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¿QUÉ ES EL LSD?

La dietilamida del ácido lisérgico (LSD), comúnmente conocida en la calle como "acid
boomers”, “yellow sunshine”, “Back breaker”, “Battery acid”, “Doses”, “Dots”,
“Elvis”, “Loony toons”, “Lucy in the sky with diamonds”, “Pane”, “Superman”,
“Window pane”, “Zen”, entre otros nombres. Es una droga psicodélica semisintética
que se obtiene de la ergolina y de la familia de las triptaminas.

El LSD
− es una de las sustancias químicas más potentes para cambiar el estado de ánimo.
Se manufactura a partir del ácido lisérgico.

− Se produce en forma de cristales en laboratorios ilegales. Se convierten en un


líquido inodoro, incoloro, insípido y con un ligero sabor amargo, para
distribuirlo. Es de color claro o blanco.

− se vende en la calle generalmente en forma de líquido (a menudo envasado en


pequeños frascos como los que se usan para las gotas para refrescar el aliento) o
aplicado a papel secante (dividido en cuadros pequeños decorados con diseños o
personajes de caricaturas), cubitos de azúcar, cuadrados de gelatina, cápsulas y
pequeñas tabletas cilíndricas.

− normalmente se toma por vía oral, tragándolo o por vía sublingual, poniéndolo
debajo de la lengua. También se la consume metiéndola debajo de los párpados.

− es una droga alucinógena que no se produce en Argentina sino que se importa de


otros países, generalmente de Holanda.

− lo usan personas de todas las edades.

− Las dosis se miden en microgramos (µg), o millonésimas de gramo, mientras


que las dosis de casi todos los fármacos se miden en miligramos, o milésimas de
gramo. La dosis mínima de LSD capaz de causar un efecto psicoactivo en
humanos está entre los 20 y 30 µg (microgramos).

− es sensible al oxígeno, a la luz ultravioleta y el cloro, aunque puede conservarse


durante años si se almacena en un sitio fresco, seco y oscuro.
MITOS
Circulan muchos rumores sobre remedios caseros para contrarrestar los efectos
psicodélicos, que incluyen sustancias como el azúcar, el calcio, el zumo de naranja o la
leche, pero no se ha demostrado que ninguno de ellos sea efectivo, y no tienen sentido
desde un punto de vista farmacológico.

EFECTOS
Los efectos asociados con el LSD son impredecibles y dependen de la cantidad que se
consuma, el entorno en que se use la droga, la personalidad, el estado de ánimo, y las
expectativas del usuario.
Los consumidores de LSD experimentan fenómenos conocidos como 'viajes' en los que
sus sentidos se distorsionan y pueden notar que han perdido el cuerpo y que se mezclan
con su entorno. Éstas experiencias típicamente duran doce horas o más. Cuando las
cosas salen mal, se le llama “mal viaje” o un infierno viviente.
Los usuarios del LSD a menudo tienen flashbacks (retrospectivas), durante las cuales se
repiten determinados aspectos de su experiencia con el LSD, aun cuando han dejado de
consumir la droga.
Normalmente nuestro cerebro se constituye de redes independientes que realizan
funciones especializadas por separado, como la visión, los movimientos, la audición y la
atención, entre otras. Pero con el LSD esa separación de las funciones se descompone y
en su lugar se ve un cerebro más unificado e integrado. Las regiones cerebrales que
pesentan mayor conectividad son las encargadas de las funciones superiores,
responsables de la consciencia, la capacidad intelectual y el estado emocional, las áreas
sensoriales encargadas de recibir información acerca del mundo, entre otras. Esta
alteración del estado de conciencia está asociada a la disolución del ego.
En este sentido, la percepción de uno mismo se desvanece y es reemplazada por una
reconexión con los demás y el mundo que nos rodea. Esta experiencia encuentra en
ocasiones una vía hacia la religión y la espiritualidad, y muestra mejoras en el bienestar
una vez que los efectos de la droga han pasado.
Por eso esta droga es considerada un enteógeno, porque puede canalizar intensa
experiencias espirituales, religiosas o misticas durante las cuales los usuarios pueden
sentir que han entrado en contacto con un orden espiritual mayor. Estas experiencias
parecen ser fenomenológicamente indistinguibles de descripciones similares en las
escrituras de las grandes religiones del mundo y los textos de civilizaciones antiguas.

