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Hechos y actos jurídicos( * )

Emanuela Navarretta( ** )

1. Premisa sobre la categoría general de los hechos


jurídicos

a) Un río arranca con una fuerza instantánea una parte


considerable y reconocible de un fundo contiguo a su curso y la
transporta hacia la orilla opuesta; b) un artesano construye un objeto
con la leña que encuentra en una tienda y que, en realidad,
pertenece a un vecino de casa; c) un automovilista supera los límites
de velocidad y atropella a un transeúnte, ocasionándole un daño a la
salud; d) el propietario de un departamento vende su bien a un
adquirente.
¿Qué hay de común en estas cuatro situaciones diferentes?
Son los hechos jurídicos; acontecimientos que generan
efectos jurídicos: en los primeros dos casos la adquisición de la
propiedad, respectivamente para la avulsión (art. 944( 1 ) c.c.) y para
la especificación (art. 940( 2 ) c.c.), en el tercero surge una obligación

(* ) “Hechos y actos jurídicos” en BRECCIA, Umberto; BRUSCUGLIA, Luciano;


BUSNELLI, Francesco Donato; GIARDINA, Francesca; GIUSTI, Alberto; LOI,
Maria Leonarda; NAVARRETTA, Emanuela; PALADINI, Mauro; POLETTI,
Dianora; y ZANA, Mario, Diritto privato, Parte Prima, Utet, Turín, 2003,
págs. 177-183. Traducción de Rómulo Morales Hervias.
En el texto se incluyen las normas del Código Civil peruano de 1984
semejantes a las normas del Código Civil italiano de 1942 citadas por la
autora. Si no se cita la norma peruana significa que la norma italiana no ha
sido importada. Además existen notas a pie de página realizadas por el
propio traductor para aclarar algunas afirmaciones de la autora.
(**) Profesora de Derecho Civil de la Universidad de Pisa.
(1 ) Artículo 944 del Código Civil italiano. Avulsión.- Si un río o torrente separa
por fuerza instantánea una parte considerable y reconocible de un fundo
contiguo a su curso y la transporta hacia un fundo interior o hacia la orilla
opuesta, el propietario del fundo al cual se ha unido la parte separada
adquiere su propiedad. Pero debe pagar al otro propietario una
indemnización dentro de los límites del mayor valor determinado al fundo
por avulsión.
[Artículo 940 del Código Civil peruano.- Cuando la fuerza del río arranca una
porción considerable y reconocible en un campo ribereño y lo lleva al de otro
propietario ribereño, el primer propietario puede reclamar su propiedad,
debiendo hacerlo dentro de dos años del acaecimiento. Vencido este plazo
perderá su derecho de propiedad, salvo que el propietario del campo al que
se unió la porción arrancada no haya tomado aún posesión de ella].
(2 ) Artículo 940 del Código Civil italiano. Especificación. - Si alguno ha empleado
una materia que no le pertenecía para formar una cosa nueva, pueda o no
pueda la materia volver a tomar su primera forma, adquiere su propiedad
pagando al propietario el precio de la materia, salvo que el valor de ella
sobrepase notablemente al de la mano de obra. En este último caso, la cosa
corresponde al propietario de la materia, el cual debe pagar el precio de la

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[obbligazioni] (derivada del acto ilícito, art. 2043( 3 ) c.c.), en el cuarto
la transferencia de la propiedad y el nacimiento de obligaciones
[obbligazioni] (generadas por un contrato, art. 1321( 4 ) c.c.).
La característica de los hechos jurídicos es la capacidad
de producir efectos jurídicos, en virtud de su previsión en una
norma.
Todo el dinamismo del sistema privatístico se fundamenta en la
categoría de los hechos jurídicos.
Se trata de un género [genus] muy amplio, que incluye no solo
la realidad diversificada, como surge de los ejemplos mencionados,
sino también de las tipologías jurídicas diferentes en los contenidos y
en la normatividad.
Elemento unificador es solo el dato de inicio: la previsión
en el hecho jurídico hipotético [fattispecie astratta]( 5 ) de una

mano de obra.
[Primer párrafo del artículo 937 del Código Civil peruano.- El objeto que se
hace de buena fe con materia ajena pertenece al artífice, pagando el valor de
la cosa empleada].
(3 ) Artículo 2043 del Código Civil italiano. Resarcimiento por hecho ilícito.- Todo
hecho doloso o culposo que causa a otro un daño injusto obliga a aquel que
ha cometido el hecho a resarcir el daño.
[Artículo 1969 del Código Civil peruano.- Aquel que por dolo o culpa causa
un daño a otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de dolo o
culpa corresponde a su autor].
(4 ) Artículo 1321 del Código Civil italiano. Noción.- El contrato es el acuerdo de
dos o más partes para constituir, regular o extinguir una relación jurídica
patrimonial entre ellas.
[Artículo 1351 del Código Civil peruano.- El contrato es el acuerdo de dos o
más partes para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica
patrimonial].
(5 ) Nota del traductor: Es interesante resaltar el significado preciso de
fattispecie según Paolo Zatti (Las situaciones jurídicas en Paolo ZATTI y
Vittorio COLUSSI, Lineamenti di Diritto privato, Nona edizione, CEDAM,
Padua, 2003, pág. 17): “La palabra es un poco extraña, pero interesante. Su
ascendiente latina se podía descomponer en: facti (del hecho) species
(imagen). Fattispecie significa, entonces, la imagen de un hecho, es decir, el
diseño, el bosquejo de una situación, que viene descrita solo con alguna
señal típica, y que puede ser reconocida en tantas situaciones concretas. Del
mismo modo, por ejemplo, si ofrezco un puesto de trabajo, puedo indicar el
«tipo» de persona que quisiera contratar («contador, máximo de 30 años,
con experiencia en prácticas tributarias, etc.») y así describir y una imagen
que puede corresponder, en concreto, a tantas particulares personas que
tienen aquellos requisitos.
Por eso, se habla, frecuentemente, de fattispecie abstracta para indicar que
se trata de la situación-tipo descrita por la norma, y no de éste o de aquél
hecho concreto.
Por el contrario, se denomina fattispecie concreta la situación práctica en
que la regla se aplica: aquella situación concreta, es decir, en que
reconocemos las señales indicadas por la norma. Por ejemplo, la fattispecie
abstracta de la «actividad peligrosa», descrita en el artículo 2050, se podrá
reconocer, en concreto, en la actividad del señor Tal, que su tienda de
artículos para campamento tiene un tanque de gas para la recarga de los
recipientes para quienes practican el campamento”.

