Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
06.economia Micro Macro
06.economia Micro Macro
SEMANA - 06:
“El capital está formado por los bienes duraderos producidos que se utilizan, a su vez, como factores
productivos en la producción adicional de bienes y servicios” Son bienes de capital las herramientas, las
máquinas, las construcciones.
“Los bienes de capital se compran y se venden en los mercados de bienes de capital…sin embargo
algunos son alquilados por sus propietarios durante períodos cortos o largos: El pago efectuado por el
uso temporal de bienes de capital se denomina alquiler.”
Tasa de rendimiento de los bienes de capital
Con la utilización de bienes de capital se puede incrementar la producción de bienes o servicios, por
ejemplo, una máquina produce 20 sillas por día .El rendimiento se puede medir monetariamente, si cada
silla tiene un precio de 50, el rendimiento en pesos es de 1000.
“La tasa de rendimiento del capital es el rendimiento neto anual (alquiler menos gastos) por dólar
invertido. Es una cifra pura, un porcentaje anual”
Ejemplo: Una empresa que se dedica al alquiler de automóviles, compra un automóvil a $10.000 y lo
alquila por $2.200 al año .Si los gastos de mantenimiento, seguro y depreciación suman $1.200, el
alquiler neto es de $1.000, por lo tanto la tasa de rendimiento es de 10% al año: 1000: 10000.
"¿de dónde proceden los recursos necesarios para producir bienes de capital? Alguien tiene que
abstenerse de consumir hoy, liberando de esa forma los recursos necesarios para producir nuevos
bienes de capital".
En una economía monetizada la persona que se abstiene de consumir está ahorrando dinero que
canaliza en diferentes activos financieros: bonos, acciones, obligaciones negociables, depósitos en el
sistema financiero, etc. El ahorro se utiliza luego para adquirir bienes de capital.
Ejemplo: se deposita $1.000 y al año se devuelve $1.010, L a tasa es 1010 – 1000/ 1000 = 10 %.
Resumiendo, las personas suministran ahorros o fondos, a través de activos financieros, a los que
desean comprar bienes de capital. La tasa de interés es el precio que se paga por la utilización del
dinero durante un período de tiempo. El ahorro se utiliza para producir nuevos bienes de capital.
Es el interés o beneficio que se obtiene de una inversión de una empresa que vende o bien puede ser
financiera o de capital cuando los intereses (los cuales pueden ser altos o bajos, dependiendo del
problema planteado)producidos durante cada periodo de tiempo que dura la inversión se deben
únicamente al capital inicial, ya que los beneficios o intereses se retiran al vencimiento de cada uno de
los periodos. Los periodos de tiempo pueden ser años, trimestres, meses, semanas, días, o cualquier
duración. O sea el interés se aplica a la cantidad inicial, los intereses no se agregan al capital
productivo.
Su fórmula está dada por:
Donde:
es el capital invertido.
es la tasa de interés asociada a cada periodo temporal expresada en tanto por uno (v.g., 0,04 =
4 %).
es el número de periodos temporales.
De esta primera fórmula se obtienen las siguientes, despejado las variables capital, tasa de interés y
periodos temporales:
En el orden económico, se entiende por tierra el suelo cultivable, los prados, los bosques, las minas, las
canteras, los manantiales, y en general todos los agentes naturales que son objeto de apropiación.
Renta de la tierra es la porción de riqueza que queda al dueño de los agentes naturales, después de
deducidos los gastos invertidos en la producción y los intereses del capital empleado.
Así, pues, para obtener la renta de la tierra, es preciso que del producto bruto de la explotación se
hagan las deducciones siguientes:
primera, los adelantos hechos para el cultivo, tales como el gasto de simientes, abonos, jornales y
herramientas;
segunda, el interés de los gastos de producción, o sea el capital invertido en hacer esos adelantos; y
tercera, el interés del capital, representado por el fondo de tierra y por los edificios de explotación.
Después de hacer esas deducciones, el excedente que resulte es lo que constituye la renta de la tierra,
la cual pertenece al propietario del suelo.
