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asculino-femenino fueron violentadas en la época del te- La distinción que hace Kristeva
rror político en nuestro país (dentro entre ambas dimensiones, ¿no expli-
Desde el inicio, La teta asustada del ámbito de la ficción, por supues- caría metafóricamente el conflicto de
(2009) exhibe un conflicto entre lo to): introducir una papa en su vagi- Fausta? El personaje de Solier en el
masculino y lo femenino. Vemos y na para evitar ser ultrajada. Así, se fondo vive como prisionera del orden
escuchamos a la mamá de Fausta alternan escenas en las que muestra de lo semiótico. En su canto de la pri-
(Magaly Solier), de orígenes andinos, su rechazo a distintos hombres que mera secuencia, afirma que vio desde
interpretando un canto de tristeza expresan un gusto por ella. el vientre de su madre cómo esta fue
pavorosa y animal, en el que relata su vejada; asimismo, casi toda la impo-
violación por parte de miembros de la Para Julia Kristeva, el proceso de
significación fluctúa entre lo simbóli- sibilidad de Fausta de relacionarse
fuerza del orden. Ese acto horrendo eróticamente con el sexo opuesto va
abre paso a la supuesta adquisición co y lo semiótico. Para la intelectual
búlgara, lo simbólico es la dimensión acompañada en la película de otra
de su hija de la enfermedad de la “teta
lingüística, del sentido, del orden pa- incapacidad: enterrar el cadáver de
asustada”, que se cree se transmite a
ternal, mientras que lo semiótico, por su progenitora. Se transparenta en
través de la lactancia y que genera un
el contrario, se vincula con lo prelin- la relación de la protagonista con su
profundo miedo.
güístico, lo instintivo, con una etapa madre muerta un cordón umbilical
A medida que se desarrolla la pelí- previa al sentido, que es maternal, a invisible, que es difícil de cortar y que
cula, notamos que es un miedo hacia través de la cual el recién nacido ni si- termina mostrando a la presencia
lo masculino, profundamente arrai- quiera puede distinguir entre lo mas- masculina como otro cuerpo, extra-
gado, de tal manera que Fausta sigue culino y lo femenino, y se siente como ño, incomprensible, amenazante. En
una insólita costumbre de quienes fusionado con el cuerpo de su madre. tanto Fausta no se desprende de la

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Posibles claves para entender

La teta
asustada José Carlos Cabrejo

corporeidad de quien la dio a luz, no caramelos que le regala a la prota- que utilizara Platón para referirse a
puede entender dicha presencia. gonista y que ella rechaza) y el olfato lo invisible, lo informe, lo ininteligi-
(Fausta, en el encuadre final, huele ble). El nicho habilitado por el tío de
Fausta recién se abre metafórica-
las flores de la maceta). Fausta o el orificio formado debajo
mente a lo simbólico hacia el final,
de una de las camas de la casa de la
cuando se dispone a dejar el cuerpo
protagonista, se forman con el obje-
de su madre, en aquel viaje en carre-
Cavidades y tivo de albergar el emblema materno
tera que finalmente le permite acer-
del filme, la madre del personaje de
carse a la playa, y recibir después el prolongaciones Magaly Solier.
regalo del jardinero: una maceta con
flores y dos papas en su base. Estos En contraposición al regalo final del En un análisis que Constantino
tres elementos son colocados de una jardinero, o a la representación tam- Carvallo hizo de una cinta de Truffaut
forma tal que se asemejan a un falo bién fálica del taladro que coge Faus- allá en los años setenta en Hablemos
y sus respectivos testículos. Ella ya ta en una habitación de cuadros con de Cine (publicado en el número an-
está decidida a abrir sus sentidos a lo fotos de militares (lo que da lugar a terior de Ventana Indiscreta1), citó al
viril. No es casual por ello que aquel que se desmaye), La teta asustada psicoanalista Eric Erikson para re-
personaje masculino esté diseñado a también está plagada de cavidades ferir cómo la percepción del espacio
través de significaciones sinestésicas que más bien se asociarían figura- puede estar determinada por la ana-
que remiten a una mayor proximidad damente con profundidades uteri- tomía. Así, destaca que para Erikson
sensorial: el tacto (cuando muestra nas (casualmente, Kristeva asocia la posesión que tiene el hombre de un
sus manos para ingresar a la casa de lo semiótico con la expresión griega miembro eréctil, de carácter intrusi-
la patrona de Fausta), el gusto (los “chora” –útero, espacio cerrado–, vo, lo conduce a dar mayor impor-

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ce al mar y que su nombre también es
empleado en el lenguaje vulgar para
aludir al órgano sexual femenino.
De la misma manera en que Fausta
se abre a lo masculino quitándose la
papa protectora (que no hace más que
reafirmar figuradamente lo mater-
nal/femenino en su cuerpo), lo hace
también llevándose de la casa de Aída
todas las perlas, que metafóricamen-
te nos lleva a pensar en la liberación
de la concha de un objeto interior.

