Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD POLITECNICA

Y ARTISTICA DEL PARAGUAY

TRABAJO DE INVESTIGACION

RAPPORT EN LA COMUNICACIÓN Y
COMO LIDERAR LA COMUNICACION

POR
Roman Ferreira, Psicología
Norma Britez, Trabajo Social
Selma Servían, Trabajo Social
Saida Espínola, Psicología
Julio Cabrera, Psicología

PROFESORA
Lic. Liz Suarez

2018
culinarias. ¡Aquí se vale todo! En tiempos de internet es casi imposible que no encuentres en
Linkedin, Facebook, Twitter o Instagram algún dato que pueda servir de eslabón entre ustedes.

COMO LIDERAR LA COMUNICACION

La comunicación es el pilar de cualquier organización, es imprescindible para su buen


funcionamiento. Una buena comunicación externa proyecta una buena imagen; consigue que los
públicos vinculados entiendan y perciban a la organización como es o que quiere ser. Una correcta
comunicación informa, involucra, une, transmite la cultura, y la filosofía de la organización
consigue la colaboración de todas las personas. Toda organización que quiera destacarse debería
liderar ambas comunicaciones.

Los elementos que intervienen en el proceso de comunicación son los siguientes:

Emisor: Aquél que transmite la información (un individuo, un grupo o una máquina).

Receptor: Aquél, individual o colectivamente, que recibe la información. Puede ser una máquina.

Mensaje: La propia información que el emisor transmite.

Medio: Elemento físico por donde el emisor transmite la información y que el receptor capta por
los sentidos corporales. Se denomina canal tanto al medio natural (aire, luz) como al medio técnico
empleado (imprenta, telegrafía, radio, teléfono, televisión, ordenador, etc.) y se perciben a través de
los sentidos del receptor (oído, vista, tacto, olfato y gusto).

Para liderar la comunicación es necesario:

1. Captar la atención
2. Estimular el interés
3. Demostrar la veracidad de la información
4. Conseguir movilizar al interlocutor

• CAPTAR LA ATENCIÓN

En una presentación es difícil conseguir que tu audiencia mantenga la atención durante mucho
tiempo. Y se hace casi imposible si tu discurso les resulta poco interesante o monocorde.

Existen unas pautas que puedes aplicar para montar todo un espectáculo sobre el tema más
soporífero. Ninguno de tus oyentes quedará indiferente.

Hablar con claridad y escuchar con interés

Es fundamental saber expresarnos, exponer y expresar las ideas con claridad, siguiendo
un orden para que puedan entendernos con facilidad. Saber qué decir y qué no debemos decir según
la persona con quien estemos. No es igual conversar con un gran amigo que con una persona que
acabamos de conocer.

Es conveniente poseer un amplio vocabulario y saber usarlo con fluidez y precisión. Ahora bien,
además de las palabras, en toda conversación la comunicación no verbal adquiere gran
importancia. Los gestos, la postura, la expresión facial (sonrisa, expresión de tristeza, enfado, etc.)
son un gran complemento de las palabra y facilitan la comprensión del mensaje.

Procurar que el tema interese a las personas que nos escuchan y no solamente a nosotros. Tratar
de temas que interesen a todos los presentes y hablar sobre ellos de forma atractiva y con sentido
del humor. El humor es garantía de éxito en cualquier reunión.

La conversación será más interesante si hacemos que participen los demás, para ello
podemos hacer preguntas abiertas con la intención de que todos participen en la conversación, ya
que las preguntas exigen respuestas, es una buena forma para conversar.

Debemos dejar hablar a los demás y escucharles con interés, más allá de sus palabras, tratando
de entender cómo se sienten y qué pretenden comunicarnos. Si en algo no estamos de acuerdo, es
importante expresarlo con corrección. No coincidir con la opinión o las ideas de otra persona no
está reñido en absoluto con no saber conversar.

Interesarnos por los demás y por lo que nos están contando. De esta forma, mejoraremos la
comunicación con quienes nos rodean y aprenderemos a aceptar las críticas y los puntos de vista
diferentes de una manera natural. Se trata de escuchar sin prejuicios lo que los demás nos dicen e
interesarnos sinceramente por sus palabras y mensajes.

Delimitar el mensaje

El mensaje ha sido un concepto siempre presente en la enumeración de los elementos que


constituyen el proceso de comunicación. La comunicación, entonces, se convierte en la producción
de mansajes que generen los efectos deseados.

Cuando reiteramos nuestro mensaje dando demasiadas explicaciones, una y otra vez, nuestro
interlocutor puede sentirse menospreciado, como si pensáramos que no es capaz de entenderlo a la
primera. Siempre es posible plantear algo sumamente profundo y significativo, pero de manera
sencilla, sin tantas aclaraciones y repeticiones.

