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Fuente 1

Inseguridad Ciudadana en Lima: un problema del día a día

Recuperado de:
https://cuestionessociales.wordpress.com/2014/06/18/inseguridad-ciudadana-
enlima/
La inseguridad ciudadana es un problema que nos aqueja a todos los limeños,
pues estos últimos años hemos sido testigos de innumerables casos de
delincuencia. Hoy en día la vida no vale nada y matar a alguien no solo es el pan
de cada día; sino que la impunidad se impone ante la justicia, aun así nuestras
autoridades siguen vendiéndonos la idea de que la inseguridad ciudadana es una
simple percepción lejana a la realidad. Entre las principales causas que producen la
inseguridad ciudadana en Lima, se encuentran:

Desempleo
Se ha dado un aumento tanto de la población como de la demanda por bienes y
servicios; lo cual dificulta el abastecimiento para todos los ciudadanos, ya que si no
se les brinda los bienes necesarios para vivir, estas personas se tendrían que valer
por otros medios no legales para poder solventar los gastos familiares, incurriendo
así en la delincuencia.
Un gran número de personas que se encuentran desempleadas caen en la
desesperación y atentan contra los bienes ajenos y la integridad física de las
personas. La ausencia de oportunidades de empleo legal que impulsaría a muchas
personas (sobre todo hombres jóvenes) a dedicarse a actividades ilegales que le
reportarían mayores ganancias. El desempleo refleja el costo de oportunidad de las
actividades ilegales, por lo que incentivaría a los individuos a cometer delitos.
En el grupo más afectado por el desempleo en el Perú son los jóvenes quienes
exhiben tasas de desempleo equivalentes a casi dos veces las tasas de desempleo
promedio. (Fuente INEI). Este fenómeno ha sido destacado en numerosos estudios
y uno de los probables determinantes en la delincuencia juvenil es uno de los
fenómenos sociales más importantes de nuestra sociedad. La Organización
Internacional del Trabajo detallo que la tasa de desocupación entre las personas de
15 a 24 años llega al 13.2%, mientras que entre los peruanos de 25 años a mas
alcanza el 3.9%
Por ejemplo, en la actualidad las mujeres por defender su independencia y
autonomía se vuelven trabajadoras compulsivas; y dejan de lado su labor maternal
como educadoras del hogar, lo cual genera que sus jóvenes hijos se sientan
desprotegidos y sin una autoridad en casa quien lo lleve por el buen sendero. La
delincuencia está correlacionada negativa y significativamente con el desempleo
sin importar el grupo de edad.
Prevención:
• Políticas de empleo (especialmente para jóvenes y mujeres)
•Fortalecer los programas laborales para que incluyan a jóvenes en riesgo y
expuestos a la delincuencia.
• Existen las bolsas de trabajo que dan oportunidades de empleo a los jóvenes que
culminen su formación laboral o que ya la tienen. Existen empresarios que
voluntariamente quieren patrocinar la formación laboral de jóvenes que
posteriormente son incorporados en sus empresas.

Falta de Educación
Un niño que no ha recibido una buena educación, que es analfabeto no sabe
diferenciar entre lo bueno y lo malo; por lo tanto este niño en un futuro es una
víctima latente de caer en la delincuencia, ya que no ha recibido una educación con
vista hacia el futuro, nunca ha tenido responsabilidades y probablemente sus
oportunidades de integrarse como un hombre de bien la sociedad sean muy bajas.
La educación es muy importante para contrarrestar la Inseguridad Ciudadana, al
asociarse a mayores expectativas de ingresos por actividades legales,
incrementando el salario que un individuo espera alcanzar.
Además, la educación aumenta la cantidad de valores que posee un individuo,
haciendo menos factible la realización de un crimen.
Sin embargo, la educación también posee un efecto contrario, al dotar de
habilidades a los individuos y permitirles participar de crímenes y delitos mayores.
Nuestro país presenta un grave deterioro de la calidad educativa, y esta falta es
integral ya que si los conocimientos son escasos aún más escaso será la
educación en valores. Todo esto condiciona a que estos niños y adolescentes
sufran una pérdida de oportunidades.
Prevención
• Reducir deserción escolar
• Promover la reinserción educativa de los adolescentes que desertaron.
• La preparación en carreras técnicas así como la oferta de oportunidades de corto
ymediano plazo representan el camino más eficaz para ayudar a los jóvenes en
proceso de recuperación

¿Justicia para ricos?


