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CICLOS

ECONÓMICOS
Tema de la Cartilla
Mapa conceptual

Ciclos económicos

Kondratief: Ciclos
mayores, medianos y
menores

Real business Cicles .

Modelos
poskeynesianos
Modelos alternativos

Objetivo General.
Comprender la naturaleza y dinámica de los ciclos económicos.

Competencias

Del saber:
Realiza comparaciones de trayectorias de crecimiento económico entre países
Del hacer:
Maneja matemáticamente algunos de los modelos centrales de ciclos económicos
Del Ser:
Es metódico en la revisión de los contenidos.

2 [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
CICLOS ECONÓMICOS

KONDRATIEF: CICLOS MAYORES, MEDIANOS Y MENORES

Se denomina ciclo económico a los periodos de expansión y contracción que experimenta el


nivel general de actividad de un país, hecho que ocurre en horizontes temporales de mediano
plazo. Por nivel general de actividad debemos entender las magnitudes de la producción, el
empleo, los ingresos, la inversión y el crédito, principalmente, que en determinados momentos
existen en el conjunto de la economía. Un ciclo económico está conformado por la unión, en el
tiempo, de dos de dichos periodos de expansión y contracción, tal como se ilustra en la
siguiente figura donde aparece una curva estilizada del comportamiento del nivel general de
actividad. Nótese en dicha figura que este nivel general de actividad se mide en las ordenadas
del gráfico, mientras que en las abscisas se hace transcurrir al tiempo.

No es sencillo definir un ciclo de crecimiento. Desde el punto de vista analítico, el estudio de los
procesos de crecimiento económico se ha realizado en tres niveles:

i) Crecimiento a largo plazo, por un lapso de 50 años o más.


ii) Crecimiento a mediano plazo, que comprende períodos de 10 a 30 años.
iii) Fluctuaciones de crecimiento a corto plazo (ciclo de alta frecuencia), que serían ciclos
económicos de hasta 4 años.

Diversos estudios sobre la duración de los ciclos económicos coinciden más o menos en el rango
de años para cada categorización de los plazos. Por ejemplo: Business Cycles. A Theoretical,

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Historical, and Statistical Analysis of the Capitalist Process identifica por lo menos tres ciclos: un
ciclo corto de no más de cuatro años (CICLO KITCHEN), un ciclo mediano de más de 10 años
(CICLO JUGLAR) y un ciclo largo de aproximadamente 50 o 70 años (CICLO KONDRATIEFF).

A su vez, la serie de tiempo del crecimiento del PIB refleja una compleja interacción del
crecimiento tendencial y cíclico de distintas frecuencias. Aquí nos interesa detectar ciclos de
prosperidad y ciclos (o fases) de crecimiento lento o estancamiento que duran un lapso
sustancial, de una década o más. Es importante diferenciar los ciclos de crecimiento de los ciclos
económicos (business cycles), aunque estos últimos pueden correlacionarse con los ciclos de
crecimiento de mediano plazo. Para identificar los ciclos de crecimiento se aplica un criterio
basado en la comparación de la dinámica del crecimiento del PIB per cápita con una tendencia
de crecimiento de largo plazo.

2. REAL BUSINESS CYCLES- (Teoría de los Ciclos Reales)

Un primer hecho importante de las fluctuaciones es que no exhiben ningún patrón regular o
cíclico. Por ello es que la macroeconomía moderna se ha alejado de los intentos de interpretar
las fluctuaciones como combinaciones de ciclos determinísticos.

En lugar de eso, la visión actual es que la economía es perturbada por diferentes shocks a
intervalos relativamente aleatorios que se propagan a través de la economía. Donde la mayoría
de las escuelas macro difieren es en sus hipótesis acerca de dichos shocks y en los mecanismos
de propagación.

Un segundo hecho importante es que el output es “shockeado” muy disparmente sobre sus
componentes. Por ejemplo, aun cuando la inversión en inventarios representara tan solo un
0.5%, los cambios en aquélla pueden promediar o más de 1/3 de los cambios en el PBI.

Un tercer set de hechos involucra asimetrías en los movimientos del output. Éste, de hecho,
puede ser caracterizado por periodos relativamente largos en los que se encuentra levemente
arriba de su tendencia, interrumpido por breves periodos donde se encuentra por debajo.

4 [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
Tasas de crecimiento del PBI real y el Consumo

Un cuarto set de evidencia se refiere al hecho de que las fluctuaciones son menos volátiles
ahora que antes. Hay evidencias de que en algunas economías se han vuelto más estables desde
principios los 80’s.

