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UNIVERSIDAD ABIERTA INTERAMERICANA

FACULTAD DE MÉDICINA Y CS. DE LA SALUD


LIC. KINESIOLOGÍA Y FISIATRÍA

“YESOS”

Cátedra: Terapéutica en Traumatología

Docente: Lic. Levy, Raquel


Docentes auxiliares: Lic. Bertune, Noelia
Lic. Sgrilli, Ma. Elina

-2011-
TERAPÉUTICA EN TRAUMATOLOGÍA -2011-

¿QUÉ ES UN YESO?
El yeso sirve para mantener en su lugar un hueso roto mientras se consolida. Además
ayudan a prevenir o a disminuir las contracciones musculares y son eficaces para
inmovilizar, especialmente después de una cirugía. Inmoviliza las articulaciones que se
encuentra por encima y por debajo de la zona que se debe mantener derecha e inmóvil.

¿DE QUÉ ESTÁN HECHOS LOS YESOS?


La parte exterior, o dura, del yeso puede estar hecha con dos materiales diferentes: yeso
(de color blanco) o fibra de vidrio (disponible en diversos colores, patrones y diseños).
La parte interior del yeso se reviste con algodón y otros materiales sintéticos para hacerlo
mullido y acolchar las áreas óseas.
El los yesos de fibra de vidrio se pueden utilizar revestimientos sumergibles especiales.

VENDAJES ENYESADOS.
El conocimiento de hechos básicos en el manejo de los vendajes enyesados forma parte
ineludible de los procedimientos terapéuticos que cualquier médico debe dominar. Son
innumerables las circunstancias en las cuales el uso de un método de inmovilización
resulta imperioso y obligado y el médico no puede eludir la responsabilidad del
tratamiento urgente de ese paciente.
Se debe tener clara conciencia que un vendaje enyesado en una circunstancia de
emergencia, no sólo se constituye en el mejor tratamiento del dolor de una fractura, sino
que, además, puede prevenir desplazamiento de fragmentos óseos, exposición del foco y
compromiso vascular o nervioso por acción de fragmentos movibles, entre otros.
También sigue subsistiendo como parte esencial en el tratamiento definitivo de muchas
fracturas, que por su simplicidad pueden y deben ser atendidas por un médico no
especialista.

Tipos de vendajes de yeso.


En la práctica son usados tres tipos de yeso:
 Vendaje de yeso almohadillado.
 Vendaje de yeso no almohadillado.
 Valvas o férulas enyesadas.
En determinadas circunstancias, suelen usarse inmovilizaciones de yesos de modelos
muy especiales, para cumplir objetivos muy precisos.
Así son los yesos articulados a nivel de rodilla o codo que, junto con inmovilizar un
segmento esquelético, permiten el uso de la articulación. Otros se extienden
exclusivamente al segmento óseo fracturado, dejando libre o semi-libre las
articulaciones proximales o distales.

Variedades de vendajes enyesados.

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 Yeso tóraco-braquial: Incluye todo el MS enfermo,


desde el hombro hasta la mano, además comprende el
tronco y abdomen, apoyándose ampliamente en las
crestas ilíacas. El MS queda en una posición estándar
(brazo en abeducción de 70º, anteversión de 30 a 40º,
rotación intermedia). Con estos ángulos, la mano queda
por delante del mentón y separado de él por uno 25 a 35
cm. Se utiliza en luxaciones de hombro o después de una
cirugía en la zona del hombro.

 Yeso aeroplano: similar al yeso toracobraquial, con la diferencia que se agrega una
barra que se extiende desde la axila hasta el tórax, quedando el yeso en posición
de “aeroplano”.

 Yeso minerva: Se aplica alrededor del cuello y el


tronco. Se utilizan luego de una cirugía de cuello o
de la zona superior de la espalda.

 Yeso antebraquiopalmar: Quizás sea la inmovilización


más frecuentemente empleada en la práctica diaria.
Comprende en su parte proximal, 2 a 3 cm por debajo
del pliegue anterior de flexión del codo y distalmente
termina por encima de las articulaciones metacarpo-
falángicas y a nivel del pliegue de flexión palmar. Se
utilizan en fracturas de muñeca o antebrazo, también
para mantener en su lugar los tendones y músculos del antebrazo o muñeca luego
de una cirugía.