Como un cuento de
hadas
La vestimenta que en algunas esce-
nas luce Fausta se asemeja al de cier-
tancia al espacio exterior; mientras tas heroínas de los cuentos de hadas.
que la mujer, que está dotada de ór-
La teta asustada Incluso, cuando recoge las perlas de
ganos sexuales internos y profundos, la casa de Aída, nos recuerda a aquel
termina asentándose más bien en
es como un relato momento en que se recogen migajas
espacios cerrados. Para Erikson, sin en el bosque en el cuento de Hansel
embargo, la mujer no deja de anhelar
encantado pero y Gretel. Pero La teta asustada es
ese espacio abierto, característica- como un relato encantado pero per-
mente masculino.
perverso. Su verso. Su personaje principal ingresa
a la casa de la “bruja” o “monstruo”
A lo largo de casi toda la película, personaje principal (Aída) más que para llevarse objetos
se proyecta el sentido del espacio de valiosos (las perlas) para liberar su
Erikson: Fausta aparece en lugares ingresa a la casa femineidad y entrar en contacto con
cerrados, como la casa de colores lo viril, tal como se indica en el pá-
opacos de Aída (Susi Sánchez); el de la “bruja” o rrafo anterior.
hospital o el camerino en el que la
protagonista descubre que su patro- “monstruo” (Aída) De ahí que esas ceremonias matri-
na ha hurtado su melodía. Una vez moniales, de decoración kitsch y es-
que se extrae la papa que cobija al más que para trambótica, parecen rodear a Fausta
interior de su vagina, aparece en un como si estuviera atrapada en otro
lugar abierto, la playa, uno de los es- llevarse objetos mundo, imaginario, alucinado, fan-
tasioso. Ella percibe casi a lo largo
tados de paso que la llevará a dejar
finalmente el cadáver de su madre y valiosos (las perlas) de toda la película un entorno que
le resulta inentendible (recordemos
que será el preámbulo para recibir el
sugestivo presente del jardinero. para liberar su justamente que el matrimonio está
esencialmente marcado por el vín-
femineidad y entrar culo masculino-femenino, del cual la
protagonista toma distancia).
Elementos naturales:
agua y tierra
en contacto con La segunda película de Claudia Llo-
sa es una obra llena de sugerencias,
El agua es una imagen recurrente en lo viril. que nos cautivan por la fuerza de su
la película: el ataúd o la pintura de puesta en escena: los emotivos cantos
Aída con diseños marinos; la réplica de Magaly Solier y su interpretación de
de catarata para una foto matrimo- lenguaje coloquial, la “papa” es una contenida intensidad, la precisa sutile-
nial en la que Fausta aparece con un manera de referirse a la zona sexual za de su banda sonora, las enigmáticas
vestido celeste; la playa en la escena de la mujer. De la misma manera, el elipsis, los travellings laberínticos, la
ya mencionada en el párrafo anterior. agua también se asocia a lo femenino fotografía y el espacio como voces que
Pero también la tierra: los arenales, en tanto lo que caracteriza a lo semió- nos transmiten los sentimientos de la
la orilla y por supuesto la papa. tico es una serie de fluidos materna- protagonista, la inacabable riqueza
les, como el líquido amniótico o la significativa de su plástica…
Este tubérculo, que se extrae de la
leche de lactancia.
tierra, remite a lo femenino por cues-
tiones míticas (la Pachamama es una Asimismo, las perlas, aquellas que 1
Carvallo, Constantino. “La historia de Adele
deidad andina que significa “madre Fausta coge de la casa de su patrona, H y La piel dura: La significación del espacio”.
Ventana Indiscreta 1. Lima: Universidad de
tierra”), pero también porque en el se extraen de la concha, que pertene- Lima, primer semestre del 2009, pp. 74-76.

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