Finalmente, hoy sabemos que en periodos de recesión el empleo cae, la tasa de desempleo
aumenta y las horas por jornada caen. Sin embargo, las caídas del empleo y las horas son
menores que la caída del output, con lo que la productividad cae. Esto implica también que los
movimientos en el desempleo son menores que los del output.

La primera pregunta que podemos hacernos es si las fluctuaciones agregadas pueden ser
entendidas usando un modelo Walrasiano (un modelo competitivo sin imperfecciones). De ser
así, el análisis de las fluctuaciones podría no requerir alejarnos de los microfundamentos. Esto
es posible, pero requiere modificar nuestro modelo standard. Siempre debe contarse con una
fuente de innovaciones. Por ejemplo, shocks a la tecnología u otros shocks “reales” (como
opuestos a shocks “nominales”) pueden generar fluctuaciones en el output. A esta clase de
modelos se los conoce con el nombre de modelos de Real Business Cycles (RBC).

[MACROECONOMÍA DINÁMICA] 5
De este modo, la teoría de RBC sugiere que un modelo Walrasiano puede darnos una buena
descripción de los ciclos. Sin embargo, parte de los trabajos de macroecononía creen que los
shocks reales son de escasa importancia y que las innovaciones nominales, más rigideces de
precios, son centrales.

Hay que tener en cuenta que las Teorías Keynesianas de los business cycles difieren de RBC no
solo porque incluyen barreras al ajuste nominal, sino también por su análisis de cómo la
economía operaría en ausencia de tales barreras (se apartan de los modelos Walrasianos puros).

Pero hay casos intermedios: modelos RBC modernos con “stickiness” nominal e imperfecciones
reales, y modelos NeoKeynesianos y PosKeynesianos que caracterizan en detalle el lado real.

3. MODELOS POSKEYNESIANOS

Una explicación del fenómeno denominado ciclo económico la proporciona el llamado modelo
de interacción multiplicador acelerador. El modelo pionero fue elaborado por el economista Roy
F. Harrod y complementado posteriormente con contribuciones de Paul A.Samuelson, John R.
Hicks y Alvin H.Hansen.

En el fondo de la depresión las empresas no venden toda la producción que desearían, pues así
como el producto nacional se encuentra en bajos niveles, lo mismo ocurre con los ingresos de
las familias y desde luego con las propias empresas. En estas condiciones es muy probable que
una multitud de empresas no esté funcionando a toda capacidad, es decir, que operen con
capacidad ociosa en sus instalaciones. Por otra parte, como la trayectoria temporal de la
depresión dura varios años, durante ese tiempo los bienes de capital de diversas empresas
terminan su vida productiva, motivo por el cual deben reponerse, lo que implica la necesidad de
hacer nuevas inversiones.

La Expansión

El inicio de una fase de expansión económica ocurrirá una vez que las empresas empiecen a
demandar los bienes de capital que se han desgastado durante la depresión. Aquí debe
señalarse un hecho importante: la demanda de bienes de capital significa que en la economía
en su conjunto aumentará el gasto de inversión, lo mismo que, tal ycomo señalamos, es
realizado por las empresas. Sin embargo, este mayor gasto de inversión puede ser realizado
también por el agente económico gobierno, lo cual generará la misma cadena de hechos que
enseguida se explica.

6 [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
El que las empresas o el gobierno, o ambos, efectúen gastos de inversión tiene varios efectos,
entre los cuales los más significativos para nuestra explicación son:

• Dicha demanda de bienes de inversión implica que las ramas de la economía que les producen
deberán aumentar su oferta, es decir, aumentarán la producción de dicho tipo de bienes. Esto
equivale a plantear que se reactivan los mercados de los mismos.

• Se reactivan, asimismo, las ramas económicas que producen los bienes intermedios (materias
primas o insumos) que se utilizarán junto con los nuevos bienes de capital para generar la
producción.

• Cuando las empresas que producen los nuevos bienes de capital e intermedios reciben los
pagos correspondientes por su venta, una parte de ellos habrá de utilizarse para pagar sueldos y
salarios a sus empleados y trabajadores, quienes han ayudado a producir los bienes. Asimismo,
tales empresas habrán de adquirir sus correspondientes bienes intermedios, para lo cual
deberán hacer los respectivos pagos a las empresas que los producen.