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norma que confiere al hecho relevancia jurídica, haciéndolo
idóneo para producir efectos jurídicos.

2. Criterios de clasificación de los hechos jurídicos

Numerosas clasificaciones han sido propuestas para ordenar las


tipologías de los hechos jurídicos.
Dos merecen, en particular, ser examinadas: a) la distinción
basada sobre la naturaleza, lícita o ilícita, del acto; b) la
clasificación basada sobre la llamada fenomenología de la
voluntad, vale decir sobre la incidencia de la voluntad del sujeto
respecto a la producción del efecto jurídico.
a) El primer criterio permite distinguir los actos que generan
efectos que son lícitos, de los actos que producen efectos si
son ilícitos, porque violan reglas de derecho.

[Artículo 2050 del Código Civil italiano. Responsabilidad por el ejercicio de


actividades peligrosas.- Aquel que ocasiona un daño a otro en el
desenvolvimiento de una actividad peligrosa, por su naturaleza o por la
naturaleza de los medios adoptados, está obligado al resarcimiento, a no ser
que pruebe haber adoptado todas las medidas idóneas para evitar el daño].
[Artículo 1970 del Código Civil peruano.- Aquel que mediante un bien
riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa,
causa un daño a otro, está obligado a repararlo].
Debemos hacer notar que una cosa es el hecho jurídico hipotético, es decir,
el hecho previsto hipotéticamente en la norma, y otra cosa es el hecho
jurídico concreto, el cual es el hecho (extrajurídico) concreto aplicado en el
hecho jurídico hipotético de la norma jurídica. Por ello en el texto hemos
preferido traducir fattispecie abstracta como “hecho jurídico hipotético”
porque la esencia de los hechos jurídicos previstos en las normas jurídicas es
su hipoteticidad más que su abstracción. La elección se basa en el análisis
de la estructura interna de la norma jurídica: IRTI, Natalino, Introducción al
estudio del derecho privado, Traducción y notas de Rómulo Morales Hervias
y Leysser L. León, Primera edición en castellano de la 4.a reimpresión de la
4.a edición (1990) italiana, Editora Jurídica Grijley, Lima, 2003, pág. 57:
“En la parte hipotética, la norma jurídica describe un hecho, el cual puede
realizarse o no: por lo tanto, no es un hecho real (que ya pertenece al reino
de la naturaleza o a la historia humana), sino un hecho eventual”.
Para nosotros hay cinco conceptos diferentes cuando se estudia la norma
jurídica con la realidad. Un concepto es el hecho concreto o extrajurídico que
puede ser jurídicamente valorado por el ordenamiento jurídico o por el
contrario prescinde de toda valoración (la doctrina del espacio libre del
derecho de Arthur Kaufmann). Otro concepto es el hecho jurídico hipotético
que es el hecho previsto hipotéticamente o el hecho jurídico probable
regulado en la norma jurídica. Otro concepto es el hecho jurídico concreto
que es el hecho concreto incorporado o subsumido en el hecho jurídico
hipotético. Otro concepto es el efecto jurídico hipotético que es la
consecuencia jurídica que es aplicable al hecho jurídico hipotético y también
está regulado en la norma jurídica. Y el último concepto es el efecto jurídico
concreto que es el resultado de la aplicación del efecto jurídico hipotético al
hecho jurídico concreto. Los casos deben ser analizados primero como
hechos concretos o extrajurídicos y luego como hechos y efectos jurídicos
concretos.

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Entre los actos lícitos pueden mencionarse el contrato (por
ejemplo, un contrato de compraventa) que, para producir efectos,
debe ser lícito, mientras, si es ilícito, resulta nulo y,
consecuentemente, improductivo de efectos.
Viceversa, entre los actos ilícitos puede incluirse el ilícito civil
(por ejemplo la responsabilidad extracontractual regulada en los
artículos 2043 y siguientes c.c., v. Diritto privato, 2). Un
comportamiento dañoso es fuente de efectos jurídicos, en particular,
del deber [obbligo] al resarcimiento del daño, si es ilícito (art. 2043
c.c.), porque sin justificación lesiona un interés jurídicamente
protegido, piénsese en el asesinato de un hombre ocasionado por una
conducta voluntaria o culposa; viceversa, el mismo comportamiento
es justificado por la ley (por ejemplo cuando concurren presupuestos
de la legítima defensa) o no compromete un interés jurídico, el acto,
en cuanto lícito, no genera el efecto del deber [obbligo] al
resarcimiento del daño.
c) Clarificada esta primera distinción, más complejo es
ilustrar el segundo criterio de clasificación, que tuvo, históricamente,
una importancia fundamental, pero que actualmente debe ser
considerado en una perspectiva renovada.
La clasificación tradicional está basada sobre el dato
estructural de la relevancia de la voluntad de un sujeto en la
producción de los efectos jurídicos y, por tal razón, distingue al
interior del hecho jurídico entre:
- actos según los cuales el efecto jurídico se produce en
cuanto es querido por el sujeto (voluntad de los efectos): el
contrato y la más amplia categoría del negocio jurídico (en un
contrato de compraventa, por ejemplo, las partes no quieren solo
realizar el acto, sino también producir los efectos de la transferencia
de la propiedad sobre un bien y del pago del precio);
- actos según los cuales el efecto jurídico se genera porque
el sujeto quiere el acto, independientemente de la voluntad del efecto
(voluntad del acto): el acto jurídico en sentido estricto (por
ejemplo, en el acto ilícito el sujeto debe conocer su conducta, pero no
es necesario que quiera el efecto del deber [obbligo] de resarcimiento
del daño que el acto produce);
- hechos según los cuales el efecto se produce únicamente
por acontecimiento material o por un comportamiento humano que
prescinde de la voluntad de un sujeto (irrelevancia de la
voluntad): hechos jurídicos en sentido estricto (por ejemplo, el
aumento espontáneo de plantas hace adquirir su propiedad de quien
es titular del fundo prescindiendo de su voluntad).
Tal articulación deriva del peculiar resalto atribuido –
especialmente en una fase de la evolución del pensamiento jurídico- a
la voluntad del sujeto de producir efectos jurídicos sea en la
concepción del contrato sea en la construcción de la más extensa
categoría del negocio jurídico, caracterizada propiamente como
elemento unificador de la voluntad de los efectos jurídicos.