La inseguridad ciudadana acapara grandes portadas en los diarios de hoy, hechos
que de alguna manera se pudieron evitar y hechos que no son debidamente
juzgados ante la ley; acá una breve reseña sobre la tan famosa frase ‘’si tiene
dinero, le hacen caso’’:
Actualmente, la corrupción es una de las causas por las que nos asecha la
inseguridad, ya que no hay autoridades que hagan respetar el orden jurídico, y que
puedan proteger al ciudadano, haciendo que este confíe plenamente en la justicia
de su país. En muchos casos las noticias por robos, secuestros, asesinatos,
extorsiones, etc… llegan a ser titulares en frecuentadas cadenas de radio,
televisión nacional, por ende la mayoría de la población se entera de los hechos y
toman su postura que en su mayoría son superficiales ya que involucran a
personas que toman responsabilidad pero indirectamente ya sean, congresistas,
ministros y hasta el presidente de la república.
Cuando los hechos delictivos ocurren en personas pertenecientes a una familia
pudiente, los delincuentes llegan a instancias judiciales en donde son sancionados
con las penas más fuertes, ya que los jueces son más cautelosos y conservadores
por tratarse de personas con ‘’poder’’ en nuestra marcada sociedad peruana; todo
lo contrario sucede si los hechos pasan desapercibidos por la población, medios de
comunicación, ahí es muy probable que al delincuente no se le aplique una sanción
meritoria, por ejemplo, un delincuente acreedor de una vasta recopilación de
antecedentes penales llegase a matar a una joven estudiante perteneciente a una
familia de bajos recursos es muy probable que el asesino se libere por sus
‘’jugadas’’ judiciales y por su conocimiento del tema o mejor dicho por su ‘’manejo
con los jueces’’

Pobreza
El desnivel de riqueza que existe en nuestra sociedad, hace que haya una marcada
diferencia entre los ciudadanos, ya que muchas personas, por necesidad, llegan a
realizar acciones totalmente deshonrosas, a veces solo para llevar un pan a casa.
Partiendo de que estas personas no han recibido una buena educación y tampoco
se han formado con valores sociales, es que no buscan un trabajo digno, en donde
generen dinero de manera honesta, en donde se esfuercen y puedan aprender
nuevos conocimientos, todo esto conduce directamente a la delincuencia.
Es por esto que buscan la manera más fácil de conseguir lo que quieren y
satisfacer sus necesidades, y son contactados por bandas o llámese ‘’pandillas’’,
‘’mafias ‘’ en las cuales incursionan y aprender rápidamente por tratar a diario con
gente de sus mismas características y nivel socio-económico.
Soluciones
Según los especialistas, para combatir la inseguridad ciudadana no basta más
policías, más patrulleros, sueldos justos y dignos para ellos; se tiene que abarcar
campos de la educación inclusiva y de calidad, con sistemas integrados de cultura,
valores, deporte, que los jóvenes tengan mayores oportunidades en el ámbito
laboral de acuerdo a su edad, buscar más espacios de ocio positivo, por ejemplo, la
creación de espacios de recreación en las zonas más vulnerables de los distritos,
donde los jóvenes puedan invertir su tiempo, a parte esto ayuda a tener calles más
seguras.
Las municipalidades de cada distrito deben fomentar programas sociales, en donde
se exponga la importancia de la familia, que es el primer espacio social donde todo
niño se forma.
Otro aspecto que también es fundamental, es la mayor transparencia en nuestro
Poder Judicial, en la Policía Nacional y demás poderes del Estado, que actúen de
manera honesta, haciendo que la población pueda confiar en ellos. También es
necesario que se impongan sanciones drásticas a las autoridades si no trabajan de
acuerdo a las leyes.
Fuente 2
Inseguridad ciudadana en el Perú

Recuperado de http://www.connuestroperu.com/actualidad/punto-de-
vista/15opinion/35239-inseguridad-ciudadana-en-el-peru