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 Yeso braquiopalmar: Comprende por arriba, el plano


del borde inferior de la axila y termina por debajo
inmediatamente por encima de la articulación
metacarpo-falángica y a nivel del pliegue de flexión
palmar. La muñeca queda inmovilizada en ligera
flexión dorsal y en rotación neutra. El codo en flexión
de unos 100º; prono-supinación neutra. Se utilizan
en fracturas de brazo, codo y antebrazo y para
mantener en su lugar tendones y músculos después
de una cirugía.

 Yeso cilíndrico para el brazo: Se aplica desde la parte superior del brazo hasta la
muñeca. Se utilizan para inmovilizar tendones y músculos luego de una cirugía o
luxación.

 Bota corta: Abarca desde la base de macizos


de los platillos tibiales, tuberosidad anterior
de la tibia y por detrás a unos tres a cuatro
traveses de dedos bajo el pliegue de flexión
de la rodilla. Por debajo incluye todo el pie
hasta la base de los ortejos y se prolonga por
la planta hasta debajo de los dedos, que
tienen así una plataforma donde apoyarse. Se utilizan en fracturas de la parte
inferior de la pierna, fracturas o esguinces/distenciones de tobillo severas; además
para mantener en su lugar tendones y músculos de la pierna o el pie después de
una cirugía para permitir su consolidación.

Bota corta con taco de marcha.

 Bota larga: Incluye todo el miembro inferior, que abarca por arriba desde el
pliegue inguinal, región trocantérea y, por detrás a nivel del plegue glúteo. Termina
en su extremo distal incluyendo todo el pie; su límite inferior, en la cara dorsal del
pie, llega hasta la raíz de los dedos y por cara plantar hasta 1 a 2 cm más allá de la
punta de los dedos. Se utilizan en fracturas de la parte inferior de la pierna o la
rodilla, luxaciones de rodilla o después de una intervención quirúrgica en la zona
de la pierna o rodilla.

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Rodilla en discreta flexión, muy bien


modelado por sobre los cóndilos
femorales, en torno a la rótula, bajo
los macizos de los platillos tibiales,
TAT, maléolos peróneo y tibial,
marcando cuidadosamente los
surcos pre, retro e inframaleolares.

 Rodillera de yeso.

 Corset de yeso: Presenta tres puntos de apoyo:


esternal, pubiano y lumbar. Está indicado en
enfermos que, por su especial patología han
permanecido en cama durante un tiempo
prolongado, lo cual obliga a tomar decisiones,
considerando la posibilidad cierta que su capacidad
para mantenerse de pie esté disminuida (hay atrofia
muscular y pérdida de la capacidad de equilibrio).
En estas condiciones, puede no tolerar la
bipedestación, ni el peso del yeso, ni el calor que
desprende el vendaje. La consecuencia lógica y
visible es la lipotimia y caída al suelo. Por dicha
razón, el enfermo debe ser entrenado desde varios días antes en tolerar la posición
sentada, de pie y luego caminar. Sólo cuando su tolerancia sea óptima y segura, se
procede a la colocación del corset. El corset se extiende por arriba desde el
esternón, desciende hacia atrás por debajo de las axilas y termina a nivel del
vértice de los omóplatos. Distalmente llega por delante, a nivel de la sínfisis
pubiana, asciende a lo largo de los pliegues inguinales y termina por atrás a nivel
de la zona lumbosacra. El corset ofrece tres puntos de apoyo al tórax y su columna:
por delante el mango del esternón y el pubis y por detrás la región lumbar.

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 Yeso pelvipédico unilateral: Se extiende por arriba a lo largo de


una línea que circunscribe el tórax, desde por debajo de las axilas
y cubre la cara anterior del tórax. Por debajo llega
inmediatamente por encima de los maléolos peróneo y tibial o
incluye el pie. Se utilizan en fracturas de muslo y para mantener
en su lugar los tendones y músculos de la cadera o el muslo
después de una cirugía para permitir su consolidación.