Podemos resumir lo anterior en el siguiente planteamiento: el gasto de inversión desembolsado


originalmente ha realizado un recorrido en el circuito económico mediante el cual se convirtió
en ingreso para los agentes económicos, empresas y familias. Debe destacarse, particularmente,
la porción de la inversión que se ha transformado en ingreso que llega a manos de las familias.
Como sabemos, este último agente económico utiliza su ingreso para dos fines: demandar
bienes de consumo y ahorrar. Adviértase que, en la argumentación anterior, no estamos
considerando la totalidad del ingreso de las familias. Ponemos la atención en aquélla parte del
ingreso de las mismas que se ha incrementado a raíz del gasto de inversión originalmente
realizado por las empresas para reponer sus bienes de capital (inversión neta). Por tanto, una
parte del incremento en su ingreso se utilizará para que las familias aumenten su demanda de
bienes de consumo. La explicación anterior se refiere al concepto de propensión marginal al
consumo.

Ahora bien, si las familias tienen capacidad para demandar más bienes de consumo, y los
demandan, las empresas que producen estos bienes sentirán la presión y, por tanto, producirán
una mayor cantidad de esos artículos, lo que podrán hacer, pues operan sus equipos con
capacidad ociosa. (Las empresas sienten la presión a través del mercado, pues cuando la
demanda aumenta en éste los empresarios verán reducir sus inventarios). Una vez que la
demanda acrecentada de bienes de consumo es satisfecha con mayor oferta, ello implica que,
como en toda transacción, se producirá un flujo monetario como contrapartida al flujo de
producción. Dicho de otra manera, cuando las familias reciben los bienes que han demandado
con su ingreso incrementado, éste transitará hacia las empresas que los han ofertado.

Una vez que ocurre lo anterior, las empresas productoras de bienes de consumo estarán en una
situación similar a la antes planteada para las que producen bienes de inversión: tendrán que
reponer sus materias primas y pagar al factor trabajo por la producción realizada. Esto implica la
reanimación, en la actividad productiva, de las empresas productoras de insumos y, también, de

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las propias empresas productoras de bienes de consumo, pues los pagos que éstas hacen a sus
trabajadores implican un ingreso adicional, una parte del cual se utilizará para demandar esos
artículos.

El proceso antes descrito no es otra cosa que la operación del principio multiplicador de la
inversión que nos dice que los incrementos de la inversión neta generarán un incremento del
ingreso social de mayor magnitud que dicha inversión. En otras palabras, el incremento del
ingreso equivaldrá al incremento de la inversión multiplicado por un factor representado por el
recíproco de la propensión marginal al ahorro. Desde luego, ésta es una de las causas por las
que el modelo comentado lleva su nombre.

Por otro lado, la inversión originalmente realizada por el sector privado o por el gobierno al
transitar por el circuito económico -creando empleo adicional y demandando bienes
intermedios en el conjunto de ramas productivas de que se compone la economía- está
provocando que el ingreso nacional se incremente. Ahora bien, si con el paso del tiempo, por
ejemplo cada trimestre, otras empresas realizan dichos gastos de inversión, lo que se obtendrá
es el llamado efecto multiplicador de la inversión, que estará actuando constantemente en la
economía y, con ello, la producción experimentará aumentos al paso del tiempo. En concreto,
estamos hablando de la fase de expansión del ciclo en la economía: hay más empleo, más
producción, se expande la demanda hacia las empresas y ocurre lo mismo con el consumo.

Una pregunta que surge, de este modo, es cuánto tiempo durará el efecto benigno del
multiplicador de la inversión. Responder a esta pregunta con un dato cuantitativo específico
requiere investigar, en un periodo particular, el ciclo económico, a fin de conocer los aspectos
concretos del fenómeno en un momento dado. Sin embargo, a partir de la información que
venimos manejando podemos plantear una respuesta cualitativa: el multiplicador de la
inversión actuará benignamente impulsando el crecimiento del sistema económico en tanto
exista capacidad ociosa en la planta productiva. Esto debido a que, conforme aumenta el
ingreso de la comunidad, puede deducirse que la mayor demanda de bienes de intermedios y
bienes de consumo, al satisfacerse por las empresas, involucra que éstas utilizarán parte de su
capacidad ociosa y, al paso del tiempo, tenderán a utilizar totalmente -o casi- su capacidad
productiva. De esta manera, cuando la economía se acerque a estas condiciones se empezará a
experimentar incapacidad de las empresas para satisfacer la demanda.

Antes de que se sature la capacidad productiva de las empresas, y ante una demanda de bienes
intermedios y de consumo en ascenso, los empresarios adquirirán nuevos bienes de capital para
aumentar su capacidad productiva. Con ello aumentarán los acervos de capital del conjunto del
sistema económico, encontrándose así en capacidad de enfrentar la creciente demanda de
producción.

