de diseño curricular (participati-

46 La Piragua N° 41
Módulos de Instrucción Programada (usados 1989, la Maestría en Educación con énfasis
en la educación a distancia). Nuestras UFP en Educación Popular en 1992; la Licenciatu-
eran abiertas; flexibles; con más interrogantes ra en Educación Popular en 1997; y en 2006
e invitaciones a la reflexión, que respuestas; conjuntamente con las Universidades Distrital
debían ser trabajadas en Círculos de Integra- y Pedagógica Nacional iniciamos el Doctorado
ción y Participación Social (CIPAS), conforma- Interinstitucional en Educación con un énfa-
dos por colectivos de estudiantes y miembros sis en Cultura y Desarrollo (el nombre de Ed-
de sus comunidades, aunque no estuviesen ucación Popular parecía muy “arrojado” para
formalmente matriculados en la Universidad; la “institucionalidad” académica… entonces,
y debían abordar problemáticas y propuestas buscándole la comba al palo!, escogimos de-
concretas para las mismas. Escribimos once nominar el énfasis con dos de los ejes cur-
UFP, cada una de las cuales iba acompañada riculares de nuestra Maestría en Educación
de un taller presencial desarrollado “in situ” Popular: Cultura y Desarrollo!).
por equipos de a dos profesores. Así, como
grupo, seguíamos aprendiendo: nos autofor- Pero tal estrategia no fue consecuencia de un
mamos en colectivo y fuimos encontrándole plan previamente armado. No íbamos cami-
un nuevo sentido a nuestro trabajo y ofrecién- nando en línea recta, íbamos vadeando el
dole a la Universidad una nueva perspectiva camino como encontrándole sentido a nuestra
de docencia universitaria. utopía, al mejor estilo de Eduardo Galeano:
“La utopía está en el horizonte. Camino dos
Pero la permanencia del grupo en la Univer- pasos, ella se aleja diez; entonces para qué
sidad debía garantizarse con la realización de sirve la Utopía?: ¡para caminar!”…Y caminan-
investigaciones y la producción intelectual por do desde la UEP, fuimos encontrando retos
parte de sus profesores, en concordancia con que nos comprometieron, teniendo en men-
el “Ethos” universitario. En consecuencia, rea- te la idea de articularnos con el quehacer de
lizamos los primeros estudios sobre Educación la Universidad y de contribuir desde la aca-
de Adultos, sobre la Estrategia Comunicacio- demia a procesos de transformación social;
nal del PCEP, el Comportamiento Participati- esos retos se concretaron en los programas de
vo en el PCEP, la Relación Teoría–Práctica en formación mencionados, además de algunos
el PCEP, el Modelo Pedagógico Integrado del diplomados, proyectos de investigación y de
Programa. Y además, cada uno de los miem- intervención, asesorías y cursos, realizados en
bros del GEP publicó artículos académicos y convenio con instituciones nacionales e inter-
participó como ponente en eventos nacionales nacionales.
e internacionales. Todo esto no solo legitimó
a este grupo en la Universidad, sino que ade- También por el camino nos encontramos con
más abrió espacios de debate sobre sus plan- colegas de otras universidades que al igual
teamientos pedagógicos y epistemológicos, a que nosotros, tenían proyectos de Educación
tal punto que posteriormente la Facultad de Popular (pero con otro nombre) y con ellos
Educación decidió cambiar su estructura inte- conformamos el Grupo interuniversitario de
grada por Departamentos, por una basada en educación popular (GIU) en 1988. Estaba in-
Grupos de Trabajo. tegrado por profesores de las Universidades de
Antioquia, Cauca, Pedagógica Nacional, Sur-
Hoy, a 36 años del ingreso de la Educación colombiana y del Valle; con ellos sistematiza-
Popular en la Universidad, podría pensarse mos experiencias significativas de Educación
que habíamos planificado una estrategia para Popular, para derivar aprendizajes y producir
asentarnos en la Universidad. Porque además conocimientos en el campo académico de la
de ofrecer desde 1984 el Programa de Ca- EP y aportar al desarrollo y potenciación de las
pacitación, diseñamos e iniciamos el Plan de mismas experiencias. Sistematizamos cinco
Estudios de Profesionales en Recreación en experiencias con financiación de Colciencias,

Debates de fondo 47
entidad estatal rectora de la investigación Nuestro más reciente emprendimiento
científica de Colombia. Y en 1990 el Ministe- académico iniciará labores en el 2016: un nue-
rio de Educación Nacional le encargó al Gru- vo énfasis en la Maestría en Educación sobre
po de la Universidad del Valle la coordinación Educación popular, género y desarrollo diseña-
nacional del Proyecto Multinacional OEA de do conjuntamente con el Centro de Estudios
Educación para el Trabajo (PMT) bajo el cual de Género de la Universidad. Esta Maestría
realizamos, con el GIU, la sistematización de ha sido precedida por varios cursos, talleres,
10 experiencias adicionales. diplomados y material educativo con perspec-
tiva de género ofrecido para instituciones gu-
En el contexto del PMT diseñamos en 1989 bernamentales del Valle y de Antioquia.
tres Centros Autogestionados de Educación
Popular de Adultos (CAEPA), ubicados en Desde el punto de vista de la investigación, a
Cali, Zarzal y Villavicencio. Los CAEPA fueron lo largo de 36 años de existencia, el grupo ha
“planteados como espacios donde las comu- consolidado su trabajo académico en cuatro
nidades generan y desarrollan diversas opor- líneas de investigación, en torno a las cuales
tunidades de aprendizaje y conocimiento, en ha producido informes de investigación,
relación con sus necesidades y aspiraciones artículos, libros, ponencias, manuales, videos
culturales, productivas y recreacionales” y materiales pedagógicos, así como tesis de
(Zúñiga, 1992,18). Fue una experiencia tan Pregrado, Maestría y Doctorado:
bien acogida, que el Ministerio de Educación
Nacional creó otros 35 CAEPA… que se fueron 1. Educación Popular, Convivencia y Ciuda-
acabando por falta de recursos financieros y danías Incluyentes.
cambios políticos en la administración de la 2. Educación Popular, Recreación e Intercul-
educación. turalidad.

48 La Piragua N° 41
3. Educación Popular, Escuela y Comunidad Pero esta historia también debe registrar las
4. Educación Popular y Subjetividades Emer- “piedras” del camino; los obstáculos. Una de
gentes. ellas es la deserción de los estudiantes de la
Licenciatura, debido tal vez a las dificultades
La Universidad está obviamente muy satisfe- para cumplir los horarios ya que muchos de
cha con esta producción intelectual, porque ellos tienen compromisos laborales; situación
seguramente ha aportado a la evaluación que que contrasta con el hecho de que la Maes-
la acredita por 10 años, como Institución Su- tría tiene el record universitario de estudiantes
perior de Alta Calidad Académica. de Maestría graduados. Otras dificultades son
las restricciones financieras de la Universidad
Pero ¿cómo ha sido posible todo esto? Creo que generan inestabilidad en los profesores
que además del compromiso intelectual y so- ocasionales; la lentitud del proceso de refor-
cial de los profesores miembros del Grupo, los mas curriculares ante las propuestas de cam-
siguientes factores cuentan: bio en la estructura de nuestros programas.
En el caso de la Licenciatura, ha sido un reto
• La aceptación social de los programas de la inscripción de los egresados en el escalafón
Educación Popular por parte de agentes docente, en tanto que el Ministerio de Edu-
comunitarios, educadores y organismos gu- cación no reconoce a los Educadores Popula-
bernamentales. res como profesionales con un rol diferente a
• El respaldo de organizaciones internaciona- aquellos “maestros de asignaturas”.
les como la Organización de Estados Ame-
ricanos, la Organización Iberoamericana de Desde 1979 hemos caminado de tumbo en
la Educación, la Unesco y el Convenio An- tumbo buscándole la comba al palo!, para dar-
drés Bello. le permiso a la posibilidad de tropezarnos con
• La categoría académica de los profesores algo maravilloso: encontramos la oportunidad
del Grupo. Inicialmente éramos 9 profeso- de construir un espacio académico donde po-
res, tres profesores titulares con Ph.D. A díamos realizarnos como Educadores Populares.
la fecha, somos 16 profesores, 8 acredi-
tan título de Ph.D. Los títulos académicos “Caminante, son tus huellas el camino, y nada
cuentan en las universidades. más” (Antonio Machado)
• La producción intelectual del grupo.
• El apoyo para el desarrollo de nuestros Y ¿Cuáles son nuestras huellas? En el contex-
programas de distinguidos educadores po- to de la Universidad podemos reivindicar que
pulares como Lola Cendales, Marco Raúl nuestro trabajo significó:
Mejía, Alfredo Ghiso, Luis Oscar Londoño,
Eumelia Galeano, Jorge Jairo Posada, Al- 1. Reafirmar que la Misión de las Institucio-
fonso Torres, Rocío Rueda, Mario Sequeda, nes de Educación Superior además de
Jesús Martín Barbero, Mario Kaplúm, Or- formar a las nuevas generaciones, es con-
lando Fals–Borda, Antanas Mockus, Jorge tribuir decisivamente en la transformación
Huergo, Carlos Pérez, María Teresa Angue- de su contexto social y político reconocien-
ra y Edgardo Álvarez. do la pluralidad cultural y la participación
• Las relaciones de colaboración con otros de los ciudadanos.
programas académicos de la Universidad, 2. Introducir el modelo de diseño/evaluación
como Comunicación Social, Trabajo Social, curricular participativo en los planes de
Economía, Medicina Social y Ciencias del estudio de formación de profesionales.
Medio Ambiente. 3. Proponer un modelo flexible de desarrollo
• La acreditación de alta calidad de nuestros curricular alrededor de dos ejes concep-
programas de formación. tuales: los alumnos y sus contextos; y los
• El desempeño de nuestro egresados. conocimientos/saberes y la cultura.

Debates de fondo 49
4. El desarrollo de las Unidades de Forma- tura como recursos, cuya utilización debe ser
ción Participativa, como una innovación sustentable para satisfacer las necesidades
pedagógica. humanas. En esta dirección, para adelantar el
5. El desarrollo de los CAEPA como centros trabajo comunitario, se postula la realización
educativos de autogestión comunitaria. de diagnósticos de potencialidades, alternati-
6. La posibilidad de articular las tres funcio- vos a aquellos diagnósticos que se enfocan en
nes básicas de la Universidad: docencia– las carencias y necesidades. El diagnóstico de
investigación–extensión. potencialidades es “un esfuerzo que permite
7. Abordar el conocimiento desde perspecti- no solo conocer la comunidad tal como se la
vas inter / multi / trans disciplinarias. ve burdamente, sino de desentrañar las poten-
8. Articular el trabajo académico de profe- cialidades desconocidas inclusive por ella mis-
sores y estudiantes a través de líneas de ma, interviniendo en su presente y construy-
investigación. endo posibilidades diferentes hacia el futuro”
9. Diseñar cada cohorte de la Maestría alrede- (Díaz, J., Libreros, A. y Zúñiga, O. 1989: 10).
dor de un objeto de estudio relevante para Sobre la Sistematización de Experiencias de
el contexto social y político del país. Se Educación Popular la hemos asumido “como
han desarrollado promociones dedicadas un dispositivo intelectual que permite conoc-
a uno de los siguientes temas: Violencia er de manera participativa, construir cambi-
y Convivencia en Cali: Nuevos Escenarios os de manera concertada y elaborar relatos
de la Educación Popular; Construcción de que cuenten este proceso de construcción
Ciudadanía y Cultura de Paz; Sistematiza- colectiva. Se trata de un modelo de investi-
ción de Experiencias Significativas y Perti- gación narrativa basado en la interpretación
nentes al Contexto; y Educación Popular y (perspectiva hermenéutica) que privilegia la
“Post–Conflicto” en Colombia. experiencia como construcción de sentido y
10. Aportar a la formulación de políticas públi- el juego de interpretaciones como clave para
cas sobre convivencia, violencias juveniles entender las lógicas que se mueven en los
y la perspectiva de género. procesos” (Hleap, J.2009: 37). Este modelo
11. Introducir en la Universidad un concepto incluye tres dimensiones fuertemente imbrica-
de Recreación vinculado a la Educación das: la Reconstrucción, la Interpretación y la
Popular, como mediación pedagógica con Potenciación.
capacidad de movilizar el tejido social.
12. Relacionar la Universidad con redes socia- El concepto de Escenarios de la Educación
les locales. Popular, surge después de dos intentos de
13. Aportar a la construcción del campo aca- nuestro grupo por acotar nuestra concepción
démico de la Educación Popular, especial- de la Educación Popular: el primero cuando
mente en tres asuntos: las potencialidades en 1985 considerábamos la Educación Pop-
en los diagnósticos comunitarios, la siste- ular como el conjunto de acciones educativas
matización de experiencias y los escena- vinculadas a los procesos de organización y
rios de la Educación Popular. movilización popular bajo principios pedagógi-
cos de diálogo de saberes, acción–reflexión–
Frente a una concepción modernizante y acción, participación–decisión y trabajo inter-
analítica del desarrollo que separa en dif- disciplinario. En el segundo intento, de 1993,
erentes componentes las estrategias para concebimos la Educación Popular como
lograr el crecimiento económico y social y que aquella que aborda las relaciones conflicti-
además considera la naturaleza entera como vas entre culturas diferentes y desigualmente
una renta, nuestro grupo propone una con- constituidas pero en permanente relación; la
cepción sintética del desarrollo que bajo una Educación Popular problematiza el proceso de
perspectiva integradora (sintética), holística y “naturalización” de las diferentes culturas y
transformadora, asume la naturaleza y la cul- el proceso histórico de su transformación en

50 La Piragua N° 41
desiguales, para reconocer la existencia de desde la educación es posible contribuir al
otras matrices culturales con las cuales deben logro de esa intencionalidad… y un afán por
operar los programas de Educación Popular. generar y emplear metodologías educativas di-
Estas concepciones han estado en diálogo con alógicas, participativas y activas” (Torres, A.
aquellas de Alfredo Ghiso, Marco Raúl Mejía y 2011: 13).
Alfonso Torres.
Mejía plantea un decálogo para la Educación
Ghiso afirma que “la propuesta de la Edu- Popular: “ Su punto de partida es la realidad y
cación Popular ha ido conformando una su- la lectura crítica de ella… Implica una opción
erte de paradigma orientador con algunas pre- básica de transformación de las condiciones
misas e ideas–fuerza como: aplicación de la que producen la injusticia, la explotación,
dialéctica a la pedagogía… relación práctica dominación y exclusión de la sociedad…
(experiencia)–teoría (análisis crítico)–prácti- Exige una opción ético política en, desde y
ca (cambio de situación)… relación dinámica para los intereses de los grupos excluidos y
entre la acción y la reflexión… diálogo de sa- dominados, para la pervivencia de la madre
beres y negociaciones culturales… y prácti- tierra… Construye empoderamiento de exclu-
cas sociales populares referentes” (Ghiso, A. idos y desiguales… Construye mediaciones
2000: 35). educativas con una propuesta pedagógica
basada en procesos de negociación cultural
Por su parte Torres habla de un núcleo común y diálogo de saberes… Considera la cultura
de elementos constitutivos de la Educación de los participantes como el escenario en el
Popular que permite conceptualizarla: “una cual se dan las dinámicas de interculturali-
lectura crítica del orden social vigente… una dad… Propicia procesos de autoformación y
intencionalidad política emancipadora… el construcción de subjetividades críticas… Es
propósito de contribuir al fortalecimiento de un saber práctico–teórico que se construye
los sectores dominados… una convicción que desde las resistencias… Genera procesos de

Debates de fondo 51
producción de conocimientos… Reconoce Bibliografía
dimensiones diferentes en la producción de
conocimientos y saberes, en coherencia con Acevedo, M (2009): “El Concepto de Escenarios en
las particularidades de los actores y las lu- Educación Popular” en Hleap, J. Compilador. El
chas en las cuales se inscriben” (Mejía, M.R. Conocimiento Social en Convivencia desde los
2013: 42). Escenarios de la Educación Popular. Cali, Univer-
sidad del Valle.
En ese contexto, el concepto de Escenar-
ios de la Educación Popular nos permitió, Díaz, J., Libreros, A. y Zúñiga O. (1989): UFP Hacia
desde comienzos del siglo XXI, comprender un Modelo de Desarrollo Comunitario. Cali, Uni-
que mejor que una definición única para versidad del Valle.
todos los emprendimientos de Educación
Popular, la metáfora de los escenarios podía Ghiso, Alfredo (2000): “Sostener una Mano o En-
dar cuenta de las numerosas y variadas ex- cadenar un Alma. Legado de Paulo Freire para
periencias de Educación Popular a partir la Conceptualización de la Pedagogía Social en
del reconocimiento de su complejidad y su América Latina”. Texto presentado en la Maestría
propia lógica interna. Esto es, a partir del en Educación Popular de la Universidad del Valle.
análisis de las diversas maneras como se
interrelacionan los elementos constitutivos Hleap, J. (2009): “Violencia y Convivencia: un Es-
de un escenario: actores, argumentos, ten- cenario Emergente de Educación Popular” en
siones, conflictos, intencionalidades, ám- Hleap, J. Compilador. El Conocimiento Social
bitos, relaciones sociales y contextos. “La en Convivencia desde los Escenarios de la Edu-
noción de escenario puede incorporar la cación Popular. Cali, Editorial de la Universidad
dimensión de totalidad dinámica o en con- del Valle.
tinuo e incesante cambio y la plasticidad y
complejidad que exhiben las experiencias Mejía, M.R. (2013): “La Educación Popular Con y
estudiadas y la vida misma” (Acevedo, M. Desde las NTIC” en Cendales, l, Mejía, M.R. y
2009:20). Muñoz, J. Entretejidos de la Educación Popular
en Colombia. Bogotá, CEAAL.
Finalmente, quiero terminar la presente
reseña sobre lo que considero son nuestros Torres, A. (2011): Educación Popular. Trayectoria y
aportes a La Educación Popular, coreando a Actualidad. Caracas, Imprenta Universitaria UBV.
Antonio Machado: “…al volver la vista atrás,
se ve la senda que nunca se ha de volver a Zúñiga, M (1992): “Hacia una Educación de Adultos
pisar. Caminante no hay camino, sino estelas enfocada en la Atención de la Mujer” en Con-
en el mar”. traste Nº 18.

52 La Piragua N° 41 Ir al Indice
Producir conocimiento
transformador

Presentación 53
54 La Piragua N° 41
PRODUCIR CONOCIMIENTOS DESDE LAS
PRÁCTICAS DE ACCIÓN SOCIAL DE LAS
UNIVERSIDADES
Sistematización de Experiencias de Extensión Universitaria
en Costa Rica 2013–2014

Oscar Jara Holliday


Introducción a través de talleres presenciales, complemen-
tado por un acompañamiento virtual utilizan-

E
ste artículo busca compartir los principa- do el sitio web inter–universitario del Consejo
les aprendizajes obtenidos de un innova- Nacional de Rectores. Concluida esta tarea,
dor proceso de asesoría y formación me- se vio pertinente profundizarla el año 2014
todológica en Sistematización de Experiencias impulsando un nuevo proceso con las mismas
realizado a lo largo de dos años –2013 y 2014– personas participantes, pero esta vez siendo
con docentes, investigadoras e investigadores ellas quienes debían asesorar a otras personas
responsables de proyectos de extensión uni- en sus respectivas universidades. Así se bus-
versitaria y acción social de las cuatro univer- caba tanto el favorecer una mayor apropiación
sidades públicas de Costa Rica: Universidad de la propuesta teórico–metodológica de Sis-
de Costa Rica (UCR), Instituto Tecnológico de tematización de Experiencias, como ir gene-
Costa Rica (ITCR), Universidad Nacional (UNA) rando un efecto multiplicador. Las principales
y Universidad Estatal a Distancia (UNED). (Ver: actividades realizadas, resultados y aprendiza-
Díaz Gamboa, et al. 2014). jes se presentan a continuación:

Este proceso nació de una solicitud realizada El punto de partida: las inquietudes y
por la Subcomisión de Capacitación Interuni- necesidades desde las prácticas de extensión
versitaria del Consejo Nacional de Rectores universitaria
(CONARE), organismo encargado de promover
el intercambio de conocimientos y experien- Es importante tomar en cuenta que las moti-
cias entre académicas y académicos de las vaciones iniciales para realizar esta formación
universidades públicas en el país, al Centro tenían que ver con el siguiente diagnóstico de
de Estudios y Publicaciones Alforja, organis- inquietudes y necesidades:
mo no gubernamental de educación popular,
integrante del Programa Latinoamericano de a. Los y las académicas no documentan su
apoyo a la Sistematización de Experiencias experiencia relacionada con el quehacer
del CEAAL. de la universidad en comunidades a través
de proyectos de extensión universitaria o
Así, se diseñó y llevó a cabo durante 2013, a acción social. O si se hace, se realiza de
lo largo de varios meses, un proceso formativo forma muy descriptiva y esquemática.

Oscar Jara Holliday. Sociólogo y educador popular. Director del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de Costa Rica. Presidente del
CEAAL. Ha sido la persona responsable del diseño y coordinación metodológica de este proceso.

Producir conocimiento transformador 55


b. En el ámbito académico no se cuenta con La propuesta formativa (año 2013)
herramientas que ayuden a recuperar, re-
visar y valorar el aporte científico de sus A partir de las inquietudes señaladas se hizo
prácticas de extensión y acción social. una convocatoria en las cuatro universidades
para participar en un proceso que implicaba
c. Importancia de recuperar la voz de las co- intervenir, a lo largo del año, en tres talleres
munidades con las que trabajan las uni- presenciales, elaborar un plan de sistematiza-
versidades, para pasar de “trabajar en la ción de una experiencia concreta, realizarla y
comunidad” a “trabajar con la comuni- concluir con la elaboración de algún o algunos
dad”. productos comunicativos.

d. No se cuenta con conocimientos sobre los Se inscribieron 37 participantes que coordina-


fundamentos epistemológicos y teóricos ban o asesoraban proyectos de extensión uni-
ni sobre los procesos metodológicos de la versitaria /acción social1: 15 de la UNA, 11 de
Sistematización de Experiencias, sino solo la UCR, 7 de la UNED y 2 del ITCR.
con una información básica y muy abs-
tracta. Los objetivos de esta formación fueron plan-
teados así:
e. Se necesita un proceso de formación in-
tegral en este campo, tanto teórico como “1. Realizar un proceso básico de forma-
práctico, que posibilite contar también con ción teórico–práctico en sistematización
un producto y resultados de la sistemati- de experiencias que permita apropiarse
zación de las experiencias concretas que de los conceptos y herramientas funda-
realizan. mentales y a la vez ponerlos en práctica

1 En la Universidad de Costa Rica desde hace varios años no se utiliza el término “Extensión Universitaria”; en su lugar se utiliza
el de “Acción Social”, que nos parece más apropiado y coherente con los propósitos de un tipo de relación más sinérgica entre
Universidad y Sociedad, como discutiremos más adelante.

56 La Piragua N° 41
en un primer nivel, en un proceso que En el primer taller fueron identificadas las prin-
aporte al seguimiento y proyección de la cipales motivaciones de las y los participantes
acción universitaria. respecto a qué experiencia les interesaría sis-
2. Posibilitar desde la sistematización tematizar. Finalmente, trabajando unas per-
de las experiencias concretas, reflexio- sonas individualmente y otras en equipos, se
nes críticas y participativas en torno a escogieron 24 experiencias concretas, de muy
las problemáticas socio–culturales, po- distintas características tanto en referencia al
líticas, técnicas y académicas relaciona- objeto a sistematizar, su ámbito, su duración o
das con la Extensión Universitaria y la sus participantes. Lo más importante era que
Acción Social. se trataba de experiencias seleccionadas por
3. Elaborar colectivamente los conte- las mismas personas participantes debido a
nidos para una publicación que divul- que consideraban importante el poder iden-
gue la metodología y los resultados del tificar los aprendizajes que ellas les dejaban
proceso realizado, así como propuestas para el futuro. Como ejemplos para este artí-
para su utilización en el futuro”. culo señalaremos algunas2:

UNA
Sidey Arias y La experiencia desarrollada con la comunidad de Palito Chira y actores loca-
Gerardo Zúñiga les en el cultivo de ostras como alternativas socio–productivas para comuni-
dades marino–costeras
Carmen Monge y La experiencia de ejecución del proyecto de extensión universitaria: “Forma-
Priscilla Mena ción Integral de la Persona Joven: Desarrollo de Capacidades Institucionales
para una Mejor Calidad de Vida”, denominado Acción Joven (2009–2013)
Fabián Víquez La experiencia en la preparación del entrenamiento y la competición en na-
dadores con retardo mental que participaron en las Olimpiadas Especiales de
Atenas, Grecia, en el 2011
Sandra Lezcano La experiencia del Programa de Regionalización Interuniversitaria de la Re-
gión Chorotega de 1 de julio del 2007 al 30 de junio del año 2013.
UCR
Mónica Marín, Eugenia El proceso de asesoría de los proyectos de Trabajo Comunal Universitario de
Boza y Javier Madrigal la UCR, entendida como una labor académica y profesional, (enero a julio
2013)
Claudia Castro, Evelyn Mo- El proceso de construcción del concepto de “trabajo con comunidad” en los
lina, Silvia González proyectos de Extensión Docente 2012–2013
El proceso de organización comunitaria para la construcción colectiva de
Karen Barrantes alternativas frente a conflictos socio ambientales en el Pacífico Sur, Cantón
de Osa (enero–julio 2013).
UNED
Sandra Chávez  El procedimiento utilizado para la asignación de las adecuaciones curricula-
res no significativas, requeridas para lograr un proceso de aprendizaje exitoso
en personas con Necesidades Educativas Especiales, que participan en los
cursos de la Dirección de Extensión de la UNED entre setiembre 2011 y oc-
tubre 2013
Joarline Mata El Proceso de Construcción del “Plan Estratégico del Instituto de Formación
y Capacitación Municipal y Desarrollo local para el período 2014–2021” du-
rante el 2012 y 2013

2 El listado completo se encuentra en: Díaz Gamboa et al, (2014).

Producir conocimiento transformador 57


Adriana Villalobos y El “Programa de formación en producción orgánica sostenible”, dirigido a 15
Allan Chavarría organizaciones de agricultura orgánica afiliadas a MAOCO, distribuidas en 6
regiones del país durante los meses de julio y agosto del 2013.
ITCR
Ana Rosa Ruiz El papel de las mujeres indígenas Bribri en la creación y consolidación del
Centro de Capacitación Iriria Alakölpa ú, durante el período 2007–2009.

El diseño de la propuesta formativa estaba es- 3. Seguimiento y asesoría virtual: Elaboración


tructurado en torno a los siguientes momentos y distribución de la memoria del taller. Co-
y contenidos que se llevaron a cabo a lo largo mienzo de utilización de una página web
de seis meses: para socializar información, materiales y
avances del proceso. Comentarios a los
1. Preparación previa: Distribución de lectu- planes específicos de sistematización.
ras sobre Sistematización de Experiencias
y primera identificación de las experiencias 4. Segundo taller (2 días): Compartir, analizar
que les interesaría sistematizar, así como y comentar los distintos planes de sistema-
de las expectativas del curso. tización. Profundizar en la propuesta me-
todológica para la recuperación histórica
2. Primer taller (3 días): Profundización en e interpretación crítica y en las técnicas a
la concepción y metodología de Sistema- utilizar.
tización de Experiencias. Selección de las
experiencias a sistematizar, sus objetivos 5. Seguimiento y asesoría virtual: Socializar y
y ejes principales. Propuesta de proceso comentar los avances de las sistematiza-
metodológico y técnicas posibles. Identi- ciones (lecturas cruzadas entre participan-
ficación de desafíos que enfrentamos en tes). Orientaciones para la elaboración de
la extensión universitaria. Formato para la los productos comunicativos: un documen-
elaboración de los planes específicos de to síntesis (de máximo 30 pp.) y una pre-
sistematización. sentación en 10 diapositivas.

