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Fajn Sergio Leonardo.

Tiempo libre y Recreación en la Vejez.

Recreación en la vejez: “Espacio para la creación de nuevas


versiones acerca del envejecer”.

En este escrito se hará un recorrido por los siguientes temas:


• Recreación y vejez. Importancia de la recreación en la vejez. El sujeto de la
recreación. Consideraciones para definir el campo de la recreación en la vejez. Rasgos
de la actividad recreativa.
• Organizaciones recreativas. Acercamiento a modelos organizativos. Convocatoria,
temas convocantes, formas de acercamiento.
• Noción de tiempo libre. Tiempo liberado. Operación recreativa. La dimensión
preventiva. Efectos de la actividad recreativa en la vejez. Cambios saludables.
Impactos en la salud mental. Noción de actividad.

Propongo algunas preguntas ¿qué es un viejo recreándose?, ¿Cómo pensar al viejo desde la
Recreación?, ¿qué disciplinas, que ciencias intervienen si se aborda el fenómeno de la
recreación en la vejez?, ¿qué es la recreación?. Tiempo de interrogaciones. De interrogar
las concepciones, las prácticas, las herramientas conceptuales.
Son los mismos viejos y nuestras prácticas quienes nos interrogan.

Esta presentación ha tomado el formato de un espiral, avanza sobre algunos temas y luego
retorna y vuelve a pasar pero ya habiendo recorrido otras cuestiones, con las huellas, olores
y ecos de otras cosas. Espirales del pensamiento.

El sujeto de la recreación en la vejez.


Nuestro punto de partida es concebir al viejo como un sujeto que habla y como tal se trata
de sostener que el viejo es un sujeto deseante. Y lo recreativo como lugar que posibilite la
circulación del deseo del viejo con modos creativos, flexibles, porosos, permeables,
abiertos.
Es lo recreativo un lugar donde se escucha. Pero se necesitará estar en condiciones también
de escuchar la dimensión subjetiva.
Otra afirmación: el envejecer como crecimiento.
Lo recreativo colaborando a que el sujeto encuentre modos sanos de encarar su
envejecimiento.

La recreación y el tiempo.

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La recreación aborda directamente la problemática de cómo el sujeto vive su relación con el
paso del tiempo. En particular su relación con el tiempo libre.
La recreación es el área privilegiada de las ciencias sociales que ubica una mirada sobre las
actividades en y del tiempo libre. Desde allí emprende un recorrido sobre los distintos
avatares que se ponen en juego frente a las elecciones en ese tiempo libre.
Destaquemos y diferenciemos algunas concepciones de tiempo liberado y tiempo libre.
Por Tiempo liberado entendemos los momentos del día cotidiano liberados de una
ocupación obligatoria (M. T. Sirvent, 1984).
Por el contrario el concepto de Tiempo libre nos remite a una dimensión subjetiva del
individuo; a lo que cada individuo recorta o percibe como sus momentos libres.
Para Abraham Pain (1994) el Tiempo libre es la parte del tiempo liberado cuyo contenido
está orientado a la realización de la persona como objetivo último.
Pablo Waichman (2002) remarca la dimensión subjetiva y el componente de libertad (de y
para) inherente a la aceptación del Tiempo libre, definiéndolo como el modo de darse el
tiempo personal que es sentido como libre al dedicarlo a actividades autocondicionadas de
descanso, recreación y creación para compensarse y en último término afirmarse la persona
individual y socialmente.