Mencionamos antes que, al actuar el efecto multiplicador de la inversión, tenemos una relación
de causalidad entre dos variables económicas debido a que la inversión acrecentada induce que
el ingreso social se incremente. Sin embargo, una vez que la capacidad ociosa de la economía se
satura y se demandan bienes de capital para ampliar la planta productiva, lo que podemos

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observar es que la relación de causalidad entre las dos variables indicadas sufre un cambio: el
incremento del ingreso ocasiona ahora mayor gasto de inversión.

El paulatino crecimiento del ingreso de las familias, al utilizarse parcialmente para demandar
bienes de consumo, y tras ello bienes intermedios por parte de las empresas, finalmente se
traslada al conjunto de empresas como ingreso por venta de sus artículos y, de este modo, es
este ingreso incrementado en manos de las empresas lo que les da capacidad para demandar
nuevos bienes de capital (las insuficiencias para adquirirlos se cubren por medio del acceso al
crédito bancario). Debe señalarse, por otro lado, que estos gastos en bienes de capital
involucran magnitudes monetarias mayores a las que anteriormente efectuaban las empresas
para demandar bienes intermedios, pues desde luego el precio de los bienes de capital en
general es cuantiosamente mayor que el de los intermedios.

Por otra parte, para poner en funcionamiento los nuevos bienes de capital se requiere el
aumento de la demanda de insumos y de la mano de obra, con lo cual, podemos deducir, el
ingreso de la comunidad se incrementará en mayores dimensiones. A esta relación de
causalidad del ingreso nacional hacia la inversión se le denomina el efecto acelerador de la
inversión. Como podemos advertir, este efecto está íntimamente relacionado con el efecto
multiplicador, motivo que da nombre al modelo que comentamos.

La Contracción
Para comprender las causas que inducen la fase de contracción económica debemos considerar
algunos fenómenos que se engendran durante la fase de expansión y que son, precisamente, su
causa:

• La propensión marginal al consumo. Recordemos que este concepto señala que si el ingreso
de la comunidad aumenta, entonces el consumo también aumentará (aunque menos que
proporcionalmente). Durante la fase de expansión anteriormente descrita, lo que hemos
señalado es que el ingreso social está incrementándose constantemente. Con ello, según hemos
expuesto, el consumo y la demanda de bienes de consumo por las familias, también se
incrementa constantemente pero en menor proporción respecto al aumento del ingreso. Esto
ocurre, según dijimos, debido a que dicho agente económico destina su ingreso adicional a la
adquisición de bienes de consumo pero también utiliza una fracción de aquél para destinarle al
ahorro. Por tanto, al paso del tiempo, lo que tendremos es que la propensión marginal al
consumo declinará en magnitud (c=ΔC/ΔY) y que, como consecuencia de ello, la propensión
marginal al ahorro aumentará.

Lo que tendremos, así, es que, paulatinamente, del ingreso adicional de las familias una
proporción mayor no demandará nueva producción de bienes de consumo, pues, por el
contrario, se ahorrará. Esto implica que las empresas productoras de ese tipo de bienes sentirán
que la demanda por sus productos no está creciendo en igual proporción que antes, ante lo cual
tomarán las precauciones pertinentes, es decir, reducirán la tasa incremental de su producción.

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• La tasa de interés. Para aumentar la oferta de bienes intermedios o la de bienes de capital,
según sea el caso, además de utilizar sus propios recursos (provenientes de las ventas de sus
bienes), las empresas recurren al crédito bancario. Conforme la fase de auge económico se
desenvuelve, un mayor número de ellas necesitarán y contratarán deuda por medio del sistema
financiero, lo cual tiene al menos dos consecuencias. En primer término, al aumentar la
necesidad de préstamos durante la expansión, se tiende a aumentar la tasa de interés por los
mismos, pues los recursos con que cuentan los bancos tenderán paulatinamente a reducirse. En
términos del mercado, lo que tenemos es que la demanda de crédito será progresivamente
mayor que su oferta, por lo cual aumentará el precio del dinero. En segundo lugar, el aumento
del tipo de interés cambia la eficiencia marginal de la inversión: la rentabilidad esperada de las
empresas por las nuevas inversiones será menor conforme una mayor proporción de las
utilidades brutas se destine al pago de intereses. Por lo tanto, el crecimiento de la tasa de
interés desalentará progresivamente el endeudamiento de las empresas para financiar nuevos
proyectos de inversión.

Según se desprende de lo anterior, el crecimiento de la tasa de interés y de la propensión


marginal al ahorro (o bien la reducción de la propensión marginal al consumo), desincentivarán
nuevas inversiones y, por el contrario, reducirán el ritmo de crecimiento de la producción.
Estamos hablando del punto de inflexión del auge económico, es decir, del final de la fase de
expansión del ciclo.