La renta de la tierra no es el resultado directo de la propiedad territorial, sino una consecuencia de
la superior calidad del terreno; de ahí que la retribución nazca de la propiedad del suelo y que la renta
sólo pueda nacer de la calidad de las tierras. Por eso existen casos en que el suelo proporciona
retribución y no proporciona renta, cuyo hecho tiene lugar cuando el valor del producto obtenido es igual
o menor que la suma representativa del coste de producción e interés del capital.
Para que haya renta es preciso que el terreno sea de buena calidad, a fin de que deje un producto
cuyo valor exceda al total de los gastos e intereses empleados en obtenerle.
La renta de la tierra se conoce también, entre el vulgo, con los nombres de:
arriendo, cuando se aplica a las fincas rústicas cedidas temporalmente;
alquiler, cuando se refiere a los edificios urbanos; y
beneficio, cuando se contrata el rédito de la explotación, percibido por arrendatarios;
Pero la ciencia comprende todos esos nombres bajo la denominación genérica de renta, porque todos
ellos constituyen el provecho de un capital en tierra.
Tierra (economía)
Tierra, en economía, es el concepto que abarca a todos los recursos naturales cuyo suministro está
inherentemente fijado. No cambia respondiendo a las variaciones de sus precios en el mercado).
En ese conjunto se incluyen las tierras propiamente dichas, definidas por su localización geográfica en
la superficie terrestre (concepto que excluye las mejoras debidas a las infraestructuras y el capital
natural, que puede ser degradado por las acciones humanas -factores biogeográficos, como el suelo, el
clima, la hidrología, etc.-), los depósitos minerales del subsuelo, e incluso las localizaciones en órbita
geoestacionaria y una parte del espectro electromagnético.
En economía clásica se considera la tierra como uno de los tres factores de producción, siendo los otros
el capital y el trabajo; la remuneración derivada de la propiedad o el control de la tierra (o de los
recursos naturales en ella incluidos) se suele denominar renta o renta de la tierra.
La tierra, particularmente los yacimientos mineros y los campos o localizaciones geográficas de especial
valor para su uso agrícola (tierras de cultivo), ganadero o forestal (el sector primario que identifica
principalmente al paisaje rural); ha sido históricamente la causa de todo tipo de conflictos sociales,
políticos y bélicos.
El 20% de las familias más adineradas de Estados Unidos percibe el 41% del
ingreso nacional. El 20% siguiente percibe un 24% del ingreso. El 20% de las
familias tiene ingresos medios, y percibe el 18%, mientras que el 20% corresponde
a familias con ingresos por debajo del ingreso medio, que perciben un 12%.
Finalmente, el restante 20% de familias tiene el nivel más bajo de ingresos, y
solamente percibe el 5% del ingreso nacional.
Hasta hace poco, la imposición fiscal marginal sobre los ingresos más altos era de
70% y 50%. Las familias de mayores ingresos recibieron mucho menos de lo que
muestran los índices de ingresos brutos. Asimismo, es necesario agregar los
pagos de subsidios por desempleo y programas de bienestar social a los índices
de ingresos brutos de las familias con menores ingresos.
Distribución de la renta
Gago Saldaña, David
I. CONCEPTO
Se entiende como distribución de la renta la manera en la que se reparte el conjunto de recursos
materiales derivados de la actividad económica de acuerdo con distintos parámetros o perspectivas de
referencia.
Desde una perspectiva sectorial, la distribución de la renta se refiere al reparto de la misma entre los
diferentes sectores (agricultura, industria, construcción y servicios), que componen el PIB como
indicador de actividad económica.
Desde una perspectiva espacial, alude a las diferencias que pueden existir en los niveles de renta
desde un punto de vista territorial y, en consecuencia, es objeto de análisis particularizado por parte de
la economía regional.
Desde un enfoque funcional o factorial, la distribución de la renta se refiere a la forma en que ésta se
reparte entre todos y cada uno de los factores de producción. Este enfoque ya fue contemplado por los
autores clásicos, quienes distinguían entre terratenientes, capitalistas y trabajadores. David Ricardo
estableció una diferencia clara entre las rentas de la tierra, los beneficios y los salarios, apuntando que
la renta de la tierra y los beneficios se obtenían como residuo, y que la distribución del producto
dependía fundamentalmente de la cantidad y calidad de las tierras de cultivo, la tecnología aplicada y el
fondo salarial y el número de trabajadores.