Efectos físicos
− Pupilas Dilatadas
− La temperatura corporal puede subir o bajar
− Sudoración o escalofríos
− Insomnio
− Boca seca
− Hormigueo y entumecimiento en las extremidades.
− Taquicardia.
− Debilidad, y pérdida de peso y del apetito
− Escalofríos.
− Vértigo.
− Vómitos.

Efectos mentales
− Delirios
− Alucinaciones visuales con ojos abiertos y cerrados
− Una sensación artificial de euforia o certeza
− Distorsión del sentido del tiempo y de la identidad
− Distorsión de la percepción de profundidad
− Disolución del ego
− Disminución de la percepción del tiempo, percepción distorsionada del tamaño y
la forma de los objetos, los movimientos, el color, los sonidos, el tacto, y la
imagen del cuerpo del propio consumidor
− Pensamientos y sentimientos aterradores e inquietantes
− Miedo de perder el control
− Ataques de pánico (Activa la ansiedad y lleva a la desesperación)
− Escenas retrospectivas o viajes de LSD recurrentes, a menudo imprevistos,
mucho después de haber tomado LSD
− Afecta la creatividad.
− Produce mente flotante y sinestesias.
− Perturba las emociones y genera cambios de humor.
− Crea delirios persecutorios.
− Lleva a la locura.
− Grave depresión o psicosis
− Esquizofrenia

POSIBLE TRATAMIENTO
El LSD no se considera una droga adictiva, es decir, no produce conducta compulsiva
de búsqueda de la droga, como sucede con la cocaína, la heroína, y la metanfetamina.
Sin embargo, es posible que los usuarios desarrollen tolerancia a la droga, lo que
significa que deben consumir dosis de la droga progresivamente mayores para continuar
experimentando los efectos alucinogénicos que desean. Esta tolerancia se debe
probablemente a la regulación de los receptores de serotonina 5-HT2A en el cerebro, y
disminuye tras unos días de abstinencia.
El LSD tiene además un valor residual que hace experimentar los mismos efectos, aún
pasadas varias semanas o incluso meses de haberlo consumido. En cuanto a las secuelas
que deja esta droga, los resultados de algunos estudios preliminares hacen sospechar
alteraciones cromosómicas y reacciones de tipo psicótico en personas con historial
psicopatológico.
El LSD carece de antídoto. Por tanto, en caso de sobredosis o de un “mal viaje” sólo se
aplican medidas sintomáticas y psicoterapéuticas.
A menudo se busca tratamiento para
la intoxicación por alucinógenos
alcaloideos (como la psilocibina), la cual
es generalmente sintomática, cuando se
tienen "viajes" malos durante los cuales
el paciente puede, por ejemplo, causarse
daño.
El tratamiento usualmente es
más de apoyo, por ejemplo, proveer un
cuarto sin mucho ruido ni estimulación
sensorial. Ocasionalmente se utilizan
las benzodiacepinas para controlar la
agitación extrema o las convulsiones.
Los efectos adversos se tratan a menudo con benzodiacepinas de acción rápida, como el
diazepam o el triazolam, que tienen efectos calmantes y ansiolíticos, pero no afectan
directamente a las acciones específicas de los psicotrópicos.
El tratamiento comienza con reconocer que existe un problema. Una vez que decida que
quiere hacer algo sobre su uso de LSD, el siguiente paso será buscar ayuda y apoyo.
Los programas de tratamiento utilizan técnicas de cambio de comportamiento a través
consejería (terapia conversacional o talk therapy). Estas técnicas le ayudan a entender
sus comportamientos y por qué usa LSD. Buscar la participación de familiares y amigos
durante la terapia puede ayudar a apoyarlo y evitar que vuelva a utilizar la droga
(recaída).
Dado que el LSD puede provocar problemas mentales, es posible recetar medicamentos
para ayudar a tratar síntomas de ansiedad, depresión y esquizofrenia. Algunos pacientes
requieren antipsicóticos, tipo olanzapina o risperidona, por la psicosis tóxica. Conviene
controlar las constantes vitales para valorar el grado de respuesta simpática y prevenir
las conductas auto o heterolesivas. La rápida absorción del producto no justifica la
utilización de técnicas de descontaminación digestiva, y tampoco es rentable la diuresis
forzada ni la depuración extrarrenal.