Para conseguir que nuestra comunicación sea efectiva, tenemos que expresarnos de manera
específica y clara. Dejemos a un lado las ambigüedades y generalizaciones y digamos exactamente
lo que queremos.

Cuando tengamos que comunicar algo difícil a otra persona, lo mejor es hacerlo en privado. Por el
contrario, si vamos a felicitar o dar la enhorabuena a alguien, es recomendable hacerlo en público,
donde los demás puedan escuchar también.

No es recomendable sacar varios temas juntos, que no tengan nada que ver entre sí. A veces
queremos aprovechar el momento y sacamos a relucir un largo listado de cuestiones pendientes,
pero lo más probable es que esto solo produzca enojo en el interlocutor.

Tener siempre en cuenta:

Los filtros culturales: Las Barreras en la Comunicación, o simplemente interferencias, son


obstáculos que pueden llegar a distorsionar, desvirtuar o impedir parcial o totalmente el mensaje, y
se sitúan entre el emisor y el receptor, cuando se gesta el proceso comunicativo.

Barreras semánticas
Tienen que ver con el significado de las palabras; cuando no precisamos su sentido, éstas se prestan
a diferentes interpretaciones y así el receptor no interpreta lo que dijo el emisor, sino lo que su
contexto cultural le indica.

Si al hablar o escribir empleamos una palabra con una acepción que no corresponda, se produce una
barrera semántica. Esto quiere decir: cambio de significación.

Barreras fisiológicas
Impiden emitir o recibir con claridad y precisión un mensaje, debido a los defectos fisiológicos del
emisor o del receptor. Tales defectos pueden afectar cualquiera de los sentidos. Ya sea en forma total
o parcial.

Barreras psicológicas

Representan la situación psicológica particular del emisor o receptor de la información, ocasionada


a veces por agrado o rechazo hacia el receptor o emisor, según sea el caso, o incluso al mensaje que
se comunica; la deficiencia o deformación puede deberse también a estados emocionales (temor,
tristeza, alegría) o a prejuicios para aprobar o desaprobar lo que se le dice, no lea lo que está escrito,
no entienda o no crea lo que oye o lee.

Barreras físicas

Son las circunstancias que se presentan en el medio ambiente y que impiden una buena
comunicación ejemplo: ruidos, iluminación, distancia, falla o deficiencia de los medios que se
utilizan para transmitir un mensaje: teléfono, micrófono, grabadora, televisión, etc.

Barreras administrativas

Son las que se originan en estructuras organizacionales inadecuadas, mala planeación y deficiente
operación de los canales. Éstas pueden ser por la falta de planeación, presupuestos no aclarados,
distorsiones semánticas, expresión deficiente, pérdida en la transmisión y mala retención, escuchar
mal y evaluación prematura, comunicación impersonal, desconfianza, amenaza y temor; periodo
insuficiente para ajustarse al cambio; o sobrecarga de información.

Las experiencias personales: ¿Por qué no pensar que lo que comunicamos es como si fuese un
relato? Lo que yo te comunico, es como si fuera un cuento, los hechos vividos desde mi
experiencia, una versión y lo que tú entiendes, es otra versión en base a tus características. Tú me
escuchas, pero en base a tus peculiaridades así me entiendes.

En ocasiones, cuando hemos contado algo a alguien y ésta persona se lo ha comunicado a otra, no
transmite exactamente lo mismo que nosotros. Cada persona puntualiza lo importante según sus
experiencias. Por eso cada persona es responsable de comunicar su propia historia.

Cuando decimos que el otro no tiene razón, lo que en realidad expresamos es que no piensa igual a
nosotros. ¿O no?

• ESTIMULAR EL INTERÉS

Para lograr que las personas encuentren la comunicación suficientemente interesantes es necesario
potenciar su motivación intrínseca, es decir, el interés que sale del interior de la propia persona.
Produce un beneficio: Es importante también ayudar a la gente a que encuentre un valor en la
comunicación que le pueda ayudar en su vida cotidiana.
Soluciona un problema: En ocasiones, será una utilidad claramente práctica y en otras en forma
de sólida base de conocimientos y competencias que le faciliten poder desenvolverse con soltura en
los retos y situaciones de la vida.

• DEMOSTRAR LA VERACIDAD DE LA INFORMACIÓN

La veracidad es la cualidad de lo que es verdadero o veraz, y está conforme con la verdad y se


ajusta a ella. Es un valor moral positivo que busca la verdad.

El significado de la veracidad está íntimamente relacionado con todo lo que se refiere a la verdad o
a la realidad, o a la capacidad de alguien para decir siempre la verdad y ser sincero, honesto, franco
y tener buena fe. Por tanto, es lo opuesto a la mentira, a la hipocresía o a la falsedad.