58 La Piragua N° 41
6. Tercer taller (3 días): Presentar, analizar y a) Condiciones del contexto: toda experiencia
comentar los resultados de las sistemati- se hace siempre en determinadas condi-
zaciones, a partir de las presentaciones de ciones de un contexto económico, social y
diapositivas. Identificación de aprendizajes político a nivel local, regional, nacional o
y recomendaciones. Reflexión sobre temas mundial. El momento histórico, el espacio
transversales y desafíos que enfrentamos geográfico y el entorno sociocultural son la
en la extensión universitaria. Evaluación del condición de posibilidad de cada experien-
curso realizado. Propuestas para el futuro. cia, fuera de los cuales no es factible en-
tenderla, pues son parte integrante de su
7. Seguimiento a productos de comunicación: realización. En este sentido, el “contexto”
Comentarios y sugerencias a los documen- no es algo totalmente exterior a la expe-
tos síntesis de cara a su publicación. Eva- riencia, sino una dimensión de la misma,
luación de los productos y del proceso de ya que ella no sería, no estaría siendo o no
cada participante. habría sido, sino es en ese contexto y por
ese contexto.
¿Qué concepción de Sistematización nos b) Situaciones particulares: ninguna experien-
orienta?3 cia se puede llevar a cabo fuera de una
determinada conjunción de situaciones es-
Es común encontrar que el término “siste- pecíficas, que pueden ser institucionales,
matización” esté normalmente referido a la organizacionales, grupales o personales; es
sistematización de información, en tanto or- decir, unas circunstancias, un espacio y un
denamiento, clasificación y catalogación de lugar, en los cuales se vive una experiencia
distintos tipos de datos. Sin embargo, nosotros y que le dan su dimensión propia e irrepe-
lo utilizamos con otra acepción, más amplia tible.
y compleja, que ya ha adquirido un reconoci- c) Por otro lado, la experiencia siempre está
miento en distintos campos del conocimien- constituida por acciones; es decir, por co-
to (Zúñiga, Rosa et al. 2015): la entendemos sas que hacemos (o dejamos de hacer) las
como sistematización de experiencias, que las personas. De forma intencionada o ininten-
entiende como procesos históricos y comple- cionada; planificada o imprevista; dándo-
jos en los que intervienen diferentes actores nos cuenta de su realización o sin recono-
y que se llevan a cabo en contextos econó- cerla mientras las realizamos.
mico–sociales–culturales determinados y en d) Pero también en toda experiencia están
situaciones organizativas o institucionales par- presentes las percepciones, sensaciones,
ticulares. Por ello, hablar de sistematizar expe- emociones e interpretaciones de cada una
riencias, alude a un esfuerzo cualitativamente de las personas que viven esas experien-
más complejo que el que implica solamente cias, es decir de los y las protagonistas de
organizar o clasificar datos. las mismas.
e) Además, las experiencias incluyen, al rea-
Las experiencias son procesos socio–históri- lizarse, determinados resultados o efectos
cos dinámicos y complejos, personales y co- que modifican en todo o en parte los ele-
lectivos. No son simplemente hechos o acon- mentos o factores existentes anteriormen-
tecimientos puntuales. Las experiencias están te. Esto significa, por lo tanto, que se trata
en permanente movimiento y abarcan un con- de procesos en los que se generan reac-
junto de dimensiones objetivas y subjetivas de ciones en las personas que intervienen, las
la realidad histórico–social. Por ejemplo: cuales se van entrelazando de forma obje-

3 Para este proceso nos hemos basado en la conceptualización y proceso metodológico construido desde un enfoque de educación
popular por la Red de Educación Popular Alforja y el Plas–CEAAL, que se encuentra explicitado y detallado en: Jara, O. (2012).

Producir conocimiento transformador 59


tiva y subjetiva con todos los otros factores das y que al hacerlo se convierten en nuevas
presentes en la experiencia. experiencias que construyen, a su vez, nuevos
f) Finalmente, este “multicolor” tejido de ele- contextos, situaciones, emociones y relaciones,
mentos genera y construye relaciones entre en una dinámica histórica de vinculaciones y
las personas que vivimos las experiencias. movimientos que nunca concluye.
Estas relaciones no solo han sido mediadas
por los otros factores que intervinieron, sino Una experiencia está marcada fundamental-
que también serán factores importantes mente por las características de sus prota-
–y hasta decisivos– del proceso que se irá gonistas: los hombres o las mujeres que las
desencadenando posteriormente. Habla- viven. Por ello, las personas vivimos las ex-
mos aquí de relaciones sociales y persona- periencias con expectativas, sueños, temores,
les, que son siempre relaciones de poder: esperanzas, ilusiones, ideas e intuiciones. Las
de subordinación, de resistencia, de opre- personas somos las que hacemos que ocurran
sión, de solidaridad o de crecimiento mutuo, esos procesos complejos y dinámicos, y esos
como profundizaremos más adelante. procesos, a su vez, nos marcan, nos impac-
tan, nos condicionan, nos exigen, nos hacen
Entonces, en este entramado complejo, multi- ser. Las experiencias son individuales y colec-
dimensional y pluridireccional de factores obje- tivas a la vez, las vivimos y nos hacen vivir;
tivos y subjetivos que constituye lo que llama- somos seres humanos en cuanto vivimos co-
mos “experiencia”, no hay simplemente hechos tidiana y socialmente experiencias de las que
y cosas que “suceden”; hay personas que ha- somos sujetos y objetos al mismo tiempo. Así,
cemos que ellos ocurran y que nos impacten: toda experiencia inmediata y personal está
personas que pensamos, que sentimos, que vinculada a toda la experiencia humana, des-
vivimos, que hacemos que esos hechos acon- de el momento histórico que se vive, aunque
tezcan en contextos y situaciones determina- esta relación no aparezca de forma evidente
ni inmediata. Por eso se requiere un proceso
intencionado que nos permita descubrir esas
determinaciones radicales que subyacen en
el fondo de lo que se nos presenta a simple
vista. Como dicen Osorio y Rubio (2010, p.
4–5), refiriéndose a las múltiples temporali-
dades que anidan en lo “próximo complejo”:
la condición histórica pensada desde la ex-
periencia, permite abrir paso a una razón nó-
made, peregrina, transitiva sustentada en los
propios procesos vividos, “prescindiendo de
la neutralidad y capaz de asumir responsable-
mente su propia historicidad (…) recuperando
la trama de la vida como una compleja red
de relaciones vitales contingentes… que re-
conociendo su transitividad puede vislumbrar
desde allí lo trascendente que emerge como
certeza de la experiencia de lo humano.” En
definitiva contar con “la experiencia y la me-
moria como dispositivos para la acción”.

La experiencia es siempre vivencial: implica


una vinculación física, emocional y también
intelectual con el conjunto de elementos del

60 La Piragua N° 41
entramado inmediato con el que me relacio- partir del conocimiento adquirido a lo largo del
no. Las experiencias son, por tanto, lugares proceso”.
vivos de creación y recreación de saberes. Es-
tos saberes cotidianos, “sentipensantes”, que La sistematización de experiencias es un ejer-
poseemos todas las personas, forman parte cicio intencionado que busca penetrar en la
de la experiencia, (saberes producidos por la trama “próximo compleja” de la experiencia y
experiencia: “saber de experiencia feito” al recrear sus saberes con un ejercicio interpreta-
decir de Freire (2007, p. 32), y pueden ser tivo de teorización y de apropiación consciente
de muy diversa naturaleza dependiendo de de lo vivido. Requiere un empeño de “curio-
quién la vive y de sus condiciones de reflexi- sidad epistemológica” y supone “rigor metódi-
vidad: desde saberes inmediatos, empíricos, co” (Freire, 2007, pp. 28–35) para convertir el
focalizados, hasta saberes de un preciso nivel saber que proviene de la experiencia, a través
de conceptualización (todos los seres huma- de su problematización, en un saber crítico, en
nos somos “filósofos” diría Gramsci). Pero, un conocimiento más profundo. Para lograr-
en cualquier caso, son saberes directamente lo, debemos generar un distanciamiento de la
vinculados a la experiencia, que siempre será experiencia, que permita trascender la pura
inédita y “fugaz” (Ghiso, 2010). Desde ellos reacción inmediata frente a lo que vivimos,
se tiene la base para realizar un ejercicio crí- vemos, sentimos y pensamos. Así “objetiviza-
tico de construcción de conocimientos y de mos” –tomamos distancia, miramos desde más
descubrimiento del sentido de lo vivido: la sis- lejos– nuestra propia experiencia y, al hacerlo,
tematización de la experiencia es entendida vamos descubriendo o develando sus vínculos
así como una expresión de la práctica social con otras prácticas sociales de las que ella for-
e histórica. Dice Alfredo Ghiso (1999, p. 8): ma parte. La sistematización de experiencias
“A diferencia de otros procesos investigativos, permite ligar la reflexión que emerge de lo que
a la sistematización le antecede un «hacer», vivimos con otras aproximaciones teóricas, para
que puede ser recuperado, re–contextualiza- poder comprender, más allá de la pura descrip-
do, textualizado, analizado y re–informado a ción o inmediatez, lo que estamos viviendo.

Producir conocimiento transformador 61


Cuando hablamos de la sistematización de ex- sino siempre un desafío creador. Como señala
periencias, estamos, por tanto, refiriéndonos Marco Raúl Mejía (2008): “La sistematización
a un ejercicio de producción de conocimiento otorga un estatus propio a aquellos que reali-
inserto en la vitalidad de procesos históricos zan la práctica y a la manera gramsciana los
en los que se van concatenando todos esos convierte en intelectuales que van más allá del
diferentes elementos, en un dinamismo e in- sentido común y logran hacer una elaboración
terdependencia permanentes, produciendo propia evitando la separación objeto–sujeto y
continuamente cambios y transformaciones. a través del camino de subjetivación–objetiva-
Como recalca Paulo Freire: “El mundo no es. El ción convierte a estos actores en productores
mundo está siendo. Como subjetividad curiosa, de saber, retornando la integralidad humana
inteligente, interviniente en la objetividad con la (teórico–práctica) a sus vidas”.
que dialécticamente me relaciono, mi papel en
el mundo no es solo de quien constata lo que En síntesis, hablamos de sistematizar experien-
ocurre, sino también de quien interviene como cias que son siempre vitales, cargadas de una
sujeto de lo que va a ocurrir. No soy un mero enorme riqueza por explorar. Cada experiencia
objeto de la historia sino, igualmente, su suje- constituye un proceso inédito e irrepetible y por
to” (Freire, 2007, p. 85). La historia, pues, no eso en cada una de ellas tenemos una fuente
está predeterminada, la historia está siendo y de aprendizajes que debemos aprovechar pre-
nosotros estamos siendo en la medida que ha- cisamente por su originalidad, por eso necesita-
cemos la historia; pero no de forma mecánica o mos comprender esas experiencias, por eso es
esencialista, sino en la medida que nos asumi- fundamental extraer sus enseñanzas y por eso
mos, hombres y mujeres, como sujetos creado- es también importante comunicar y compartir
res y transformadores de la historia y no como sus aprendizajes. Sistematizar experiencias, en
objetos pasivos y resignados ante ella, que nos definitiva, es un instrumento privilegiado para
dejamos arrastrar por los acontecimientos. que podamos realizar todo ello, como un desa-
fío para la creación de nuevos acontecimientos
En este proceso de construcción de un co- inéditos, pero cargados de sentido, porque la
nocimiento crítico y de descubrimiento de las sistematización –entendida así– busca penetrar
tramas de sentido de nuestras experiencias, en el interior de la dinámica de las experien-
la sistematización, como señala la educadora cias; es un esfuerzo por “meterse por dentro”
brasileña Elza Falkembach: “nos desacomoda de esos procesos sociales vivos y complejos;
del lugar en que estábamos”; nos movemos a un intento por circular por entre sus avenidas,
otro espacio y nuestras miradas cambian de rincones y callejuelas; recorriendo nuevamente
perspectiva. Hay, por tanto, una reconstruc- sus diferentes etapas, palpando y ubicando sus
ción del objeto y del sujeto; aparece, enton- diferentes elementos y relaciones; localizando
ces, una nueva subjetividad y con ella, nuevas sus tensiones y contradicciones; identificando
capacidades de comprensión y transforma- las opciones y decisiones tomadas, llegando a
ción. Con la curiosidad epistemológica, el rigor entender el sentido de esos procesos desde su
metódico, partiendo de saberes de la expe- propia lógica, extrayendo así aprendizajes que
riencia, y problematizándolos, podemos pasar sean útiles para enriquecer la teoría y mejorar
a producir una mirada crítica y creadora que la práctica.
nos convierte en sujetos de transformación.
Con todo lo dicho anteriormente, vamos a en-
Con la sistematización de experiencias re- contrar que existen muchos espacios de con-
construimos nuestra experiencia como objeto fluencia con otros ejercicios de investigación y
y también nos reconstruimos a nosotras o no- evaluación, puesto que las formas de produc-
sotros mismos a lo largo del proceso, de modo ción de conocimiento desde las prácticas inclu-
que no volvemos a ser las mismas personas, yen este tipo de ejercicios también, pero cada
en un proceso que no es mecánico ni es lineal, uno con sus características específicas. Por

62 La Piragua N° 41
ello si quisiéramos afirmar, los elementos más Orientados por las conceptualizaciones ante-
propios y particulares de la Sistematización de riores, organizamos el proceso de sistemati-
Experiencias, tendríamos que decir que: zación de las experiencias de acción social /
extensión universitaria de las universidades
Es aquella interpretación crítica de una públicas de Costa Rica, ante lo que surgieron
o varias experiencias que, a partir de su los siguientes temas de reflexión crítica que
ordenamiento y reconstrucción, descu- interesan profundizar desde las prácticas para
bre o explicita la lógica y el sentido del debatir en los espacios académicos.
proceso vivido en ellas: los diversos fac-
tores que intervinieron, cómo se relacio- a) El lugar y el sentido de la metodología en
naron entre sí y por qué lo hicieron de los proyectos y procesos de acción social
ese modo. y extensión universitaria. Importancia de
La Sistematización de Experiencias pro- explicitar la metodología que utilizamos.
duce conocimientos y aprendizajes sig- También de explicarla y fundamentarla
nificativos que posibilitan apropiarse epistemológica y pedagógicamente. Anali-
críticamente de las experiencias vividas zar críticamente los resultados de distintas
(sus saberes y sentires), comprenderlas metodologías.
teóricamente y orientarlas hacia el futu- b) Las concepciones de “Extensión universita-
ro con una perspectiva transformadora. ria” o “Acción social” y sus relaciones con
(Jara, O. 2012 p. 71). la docencia y la investigación. Analizar los
enfoques, prioridades y distintos tipos de
Temas de reflexión crítica y debate en las vínculos que se pueden crear entre los pro-
experiencias de acción social / extensión gramas de extensión, las actividades docen-
universitaria tes y los proyectos de investigación. Valorar

Producir conocimiento transformador 63


la importancia que tienen los proyectos de los tiempos, agendas y calendarios que te-
“extensión” para identificar necesidades, nemos en las universidades, sino respetar
demandas y temas relevantes para ser tra- sus tiempos y sus procesos.
bajados en proyectos de investigación y en
acciones de docencia. Debemos también La continuidad y proyección del proceso
revisar el concepto de “extensión” a como formativo. Las asesorías durante el 2014
ha venido siendo utilizado, lo que refuerza
la sub–valoración que se suele tener de El proceso de formación del año 2013 fue va-
esta área y de quienes la impulsan. lorado muy positivamente tanto en lo referido
c) Los desafíos del contexto actual para las a la apropiación del enfoque y metodología de
relaciones entre Universidad–Sociedad. Las Sistematización de Experiencias y su utilidad
demandas del mercado, las demandas y para los trabajos que realizamos, como en lo
necesidades de los sectores sociales y los referido a lo que había significado como espa-
aportes significativos y propios que aporta la cio de intercambio y reflexión crítica inter–uni-
Universidad. La Universidad no está en un versitaria.
lado, y la sociedad en otro: la Universidad
está inserta en la sociedad y por tanto debe Así, en el mes de noviembre, al concluir el
responder a sus necesidades y exigencias curso y formular propuestas para el futuro, se
con vistas a proyectos de desarrollo. planteó el compromiso de continuarlo en el
d) La puesta en práctica de procesos de diá- 2014, pero avanzando en dos aspectos: favo-
logo de saberes: relación entre saberes recer la autonomía en el diseño y ejecución de
populares y conocimientos científicos; rela- procesos de sistematización de experiencias
ción entre personal académico y habitantes de quienes estuvieron en el curso 2013 y por
de las comunidades; lugares de generación otro lado, ampliar las posibilidades para otras
y producción de saber; las nociones de personas de las vicerrectorías de extensión y
“ciencia” en estos tiempos. acción social. La modalidad que encontramos
e) La interdisciplinariedad y la transdisciplina- que ayudaría a cumplir ambas expectativas,
riedad en los programas de extensión/acción fue la de hacer un curso de formación de for-
social: de qué forma garantizarlas y llevarlas madoras y formadores que quienes ya parti-
a cabo. Analizar cómo se han dado en nues- ciparon en el curso, jugaran ahora el rol de
tras experiencias y qué aprendizajes pode- asesoría a otras personas o equipos en sus
mos obtener de ello para incentivar en otros universidades. Seguiríamos un proceso similar
proyectos o para corregirlo, si es el caso. al del año anterior, identificando primero inte-
f) Relaciones de género y poder en los pro- reses y expectativas, para generar procesos de
cesos sociales, comunitarios y académicos. formación orientados por el equipo de aseso-
Cómo enfrentarlos desde una perspectiva ras y asesores a equipos que harían sus planes
de construcción de equidad y de democra- de sistematización y los llevarían a cabo. El
tización. Reconocer que siempre ocupamos espacio inter–universitario seguiría permitién-
una determinada posición dentro de las donos organizar talleres presenciales (esta vez
relaciones de poder en todos los campos. cuatro) y continuaríamos utilizando la página
Ser, por tanto, críticos y autocríticos ante web de CONARE para intercambiar nuestros
ello buscando superar relaciones autorita- avances y reflexiones.
rias y esquemas patriarcales.
g) Empoderamiento, autonomía, autogestión Para ello nos planteamos el siguiente Objetivo:
en las comunidades: el paso de “beneficia- “Llevar a cabo, con las personas participantes
rios” a “protagonistas”. Los tiempos de los en el ciclo formativo del año 2013, un progra-
proyectos universitarios y de los procesos ma de formación práctico–teórico de segundo
comunitarios. No podemos hacer que las nivel, que posibilite la apropiación creadora
personas de las comunidades dependan de de una propuesta metodológica de sistema-

64 La Piragua N° 41
tización de experiencias. El programa se irá 3) Ejercicio de diseño de planes de asesoría:
desarrollando paralelamente a la realización Sobre levantamiento diagnóstico de necesi-
de asesorías a propuestas concretas de siste- dades, posibilidades e intereses, diseñar con
matización, las cuales servirán de referencia los equipos participantes un plan de forma-
para los contenidos a trabajar en los eventos ción y asesoría en sistematización para los
presenciales”. próximos meses. Envío de los diseños a la
página web.
Su diseño incluyó los siguientes momentos, a
lo largo de nueve meses: 4) Segundo taller: Socialización, discusión y
afinamiento de los planes concretos de for-
1) Preparación previa: Convocatoria, inscrip- mación y asesoría. Entrega de bibliografía de
ción y selección de participantes. Estudio de profundización teórico–metodológica.
material de referencia sobre la experiencia
realizada en el año 2013. Preparación de pri- 5) Ejercicio de asesoría I: Puesta en marcha del
meras propuestas de asesoría. Colocación de plan: diseño de la sistematización y avances
materiales en página web. de reconstrucción histórica y organización de
la información. Colocar en la web los infor-
2) Primer Taller: Reconstrucción crítica del mes de avance.
proceso realizado el 2013 a nivel personal y
colectivo. Introducción a la metodología de 6) Tercer taller: Socialización y revisión de la
formación de formadores y a la elaboración marcha de los planes. Interpretación crítica y
de un plan de formación y asesoría en siste- apropiación del nuevo proceso. Plan de ajuste
matización. Entrega de bibliografía básica de para la segunda etapa del plan.
apoyo y referencia.

Producir conocimiento transformador 65


7) Ejercicio de asesoría II: Seguimiento a los 2 del ITCR, y se seleccionaron 15 planes
procesos de sistematización: interpretación de asesoría a correspondientes propuestas
crítica y productos comunicativos. Colocar en de sistematización de experiencias. Algunos
la web los informes de avance. planes, incluso, implicaron asesorar a varias
experiencias a la vez. Esta vez se incluyó un
8) Cuarto taller: Socialización de las interpreta- “intercambio entre–pares”, que significaba
ciones y productos comunicativos elaborados. que una persona asesora acompañara el pro-
Análisis crítico de la metodología y técnicas ceso de asesoría de otra, realizando obser-
utilizadas, así como de los resultados. Balance vaciones, comentarios y sugerencias al paso
de la experiencia de formación de formadores de su trayecto de asesoría y no contar solo
y para dónde nos dirigimos hacia el futuro. con los aportes del coordinador del curso.
Algunos de los planes, a modo de ejemplo,
Finalmente, se involucraron 23 participantes: fueron:
9 de la UCR, 6 de la UNED, 6 de la UNA,

Equipo
Asesoría Experiencia a Sistematizar Comenta
Sistematizador
Eugenia Boza Ing. Lea Wexler Proyecto de Trabajo Comunal Universitario, deno- Ana Rosa
Javier Madrigal Groening, minado “TC–230 Desarrollo Agroindustrial”. Pro- Ruiz
UCR Escuela de ceso en la zona de Barra del Colorado. 2013–2014
Tecnología de
Alimentos, UCR
Evelyn Molina Grupo RECLA -Vínculos de la UCR con la RECLA– Red de Edu- Carmen
Silvia González Rosalba Calderón cación Continua de Latinoamérica– Encuentros Monge y
Claudia Castro Paula Granados 2011–2014 Priscilla
UCR Virginia Mena Mena
-Curso: aspectos básicos de la educación para ma-
Grupo PIAM yores. Proyecto ED–3053 “Formación para perso-
Karen Masís, nas facilitadoras de procesos de enseñanza–apren-
María José Víquez, dizaje con personas adultas y adultas mayores”,
Nathalia Álvarez del Instituto de Investigaciones en Educación en
coordinación con el Programa Institucional para la
Persona Adulta y Adulta Mayor. PIAM 2013–2014
El grupo cultural de El trabajo realizado por el grupo cultural de pinto- Laura Pania-
Susana Campo pintores OROARTE res OROARTE del cantón de Orotina. La labor que gua
UNED han realizado en los dos años que tienen de existir
como colectivo para revisar sus alcances y reorien-
tar la experiencia si se requiere. 2012–2014
Carmen Monge Lic. Lauren Díaz Proyecto: “Nueva Oportunidad: Estímulo del Espí- Marlene Flo-
Priscila Mena Arias ritu Emprendedor en Centros Penales Costarricen- res
UNA ses” 2013–2014
Amelia Pania- Carlos Enrique Seminarios: Un análisis del quehacer del INISE- Evelyn Mon-
gua Ávila Arias FOR en la generación de capacidades que apoyen tenegro,
UNA al mejoramiento del sector forestal costarricense. Claudia
Desarrollados en el INISEFOR de febrero a octubre Silvia
2014
Marlene Flores Meylin Alvarado Iniciativas de turismo comunitario y desarrollo local Ana Lorena
UNA en la Cuenca Pacuare (Turrialba). 2011–2013

66 La Piragua N° 41
Temas de reflexión crítica surgidos del a formular conclusiones precisas e identifi-
proceso de asesoría car aprendizajes que provienen de la propia
experiencia para no caer en generalidades
El proceso de asesoría a nuevos equipos de o lugares comunes; la producción de ma-
sistematización significó un aprendizaje muy teriales comunicativos contribuye a hacer
interesante, en la medida en que el cambio compartibles los aprendizajes y a seguir
del rol de ser quien sistematiza a asesorar teó- profundizando en la reflexión.
rica y metodológicamente a otra(s) persona(s) En una asesoría de este tipo se nos plantean
posibilitó identificar nuevos componentes que interrogantes nuevos como: ¿Cómo solicitar
no se habían experimentado el año anterior, avances de trabajo de manera asertiva, sin
como por ejemplo: que se sienta la presión? ¿Cómo motivar
al equipo de trabajo? ¿Cómo no cruzar el
a) Reconocer el tiempo particular que le lleva umbral de apoyo y no hacer el trabajo por
a cada quien apropiarse de la concepción ellos? ¿Cómo intervenir sin cortar sus pro-
y metodología de sistematización de expe- pias iniciativas? Es decir, tener en cuenta
riencias como interpretación crítica, pues no los componentes pedagógicos y didácticos
basta que se exponga con claridad las ideas, que posibiliten generar autonomía y no sim-
sino que cada quien tenga que experimentar plemente dar indicaciones que se apliquen
en carne propia lo que significa realizarla. incluso mecánicamente. Aquí viene a re-
b) Valorar la importancia que tiene la motiva- ferencia la frase de Freire: “Enseñar no es
ción previa que se requiere para sistematizar transferir conocimientos, sino crear condi-
una experiencia, como motor que posibilita ciones para que su producción sea posible”.
identificar con mayor claridad los compo- e) Estamos acostumbradas a diseñar inves-
nentes centrales sobre los que enfocarse. tigaciones, redactar informes narrativos y
c) Reconocer la importancia de tener un plan hacer evaluaciones de resultados, pero no
de sistematización claramente formulado tenemos la costumbre ni la lógica de re-
en cuanto a la delimitación de la experien- construir los procesos vividos para interpre-
cia, la definición de un objetivo bien pre- tar críticamente desde allí. Hay que ejerci-
ciso y la precisión de un eje central que tar más esta lógica de la sistematización,
ayude a evitar la dispersión en el análisis que no surge de forma natural o fácil.
e interpretación. Es importante que sean
objetivos de sistematización, diferentes a Esquema gráfico del proceso de sistematiza-
objetivos de una evaluación o de una inves- ción de experiencias
tigación. Sin embargo, hay que reconocer
que no es fácil formular un plan preciso.
d) Fue importante trabajar las múltiples di-
mensiones que intervienen en los proce-
sos de sistematización de experiencias:
Producción de conocimientos desde las
prácticas; Intercambio y diálogo de saberes
entre las distintas personas participantes
en las experiencias; la reconstrucción his-
tórica de los procesos vividos, como forma
de tomar distancia de la propia experiencia
y tener posibilidades de analizarla crítica-
mente; la problematización de los distintos
aspectos que surgen en la reconstrucción
histórica, como fundamento para realizar
una interpretación crítica; es crucial llegar

Producir conocimiento transformador 67


Algunas propuestas para el futuro en nuestro • Muchas veces los componentes admi-
quehacer universitario nistrativos son un obstáculo para la
ejecución de procesos dinámicos de
En ambos procesos de formación, vividos in- vínculos con las comunidades. Hay que
tensamente por docentes e investigadoras e hacer una revisión y análisis de sus me-
investigadores que impulsan o asesoran pro- canismos, formatos y requisitos.
yectos de acción social o extensión universi- • Propiciar el trabajo en el equipo y las
taria, surgieron propuestas para el futuro en perspectivas inter y transdisciplinarias
diversos campos: en los proyectos y programas de ex-
tensión universitaria. Generar también
• Incidir en lineamientos y políticas sobre espacios de reflexión y diálogo interu-
la importancia de la Sistematización de niversitario entre proyectos por ámbitos
Experiencias como un eje transversal en de acción (temáticos y geográficos) e
los proyectos y actividades académicas y intereses en común.
como un derecho de las y los extensio- • Debemos pensar los procesos de siste-
nistas para dejar una memoria histórica y matización también en la perspectiva
crítica de las experiencias que se realizan. de contribuir al intercambio y mutuo en-
Ello implica asignar recursos y planificar riquecimiento entre nuestras experien-
tiempos específicos que se dediquen a la cias. Muchas veces no las conocemos
sistematización. ni contamos con análisis profundos de
• Es necesario dotar de mayores herra- los que se realiza en otras experiencias
mientas para el trabajo de extensión que de acción social o en otras universida-
fortalezcan nuestras capacidades en el des.
trabajo de campo: métodos y técnicas de • Los proyectos de extensión universita-
sistematización; incorporar enfoques de ria, en su formulación deberían incluir
investigación–acción, investigación cuali- un plan de Sistematización de Expe-
tativa, técnicas de escritura y otros. riencias, para que al final se incluya y
• Revisión de las conceptualizaciones teó- se cuente con tiempos y recursos.
ricas sobre producción de conocimientos • Generar discusión al interior de las vi-
que permitan valorar en las universidades cerrectorías de extensión o acción so-
los conocimientos que se producen desde cial, sobre la necesidad de trabajar la
las prácticas. sistematización de experiencias en los
• Es importante proponer como incenti- proyectos y sobre la importancia que
vos a la producción desde las prácticas tendría para la construcción de una
de extensión, que las publicaciones sean perspectiva de mayor vínculo entre So-
con sello y consejo editorial, que sean re- ciedad y Universidad a través de la ac-
conocidas académicamente. ción social en las comunidades.
• Debemos incentivar una mayor participa- • Es importante tener estrategias de co-
ción de extensionistas en los congresos municación y socialización de lo que
académicos, para visibilizar nuestra labor hacemos en este campo: tener espacios
y para ganar mayor reconocimiento. Tam- en publicaciones periódicas o algún me-
bién como estímulo a nuestra propia pro- dio virtual: publicar los resultados que
ducción teórica. se generan en los proyectos con el fin
• Debemos estar en constante reflexión y de reivindicar la acción social universi-
cuestionamiento sobre los procesos que taria. También para intercambiar mate-
impulsamos. Esto implica cuestionar las riales, propuestas técnicas, resultados,
tendencias globales que influyen en la productos.
configuración de la educación superior y
extensión universitaria.

68 La Piragua N° 41
Bibliografía

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José, CEP Alforja, CEAAL, Oxfam Intermon.