RECUPERACIÓN
A medida que se recupera, concéntrese en lo siguiente para ayudar a evitar una recaída:

− Siga asistiendo a sus sesiones de tratamiento.


− Busque nuevas actividades y metas para reemplazar las actividades que
involucraban el uso de drogas.
− Pase más tiempo con familiares y amigos con los que perdió el contacto cuando
estaba utilizando LSD.
− Considere no ver a amigos que sigan utilizando drogas.
− Haga ejercicio y coma alimentos saludables. Cuidar su cuerpo le ayuda a sanar
de los efectos dañinos del uso de LSD. Además, le harán sentirse mejor.
− Evite desencadenantes. Estos pueden ser las personas con las que consumía
LSD. Sin embargo, los desencadenantes también pueden ser lugares, cosas o
sentimientos que lo pueden hacer desear usar LSD nuevamente.

UNA BREVE HISTORIA


Albert Hofmann, químico que trabajaba para Farmacéuticas Sandoz, sintetizó el LSD
por primera vez en 1938, en Basilea, Suiza, mientras buscaba un estimulante para la
sangre. Lo hizo a partir de la ergotamina, un producto químico que se obtiene a partir de
un hongo, el cornezuelo, de la mezcalina y la psilocybina, elementos ambos que se
encuentran en la naturaleza. La mezcalina se extrae del peyote, un cactus oriundo de
México y América Central. La psilocybina es el ingrediente activo de un hongo
mexicano. El nombre proviene de la denominación que recibió el compuesto en ese
laboratorio, Sin embargo, no se conocieron sus propiedades psicodélicas y efectos
alucinógenos hasta 1943 cuando Hofmann accidentalmente consumió un poco de LSD.
Más tarde se descubrió que una dosis oral de apenas 25 microgramos (equivalentes en
peso a unos pocos granos de sal) puede producir alucinaciones vívidas. Debido a la
similitud con una sustancia química presente en el cerebro y sus efectos similares a
ciertos aspectos de la psicosis, muchos psiquiatras y psicoanalistas vieron en el LSD un
fármaco terapéutico prometedor y lo usaron en experimentos durante las décadas de
1940, 1950 y 1960. Así el LSD fue introducido por los laboratorios Sandoz como
medicamento comercial para diversos usos psiquiátricos en 1947 bajo la marca Delysid.
En la década de 1950, los funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia de Estados
Unidos (CIA) pensaron que la droga podía ser útil para su uso en programas de control
mental y guerra química, por lo que la probaron en estudiantes y jóvenes militares sin el
conocimiento de estos.
Aunque los investigadores no pudieron encontrar ningún uso médico para la droga, las
muestras gratuitas repartidas por Farmacéuticas Sandoz para los experimentos fueron
distribuidas ampliamente, llevando al uso general de la sustancia. Sin embargo, su uso
como droga ocasionó un diluvio de críticas por parte de la opinión pública que
desembocó en la prohibición de la sustancia y la ilegalización de todos sus usos, tanto
en tratamientos medicinales como recreativos y espirituales.
El LSD fue popularizado en la década de 1960 por individuos como el psicólogo
Timothy Leary, quien alentó a los estudiantes americanos a que “se engancharan,
entraran en la onda y se desconectaran”. Esto creó una contracultura completa basada en
el abuso de drogas, y esparció el LSD desde Estados Unidos hasta el Reino Unido, y el
resto de Europa. Aún en la actualidad, el uso del LSD en el Reino Unido es
significativamente mayor que en otras partes del mundo.
Mientras la contracultura de los años 60 usaba la droga para escapar de los problemas
de la sociedad, la comunidad de inteligencia occidental y los militares la vieron como
un arma química potencial. En 1951, estas organizaciones iniciaron una serie de
experimentos. Investigadores de Estados Unidos observaron que el LSD “era capaz de
causar un estado en grupos enteros de personas, incluyendo contingentes militares, en el
que serían indiferentes a su entorno y a las situaciones, afectando a su juicio y capacidad
para planear, e incluso creando sensaciones de aprensión, confusión incontrolable y
terror”.
Los experimentos del posible uso del LSD para cambiar la personalidad de objetivos de
inteligencia y para controlar poblaciones enteras siguieron adelante hasta que Estados
Unidos prohibió la droga oficialmente en 1967.
El uso del LSD se redujo durante la década de 1980, pero aumentó de nuevo en la de
1990. Desde 1998, los adolescentes mayores y los adultos jóvenes usaron el LSD más
ampliamente en los clubes de baile y fiestas rave nocturnas. Su consumo descendió
significativamente alrededor del año 2000.
Pero los científicos siguen viendo en el LSD un posible tratamiento contra trastornos
psiquiátricos y neurológicos. Existen enfermedades para las cuales esta droga podría ser
un tratamiento efectivo. Cierto tipo de jaquecas muy fuertes –migrañas clúster o en
racimo–, o enfermedades como la depresión o el trastorno de ansiedad generalizada,
pueden verse aliviadas por el consumo de LSD.
En algunos países se ha discutido o propuesto legalizar su uso terapéutico, mientras que
en otros, como Suiza, se han autorizado investigaciones para su uso como medicamento.
Uso clínico: El LSD fue utilizado en primer lugar en experimentos con animales
llevados a cabo por el doctor Aurelio Cerletti en los laboratorios Sandoz. Se observó
que los gatos y perros sufrían, al parecer, alucinaciones, y se alteraban sus patrones de
conducta (ante un ratón, el gato no reaccionaba o incluso huía, amedrentado). Al
administrar LSD a un único chimpancé, se observó que toda la tribu de chimpacés
reaccionaba encolerizada, pues el chimpancé embriagado dejaba de observar las leyes
jerárquicas de la comunidad. Con dosis bajas, las arañas hacían sus telas con más tino
que de costumbre, pero con dosis altas eran incapaces de tejerlas adecuadamente.
Una vez concluida la experimentación con animales, el doctor Werner A. Stoll, de la
universidad de Zúrich, administró dosis bajas de LSD (entre 0.02 y 0.13 microgramos) a
dos grupos, uno de personas sanas y otro de esquizofrénicos. Se detectó en ambos
grupos un efecto eufórico, y Stoll hizo notar la similitud con los efectos de la mescalina.