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En realidad –como será profundizado seguidamente (v. Parte II,
Sección I)- los desarrollos más recientes objetan tanto el énfasis
excesivo basado en la incidencia del elemento voluntarístico en la
teoría del contrato, como la misma construcción de la categoría
general del negocio jurídico.
Sin embargo, el debate crítico no elimina algunos puntos
invariables, que preservan la utilidad de una clasificación, a
condición que ella sea menos condicionada por el carácter
estructural de los diversos hechos y actos jurídicos y se fundamente
mayormente en su función.
1. El primer dato cierto es que el legislador predispone el
mayor número de reglas generales en materia de contrato
(Título II, Libro IV del Código Civil( 6 )) y tales reglas reflejan la
esencia del contrato (Parte II, Sección I) que, si estructuralmente es
un acuerdo destinado a la producción de los efectos jurídicos
(el contrato –dice el artículo 1321 c.c.- es “el acuerdo de dos o más
partes para constituir, regular o extinguir una relación jurídico
patrimonial entre ellas”), funcionalmente es sobre todo un acto de
autonomía privada, con que se ejercita un poder privado de
darse reglas dispositivas y vinculantes, que producen efectos
jurídicos (sobre la noción de autonomía privada( 7 ) v. Parte II,
Sección I).

(6 ) Nota del traductor: En el Título II del Libro IV del Código Civil italiano se
incluye la normatividad de reglas preliminares de los contratos, de los
requisitos del contrato, del acuerdo de las partes, de la causa, del objeto, de
la forma, de la condición, de la interpretación, reglas generales de los
efectos, de la cláusula penal, de la representación, del contrato por persona
a nombrar, de la cesión del contrato, del contrato a favor de terceros, de la
simulación, de la nulidad, de la anulabilidad, de la incapacidad, de los vicios,
de la acción de anulabilidad, de la rescisión, de la resolución, de la
resolución por incumplimiento, de la imposibilidad sobrevenida, de la
excesiva onerosidad y de los contratos del consumidor.
El Código Civil peruano incluye los temas indicados en el Libro II, en el
Capítulo Tercero de la Sección Segunda del Libro VI y en la Sección Primera
del Libro VII.
De ahí que es pertinente citar un párrafo del profesor Giovanni B. Ferri:
“Desde este punto de vista, y fuera de toda paradoja, las decisiones del
legislador peruano pueden ser asimiladas, en lo sustancial, a las del
legislador italiano de 1942”: FERRI, Giovanni Battista, Il potere e la parola e
altri studi di diritto civile, Cedam, Padua, 2008, pág. 419.
Aunque la cita hace referencia al concepto de negocio jurídico pensamos que
la normatividad peruana se asemeja mucho a la normatividad italiana sobre
los contratos pero indudablemente existen normas no importadas y por lo
tanto ellas son inaplicables en nuestro sistema jurídico. Entonces,
sustancialmente nuestras normas se asemejan al Código Civil italiano
aunque formalmente el legislador peruano haya optado por crear el Libro II.
Esta elección no constituye una Parte General como el Código Civil alemán
de 1900 donde en la Sección Tercera del Libro I sobre los negocios jurídicos
se regula la capacidad negocial, la declaración de voluntad, el contrato, la
condición, la determinación del tiempo, la representación, el poder, el
consentimiento y la ratificación.
(7 ) Nota del traductor: “En conclusión:

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2. El segundo dato cierto es que otros actos, distintos del
contrato, entre ellos muy heterogéneos (v. n. 3) y sin una
normatividad general y uniforme, tienen el carácter del ejercicio de
un poder privado de darse reglas productivas de efectos
jurídicos (actos de autonomía privada). Esto significa (también a
la luz de lo dispuesto en el artículo 1324( 8 ) c.c. v. Parte II, Sección I)
la posibilidad que tales actos son regulados de manera más o menos
directa por la normatividad prevista en materia de contrato.
3. El último dato cierto es que, paulatinamente la voluntad
del sujeto pierde relevancia en el hecho jurídico [fattispecie]
productivo del efecto jurídico (porque solo se considera la voluntad
del acto o ni siquiera ella), el privado ya no ejercita un poder
autónomo y la normatividad del particular acto o hecho no se basan
en las reglas previstas en materia de contrato, sino en las reglas y los
principios generalísimos que tienen un ámbito operativo más extenso
que la misma autonomía privada.
A la luz de tales consideraciones, puede, por lo tanto,
proponerse una clasificación interna de los hechos jurídicos que
distingue entre:
- actos de autonomía privada, según los cuales se
ejercita un poder privado autónomo de reglamentación de los
intereses destinado a producir efectos jurídicos. Ellos heredan y
renuevan la categoría tradicional del negocio jurídico e incluyen en su
interior la categoría central del contrato.
- actos jurídicos en sentido estricto, según los cuales el
privado no ejercita algún poder autónomo, pero debe simplemente
querer o ser consciente del hecho que ejecuta;
- hechos jurídicos en sentido estricto, que son
acaecimientos naturales o comportamientos humanos, según los
cuales es irrelevante la voluntariedad del comportamiento.