Ir al Indice Producir conocimiento transformador 69


Paola Rubinsztain Shirly Said Fernando Stratta

INVESTIGACIÓN, DOCENCIA Y MILITANCIA


EN EDUCACIÓN POPULAR
Aportes a partir del recorrido del GEMSEP en Argentina

Resumen Tras ello, nos detendremos en señalar algu-


nas tensiones y desafíos, tales como la doble
En este artículo nos proponemos describir y inserción como educadores populares/activis-
analizar nuestro recorrido como Grupo de Es- tas de movimientos e investigadores sociales;
tudios sobre Movimientos Sociales y Educación el estudio de prácticas de Educación Popu-
Popular (GEMSEP), un colectivo creado en lar (EP) sobre/desde/hacia los movimientos y
2008 por jóvenes investigadores, graduados organizaciones; y la inclusión de la EP como
recientes y estudiantes de Ciencias Sociales de objeto de enseñanza y perspectiva de trabajo
la Universidad de Buenos Aires (UBA) que, a con estudiantes universitarios y educadores.
su vez, éramos –y somos– activistas de distin-
tos movimientos y organizaciones sociales. Introducción

E
Buscamos trazar ciertas coordenadas de épo- n Argentina, la Educación Popular ha
ca para enmarcar nuestro surgimiento, en sido escasamente tratada desde ámbitos
particular las discusiones que se (re)abrían académicos, ya sea en la producción de
respecto de la figura del cientista social, y pre- investigaciones como en la inclusión de dicha
sentar sucintamente las tradiciones y debates tradición como objeto de enseñanza. El acervo
teóricos en los que abrevamos como equipo, de pensamiento y práctica pedagógica de la EP,
además de las principales líneas de acción ha circulado principalmente en los márgenes
que desarrollamos. o por fuera de los espacios universitarios. No

Paola Rubinsztan. (Bs. As., 1980). Licenciada y Profesora en Sociología (UBA). Integra el equipo GEMSEP. Sus campos de investigación
e intervención profesional se vinculan con la educación popular, la educación de jóvenes y adultos y las prácticas pedagógicas en movi-
mientos sociales (temáticas presentadas en congresos y revistas). Actualmente se desempeña como docente de nivel superior. Participó
como educadora en Bachilleratos Populares de Jóvenes y Adultos y colabora en instancias de formación docente.

Shirly Said. Licenciada en Sociología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Técnica en Periodismo General (TEA). Actualmente
Doctoranda en Ciencias de la Educación por la UBA y becaria doctoral CONICET. Investigadora del GEMSEP–UBA y del Grupo de Estu-
dios sobre Jóvenes, Cultura y Política en entornos nacionales que dirige la Dra. Miriam Kriger. Docente en ejercicio.

Fernando Stratta. Sociólogo y Magister en Investigación Social por la Universidad de Buenos Aires. Integrante del equipo GEMSEP.
Profesor de Historia Económica Contemporánea (UNLa), de Filosofía Política (UNSAM) y docente en el Seminario de Investigación
Educación Popular y Movimientos Sociales, de la carrera de Sociología (UBA).

70 La Piragua N° 41
obstante, en el contexto reciente, observamos En la elaboración de este escrito retomamos
indicios de cambio. A la par de la emergen- críticamente los documentos producidos a lo
cia de diversas experiencias que reivindican la largo de estos años: memorias de trabajo del
EP como tradición pedagógica orientadora, en equipo, proyectos y documentos de investi-
ámbitos universitarios ha tenido lugar la confor- gación, materiales de discusión, propuestas
mación de equipos de investigación y docencia didácticas, registros de talleres y encuentros.
que asumen la tarea de analizar y enseñar di- Además, recuperamos nuestra memoria co-
chos procesos actuales. lectiva sobre el camino andado y los nudos
problemáticos que nos inquietan sobre la
En este marco, podemos situar al Grupo de práctica.
Estudios sobre Movimientos Sociales y Edu-
cación Popular (GEMSEP), que conforma- El GEMSEP en el marco de algunas
mos en el año 2008 jóvenes investigadores, coordenadas de época
graduados recientes y estudiantes de cien-
cias sociales, de la Universidad de Buenos A partir del ciclo de luchas sociales de resis-
Aires (UBA), a su vez, activistas de distintos tencia al neoliberalismo abierto en los años 90
movimientos. El equipo se ha abocado, por en Argentina –que tuvo su punto más alto de
una parte, a la investigación de iniciativas expresión en la rebelión popular de diciembre
de EP, especialmente de los Bachilleratos de 2001, surgió un vasto conjunto de colecti-
Populares de Jóvenes y Adultos (BP), im- vos artísticos, culturales, territoriales, comuni-
pulsados en Argentina por organizaciones cacionales con diferentes registros (documen-
territoriales, movimientos de desocupados, tales, periodísticos, de intervención urbana).
fábricas recuperadas, etcétera. Por otra par- En el campo científico, esto trajo profundos
te, desarrolla instancias formativas en la te- cuestionamientos a la relación entre investi-
mática, tanto en ámbitos académicos como gación y sociedad o, en otros términos, entre
fuera de ellos, destinadas a estudiantes de ciencia y compromiso social. Para presentar-
grado, docentes y miembros de organizacio- lo de forma esquemática, se distinguían dos
nes sociales. extremos contrapuestos en torno al lugar que
debía ocupar el investigador/intelectual. Por
En el presente artículo describimos y analiza- un lado, la figura del intelectual académico
mos nuestro recorrido como GEMSEP. Consi- que asume un punto de vista neutral y objeti-
deraremos ciertas coordenadas de época en vo. Para este investigador, la distancia con el
las que se inscribe el surgimiento del colec- objeto es el reaseguro de la “objetividad” de
tivo, en particular las discusiones que se (re) sus resultados. En otro extremo, la figura del
abren respecto de la figura del cientista social. intelectual militante que, inmerso plenamente
Luego, señalaremos sucintamente las tradicio- en las organizaciones sociales, se encuentra
nes y debates teóricos en los que abrevamos imposibilitado de tener una mirada crítica y
como equipo y las principales líneas de acción está más bien condenado a reproducir la vi-
desarrolladas. Tras ello nos detendremos en sión de los actores sociales.
señalar algunas tensiones y desafíos referi-
dos: i) a la doble inserción como educadores Ante esta polaridad, Svampa (2008) sostie-
populares/activistas de movimientos e inves- ne que es necesario conjugar ambas figuras
tigadores sociales, ii) al estudio de prácticas a partir de pensar al intelectual/investigador
de EP sobre/desde/hacia, los movimientos y como un anfibio capaz de habitar y recorrer
organizaciones y iii) a la EP como objeto de tanto el mundo académico como el militante.
enseñanza y perspectiva de trabajo, tanto con Desde nuestra perspectiva, esta propuesta no
estudiantes universitarios como con educado- resulta fructífera en tanto mantiene escindi-
res en ejercicio. dos el campo de la producción del saber (in-

Producir conocimiento transformador 71


terpretación) del campo en que transcurre la do su principal interlocutor. En consonancia
realidad (acción), destinando a la pericia del con sus objetivos, han exigido cinco reivindi-
intelectual la tarea de trazar puentes entre caciones básicas: becas para los estudiantes,
ambos. títulos oficiales, salarios para los docentes,
financiamiento integral y marcos normativos
Por el contrario, desde el GEMSEP creemos propios (GEMSEP, 2015: 17).
que no se trata de discernir en qué campo
arraigar el trabajo intelectual (si en el cam- En la actualidad, existen más de ochenta BP
po académico, en el militante, o como anfi- en todo el país, mayormente en la Ciudad y
bio entre ambos) sino, fundamentalmente, re- la Provincia de Buenos Aires, en el marco de
flexionar acerca de qué tipo de conocimiento organizaciones con diferentes recorridos, posi-
se genera desde una práctica intelectual es- cionamientos político–ideológicos y actitudes
pecífica. Concebimos la labor del intelectual/ hacia la política institucional. Desde el GEM-
investigador mucho más cercana a la figura SEP hemos seguido de cerca sus procesos de
del educador popular, que busca poner en articulación y ruptura, y llevamos adelante ac-
común los saberes para crear un nuevo co- tividades para promover la reflexión sobre su
nocimiento que, en el mismo proceso de in- experiencia, como se detalla más adelante.
vestigar, transforme la realidad. Entendemos
que la posibilidad de constituir una nueva ge- Tradiciones teóricas de referencia y líneas de
neración intelectual no descansa en resolver acción desarrolladas
la tensión entre investigador/a académico/a
vs. investigador/a militante, sino en la inven- A lo largo de la historia el término “educación
ción de una praxis cooperativa y plural, que se popular” ha sido objeto de múltiples interpre-
sepa proyecto colectivo. taciones en disputa, y ha estado presente tan-
to en los ideales civilizatorios de las nacientes
Con este horizonte, el GEMSEP se ha concen- naciones latinoamericanas como en las más
trado en estudiar y nutrir la experiencia de los recientes capacitaciones laborales de empre-
Bachilleratos Populares (BP), en ella la mayo- sas multinacionales. Para especificar nuestra
ría de sus integrantes eran activistas. Se tra- opción teórica, desde el GEMSEP nos refe-
ta de escuelas medias para jóvenes y adultos renciamos en aquellas corrientes pedagógicas
que surgen en Argentina a partir de 2004, en y socio–educativas que, desde una perspec-
aquellas organizaciones territoriales y fábricas tiva crítica, procuran fortalecer proyectos de
recuperadas que habían cobrado mayor visibi- transformación social, y nos identificamos con
lidad en el contexto de resistencia y participa- aquella educación de y para el pueblo que
ción social en torno a la crisis de 2001. Ante promueve la formación de sujetos problema-
el inicio de un período de mayor intervención tizadores de sus realidades, tal como plantea
estatal (Svampa, 2007), muchas organizacio- Paulo Freire, capaces de organizarse y luchar
nes parieron estas escuelas con un horizon- por su liberación. A su vez, reconociendo las
te dual: la construcción de poder popular en contribuciones y los límites de las teorías re-
los territorios, mediante la praxis de la EP y productivistas en educación y de la corriente
la organización autogestiva, y, en simultáneo, crítica norteamericana, apostamos a la bús-
la interpelación al Estado como garante del queda y promoción de experiencias de resis-
derecho a la educación de todos los sectores tencia y construcción de nuevas prácticas en
sociales (Elisalde, 2008). En este sentido, el sistema educativo. En este sentido, propo-
además de sostener espacios áulicos, talleres, nemos una “ecología de saberes”, como plan-
asambleas de docentes y estudiantes e ins- tea Boaventura de Sousa Santos (2010), don-
tancias de formación y reflexión pedagógica, de se pongan en diálogo los saberes populares
los BP comenzaron a encabezar instancias de con los saberes académicos para disputar los
conflicto en la escena pública siendo el Esta- sentidos hegemónicos en el campo educativo.

72 La Piragua N° 41
Como equipo de investigación en/desde/so- Como GEMSEP, hemos llevado adelante ini-
bre movimientos sociales, una de las apues- ciativas en ámbitos académicos como en los
tas teóricas es la de repensar la producción propios territorios de los movimientos socia-
académica en los estudios de movimientos les, promoviendo el mutuo entendimiento en-
sociales, tanto en su escuela europea como tre campos de saberes diversos. En el marco
norteamericana. Al respecto sostenemos que de los BP hemos realizado Talleres de Investi-
un ejercicio de apropiación de estas teorías gadores/as Populares con estudiantes y egre-
implica un análisis crítico del contexto de re- sadas, encuentros de debate político–pedagó-
cepción y su contrastación con las especifici- gicos, y puesta en común de las conclusiones
dades regionales. En tal sentido, afirmamos preliminares de nuestro trabajo de campo. En
la complementariedad entre las teorías de los todos los casos hemos procurado la apertura
movimientos sociales y el análisis de las cla- al intercambio con los protagonistas de estas
ses sociales, retomando la tradición hetero- experiencias, para acompañar la reflexión so-
doxa del marxismo latinoamericano, como así bre su práctica.
también la propia reflexión sobre movimientos
sociales surgida en nuestro continente en las En términos de investigación hemos desarro-
últimas décadas. llado varios proyectos con sede en el Instituto
de Investigaciones Gino Germani de la Facul-
Por otra parte, tomamos como referencia tad de Ciencias Sociales, UBA. Procurando
epistemológica a la Investigación Acción Par- interpretar necesidades en términos de sabe-
ticipativa (IAP), cuyo principal referente es el res teóricos, presentes entre los BP, fuimos
colombiano Orlando Fals Borda. Este enfoque desplegando focos de indagación de distinta
pretende articular la investigación con la inter- escala: desde retratar micro–experiencias,
vención social y los conocimientos científicos hasta aproximarnos a la coyuntura educativa
con los saberes–hacer de las comunidades lo- más amplia y el papel del Estado en ella. En
cales, poniendo en primer término la acción el 2015 llevamos adelante el Primer Releva-
como lugar de validación de cualquier teoría y miento Nacional de Bachilleratos Populares,
dando primacía a los saberes prácticos (Fals cuyo objetivo es producir conocimiento en tor-
Borda, 1993). no a las dimensiones y características de estas

Producir conocimiento transformador 73


experiencias educativas en todo el país. A la el objeto) habilita toda una serie de pregun-
vez, participamos de espacios de intercambio tas/ problema para la investigación que se
de saberes académicos (jornadas, congresos) mantienen invisibilizadas para un observador
relativos a las temáticas educativas y a las ex- “neutral”.
periencias de Movimientos Sociales.
Esta práctica de investigación implica con-
En cuanto a la docencia, coordinamos espa- templar nuevos espacios de validación del co-
cios de formación en EP y “didáctica crítica” nocimiento (Longa y Stratta, 2009), en tanto
en universidades nacionales –en General Sar- momentos de reflexión conjunta con todos
miento (UNGS) y San Martín (UNSAM)–, y or- aquellos que participan en el proceso de in-
ganizamos un seminario de investigación en la vestigación. Las instancias de validación re-
temática en la Facultad de Ciencias Sociales, sultan tan e incluso más importantes que las
de la UBA. estrictamente científicas, como los congresos
o las revistas con referato.
Alcances y desafíos
Esta doble pertenencia nos ha llevado a agrie-
Nos interesa plantear brevemente algunos al- tar los protocolos institucionales, por ejemplo,
cances y ciertos desafíos de nuestro recorrido. tornando difusas las estructuras de cátedra en
Consideramos ejes que nos interpelan como tanto instancias jerarquizadas. En este caso,
equipo en particular, pero entendiendo que la construcción horizontal del programa de
constituyen tensiones significativas para pen- enseñanza y la rotación de roles en el espa-
sar en términos más generales las articulacio- cio del aula son características necesarias.
nes entre EP y universidad y los sujetos que Asimismo, en cuanto equipo de investigación,
construyen praxis entre ambos campos. nos ha permitido la adopción de prácticas de-
mocráticas de decisión –incorporando lógicas
Una doble inserción: educadores popu- propias de los movimientos sociales como las
lares/activistas de movimientos e inves- asambleas de base y las instancias de forma-
tigadores sociales ción– que nos habilitan construir, aunque de
manera marginal, nuestro propio espacio de
Desde su constitución, el GEMSEP nació con inserción académica.
una doble pertenencia de sus integrantes: en
tanto militantes de organizaciones popula- El estudio de prácticas de EP sobre/des-
res y educadores en BP, y también recono- de/hacia los movimientos sociales
ciendo nuestra formación universitaria como
investigadores/as. Esto no fue vivenciado Como educadores/investigadores fuimos defi-
como instancias escindidas, por el contrario, niendo ejes de indagación en EP a partir de
la apuesta fue por subvertir las lógicas ver- procesar colectivamente sobre qué asuntos
ticales e individualistas hegemónicas en el resultaba significativo producir conocimiento,
campo académico. Desde allí cuestionamos considerando que ello constituyera un insumo
el paradigma de la neutralidad valorativa en para las propias experiencias.
la tarea científica. Partimos del supuesto de
reconocer que toda práctica de investigación Una primera línea apuntó a sistematizar y
requiere de un lugar desde donde enunciar- analizar aspectos pedagógicos y organizativos,
se. No existe la labor intelectual incomunica- tomando como referentes empíricos casos en
da de un entorno, si esto no se reconoce, se los que teníamos inserción o proximidad. Una
corre el riesgo de aspirar a un falso objetivis- segunda línea se dedicó a las relaciones de
mo. En tal sentido, afirmamos que una ma- los BP con “lo estatal”. Por una parte, nos
yor implicación con los procesos estudiados abocamos a estudiar las políticas oficiales re-
(o, si se prefiere, una menor “distancia” con cientes en el área de la Educación de Jóvenes

74 La Piragua N° 41
y Adultos (EDJA), especialmente programas vez, han sido “objetos significativos” para los
de terminalidad de estudios secundarios que BP. Una vez más, el desafío es participar en la
comenzaron a masificarse a nivel nacional en construcción de saber teórico, pero necesaria-
2010–2011. Entendíamos que profundizar en mente en diálogo con los saberes y prácticas
el conocimiento de estas políticas constituía que se construyen en lo cotidiano entre “los y
una necesidad para avanzar en la caracteriza- las de abajo”. En este sentido, dejamos atrás
ción del nuevo escenario, ahora con una fuer- la vieja oposición academia–saber popular,
te presencia estatal, distinta a la escasez de tantas veces criticada por Freire.
políticas para la EDJA de los primeros tiempos
de los BP (2004–2006). Las iniciativas es- En segundo término, sin desconocer el valor
tatales, a su vez, están retomando el marco de la documentación, descripción y sistema-
de la EP –al menos en los documentos de las tización de información sobre el desarrollo
políticas y en la retórica de funcionarios– lo de los BP y su contexto, aún supone un reto
que nos instó a repensar también qué con- como equipo avanzar en apuestas de teoriza-
dicionamientos presentan programas de EP ción, asunto tampoco novedoso que nos sigue
impulsados “desde arriba”. Por otra parte, en atravesando como nueva generación de inves-
esta segunda línea de trabajo, preocupada por tigadores en estas temáticas.
las vinculaciones entre escuelas populares y
Estado, estamos reconstruyendo las perspec- En tercer lugar, resulta un desafío la exploración
tivas de los funcionarios de distinta jerarquía de instancias de intercambio con los propios
–ministros, cuadros técnicos y administrati- actores de los procesos que estudiamos, aque-
vos– que fueron entablando diálogos y nego- llo que nombramos más arriba como alternati-
ciaciones con los BP en el proceso de lucha vas de “validación del conocimiento”. La moda-
por la obtención de reconocimiento oficial. lidad de devolución ha variado entre encuentros
Interesa reconocer las regulaciones estatales de puesta en común, talleres de formación a
ante las demandas populares por el derecho partir de hallazgos, hasta envío de cuadernillos
educativo. de debate. Sigue pendiente ensayar espacios
de devolución o validación, e indagar acerca de
Una tercera línea se ha abocado a reconstruir los “usos” de los materiales producidos por el
y analizar el recorrido de los espacios de nu- GEMSEP por parte de las organizaciones. Por
cleamiento gremial y pedagógico del BP. Por otra parte se presentan discordancias entre los
último, un eje reciente, como señalamos más tiempos de investigación –de relevamiento de
arriba, se está concentrando en producir infor- información, procesamiento y escritura– y los
mación cuantitativa acerca del conjunto de los tiempos de las organizaciones y las coyunturas
BP a nivel nacional. en las que están inmersas.

En términos de metodologías de investigación, La EP como objeto de enseñanza


nos hemos valido de distintas técnicas, entre-
vistas, encuestas y análisis de documentos En la actividad docente del GEMSEP se dis-
(memorias producidas desde las mismas ex- tinguen dos líneas de trabajo con su propia
periencias, textos de políticas, etcétera). especificidad: la formación de estudiantes de
Ahora bien, en este itinerario de producción grado en el análisis de proyectos en marcha
de conocimiento sistematizado nos encontra- de EP y la formación destinada a educadores
mos con diversos desafíos, cabe detenernos (docentes del sistema, educadores populares,
en algunos de ellos. En primer lugar, las lí- talleristas, miembros de organizaciones).
neas de investigación descritas han requerido
ser “objetos dignos” para la academia, puesto En el primer caso, la formación en los núcleos
que fuimos presentando proyectos de investi- centrales de la EP se complementa con el he-
gación reconocidos institucionalmente y, a su cho de brindar herramientas teórico–metodoló-

Ir al Indice Producir conocimiento transformador 75


gicas para el estudio de experiencias concretas. En este escenario asumimos el desafío, en
Para aproximar a los estudiantes universitarios la incomodidad del intersticio, de seguir in-
a las experiencias les proponemos la realización terrogando lo hecho. Buscamos revisar perió-
de prácticas de investigación en BP, y también dicamente nuestros objetivos para realizar un
organizamos charlas con actores vinculados a aporte real a los movimientos, intentando, a
la EP (educadores, maestros alfabetizadores de su vez, cuestionar los protocolos instituidos,
los años ’70, etcétera) promoviendo la relación a fin de erosionar cierto sentido común ligado
universidad–movimientos. al objetivismo, la neutralidad y la verticalidad
y buscar, como hemos dicho en varias ocasio-
Acercar el estudio de la EP y sus expresio- nes, “que la universidad se pinte de pueblo”.
nes actuales a una carrera universitaria –como
materia curricular optativa– ha resultado un
desafío, se han visto convocados estudiantes
con participación social y política diversa y Bibliografía
también estudiantes sin esos recorridos pre-
vios. Hemos procurado tensionar imágenes Elisalde, R. (2008): “Bachilleratos Populares en em-
estereotipadas de la EP y orientar a los estu- presas recuperadas y organizaciones sociales”, en
diantes para evitar “medir” cuánta EP se ob- Revista Novedades Educativas, Edición 209, Bs.
serva, por ejemplo, en escuelas populares. Por As., Noveduc.
el contrario, entendemos que se trata de reco-
nocer las complejidades y contradicciones de Fals Borda, O. et al. (1993): Investigación–Acción–Par-
las prácticas en marcha, sin que ello les quita ticipativa. En: Documentación Social, 92, Madrid.
valor político–pedagógico. Por su parte, en las
instancias de formación destinada a educado- Fals Borda, O. (1985): Conocimiento y poder popu-
res se nos han presentado otros retos. Entre lar. Bogotá: Siglo XXI.
ellos, la problematización de un asunto aún
abierto, como es la resignificación de la EP GEMSEP (2015): “Debates en y desde los Bachilleratos
para contextos escolares: ¿cómo se articulan Populares: Estado, sindicatos y pedagogías populares”,
los saberes pedagógicos de la EP con los sa- en 10 años de Bachilleratos Populares en Argentina,
beres disciplinares? Cuadernillo de debate Nº1, Marzo de 2015, mimeo.

Algunas palabras de cierre Longa, F y Stratta, F (2009): Ese claro objeto del
deseo. Apuntes sobre compromiso intelectual y
Los desafíos planteados han guiado las discu- prácticas de investigación. Buenos Aires: XXIV
siones y prácticas del grupo desde los comien- Congreso ALAS.
zos. Identificamos que a lo largo de nuestro
recorrido hemos generado distintos espacios Santos, Boaventura de Sousa (2010): Refundación
de producción y reflexión, y nos hemos inser- del Estado en América Latina: perspectivas desde
tado en otros preexistentes, buscando introdu- una epistemología del Sur. Plural editores.
cir debates y formas de construcción de cono-
cimiento contrahegemónicos. Sin embargo, la Svampa, M (2008): Cambio de época. Movimientos
tensión no deja de estar presente: las lógicas sociales y poder político. Buenos Aires: Siglo XXI/
y requisitos académicos no siempre coinciden CLACSO.
con las necesidades e intereses de los mo-
vimientos y organizaciones sociales, más aún Svampa, M. (2007): “Las fronteras del gobierno
en un contexto social dinámico, en el que la de Kirchner: entre la consolidación de lo viejo
propia relación entre las organizaciones y las y las aspiraciones de lo nuevo”, Cuadernos de
instituciones (estatales, educativas, etcétera) CENDES, mayo–agosto, vol, 24, N° 65 pp. 39–
también se va viendo modificada. 61, UCV, Caracas.

76 La Piragua N° 41 Ir al Indice
Apuestas formativas

Presentación 77
78 La Piragua N° 41
LA MULTIVERSIDAD
FRANCISCANA
DE AMÉRICA LATINA
MAESTRÍA DE EDUCACIÓN POPULAR
(1991–2015)
Pilar Ubilla Blanca Acosta

Un nuevo comienzo y no un final procesos de formación y organización en la


comunidad y la elaboración de conocimiento

E
l camino recorrido por la Multiversidad desde la perspectiva de la educación popu-
Franciscana de América Latina (MFAL) en lar, una opción que ofrecía herramientas para
estos 25 años multiplica nuevos espacios una praxis liberadora y transformadora, forta-
de formación en Educación Popular desde una leciendo el compromiso de todos los actores
perspectiva ética política liberadora sociales.

La Multiversidad Franciscana de América La- Cuando recibimos el comunicado del cierre


tina (MFAL), asociación civil sin fines de lucro de la Maestría, docentes y estudiantes sufri-
de la Sociedad Educacionista de los Francis- mos la pérdida de un espacio único y muy
canos Conventuales, fue fundada el 30 de querido, fue un duelo que nos costó elabo-
abril de 1989 con los siguientes fines: rar. Pero la respuesta inmediata de ex y ac-
tuales estudiantes y docentes fue unánime:
a) Desarrollar procesos de enseñanza apren- el Uruguay no puede perder este espacio de
dizaje, de promoción social y de investiga- formación. Así nació el Colectivo de Educa-
ción, desde una perspectiva Franciscana. dores y Educadoras Populares del Uruguay.
b) Defender y promover los Derechos Huma- Nuestro compromiso, nuestra vocación y el
nos y proteger los recursos naturales. haber sido parte de este recorrido, nos de-
c) Relacionarse y coordinar actividades con cidió colectivamente a mantener vivo el es-
organismos públicos, especialmente con pacio y honrar la praxis de su fundador José
aquellos que tienen fines similares a los ex- Luis Rebellato.
presados.
Nos parece fundamental no perder la valiosa
Es miembro pleno de CEAAL (Consejo de experiencia acumulada durante este período
Educación Popular de América Latina y El de la Multiversidad Franciscana–Uruguay. tan
Caribe) y de CELADEC (Comisión Evangélica fecundo. No sería posible en este pequeño ar-
Latinoamericana de Educación Cristiana). tículo dar cuenta de tanta riqueza, de tantas
vivencias, aprendizajes y emociones. No po-
La Maestría de Educación Popular (EP) de la dríamos sistematizar por el momento nuestra
MFAL tenía como objetivo la formación inte- experiencia, pero lo haremos y compartiremos
gral de educadoras/es populares, desarrollar en su momento.

Pilar Ubilla y Blanca Acosta. Educadoras populares, docentes e investigadoras de la Multiversidad Franciscana–Uruguay.