En 1962 el Congreso de EE. UU. Aprobó una nueva normativa sobre fármacos, en la
que el LSD quedaba catalogado como «droga experimental». Esto suponía la
prohibición de su uso clínico. Sin embargo, no se restringieron las investigaciones de la
CIA y el ejército. En 1965 se dio un paso más con la Enmienda para el Control del
Abuso de Drogas, que penalizaba como delitos menores la producción ilegal y la venta,
aunque no la posesión. En abril de 1966 los laboratorios Sandoz dejaron de
comercializar LSD, y en 1968 se modificó la Enmienda, convirtiendo la posesión en
delito menor y la venta en delito grave.
La ilegalización del LSD no pudo frenar su uso creciente entre la juventud
estadounidense, pues la experiencia psicodélica se convirtió en uno de los rasgos de
identidad del movimiento hippie. El barrio de Haight-Ashbury, en San Francisco,
corazón del movimiento, se convirtió en un supermercado psicodélico, «el primer lugar
donde se vendió ácido de forma masiva”. Buena parte del arte de esa época, etiquetado
como hippie, psicodélico o psicodélico, se inspira en la experiencia del LSD o pretende
evocarla. Cuando el movimiento entró en decadencia, también lo hizo el consumo de
alucinógenos, que fue perdiendo popularidad, desplazado por los opiáceos. Sucesivos
movimientos neo psicodélicos han revitalizado algo su uso, como la subcultura rave, sin
alcanzarse en ningún caso los niveles de su época de prestigio.

SITUACIÓN LEGAL
Actualmente, la situación legal del LSD viene determinada por el Convenio de Viena de
1971, donde se la clasifica dentro de los psicotrópicos, junto con la fenciclidina, el
MDMA, la anfetamina y la metanfetamina.
El Código Penal español, en su artículo 368, establece lo siguiente:
“Los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan,
favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas, o las posean con aquellos fines, serán castigados con las penas de prisión
de tres a nueve años y multa del tanto al triplo del valor de la droga objeto del delito si
se tratare de sustancias o productos que causen grave daño a la salud, y de prisión de
uno a tres años y multa del tanto al duplo en los demás casos.
No se considera delito el propio consumo, ni la tenencia o la compra de pequeñas
cantidades destinadas al propio consumo. El Tribunal Supremo utiliza una tabla
elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología el 18 de octubre de 2001 sobre las
dosis medias de consumo diario. Según dicha tabla, un consumidor habitual suele
adquirir para sí mismo la cantidad necesaria para cinco días, que en el caso de LSD es
de 3 mg.”
En enero de 2015, la Policía secuestró en dos operativos cerca de 120.000 dosis de
ácido lisérgico (LSD) en la Costa Argentina. Esto puede mostrar tanto la efectividad de
los controles antinarcóticos -como argumentan las autoridades- como un significativo
aumento del consumo de las llamadas "drogas químicas" en nuestro país.
El crecimiento de la presencia de este tipo de sustancias no es nuevo en nuestro país, al
punto que en 2012 los mayores volúmenes de incautación de LSD en América del Sur
correspondían a la Argentina (87.605 dosis). En el ranking le seguía Brasil, con 63.033
dosis en el mismo período.