Conforme a los dos puntos anteriormente planteados, las empresas, al demandar insumos y
mano de obra, y con ello aumentar la producción, paralelamente inducen el crecimiento del
ingreso de la sociedad, como expusimos anteriormente. Pero llegado al punto de la cúspide del
ciclo, ocurrirá que las empresas verán que sus existencias en bodega aumentan, resultado de la
disminución de la propensión marginal al consumo. En estas condiciones, para dar salida a sus
inventarios y mantenerles al nivel considerado como normal, reducirán su producción de bienes.
Es esta cuestión la que desata la declinación en la trayectoria cíclica de la economía.

Al reducirse la producción, esto implica que se contratará menos trabajo y se demandará una
menor proporción de materias primas respecto a lo que ocurría en el pasado. En conjunto, lo
anterior significa que comenzará a contraerse el crecimiento de la producción y, con ello, del
ingreso de la comunidad pues se realizará una menor cantidad de pagos al factor productivo
trabajo, ligeramente al principio pero fuertemente después. Si las familias reciben menos
ingreso que antes, no reducirán su consumo, pues existe una tendencia a mantenerlo y, por
tanto, lo que ocurrirá es que destinarán una menor porción de su ingreso al ahorro. Esto no
implica otra cosa que plantear el concepto de la propensión marginal al consumo en sentido
inverso: si el ingreso de la comunidad disminuye, entonces su consumo también disminuirá pero
menos que proporcionalmente.

Sin embargo, el ímpetu de las empresas por reducir sus inventarios, junto a la presión de pagar
deudas por el crédito contraído durante la expansión (pues la tasa de interés se ha
incrementado), condiciona que tengan que cubrir sus pasivos de sus ingresos corrientes, lo que

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implica destinar menos recursos a la producción. De esta manera, si las empresas continúan
disminuyendo su producción, esto implicará menor demanda de trabajo, con lo cual seguirá
cayendo también el ingreso de las familias, la demanda de bienes de consumo por parte de
éstas y la de bienes intermedios por las propias empresas. Es decir, no existen incentivos para
que éstas aumenten su inversión en mano de obra e insumos, y mucho menos en bienes de
capital, pues cuentan con capacidad ociosa debido al aumento de la planta productiva que
resultó del efecto acelerador de la inversión.

En resumen, podemos decir que a menor inversión de las empresas, se induce la declinación del
ingreso de las familias y, luego, la contracción de la demanda de bienes de consumo, efecto que
se traslada en el mismo sentido en la demanda de bienes intermedios y que, finalmente, inhibe
la realización de nuevas inversiones. Nos encontramos en la fase de depresión del ciclo: el
efecto multiplicador de la inversión está actuando en sentido contrario respecto al modo como
funcionó durante el auge.

Además de lo anterior, así como la fase de auge engendró condiciones que terminarían por
producir la depresión, durante ésta también se crean condiciones que finalmente propiciarán
una nueva fase de expansión.

Por otro lado, durante la depresión ocurrirán tres fenómenos que terminarán por engendrar las
condiciones para que se produzca un nuevo auge:

• En primer término, consideremos que las empresas liquidarán paulatinamente sus deudas con
los bancos, con lo cual tenemos una situación contraria a la anteriormente planteada: la
demanda de crédito será finalmente menor que la oferta del mismo hacia el fondo de la
depresión, con lo cual declinará la tasa de interés.
• En segundo lugar, conforme se transita por la depresión aumentará la propensión marginal al
consumo, pues de un ingreso que paulatinamente se contrae, las familias terminarán por
reducir la fracción del mismo destinado al ahorro e, inversamente, una mayor porción cubrirá
necesidades del consumo.
• Por último, durante la depresión no se realizan, en general, gastos nuevos de inversión, es
decir, de inversión neta y, por el contrario, parte de los acervos de capital del sistema
económico fenecen (dejan de ser productivamente útiles) de manera que tarde que temprano
las empresas estarán obligadas a reponerlos, so pena de salir del mercado. Cuando se produce
la reposición de los bienes de capital desgastado, lo que equivale a decir que las empresas
aumentan su demanda de dichos bienes, la inversión del conjunto de la economía
experimentará el influjo positivo del efecto multiplicador de la inversión, reanimándose las
actividades productivas y, con ello, iniciando l crecimiento del ingreso de la comunidad: se inicia,
así, una nueva fase de auge.
A partir de la secuela de hechos anteriormente mencionados, tenemos que en el sistema
económico se han creado condiciones para iniciar una nueva fase expansiva del ciclo.

El siguiente diagrama resume la cadena de causalidad que se establece entre las diversas
variables económicas y que conforma el fenómeno del ciclo económico.

