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Revista Educación 36(1), 25-43, ISSN: 0379-7082, Enero-Junio, 2012

El papel de la escuela en el desplazamiento


y en la conservación de la lengua malecu1

The role of the education system in the displacement


and in the conservation of the malecu language

Carlos Sánchez Avendaño


Profesor Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, Facultad de Letras
Universidad de Costa Rica
San José, Costa Rica

tocumarama@yahoo.es

Recibido: 18-X-2011 • Aceptado: 05-XII-2012 • Corregido: 17-VI-2012

Resumen: En el presente artículo se analiza el papel Introducción


que ha cumplido la escuela en el proceso de despla-
zamiento de la lengua malecu (hablada en Guatuso, El pueblo malecu (también denomi-
Costa Rica) como agente que ha promocionado la
hispanización lingüística. Asimismo, se explica por nado “guatuso” en varias publicaciones)
qué la incorporación de este idioma como asignatura es uno de los nueve grupos amerindios
en el currículo escolar ha tenido poco impacto en su asentados en el territorio de Costa Rica en
conservación y revitalización. la actualidad. La mayoría de los malecus
Palabras clave: Malecu, desplazamiento de lenguas,
habitan en el cantón de Guatuso, provincia
enseñanza de lenguas, revitalización lingüística. de Alajuela, en tres comunidades que reci-
ben el nombre de “palenques”: Margarita,
Tonjibe y El Sol.
Abstract: This article analyzes the role that the
Costa Rican education system has played in the pro-
Una vez que la población hispana
cess of displacement of the Malecu language (spoken se constituyó en el grupo dominante en
in Guatuso, Costa Rica) as an agent which has pro- la región de Guatuso, alrededor de las
moted linguistic hispanization. Besides, it explains décadas de 1970 y 1980, los malecus
why the incorporation of this language as a subject in
the curriculum has had little impact on its conserva-
entraron en un proceso de contacto inten-
tion and revitalization. so con el español y con la cultura hispana.
Además, su sistema de vida tradicional
Keywords: Malecu, language displacement, langua- se ha visto modificado por la destrucción
ge teaching, language revitalization
casi total de los bosques y la incorporación
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de tecnologías y valores del grupo hispano.


No obstante, se han conservado hasta el
presente componentes de su cultura ances-
tral, como la lengua, el arte verbal y la
dieta tradicional, aunque su presencia en
la vida cotidiana de los malecus es cada
vez menor.
En particular, el malécu lhaíca, la
lengua vernácula de los malecus, entró en
un proceso de desplazamiento hace unas
cuatro décadas. Esta situación de declive
del idioma autóctono constituye un tema
de discusión recurrente entre los malecus,
sobre todo cuando se externan las preocu-
paciones sobre la continuidad histórica del
pueblo malecu y la construcción de la iden-
tidad étnica (Sánchez, 2011).
En el presente artículo examinare-
mos dos temas que sobresalen en el discur-
so de los malecus con respecto a las causas
de la pérdida de su lengua vernácula: la
incidencia de la escuela en el proceso de
declinación de esta y el impacto en su man-
tenimiento y revitalización desde que el
idioma fue incluido como asignatura en el
currículo escolar en el territorio indígena
Guatuso.

1. Datos en los que se basa el


presente estudio

El presente trabajo se basa en infor-


mación de naturaleza discursiva recogida
mediante grupos de discusión (o grupos
focales) y entrevistas cualitativas en las
que participaron 68 individuos malecus de
diversos grupos etarios y de los tres palen-
ques, así como en datos de observación
directa recogidos durante un año de visitas
periódicas a las comunidades.
Es necesario recalcar que en los gru-
pos focales y en las entrevistas se obtiene
un discurso que muestra las preocupaciones
y creencias de los individuos acerca de un
tema particular, por lo que se recoge más
información que con las encuestas (Bader
y Rossi, 2002; Krueger y Case, 2000), las
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cuales parten de hipótesis y elementos prese- una descripción estadística, los grupos focales
leccionados que no permiten que la persona constituyen una excelente opción (Krueger y
conteste más de lo que se proporciona como Casey, 2000; Morgan, 1997).
opción (Russi, 1998). En este sentido, en una En la tabla 1, se presenta una breve
investigación en la que resulte más importan- descripción de las variables del grupo o el
te establecer las causas y el significado que le entrevistado al que corresponde cada uno de
otorgan a un fenómeno las propias personas los códigos con los que identificamos la proce-
afectadas o involucradas, en lugar de realizar dencia de la información:

Tabla 1

Códigos y caracterización de cada grupo de discusión o entrevistado

Código Características del grupo o del entrevistado


F1 Grupo de discusión familiar de Margarita con una amiga muy cercana de El Sol. 7 parti-
cipantes de los tres grupos generacionales, con edades comprendidas entre los 22 y los 61
años. 5 mujeres y 2 hombres.
F2
MG1a Grupo de discusión de jóvenes de Margarita. 5 participantes con edades comprendidas entre
los 13 y los 17 años. 2 hombres y 3 mujeres.
MG1b Grupo de discusión de jóvenes de Margarita. 4 participantes con edades comprendidas entre
los 13 y los 21 años. Todos hombres.
MG2 Grupo de discusión de adultos de Margarita. 6 participantes con edades comprendidas entre
los 32 y los 40 años. 4 mujeres y 2 hombres.
MG3a Entrevista grupal a adultos mayores de Margarita. 3 participantes con edades comprendi-
das entre los 55 y los 74 años. 2 hombres y 1 mujer.
SG1 Grupo de discusión de jóvenes de El Sol. 5 participantes con edades comprendidas entre los
17 y los 30 años. 4 mujeres y 1 hombre.
SG2 Grupo de discusión de adultos de El Sol. 4 participantes con edades comprendidas entre los
33 y los 36 años. 3 mujeres y 1 hombre.
TN Grupo de discusión de niños de Tonjibe. 6 participantes con edades comprendidas entre los
9 y los 13 años. 4 mujeres y 2 hombres.
TG1a Grupo de discusión de jóvenes de Tonjibe. 3 participantes con edades comprendidas entre
los 19 y los 24 años. Todas mujeres.
TG1b Grupo de discusión de jóvenes de Tonjibe. 8 participantes con edades comprendidas entre
los 14 y los 26 años. 5 mujeres y 3 hombres.
TG2 Grupo de discusión de adultos de Tonjibe. 6 participantes con edades comprendidas entre
los 33 y los 46 años. 5 mujeres y 1 hombre.
MG1c Hombre de 29 años, procedente de Margarita.
MG3b Hombre de 70 años, procedente de Margarita.
SG3a Mujer de 57 años, procedente de El Sol.
SG3b Mujer de 54 años, procedente de El Sol.
TG3a Mujer de 61 años, procedente de Tonjibe.
TG3b Mujer de 58 años, procedente de Tonjibe.
M1 Maestro, procedente de Tonjibe.
M2 Maestro, procedente de Margarita.
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Los fragmentos discursivos que se de raíces occidentales, los malecus fueron