3. Criterios de clasificación de los actos de autonomía


privada

- los privados tienen el poder de producir efectos jurídicos solo gracias


a la derivación del mismo poder del ordenamiento jurídico;
- pero, por otro lado, propiamente el otorgamiento de un poder por
parte del ordenamiento, y no el simple reconocimiento de la relevancia del
hecho, diferencia claramente el acto de autonomía privada de cualquier
hecho o acto que sea presupuesto normativo de efectos jurídicos”.
[NAVARRETTA, Emanuela, “El contrato y la autonomía privada” en BRECCIA,
Umberto; BRUSCUGLIA, Luciano; BUSNELLI, Francesco Donato; GIARDINA,
Francesca; GIUSTI, Alberto; LOI, Maria Leonarda; NAVARRETTA, Emanuela;
PALADINI, Mauro; POLETTI, Dianora; y ZANA, Mario, Diritto privato, Parte
Prima, Utet, Turín, 2003, pág. 192].
(8 ) Artículo 1324 del Código Civil italiano. Normas aplicables a los actos
unilaterales.- Salvo disposición distinta de la ley, las normas que regulan los
contratos se observan, en cuanto fueren compatibles, en los actos
unilaterales entre vivos que tengan contenido patrimonial.

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A la noción de autonomía privada, a los actos de autonomía
privada y, específicamente, al contrato se dedica la segunda parte de
este capítulo.
En vía preliminar, es oportuno, sin embargo, ilustrar
rápidamente la variedad de actos, referidos a la autonomía privada,
que se pueden clasificar con los siguientes criterios:
1. la estructura unilateral, bilateral o plurilateral del
acto;
2. la naturaleza patrimonial o no patrimonial del
interés regulado;
3. la función del acto, que puede ser inter vivos o mortis
causa.
1. El acto de autonomía privada puede emanar de la
voluntad de una sola parte, como en el caso de la renuncia a un
derecho (sobre el concepto de parte( 9 ) y sobre su diferencia respecto
a la noción de sujeto, v. Parte II, Sección II). Por el contrario, se
habla de acto unipersonal y personalísimo con referencia al
testamento (art. 587( 10 ) ss. c.c.; Vol. II), ya que debe ser hecho
necesariamente por una sola persona (unipersonal), que no puede
hacerse representar, pero debe realizarlo personalmente
(personalísimo).
2. Además, el acto de autonomía privada puede regular
intereses de naturaleza esencialmente patrimonial, como en la
hipótesis del contrato, o intereses de naturaleza predominantemente
no patrimonial, como en el caso del matrimonio, que es un acto de
autonomía privada bilateral no patrimonial (Vol. II).

(9 ) Nota del traductor: “Parte del contrato es un autónomo centro de


intereses. Tal noción se vincula con aquella del sujeto, pero no se identifica
con ella.
A un único sujeto pueden referirse dos distintas partes contratantes
(…) De otro lado, una única parte contractual puede incluir una
pluralidad de sujetos” [NAVARRETTA, Emanuela, “El contrato y la
autonomía privada” en BRECCIA, Umberto, BRUSCUGLIA, Luciano,
BUSNELLI, Francesco Donato, GIARDINA, Francesca, GIUSTI, Alberto, LOI,
Maria Leonarda, NAVARRETTA, Emanuela, PALADINI, Mauro, POLETTI,
Dianora y ZANA, Mario, Diritto privato, Parte Prima, Utet, Turín, 2003, pág.
218].
(10) Artículo 587 del Código Civil italiano.- El testamento es un acto revocable
por el cual una persona dispone para el momento en que haya dejado de
vivir, de todos los propios bienes o de parte de ellos.
Las disposiciones de carácter no patrimonial, que la ley permite se
contengan en su testamento, tienen eficacia, si están contenidas en un acto
que tiene la forma de testamento aun cuando falten disposiciones de
carácter patrimonial.
[Artículo 686 del Código Civil peruano.- Por el testamento una persona puede
disponer de sus bienes, total o parcialmente, para después de su muerte, y
ordenar su propia sucesión dentro de los límites de la ley y con las
formalidades que ésta señala.
Son válidas las disposiciones de carácter no patrimonial contenidas en el
testamento, aunque el acto se limite a ellas].

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La naturaleza del interés regulado es diferente: a la naturaleza del interés
protegido (en el ejemplo, adquiriendo el ticket de un concierto se da una
reglamentación patrimonial a un interés de naturaleza no patrimonial, como aquél
de escuchar el concierto; sobre la noción de patrimonialidad referida al contenido
de la obligación [obbligazione], Capítulo V); a la naturaleza de los efectos que
derivan del acto. En efecto, aunque frecuentemente un acto de naturaleza
patrimonial produce efectos patrimoniales (como fluye de la definición del contrato
del artículo 1321 c.c., Parte II, Sección I), no puede excluirse que los efectos no
son del todo homogéneos respecto a la naturaleza del acto: por ejemplo, el
matrimonio, que es un acto bilateral no patrimonial, genera efectos tanto no
patrimoniales como patrimoniales (Vol. II).

