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PADRE NUESTRO ORIGINAL (TRADUCIDO DEL ARAMEO) - Padre, Formatted: Font: 12 pt, Font color: Text 1

Respiración de la Vida ¡Fuente del sonido, Acción sin palabras, Creador del
Cosmos! Haz brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de
nosotros, para que podamos hacerla útil. Ayúdanos a seguir nuestro camino
respirando tan sólo el sentimiento que emana de Ti. Nuestro Yo, en el mismo
paso, pueda estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con
todas las otras criaturas. Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la
Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en
todas las comunidades. Formatted: Font color: Text 1
Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues, de esta forma, Formatted: Font: 12 pt, Font color: Text 1
sentiremos la Sabiduría que existe en todo. No permitas que la superficialidad y
la apariencia de las cosas del mundo nos engañen, y libranos de todo aquello
que impide nuestro crecimiento. No nos dejes caer e n el olvido de que Tú eres
el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en tiempo
y que todo lo embellece. Que Tu amor esté sólo donde crecen nuestras
acciones. ¡Qué así sea!...
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El misterio específico del Sábado Santo es la ausencia del Señor. El Señor ha
ocultado su rostro, se ha marchado, está muerto, “descendió a los infiernos”. Esto
es lo absolutamente singular de este día misterioso. Esta ausencia del Señor se
traduce en la privación de la Eucaristía; es imposible celebrarla, pues el Señor “no
está”. A la vez que esta ausencia del Señor está el modo de expresar todo lo dicho
en clave meditativa. El sentido de este día es la quietud, la meditación en este
misterio que está ahí. Datos históricos. El Sábado Santo fue siempre, desde el siglo
II, día de ayuno pleno, y por lo tanto, día alitúrgico. Se terminaba con una función
vigiliar que desembocaba en la madrugada del domingo con la celebración de la
Eucaristía. Esta Eucaristía aparece ya en la primera mitad del siglo II. La vigilia se
prolongaba durante casi toda la noche Tertuliano hacía de esto motivo para
apartar a la mujer cristina de casarse con un pagano. Este inconveniente y otros
muchos que conllevaba el pasar toda la noche fuera de casa, hizo que la Iglesia
progresivamente anticipase las funciones a la tarde del Sábado Santo (siglo VIII
más o menos). Incluso, con el paso del tiempo, la celebración de la Vigilia se llegó a
realizar por la mañana hacia el mediodía, llegando a ser norma habitual en el siglo
XVI, y perdiendo así este día su primitiva significación. No se puede negar que
estas sucesivas anticipaciones hayan creado desconcierto y contradicciones entre
el misterio del día y las fórmulas litúrgicas que hablaban de la noche y de la luz,
cuando era por la mañana y con sol. Esto trajo como consecuencia la eliminación
del silencio solemne del Sábado Santo.

Antes de estos sucesos temporales, la mañana del sábado era consagrada a


preparar al grupo de los que se iban a bautizar. Estos catecúmenos eran sometidos
a nuevos ritos; el effetá y la triple renuncia a Satanás. Además, debían expresar
públicamente su adhesión a la fe con la recitación del Credo, que se les había
enseñado el sábado anterior. Con el Vaticano II se restablecerán los elementos más
nobles de la historia de la celebración cristiana de la Vigilia Pascual. El Sábado
Santo será presentado como día en que la Iglesia permanece junto al sepulcro del
Señor, meditando su pasión y muerte, absteniéndose de la misa hasta la solemne
Vigilia nocturna de la Resurrección. No obstante, aunque sea un día alitúrgico, la
Iglesia se puede reunir para la oración oficial, a diferencia de la Iglesia antigua que Formatted: Font color: Text 1
no se reunía en este día ni siquiera para rezar. Sugerencias litúrgico-pastorales.  Formatted: Font color: Text 1
Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor,
meditando su pasión y muerte y se abstiene del sacrificio de la misa.

El Sábado Santo es el día de menos liturgia de todo el año. Es el día más sin liturgia.
La Iglesia solamente celebra la Liturgia de las Horas.  Esta abstinencia litúrgica es Formatted: Font color: Text 1
signo de otra abstinencia que, quizás, entre nosotros se ha perdido: la abstinencia Formatted: Font color: Text 1
de comer y la abstinencia de la palabra. El Sábado Santo es un día de silencio y de
meditación. Al mismo tiempo, es un día de soledad y de dispersión. Será la noticia
de la Resurrección la que nos vuelva a juntar para compartir la alegría de la
presencia del Señor.  No desfigurar el Sábado Santo con celebraciones no Formatted: Font color: Text 1
apropiadas: temas eucarísticos, horas santas, etc… Todo lo que se haga en el día de Formatted: Font color: Text 1
Sábado Santo tiene que ser sobrio. En realidad, es un día que solemos pasar
preparando cosas para la Vigilia Pascual. Quizás no pueda ser de otra manera.
Pero, al menos, habría que mantener la mañana del Sábado como mañana de
ausencia de ruido y de preparativos.  No multiplicar los actos de este día; ser muy Formatted: Font color: Text 1
discretos en esto. Es un día de contemplación, soledad, de vacío… Es una buena Formatted: Font color: Text 1
tradición considerar el silencio de la Virgen María y su soledad. Puede ser el
modelo a imitar y la fuente donde beber el agua fresca del sentido de este Sábado
Santo, que dura hasta la Vigilia Pascual.  Hacer largos momentos de silencio. El Formatted: Font color: Text 1
Sábado Santo representa en la vida cristiana esos momentos de vacío, de niebla en Formatted: Font color: Text 1
los que lo único posible, la única salida que existe es la espera y la esperanza. Que
sea el Sábado Santo un día vacío de liturgia no quiere decir que sea un día sin
sentido. Es el día de la confianza por encima de toda duda. El sentido del día. El
Sábado Santo es presentado como el día en que la Iglesia permanece junto al
sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte.
El sentido de este día lo podemos vivir meditando las palabras que Jesús le dirigió
una noche al viejo Nicodemo: “si no naces de nuevo, no entrarás en el Reino”.
Palabras que si se hacen realidad pueden hacer saltar a los cojos y paralíticos, ver a
los ciegos, alegrarse a los deprimidos, resucitar a los muertos. Dispuestos a nacer
de nuevo. Lo que maravilla en la frase de Jesús a Nicodemo es que le pida nacer de
nuevo. Cuando nacimos por primera vez, nadie nos lo pidió. “Nos nacieron” sin
nuestro permiso. Naceremos por segunda vez si tú lo deseas, si tú lo permites. El
Padre que resucitó a Jesús tiene una fecundidad impresionante, puede recrearte,
hacer de ti un “vaso nuevo”, lograr la realización total de ese sueño suyo que eres
tú. ¡Nace de nuevo, déjate nacer de nuevo!.

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