consignan deben interpretarse como ejem- introducidos en un modelo de pensamiento
plos de las tendencias generales que se completamente distinto al de sus ances-
hallan en el corpus, sea que estas tenden- tros, en el cual se les enseña a razonar de
cias estén presentes en todos los grupos, acuerdo con la visión de mundo del grupo
en solo los grupos determinados por cada de cultura hispánica y se les instruye a
variable (generación y palenque) o en algún identificarse con la historia oficial de Costa
grupo en particular2. Rica y el “ser” costarricense. De hecho,
hasta que se implementó la nueva políti-
ca educativa del Ministerio de Educación
2. El papel de la escuela en el Pública en la década de 1990, la educación
en los palenques parece haber ignorado la
desplazamiento de la
especificidad histórica y cultural del pueblo
lengua malecu malecu (Ugalde, 1973).
Esta labor aculturadora de la escuela
Aunque el pueblo malecu pudo man- se revela perfectamente en la defensa que de
tener su “condición de refugio” (Bozzoli, ella lleva a cabo Porras (1959) a mediados del
1969) y una relativa autonomía frente al siglo pasado, quien sostiene que los métodos
Estado costarricense hasta por lo menos la represivos usados contra los padres que se
primera mitad del siglo XX (Castillo, 2004; negaban a enviar a sus hijos a la escuela de
Constenla, 1988), ya a partir de 1928 las Guatuso se justificaban por los “halagüeños”
autoridades costarricenses impusieron la resultados y porque la instrucción bien podía
obligación de que los niños malecus asistie- concebirse como “el paso más decisivo del
ran a la escuela de Guatuso, sin importar indio hacia nosotros” (Porras, 1959, p.50).
que para ello tuvieran que caminar varios Así, para este filólogo, la escuela cumplió un
kilómetros a través del bosque y exponerse papel crucial en llevar a los malecus hacia la
al peligro de encontrarse con animales “cultura”, forma en la que ideológicamente
salvajes, pues, de no asistir, los padres se se representa la aculturación hispanizante u
arriesgaban a castigos de cárcel y a ser occidentalizante de los pueblos amerindios.
encerrados en fosos (Porras, 1959). A pesar de ello, en cuanto al idioma
Aún así, los malecus continuaron vernáculo, Porras indica que los niños de
viviendo en una situación de relativo aisla- Tonjibe y de Margarita asistían a la escuela
miento en una región con poca población de de Margarita desde 1950 y allí aprendían a
origen hispánico y rodeada de selvas. Por escribir el malecu con los signos latinos, con
este motivo, de acuerdo con lo informado adaptaciones para los sonidos “especiales”, de
por Porras (1959), en la década de 1950, modo que se puede interpretar que al menos
todavía los malecus practicaban en su se intentaba incorporar de modo parcial la
totalidad la religión tradicional, habitaban enseñanza de la lecto-escritura por medio de
en las casas al estilo autóctono, mantenían la lengua ancestral.
sus hábitos alimenticios y hablaban con Además, curiosamente, al menos en
fluidez la lengua vernácula (incluso se lo que respecta al primer maestro, si bien es
encontraban individuos monolingües en claro que se produjo adoctrinamiento ideoló-
malecu, especialmente niños pequeños). gico e intentos de trasladar los valores de la
El cambio de esta situación se produ- cultura hispana a la malecu, no se percibe
cirá en gran medida con la apertura de la una actitud negativa hacia la vida tradicio-
escuela en Margarita en 1950 y en Tonjibe nal malecu en el pensamiento de Reinaldo
en 1965 (Castillo, 2004; Porras, 1959), dado Ballestero (1952), ni en las pocas palabras
que, con la plena incorporación de los niños que dejó escritas ni según el recuerdo que de
al sistema educativo hispanocostarricense, él conservan los ancianos malecus.
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De acuerdo con lo que relatan algu- los ancianos y, en gran medida, confirma
nos de ellos, Ballestero llegó a aprender la actitud que Ballestero afirma haber asu-
y manejar con bastante fluidez la lengua mido con respecto a la cultura tradicional
malecu, participaba en las festividades malecu cuando apunta que este “después de
comunitarias y hasta les ayudaba a sus cinco o seis años de mutua convivencia con
amigos a llevarles serenata a las mujeres los indios, conoce mejor que nadie los secre-
pretendidas por estos. En el relato que tos de la lengua y costumbres del nativo”
publicó en 1952, Ballestero se muestra res- (Porras, 1959, p. 214).
petuoso y compenetrado con la comunidad Definitivamente, la posición de
e incluso parece esforzarse por entender Ballestero llama la atención por ser con-
la forma de comportarse de los malecus y traria a la ideología dominante acerca de
rechazar estereotipos infundados acerca esta etnia en la época en la que fungió
de ellos: como maestro en los palenques. Con toda
seguridad su presencia ayudó a que la labor
Es un error eso de que el indio guatuso es muy vaga- escolar no tuviera un impacto tan negativo
bundo; a todos les gusta tener su yucal; siembran sobre la conservación del idioma vernáculo
caña de azúcar, arroz, maíz, frijoles, cacao y café como sí ocurrió con otras lenguas indocos-
y si siembran poco lo hacen porque es sólo para el
tarricenses. Tan atípico resulta su pensa-
consumo personal, pero estoy seguro que cuando se
mejoren sus mercados, intensificarán sus cultivos, miento que es indispensable subrayar que,
pues les encanta sentirse dueños de unos cuantos de modo opuesto a lo relatado, la historia del
colones (…). contacto entre el pueblo malecu y la sociedad
Al principio de mi llegada se portaron un poco hura- de cultura hispánica está plagada de valora-
ños, porque por razones que me reservo, hubo blancos ciones etnocentristas de parte de la segunda
que hicieron lo posible por estorbar la labor que el hacia el primero (Sánchez, 2011).
Ministerio se proponía realizar en aquella zona.
Habían dicho a los indios que yo llevaba instrucciones
En concordancia con lo expuesto, de
de quebrar las tinajas en que fabrican la chicha y, acuerdo con lo informado por los partici-
además, de cambiar en todo sus costumbres. Como pantes, al parecer no se produjo en su caso
es de suponer, estaban indispuestos conmigo, y algu- una represión sistemática contra su idio-
nos llegaron a decirme que no querían convivir con ma vernáculo, una prohibición expresa de
blancos porque nosotros no los queríamos y sí sólo
parte de los maestros de hablarlo o un cas-
buscábamos como hacerles daño. Otro se vino hacién-
dome compañía en el trayecto de Los Palenques a
tigo (físico o verbal) hacia quienes hubieran
San Rafael de Guatuso y en el camino me preguntó sido encontrados conversando en la lengua
si era cierto que yo pensaba destruir sus tinajas; me autóctona en la escuela, ni siquiera hace
rogó no lo hiciera, pues a las indias les costaba mucho unos sesenta años, durante la niñez de
fabricarlas ya que tenían que acarrear la arcilla los adultos mayores del presente (F1, F2,
desde muy lejos; que la quemada era tarea costosísi-
MG2, MG3a, SG3a, TG2, TG3a, TG3b). De
ma y que a ellos les gustaba tanto beber chicha que
si se les prohibía serían capaces de morir (…).Con hecho, solamente una joven de Margarita
tal noticia, todos estaban afligidos. Al contestarle (F1) declaró haber escuchado contar a su
yo que no había pensado causarles semejante daño y tía cómo a ella el maestro le había prohibi-
que, por el contrario, les prometía ayudarles a hacer- do hablar malecu.
las más grandes ya que a mí también me gustaba Según la información recabada por
beberla, corrió a dar la gran noticia a sus hermanos,
lo que celebraron con una de sus tradicionales fiestas.
Ramírez, Jaén, Mejía y Mojica (1996),
Cuando volví, como era de esperar, me recibieron con algunos maestros castigaban a los niños
manifestaciones de contento y con un guacal de chi- que escuchaban hablando en malecu. Sin
cha… (Ballestero, 1952, p. 156) embargo, los ancianos a los que entre-
vistamos negaron haber pasado por una
Porras (1959), quien coincidió con experiencia semejante. Esto puede deberse
Ballestero en los palenques durante su tra- a que quizás el castigo se aplicaba en la
bajo de campo, corrobora lo informado por escuela fuera de los palenques o a que la
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represión tal vez fue más bien esporádica. romper la transmisión intergeneracional
De esta manera, si nos basamos en los tes- del idioma e inició su acelerado proceso de
timonios de los ancianos y personas mayo- desplazamiento, el cual no ha podido ser
res, el papel desempeñado por la escuela en revertido por los programas de revitaliza-
el territorio malecu contrastaría enorme- ción lingüística actuales promovidos por el
mente con el cumplido en otras comunida- mismo sistema educativo oficial.
des indocostarricenses, según lo informado M.A. Quesada (1995a, 1995b) cuenta
por personas de otros grupos. una historia similar de represión y castigo
En Costa Rica3, los testimonios acer- por parte de la escuela, que coadyuvó hasta
ca de la prohibición de que se emplearan mediados del siglo XX a que los padres
las lenguas indígenas se repiten en la infor- les prohibieran a sus hijos (los actuales
mación proporcionada por bribris (Palmer, ancianos de la etnia) hablar boruca, por
Sánchez y Mayorga, 1992; Wilson, 1996), lo cual en la actualidad existen adultos
borucas (M. A. Quesada, 1995a, 1995b; J. que conocen bien el idioma pero que no se
D. Quesada, 2000, 2001/2002) y térrabas atreven a expresarse en él. Finalmente,
(Portilla, 1986). En el caso de los bribris, Portilla (1986) también aduce que la repre-
Wilson (1996, p. 73) alude al testimonio sión instaurada por los maestros foráneos
de uno de sus informantes, quien le contó estaba presente en la memoria de los últi-
que “el primer día que había asistido a la mos hablantes de térraba con los que tuvo
escuela, el maestro (quien era blanco y no contacto y que estos la consideraban una de
hablaba una sola palabra de bribri) había las razones cruciales de que se hubiera pro-
dicho que les iba a obligar a dejar de hablar ducido el abandono de su idioma vernáculo.
su dialecto bárbaro como primera medida Como se puede apreciar, las figuras
para civilizarlos”. que llevaban a cabo la represión eran prin-
En el caso de los borucas, tras la cipalmente los maestros, encargados por el
construcción de escuelas en su territorio, sistema educativo oficial de legitimar los
los maestros no indígenas prohibían el valores de la cultura hispánica dominante
uso de la lengua boruca tanto dentro como y de extender el empleo del español, por
fuera de las aulas e incluso castigaban ser esta la mejor forma de salir del “atraso
físicamente a los niños que no siguieran cultural” y tener acceso a los beneficios de
este lineamiento. A modo de ejemplo, J.D. que gozaban los hispanos, de acuerdo con
Quesada (2000) cuenta que dos adultos la ideología de la superioridad lingüística
borucas le mostraron cicatrices en sus y cultural típica de los grupos hegemó-
cabezas, marcas de golpes propinados por nicos (Wilson, 1996). Todavía hace dos
maestros con el lomo de unos libros, como décadas, esta represión continuaba siendo
castigo por hablar el idioma autóctono. una preocupación para los representantes
Por este motivo, según J.D. Quesada indígenas consultados con respecto al con-
(2001/2002), la escuela se convirtió en tenido que debía incluirse en una encuesta
el factor desencadenante del proceso de nacional sobre la percepción acerca de los
rechazo hacia la lengua boruca, pues, grupos indocostarricenses:
antes de que se impusiera el sistema edu-
cativo hispanocostarricense en las comu- Hay un elemento importante de citar: la preocupación
manifiesta en torno al poder hablar en sus propias
nidades indígenas, la represión no había
lenguas se deriva de situaciones vividas en su infan-
sido sistemática. Desde su perspectiva, cia, donde los maestros les pegaban si lo hacían bajo
el castigo por hablar la lengua autóctona el pretexto de que “se están burlando de mí”. (López,
provocó que las personas cambiaran en la 1994, p. 110)
medida de lo posible al español y que el
boruca se viera relegado cada día más al Es claro, entonces, por qué algunos
ámbito familiar, tras lo cual se empezó a lingüistas (Hagège, 2002; Skutnabb-Kangas,
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2000) insisten en el papel preponderante Solo teniendo en mente lo anterior se