3. Finalmente, la autonomía privada puede ser ejercitada


sea a través de actos que regulan relaciones entre vivientes (actos
inter vivos) sea mediante actos que presuponen la muerte de su
autor para generar efectos (actos mortis causa: piénsese, en
particular al testamento, Vol. II)

4. Los actos jurídicos en sentido estricto

La noción de acto jurídico en sentido estricto se refiere a los


actos según los cuales no se ejercita un poder privado y según
los cuales, por consiguiente, no se considera la voluntad de los
efectos, sino que se toma en cuenta únicamente la voluntad de la
realización del acto.
Emblemática es la indicación legislativa que ofrece la
normatividad sobre la promesa de matrimonio.
El artículo 79( 11 ) c.c. prevé, en efecto, que “la promesa de
matrimonio no obliga a contraerlo ni ejecutar lo que se hubiese
convenido para el caso de falta de cumplimiento”, pero si el
matrimonio no se celebra (establece el artículo 80, primer
párrafo( 12 ), c.c.) “el promitente puede demandar la restitución de los
regalos hechos a causa de la promesa de matrimonio” y, si no se
celebra por justo motivo después que la promesa fue formalizada
(según lo dispone el artículo 81, primer párrafo( 13 ) c.c.), el
promitente está obligado a resarcir el daño.

(11) Artículo 79 del Código Civil italiano.- Efectos.- La promesa de matrimonio no


obliga a contraerlo ni ejecutar lo que se hubiese convenido para el caso de
falta de cumplimiento.
[Artículo 239 del Código Civil peruano.- La promesa recíproca de matrimonio
no genera obligación legal de contraerlo, ni de ajustarse a lo estipulado para
el caso de incumplimiento de la misma].
(12) Primer párrafo del artículo 80 del Código Civil italiano.- Restitución de los
regalos.- El promitente puede demandar la restitución de los regalos hechos
a causa de la promesa de matrimonio, si éste no ha sido contraído.
La demanda no se puede proponer transcurrido un año desde el día en que
se ha tenido la negativa de celebrar el matrimonio o desde el día de la
muerte de uno de los promitentes.
(13) Primer párrafo del artículo 81 del Código Civil italiano.- Resarcimiento de
daños.- La promesa de matrimonio, hecha recíprocamente por acto público o
por escritura privada por persona mayor de edad o por el menor autorizado

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Por lo tanto, el acto debe ser ciertamente querido, pero no
tiene el poder de orientar la producción de los efectos jurídicos. Los
efectos eventualmente queridos por las partes (el mismo deber
[obbligo] a la celebración del matrimonio u otras consecuencias
previstas en el acto) no se producen, pero como consecuencia de la
promesa o de otros presupuestos establecidos por el legislador (la
falta de celebración del matrimonio, la ausencia de justo motivo),
nacen efectos jurídicos (la restitución de lo donado y el resarcimiento
del daño), sean queridos o no queridos o inclusive ignorados por el
promitente. Por lo tanto, el acto jurídico en sentido estricto es un acto
de voluntad, pero no gobierna el plano de los efectos, en el
doble sentido que puede decidir en vía autónoma qué efectos
generar y es impotente respecto a la producción de aquellos
contemplados por la ley.
El ámbito de los actos ilícitos (artículo 2043 ss. c.c.) refleja,
con análoga evidencia, las características de la categoría.
Para ser responsables de un ilícito y, por consiguiente,
imputables por ello, es necesario que se realice el acto en condiciones
de capacidad de entender y de querer (artículo 2046( 14 ) c.c.): el
acto, es decir, debe ser voluntario y consciente. De otro lado, quien
comete el ilícito no quiere ciertamente el efecto jurídico del deber
[obbligo] resarcitorio y también puede ignorarlo: en todo caso, la ley
lo considera responsable por el pago de los daños.
Clarificados los lineamientos esenciales de la categoría,
inmediata es la constatación de la diversidad de figuras relacionadas,
entre las cuales, además de los ejemplos recientemente
mencionados, es necesario señalar el pago (al menos en la mayor

para la celebración del matrimonio según el artículo 84, o bien resultante de


la petición de publicación, obliga al promitente que sin justo motivo se
niegue a cumplirla a resarcir el daño ocasionado a la otra parte por los
gastos hechos y por las obligaciones contraídas a causa de la promesa. El
daño es resarcido dentro del límite en que los gastos y las obligaciones
correspondan a la condición de las partes.
[Artículo 240 del Código Civil peruano.- Si la promesa de matrimonio se
formaliza indubitablemente entre personas legalmente aptas para casarse y
se deja de cumplir por culpa exclusiva de uno de los promitentes,
ocasionando con ello daños y perjuicios al otro o a terceros, aquél estará
obligado a indemnizarlos.
La acción debe de interponerse dentro del plazo de un año a partir de la
ruptura de la promesa.
Dentro del mismo plazo, cada uno de los prometidos puede revocar las
donaciones que haya hecho en favor del otro por razón del matrimonio
proyectado. Cuando no sea posible la restitución, se observa lo prescrito en
el artículo 1635].
(14) Artículo 2046 del Código Civil italiano.- Imputabilidad del hecho dañoso.- No
responde de las consecuencias del hecho dañoso quien no tenía capacidad
de entender o de querer al momento de la comisión del hecho, a menos que
el estado de incapacidad haya derivado de su propia culpa.
[Artículo 1976 del Código Civil peruano.- No hay responsabilidad por el daño
causado por persona incapaz que haya actuado sin discernimiento, en cuyo
caso responde su representante legal].