SÍNTESIS DEL LSD


Preparatorios preliminares:

El material
de partida debe ser algún derivado del ácido lisérgico, del ergot, del grano
del centeno, de las semillas de (morning glory), o bien obtenido por alguna vía
sintética. Las preparaciones #2 y #3 deben ser a partir de ácido lisérgico
solamente, el cual se prepara a partir de su amida como se describe a
continuación:

10g de alguna
amida de ácido lisérgico obtenida por vía natural se disuelve en 200 ml de una
disolución de metanol+KOH, y el metanol se elimina inmediatamente al vacío. El
residuo es tratado con 200 ml de una disolución acuosa de KOH del 8%, y la
mezcla es calentada en baño de vapor durante una hora. Se hace pasar una
corriente de nitrógeno en el frasco durante el calentado y el NH3 gas producido
se valora con HCl para seguir el proceso. La disolución alcalina debemos
neutralizarla con ácido tartárico y como indicador usaremos rojo congo. A
continuación la disolución acuosa evaporada se filtra y se limpia por
extracción con éter. Se le hace una digestión con metanol para eliminar algunos
de los materiales coloreados de los cristales de ácido lisérgico.

Preparamos la
luminosidad del laboratorio para que sea similar a una habitación oscura.
Debemos tener preparadas luces rojas y amarillas, debido a que los derivados
del ácido lisérgico se descomponen en presencia de la luz natural. Debemos usar
guantes de goma debido a la naturaleza altamente venenosa de los alcaloides del
ergot. Un secador de pelo, o mejor, un evaporador es necesario para acelerar
algunos pasos en los que hay que evaporar.
Preparación #1:

Paso 1. Usar luz amarilla.

Colocamos un volumen de alcaloide de ergot pulverizado en


un frasco pequeño y añadimos dos volúmenes de hidracina anhidra. La mezcla se
calienta a reflujo durante 30 minutos. Le añadimos 1.5 volúmenes de agua y
hervimos 15 minutos. Al introducir la disolución en el frigorífico cristalizará
la hidracina del ácido isolisergico.

Paso 2. Usar luz roja

Enfriamos todos los reactivos y debemos


tener hielo cerca para usar. Disolvemos 2.82g de hidracina rápidamente en 100ml
de una disolución 0.1N de HCl que previamente habremos enfriado con hielo.
Usaremos un baño de hielo para mantener el vaso en el que llevamos a cabo la
reacción a 0ºC. 100ml de una disolución 0.1N de NaNO2, enfriada con hielo, se
añade a la mezcla y después de 2 o 3 minutos de agitación vigorosa se añaden
130ml mas de HCl y se agita otra vez en baño de hielo. Después de 5 minutos de
agitación se neutraliza la solución con una disolución saturada de bicarbonato
sódico y realizamos una extracción con éter. Eliminamos la disolución acuosa y
tratamos de disolver la sustancia viscosa en éter. Ajustamos la disolución de
éter por adicción de 3g de dietilamina por cada 300ml de éter extraído. Lo
dejamos en ausencia de luz en una habitación que calentamos gradualmente hasta
20ºC durante 24 horas. Evaporamos al vacío y tratamos como se indica en la sección de
purificación para la conversión de amidas de ácido iso-lisérgico en amidas de ácido
lisérgico.

Preparación #2:

Paso 1.Usar luz amarilla.