La operación recreativa.
La recreación tendrá que ver con las oportunidades que el sujeto se de para hacer lugar
durante su tiempo liberado de obligaciones a la construcción de un nuevo tiempo, el tiempo
vivido con libertad o tiempo libre. Un tiempo libre de imposiciones. A esto llamaremos la
operación recreativa.
Es durante el tiempo liberado de obligaciones cuando se presentan condiciones favorables
para realizar esta operación, ya que es aquí donde bajan los niveles de exigencias y
coerciones. Quizás el sujeto pueda dar el salto para habilitarse a realizar el pasaje del
tiempo liberado de obligaciones hacia el tiempo libre. Es una experiencia de
autoconstrucción y de autonomía. Autoconstrucción en tanto se fabrica un tiempo nuevo,
una vivencia subjetiva de autotransformación, de implicación con el deseo. Y de
autonomía en tanto se instala un espacio único y propio, instante de soledad donde es uno y
solo uno quien se hará responsable por el modo de transitar la vida.
En la mediana y la tercera edad esta operación recreativa presenta además la cualidad
distintiva de ofrecer condiciones propicias, para que el sujeto también pueda hacer una
revisión sobre su modo particular de posicionarse frente al envejecer; y asimismo
anticiparse al futuro, redefiniendo o no, el proyecto por/venir. Esta operación lo implica
subjetivamente, llevándolo a poder realizar rectificaciones sobre su modo de encarar el
envejecimiento. Pasado, presente y futuro quedan anudados en esta operación de revisión y
resignificación histórica.

Pensamos la recreación como una operación donde el sujeto revise y recupere el sentido
que tiene para cada uno la vida. Recreación como sinónimo de cambio y crecimiento. De
oportunidad para resituarse frente a la vida, frente al tiempo.
Una tarea específica que abre el entrecruzamiento de la recreación con el envejecimiento
tiene que ver con esta operación. Operación que se ofrece al sujeto, de revisión de su modo
singular de posicionarse frente al paso del tiempo en el envejecimiento, y en particular en
su recorrido del tiempo libre.

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La operación recreativa puede ser una instancia que el sujeto se de espontánea e
individualmente, pero también hay todo un terreno de prácticas organizadas en el tiempo
liberado de los adultos mayores que pueden colaborar o no en la realización de esta
operatoria.
Analizaremos en esta clase algunas de las condiciones necesarias a tener en cuenta para que
se plasme esta operación recreativa en los dispositivos de las organizaciones.

La recreación organizada.
Diseñar un dispositivo recreativo con adultos mayores implica el atravesamiento de algunos
interrogantes:
¿Para que una estructura recreativa con adultos mayores?, ¿qué lugar tendrán los adultos
mayores en estas estructuras?, ¿cómo pensamos al sujeto que envejece?, ¿qué noción de
actividad sostener?, ¿cómo pensamos el protagonismo y la participación?, ¿cómo pensamos
el saber, el conocimiento, la transmisión del conocimiento?, ¿qué lugar hay para el saber de
los adultos mayores?, ¿quiénes conducen estas actividades?, ¿qué modelo de conducción
pensamos?, ¿qué lugar hay para la palabra, para escuchar, para la reflexión, el placer, el
lazo social y la diversión?, ¿qué lugar se dará a lo intelectual, lo emocional, lo social. Es
posible integrarlos?.
Si estamos pensando un dispositivo organizado para la recreación, necesariamente
imaginamos un sujeto y un modelo de sociedad.
Imaginamos un viejo crítico, no adaptado pasivamente a las normas dominantes,
autónomo, deseoso, con posibilidades y capacidades para participar y decidir. Es decir que
imaginamos un modelo de dispositivos recreativos que favorezcan el desarrollo de estas
personas, ideas y relaciones.
Un dispositivo recreativo que favorezca la autogestión.
Que busque el ejercicio de la libertad.
Que propicie la autonomía.