Apuestas formativas 79
Hace ya quince años, en La Piragua Nº 17 Aportamos a la construcción de una cultu-
escribíamos un artículo que hacía referencia ra abierta a la complejidad y a la diversidad
a los primeros diez años de vida de la Maes- de abordajes y disciplinas, recreando junto a
tría de EP de la MFAL, comenzábamos con nuestro pueblo una identidad de sujetos socia-
una frase de José Luis Rebellato que sigue te- les articulados en redes, organizaciones y vín-
niendo, hoy más que nunca, enorme vigencia: culos de tipo dialógico. Coordinamos esfuer-
“Nuestra tarea es asumir los nuevos desafíos zos con el movimiento popular, establecimos
a los que nos enfrentan las sociedades en las lazos fraternales con organizaciones de toda
que vivimos. Sociedades marcadas por cre- América Latina y El Caribe, siendo miembros
cientes niveles de exclusión…, globalización, fundacionales y activos de CEAAL.
expansión de la comunicación, destrucción de
la naturaleza, emergencia de diversidades”. Como lo indica su nombre, nos insertamos en
la búsqueda de la elaboración de un pensa-
La Maestría fue un emprendimiento peda- miento multidiverso. Al contrario del vocablo
gógico que logró hacer realidad los objetivos Uni–versidad, el neologismo Multiversidad
inicialmente planteados: “Formación crítica, asume, una postura heterodoxa en el orden
coherencia metodológica, sistematización, del conocimiento, la educación y el aprendi-
investigación, transdisciplinariedad y diálogo zaje. Multiversidad deriva del latín y significa
de prácticas y saberes” (doc. Multiversidad). “versar sobre lo múltiple”. Un nuevo término
Aportamos a la formación crítica, ética, teó- para un nuevo concepto, al contrario de las
rica, metodológica, y práctica de educadoras posturas donde se enfatiza lo único, lo parti-
y educadores populares, partiendo de las di- cular común al todo, se rescata y celebra la di-
versas praxis de las y los estudiantes para la versidad tanto cultural de la humanidad, como
elaboración colectiva de un nuevo pensamien- la de la naturaleza.
to teórico. Los talleres fueron un espacio de
reflexión crítica y propositiva, creativa desde Fuimos una formación alternativa, desde un
la diversidad, en el marco de un paradigma compromiso ético, combinando la formación
de la vida. crítica y el desarrollo de la creatividad, con la

80 La Piragua N° 41
sistematización y la investigación comprometi- sujetos se multiplican, se forjan nuevas iden-
da hacia una praxis liberadora, con el objetivo tidades, se difuminan y aparecen bajo nuevas
de acompañar la elaboración del saber al ser- formas” (doc. Multiversidad).
vicio de la vida y no de la muerte. Conocimien-
to que se recupera desde el saber popular y se En todo ese período que va desde los 90 a la
construye con el pueblo. No separa el sujeto actualidad, la Multiversidad crea y conquista
del objeto, sino que sostiene una postura inte- un espacio de formación en educación popu-
gral del saber junto a las vivencias, afectividad lar dirigida a jóvenes y adultos que por motivos
y emociones; conocimiento que integra cuer- e intereses diversos demandaban la necesidad
po, mística y razón. de una formación alternativa, crítica que pu-
diera iluminar respuestas a los problemas que
Decíamos y reafirmamos hoy “Es un camino abordaban en sus diferentes prácticas socia-
que no tiene miedo a la creatividad ni a la les.
convivencia de lo múltiple, es también, una
toma de posición firme, …radical… La prác- El proyecto Multiversidad nos marca un cami-
tica se sitúa” entre la diversidad y la conflic- no, no libre de obstáculos y dificultades, pero
tividad social, cultural y económica. Debemos en el cual se fueron haciendo presente im-
atender necesariamente a esta complejidad y portantes aprendizajes, lo que constituye una
a la velocidad de los cambios en el mundo. fortaleza que permitió continuar construyendo
Los conflictos se atomizan y diversifican, los y retroalimentando esta práctica de educación

Apuestas formativas 81
popular. El clima de afecto y comprensión que
caracterizó a este espacio, ha hecho y hace Realidades diversas que nos desafían a una
que el docente y el estudiante sienta que está mirada analítica permanente de nuestra tarea
en su casa, una casa que brinda confianza y formativa, a los valores que están en juego en
seguridad. nuestras prácticas educativas, dado que nin-
gún educador se comporta en forma neutral,
Una fortaleza institucional lo constituye la sino que siempre impulsamos nuestras accio-
imagen respetada y valorada que ha conquis- nes con una intencionalidad ética, política,
tado en el medio, alcanzada por su calidad en pedagógica y metodológica. Este compromiso
el desarrollo de la propuesta de formación, por no puede estar librado a la espontaneidad de
el vínculo afectivo que se ha logrado construir cada educador, no partimos de valores atrin-
con los estudiantes, las redes de intercambio cherados, partimos de opciones valorativas, la
y coordinación a nivel del país y la región. ética es el resultado de un proceso de cons-
trucción que habilita a construir normas y va-
José Luis Rebellato planteaba “La educación lores desde un diálogo con el otro, con sus
popular es consustancial al carisma francis- historias y las culturas. La formación enten-
cano. Basta recordar algunos rasgos de la dida como un arte que necesita interpretar y
cosmovisión franciscana: opción por los po- adaptarse a cada realidad.
bres y los sectores populares, un proyecto de Actualmente muchos de nuestros estudiantes
vida y de sociedad profundamente humanista; han sido contratados por instituciones que
una manera de entender el poder como ser- llevan a cabo programas sociales en barrios
vicio, como intencionalidad de liberar y no de populares, donde la formación en educación
oprimir; sociedad más humana y más justa; popular ha sido un aspecto jerarquizado en su
opción por la dignidad y por el humanismo.” inserción laboral.
(citado en documentos de la Multiversidad).
Podemos estimar un promedio de 300 estu-
La Multiversidad ha recorrido este camino diantes por año que han participado de este
junto a muchos estudiantes y docentes com- espacio, distribuidos en maestría y diploma.
prometidos con la realidad social y sus posi- Con respecto a los estudiantes que venían
bilidades de transformación, aportando a la cursando la maestría, hay 120 estudiantes
formación teórica, metodológica, ética y técni- pendientes en la finalización de la maestría,
ca de educadores populares. Construyendo un 80 estudiantes ya realizaron asesoramiento de
espacio de reflexión crítica propositiva abierto práctica lo cual los habilita a la elaboración
a la diversidad de prácticas en el marco de un del trabajo final de la maestría.
paradigma de la vida.
Se mantuvo una revisión permanente de las
estrategias ya sea en lo financiero que per-
mitiera cubrir honorarios docentes, funciona-
miento administrativo y continuar contando
con el sistema de becas para aquellos estu-
diantes que no podían abonar las cuotas y
porcentajes de reducción para religiosas/os y
estudiantes en el marco de convenios insti-
tucionales. Se realizaron numerosos proyectos
de investigación en temáticas diversas tales
como: Descentralización y participación ciu-
dadana; El arte de sembrar, la motivación y
la participación desde un enfoque de la Edu-
cación Popular; Creación y Disgregación de

82 La Piragua N° 41
un Sujeto Social; Cultura de la Resistencia – social y cultural. Los sujetos colectivos son un
Resistencia Creativa; La Comprensión Herme- motor clave en los procesos de transformación
néutica en el Pensamiento Social y Político de de la realidad, son espacios de formación y
José Luis Rebellato; Participación y Calidad de autoformación que hoy enfrentan fuertes de-
vida; Inclusión Social y Territorio, entre otros. safíos en un contexto político complejo y con-
¿Por qué un nuevo comienzo?, las semillas y tradictorio.
los frutos recogidos a partir de esta experiencia Hemos elegido el “ Rizoma”, como pensa-
que la Multiversidad fue sembrando se expre- miento que ilustra y le da sentido a este nuevo
sa, se manifiesta en la iniciativa colectiva que comienzo.
estudiantes y docentes venimos construyendo
en una propuesta que se orienta al desarrollo
de espacios de formación en educación po- RIZOMA: La etimología de rizoma nos re-
pular, a fortalecer los vínculos con el CEAAL mite a una palabra griega que puede tra-
como movimiento de educadoras y educado- ducirse como “raíz”. Un rizoma es un tipo
res populares, a contribuir a un análisis críti- de tallo que crece de manera subterrá-
co de las prácticas para avanzar en procesos nea y en sentido horizontal, dando lugar
politizadores emancipatorios; fortaleciendo los al surgimiento de brotes y raíces a través
vínculos con los movimientos sociales. de sus nudos. Gracias a su crecimiento
indefinido, los rizomas pueden avanzar y
En este “lugar de encuentro” hemos ido cubrir una superficie muy importante. Es
consolidando un equipo docente con carac- habitual que, con el correr de los años,
terísticas diferentes en cuanto a trayectorias ciertos sectores vayan muriendo, pero sin
formativas y experiencias, conformando un es- que dejen de producirse brotes en otras
quema conceptual, referencial y operativo que áreas. Aquellas plantas que cuentan con
nos da identidad y pertenencia a un proyecto rizomas resultan perennes y subsisten
compartido. más allá de los obstáculos climáticos.
Pese a que los sectores superficiales se
Nuestra alegría de ser parte de un colecti- pierden en el invierno, el rizoma se man-
vo como el CEAAL, que nos permite ampliar tiene y permite el almacenamiento de nu-
nuestra mirada y nuestra capacidad de aco- trientes a nivel subterráneo.
gida (desde sus inicios la Multiversidad fue
miembro pleno).

El CEAAL tiene un recorrido significativo en


nuestro continente, aportando formación y re-
flexiones desde la diversidad de experiencias
que educadoras y educadores populares han
y continúan desarrollando en los países que
integran esta América Latina. Una mirada Principios importantes en el pensamiento ri-
analítica permanente al contexto latinoameri- zomático:
cano permitiendo comprender desde una lec-
tura crítica el desarrollo de estas experiencias, Principio de Conexión, Heterogeneidad y Mul-
identificando desafíos que se convierten en tiplicidad. Cualquier punto del rizoma puede
ricas unidades de análisis para el colectivo. ser conectado con cualquier otro y debe serlo.
Lo múltiple hay que hacerlo, se trabaja. Lo
Este colectivo en construcción se apoya en los múltiple no son fragmentos que se juntan en
fundamentos y objetivos de la Educación Po- un espacio, tiempo. No hay objeto, sujeto o
pular, fortaleciendo la autonomía de los sec- temática más o menos importante o central,
tores populares frente al estado, su identidad sino tamaños e intensidades.

Ir al Indice Apuestas formativas 83


ROMPER, ROMPER, ROMPER: SUBVERTIR
EL ORDEN DE LO EDUCATIVO
La experiencia de los posgrados de la Universidad Campesina
Indígena en red (México)

Benjamín Berlanga Gallardo

Resumen La idea de romper

E
Es posible romper el orden establecido en lo n la Universidad Campesina Indígena en
educativo para intentar otro modo de hacer la Red, UCI RED, desde hace seis años im-
educación. Romper y subvertir. En la UCI–RED pulsamos programas de posgrado para
lo estamos intentando. Nos colocamos en los formarnos como educadoras y educadores que
márgenes del sistema educativo y reivindica- trabajan en comunidades campesinas e indí-
mos otros modos de hacer educación. Impul- genas y en colonias populares de la ciudad1.
samos cuatro modos de subversión que tienen Ofrecemos estudios de posgrado que son, al
que ver con: a) una postura epistémica; b) la mismo tiempo, el intento de otra cosa. Nuestra
configuración ética de la relación educativa; apuesta es radical. Reivindicamos el derecho a
c) los modos de hacer lo común desde la idea la educación desde la afirmación como perso-
de comunidad por venir; y, d) la apuesta por la nas que estamos implicadas en las luchas de
donación frente a otras lógicas perversas de la las y los que no tienen lugar, las y los que no
relación educativa. No estamos al margen, no cuentan, o que solo cuentan como otros: como
estamos “fuera de” en un mundo ideal en el integrados, como desarrollados, como incluidos
que lo educativo se realice de otro modo: es- mediante una “política social” que les hace
tamos aquí y encarnamos en nuestra práctica perder su forma de vida como condición de
la contradicción entre seguir habitados de lo incorporación. La reivindicación que hacemos
mismo, de lo que hay, y el empezar a habitar del derecho a la educación no es una demanda
con gestos, modos y mecanismos, otro modo que hacemos como receptores pasivos de un
de hacer lo educativo. bien, sino como productores de ese bien, exi-

Benjamín Berlanga Gallardo. México. CESDER (Centro de estudios para el desarrollo rural) y Universidad Campesina Indígena en red:
UCIRED–CESDER (Sierra Norte de Puebla México). Participación activa en las Maestrías de la UCI–RED. Autor de diversas publica-
ciones y artículos.

1 La oferta educativa de la UCI–RED a nivel de posgrado, Maestría, incluye la Maestría en Pedagogía del Sujeto y Práctica Educativa y
la Maestría en Prácticas Narrativas en Educación y Trabajo Comunitario. Actualmente está en trámite en la Secretaría de Educación
Pública el expediente de la Maestría en Manejo de Agroecosistemas y Defensa del Territorio, y se ha terminado el diseño de una
Especialidad y Maestría en Educación para Personas Jóvenes y Adultas, en colaboración con la Universidad Pedagógica Nacional
UPN–Puebla y el Instituto Estatal de Educación para Adultos, IEEA Puebla. Ver www.ucired.org.mx

84 La Piragua N° 41
giendo el reconocimiento y validación pública
del proyecto educativo que formulamos porque
lo consideramos valioso.

En el mismo movimiento que nos permite de-


mandar y lograr del Estado la validación pú-
blica de los programas, nos colocamos en los
márgenes del sistema educativo apostando to-
dos los días por subvertir el orden establecido
de lo educativo, intentando grietas por donde
atisbar lo que puede ser de otro modo.

En lo que hacemos: a) buscamos romper el


orden de producción del conocimiento, pro- Elaborar un saber de la experiencia, un saber
pio de una institución educativa que ofrece en el que nos va la vida (romper el orden esta-
estudios de posgrado; b) intentamos romper blecido de producción del conocimiento)
el orden establecido del maestro explicador
y la relación educativa de formación del otro, Decimos del acto educativo, del encuentro en
siempre del otro; c) procuramos romper con el que estamos juntos para aprender: “en lugar
los modos al uso de la academia, apurando de venir aquí a saber qué es la vida venimos a
en la comunidad educativa una des–jerarqui- decir cómo nos va en la vida para decidir qué
zación y des–estructuración del orden de lo hemos de hacer en, con, nuestras vidas”2.
académico; d) intentamos romper con tres
lógicas de realización de lo educativo: la ló- Intentamos en el proceso educativo un giro
gica de producción que hay en la instrucción epistémico poniendo en el centro la experien-
y el adiestramiento especializado, la lógica de cia, que es siempre experiencia de lo propio y
“pigmalión” que hay en el afán de “formar al posibilidad de elaboración de un saber que no
otro”, de “hacerlo”, y la lógica del intercambio por hacerse común, compartido, deja de ser
comercial que hace de la educación un servi- propio, un singular que me atañe como vida.
cio y del estudiante un cliente. Hablamos de la experiencia, de la puesta en
común de “lo que me pasa” para elaborar
Modos de subvertir el orden de lo educativo un saber de la vida. En ese sentido, busca-
mos que el aprendizaje sea “acontecimental”:
Hay modos de subvertir el orden de lo educa- aprender es “dar (me) cuenta”. En el proce-
tivo haciendo lo que no se espera, lo que no so educativo de los posgrados la experiencia
cabe en lo que hay. Nosotros destacamos en no es un “caso” al que se trata como algo
nuestra práctica educativa en los posgrados exterior, como algo que está fuera de mí; la
que impulsamos cuatro modos de subversión experiencia no es experimento, que es en lo
que tienen que ver con: a) una postura episté- que deviene la experiencia en el marco del co-
mica; b) la configuración ética de la relación nocimiento científico; la experiencia tampoco
educativa; c) los modos de hacer lo común es aplicación de la teoría, práctica guiada, que
desde la idea de comunidad por venir; y, d) la es como aparece la calificación profesional en
apuesta por la donación frente a otras lógicas competencias. La experiencia es lo que (me–
perversas de la relación educativa. nos) pasa: no es conocer acerca de la pedago-

2 Nos apropiamos de una idea de María Angeles Turón que aparece en un pequeño artículo en la revista electrónica “aparte rei”. Cfr.
María Angeles Turón Mejías “Narrar cómo va la vida mejor que saber qué es la vida”. En: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/
angeles.pdf

Apuestas formativas 85
La nuestra es una postura ética, el intento de
hacer del acto educativo un acontecimiento
ético: intersubjetividad que se resuelve como
solicitud (Ricoeur) y responsabilidad por el
otro (Levinas). Los que vienen a “la escuela”,
por decirlo de un modo, no son los y las que
todavía no saben lo que pasa y vienen para
que alguien les ayude a acceder al saber de
lo que pasa. No son ellos y ellas los que vie-
nen (como alumnos, alumnas), somos “los y
las que venimos” y somos expertos en nuestras
propias vidas y elaboramos un saber común de
lo que nos pasa. Este es un punto de partida
que constituye nuestra postura ética. Con este
gesto–disposición renunciamos a la práctica
de una intervención educativa que buscando
la emancipación del otro mediante el acceso
al conocimiento, da lugar a una “emancipación
tutelada” por nuestro saber (la idea es de Ran-
gía del sujeto, sino saber(me) en el hacer pe- ciere). En la postura que hemos tomado parti-
dagogía del sujeto; no es conocer cómo hacer mos de un reconocimiento: los que participa-
prácticas narrativas, sino saber del ir haciendo mos en el acto educativo somos expertos en
(me) en la práctica narrativa. Y no es que re- nuestras vidas y, por tanto, las relaciones que
nunciamos al conocer como un saber acerca sostenemos parten del principio ordenador de
de algo, sobre algo, sino que nos adentramos que “todas las inteligencias son iguales”, y ello
en estos conocimientos desde la producción significa que los intentos de configuración de
de resonancias con lo que (me–nos) pasa para subjetividades emancipadoras no consisten en
alimentar, re–significar y decidir qué quere- una clarificación o iluminación que va de un
mos que nos pase, por ejemplo, en nuestra lado a otro de la relación, sino en una elabo-
relación educativa, en el trabajo comunitario, ración de lo común3. La tarea educativa, que
pero también en diferentes ámbitos de nues- es de aprendizaje compartido y en ese sentido
tra vida que se ven afectados en el aconteci- admite la transmisión, el testimonio, el dar, el
miento educativo que hacemos. recibir, el descubrir y el asumir la revelación,
es una tarea de quienes hacen lo común, de
Configurar la relación educativa desde el “en- quienes al elaborar relatos de lo que (les) pasa
tre” (romper con la lógica del maestro explica- y articular historias preferidas que rompen con
dor y del “hacer al otro”) el estado de cosas asignado, ya están decidien-
do lo que hacen, lo que les mueve. Desde este
Todas las veces que nos encontramos como perspectiva, la relación que establecemos no
comunidad de aprendizaje buscamos hacer la es una relación de intervención para aclarar lo
relación educativa desde el “entre”, hacien- que se ha de hacer, sino una relación de trato
do del encuentro el lugar “de los que venimos entre inteligencias iguales que procuran relatos
aquí” no a tomar o dar la clase, sino a conver- comunes, que irrumpen en lo que hay propo-
sar “cómo nos va en la vida”. niendo otro orden de las cosas.

3 La idea de la “igualdad de las inteligencias” es de Jacques Ranciere y define posibilidades de relación entre nosotros de otro modo,
y posibilidades de emancipación que no son tuteladas, rompiendo el vínculo establecido entre la emancipación y la ilustración. Cfr.
“El maestro ignorante”, “El espectador emancipado”.

86 La Piragua N° 41
Por ello en la relación educativa privilegiamos + no hay calificaciones, no damos calificacio-
la conversación, a la manera que propone Ga- nes; no hay maestros que revisan y califi-
damer: “educar es conversar”. Conversamos can tareas, o que sancionen trabajos, que
entre nosotros, conversamos con los y las que midan avances de los alumnos;
invitamos4, conversamos con los textos que + la comunidad está siempre abierta: siem-
leemos, conversamos de lo que nos pasa, de pre se recibe a quien llega, a mitad del mó-
qué es esto que nos pasa, de qué queremos dulo, al inicio, al final, por un rato, para
que nos pase y de qué vamos a hacer en nues- quedarse, para ir y volver cuando se quiera;
tra práctica para que pase lo que queremos + no hay objetivos educativos, competencias
que nos pase. a desarrollar, hay “aprendizajes posibles”:
aquello que formulamos como compromiso
Hacer comunidad de aprendizaje, comunidad de intentar como aprendizaje;
de los que se encuentran para hacer cosas + no hay un “cuerpo académico”: todos so-
juntos (romper el orden y las jerarquías de lo mos cuerpo de la comunidad;
académico) + al programa educativo pueden acceder
personas que no tienen título de licencia-
Hay en lo que hacemos la apuesta gestual, tura y, aunque la Secretaría de Educación
muchas veces lúdica y festiva, de des–jerar- Pública no los registra como “alumnos”,
quizar y desestructurar lo académico, la aca- la comunidad de aprendizaje les otorga un
demia: promovemos un modo abierto, libre, titulo y distinción al terminar los estudios
de la comunidad de aprendizaje. Gestos, se- (aproximadamente el 40% de los partici-
ñales: pantes).

4 Han participado en las Maestrías como invitados, algunos y algunas periódicamente, Jorge Larrosa, Albert Chillon, Lluis Duch,
Santiago López Petit (de España), Carlos Skliar, Laura Dutchaski, Claudia Koroll (de Argentina), Alejando Cussiánovich (de Perú),
Fátima Quintal de Freitas (Brasil), Helio Gallardo (Costa Rica), John Holloway, Sergio Tischler, Raquel Gutiérrez, Francisco Gómez,
Antonio Fuentes (de la BUAP en México), Armando Bartra, Julio Moguel, Víctor Manuel Toledo, Blanca Rubio (México), Gabriel No-
yola (UPN México), Hugo Zemelman (quien murió hace dos años) y Estela Quintar (del IPECAL, en México), María Eugenia Sánchez
(IBERO Puebla en México).

Apuestas formativas 87
La comunidad de aprendizaje se organiza en Fundar lo educativo desde el don, el dar (rom-
cada momento desde la posibilidad dada en per las lógicas “perversas” de hacer lo edu-
el encuentro. Encontrarse dice de la posibili- cativo)
dad de “comunidad por darse”. Cada encuen-
tro es un momento de hacer comunidad: ella En lo que hacemos buscamos fundar lo edu-
no está ya instalada (y si ya lo está, porque cativo desde la lógica del don: dar la escucha
la llevamos instalada, es más razón para huir y la palabra como actos ordenadores (la con-
de esa comunidad de roles establecidos: do- versación); dar (el) tiempo al otro, un tiempo
cente, alumno, aula, pizarrón, calificaciones): de servicio (por ejemplo, toda la comunidad
hay que actuar en cada encuentro, desde el educativa participa en las actividades de autoa-
“como si” por primera vez viniéramos, nada sistencia durante el encuentro: lavar la vajilla,
más para encontrar–nos. Nada más. Y ¿quié- servir la comida, limpiar las aulas y las áreas
nes se encuentran? Nosotros, personas co- comunes; compañeros y compañeras que han
munes y normales que nos hemos propuesto terminado la maestría contribuyen como “tuto-
una tarea: re–significar lo que hacemos como res” en los grupos de reflexión llamados “ca-
educadores para hacerlo mejor, para hacer– racoles” de la siguiente generación y lo hacen
nos mejores personas, más humanos. Es nada gratuitamente); la comunidad parte de un em-
más, y ya es mucho, el encuentro de los que peño de “gratuidad”: la contribución económi-
intencionadamente venimos a construir un ca que dan los participantes no cubre el costo
momento y un espacio para saber qué hacer del proyecto y tenemos que buscar fondos, el
con lo que estamos siendo. equipo que coordina el proyecto no percibe un
salario, salvo la persona que lleva la adminis-
Es una idea de comunidad educativa de otro tración y gestión académica, y ninguno de los y
modo. Es otra comunidad, es la de la conver- las asesoras invitadas nacionales o extranjeros,
sación, la de la hospitalidad, de la acogida, recibe un pago por venir a compartir. Todos y
del tacto y la deferencia; es comunidad de todas colaboramos gratuitamente.
pre–figuraciones, de elaboración de futuros
deseados; comunidad educativa del don, del El don es “lo sin interés”, es “lo que en princi-
darse, de la caricia, del hacer–se juntos suje- pio no tiene poder sobre el otro”: es lo que se
tos. da y se da como reconocimiento del otro sin
más, sin “instrumentalizarlo” o usarlo: es re-
Cada encuentro es una laboriosa construc- conocimiento de la alteridad como tal. Desde
ción compartida que nace de la disposi- el don la relación intersubjetiva en la educa-
ción de los que decidimos venir a conversar ción deviene encuentro: la relación es relación
nuestra experiencia. El encuentro no es el de dones. Sometido el interés y cuestionado el
encuentro en torno a un saber ordenado y poder, lo que hay es el encuentro desnudo con
clasificado en materias y plan de clase. Hay, el otro, el dar (se).
sin duda, un trazo, un mapa, una carta de
navegación y sus señales, pero cada vez nos En el don la educación no es del otro, en el
toca desnudarnos del afán de venir a reci- sentido de que el otro no es el “construido”
bir contenidos y de venir a dar enseñanzas, (formado, instruido, capacitado): no se abre
porque aun cuando los haya (aprendizajes, un proceso de producción del otro, de fabri-
enseñanzas) si nos despojamos de ese afán, cación como si desde fuera de él mismo. El
entendido como urgencia y como “lo que don es un gesto, una disposición, un “salir
vale la pena” venir a hacer aquí, lo que que- de mí para ir hacia…”. No se da algo a “na-
da es la confianza para hablar de nosotros, die”, se da algo a alguien y con ello se abre
de nuestras experiencias: lo que queda es las posibilidad de una relación que se cons-
lo que verdaderamente vale la pena: queda- tituye desde la epifanía del rostro del otro en
mos nosotros mismos. mí, desde el reconocimiento de la alteridad y

88 La Piragua N° 41
no desde el sometimiento del otro, o desde En el don hay lo que se recibe y el recibir tie-
su “tematización” como “el que todavía no ne su propia latencia, es imprevisible, no se
es…”, “aquel al que le falta algo (lo educa- deja cronometrar en secuencias funcionales.
ble)… para que sea lo que quiero que sea”, ¿En qué tiempo se completa el don? El tiem-
“lo que debe ser”. po del don no es el tiempo lineal y secuen-
cial de un proceso de producción del otro. La
Si lo educativo, si la relación pedagógica, no educación desde el don, desde el dar (se) se
se ordena como producción del otro ¿qué que- presenta” “sin tiempo”: es un dar sin tiempo
da? Queda el encuentro, la posibilidad de ha- programado y es, por otro lado, “asunción”,
cer algo desde el “estar juntos”, la posibilidad asombro en el sentido de re–conocimiento de
de la conversación, de la pregunta por el ¿qué lo que no estaba en mí y, por tanto, apare-
(nos) pasa? como pregunta constitutiva de ce como “revelación”, como “milagro”, como
otro modo de educación. Queda la necesaria lo que “adviene”. Y lo que adviene no tie-
afectación de sí mismo de los que participan ne tiempo para darse, no tiene programa: es
en la relación que puede devenir en elabora- asombro que no se sabe si ha de llegar, que
ción de lo propio, en apertura de un espacio tiene, siempre, un tiempo imprescriptible en
para el cuidado de sí. La relación educativa cada quien. ¿Cuáles son las consecuencias
se presenta, entonces, de otro modo cuando de esto en la elaboración del acto educativo?
la cualidad no está puesta en la producción Lo principal es que la relación educativa que
del otro, sino en la posibilidad de la propia y se constituye con el don, no es proceso (lo
mutua elaboración de los que participan en la que se puede planificar, prever, ordenar ins-
relación como un don: la relación es afección trumentalmente) sino nada más, siempre, es
en los dos y como relación educativa ya no se momento, lo que acontece; y, aún más, no
presenta condicionada por la racionalidad del hay certeza: es lo que puede acontecer: lo
proceso de producción del otro, ni por la fun- que está siempre por venir. Es la elaboración
cionalidad instrumental del interés calculado del acto educativo como experiencia del dar
y/o del ejercicio del poder sobre el otro. Lo (se) cuenta y como experiencia del asombro
que hay es el dar y el dar es incierto. ante lo nuevo.