Los autores post-ricardianos introdujeron el concepto de contribución marginal de cada factor de
producción al producto final; así, la aportación de cada factor de producción estaba ligada a su
productividad marginal. Otras aportaciones posteriores han destacado los cambios en la cantidad de
factores, su elasticidad de sustitución y el papel de los cambios tecnológicos a la hora de explicar esa
distribución funcional.
Finalmente, la distribución personal de la renta se refiere al reparto entre los individuos o las familias de
la sociedad, una vez descontados los impuestos y cuotas sociales y añadidas las transferencias
económicas que se realicen a los hogares por los poderes públicos (pensiones y subvenciones). Para
aislar esta perspectiva de las otras tres, debe tenerse en cuenta que su estudio es independiente del
sector en que se produzcan (enfoque sectorial), de la región en que se obtengan (espacial), o de los
factores que remunere (enfoque funcional).
A partir de ahora, el análisis se va a centrar en explorar distintos aspectos relacionados con la
distribución personal de la renta.
II. CAUSAS DE LA DESIGUALDAD DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA
La distribución de la renta entre los individuos y las familias dista de ser equiproporcional, existiendo
diferencias que, en mayor o menor grado, afectan a todas las economías. Ahora bien, ¿cuáles son los
factores que explican esas diferencias?
Existe un amplio conjunto de factores que pueden estar detrás, las cuales pueden agruparse en torno a
cuatro grandes teorías:
1. La teoría estocástica
De acuerdo con este planteamiento, el azar y los sucesos aleatorios explican buena parte de las
diferencias de renta entre individuos. Una cuestión puntual, relacionada con el hecho de estar en el
momento apropiado y en el sitio oportuno, puede tener una incidencia determinante en relación con las
posibilidades de obtención de la renta.
2. Las cualidades personales y el entorno social
En este sentido, hay diferencias de carácter biológico-hereditario como la inteligencia, la salud o la
fuerza física, que pueden asumir un papel relevante a la hora de explicar diferencias de renta.
Igualmente, deben ser consideradas aquí todas las que tienen que ver con la formación y la inversión en
capital humano.
El entorno social también es susceptible de explicar sustanciales diferencias de renta, y dentro de este
ámbito se incluye la discriminación (por razones de sexo, raza, religión, etc.), o la exclusión de algunas
ocupaciones.
3. Teoría del ciclo vital
Se basa en la relación paralela que existe entre el ciclo vital humano y las ganancias obtenidas durante
el mismo. En efecto, las ganancias que perciben los individuos se incrementan conforme avanza su
edad, hasta un punto, próximo a la jubilación, en el que la tendencia se revierte. En todo caso, existen
un conjunto de factores condicionantes ligados a las preferencias, aversión al riesgo, etc., que
determinan perfiles de renta diferenciados conforme aumenta la edad.
4. Procesos de elección
Aquí debe distinguirse entre los procesos de elección individual y los procesos de elección colectiva.
Dentro de los primeros, la incertidumbre y la capacidad de asumir riesgos pueden explicar diferencias
en las rentas percibidas, así como el sistema impositivo y el régimen de propiedad vigente o factores
relacionados con la intensidad de la competencia. La intensidad en el trabajo, que varía mucho entre
individuos, es igualmente el resultado de una elección personal.
Dentro de los segundos, debe apuntarse, a modo de ejemplo, la existencia de acuerdos contractuales
entre miembros de una sociedad.
III. LA MEDICIÓN DE LA DESIGUALDAD DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA
La distribución de la renta puede medirse a través de indicadores diversos. Los principales indicadores
son: la curva de Lorenz, el coeficiente de Gini, el índice de convergencia sigma y los indicadores de
pobreza.
1. La curva de Lorenz
Se trata de un medio de representación gráfica de la distribución de la renta personal o familiar, si bien
puede tener utilidad para representar otras formas de desigualdad. Los valores que configuran el perfil
de la curva son los porcentajes de renta acumulados por los percentiles de población considerados, tal y
como se muestra en la figura 1.