Concebimos la recreación organizada en un espacio de inclusión y desarrollo de lazos


sociales.
El aislamiento en la vejez caracterizado por la ausencia de vínculos puede precipitar la
vivencia de desvalimiento e indefensión. Frente a esto, las actividades recreativas en el
espacio grupal despliegan todo su potencial en dirección a la protección y amparo del
sujeto. Desde esta premisa la estrategia de constitución de grupos se apoya en un principio
de prevención. Un espacio donde el coordinador y los compañeros arropen con sus
miradas y palabras. Donde se puedan diseñar proyectos y armar redes de apoyo.
Plataforma desde donde es posible afirmarse y saltar a otros espacios y relaciones.
Los agrupamientos recreativos son el sitio donde los adultos mayores recuperan o recrean
el lazo social y esto los ayuda a construir un envejecimiento normal.
Lugar donde pueden cotejar con pares, identificarse y reconocer como se van posicionando
frente a los cambios.
Recreación para hacer lugar para ser nombrado, mirado, tocado. Para pertenecer a un
grupo y extender los lazos a nuevas personas. Recreación para tener la oportunidad de
hacer amistades.

Al plantearnos la noción de actividad cuestionamos aquellos modelos que sostienen que la


actividad recreativa en la vejez debe tender a un menú de propuestas definidas por

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profesionales que mantengan a los viejos entretenidos, ocupados, donde pasar el tiempo.
Pura actividad sin reflexión, pura acción sin reconocer en los viejos un sujeto activo. La
recreación al servicio de detener, congelar, conservar y tapar. Recreación reaccionaria,
conservadora.
Por el contrario, proponemos una recreación donde exista lugar para preguntarse ¿qué se
quiere? , ¿cómo se puede?, ¿con quienes?.
Sostenemos la necesidad de crear espacios donde se pueda unir la acción con la reflexión.
Porque el recorrido por las actividades recreativas sensibiliza a tomar contacto con los
cambios que se van dando en la vida, transformaciones que recuerdan el paso del tiempo.
Con actividades que abren oportunidades para registrar estos cambios y favorecen la
búsqueda de recursos creativos para elaborarlos. Entonces es imprescindible que se
diseñen dispositivos grupales con lugar para reflexionar sobre estos procesos.
Esta concepción de recreación en la vejez invita a darse tiempo y no encontrarse en un
momento con todos los cambios juntos, con que se ha envejecido de repente. Pues cuando
esto sucede el envejecimiento es vivido como una tragedia, donde hace su irrupción
siniestra aquello que se pretendiera mantener oculto.
Recreación que posibilite tener un envejecimiento gradual.
Recreación para preguntarse acerca del futuro. Para anticiparse e imaginar lo que viene y
preparar el terreno. Imaginar y construir. Se necesitará diseñar actividades recreativas con
lugar para poder imaginar. Para jugar con la imaginación.
La recreación: un lugar para seguir creciendo aceptando el paso del tiempo. Sabiendo que
hay algo que nunca envejece, lo más vital, el deseo, indestructible y atemporal.
La recreación invita a desplegar la capacidad para jugar, imaginar y gozar.

Es una oportunidad para dar rienda suelta al disfrute y la diversión.


Pero estamos diciendo que no se trata solo de entretenimiento. Es la construcción de un
dispositivo que vaya dando unidad a las formas de acción y de reflexión. Una praxis
transformadora del sujeto. Una praxis que lo implica con los otros. Una operación que es
solitaria pero en el marco de un atravesamiento social. Acto de revisión y
reposicionamiento psíquico en el marco de participación en grupos y organizaciones.

Los dispositivos recreativos pueden ser lugares privilegiados para:


Que el sujeto pueda situarse saludablemente frente al envejecer. De este modo se colabora
en que el sujeto que envejece pueda ir soportando eso con que cuenta y explorando las
alternativas que se presentan; surcando las oportunidades a las que esté dispuesto a
autorizarse a recorrer.
La recreación favorece el encuentro progresivo con el cómo se está aquí y ahora,
descubriendo las posibilidades e imposibilidades, dando pasos para hallar formas de placer.
Es una oportunidad para habitar el cuerpo con el que se cuenta hoy, vía el juego y la
diversión.
El espacio recreativo permite llevar a cabo rectificaciones y reajustes en el marco del
encuentro con los otros que devolverán miradas y palabras que contribuyen en este acto de
actualización y reacomodamiento. Recreando la perspectiva y la mirada propia sobre el
cuerpo, abriendo lugares para el reconocimiento del nuevo cuerpo.
En la actividad recreativa se abre la oportunidad para interrogar las imágenes que se tienen
sobre el propio cuerpo, para recorrer los límites, para tomarse con humor los cambios que
hoy se viven, para desdramatizar aquello que se presenta dramático y que a veces se