Apuestas formativas 89
Otro modo de organizar los aprendizajes de re–significación de la práctica que debe-
mos sistematizar para luego conversarlas en
Los programas que ofrecemos son programas los caracoles del siguiente encuentro; y, c) las
en los que nos proponemos re–significar la actividades de participación en el aula virtual
práctica educativa y de trabajo comunitario en foros de reflexión.
que estamos realizando como profesionistas.
Todos los programas son semi–presenciales Por qué una pedagogía del sujeto
organizados en momentos de encuentro y pe-
ríodos no presenciales en los que nos encon- En la Maestría en Pedagogía del Sujeto plan-
tramos también en el aula virtual. teamos que vale la pena intentar una edu-
cación cuya finalidad se resuelva en primera
La lógica de aprendizaje tiene una secuencia: persona del plural y que renuncie a la idea
el punto de partida de cada sesión o encuen- de “hacer al otro como sujeto”. La educación
tro es el momento de dis–ponernos a hacer es un hacer–nos sujetos. Decimos: vamos a
comunidad mediante la narración en peque- “mirarnos como sujetos, reconocer la idea que
ños caracoles acerca de cómo nos va en la tenemos de nosotros y pensar la apuesta que
vida. Este es ya un momento de conversa- hacemos por configurarnos sujetos en la ac-
ción, el momento de conversar lo que me–nos ción educativa”. Pensar el sujeto, pero pen-
pasa. Desde allí desplegamos otros momentos sarlo desde otro lado que no el de las figuras
de conversación: la conversación sobre los te- del sujeto pedagógico sabido: el enseñante, el
mas trabajados en sesión de “clarificación de aprendiente, el educador, el educando. Pen-
conceptos”, los momentos de conversación y sarlo desde otro lado: desde el ponerse de
diálogo con invitados para abordar nuevos te- subjetividades en la relación educativa, desde
mas o profundizar en temas ya abordados, los el “entre”. Se trata de un atrevimiento. En lu-
momentos de conversación para decidir qué gar de elaborar lo educativo desde uno de los
vamos a hacer en nuestra práctica para ha- polos de la relación, proponemos elaborar lo
cerla mejor. educativo desde el centro, desde el encuentro
de subjetividades: ni pedagogía de la ense-
Luego, durante el período no presencial, tra- ñanza, ni pedagogía del aprendizaje, pedago-
bajamos cada uno los materiales de la Unidad gía del encuentro, pedagogía del sujeto. Es la
de trabajo educativo: a) un paquete de traba- idea educativa de Freire, de Gadamer. Se trata
jo que incluye lecturas, videos, para intentar de pensar–nos sujetos, subjetividades que se
cada uno conversaciones con lo que los au- ponen a sí mismas como sujetos en la relación
tores de los textos, que se plasman en ensa- educativa. Ir del asunto de la intervención en
yos, reportes, b) un conjunto de actividades el otro para formarlo, para hacerlo sujeto, al

90 La Piragua N° 41
asunto del trato con el otro, entre nosotros, y la desigualdad, el sujeto que cabe intentar en
para hacer–nos sujetos. Hacer–nos sujetos es lo educativo es el sujeto de la digna rabia: el
lo que hay en el “entre” de la relación edu- sujeto que es capaz de decir ¡ya basta! y que al
cativa, cuando transitamos de las orillas, allí hacerlo prefigura otros modos de vida posibles
donde hemos colocado las figuras del educa- y que lucha por cambiar este mundo.
dor y del educando, hacia donde acontece el
encuentro, que es encuentro con el otro y po- La Maestría en Pedagogía del Sujeto y Prácti-
sibilidad de responder al otro, de procurar en ca Educativa está organizada en cuatro Módu-
mí actuar preservar y alimentar la irreductible los. Cada Módulo dura cinco meses, consta de
alteridad del otro: cinco sesiones presenciales y cuatro unidades

La tarea central de la Maestría es aprender a de trabajo educativo (UTE) con actividades de


hacer una práctica pedagógica desde los su- autoestudio, de re–significación en la práctica y
jetos, una pedagogía que ponga en el centro de participación en el aula virtual. La maestría
el esfuerzo para elaborar subjetividades que se se completa cuando se ha participado en los
ponen a sí mismas como sujetos frente a lo veinte encuentros presenciales y dos cursos de
que hay, en resistencia a lo que hay. Frente a verano de diez días cada uno, así como cuando
los sujetos modelados, disciplinados y normali- se han resuelto y compartido en sesiones de
zados, y frente a los sujetos negados, mínimos, “caracol” con compañeros y compañeras de
bonsái, que en la cotidianidad que estamos vi- los dieciséis paquetes de trabajo o las UTE.
viendo la vida nos marca como la vida que hay,
como la única que es, proponemos que hoy, La Maestría no admite “estudiantes de tiempo
aquí, en este mundo marcado por la exclusión completo”. Para participar en la comunidad de

Apuestas formativas 91
aprendizaje es necesario demostrar que se está que no tienen presencia con sus propias formas
realizando una práctica educativa cotidiana. de vida, lo que significa una irrupción, un acto
político; c) es despliegue del sujeto como ani-
Por qué las prácticas narrativas mal literario que en sus relatos pone en cues-
tión lo que hay; d) en su contenido se abre al
La Maestría en Prácticas Narrativas es una ini- disenso: se da no solo como un contar y rela-
ciativa conjunta con el Colectivo de Prácticas tar los problemas y las historias preferidas de
Narrativas, que en México impulsa la práctica manera diferente a las narraciones dominantes,
narrativa con terapeutas, educadores y traba- desde los que no han sido considerados, sino
jadores comunitarios. como un contar, un relatar que en el darse es
ya movilización de los cuerpos.
Hemos optado por la práctica narrativa porque
consideramos que la narración colectiva, esto La Maestría en Prácticas Narrativas está or-
es, el trabajo de relatar lo que (nos) pasa y de ganizada en doce Módulos. Cada Módulo dura
elaborar “historias preferidas” (lo que quere- dos meses y consta de una sesión presen-
mos que nos pase) es posibilidad de creación, cial de tres días y un paquete de trabajo o
es apertura de grietas en lo que hay, en tanto UTE que los participantes resuelven durante
la fuerza de la palabra crea historias que movili- los dos meses no presenciales. La Maestría
zan los cuerpos (las pasiones, los afectos) para se completa cuando se ha participado en las
hacer lo otro, lo nuevo, frente a la reproduc- doce sesiones presenciales y se han resuelto
ción de lo mismo; es decir, como posibilidad es las Unidades de Trabajo Educativo (UTE). La
apertura, novedad que es promesa y que ya en Maestría no está dirigida a terapeutas, está di-
el decirse se está verificando en su realización. rigida a educadores del sistema educativo na-
cional y a trabajadores comunitarios. Al igual
Consideramos que la narración es posibilidad que la Maestría en Pedagogía del Sujeto, no
de constitución de una subjetividad emanci- se admiten “estudiantes de tiempo completo”.
padora diferente del sujeto de la conciencia
entendido como sujeto cognitivo que conoce Colocarse en los márgenes que no al margen,
el mundo e interviene en él para transformar- porque no hay afuera sino lo que hay
lo. La narración es constitución de un siendo
sujeto que solo puede darse como intersub- En los rompimientos que intentamos está nuestra
jetividad desde la relación de donación que subversión, el intento de otra cosa. Eso, intento.
hay en el dar la escucha y dar la palabra. En No estamos al margen, no estamos “fuera de”,
el relato se da un saber que es un saber en el en un mundo ideal en el que lo educativo se
que nos va la vida. En este saber las personas realice de otro modo: estamos aquí y encarnamos
no desaparecen, el singular no es subsumido en nuestra práctica la contradicción entre seguir
en la abstracción, en la generalidad, sino que habitados de lo mismo y el empezar a habitar
lo dicho muestra la vida de quienes relatan. con gestos, modos y mecanismos otro modo
de hacer lo educativo. Así, no dejamos de ser
La práctica narrativa puede ser potente en tér- lo que ya no queremos ser ni hacer, al mismo
minos de generar posibilidad emancipatoria, tiempo que en lo que hacemos vamos siendo,
es decir, fuerza y movilización en las personas aún de manera efímera y acontecimental, otros
para cambiar (se) la vida, para elaborar–se sub- y otras porque hacemos otra cosa.
jetividades que se ponen a sí mismas como su-
jetos en el decir lo que pasa y en el relatar his- Decimos que esta es una comunidad de
torias preferidas: a) permite la auto institución aprendizaje y ponemos énfasis en la idea de
de una subjetividad en la que el dar–se cuenta que esa comunidad siempre está por darse,
mediante la palabra, es un dar–se cuenta junto que lo común que hacemos de manera
con otro; b) es un modo de presentarse de los novedosa está siempre por hacerse, por darse.

92 La Piragua N° 41 Ir al Indice
APOSTANDO POR LA FORMACIÓN DE
EDUCADORES POPULARES
LA EXPERIENCIA DEL DIPLOMADO DE EDUCACIÓN POPULAR

Nélida Céspedes Rossel

La fuerza de la Educación Popular tivo, para soñar otros mundos posibles, en que
la injusticia, la inequidad, y todo tipo de discri-

L
a formación de educadores(as) populares minaciones sean páginas del pasado, buscando
constituye el corazón de la Educación Po- expandir su libertad, construyendo nuevos refe-
pular. Esta centralidad se sustenta en la rentes personales, sociales, políticos, culturales,
importancia del conocimiento como fuente de en el que el tema del poder es sustantivo.
poder, articulado a un proceso solidario y coo-
perativo, respetuoso del ser humano, que asu- En esta perspectiva es fundamental que los
me la subjetividad en el proceso de creación procesos formativos desde la Educación Po-
del conocimiento articulado a mejorar prácticas pular se enriquezcan y apuesten por: a) pro-
y compromisos con los actores sociales concre- mover un pensamiento crítico para el análisis
tos, y en contextos específicos. de la realidad política, social, cultural, econó-
mica, para avanzar hacia la emancipación per-
Paulo Freire se jugaba por los procesos for- sonal y social; b) una intencionalidad política
mativos y señalaba que: “La educación de las emancipadora; c) por el reconocimiento del
masas se hace absolutamente fundamental rol de los sujetos populares como actores de
entre nosotros. Educación que, libre de alie- su emancipación; d) entender a los sujetos en
nación, sea una fuerza para el cambio y para sus múltiples dimensiones: racionales, afecti-
la libertad. La opción, por lo tanto, está entre vas, lúdicas y trascendentes; e) procesos pe-
una “educación” para la “domesticación” alie- dagógicos que interactúan con tales dimensio-
nada y una educación para la libertad. “Edu- nes para la transformación personal y social;
cación” para el hombre–objeto o educación f) metodologías y estrategias de trabajo que
para el hombre–sujeto”1. contribuyen a que los sujetos se construyan
como personas activas, participativas, sujetos
Estas reflexiones son importantes porque sociales de derechos y ciudadanos aportando
apuestan a que los actores sociales sean cada a la construcción de un destino común entre
día protagonistas de su destino personal y colec- las personas y con la naturaleza.

Nélida Céspedes Rossel. Educadora popular peruana. Secretaria General del CEAAL para el periodo 2012–2016. Miembro del directivo
de la CLADE (Campaña Latinoamericana por el derecho a la educación) y del ICAE (Consejo Internacional para la educación de personas
jóvenes y adultas), y del Consejo Editorial de la revista Decisio (CREFAL), La Piragua (CEAAL), Educación de adultos y desarrollo (DVV).

1 Freire Paulo. La educación como práctica de la libertad. Siglo XXI Editores. Argentina.

Apuestas formativas 93
Problema de fondo Una cultura de carácter antropocéntrico que ha
roto la armonía entre los humanos y la natu-
Con razón se ha señalado que la crisis mun- raleza, depredándola, y que se manifiesta en
dial, es una crisis también de la Educación. contraposición a otras miradas biocéntricas
Hay valiosos esfuerzos reflexivos que señalan que privilegian la reciprocidad y la armonía con
con preocupación las graves consecuencias la tierra; una cultura patriarcal de supremacía
de un modelo de desarrollo capitalista que se del hombre sobre la mujer, desfigurando las
manifiesta en una crisis financiera, alimenticia relaciones de complementariedad e igualdad;
y económica de alcance mundial, que agudiza una cultura homogénea, monocultural que no
las brechas sociales, la pobreza, la exclusión, asume la diversidad como valor, ni la intercultu-
como consecuencia de las políticas “anti cri- ralidad crítica que se basa fundamentalmente
sis” que los Estados han venido implementan- en el compromiso de luchar contra todo tipo de
do para salvar su modelo económico y político discriminación; una cultura que nos ha escin-
que se demuestran insostenibles. El empleo, dido generacionalmente, atomizándonos, y sin
la salud, la educación pública de millones de valorar las relaciones intergeneracionales.
personas pobres, son derechos ausentes en
las políticas públicas de muchos países. Todas estas manifestaciones son también
transmitidas en los procesos formativos, con-
Ese modelo depredador, se manifiesta en el cebidos como adiestramiento de capital huma-
sometimiento sistemático de la naturaleza, re- no para la productividad y la competitividad,
flejado en el gasto exacerbado de materiales centrando la noción de calidad en relación a
y energía, destruyendo las condiciones que la de habilidades básicas de alfabetización y
hacen posible la vida en el planeta; así como aritmética, desligada de la importancia de la
una cultura que ha instrumentalizado el saber comprensión y el análisis; así como un enfoque
a favor del consumo. basado solamente en el desarrollo individual.

94 La Piragua N° 41
Desde sus inicios, Paulo Freire criticó la
educación «bancaria», la que pone énfasis
en la transmisión de los conocimientos,
en la mirada estática de la realidad, de la
historia, de la vida. Muy por el contrario, la
formación que proponemos, radica en la
apuesta al reconocimiento de la realidad
como dinámica, como construcción histórica y
cultural en la que se dialoga entre las distintas
culturas existentes; intentando quebrar con la
racionalidad opresiva hegemónica.

Cuando las apuestas político pedagógicas se


juntan

Basados en los planteamientos anteriores, em-


prendimos una apuesta formativa para educa-
dores populares entre la Universidad Antonio En esta dirección, la UARM ha creado espa-
Ruiz de Montoya/Perú (UARM), y el Consejo cios para la interacción entre el pensar, el sen-
de Educación Popular de América Latina y el tir y la acción. Promueve una educación cien-
Caribe (CEAAL), en la modalidad de un Diplo- tífica y humanista, para formar futuros líderes
mado de Educación Popular. con reflexión humanista, responsabilidad so-
cial, espíritu crítico, ética profesional y actitud
La UARM, como universidad de la Compa- de escucha frente a la realidad y la política.
ñía de Jesús, asume el reto de contribuir a
la construcción de sujetos situados en su in- El CEAAL, se asume como un movimiento de
terioridad–exterioridad con conciencia de sus educadores(as) populares. Apostamos a con-
propios procesos y de su responsabilidad en el tribuir a que las personas se apropien de lo ín-
mundo. Esto es coherente con la misión de la timo de sí mismas. Es por ello que apropiarse
institucionalidad en la que emerge: de sí misma va de la mano con la modificación
del entorno social. Educar–se es modificar las
“La misión de la Compañía de Jesús relaciones en las que uno/a vive.
hoy, como orden religiosa dentro de la
Iglesia Católica, es «el servicio de la Por lo que nuestra misión señala que:
fe, de la que la promoción de la justi-
cia es un elemento esencial». Es una “Somos un movimiento de Educación
misión enraizada en la creencia de que Popular, que como Red, actúa y acom-
un mundo nuevo de justicia, amor y paz paña procesos de transformación educa-
necesita personas formadas en la com- tiva, social, política, cultural y económi-
petencia profesional, en la responsabili- ca, de las sociedades latinoamericanas
dad y en la compasión; hombres y mu- y del Caribe, en escenarios locales, na-
jeres que estén preparados para acoger cionales y regionales, en diálogo con el
y promover todo lo realmente humano, mundo, a favor de la soberanía e inte-
que estén comprometidos en el trabajo gración de los pueblos, la justicia social
por la libertad y dignidad de todos los y la democracia, desde las perspectivas
pueblos, y tengan voluntad de hacerlo de los derechos humanos, la equidad
así en cooperación con otros igualmente de género, la interculturalidad crítica y
dedicados a modificar la sociedad y sus una opción ética, pedagógica y política
estructuras”. emancipadora”.

Apuestas formativas 95
Por ello apostamos a procesos político–pe- tos de intervención; 2) Renovar un modo
dagógicos que buscan superar las relaciones común de entender la educación popular a
de dominación, opresión, discriminación, ex- partir del análisis crítico de sus enfoques
plotación, inequidad y exclusión, y se refiere que han interpelado la práctica educativa
a todos los procesos educativos/formativos popular, en función de sus líneas temáticas
que buscan construir relaciones equitativas y y territorios de intervención; 3) Renovar su
justas, respetuosas de la diversidad y de la rol profesional y sus prácticas de interven-
igualdad de derechos entre las personas. La ción, a través de procesos de reflexión de
educación popular es una corriente educativa sus prácticas, cuestionar su rol de educador
que se caracteriza por ser, a la vez un fenó- popular, el papel del conocimiento, la rela-
meno sociocultural y una concepción de edu- ción del aprendizaje con la acción, lo que
cación y se basa en principios ético–políticos ocurre con los sujetos del hecho educativo
que apuestan a la construcción de relaciones y las estrategias metodológicas; 4) Replicar
humanas equitativas y justas en los distintos el diplomado dentro de sus instituciones; 5)
ámbitos de la vida. Se basa también en una Contribuir al fortalecimiento del movimiento
pedagogía crítica y creadora. de educadores populares.

Teniendo como base dicha experiencia, rea- Los actores del proceso fueron los educadores
lizamos el diplomado internacional entre la populares del Perú y de otros países de América
UARM y el CEAAL para contribuir a la forma- Latina, así como miembros del CEAAL.
ción de educadores desde los sentidos políti-
co– pedagógicos de la Educación Popular. Líneas de formación

Objetivos del diplomado y quiénes El Plan de Estudios del diplomado se diseñó


participaban teniendo como base dos líneas de formación,
a los que corresponden los temas centrales de
Planteamos los siguientes objetivos: 1) For- cada uno de los ciclos:
talecer las capacidades profesionales de los
educadores populares, para que renueven sus a) Enfoques, teorías y conceptos sobre la edu-
prácticas educativas y aporten a la construc- cación popular: esta línea de formación
ción de un “Proyecto Político” en sus ámbi- presenta los enfoques, conceptos y teorías

96 La Piragua N° 41
para una mayor apropiación y práctica de Fondo y contenido del Diplomado
la Educación Popular, la cual permite com-
prenderla en su dimensión histórica, cultu- El Diplomado de Educación Popular se estruc-
ral, política y pedagógica. turó en base a seis módulos, que permitieran
desde el inicio la lectura del contexto y su
La EP supone la constitución del sujeto popu- problematización, seguida del acercamiento
lar en sujeto de saber y de poder. Para ello, y profundización a la comprensión de la
requiere de una transformación profunda de educación popular como un proceso vivo,
los intelectuales, técnicos y educadores, en el histórico, y su pedagogía crítica y estrategias
sentido de una apuesta y una confianza en las de intervención.
potencialidades de los actores sociales popu-
lares. La EP es pues, un movimiento cultural, Los módulos desarrollados fueron los
ético y político, donde los centros e institucio- siguientes:
nes deben desempeñar un papel de servicio
con el movimiento popular en su conjunto y, 1. Desarrollo: una noción en debate en Amé-
en especial, en relación a la construcción de rica Latina. Sus implicancias para la acción
los procesos de saberes y poderes sociales y de educadores/as populares2.
políticos.
2. El contexto socio histórico de la educación
b) Estrategias de intervención y propuesta popular y su vigencia en América Latina3.
pedagógica, tomando en cuenta el mar-
co teórico ofrecido en la línea de forma- 3. Conceptos, teorías de la Educación Popu-
ción anterior, que sirve de fundamento a lar4.
las prácticas de intervención, en esta se
pretende desarrollar en los participantes 4. Corrientes pedagógicas en la Educación
aprendizaje para recrear una metodolo- Popular5.
gía dialéctica, a través del cual se pueda
lograr un proceso de acción–reflexión– 5. Estrategias pedagógicas de la Educación
acción / práctica–teoría–práctica en los Popular6.
procesos de formación que estos puedan
emprender. 6. Incidencia en Políticas Educativas7.

2 María Rosa Goldar. Argentina. Profesora Titular Efectiva de la Cátedra Trabajo Social Comunitario y Grupal. Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales. Universidad Nacional de Cuyo. 2010 y ss. Docente de nivel medio de Educación de Jóvenes y Adultos.

3 +Raúl Leis. Panamá (1947). Sociólogo, politólogo, escritor, comunicador y educador panameño. Secretario General del CEAAL.
Presidente de CEASPA, Centro de Estudios y Acción Social Panameño. Catedrático universitario.

4 Alfonso Torres. Coordinador de la Maestría en Estudios Sociales y del Grupo de investigación Sujetos y Nuevas Narrativas en Cien-
cias sociales de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia (2009–2011). Docente investigador de la misma universidad
desde 1985.

5 Alfonso Torres, Ídem.

6 Severo Cuba, Educador Peruano, especialista en Formación Docente y Políticas de descentralización. Oscar Jara. Sociólogo y
Educador Popular. Director del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja en San José, Costa Rica. Coordinador del Programa
Latinoamericano de apoyo a la Sistematización de Experiencias del CEAAL. Presidente del CEAAL. Docente en la Universidad de
Costa Rica.

7 Nélida Céspedes. Educadora Peruana. Secretaria General del CEAAL. Miembro del directivo de la Campaña Latinoamericana por el
Derecho a la Educación y el Consejo Internacional de Educación de Adultos.

Apuestas formativas 97
Estrategia metodológica • Casi al final de cada módulo, se planteó
una actividad conducente a re–mirar la
Cada uno de los módulos desarrolló un con- práctica, buscando enriquecerla con los
junto de saberes, en relación con diversas ac- contenidos y reflexiones. Esta se titula
tividades de aprendizaje, para lograr los obje- “Retornando a mi práctica”.
tivos del Diplomado.
• Al finalizar cada módulo se solicitaba
La estrategia metodológica comprendía los si- una actividad denominada: ”Aportes a la
guientes pasos: formulación de un Plan de Formación y
Acompañamiento en Educación Popular”,
• Recoger la experiencia; como producto final del diplomado.
Dicho plan puede ser definido como una
• Facilitar el interaprendizaje, a través del in- propuesta educativa, dirigida a un grupo
tercambio de ideas y argumentos; de participantes (sujetos de cambio)
que comparten una característica (edad,
• Volviendo a la práctica social. ocupación, interés u otra). Dichas
actividades están compuestas por un
A continuación les presentamos el sentido de conjunto de elementos.
cada una de estas actividades:
Desde la voz de los participantes
• Al inicio de cada módulo planteamos una
actividad titulada “Recogiendo mi expe- Uno de los aspectos fundamentales de la Edu-
riencia”. Dirigida a recoger los saberes pre- cación Popular es que los propios actores ten-
vios en relación a los temas planteados por gan en todos los procesos una participación
el módulo. Sirve de línea de base, a efectos activa. Por ello al azar preguntamos a algunos
de tomar conciencia del propio proceso de participantes acerca de sus opiniones del Di-
aprendizaje. plomado, y aquí ofrecemos sus impresiones.

• Conforme se avanzaba en los contenidos y Marbelis González Mesa


la reflexión se plantearon “Actividades de Institución CIERIC/Cuba
proceso” que invitan a profundizar los con-
tenidos que propone cada Módulo. Dichas Estos meses de Diplomado me han obligado
actividades son de carácter personal y tam- a estudiar a fondo muchos textos que, de no
bién grupal, invitan a responder preguntas, ser así, quizá hubiera leído algunos pero no
reflexionando sobre algún texto comple- todos, siempre aludiendo a la falta de tiempo;
mentario o una dimensión de la práctica me han permitido enriquecerme con nuevos
social, se desarrollan también esquemas y conocimientos y una nueva manera de enten-
estructuras que sirven de base para desa- der y aplicar la metodología de la Educación
rrollar nuevos conocimientos. Popular. Ha fortalecido mi compromiso social
y mi empeño de lograr ser consecuente todo
• “Foro de debate colectivo”, cuyo sentido el tiempo. Al leer y dialogar con los otros par-
es el diálogo con los otros participantes, ticipantes me ha hecho admirarles y hasta en-
construyendo saberes colectivos, apren- vidiarles por tener esa posibilidad de trabajar
diendo nuevos criterios, en base a la en otros contextos, de maneras más creativas
expresión, argumentación e incluso de y esto me hace analizar desde otra visión mi
convencimiento a través de un proceso de contexto cubano, las diferencias y semejan-
análisis, intercambio y debate con otros zas que tiene con nuestra América toda. Pero
pares, participantes del Diplomado. también ha llenado de cuestionamientos mi

98 La Piragua N° 41
práctica y la de otras y otros por acá. Han la participación en los foros me ha enseñado
sido meses de un esfuerzo mayor al tener que otras visiones, me ha obligado a profundizar
estudiar y “hacer tareas”, esta es la parte que en temas en los que a lo mejor no los ha-
no me gusta mucho, no voy a negarlo, a correr bía ni pensado de esa manera. Creía saber de
para cumplir a tiempo, lo cual muchas veces EP pero el Diplomado me ha permitido darme
me doy cuenta que no lo hago con el mejor re- cuenta que en verdad no era tanto y que me
sultado pero me disciplina también y entonces falta mucho por aprender sobre el tema.
puedo ser un ejemplo (pedagogía del ejemplo,  
recordemos) para mi hija y mi hijo, cuando me ¿Cuáles son los principales logros del diplo-
ven cansada tarde ya pero estudiando y cum- mado?
pliendo con la entrega de mis tareas.
• Poner a reflexión distintos temas según
¿Cómo el diplomado ha contribuido a la forma- nuestros contextos, teniendo en cuenta la
ción en Educación Popular del participante?  diversidad de estos y nuestras maneras de
comprenderlo.
Me ha permitido profundizar en muchos co-
nocimientos que no poseía al tener que leer • Tener una mirada crítica a la Educación Po-
sobre la historia de la EP, sus enfoques me- pular, a lo largo de su desarrollo.
todológicos, didácticos, etcétera. El hecho de
leer otros textos diferentes, conocer otros es- • Repensar al CEAAL, dentro de este contex-
critos, me ha forzado a mirar otras propuestas to actual y con otros conocimientos sobre
que no son las que más consultamos. También la EP.

Apuestas formativas 99
¿Qué aspectos se pueden mejorar? Creo que esta idea del Diplomado ha sido
muy buena para fortalecer nuestro CEAAL, lo
Para mí ha sido un poco difícil por los proble- que habría que buscar es alguna forma para
mas con el acceso a Internet, nunca puedo medirlo en el tiempo, o sea, poder valorar la
participar más de una vez, raras veces dos, contribución que estamos haciendo con estos
en un foro, que es donde realmente apren- nuevos aprendizajes, tanto a nuestras Institu-
demos. Si en otro momento participa un cu- ciones como al colectivo nacional del CEAAL
bano o cubana tener en cuenta esto. Como en nuestros países.
no tengo acceso desde mi casa, no puedo  
participar los fines de semana que es quizá María Adelina Gutiérrez Hidalgo
cuando más participación tienen los foros, Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui,
esto me hace a veces tener que hacer las Venezuela
tareas un poco apresurada para poder en-
viarlas a tiempo sin contar el fin de semana. ¿Cómo el diplomado ha contribuido a la forma-
Sé que ustedes no pueden mejorar esto del ción en Educación Popular del participante? 
acceso pero quizá pensar en otras variantes
para nuestro país. Ha sido una experiencia importantísima: revi-
sar, investigar, recorrer, aprender desde lo que
¿Qué otra opinión te gustaría expresar? ha significado la Educación Popular a lo largo
de la historia latinoamericana, me ha permiti-
Siempre en los foros veo la participación de do comprender mucho de su contenido (había
las mismas personas del Grupo 2 al cual per- recibido mucha información), sobre todo su
tenezco, pero me parecen muy pocas y me esencia, a través de ese recorrido que hicimos
pregunto ¿cuántas personas estamos termi- en el Diplomado, y fue vital para comprender
nando el Diplomado? Recuerdo que al princi- aún más mi labor. Compartir con mis compa-
pio éramos bastantes, pero no me parece que ñeros, colegas desde otras partes de nuestra
hayan llegado todas y todos al final. Latinoamérica, qué decir de esto: tantas expe-

100 La Piragua N° 41
riencias, he desaprendido para aprender nue- ¿Qué aspectos se pueden mejorar?
vas visiones, cambiar lo tradicional a leer la
realidad constantemente, reforzar lo aprendido • Entrega de evaluaciones a tiempo porque
y ejecutado desde hace más de 16 años, ha esto nos permite revisar cómo vamos y ser
contribuido a la Educadora Popular que soy y críticos de nuestro propio aprendizaje.
quiero seguir siendo hoy.
• La comunicación constante con los tutores,
¿Cómo ha potenciado el trabajo en su institu- las respuestas a las inquietudes, este tipo
ción y con diversos actores populares? de aprendizaje requiere mayor atención por
las posibles dudas que se nos puedan pre-
Una de las cosas que más me ha preocupado sentar.
y ocupado son los “mecanicismos”, tratar a
todos los actores igual, como si existiera una ¿Qué otra opinión te gustaría expresar?
receta única. Este Diplomado con los cono-
cimientos obtenidos me fortalece desde una Para mí ha sido un placer, un honor participar
visión más real, saber que esa receta única no por mi institución Asociación Civil El Paragüe-
existe, que todos los perfiles son diferentes, ro, asociada al Grupo Social CESAP, en este
que sigue vigente la construcción desde lo co- Diplomado; agradecer a todos los tutores,
lectivo, formar ciudadanos analíticos, críticos profesores: valoro sus conocimientos, aprecio
de su propia realidad, y capaces de transfor- inmensamente sus aportes; excelentes cada
marla incidiendo en lo público. Esta visión es módulo, sus contenidos, las formas de llevar
primordial para nosotros como Educadores, los aprendizajes, las tareas y los foros.
ella es la que ahora llevo a mi institución, a
mis compañeros y así multiplicaré los aprendi- Aportando humildemente espero haber contri-
zajes. Cambiar para mejorar lo que hasta aho- buido al éxito de este Diplomado, lo he dicho
ra hemos realizado en nuestras comunidades, muchas veces cuando me dieron la oportu-
nos permitirá seguir creciendo como organi- nidad de participar no lo pensé dos veces.
zación. Como persona he crecido gracias a mi preocu-
pación por aprender, me gusta siempre saber
¿Cuáles son los principales logros del diplo- más, gracias a todos mis compañeros colegas
mado?

• Formar a tantos Educadores que no conta-


mos con un espacio para reunirnos cons-
tantemente en el cual podemos intercam-
biar desde diferentes visiones y aprender
de todos.

• Conocer más de cerca, a través de nuestros


encuentros, la realidad latinoamericana.

• Conocer el maravilloso trabajo que realiza


tanta gente nuestra en Educación Popular,
desde diferentes ámbitos.

• Recibir los aprendizajes de nuestros tutores


y profesores con amplia experiencia en los
temas tratados.