La delincuencia es multifactorial, de naturaleza pluricausal, debemos estar muy


atentos a la exclusión social, desigualdad y falta de oportunidades que entre otros
factores alimentan el espiral delictivo. ¿Es posible administrar una medicina que
nos sane, si no sabemos él diagnóstico de la enfermedad?
Desde 1,940 aproximadamente el Perú fue cambiando de rural a urbano,
comenzaron las migraciones masivas no sólo a Lima, sino también a las grandes
ciudades de las costa y la sierra, mientras el Estado centralista se fue deteriorando,
hasta ponerse de espaldas a la realidad de la inseguridad ciudadana.
El olvido y la exclusión de las etnias serranas y selváticas por parte del Estado,
creó en las grandes ciudades un mecanismo de supervivencia “la informalidad”,
dentro de un desmedido crecimiento urbano producto de la migración rural,
mientras el Estado sólo combatía la delincuencia con más leyes y más cárceles,
por ello en la salud como en la seguridad siempre será más barato prevenir que
curar.
Hoy hace falta en el Perú, generar análisis, identificar patrones o indicadores sobre
la situación de la violencia e inseguridad ciudadana, haciendo visible la incidencia
de los factores que generan la violencia y la criminalidad, parte del problema
estructural.
Según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, la comisión de delitos
en Lima y Callao aumentó en 80% entre el 2000 y el 2011.
Esta urbanidad inmanejable, más un “dejar hace, dejar pasar” de parte del Estado,
con políticas económicas neoliberales, con un ineficiente sistema administrativo,
incapaz de sustentar un proyecto nacional, para hacer realidad una eficaz
implementación y control de la inseguridad ciudadana; agudizaron los problemas de
educación, cohesión familiar, salud integral, empleo, transporte, servicios vecinales,
agua, desagüe, etc.

Una primera conclusión es que el desgobierno urbano es de larga data, y no sólo


insuficiencia o corrupción policial, sino de poca ejecución presupuestal, ni tampoco
de políticas reactivas: mano dura, pena de muerte, prisión perpetua o de bajar la
imputabilidad penal.
Esta urbanidad inmanejable, tiene un indicador clave: la ausencia de voluntad
política al más alto nivel, para colocar en su agenda no sólo la acumulación de RIN
(reservas internacionales netas por más de 67 mil millones de dólares); sino el
problema de la inseguridad ciudadana y la delincuencia, como uno de los
problemas principales del Perú.
Sigue en pie la presencia de un Estado paquidérmico, ineficiente para definir un
derrotero sensato y concertado con la sociedad civil para ordenar el desorden de la
expansión urbana, con liderazgos políticos y técnicos del indetenible proceso de
migración del campo a la ciudad, y lo que es peor desde el Ministerio de Economía
y finanzas, se sigue frenando la asignación de recursos para implementar
alternativas integrales que comprendan sociedad civil, familia nuclear (en crisis),
educación de calidad (hoy colapsada) y trabajo decente.

Una segunda conclusión, es la implementación desde la ciudadanía, de “políticas


públicas integrales preventivas e inclusión social”, educativa, de salud y laboral, y
no sólo de políticas reactivas desde el Estado.
La seguridad ciudadana tiene que ser una política de Estado, debe haber una
obligada concertación de todas las fuerzas políticas y llegar a un marco
consensuado entre el Gobierno, los distintos actores públicos de la seguridad y la
sociedad en su conjunto.
De otro lado es importante señalar, como el Perú, pese a su crecimiento
económico, su desarrollo humano es deficiente, éste cuadro sigue alentando el
abandono del pequeño agricultor, su migración a las grandes ciudades, y la
aparición de nuevas formas de delincuencia: extorsiones en el sector construcción,
narcotráfico, asaltos en carreteras, el accionar del pandillaje y homicidios en manos
de sicarios que trabajan para el narcotráfico, etc.
La necesidad de “planes de contingencia local, regional y nacional”, sigue siendo el
talón de Aquiles del Estado, aunado a la falta de liderazgos locales, regionales y
nacionales, que en vísperas de las elecciones locales y regionales 2,014, siguen
fortaleciendo la creación de movimientos y partidos regionales (más de 200), que
desde la ciudad están comenzando plantear por la sociedad civil, políticas que
creen “proyectos locales y regionales” para hacer frente a la inseguridad ciudadana.