 Yeso pelvipédico bilateral: Se aplica desde el pecho hasta los pies,


colocándose una barra entre ambas piernas para mantener las
caderas y las piernas inmovilizadas. Se emplean en fracturas de
pelvis, cadera o muslo, así como también para mantener en su lugar
tendones y músculos en su lugar luego de una cirugía.

 Yeso pelvipédico corto: Se coloca desde el pecho hasta los muslos


o las rodillas. Se utiliza para mantener en su lugar los tendones y
los músculos de la cadera después de una cirugía para favorecer
su consolidación.

 Yeso calzón: se aplica desde el pecho hasta el pie de una pierna y


hasta la rodilla de la pierna contralateral. Se coloca una barra
entre ambas piernas para mantener las caderas y las piernas
inmovilizadas. Se utilizan en fracturas de muslo y par mantener en
su lugar tendones y músculos de la cadera o el muslo luego de
una cirugía para permitir su consolidación.

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 Bota de yeso desrrotadora: se coloca desde la parte superior de los muslos hasta
los pies. Se emplea una barra entre ambas piernas para mantener las caderas y las
piernas inmovilizadas. Se usa par mantener en su lugar tendones y músculos en su
lugar luego de una cirugía y así permitir su consolidación.

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CONTROL Y CUIDADO DEL ENFERMO ENYESADO


Cualquiera haya sido la causa que motivó la colocación del yeso, es obligación del médico
vigilar la evolución del proceso. Ésta se hace imperiosa cuando el yeso ha sido colocado
como tratamiento de una fractura, luxación o como complemento de una intervención
quirúrgica.
Aspectos que deben ser evaluados:
 Buena circulación del miembro enyesado.
 Correcto grado de sensibilidad.
 Ausencia de edema.
 Dolor tenaz, inexplicable, persistente, especialmente si es referido a un sector fijo
del miembro enyesado; más aún si corresponde a una zona de prominencia ósea.
 Buena movilidad de los dedos.
 Ausencia de molestia o dolor en relación a los bordes proximal o distal del yeso.
El control es obligatorio dentro de las primeras 24 horas de colocado el yeso. En caso de
no presentarse manifestaciones adversas que corregir, el control debe seguir realizándose
cada 7 o 10 días.
El efecto psicológico de esta preocupación del médico por su enfermo, forma una parte
muy importante para el tratamiento.

RETIRO DEL YESO


El yeso debe ser retirado con calma, tranquilidad y paciencia. La línea de corte debe
realizarse sobre partes blandas, luego de realizado el corte de toda la pared del yeso, se
debe entreabrir con un separador de yeso y pinzas de Wolf. Luego se buscará una segunda
línea de corte y se abrirán los ángulos a nivel de tobillo o codo. Por último, lavar la piel y
aconsejar la aplicación de una crema lubricante.

En casos de emergencia:
Se deberá abrir un surco superficial a lo largo de todo el yeso,
luego dejar escurrir por él, jugo de limón o vinagre, ya que el ácido deshace el yeso. Se
procede al corte del yeso con un instrumento cortante, cuidadosamente; por último, se
deberá entreabrir el yeso.

COMPLICACIONES DEL YESO


Las complicaciones ocurridas en un enfermo enyesado no son debidas al yeso mismo, sino
que son producidas por un empleo defectuoso o descuidado del mismo.

Complicaciones locales:
Síndrome de compresión: es la más grave. Puede producirse sólo como una simple
compresión, propia de un yeso apretado. Descuidada, no advertida o no tratada puede
llegar a la gangrena de los dedos de la mano o pie. Las causas son yeso colocado apretado