Apuestas formativas 101


latinoamericanos han sido mis profesores en Cada uno de los módulos que hemos vivido
este camino, amigos que espero seguir cono- en casi un año de formación, han fortaleci-
ciendo, siguiendo, para no perder el contacto do saberes que ya tenía, me hicieron recor-
ya establecido. darlos, refrescarlos para tenerlos presentes
en mi práctica educativa. Me gustó mucho
Continúen con estas iniciativas de aprendiza- la reflexión histórica que hicimos sobre el
je para tantas personas que hacen lo mismo desarrollo para comprender nuestra historia
como nosotros, particularmente espero este y para hacer una lectura crítica sobre los
no sea el último, que hayan más posibilidades modelos de desarrollo construidos desde
de estudio. Mil gracias a todos en CEAAL, por fuera, desde una visión colonial y dominan-
ocuparse de formar a sus asociados, hoy soy te. La experiencia de Bolivia y Ecuador me
mejor persona, mejor profesional, mejor Edu- impactaron sobre manera, sobre todo, por-
cadora Popular. que la naturaleza está en el centro de la
vida. Reafirmé que lo personal es político.
Rosa Elva Zúñiga López He aprehendido elementos de teoría, peda-
Educadora Popular mexicana del IMDEC gogía, metodología e incidencia de la educa-
ción popular, a partir de lo cual fortalecí los
¿Cómo el diplomado ha contribuido a la forma- conocimientos que ya tenía.
ción en Educación Popular del participante?
¿Cómo ha potenciado el trabajo en su institu-
El Diplomado contribuyó en mucho a mi for- ción y con diversos actores populares?
mación como Educadora Popular, sobre todo
porque se integró en mí una visión más clara Mi trabajo se potenció en el sentido de ir inte-
e integral de Latinoamérica, porque reflexio- grando muchos de los elementos que se iban
namos desde diferentes perspectivas: el de- trabajando a lo largo de los módulos. El diplo-
sarrollo, el género, la cosmovisión indígena, mado casi coincidió con un proceso de forma-
la humanitaria y el medio ambiente, lo cual ción que coordiné el año pasado y que este
he enriquecido mi práctica como educadora año retomaré todo lo aprendido en la puesta
popular. en práctica de un proceso de formación me-

102 La Piragua N° 41
todológica en educación popular. Sin embar- Extrañé la presencia de Raúl Leis, su aporte
go todavía hay mucho que seguir poniendo en en vida hubiera sido maravilloso, nos queda-
práctica. mos con sus escritos, su pensamiento creativo
y crítico, lo cual enriqueció nuestra práctica
¿Cuáles son los principales logros del diplo- educativa durante el diplomado.
mado?
Ha sido fundamental la alianza del CEAAL con
La integración de un equipo docente con am- la UARM para la convocatoria de un diploma-
plia experiencia y de diferentes países, a partir do virtual internacional en Educación Popu-
de lo cual se trabajó desde un programa de lar, nos permitió confluir con otros y otras,
formación integral que nos permitió recupe- construir conocimiento colectivo. Desde esta
rar en cada módulo nuestra saberes previos, reflexión, pudimos tomar distancia y retroali-
partir de nuestra propia historia e identidad, mentar nuestras prácticas.
reconocer y reafirmar nuestra postura política
y profundizar conceptualmente para volver a Reflexiones finales
la práctica.
Es necesario asumir, como prioridad, la tarea
Para mí fue un momento para re–significar mi de formar y potenciar a líderes de procesos
práctica, como Educadora Popular, Sociólo- sociales y a profesionales de las instituciones,
ga y Maestra en desarrollo rural regional. Fue como educadores y educadoras populares
excelente el encuentro con la teoría crítica y comprometidos con la transformación de la
conmigo misma. realidad social, que se empeñen en superar
las injusticias y desigualdades de la sociedad,
Los foros fueron la oportunidad para debatir que estén preparados para liderar los pro-
y construir pensamiento crítico y conocernos. cesos de organización y acción colectiva de
comunidades, que se identifiquen con su rol
¿Qué aspectos se pueden mejorar? de educador(a) y que piensen, organicen y re-
flexionen su acción desde el proyecto Político
Sin duda este ha sido hasta ahora, el mejor Pedagógico y Cultural de nueva sociedad.
Diplomado Internacional que hemos tenido,
sin embargo creo que hay muchas cosas que El rol de las universidades en los procesos de
se pueden mejorar. Me gustaría que se me- formación para romper con esquemas tecnicis-
joraran las orientaciones que dan los tutores tas, homogenizantes es fundamental, como es,
en los espacios de reflexión colectiva, ya que retomar la discusión sobre la formación de edu-
eso puede definir el rumbo que estos pueden cadoras y educadores populares, que podría
seguir. Es un desafío encontrar el justo medio, construirse a partir de cuatro ejes básicos: i) El
ya que la participación que se dio en los foros compromiso ético y político y la construcción
no fue la misma al inicio que al final. Sería im- de identidad del educador(a); ii) La formación
portante por ello revisar los tiempos que se tie- política y la capacidad de comprensión de la
nen definidos para las diferentes actividades. realidad local y global; iii) La formación para
Es necesario cuidar el momento en que se construir el sentido de lo educativo y lo peda-
comparten las conclusiones de las y los maes- gógico y apropiar el saber teórico práctico cons-
tros, así como de los tutores, pues en algunas truido en la educación popular; y iv) Las capa-
ocasiones se adelantaron y ya no había opor- cidades y actitudes de investigación, reflexión
tunidad para decir otra palabra más. y aprendizaje permanente, como ejes claves y
componentes de la formación de educadores y
¿Qué otra opinión quisieras expresar? educadoras populares.

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Apuestas formativas 103
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN CON ÉNFASIS
EN EDUCACIÓN POPULAR Y DESARROLLO
COMUNITARIO
(Un Programa académico universitario / Grupo de Investigación
en Educación Popular Universidad del Valle–Colombia1)

Jorge Rojas Valencia

Aspectos generales Desde entonces se han ofrecido siete cohor-


tes (contando la actual), graduando cerca de

E
l Énfasis en Educación Popular y Desa- medio centenar de magister. El perfil profesio-
rrollo Comunitario, de la Maestría en Edu- nal de sus estudiantes es variado, tanto en la
cación del Instituto de Educación y Pe- formación universitaria como en las prácticas;
dagogía, es un proyecto académico del Grupo tienen en común contar con experiencia y ex-
de Investigación en Educación Popular de la pectativas de adelantar procesos educativos
Universidad del Valle. Nació hace casi 25 años en contextos de organización, buscando em-
con el propósito de: poderamiento de las comunidades; se asumen
con compromiso social y en ocasiones con
“...ofrecer oportunidades de formación participación política pública. Sus trayectos
en investigación, a partir de la explo- están marcados por iniciativas en las que se
ración de… 1) Lo popular, como lugar comprometen con reflexiones en torno a situa-
metodológico y lo cultural como espacio ciones contemporáneas, haciendo centro en la
estratégico para repensar la educación sensibilidad con asuntos comunitarios. La re-
y el desarrollo. 2) La Educación Popu- flexión en el proceso de formación les permite
lar como las relaciones conflictivas en- identificar temas que convocan a comunida-
tre culturas diferentes y desigualmente des académicas, que muchas veces conectan
constituidas pero permanentemente re- con campos de problemas de exploración en
lacionadas y 3) El Desarrollo, como la la tradición o de intereses actuales de la edu-
emergencia de modelos factibles, social cación popular. En términos de ocupación, un
y humanamente más viables que los he- gran porcentaje de estudiantes corresponde a
gemónicos, en la potenciación de los re- docentes de universidades y centros educa-
cursos culturales y naturales de nuestra tivos de la región suroccidente de Colombia,
sociedad”. en un menor porcentaje líderes comunitarios y

Jorge Rojas Valencia. Colombiano. Magister Universidad del Valle en Comunicación y diseño cultural. Ingeniería Agronómica en la Uni-
versidad Nacional de Colombia–Sede Palmira. Su experiencia profesional en Ciencias Sociales y Ciencias de la Educación: a través de
actividades administrativas, de docencia e investigación. Director actual del Grupo de Investigación en Educación popular (Universidad
del Valle) y Coordinador del Énfasis.

1 Este texto fue editado por Jorge Rojas Valencia, Director actual del Grupo de Investigación y Coordinador del Énfasis, a partir de
textos producidos por miembros del grupo.

104 La Piragua N° 41
gestores sociales y comunitarios articulados a 1. Fundamentacion: este componente se de-
organizaciones no gubernamentales. sarrolla a través de un curso y cursos electi-
vos y se estructura alrededor de cuatro ejes
La oferta se ha fundamentado en la experien- temáticos desde los cuales se exploran las
cia académica y de intervención social de los bases conceptuales que fundamentan el
miembros del grupo, formado por docentes de Énfasis. Esos cuatro ejes temáticos son:
distintas unidades académicas de la Universi- La Educación, como campo de saber del
dad del Valle; en un principio por lo menos de cual emerge la Educación Popular como
ocho unidades (Educación, Arquitectura, Sa- paradigma pedagógico alternativo;
lud, Humanidades, Psicología, Comunicación La Cultura, como espacio estratégico para
Social, Ingenierías, Administración de Empre- repensar la educación y el desarrollo;
sas y Educación Física). Esta experiencia ha La Comunidad, como contexto de valida-
generado un estilo de trabajo interuniversitario ción de las experiencias educativas; y
e interinstitucional que ha dado como resul- El Desarrollo, como espacio de exploración
tado el reconocimiento pleno de un espacio de propuestas sociales, económicas, ecoló-
académico e institucional para la educación gicas y humanamente más viables que los
popular, tanto al interior de la Universidad del modelos hegemónicos.
Valle como de la vida académica del país. (Ver
en este número el Artículo de Miryan Zúñiga 2. Investigación: este elemento se desarrolla
“Buscándole la comba al palo”). a través de un curso a lo largo de los dos
semestres y se complementa con cursos
Estructura curricular electivos. Se orienta a habilitar conceptual
y metodológicamente a estudiantes para
La estructura curricular del énfasis se organi- el planteamiento, desarrollo y evaluación
za en torno a cuatro componentes: de proyectos de investigación de acuerdo

Apuestas formativas 105


a diferentes enfoques investigativos: la Como se decía con anterioridad esta oferta
investigación cuantitativa y la cualitativa, la está orientada por el Grupo de Investigación en
investigación participativa y la etnografía. Educación Popular, que se encarga de orientar
académicamente el programa y dirigir el de-
3. Tutorías que orientan el estudio individual sarrollo de las líneas de investigación a través
de los estudiantes, de acuerdo con las ca- de las tesis y tutorías y de ofrecer la docencia
racterísticas propias del objeto de investi- pertinente. Además se convocan especialistas
gación o de intervención que requiere sus con trayectoria investigativa y experiencia de
propios elementos teóricos, metodológicos trabajo en el campo de la educación popular
y técnicos. Este componente se desarrolla y el desarrollo comunitario. Eventualmente se
a lo largo del magister. En el primer se- contrata el apoyo de profesionales para el de-
mestre se elabora el marco conceptual del sarrollo de las tutorías.
proyecto, en el segundo el marco metodo-
lógico y en los dos últimos la realización de La experiencia ha mostrado que la interacción
la investigación. Estas tutorías conforman formativa de la maestría ha sido muy útil para
el curso Campo Específico, que se ofrece orientar el debate académico alrededor de
en cada semestre. dos ejes: los núcleos temáticos del plan de
estudios y las propuestas de investigación de
4. Los Seminarios de Integración y Evaluación: estudiantes. Así no solamente se ha orienta-
son espacios en los cuales se realiza la so- do la formación del magister sino además el
cialización de los avances de cada uno de enriquecimiento de los enfoques y la profundi-
los procesos de tesis inscritos en las líneas zación del campo de conocimiento.
de investigación. Aquí el cuerpo docente y
estudiantil profundizan las líneas de inves- La escritura y la lectura en la Maestría
tigación hacia la consolidación de los ejes
conceptuales. Este elemento se desarrolla El sentido de la escritura en la oferta educativa
a través de seminarios que se realizan du- es avanzar en una elaboración argumentativa
rante los cuatro semestres del programa. que articule las reflexiones de cada actividad

106 La Piragua N° 41
formativa con las perspectivas del proyecto de
cada estudiante. El ejercicio de escritura que
convoca la maestría es exigente y requiere de
persistencia, dedicación, esfuerzo y disposición
a asignarle una franja importante de atención
en la cotidianidad de cada estudiante. Es otro
régimen de velocidad, de interés y de grados de
importancia al que se traía antes de empezarla;
algunos estudiantes hacen previsiones y se dis-
ponen, otros toman medidas radicales, otros se
resienten de la distancia entre sus capacidades
(de tiempo y de experticia) y las exigencias que
trae cursar esta maestría.

La exigencia cotidiana de este proceso de for-


mación, a lo largo de cuatro semestres es ar-
gumentar por escrito después de haber leído
y discutido los temas que se presentan y en
ocasiones provocan quienes los acompañan
en cada actividad académica.

Las tensiones acerca de las diferentes formas


de expresión de las ideas, su importancia y
necesidad en el relacionamiento contempo- Mucha de la calidad de esta oferta educati-
ráneo se hacen presentes en las discusiones va postgraduada depende de la calidad de la
de los dos primeros semestres; la postura del comunicación entre Tutor(a)–Tutoriado(a) y en
grupo es que se trata de afirmar una apuesta particular opera sobre la escritura argumenta-
que aprecia la Maestría como su escenario tiva y lectura interpretativa en contexto, tanto
natural de debate y reflexión, en el que leer, para cada tutor(a) como para cada estudiante;
escribir y argumentar están relacionados con para quien es estudiante opera en referencia
las formas académicas universitarias de lec- a lo escuchado, leído, reflexionado y el interés
tura, escritura y debate fundamentado, en investigativo. Para quien hace la tutoría se tra-
donde el signo fonético escrito y oral es tan ta de una lectura en el contexto del Proyecto.
caro, tan vital para llegar a acuerdos. En
otros contextos y circunstancias el gesto y la La interpretación le da sentido al argumento
imagen puede ser elocuente, en la academia y lo hace pertinente en un contexto, para el
universitaria son referente para reflexionar y caso la escritura del proyecto de investigación.
compartir esa reflexión como mediación de Si de algo se precia este Grupo en la atención
los aprendizajes. Hay otras escuelas y otras a cada Cohorte es el esmero en inducir, pro-
maneras de aprender; aquí se escribe, se lee vocar y apoyar la investigación que les hará
y se argumenta. En ese sentido los cursos de Magister en Educación con Énfasis en Edu-
fundamentación son una oportunidad para cación Popular y Desarrollo Comunitario, te-
atender conceptos fundantes del campo de niendo un muy alto promedio de graduados
la educación popular desde la perspectiva por cohorte. Para hacerlo nos hemos puesto al
que como colectivo se ofrece a quien estu- margen del ritmo de las maestrías que abren
dia; este a su vez reconoce conceptual y vi- cada año y se gradúan no sabemos cuándo.
vencialmente este campo a través de voces y Para hacerlo hemos forzado a la administra-
experiencias de profesionales comprometidos ción universitaria para que entienda la diná-
con dicho campo. mica Tutor(a)–Tutoriado(a) y reconozca esta

Apuestas formativas 107


1. Entendemos por Escuela, comunidad y en-
torno vital, aquel escenario en donde se
establecen relaciones fundantes para los
diversos procesos de socialización, de pro-
ducción de prácticas y saberes culturales,
de construcción de nuevos significados y
representaciones simbólicas, de vínculos
sociales y de procesos de convivencia.

2. Asumimos la práctica educativa como la


práctica social más política porque la edu-
cación puede ocultar la realidad de domi-
nación, de exclusión o puede por el contra-
rio, visibilizarla, denunciarla, señalando los
diversos disfraces de la desigualdad, para
transformarlas, construyendo otras alter-
nativas, convirtiéndose en un dispositivo o
herramienta emancipadora.

3. Las prácticas pedagógicas atravesadas por


las demás prácticas sociales deben ana-
lizarse más allá de la relación educador–
educando. Una de las prácticas utilizadas
para enmascarar la educación como he-
forma particular de asignación académica. rramienta dominación, es el no reconoci-
Para hacerlo nos embarcamos en formas de miento, el “omitir el afuera”, “lo externo”,
evaluación que crean situaciones de tensión a lo cual llama el sistema lo extracurricu-
pero nos parecen útiles en la formación. lar. Lo anterior, tiene una implicación muy
marcada centrando el acto educativo solo
Líneas de Investigación a lo circunscrito al ámbito del aula y, a
su vez, en ese ámbito, acotándolo mucho
Los temas de los trabajos de grado han segui- más, a lo estrictamente de contenido de
do y a su vez han configurado cuatro líneas las asignaturas. El resultado, es una ausen-
que se corresponden con el interés desarrolla- cia de historia, de recorte de la lectura de
do por el grupo de investigación en educación la relación educación, sujeto, contexto, de
popular: desconocimiento de las múltiples variables
que atraviesan la relación pedagógica que
Línea de Investigación en Educación Énfasis aparecen fuera del aula, fuera del espacio
Educación Popular y Desarrollo Comunitario. físico escolar. Lo educativo hoy, nos reta a
La tradición académica del Grupo Educación nuevas formas de investigar lo social, los
Popular y los diversos procesos de acompaña- sujetos desde su constitución, desde sus
miento a través de proyectos con organizacio- relaciones con el entorno y sus modos de
nes del sector público, privado y comunitario, aprender y producir conocimiento.
permiten dar sustento conceptual para asumir
una concepción sobre lo educativo como un 4. Reconocemos que la relación escuela, co-
espacio relacional de saberes y ethos cultural munidad y entorno vital, aborda diversos ac-
diversos y desiguales que se ponen en diálogo tores (heterogéneos, vinculados a múltiples
y que generan tensiones por su reconocimien- relaciones sociales a partir de sus deseos,
to o por su legitimación. En ese sentido: representaciones sociales), lo anterior en

108 La Piragua N° 41
un país como el nuestro, pluriétnico y mul-
ticultural, hace necesaria la construcción
de procesos educativos que hagan visible
los actores y sus voces, que promuevan for-
mas creativas para su vinculación, recono-
ciendo la diversidad de subjetividades y sus
diferencias.

5. Entendemos que en las interacciones de


los actores aparece: la familia, comunidad
educativa, organizaciones comunitarias de
diversa constitución y composición, las ins-
tituciones privadas y gubernamentales, los
saberes y prácticas culturales y pedagógi-
cas, las relaciones sociales, étnicas, terri-
toriales, de género, etáreas, entre otras. En
estas interacciones son inherentes los pro-
cesos conflictivos, emerge la intransigencia
con lo diferente y la tendencia a profundi-
zar las desigualdades sociales, por lo que
el desafío en la educación hoy, es promover
procesos de reconocimiento, elaboración,
fortalecimiento y transformación de víncu-
los interpersonales e intrapersonales (ma-
nejo de los mecanismos de opresión inter- Por otra parte, se pretende contribuir en la
na); es decir, construir convivencia dentro construcción de propuestas de innovación
de la diferencia. Colombia es un país que pedagógico–curricular2 viables, para que
ha venido viviendo múltiples violencias: so- quienes se inscriban en esta línea, asuman
ciales (asesinatos, masacres, secuestros, de forma integral estos tres componentes.
desapariciones, violaciones de los dere-
chos humanos), psicológicas (afectación 6.
A partir del anterior planteamiento,
a la condición psíquica de los sujetos y surge la necesidad de establecer un
comunidades); violencias al entorno vital campo empático, donde se fortalece
(economías extractivistas, afectaciones a la construcción de convivencia–como
recursos hídricos, fauna, flora, suelos, es aprendizaje social–. Estos aprendizajes
decir a todo el sistema biodiverso que es deben ser transformados de tal manera
parte vital de la constitución de los sujetos que sea viable crear un marco cultural que
y comunidades). Desde esta línea de posibilite asumir las diferencias como un
investigación, consideramos que estos son objeto de estudio en la comunidad. Por
los objetos centrales de trabajo en donde la ello, son necesarias las experiencias de
articulación de docencia–investigación está la pedagogía crítica activa que permitan a
íntimamente relacionada con la comunidad los sujetos aprender a afrontar y resolver
y el entorno vital; es decir, que sea los conflictos a través de mediaciones
pertinente, contextualizada, y propositiva. culturales no violentas. La convivencia

2 En la línea de investigación, se concibe la construcción pedagógico–curricular como un proceso socio–cultural que busca la for-
mación integral de un sujeto crítico, creativo, político, propositivo que establezca diálogo con su entorno y su acervo cultural, para
facilitar la transformación de las relaciones sujeto–conocimiento–comunidad–entorno vital. Se trata de superar la mirada de lo
pedagógico–curricular centrado en lo meramente disciplinar.

Apuestas formativas 109


la define la calidad de las relaciones de de ha participado toda la sociedad y la cultura,
los sujetos. El proceso educativo desde que se expresa tanto en los contextos privados
el cual habla la línea de investigación, como en los contextos públicos. La familia
pretende formar un sujeto que sepa capaz como institución, es el conjunto de discursos
de interactuar positivamente ya que la construidos socialmente por las instituciones
convivencia está referida a la vida, a su educativas, religiosas, culturales, jurídicas y
sacralidad, a la calidad de la vida cotidiana políticas. La familia, no es lo mismo que el
y en ella el afecto, la sensibilidad juega grupo familiar. El grupo familiar es solamente
un papel fundamental frente al maltrato el depositario de las expectativas, demandas y
infantil, el abuso de autoridad y la violación presiones diversas que provienen de discursos
de los derechos humanos. institucionales diversos y contradictorios sobre
lo que debería ser una familia.
Algunos interrogantes desde la línea
En este largo camino de abordar la conviven-
• ¿Será posible que el desarrollo de la lí- cia familiar, como crisol que permite leer la
nea de investigación contribuya no solo a formación social mayor que la contiene, se
trabajar la escuela como lugar, la escuela ratificó la identificación de las tres formacio-
como sistema, sino también a construir la nes socioculturales que están a la base de la
escuela como pensamiento? explicación sobre los problemas de violencia
• ¿De qué modo asumir la escuela como y convivencia familiar en Colombia. Esas for-
sistema, permite construir conocimiento maciones son: la cultura patriarcal judeocris-
(docencia), entenderse como proceso tiana, la cultura política y la cultura mercantil.
de investigación y fortalecer el quehacer
propio del maestro? 1. La cultura patriarcal judeo–cristiana en
• ¿Cómo se están construyendo los proyectos función de la cual se reproducen los roles
educativos institucionales o comunitarios y masculinos y femeninos en un contexto de
de qué modo satisfacen las necesidades inequidad social que afecta tanto a hom-
sociales de la comunidad? bres como a mujeres.
• ¿Qué tipo de civilidad está construyendo
la escuela y de qué modo incide en la 2. La cultura mercantil o tecnocrática, centra-
transformación de la mirada crítica de la da en la economía del mercado y el con-
comunidad frente a su accionar en los sumo, que impone valores competitivos e
procesos socioculturales? insolidarios y destruye el tejido social pro-
• ¿Cómo educar en la convivencia y en el pio de las diversas formaciones étnicas y
afecto para generar relaciones que respeten culturales con graves consecuencias sobre
las diferencias y propicien el reconocimiento la vida del ecosistema.
de la diversidad?
• ¿De qué modo desde lo cultural se está 3. La cultura política de la corrupción y el
asumiendo la calidad de los procesos edu- clientelismo que expresa la ideología de
cativos y cómo se expresan en lo cotidiano los sectores hegemónicos de la sociedad
de la comunidad y el entorno vital? colombiana imponiendo un régimen de in-
tolerancia política y democrática, que man-
Línea de investigación en “Convivencia y ciu- tiene un contexto de violencia, desaparicio-
dadanías incluyentes” nes, asesinatos y favores a los amigos.

La convivencia es un hecho social, construido En el análisis de la cultura política radicaría


públicamente a través de procesos de sociali- el llegar a desentrañar las dinámicas genera-
zación primaria y secundaria, de procesos de doras y mantenedoras del llamado conflicto
institucionalización y legitimación social, don- conocido como la violencia en Colombia, y

110 La Piragua N° 41
que habría que resolver para podernos ubicar estarlo al estudio de la vida cotidiana. Muchos
en el escenario del llamado “posconflicto” o problemas de convivencia se generan por vi-
como preferimos llamarle, en el escenario de viendas estrechas, hacinamiento y pésimo di-
la construcción de nuevos pactos de conviven- seño urbanístico y arquitectónico.
cia sin el uso de la violencia armada y desar-
mando las demás violencias. En síntesis, construir nuevas oportunidades
de convivencia pasa por redistribuir y reco-
La convivencia igualmente es un proceso que nocer, por generar condiciones materiales
debe desplegarse de una manera integral en y subvertir posiciones de exclusión social y
el contexto del desarrollo, también integral, simbólica.
de una comunidad. No podemos plantear-
nos los procesos de la convivencia actuando Abordajes desde la línea
aisladamente de los procesos de desarrollo
de una comunidad, o por el contrario, solo Esta necesaria articulación entre los procesos
podemos hablar de un desarrollo integral de de convivencia y el desarrollo integral nos re-
una comunidad cuando este desarrollo se mite a la importancia de que los educadores
construya sobre la base de un pacto social y educadoras populares se asuman como pro-
y unas claras y fuertes relaciones de convi- motores del desarrollo comunitario.
vencia. Desde este punto de vista, es nece-
sario que los procesos de educación para la El diálogo con las familias, las comunidades,
convivencia se encuentren articulados a los los movimientos sociales, las acciones colecti-
procesos de desarrollo social y comunitario vas, es el nivel de abordaje que garantizaría el
además de estarlo al estudio de la vida co- aporte de la educación popular a la construc-
tidiana. O mejor, no podemos acercarnos a ción de sujetos individuales y colectivos que
la vida cotidiana de una comunidad o de un construyan nuevos pactos de convivencia en
grupo estudiantil sin reconocer la relación los que las violencias e injusticias económi-
entre esta y sus procesos de desarrollo so- cas, sociales y simbólicas se logren superar.
cial, institucional, comunitario y cultural. Son “El cambio de la convivencia no será objetivo
todo un mismo proceso. mientras no se transformen los ciclos de la
vida cotidiana y las prácticas culturales que
Desde este punto de vista, es necesario que en ellas se reproducen. Esto llevaría a una re-
los procesos de educación para la conviven- formulación de los proyectos culturales que se
cia se encuentren articulados a los procesos recrean y reproducen en el ciclo anual” (Aran-
de desarrollo social y comunitario además de go, 2009).

Apuestas formativas 111


Interrogantes desde la línea subjetividad, lenguaje verbal/otros lenguajes;
práctica/teoría; texto/contexto; mente/cuer-
En un momento en el que se avizoran cambios po; entre otros. Para salvarse de este tipo de
en las dinámicas de los conflictos y retos en disyuntivas, hay que ocuparse de objetos de
la construcción de convivencia en el país, esta estudio un poco tortuosos, grises, intermedios
línea de investigación plantea algunos interro- e inclasificables de la experiencia y la vida so-
gantes desde los cuales abordarlos: cial. Las zonas grises de la vida social están
¿Cuáles son las formas de interacción a medio camino entre lo más visible social (lo
interpersonal que permiten describir las oficial) y lo innombrable (oscuro e inconscien-
actividades, las prácticas sociales y los ciclos te), lo no oficial, lo no público, lo impublicable
de la vida cotidiana? (Aries, 1993).

¿Cuáles son las tramas de sentido que se La segunda postura: desconfiar de las con-
producen o reproducen en las diversas venciones que prescriben quién sabe y quién
actividades o prácticas sociales? no sabe. En este sentido, nos ha interesado
comprender cómo la gente se las arregla para
¿Cuáles son los universos simbólicos a partir hacerse sabia con el cuerpo, apelando al jue-
de los cuales se legitiman y recrean dichas go, la recreación y el relato en el trabajo di-
tramas de sentido? recto hecho en casa –a medio camino entre
el trabajo formal visible y el trabajo invisible–,
¿Cuáles son las redes naturales de interacción mientras ve televisión o video juega, mientras
y de agrupamiento social? consume bienes triviales. En esta vía, nos in-
teresa explorar aquello que se reconoce como
¿Cuáles son las redes formales de interacción sentido común. Un sentido común, sobre el
que juegan un papel preponderante en las cual es importante no retirar la mirada, con-
prácticas sociales y culturales? siderarlo no como un momento que hay que
superar o “un <<pretexto>> que prefigura el
¿Cuáles son las formas de organización so- verdadero texto que se puede escribir sobre lo
cial que legitiman y mantienen a los universos social, sino como una cosa que tiene validez
simbólicos? en sí misma, como una manera de ser y de
pensar que se basta a sí misma, y que no ne-
¿Cómo construir conjuntamente con los acto- cesita ningún mundo tras de sí que le dé sen-
res de un escenario determinado, formas de tido y respetabilidad” (Maffesoli, 1997:218).
transformación de su realidad social? Hay una confianza intuitiva en que allí, en la
zona gris de la vida social, las personas se
Línea de Investigación “Educación popular y procurarán los recursos necesarios para, al
subjetividades emergentes” mismo tiempo, vivir el mundo que les ha to-
cado vivir y para transformarlo. Ni dominación
Esta línea de investigación parte de dos pos- plena, ni insubordinación completa. Esa es la
turas básicas. La primera: estudiar las dimen- naturaleza de esta sabiduría gris que obra en
siones grises e inclasificables de la experien- las fronteras; a diferencia de la otra –la oficial
cia social, lo que implica un marcado desafío y pública– que penetra todo y hostiga, esta es
a la razón dualista y a las hipótesis de sepa- una sabiduría oscura, que se atrinchera, que
rabilidad total (Castoriadis, 1989a, 1989b) opera al margen.
que suelen diferenciar los elementos consti-
tutivos de lo real y al mismo tiempo señalar Desde estas dos posturas, la línea de investi-
la preeminencia o jerarquía de algunos de los gación propone ampliar el horizonte desde el
elementos diferenciados, como cuando se dis- cual comprender los nuevos retos de la Edu-
tingue analíticamente entre subjetividad/inter cación Popular. Para ello pretende realizar di-

112 La Piragua N° 41
versos estudios empíricos, enfatizando en los
modos en que grupos y personas poetizan y
procuran sentido en sus vidas. Esto significa
que a esta línea le interesa pensar y analizar
las condiciones subjetivas y socioculturales
que han permitido que en el contexto en que
el país ha vivido en los últimos 50 años, los
grupos y las personas hayan construido diver-
sas formas expresivas que han generado no
solo condiciones de guerra y de violencia sino
también de diálogo, encuentro, solidaridad,
formas diversas de reconciliación y de búsque-
da de la verdad.