La igualdad absoluta es la diagonal del diagrama que se representa en la figura. La desigualdad
absoluta es la línea de los porcentajes de renta y población, y representa aquella situación en la que 99
de cada 100 personas no disponen de renta, que es acaparada por tan sólo un miembro. Cualquier
situación real se da entre ambos extremos, de tal forma que, cuanto más alejada esté la curva de la
línea de equidistribución, mayor es la concentración de la renta.
Mostrar/Ocultar
2. El coeficiente de Gini
Es un indicador basado en la interpretación de la curva de Lorenz. Si el área A de la figura es el área de
concentración, y B es el área comprendida entre la curva de Lorenz y los límites de porcentajes de
población y renta, el coeficiente se define como sigue:
Coeficiente de Gini = A/A+B
De esa forma, el índice está comprendido entre 0 (distribución e la renta completamente igualitaria), y 1
(distribución de máxima desigualdad).
3. Índice de convergencia sigma
Este indicador estudia la evolución temporal de la desigualdad. En un año concreto, este índice mide la
desviación estándar de las rentas familiares. En una situación de equidistribución, el índice toma el valor
0. A más desigualdad mayor valor del índice. Si el índice disminuye (aumenta) a lo largo del tiempo,
disminuirá (aumentará) el índice y habrá convergencia (divergencia).
4. Indicadores de pobreza
La tasa de pobreza se define como el porcentaje de familias o individuos con unos niveles de renta por
debajo de una cifra que se establece como umbral. En este sentido, la clave es la elección del umbral,
dado que la definición de pobreza como situación de insuficiencia de ingresos para cubrir las
necesidades básicas es siempre relativa y discutible. Ese umbral, denominado línea de pobreza, se
basa en los ingresos netos por unidad de consumo del hogar, entendiendo como tales los ingresos
netos totales del hogar (renta disponible del hogar), entre el número de unidades de consumo.
La línea o umbral de pobreza actualmente está fijada en el 60% de la mediana de la distribución de los
ingresos por unidad de consumo adjudicado a las personas.
IV. POLÍTICAS DE REDISTRIBUCIÓN DE LA RENTA
Tradicionalmente se ha considerado la redistribución de la renta como uno de los objetivos principales
de la política económica. En efecto, los poderes públicos deben velar por una disminución de las
desigualdades entre los perceptores de rentas altas y los de rentas bajas, y, especialmente, por ayudar
a satisfacer las necesidades más elementales de aquellos sectores de la población que perciben los
ingresos más bajos.
En todo caso, no parece deseable una situación de igualdad absoluta entre los miembros de una
comunidad, en la medida que interferiría sobre la eficiencia, los incentivos, y, en última instancia, sobre
una adecuada asignación de los recursos.
Las políticas, en consecuencia, se deberían orientar a perseguir la equidad, esto es, a tratar los casos
iguales de igual modo, y los desiguales de forma distinta. Las medidas que los poderes públicos pueden
implementar a tal efecto son variadas, y entre ellas se encuentran la imposición progresiva, las
transferencias públicas o la provisión de bienes públicos.
Para terminar, conviene dar una pincelada acerca de la situación de la distribución de la renta en
España. Nuestro país presenta una desigualdad de la renta relativamente moderada, no solamente
menor que la del Reino Unido y EE.UU, sino también inferior a la de otros países de Europa continental,
como Alemania o Italia. Además, al contrario que en otros países, la desigualdad descendió en España
entre 1985 y 2000. En todo caso, como señala Pijoan-Mas (2009), hay ciertos aspectos explicativos de
este descenso que podrían tener connotaciones negativas, como la disminución en la diferencia entre el
salario medio de los graduados universitarios y el salario medio del resto de trabajadores
Las políticas distributivas (o redistributivas), son aquéllas políticas llevadas a cabo por los
gobiernos que tienen efectos sobre la distribución del ingreso, ya sea mejorándola o
empeorándola.
Existen diferentes tipos de políticas distributivas según su tipo:
Pueden ser políticas distributivas de oferta o de demanda, según al lugar donde estén dirigidas, o
pueden ser dentro del gobierno, en políticas distributivas de impuestos o de gastos.