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12 [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
El principio de la demanda efectiva, tal y como lo formuló Keynes, consiste en partir de una
sociedad capitalista industrializada con una capacidad productiva instalada dada. Se supone, así,
un período de tiempo para el cual el acervo (stock) de capital no cambia.

Ahora bien, dicha capacidad instalada, junto con la mano de obra disponible, puede generar una
producción u oferta agregada potencial de corto plazo. Aquí, como afirma A. Bhaduri: "La
expresión "corto plazo" tiene una connotación analítica específica. No denota un lapso de
calendario, o sea tantos días o meses. Como lo definió Marshall para propósitos teóricos, el
corto plazo es un lapso imaginario en que están dadas ciertas condiciones de oferta. En líneas
generales puede tomarse como el espacio de tiempo en que la oferta potencial de mercancías
permanece constante”.

Para toda economía, el aumento de la oferta potencial es un proceso largo, puesto que los
bienes de capital requeridos para ello tardan tiempo en ser producidos, instalados y puestos en
funcionamiento. De ahí que sea razonable imaginar que en el corto plazo el acervo de bienes de
capital no cambia.

De este modo podemos ver, entonces, que capacidad productiva no significa producción, sino
producción potencial. Para que pueda haber una producción efectiva, tiene que haber una
demanda efectiva. Esto, por lo general, es representado en los textos de macroeconomía
mediante un diagrama introducido por el economista estadounidense Alvin Hansen, en el cual
se representa el producto neto agregado (Y) en el eje horizontal, y la demanda efectiva total en
el eje vertical (D). Habrá un nivel de oferta agregada, Y, que representa la utilización plena de la
capacidad instalada. Pero para que dicho producto neto agregado se materialice, debe existir
una demanda por el mismo.

En general, para que se produzca cualquiera de los niveles de oferta medidos en el eje
horizontal, es necesario que se estén generando los correspondientes niveles de demanda
efectiva medidos en el eje vertical. Es decir, en toda economía capitalista los niveles de la
producción y del empleo están determinados no por las capacidades productivas (humanas y
materiales), sino por las posibilidades de venta (los mercados), esto es, por la demanda efectiva.
En otras palabras: la demanda efectiva engendra producción (y empleo).

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En la Teoría General de Keynes, lo fundamental a considerar es que el consumo es el elemento
estable y relativamente predecible de la demanda, dependiendo del nivel de ingresos, e
incrementándose con el mismo (aunque en una proporción decreciente). La inversión, por su
parte, es el componente errático y relativamente impredecible de la demanda, puesto que
depende de decisiones tomadas por los inversionistas con base en expectativas inciertas sobre
ganancias futuras sobre los activos en los cuales se proyecta invertir. La incertidumbre juega un
papel muy importante en el sistema keynesiano. Ésta prácticamente desaparece, sin embargo,
cuando la función de inversión se incorpora a sistemas de equilibrio general basado en una
metodología de estática comparativa, metodología en la que las previsiones de los agentes
económicos son siempre satisfechas.

Planteado el problema de este modo, vemos cómo una inversión impredecible y fluctuante
determina, mediante un multiplicador, los correspondientes niveles de ingreso. Éstos, por su
parte, dada la propensión a consumir (y, por lo tanto, a ahorrar), establecen los
correspondientes niveles de consumo y de ahorro. Estos últimos serán justamente los
necesarios para igualarse con los niveles de inversión que iniciaron el proceso. Sin embargo,
dicha igualdad entre ahorro e inversión no tiene que tomar lugar, necesariamente, a niveles de
producción e ingreso que correspondan al pleno empleo. En efecto, el mencionado equilibrio es
posible a diferentes niveles de ingreso, siendo el de pleno empleo uno de los posibles casos de
equilibrio. Si se obtiene, ello sería por razones fortuitas, dado el carácter inestable y errático de
la inversión privada.

Una visión como la anterior necesariamente llevaba a Keynes a determinar la tasa de interés
mediante una teoría diferente a la entonces predominante, que explicaba como resultante de la
interacción de curvas de oferta de ahorros y de demanda por fondos de inversión. De este
modo, como bien es sabido, Keynes pasó a considerarla como un fenómeno monetario, siendo
su nivel establecido por la interacción de la oferta monetaria (fijada por las autoridades de la
Banca Central) y la demanda por dinero. En este punto, el autor introduce su teoría de la
demanda por liquidez.

El punto básico es que considera que el dinero puede ser demandado por motivos diferentes al
de atender transacciones (solamente), y que motivos especulativos, también fuertemente
influidos por la incertidumbre, introducen un elemento adicional de inestabilidad dentro del
funcionamiento del sistema.