Una tercera conclusión es la creación de “Observatorios de Seguridad Ciudadana


Regionales y Locales” como fuente oficial y principal de recopilación estadística, e
estudio y análisis de información relacionadas con a delincuencia y la violencia.
Ésta alternativa ayudará al diseño de políticas públicas integrales (sociedad civil,
familia, educación y trabajo) de mediano y largo plazo.
La percepción de inseguridad ciudadana registra un alto 86,7% pese a haber
disminuido 0,7%. Así lo indica un estudio del Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI) que comparó datos del período de julio a diciembre del 2011 con
el del 2012.
Otro problema es la “falta de paradigmas creíbles” para nuestros niños,
adolescentes y jóvenes, especialmente la corrupción del Poder Judicial y de altos
funcionarios de “cuello y corbata”, que obliga a una reforma del Estado integral.
Incluyendo todo tipo de delitos, desde la corrupción de funcionarios al más alto
nivel (Presidentes de la república, congresistas, fiscales, jueces, abogados, etc.),
hasta los delitos por terrorismo y traición a la patria.
Una cuarta conclusión, la presentación de un Proyecto de Ley del Poder Judicial,
para que el Congreso de la República, haga cambios para modificar el Código
Penal y su reglamento. Incluyendo la evaluación ética y profesional del Poder
Judicial. El Estado tiene de refundarse ordenando sus prioridades, poniendo el
sello de urgente a lo que realmente es urgente, y los peruanos hace tiempo que le
han dicho que es urgente combatir en forma integral la inseguridad ciudadana, no
esperemos llegar a los extremos de México y Colombia, donde la violencia y el
narcotráfico ha infiltrado la vida política y sus instituciones, amén de la casi
inexistencia de partidos políticos nacionales sólidamente organizados y con bases
sociales activas. Una quinta conclusión, la inseguridad ciudadana con cifras altas
amenaza la calidad de la democracia y la propia gobernabilidad en Perú, para
enfrentar este fenómeno se debe tener una visión de conjunto y de largo plazo
donde las causas son un factor que se tienen que trabajar en forma paralela a sus
efectos, que sólo con una decidida participación de los ciudadanos lograremos
resolver en parte el fenómeno de inseguridad que hoy vivimos. Desarrollemos
ciudadanía y democracia participativa.

Fuente 3
Propuestas para mejorar el sistema de seguridad ciudadana

Recuperado de http://puntoedu.pucp.edu.pe/noticias/propuestas-para-mejorar-
elsistema-de-seguridad-ciudadana/

¿Durante el último año ha sido víctima de algún delito? ¿Conoce a alguien en su


círculo cercano que lo haya sido? Pues no está solo. Uno de los entrevistados para
esta nota ha sufrido dos hurtos y un robo. A familiares cercanos de otro, les han
‘limpiado la casa’ y robado con la modalidad del ‘bujiazo’. El resto, felizmente, no ha
tenido percances en ese tiempo, aunque ninguno se salva de haber sufrido, por lo
menos, un hurto en años anteriores. Aun así, están muy lejos de suscribir medidas
con poco sustento técnico, como la propuesta hecha por un expresidente de sacar
el ejército a las calles. Estas, sin embargo, encuentran acogida popular por la alta
sensación de inseguridad que domina al país. No hay una receta única para
combatirla, pero en lo que sí coinciden los expertos es en la necesidad de trabajar
las políticas públicas de seguridad ciudadana con cifras estadísticamente
representativas e información sistematizada.

Inseguridad y crimen
La primera distinción al analizar nuestra situación es distinguir entre la tasa de
crímenes cometidos y la sensación de inseguridad. La Mg. Sofía Vizcarra, docente
del Departamento de Ciencias Sociales e investigadora del Laboratorio de
Criminología y Estudios sobre la Violencia de la PUCP, señala que “las cifras
muestran sostenidamente que hay un aumento en la percepción de inseguridad,
pero esta no responde solamente al crimen, sino que se relaciona con la aparición
de modalidades más violentas”.
En efecto, a fines de septiembre, el INEI publicó un boletín con estadísticas de
seguridad ciudadana que recogía cifras representativas del primer semestre del
año. “El 88.2% de la población del área urbana a nivel nacional percibe que, en los
próximos doce meses, puede ser víctima de algún hecho delictivo”, se señala, a
diferencia del 85.9% que se registró un año atrás. A contracorriente, se indica que
“el 29.5% de la población de 15 y más años de edad del área urbana a nivel
nacional son víctimas de algún hecho delictivo”, lo que registra una baja efectiva
con respecto al 32% que tuvimos en el 2014.

Ola de violencia
¿Cómo explicar esta alza en la percepción de inseguridad? Vizcarra considera que,
aunque esporádicos, los episodios violentos y mediáticos son los que causan
mayor alarma. “El repertorio de violencia que transmiten las amenazas con
granadas o asesinatos por encargo, en proporción, no es tan significativo, pero sí
tiene un efecto muy importante en los imaginarios colectivos”, explica. Aunque no
es el único factor: “La gente tiene también miedo al desorden, a las cosas que no
están reguladas o a los espacios en los que percibe desorden”, señala. Sin
embargo, la especialista explica que, en una lógica de crímenes económicos, la
violencia escalaría al ser vista como un instrumento redituable.
El Mg. Noam López, docente del Departamento de Ciencias Sociales y también
investigador del Laboratorio de Criminología y Estudios sobre la Violencia, explica
que, en ese sentido, a lo largo de todo Lima tenemos islas de seguridad: “Piense
en Plaza San Miguel, un espacio bonito e iluminado, pero si vas tres cuadras hacia
el mar, cambia la situación. Encuentras infraestructura deficiente, parques oscuros
o callejones estrechos y descuidados. Así no te roben, te da una sensación de
miedo y Lima está compuesta de estos archipiélagos de seguridad porque ha
crecido de manera desordenada”, indica.