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parte de las hipótesis, v. infra) y la confesión, o sea la declaración
de ciencia de hechos desfavorables a ella y favorables a la otra parte
(artículo 2730( 15 ) y ss. c.c.), que normalmente es prueba plena en
sede procesal. Considerando este último caso, el acto es sin duda
voluntario, mientras el efecto jurídico –la demostración del hecho
declarado- deriva exclusivamente de la ley, aunque la parte,
ignorando tal consecuencia, quiera revocar la declaración por error de
derecho no podrá hacerlo, por expresa previsión del artículo 2732( 16 )
c.c.
También los actos jurídicos en sentido estricto pueden ser
ordenados mediante clasificaciones que utilizan los siguientes
criterios:
a) la licitud (como en la promesa de matrimonio) o ilicitud
(como en el ilícito extracontractual);
b) la facultatividad (como en la confesión) o la
obligatoriedad [doverosità] (como en el pago);
c) la materialidad (como en la accesoriedad de un bien
afectado a otro bien, artículo 817( 17 ) c.c. v. Diritto privato, 2) o el
carácter declarativo del acto (la declaración, a su vez, puede ser
una notificación, una declaración de ciencia o una declaración
de voluntad).
Además de permitir clasificaciones internas, el acto jurídico en
sentido estricto presenta un complejo de razones adicionales, que
hacen útil la categoría, aunque ella no es ciertamente homogénea.
1) Ante todo, interpretar si un acto presupone o no la
voluntad de los efectos sirve propiamente para determinar la
tipología de los efectos que del acto derivan. Una declaración
dirigida a incentivar el cumplimiento del deudor puede, por ejemplo,
producir el efecto de resolver el contrato por ausencia del
cumplimiento, solo si la intención de querer tal consecuencia surge

(15) Artículo 2730 del Código Civil italiano.- Noción.- La confesión es la


declaración que una parte hace de la verdad de los hechos desfavorables a
ella y favorables a la otra parte.
(16) Artículo 2732 del Código Civil italiano.- Revocación de la confesión.- La
confesión no puede ser revocada si no se prueba que ha sido determinada
por error de hecho o por violencia.
(17) Artículo 817 del Código Civil italiano.- Accesorias [Pertinenze].- Son
accesorias las cosas afectadas de un modo duradero al servicio o a la
ornamentación de otra cosa.
La afectación se puede efectuar por el propietario de la cosa principal o por
quien tiene un derecho real sobre la misma.
[Primer y segundo párrafos del artículo 888 del Código Civil peruano.- Son
accesorios los bienes que, sin perder su individualidad, están
permanentemente afectados a un fin económico u ornamental con respecto a
otro bien.
La afectación sólo puede realizarla el propietario del bien principal o quien
tenga derecho a disponer de él, respetándose los derechos adquiridos por
terceros].

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claramente del acto (intimación al cumplimiento, art. 1454( 18 )
c.c.: acto de autonomía privada); de otro modo, el requerimiento de
pago se limita a determinar las consecuencias propias de la llamada
mora del deudor y lo hará en vía automática, si quiere o no tal efecto
(intimación para cumplir, artículo 1219( 19 ) c.c.: acto jurídico en
sentido estricto; Capítulo V).
2) De otro lado, una característica casi tautológica de los
actos jurídicos en sentido estricto, pero que es necesario de todas
maneras resaltar, es la ausencia de un algún espacio de
creatividad de los privados, porque tales actos no gobiernan el
mecanismo de producción de los efectos y, precisamente, no realizan
autonomía privada.

(18) Artículo 1454. Intimación al cumplimiento.- Ante el incumplimiento de una


de las partes, la otra puede intimarla, por escrito, para que cumpla dentro
de un plazo razonable, con la declaración de que si dicho plazo se vence
inútilmente, el contrato se tendrá, sin más, por resuelto.
El plazo no puede ser inferior a quince días, salvo pacto en contrario de las
partes, o salvo que por la naturaleza del contrato, o según los usos, resulte
conveniente un plazo menor.
Transcurrido el plazo sin que el contrato sea cumplido, éste queda resuelto
de pleno derecho.
[Artículo 1429 del Código Civil peruano.- En el caso del artículo 1428 la parte
que se perjudica con el incumplimiento de la otra puede requerirla mediante
carta por vía notarial para que satisfaga su prestación, dentro de un plazo no
menor de quince días, bajo apercibimiento de que, en caso contrario, el
contrato queda resuelto.
Si la prestación no se cumple dentro del plazo señalado, el contrato se
resuelve de pleno derecho, quedando a cargo del deudor la indemnización de
daños y perjuicios].
(19) Artículo 1219 del Código Civil italiano.- Constitución en mora.- El deudor
queda constituido en mora mediante intimación o requerimiento realizado
por escrito.
No es necesaria la constitución en mora:
1) Cuando la deuda deriva de hecho ilícito;
2) Cuando el deudor ha declarado por escrito que no quiere cumplir la
obligación.
3) Cuando se ha vencido el plazo, siempre y cuando la prestación deba
cumplirse en el domicilio del acreedor. Si el plazo vence después de la
muerte del deudor, los herederos no quedan constituidos en mora si no es
mediante intimación o requerimiento hechos por escrito, y transcurridos
ocho días desde la intimación o requerimiento.
[Artículo 1333 del Código Civil peruano.- Incurre en mora el obligado desde
que el acreedor le exija, judicial o extrajudicialmente, el cumplimiento de su
obligación.
No es necesaria la intimación para que la mora exista:
1. Cuando la ley o el pacto lo declaren expresamente.
2. Cuando de la naturaleza y circunstancias de la obligación resultare que la
designación del tiempo en que había de entregarse el bien, o practicarse el
servicio, hubiese sido motivo determinante para contraerla.
3. Cuando el deudor manifieste por escrito su negativa a cumplir la
obligación.
4. Cuando la intimación no fuese posible por causa imputable al deudor].