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congela con un único sentido. Tarea de revisión de sentidos en la búsqueda de nuevas
formas de placer en este nuevo cuerpo a construir. Al amparo de un grupo y de una
actividad flexibles, sin imperativos, es posible llevar adelante esta revisión y construcción
diseñando una imagen de cuerpo ligada a la actualidad, a las posibilidades y a los deseos.
Cuando se acepta la limitación se descubre, en el cuerpo, lo que no está limitado.

Estamos pensando en la necesidad de articular el trabajo psíquico con el corporal, y esto


podrá realizarse en cualquiera de los espacios de recreación donde el adulto mayor
participa. Implica redefinir el dispositivo de los talleres o cursos habilitando en ellos un
espacio donde poder conversar y dar cuenta de estas cosas. Seguramente nos compromete
a consolidar una propuesta interdisciplinaria con una mirada en lo psi, en lo social, en lo
biológico.

Los dispositivos recreativos pueden ser un lugar donde encontrar recursos y salidas
creativas para atravesar esta nueva etapa de la vida.
Se trata de habilitar espacios donde el sujeto pueda ser protagonista en la construcción de
su envejecer.
Son espacios donde personas de distintas edades y en distintos estadios del envejecimiento
puedan conectarse, jugar y reflexionar acerca de cómo las cuestiones ligadas al envejecer y
el cambio los atraviesan.
Es durante las actividades recreativas (juegos, canciones, reuniones, bailes, charlas, paseos,
discusiones, creaciones, talleres) el momento privilegiado para conocer como el sujeto va
resolviendo las cuestiones conflictivas del envejecimiento.
La recreación se propone hacer lugar a que el sujeto se interrogue acerca de su modo de
vivir el envejecer. Por ello la recreación debe proponerse abrir espacios donde el sujeto
pueda escucharse, escuchar a los demás y ser escuchado y de este modo favorecer a una
revisión personal frente a los avatares del envejecer.
La recreación debe facilitar que circulen algunos temas: el placer, las pérdidas, la muerte,
los duelos, la sexualidad, los cambios, el uso y disfrute del tiempo libre, los prejuicios, el
cuerpo, el amor, la familia, las relaciones intergeneracionales, el protagonismo, las
decisiones, la abuelidad, los proyectos, el autocuidado, las limitaciones.

La recreación tiene una dimensión preventiva en tanto actuamos en lo que a prevención


primaria se refiere, colaborando en detectar si hay condiciones de riesgo a) en cuanto a su
estado de salud físico, b) en cuanto al estado de las relaciones sociales y familiares, c) en
cuanto a su situación material, d) en el modo en que el sujeto se va posicionando en su
modo de encarar la vejez, es decir, su situación de riesgo psíquico. Esto refuerza la
importancia de la formación y capacitación del personal a cargo de las actividades y los
centros en una mirada interdisciplinaria que abra la perspectiva a un trabajo integrado y
consultado.

La realización de actividades recreativas en la vejez brinda, a diferencia de otras etapas de


la vida, la oportunidad para retomar, iniciar, completar, profundizar y/o descubrir intereses,
necesidades, deseos. Puede convertirse en un nuevo motor y organizador de la vida
cotidiana, ayudando a atravesar un envejecimiento normal.

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Las estructuras recreativas pueden presentar las condiciones adecuadas para que en el “aquí
y ahora” se abra un lugar para el disfrute, el descanso y el desarrollo.

