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La Fábula del explorador

Érase una vez en los picos de una montaña muy lejana y solitaria, un grande explorador recorría
cada verano por estos senderos, persiguiendo una aventura que la usaba como deporte extremo,
caminando largos trayectos con su perro Hans, acampaba, y conocía nuevos lugares en este
terreno tan apartado de la sociedad. Hans era un perro adiestrado el cual podía recibía cualquier
orden con un solo llamado, era un perro cazador, quien cazaba una serie de palomas que estaban
en los campos, Hans era un experto atrapando palomas indefensas mientras se alimentas de una
serie de granos que se desprendían de las plantas del campo. Un día se le ocurrió una idea de
extinguir a estos animales pues no compartía la ideología que el ellas sean aéreas y el terrestre.

Así que se le ocurrió la idea de convencer y persuadir a su amo, para ayudarle a cazar a todas las
palomas con su escopeta. Una tarde mientras acampaban se dirigió a lo alto de la colina, donde
pastaban las palomas y se puso a aullar:

Y su amo grito:

Cuidado! Con este animal salvaje! Cuidado todos! cuidado

Entonces, los pastores y habitantes del pueblo alertados al oírle gritar desesperado, corrieron y
desesperados todos, fueron a preguntar con mas destalles de lo que pasaba, pero al llegar donde
él encontraron al exploradorcillo acostado tranquilamente bajo la sombra de un árbol riéndose.

-¿Dónde está el animal salvaje? - le preguntaron al exploradorcillo.

Pero él nuevamente sonriendo les contestó:

- ¡Ja, ja, ja! que risa me dan ¡No es verdad! Sólo era una broma! Aquí no hay ningún animal salvaje

Días después mientras su perro seguía cazando palomas con ayuda de su amo, y ver tantos
animales indefensos muertos en el campo, le surgió una idea con más ganas de decir siguiendo
mentiras para burlarse de los habitantes del pueblo, volvió a la cima de la colina para gritar la
misma mentira:

Socorro, socorro! ¡Viene el animal salvaje! Me está devorando!!

Los demás habitantes del pueblo estaban escuchando el auxilio pero pensaron que podría ser que
el explorador se estaba burlara nuevamente de de ellos
-¿esto será cierto? – se preguntaron todos los habitantes del pueblo.

-claro que No - contestó el otro explorador- . ! El solamente quiere hacernos caer nuevamente en
su broma y burlarse de nosotros!.

- Es probable, dijo el otro explorador , pero si es verdad que un animal salvaje en la noche se
acerca nosotros, que hacemos?.

Entonces los habitantes acudieron inmediatamente armados con hachas y palos a la cima de la
colina. Y asustados al ver tantas palomas mientras, en el campo, sintieron temor.Sin embargo, se
sorprendieron al no encontrar algún animal salvaje y comprendieron una vez más de la mentira al
ver al explorador riéndose!. Los habitantes del pueblo indignados , regresaron disgustados al
pueblo.

Hasta que un día al atardecer sucedió lo que se temía. Que un animal salvaje y feroz se apareció
esta vez de verdad cerca de la Carpa donde se había alojado el explorador mentiroso. Es así que
explorador sintió mucho miedo y, al ver que se acercaba cada vez más, empezó a gritar con todas
sus fuerzas:

Auxilio! Auxilio! Un animal salvaje y feroz quiere matar a mi perro Hans y a mí.! - Por favor, vengan
a ayudarme!

Los habitantes del pueblo lo oyeron, pero ya nadie sin reacción alguna puso atención a sus gritos, y
mucho menos pensaron en acudir a auxiliarlo. Mientras que el animal salvaje , se abalanzaba
sobre él y su perro Hans comiéndose todo lo que encontraba, el explorador mentiroso corría mal
herido sin ayuda de nadie.

Moraleja del explorador

No debemos engañar a las demás personas con mentiras con el fin de burlarse de ellos, es una
situación que va en contra de la dignidad humana, debemos decir la verdad siempre y ser
trasparentes e nuestras vidas. Pues muchas veces una mentira puede hacernos mucho daño, esto
genera que la gente ya no tenga confianza en nosotros. Jamás mientas porque al mentiroso nunca
se le cree, a pesar que diga la verdad y como se dice: la mentira siempre se llega a saber.

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