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3) Finalmente, la naturaleza de los actos meramente
voluntarios condiciona el plano de la normatividad, en el sentido de la
no aplicabilidad ni en vía directa ni en vía analógica de la
normatividad sobre el contrato en general.
La reglamentación de tales actos, viceversa, se reconstruye
teniendo en cuenta, sobre todo, el interés protegido y la función
desarrollada por el particular acto y, correlativamente, de
eventuales reglas o principios, cuyo espacio general trasciende el
plano de los particulares actos de autonomía privada y, a veces, se
coordina propiamente con el elemento estructural de la voluntariedad
del acto. En particular, la regla sobre la capacidad legal de obrar
trasciende, sobre el plano textual, los límites del acto de autonomía
privada, cuyo artículo 2, primer párrafo( 20 ), c.c., así como la regla
sobre la capacidad de entender y de querer (artículos 428,
primer párrafo( 21 ), y 2046 c.c., respectivamente, para los actos
lícitos y para aquellos ilícitos) refleja, específicamente, el carácter de
la voluntariedad del acto y, por consiguiente, del conocimiento
del mismo.
Claramente, las reglas aplicables a las particulares figuras
no resultan siempre homogéneas, porque propiamente son
diferentes los intereses protegidos y las funciones de los
particulares actos.
Por ejemplo, la necesidad de la capacidad de obrar (artículos
81, primer párrafo, c.c. y 2731( 22 ) c.c.), además a la capacidad de
entender y de querer, deriva directamente de la función sea para la
promesa de matrimonio sea para la confesión. En este último
caso, en particular se menciona la capacidad de disponer, no porque

(20) Primer párrafo del artículo 2 del Código Civil italiano. Mayoría de edad.
Capacidad de obrar.- La mayoría de edad queda fijada en el momento de
cumplir los 18 años. Con la mayoría de edad se adquiere la capacidad de
realizar todos los actos respecto de los cuales no se halle establecida una
edad diversa.
[Artículo 42 del Código Civil peruano.- Tienen plena capacidad de ejercicio
de sus derechos civiles las personas que hayan cumplido dieciocho años de
edad, salvo lo dispuesto en los artículos 43 y 44].
(21) Primer párrafo del artículo 428 del Código Civil italiano.- Artículo 428. Actos
realizados por persona incapaz de entender o de querer. - Los actos
realizados por persona que, si bien no está sujeta a interdicción, se pruebe
que ha sido por cualquier causa, aun transitoria, incapaz de entender o de
querer en el momento en que los actos se realizaron, pueden ser anulados a
solicitud de la misma persona o de sus herederos o causahabientes, si
resulta de ello un grave perjuicio para el autor.
[Artículo 227 del Código Civil peruano.- Las obligaciones contraídas por los
mayores de dieciséis años y menores de dieciocho son anulables, cuando
resultan de actos practicados sin la autorización necesaria].
(22) Artículo 2731 del Código Civil italiano.- Capacidad exigida para la confesión.-
La confesión no es eficaz si no proviene de persona capaz de disponer del
derecho al que se refieren los hechos confesados. Cuando se preste por un
representante, es eficaz sólo si se hace dentro de los límites y en los modos
en que éstos vinculan al representante.

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la confesión implique una disposición del derecho, sino porque
condiciona irremediablemente los resultados procesales decidiendo su
existencia o inexistencia en la realidad procesal, así como el mismo
objeto de confesión debe referirse a derechos disponibles.
Al contrario, el pago, en cuanto acto debido, cuya función es
aquella de cumplir un deber [obbligo], no es impugnable por parte
del deudor incapaz (artículo 1191( 23 ) c.c.), propiamente porque el
acto impugnado sería, de todas maneras, nuevamente realizado
(Capítulo V).

El pago tiene, por regla general, naturaleza de acto jurídico en sentido


estricto, porque el contrato es el que produce efectos jurídicos (incluyendo la
transferencia de la propiedad), mientras que el pago sirve solo para realizar
materialmente las particulares prestaciones: el pago del precio o la entrega del bien
ya transferido con el contrato (Parte II, Sección I, III y IV). Sin embargo, en
algunas particulares circunstancias el contrato (o la misma fuente legal), en lugar
de transferir directamente el derecho, hace nacer un deber [obbligo] de transferir la
propiedad del bien: en consecuencia, el pago, todavía no habiéndose realizado la
transferencia del derecho, requiere el ejercicio de la autonomía privada y, por eso,
el pago (llamado traslativo) ya no es un acto jurídico en sentido estricto, sino un
acto de autonomía privada (Parte II, Sez. III y IV).

Más allá de la normatividad de la capacidad no es fácil localizar


otras reglas ya formuladas por el legislador en una prospectiva más
extensa de los actos de autonomía privada, pero ello no excluye que
el intérprete puede reconocer indicaciones normativas generales
capaces de satisfacer las exigencias propias de las específicas
funciones de los actos voluntarios, dentro los límites de la
prospectiva de la mera voluntariedad. En particular, pueden ser
tomadas en consideración los vicios del consentimiento en los
casos en que la función del acto voluntario necesite no solo un
comportamiento consciente, sino también libre o, de cualquier
modo que, no sea condicionado (piénsese en el caso de la promesa
de matrimonio o de la confesión).

5. Los hechos jurídicos en sentido estricto

El último ámbito de los hechos según los cuales, por previsión


legal, derivan efectos jurídicos comprenden los llamados hechos
jurídicos en sentido estricto, que incluyen acontecimientos
naturales (hechos naturales) o comportamientos humanos (hechos
humanos), según los cuales no es relevante el conocimiento del
comportamiento mismo.
En particular, los hechos jurídicos en sentido estricto
comprenden:

(23) Artículo 1191 del Código Civil italiano.- Pago realizado por un incapaz.- El
deudor que ha realizado la prestación debida no puede impugnar el pago a
causa de su propia incapacidad.