A partir de esta convicción, la línea busca


adelantar estudios y diseñar estrategias de in-
tervención educativa fundados en la importan-
cia de estimular y potenciar las capacidades
expresivas y de reencantamiento de la expe-
riencia humana presentes en los diversos tipos
de actor social involucrados en los procesos torios tecnológicos; las diversas maneras de
de reconciliación y desarrollo social. enfrentar el dolor, el duelo y la muerte; la ca-
pacidad para sobrevivir al desarraigo produc-
Entender cómo los diversos actores sociales to de las diversas formas de desplazamiento
construyen sus subjetividades3 (formas de forzado.
representación, de análisis de su propia rea-
lidad, simbolización, mitos, rituales, emocio- En la línea de investigación, nos interesa en-
nalidades) permite comprender los múltiples tender cuánto puede aportar la educación po-
intereses que están en juego en el desarrollo pular a la dinamización de la imaginación ra-
de los procesos de encuentro social. En esta dical (Castoriadis, 1997, 2002)4 en múltiples
dirección nos interesa aportar a la interpre- ambientes y escenarios, y con actores sociales
tación de los significados que para diversos muy diversos. En ese sentido, creemos que la
grupos sociales tienen las múltiples formas de educación tiene mucho que decir respecto a
diseño del cuerpo, de las representación de los modos cómo se las arreglan hoy los sujetos
la persona en las redes sociales; la economía –no solo de sectores pobres y marginados de
del lenguaje establecidas en los nuevos reper- la sociedad, sino también entre sectores inte-

3 El estudio de las subjetividades es un terreno rico en enfoques teóricos y metodológicos. En la línea de investigación asumimos
que se trata de una vertiente de estudio que está en la ruta del giro copernicano fundamental que Chartier (1966) señala para
las Ciencias Sociales: el paso del énfasis en las estructuras, sistemas y relaciones (que metodológicamente es congruente con la
preocupación por identificar regularidades, leyes generales e identificar series estadísticas) hacia una cierta valoración y necesidad
de entender «el papel de los individuos en la construcción de los lazos sociales». Este giro copernicano también se advierte en el
interés contemporáneo por asumir la dimensión narrativa del discurso científico–social, por distinguir las lógicas de las prácticas
articuladas a las lógicas del discurso, por comprender las luchas de representación que implica el trabajo discursivo de las gentes,
y por descifrar el modo como operan la creencia y las relaciones con el otro. Al decir de Chartier “ligar la construcción discursiva
de lo social y la construcción social de los discursos” (1966:31).

4 De acuerdo con Castoriadis (1997, 2002) la imaginación es la forma más importante de trabajo humano, porque en ella se funda
la posibilidad de concebir otras instituciones imaginadas que realizarán otros órdenes para nuevas formas de trabajo humano. En
ese sentido, tanto los malestares urbanos como las formas de poetización de la vida contemporánea son modos particulares de
expresión de esa imaginación radical e instituyente que está siempre como posibilidad en nuestras actuales sociedades.

Apuestas formativas 113


grados de la población– para recrear y poeti- zan procesos de interactividad Recreador/
zar su vida en el actual contexto nacional. Educador Popular–Contenidos–Educandos.
Nos interesa comprender desde la recrea-
Preguntas de la línea respecto al actual con- ción las formas en las que se construyen
texto colombiano procesos de formación. El contexto nacio-
nal, requiere preguntarse en este sentido
• ¿De qué manera el estudio sobre las formas ¿cuáles serán los procesos formativos y de
contemporáneas de subjetivación (los usos qué tipo, que se requieren para afrontar un
del cuerpo, las prácticas de consumo, las Proceso de Paz y su Posconflicto? Por otro
formas de trabajo y producción, los usos de lado, la línea se ha enfocado en el estudio
los nuevos repertorios tecnológicos) permi- de manifestaciones colectivas agenciadas
te diseñar o potencializar diversas iniciati- desde lo festivo, lo lúdico, como por ejem-
vas de encuentro y convivencia social? plo, los carnavales en Colombia. En estas
• ¿Cómo diseñar y desarrollar estrategias de experiencias hay procesos interesantes de
intervención educativa que permitan acen- comprensión de cómo los sujetos inventan
tuar y prolongar las diversas formas de en- maneras creativas para resolver las diferen-
cuentro y vínculo social que diversos gru- cias y tensiones históricas al interior de sus
pos sociales construyen en y a lo largo de comunidades. El papel que cumple lo esté-
su vida y experiencia cotidiana? tico en la construcción de vínculos, como
una tarea importante que le pone la recrea-
Línea de Investigación “Recreación, Intersub- ción a la Educación Popular. Los procesos
jetividades e Interculturalidad” de agenciamiento, tensión y negociación en
procesos de este tipo en los que los sujetos
La línea Recreación, Intersubjetividades e In- buscan maneras para hacerse a una vida
terculturalidad construye su trabajo a partir festiva, lúdica que hace aportes a las rela-
de pensar los procesos de formación (de pro- ciones colectivas y cotidianas.
fesionales en Recreación y Educadores Popu-
lares), la investigación y la extensión. En cuanto a la intervención, la línea ha desa-
rrollado al menos dos formas de intervención
En cuanto a la formación la línea hace apor- en procesos mediados por la recreación. La
tes a la formación de profesionales que es- primera, la Secuencia de Actividad Recrea-
tán constantemente pensando la relación tiva SAR, que se concentra en la construc-
formación–investigación–intervención como ción de procesos de planeación e interven-
actividades constitutivas de su “saber ha- ción de largo proceso. En la que se busca la
cer”. Son profesionales que piensan las ma- construcción de una tarea que mediada por
neras creativas en la construcción de víncu- la recreación ocurran procesos de empode-
los, la generación de espacios de encuentro ramiento por parte de los actores de la in-
para el reconocimiento, la negociación y la tervención. La segunda, la Secuencia de Ac-
reconciliación5. tividad Recreativa Intensiva SARI, que nace
como una necesidad de dar respuesta a las
En cuanto a la investigación, la línea se ha demandas de los entes de financiación en la
preocupado por hacer aportes en la compren- que las intervenciones están supeditadas a
sión de los procesos educativos mediados periodos cortos de ejecución. Allí, la línea fue
por la recreación dirigida en la que se anali- afinando maneras que sin abandonar la con-

5 No asumimos estos aspectos negociación, reconocimiento y reconciliación como estados ideales sino por el contrario, como estados
conflictivos en permanente pugna. Necesarios de trabajar permanentemente, sin que ocurra la eliminación del otro o los otros.

114 La Piragua N° 41
dición de proceso y las intencionalidades pe- Bibliografía
dagógicas, se pudiera enfrentar condiciones:
costo, tiempo, proceso. ARANGO, C. (2009): Los desarrollos conceptuales
sobre la convivencia. Capítulo del libro: Hleap,
En términos de objetos de estudio, la lí- J. (Compilador) El conocimiento social en convi-
nea hace aportes a la revisión de lo lúdico, vencia desde los escenarios de la Educación Po-
lo contemplativo, lo festivo–carnavalesco y pular. Programa Editorial Universidad del Valle.
los lenguajes lúdico–creativos. Estas preo- Colciencias. Cali.
cupaciones atraviesan tanto la formación,
como la investigación e intervención. ARIES, Philippe (1993): Ensayos de la Memoria:
1943–1983. Editorial Norma, Bogotá.
Preguntas de la línea al contexto
CASTORIADIS, Cornelius (1989a): “Reflexiones so-
¿Cuál es el Papel de la Recreación en el bre el ‘desarrollo’ y la ‘racionalidad’”. En: VIVIES-
marco de una propuesta de Educación CAS, Fernando y GIRALDO, Fabio (Comp). Co-
Popular que en la construcción de reco- lombia, el despertar de la modernidad. Editorial
nocimiento, negociación y reconciliación Foro Nacional Por Colombia. Bogotá.
en los distintos contextos locales y na-
cionales? --------------------------- (1989b): La institución ima-
ginaria de la sociedad. Vol. 1 y 2. Editorial Tus-
¿Cuál es el papel de lo lúdico y emocio- quets. Barcelona.
nal en una propuesta de intervención en el
marco de una construcción de una Cultura --------------------------- (1997): “Ontología de la
de la Paz? Creación”. En: Ensayo & Error, Colección Pensa-
miento Crítico Contemporáneo. Bogotá.
¿En manos de quién estarán los procesos
educativos, de recreación, educación popu- --------------------------- (2002): “Imaginario e ima-
lar en un proceso de intervención social en ginación en la encrucijada”. En: CASTORIADIS,
el marco del posconflicto? Cornelius (2002). Figuras de lo pensable (Las
encrucijadas del Laberinto VI). Fondo de Cultura
¿Qué papel cumple la dimensión estética, Económica. México.
política, pedagógica y ética de la Educa-
ción Popular en un proceso de reparación y MAFFESOLI, Michael (1997): Elogio de la razón sen-
reconciliación? sible. Una visión intuitiva del mundo contemporá-
neo. Editorial Paidós. Barcelona.

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Apuestas formativas 115
LA IMPORTANCIA DE PENSAR LA RECREACIÓN
DESDE LA EDUCACIÓN POPULAR
“La recreación es una arma de doble filo: ayuda a la
liberación o contribuye al sometimiento de los pueblos”,
Amanda Lalinde de Castro (1986)

Guillermina Mesa Cobo

Resumen La recreación como práctica social e


histórica
La frase de Amanda Lalinde, sigue siendo

R
clave tanto para pensar la recreación desde ecreación, es una palabra con muchos
la educación popular como para argumentar significados, algunas pistas históricas
por qué, actualmente, se forman profesio- permiten suponer que el término fue
nales en recreación en las universidades del acuñado por Santo Tomás de Aquino (1225–
Valle y Pedagógica Nacional. Empezaré por 1274). En su obra Summa Teológica, toma
mencionar algunos aspectos históricos pun- como referente a Aristóteles (385 a. C.– 322
tuales sobre el posible origen histórico del a. C) reinterpretando e integrando la noción
término y sus afines, puesto que el tema de de Eutrapelia a la moral religiosa católica, ex-
la recreación puede resultar novedoso en la presión que para el filósofo griego definía el
educación popular. Seguidamente haré una comportamiento ético del ciudadano durante
corta referencia a la emergencia del Programa el ocio. De este modo el teólogo, aprovecha
Académico de Recreación en el marco del las tradiciones lúdicas, carnavalescas y festi-
Grupo de Educación Popular de la Universi- vas populares del paganismo griego y romano
dad del Valle. Finalmente, presentaré puntual- para establecer control moral–religioso en la
mente la noción de recreación construida des- Iglesia Católica. La permisividad e influen-
de la perspectiva de la educación popular de cia de Tomás de Aquino con lo carnavalesco
tradición freiriana y el enfoque sociohistórico y lo lúdico se extiende a la colonización de
de Vigostky. América como herramienta evangelizadora
con el beneplácito del Concilio de Trento y
Palabras Claves el apoyo de la producción artística del Siglo
de Oro español. Es indudable que para Santo
Educación popular, recreación guiada, inter- Tomás de Aquino el único creador es Dios,
vención social en consecuencia el ser humano únicamente

Guillermina Mesa Cobo. Profesora colombiana. Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Magister en Educación de Adultos,
ambos grados obtenidos en la Universidad de Barcelona. Licenciada en Educación con énfasis en Literatura: Universidad Santiago de
Cali. Experiencia profesional en el Instituto de Educación y Pedagogía y en la Universidad del Valle: actividades de administración y
docencia en los campos de las Ciencias Sociales y de la Educación. Actualmente profesora jubilada de la Universidad del Valle.

116 La Piragua N° 41
recrea, imita la obra divina, es decir hace en la naturaleza de la estética, el juego, el
mímesis1 en el sentido que le asignaba arte, la imaginación creadora, etcétera. En
Aristóteles. En contraste, el protestantismo el mismo sentido lo han hecho reconocidos
que tiene como fuentes, primero a Platón y psicólogos interesados por la influencia de
más tarde a San Agustín de Ipona, se opone lo lúdico en el desarrollo humano, la ad-
a todo tipo de expresión lúdica a menos que quisición del lenguaje, los comportamientos
sea estrictamente reglada como el deporte, sociales, etcétera. Otras disciplinas sociales
la danza o la música. Curiosamente en las como la sociología y la antropología aportan
biografías de los más reconocidos pedago- significativas explicaciones al reconocer las
gos de la Modernidad, Comenio, Fröebel o potencialidades sociales y culturales de lo
Pestalozzi, se puede observar además de su recreativo, el ocio, el tiempo libre etcétera.
orientación naturalista el peso específico de De hecho, en la década de los 60 surge la
la ética protestante sobre su obra y el lugar sociología del ocio en Francia impulsada por
que conceden a lo recreativo en la educación. J. Dumazedier (1968).

Los distintos aspectos de la recreación han Por su parte, la educación física y el deporte
sido explicados desde múltiples perspec- sostienen, hoy más que nunca, que la activi-
tivas a partir de la Modernidad. Los filóso- dad física es recreativa: basta con contemplar
fos, por ejemplo se han detenido a pensar el deporte o practicarlo regularmente o en el

1 En forma excesivamente abreviada se puede decir que la Mímesis o imitación, es un término filosófico relacionado con la estética.
Para Aristóteles empieza con la imitación de las actividades humanas, pasando por la imitación de la naturaleza hasta alcanzar su
máxima expresión en el arte. La mímesis produce conocimiento por medio del arte.

Apuestas formativas 117


tiempo libre para recrearse pues, contribuye remite a la existencia de por lo menos dos
al desarrollo humano y a la conservación de grandes tendencias abiertamente en ruptura.
la salud, a la educación y a la socialización La primera tendencia de animación sociocul-
democrática. Desde la reinauguración de los tural, surge en los inicios del capitalismo in-
juegos Olímpicos (1896) la actividad física y dustrial con la Young Men´s Christian Associ-
el deporte son sinónimos de recreación, con ation YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes)
esta idea ampliamente compartida y natura- una de las instituciones más destacadas por
lizada, tanto los gobernantes como las orga- su enfoque evangelizador y moralizante, funda-
nizaciones internacionales de ayuda al desar- da por los protestantes metodistas en Europa
rollo, apoyan la intervención social deportiva en 1844 con el propósito de prevenir el vicio;
bajo la promesa de prevenir la violencia, el animar las virtudes del pueblo; poner “Alma”;
consumo de drogas psicoactivas, la deser- dispersar la obscuridad de la ignorancia; di-
ción escolar, etcétera. fundir la luz del conocimiento y la industria;
ayudar al hombre a entender su lugar social en
La recreación y sus afines en la educación el mundo con el texto básico, la Biblia” según
popular su fundador Roberto Raikes (1736–1811). La
YMCA se difunde por el mundo alcanzando su
Desde el punto de vista de las tradiciones de mayor apogeo en USA en el período de entre
la Educación popular, el término recreación es guerras con el “movimiento de los patios de
quizá de escasa aceptación o reconocimiento, juego” bajo el ideario político y religioso de
es más común hablar de animación sociocul- Luther Gulick a quien se le atribuye ser padre
tural. La exploración histórica sobre el tema, de la recreación2.

2 También llamado en su momento: “Cristianismo muscular” de Luther Guilck a quien los educadores físicos atribuyen el origen de
la recreación dirigida en USA.

118 La Piragua N° 41
En contraposición con la concepción oficial entre game (deporte) y play (juego) creando
imperante de animación sociocultural de un enfoque de recreación en el que recu-
YMCA en USA en la que se privilegia la activ- pera las tradiciones dancísticas populares de
idad física, el deporte y la competición como los inmigrantes; fundamenta la importancia
instrumentos para contener masivamente y de la interacción colaborativa entre iguales
moralmente las problemáticas sociales aso- en pequeños grupos y el papel del juego
ciadas a la pobreza, las inmigraciones, las dramático en el desarrollo de la imaginación,
luchas obreras, el movimiento feminista, el a partir de una crítica abierta a la compet-
trabajo infantil, el analfabetismo y la dis- ición excluyente y a los premios deportivos
criminación racial, surge un grupo de in- como incentivos.
telectuales entre los que se destacan entre
otros, Jane Adamms y John Dewey, quienes La sustitución en USA del nombre de ani-
desde el pragmatismo, hacen ruptura con la mación sociocultural de tradición europea por
caridad y la filantropía, para construir nuevos el de recreación, surge quizá, por la distinción
sentidos de la intervención social. Este gru- que establecen los educadores físicos al con-
po se centra en la ciudad de Chicago donde siderar que, el juego es una actividad infantil
Jane Adamms –trabajadora social– ubica la y, la recreación, relacionada con el tiempo li-
Hull House3. Curiosamente es en la ciudad bre, es para los adultos (Buthler, 1965).
de Chicago donde se produce el memorable
1º de mayo del movimiento obrero y, se fun- En contraste, la animación sociocultural, tiene
da el primer programa de formación de pro- otra vertiente distinta a la legitimada por la
fesionales en recreación con enfoque social YMCA, emerge y se fortalece particularmente
comunitario bajo la dirección de Neva Leona en Francia4 y España, como una de las ex-
Boyd (1876–1963). Esta maestra preescolar presiones de resistencia popular al franquis-
y trabajadora social, establece una distinción mo y al fascismo, optando por el apelativo

3 Según P. Simon citado por Corrêa de Camargo Robson (2010): “La Hull House es una institución privada laica (ONG) fundada en
Chicago (1889) por Jane Addams (1860–1935) y Ellen Gates Starr (1859–1940), socialistas y activistas sociales, conformada
por intelectuales de la Universidad de Chicago, en su mayoría mujeres con la colaboración de intelectuales como John Dewey. Su
objetivo reformista estaba dirigido a los trabajadores inmigrantes que vinieron a Chicago de toda Europa por las guerras mundiales.

4 Labourie (1978) citado por Gillet (2006,) indica que el término “animación” se encuentra en un decreto del 17 de octubre de
1945 de la Dirección de Educación Popular del Ministerio de Educación” (pág .31).

Apuestas formativas 119


de animación sociocultural militante (Guiles, búsqueda conceptual y metodológica. Un
2006; Trilla et. Al 1998; Besnard, 1980) camino sembrado de interrogantes, con re-
en tanto se utilizan las mediaciones lúdicas, spuestas imprecisas pero con la convicción
creativas y festivas como estrategias para la de que el problema en sí mismo no lo re-
organización política y de resistencia popular suelve modos de nombrar una práctica so-
desarrollada en el escenario de los Ateneos cial tan compleja como la recreación sino
españoles. En América Latina, se atribuye su reconocimiento en profundidad. En Co-
esta denominación a Paulo Freire5. La di- lombia, se difunden a la par tanto las ten-
fusión de esta tendencia en América Latina, dencias de recreación como de animación
parece estar relacionada con la teología de sociocultural antes mencionadas. En la rec-
la liberación y la pedagogía Freiriana, inter- reación se pueden identificar dos tenden-
vención social. Cabe mencionar a Ander–Egg cias básicas, la oficialmente dominante en
(1981,1989) como uno de los más reconoci- la legislación educativa (Ley 115 de 1994)
dos sistematizadores de la animación socio- sinónimo de actividad física y deportiva; la
cultural desde el Trabajo Social. otra, de baja aceptación institucional, cor-
responde a la recreación dirigida (Lalinde,
La recreación pensada desde la educación 1975) o de “participación guiada” (Rogoff,
popular 2007; Mesa, 2008) denominación pensada
desde el socioconstructivismo vigotskyano y
Un poco más acá, en el contexto del Gru- la educación popular de tradición freiriana
po de Educación Popular de la Universidad como una entre las muy variadas pedagogías
del Valle, pensar la recreación desde la ed- de intervención social y cultural, mediadas
ucación popular se ha constituido en un lar- por los lenguajes lúdico–creativos (Mesa
go proceso de resignificación, exploración, 2004)6.

5 Freire en Cartas a Guinea Bissau (1982) se refiere a los “animadores” para nombrar a los alfabetizadores, posteriormente en su
libro “La Pedagogía de la Autonomía”, Freire (1997) parece abandonar el término utilizando la expresión “educadores”.

6 Los lenguajes lúdico–creativos, se entienden como mediaciones semióticas, es decir, sirven para construir nuevos significados y
sentidos. Se derivan y apropian de las técnicas artísticas en sus múltiples variantes– aunque no están orientadas por los motivos
y fines de la producción de arte o espectáculos–, se apropian de los usos e invenciones tecnológicas y las tradiciones populares.
Tienen como soporte las lenguas naturales y se construyen colaborativamente en la interacción de los participantes, por ello son
transitorios e irrepetibles en tanto lenguajes simbólicos. Estos lenguajes son: musicales, dancísticos, narrativos, juegos dramáticos,
grafico–plásticos, etcétera. Mesa (2008).

120 La Piragua N° 41
Como parte de la tradición del grupo de Ed- es decir, democrática y democratizadora como
ucación Popular de la Universidad del Valle, pensaban Paulo Freire y John Dewey. Esta de-
la fundamentación teórica y metodológica cisión y el talante crítico de Amanda, frente al
ha sido orientada permanentemente por pre- “activismo” le valieron la etiqueta de “comu-
guntas problemas. Por ello, desde antes de nista”, como consecuencia, vivió una trama de
iniciar el diseño del Programa Académico de dificultades de toda índole que la obligaron a
Recreación y durante sus ya casi 25 años, se cerrar el CIRDI años más tarde. No obstante,
han ido despejando algunas interrogantes sin el sueño de Amanda se proyectó en el tiempo
que por ello, podamos hablar de un cuerpo cuando se comprometió también con la fun-
teórico y metodológico concluido. ¿En qué se dación del Programa de Recreación Dirigida
diferencia el campo de la recreación de los de la Universidad del Valle en 1986.
campos de la educación física, el deporte,
el trabajo social, las terapias medicadas? Una investigación (Mesa y Ordoñez, 1986) fi-
¿Es la recreación una actividad o práctica nanciada por el ICFES (Instituto Colombiano
sociocultural e histórica? ¿La recreación se para el Fomento de la Educación Superior),
opone o es complementaria a la educación y bajo la asesoría de Miryam Zúñiga Escobar,
al trabajo? ¿Se enseña –intencionalmente– y da lugar a un proceso participativo para la
se aprende a recrear, a recrearse, es decir, creación del Programa de formación profe-
puede caracterizarse como una pedagogía? sional, entre la Universidad del Valle y algu-
¿Qué vincula a la recreación con la edu- nas empresas caleñas que, por Ley, ofrecen
cación popular? ¿Tiene importancia para la servicios de recreación (Cajas de Compen-
educación popular, considerar la recreación sación Familiar, Alcaldía de Santiago de Cali,
como un proceso interno –psicológico– en Corporación para la Recreación Popular, en-
el que se involucran los actores de la activi- tre otras). Desde ese momento se concreta,
dad recreativa para transformarse con otros? por nuestra parte, la tarea de resignificar la
¿Influye y tiene potenciales como mediación recreación diferenciándola de las formaciones
simbólica en los procesos de construcción profesionales en educación física y deporte
de alternativas culturales populares? ¿Cómo
y porqué influye en la construcción de ca-
pacidades ciudadanas y en el desarrollo so-
cioemocional de quienes participan en los
procesos recreativos guiados? En el proceso
de construir la profesión ha sido necesario
investigar por distintas vías, hacer rupturas,
reflexionar sobre las prácticas, integrar con-
cepciones coherentemente.

Un breve recuento sobre la emergencia del


Programa de Recreación de la Universidad
del Valle

En 1972 en Bogotá, Amanda Lalinde (1930–


1993) de formación trabajadora social con
especialización en recreación en Suiza, abre
las puertas del Centro de Investigaciones en
Recreación Dirigida CIRDI con la oferta de un
programa de Tecnología para formar profesio-
nales. Eligió para el Centro de formación CIR-
DI una perspectiva política de la recreación,

Apuestas formativas 121


el MEN (Ministerio de Educación Nacional)
mediante la Resolución 5092 del 10 de abril
de 2014 lo que equivale a decir, ganar oficial-
mente una batalla pero, sin bajar la guardia.

Pensar la Recreación desde la Educación


Popular

Reconstruir brevemente la emergencia de


la recreación como carrera universitaria en
Colombia, me permite afirmar que el enfo-
que de recreación ha sido pensado, hasta el
momento, como un campo complementario
e interrelacionado con la educación popu-
lar. Un campo que se ocupa principalmente
de la dimensión estética incorporando de la
educación popular las dimensiones política,
pedagógica y ética8. Me refiero a un campo,
para indicar que la recreación desde el punto
existentes en la Universidad del Valle y otras de vista social general no se constituye úni-
universidades del país. camente por adhesión o afinidades, en este
caso, con la educación popular, sino también
Dos orientaciones se hicieron presentes tan- por los conflictos que la constituyen en lo so-
to en el diseño como en las reformas al Pro- cial y profesional con otros campos afines,
grama con el fin de amoldarlo a los modelos sus agencias y agentes.
curriculares de la universidad7. Por un lado,
la influencia del CIRDI, indicando claramente La recreación pensada desde el marco de la Ed-
que la recreación tiene desde la perspectiva ucación Popular se obliga a hacer ruptura con
política y freiriana una misión educadora con la neutralidad que le atribuyen otros campos
sus dos grandes componentes que requieren afines o la Asociación Mundial de Recreación
ser estudiados en profundidad: el juego y la World Leisure and Recreation Association–
imaginación creadora. Por otro, la tradición WLRA, cuando sostienen con referente en Du-
política y pedagógica también, marcadamente mazedier (1968) que es una actividad “libre
freiriana del grupo interdisciplinario de edu- de obligaciones –opuesta al trabajo–, voluntaria
cación popular. A estos dos ejes orientadores –sin implicaciones políticas, de libre elección
los va a complementar más tarde el encuentro que propicia Descanso (reposición de las fuer-
con la teoría histórico–cultural de Vigotsky y zas del trabajo) Desarrollo y Diversión (incluye
el enfoque socioconstructivista para el Estu- toda actividad placentera durante el tiempo
dio de la Influencia Educativa aplicados a la libre)”. Una profunda inconformidad con es-
recreación (Coll y colls, 1995; Coll y Mesa, tas teorías oficializadas nos condujeron, por
1997). Hoy el Programa de Recreación ha re- un lado, a la búsqueda de explicaciones teóri-
cibido re–certificación de calidad otorgada por cas convergentes (L.S.Vigotsky, Paulo Freire, J.

7 El primer diseño seguía el modelo curricular del Programa de Capacitación de Educadores Populares. Un modelo curricular organi-
zado por problemas en una perspectiva interdisciplinaria y no por asignaturas.

8 Esta es una precisión del profesor Armando Henao Velarde, integrante del grupo de EP, surgida en la preparación compartida con
la autora del presente artículo, durante un curso de recreación dirigido a los profesores de la Universidad del Trabajo UTU en Mon-
tevideo, Uruguay (2013).

122 La Piragua N° 41
Dewey, Googman, entre muchos otros). Por otro lúdico–creativos). Estas dimensiones o aspec-
lado, a convertir nuestras propias prácticas de tos de la recreación están interrelacionadas y
intervención en objetos permanentes de análisis son interdependientes, es decir, no es posible
crítico, de sistematización e investigación9. De pensar en una aisladamente de las otras dos
esta búsqueda por aproximarnos a las relaciones (Mesa, 1997). No dependen del tiempo libre,
teoría– práctica–realidad, siguiendo de cerca y puesto que la recreación no está determinada
críticamente la Investigación Acción Participa- por el tiempo de producción industrial, por lo
tiva, surgen dos propuestas metodológicas de que, no se opone ni al trabajo ni a la educación,
intervención mediadas por la recreación guiada: es complementaria de las mismas.
La Secuencia de Actividad Recreativa de largo
plazo SAR (Coll y Mesa, 1997) y la Secuencia La primera dimensión, es social general –ex-
de Actividad Recreativa Intensiva SARI (Mesa, isten muchas modalidades de recreación en
2008) esta segunda propuesta metodológica las distintas culturas y sociedades– por esta
apunta al desarrollo de intervenciones de cor- razón pertenece al ámbito patrimonial de lo
ta duración y amplia cobertura de participación sociocultural. Se realiza y expresa en las prác-
con distintos grupos sociales y culturales. Sobre ticas populares de lo festivo, lo lúdico y lo con-
lo metodológico, no es posible ampliar la infor- templativo; al ser complementaria del trabajo
mación dados los límites de extensión estableci- y la educación escolar, si se quiere, puede ser
dos para este artículo. una vía de acceso consciente y reflexivo hacia
el trabajo y la educación.
Tres dimensiones de la recreación desde las
perspectivas de Vigotsky y Freire La segunda dimensión, es pedagógica: se en-
seña y se aprende a recrear y a recrearse (en
Cabe subrayar que si bien no se trata de una sentido estricto de la apropiación de los imag-
definición, lo expuesto a continuación, es una inarios, lo simbólico y la memoria cultural a
construcción al modo de un juego de herra- través de las lenguas naturales y los lenguajes
mientas conceptuales y metodológicas para lúdico–creativos). Se funda en procesos inter-
precisar las viejas y nuevas preguntas pues, activos, intencionados, guiados y orientados a
permite continuar construyendo re- significa- la participación y a la organización colabora-
ciones, profundizar en nuevas comprensiones tiva de las comunidades, propone la conser-
para acceder a la complejidad que represen- vación y/o innovación de las manifestaciones
ta la construcción social de una “imaginación culturales y la convivencia pacífica, actuando
radical” (Castoriadis, 1994) mediante la edu- como una mediación para la construcción de
cación popular. herramientas de auto–regulación socioemo-
cional individual y grupal.
La perspectiva teórica que orienta al Programa
Académico de Recreación, plantea hasta el mo- La tercera dimensión, se funda en el recon-
mento, tres dimensiones con base en la noción ocimiento de la influencia que puede ejercer
vigotskyana de la Ley de la doble formación la recreación guiada en el desarrollo huma-
cultural10. Significa que es una actividad social no integral como herramienta significadora
(externa) y psicológica (interna) mediada por y constructora de sentidos. Es una actividad
agentes sociales (recreadores) y mediaciones psíquica o interna que se apropia durante el
simbólicas (la lengua natural y los lenguajes desarrollo cultural y a lo largo de toda la vida.