Resumiendo lo anterior, vemos una cadena de causalidad básica en la determinación de la


demanda agregada: la interacción de la oferta monetaria y la demanda por liquidez (incierta e
inestable) determina la tasa de interés; posteriormente, la interrelación de dicha tasa con las
expectativas (también erráticas e inciertas) sobre ganancias futuras esperadas de los capitalistas
(las cuales configuran la "eficiencia marginal del capital") determina el volumen de inversiones
(elemento errático e impredecible de la demanda agregada). Éste, por su parte (mediante
multiplicador), incide en el nivel total de consumo -el elemento estable y predecible de la

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demanda agregada-, determinándose de esta manera la demanda y el ingreso totales, y por
ende, el volumen de ahorros que iguala al nivel de inversiones.

Dicho nivel de demanda agregada, por su parte, absorberá un correspondiente nivel de oferta
agregada -que no será necesariamente el que genera el pleno empleo y utilización de recursos-,
estableciéndose así la demanda efectiva.

Kalecki y la Demanda Efectiva


Un brillante aunque desconocido economista polaco, Michal Kalecki, formulaba, en una serie de
artículos, planteamientos similares a los de Keynes sobre la demanda efectiva, aunque basado
en una matriz de conocimiento diferente: la teoría económica de Marx. Como ya lo destacamos
antes, Marx distingue claramente entre las condiciones de producción y las condiciones de
realización, siendo estas últimas las condiciones bajo las cuales los capitalistas pueden vender
sus mercancías en el mercado final de bienes y servicios.

A diferencia de Keynes, Kalecki parte de una estructura de clases. Los ingresos se dividen entre
salarios y ganancias, con cada clase asumiendo un cierto patrón de comportamiento dado con
relación a su consumo. La clase trabajadora, debido a su poca capacidad de ahorrar, gasta la
totalidad de sus sueldos y salarios en consumo. En la terminología de Keynes, tendrían una
"propensión a consumir" igual a la unidad. Con respecto a los capitalistas, éstos perciben
ganancias y pueden utilizarlas consumiéndolas o invirtiéndolas en acumulación de capital. El
consumo capitalista tiende a ser relativamente estable, siendo la inversión el elemento
dinámico del gasto capitalista.

De este modo, a diferencia de Keynes, quien no distingue categorías de ingreso, en Kalecki


encontramos que el ingreso se divide entre sus principales categorías, para luego identificar el
gasto de trabajadores y capitalistas de acuerdo con su posición en la estructura de clases.
Tendríamos, entonces:

Ahora bien, en la anterior igualdad, los sueldos y salarios se cancelan con el consumo obrero, ya
que éstos no ahorran, obteniéndose la igualdad:

P = CK +lb.

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Para Kalecki, lo anterior no pasaría de ser una tautología, cierta por definición, si no se establece
claramente una dirección de causalidad.

El autor considera que los capitalistas pueden tomar decisiones de inversión y consumo (las
cuales dependerían, respectivamente, de las ganancias esperadas y sus fluctuaciones, y de las
ganancias obtenidas durante períodos previos), mientras que no pueden decidir sobre las
ganancias que obtienen. Por lo tanto, estableciendo "retrasos" y otras cualificaciones, se
establece la conocida asimetría Kaleckiana según la cual los obreros gastan lo que perciben,
mientras que los capitalistas perciben lo que gastan.

Kalecki procede a establecer un conjunto de supuestos, dentro de los cuales estos dos son los
más importantes:

1. Partir de la base de que, en el capitalismo, desde los años 30, por lo menos, la mayor parte de
las industrias están altamente concentradas y centralizadas, y se encuentran dominadas por
unas cuantas empresas que se constituyen en oligopolios. Éstas tienden normalmente a operar
a una capacidad menor a la posible, y tienen el poder de fijar sus precios estableciendo un
cierto margen de ganancias por sobre sus costos primos (materiales y sueldos) unitarios. Dicho
margen de ganancias ("mark-up") dependerá de lo que el autor llama "grado de oligopolio", un
concepto bastante polémico que depende del nivel de concentración del capital, del poderío
relativo de las organizaciones sindicales, y del grado de tecnificación de la firma y la industria,
etc. El "grado de monopolio", como se verá luego, tiene mucho que ver con la distribución del
ingreso entre capitalistas y obreros, y por lo tanto con la demanda efectiva.

2. Sectorizar la economía en tres departamentos o sectores: el departamento I, que produce


equipo de capital fijo ("bienes de inversión"); el departamento II, que produce bienes de
consumo para los capitalistas ("bienes suntuarios"); y el departamento III, que produce bienes
de consumo para los asalariados u obreros ("bienes salario").