de la escuela como agente que promueve puede comprender por qué, aunque no se
la aculturación y el monolingüismo en la produjo represión, la apertura de las escue-
lengua del grupo dominante y enfatizan las en los palenques y la inserción de los
el papel represivo de los maestros, quienes malecus en el sistema educativo formal cos-
históricamente han prohibido y castigado el tarricense aparecen, de uno u otro modo,
uso de los idiomas autóctonos por parte de vinculadas a la declinación de su lengua
los niños, provocando con ello una actitud vernácula (F1, MG2, SG1, SG3a, TG1b,
de vergüenza y rechazo hacia la cultura de TG2, TG3a, TG3b). Eso sí, su relevancia
los ancestros. como factor que ha incidido en este declive
Como ya adelantamos, en el caso de es más clara en el discurso de los adultos
los malecus no parece haber tenido lugar que en el de los jóvenes, debido a que la
la represión sistemática, pero de todos mayoría de los muchachos más bien tienden
modos habría actuado la “persuasión ideo- a asociar la escuela con clases formales de
lógica” (van Dijk, 2000), mecanismo que lengua malecu. Por el contrario, los adultos
promueve determinadas representaciones sí recuerdan su escolarización como un pro-
sociales beneficiosas para los intereses de ceso en el que el español adquiría cada vez
los grupos de poder. Por ejemplo, destaca mayor importancia mientras el malecu se
el papel de la escuela en la implantación de relegaba a la comunicación en el hogar.
ideologías que incentivan una adscripción Así, en general, la discusión en torno
identitaria nacional costarricense en detri- al papel de la escuela suele subrayar la
mento de la identidad diferenciada malecu. necesidad de haber aprendido español para
En el discurso de los malecus, la entender las explicaciones de los maestros y
escuela aparece explícitamente como una poder llevar a cabo las tareas y exámenes.
causa del desplazamiento del idioma male- También se destaca la mayor práctica del
cu ligada a la necesidad de aprender espa- español a causa de la escuela. En otras
ñol para poder desenvolverse en la clase y palabras, el papel de la escuela en el des-
cumplir con las demandas del sistema edu- plazamiento del malecu se plantea con la
cativo formal. Dado que los malecus fueron siguiente cadena de factores: apertura de
obligados a enviar a sus hijos a la escuela la escuela → necesidad de aprender español
y debido a que la instrucción se llevaba a para desenvolverse en ella mayor uso y
cabo en español y que no se enseñaba este práctica del español abandono progresivo
idioma con una metodología adecuada para del malecu. En el fondo, se reconoce que la
su aprendizaje como segunda lengua, no es castellanización ha conllevado al desplaza-
de extrañar que los adultos recuerden su miento paulatino de la lengua vernácula.
etapa escolar como un período de mucha Véase lo que al respecto explica un
frustración y dificultad. adulto mayor de Margarita (F1), quien res-
Inevitablemente, debió de haber ope- ponsabiliza a la escuela y a la instrucción
rado desde épocas tempranas la asociación en español por la pérdida de la cultura
del español con el éxito académico (y la malecu y el idioma autóctono. En particu-
oportunidad de tener acceso a determina- lar, nótese cómo el problema surge porque
dos conocimientos) y del monolingüismo en el maestro era hispano (chiúti) y, según se
malecu con el fracaso escolar. Por ello, la infiere, impartía sus clases en español:
implantación del sistema educativo costa-
rricense hispanizante sin duda constituye A: (…) cuando yo fui a la escuela / no era un
indígena que / que me estaba dando clase
uno de los ejes centrales del proceso de
I: ¿era un chiúti?
desplazamiento del idioma vernáculo, al A: era un chiúti / entonces de ahí / viene mi
privilegiar el uso del español como lengua interés / por hablar / el español / y entender / lo que
de instrucción. la escuela me / me estaban enseñando / mis padres
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no sabían / no había ningún maestro / entonces En diversos pueblos amerindios, los