9 A cada intervención ha seguido una investigación y una sistematización de la experiencia.

10 Según Vigotsky (1995) “Todas las funciones psíquicas son relaciones interiorizadas de orden social, son el fundamento de la es-
tructura social de la personalidad. Su composición, estructura genética y modo de acción, en una palabra, toda su naturaleza, es
social” (…) “Lo individual es lo socialmente asimilado” (pág. 361).

Apuestas formativas 123


Para finalizar esta exposición, convoco al de- desarrollo: la animación sociocultural. Madrid:
bate sobre el papel de la recreación en la edu- Fundación Banco Exterior.
cación popular y en la intervención social. Los
juegos, el arte o el deporte en sí mismos no Freire, P. (1997). Pedagogía de la Autonomía.
poseen propiedades inherentes que influyan Madrid: Siglo XXI editores, s.a.
sin más en las personas para que se produz-
can cambios significativos en sus formas de Freire, P. (1982). Cartas a Guinea Bissau. Apuntes
ser, juntarse, actuar consigo mismo y con los de una experiencia pedagógica en proceso.
otros para transformar sus lecturas del mundo. Editores Siglo XXI.
La actividad recreativa guiada en la perspec-
tiva de la educación popular, puede contribuir Gillet, J.–C. (2006) La animación en la comunidad.
a la formación de ciudadanos democráticos Un modelo de animación socioeducativa.
es decir, autónomos, participantes, creativos Barcelona: GRAÓ, de IRIF, S.L.
y críticos, siempre y cuando, no se utilice
únicamente como un entre–tenimiento más Mesa, G. (1997). La Recreación dirigida como
frente a las realidades sociales. proceso educativo. Tesis doctoral. Departamento
de Psicología Evolutiva y de la Educación.
Universidad de Barcelona. España. Documento
inédito.
Bibliografía
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Ander–Egg, E. (1981). Metodología y práctica de la general. Documento en archivo, de divulgación
animación sociocultural. Madrid: Marsiega. interna Programa de Recreación. Universidad
del Valle.
Ander–Egg, E. (1989). La animación y los
animadores. Madrid: Narcea. Mesa, G. (2004). La recreación “dirigida”:
¿mediación semiótica y práctica pedagógica?
Butler, G. (1966). Principios y métodos de –Una pregunta para el debate– presentada en el
recreación para la comunidad. Buenos Aires: III Congreso Internacional de Lúdica y Pedagogía
Bibliográfica. siglo XXI. Cartagena de Indias.

Castoriadis, C. (1995). La Democracia como Simon Corrêa de Camargo, R (2010). Neva leona
Procedimiento y como Régimen. Obtenido 04– Boyd e os jogos teatrais: polifonías no teatro
26–2013 en: http://www.inisoc.org/Castor.htm improvisacional de Viola Spolin. Revista de
História e Estudios Culturais. Vol. 7 año
Coll, C.: Colomina, R.; Onrubia, J.; Rochera, III Nº 3. Universidade Federal de Goiás.
M.J. (1995). Actividad conjunta y habla: Una Obtenido en 2010 de: http://ufg.academia.edu/
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influencia educativa. En P. Fernández Berrocal
y M. Ángeles Melero. (Comps.). La interacción Trilla, J. (1993). Otras educaciones. Animación
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Dumazedier, J. (1968). Hacia una civilización del
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Hernández, A. (1988). Una educación para el infancia. Madrid: Akal.

124 La Piragua N° 41 Ir al Indice


UNA ESPECIALIZACIÓN PARA ROMPER
IMAGINARIOS
EDUCACIÓN POPULAR EN UNA INSTITUCIÓN
DOCENTE FORMAL

“No hay cambio sin sueño,


no hay sueño sin esperanza”,
Paulo Freire (1992)

Resumen Formación Docente). Se trata de un espacio de


reflexión, capacitación continua y sistematiza-
La experiencia de la Especialización Superior ción de nuestras prácticas educativas con una
Docente en Educación Popular del Instituto intencionalidad transformadora.
Sagrado Corazón, Buenos Aires, tiene una tra-
yectoria desarrollada a lo largo de 14 años. La propuesta metodológica se encara desde
la Concepción Metodológica Dialéctica (CMD,
Surgió en el 2001, destinada a docentes de propuesta construida especialmente por la
todos los niveles del sistema educativo formal Red Alforja), forma coherente de interpretar el
y abierto a educadores y educadoras de sec- mundo dentro de una perspectiva que incor-
tores populares, que no están en los ámbitos pora contribuciones conceptuales a los proce-
formales de la educación y la enseñanza. sos históricos de transformación. Concepción
sustentada en la sistematización de nuestras
Es una carrera de Post–título con recono- prácticas educativas.
cimiento oficial y puntaje para la actividad
docente. Hasta nuestros días es la única de Llevamos ya 14 años caminándola, transi-
estas características en el país. Se cursa en tándola en diálogo constante con el contex-
forma presencial dos veces por semana. to, en situación, con un cúmulo de aprendi-
zajes para seguir recreando y enriqueciendo
Introducción la propuesta en estos tiempos de nuevos
paradigmas.

E
l desafío de pensar y ahondar en nues-
tras prácticas sociales como educadoras Es para nosotros, como equipo de educado-
y educadores nos llevó a gestar la Espe- res, un compromiso ético insoslayable el de
cialización Superior en Educación Popular en el plantearnos proyectos viables y estratégicos
Profesorado del Sagrado Corazón (Instituto de de formación de formadores.

Equipo de Especialización Docente en Educación Popular–Profesorado Sagrado Corazón. (Buenos Aires): Alba Pereyra Lanzilloto, Constanza
Filgueiras, Pilar Navarro, Mónica Ghirelli (de licencia por cargo en el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires); Eloísa Gómez (autoras
del presente artículo). Son parte del mismo: Paula Chirinos, Hernán Scibona, Alejandro Bergara y Silvia Ebis.

Apuestas formativas 125


¿En qué pesebre nació esta propuesta? Este cúmulo de experiencias, conocimientos,
Haciendo un poco de historia… preguntas y respuestas, permitió y vislumbró
la necesidad de construir un espacio de re-
La Congregación de las Religiosas del Sagra- flexión, capacitación continua y sistematiza-
do Corazón desarrollaron desde los años `70 ción. La necesidad de percibir la propia prác-
Proyectos de Educación Popular (EP) en los tica en un sentido estratégico llevó a pensar
países de América Latina como una forma de en la “especialización en educación popular”,
vivir desde los oprimidos, excluidos, clases do- en el Profesorado del Sagrado Corazón.
minadas; su misión educadora y el carisma.
Desde los años 80 y especialmente en los 90
Por inspiración de la Hermana Felícitas Mas- la cultura neoliberal influyó en la manera de
tropaolo que mantuvo viva siempre esta lla- ser, pensar y actuar. Por eso los docentes,
ma e impulsó a la congregación a mantener- educadores populares que trabajaban en cen-
se firme en esta opción, se creyó llegado el tros comunitarios, escuelas, organizaciones
momento de trabajar en la Educación Popular sociales sintieron la necesidad de repensar y
desde la Educación Formal como un espacio potenciar la práctica educativa.
privilegiado para vivirla. Este sueño y gesta,
lo/a acompañaron compañeros y compañeras A partir de este desafío surgió el interrogan-
con experiencia y trayectoria en organizacio- te: ¿Pueden ser la educación popular y su
nes, espacios ecuménicos, que se posiciona- experiencia acumulada en América Latina, el
ban desde este lugar, formados y formadas en pensamiento de Paulo Freire y su relectura a
los procesos de EP en Latinoamérica. la luz de los nuevos contextos, una propuesta

126 La Piragua N° 41
estratégica para la construcción de “otra edu- Nace una nueva carrera…
cación”?
Surge entonces en el año 2001 la propuesta
El neoliberalismo fue ganando espacio en los de la Especialización en Educación Popular,
contenidos, la cultura, los proyectos. Fue ro- verdadero desafío de construcción que apues-
bando hasta las palabras y eran estos signifi- ta a la formación de formadores para pensar,
cados los que se quería recuperar: “democra- repensar, ahondar en las prácticas sociales la-
cia”, “popular”, “participación”, “autonomía”. tinoamericanas.
Si decíamos que necesitábamos construir una
propuesta de educación popular era porque Es una carrera de Postítulo con reconocimien-
existía otra propuesta que considerábamos to oficial y puntaje para la actividad docen-
que “no era popular”. La educación popular te. Hasta nuestros días es la única de estas
a la cual nos referimos tiene que ver con una características en el país. Se cursa en forma
concepción de vida y de la historia que las presencial dos veces por semana.
clases populares construyen en el interior de
las sociedades democráticas. Equipo docente y educadores desde sus co-
mienzos, nos sentimos parte de este proyecto.
Algunas de las preguntas que guiaron la pro- Supimos durante estos 14 años que el futu-
puesta se basaron en el pensamiento de Freire ro del mismo depende de las posibilidades
cuando nos dice “educar... educandos ¿a fa- de construcción colectiva que sigamos desa-
vor de qué?, ¿a favor de quién?, ¿contra qué?, rrollando porque otra educación es posible
¿contra quién? y necesaria. Nos acompañan en este sueño,
muchos educadores que también alguna vez
Nace y se piensa desde un contexto adverso soñaron una nueva América Latina.
y crítico, ya que se da dentro de una realidad
política de un país que se encontraba atra- ¿Cuáles son los horizontes que buscamos?:
vesando una seria crisis social y política que
estalla como consecuencia de una década, los ——Desmitificar el imaginario de que la Edu-
años 90, de una despiadada política neolibe- cación Popular no puede desarrollarse ni
ral que terminó sumiendo al país entero en participar de la educación formal.
una profunda pobreza, vacío de poder y repre- ——Proponer un modelo educativo no “ban-
sentatividad, un país expoliado y sin rumbo. cario”, con una mirada pedagógica desde
América Latina.
En el contexto de crisis que vivió Argentina ——Fortalecer la formación pedagógico–cultu-
en el año 2001, un grupo de educadores y ral, sustentada en la concepción de educa-
educadoras populares, convocados por Felí- ción popular.
citas Mastropaolo rscj, con un acumulado de
experiencias, aprendizajes, conocimientos,
preguntas en más de veinte años de trabajo
y construcción de prácticas educativas en di-
ferentes ámbitos y trayectorias, luego de una
lectura y análisis de la realidad, sintieron y va-
loraron la necesidad de construir un espacio
de reflexión, capacitación continua y sistema-
tización de las prácticas educativas, destinado
a docentes y educadores que trabajan tanto
en el ámbito formal como en espacios no for-
males.

Apuestas formativas 127


——Formar educadores con una propuesta pe- años, de modo que ya no queda más que una
dagógica crítica y participativa, de carácter de las educadoras que participó en sus comien-
integral y sistemático que propicie proce- zos. En la actualidad el equipo está integrado
sos de cambio social. en su mayoría por ex estudiantes de la carrera.
——Construir un modelo educativo que parta
de la propia práctica, inmersa en una reali- Los educadores y las educadoras que forman
dad concreta, cambiante y dinámica y que parte del equipo provenimos de diferentes
a partir de su deconstrucción, se transfor- ámbitos y experiencias: militancia políti-
me en una práctica mejor/nueva. ca, sindical, educación formal, experiencias
barriales, organizaciones populares, comu-
Docente en soledad no enseña ni aprende. El nitarias, espacios de memoria y derechos
trabajo en equipo dentro de una institución. humanos y contexto de encierro. Esto se ha
La estructura de los módulos y la caja mantenido a lo largo del tiempo y ha favore-
curricular cido la riqueza de las miradas y propuestas
de los módulos.
Durante estos años, la Especialización se de-
sarrolló con cierta autonomía del Profesorado,
lo que permitió una organización interna como
equipo que le dio una fortaleza particular, con
las tensiones propias de una modalidad dis-
tinta en relación al resto de las carreras. Esta
situación, muchas veces hizo que perdiera co-
nexión o articulación con la institución y su
dinámica. Hoy estamos en otro momento que
nos trae nuevos interrogantes y otra posición
dentro del profesorado.

Los equipos han ido cambiando a lo largo del


tiempo, especialmente en los últimos cinco

128 La Piragua N° 41
La estructura de la cursada se da a través de La propuesta plantea un proceso donde los
la participación en módulos presenciales a docentes a partir de pensar y pensarse des-
cargo de un educador o una educadora y un de sus prácticas, puedan ir repensando, cam-
grupo de tutores que acompañan el proceso biando, descubriendo nuevas miradas, superar
de sistematización de una experiencia que los contradicciones, analizar el carácter o natura-
y las estudiantes deben presentar al finalizar leza de las mismas, distinguir cuáles son fun-
el año para lograr su titulación. damentales del contexto y así poder pensar
estratégicamente, acciones pedagógicas para
La articulación de los módulos se da en dos desarrollar planes y proyectos educativos con
cuatrimestres desde marzo hasta julio y desde intenciones transformadoras.
agosto a noviembre: Se cursa primero el Taller
de integración, Rol del educador, Metodolo- A medida que en el proceso los cursantes,
gía, Matrices éticas de la educación popular, docentes, educadores van complejizando el
Historia de los procesos de educación popular análisis de sus prácticas, conociéndolas en su
(centrándonos en la historia de América Lati- integridad, dialogando con el contexto de las
na) y dos seminarios que introducen en el eje mismas, y descubriendo su dimensión políti-
que articula y atraviesa la Especialización: la ca, se van modificando las miradas y las con-
Sistematización de experiencias. En la segun- cepciones y reformulando sus compromisos
da parte del año, tras la elaboración de un tra- con sus praxis. En los docentes del ámbito
bajo integrador individual, donde se ponen en formal “dar clase” se ha ido integrando y re-
juego las representaciones y las subjetivida- formulando, desde el sentido de la práctica
des de cada estudiante, desde un componen- social que han ido descubriendo, construyen-
te sentipensante; se transitan los siguientes do y visibilizando.
módulos: Estrategias didácticas, Pedagogía
social, Investigación Acción Participativa, Di- Desde los pilares de la EP (epistemológico,
seño y Gestión de Proyectos, Comunicación político, ético y pedagógico) vamos compleji-
y producción de materiales educativos y Pla- zando y analizando la práctica (eje de nuestra
nificación estratégica, más el proceso de sis- reflexión).
tematización en el cual los tutores y tutoras
acompañan a los grupos, de manera presen- Es por lo tanto requisito fundamental para
cial como virtual. cursar la especialización el tener una prácti-

Apuestas formativas 129


ca en curso. No nos podemos poner a pensar tiempo, a acoger la diversidad de experiencias
desde lo que no tenemos, pues no se trata que traen las y los docentes estudiantes, aún
de un proceso teórico de adquisición de infor- siendo sus espacios diferentes: la escuela pú-
mación sino de poder hacer teoría y descubrir blica, la escuela privada, el trabajo en aulas
los aprendizajes desde la práctica misma para de nivel primario o secundario, los proyectos
desde ahí poder confrontarla con la teoría ya socioeducativos o aquellos dirigidos a la in-
existente. clusión educativa, la educación en contextos
de encierro, la catequesis, las organizaciones
No se trata de copiar recetas o modelos sino no gubernamentales (ONG), la educación
de ser capaces de sentir para poder crear, comunitaria, las manifestaciones artísticas
idear los caminos propios de cada contexto. como muralismo, artesanías, danza, música,
orquestas barriales o escolares, bachilleratos
“…El educador tiene que ser sensible, populares, cooperativas, educación de jóvenes
el educador tiene que ser un esteta… y adultos, alfabetización, derechos humanos,
Enseñar es una obra de arte… el edu- y tantas otras prácticas transformadoras.
cador es también un artista, él rehace
el mundo, redibuja el mundo, recanta el Otro de los aprendizajes que podemos nombrar,
mundo, redanza el mundo… el educador pero ya desde el equipo docente, es la adqui-
tiene que ser ético…”, Freire, Construc- sición permanente de nuevas herramientas, de
tor de Sueños. nuevos dispositivos y de re–lectura, en contex-
to, de los textos, de audiovisuales a partir de ex-
Lo que nos ayuda a ser mejores como periencias actuales significativas, que permiten
educadoras y educadores: aprendizajes la interacción de los módulos. Por eso, desde la
perspectiva de la educación popular, conside-
En todos estos años de Especialización mu- ramos que el trabajo en equipo y la interacción
chos han sido los aprendizajes que tanto los e integración de contenidos, deben partir de la
educadores y educadoras como quienes la realidad e iluminarse con otras construcciones
cursan, hemos obtenido. En primer lugar po- teóricas contemporáneas, debiendo ser esta
demos mencionar que aprendemos, todo el una tarea constante y comprometida.

130 La Piragua N° 41
Podemos afirmar también que todos los días La paciencia es otro gran aprendizaje, como
aprendemos a valorar el espacio institucional educadoras y educadores, nos compete a to-
donde podemos incluir las propuestas propias das las personas que participamos de esta
de la educación popular, poniendo en diálogo práctica pedagógica (docentes a cargo de la
las concepciones tradicionales y nuestras pro- Especialización y docentes estudiantes). Pa-
puestas. ciencia como valor que contribuye a sostener
la matriz ética de la educación popular hacia
Sabemos que muchos y muchas docentes aquello que no estamos habituados. Conside-
–que participan como estudiantes– en proce- rada como un elemento importante en todo
so de formación, acceden a la Especialización proceso socio–histórico y político, como en
por el puntaje que otorga a la carrera y que los procesos de las relaciones interpersona-
beneficia a su futura titularización y perma- les. Los cambios que queremos y que impul-
nencia en una escuela, mejorando su condi- samos, no pueden ser inmediatos, necesitan
ción laboral, y esa circunstancia es para noso- un tiempo de digestión “sentipensante”, pasar
tros y nosotras, como equipo, desde el primer por la mente, pero también por los sentimien-
contacto, un desafío grande. Son aquellas y tos y muchas veces hasta por el cuerpo.
aquellos en quienes principalmente tenemos
que promover la ruptura de un pensamiento Aprendemos a ser mejores educadoras y edu-
funcional y estructurado en términos que solo cadores populares en el transcurso de nuestra
abarcan su situación docente. En ese senti- mediación, no cuando “logramos con éxito” la
do, nos proponemos, a partir de las tutorías o transformación de los otros y de las otras, sino
acompañamiento en el proceso de la sistema- también cuando vemos y sentimos las dificul-
tización de experiencias, aportar instrumentos tades que tienen en avanzar en sus procesos
que les ayuden a problematizar sus proyectos reflexivos, en sus análisis de la realidad, de
de clase, sus relaciones con los grupos de ni- sus propias prácticas.
ñas y niños, los vínculos institucionales, la co-
municación interna y con las familias, que son Podríamos ofrecer una lista enorme de apren-
los núcleos a menudo mencionados como si- dizajes, algunos recurrentes y otros que nos
tuaciones que obstaculizan su “ser docente”. sorprenden y nos interpelan, por ejemplo

Apuestas formativas 131


Letras de la Universidad de Buenos Aires;
al conversatorio con Oscar Jara, presidente
del CEAAL y amigo de nuestra institución y
Especialización, asesor permanente de nues-
tros recorridos. Estas participaciones son
indispensables a la hora de comprender el
contexto, la realidad, la diversidad de terri-
torios que habita la educación popular, que
constituyen espacios donde el reto es estar
informado, involucrarse y comprometerse son
indispensables para comprender los proce-
sos sociales que se viven en nuestra América
y cómo estos pueden afectar a las prácticas
que desarrollamos.
cuando en el 2014, por haber permitido que
la cursada cambiara de dos a tres días, tuvi- Podemos agregar el Seminario Paulo Freire rea-
mos un grupo muy pequeño que, en el trans- lizado en el 2013 y que se replica en septiem-
curso del primer cuatrimestre, fue reducién- bre de este año con la presencia de organiza-
dose hasta quedar solo cinco compañeros y ciones, educadoras y educadores populares de
compañeras en el camino. Esta situación nos diversos lugares de Latinoamérica que nos per-
llenó de enseñanzas, hubo que replantearse mite compartir experiencias, aprendizajes y se-
muchas cuestiones desde los contenidos, la guir repensándonos y construyéndonos juntos.
metodología, los textos, las dinámicas, has-
ta los vínculos, remontar el enojo del grupo y Aprendizajes rescatados del caminar
reiniciar el camino varias veces. También re-
componernos como docentes y pensar cómo Que todo proceso se va marcando por quie-
difundir la carrera más tempranamente para bres, crisis que cada sujeto va experimentan-
llegar a tener grupos más grandes y diversos. do y que la vida renace de cada grieta que
El año 2014 fue un año bisagra en ese aspec- deja emanar lo nuevo.
to, afectó mucho al equipo aunque finalmente
con el pequeño grupo que quedó, se hizo un Que construimos desde la diversidad y no so-
trabajo comprometido y se afianzó el vínculo. lamente con el que piensa igual a uno, sino
con el diferente (no con el antagónico), del
Un elemento fuerte de nuestro equipo es cual me enriquezco.
la disposición a participar en distintas pro-
puestas educativas y formativas externas e Que la sistematización de las prácticas no
internas –del Profesorado– a las que se invita puede estar aislada de un pensar y repensar-
también al grupo de cada año, como parte del se desde la práctica, sino que es un proceso
curso, e integrar esta experiencia con los mó- dialéctico en conjunto.
dulos, en el convencimiento de que nuestra
propuesta se enriquece y nutre con otras. Por Que la sistematización de la práctica pedagó-
ejemplo este año, acompañamos a las muje- gica va construyendo escuelas “sin paredes”,
res originarias en la Primera Marcha de Muje- escuelas con y en el mundo.
res Originarias de nuestro país y Sudamérica
hacia el Congreso de la Nación; concurrimos “Cuando tomamos un contexto práctico
a la exposición de madres, compañeros y fa- y a partir de él construimos un contexto
miliares de los 43 estudiantes desaparecidos teórico estamos haciendo una escuela
de la Escuela Raúl Isidro Burgos, de Ayotzi- en el sentido radical que tiene esa pala-
napa, México en la Facultad de Filosofía y bra”, Paulo Freire.

132 La Piragua N° 41
Que la Educación Popular no es un método Algunas voces y concepciones que van
sino una forma de estar en el mundo, la ma- resonando para Leer el mundo… decir la
nera en cómo miramos y nos relacionamos propia palabra… escribir la historia
con el mundo.
No podríamos ser coherentes con lo expuesto
De aquí que lo metodológico no es una su- sino trajéramos, rescatáramos las voces de los
matoria de métodos participativos para ser actores, de los docentes que han pasado por
aplicados en los grupos, sino una manera de la especialización en diferentes años.
ver, estar y por lo tanto actuar con los otros
en el mundo. Desde las identidades y representaciones
de los educadores recuperamos los siguien-
Que debemos reconocernos entonces como tes relatos que nos hablan de cambios de
seres sentipensantes. miradas y concepciones, de descubrirse, de
valores…
Que la propuesta logra superar la fragmenta-
ción de las prácticas. “…este proceso me ha hecho nacer de nue-
vo… pasar del yo hice al nosotros construi-
Que como decía Felícitas Mastropaolo rscj: mos”
“la educación popular es una vida dedicada
a una pasión”, porque a ser educador, edu- “…esto de educación Popular es fuerte, muy
cadora popular no se aprende, no se puede fuerte para mí, empezar a pararme en un lu-
ser educador o educadora popular si uno no gar diferente… dolor, pero a la vez, alegría…”
lo siente y no lo vive. Y siempre muy movido
por el motorcito de la intuición que nos lleva “…transformarme para transformar, qué com-
a recrear cosas, compartirlas y socializarlas. promiso tan fuerte….”

Apuestas formativas 133


“…creemos con pasión en una educación pú- tica que ha permitido a muchos docentes
blica, popular y democrática…” fortalecer su formación pedagógico–cultu-
ral, rescatar aprendizajes generando nueva
“…y de pronto nos redescubrimos tratando teoría, recrear proyectos educativos institu-
de hacer con alegría y esperanza, aunque sea cionales desde la mirada de la EP que lleva
muy chiquito el cambio…” a buscar respuestas alternativas desde una
ética esencialmente humanista a las situa-
“…no fue cuánto leí, sino cómo lo leí lo que ciones de exclusión, diversidad, pobreza.
me dejó movilizado…”
A los 14 años de su creación, los docentes
“…cuando llegué a la escuela me di cuenta del equipo pedagógico seguimos apostando
que no era una escuela de tiza, pizarrones, a la formación de los educadores dispues-
bancos, patio… la miraba distinto, era como tos a entregarse con inteligencia, amor,
si las paredes ya no estuvieran…” corazón y voluntad al servicio de prácticas
transformadoras asumiendo este desafío
“…yo pensaba que la EP era la educación in- desde la mirada de la Educación popular
formal y me di cuenta que es la manera en liberadora.
que me paro para mirar el mundo y ejercer mi
práctica…”

“…si no cambiamos nosotros primero, y en Bibliografía


eso estoy, no podremos cambiar el resto…”
Freire, Paulo, 2002: Pedagogía de la esperanza.
“…estamos atravesados por tantas contradic- Buenos Aires, Siglo XXI.
ciones… búsqueda cotidiana de la coheren-
cia… mirada estratégica…” Freire, Paulo, 2000: “Constructor de sueños” en IM-
DEC. Constructor de sueños, registro video grá-
“…cuando terminé, me di cuenta que tenía fico para la cátedra Paulo Freire. México, 2000.
que empezar todo de nuevo…”
Freire, Paulo. 1990: La naturaleza política de la
“…yo antes era un yo aislado, ahora soy un educación. Cultura, poder y liberación. México.
yo–nosotros construyendo cambios… Paidós.

“¿Prácticas que modifiquen o prácticas que Nota final: Varios de los conceptos e ideas que se
transformen?” presentan en este artículo fueron extraídos de
un artículo presentado para la Revista N° 2 del
Conclusiones Sagrado Corazón denominado: “El desafío de la
Educación Popular en la formación de educa-
La Especialización ha sido una práctica soste- dores”.
nida y revalorizada en cada nuevo ciclo. Prác-

134 La Piragua N° 41
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Tarea Asociación Gráfica Educativa
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Página web: www.tareagrafica.com
Teléf. 332-3229 Fax: 424-1582
Setiembre 2015 Lima - Perú
Educador peruano, realizó estudios de educación superior en Arequipa y de
posgrado en el CREFAL, México, y en Santiago de Chile. Desempeñó durante dos
décadas las tareas de animación y apoyo a políticas socioeducativas, en particular
referidas a la educación con jóvenes y adultos, en su condición de especialista
regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe, con sede en Santiago de
Chile. Sus múltiples actividades tuvieron como referente principal el Proyecto
Principal de Educación para América Latina y el Caribe (1980-2009), coordinando,
entre otras iniciativas, por la REDALF (Red Regional de Alfabetización y Educación
con Jóvenes y Adultos), desde donde se generaron importantes investigaciones,
seminarios y publicaciones que enriquecieron el acervo regional acerca de la
educación de adultos, y su relación con la Educación Popular. Al retornar a su país fue

José Rivero miembro del primer Consejo Nacional de Educación y directivo de Foro Educativo,
donde desarrolló importantes investigaciones y publicaciones. Fue distinguido con

Herrera las Palmas Magisteriales en el máximo grado Amauta por el Ministerio de Educación
de su país. Se caracterizó por la defensa de la educación como derecho humano
fundamental a lo largo de la vida.

Ha publicado libros y artículos en revistas especializadas latinoamericanas y


peruanas. Pueden citarse Educación y actores sociales frente a la pobreza (auspiciado
por CEAAL y CLADE, editado por Tarea, 2008); Educación, docencia y clase política en
el Perú (2 ediciones publicadas por Tarea, Lima, 2007/2008); Educación y exclusión en
América Latina. Reformas en tiempos de globalización (ediciones 1999-2000 en
Madrid/Buenos Aires, Miño y Dávila Editores; en Lima, Ediciones Tarea; y en Editorial
Universidad Católica, Brasilia); Educación de adultos en América Latina. Desafíos de la
equidad y la modernidad (ediciones en 1993-1994 en Editorial Popular, Madrid; Lima,
Tarea; Bogotá, Editorial Magisterio; Caracas, Cooperativa Laboratorio Educativo;
Tegucigalpa, Editorial Gauymuras); Políticas regionales andinas para el desarrollo de la
escuela rural (Lima, Tarea 2005). Coordinó en su país consultorías que dieron origen a
dos publicaciones a su cargo: Nueva docencia en el Perú y La otra educación.
Educación Básica Alternativa. Colaboró como autor y árbitro en la Revista
Interamericana de Educación de Adultos que publica el CREFAL, y fue miembro del
Consejo Editorial actual de dicha revista.

Entre 2006 y 2008 fue responsable de la investigación en el Perú sobre la Situación


presente de la educación de personas jóvenes y adultas en América Latina y el Caribe, un
proyecto auspiciado por el CREFAL y el CEAAL; es autor del informe correspondiente
a ese país (Situación presente de la educación de jóvenes y adultos en Perú, Pátzcuaro,
CREFAL, 2008).

En el año 2013 participó en la Consulta Pro EPJA realizada por el CREFAL, la cual dio
origen al libro Hacia una EPJA transformadora en América Latina y el Caribe, publicado
ese mismo año.

También en 2013 colaboró, junto con otros especialistas, en la coordinación del libro
Aportes conceptuales de la educación de personas jóvenes y adultas: hacia la
construcción de sentidos comunes en la diversidad, editado por la OEI y el UIL-UNESCO.

Pepe, como cariñosamente lo llamamos sus amigos (as), ha dejado una huella
profunda.

¡Pepe Rivero! ¡Presente!

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