Las políticas distributivas de oferta son aquéllas donde se subsidia la producción de ciertos bienes o
servicios o se reducen los impuestos aplicables a su producción, de forma tal de reducir su precio final y
de esta forma hacer a dichos bienes más accesibles para la población. Este tipo de políticas suelen
tener un efecto redistributivo indirecto, ya que generan mayor ingreso disponible para incrementar el
consumo mediante la reducción de la participación de los bienes subsidiados en el consumo total de la
población. Un ejemplo de este tipo de políticas son los subsidios al transporte de pasajeros o a los
consumos de electricidad o gas.
Las políticas distributivas de demanda son aquellas destinadas a incrementar el consumo de la
población de forma más directa, a través de transferencias o de incrementos en el monto total
disponible para gastar.
Dentro de este tipo de políticas se encuentran dos tipos de calificaciones: por tipo de transferencia y por
requisitos.
Según el tipo de transferencia, la misma puede ser en dinero o en especie, según si lo que se transfiere
es dinero en efectivo exclusivamente, o si se realiza cualquier otro tipo de transferencia, ya sea en
bienes y/o servicios, o en dinero para uso exclusivo en ciertos bienes o servicios. Un ejemplo de este
tipo de políticas son los bouchers para compras en supermercados, ya que si la transferencia fuese en
efectivo, podría destinar el dinero a comprar otro tipo de bienes.
En cuanto a los requisitos, las transferencias pueden ser condicionadas o no condicionadas, aduciendo
esto a si los receptores de las transferencias deben presentar ciertas condiciones para ser beneficiarios
de la política o no. Las transferencias no condicionadas suelen ser las menos utilizadas, ya que no
permite realizar una buena focalización (ver más adelante) en los grupos de interés para redistribuir el
ingreso. Un caso práctico de transferencias condicionadas es el caso de la Asignación Universal por
Hijo en Argentina, donde se deben cumplir las condiciones de que el sustento familiar se encuentre
desempleado formalmente, y que los niños por los cuales se recibe la transferencia estén inscriptos en
la escuela y tengan la libreta sanitaria con los controles médicos al día.
El único ejemplo que existe de transferencias no condicionadas de dinero en efectivo es el caso de
Namibia, quien comenzó con transferencias de dinero de U$S 13,5 aproximadamente por mes para
toda la población menor a 60 años (los mayores reciben una jubilación), con resultados extraordinarios
en materia de desnutrición, pobreza, educación, y otros indicadores sociales relevantes.
Clasificación de políticas de demanda
Políticas de
Condicionadas No Condicionadas
demanda
En el otro tipo de calificación, se puede distinguir entre las políticas de impuestos, que se producen
cuando se reduce la carga de impuestos sobre las clases de menos ingresos y/o se eleva en las de más
ingresos, y las políticas de gastos, donde se realizan distintos tipos de gasto desde el estado para
generar la redistribución del ingreso.
Las clasificaciones son perfectamente compatibles entre ellas, existiendo en la práctica múltiples
combinaciones posibles:
Tipo de
Oferta Demanda
política
La diferencia entre las políticas distributivas y las política es que las políticas distributivas son aquellas
políticas llevadas a cabo por los gobiernos que tienen efectos sobre la distribución del ingreso, ya sea
mejorándola o empeorándola. Mientras que la política distributiva es que el Estado puede modificar la
distribución del ingreso, y por ende el grado de desigualdad y pobreza, a través de varios canales.
“Si bien en términos macroeconómicos en el 2008 la carga tributaria del gobierno general fue 19%, sería
de 10.2% para el sector informal y de 26.2% para el formal.” (Ecocaribe SRL, 2011)
“Por eso es comprensible que mientras unos sectores entienden que tienen una alta presión tributaria,
otros tienen, como hemos dicho, un régimen impositivo con una carga tributaria baja o muy baja. Por lo
que se hace imprescindible rediseñar la legislación tributaria dominicana, a fin de que estos sectores
que hoy soportan el crecimiento del Producto Interno Bruto, también contribuyan, en igual medida, en el
crecimiento de las recaudaciones.” (Hernández, 2012) Política Fiscal por el lado de los gastos Esto lo
debatimos juntas Política Fiscal y redistributiva Mariana Barrenese 27 de octubre