lamentablemente es ahí / donde entró la raíz / de que padres cesan la transmisión de la lengua
nuestra cultura / fuera desvaneciéndose / fuera eh: /
perdiendo (…)
vernácula y hasta se oponen a la inclusión
de esta como materia de estudio escolar,
dado que están convencidos de que constitu-
A esta explicación de la incidencia de
ye un obstáculo en el proceso de aprendizaje
la escuela, particularmente en cuanto a las
del español, el idioma que asocian con mejo-
dificultades que experimentaron quienes
res oportunidades de empleo y bienestar
no hablaban español al inicio de las clases
socioeconómico (Palacios, 2004). Así, por
por ser esta la lengua de instrucción, se
ejemplo, la preocupación de los padres kaq-
suma el que en el pasado el malécu lhaíca
chikel (Garzon, Brown, Richards y Ajpub’,
estuviera ausente del aula. Así lo expone la
1998), k’iche’ (Lewis, 2001) o quechuas
siguiente mujer adulta de El Sol (F1):
(Howard, 2007) reside en que los niños
(..) yo hablaba puro puro malecu / porque eso es lo
aprendan español, con la esperanza de
que mi mamá me enseñó / y cuando fui a la escuela / que aumenten sus posibilidades de ascenso
cero español / tuve problemas en la escuela / porque social y disminuyan las dificultades para
no podía hablar español / y tuve mucha complicación tener éxito en la escuela.
/ pero diay a raíz de que / tenía que ahí aunque sea En su experiencia, estos adultos se
a la fuerza ¿verdad? / aprender en la escuela / y ahí
vieron forzados a escolarizarse según los
donde ya fue / ya fui hablando español y español / y
diay sí vea lo que ha pasado / ya se fue el malecu / ya parámetros de un sistema educativo occi-
es poco lo que uno habla el malecu / entonces sí / a dental totalmente irrespetuoso de su espe-
través de lo que es la escuela / o si fuera en aquellos cificidad cultural y en un idioma desconoci-
tiempos / como ahora que que / actual este / están do para ellos, el cual tuvieron que aprender
dando clase malecu / cultura / tal vez si hubiera sido a la fuerza sin métodos sistemáticos de
que que sí se hubiera rescatado bastante / pero diay
ya lo pasaron tarde / meter este / malecus este / eh /
enseñanza de segundas lenguas, con el fin
cultura y malecu en la escuela / porque cuando yo en no solo de dominar el sistema idiomático
aquellos tiempos / diay imagínese que ni existía eso nuevo, sino sobre todo de ser capaces de
/ clase malecu ni nada por el estilo / netamente solo comprender los temas que se enseñaban
español y español y español. (por lo demás, completamente ajenos a su
cultura autóctona, pues el cometido bási-
Apréciese la valoración explícita sobre co ha sido la aculturación y de ahí que se
el papel de la escuela: la participante tuvo enseñe historia, matemáticas, ciencias, etc.
que aprender español “a la fuerza” para desde la perspectiva del grupo dominante y
superar los problemas con los que se encontró su sistema ideológico).
al iniciar su escolarización, puesto que las Esta experiencia escolar, sin duda
clases se llevaban a cabo únicamente en este traumática (como se colige de los testimonios
idioma, mientras que el malecu ni siquiera de individuos de diversos pueblos), cimentó
se consideraba dentro del currículo. Resulta la creencia de que las dificultades supuesta-
interesante observar cómo el relato se abre y mente cognitivas y lingüísticas eran provo-
se cierra con una indicación de que el espacio cadas por la lengua vernácula, soslayando
comunicativo estaba ocupado solo por una con ello el hecho de que el problema de fondo
lengua: durante su infancia en el hogar la era la imposición forzada y “de golpe” de un
situación lingüística se caracterizaba por ser sistema cultural distinto en lo concerniente
“puro puro malecu”, mientras que la situación a visión de mundo, costumbres, educación
lingüística en la escuela era de “netamente y conocimientos, mediante la lengua del
solo español y español y español”. De ello se grupo dominante, la cual posiblemente se
desprende que el bilingüismo ha constituido enseñaba como si fuera la lengua materna
la transición histórica entre el monolingüis- de los niños indoamericanos (al menos así
mo en malecu y el monolingüismo en español. parece haber ocurrido en Costa Rica).
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Es probable, asimismo, que la consi- Todavía en el presente, algunos jóve-


deración de la lengua vernácula como un nes (F1, TG1b) atribuyen la interrupción de
obstáculo para el aprendizaje de la lengua su adquisición del malecu al inicio de sus
del grupo dominante no solo haya surgido estudios de secundaria, debido a que este
de las experiencias de fracaso escolar de no se enseña, sino que más bien se impar-
los ancianos y adultos, sino sobre todo ten clases de otros idiomas y ellos tienen
como apropiación y reproducción de una que adaptarse más a los hispanos. Así, si
convicción de los maestros, quienes habrían bien la situación que vivieron los adultos
hecho creer a los padres y niños indígenas en la escuela ha cambiado parcialmente (en
que el escaso éxito en la escuela se debía a realidad la diferencia estriba en la incor-
la interferencia del idioma ancestral (y, sin poración de clases de malecu, puesto que
duda, a su condición de indígenas)4. las demás materias han continuado impar-
Ciertamente, en este contexto, es tiéndose solo en español), en la secundaria
comprensible que el problema sea plan- sigue siendo la misma: el malécu lhaíca
teado, desde la perspectiva de los padres, está completamente ausente.
como de índole lingüística, atribuyéndole En el fondo, esta necesidad de adap-
a la adquisición y dominio de la lengua tación al contexto colegial repite la expe-
vernácula la responsabilidad del “mal” riencia por la que pasaron los adultos y
español hablado por ellos y las concomi- ancianos décadas atrás en el contexto de
tantes dificultades para poder desempe- la primaria. Por ejemplo, algunos jóvenes
ñarse con éxito en la escuela. En el caso de Tonjibe (TG1b) muestran conciencia
de los malecus, de los datos recogidos se con respecto al proceso de pérdida de su
colige que el cese de la transmisión de la competencia en la lengua vernácula, desa-
lengua vernácula no se debió a la creencia rrollada al menos parcialmente antes de
de los mayores de que esta interfería con entrar a la escuela, y la achacan al mayor
el aprendizaje o dominio del español, sino uso del español debido a dos factores: el
que la preocupación principal fue la nece- contacto más frecuente con los hispanoha-
sidad de adquirir la lengua en la que se blantes y el inicio de los estudios forma-
llevaba a cabo la educación en la escuela, les. Es evidente, entonces, el papel que
para con ello evitar el fracaso académico. cumplen las instituciones de educación
Al respecto, el siguiente relato de en el desplazamiento del malécu lhaíca al
una mujer tonjibeña (TG2) ilustra a crear un ambiente en el que se privilegia
la perfección cómo el desconocimiento el español:
del español, la lengua de instrucción
impuesta en las escuelas, constituyó el A: en mi caso / cuando yo estaba en la escuela
yo hablaba bastantillo / (XX) yo hablaba bastantillo
principal obstáculo en el éxito académico
/ pero después que cambié de escuela a colegio / me
de muchos niños: tuve que adaptar más a los / a la gente blanca / (…) /
entonces se me fue olvidando el malecu y le puse más
(…) mi papá todo el tiempo me hablaba en malecu importancia a la otra cosa / ese fue el problema
/ y y venía yo aprendiendo así / o sea en malecu / B: el caso mío que: / mi mamá me me dijo
diay a mí me decían que el abecedario aquí / abe- que: / yo venía chiquitita hablando / me dijo que: /
cedario allá / ni la a ni la e ni la i ni la u la podía que ella venía diciéndome “esto se dice en malecu y
pronunciar / yo no podía pronunciar {el español} / esto” (XX) / y mi tía que dijo que uno va creciendo
hasta que: / bueno / en el kínder más o menos me ¿verdad? / ya cuando uno está grande / ya creció / ya
aprendí un poco / más o menos / pero no mucho / / totalmente se le olvidó el malecu / porque desde que
y después este / diay / tuve que quedarme varias / dice mi mamá que apenas entré al co- a escuela / ya
veces en primer grado / y yo creo que dos veces en este: aprendí este: / malecu / bueno español / o sea los
sexto grado / porque no no / o sea / no es porque no dos juntos / pero el que practiqué más es el español
sabía lo que: / sino el problema era que el español / / entonces ahí es donde: / me cuesta mucho hablar
ese era el problema / el español. malecu ¿verdad? (…)
34 Revista Educación 36(1), 25-43, ISSN: 0379-7082, Enero-Junio, 2012