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por la mala técnica (causal excepcional); yeso colocado en un miembro que ha sufrido una
lesión reciente (el edema sorprende al miembro dentro de un yeso inextensible y se
produce la compresión); yeso POP inmediato y edema post-quirúrgico; una o varias vueltas
de yeso por error de técnica, que fueron colocadas más apretadas que otras; compresión
por infección tardía en una herida traumática o quirúrgica dentro de un yeso (el cuadro d
compresión puede ser tardío, pero muy rápido en su desarrollo).
Signos:
 Dedos levemente cianóticos;
 Discreto edema que borra los pliegues digitales;
 Sensación de dedos dormidos;
 Hipoestesia;
 Palidez discreta;
 Dedos fríos.
Ante la presencia de cualquiera de estos signos, se deberá realizar un control cada 15 o 30
minutos. Dedos color morado, fríos, insensibles, edematosos son signos de gangrena.
La conducta a seguir es la siguiente:
 Abrir el yeso de un extremo al otro.
 Entreabrir el yeso cortado.
 Verificar con la vista y el pulpejo del dedo que todas las vueltas del yeso fueron
seccionadas.
 Colocar algodón n la abertura del yeso, para evitar el edema de ventana.
 Elevar el miembro enyesado.
La sensación de compresión se recupera rápidamente, el color normal de la piel y
desaparece la sensación de adormecimientos de los dedos. A pesar del tratamiento
realizado, el enfermo deberá ser controlado cada 15 minutos por 1 a 2 horas más. Si los
signos de compresión desaparecen, el problema se ha solucionado.
Si a pesar de lo anteriormente descripto, los signos de compresión persisten o se agravan,
puede suceder dos cosas: 1) los vasos venosos o arteriales están comprometidos por
compresión, trombosis, espamo, etc.; 2) se está desarrollando un síndrome
compartimental. En cualquiera de ambos casos, la resolución es sometiendo al paciente a
procedimiento quirúrgico.

Escaras por decúbito:


Se pueden producir por:
 La compresión de una superficie o pliegue duro y cortante del yeso contra la piel.
 Un repliegue del yeso, una venda que formó un relieve acordonado, los dedos del
ayudante que sujetan el yeso sin el apoyo de toda la palma de la mano o el yeso a
nivel del talón que es sostenido con fuerza y compresión.
 Defectuoso modelado del yeso sobre y en torno a las prominencias óseas (la
superficie profunda del yeso no moldeado, comprime la piel contra la prominencia
ósea subyacente y además permite el roce del yeso contra la piel, siendo la
aparición de la escara inevitable).

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 El yeso fraguó comprimido contra una prominencia ósea, por ejemplo, la compresión
que se ejerce inadecuadamente a nivel de los maleolos tibial y perineal en la
reducción e una diástasis de la mortaja del tobillo; o, también en el caso de que el
yeso, aún blando se deposita sobre la superficie dura de la mesa de enyesado, y
por ende, el yeso comprime sobre la superficie del talón.
 El movimiento de flexión o dorsal cuando el yeso está en proceso de fragüe,
determina la formación de un pliegue duro y cortante, que comprime las partes
blandas a nivel del hueco poplíteo o de la cara anterior de la articulación del
tobillo.
 Falta de protección con un adecuado acolchado, sobre las prominencias óseas.

Edema de ventana:
Se producen en los siguientes casos:
Yeso antebraquiopalmar o botas que quedaron cortas en el extremo distal, el yeso
cubrió hasta la mitad del dorso del pie o de la mano. El segmento distal, libre de yeso,
se edematiza. Con frecuencia ha sido el propio enfermo quien va recortando el borde
libre del yeso, creyendo aliviar la situación. Es un error, ya que el edema se acrecienta
mientras más aumenta la superficie descubierta.
Si se abre una ventana n la continuidad del yeso, y no se protege con un vendaje
compresivo, el edema es inevitable. También es un error ampliar la ventana, ya que el
edema crece inexorablemente.
El cuadro se complica cuando por una compresión ejercida sobre la piel por el reborde
de la ventana, se produce una erosión o una úlcera, éstas se infectan y se agrega el
edema por el reborde de la infección.
Conducta a seguir dejar al enfermo en reposo con el miembro elevado y vendaje
compresivo sobre la superficie del edema.
Cuando el edema se haya reducido se deberá cerrar la ventana protegiendo la piel con
un apósito blando o prolongar el yeso hasta cubrir el dorso de la mano o del pie.

Todo enfermo sometido a un vendaje enyesado obliga a un control permanente. En un


principio a las 12 o 24 horas, luego, sino no hay signos de compresión o de otra
complicación, se continúa el control una o dos veces por semana hasta el fin del
tratamiento. Si existe riego de edema el control debe ser riguroso, hasta puede llegar a
requerir hospitalización para detectar desde el principio los signos de compresión.

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