Al diseñar una estructura recreativa, se concibe al sujeto que envejece desde una
perspectiva integral, buscando que tenga oportunidades y posibilidades para seguir
desarrollándose biológica, psicológica y socialmente. Por ello se intenta organizar las
actividades planteando preponderantemente lo físico-corporal, lo social-grupal, lo afectivo-
emocional y solo a los fines didácticos se destaca circunstancialmente un área sobre otras,
sin perder de vista la interrelación e integralidad de la propuesta.

Para finalizar
La recreación pone su atención en los fenómenos propios del campo del uso y disfrute del
tiempo liberado de obligaciones y contribuye creando instancias organizadas para aquellos
que consideren necesarios atravesar esta experiencia en forma mas sistemática.
En ambos casos la invitación es a que el sujeto pueda habilitarse a:
Conectarse y desplegar su deseo.
Hallar actividades productoras de placer.
Identificar sus posibilidades y oportunidades actuales en lo corporal, en lo social y en lo
emocional, a través de la acción y la reflexión.
Realizar actividades elegidas por propia iniciativa, en forma voluntaria.
Participar en forma real, tomando decisiones en cuestiones significativas.
Apropiarse de nuevos saberes.
Seguir actualizándose.
Sentirse valorado.
Encontrarse con un grupo de pares.
Generar intercambios con otras generaciones.
Divertirse, crear y recrearse.

La actividad recreativa es un lugar propicio para contribuir en el trabajo de elaboración de


los duelos, de los cambios, de la posición frente al paso del tiempo y de su impacto en el
modo de representarse el cuerpo, preservados por algunas cualidades que se toman del
campo del juego. Recrearse protegidos por la regla de que nada serio va a suceder mientras
se tome la actividad como broma, como juego. Entendiendo por lo serio a todo aquello que
nos precipita ante el riesgo de la muerte. Burbuja de acuerdos que preserva del peligro.
Que habilita, que abre, que permite construir, crear, destruir, desear, odiar, quebrar,
maldecir, bendecir, volar, soñar, tirar, achicar, estirar, matar o resucitar.
Podemos afirmar que algunas representaciones sociales ligadas al paso del tiempo, al
cuerpo, al placer, a la diversión, a las pérdidas pueden empezar a ser cuestionadas,
reflexionadas y reescritas durante la experiencia recreativa posibilitando para saltar a una
nueva dimensión de vivir la vejez.

Se han consultado los siguientes documentos:

6
™ Fajn Sergio L. Recreación en la Vejez, una propuesta saludable. Una mirada desde la
Psicogerontología a los problemas en y del tiempo libre. En Revista Tiempo de
Psicogerontología. www.psiconet.com/tiempo
™ Fajn Sergio. El cuerpo en la Vejez, una mirada desde la recreación. Ponencia al IV
Congreso Internacional de Educación Física. Tapachula, Chiapas, México, 2002.
™ Fajn Sergio. La recreación en la vejez, perspectivas. En anais II Seminario
Internacional sobre Atividades Físicas para a Terceira Idade. UERJ. Río de Janeiro.
1998. Brasil.
™ Leone José Luis. Capacitación de recursos humanos en recreación en la vejez. Hacia
una escuela de recreación en la vejez. Presentación al Congreso Iberoamericano de
Gerontología y Geriatría. 2003
™ Pain Abraham, ¿Recrear o Educar?, Editorial Qkuirquincho, Bs. As. 1994
™ Sirvent María Teresa, Brusilovsky Silvia, Fajn Sergio L. Comisión de trabajo sobre
Tiempo Libre del Ministerio de Justicia y Educación., Informe Tiempo Libre y
Sociedad. En Revista Argentina de Educación AGCE, Nº6, año IV, 1984.
™ Sirvent María Teresa, Cultura Popular y desarrollo humano en América Latina. En El
desarrollo humano en la sociedad contemporánea. Editorial de la Patagonia., 1984
™ Waichman Pablo, Tiempo libre y recreación un desafío pedagógico. Ediciones PW,
Bs. As. 2002
™ Zarebski Graciela. Hacia un buen envejecer. Editorial Emecé. Bs. As. 1999.

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