3. El papel actual de la El Decreto Ejecutivo n°22072 de 1993


escuela en la enseñanza de la del Ministerio de Educación plantea como
metas de la educación en los territorios
lengua malecu
indígenas la conservación de los idiomas y
la formulación de estrategias para rescatar
Según lo descrito, el común denomi-
las lenguas en proceso de muerte (Rojas,
nador de las políticas lingüísticas en Costa
1997/1998; M.A. Quesada, 1999/2000).
Rica en relación con las lenguas minorita-
Finalmente, el Decreto Ejecutivo n°23489
rias fue, hasta avanzada la segunda mitad
de 1994 crea el Departamento de Educación
del siglo XX, la aculturación de las comu-
Indígena y le asigna las funciones de con-
nidades y la prohibición de que se usara
textualizar el currículo escolar a las carac-
la lengua vernácula en la escuela. M.A.
terísticas y requerimientos de la población
Quesada (1999/2000) señala en este senti-
amerindia, y de promover la educación
do que, durante el siglo XIX y gran parte
bilingüe y pluricultural (Rojas, 1997/1998).
del XX, el sistema educativo costarricense Rojas (2002) señala que en 1997 el
se caracterizó por el centralismo y por la Consejo Superior de Educación, por medio
castellanización como la política lingüística de la Resolución 34-97, incluyó dos asig-
oficial, lo cual se aparejó con la represión naturas en el currículo de las escuelas
(corporal, pero también cultural y psicológi- indígenas: la de idioma indígena (con tres
ca) por emplear las lenguas indígenas. lecciones semanales) y la de cultura indí-
El cambio en la oficialidad parece gena (con dos lecciones semanales). Los
comenzar con el Decreto Presidencial n°1 objetivos del Programa de Enseñanza de
de 1950, que establece la protección y el las Lenguas Indígenas se resumen en revi-
desarrollo del nivel cultural de vida y la talizar y difundir tales idiomas por medio
conservación de las poblaciones indígenas de la educación de niños y jóvenes, desarro-
de Costa Rica. Años después, en 1985, se llar las habilidades expresivas (tanto orales
publica el Decreto n°16619 del Ministerio como escritas) en las lenguas vernáculas,
de Educación Pública, el cual establece un incentivar el aprecio por las muestras de
modelo curricular bilingüe y bicultural. El literatura tradicional, promover la educa-
plan de formación de maestros que siguió ción bilingüe, y facilitar la transición hacia
a este decreto declara la necesidad de el español en las comunidades cuya lengua
enseñar y reafirmar el uso de dos lenguas materna sea la indígena.
y de varias culturas, además del cuidado En teoría, de acuerdo con esta autora,
que debía tenerse para que la cultura y la finalidad principal consiste en fortale-
el idioma del grupo mayoritario no apare- cer las culturas amerindias y la identidad
cieran como dominantes (M.A. Quesada, étnica de las personas, por medio del incen-
1999/2000, 2008). tivo del conocimiento y la revaloración de
Luego, el Decreto Ejecutivo n°18967 las prácticas tradicionales, la historia, los
de 1989 estableció que el estatus de las len- conocimientos ancestrales y la relación con
guas vernáculas sería el de lenguas locales la naturaleza. No obstante, con excepción
y que estas serían consideradas parte del del boruca para primaria y del cabécar y
patrimonio cultural de la nación. Asimismo, el bribri para secundaria, se trabaja con
declaró el apoyo del Estado en la conserva- programas provisionales. Asimismo, se
ción y promoción de las lenguas autóctonas crearon los puestos de maestro de lengua
y encomendó su estudio científico, la difusión indígena y maestro de cultura indígena,
de las literaturas tradicionales, la creación de quienes deben ser hablantes nativos flui-
materiales para la alfabetización y la imple- dos de los respectivos idiomas de las comu-
mentación de la educación bilingüe (Rojas, nidades y formados en las costumbres
1997/1998; M.A. Quesada, 1999/2000). tradicionales de cada pueblo. En el caso
Revista Educación 36(1), 25-43, ISSN: 0379-7082, Enero-Junio, 2012 35

del pueblo malecu, se cuenta en la actua- responsabilidad de enseñarles el idioma