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1) acaecimientos necesariamente naturales: como el
aluvión (“las uniones de tierra y los incrementos, que se forman
sucesiva e imperceptiblemente en los fundos situados a lo largo de
las orillas de los ríos o torrentes”, artículo 941( 24 ) c.c.) o avulsión
(v. n. 1; artículo 944), que producen el efecto de la adquisición a
título originario de la propiedad, pero solo si el aluvión o la avulsión
no son ocasionadas por la intervención del hombre (Vol. II);
2) hechos indiferentemente naturales o humanos:
como la accesión (artículo 934( 25 ) c.c., en virtud del cual la
propiedad del fundo atrae la titularidad de aquello que existe encima
o debajo del suelo: sea que resulte el producto del evento natural,
como el aumento espontáneo de plantas, sea que derive de una
actividad humana, como el cultivo del fundo o la construcción de un
edificio;
3) comportamientos necesariamente humanos pero
a) imprescindiblemente involuntarios e inconscientes,
como en el caso del descubrimiento del tesoro (artículo 932( 26 ) c.c.)

(24) Artículo 941 del Código Civil italiano.- Aluvión.- Las uniones de tierra y los
incrementos, que se forman sucesiva e imperceptiblemente en los fundos
situados a lo largo de las orillas de los ríos o torrentes, pertenecen al
propietario del fundo, salvo lo dispuesto por leyes especiales.
[Artículo 939 del Código Civil peruano.- Las uniones de tierra y los
incrementos que se forman sucesiva e imperceptiblemente en los fundos
situados a lo largo de los ríos o torrentes, pertenecen al propietario del
fundo].
(25) Artículo 934 del Código Civil italiano.- Obras hechas sobre o bajo el suelo.-
Toda plantación, construcción u obra existente sobre o bajo el suelo
pertenece al propietario de éste, salvo lo dispuesto por los artículos 935
[Obras hechas por el propietario del suelo con material ajeno], 936 [Obras
hechas por un tercero con materiales propios], 937 [Obras hechas por un
tercero con materiales ajenos] y 938 [Ocupación de porción de fundo
contiguo], y salvo que resulte otra cosa del título o de la ley.
[Artículo 938 del Código Civil peruano.- El propietario de un bien adquiere
por accesión lo que se une o adhiere materialmente a él].
(26) Artículo 932 del Código Civil italiano.- Tesoro.- Tesoro es cualquier cosa
mueble de valor, oculta o enterrada, de la que nadie puede probar que es el
propietario.
El tesoro pertenece al propietario del fundo que se encuentra. Si el tesoro es
encontrado en fundo ajeno, siempre que haya sido descubierto por el solo de
causalidad, corresponde por mitad al propietario del fundo y por mitad al
que lo encontró. La misma disposición se aplica si el tesoro es descubierto
en una cosa mueble ajena.
En cuanto al hallazgo de los objetos de interés histórico, arqueológico,
paleontológico y artístico se observan las disposiciones de las leyes
especiales.
[Código Civil peruano.
Artículo 934.- No está permitido buscar tesoro en terreno ajeno cercado,
sembrado o edificado, salvo autorización expresa del propietario. El tesoro
hallado en contravención de este artículo pertenece íntegramente al dueño
del suelo.
Quien buscare tesoro sin autorización expresa del propietario está obligado al
pago de la indemnización de daños y perjuicios resultantes.

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que hace adquirir a quien descubre un tesoro sobre el fundo ajeno la
propiedad del 50% del mismo, solo si el hallazgo ha sido fruto de la
casualidad y, por ello, ha sido involuntario;
b) indiferentemente con conocimiento o sin
conocimiento: como en la hipótesis de la elaboración de una
materia para formar una cosa nueva (llamada especificación,
artículo 940 c.c.), que hace adquirir la propiedad de la cosa nueva a
quien ha trabajado la materia ajena (siempre que el valor de esta
última no exceda notablemente aquella de la mano de obra),
prescindiendo del conocimiento o no del sujeto que elabora la materia
y salvo su deber [obbligo] de pagar el valor de la materia al
propietario.
De la clasificación desarrollada y de los ejemplos formulados
resulta evidente que no solo la definición general de la noción de
hecho jurídico en sentido estricto, sino también sus elementos
adicionales sobresalen exclusivamente en negativo.
Esto se aprecia, sobre todo, sobre el plano de la calificación
del particular hecho jurídico [fattispecie], porque la presencia de
tipologías de hechos que tienen como necesario presupuesto negativo
la no derivación de la actividad humana o la no voluntariedad de la
conducta (casos sub 1 y sub 3a) atribuyen propiamente al elemento
negativo el rol de diferenciar la calificación del hecho jurídico
[fattispecie] y, consecuentemente, de condicionar los efectos jurídicos
del hecho y de su normatividad.
En general, luego, sobre el plano de la normatividad
aplicable, se debe excluir no solo la normatividad de los actos de
autonomía privada, sino también las reglas y los principios referentes,
en sentido general, a los actos jurídicos en sentido estricto.

El árbol plantado en estado de ebriedad o la obra de arte esculpida por el


incapaz de entender y de querer, producen, de todas maneras, efectos jurídicos
contemplados por la ley.

Finalmente, es necesario precisar que un mismo acaecimiento


puede llegar a ser un hecho jurídico en sentido estricto, por la
producción de determinados efectos, y como evento causado por un
acto jurídico, por el surgimiento de otros efectos jurídicos. Por
ejemplo, la muerte de un hombre (sea voluntaria o involuntaria) se
configura siempre como hecho jurídico en sentido estricto respecto al
efecto de la sucesión hereditaria, inclusive, si ella ha sido causada por
el comportamiento consciente de otro sujeto, además también
integrar presupuestos de un acto ilícito según el artículo 2043 c.c.

Artículo 935.- El tesoro descubierto en terreno ajeno no cercado, sembrado o


edificado, se divide por partes iguales entre el que lo halla y el propietario
del terreno, salvo pacto distinto.
Artículo 936.- Los artículos 934 y 935 son aplicables sólo cuando no sean
opuestos a las normas que regulan el patrimonio cultural de la Nación].

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que, sobre el plano civilístico, genera el diferente efecto del deber
[obbligo] al resarcimiento del daño.

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