Información para actuar


Para compararnos con otros países de la región, López señala que nuestra tasa de
homicidios es de 6.6 por 100 mil habitantes, lo que nos vuelve, relativamente, en
uno de los países más tranquilos, aunque acota que en ciudades como Trujillo,
Barranca o Huaral este indicador puede ser entre tres y cuatro veces mayor. “No
todo nuestro crimen es violento y debemos tener claro que el delito patrimonial
representa el 90% del total”, indica. En los últimos años, el robo y hurto se han
estabilizado en una victimización de alrededor del 17%. “Evidentemente, hay un
mercado detrás, y la misma gente que reclama por inseguridad también compra
objetos robados y le termina pagando el honorario al delincuente”, dice para
resaltar la necesidad de luchar contra estos mercados.
López resalta también que, “para implementar políticas públicas de seguridad,
primero se debe recoger información, procesarla, sistematizarla, adecuarla a
nuestros intereses de investigación, y probar pilotos y alternativas hasta encontrar
un escenario que funcione”. En ese sentido, destaca el esfuerzo del Ministerio
Público –ente encargado de presentar las acusaciones contra criminales–, que
apunta a tener un sistema único de información que concentre la data de sus 5,600
fiscales y permita hacer análisis de datos para buscar patrones que ayuden a
combatir el delito.
Como investigador, ha trabajado también una fuente de información poco utilizada:
la información que se almacena en el centro de control de operaciones de los
serenazgos. López realizó un estudio que recoge información de 41 cámaras de
videovigilancia, llamadas de los vecinos y partes de serenos, mediante el cual
determinó que la colocación de estas cámaras redujo el crimen entre un 20% y
23%. “Información de este tipo, que se actualiza semanalmente, puede ser
aprovechada de mucho mejor manera”.

Policía efectiva
Para el Dr. Gino Costa, exministro del Interior y miembro del Comité Científico del
Laboratorio de Criminología y Estudios sobre la Violencia, la solución pasa por
construir el sistema de seguridad ciudadano de abajo hacia arriba, apoyándose en
la información ciudadana. “El municipio juega un rol muy importante porque articula
el esfuerzo de todas las instituciones que tienen que ver con la prevención y
persecución del delito, en el marco del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana”,
expone.
Junto a Carlos Romero, publicó en julio de este año el libro Lima: ¿cómo hacerla
más segura? (Ciudad Nuestra, 2015), en el que proponen recomendaciones
puntuales. Una de las centrales es complementar la acción de policías y serenos en
gobiernos locales. “Los delitos siempre están focalizados en el territorio. Si conoces
dónde ocurren, puedes diseñar estrategias preventivas de vigilancia y patrullaje
para los lugares más vulnerables”, nos explica. Considera positivo que la
eliminación del 24×24 lleve más policías a las calles, pero resalta la necesidad de
que su patrullaje sea más eficiente. Además, advierte que solo el 13% de los delitos
son denunciados, lo que dificulta que las autoridades trabajen con información
dura.
“La Policía, Fiscalía y el Poder Judicial deberían adecuar su organización a la
organización política del país: distritos, provincias y regiones”, resalta también. En
el distrito de Miraflores, donde Costa es teniente alcalde, el municipio trabaja con
dos comisarios y una División de Investigación Criminal que atiende, además, a
San Isidro y Lince. Por si fuera poco, el Escuadrón de Emergencia con que trabaja
– equipo que representa la mayor cantidad de patrulleros del distrito– está a cargo
de seis distritos, entre los que reparte sus 86 patrulleros. “¿No es lógico acaso que
haya una autoridad policial centralizada para coordinar mejor?”, resume. A la par,
Costa insiste en la necesidad de implementar políticas de prevención social,
nuevamente, apoyadas en estudios estadísticos. A través de encuestas y recojo de
estadísticas en cárceles, identifica también poblaciones vulnerables: los que dejan
la escuela tienen cuatro veces más riesgo de terminar en la cárcel; y, aunque Lima
Cercado y Callao tienen el 4.2% del total de la población, representan el 15% de
los presos. “Tendríamos que ahondar y determinar los barrios con mayor incidencia
criminógena, con data dura, para a partir de ahí diseñar una estrategia integral en
esos barrios”, redondea.
Vizcarra propone mirar modelos de “policía de proximidad” que integren ambas
tareas. Un ejemplo paradigmático son las Unidades de Policías Pacificadoras
(UPP), de Brasil, que entraron a las favelas cambiando su propio perfil policial.
“Ingresaron con más mujeres y policías que eran vecinos locales. Se quedaban
todo el día hablando con los vecinos y dándose tiempo de conocer sus
preocupaciones, en vez de estar encerrados en la comisaría. Es un trabajo que
apunta a mediano y largo plazo, pero que logra cambios de percepción desde un
inicio. Se trata de ganar la confianza de la población en un ámbito territorial muy
específico”, señal.
Fuente 4
Seguridad Ciudadana Recuperado de:
http://peru21.pe/multimedia/imagen/t-401580