lidad con dos maestros itinerantes (uno ancestral a los niños, sobre todo debido a
de lengua y otro de cultura) que atienden la inoperancia de los hogares en la trans-
la escuela de Margarita y la de Tonjibe, misión de este y a la creencia de que las
mientras que los niños de El Sol aún no asignaturas de idioma y cultura malecus
reciben dicho servicio. sirven para conservar y rescatar la cultu-
Entre los obstáculos relacionados con ra tradicional.
el éxito de estas medidas educativas, Rojas Aunque algunos adultos consideran
(2002) menciona la inexperiencia adminis- que los niños sí están aprendiendo algo
trativa y “mental” para lidiar con la diver- del idioma en la escuela (SG3a, TG1b), la
sidad cultural, la falta de planificación mayoría son sumamente críticos con res-
política y educativa, problemas en la coor- pecto al desempeño de los maestros y con
dinación y delimitación de las funciones de los resultados obtenidos hasta el momento.
cada una de las organizaciones e instancias Asimismo, algunos jóvenes afirman que
gubernamentales involucradas (duplicación mucho de lo que saben lo aprendieron en la
de esfuerzos, contradicción en la toma escuela, total o parcialmente (F2, MG1a,
de decisiones, divisiones internas en las MG1b, SG1, SG2), pero también hay quie-
comunidades), escasez de recursos para la nes declaran que lo que saben no proviene
producción de material educativo en sus tanto de la escuela como de sus casas
diversas fases, y discriminación hacia los (MG1a, TN).
maestros de lenguas indígenas por parte de En cualquier caso, la opinión más
los docentes regulares y autoridades edu- generalizada es que las clases no están
cativas por no contar estos con formación cumpliendo con el objetivo de lograr que
universitaria acreditada para transmitir los niños aprendan malécu lhaíca (F1,
los saberes tradicionales. MG1b, MG2, MG3a, TG2). Las princi-
A tales inconvenientes, Vásquez pales quejas conciernen a la metodología
(2008, p.62) agrega que la iniciativa de (F1, MG3a), el desempeño y la actitud de
incluir las lenguas indocostarricenses en los maestros (F1, MG2, MG3a, TG2), el
el currículo escolar destaca por su carácter desinterés de las jerarquías de las escue-
“estandarizado”, “genérico” y “homogeniza- las (MG2, MG3a), el escaso estatus de las
do”, de manera que se han tratado con las clases de malecu en relación con las demás
mismas estrategias situaciones lingüísti- asignaturas (MG1b, M2) y la veracidad de
cas y culturales muy disímiles. También lo enseñado (MG2, MG3a), referido este
se aprecia escasa fundamentación técnica último aspecto a los intentos de acuñación
y científica en la enseñanza lingüística, de nuevas palabras que el maestro de
carencia de programas didácticos adecua- lengua les enseña a los niños, sin haber
dos para cada caso, y falta de maestros sometido sus propuestas a la aprobación
formados en pedagogía (a lo que se suma consensuada por las comunidades.
su deficiente manejo de los sistemas de Más puntualmente, se insiste en que
escritura de las lenguas vernáculas). A en la clase de malecu únicamente se ense-
pesar de todo esto, Rojas (2006) expone que ñan palabras sueltas, se expone que los
las actitudes hacia la enseñanza de las len- maestros no hablan malecu fuera de la
guas indígenas en Costa Rica parecen ser clase, se resalta que la Dirección de la
positivas, tanto de parte de los padres como Escuela de Margarita no tiene interés por
de los mismos alumnos indocostarricenses. la lengua vernácula, se enfatiza que la
En el presente, en lo que respecta al asignatura de malecu funcionaría mejor si
papel de la escuela en la conservación de tuviera más lecciones y se tomara más en
su lengua vernácula, los malecus frecuen- serio, y se asevera que los maestros no son
temente le asignan a esta institución la claros en cuanto a lo que esperan de las
36 Revista Educación 36(1), 25-43, ISSN: 0379-7082, Enero-Junio, 2012

tareas ni muestran una actitud receptiva llegan a emplear nunca en construcciones


para atender las dudas de los padres. con alguna función pragmática.
Los siguientes jóvenes de Margarita Por su parte, los maestros señalan
(F1) se refieren al problema de que la ense- que uno de sus principales problemas con-
ñanza escolar no brinda las herramien- siste en no contar con programas de estudio
tas para entablar una conversación en el ni materiales didácticos adecuados, pero,
idioma autóctono. Básicamente, entonces, sobre todo, achacan el relativo fracaso de
aluden a un método que no prepara a los la labor escolar al desinterés de los padres
niños para el uso efectivo de la lengua y con respecto al aprendizaje de la lengua y
que ni siquiera los capacita para producir y la cultura tradicionales por parte de sus
comprender oraciones, sino que se limita a hijos. En el siguiente fragmento, uno de los
enseñar palabras sueltas: maestros expone cuál es su visión acerca de
los logros alcanzados y cómo afecta el des-
A: (…) en las escuelas sí se enseña el malecu / interés y poca colaboración de los padres en
pero si se enseñara al cien por ciento puede la proba- los resultados de su labor:
bilidad de que tal vez se rescate / que el malecu tienda
a durar más / pero el malecu ya / se enseñan unas que
(…) en Margarita y El Sol / se estaba perdiendo /
otras palabras / nada más / no se enseña así como que
cuando yo llegué en el: noven- / este / noventa y seis
si fuera todo fluido / como el inglés / que va usted a
/ yo llegué en esa escuela / a pesar que soy de la
las clases y que todo lo tenía que hacer hablado / no /
comunidad / de las tres comunidades pero / radica-
el malécu lhaíca ya son solo palabras / así
do yo aquí en Tonjibe / yo llegué / el primer día / y
B: porque / de hecho usted va adonde uno de
cuando saludé al grupo de niños / todos estos niños
esos chiquitos que le enseñan el malécu lhaíca / ellos
no contestaron nada en malecu / es preocupante /
no te dicen una oración completa / o cinco minutos /
y: sentí triste / me senté / dije yo “voy a sentarme a
ellos no te hablan cinco minutos malecu / para mí eso
llorar” / cómo realmente Margarita que está poco / a
es un / un método obsoleto / como dice / ese método
dos kilómetros de Tonjibe / se estaba yendo el idioma
para mí no sirve / eh / sí le enseña algunas palabritas
/ sin embargo fui duro / yo le di- / le pedí un tiempo
/ algunos animalillos así / pero digamos que / que le
prudente al Ministerio de Educación / le digo / “en
digan / que yo vaya “¿má jué capíya miunh maráma?
tres años / yo le voy a recuperar / una parte / de lo
/ ¿írre orróqui irrjóye unh maráme? / ¿írre misa
que quizás está perdiendo en Palenque Margarita
octenh? / ¿má jué póti malécu lhaíca uráje?” [[¿cómo
/ efectivamente / tres años más tarde / ya / logré
están? / ¿qué están haciendo? / ¿cómo se llama su
que los chiquitos dijeran / “buenos días” en malecu
papá? / ¿usted sabe (hablar) malecu?]] / ya una con-
/ “¿cómo está?” / eh: / identificar que son el malecu
versación así ya no me lo van a responder (…)
/ que no se avergüence de / de su propio idioma /
identidad / y hoy estamos en: / este: / dos mil / diez
Pese a que, en apariencia, B se refie- / que en Margarita ya tengo niños que realmente
re a la imposibilidad de construir “oracio- habla el malecu / algunos eh: / que no son indígenas
nes”, en realidad no está aludiendo a que / hablando el malecu / pero el problema más grande
en la clase de malecu debería enseñarse NO está del maestro / el el problema está en la casa
/ el maestro indígena / el campo que me corresponde
gramática, sino a que los niños no pueden / yo lo que soy es un: simple este / facilitador / en
engarzar las palabras que aprenden de los tres lecciones que tengo en ello por semana /
modo aislado en estructuras morfosintácti- entonces / simple apoyo para ello / el trabajo total de
cas que sirvan para comunicarse en la vida la educación del habla malecu está en los padres de
cotidiana mediante un discurso continuo, familia / si ellos no lo ayuda ahí / estamos perdidos
/ cuando hablamos de que quién es el malecu / quién
de ahí que afirme “ellos no te hablan ni habla / todo el mundo en Margarita Tonjibe El Sol
cinco minutos malecu” y “una conversación dice / “yo / soy hablante malecu” / pero: / “¿qué pasa
así ya no me lo van a responder”. En el con su hijo en la escuela?” / o sea que no colabora con
fondo, se subraya la falta de un método los este: / los hijos en la escuela / entonces estamos
que propicie el desarrollo de la competencia ahí / si el papá no tiene interés / peor el niño / aunque
el maestro desea que lo hable cien por ciento / pero
comunicativa y se critica la concentración sin embargo / yo veo que se ha logrado este / eh: /
de la clase de malecu en la enseñanza de rescatar un poco del idioma que está perdiendo en
palabras descontextualizadas que no se Margarita / El Sol /
Revista Educación 36(1), 25-43, ISSN: 0379-7082, Enero-Junio, 2012 37