5.36g de d-ácido lisérgico se suspende en


125ml de acetonitrilo y la suspensión se enfría a unos -20ºC en un baño de
acetona enfriada con hielo seco. A la suspensión se le añade una disolución
fría (a -20ºC) de 8.82g de anhídrido trifluoroacético disueltos en 75ml de
acetonitrilo. Se deja la mezcla a -20ºC durante hora y media. En este tiempo
los materiales en suspensión se disuelven el d-ácido lisérgico se transforma en
la mezcla de anhídrido lisergico y ácido trifluoroacético. El anhídrido puede
ser separado en la forma de aceite por evaporación del disolvente al vacío a
una temperatura de 0ºC, pero esto no es necesario. De todas formas debe
permanecer anhídro.
Paso 2. Usar luz amarilla.

La disolución de anhídro mezclado con acetonitrilo del paso 1 se añade a 150ml de una
segunda disolución de acetonitrilo que contiene 7.6g de dietilamina. La mezcla se
mantiene en una habitación a temperatura ambiente durante 2 horas. El acetonitrilo se
evapora
al vacío dejando un residuo de LSD-25 más otras impurezas. El
residuo se disuelve en 150ml de cloroformo y 20ml de agua-hielo. El cloroformo
se elimina y se le realiza una extracción a la disolución acuosa con varias
porciones de cloroformo. Las porciones de cloroformo se combinan para lavarlas
con 4 porciones de 50ml de agua-hielo. La disolución de cloroformo se seca
sobre Na2SO4 y se evapora al vacío.

Preparación #3:

Este procedimiento tiene un buen rendimiento y es muy rápido también, origina una
pequeña cantidad de ácido iso-lisérgico (su efecto es medianamente desagradable). De
cualquier forma, la estequiometría debe ser exacta o el rendimiento no será óptimo.

Paso 1. Usar luz blanca.

SO3 es producido en estado anhídro por descomposición de sulfato férrico anhídro a


una temperatura de 480ºC. Mantenemos SO3 en condiciones anhídras.

Paso 2. Usar luz blanca.

Un recipiente
de 22l encajado en un baño de hielo, condensador, con embudo de llenado y
agitador mecánico es llenado con 10 a 11 litros de dimetilformamida (destilada
recientemente a presión reducida). El condensador y el embudo de llenado se
protegen de la humedad atmosférica. 2 lb de SO3 se introducen con cuidado y se
agita muy cautelosamente durante 4 o 5 horas (la adición de SO3 debe ser poco a
poco durante las 4 o 5 horas).Después de la adición se continúa agitando
durante 1 o 2 horas hasta que los cristales de sulfuro de
trióxido-dimetilformamida se hayan disuelto formando un complejo.

El reactivo
se lleva a una pipeta automática cerrada aislada del aire para poner usar la
cantidad deseada de reactivos, y los mantenemos frío. Aunque el reactivo, que
es coloreado, puede cambiar de amarillo a rojo, lo podemos almacenar en frío
durante 3 o 4 meses que permanecerá inalterado. Una licuota de reactivo se
disuelve en agua y se valora con NaOH standart hasta el punto final de la
fenolftaleína.
Paso 3. Usar luz roja.

Se disuelven de 7.15g de d-ácido lisérgico monohidratado (25mmol) y 1.06g de


hidróxido de litio hidratado (25mmol) en 200ml de MeOH preparado. El disolvente es
destilado en baño de vapor a presión reducida. El residuo de lisergato de litio se
disuelve en 400ml de dimetilformamida anhidra. De esta disolución se destilan unos
200ml de DMF anhidra a una presión de 15 ml de Hg a través de una columna de
hélices de 12 pulgadas. La disolución
resultante de lisergato de litio anhidro se enfría a 0ºC, con agitación y se trata
rápidamente con 500ml de la disolución de SO3-DMF (1.00 molar). La mezcla es
agitada en frío durante 10 minutos y luego se añaden 9.14g (125mmol) de DMF. El
agitado y enfriado se prolongan durante 10 minutos más, tras los que se añaden 400ml
de agua. Después se añaden 200ml de una disolución salina saturada. La amida que se
produce es aislada por varias extracciones con porciones de 500ml de dicloroetileno. El
combinado que se extrae es secado y luego
concentrado hasta que parezca un jarabe a presión reducida. No se debe calentar
el jarabe durante la concentración. El LSD cristalizara, pero los cristales y
las aguas madres deben ser cromatografiadas de acuerdo con las instrucciones de
purificación.