Kalecki supone, para abstraerse del problema representado por las transacciones intermedias
de las materias primas, que cada departamento está verticalmente integrado, es decir, que las
materias primas empleadas como insumos en la producción final de bienes de inversión y de
consumo son producidas, respectivamente, en cada departamento. Esto implica que la
producción final de cada departamento es su valor agregado, es decir, la suma de salarios (W) y
ganancias (P). Por otra parte, la producción final de materias primas se excluye del
departamento I, quedando éste limitado tan sólo a la producción de equipo de capital fijo.

Ahora bien, dados los anteriores supuestos, Kalecki obtiene resultados que parecerían
paradójicos, pero que implican un tratamiento bastante adecuado del principio de la demanda
efectiva. En primer lugar, el tratamiento dado al sector industrial moderno, rechazando la
"competencia perfecta" como un punto de referencia válido, y partiendo del oligopolio como el
agente económico productivo básico, llevó al autor a una teoría de los precios mucho más
realista y fructífera que la teoría estándar neoclásica en la que se basó, en gran parte, Keynes.

16 [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
En efecto, si se estudian las prácticas de fijación de precios de las empresas modernas,
encontramos que éstas se aproximan más a lo postulado por Kalecki, y por muchos de sus
discípulos Poskeynesianos actuales. De hecho, en los estudios actuales sobre Administración de
Empresas, que por su naturaleza misma deben tener los pies en la realidad, rara vez se
considera la llamada competencia perfecta como un enfoque realista. A partir del concepto de
"grado de monopolio", que se refleja en el margen de ganancias establecido por sobre los
costos fijos unitarios, podemos establecer la relación k = p / u, donde p es el precio fijado por la
empresa, y u es su costo primo unitario. Dicha relación puede ser calculada a nivel de la
economía como un todo, aunque los procedimientos de agregación del autor han sido criticados.

Tras una manipulación algebraica, Kalecki llega a la siguiente fórmula:

Puede verse que el incremento de los indicadores k y j, que reflejan aumentos en el grado de
monopolio de toda la economía, implica un descenso de w (participación de los salarios en el
valor agregado), esto es, un empeoramiento en la distribución del ingreso. Lo anterior queda
más simplemente expresado si suponemos que los costos primos a nivel agregado son los
salarios. Se tendría entonces que k = Y/W, es decir, que w = W/Y es lo mismo que w = 1/k.
Obviamente, al elevarse k, debido a un incremento en el grado de monopolio, w debe
necesariamente descender.

Por otra parte, si definimos la participación de las ganancias en el valor agregado como e = P / Y,
y recordamos que Kalecki establecía que P = Ck +1, entonces tendremos que e = (Ck + I)/Y. Es
decir, que Y = (Ck + I)/e. De este modo, el nivel de ingreso depende no solamente del gasto
capitalista (C k+ I), sino también de la distribución del ingreso (e). Desde luego, este tipo de
conclusiones es presentada por Kalecki de una manera mucho más sofisticada.

Kalecki convierte la igualdad P = C k + 1 en la fórmula Pt = (1/(1 - q)).It, donde las ganancias


quedan plenamente determinadas por las decisiones de inversión capitalistas. El consumo de
los mismos juega su influencia únicamente a través del porcentaje de las ganancias (q) que
estos deciden consumir (en la terminología de Keynes, la "propensión a ahorrar" de los
capitalistas). Kaleck

[MACROECONOMÍA DINÁMICA] 17
El "multiplicador" kaleckiano estaría dado por 1/ (1 - w)(l - q). En el mismo juegan un rol la
"propensión a ahorrar" de los capitalistas (q) -quienes son los únicos ahorradores en la
concepción Kaleckiana- y, además la distribución del ingreso, expresada en la participación de
los salarios en el valor agregado (w). Si procedemos a expresar a:

Entonces, el multiplicador kaleckiano, (1/ sk) sería "formalmente" igual al keynesiano. De


manera simple, el kaleckiano consideraría como ahorradores únicamente a los capitalistas.

Probablemente Kalecki tenía en mente una concepción similar a la de Keynes, a juzgar por el
siguiente comentario: "el ingreso o producto bruto aumenta más que la inversión debido al
efecto del aumento de la inversión sobre el consumo de los capitalistas [factor 1/(1 -q)] y sobre
el ingreso de los trabajadores [factor 1/ (1 -w )]”.

Como se supone que el consumo de los trabajadores es igual a su ingreso, esto significa que el
ingreso se eleva más que la inversión (a causa de la influencia del aumento de la inversión sobre
el consumo de los capitalistas y los trabajadores).

18 [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]

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