En lo que respecta a la metodología, revitalización del malécu lhaíca. De hecho,


cabe resaltar que la carencia de formación nuestros datos de observación directa con-
de los maestros en didáctica de lenguas, firman la impresión de los participantes
la ausencia de programas de estudio y la en cuanto a que los jóvenes se gradúan
práctica inexistencia de materiales didác- de la escuela sin haber adquirido siquiera
ticos apropiados claramente se han cons- una competencia lingüística mínima. Por
tituido en tres de los factores principales lo demás, su competencia comunicativa se
para que la incorporación del malecu en el limita a unas cuantas rutinas de interac-
currículo escolar haya tenido un reducido ción (básicamente saludos, despedidas y
impacto en el aprendizaje de la lengua formas para decir el nombre y para pre-
vernácula, al menos en lo relativo al incre- guntar por este) y es evidente que no son
mento de la competencia lingüística de los capaces de entablar una conversación en
niños y jóvenes. malecu ni tampoco pueden leer o escribir
Según lo declaran varios participan- en el idioma vernáculo.
tes, en la clase de lengua malecu se ense- En relación con los problemas de
ñan palabras y la construcción de algunas índole metodológica, dos aspectos más
oraciones (F2, MG1a, MG1b, TG1a, TG1b, requieren de nuestra atención. Por un
TN), así como historias y cantos tradiciona- lado, como ya lo señalamos, no existe pre-
les (MG1a, SG1, TG1a), pero el aprendizaje paración de los maestros en didáctica de
siempre pasa por el filtro de la traducción segundas lenguas, pese a que el malecu
al español. Es decir, los contenidos de debería enseñarse en tal modalidad. Por
aprendizaje son básicamente tres: vocabu- otro, el “argumento de la epistemología
lario aislado, oraciones hechas y estudio interna” parece obstaculizar también la
de textos tradicionales, sin mayor sistema- participación de especialistas externos a
ticidad en lo que respecta a la enseñanza la comunidad. Con respecto al primer
de las destrezas lingüísticas y del sistema aspecto, nos parece fundamental comentar
gramatical. La evaluación parece basarse un problema mencionado por Rojas (2002),
también en la comprobación del aprendizaje con el fin de comprender la dificultad que
de vocabulario y en la traducción. engloba la implementación de programas
A la disconformidad expresada por educativos encaminados a incorporar las
muchos de los participantes con respecto a lenguas indígenas costarricenses en los
que en las clases se enseñan “inventos” del currículos oficiales:
maestro, palabras que en realidad “no exis-
ten” (MG1a, MG2, TG1b, TG2), lo que pro- [L]a forma de aprender y enseñar, así como las nor-
voca confusión, desinterés y rechazo por la mas de interacción propias de las culturas indígenas,
asignatura de parte de los niños, se suma han sido poco estudiadas, por lo que se ha entendido
otra actitud negativa: la consideración de que el docente de lengua indígena debe enseñar y
evaluar como lo hacen los otros maestros, que la len-
las clases como aburridas por la monotonía gua indígena debe enseñarse tal y como se enseñan
del método y la repetición constante de las lenguas modernas y que la integración de estos
los mismos contenidos (F2, MG1a, MG1b, docentes a las escuelas debe estar regida por las nor-
TN, TG1a). Sin embargo, algunos tam- mas de interacción occidentales. (Rojas, 2002, p.184)
bién declaran sentir gusto e interés por la
asignatura (MG1a, MG1b, TN) y, en gene- Rojas da a entender que las clases de
ral, se valora positivamente que la lengua lengua indígena deberían basarse en los
vernácula se haya incorporado al currículo principios de enseñanza-aprendizaje tradi-
escolar (MG1c, SG2, SG3a). cionales de la cultura y no seguir los pará-
De acuerdo con lo expuesto, no pare- metros de enseñanza de segundas lenguas;
ce que la escuela esté teniendo mucho sin embargo, quiérase o no, la incorpora-
impacto en el intento de preservación y ción de las asignaturas de idioma vernáculo
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y cultura ancestral en los currículos escola- que la transmisión “natural” de la lengua y


res responde a una tradición occidental del la enseñanza tradicional del arte verbal se
aprendizaje, así que –en nuestra opinión– interrumpieron desde hace años y no pare-
resulta normal que la lengua indígena, ce fácil revitalizarlas en las condiciones de
al ser insertada en este nuevo contexto vida actuales.
educativo, se enseñe como cualquier otro Nuestra argumentación no debe
idioma. Es decir, la didáctica de las len- interpretarse como una defensa de lo que
guas indígenas como segundas lenguas (o Sachdev y Hanlon (2000/2001) denominan
primera lengua, en el caso de que todavía la “orientación a la transmisión” en la
sean adquiridas por los niños en entornos metodología europea de enseñanza formal
“naturales”) constituye la vía adecuada a de idiomas frente a la enseñanza tradicio-
seguir cuando se produce su inserción en el nal. En la orientación a la transmisión,
currículo de las instituciones educativas de se enfatiza el aprender “sobre” la lengua
origen occidental y, por lo tanto, los maes- en vez de privilegiar la tradición oral, el
tros indígenas deberían recibir formación aprendizaje informal y el uso de las len-
en didáctica de segundas lenguas. guas en situaciones cotidianas. En el caso
Ciertamente ello no implicará que se de los malecus, no parece producirse en la
logren niveles de adquisición altos ni que escuela tal orientación a la transmisión,
se revitalice su empleo dentro de la comuni- pero el problema es que tampoco se sigue
cación cotidiana, pero al menos se les esta- un programa sistemático ni planificado de
rá dando el mismo estatus que cualquier enseñanza lingüística.
otro idioma que se estudie en la educación En lo concerniente al argumento de
formal y se seguirán los mismos métodos la epistemología interna, como lo expone
modernos de didáctica de segundas lenguas. Verkuyten (2006), es común la creencia de
Pretender lo contrario no solo actuaría en que únicamente los miembros de un mismo
desmedro de los intentos de planificación grupo social son capaces de comprender su
del estatus de tales idiomas, sino que, sobre situación, su historia y sus emociones, y de
todo, nos conduciría a una contradicción que, por ende, los investigadores o agentes
insalvable: ¿por qué queremos incorporar que no pertenecen al grupo no pueden
una asignatura de lengua indígena en el entender qué significa sufrir la discrimi-
currículo escolar si lo que se pretende es que nación o vivir en dos culturas, por ejem-
esta se enseñe y aprenda según los paráme- plo. Este argumento solo aparece de modo
tros de adquisición informal? insinuado en dos entrevistas (MG3a, M2),
Si lo que se persigue es la adquisición pero la observación directa reveló que es
“natural” o “informal” (Krashen, 1981), relativamente habitual entre los malecus
se requeriría reactivar los mecanismos de cuando estos tratan el tema de su cultura.
“instrucción” tradicionales: la transmisión En este caso, la proposición ideológica sería
intergeneracional del idioma en contextos “solamente los malecus pueden entender,
cotidianos de comunicación participativa enseñar o aprender bien la lengua verná-
(semejante, de cualquier manera, en todas cula y la cultura tradicional”. Por ello, el
las sociedades humanas) y la enseñanza de maestro de cultura aduce que los asesores
los textos del arte verbal de acuerdo con del Ministerio de Educación no pueden
los criterios tradicionales (en el caso de los llegar a capacitarlos sobre técnicas para
malecus: como patrimonio exclusivamente enseñar lengua y cultura porque no saben
familiar, transmitidos a los niños durante hablar malecu.
la noche o en los descansos de la faena en El argumento de la epistemología
el campo, y memorizados por los aprendices interna es legítimo en tanto se tome c como
tras escucharlos tan solo tres veces). El una llamada de atención para que el inves-
principal escollo a este respecto radica en tigador o agente externo a la comunidad se
Revista Educación 36(1), 25-43, ISSN: 0379-7082, Enero-Junio, 2012 39