Mensaje cierto, razonable y adecuado

Las personas son susceptibles y tiende a quedarse con interpretaciones erróneas de los
mensajes y cae en el desinterés de querer conocer o ampliar la información, por lo que
opta por no querer saber nada de lo que le comunican.

Al existir un vacío en la comunicación, las personas retoma “otros” referentes de


información que en muchas ocasiones deforman mucho más los mensajes pero estos sí
gozan de su confianza y preferencia.

Existen creencias previas y por tanto resistencia

En muchas ocasiones la predisposición generada es tan grande que informaciones varias,


pero provenientes del mismo receptor, adquieren peor connotación.

De igual manera, pueden surgir en el interlocutor reflexiones emocionales ante un hecho


o una noticia que haga referencia a nosotros. Y en el peor de los casos, se centrarán
exclusivamente en aspectos negativos sin darle espacio a la buena comunicación.

Por tanto, una comunicación incongruente, que con cada declaración se aleje
insosteniblemente de la realidad, nos alejara de liderar la comunicación.

• CONSEGUIR MOVILIZAR AL INTERLOCUTOR

Es fundamental saber expresarnos, exponer y expresar las ideas con claridad, siguiendo
un orden para que puedan entendernos con facilidad. Saber qué decir y qué no debemos decir según
la persona con quien estemos. No es igual conversar con un gran amigo que con una persona que
acabamos de conocer.

Es conveniente poseer un amplio vocabulario y saber usarlo con fluidez y precisión. Ahora bien,
además de las palabras, en toda conversación la comunicación no verbal adquiere gran importancia.
Los gestos, la postura, la expresión facial (sonrisa, expresión de tristeza, enfado, etc.) son un gran
complemento de las palabra y facilitan la comprensión del mensaje.

Procurar que el tema interese a las personas que nos escuchan y no solamente a nosotros. Tratar de
temas que interesen a todos los presentes y hablar sobre ellos de forma atractiva y con sentido del
humor. El humor es garantía de éxito en cualquier reunión.

Verbalizar el objetivo por el receptor


La conversación será más interesante si hacemos que participen los demás, para ello podemos hacer
preguntas abiertas con la intención de que todos participen en la conversación, ya que las preguntas
exigen respuestas, es una buena forma para conversar.

Debemos dejar hablar a los demás y escucharles con interés, más allá de sus palabras, tratando de
entender cómo se sienten y qué pretenden comunicarnos. Si en algo no estamos de acuerdo, es
importante expresarlo con corrección. No coincidir con la opinión o las ideas de otra persona no
está reñido en absoluto con no saber conversar.

Interesarnos por los demás y por lo que nos están contando. De esta forma, mejoraremos la
comunicación con quienes nos rodean y aprenderemos a aceptar las críticas y los puntos de vista
diferentes de una manera natural. Se trata de escuchar sin prejuicios lo que los demás nos dicen e
interesarnos sinceramente por sus palabras y mensajes.

Credibilidad del Emisor (interna y externa o fama)

El emisor es uno de los elementos fundamentales a la hora de transmitir o comunicar, y una de sus
principales características debe ser la credibilidad.

El emisor y la fuente deben ser percibidos como creíbles.

Debe ser atractivo, no sólo se refiere a un atractivo físico (que siempre es relativo a los ojos de los
receptor) sino que hace referencia a la inteligencia interpersonal del emisor (es decir, la autoestima
o la percepción de sentirse bien con uno mismo) y la inteligencia interpersonal o empatía
(capacidad para ponerse en el lugar del otro y establecer relaciones de mutua confianza)

Debe tener solvencia. El emisor debe generar la percepción de que es un experto, es decir, que tiene
conocimientos importantes sobre aquello de lo que está hablando.

Mensajes simples, repetidos y relajados

Cómo podemos hacer para influir sobre los elementos para asegurar la comprensión y lograr que la
comunicación sea efectiva:

Como emisores de un mensaje, tenemos la responsabilidad de que éste sea transmitido lo mejor
posible. Existen ciertas palancas que nos pueden ayudar a que lo que decimos y lo que el receptor
percibe e interpreta sea lo mismo. Éstas nos pueden servir en la preparación de una presentación,
durante una reunión de trabajo, en la visita a un cliente o en una conversación cotidiana.

El mensaje debe ser sencillo, corto, al grano y pensado en función de las necesidades del receptor, y
con un lenguaje que entienda. Reiterarla varias veces sin que se canse al receptor, quien una vez
recibido el mensaje lo asimile de manera positiva. Si el mensaje se transmite de una manera
inapropiada y dependiendo del caso, puede generarse una respuesta de desilusión, de tolerancia, o
de indiferencia por decir algunas.

También podría gustarte