Fuente 5:
10 propuestas clave sobre seguridad ciudadana que debe conocer
Recuperado de:
http://gestion.pe/politica/ppk-10-propuestas-clave-sobre-seguridad-ciudadana-que-
Conocer-2163036
Patrullaje. El equipo de seguridad de PPK plantea ampliar la cobertura de la
vigilancia y el patrullaje, del 43.3% (2014) al 100% (2021) de los barrios del país,
sacando a la Policía a las calles en base a la exclusividad del servicio público;
integrando a su despliegue el personal y la infraestructura de los serenazgos
municipales.

Integración. El nuevo gobierno también busca asegurar que, a partir del 2017, los
policías se incorporen a todos los vehículos de los serenazgos a nivel nacional y a
sus centros de control y comunicaciones, garantizando su presencia las 24 horas
del día.

Agrupación. En los lineamientos además se busca asegurar que, a partir del 2017,
los distritos de Lima Metropolitana y el Callao cuenten con una sola autoridad
policial responsable de todos los servicios de prevención e investigación criminal en
dicha jurisdicción y del manejo de todos los recursos institucionales, incluyendo
aquellos de los escuadrones de emergencias y los Halcones.

Concordancia. En la actual hay inequidad en el despliegue de los efectivos


policiales en el territorio, que perjudica a los distritos populares. El nuevo
despliegue, según el plan de gobierno, se realizará en función de la densidad
poblacional del distrito, su incidencia delictiva, sus características socioeconómicas
y, de ser el caso, el número de serenos con que cuenta.

Fondos. El equipo de seguridad además propone crear en el 2017 un fondo del


gobierno nacional que sirva para compensar a los distritos más pobres y con
mayores índices delictivos, para fortalecer su vigilancia y patrullaje local.
Inteligencia. En cuanto a la investigación, el plan de gobierno de PPK busca para el
2018 triplicar el número de agentes de inteligencia e investigadores en la Policía
Nacional, garantizando su especialización funcional.

Nichos de ataque. El equipo de seguridad además sostiene que brindará atención


prioritaria a la desarticulación de las organizaciones criminales vinculadas a: 1) Los
mercados de bienes robados. 2) Las extorsiones, el raqueteo, el marcaje y el tráfico
de tierras. 3) Los homicidios, especialmente los ajustes de cuentas y los crímenes
cometidos por sicarios. 4) El narcotráfico, incluyendo el micro comercialización de
drogas. 5) La minería ilegal y la trata de personas. 6) El contrabando, la piratería y
la falsificación de dinero. 7) El lavado de activos.

Mafias de construcción. En esa línea PPK ha prometido acabar con el control


mafioso y extorsivo en las ciudades afectadas por el fenómeno, especialmente en
la costa norte, en Lima y Callao, y el sur y norte chico, así como en la industria de
la construcción civil.

Crimen organizado. En el plan de gobierno también se plantea constituir el 2017 un


sistema penal especializado contra la criminalidad organizada que favorezca la
acción coordinada de la Policía Nacional, el Ministerio Público, el Poder Judicial, las
Procuradurías Públicas y el INPE, en el marco de lo establecido en la Ley 30077,
Ley contra el Crimen Organizado.

Especialización. El equipo de seguridad de PPK propone para el 2017 constituir e


implementar unidades policiales especializadas contra el crimen organizado en
cada una de las veinte regiones del país que ya cuentan con fiscalías
especializadas.

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