preocupe por comprender el marco concep- Por este motivo, la incidencia de la


tual y experiencial de los individuos y de escuela no puede resumirse en su labor
los grupos con los que trabaja, pero puede represiva, pues con ello estaríamos sim-
convertirse en un serio obstáculo cuando plificando en extremo su papel y, sin duda
se emplea como excusa para descartar la alguna, estaríamos obviando la compleji-
participación de “foráneos” en los proyectos dad del entramado ideológico que subyace
o iniciativas, o para negarse a recibir ase- a su razón de existir. Si bien la represión
soría experta. física y psicológica del uso de las lenguas
En todo caso, lo más importante es indocostarricenses, la prohibición expre-
que no se tiene conciencia de que la clase sa de hablarlas, ha tenido un impacto
de idioma malecu no podrá per se incidir sumamente negativo en su mantenimiento,
mucho en su conservación o revitalización. como se evidencia en los testimonios de
De hecho, los resultados parecen ser bas- individuos procedentes de diversos pueblos
tante desalentadores, a juzgar por la pre- indocostarricenses, no debemos olvidar que
caria situación de la lengua en el presente quizás más importante aún ha sido la
(Sánchez, 2011), a más de una década de hispanización lingüística y cultural de los
hacer iniciado el programa de enseñanza grupos con culturas y lenguas distintas a
formal en Margarita y Tonjibe. Es decir, la hispánica, que ha supuesto la pérdida de
en las condiciones de vida actuales, la la especificidad cultural e histórica de los
escuela no logrará hacer lo que los hoga- pueblos amerindios en Costa Rica, como lo
res no hacen: transmitir el malécu lhaíca, muestra el caso de los malecus.
crear hablantes competentes y restituir Si bien la incorporación de las len-
su empleo en la comunicación cotidiana guas amerindias en el currículo escolar
intraétnica. de los territorios indígenas constituye un
En este sentido, urge determinar cambio radical en la política lingüística
con la comunidad cuáles son los objetivos oficial del Estado costarricense, es bastan-
que se desean alcanzar con la asignatura te improbable que se lleguen a alcanzar
de lengua malecu y, sobre todo, diseñar resultados positivos en cuanto a la conser-
en conjunto medidas más eficaces para el vación o revitalización de tales idiomas, no
mantenimiento o revitalización de su idio- solo por la escasez de recursos didácticos
ma ancestral. y económicos, por la inexperiencia o las
limitaciones diversas con que se enfrentan
los actores involucrados o por la falta de
4. Conclusiones formación de los maestros en enseñanza de
segundas lenguas, sino en especial porque
En las teorizaciones sobre la muerte de la escuela no puede sustituir los espacios
lenguas, se suelen citar las políticas lingüísti- de socialización lingüística cotidiana en los
cas, expresas o tácitas, como uno de los facto- que normalmente se produce la adquisición
res más importantes que promueven la reduc- de los idiomas vernáculos. Así lo demues-
ción de la diversidad lingüística (Crystal, tra el caso de la lengua malecu.
2001; Hagège, 2002; Tsunoda, 2005). Sin
embargo, probablemente más importante aún
es la labor realizada por la escuela en la Notas
implantación y reproducción de las ideologías
hegemónicas, así como en la promoción de las 1 Durante el tiempo que tomó el análisis
lenguas de los grupos dominantes en desme- de los datos presentados en este artí-
dro de los idiomas de los grupos minoritarios culo, el autor contó con una beca de
(Skutnabb-Kangas, 2000). la Agencia Española de Cooperación
40 Revista Educación 36(1), 25-43, ISSN: 0379-7082, Enero-Junio, 2012

Internacional para el Desarrollo. estos como incivilizado e inservible


Para el trabajo de campo, contó con para la enseñanza formal o para la
el apoyo de la Universidad de Costa transmisión de saberes sofisticados.
Rica. Deseo agradecerle al M.L. Esta misma represión se documenta
Henry Angulo Jiménez por corregir para los pueblos chocó (Pardo, 1997),
la traducción del resumen al inglés y las etnias de la Amazonía colombia-
a la M.L. Patricia Guillén Solano por na (Aguirre y Reinoso, 2006), los
la revisión filológica del texto. navajos (House, 2005), los kaqchikel
2 Algunos fragmentos de ejemplo cons- (Garzon, Brown, Richards y Ajpub’,
tan de más de una intervención, dado 1998) y los quechuas (Howard, 2007).
que participan dos o más hablantes, 4 Así se infiere del contenido de las
incluyendo al moderador. Cuando actas de los cuatro Seminarios de
esto ocurre, cada intervención se las Escuelas Indígenas de 1953.
introduce con una letra mayúscula Por ejemplo, en el acta del cuar-
de la A a la E y, en el caso del inves- to seminario, realizado en Salitre,
tigador, sus intervenciones se seña- se aprecia con facilidad que los
lan con I. En los ejemplos se sigue idiomas vernáculos, y especialmen-
la ortografía regular del español y te el monolingüismo infantil en
la ortografía práctica del malecu ellos, se conciben en realidad como
(Constenla, 1998). Las claves de barreras para alcanzar los propósi-
transcripción son las siguientes: / tos pedagógicos: “Don Tito Acosta
(pausa breve o linde entre enun- nos habla sobre Metodología de la
ciados), // (pausa prolongada), [ ] Composición en todos los grados
(habla simultánea en el interior de de la Escuela Primaria. Hizo inte-
una intervención), <[ ] (habla simul-
resantes recomendaciones basadas
tánea iniciada al final de la inter-
en su larga práctica como maestro
vención del participante anterior),
de las Escuelas Indígenas. “En
MAYÚSCULA (énfasis del hablante:
el primero y segundo grados -dijo
mayor volumen de voz, pronuncia-
don Tito- el asunto es más delica-
ción marcadamente segmentada), { }
do tratándose de alumnos indíge-
(comentarios del transcriptor), (XX)
nas, que llegan hablando dialecto
(fragmento ininteligible), (( )) (trans-
y pensando en dialecto y a veces ni
cripción dudosa), (…) (fragmento de la
en dialecto.” Recordemos -agregó
grabación omitido), - (truncamientos
el señor Acosta Corella- que en
de palabras), : (alargamiento de seg-
mentos fónicos), cursiva (fragmentos dialecto no hay artículo, número
en malecu), [[ ]] (traducción al espa- ni género; hay escasas palabras de
ñol de los fragmentos en malecu), “” relación y además ellos tienen cons-
(fragmento de discurso directo, casi trucciones diferentes.” (Ministerio
siempre en un relato conversacional), de Educación Pública, 1953, p.359).
«» (fragmento de discurso directo
dentro de otro discurso directo).
3 La situación parece ser general en Referencias bibliográficas
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