“LA ÚLTIMA BATALLA”

Puesta en escena que permite integrar la expresión cultural de tres países, que
comparten ciertas características de manera especial en esta ocasión: el hambre, las
deficiencias físicas y el haber sido participes de la guerra los une como hermanos,
donde a falta de chamba, trabajo o pega se ven “obligados” a trabajar en conjunto.

En el desarrollo de la obra teatral los ex-soldados además narran como fueron participes
de la guerra, independientemente desde donde fuimos llamados o el modo en que
participamos en la estratagema, puede que hayan ido por nosotros, o seamos
voluntarios, el propósito era siempre defender la patria que se representa. En esta
ocasión no hay chileno, boliviano ni peruano, lo que hay son vagabundos con hambre,
que se ven “obligados” a unirse con el propósito de conseguir un pedazo de pan.

En relación a la vestimenta, esta se caracteriza por estar en mal estado y en ocasiones se

le puede dar un uso inadecuado; Por ejemplo puede que estemos “ciegos”, solo porque
hacemos una prenda de nuestra cabeza nos cubra más de lo que debería, esta escena
puede representar los prejuicios que a veces nos embargan, no permiten que podamos
ver, realizar ni alcanzar objetivos en común.

Respecto al lugar la plaza, representa ese punto de encuentro donde las personas
olvidadas encuentran un espacio donde descansar; Despierta la atención el monumento
al soldado desconocido que trasladado a estos tiempos podría representar a todas las
personas que luchan no solo por su patria sino por su familia, teniendo que llegar a
tierras extranjeras con el propósito de “conquistarlas” no para ocupar un pedacito de
tierra, sino más bien para dar a conocer lo que representa de manera que los demás
puedan valorar tanto o aún más la cultura que representa. Sin embargo también
podemos ser representados por “asesinos” o violadores” esta es la otra cara (cubierta) de
la moneda.

Sin duda alguna es imposible evitar derramar más de una lágrima al escuchar el himno
nacional fuera de tu país; versos que guardan un significado especial que probablemente
solo tus compatriotas puedan entender. Claro ejemplo de ello fue el involucramiento
emocional de quienes estuvimos presentes; quienes vinimos de 8 países distintos a
realizar el intercambio estudiantil, solo peruanos y bolivianos pudimos experimentar la
sensación de vergüenza por la manera en que actuamos y nostalgia por recordar nuestras
familias y nuestras patrias.

El final fue espectacular, representado por el mar como ese sueño sin fronteras, donde
pudieron llegar los soldados valientes, aun los caídos (muertos), quienes a pesar de tener
dificultades físicas pudieron seguir gracias a su fortaleza interna, donde a pesar de no
llegar a su destino territorial, llegaron a un lugar donde todo puede ser mejor.

No hay distancias, ni fronteras, si nos une la esperanza.

Marysabel Mendoza Apaza