Purificación del LSD:

El material obtenido a partir de cualquiera de las tres preparaciones anteriores puede


que contengan ácido lisérgico y amidas del ácido iso-lisérgico. La preparacion #1
contiene en su
mayor parte dietilamida del ácido iso-lisérgico que debe ser transformada previa
separación. Para esta sustancia, realiza primero el paso 2 de la purificación.

Paso 1. Usar habitación oscura con luz UV de larga longitud de onda.

El material
se disuelve en una mezcla 3:1 de benceno y cloroformo. Carga la columna de
cromatografía con una gota de alumina básica en benceno. Saca poco a poco el
disolvente hasta el tope de la columna de alumina y añade cuidadosamente una
licuota de disolución de LSD formada por 50ml de disolvente y 1g de LSD. Hazlo
correr por la columna seguido por el movimiento más rápido de la banda
fluorescente. Después de que este haya sido cogido, limpia el material sobrante
de la columna lavándola con MeOH. Usa la luz ultravioleta para prevenir
excesivos daños a los compuestos. Evapora la 2ª fracción al vacío y ponla a un
lado para el paso 2.
Paso 2. Usar luz roja.

Disuelve el residuo de haber limpiado la columna de cromatografía con metanol en una


cantidad mínima de alcohol. Añade dos veces su volumen de una disolución
alcohólica con KOH (4N) y deja que la mezcla permanezca a temperatura ambiente
durante varias horas. Neutraliza con HCl diluido, hazla ligeramente básica con
NH4OH y extrae el producto con cloroformo o diclorometano como en las
preparaciones #1 y #2. Evapora al vacío y realiza la cromatografía como se
indica en el paso 1 de la purificación.

ESTADÍSTICAS INTERNACIONALES
El LSD es la droga alucinógena (que altera la mente) más poderosa. El LSD es 100
veces más potente que los hongos alucinógenos.

En Europa, hasta el 4.2% de aquellos que tienen entre 15 y 24 años de edad han tomado
LSD al menos una vez. Al hacerse una encuesta, el porcentaje de gente en este grupo
que había consumido LSD el año pasado fue mayor de 1% en siete países (Bulgaria,
República Checa, Estonia, Italia, Letonia, Hungría, Polonia).

En Estados Unidos, desde 1975, investigadores financiados por el Instituto Nacional


sobre el Consumo de Drogas han hecho una encuesta anualmente a casi 17,000
estudiantes del último año de preparatoria en todo el país, para determinar las tendencias
del consumo de drogas y evaluar las actitudes y creencias de los estudiantes sobre el
consumo de drogas. Entre 1975 y 1997, el periodo más bajo de consumo de LSD fue
por parte de la promoción de estudiantes de 1986, cuando 7.2% de los estudiantes del
último año de preparatoria informaron que consumieron LSD al menos una vez en su
vida.

El porcentaje de estudiantes de último año de escuela secundaria que informaron haber


tomado LSD al menos una vez durante el año anterior, casi se duplicó desde un 4.4% en
1985 hasta el 8.4% en 1997. En 1997, 13.6% de los estudiantes de último año de
preparatoria habían experimentado con el LSD al menos una vez en su vida.

Un estudio publicado en enero del 2008 informó que cerca de 3.1 millones de personas
en Estados Unidos entre las edades de 12 a 25 años dijeron que habían tomado LSD.

Datos de la National Household Survey on Drug Abuse (Encuesta Nacional de los


Hogares acerca del Abuso de Drogas) indican que unos 20,2 millones de residentes de
los Estados Unidos de 12 años de edad o más usaron LSD al menos una vez en la vida.
La encuesta reveló asimismo que muchos adolescentes y adultos jóvenes usan LSD:
742.000 personas entre 12 y 17 años y 4,5 millones de personas entre 18 y 25 años
usaron la droga al menos una vez. El uso del LSD entre los alumnos de la enseñanza
media presenta un problema especial. Más del 8 por ciento de los estudiantes de último
año de la enseñanza media en los Estados Unidos usaron la droga al menos una vez en
la vida, y cerca del 4 por ciento la usó durante el año precedente, según la encuesta
Monitoring the Future (Vigilancia del Futuro) realizada por la Universidad de
Michigan.

BIBLIOGRAFÍA
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https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000795.htm

http://drogodependencias-toxicologia.blogspot.com.ar/2012/02/tratamiento-sobredosis-
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